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FACULTAD DE INGENIERÍA QUÍMICA

ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE INGENIERÍA


AMBIENTAL

“EL SISTEMA ENERGÉTICO ACTUAL”


CURSO
ENERGÍAS NO CONVENCIONALES
DOCENTE
Campos Ramos, Ricardo Edmundo
INTEGRANTES

 Castro Roldán, Pablo


 Esparza Murrugarra, Fabio
 Julián Bacilio, Cynthia
 Pezo Meléndez, Mabel
 Zavala de la Cruz, Bernardet

2018
TRUJILLO-PERÚ
CONTENIDO
1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................3
2. FUNDAMENTO TEÓRICO ...............................................................................................3
2.1. EL CAMBIO CLIMÁTICO ........................................................................................... 3
2.2. LA DEFORESTACIÓN................................................................................................ 4
2.2.1. CAUSAS DE LA DEFORESTACIÓN .......................................................................... 5
2.2.2. CONSECUENCIAS DE LA DEFORESTACIÓN ............................................................ 6
2.3. EL PELIGRO NUCLEAR ............................................................................................. 7
2.3.1. IMPLANTACIÓN DE LA ENERGÍA NUCLEAR ........................................................... 7
2.4. DESEQUILIBRIOS GEOPOLÍTICOS Y ECONÓMICOS ...................................................... 9
3. CONCLUSIONES .......................................................................................................... 12
4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................................................... 12

.
1. INTRODUCCIÓN
Los efectos del cambio climático son tangibles al igual que las acciones de contrarrestarlo.
Estas acciones pueden ser de mitigación, para prevenir emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI) o reducir su concentración atmosférica, o adaptación, para adaptarse al
clima real o esperado y su efectos (IPPC, 2015). Actualmente, tanto la mitigación como la
adaptación son ampliamente aceptadas como acciones interrelacionadas para abordar el
cambio climático. Sin embargo, cualquier medida de adaptación puede tener impactos
ambientales no deseados (Klein, et al., 2005). La adaptación al cambio climático está en la
intersección de la ciencia, las comunidades y toma de decisiones, con diferentes escalas
espaciales y temporales (Carlson & McCormick, 2015).
Existen muchos estudios teóricos y empíricos que se centran en la relación entre el consumo
de energía y el crecimiento económico, tanto en las economías industrializadas como en las
emergentes, con hallazgos mixtos. En efecto, hay tres hipótesis principales que se han
extraído de los estudios realizados sobre el nexo entre el consumo de energía y el
crecimiento económico. Primero, la hipótesis de causalidad unidireccional, que incorpora
las hipótesis de crecimiento conservador y económico (Omri, 2014). La segunda forma de
relación se llama hipótesis de causalidad bidireccional. Esto también se conoce como la
hipótesis de retroalimentación. La tercera forma relacional se llama la hipótesis de la
causalidad neutral, lo que sugiere que virtualmente no existe una relación significativa entre
el crecimiento económico y el consumo de energía (Ozturk, 2010).

2. FUNDAMENTO TEÓRICO
2.1. EL CAMBIO CLIMÁTICO

Desde el inicio de la era industrial, el consumo de energía proveniente de los


combustibles fósiles -carbón, petróleo y gas natural- ha ido en aumento. La sociedad,
tal y como la conocemos hasta ahora, está basada en estas fuentes de energía y en ellas
hemos basado nuestra economía. Pero la quema de los combustibles fósiles es la
responsable de la producción de los gases de efecto invernadero, causantes del
calentamiento global.

La quema de combustibles fósiles arroja a la atmósfera una media de 3 Kg de carbono


por persona y por día. Los combustibles fósiles se queman casi exclusivamente para
producir energía cuyo consumo por habitante en el Primer Mundo es siete (7) veces
más alto que en el Tercer Mundo.

El modelo económico y productivo dominante identifica bienestar con expansión y ésta


con consumo de energía creciente (desde principios de siglo se ha multiplicado por 30).
El 75 % de la energía que se utiliza procede de combustibles fósiles: petróleo (32 %),
carbón (26 %) y gas natural (17 %), que producen unas 6 Gt (giga toneladas) anuales de
CO2. Sin haberlo planeado nos encontramos en los límites del sistema económico
actual, bastante antes del anunciado agotamiento de los recursos. El 30% del total de
energía consumida en el mundo se emplea, como consumo final para transporte. Se
estima que origina el 25% de las emisiones de carbono a la atmósfera, además del 47%
de los óxidos de nitrógeno y cantidades semejantes de hidrocarburos y monóxido de
carbono. El transporte de mercancías por carretera en camiones de 40 Toneladas
métricas produce 5 veces más CO2 que por ferrocarril, y sin embargo, se prevé un
crecimiento del 40 al 70% en los próximos 20 años del transporte por carretera. Por
otro lado desde varios observatorios repartidos por el globo indican que hay
ligeramente más dióxido de carbono alrededor del hemisferio Norte que del hemisferio
Sur.

En una entrevista durante el 2014 el, en ese entonces, coordinador de Conservación


de Bosques del Ministerio del Ambiente, Gustavo Suárez De Freitas, explicó que las
razones principales son la tala y quema de árboles, el inadecuado manejo de la tierra y
la ganadería en el sector agricultura, así como el alto consumo de energía, agua y
transporte en las ciudades. En ese mismo año se aseguró que 380 mil toneladas de CO2
son emitidas diariamente en el Perú; un peruano promedio emite 4.7 toneladas de CO2
al año

No faltan vías de solución a los problemas que enfrenta el planeta, sino voluntad
política de llevarlas a cabo, como ejemplo véase que a lo largo de los últimos diez años
menos del 1% de los préstamos del Banco Mundial se han dirigido a proyectos de
eficiencia. Las energías renovables todavía reciben una atención meramente simbólica
de muchos gobiernos, a pesar de ello, suministran el 20% del consumo mundial, y para
el año 2030 estarían en situación de cubrir el 70% si se impusiera la racionalidad
energética.

2.2. LA DEFORESTACIÓN

La deforestación es la pérdida o destrucción de los bosques naturales, principalmente


debido a actividades humanas como la tala y quema de árboles para madera, la
limpieza de la tierra para el pastoreo del ganado, habilitación de tierras para la
agricultura, operaciones de minería, extracción de petróleo, construcción de presas,
expansión de las ciudades u otros tipos de desarrollo y expansión de la población.

En definitiva podríamos decir que la deforestación es la utilización y pérdida de los


bosques para otros fines como agrícolas, industriales o urbanos.
De acuerdo con la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones
Unidas (FAO), se estima que 7,3 millones de hectáreas de bosques se pierden cada año.

Los bosques cubren el 31% de la superficie terrestre de nuestro planeta. Producen


oxígeno vital y proporcionar viviendas para las personas y la vida silvestre. Muchos de
los animales más amenazados del mundo viven en los bosques, y 1,6 millones de
personas dependen de los bosques que les ofrecen sus beneficios, incluyendo
alimentos, agua potable, ropa, medicina tradicional y refugio.
2.2.1. CAUSAS DE LA DEFORESTACIÓN
No toda la deforestación se produce por culpa de los humanos, a veces, puede
ser causada por procesos naturales. Las inundaciones, las erupciones
volcánicas, los terremotos, Tsunamis y los fuegos son las principales causas
naturales de la deforestación, pero aun así, el 95% de la culpa de la
deforestación es por culpa de los seres humanos.

El WWF informa que la mitad de los árboles retirados ilegalmente de los


bosques se utilizan como combustible.

Otras causas principales:

Para dejar tierras disponibles para la vivienda y la construcción de


urbanizaciones: Se cortan los árboles para la construcción de carreteras
debido a la superpoblación.
Para utilizar la madera para crear artículos comerciales, tales como papel,
muebles y casas: Las industrias basadas en la madera como el papel,
cerillas, muebles, etc. también necesitan una cantidad considerable de
suministro de madera.
Muchas industrias de productos petroquímicos liberan sus desechos a los
ríos, que se traduce en la erosión del suelo y hacen que no sean aptos para
cultivar plantas y árboles.
Para crear espacio para uso agrícola y ganadero: Debido al crecimiento
excesivo de la demanda de productos alimenticios, gran cantidad de
árboles se eliminaron para el cultivo y para el ganado.

Figura 1. Causas de la deforestación


2.2.2. CONSECUENCIAS DE LA DEFORESTACIÓN
La pérdida de la biodiversidad: Esta es probablemente la consecuencia más
grave de la deforestación. En pocas palabras, significa la destrucción y la
extinción de muchas especies de plantas y animales, muchos de los cuales
siguen siendo desconocidos y cuyos beneficios se quedarán sin descubrir.
La desertización: Cuando se eliminan los bosques, la cobertura del suelo,
que consiste principalmente en la vegetación, se elimina también. Esto deja
el suelo desnudo y expuesto a condiciones extremas producidas por el calor
del sol y el agua de lluvia, convirtiéndose en desierto. Los suelos forestales
son húmedos, pero sin protección de los árboles que bloquean el sol se
secan rápidamente. Los árboles también ayudan a perpetuar el ciclo del
agua mediante la devolución de vapor de agua a la atmósfera.
Inundaciones: La deforestación puede dar lugar a cuencas que ya no son
capaces de sostener y regular los flujos de agua de ríos y arroyos. Los
árboles son muy eficaces en la absorción de grandes cantidades de agua,
manteniendo la cantidad de agua en las cuencas hidrográficas a un nivel
manejable.
Desaparición de las selvas tropicales: Un estudio estima que si seguimos ha
este ritmo de deforestación, las selvas tropicales podrían desaparecer por
completo dentro de cien años.
Cambio Climático: La deforestación también impulsa el cambio climático.
Los árboles bloquean los rayos del sol durante el día y mantiene el calor
durante la noche. Esta alteración da lugar a cambios de temperaturas más
extremas que pueden ser perjudiciales para las plantas y los animales. Los
árboles también juegan un papel fundamental en la absorción de los gases
de efecto invernadero que aumentan el calentamiento global.
Tierra no apta para agricultura y ganadería: La mayor parte de las áreas
que han sido sometidos a la deforestación se convierten en inadecuadas
para el uso agrícola y ganadero a largo plazo. Una vez privados de su
cubierta forestal, las tierras se degradan rápidamente en su calidad,
perdiendo su fertilidad y arabilidad.

Figura 2. Consecuencias de la deforestación


2.3. EL PELIGRO NUCLEAR
2.3.1. IMPLANTACIÓN DE LA ENERGÍA NUCLEAR
El tema “nuclear” es bastante polémico, pues es considerado un instrumento
de avance, tecnología y bienestar, pero al mismo tiempo es considerado un
potente destructor (Nieto-Galán, 2004). El debate sobre el uso de la energía
nuclear gira en torno a su alta inseguridad con respecto al medio ambiente por
la radiación y los desechos radiactivos de alta actividad (Castejón, 2004), así
como a los posibles daños a la salud relacionados a partir del accidente nuclear
en la planta de Chernóbil (Greenpeace Internacional, 2006). Otro punto de
debate importante gira en torno a la necesidad de uranio para su producción.

El uranio es un elemento natural que se extrae en la tierra, lo que posiciona a la


energía nuclear como una alternativa dependiente y no sustentable, pues el
uranio no es un recurso ilimitado como el sol o el viento, lo que plantea un límite
a su utilización.

El parque nuclear mundial (11,5 % del consumo mundial de energía primaria)


ha vuelto a un significativo ritmo de crecimiento, pese a la repercusión del
accidente de Fukushima. En síntesis, a finales de 2016 y a octubre de 2017 se
cuenta en el mundo con 450 y 448 unidades en situación de operar,
respectivamente, repartidas en 31 países, lo que marca máximos en la serie
histórica. A octubre, eran 57 plantas en construcción, destacando China, Rusia,
India, Emiratos Árabes Unidos y Corea del Sur. Hay que resaltar la política de los
países de continuar la operación de sus plantas, especialmente los europeos
como Suiza, Bélgica y Holanda, y en Rusia y EE.UU., y la vuelta paulatina a la
operación comercial de las plantas en Japón. En cuanto al futuro de la energía
nuclear, el OIEA estima en la edición 2017 de su informe Energy Electricity and
Nuclear Power Estimates for the Period up to 2050 varios escenarios de
crecimiento respecto al año 2016; de entre 12 % y 42 % en 2030, entre 15 % y
83 % en 2040 y entre mantenimiento del nivel actual y 123 % en 2050. El
escenario bajo asume la continuidad del mercado actual y de las tendencias
tecnológicas y de recursos y pocos cambios regulatorios adicionales y políticos
que afecten a la energía nuclear globalmente. El escenario alto presenta
estimaciones mucho más ambiciosas, posibles y técnicamente factibles, con
tasas continuas de crecimiento mundial continuo de la economía y la demanda
de electricidad.
Figura 3. Localización de plantas nucleares- 2006

Las más de 440 centrales nucleares en funcionamiento en el mundo evitaron la


emisión a la atmósfera de más de 2.500 Mt CO2, lo que equivale al 7,5 % del
total de las emisiones vertidas a la atmósfera en el año.

Sin embargo, hay argumentos sobre las desventajas, la problemática y el


peligro de la energía nuclear:

La revista Forbes calificó a la energía nuclear como el mayor fiasco de la historia


norteamericana y distintos bancos multilaterales, como el Banco Mundial, ya
no financian proyectos relacionados a la energía nuclear por no ser
consideradas eficientes, ya que las centrales requieren una gran inversión y
tienen pocos años de vida (Greenpeace, 2007). Además del anterior, existen
otros argumentos en contra de la energía nuclear, sobre todo debido a la
incertidumbre que la rodea y el miedo que ocasiona en las personas por su
relación con armas de destrucción masiva. Uno de los argumentos más
importantes en su contra es que requiere uranio enriquecido como
combustible para su funcionamiento. El uranio es un elemento extraído de la
tierra, lo que lo hace un combustible no renovable, y por lo tanto finito. Algún
día van a terminar por agotarse las reservas, lo que la hace una energía no
sostenible a largo plazo. Si el número de centrales nucleares aumentara debido
a la generalización del uso de la energía nuclear, el uranio se agotaría en un
plazo de tiempo menor, lo que plantea un limitante importante para el
desarrollo a gran escala de este tipo de energía (Castejón, 2004). La alternativa
tecnológica existente es que se reemplazara el uranio por plutonio mezclado
con uranio; el plutonio se obtendría reprocesando el combustible gastado de
las centrales nucleares existentes. Este tipo de reactores son llamados
reproductores o rápidos, y tienen muchas desventajas en comparación con los
actuales en términos de seguridad, pues son refrigerados por sodio y el sodio
reacciona con el agua, pudiendo incluso producir explosiones. Además de lo
anterior, los residuos que este tipo de reactores producen son más radiotóxicos
pues están compuestos por transuránidos. Otro factor importante en contra es
que aumentaría el riesgo de proliferación de armas, pues permiten obtener
más material fisible para la construcción de bombas nucleares. Por último,
existe la desventaja de que el plutonio es excesivamente tóxico: la ingestión de
tan sólo una millonésima de plutonio es capaz de producir un cáncer mortal
(Castejón, 2004). Esto muestra que la sustitución del uranio plantea más
riesgos de los que ya trae consigo la energía nuclear.

2.4. DESEQUILIBRIOS GEOPOLÍTICOS Y ECONÓMICOS


La situación energética mundial actual es el resultado de la combinación de diversas
tendencias económicas, políticas, sociales y ambientales, entre otras que influyen
en un panorama de crisis y ajustes, asignando en los años más recientes por una
escalada de precios, sobre todo en los hidrocarburos y especialmente el petróleo.
La elevación de los precios del petróleo, desde comienzos de este siglo, ha reforzado
significativamente el cuestionamiento del modelo energético basado en los
combustibles fósiles (petróleo, carbón mineral y gas natural), que avanzó
gradualmente hasta llegar a ser dominante, a partir de la Revolución Industrial en
Inglaterra. Luego de dos siglos de despliegue de tales patrones energéticos han
resultado más evidentes los límites del modelo vigente, tanto en el orden
económico (altos precios de la energía), como en el plano social (inequidad y
pobreza energética) y ambiental (implicaciones adversas para el entorno).

Figura 4: Precios del petroleo WTI, 1998-2006. dolares por barril)

Los Estados que cuentan con recursos energéticos poseen el poder de la oferta o
son objeto de la política exterior de aquellos países que demandan esos recursos
energéticos y que poseen el poder de la demanda. Tampoco se puede ignorar a los
países de tránsito que tienen poder de decisión sobre el transporte de los recursos
energéticos y, por ende, son parte esencial de la política energética internacional.
Hasta la fecha, los Estados de Oriente Próximo, Rusia, Noruega y Venezuela cuentan
con las mayores reservas naturales en petróleo y gas. Algunos de estos se agruparon
muy pronto en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)
(Organization of the Petroleum Exporting Countries, OPEC), con el fin de controlar
una parte sustancial de la oferta energética global y fijar el precio internacional.

Aumenta el número de países que, en vista del cambio climático global, de las
nuevas perspectivas económicas y de un abastecimiento energético sustentable
seguro, invierten en infraestructura y desarrollo de energías renovables locales. Más
de 145 países poseen hoy normas legales que promueven el uso de energías
alternativas y una mayor eficiencia energética. Han dejado de ser una excepción los
Estados pioneros como Alemania que con su política energética sustentable
apuntan a una reconversión prácticamente total de su sector energético hasta 2050
para orientarlo hacia las energías renovables. Estados Unidos y China cuentan hoy
con importantes capacidades locales en materia de energías renovables. Asimismo,
Estados latinoamericanos más pequeños como Costa Rica son los primeros en
anunciar en la región el objetivo de satisfacer la demanda energética en un ciento
por ciento con energías renovables

Una reestructuración energética sostenible estaría llamada a resolver diversos


problemas a escala planetaria, entre los que cabe mencionar:
 Implicaciones negativas de las tendencias alcistas en el precio de la energía
para las economías nacionales.
 Vulnerabilidad social de amplios sectores de la población mundial,
condicionada en alto grado por la escasa cobertura de servicios energéticos
fundamentales.
 Impacto ecológico adverso del sector energético.
 Acelerado agotamiento de recursos energéticos no renovables, como el
petróleo.

 Desequilibrio Geopolítico y económico en Perú


Existe una estrecha relación entre la demanda de energía y la evolución del PBI y,
por tanto, con el crecimiento económico de un país. Por ejemplo, el PBI del Perú
entre 2000 y 2013 presentó una tasa promedio anual de crecimiento del 5.8% y la
tasa promedio anual de crecimiento de la demanda de energía fue de 3.7 %.
En Perú el gobierno no se ha implementado políticas energéticas a largo plazo que
permita una dependencia de los recursos fósiles
Asimismo, la diferencia entre las predicciones del crecimiento y la construcción de
nuevas instalaciones eléctricas puede crear un serio problema de sobreinstalación
eléctrica en los próximos años
El INEI indica que el año 214 el crecimiento económico del Perú fue del 3%. El PBI
en el segundo trimestre del 2015 se incrementó en 1.2% con relación al trimestre
inmediatamente anterior.
En la figura 7 se observa con claridad la desaceleración del crecimiento de la
economía peruana en los últimosw tres años.
Es evidente que la desaceleración del PBI peruano afectará al crecimiento de la
demanda de energía y obligará a replantear los planes energéticos en un entorno
de reducido crecimiento económico.

Figura 5: Demanda de energía con respecto al PBI

En noviembre del año 2014, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) publicó


el Plan Energético Nacional 2014-2025. En el mencionado documento se presentan
proyecciones de la demanda de energía en el horizonte 2014-2025 para dos
escenarios de crecimiento económico: un escenario optimista (escenario base) y un
escenario conservador (escenario alternativo). En el escenario optimista se espera
un crecimiento económico promedio anual de 6.5%, mientras que en el escenario
conservador se espera un crecimiento económico promedio anual de 4.5%.
En la figura 8 se muestran las proyecciones de la demanda de energía final para los
escenarios anteriormente descrito.

Figura 6: Proyecciones de la demanda de energía


Se observan, además, dos escenarios complementarios a los escenarios de
crecimiento económico, relacionados con la introducción de medidas de eficiencia
energética en los sectores residencial, servicios, industrial y transporte. Por lo tanto,
las autoridades gubernamentales del sector energético no realizan un análisis serio
de la evolución de la economía nacional. La existencia de una nueva realidad obliga
a replantear una nueva estrategia energética a largo plazo, dirigida a reemplazar el
consumo de recursos fósiles en el sector transporte y localizar la generación de
energía en el Perú.

3. CONCLUSIONES
Este trabajo presenta la relación entre las energías renovables, las emisiones de carbono y
el crecimiento económico mundial. Las energías renovables plantean una geopolítica
distinta, más propicia para mejorar la seguridad energética de los países implicados, pero
geopolítica, al fin y al cabo, por lo que es necesaria una reflexión estratégica.
Más allá de problemas coyunturales como los experimentados durante la crisis actual, las
energías renovables tienen un papel fundamental que jugar en la lucha contra el cambio
climático. Todos los escenarios prospectivos futuros muestran cómo, para alcanzar los
niveles deseables de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, es
imprescindible descarbonizar casi totalmente el sector eléctrico y abandonar en gran parte
el uso de los combustibles fósiles en el resto de los sectores. Si bien la alternativa más
deseable para ello es la eficiencia energética, esta tiene un límite, y a partir de él deben ser
las energías renovables las que permitan alcanzar la reducción buscada.
Las tecnologías con más potencial de reducción de coste, como la solar fotovoltaica,
deberían apoyarse mediante instrumentos de cantidad de forma que el coste del apoyo no
sea excesivo. En cualquier caso, el objetivo último de cualquier política de promoción debe
ser autodestruirse, es decir, que no sea necesaria debido a que la tecnología en cuestión ya
sea competitiva.

4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
U.S.E.I. Administration, International Energy Outlook 2013, in, 2013.
IEA., World Energy Outlook 2013, in, IEA Publications Paris, 2013.
U.S.D.o. Energy, Building Energy Data Book 2011, in, 2011.
Buob, S. & Stephan, G., 2011. To mitigate or to adapt: how to confront global climate
change. European Journal of Political Economy, Volumen 27, pp. 1-16.
Carlson, K. & McCormick, S., 2015. American adaptation: Social factors affecting new
developments to address climate change. Global Environmental Change, Volumen 35,
pp. 360-367.
IPPC, 2015. Intergovernmental Panel on Climate Change. En: Climate Change 2014 –
Impacts, Adaptation and Vulnerability: Part A: Global and Sectoral Aspects. Cambridge
and New York: Cambridge University Press, pp. 47-56.

Klein, R., Schipper, L. & Dessai, S., 2005. Integrating mitigation and adaptation into
climate and development policy: three research questions. Environmental Science &
Policy, VIII(6), pp. 579-588.

Omri, A., 2014. An international literature survey on energy-economic growth nexus:


Evidence from country-specific studies. Renewable and Sustainable Energy Reviews,
Volumen 38, pp. 951-959.
Ozturk, I., 2010. A literature survey on energy–growth nexus. Energy Policy, 38(1), pp.
340-349.

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