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la Segunda Guerra Mundial fue el conflicto bélico más importante del siglo XX.

Entre 1939 y 1945,


Europa vivió el enfrentamiento de dos grandes alianzas: las potencias del Eje, con Alemania, Italia y
Japón como principales protagonistas, y los Aliados, con Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Rusia,
entre otros. Desde el comienzo de la guerra con la invasión de Polonia y las posteriores guerras
relámpago desarrolladas por los nazis hasta el Día de la Victoria, tuvieron lugar batallas de relevancia
como Dunkerque, Stalingrado, Iwo Jima o Berlín, así como asesinatos masivos como el Holocausto o el
bombardeo de Hiroshima y Nagasaki. La pérdida en vidas humanas se cifra entre 50 y 70 millones de
personas, al tiempo que el Viejo Continente quedó dividido en dos bloques antagónicos. Descubre cómo
la mayor alianza militar de la historia fue capaz de frenar el ascenso del nazismo y el fascismo y aprende
más sobre personajes decisivos como Churchill, Stalin, Hitler, Mussolini o Goebbels.La Segunda Guerra
Mundial (también escrito II Guerra Mundial)1 fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939
y 1945. En ella se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo —incluidas todas las
grandes potencias, así como prácticamente todas las naciones europeas— agrupadas en dos alianzas
militares enfrentadas: Los Aliados, por un lado, y las potencias del Eje, por otro. Fue la mayor contienda
bélica de la historia, con más de 100 millones de militares movilizados y un estado de guerra total en que
los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del
esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme
repercusión que incluyeron la muerte masiva de civiles (el Holocausto, los bombardeos intensivos sobre
ciudades y el uso, por primera vez en un conflicto militar, de armas nucleares), la Segunda Guerra
Mundial fue la más mortífera de la historia, con un resultado de entre 50 y 70 millones de víctimas, el 2,5
% de la población mundial.2

El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con la invasión alemana de
Polonia, cuando Hitler se decidió a la incorporación de una de sus reivindicaciones expansionistas más
delicadas: El Corredor Polaco, que implicaba la invasión de la mitad occidental de Polonia; la mitad
oriental, junto con Estonia, Letonia y Lituania fue ocupada por la Unión Soviética, mientras que Finlandia
logró mantener su independencia de los soviéticos (guerra de Invierno). El Reino Unido y Francia le
declararon la guerra a Alemania, que esperaban como una repetición de la guerra de trincheras («guerra
de mentira») para la que habían tomado toda clase de precauciones (línea Maginot) que demostraron
ser del todo inútiles. Las maniobras espectaculares de la blitzkrieg ("guerra relámpago") proporcionaron
en pocos meses a Alemania el control de Noruega, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica y la propia Francia,
mientras que el ejército británico escapaba in extremis desde las playas de Dunkerque durante la batalla
de Francia. La mayor parte del continente europeo estaba ocupado por el ejército alemán o por sus
aliados, entre los que destacaba la Italia fascista, cuya aportación militar no fue muy significativa (batalla
de los Alpes, guerra greco-italiana).

La batalla de Inglaterra, la primera completamente aérea de la historia, mantuvo durante el periodo


siguiente la presión sobre el nuevo gobierno de Winston Churchill, decidido a la resistencia («sangre,
sudor y lágrimas») y que finalmente venció, entre otras cosas gracias a una innovación tecnológica (el
radar) y al decisivo apoyo estadounidense, que negoció en varias entrevistas con Franklin D. Roosevelt
(Carta del Atlántico, 14 de agosto de 1941).

En 1941, la necesidad estratégica de ocupar los campos petrolíferos del Cáucaso impulsó a Alemania a
invadir la Unión Soviética (operación Barbarroja), inicialmente exitosa, pero que se estancó en la batalla
de Moscú y los sitios de Leningrado y Stalingrado. Al mismo tiempo, Japón, en su campaña de expansión
por Asia y en venganza por el embargo económico que el gobierno estadounidense les había impuesto,
atacó Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941; la agresión precipitó la entrada de Estados Unidos en la
guerra. Pocos meses después, la batalla de Midway (en julio de 1942) marcaría un punto de inflexión en
la guerra del Pacífico ante el debilitamiento de la capacidad de combate japonesa frente a los
estadounidenses. En el norte de África, los británicos frenaron el avance de los Afrika Korps alemanes
desde Libia hacia Egipto en la batalla de El Alamein (1942), después de la invasión italiana al canal de
Suez (1940).

El periodo final de la guerra se caracterizó por las complejas operaciones necesarias para los
desembarcos aliados en Europa (Sicilia, en julio de 1943; Anzio, en enero de 1944; Normandía, en junio
de 1944) y por el hundimiento del frente oriental, en el que se libraron las operaciones con tanques más
encarnizadas de la historia (batalla de Kursk, especialmente en Prójorovka, julio de 1943), mientras en el
frente occidental los alemanes experimentaban armas tecnológicamente muy desarrolladas (misiles V-1
y V-2) y soportaban bombardeos destructivos sobre sus ciudades a una escala nunca antes vista
(bombardeo de Dresde, en febrero de 1945) y la destrucción total de su capital (batalla de Berlín, entre
abril y mayo de 1945).

En el frente del Pacífico, los estadounidenses tuvieron que desalojar isla a isla a los japoneses, tanto en
el sur del Pacífico (Guadalcanal, en agosto de 1942) como en Filipinas (Manila, en febrero de 1945); tras
librar las mayores batallas navales de la historia (batalla del Mar del Coral, en mayo de 1942; batalla de
Midway, en junio de 1942; batalla del Golfo de Leyte, en octubre de 1944), alcanzaron tierras niponas
(Iwo Jima, en febrero de 1945 y Okinawa, en abril de 1945). En agosto de 1945, el presidente de Estados
Unidos, Harry S. Truman ordenó bombardear con las recién inventadas armas nucleares las ciudades de
Hiroshima y Nagasaki. La devastación causada por el ataque, que a la larga se cobraría la vida de 250 000
personas, precipitó la capitulación de Japón.

A diferencia de la Primera Guerra Mundial, la rendición (tanto la japonesa como la alemana) se produjo
por derrota incondicional, sin pasar por ningún tipo de negociación. Las conversaciones decisivas fueron
las que plantearon la división de Europa en zonas de influencia entre los aliados, y que se negociaron en
sucesivas cumbres (conferencia de Teherán, el 1 de diciembre de 1943; conferencia de Yalta, en febrero
de 1945; y conferencia de Potsdam, en julio de 1945).

La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del mundo. Tras la
conflagración, se fundó la Organización de las Naciones Unidas con el fin de fomentar la cooperación
internacional y de prevenir potenciales conflictos. La Unión Soviética y Estados Unidos se erigieron como
superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría, que se prolongó durante los
siguientes 46 años. Al mismo tiempo, la influencia de las grandes potencias europeas entró en
decadencia, materializada en el inicio de la descolonización de Asia y África. La mayoría de los países
cuyas industrias habían sido perjudicadas abordaron la recuperación económica con la ayuda financiera
del país americano (plan Marshall), mientras que la integración política emergía como un esfuerzo para
establecer las relaciones de posguerra.

Cronología

Véase también: Anexo:Cronología de la Segunda Guerra Mundial

En general se considera que la guerra comenzó en Europa el 1 de septiembre de 193934 con la invasión
alemana de Polonia, que provocó la declaración de guerra de Reino Unido y Francia a Alemania dos días
después, seguida por la invasión soviética de Polonia el 17 de septiembre de 1939. Las fechas de inicio
de las hostilidades en la zona del océano Pacífico son varias y anteriores en el tiempo: La segunda guerra
chino-japonesa que comenzó el 7 de julio de 193756 o incluso la invasión japonesa de Manchuria a
partir del 19 de septiembre de 1931.78

Otros coinciden con el historiador británico A. J. P. Taylor, que sostenía que la guerra chino-japonesa y la
guerra en Europa y sus colonias ocurrieron simultáneamente y ambas se desataron en 1941. Otra fecha
de inicio a veces usada para la Segunda Guerra Mundial es la invasión italiana de Etiopía desde el 3 de
octubre de 1935.9 El también historiador Antony Beevor opina que la conflagración comenzó con la
batalla de Jaljin Gol entre Japón y las fuerzas de Mongolia y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
(URSS), de mayo a septiembre de 1939.10 En este artículo se seguirá la datación convencional.

La fecha exacta del fin de la guerra tampoco tiene un consenso universal. Generalmente se ha aceptado
que el conflicto terminó con el armisticio japonés del 14 de agosto de 1945, en lugar de la rendición
formal de Japón, que se produjo el 2 de septiembre y que puso final definitivo a las hostilidades en Asia.
En 1951 se firmó un tratado de paz con Japón.11 Décadas después, en 1990, un tratado sobre el futuro
de Alemania permitió la reunificación del país y resolvió muchos de los problemas de la posguerra en
Europa.12 Japón y la URSS no firmaron nunca un tratado de paz formal.

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