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62 Geocarine Histon CoMFLEMENTOS DE FOEMACON OSCIPLNAR REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ALIA, F. (2005). Técnicas de investigacién para historiadores. Las fuentes de la historia. Ma dric: Sintesis. BACCINI, A. y GIANNETTI, R. (1997). Cliometria. Barcelona: Critica. BRAUDEL, F. (1978). La historia y las ciencias sociales. Madrid: Alianza. BUENO, G. (199: Vol. 1. Oviedo: Pentalia, CASANOVA, J. (1991). La historia social y los historiadores. Barcelona: Critica. Teoria del cierre categorial, Siete enfoques en el estudio de la Ciencia CIPOLLA, CM. (1991). Entre la historia y la economia. Introduccion a fa historia econdmica Barcelona: Critica. DOSSE, F. (1988). La historia en migajas. De «Annales: a la «nueva historias. Valencia: litucid Valenciana d'Estudis i Investigacis. FEBYRE, L. (1975). Combates por la historia. Barcelona: Ariel IGGERS, G. (1995). La ciencia histérica en ef siglo x. Barcelona: Labor. KAYE, HJ. (1989). Los historiadores marxistas briténicos. Zaragoza: Universidad. 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Después de transi- tar por diversos avatares y coyunturas, a partir de la segunda mitad del siglo xix se iniciaré un proceso de institucionalizacion de la geogratia, que ha continuado durante todo el siglo xx y esta primera década del siglo xxi. En el transcurso de este proceso, han ido emergien- do maltiples paradigmas y enfoques interpretativos que han ido enriqueciendo el acervo de conocimientos y las técnicas caracterfsticas que han dado cuerpo y especificidad a la cien- cia geografica A pesar de ello, cabe reconocer que no existe una tinica definicién de geografia, que esté ampliamente aceptada por la comunidad de gedgratos ni, y ello es importante, tampoco estén nitidamente establecidos sus limites. Los «espacios de frontera» entre la geogralia y otras ciencias sociales 0 ciencias naturales, han estado siempre presentes, de tal forma que la comunidad cientifica ha acabado conceptualizando a la geografia como una cien: cia ecléctica. Asi, para responder a «zqué es la geograffat» se debe primero dar respuesta a «zcudl es su objeto de estudio?», «cudles son sus contenidos?» y «cudles son los mé. todos y técnicas caracteristicos que se aplican para resolver los problemas a los que se en: frenla esta disciplina?». Obviamente, esas respuesias han sido histéricamente cambiantes, condicionadas por el predominio de las grandes leorias interpretativas del conocimiento 64 Geocarine Histon. CoMLEMENTOS DE FORMACON OSCIPLNAR ¢ igualmente influidas por las propias transformaciones de todo orden que ha ido suirien do el territorio y Ia sociedad En este sentido, se ha propuesto una clasificacién de definiciones del concepto geografia con relacién ala amplitud temporal del abjeto de estudio dominante (Precedo, 1985), al se- falar que un primer grupo de deiiniciones son estaticas y un segundo grupo son dindmicas. Las primeras hacen hincapié en aspectos ligacios a un momento de tiempo, y pueden agru- parse en: las que tesaltan el papel de la naturaleza, las que destacan el rol del hombre in- dividual, las que ponen el acento en el protagonismo de los grupos humanos, las que subrayan el espacio y las que entienden la geografia como un punto de vista. Las segundas, por su parte, son las que centran su interés en las dimensiones temporales de los procesos espaciales, agrupandose a su vez en aquellas que ofrecen definiciones: genéricas, funcio- rales y Comportameniales. De ésta y de otras clasificaciones similares, podemos deducir que, en esencia, esa amplitud de objetos puede reducirse a tres: individuo, sociedad y spacio (0 tertitorio). La importancia que se le conceda a cada uno de ellos y/o a las interrelaciones que se establecen entre los mismos, asf como al papel que desempefian los diferentes factores naturales, sociales, econémicos, po liticos y culturales que los condicionan histéricamente, determinard el sesgo diferenciador de los diversos enioques interpreiativos que se han postulado en esta disciplina, Al lado de este debate tiene que situarse la respuesta a cudles son los contenidos que abor da la investigacién geogréfica. La necesidad de definirlos ha llevado a algunos autores (Vila, 1983) a distinguir tres agrupaciones generales: la geografia corogratica, la geogratia reflex va y la geogratia pragmatica. En cambio, otros autores (Capel, 1981; Estébanez, 1982; Pre- cedo, 1985) han puesto el acento, a la hora de delimitar esos contenidos esenciales, en los objetivos finalistas que explicitan los grandes enfoques interpretativos: * La goografia descriptiva, que intenia fijar la localizacién individual de los lugares, ex- poniendo sus rasgos caracteristicos, y que bésicamente abarcarfa el saber geografica precientifico (hasta mediados del siglo x0). * 1a geografia entendida como una ciencia expicativa y clastficatoria, que busca la dell- mitaci6n de agrupamientos reglonales en areas con caracteristicas homogéneas para, a partir de ahi, establecer su taxonomia tfinales del siglo xm y primera mitad del siglo x) * La geogratia entendida como una ciencia, que partiendo de unas teorias y armada de unas técnicas, intenta buscar leyes explicativas de la localizacién, evolucién y organi zacién de los fendmenos fisicos, socioeconémicos y politicos en el espacio, desde el punto de vista del neopasitivisme légico y adoptando un método deductive (segunda mitad del siglo yx hasta afios 80 del mismo siglo), * La geografia entendida como ciencia social, que comprende una pluralidad de conteni- dos y métodos, y que, por un lado, estudia los procesos socioeconémicos que definen weitunnceven ess: 65 ¢ interpreltan el lerritorio y las sociedades humanas, y, por otro lado, analizan el com- portamiento y la percepcién en cada espacio del individuo y de los grupos y clases sociales, y los factores que lo explican (afios 70 del siglo xx hasta la actualided). La lectura de estos grupos de contenidos, y de las formas de entender la geografia que im- plican, ha compelido a que se hable de discontinuidades, disgregaciones y revoluciones en el devenir de la ciencia geografica (Capel, 1981 y 1998). Es decir, se ha producido una sus titucién continuada de paradigmas que presuponen por una parte, una teoria general de la geogratia, con unos objetivos, contenidos y métodos especificos, y, por otra, la existencia de una idea subyacente de progreso de la disciplina por superacion permanente de para- digmas. Sin embargo, otros autores (Gémez Mendoza, 1986; Ortega Cantera, 1988; Garcia Ram6n, 1985; Olcina, 1996), relativizando esa tesis, ponen de manifiesto los elementos de continuidad que permanecen a lo largo de la evoluciGn del saber geogréfico. Lo que es indudable es que, hoy en dia, y mas una vez trascurrida la etapa posimodemista € incubindose la reaccién miiltiple a gmas en la ciencia ge- sla, coexisten diferentes parac ogrifica, y una pléyade de enfoques en el seno de esos paradigmas. Paradigmas y enfoques que hilvanan intensas interrelaciones entre sf, y que, ademds, estin permanentemente enri queciéndose de las influencias de otras ciencias sociales y naturales afines, que lambién y de igual forma estén en constanie transformacién. De ahi, que en la actualidad, podamos hablar de geografia (como ciencia social especttica) y de las geograffas (como esos paradigmas y enfoques que conviven y se reconstruyen invariablemente en esta disciplina).. En el fondo, los elementos de continuidad que conviven en la disciplina pueden ser concep- tualizados como los problemas clave que investigan los gedgraios. Asf, podemos distinguir tres esenciales (Capel, 1981; Capel y Urteaga, 1994): el estudio de la diferenciacién del es pacio de la superticie terrestre, el anilisis de la refacién entre el individuo y la sociedad con el medio ambiente, y la delimitaci6n, interpretacin y comprensin del dénde y del por qué se localizan los fendmenos de toda indole en el espacio. Como pademos comprobar, el ele- mento transversal de los tres problemas enunciados es el espacio (el territorio|, que es el que confiere unidad a esta disciplina cientific Al mismo tiempo, de dicha constatacién se deriva la proliferacién de ramas de la geo: grafia (Vila, 1983; Haggett, 1988; Holt, 1992; Pillet, 2004), cada una de ellas con un acién relativamente delimitado ig toma de preocupacién e investi 8 cogratta ffsica, goo gralfa regional, geograffa humana y sus subdivisiones), aunque la complejidad de los problemas socioespaciales y la pluralidad de enfoques interpretativos ha llevado, por un lado, a una creciente especializacién tematica y, por otro, a una mayor difuminacién de los contenidos tematicos de cada subdivisin de la geografia, lo que resulta hasta cierto punto paradéjico. 66 Geocrarine Histon, ComFLeMENTOS DE FORMACON OSCIPLNAR Sin embargo, esa pluralidad paradigmatica y las intensas intertelaciones que entrelazan a la geografia con un amplio espectro de ciencias sociales y naturales, le confiere a esia disci- plina un «arma» extraordin. para alroniar las exigencias de un mayor y mejor cono- cimiento de la realidad territorial que demanda la sociedad. Esa «arma» se fundamenta en el cardcter sintético de Ja geogralia como ciencia (Estébanez, 1982; Higueras, 2003). fste es el escenario en el que se desariolla la labor del gedgrafo a principios del siglo »03, un es- cenatio académico y docente juertemente influenciado tanto por los grandes avances cient tecnolégicos, como por los rapiclos cambios y transformaciones que se estan desencadenanda a nivel medioambiental, economico, sociocultural y politico. De ellos se derivan mudanzas im- portantes en los territorios. Légicamente, todo este cumulo de procesos tiene indudables conse- cuencias en la clencia geografica. Y la docencia de la geogratia, en los distintos niveles del 0: sistema educativo, debe asumir y transmitir le polencia de esas mutaciones espaciales. De los inicios de la geografia a las ramas actuales de la geografia Los inicios del saber geografico Las rafces de la geograffa cahe situarlas en el mundo griego, en el cual el conocimiento te- rritorial partia de un enfoque regional que se articulaba en un planteamiento coralégico, Dos autores incidiran en construir el andamiaje de una geograffa inicial precienifiica: Estra- bén (siglo 1a. de C.), que con su obra Geogratia ofrece una descripcidn enciclopédica del mundo habitado ectimene; y Ptolomeo (siglo 1 d. de C.) que, con sus obras Almagesto y Geograifa, acufia los términos longitud y latitud, y en la segunda obra aborda la representacién del mundo conocido y de los fenémenos que en él se producen, utilizando una amplia car- tografia. Esios precedentes serdn ampliamente utilizados en el mundo griego y romano, afios en los cuales la geografia adquirira un caracter utilitario a los intereses econémicos, politi- cos y militares. Sin embargo, el fin del Imperio romano y la eclosién de una época como la dibujada por la Alta Edad Media, van a provocar la ruptura de esta tradicién geografica En el transcurso de los siglos xv y xvt las ciencias en general, y la geografia en particular, vi- virdn un periodo de renacimiento, impelidas por los cambios politicos y econdmicos que se estin produciendo especialmente en Europa y por su expansidn territorial y comercial, re. cobrando, en buena medica, su sentido «utilitariov al poder. Ello redundard tanto en per mitir a los «profesionales de la geografia y la cartografia» acceder a recursos y a prestigio social, como en forjar la necesidad de disponer de un mejor y mas pulide conocimiento geogrifico de esas sociedades y lugares. EI de rrollo de la cartografia, asi, sera muy espec tacular, En este sentido, debemos subrayar los trabajos de Ortelio con el Teatro del Orbe de la Tierra (1570) y a Mercator con su Alias (1587), como obras que consiguieron superar ya definitivamente el referente grecorromano. Mientras en el siglo xvi sobresaldra la figura de! aleman Varenio con su trabajo, Geografia Generalis, publicado en 1650 en la ciudad rariaconacenc oe snress = G7 holandesa de Leyden, que tendré una honda repercusi6n, Esta obra se divide en tres partes que reflejan esencialmente la visién tripartita de la geograffa: la parte absoluta o terrestre, la relativa 0 césmica, y la comparativa (Esiébanez, 1982; Ortega, 2000 El siglo xvi vislumbré cémo el papel esielar conierido a la carlograffa por el poder politico, econémico y militar, iniluira decisivamente en mermar el rol desempefiado por la geogra- fa. A pesar de ello, en esie mismo siglo, el filésofo aleman Kant doté a la geograffa de fun- damento y entidad epistemolégica cientifica para él e1a una clencia corolégica importante, al igual que la historia que e1a una ciencia cronolégica, formando ambas el niicleo central de las ciencias sociales~ (Holt, 1992). En la primera mitad del siglo xix emergerdn dos figuras, Humboldt y Ritter, que supondran 1n relative parteaguas en la trayectoria seguida por la geograifa haste ese momento. Hum- boldt, muy influide por las ideas hegelianas, se proponded como objetivo ofrecer una visin global de la Tierra, a la que considera un todo orgdnico en el que todas sus partes son in terdependientes (Capel, 1981; Ortega, 2000). Su obra mas representativa fue Cosmos, pu blicada a partir de 1845, y en la que deja constancia del uso del métado comparativo y de la importancia que confiere a la perspectiva histérica en sus andlisis. En cambio, para Ril ter, que Ilegé a ser catedratico de geografia de la Universidad de Berlin, el objetivo primor- dial radicaba en dilucidar las relaciones que se han establecido histéricamente entre el hombre y la naturaleza. En su principal obra, ta Geografia, cuyos vollimenes fueron apa reciendo desde 1833, aborda el anélisis de la realidad del planeta a partir de regiones que delimita considerando los grandes accidentes geograficos; regiones en las cuales los hom bres van adaptindose a las condiciones que el medio fisico impone, La construccién académica y social de la geografia como ciencia Durante el siglo xx, y especialmente en su itimo tramo, la geografia ira transitando por el camino de su construccién como disciplina cientifica reconocida identificada como tal por la academia y por la propia sociedad. Esa institucionalizacién, que sera acumulativa pero no lineal, segiin Capel y Urteaga (1994, p. 26), comportar la construccién progresiva de su armazén epistemoldgico, la progresiva elaboracién y definicién de sus planteamientos netodolégicos, y la delimitacién de su arquitectura organizativa y definitiva incardinacién en el sistema educative -universitario y no universitario~ y social. fste es un proceso abier- to que abarca hasta nuestros dias. La consolidaci6n de la segunda revolucién industrial en el postrer lercio del siglo xix en buena parte de Europa occidental y de América del Norte, que impulsaré vigorosamente la consolidacién del capitalismo, y su manifestacién politica en esos momentos, el imperialis- mo y el colonialismo, inducirén a incrementar la necesidad de un mayor y mas riguroso conocimiento territorial, Esta misién utilitaista de la geogratia para los gobiernos 0 las grandes

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