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Cuestionario Etica para Amdor
Cuestionario Etica para Amdor
Prólogo
1. En estas primeras páginas podemos apreciar ya el tipo de estructura
narrativa que el autor ha elegido para esta obra. ¿Podrías describirla?
El autor enfoca el texto como si se tratara de una larga carta dirigida a su hijo
Amador. Podemos afirmar, entonces, que nos encontramos ante una obra de
estructura epistolar. Savater utiliza la primera persona del singular para
referirse a sí mismo y la segunda persona del singular para interpelar al
destinatario.
Debemos ser conscientes, no obstante, de que la estructura elegida es en
realidad un artificio narrativo: se pretende que el receptor de la obra sea un
público mucho más amplio que el hijo del autor. Amador se convierte, por
tanto, en todos los jóvenes que tienen aproximadamente su misma edad.
I. De qué va la ética
1. En este capítulo podemos encontrar definiciones de lo «bueno» y de lo
«malo».
Solemos llamar «bueno» a aquello que «nos conviene» (p. 16) mientras que a
todas aquellas cosas que «nos sientan pero que muy mal» (p. 16) solemos
llamarlas «malas».
3. ¿Qué relación se plantea en este capítulo entre «libertad» y «culpa» (p. 24)?
Entenderemos por ética la capacidad que tiene cualquier ser humano de ejercer
su libertad conscientemente para conseguir llevar la vida que ha elegido. Es el
«saber vivir, o arte de vivir» (p. 25).
Mientras que las órdenes y las costumbres suelen venir dadas por uno o varios
agentes externos, los caprichos surgen de nuestro fuero interno, de ahí que nos
sintamos más libres cuando actuamos guiados por un capricho que por una
orden o una costumbre. No obstante, hemos de relativizar esta opinión, ya que
en ocasiones los caprichos surgen también de la imitación del entorno o de
nuestro empeño por revertir una orden, es decir, de nuestro empeño por llevar
la contraria. Además, en muchas ocasiones también debemos ejercer nuestra
libertad ante las órdenes planteándonos si realmente sirven a nuestro objetivo
de elegir lo más conveniente para nuestra vida. Algo similar puede ocurrir ante
la motivación que provocan las costumbres.
2. Ya hemos dicho que tanto los caprichos como la libertad parecen surgir de
nuestro fuero interno en lugar de venir impuestos desde fuera. Aun así,
hay diferencias fundamentales entre los unos y la otra. ¿Cuáles son?
La libertad implica una elección, hacer lo que queramos pero de manera
razonada. Los caprichos, por el contrario, se rigen por la simple apetencia, por
el impulso.
3. ¿Qué se entiende en este capítulo por la «buena vida humana» (p. 54)?
En primer lugar, se trata de conseguir disfrutar de nuestra existencia sin ser
empujados por el miedo a la muerte, que es lo que suele hacernos actuar de
forma caprichosa y olvidando qué es lo que realmente queremos conseguir en
nuestra vida a largo plazo. En segundo lugar, para vivir una buena vida humana
debemos hacer uso de nuestra libertad razonada. Además, si queremos que sea
en verdad «humana», tenemos que mantener y cuidar nuestras relaciones con
otros seres humanos por encima de las que mantengamos con las cosas.
V. ¡Despierta, baby!
1. ¿Cómo podemos conseguir darnos la buena vida humana?
Desde luego, no debemos, como Esaú, dejarnos arrastrar por la inminencia de
la muerte o, si se prefiere, por la angustia que puede despertar en nosotros la
conciencia de la brevedad de la vida. Tampoco, como Kane, debemos vender lo
humano para conseguir bienes materiales.
Tenemos que tener las manos libres para poder actuar; si las tenemos
ocupadas sujetando nuestras posesiones, no podremos vivir. Si
«instrumentalizamos» a los humanos, obtendremos de ellos el mismo trato que
nosotros les dispensamos.
4. Una vez concluida la lectura del capítulo, ¿qué crees que quiere decir su
título?
«¡Despierta, baby!» es una llamada de atención, una invitación a que seamos
conscientes de que no debemos regirnos según la opinión de los demás. Como
el autor dice en la página 66:«nadie puede ser libre por ti», así que debemos
actuar de acuerdo con nuestro propio criterio de qué es la buena vida.
2. ¿Por qué debemos tratar humanamente a todas las personas que nos
encontremos sea cual sea su naturaleza?
Porque nos conviene. Recordemos de nuevo la función del egoísmo en nuestra
aspiración de «darnos la buena vida»: no puedo aspirar a llevar una vida
humana si no estoy en contacto con otros seres de mi especie, por tanto,
aunque esos otros seres no sean tan buenos o tan perfectos como a mí me
gustaría, los necesito para llevar una buena vida.
5. ¿En qué aspectos podría beneficiarnos vivir y actuar como una «universalidad
política»?
De acuerdo con el autor, hay ciertas tareas políticas, como la conservación del
planeta en que vivimos, la resolución de conflictos bélicos, etcétera, que tan
sólo se pueden resolver actuando como humanidad y no como «tribu». Contra
ese principio de universalidad política actúan ciertas doctrinas como el
«racismo», los «nacionalismos feroces» y las «ideologías fanáticas, religiosas o
civiles».