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Neural

Crest Development
in Fetal Alcohol Syndrome

Susan M. Smith, Ana Garic, George R. Flentke, and

Mark E. Berres

Laura Guillamet de Cambra

Martin López Calderon

Laura Mata Camacho

Teratología y malformaciones de las estructuras craneofaciales

Curso 2016/2017
Introducción

La exposición al alcohol prenatal (PAE) afecta de 9.1 a 50 cada 1000 nacimientos en Estados
Unidos, y de 68 a 89.2 cada 1000 en poblaciones con altos niveles de consumo de alcohol.

Provoca déficits cognitivos que imposibilitan la la habilidad de funciones en la sociedad


(funciones ejecutivas, aprendizaje, atención y habilidades motoras), pero el coeficiente
intelectual (QI) se afecta menos.

En modelos animales se ha visto que la PAE imposibilita procesos del neurodesarrollo:


Inducción neuronal, proliferación, supervivencia, migración, sinaptogénesis y formación de
sustancia blanca.

Tan sólo el 10% son diagnosticados porque tienen los déficits y las afectaciones faciales del
síndrome alcohólico fetal (FAS), pero ahora se pueden diagnosticar todos los casos gracias al
análisis detallado de antropométrica, haciendo como un diagnóstico útil la dismorfología
craneofacial.

Es difícil entender los mecanismos del etanol como otras sustancias teratógenas, ya que el
etanol no tiene tan solo un solo receptor. Por tanto, el etanol interacciona a concentraciones
tan bajas como 0.02% o 5mM.

El embrión y el fetus tienen mucha más vulnerabilidad al etanol comparado con los adultos.
Las concentraciones tienen una mediana de dos tercios los niveles en sangre materna. Esto
sucede porque el hígado fetal no lo puede metabolizar y depende de los mecanismos
catabolizadores de la madre.
Además, también se queda en el líquido amniótico.

Por esa razón no se recomienda el consumo de alcohol en el embarazo y en la lactancia.

Cambios craneofaciales en los trastornos del espectro alcohólico fetal (FASD)

El criterio diagnóstico incluye pequeñas fisuras palpebrales, filtrum aplanado y el labio superior
fino. A veces van acompañados con puente nasal aplanado, micrognatia, pliegues epicantal, y
la distancia interpupilar reducida.
Estos cambios van asociados con cambios del cartílago y huesos subyacentes, con un
aplanamiento de la àrea de la boca.
Klingenberg y compañeros estudiaron en 2010 con escaneres faciales la dismorfología facial
causada por la exposición prematura al alcohol mediante métodos de morfometria
geométrica, con niños clasificados con síndrome alcohólico fetal y otros como control.
Se valoró si los niños presentaban o no una línea media hacia la derecha y desplazamientos de
los puntos de referencia que se encuentran cerca de los ojos.
Los resultados diferian significativamente, ya que los niños clasificados con síndrome
alcohólico fetal tenían la línea media desplazada hacia la derecha y los puntos de referencia
cercanos a los ojos hacia la izquierda, de modo que concluyeron que la exposición prenatal al
alcohol causaba diferentes anomalías craneofaciales.

Imagen 1: Cambios faciales causados por el FASD

En un primer momento se pensó que el síndrome alcohólico fetal (FAS) era resultado de
factores ambientales y genéticos no relacionados con el alcohol. Sin embargo, se demostró
que los cambios faciales observados en el FAS se podían reproducir en ratones con PAE.

Algunos cambios faciales también se han observado en especies no humanas, como primates,
pollo, pez zebra y xenopus, significando que el efecto del etanol representa una acción
conservada en la evolución, y parece ser que también actua en los humanos con PAE.

El número de células de la cresta neural se reduce significativamente con el etanol, pero no


afecta la cresta neural uniformemente. La parte más afectada mayoritariamente es la
población de células de la cresta neural, reduciéndo su especialización a cartílagos y huesos
faciales, nervios craneales, estructuras dentales y vasos sanguíneos.
La especificidad del etanol hacia la cresta neural facial todavía no es bien sabida, pero puede
ser por la gran plasticidad y la capacidad de renovacion del la cresta neural no cartilaginosa, tal
como las diferencias entre estas dos poblaciones.

La acción compleja del etanol se basa en que éste tes capaz de interaccionar con múltiples
proteïnas. Por tanto afecta a múltiples momentos del desarrollo de la cresta neural,
incluyendo: inducción, expansión, apoptosis, migración y diferenciación.

Los efectos son:

Imagen 2: Efectos del etanol en el desarrollo de la cresta neural


• Gastrulación, mesodermo precordal: Aumento de la apoptosis, reducción de la shh y
acortamiento de la placoda precordal
• Neurogénesis, inducción de la cresta neural: Calcio transitorio, disminución de la
inducción del CN, reducción del shh.
• Migración de la cresta neural: Disminución de la cresta neural, reducción de los niveles de
ROS, apoptosis de la cresta neural, migración aberrante de la cresta neural
• Diferenciación y expansión craniofacial: Cerebro más pequeño, frente estrecha, parte
medial de la cara hipoplástica, filtrum alargado, labio superior fino, reducción de la shh,
condrogénesis precoz.




Efectos en la línea media, cerebro y sonic hedgehog (shh)

Tanto los individuos FASD lactantes maternos como los que no tienen las alteraciones faciales
típicas de FAS y se encuentran en el espectro de holoprosencefalia, incluyen hipoplasia de la
línea media, fusión y acortamiento de los arcos branquiales, filtrum aplanado, hipocelularidad
y estrechamiento del telencéfalo, prosencéfalo y bulbos olfatorios. El alto consumo de alcohol
también produce ciclopia.

En el momento de la formación de la placoda precordal y gastrulación, el PAE no afecta


directamente la cresta neural, pero si indirectamente impide el desarrollo del
neuroectodermo.

En ratones y pez zebra el etanol reduce significativamente la migración de la placa precordal,


con la apoptosis de las células del mesodermo precordal anterior, y reduce la expresión de
muchas señales del mesodermo precordal anterior como shh, FGF-8 y Foxa2.

Dos mecanismos distintos se utilitzan para avaluar la disminución del shh:

• El etanol disminuye el nivel de la proteína del shh, con la supresión de los ésteres de
colesterol.
El etanol baja los niveles de ester libres que inhibe la formación del shh.
Esta disminución de los ésteres de colesterol disminuyen el sustrato disponible para la
esterificación covalente del terminal –N de la proteína shh, el cual es necesario para la
asociación de la membrana proteica y la señalización del shh.

• El etanol activa la proteína kinasa A (PKA), que es un inhibidor endógeno de la
señalización del shh.
En ratones, el etanol eleva la actividad del PKA, incrementando el contenido nuclear
del señalizador del PKA pCREB juntamente con el PME.
Un tratamiento con el inhibidor del PKA KT5720 restaura la expresión del shh en el
anterior PME con una previa exposición al alcohol. También previene la apoptosis con
el anterior PME.

Éstos dos mecanismos contribuyen a la acción del etanol con la consequente pérdida de shh,
reduciendo la inducción del ectodermo, especialmente en la línea media neural anterior,
favoreciendo la holoprosencefalia.
Un estudio realizado por Kazushi Aoto y compañeros en 2008, se investigó como la exposición
fetal al alcohol activa la proteína kinasa A (PKA) y perjudica en la expresión de shh
mesodérmicas precordales, favoreciéndo la holoprolonsefalia.
El estudio se realizó con ratones embarazadas a las que se les administraba etanol y
posteriormente se examinó su efecto en la proteína kinasa A.
Como resultado, se vió que el etanol afecta en la expresión de células mesodérmicas
precordales, y está implicada en la patogénesis de la holoprosencefalia. También se observó
que la inhibición de la apoptosis excesiva en las células mesodérmicas precordales por
antioxidantes indica que el estrés oxidativo puede ser la base de las acciones teratogénicas del
etanol. Así, el tratamiento antioxidante puede ser una medida preventiva que podria reducir la
incidencia de holoprosencefalia después de la exposición al etanol fetal.

Con la pérdida de la inducción de la cresta neural, la exposición al etanol causa en la


gastrulación una rápida disminución en muchos primeros marcadores y señales neurales,
incluyendo Bmp4, Wnt6, FoxD3 y Snail2.

En conclusión, el etanol disminuye la inducción de la línea media, afecta a la formación de la


cresta neural y la placa neural, formando la cara “típica” (con labio superior fino, ausencia de
filtrum y línea media reducida).

Efectos en la migración de la cresta neural

El etanol también tiene un marcado efecto sobre la migración de las células de la cresta neural.
En respuesta al etanol, un menor número de células migran del prosencéfalo, mesencéfalo y
rombencéfalo de la cresta neural. Si la concentración de alcohol aumenta significativamente,
además del número de células que migran, también se ve afectada la ruta que toman en dicha
migración. Se ha comprobado, gracias a marcadores como NC-1, snai2 o Sox9, que a
concentraciones altas de etanol, se encuentran células de la cresta neural en el lumen del
rombencéfalo y del tubo neural.

Si se someten a concentraciones constantes de etanol (100-200 mM), la migración craneal de


las células de la cresta neural se ve alterada, perdiendo la simetría con respecto al eje medio
del embrión (línea primitiva). Utilizando el marcaje Sox10 EGPF, se han caracterizado las
alteraciones migratorias de dichas células. Las células de la cresta neural craneal migran una
distancia menor, en torno a un 50% menos, y muestran un movimiento retrógrado con
respecto a los ejes anteroposterior y mediolateral. Solo a concentraciones más elevadas se
ven alterados los mecanismos migratorios de las células de la cresta neural del tronco. Estos
hallazgos sugieren que el etanol interfiere en la capacidad de las propias células para migrar
y/o con el substrato que utilizan para ello. Además, estos cambios migratorios pueden
perdurar hasta 24h tras remoción del etanol en el medio (Rovasio and Battiato, 2002).

Para comprender en detalle las causas de las alteraciones migratorias de las células de la
cresta neural, se estudió su morfología celular. Las células migratorias de la cresta neural
suelen tener un aspecto estrellado con varios filopodios. La exposición al etanol provoca
rápidos cambios morfológicos en el citoesqueleto de las células, reduciendo el número de
filopodios y las adhesiones focales. Se reorganizan los filamentos de actina creando un eje
lineal, bipolar y sin tantas ramificaciones, provocando una reducción dosis-dependiente
(Czarnobaj et al., 2014) del perímetro y superficie de las células. Una posible hipótesis
etiológica sobre la alteración del la arquitectura del citoesqueleto celular es el efecto del
etanol sobre los niveles de calcio intracelulares. El calcio actúa como un potente regulador de
al adhesión focal y la arquitectura del citoesqueleto.

Efectos en la supervivencia y apoptosis de la cresta neural

Se ha comprobado, utilizando marcadores como el Snail2, Sox9, HNK1, CRABP-I y crestina, que
el etanol provoca la muerte de hasta un 50% de la células migratorias de la cresta neural. La
muerte de estas células se da por apoptosis, atendiendo a la evidencia disponible: apariencia
picnótica de las células, marcaje con marcadores apoptóticos TUNEL y la evitación de la
muerte celular utilizando inhibidores contra la caspasa (antiapoptóticos). Mediante la
administración de estos inhibidores, también se evitan los defectos craneofaciales,
confirmando el importante papel que juega la apoptosis en la dismorfía facial. La sensibilidad
al etanol de las células migratorias de la cresta neural es mayor antes de que se de la
migración y delaminación celular.

Además, se ha visto que las células que ya están programadas para morir por apoptosis tienen
una mayor sensibilidad a la apoptosis inducida por el etanol. La exposición al etanol produce
dos picos de apoptosis celular en los embriones de pollo. El primero se da tras pocas horas de
la exposición, mientras que el segundo, cuantitativamente más significativo, se da tras unas
12-13 horas de la exposición al etanol. Esta segunda oleada de muerte celular coincide con el
periodo de apoptosis endógeno que sufren las células de la cresta neural.
Se ha conseguido aislar el mecanismo por el cual el etanol provoca la apoptosis de las células
migratorias de la cresta neural. Incluso a concentraciones bajas de etanol (9 mM), el calcio
intracelular de la cresta neural aumenta notablemente (Fig. 3), medido utilizando indicadores
ratiométricos de Ca2+ FURA-2. El etanol se una a una proteína G unida a un receptor
desconocido, lo cual provoca la movilización del Ca2+. A consecuencia, se activan la proteínas
CaMKII (calcio calmodulina cinasa II) de la región craneal de la cresta neural. Ésta fosforila y
desestabiliza el efector transcripcional ß-catenina, encargada de proveer el apoyo trófico
necesario para el correcto desarrollo de la cresta neural. La ß-catenina se encarga de
interaccionar con los factores de transcripción TCF y LEF para iniciar la expresión génica. Se vio
que tras dos horas de exposición al etanol, los niveles de ß-catenina en los pliegues de la cresta
neural bajan considerablemente (Imagen 3). La CaMKII desestabiliza la ß-catenina mediante
fosforilación directa en tres secuencias altamente conservadas de la CaMKII: T332, T472 y
S552. Consecuentemente, se produce una apoptosis significativa (Imagen 3; puntos rojos) en
los neuroprogenitores dorsales etanol-expuestos del metencéfalo, incluyendo las células de la
cresta neural (Imagen 3; coloración verde), detectado utilizando anticuerpos contra el
marcador de la cresta neural Snail2. Por otro lado, el metencéfalo control con solución salina
muestra poca muerte celular.

Imagen 3: Eventos clave en la apoptosis etanol-inducida en un embrión de pollo

Estrés oxidativo y supervivencia de la cresta neural

El etanol induce estrés oxidativo celular por mecanismos como la supresión de la fosforilación
oxidativa y la acumulación de NADH por la oxidación del etanol. Las células de la cresta neural
tienen una menor actividad de la superóxido dismutasa (SOD) endógena, lo cual podría
incrementar su sensibilidad al estrés oxidativo provocado por los intermediarios de las
especies reactivas del oxígeno. Los radicales libres de oxígeno y el estrés oxidativo contribuyen
a la apoptosis de las células de la cresta neural. Creciendo en un cultivo expuesto al etanol, las
células de los pliegues neurales producen una cantidad considerable de especies reactivas de
oxígeno.

No se conocen con exactitud los mecanismos por los cuales las células de la cresta neural son
vulnerables y sufren daños al contacto con las especies reactivas de oxígeno. No se sabe si el
etanol actúa de manera similar a como lo hace en el hígado, suprimiendo la fosforilación
oxidativa o si las células de la cresta neural. Un posible mecanismo es que el etanol induzca un
aumento de la concentración de hierro libre. Tampoco se conoce si existe relación entre el
aumento del estrés oxidativo y el resto de acciones del etanol como el aumento de calcio
intracelular o la pérdida de soporte trófico. Una vez se conozcan las respuestas a estas
incógnitas el conocimiento del efecto teratógeno del etanol avanzará considerablemente.

Soporte trófico en la cresta neural

La exposición etanol a la gastrulación suprime claramente la señalización de Shh y a pesar de sus


efectos en esta vía, una posterior alteración en el desarrollo posterior de la cresta neural no está
de todo claro. Una exposición muy alta a etanol afecta en la migración de la cresta neural, dado
que suprime la expresión de los genes shh, ptc, y los tres gli. En estos embriones, la introducción
de shh exógenos da lugar a la expresión de la proteína implicada en la reducción de la apoptosis
de la cresta neural. De esta forma se explicaría el importante papel que tiene la pérdida de shh
en la muerte celular. Sin embargo, en cultivos de embriones de ratón en etapas similares,
sometidos a una concentración de etanol idéntica no alteró la expresión craneofacial de shh,
PTC1, o Gli1, por tanto, la señalización a través de la vía shh era normal. A pesar de esto, las
poblaciones de la cresta neural craneal si se vieron reducida y la morfología craneofacial fue
anormal. La base de estos resultados dispares, es desconocida y requiere una investigación
adicional.
Además de ß-catenina / Wnts y la señalización de Shh, la exposición de etanol pueden perjudicar
otros factores tróficos también implicados en la supervivencia de la cresta neural. El factor de
crecimiento neurotrófico neurotrofina-3, es una proteína que ayuda a la supervivencia y la
diferenciación de las neuronas existentes, así como también potencia el crecimiento y la
diferenciación de nuevas neuronas. Así pues, reducen selectivamente la gravedad de las
anomalías inducidas por etanol, y tanto la supervivencia de la cresta neural se ve mejorada como
también la proliferación, cuando se suministra exógenamente.
La cresta neural migratoria y premigratoria expresan el receptor de Trk-C, estos receptores son
expresados ampliamente en el sistema nervioso central y periférico durante el desarrollo. A
dichos receptores, se une fuertemente neurotrofina-3, por lo tanto, esto representa un efecto
directo sobre la cresta neural, que se ve inhibido por el etanol. Sin embargo, la afectación del
etanol directamente en la expresión de la neurotrofina-3 no está totalmente determinada.

Además de los efectos mencionados anteriormente sobre los depósitos colesterol-éster, el
etanol también es capaz de agotar las poliaminas en estadios tempranos (E8.75 - E9.5). Las
poliaminas desempeñan un papel fundamental durante la embriogénesis, están implicadas en
la regulación del crecimiento y la proliferación celular, así como también en la interacción entre
el ARN, el ADN y las proteínas. La cantidad de poliaminas, está regulada por el metabolismo y la
absorción de fuentes exógenas. El uso de ciertos inhibidores de la síntesis de poliaminas, como
sería la exposición al alcohol, provoca un crecimiento retardado del embrión y en el crecimiento
de células endoteliales. Estas reducciones en dependencia de la dosis provocan la disminución
de las concentraciones de putrescina, espermina, espermidina, y estas son imprescindibles para
la replicación del ADN. En resumen, la administración de etanol, en la etapa crítica del
desarrollo, perturba los niveles de poliaminas con diversos patrones, dependiendo del tejido y
su etapa de desarrollo provocando defectos en la cresta neural.
Las células de la cresta neural pre-migratorias son altamente proliferativa y emigran de forma
sincrónica en la fase S en el ciclo celular. Dichas poblaciones, tendrían una mayor susceptibilidad
a una reducción de la velocidad, provocada por la disminución de metabolitos celulares como
ésteres de colesterol y poliaminas, lo que podría provocar una detención del ciclo celular e iniciar
la apoptosis.
En conclusión, el etanol provoca una inhibición en la proliferación de la cresta neural y
neuroprogenitores, dado que el etanol no tiene un único receptor, sino que están implicados
múltiples mecanismos que aumentan la sensibilidad de la cresta neural a sufrir apoptosis.

Efectos del etanol dependientes de la concentración y posibles tratamientos para el


síndrome alcohólico fetal

Un estudio llevado a cabo por investigadores chinos (Shi Y. et al., 2014) los efectos del alcohol
en el desarrollo de la cresta neural de un embrión de Xenopus. Observaron que la exposición al
alcohol (2-4%) previa a la gastrulación induce la apoptosis en embriones de Xenopus, mientras
que el alcohol al 1% afecta específicamente la migración de la cresta neural sin observar
apoptosis. Además, el tratamiento con alcohol al 1% aumentó considerablemente el fenotipo
de cabeza pequeña (43,4% ± 4,4%, embrión total n = 234) y al 1,5% y 2,0% aumentaron
dramáticamente la deformación hasta 81,2% ± 6,5% (n = 205) y 91,6 % ± 3,0% (n = 235),
respectivamente (P <0,05).

Por otro lado, se vio que el 5-mehtiltetrahidrofolato restaura la migración de la cresta neural y
reduce la acumulación de homocisteína, resultando en la inhibición de las neurocristopatías
inducidas por el alcohol. El alcohol da lugar a la acumulación de homocisteína en fases
relativamente tardías, lo que indica un menor nivel de 5-MTHF durante el desarrollo de la
cresta neural temprana. La adición de 5-MTHF permite a la cresta neural la capacidad de
bloquear los efectos perjudiciales del alcohol en el desarrollo. Los estudios clínicos también
mostraron un aumento significativo del nivel de homocisteína sérica tras el consumo de
alcohol. Se ha observado que la homocisteína es un factor de riesgo para las neurocristopatías.
El alcohol parece perturbar la migración de la cresta neural obstruyendo la absorción de 5-
MTHF y aumentando la homocisteína. Este efecto perjudicial podría resultar en las
anormalidades del FASD. Por lo tanto, la modulación de un ciclo de carbono podría ser
beneficioso para la prevención del FASD. El estudio demuestra que la exposición prenatal al
alcohol causa anomalías en la migración de las células de la cresta neural y que el 5-
mehtiltetrahidrofolato podría ser beneficioso para el tratamiento de FASD.

Las influencias genéticas sobre la cresta neural

Los estudios realizados en gemelos monocigóticos y dicigóticos proporcionan una evidencia


sobre como los factores genéticos pueden modular la sensibilidad fetal a la teratogenicidad de
etanol. Esta vulnerabilidad genética se extiende a las poblaciones de la cresta neural. Por
ejemplo, las poblaciones de la cresta neural aislados de la cepa de ratón C57BL / 6J muestran
significativamente una mayor apoptosis en comparación con las poblaciones aisladas de ratones
ICR, al recibir exposiciones de etanol equivalentes.
Las diferencias en el contenido gangliósido (GM1) de la membrana pueden contribuir a una
vulnerabilidad diferencial, unos niveles significativamente más bajos de estos glucolípidos en las
células, que además se reducen en mayor grado por el etanol, aumentan el daño fetal. La
suplementación GM1 en el embrión, atenúa daño fetal de etanol. Los embriones diferentes
genéticamente, difieren significativamente en la severidad de la dismorfología craneofacial y la
apoptosis de la cresta neural después de la exposición de etanol equivalente.
Un estudio genético realizado en el pez cebra, ha identificado varios genes que modifican la
susceptibilidad a sufrir dismorfología craneofacial en embriones expuestos a etanol
incluyendo los genes: foxi1, hinfp, Marte, PDGFA, Plk1, y Vangl2. Conocimientos adicionales
sobre modificadores genéticos candidatos emergen de comparaciones transcriptoma de
embriones de etanol-sensibles y resistentes.

Tres estudios realizados muestran grupos de genes que distinguen significativamente las
respuestas de etanol, en incluyendo aquellos implicados en la biogénesis de ribosomas, el
empalme de ARN, la glucólisis/ gluconeogénesis, uniones estrechas, y los proteosomas.
La alteración de la biogénesis del ribosoma es la causa subyacente de las patologías
colectivamente conocidas como ribosomopatías. Se han adelantado varias hipótesis para
explicar los mecanismos por los cuales las deficiencias en la biogénesis ribosómica interfieren
con los procesos de desarrollo que conducen eventualmente a la aparición de estas
enfermedades. En los últimos años se ha puesto de manifiesto que la perturbación de este
proceso desencadena un punto de control del ciclo celular que, a través de la activación del
supresor de tumores p53, conduce a la detención del ciclo celular y la apoptosis. De hecho, la
evidencia se está acumulando a partir de estudios en modelos animales que la activación no
programada de p53 es responsable de las perturbaciones en la homeostasis de los tejidos que
causan el desarrollo de ribosomopatías como el síndrome de Treacher-Collins (TCS) y el
síndrome 5q. Estos hallazgos implican que la inhibición de p53, o bien, de los mecanismos que
conducen específicamente a la activación de p53 en respuesta a la inhibición de la biogénesis
ribosómica, podría estar dirigida en el tratamiento de ribosomopatías en las que se demuestra
que la activación de p53 desempeña un papel patogénico.
En estudios realizados en especies de ratones y de pollo, el etanol suprime de forma
espectacular la expresión de proteínas ribosoma una vez transcurridas 4-6 horas después de la
exposición etanol. Actualmente, la investigación de estos cambios relativos a la muerte celular
inducida por el etanol está en marcha. Por lo tanto, el análisis del transcriptoma proporciona
nuevos conocimientos sobre los mecanismos de etanol, en la cresta neural, así como en
alelismos que afectan a la vulnerabilidad individual a los daños de etanol.

Biogénesis ribosomal como diana genética de la teratogeniciad alcohol-inducida

No se conoce por completo el mecanismo por el cual el alcohol altera el desarrollo


craneofacial, ni los factores genéticos que pueden modificar la vulnerabilidad individual al
alcohol. Estudios posteriores realizados por el mismo grupo de investigadores (Smith et al.,
2017) intentaron profundizar en los mecanismos genéticos que provocan una mayor
sensibilidad a los cambios teratógenos producidos por el Síndrome Alcohólico-Fetal. Para
entender el mecanismo por el cual algunas células son más vulnerables se utilizó un modelo
aviar y se secuenció el transcriptoma craneal en respuesta al alcohol (52 mM). Los KEGG
(Enciclopedia de Genes y Genomas de Kioto) pathway con mayor número de clusters de genes
expresados diferencialmente fueron Ribosoma (P = 1.2 x 10−17, 67 genes), Fosforilación
Oxidativa (P = 4.8 x 10−12, 60 genes), RNA Polimerasa (P = 2.2 x 10−3 , 15 genes) y
Espliceosoma (P = 2.6 x 10−2 , 39 genes). La preponderancia de las transcripciones en estas
vías se vieron reprimidas en respuesta la alcohol. Entre los genes alcohol-vulnerables (1201)
expresados diferencialmente, se identificaron 525 genes superpuestos, de los cuales 257
tenían la misma dirección de cambio transcripcional. Estos incluyeron 36 genes ribosomales,
25 de fosforilación oxidativa y 7 epliceosómicos.

En embriones de pez cebra, se hizo un knockdown parcial de las proteínas ribosomales zrpl11,
zrpl5a y zrps3a, lo cual provocó un aumento de la vulnerabilidad a los déficits craneofaciales y
un aumento de la apoptosis. Este trabajo sugiere que la biogénesis ribosomal puede ser un
factor clave que medie el daño alcohol-indcido a la cresta neural. Estos hallazgos coinciden con
las observaciones de que las interacciones entre genes y el medio ambiente contribuyen a la
vulnerabilidad en el FASD.

Imagen 4: Aumento de la vulnerabilidad alcohol-inducida por knockdown de


proteínas ribosomales


Direcciones futuras

Ahora entendemos mucho más sobre cómo el etanol altera el desarrollo de la cresta neural.
produciendo dismorfologías craneofaciales. La capacidad del etanol para interactuar en
múltiples vías de señalización y la identificación de estas acciones heterogéneas ayudó a la
comprensión de la PAE. Además de la dosis y el momento de la exposición, existe una creciente
evidencia de como los antecedentes genéticos también modulan la dismorfología facial inducida
por el etanol. La capacidad del etanol para afectar negativamente a la inducción de la cresta
neural, la proliferación, la apoptosis, la migración, la diferenciación ayuda a la comprensión y el
diagnóstico del SAF.

Sin embargo, muchas preguntas siguen sin respuesta, como por ejemplo: ¿Cuál es el mecanismo
por el cual el etanol impide la inducción de la placa precordal y el papel que tiene aquí el tránsito
de calcio aquí? Otra pregunta interesante sería, ¿La influencia que tiene el etanol en la acción
de Shh, atenuando la inducción de la cresta neural? ¿Hay un papel para el etanol en la alteración
de la diferenciación de la cresta neural y la determinación del linaje? Por último, ¿Por qué las
células de la cresta neural son tan susceptibles a la apoptosis? Su pérdida de β-catenina es
claramente contributiva a dicha susceptibilidad, pero ¿Hay otro motivo para la aceleración de
su desaparición? Las respuestas a estas preguntas podrían ayudar a desarrollar el diagnostico,
así como también mejorar las posibles intervenciones para tratar el síndrome alcohólico fetal.


Bibliografía

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