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Antecedentes de Roma.

Fundación de Alba-Longa:

Sobre la forma de fundar una ciudad en la antigüedad y quien fundó Alba-Longa, ahora
vamos a contar un poquito sobre su historia.

Sabemos que fue Ascanio (hijo de Aeneas) el fundador de Alba-Longa y lo que


significa el nombre, Alba (blanco) Longa (largo) “Ciudad de las Aguas Claras”. Luego
de una larga sucesión de Reyes de la dinastía de Albano, el trono correspondió a los
hijos del Rey Procas: Amulio y Numitor. Pero Amulio destrona a su hermano Numitor
y condena a la hija de este (Rea Silvia) a la virginidad perpetua como Sacerdotisa de la
Diosa Vesta (esto era para que no tuviera descendencia) pero la Virgen Vestal es
visitada por el Dios Marte encarnado en un apuesto Sacerdote – fruto de esa unión –
nacen los mellizos Rómulo y Remo.

Cuando se entera Amulio, los manda matar, pero el esclavo encargado de hacerlo los
coloca en una cesta y los tira al río Tiber, allí son recogidos por una Loba (Mujer
Etrusca de nombre Acca Larentia) quien junto a su esposo el Pastor Faustulus cría a
los mellizos, cuando estos llegan a la adolescencia y se enteran de su origen, regresan a
la ciudad, destronan a su tío Amulio y devuelven el Trono a su Abuelo Numitor, quien
en agradecimiento les autoriza a fundar una ciudad y es así como el 21 de Abril del 753
a C. nace Roma.

Con respecto a la LOBA, hay muchas historias, algunos consideran que la loba era en
realidad un animal que amamantó a los mellizos, otros historiadores dicen que la Diosa
Rumilia bajó del cielo cumpliendo la orden del Dios Júpiter y cuidó y amamantó a los
mellizos porque éstos eran considerados Semidioses y estaban predestinados a fundar
Roma. La historia que contamos nosotros proviene delos historiadores más antiguos
como ser, Dionysius de Halicarnassus quien nos dice que la LOBA, era Acca Larentia
– mujer de origen Etrusco, que le gustaba el placer – Dice: Que los romanos elegían
siempre como esposa a la latinas y/o sabinas, pero nunca a una mujer etrusca – esto era
porque los patricios consideraban a las mujeres etruscas muy liberales – y a las sabinas
mucho más virtuosas, entonces a las mujeres Etruscas no les quedó otro remedio que –
comprar maridos – si querían casarse ya que no esperaban que los patricios las eligieran
como esposa, y para lograrlo necesitaban dinero, y el dinero lo conseguían mediante el
ejercicio de la prostitución, formaban Lupanares (entiéndase reunión de prostitutas) y se
ubicaban a orillas del río Tiber, en lugares próximos al puerto y cuando veían acercarse
un barco emitían un sonido similar al lobo en celo (aullido) que era escuchado en la
serenidad de la noche por los tripulantes de los barcos que venían cargados de
mercancías (seda, incienso, vinos, joyas) y al oír el característico sonido se acercaban a
comerciar con estas mujeres, y una de ellas era Acca Larentia quien debió comprar a su
marido el pastor Faustulus y juntos criaron a los mellizos Rómulo y Remo.
Fundación de Roma.

Impacientes por hacer algo importante, Rómulo y Remo, en vez de esperar un buen
reino edificado por el abuelo, que sin duda se lo hubiera dejado, se fueron a construir
otro nuevo un poco más lejos. Y eligieron el sitio donde su almadía había encallado, en
medio de las colinas entre las que discurre el Tíber, cuando está a punto de desembocar
en el mar.

En aquel lugar, como a menudo sucede entre hermanos, litigaron sobre el nombre que
dar a la ciudad. Luego decidieron que ganaría el que hubiese visto más pájaros. Remo
vio seis sobre el Aventino. Rómulo, sobre el Palatino, vio doce: la ciudad se llamaría,
pues, Roma. Sujetaron dos blancos bueyes, excavaron un surco y construyeron las
murallas jurando matar a quienquiera las cruzase. Remo, malhumorado por la derrota,
dijo que eran frágiles y rompió un trozo de un puntapié. Y Rómulo, fiel al juramento, lo
mató.

Todo esto, dícese, aconteció setecientos cincuenta y tres años antes de que Jesucristo
naciese, exactamente el 21 de abril, que todavía se celebra como aniversario de la
ciudad, nacida, como se ve, de un fratricidio. Sus habitantes hicieron de ella el
comienzo de la historia del mundo, hasta que el advenimiento del Redentor impuso otra
datación. Tal vez también los pueblos vecinos hacían otro tanto: Cada uno de ellos
databa la Historia del Mundo por la fundación de la propia capital. Alba Longa, Rieti,
Tarquinia o Arezzo. Mas no lograron que los otros lo reconocieran, porque cometieron
el pequeño error de perder la guerra, más aún, las guerras. Roma, en cambio, las ganó.
Todas.

La finca de pocas hectáreas que Rómulo y Remo recortaron con el arado entre las
colinas del Tíber, se convirtió, en el espacio de pocos siglos, en el centro del Lacio,
después de Italia, y más tarde del mundo conocido hasta entonces, en que se habló su
lengua y se respetaron sus leyes. Desde aquel famoso 21 de abril de 753 antes de
Jesucristo, da comienzo la historia de Roma y de su civilización.

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