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Sistema límbico

Pedro Andrés Villegas Camacho


Anderson Camilo Quintero bolaños
German Sebastián ortega goyes

Fundación universitaria maría cano


Facultad ciencias de la salud
Fisioterapia
Popayán - cauca
17 de octubre de 2017
EMOCIONES Y MEMORIA
DEL SISTEMA LIMBICO

LA CORTEZA LÍMBICA:
Está situada alrededor del cuerpo calloso, y esta intercambia información entre la
neocorteza y estructuras subcorticales del sistema límbico, esta es una área de asociación y
así podemos clasificarlo con algo que nos ha ocurrido como: agradable, desagradable,
doloroso, o placentero.

El giro cingulado: envuelve parte del cuerpo calloso y que es por su parte el nexo entre
los dos hemisferios cerebrales, se encarga de procesar y controlar la expresión de
emociones y aprenderlas. Parece también tener un papel importante en la motivación,
estando implicando en las conductas dirigidas a objetivos. Se ha demostrado que es esencial
también en el comportamiento materno, apego, y reacción a olores.
El giro cingulado permite que experimentemos tanto el dolor psicológico como el físico y
su estimulación eléctrica produce ansiedad, placer, miedo, erecciones peniles y agresión.

Es capaz de producir “sonidos emocionales” que no reflejan nuestro estado de ánimo


actual, es decir, es el área que nos permite fingir lo que sentimos o pretender sentir otra
cosa, por lo tanto, está asociado a la libre voluntad y al control voluntario y engañoso del
comportamiento.
El giro parahipocampal: se localiza en el área inferior de los hemisferios cerebrales,
debajo del hipocampo. Participa principalmente en la memoria, más específicamente, en el
almacenamiento y recuperación de recuerdos.

HIPOCAMPO: Está muy relacionado tanto con los procesos mentales relacionados con
la memoria como con aquellos que tienen que ver con la producción y regulación de
estados emocionales, además de intervenir en la navegación espacial, es decir, el modo en
el que nos imaginamos el movimiento a través de un espacio concreto. La principal función
del hipocampo es la de mediar en la generación y la recuperación de recuerdos en conjunto
con muchas áreas repartidas por la corteza y con otras áreas del sistema límbico.

Por tanto, tiene un papel muy importante en la consolidación de los aprendizajes realizados,
ya que por un lado permite que ciertas informaciones pasen a la memoria a largo plazo y
por el otro vincula este tipo de contenidos con ciertos valores positivos o negativos,
dependiendo de si estos recuerdos han estado asociados a experiencias placenteras o
dolorosas.

La relación entre el hipocampo y los recuerdos a largo plazo no es tan directa: este órgano
actúa como mediador, o directorio, de recuerdos, cuya aparición y desaparición está
asociada, por lo que se sabe sobre el funcionamiento de la memoria, a la activación y
desactivación de redes de neuronas distribuidas por muchas zonas del encéfalo. Dicho de
otro modo, el hipocampo no "contiene" recuerdos, sino que actúa como un nodo de
activación que permite que se activen distintos recuerdos distribuidos por diferentes partes
del encéfalo.

HIPOTALAMO:

El hipotálamo, forma parte del sistema límbico del cerebro. Las emociones como un
proceso psicológico del ser humano tienen su raíz en este sistema. Las emociones no se
generan específicamente en el hipotálamo, pero éste tiene una participación importante en
su manifestación.

Tiene muchas conexiones con áreas muy diversas del cerebro: lóbulos frontales, tronco
cerebral, médula espinal, hipocampo, amígdala, etc.

Posee sensores que provienen de la mayor parte de nuestro cuerpo: sistema olfativo, retinas,
vísceras. Además de ser capaz de captar la temperatura, los niveles de glucosa y de sodio,
niveles hormonales, En definitiva, influye en funciones autonómicas, en el sistema nervioso
simpático (típicas respuestas de estrés como aumento de los latidos del corazón y
sudoración), en el parasimpático (regulación de órganos internos cuando estamos en reposo),
funciones endocrinas, y comportamientos como reacciones emocionales, Se asocia con el
apetito (área hipotalámica lateral) y la saciedad (núcleo ventromedial del hipotálamo), las
respuestas sexuales, y la regulación de los ritmos circadianos (sueño y vigilia).
(ttps://www.lifeder.com/sistema-limbico/, s.f.)
LA AMÍGDALA: Una de las estructuras del sistema nervioso más estudiadas y más
directamente vinculada con las emociones. Tiene forma de almendra y se compone de dos
núcleos, cada uno situado en el interior de un lóbulo temporal, Por un lado, parece que
las hormonas del estrés que se liberan cuando tenemos una vivencia emocional importante,
hacen que se consoliden los recuerdos afectivos. Y todo ese proceso lo realiza la amígdala,
Además, esta área cerebral interviene en el reconocimiento de expresiones emocionales
faciales. Es un proceso que, aunque no lo parezca, se realiza de manera breve, automática, e
incluso inconsciente. Esto es muy importante para una interacción social adecuada.

Otra función esencial de la amígdala es procesar el miedo en el condicionamiento conductual.


Es decir, aprender que un estímulo o entorno está asociado a algún peligro, por lo que nuestro
organismo debe prepararse para defenderse, Por tanto, la amígdala se encargaría de aprender
y almacenar las memorias implícitas del miedo (más inconscientes); mientras que el
hipocampo adquiriría las memorias declarativas (aquellas que se pueden evocar
conscientemente).

Por ejemplo, un daño sólo en la amígdala dejando el hipocampo intacto haría que nos sujetos
no aprendieran a tener miedo de estímulos amenazantes, pero sí aprenderían las
circunstancias o ambiente donde ocurrió ese suceso, Mientras que una lesión exclusiva en el
hipocampo afectaría al aprendizaje de las claves contextuales conscientes, pero no alteraría
el aprendizaje del miedo condicionado.

AREA SEPTAL: Se sitúa justo encima de la comisura anterior y posee numerosas


conexiones con el hipocampo, el hipotálamo y otras áreas.Parece que se encarga de inhibir
el sistema límbico y el nivel de alerta cuando se han sobre activado por una falsa alarma.
Gracias a esta regulación, el individuo será capaz de mantener su atención y su memoria, y
estará listo para responder correctamente a las demandas del entorno, es decir, controla
estados de activación extremos que serían contraproducentes para nosotros. Los núcleos
septales, además, tienen una función integradora de aspectos emocionales, motivacionales,
de alerta, de memoria, y sensaciones placenteras como la excitación sexual.
CORTEZA INSULAR: Se localiza dentro de la cisura de Silvio y tradicionalmente parece
que tiene un importante papel en el procesamiento e interpretación del dolor, sobre todo su
área anterior, además, procesa aspectos subjetivos de emociones primarias como el amor, el
odio, el miedo, el enfado, la alegría y la tristeza. Se puede decir que da sentido a los cambios
del organismo, haciendo consciente a la persona de que tiene hambre o que quiere volver a
consumir cierta droga.

CORTEZA ORBITOFRONTAL: Tiene conexiones con áreas del sistema límbico como la
amígdala, encargándose así de codificar datos sobre las señales sociales, y planificar estas
interacciones con los demás, parece que participa en nuestra capacidad para averiguar la
intención de los demás por su mirada, gestos y lenguaje, sin embargo, no se puede negar su
influencia en el procesamiento emocional y en la valoración de recompensas y castigos.

Se ha demostrado que una lesión en esta área provoca desinhibición como hipersexualidad,
habla soez, chistes pueriles, falta de control de impulsos con las drogas, adicciones; así como
problemas para empatizar con los demás.

PATOLOGIAS DEL SISTEMA LIMBICO

Autismo

Parece que los circuitos límbicos implicados en la cognición social (como los que involucran
a la amígdala, el giro cingulado y la corteza orbitofrontal) no funcionan adecuadamente en
los individuos con trastornos del espectro autista.
El síndrome de Kluver-Bucy

Esta afectación surge de una extracción bilateral de la amígdala y parte de la corteza


temporal. Se observó que los sujetos presentaban hiperoralidad (exploraban todo con la
boca), hipersexualidad, apaciguamiento, pérdida de miedo y alimentación indiscriminada.

Encefalitis límbica

Consiste en un síndrome paraneoplásico que afecta principalmente al hipocampo, amígdala,


ínsula, giro cingulado y córtex orbito-frontal. Los pacientes desarrollan pérdida de memoria,
demencia y movimientos involuntarios.

Demencia

Ciertas formas de demencia pueden afectar al sistema límbico o partes asociadas,


produciendo síntomas de descontrol emocional. Por ejemplo, la demencia fronto-temporal se
asocia con síntomas de desinhibición propios de lesiones en el área orbito-frontal del cerebro.

Trastornos de ansiedad

Puede ser que en los trastornos de ansiedad exista un fallo en el control que deben ejercer las
estructuras corticales y el hipocampo en la modulación de la amígdala.

Esquizofrenia

En la esquizofrenia se da una reducción del volumen de áreas límbicas, las neuronas del
hipocampo no están debidamente organizadas y es más pequeño, y en la corteza cingulada
anterior y el tálamo hay menor número de células GABA (inhibidoras).

Epilepsia límbica

También denominada Epilepsia Medial del Lóbulo Temporal (MLT). En este tipo
de epilepsia, se generan lesiones en estructuras como el giro del hipocampo, la amígdala o
los uncus. Esto afecta a la memoria anterógrada, es decir, el paciente tiene dificultades para
aprender cosas nuevas. Además, estas personas son más propensas a sufrir ansiedad y
depresión.

Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

Hay autores que piensan que algún fallo en el sistema límbico puede ser la causa
del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Parece que el hipocampo de estos
pacientes es más grande, y también que no existen conexiones efectivas entre la amígdala y
la corteza orbitofrontal. Por ello, pueden participar en el comportamiento desinhibido típico
de estos sujetos.

Trastornos afectivos (depresión)

Según ciertos estudios, existen variaciones en los volúmenes de los lóbulos frontales,
ganglios basales, hipocampo y amígdala en estos trastornos. Aparentemente hay menor
activación en algunas zonas del sistema límbico. (López Mejía, Valdovinos de Yahya, &
Méndez-Díaz, s.f.)

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