Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
CALDERÓN-GONZÁLEZ,
A. ISRAEL, ET AL ET AL
Recibido: 26.03.02. Aceptado:26.03.02. Correspondencia: Dr. Raúl Calderón-González, Centro Neurológico para
Niños y Adolescentes. Dr. Guajardo, 150. Colonia Los Doctores. Monterrey,
Centro Neurológico para Niños y Adolescentes. Hospital San José Tec de Nuevo León, México CP 64710. E-mail: racacena@neuroped.com.mx.
Monterrey. Escuela de Graduados en Medicina, DCS/ITESM. Monterrey,
Nuevo León, México. 2003, REVISTA DE NEUROLOGÍA
el Haemophilus influenzae B con el empleo de la vacuna Hib; edad e indicados a las necesidades de apoyo individuales de la
b) 4.000 casos de retraso mental debidos a la encefalitis por persona; 3. Que frecuentemente coexistan limitaciones en unas
sarampión gracias a la vacuna antisarampión; c) 1.000 casos de habilidades de adaptación con aptitudes en otras, o bien en dife-
retraso mental con el empleo de la globulina inmune anti-Rh rentes capacidades personales, y 4. Que con apoyo apropiado,
para prevenir la isoinmunización por Rh y la ictericia grave en durante períodos prolongados, generalmente mejora el funciona-
recién nacidos que causaba kernícterus; d) 1.000 casos de retraso miento en la vida de la persona con retraso mental.
mental debidos a hipotiroidismo congénito gracias a pruebas de La Asociación Americana de Psiquiatría define el retraso men-
tamizaje de recién nacidos y a la terapia de sustitución con hor- tal como un trastorno del desarrollo caracterizado por [7]:
mona tiroidea; e) 250 casos de retraso mental debidos a fenilce- a) Un funcionamiento intelectual general por debajo del margen
tonuria por pruebas de cribado del recién nacido y tratamiento considerado como normal, que corresponde a un cociente de
dietético, y f) un número no definido de casos de retraso mental inteligencia (CI) de 70 o menor en pruebas de CI administra-
causados por la rubéola durante el embarazo gracias a la vacuna das en forma individual.
de la rubéola [1]. Muchas otras estrategias, como la eliminación b) Déficit o impedimentos en su capacidad de adaptación; por
de plomo del ambiente, el empleo del cinturón de seguridad y de ejemplo, limitación personal del niño para alcanzar los nive-
portabebés de seguridad en los asientos de los automóviles, el les que se esperan para su edad y grupo cultural, cuando menos
empleo de cascos para montar en motocicleta y en bicicleta, han en dos de las siguientes áreas: comunicación, independencia
dado resultados positivos, ayudando a prevenir el retraso mental. y responsabilidad personal, habilidad para resolver proble-
La atención y el cuidado prenatal temprano, el empleo de ácido mas cotidianos, capacidad social y de relaciones interperso-
fólico durante la preconcepción y el empleo de pruebas de tami- nales, autosuficiencia, habilidades académicas funcionales
zaje neonatal, han ayudado también en la reducción del riesgo de de trabajo, de empleo del tiempo libre, salud y seguridad.
defectos del tubo neural. La investigación para la obtención de c) Inicio antes de los 18 años de edad.
nuevas formas de prevención de retraso mental es permanente,
los avances de genética molecular y de terapia de genes vislum- El CI normal está dentro del intervalo entre 70-75 y 130. El retraso
bran un futuro más optimista. mental se puede clasificar como sigue [7,8]:
a) Retraso mental leve (educable), con un CI entre 50-55 y 70-
75 (2-3 DE por debajo de la normalidad).
CONCEPTO DE RETRASO MENTAL – Retraso mínimo en áreas motoras y sensoriales.
El retraso mental no es una enfermedad o, propiamente, un sín- – Son educables dentro de ciertos límites.
drome, sino una designación o concepto que reúne un grupo de – Podrán adquirir habilidades de lectoescritura funcionales.
trastornos médicos. En los años recientes se han utilizado como – Podrían cursar con dificultades la escuela primaria.
sinónimos, deficiencia mental, subnormalidad mental, discapa- – Podrían desarrollar capacidades sociales y de comunicación.
cidad mental, discapacidad intelectual, dishabilidad intelectual – Con entrenamiento adecuado, de adultos podrían trabajar y
y oligofrenia. Su definición es tan difícil como la de inteligen- alcanzar una vida independiente.
cia. Esta última ha sido considerada como el grado de habilidad – Desarrollan la mitad o tres cuartas partes de lo esperado en
de las experiencias de un individuo para la solución de proble- una persona sana.
mas inmediatos y la anticipación de problemas futuros; también b) Retraso mental moderado (entrenable), con un CI entre 35-
como ‘una forma de desarrollo biológico que le permite a un 40 y 50-55 (3-4 DE por debajo de la normalidad):
individuo actuar e interactuar en forma efectiva con el ambien- – Retraso más evidente en áreas motoras y sensoriales.
te’ [2]; ‘una orquestación de conocimiento, juicio y tempera- – Son capaces de aprender a cuidar de sí mismos.
mento’ [3]; ‘inteligencia involucra la solución de problemas, – Podrían ser capaces de aprender a leer algunas palabras.
habilidades basadas en el conocimiento y habilidades sociales – Difícilmente captarán los conocimientos para lidiar con el
prácticas’ [4]; ‘la habilidad para adaptarse al ambiente presente, segundo año de primaria.
seleccionar el ambiente óptimo, o moldear el ambiente presente – Podrían desarrollar capacidades sociales y de comunicación.
para que corresponda mejor a nuestras destrezas, intereses y – Podrían desarrollar una actividad laboral en un ambiente pro-
valores’ [5]. tegido.
En 1992, la Asociación Americana de Retraso Mental publicó – Requerirán supervisión continua y respaldo económico.
su última definición de retraso mental [6]: ‘Retraso mental se – Desarrollan desde una tercera parte hasta la mitad de lo espe-
refiere a limitaciones sustanciales en el funcionamiento actual. Se rado en una persona normal.
caracteriza por funcionamiento intelectual significativamente por c) Retraso mental grave, con un CI entre 20-25 y 35-40:
debajo del promedio, presente al mismo tiempo con limitaciones – Marcadas dificultades en destrezas motoras y en funciones
relacionadas en dos o más de las siguientes áreas de habilidades sensoriales.
de adaptación: comunicación, autocuidado, vida en el hogar, ha- – Marcadas dificultades en la comunicación.
bilidades sociales, uso de la comunidad, salud y seguridad, fun- – Podrían aprender hábitos sanitarios elementales.
ción académica, trabajo y tiempo libre’. El retraso mental se ma- – Podrían tener defectos físicos asociados.
nifiesta antes de los 18 años. d) Retraso mental profundo, con un CI inferior a 20-25:
Esta asociación menciona que son necesarias cuatro presun- – Graves problemas en la actividad motora y en funciones sen-
ciones para que sea aplicable esta definición: 1. Que una evalua- soriales.
ción validada considere la diversidad lingüística cultural, así como – Graves problemas en la comunicación.
las diferencias en comunicación y factores conductuales; 2. Que – Requieren de un cuidado especial y supervisión constantes
existan limitaciones en las habilidades de adaptación dentro del durante toda la vida.
contexto de ambientes de la comunidad, típicos de sus iguales en – Habitualmente presentan graves defectos físicos asociados.
El retraso mental se puede ver como una ‘vía común terminal’ de Epidemiología
expresión clínica para distintos procesos patológicos. El funciona- El retraso mental es el trastorno del desarrollo más frecuente. El
miento intelectual frecuentemente se define como un CI, que se retraso mental profundo (CI menor de 50) se sitúa aproximada-
obtiene a través de tests estandarizados o baterías de pruebas, como mente entre el 0,3 y el 0,4% de la población general y en el 10%
la escala de inteligencia de Wechsler para niños revisada (WISC- de los que padecen retraso mental. El retraso mental discreto ocu-
R de 70 o menos). En la mayoría de los tests que dan como resultado rre aproximadamente en un 20-30 por 1.000. El retraso mental es
un CI, la media es 100 y la DE es de 15 puntos con un intervalo de más frecuente en varones, debido a la existencia de aproximada-
fiabilidad de 5. Por lo tanto, 70 representa 2 DE por debajo de la mente 100 síndromes de retraso mental ligados al cromosoma X,
media y se puede diagnosticar retraso mental con una escala de particularmente el síndrome de cromosoma X frágil. La frecuen-
inteligencia de Wechsler para niños revisada de hasta 75 si existe cia varía con la edad y el género, y es mayor en varones entre 10
un déficit significativo del criterio ‘b’ de la definición del DSM-IV. y 20 años de edad. Se ha notificado un aumento de la prevalencia
El término retraso mental se deberá emplear cuando los cri- entre los años preescolares y la adolescencia, lo cual se debe en
terios arriba mencionados se cumplan y no sean debidos princi- parte a los métodos de detección, además de los casos de causas
palmente a un proceso de deterioro intelectual (demencial) o adquiridas como el trauma craneoencefálico y la infección.
psiquiátrico. Esto implica que no existe una lesión neuropatoló-
gica progresiva como la que podría ocurrir con un trastorno inna- Etiología
to del metabolismo o con un proceso neurodegenerativo, ni que Son muchas las causas de retraso mental. Cualquier ataque al
un trastorno psiquiátrico como la esquizofrenia o la depresión cerebro durante la fase de desarrollo puede causarlo. Su gravedad
sea la causa primaria del funcionamiento inadaptado. Una ten- y extensión las determinan el momento en que ocurre el acceso y
dencia reciente es simplificar las categorías de retraso mental en: por la duración e intensidad de este último sobre las capacidades
leve (CI entre 50 y 70) y profundo (CI menor de 50) [9]. individuales preexistentes y por las influencias ambientales pos-
teriores [12]. Aunque la etiología específica frecuentemente se
desconoce, el desarrollo de técnicas de investigación más sofis-
EVALUACIÓN FORMAL ticadas, como las de la neuroimagen y la genética molecular han
DE LA FUNCIÓN COGNITIVA aumentado nuestro entendimiento de los mecanismos causales,
El empleo de pruebas estandarizadas según la edad para evaluar los cuales proveen ahora de una explicación biológica de los
la función intelectual, efectuadas por personal especializado, casos considerados anteriormente como de origen sociocultural.
constituye la herramienta principal del diagnóstico. La evalua- El riesgo relativo de retraso mental parece incrementarse en
ción temprana antes del ingreso a la escuela ha mostrado tener un relación con una menor condición socioeconómica [9]. Sin em-
bajo poder de predicción para la futura actuación del niño, excep- bargo, muchos de estos casos parecen tener un origen biológico
to en los retrasos mentales más graves [10]. En las decisiones de ya que, si se examinan cuidadosamente, se observarán hallazgos
tratamiento y educación hay que tener cuidado de no tener una somáticos anormales como dispraxia e incoordinación, que po-
sobredependencia en una sola determinación del CI. El CI requie- drían reflejar la presencia de una disfunción cerebral orgánica. La
re integrarse con una evaluación neurológica y una investigación crianza de los padres, las influencias socioculturales y el ambien-
completa del funcionamiento neuropsicológico, observación de te educativo modifican tanto el nivel funcional final del niño
comportamientos, de factores sociales y económicos. como su adaptación a la sociedad [12].
Cualquier etiqueta empleada tiene el riesgo de volverse una
profecía cumplida; evidentemente la etiqueta del CI no deberá Categorías de factores etiológicos
reemplazar las evaluaciones de logros y pedagógicas repetidas 1. Ausencia de una causa aparente (no hay explicación en este
[11]. Aunque un CI adecuadamente evaluado en un momento momento): es la categoría más extensa.
dado podría cambiar posteriormente, por lo general se mantiene 2. Sociocultural/ambiental: pobreza, condición socioeconómi-
dentro de una DE de la puntuación original, particularmente cuando ca baja, síndrome de privación.
cae dentro de un margen obviamente anormal. Sin embargo, la 3. Trastornos del desarrollo cerebral/disgenesias cerebrales:
edad en la cual se practica el estudio también podría influir en la anencefalia, defectos del tubo neural, encefalocele, holopro-
estabilidad de la puntuación de un CI. Por otra parte, la evaluación sencefalia, microencefalia, megaloencefalia, hidranencefalia,
temprana podría alterarse a causa de un pobre funcionamiento porencefalia, trastornos de la migración neuronal (lisencefa-
visuomotor, en contraposición al lenguaje y al déficit en el pro- lia, polimicrogiria, ectopias corticales).
cesamiento de información, los cuales tienen un impacto en los 4. Cromosómicos/genéticos: síndromes ligados al cromosoma
resultados en edades posteriores. Una evaluación adecuada re- X, síndromes con múltiples anomalías menores congénitas,
quiere de repetición de pruebas y un enfoque multidisciplinario trastornos de un solo gen.
que tome en cuenta las habilidades individuales y las numerosas 5. Metabólicos: encefalopatía hipoxicoisquémica peri y posna-
influencias que inciden en el funcionamiento social. tal, hipoglicemia, hipernatremia grave, defectos enzimáticos.
6. Prematuridad: hemorragia intracraneal, leucomalacia peri-
Manifestaciones asociadas ventricular, infarto hemorrágico.
Muchas personas con retraso mental tienen otras discapacidades 7. Lesión cerebral traumática (prenatal y posnatal): traumatis-
asociadas, como parálisis cerebral, autismo, labilidad emocional, mo materno, traumatismo obstétrico, accidentes de automó-
hiperactividad, efectos secundarios de dependencia, frustración y vil, bicicleta, motocicleta y deportivos, abuso físico.
baja autoestima, descontrol episódico, agresividad, autoagresivi- 8. Endocrinos: hipotiroidismo, hipoparatiroidismo.
dad, estereotipias motoras, epilepsia, anomalías congénitas múl- 9. Nutricionales: desnutrición proteica pre y posnatal grave, de-
tiples, anormalidades cromosómicas, trisomía 21 y cromosoma ficiencia de folatos en el período periconcepción, deficiencia
X frágil. de elementos esenciales y vitaminas.
10. Infecciones: toxoplasmosis congénita, sífilis congénita, rubéo- poca o ninguna amplificación cuando se transmite por varones
la congénita, virus citomegálico congénito, virus de herpes [23]. El locus en FRAXE actualmente se identifica con un gen
simple congénito, encefalitis por VIH, meningitis, encefalitis. adyacente denominado FMR-2 [24].
11. Trastornos neuromusculares: distrofia miotónica, distrofi- En un grupo de síndromes autosómicos con retraso mental se
nopatías, distrofia muscular cerebrocular. han notificado avances importantes en el área de la citogenética:
12. Exposición a tóxicos: envenenamiento por metales pesados, – Síndrome de Williams. Involucra tejido conectivo vascular y
síndrome fetal por alcohol, radiación ionizante, embriopatías el sistema nervioso central. Sus manifestaciones incluyen
por fármacos, teratógenos. estenosis aórtica supravalvular, hipertensión arterial, enveje-
13. Cerebrovasculares: hemorragia, infartos múltiples, trombo- cimiento prematuro de la piel, rasgos faciales dismórficos,
sis de senos venosos. hipercalcemia infantil y retraso mental [25]. Su causa puede
14. Síndromes neurocutáneos: neurofibromatosis, esclerosis tu- encontrarse en deleciones submicroscópicas dentro del cro-
berosa, hipomelanosis de Ito. mosoma 7q11,23 y parece que la deleción de un alelo del gen
de la elastina es el mecanismo de la enfermedad vascular y del
Las malformaciones primarias del sistema nervioso central son el tejido conectivo. Otras deleciones se extienden más allá del
resultado de un grupo diverso de ataques. Defectos del tubo neural, locus de la elastina, lo cual hace sospechar que, además, otro
hidranencefalia, microencefalia e hidrocefalia ocurren en aproxi- gen o varios de éstos podrían estar participando en la expre-
madamente el 10-15% de los casos de retraso mental grave [13]. sión de esta condición.
Los ataques no genéticos incluyen trastornos vasculares, bandas – Síndrome de Miller-Dieker. Se caracteriza por retraso mental
amnióticas y exposición a tóxicos no determinados. Existen múl- grave, agiria o paquigiria generalizada, cuerpo calloso ausen-
tiples síndromes con anomalías congénitas menores relacionados te o hipoplásico, y microencefalia. Los rasgos craneofaciales
con retraso mental y disgenesias cerebrales, los cuales no parecen incluyen frente prominente con estrechez bitemporal, piel de
ser genéticos [14]. Pueden ocurrir malformaciones y perturbacio- la frente arrugada, nariz pequeña con narinas invertidas, labio
nes mayores del cerebro como resultado de trastornos en la induc- superior prominente y micrognatia [15]. El producto de este
ción, proliferación y migración neural, malformaciones secunda- gen muestra homología en las subunidades beta de las proteí-
rias y regionales, defectos de mielinización, y lesión de estructuras nas heterotriméricas G, lo cual sugiere implicación en una vía
normales secundariamente adquirida [15]. Se han notificado alte- de la señal de transducción importante para el desarrollo nor-
raciones cromosómicas entre el 7 y el 22% de las personas con mal de la migración celular en el cerebro [26].
retraso mental, desde moderado hasta grave, que se encuentran en
instituciones y en el 5-7% con todos los niveles de impedimento A través de la genética molecular se ha demostrado que la afec-
en la población de asistentes a clínicas [16]. Un 20% más de retraso tación de genes contiguos ocasiona varios síndromes de múlti-
mental en varones indica una forma de retraso mental ligado al ples anomalías congénitas menores [27]. Lo anterior explica cómo
cromosoma X. El síndrome de cromosoma X frágil es el síndrome dos síndromes tan diferentes, causantes de retraso mental como
de retraso mental más común ligado al cromosoma X, con una el síndrome de Prader-Willi y el de Angelman, pueden ser el
frecuencia estimada de 1,8 por 1.000 varones. Después de la triso- resultado de la misma deleción en el cromosoma 15 a través de la
mía 21 es el segundo trastorno cromosómico más común causante impronta genómica [28]. En el síndrome de Prader-Willi la dele-
de retraso mental. Explica del 30 al 50% de los casos de varones ción es de origen paterno, mientras que en el síndrome de Angel-
con retraso mental en familias con retraso mental ligado al cromo- man es materno. Ocurre heterodisomía cuando ambos cromoso-
soma X [17]. El frágil X está asociado a un sitio frágil hipermeti- mas no delecionados se heredan del mismo padre. La impronta
lado en Xq27,3, denominado FRAXA, el cual puede demostrarse genómica se refiere a una expresión diferencial de un gen que
cultivando los cromosomas en un medio deficiente en ácido fólico depende de su derivación paterno/materna.
y timidina [18]. Las mujeres también pueden verse afectadas. De La hormona tiroidea afecta al crecimiento neuronal. Parece
las mujeres jóvenes, citogenéticamente positivas, el 25% mues- requerirse para reunir los microtúbulos necesarios para que la
tran retraso y un 25% presentan habilidades fronterizas [19]. El célula crezca y funcione normalmente. El hipotiroidismo puede
trastorno en FRAXA se debe a una secuencia inestable en la repe- causar cretinismo, el cual ocurre ya sea por defectos en la síntesis
tición de CGG (CCG) en un gen denominadoFMR-1 (fragile X y utilización de la hormona tiroidea (cretinismo esporádico) o
mental retardation-1). La extensión de la repetición se correlacio- deficiencia de yodo (cretinismo endémico). Aunque el hipotiroi-
na con la gravedad clínica, crece de generación en generación y dismo no tratado es raro en los países desarrollados, debido al
causa anticipación [20]. La expansión de repeticiones de tripletes tamizaje neonatal y a la sal yodada, continúa siendo un problema
son también la explicación de otros trastornos neurológicos como en algunas áreas no desarrolladas o en vías de desarrollo. El cre-
la distrofia miotónica, corea de Huntington, atrofia muscular espi- tinismo esporádico se relaciona con hipotiroidismo neonatal, el
nobulbar ligada al X y la ataxia espinocerebelosa tipo 1. En el cual incluye ictericia prolongada, letargo, hipotonía, pobre suc-
síndrome FRAXA los portadores presentan entre 50 y 200 repeti- ción y llanto ronco. Si se trata tempranamente el niño mejora. El
ciones. Las personas afectadas presentan más de 200 y no es raro cretinismo endémico se asocia a sordomudez, a pobre desarrollo
que presenten hasta 1.000 repeticiones [21]. El número de repeti- somático y a signos neurológicos como espasticidad, ataxia y
ciones se asocia a metilación y a un déficit en la expresión del gen. retraso mental. Estos niños generalmente no responden a la tera-
Puede ocurrir en varones portadores, fenotípicamente normales, y pia hormonal tiroidea.
existe una frecuencia diferente de varones afectados en diferentes La nutrición adecuada, que incluye vitaminas y elementos
generaciones dentro de un pedigrí –paradoja de Sherman [22]–. El esenciales, es fundamental para el desarrollo del cerebro. El fo-
análisis de la transmisión de la repetición de tripletes muestra que lato en el período de preconcepción puede disminuir la incidencia
generalmente se produce una gran amplificación cuando la trans- de defectos del tubo neural [29]. Predisposiciones genéticas, como
misión se da a través de un portador femenino, pero ocurre muy la mutación en el gen para la reductasa metilentetrafolato, cuyo
efecto se corrige con folato exógeno y vitamina B 12 , se han impli- Tabla. Diagnóstico diferencial del retraso mental.
cado en la etiología de los defectos del tubo neural [30]. Estudios
Aminoacidurias y organoacidurias
tanto en animales como en humanos han demostrado que una
desnutrición proteica grave prenatal y posnatal se asocian a retra- Distrofia neuroaxonal
so mental grave posterior. La desnutrición proteica grave en ratas
Encefalopatía por VIH
causa cambios significativos, tanto en las respuestas de compor-
tamiento como en la función cerebral de su descendencia, inde- Enfermedad de Alpers
pendientemente del ambiente posnatal .
Enfermedad de Lesch-Nyhan
Distintos tipos de infecciones que acontecen en los períodos
pre, peri y posnatales constituyen una causa importante de retraso Enfermedad de Menkes
mental en todo el mundo, aunque el problema es mayor en los
Epilepsias infantiles mioclónicas
países en vías de desarrollo. La infección congénita con VIH es
una causa relevante también en los países en desarrollo puesto que Esfingolipidosis
se puede manifestar como una encefalopatía estática. Las infec-
Galactosemia
ciones prenatales como la toxoplasmosis, sífilis, rubéola, virus
citomegálico, herpes o varicela se asocian con urticaria, hepatoes- Glucogenosis
plenomegalia, ictericia, microcefalia, retardo en el crecimiento,
Leucodistrofias y enfermedades de la sustancia blanca
cataratas, pérdida de la visión o la audición, calcificaciones intra-
craneales y convulsiones. Estas manifestaciones son obvias al Lipofuscinosis ceroide neuronal
nacer siempre y cuando la infección haya ocurrido durante los
Mucolipidosis
primeros dos semestres. Estas infecciones causan histólisis, ne-
crosis focal, atrofia cerebral y microcefalia. Las meningitis bacte- Mucopolisacaridosis
rianas y micóticas, tanto agudas como crónicas, y algunas formas
Oligosacaridosis
de encefalitis, en particular la encefalitis por herpes simple neona-
tal y en la niñez, son causas de retraso mental. Las epidemias de Síndrome de Cockayne
gripe causan un discreto aumento en el riesgo de retraso mental
Síndrome de Rett
cuando ocurren en el primer trimestre del embarazo [31].
El abuso materno de ingestión de alcohol durante el embarazo Trastornos mitocondriales y acidosis láctica
afecta negativamente al desarrollo del cerebro y causa posterior-
Trastornos peroxisomales
mente retraso mental. Los criterios diagnósticos del síndrome son
los siguientes: antecedente de abuso de ingestión de alcohol du-
rante el embarazo; retardo en el crecimiento prenatal y posnatal;
anomalías del neurodesarrollo; dismorfias que incluyen cuando – Manejo de fenilcetonuria materna.
menos dos o tres signos (microcefalia, fisuras palpebrales cortas, – Medidas para disminuir la ingestión de alcohol materna.
pobre desarrollo del filtro, labio superior delgado y aplanamiento – Medidas para disminuir la exposición a otras sustancias tóxi-
del área maxilar). La investigación continúa en relación con los cas o teratógenas.
efectos teratogénicos de exposición a la marihuana, tabaquismo,
cocaína y opiáceos, pues no ha definido con certeza si estos agen- Parálisis cerebral
tes, por sí mismos, causan retraso mental. En la actualidad la mayoría de las parálisis cerebrales son difíciles
de predecir o prevenir [32]. Eventos individuales como la tinción
Diagnóstico diferencial del líquido amniótico con meconio, calificación de Apgar baja en
Algunos autores emplean el término de retraso mental para indicar los primeros minutos, retraso en el inicio de las respiraciones y
la pérdida de habilidades cognitivas observadas en algunos tras- acidosis en ausencia de anormalidades neurológicas no predicen
tornos neurológicos progresivos (además de las encefalopatías con fiabilidad la parálisis cerebral. A pesar de la monitorización
estáticas). Si no es así, todos los trastornos neurológicos progre- fetal sofisticada existente y del aumento en la frecuencia de la
sivos con alteración de las funciones cognitivas (deterioro intelec- operación cesárea, se han observado pocos cambios en la frecuen-
tual/síndrome demencial) deberán considerarse en el diagnóstico cia de parálisis cerebral, pese a que el índice de mortalidad peri-
diferencial del retraso mental durante la niñez para que una con- natal ha disminuido. En este sentido, el empleo de globulina in-
dición tratable o mejorable no pase desapercibida (Tabla). mune anti-Rh con el fin de prevenir la isoinmunización por Rh y
la ictericia grave en el recién nacido representa un avance impor-
Prevención tante para prevenir un subgrupo de parálisis cerebral (por ker-
En Estados Unidos se estima que el coste para la comunidad con nícterus) y el retraso mental asociado.
el fin de mantener a una persona con discapacidad intelectual,
durante toda su vida, es, aproximadamente, de 1 millón de dóla- Encefalopatía hipoxicoisquémica
res. Entre las medidas más importantes y apropiadas se incluyen: La encefalopatía hipoxicoisquémica perinatal constituye un sín-
– Atención prenatal y perinatal adecuada. drome clínico reconocible y definido que se desarrolla después de
– Consejo genético y diagnóstico prenatal. una alteración aguda intraparto de la circulación fetoplacentaria
– Inmunización universal. o de la insuficiencia cardiorrespiratoria neonatal [33]. Actual-
– Cribado prenatal y neonatal. mente, en Estados Unidos se estima que de 1 a 3 de cada 1.000
– Nutrición adecuada de la madre y el bebé. recién nacidos a término presentan una encefalopatía neonatal.
– Ácido fólico durante la preconcepción. No se han determinado cálculos fiables de la incidencia de este
trastorno en recién nacidos prematuros. Tampoco es claro si las que el recién nacido desarrolle una infección por el virus del
modificaciones en la práctica obstétrica actual pueden disminuir herpes simple incluyen prematuridad, ruptura prematura de mem-
la incidencia de encefalopatía hipoxicoisquémica neonatal. Aun- branas, intubación y otros procedimientos invasores. Factores de
que una meta principal de la monitorización fetal ha sido identi- riesgo materno incluyen lesiones herpéticas genitales activas, di-
ficar recién nacidos con riesgo lo suficientemente temprano para seminación activa de virus, infección primaria por virus del her-
permitir una intervención, no hay información convincente que pes simple, antecedente de lesiones por herpes genital, antece-
indique si este enfoque ha resultado eficaz. dente de otras enfermedades transmitidas sexualmente, compañero
sexual con herpes genital y múltiples compañeros sexuales.
Infección congénita por virus citomegálico
El virus citomegálico es la etiología más común de infección con- Síndrome de rubéola congénita
génita vírica, así como la infección que más frecuentemente pro- El síndrome de rubéola congénita es totalmente prevenible. Las
duce retardo mental y sordera neurosensorial. La infección congé- mujeres seronegativas en edad reproductiva están en riesgo de
nita por virus citomegálico ocurre en el 0,2-2,2% de los nacimientos infección, con el potencial de que el virus pase a sus fetos. La
vivos en Estados Unidos, de tal manera que nacen cerca de 30.000 prevención de la rubéola congénita depende de lograr y mantener
o 40.000 bebés infectados con este virus cada año [34]. En Estados altos niveles de inmunización, de una vigilancia fiable de los
Unidos la seropositividad es del 40-60% entre la clase de ingresos casos de rubéola y rubéola congénita y de un control eficaz de
medios y altos, comparada con el 80% en las personas con ingre- brotes de la enfermedad. Como mínimo el 95% de las personas
sos bajos. La frecuencia de seroconversión durante el embarazo vacunadas presentan anticuerpos detectables que persisten du-
varía entre el 0,7 y el 4,1%. A diferencia de la rubéola y la toxo- rante al menos 16 años [38]. Habitualmente se vacuna a los niños
plasmosis, la mayoría de las infecciones fetales por virus citome- contra la rubéola, en combinación con el sarampión y la paroti-
gálico son el resultado de una infección secundaria más que de ditis, a los 15 meses de edad. Se recomienda una vacunación
infecciones maternas primarias. Las infecciones maternas prima- selectiva de mujeres susceptibles en edad reproductiva. La medi-
rias conllevan un riesgo mayor de daño fetal, aunque la infección da más recomendada es la vacunación posparto de mujeres sero-
maternal recurrente podría también asociarse con infección sinto- negativas [39]. A las mujeres vacunadas se les deberá informar de
mática del bebé [35]. La prevención de infección congénita por que no deberán quedarse embarazadas durante un período de tres
virus citomegálico requiere del desarrollo de una vacuna segura y meses. Sin embargo, el riesgo de daño fetal por la cepa del virus
eficaz [36]. Aunque existe una investigación activa de vacunas de la vacuna parece ser muy bajo (menos del 2,5%). La detección
con virus vivos atenuados y con subunidades de virus citomegá- de anticuerpos antirrubéola es evidencia de inmunidad. La rein-
lico, ninguna está disponible en este momento para su empleo. Las fección materna o infecciones asintomáticas no son una amenaza
medidas preventivas actuales incluyen orientación a las mujeres para el feto, aunque se ha informado acerca de casos excepciona-
jóvenes respecto al virus citomegálico, evaluación de su condi- les de infección fetal. Varios estudios de infecciones maternas
ción serológica, para identificar aquellas con riesgo de infección asintomáticas notificaron una infección fetal del 0 al 19%, con
primaria, y recomendaciones de medidas de higiene apropiadas en defectos en el feto del 0 al 4% [40]. Cuando la infección maternal
situaciones en las que existe un riesgo significativo de exposición primaria sintomática ocurre en las primeras 11 semanas del em-
al virus citomegálico, como las guarderías o estancias de día. La barazo, cerca del 90% de los fetos se infectan y el 87% muestran
infección primaria en la primera mitad del embarazo presenta el daño. Cuando la infección maternal ocurre entre las 11 y las 16
más alto riesgo de daño fetal. Los factores de riesgo maternos para semanas los porcentajes de infección fetal y defecto fetal son del
infección congénita incluyen adolescencia, raza no caucásica, 60 y 55%, respectivamente; del 34 y 6% con infección materna
pobreza, primigesta y antecedente de infecciones transmitidas entre las 17 y las 30 semanas, y del 70 y 0% con infección materna
sexualmente. El diagnóstico prenatal de infección intrauterina se después de las 30 semanas. La infección materna poco antes de
efectúa por medio de estudios serológicos y, más fiablemente, por la concepción constituye un riesgo insignificante [41].
PCR del líquido amniótico [37].
Toxoplasmosis congénita
Herpes simple congénito Las secuelas de la infección congénita por toxoplasma incluyen
La identificación de las mujeres con lesiones de herpes activo, o corioretinitis (75%), discapacidad neurológica grave (8%), retra-
que estén diseminando herpes, junto con la limitación de la expo- so mental (15%) y sordera.
sición del recién nacido a las secreciones infectadas, es la princi- El Toxoplasma gondii existe en tres formas: trofozoito, quis-
pal estrategia preventiva. Desafortunadamente, debido a que más tes y ovoquistes. La infección adquirida ocurre al comer carne
del 50% de los bebés infectados nacen de madres asintomáticas, mal cocida que contiene los quistes. Los ovoquistes existen sólo
sin evidencia de lesiones observables, esta estrategia tiene limi- en los felinos. Los gatos pueden diseminar hasta 10 millones de
taciones obvias. En el caso de mujeres con lesiones herpéticas ovoquistes diarios y éstos pueden permanecer viables durante un
activas en la región genital la operación cesárea reduce significa- año o más. Las mujeres embarazadas o que están considerando la
tivamente el riesgo de infección herpética neonatal. Se recomien- posibilidad de quedarse embarazadas pueden disminuir el riesgo
da terapia antivírica preventiva en bebés de alto riesgo, como de infección con el toxoplasma llevando a cabo las siguientes re-
prematuros frutos de una madre que esté diseminando virus de comendaciones: a) cocer muy bien la carne (por encima de 66 º C),
forma asintomática como infección primaria. Si las madres pre- b) evitar manipular carne cruda así como la contaminación cruza-
sentan lesiones recurrentes o están diseminando virus durante da de otros alimentos con carne cruda o mal cocida, c) evitar todo
una reactivación se cultivan muestras del recién nacido y se ob- contacto con el excremento de los gatos, d) evitar viajes a áreas
serva en busca de alguna evidencia de enfermedad. Si el cultivo endémicas, y e) emplear guantes en el jardín [42]. En un estudio
resulta positivo o si aparecen signos clínicos, se iniciará terapia de 300 recién nacidos infectados sólo el 14% tenían inteligencia
antivírica. Los factores asociados que aumentan el riesgo para normal [43]. Las manifestaciones de la toxoplasmosis congénita
podrían no ser aparentes sino hasta la segunda o tercera década de recomienda la inmunización contra la N. meningitidis a los grupos
la vida. Las pruebas serológicas se emplean para diagnosticar de alto riesgo (p. ej., pacientes esplenectomizados o con deficiencia
infección aguda en la mujer embarazada, pero frecuentemente se de complemento) y durante brotes epidémicos de la enfermedad.
obtienen resultados falsos positivos y, por lo tanto, el diagnóstico
serológico deberá confirmarse en un laboratorio de referencia Meningitis tuberculosa
antes de iniciar tratamiento con fármacos potencialmente tóxicos Una estrategia para la prevención de la meningitis tuberculosa
[44]. El tratamiento temprano de la toxoplasmosis congénita po- incluye la vacunación con el bacilo de Calmette-Guérin (BCG).
dría disminuir la gravedad de la enfermedad [45]. Aunque la dosis La vacunación con BCG tiene una eficacia de aproximadamente
óptima y la duración del tratamiento no están firmemente defini- el 80% para proteger a los niños pequeños de las complicaciones
das, los principales antibióticos son la espiramicina, la pirimeta- serias de la tuberculosis, incluyendo la enfermedad miliar y la
mina y las sulfonamidas. La pirimetamina y la sulfadiacina ac- meníngea [53]. Un estudio indicó que la vacunación con BCG no
túan sinérgicamente contra el toxoplasma. fue eficaz para proteger a niños españoles menores de 5 años de
la meningitis tuberculosa, y que la caída en su incidencia era
Sífilis congénita consecuencia de una mejoría en el tratamiento de la tuberculosis
La prevención de la sífilis congénita involucra una atención pre- en adultos [54]. En contraste, los investigadores indios encontra-
natal adecuada, educación para la salud, detección temprana de ron que la BCG era la más eficaz en la prevención de meningitis
sífilis en la madre y en su compañero sexual, e inicio de una tuberculosa en niños entre 0 y 6 años, particularmente varones en
terapia apropiada y oportuna. En áreas o poblaciones de alta pre- el estrato superior socioeconómico [55].
valencia se recomienda realizar un cribado al inicio del embarazo,
al tercer trimestre y de nuevo en el momento del parto [46]. El Desnutrición
tratamiento apropiado para la sífilis en la gestación es la penici- Estudios experimentales que no incluían a seres humanos han
lina, tratamiento que debe iniciarse, por lo menos, con 30 días de demostrado que la desnutrición retrasa el desarrollo del cerebro.
antelación al parto [46]. El fracaso para prevenir la sífilis congé- En el humano existe evidencia de que la desnutrición durante el
nita varía aproximadamente del 5 al 10%. Uno de los pocos es- primer año de vida retrasa el desarrollo del cerebro. Se cree que
tudios que se centran en la frecuencia de fracasos terapéuticos, de esto se debe a una mielinización inadecuada durante este período
acuerdo con el estadio de gestación, mostró que la penicilina G de crecimiento activo. La deficiencia de proteína y vitamina B 1
(2,4 millones de unidades IM diaria durante 3 semanas) fue 100% parecen ser los factores más significativos. La privación materna
eficaz para prevenir la infección fetal en el 100% de los pacientes en la vida posnatal temprana, que se asocia con desnutrición del
con sífilis primaria o latente tardía [47]. En un grupo de 75 mu- recién nacido, causa una disminución significativa en los niveles
jeres embarazadas con sífilis secundaria, tratadas con penicilina de acetilcolina en desarrollo, lo cual origina una disminución de
benzatínica, se observó eficacia fetal en 71 (fracaso terapéutico la habilidad para el aprendizaje para el resto de la vida.
del 5,3% para este subgrupo). Es necesario por tanto una reeva- Kwashiorkor (desnutrición importante de proteínas) en el pri-
luación crítica del tratamiento de la sífilis en la gestación con alta mer año de vida causa déficit intelectual grave. En el segundo año
probabilidad de infección fetal [48]. de vida podría producir retraso mental, aunque por lo general no
suele suceder. Los conceptos tradicionales acerca de la importan-
Meningitis bacteriana cia de la nutrición en el cerebro en desarrollo, durante los prime-
La meningitis bacteriana aguda se puede prevenir ya sea obstacu- ros dos años, se han modificado. El crecimiento del cerebro en
lizando la infección primaria o controlando su progresión a menin- niños desnutridos no se suspende bruscamente después de este
gitis. La meningitis por H. influenzae puede prevenirse vacunando período, sino que más bien permanece en ‘pausa’. El crecimiento
a los niños y con el tratamiento antibiótico profiláctico de los con- del cerebro puede continuar todavía si la nutrición del niño me-
tactos de los casos índice [49]. Los niños menores de 6 años de edad jora hasta alrededor de los 3 años. La pobreza y la falta de un
tienen un riesgo mayor de contraer enfermedad relacionada con el ambiente intelectualmente estimulante son factores adicionales
H. influenzae. Los niños menores de 1 año tienen el más alto riesgo, que retrasan el desarrollo intelectual.
particularmente durante la primera semana después de la exposi- No existe un régimen dietético estándar para enfermedades
ción. En los niños vacunados con la vacuna delH. influenzae tipo neurológicas, comparado con los existentes para enfermedades
B disminuye hasta un 90% la incidencia de enfermedad por H. cardiológicas o renales. Las medidas dietéticas algunas veces van
influenzae y se espera que en Estados Unidos todas las meningitis dirigidas a trastornos metabólicos con manifestaciones neuroló-
producidas por H. influenzae (incluyendo a los niños muy peque- gicas o a factores de riesgo para enfermedad neurológica. Existen
ños para ser vacunados) serán eliminadas al disminuir la enferme- muchas razones a favor de la alimentación con leche materna
dad en los niños de más edad [50]. La rifampicina se emplea para sobre las formulas lácteas –razones que incluso contemplan la
erradicar la colonización nasofaríngea con H. influenzae y de esta mejoría en la función cognitiva y visual, por ejemplo–, puesto
forma previene el desarrollo de la infección. La rifampicina es el que la leche materna contiene ácido docosahexaenoico y ácido
fármaco de elección para tratar los contactos de los casos índice de araquidónico, ácidos esenciales para el desarrollo normal del
meningitis meningocócica [51]. Los niños pequeños tienen el mayor cerebro que se encuentran ausentes o están presentes solamente
riesgo de contraer enfermedad meningocócica y, generalmente, lo en una pequeña cantidad en las formulas lácteas. La colina es
hacen dentro de la primera semana después de estar expuestos. básica para el desarrollo normal del cerebro del feto durante el
Entre las alternativas a la rifampicina se encuentran la sulfadiacina embarazo y la lactancia (períodos durante los cuales la reserva
(si el organismo es sensible a la sulfa), minociclina y ciprofloxacina materna de colina es reducida). Las variaciones en la ingestión de
[52]. La dosis única de ceftriaxona también es eficaz para eliminar colina por parte de la madre influyen en la capacidad de memoria
el estado de portador. El personal médico en contacto cercano con de su hijo. Estas observaciones son importantes para planear la
las personas infectadas deberá también recibir quimioprofilaxis. Se dieta ideal de las madres y sus hijos. La Academia Nacional de
Ciencias de Estados Unidos ha identificado a la colina como un semanas de embarazo, antes de que la mujer se dé cuenta de su
nutriente requerido por los humanos y recomienda su ingestión estado, pues la mayoría de las mujeres no saben que están emba-
diaria. La colina y sus metabolitos aseguran la estructura de la razadas hasta la sexta semana del embarazo. Por lo tanto, estas
membrana celular y afecta directamente a las señales nerviosas, primeras semanas son de alta vulnerabilidad del feto para los
a las señales celulares y al transporte de lípidos y de su metabo- efectos teratógenos del alcohol. La suspensión de la ingestión de
lismo. alcohol durante el resto del embarazo ayuda ciertamente a preve-
nir un daño mayor, particularmente en el cerebro. Los programas
Fenilcetonuria de prevención han tenido éxito en difundir y concienciar a los
La fenilcetonuria no tratada causa el inicio gradual y progresivo de grupos de riesgo acerca de la existencia del síndrome fetal por
un retraso mental profundo en la mayoría de los pacientes, aunque alcohol. Sin embargo, estas maniobras no se ha traducido en un
no en todos [56]. Del 50 al 70% de los pacientes presentan un CI cambio en los comportamientos en las bebedoras de ‘alto riesgo’,
por debajo de 35, del 88 al 90% un CI por debajo de 65, pero del pues la disminución del consumo de alcohol en ellas ha sido
2 al 5% de los pacientes no tratados tienen una inteligencia dentro mínimo, lo cual parece indicar que los programas de prevención
del margen de la normalidad. La hiperfenilalaninemia deficiente no han conseguido una disminución de este síndrome y, por tanto,
de biopterina no tratada también causa retraso mental, pero ade- se deberán diseñar nuevas estrategias [61].
más muestra enfermedad neurológica grave que se inicia en la
infancia, como anomalías bulbares, alteraciones del estado mental Síndromes fetales por antiepilépticos
y del tono muscular, crisis convulsivas, microcefalia progresiva y Los llamados síndromes fetales por antiepilépticos incluyen una
trastornos del movimiento [57]. La fenilcetonuria es uno de los combinación de retraso mental, perímetro cefálico disminuido y
errores innatos del metabolismo más frecuentes y afecta a 1 de dismorfias craneofaciales, así como anomalías de los dedos [62].
cada 10.000 nacidos vivos en niños caucásicos [58]. La enferme- El síndrome fetal por hidantoínas se caracteriza por hipoplasia de
dad genética puede prevenirse mediante el diagnóstico prenatal de las falanges distales, labio y paladar hendido, retraso mental e
las parejas en riesgo (con un niño previamente afectado o pobla- hipoplasia de la porción media de la cara [63]. El retraso mental
ción con alto riesgo de ser portadora). El diagnóstico prenatal está frecuentemente es discreto o la inteligencia podría ser fronteriza
disponible para fenilcetonuria y para hiperfenilalaninemia por [64]. Se ha puesto en duda si verdaderamente existe una asocia-
deficiencia de biopterina. Generalmente, la prevención se dirige a ción entre el retraso mental y la exposición a fenidantoína en
las manifestaciones fenotípicas de la enfermedad, tratando al niño útero. En un estudio de 103 recién nacidos de madres con epilep-
afectado para prevenir retraso mental. El cribado neonatal para sia expuestas a fenidantoína durante el embarazo, sólo un 1,4%
fenilcetonuria se lleva a cabo en la mayoría de los países desarro- presentaron retraso mental, una frecuencia similar a la notificada
llados para poder iniciar lo antes posible el tratamiento preventivo. en la población general [65]. El riesgo de defecto del tubo neural
después de la exposición en útero al ácido valproico y a la carba-
Galactocemia macepina se ha estimado en un 1 al 5%. En muchas pacientes
La forma clásica (G/G) de galactocemia se caracteriza por un bebé embarazadas con epilepsia la exposición a antiepilépticos es in-
que no se desarrolla, que presenta disfunción hepática, ictericia y evitable. Se han publicado guías consensuales para el manejo de
sangrado, cataratas congénitas, vómito y sepsis conE. coli. Si el los antiepilépticos durante el embarazo [66]. Los puntos princi-
bebé no muere, pero continúa tomando leche que contenga lacto- pales de dichas guías incluyen lo siguiente:
sa, padecerá retraso mental. En estos pacientes sus eritrocitos no a) Retirar gradualmente el fármaco antiepiléptico si la paciente
tienen actividad GALT por lo que son incapaces de oxidar la ha estado libre de crisis durante más de dos años.
galactosa in vivo. Existe un amplio margen de pacientes con for- b) Emplear, cuando sea necesario, el medicamento antiepilépti-
mas variantes e impedimento parcial (2 al 10%) de la actividad de co de primera elección para el síndrome epiléptico en mono-
GALT, los cuales pueden expresar algunos aspectos de la enfer- terapia, en la dosis más baja eficaz para prevenir crisis toni-
medad incluyendo cataratas tempranas, discreto retardo mental coclónicas.
con ataxia, crecimiento limitado y patrón del habla dispráxico. El c) Alertar a los pacientes que emplean ácido valproico o carba-
síndrome de hepatotoxicidad infantil es potencialmente letal y se macepina acerca de que si hay un miembro de la familia con
puede prevenir con el cribado del recién nacido para deficiencia de defectos del tubo neural, su hijo tendría un mayor riesgo para
GALT. La intervención dietética inmediata está indicada si el GALT contraer este tipo de malformación.
está por debajo del 10% del control. Esta intervención excluye d) Complementar la dieta diariamente con ácido fólico. La dosis
tanto la leche como cualquier alimento que contengan lactosa e diaria de ácido fólico recomendada es de 0,4 mg/día pero a las
incluso los medicamentos que contengan lactulosa [59]. pacientes en riesgo de defecto del tubo neural se les ha reco-
mendado ingerir hasta 4 mg/día. Idealmente el ácido fólico
Síndrome fetal por alcohol deberá tomarse durante algún tiempo antes de la concepción
La prevención es la respuesta más eficaz al problema del síndro- (uno o dos meses).
me fetal por alcohol. Debido a que no existe una cantidad segura e) Se recomienda que los pacientes que reciben ácido valproico
de consumo de alcohol durante el embarazo, la Academia Ame- o carbamacepina deberán tener una determinación de alfa-
ricana de Pediatría recomienda abstinencia absoluta de alcohol fetoproteína por amniocentesis a la semana 16 y visualización
para las mujeres que están embarazadas o que están planeando un del feto por ultrasonido entre las 18 a 22 semanas con el fin
embarazo, pues todas las bebidas que contengan alcohol pueden de buscar malformaciones, especialmente del tubo neural.
lesionar al niño neonato [60]. Es de primordial importancia para f) Fragmentar la dosis diaria en cuatro tomas, como el caso del
las mujeres conocer, antes de planear un embarazo, los efectos ácido valproico. Esta estrategia se debe a que se ha encontra-
deletéreos del alcohol en el feto. El efecto nocivo del alcohol, do que las dosis y los niveles más altos se han asociado con
causante de defectos al nacer, puede ocurrir en las primeras 3 u 8 una mayor incidencia de malformaciones fetales.
latorios se espera que cerca del 50% sobreviva, cuando menos, a adecuado, y la información y la capacidad diagnóstica obtenida
los 20 años de edad. La causa más común de muerte son las con las investigaciones en el campo de la genética molecular, las
complicaciones respiratorias. cuales han permitido definir los cambios subyacentes a un grupo
cada vez mayor de trastornos genéticos que apoyan el consejo
genético y su diagnóstico prenatal. Por otro lado, en condiciones
CONCLUSIONES que se pueden prevenir hasta en el 100% de los casos (síndrome
La prevención primaria o secundaria de las patologías que causan fetal por alcohol), los resultados han sido poco satisfactorios, por
retraso mental continúa siendo un desafío y está ligada al conoci- lo que es necesario revisar las estrategias utilizadas, que logran
miento de las causas de retraso mental, que en la mayoría de los informar pero que no han inducido un cambio significativo en la
casos se desconocen. Se dio un paso muy importante en este cono- realidad de la práctica diaria (p. ej., la ingestión de alcohol durante
cimiento con el advenimiento de los estudios de imagen, particu- el embarazo, el empleo universal del cinturón de seguridad y por-
larmente con la resonancia magnética para la definición de las tabebés adecuados para asientos de automóviles). Ante la posibi-
disgenesias cerebrales, y se rescató un grupo importante en el que lidad de una terapia prenatal de genes para los graves trastornos
se consideraban como causales los factores socioeconómicos. genéticos y del desarrollo, se han propuesto una serie de nuevas
También los avances en los procedimientos de cribado neonatal y líneas de investigación, así como un gran debate respecto a su
su posibilidad de efectuarlos a gran escala con un rendimiento factibilidad, fiabilidad y bioética como una opción terapéutica.
BIBLIOGRAFÍA
1. Alexander D. Prevention of mental retardation: four decades of research. X syndrome with special reference to transmitting males. Hum Genet
Ment Retard Dev Disab Res Rev 1998; 4: 50-8. 1985; 69: 289-99.
2. Piaget J. The origins of intelligence in children. New York: Interna- 23. Yu S, Mulley J, Loesch D, Turner G, Donelly A, Gedeon A , et al.
tional University Press; 1952. Fragile X syndrome: unique genetics of the heritable unstable element.
3. Cronbach LJ. Measuring mental ability: lingering questions and loose Am J Hum Genet 1992; 50: 968-80.
ends. In Davis BD, Flaherty P, eds. Human diversity: its causes and 24. Gecz J, Gedeon AK, Sutherland GR, Mulley JC. Identification of the
significance. Cambridge: Ballinger; 1976. gene FMR2, associated with FRAXE mental retardation. Nat Genet
4. Strenberg RJ. Toward a triarchic theory of human intelligence. Cam- 1996; 13: 105-8.
bridge: Cambridge University Press; 1984. 25. Morris CA, Demsey SA, Leonard CO, Dilts C, Blackburn BL. Natural
5. Sternberg RJ. Beyond IQ. A triarchic theory of human intelligence. history of Williams syndrome: physical characteristics. J Pediatr 1988;
Cambridge: Cambridge University Press; 1985. 113: 318-26.
6. American Association on Mental Retardation. Mental retardation. Def- 26. Reiner O, Carrozzo R, Shen Y, Wehnert M, Faustinella F, Dobyns
inition, classification, and systems of supports. Washington: American WB, et al. Isolation of a Miller-Dieker lissencephaly gene containing
Association on Mental Retardation; 1992. G protein B-subunit-like repeats. Nature 1993; 364: 717-21.
7. American Psychiatric Association. Diagnostic and statistical manual 27. Schaefer GB, Bodensteiner JB. Evaluation of the child with idiopathic
of mental disorders. 4 ed. Washington, DC: American Psychiatric As- mental retardation. Pediatr Clin N Am 1992; 4: 929-43.
sociation; 1994. 28. Glenn CC, Driscoll DJ, Yang TP, Nicholls RD. Genomic imprinting:
8. Palmer FB, Capute AJ. Mental retardation. Ped Rev 1994; 15: 473-9. potential function and mechanisms revealed by the Prader-Willi and
9. Roeleveld N, Zielhuis GA, Gabreëls F. The prevalence of mental retar- Angelman syndromes. Mol Hum Reprod 1997; 3: 321-32.
dation: a critical review of recent literature. Dev Med Child Neurol 29. Medical Research Council. Vitamin study research group. Prevention
1997; 39: 125-32. of neural tube defects: results of the medical research council vitamin
10. Handen BL. Mental retardation. In Mash EJ, Terdal LG, eds. Assess- study. Lancet 1991; 338: 131-7.
ment of childhood disorders. 3 ed. New York: Guilford Press; 1997. 30. Eskes TK. Folates and the fetus. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol
11. MacMillan DL, Gresham FM, Siperstein GN. Heightened concerns over 1997; 71: 105-1.
the 1992 AAMR definition: advocacy versus precision. Am J Ment 31. Morgan V, Castle D, Page A, Fazio S, Gurrin L, Burton P, et al. Influ-
Retard 1995; 100: 87-95. enza epidemics and incidence of schizophrenia, affective disorders and
12. Ramer JC, Miller G. Overview of mental retardation. In Miller G, Ramer mental retardation in Western Australia: no evidence of a major effect.
JC, eds. Static encephalopathies of infancy and childhood. New York: Schizophr Res 1997; 25: 25-39.
Raven; 1992. p. 1-10. 32. Kuban KCK, Leviton A. Cerebral palsy. N Engl J Med 1994; 330: 188-95.
13. Schaefer GB, Bodensteiner JB. Evaluation of the child with idiopathic 33. Avery GB, Fletcher MA, MacDonald MG. Neonatology: pathophysiol-
mental retardation. Pediatr Clin N Am 1992; 4: 929-43. ogy and management of the newborn. 4 ed. Philadelphia: Lippincott;
14. Ramer JC, Miller G. Other multiple minor congenital anomaly syn- 1994.
dromes. In Miller G, Ramer JC, eds. Static encephalopathies of infancy 34. Stagno S. Cytomegalovirus. In Remington JS, Klein JO, eds. Infectious
and childhood. New York: Raven; 1992. p. 197-218. diseases of the fetus and newborn infant. 3 ed. Philadelphia: WB Saun-
15. Dobyns WB. Cerebral dysgenesis. Causes and consequences. In Miller ders; 1990. p. 241-81.
G, Ramer JC, eds. Static encephalopathies of infancy and childhood. 35. Boppana SB, Fowler KB, Britt WJ, Stagno S, Pass RF. Symptomatic
New York: Raven Press; 1992. p. 235-47. congenital cytomegalovirus infection in infants born to mothers with
16. Flint J, Wilkie AO. The genetics of mental retardation. Br Med Bull preexisting immunity to cytomegalovirus. Pediatrics 1999; 104: 55-60.
1996; 52: 453-64. 36. Griffiths PD, McLean A, Emery VC. Encouraging prospects for immu-
17. Butler MG, Singh DN. Clinical and cytogenetic survey of institutional- nization against primary cytomegalovirus infection. Vaccine 2001; 19:
ized mentally retarded patients with emphasis on the fragile X syn- 1356-62.
drome. J Intellect Disabil Res 1993; 37: 131-42. 37. Liesnard C, Donner C, Brancart F, Gosselin F, Delforge ML, Rodesch
18. Sutherland GR, Mulley JC. Fragile X syndrome and fragile XE mental F. Prenatal diagnosis of congenital cytomegalovirus infection: prospec-
retardation. Prenat Diagn 1996; 16: 1199-211. tive study of 237 pregnancies at risk. Obstet Gynecol 2000; 95: 881-8.
19. Hagerman RJ, Jackson C, Amiri K, Silverman AC, O’Connor R, Sobesky 38. Chu SY, Bernier RH, Stewart JA, Herrmann KL, Greenspan JR, Hend-
W. Girls with fragile X syndrome: physical and neurocognitive status erson AK, et al. Rubella antibody persistence after immunization. JAMA
and outcome. Pediatrics 1992; 89: 395-400. 1988; 259: 3133-6.
20. Yu S, Pritchard M, Kremer E, Lynch M, Nancarrow J, Baker E, et al. 39. Schluter WW, Reef SE, Redd SC, Dykewicz CA. Changing epidemiol-
Fragile X genotype characterized by an unstable region of DNA. Sci- ogy of congenital rubella syndrome in the United States. J Infect Dis
ence 1991; 252: 1179-81. 1998; 178: 636-41.
21. Fu YH. Variation of the CGG repeat at the fragile X site results in 40. Grillner L, Forsgren M, Barr B, Bottiger M, Danielsson L, de Verdier
genetic instability: resolution of the Sherman paradox. Cell 1991; 67: C. Outcome of rubella during pregnancy with special reference to the
1047-58. 17th-24th weeks of gestation. Scand J Infect Dis 1983; 15: 321-5.
22. Sherman SL, Jacobs PA, Morton EN, Froster-Iskenius U, Howard-Peb- 41. Enders G, Nickerl-Pacher U, Miller E, Cradock-Watson JE. Outcome of
bles PN, Nielson KB, et al. Further segregation analysis of the fragile- confirmed periconceptional maternal rubella. Lancet 1988; 1: 1445-7.
42. Koskiniemi M, Lappalainen M, Hedman K. Toxoplasmosis needs eval- knowledge about alleles and mutations of the phenylalanine hydroxy-
uation. An overview and proposals. Am J Dis Child 1989; 143: 724-8. lase gene in various populations. Hum Genet 1991; 87: 377-88.
43. Couvreur J, Desmonts G. Congenital and maternal Toxoplasmosis. 59. Elsas LJ, Acosta PB. Nutrition support of inherited metabolic disease.
A review of 300 congenital cases. Dev Med Child Neurol 1962; 4: In Shils ME, Olson JA, Shike M, eds. Modern nutrition in health and
519-30. disease. 8 ed. Philadelphia: Lea and Febiger; 1993.
44. Jones JL, López A, Wilson M, Schulkin J, Gibbs R. Congenital toxo- 60. American Academy of Pediatrics. Fetal alcohol syndrome and alcohol-
plasmosis: a review. Obstet Gynecol Surv 2001; 56: 296-305. related neurodevelopmental disorders. Pediatrics 2000; 106: 358.
45. Daffos F, Forestier F, Capella-Pavlosky M, Thulliez P, Aufrant C, Val- 61. Murphy-Brennan MG. Is there evidence to show that fetal alcohol syn-
enti D, et al. Prenatal management of 746 pregnancies at risk for con- drome can be prevented? J Drug Educ 1999; 29: 5-24.
genital toxoplasmosis. N Engl J Med 1988; 318: 271-5. 62. Aicardi J. The effects of antiepileptic drugs. In Aicardi J, ed. Disease of
46. Centers for Disease Control. 1993 sexually transmitted diseases treat- the central nervous system in childhood. London: MacKeith Press; 1992.
ment guidelines. MMWR 1993; 42: 21-46. p. 29-46.
47. Wendel GD, Sánchez P, Farris R. Treatment of syphilis in pregnancy 63. Buehler BA, Hanson JW. Fetal hydantoin syndrome. In Buyse ML, ed.
(Abstract 529). Proceedings of the 38th Annual Meeting of the Society Birth defects encyclopedia. Cambridge: Blackwell Scientific Publica-
for Gynecologic Investigation, San Antonio, Texas, March 20-23,1991. tions; 1990. p. 714-5.
San Antonio (TX): Society for Gynecologic Investigation; 1991. 64. Jones KL. Fetal hydantoin syndrome, fetal trimethadione syndrome and
48. Monif GRG. Is current therapy for maternal syphilis inadequate fetal valproate syndrome. In Jones KL, ed. Recognizable patterns of hu-
for established fetal infection? (letter). Am J Obstet Gynecol 1994; man malformation. 5 ed. Philadelphia: WB Saunders; 1997. p. 559-67.
170: 705. 65. Gaily E, Granstrom ML, Hiilesmaa V, Bardy A. Minor anomalies in
49. Wenger JD. Impact of Haemophilus influenzae type B vaccine on the offspring of epileptic mothers. J Pediatr 1988; 112: 520-9.
epidemiology of bacterial meningitis. Infect Ag Dis 1994; 2: 324-32. 66. Morrell MJ. Guidelines for the care of women with epilepsy. Neurolo-
50. Schuchat A, Robinson K, Wenger JD, Harrison LH, Farley M, Rein- gy 1998; 51 (Suppl): S21-7.
gold AL, et al (for the Active Surveillance Team). Bacterial meningitis 67. Shafi S, Gilbert JC, Loghmanee F, Allen JE, Caty MG, Glick PL, et al.
in the United States in 1995. N Engl J Med 1997; 337: 970-6. Impact of bicycle helmet safety legislation on children admitted to a
51. Klein JO. Antimicrobial treatment and prevention of meningitis. Pedi- regional pediatric trauma center. J Pediatr Surg 1998; 33: 317-21.
atr Ann 1994; 23: 76-81. 68. Williams D, Levin H, Eisenberg H. Mild head injury classification.
52. Lipton JD, Schefermeyer RW. Evolving concepts in pediatric bacterial Neurosurgery 1990; 27: 422-8.
meningitis. Part II: current management and therapeutic research. Ann 69. Di Roccco C, Velardi F. Epidemiology and etiology of craniocerebral
Emerg Med 1993; 22: 1616-29. trauma in the first two years of life. In Rimondi AJ, Choux M, Di Roc-
53. Schwoebel V, Hubert B, Grosset J. Tuberculous meningitis in France co C, eds. Head injuries in the newborn and infant. New York: Springer
in 1990: characteristics and impact of BCG vaccination. Tuber Lung Verlag; 1986.
Dis 1994; 75: 44-8. 70. Bass JL, Mehta KA. Developmentally oriented safety surveys. Clin
54. de March-Ayuela P. Trend in Tuberculous meningitis in Barcelona in Pediatr 1980; 9: 350-6.
children aged 0-4 years: correlation with the annual risk of Tubercu- 71. Barkovich AJ. Pediatric neuroimaging. 3 ed. Philadelphia: Lippincot
lous infection. Tuber Lung Dis 1994; 75: 423-8. Williams & Wilkins; 2000.
55. Zodpey SP, Maldhure BR, Shrikhande SN, Tiwari RR. Effectiveness 72. Palomaki GE, Knight GJ, McCarthy J, Haddow JE, Eckfeldt JH. Ma-
of bacillus of Calmette-Guerin (BCG) vaccination against tuberculous ternal serum screening for fetal Down syndrome in the United States: a
meningitis: a case-control study. J Indian Med Assoc 1996; 94: 338-40. 1992 survey. Am J Obstet Gynecol 1993; 169: 1558-62.
56. Pitt DB, Danks DM. The natural history of untreated phenylketonuria 73. Ye X, Mitchell M, Newman K, Batshaw ML. Prospects for prenatal
over 20 years. J Paediatr Child Health 1991; 27: 189-90. gene therapy in disorders causing mental retardation. Ment Retard Dev
57. Blau N, Thony B, Heizmann CW, Dhondt JL. Tetrahydrobiopterin de- Disabil Res Rev 2001; 7: 65-72.
ficiency: from phenotype to genotype. Pteridines 1993; 4: 1-10. 74. Jancar J, Sabogal NM, Wiley YV. Life expectancy of mentally retard-
58. Konecki DS, Lichter-Konecki U. The phenylketonuria locus: current ed hemiplegics. J Intellect Disabil Res 1996; 40: 180-2.