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Lampis 2013 PDF
Lampis 2013 PDF
Palabras clave: adaptación al cambio Palavras-chave: adaptação às Keywords: adaptation, climate change,
climático, enfoque riesgo-amenaza, mudanças climáticas, abordagem risco- climate change adaptation policy, risk-
políticas públicas de adaptación, riesgo, ameaça, políticas públicas de adaptação, hazard approach, risk, vulnerability.
vulnerabilidad. risco, vulnerabilidade.
* Este trabajo se basa en lo realizado por el autor en la labor de coordinación del diseño del marco conceptual del Plan Nacional de Adap-
tación al Cambio Climático de Colombia (PNACC), Vulnerabilidad frente al Cambio Climático: conceptos y mediciones (Lampis 2012), informe
para la Subdirección de Desarrollo Ambiental Sostenible del Departamento Nacional de Planeación —en adelante, DNP—. Las ideas
expresadas en este escrito no comprometen al DNP y son responsabilidad del autor. Se agradecen los valiosos comentarios de los evalua-
dores anónimos que permitieron mejorar este trabajo, cuya responsabilidad en cuanto a limitaciones en el alcance, así como en relación
con posibles errores u omisiones, reposa, sin embargo, en el autor únicamente.
** Dirección postal: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Sociología, carrera 45 n.° 26-85,
edificio Uriel Gutiérrez, Bogotá D. C., Colombia.
Correo electrónico: alampis@unal.edu.co
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA | REVISTA COLOMBIANA DE GEOGRAFÍA | Vol. 22, n.º 2, jul.-dic. del 2013 | ISSN 0121-215X (impreso) · 2256-5442 (en línea) | BOGOTÁ, COLOMBIA | PP. 17-33
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(2006), la conceptualización de la vulnerabilidad varía 2. Como característica interna del sistema, que, a la vez,
entre disciplinas. La principal división es la que se da lo expone a la amenaza y lo hace susceptible al daño.
entre los acercamientos positivistas y constructivistas al
problema de la conceptualización y medición de la vul- En términos de la traducción del concepto de vul-
nerabilidad. La epistemología positivista parte del prin- nerabilidad a las políticas públicas existe un tercer en-
cipio de la necesidad de separar la causa del efecto para foque: es una combinación entre los dos principales y
poderlos analizar y medir así comprobar una hipótesis será llamado enfoque integrado. En suma, hay dos con-
por medio del uso de procedimientos experimentales. ceptualizaciones y tres enfoques principales de con-
Por esta razón, como se verá, para el enfoque tradicio- ceptualización de la vulnerabilidad frente al cambio
nal de riesgo-amenaza —en adelante, RA— es tan im- climático (tabla 1). Estos enfoques son:
portante disponer de herramientas objetivas (en las que 1. Riesgo-Amenaza (RA): su atención se concentra
no entre la percepción del investigador a “contaminar” la en lo que produce la vulnerabilidad, es decir, en el
medición). La epistemología constructivista, al contra- riesgo y la amenaza, orientando su interés hacia la
rio, parte de la idea de que es imposible separar la causa estimación de la probabilidad del riesgo, así como a
del efecto, desarrollándose a partir del cuestionamiento la cuantificación de su impacto.
de la validez de la posibilidad de una medición pura3. 2. Construcción social del riesgo —en adelante,
Cuando se pasa de una epistemología a la otra, a CSR—: interesado en las condiciones de los indivi-
menudo no se entiende por qué hay tanto contraste. duos, los grupos y las comunidades en relación con
La razón principal es que no solo cambia la manera el estrés a lo largo del tiempo y de eventos críticos
como cada enfoque ve el problema (la metáfora de puntuales de origen externo. Privilegia la investi-
las gafas), sino que uno de los elementos centrales gación de los factores que potencian la capacidad
de toda forma de pensamiento (la visión de la obje- de los grupos humanos para enfrentar las situacio-
tividad y de las relaciones de causalidad entre el su- nes críticas y recuperarse de sus efectos.
jeto que investiga y el objeto de su investigar) cambia 3. Enfoque integrado —en adelante, EI—: al cual per-
y se presenta bajo dos perspectivas cuyas filosofías tenece también el de amenaza-territorio, y que bus-
son opuestas. Manteniendo esta división de posturas ca integrar los dos enfoques precedentes.
como trasfondo de toda la reflexión, se identifican dos
enfoques principales en la literatura sobre vulnerabi- Enfoque de riesgo-amenaza (RA)
lidad y cambio climático que dan lugar a dos maneras El enfoque de RA se encuentra indisolublemente li-
encontradas de percibir la vulnerabilidad: gado a las conceptualizaciones que se han hecho en el
1. Como resultado de un proceso y, por ende, como un tiempo sobre los desastres, puesto que, como lo siste-
elemento externo al sistema. matiza Cardona (2003), su conceptualización y análisis
fueron asumidos inicialmente por los especialistas de las
ciencias naturales en el estudio de fenómenos como los
3 Desde una visión positivista, la imposibilidad de separar la
causa del efecto se constituye en un elemento de falta de terremotos; las erupciones volcánicas; los deslizamien-
validez científica, por lo cual las disciplinas que, tendencial- tos en zonas de ladera o de montaña debidos a caída de
mente, se agrupan bajo la definición de ciencias naturales tierra, lodo o formaciones de hielo y/o nieve; los huraca-
tienden a desacreditar el valor científico de las ciencias nes, y, en general, todo lo que recae bajo el domino de lo
sociales. Sin embargo, esta posición simplemente refleja
una idea anacrónica y superada de la ciencia y del proble- geodinámico, hidrometereológico y tecnológico.
ma del conocimiento. De hecho, es cierto lo contrario, que La figura 1 ilustra de manera diagramática la evo-
el sustento de la dificultad de separar la causa del efecto y lución de los enfoques sobre desastres entre la década
el objeto del sujeto radica en el enorme descubrimiento del de 1940 del siglo XX y la actualidad. El concepto central
principio de indeterminación de Heisenberg, que demostró
cómo la interacción entre la energía contenida en los ins-
para resaltar es la evolución paralela entre los enfoques
trumentos de medición (por ende, en quien mide) altera la de desastres y riesgo hacia la incorporación de la di-
posibilidad de conocer a la realidad de manera “objetiva” o mensión social, en los enfoques sobre desastres, y una
“aséptica”. Por ende, dicho de manera resumida, la verdad apreciación siempre mayor acerca de la importancia del
es que la epistemología positivista debe hacer un enorme
esfuerzo para ocultar la realidad de la interacción entre su-
análisis de la vulnerabilidad, en los enfoques de riesgo,
jeto y objeto, y asumir que esta no existe y que las cosas respectivamente. Cardona (2003) subraya este mismo
pueden medirse y conocerse así como supuestamente son. camino con otras palabras destacando, además, cómo
á
á á á á á á
2000 Riesgo
á
Enfoque de construcción Académicos de ciencias sociales
social de desastre
1990 Vulnerabilidad
Estudios científicos,
1980 Amenaza
Preparativos, prevención, Sistemas ad. hoc.
á1970 Desastre
mitigación (A)
á
emergencia, recuperación)
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en los países del norte global —por su mayor capaci- nómenos, ganando así terreno. A raíz de esta evolución,
dad de resolución tecnológica a nivel de sector público se promocionaron estudios que analizaban y evaluaban
frente a los problemas— el enfoque de riesgo se resis- las características y el comportamiento de las diferentes
te a alejarse de su tradicional conceptualización de un tipologías de desastres. Se promovió, también, la confor-
asunto de eventos de gran magnitud4. mación de organismos asesores de carácter científico.
En la década de 1940 las elaboraciones sobre desas- En los años 1990, con la Década Internacional para
tres y riesgo se vieron influenciadas por la cercanía histó- la Reducción de los Desastres Naturales (DIRN), junto
rica con la Segunda Guerra Mundial, y por los conflictos a la consolidación de la dimensión ingenieril, se afir-
sociales tendencialmente basados en divisiones de clase. mó una fuerte corriente de interpretación de los desas-
Conceptualmente puede decirse que las elaboraciones tres como fenómeno social, resultado de las profundas
se centran en una confrontación (no muy imaginaria) desigualdades en las oportunidades de desarrollo y en
entre dos fuerzas: el hombre y la naturaleza; en la que la distribución del acceso a recursos y oportunidades.
esta última es vista como un enemigo externo, como un Como lo recuerda Adger (2006), el enfoque de titula-
elemento ‘agresor’ al que hay que enfrentar y dominar. ciones de Sen (1981) tiene un impacto importante, por
Tan solo a partir de la década de 1970 se eviden- ejemplo, en mostrar que fenómenos como las ham-
ciaron los primeros efectos generados por los procesos brunas (y por extensión del marco analítico, otros de-
migratorios a las ciudades, el crecimiento poblacional sastres) no dependen del fenómeno natural per se: la
y la paralela carencia de planes y políticas urbanas para sequía, sino del acceso desigual a las condiciones de se-
enfrentar estos problemas. Los desastres ocurridos en guridad (el alimento, en este caso) y la falta de políticas
varios de los países de América Latina y el protagonis- de protección social frente a los eventos críticos.
mo de los organismos de ayuda humanitaria y emer- En la década del 2000 el cuestionamiento y la re-
gencia evidenciaron la necesidad de un cambio en las flexión sobre el quehacer frente al riesgo y las política
instituciones con respecto al tema (Vergara 2011). públicas del Estado se integraron de manera más cla-
A finales de la década de 1970 y comienzos de 1980, ra con los temas del desarrollo (no solo económico), y
se empezó a formular un cambio paradigmático que veía autores como Cardona y Lavell, que iniciaron su tra-
en las acciones de preparativos, prevención y mitigación yectoria a partir de enfoques más relacionados con el
los elementos para un nuevo enfoque, que surge para- desastre como un problema físico y con el riesgo como
lelamente con la conformación de sistemas ad hoc (he- un problema de amenaza, convergen hacia posiciones
chos para un propósito específico), fruto, generalmente, en las que la reducción de la vulnerabilidad (social y fí-
de la suma de organismos preexistentes. Este enfoque sica) es prerrequisito para la reducción de riesgo, sien-
es mencionado por Cardona (2003) como el “enfoque do esto último, a su vez, requisito para el alcance de un
de las ciencias aplicadas”. En este contexto, recuerda el desarrollo más sostenible.
mismo autor, que el concepto de vulnerabilidad toma Wisner (2003) ha mostrado que, para que desde que
pie, afirmándose en el ámbito científico en relación con el riesgo sea percibido antes que nada y, finalmente,
dos procesos: el desarrollo de mercados de seguros y el incorporado por una comunidad, ni la mera existencia
paralelo desarrollo de la técnica de medición centrada del riesgo en un sistema, ni menos su formalización
en las ciencias duras (por ejemplo, a través de procesos matemática son suficientes para que se produzcan
que permiten la cuantificación y estimación de la proba- transformaciones sociales e institucionales en cuanto
bilidad de daño a la infraestructura física por medio del a su gestión y a la reducción de la vulnerabilidad. En
análisis de materiales y sus propiedades, en términos de otras palabras, para que se reduzca el riesgo es nece-
resistencia, disipación de energía, etc.). sario superar la lógica del logro de la capacidad técnica
A mediados de la década de 1980, el aporte científico de detectar la amenaza, para que se afiance una lógica
empezó a proveer un mejor dimensionamiento de los de- de la necesidad de colaborar entre el Estado y la comu-
sastres, centrado en el estudio de la dimensión de los fe- nidad en la construcción de políticas públicas efectivas
frente al riesgo. Para generar situaciones en las que en
4 Un tema constante en la producción de Cardona es el plan- los hogares y en las personas se produzca conciencia
teamiento de la importancia de los desastres de baja mag- y la necesaria disponibilidad para enfrentar, reducir
nitud y el problema del costo en vidas, medios de vida y y prevenir el riesgo no es suficiente con imponer la
recursos económicos para la reconstrucción que estos impli-
can a lo largo del tiempo. racionalidad técnica del profesional o del hacedor de
políticas, sino que la racionalidad, las motivaciones y y, finalmente, la resiliencia (capacidad de enfrentar y
las aspiraciones de las comunidades deben ser “incor- evitar el daño).
poradas a la ecuación del riesgo” (Lampis 2010). Como lo resume Füssel (2005), el enfoque CSR
tiene raíces profundas en las elaboraciones sobre la
Enfoque de construcción social economía política del desarrollo, cuyo enfoque y co-
de la vulnerabilidad y el riesgo rrespondiente modelo de presión-liberación (figura 2)
Este enfoque refleja de manera cercana los elemen- representa una de las concreciones más conocidas en
tos de la epistemología constructivista, donde el obje- el debate, al punto que autores como Cardona (2003)
to (por ejemplo, la exposición y la sensibilidad de una reconocen el papel desempeñado por este para am-
unidad de análisis, como una población humana) y su pliar la visión de los autores que más se reconocían en
causa (la amenaza física) no están separados analítica- el enfoque de RA hacia el EI.
mente como se acostumbra en el enfoque tradicional El modelo de presión-desenlace, desde luego, no
de RA, sino que están entrelazados entre sí, en una rela- es un enfoque ingenuo, como a menudo lo han criti-
ción de mutua construcción y retroalimentación. cado aquellos observadores que se fijan en la columna
Como se ha sistematizado antes (Lampis 2010), el de las causas principales (a la izquierda), preguntan-
estudio de la vulnerabilidad social —aunque mantiene do “¿quién puede transformar las causas principales?”
una complementariedad con los estudios de riesgo— Como lo muestran las políticas de restitución de tie-
se diferencia de esta área de investigación en cuanto rras, de avance en el reconocimiento de la equidad de
se interesa de manera explícita en las consecuencias género, y de expansión de los programas de protección
de los eventos producidos por las dinámicas de vulne- social, a través de iniciativas como Red Juntos y Es-
rabilidad, en términos de impacto sobre las oportuni- trategia Unidos contra la Pobreza Extrema, entre mu-
dades de las personas y de los grupos sociales. Aquí se chos otros ejemplos; si bien es cierto que las causas
encuentra uno de los mayores puntos de contacto con principales que resultan en factores de presión para la
el tema de la desigualdad, reflejado en el interés en las exposición a las amenazas son difíciles de construir e
oportunidades, el acceso y las dinámicas de exclusión. implementar, no es imposible hacerlo. Esto es lo que
En línea con el enfoque de CSR, la ‘vulnerabilidad’ se sostiene el modelo, añadiendo que si se olvida la exis-
define como una función inversa de la capacidad de los tencia de estas causas, se termina solamente ocupán-
individuos, grupos, hogares y comunidades de prever, dose del efecto, desconociendo la importancia de estas.
resistir, enfrentar y recuperarse del impacto o efecto de El punto central de este modelo, que representa lo
eventos que implican una pérdida de activos materiales más cercano a un encuentro entre el enfoque de CSR y
e inmateriales (Lampis 2010). de RA, es una conceptualización según la cual el riesgo
Por ende, la vulnerabilidad —entendida como se determina (y el desastre se desenlaza) en el punto de
vulnerabilidad social— es diferente de la simple ex- encuentro entre la vulnerabilidad y la amenaza, vistos
posición a algún tipo de riesgo. La vulnerabilidad se no solo como variables sino también como procesos. La
da cuando, en relación con la exposición a un riesgo, vulnerabilidad es vista como una progresión desde las
hay también una vulneración. Con base en los estu- causas principales, a las presiones dinámicas y, final-
dios adelantados hasta la fecha, esta vulneración es mente, a las condiciones inseguras. Este planteamiento
de los recursos, activos y capitales para enfrentarse al se respalda con un amplio número de estudios de caso
riesgo sin pérdidas de capacidades y oportunidades (Blaikie et ál. 1994) y es validada por una amplia lite-
(Lampis 2010). Por ende, cuando hablamos de vulne- ratura (Adger 1999; 2006; Cardona 2003; Wisner et ál.
rabilidad social, estamos a la par hablando de proble- 2006). La amenaza se divide en dos tipologías: de alta
mas irresueltos de desarrollo y de desarrollo humano y baja intensidad, en las que la última se refleja en una
limitado o de carencias en el logro de este. Según este preocupación siempre presente en Cardona (2003) y re-
planteamiento, la vulnerabilidad va más allá de la sen- tomada más adelante a nivel internacional por el Glo-
sibilidad frente al daño. Este aspecto está finalmen- bal Assessment Report (GAR), de 2009, realizado por
te contemplado en la definición; sin embargo, esta el United Nations International Strategy for Disaster
va allá y concibe la vulnerabilidad como un proceso Risk Reduction (UNISDR 2009), con los conceptos de
que incluye tanto la exposición como la sensibilidad intensive y extensive risk.
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Enfoque integrado de riesgo- físicas del lugar o territorio que aproximan su exposi-
vulnerabilidad (EI) ción, y variables de carácter social y físico que aproxi-
El EI combina características de la vulnerabilidad in- man su sensibilidad (figura 3).
terna (social) de una unidad social (una población, un Recientemente Lampis y Fraser (2012) han vuelto a
lugar) con su exposición a los factores de riesgo biofísi- documentar la utilización de este enfoque por parte de
co externo. Hacia este camino va el modelo, función del Chardón (2004), quien realiza un estudio de los barrios
potencial de amenaza (hazard potential). Este, a su vez, informales de Manizales, Colombia. Para ello, utiliza el
se encuentra influenciado por los riesgos y la tipología enfoque espacial de Cutter y subdivide el área de interés
de las acciones/efectos de mitigación, que influyen en en geosistemas, analizándolos desde una perspectiva
los procesos territoriales y, al mismo tiempo, resultan multidimensional y multidisciplinaria (figura 4).
de la vulnerabilidad existente en el territorio (flechas de Siguiendo a Cutter, Boruff y Shirley (2003), Char-
retroalimentación externas en la figura 3, que, de paso, dón plantea dos dimensiones que abarcan, por un lado,
reflejan un proceso de construcción social de la vulne- indicadores de tipo biofísico, y por el otro, indicadores
rabilidad). El modelo de Cutter (Cutter, Boruff y Shir- de tipo social, como se reporta a continuación:
ley 2003) analiza la influencia de la amenaza, tanto en • Grupo de variables biofísicas: experiencia previa
la dimensión geográfica como social (geographic context con desastres, tipología de las pendientes, grado de
y social fabric, en la mitad de la figura 3) y, de paso, se- erosión y presencia de rellenos en la montaña.
para analíticamente estas dos dimensiones (biophysical • Grupo de variables sociales: grado de informali-
vulnerability y social vulnerability). dad de los barrios, nivel socioeconómico, densidad
En cada una de estas dimensiones —el contexto neta de población, organizaciones comunitarias de
geográfico y la dimensión (fábrica) social—, Cutter en- base, organización social funcional y accesibilidad
cuentra indicadores relacionados con las características a los servicios.
Contexto
geográfico
• Elevación
Riesgo • Proximidad
Vulnerabilidad
biofísica
Vulnerabilidad
Potencial de
amenaza del t erritorio
Mitigación
Vulnerabilidad
Contexto social
social
• Experiencia
• Precepción
• Medio ambiente
Quebrada
El Guamo
3 Quebrada
1
MInitas
3
a
2 2
a
Con base en esta metodología de valoración integra- ración, en cuanto, por el cambio de unidad de análisis
da del riesgo y de la vulnerabilidad biofísica y espacial, (de familias a territorio), la dinámica de los determi-
Chardón logra producir mapas de vulnerabilidad, de nantes de la variabilidad social se contrae, de alguna
gran utilidad para la planeación del territorio (figura 5). manera, a su manifestación final en indicadores glo-
Este enfoque no logra, sin embargo, conservar bales que pueden relevarse en el territorio.
completamente el aporte del modelo de presión-libe-
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INTEGRACIÓN DE LA INFLUENCIA DE LOS FACTORES PERTINENTES SOBRE LA VULNERABILIDAD DE LOS BARRIOS DE MANIZALES
1,2. Estos números corresponden a las once
”Comunas de la ciudad, que reagrupan cada
una de 6 a 13 barrios
La Linda
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1 -Experiencias pasadas (siniestros) ocurridas entre 1960 y 1993
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o 2 -Clases de pendiente
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Galán Seis factores socioeconómicos
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2 - Nivel socioeconómico
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la 6 - Nivel de accesibilidad
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Para mayor claridad, la adopción de uno u otro en- Por otro lado, el enfoque de adaptación al cambio
foque es una cuestión tanto metodológica como polí- climático, antes que nada considera fenómenos de
tica. De hecho, cuando se centra la investigación o la amenaza que se prolongan en el tiempo y son conti-
política pública en la vulnerabilidad inherente de los nuos. Un error grave en la planeación de las políticas
sistemas como punto de partida para el análisis, lo que públicas suele ser el énfasis en los eventos extremos,
se está evaluando son las fortalezas y debilidades de las en los que el bien común y la protección del bienestar
acciones que fomentan la capacidad de recuperación de de las poblaciones y de la sostenibilidad del desarrollo
la unidad de análisis. Esto quiere decir que nos intere- dependen, además de la capacidad para enfrentar y
samos menos en la exposición física, pero más en en- prevenir nuevas amenazas, de las acciones orientadas a
tender lo que contribuye a la mayor flexibilidad de un reducir (mitigación) el alcance de las transformaciones
sistema para adaptarse a una serie de eventos, sin tener actuales y de sus impactos futuros (adaptación).
en cuenta el conocimiento exacto de su posicionamien- El alcance espacial de las amenazas relacionadas con
to a través de más-menos continuo. el cambio climático (por ejemplo, el cambio en la tempe-
ratura) es global y heterogéneo: su grado de incertidum-
La medición de la vulnerabilidad bre varía entre mediano y alto, y la causa no solamente
es natural (lo que reduciría el cambio climático a un
Schipper y Pelling (2006) han señalado la relevancia problema de variabilidad climática) sino también antro-
del enfoque de reducción de riesgo de desastres para la pogénica (lo que, conjuntamente con la escala tempo-
adaptación, indicando, sin embargo, que este ha careci- ral del fenómeno y su característica de transformación
do históricamente de una conceptualización del riesgo paulatina de las condiciones climáticas del planeta, lo
como algo que se construye y se acumula a largo plazo. convierte en un asunto de cambio ambiental global, que
El reciente informe SREX (IPCC 2012) hace un aporte va mucho más allá del aspecto climático per se).
para el cierre de esta brecha, precisando que el riesgo
de desastres no es algo dado sino que se acumula en Conclusiones
el tiempo, a menudo en relación con los procesos in-
acabados de desarrollo. En el marco de los enfoques de En línea con Füssel (2005), el trabajo plantea una crí-
reducción del riesgo de desastres, el reconocimiento tica de fondo a la utilización del enfoque de RA como
de este aspecto, si bien no representa algo novedoso base conceptual para la medición de la vulnerabilidad
en términos absolutos, seguramente refleja un aspec- frente al cambio climático; postura que está siendo
to poco reconocido en el marco de la literatura sobre adoptada por las instituciones de Colombia5. Al respec-
riesgo de desastres. Así ante el “encuentro” con el desa- to, cuatro puntos, que se desarrollan a continuación.
fío de la adaptación al cambio climático, el enfoque de Estos representan —siempre según este trabajo— los
riesgo de desastres recibe una importante contribución retos que toda medición de la vulnerabilidad frente al
del informe SREX para una mejor definición, lo cual es cambio climático deberá enfrentar hacia el futuro, en
positivo, en aras de fortalecer el diálogo entre las co- el marco de la elaboración de los planes nacionales,
munidades y los enfoques disciplinarios y de diseño de sectoriales y territoriales de adaptación, así como de
políticas públicas. Así recita el informe SREX: sus componentes (la amenaza, la sensibilidad de la uni-
El riesgo de desastre no es constante, sino que se en- dad de análisis frente a los eventos climáticos, etc.):
cuentra en continua evolución. Un desastre es uno entre 1. El cambio climático es un fenómeno continuo: el enfo-
varios ‘momentos’ (ICSU-LAC 2010a-b) de un riesgo no que de RA se refiere a aquellas amenazas discretas,
gestionado que a menudo sirve para llamar la atención que son una causa de riesgo (adicional) para un sis-
acerca de la existencia de problemas de desarrollo des- tema dado. El cambio climático, en cambio, es un
igual (Westgate y O’Keefe 1976, Wijkman y Timberlake
1984). Los desastres pueden también ser vistos como la 5 Véase, por ejemplo, la Ley 1523 del 2012, sobre gestión del
materialización del riesgo, y reflejar la transformación riesgo de desastres, artículo 4: “En el caso de los eventos
desde lo potencial a lo real de una condición latente que hidrometeorológicos la Adaptación al Cambio Climático co-
rresponde a la gestión del riesgo de desastres en la medida
es, por sí misma, una construcción social (ver más ade-
en que está encaminada a la reducción de la vulnerabilidad o
lante, Renn 1992; Adam y Van Loon 2000; Beck 2000, al mejoramiento de la resiliencia en respuesta a los cambios
2008). (IPCC 2012, 5) [Traducción propia] observados o esperados del clima y su variabilidad”.
proceso continuo que puede aumentar o disminuir entonces, ya no puede abordarse con la linealidad de
la línea de base del nivel de riesgo de un sistema. la ecuación R = A x V, sino que se requiere tomar en
Por lo tanto, las evaluaciones de los riesgos asocia- consideración los determinantes de la adaptación, es
dos con el cambio climático determinado por cau- decir, la “capacidad de adaptación”.
sas antropogénicas necesitan expresar los niveles 3. El cambio climático es complejo, global y espacialmente
de riesgo basadas en la comparación con un esce- heterogéneo: el enfoque de RA asume que la exposi-
nario de referencia. Este escenario es muy difícil de ción de un sistema dado puede caracterizarse a tra-
determinar a nivel local por dos razones: a) técni- vés de la descripción de una amenaza en la misma
camente la reducción de escala de los escenarios a escala en que se analiza la exposición. Sin embargo,
nivel planetario todavía presenta dificultades insu- la vulnerabilidad al cambio climático no permite esta
peradas, y b) el mismo fenómeno, por ejemplo, el simplificación, ya que existe una discrepancia entre
aumento de la temperatura, impacta sobre diferen- la escala física, en la que se manifiesta la amenaza
tes bases climáticas y produce diferentes manifes- (que es global), y la escala en la que se analiza la ex-
taciones en sistemas similares. Estos dos factores posición (regional o local). Por lo tanto, la presencia
influyen en un elemento central para la determi- de la amenaza no puede equipararse con la exposi-
nación tanto del riesgo como de la vulnerabilidad: ción a esta, usando una misma unidad de análisis
la exposición. En el ámbito del cambio climático, el o considerando que las dos cosas pueden aplicarse
factor regional es un elemento indiscutiblemente conjuntamente a una misma unidad de análisis.
necesario para las estimaciones y, sin embargo, te-
rriblemente difícil de calcular. Dos sistemas idénticos —ilustra Füssel— pueden
2. El cambio climático es un proceso de largo plazo atribui- en su manifestación a escala regional presentar una
ble a la acción humana: el enfoque de RA conceptuali- exposición diferente frente a un fenómeno de cambio
za los riesgos climáticos como algo: a) estacionario y climático: como el aumento de la precipitación en un
b) exógeno a la evaluación de la vulnerabilidad, que lugar y la disminución en el otro (véase por ejemplo, la
supone que es constante (una vez calculada). Con- figura 7 sobre Cundinamarca [Lampis y Fraser 2012]).
trariamente, la escala temporal de largo plazo del Esto se debe a la misma amenaza; es decir, por el cam-
cambio climático, requiere de un marco conceptual bio climático que se da a escala global y que se mani-
dinámico para la evaluación de la vulnerabilidad, fiesta en términos de cambio global en la temperatura.
dando cuenta no solo del riesgo que hoy enfrenta un Además, la misma variación (o cantidad) de cambio
sistema (por ejemplo, la preocupación por los efec- climático regional (por ejemplo, un cierto grado de va-
tos del reciente fenómeno de La Niña), sino de la in- riación en la precipitación) puede determinar impactos
certidumbre que se desprende de las amenazas que diferentes en los territorios, dependiendo de la línea de
pueden darse en el futuro (por ejemplo, el fenómeno base climática (si el territorio es seco o húmedo en el
de El Niño en el marco de la oscilación ENSO). momento de estar expuesto a la amenaza).
De manera consecuente, la adaptación al cambio De paso, este aspecto también cuestiona un pun-
climático y la estimación del riesgo y de la vulnerabi- to que es clave en el enfoque de RA, objeto de áspe-
lidad, en relación con este, deben fomentar procesos ras discusiones: la amenaza estaría dada y no tendría
que lleven a pensar en los niveles y las característi- ninguna interacción (ni modificación en virtud de esa
cas de los cambios que se van produciendo en todos interacción) con la unidad de análisis; es decir, que el
los conjuntos de factores de vulnerabilidad a lo largo enfoque mismo de RA ubica a la vulnerabilidad. En el
del tiempo. Por esta razón, la vulnerabilidad no pue- cambio climático: a) la vía de la mitigación efectiva o
de ser pensada como algo constante. Los cambios no efectiva y b) la vía de la capacidad de adaptación
en los factores internos de la vulnerabilidad (que modifican a la amenaza bien sea directa (a) o indirec-
comprenden aquellos que son en gran medida inde- tamente (b), debido a que en el cambio climático una
pendientes del cambio climático, como los de tipo amenaza no existe independientemente de su interac-
socioeconómico o de transformación demográfica, ción con el sistema.
entre otros), así como todos los procesos de adap- Dados dos sistemas idénticos, es posible que los
tación autónoma impulsados por el cambio climá- impactos que padecen por un mismo fenómeno de
tico son aspectos que la modifican. Su estimación, cambio climático en una determinada escala (global o
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regional) sean diferentes: lo que implica que conocer cuál de estos dos factores (amenaza o vulnerabilidad)
las características internas de un sistema vulnerable se incluye la información sobre el factor de exposición
(sensibilidad) y la amenaza no son suficientes para regional; por ejemplo, la heterogeneidad regional de
determinar el riesgo que lo afecta. Es necesario cono- una manifestación del cambio climático y el grado de
cer también el factor regional de exposición, que des- incertidumbre relacionado. Para ilustrar esta idea, se
cribe cómo una amenaza que es global se manifiesta presentan, a continuación, dos ejemplos:
en el territorio del sistema vulnerable. Ejemplo 1: evaluar la vulnerabilidad de la vivien-
En síntesis, el enfoque de RA, que se va institu- da de una comunidad frente a los tornados. Aquí,
cionalizando en el país “asume” que el riesgo de un lo más probable es que se valore la amenaza a nivel
sistema puede describirse con tan solo conocer la local tomando como indicador la ‘máxima velocidad
amenaza y su vulnerabilidad. Si se toma como váli- del viento’, analizando su variabilidad bajo diferen-
da esta visión, entonces la cuestión es determinar en tes escenarios de cambio climático. Dicho enfoque
es consistente con el abordaje clásico de R = A x V; parable entre países o regiones. Desde luego se bus-
sin embargo, aunque es válido el resultado en ese caría encontrar un efecto típico que sea apto como
momento para ese lugar, no puede elevarse a escala indicador: el cambio en la temperatura media. Sin
nacional o compararlo con otra ciudad. Por lo menos embargo, hay que reducirle la escala y conocer los es-
deben conocerse los escenarios particulares en los cenarios regionales para poder determinar el cambio
que se desea repetir la medición, así como poseerse en la producción a nivel local. Nuevamente, el enfoque
información sobre la probabilidad de los grados en RA es limitado, ya que para lograr esto es necesario
los cuales el cambio climático (y sus efectos) se mani- conocer todos los escenarios plausibles de exposición
fiestan en ese territorio. regional; es decir, enfrentar conceptual y metodológi-
Ejemplo 2: la evaluación comparativa de la vulne- camente el tema de la incertidumbre relacionada con
rabilidad de la producción de un determinado cereal la posibilidad de determinar la exposición al sistema.
(fundamental para la seguridad alimentaria) en di- Lo cual es algo que se sale de los límites espacio-tem-
ferentes países o regiones. En primer lugar hay que porales del enfoque de RA cuando se mide la vulnera-
operacionalizar el cambio climático para hacerlo com- bilidad frente a las amenazas naturales.
Andrea Lampis
Doctor en Política Social y magíster en Sociología del London School of Eco-
nomics and Political Science. Profesor asociado del Departamento de So-
ciología de la Universidad Nacional de Colombia. Sociólogo de la Universita
degli Studi di Roma, La Sapienza. Ha desarrollado investigaciones en las
áreas de sociología del desarrollo, dinámica de la pobreza y vulnerabilidad;
urbanización y adaptación al cambio climático y globalización y generación
de nuevas desigualdades sociales a nivel regional en Colombia. Colaborador
en el diseño de política públicas a nivel nacional y distrital, entre ellas del
Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático y de la Política Distrital
de Protección Social, con enfoque de derechos. Es coordinador del grupo de
trabajo sobre Cambio Climático, Movimientos Sociales y Políticas Públicas,
de CLACSO. Miembro asociado del proyecto Urbanization and Global En-
vironmental Change (UGEC), y miembro del Comité de Investigación de la
Asociación Internacional de Sociología, sobre Pobreza, Bienestar y Política
Social. Es miembro del comité editorial de la Revista Colombiana de Sociolo-
gía, de la Universidad Nacional de Colombia (UN), de la Revista Política y Cul-
tura de la Universidad Autónoma de México (UAM), y miembro del comité
científico de la Revista Cuadernos de Geografía, de la UN.
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