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El mar no puede morir

El mar no puede morir.


Se quedará navegando
aunque no haya nadie aquí.

Que no, que el mar no se muere,


que no se puede morir.
Seguirá que va y que viene,
yendo y volviendo a venir
cualquiera sabe hasta cuándo.
Hasta que encuentre por fin
la playa que está buscando.

Él no se puede morir.
Se quedará navegando
cuando no haya nadie aquí.

Un minuto
Un minuto en tu vida
tan solo te pido para abrazarte.

Un minuto de tu vida
para besarte
un minuto para
guardar el momento en mi mente,
y jamás olvidarte.

Gotas de lluvia
Gotas de lluvia
no caigan,
quedense en su nube
sobre la montaña.

Truenos de lluvia
no suenen,
quedense en silencio
que acá se les teme.

Agua de lluvia
no llores,
deja el mundo seco,
por hoy no nos mojes.
De ola en ola
De ola en ola
de rama en rama
el viento silba
cada mañana.
De sol a sol
de luna a luna
la madre mese
mese la cuna.
Este en la playa
oeste en el puerto
la barca mia
la lleva el viento.

Nuestra palabra
Una palabra cambia
La suerte para bien
O para mal.
Una palabra
Salva o condena.
Una palabra
Esclaviza o libera.
Una palabra permite
A poder amar o
Poder odiar.
Una palabra
Es la diferencia entre
Tu y yo
LA BALLENA VIAJERA
Para conocer el mundo,
una ballena viajera,
va a visitar una isla,
como cada primavera.

Sigue la estela de un barco,


y aunque no tiene pasaje,
a la isla la conduce
a ver el bonito paisaje.

Ha de ser que la quiero

Hoy he vuelto a escribir. En rebeldía.


Conjurar los recuerdos es el reto.
Embisto, porque sí, el primer
cuarteto,
de una letra que nace en agonía.
Insolente, la imagen, con porfía,
va invadiendo la letra sin respeto;
sin entender que otro era el objeto
y en un instante, me arrebata el día.
Se subleva la letra, porque ansía.

"Nadie sabe de ti"

Nadie sabe de ti ni de nuestro amor.


Nuestro tormentoso amor fue un secreto.
Nunca te vieron tan cerca de mi
aunque siempre estuviste aqui.
Todos te vieron y escucharon tu voz.
todos oyeron tu risa.
Pero nadie sabia que tus ojos,
tu sonrisa y tu vida eran para mi.
No le conte a nadie que te amaba
pero cada mañana te esperaba.
No sospecho nadie que vivias para mi,
Que cada atardecer eras para mi.
Han pasado muchos años,
y aunque pasaste por mi vida
aun esta ahi.... y sin embargo
nadie sabe de ti.
OFICIO DE LA COSTUMBRE
Del amor a las palabras queda sólo costumbre.
Se hace rito el misterio y un dios inútil
silencioso visita el asolado paisaje de nuestros sueños.
En espejos ardiendo miramos nuestro rostro
y la mano sostiene una flor que es de hielo y ceniza.
Si en ese atardecer canta un pájaro ciego,
¿qué nos devolverá su canto si aguarda ya la noche
para arrancar de nuestros ojos la luz última del mundo?
EL AMOR
Estar nuestro querer
gozándose en sí mismo
al pasmo de un instante
no soñado. Vivido.
Sin pedir ni dar nada
ver mi fondo en tu fondo.
Ser objeto e imagen
como el agua del pozo.

Beatitud de lo cierto:
aquiescencia de Dios.
Nescencia de la duda:
presencia de tu amor.

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