Você está na página 1de 10

EL CANON BÍBLICO

1. INTRODUCCIÓN

“Porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.”

2 Pedro 1:21

La Biblia es en sí una colección de diferentes libros, escritos por más de cuarenta autores de
distintas épocas, hoy conocidos y aceptados por los cristianos, como inspirada por Dios,
pero ¿Cómo es que sabemos esto? Y ¿cómo es que llegaron a nuestras manos? el objetivo
de este ensayo será tratar de conocer cuáles son los libros inspirados y cómo, a través de la
historia, llegan a formar parte de lo que llamamos “canon bíblico”.

1.1. DEFINICIONES
1.1.1. CANON

El término “canon”, “probablemente es de origen semita (‫)קנה‬, de donde, a través del


griego (kanón), ha entrado en nuestras lenguas”. Este término, en su sentido primigenio,
significaba “caña”, más precisamente, “caña de medir”1

La palabra “canon” originalmente significaba “regla de medir”, por tanto “medida”. En


teología, su aplicación principal es a los libros recibidos como autoritativos y que
conforman nuestra Biblia. El canon protestante incluye 39 libros en el AT (como el canon
judío) y 27 en el NT. Los cánones católico romano y ortodoxo añaden siete libros y algunas
adiciones en el AT (LIBROS APOCRIFOS).

Se dice comúnmente que la prueba protestante de la canonicidad es la inspiración. Esto es,


los protestantes aceptan en su canon sólo aquellos libros que creen ser inspirados por Dios
y por lo tanto verdaderos, infalibles, la misma Palabra de Dios.2

1.1.2. INSPIRACIÓN

La palabra inspiración viene del griego theopneustos y su significado es “inspirado por


Dios” Una definición conceptual completa en cuanto a la inspiración de las escrituras y
dicha por el reconocido maestro de Biblia y escritor de varios libros, el hermano Samuel
Pérez Millos, lo define de la siguiente manera: “Es la operación divina ejercida sobre los
autores humanos, por la cual Dios les revela el mensaje a escribir, custodia su trabajo para
que no haya errores, pero sin alterar su propio estilo personal en la confección del original,
comunicando luego al trabajo hecho su aliento divino para que todo el escrito original sea
absolutamente Palabra de Dios, viva y eficiente u operante”3.

1
Miguel Pérez Fernández
2
J.D. Douglas, Merrill C. Tenney, DICCIONARIO BÍBLICO
3
Samuel, Pérez Millos, Síntesis de doctrina bíblica, 6 de junio del 2008

Pá gina 1
1.2. EL CANON Y LA INSPIRACIÓN

Los términos canónico e inspirado coinciden en que todos los libros canónicos deben ser
inspirados, y se asume que todos los libros inspirados están en el canon bíblico. Ahora,
difieren en su sentido ontológico, pues la inspiración viene de Dios y la canonicidad del
reconocimiento humano. De manera que, para que un libro sea canónico debe ser inspirado
pero, para que un libro sea inspirado no tiene que ser canónico. Esto es así, porque la
inspiración divina trasciende la canonización humana.
Declarar de las Escrituras, como ellas lo hacen de sí mismas, que son inspiradas por Dios,
es otorgarles la autoridad suprema que solo pertenece a Dios y que procede directamente de
El sin reducciones ni complicaciones que pudiesen ser impuestas por factores
contribuyentes. Esto significa que en su carácter plenario las Escrituras son, en su totalidad,
la Palabra de Dios escrita. Estas poseen la peculiaridad indiscutible de ser nada menos que
el edicto imperial -"Así dice Jehová."4

CAPITULO II

2. CANON

Como ya se ha mencionado arriba la palabra canon se convirtió en el término técnico que


distinguió los libros bíblicos, como poseyendo autoridad única. El proceso de la
canonización fue larga y compleja, por lo mismo será conveniente ver los eventos de la
historia anteriores, de manera breve se verá el canon hebreo, los 400 años de silencio, libros
apócrifos, la septuaginta hasta llegar al canon bíblico de la actualidad.

2.1. EL CANON HEBREO

Es importante conocer el canon hebreo para una mejor comprensión de la formación del
canon. “Los judíos denominan Tanak a su canon, palabra formada de la primera letra de las
divisiones de su Biblia: Torá (Ley), Nebiim (Profetas) y Ketubim (Escritos).”, “Este consta
de veinticuatro libros (en algunos casos veintidós) porque ciertos libros se agrupan
formando un solo tomo.”5

Estos libros se encuentran divididos en tres secciones:

2.1.1. LA TORÁH (LEY):

Esta colección agrupa cinco libros conocidos también como “Pentateuco” (cinco rollos), de
los cuales, según la tradición clásica judía, Moisés es el autor.

- Génesis
- Éxodo
- Levítico
- Números
4
Charles Lewis Sperry, TEOLOGÍA SISTEMÁTICA Tomo I: publicaciones Españolas,Inc.( 1986): 97
5
Josh McDowell, EVIDENCIA QUE EXIGE UN VEREDICTO, Traduccion castellana de Rene Arancibia
Muñoz: Editorial Vida: 34-35

Pá gina 2
- Deuteronomio

2.1.2. NEBI’IM (PROFETAS):

“Nebi’im” es un término plural en hebreo que significa “profetas”: “nabí” = profeta, y la


terminación “im” indica el plural. Con este nombre se designa a la segunda agrupación de
libros. Esta colección se encuentra dividida en dos grupos: los “Nebi’im ha-risonim”,
“profetas anteriores”, y los “Nebi’im aharonim”, “profetas posteriores”.

Los profetas anteriores son un conjunto de libros históricos en los que se encuentran:

- Josué - 1y2 Samuel


- Jueces - 1y2 Reyes

Los profetas posteriores están divididos en “mayores” y “menores”. Los profetas mayores
son:

- Isaías
- Jeremías
- Ezequiel

Los profetas menores son:

- Oseas - Nahúm
- Joel - Habacuc
- Amos - Sofonías
- Abdías - Ageo
- Jonás - Zacarías
- Miqueas - Malaquías

2.1.3. KETUBIM (ESCRITOS):

Los “Ketubim” = “escritos” constituyen la tercera agrupación del Canon Hebreo, y es la de


menor valor en el orden jerárquico de dicho canon. Parte de estos libros encontraron mucha
dificultad para ser aceptados en el canon. Algo importante que tenemos que resaltar es que
Daniel no es considerado como profeta en el Canon Hebreo, sino que pertenece al grupo de
los Escritos, probablemente porque fue escrito muy tardíamente (siglo II a.C.).

Es tos escrotos son:

- Salmos - Esther
- Job - Daniel
- Proverbios - Esdras y Nehemías
- Rut - 1y2 Crónicas
- Cantar de los cantares
- Eclesiastés
- Lamentaciones

Pá gina 3
2.1.4. FIJACIÓN DEL CANON HEBREO

Hay mucha controversia en la fecha exacta de la fijación del canon hebreo, por otra parte,
hay que tener claro que entre los judíos de Palestina había varios grupos con doctrinas y
principios propios, por ejemplo: fariseos, saduceos y esenios. Algunos de ellos aceptaban
una parte del canon y otra no, como es el caso de los samaritanos que sólo aceptaban la
Toráh. También hay que diferenciar entre los judíos palestinos y los de la diáspora (los
alejandrinos) quienes también aceptaban los llamados libros apócrifos, actualmente, hay
cierto consenso en que la unión del Canon Hebreo se llevó a cabo después del 70 d.C. Pues
antes de esta fecha la religión judía giraba en torno al Templo, de manera que, al faltar éste,
el judaísmo sufrió ciertos cambios y urgió tener un texto y para definir si un libro era
inspirado se siguieron tres criterios fundamentales:

a) La antigüedad: Para ser considerado inspirado, un libro debía haber sido escrito antes del
último profeta, Malaquías, en el siglo V a.C.

b) Debía estar escrito en la lengua sagrada, el hebreo.

c) Estar conforme con los principios religiosos del judaísmo farisaico.

2.2. LOS 400 AÑOS DE SILENCIO

El tiempo transcurrido entre los últimos escritos del Antiguo Testamento y la aparición de
Cristo, es conocido como el período “intertestamentario” (o entre los testamentos), porque
en este tiempo no hubo palabra profética de Dios. La atmósfera política, religiosa y social
de Palestina, cambió significativamente durante este período. Mucho de lo que sucedió fue
predicho por el profeta Daniel. (Daniel capítulos 2, 7, 8, y 11 y comparar los eventos
históricos).

Durante este tiempo Israel estuvo bajo el control de diversos imperios:

Israel estuvo bajo el control de imperio persa, del 532 al 332 a.C. Los persas permitieron a
los judíos practicar su religión con poca interferencia de su parte. Aún les fue permitido
reconstruir y tener adoración en el templo (2 Crónicas 36:22-23; Esdras 1:1-14). Este
período incluyó aproximadamente los últimos 100 años del período del Antiguo
Testamento y cerca de los primeros 100 años del período intertestamentario. Este tiempo de
relativa paz y contentamiento fue solo la calma antes de la tormenta.

Alejandro el Grande desafió a Darío de Persia, imponiendo el gobierno griego al mundo.


Alejandro fue un estudiante de Aristóteles, y fue bien educado en la filosofía y política
griega. Él ordenó que la cultura griega fuera promovida en cada territorio que conquistaba.
Como resultado, el hebreo del Antiguo Testamento fue traducido al griego, convirtiéndose
en la traducción conocida como la Septuaginta. La mayor parte de las referencias del
Nuevo Testamento a las Escrituras del Antiguo Testamento, utilizan el estilo de la
Septuaginta. Alejandro permitió la libertad religiosa a los judíos, aunque aún promovía los
estilos de vida griegos. Este no fue un buen giro de los acontecimientos para Israel, puesto
que la cultura griega era muy mundana, humanista e impía y por lo tanto, una amenaza para
la religión de Israel.

Pá gina 4
Después de la muerte de Alejandro, Judea fue gobernada por una serie de sucesores,
culminando con Antíoco Epífanes. Antíoco fue más allá de refutar la libertad religiosa para
los judíos. Cerca del 167 a.C., abolió la legítima línea del sacerdocio, y profanó el templo
contaminándolo con animales impuros y un altar pagano (ver Marcos 13:14). Esto fue el
equivalente religioso de una violación. Eventualmente, la resistencia judía contra Antíoco,
restauró el linaje sacerdotal y rescató el templo. A esto le siguió un período de más guerra,
violencia y luchas internas.

Cerca del 63 a.C. Popeyo de Roma conquistó Palestina, poniendo a toda Judea bajo el
control de los césares. Esto eventualmente condujo a que el emperador romano y el senado
pusieran a Herodes como rey de Judea. Esta sería la nación que cobraría impuestos y
controlaría a los judíos, y eventualmente ejecutarían al Mesías en una cruz romana. Las
culturas romana, griega y hebrea ahora estaban mezcladas juntamente en Judea, con la
común utilización de los tres idiomas.

Durante el período de la ocupación griega y romana, emergieron dos importantes grupos


político-religiosos. Los fariseos, quienes añadieron a la ley de Moisés, a través de la
tradición oral y eventualmente considerando sus propias leyes más importantes (ver Marcos
7:1-23). Mientras que las enseñanzas de Cristo, aunque ciertamente concordaban con las de
los fariseos, estaban en contra de su legalismo vacío y falta de compasión. Los saduceos
representaban a los ricos y aristócratas. Los saduceos, quienes ejercían el poder a través del
Sanedrín, algo equivalente a la Suprema Corte, rechazaban todos menos los libros mosaicos
del Antiguo Testamento. Ellos se rehusaban a creer en la resurrección, y eran generalmente
sombras de los griegos, a quienes admiraban grandemente.

El Nuevo Testamento nos cuenta la historia de cómo llegó la esperanza, no solo para los
judíos, sino para el mundo entero. El cumplimiento de las profecías en Cristo, fue
anticipado y reconocido por muchos de los que lo vieron. Las historias del centurión
romano, los reyes de oriente, y el fariseo Nicodemo, muestran cómo Jesús fue reconocido
como el Mesías por aquellos que vivieron en Sus días. “Los 400 años e silencio” llegaron a
su fin mediante la más grande historia jamás contada ¡el Evangelio de Jesucristo!

2.3. LIBROS APÓCRIFOS

Libros “Apócrifo” (del gr. “apo-kripto, apokryfos”) significa “escondido u oculto”. Son
aquellos libros que no forman parte del canon bíblico, Jerónimo, en el siglo cuarto, fue el
primero en denominar “apócrifos” a este grupo de literatura y son:

1 Esdras (alrededor de 150 A.C.) cuenta de la restauración de los judíos a Palestina después
del exilio babilónico tiene gran cantidad de material de Crónicas, Esdras y Nehemías, pero
el autor ha añadido mucho material legendario.

2 Esdras (100 D.C.) una obra apocalíptica que contiene siete visiones

Tobías (comienzos del segundo siglo A.C.) es una novela corta de tono firmemente
farisaico, exalta la ley, los alimentos limpios, los lavados ceremoniales, la caridad, el ayuno
y la oración.

Pá gina 5
Judit, (aproximadamente de mediados del segundo siglo A.C.) es también ficticio y
farisaico, la heroína es Judit una hermosa viuda judía.

Adiciones a Ester, (alrededor de 100 A.C.) en el A.T. Ester es un caso único donde no se
hace referencia el nombre de Dios, estas adiciones tienen largas oraciones atribuidas a Ester
y Mardoqueo, junto con un par de cartas supuestamente escritas por Artajerjes.

Las Sabidurías de Salomón, (alrededor de 40 D.C.) fue escrito para impedir que los judíos
cayeron en el escepticismo, materialismo e idolatría.

Eclesiástico, o Sabiduría de Sirac (alrededor de 180 A.C.)Manifiesta un alto nivel de


sabiduría religiosa, algo semejante al libro canónico de Proverbios y también contienen
muchos consejos prácticos.

Baruc (alrededor del 100 D.C.) se presenta a sí mismo como habiendo escrito por Baruc el
escriba de Jeremías, en el año 582 A.C. El libro aconseja a los judíos que no vuelvan a
rebelarse sino que estén sumisos al emperador.

El canto de los Tres Jóvenes Hebreos sigue a Daniel 3:23 en la Septuaginta. Toma prestado
mucho de su contenido del Salmo 148 y es antifonal como el Salmo 136.

Historia de Susana Ella era la esposa de un judío principal de babilonia, que fue acusada de
adulterio pero Daniel descubre la mentira y Susana es declarada inocente.

Bel y el Dragón fue añadido aproximadamente en el mismo tiempo y se le llamo capítulo


14 de Daniel. Su propósito principal era demostrar la necedad de la idolatría.

La oración de Manases fue compuesta en tiempos de los Macabeos (siglo segundo A.C.) en
calidad de la supuesta oración de Manases, el malvado rey de Judá.

1 Macabeos (siglo primero A.C.) describe las hazañas de los tres hermanos macabeos
Judas, Jonatán y Simón.

2 Macabeos (del mismo tiempo) no es continuación de 1 Macabeos, sino un relato paralelo,


ocupándose únicamente de las victorias de Judas Macabeo.

Estos libros no son reconocidos ni por judíos ni cristianos, pues no cuentan con los
requisitos para la canonicidad.

2.4. SEPTUAGINTA
La Septuaginta, comúnmente designado LXX, es la más antigua versión griega del Antiguo
Testamento de la Biblia, según dice la tradición esta traducción fue hecha alrededor del
siglo III a.C., atendiendo a una carta enviada por Demetrio de Falerón al rey de Judea, en la
que pedía una traducción de la Ley Judía para la biblioteca real. Se dice que esta labor fue
llevada a cabo por 72 hombres en 72 días, de ahí el nombre de la traducción: “Versión de
los LXX o Septuaginta”.

Pá gina 6
En fin, el Canon Alejandrino son los libros admitidos como inspirados en la Septuaginta,
incluyendo los apócrifos del Antiguo Testamento. La Septuaginta está dividida en 5 grupos:
Pentateuco, libros históricos, profetas mayores y menores y sapienciales. La mayoría de las
Biblias, a la hora de tomar el Antiguo Testamento, adoptan el orden del Canon Alejandrino.
Además, fue esta la versión que usaron los primeros cristianos; inclusive, casi todas las
citas que aparecen en el Nuevo Testamento del Antiguo Testamento, fueron tomadas de la
Septuaginta, no de la Biblia Hebrea.

2.5. CANON BÍBLICO

Después de haber visto las Escrituras en la antigüedad y como fue siendo aceptada en los
tiempos de Jesús, y que los apóstoles también citaban textos del A. T. podemos ver como
en el primer siglo el Antiguo Testamento, los evangelios y las cartas paulinas fueron
aceptadas en las diferentes iglesias entonces podemos ver que ya para el segundo siglo las
persecuciones contra la iglesia había disminuido y muchas veces se juzgaba a algún
cristiano solo si alguien lo acusaba o en algunos casos era el populacho quienes empezaban
con los rumores para tales casos eran los cristianos quienes debían para los rumores, a estos
defensores de la fe se los conocía como apologistas, pero por otra parte el paganismo
empezó a entrar en la iglesia algunos comenzaran a ofrecer sus propias interpretaciones de
la fe cristiana, esto representaba un gran peligro para el cristianismo, porque lo que muchas
gentes buscaban no era una doctrina única, sino un sistema que de algún modo combinara
todas las doctrinas, tomando un poco de cada una. Lo que estaba en juego, por tanto, no era
sencillamente tal o cual elemento del cristianismo, sino más bien la cuestión fundamental
de si la nueva fe tenía o no un mensaje único, y en qué sentido ese mensaje era único.

En este tiempo aparecieron los gnósticos.

2.5.1. GNOSTICISMO

(gr., gnosis, conocimiento). Aunque a veces se usa en referencia a la falsa enseñanza en el


período en que se escribió el NT, la palabra describe más precisamente los sistemas de
conocimiento opuestos al cristianismo ortodoxo en los siglos II y III. Ligaba aspectos del
cristianismo tradicional con ideas atractivas tomadas de la filosofía griega y la religión
oriental, la magia y la astrología. Sus temas principales eran los siguientes: el Dios
verdadero es espíritu puro y mora en el ámbito de luz pura, separado totalmente de este
mundo oscuro. Este mundo es malvado, porque está compuesto de materia y la materia es
malvada. El Dios verdadero no tiene nada que ver con él, porque fue creado por un dios
menor y fue un error. La gente de este mundo normalmente está compuesta por cuerpo y
mente, pero en algunas personas hay una chispa de espíritu puro. Tales personas
espirituales necesitan ser rescatadas de este mundo malvado; por lo tanto hace falta un
Salvador. Jesús, quien es espíritu puro, aunque parece tener cuerpo y mente, es el Salvador
que viene del Dios verdadero en la luz para traer el conocimiento (gnosis) del ámbito
espiritual de la luz. Por lo tanto, aquellos que tienen la chispa de espíritu pueden recibir el
conocimiento y reunirse con el Dios verdadero6.

6
J.D. Douglas, Merrill C. Tenney, DICCIONARIO BÍBLICO

Pá gina 7
Durante todo el siglo segundo, el gnosticismo fue una amenaza seria para el cristianismo.
Los principales dirigentes de la iglesia se le opusieron, porque veían en él una carencia de
varias de las principales doctrinas cristianas: la creación, la encarnación, la resurrección,
etc.

En este tiempo apareció otro maestro cuyas enseñanzas, parecidas al gnosticismo,


constituyeron también una amenaza para el cristianismo.

2.5.2. MARCIÓN

Marción era hijo del obispo de Sinope, en la región del Ponto. Allí había conocido la fe
cristiana. Pero al mismo tiempo Marción parece haber sentido dos fuertes antipatías: contra
este mundo material, y contra el judaísmo. Por lo tanto, su doctrina combina estos dos
elementos.

Marción pensaba que este mundo era malo, y que por tanto su creador debía ser un Dios, si
no malo, al menos ignorante. En lugar de inventar toda una serie de seres espirituales, al
estilo de los gnósticos, lo que Marción propuso era mucho más sencillo. Según él, el Dios
del Nuevo Testamento y Padre de Jesucristo no es el mismo Jehová del Antiguo
Testamento. Hay un Dios supremo, que es el Padre de Jesucristo, y un ser inferior, que es
Jehová. Fue Jehová quien hizo este mundo. El propósito del Padre no era que hubiera un
mundo como éste, con todas sus imperfecciones, sino que hubiera un mundo puramente
espiritual. Pero Jehová, o bien por ignorancia o bien por maldad, hizo este mundo, y en él
colocó a la humanidad.

Todo esto quería decir que Marción tenía que deshacerse del que hasta entonces había sido
la parte principal de las escrituras cristianas. Si el Antiguo Testamento Antiguo Testamento
era palabra de un ser inferior, no podía leerse en la iglesia, ni podía tampoco ser la base de
la enseñanza cristiana. Por tanto, Marción compiló una lista de libros que deberían ser,
según él, las escrituras cristianas.

Al igual que el gnosticismo y quizás más Marción y sus doctrinas representaron una seria
amenaza para el cristianismo del siglo segundo. También él negaba la creación, la
encarnación y la resurrección final. Pero aún más, Marción llegó a organizar su propia
iglesia, con sus obispos rivales de los de la otra iglesia, y por tanto sus enseñanzas tendían a
perpetuarse. Y la propaganda marcionita dentro del resto de la iglesia era impresionante,
sobre todo porque sus doctrinas parecían tan sencillas y lógicas.

2.5.3. LA RESPUESTA DE LA IGLESIA: EL CANON

Hasta ese tiempo no había una lista de libros de las Escrituras. Para los cristianos, las
“Escrituras” eran los libros sagrados de los judíos, por lo general en la versión griega
llamada “Septuaginta”. Además, se acostumbraba leer en las iglesias alguno de los
Evangelios y cartas de los apóstoles, particularmente de Pablo. A nadie parece habérsele
ocurrido hacer una lista de los libros cristianos que deberían formar el “Nuevo
Testamento”. En consecuencia, en unas iglesias se leía un Evangelio y en otras otro. Y lo
mismo sucedía con otros libros. Pero ahora, ante el reto de Marción, la iglesia se vio
obligada a reunir una lista o grupo de libros sagrados. Tal lista no se hizo de modo formal

Pá gina 8
no hubo una reunión o concilio para determinarla sino que poco a poco se fue formando un
consenso dentro de la iglesia. Algunos libros que habían sido usados por algunas iglesias
locales cayeron en desuso y no se incluyeron en el Nuevo Testamento

Acerca del Antiguo Testamento, todos, excepto los gnósticos y los marcionitas,
concordaban en que debía formar parte de las Escrituras. Naturalmente, los cristianos
estaban conscientes de las dificultades señaladas por Marción. Pero no estaban dispuestos,
por el solo hecho de tales dificultades, a deshacerse de la relación histórica entre la iglesia e
Israel. La fe cristiana no era algo nuevo en el sentido de que Dios no hubiera estado
preparando el camino para su advenimiento. El Antiguo Testamento daba testimonio de esa
preparación.

En cuanto a lo que hoy llamamos el Nuevo Testamento, los libros que primero encontraron
acogida general fueron los Evangelios. Porque cada uno de ellos relatan de diferente
manera la vida de Jesús pues estos cristianos del siglo segundo, que decidieron incluir todos
estos evangelios en el canon o lista de libros sagrados, no eran tontos. Ellos estaban
conscientes de que los diversos Evangelios eran distintos. Si no lo hubieran sabido, no
habrían tenido razón alguna para incluir más de uno.

La respuesta es que la iglesia estaba enfrentándose al reto de los gnósticos y de Marción.


Los gnósticos decían que el mensajero divino había dejado sus enseñanzas secretas en
manos de algún discípulo preferido, y así circulaban supuestos evangelios que pretendían
contener esos secretos. Uno de ellos, por ejemplo, es el Evangelio de Santo Tomás.

Cada grupo gnóstico decía tener su propio evangelio, y una tradición secreta que les unía
con el Salvador. Frente a tales pretensiones, la iglesia optó por mostrar que sus doctrinas
tenían el apoyo, no de un evangelio supuestamente escrito por tal o cual apóstol, sino de
varios Evangelios

Junto a los Evangelios, el libro de Hechos y las epístolas paulinas lograron aceptación
general desde fecha muy temprana. Otros libros, tales como el Apocalipsis, la Tercera
Epístola de Juan, y la Epístola de Judas, tardaron más tiempo en ser universalmente
aceptados. Pero ya a fines del siglo segundo la mayor parte del Nuevo Testamento había
venido a formar parte de las Escrituras de todas las iglesias cristianas: los cuatro
Evangelios, Hechos y las epístolas paulinas.

Cuando por fin un Concilio de la iglesia el Sínodo de Hipona en el año 393 D.C. elaboro
una lista de 27 libros del Nuevo Testamento, no les dio ninguna autoridad que ellos no
hubieran ya tenido sino que simplemente reconoció su canonicidad establecida
previamente.

2.6. CONCLUSIÓN

Es trabajo fue necesario para tener conocimiento del desarrollo del canon y como a lo largo
del tiempo muchas personas quisieron distorsionar las Escrituras con doctrinas falsas y no
con lo que Dios nos dice en su Palabra, ahora podemos estar seguiros que la Biblia es
confiable porque es la revelación de Dios puesta en la mente del hombre y que fue escrita y

Pá gina 9
redactada bajo la directa inspiración del Espíritu Santo y que constituye la única e infalible
Palabra de Dios, distinta de todos los demás libros del mundo.

BIBLIOGRAFÍA

Justo L. Gonzales, HISTORIA DEL CRISTIANISMO Tomo 1, Desde la rea de los


martirez hasta la era de los sueños frustrados: Editorial Unilit Miami, Fl. U.S.A.
Charles Lewis Sperry, TEOLOGÍA SISTEMÁTICA Tomo I: publicaciones Españolas,Inc.
1986

Josh McDowell, EVIDENCIA QUE EXIGE UN VEREDICTO: Editorial Vida

Jesse Lyman Hurlbut, HISTORIA DE LA IGLESIA CRISTIANA: Editorial Vida

DESCUBRE LA BIBLIA. MANUAL DE CIENCIAS BÍBLICAS. Sociedades Bíblicas


Unidas. Gotilla, Jaime. 2003

J.D. Douglas, Merrill C. Tenney, DICCIONARIO BÍBLICO, Editorial Hundo Hispano


2003

Gleason L. Archer , RESEÑA CRÍTICA DE UNA INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO


TESTAMENTO 1987

Pá gina 10

Você também pode gostar