Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Os direitos deste artigo são propriedade da RPF, pelo que a sua posterior publicação, mesmo por parte
do autor, requer autorização por escrito do diretor da Revista. Para a utilização de qualquer artigo ou
parte do mesmo aplicam-se as normas estipuladas pela lei de copyright em vigor.
________________________
The copyright of this article belongs to the RPF, such that any posterior publication will require the written
permission of the RPF's editor. For the use of any article or a part of it, the norms stipulated by the
copyright law in vigour is applicable.
Resumo
O artigo tenta sistematizar a Teoria Estética de Theodor Adorno, através do conceito de
mimesis. A partir deste conceito central, Adorno vai reformular radicalmente a compreensão
da estrutura e forma da arte moderna, abordando posteriormente conceitos mais de
abstração social, construção, tecnologia e relações de produção, como imanentes à arte
moderna em si e, ao mesmo tempo, como as obras de arte negam esses conceitos que são
produtos da modernização capitalista. Assim, a arte para Adorno é por excelência uma
entidade especulativa no sentido de Hegel, isto é, ela afirma uma identidade e uma falta
de identidade entre si e a sociedade. Primeiro, o artigo irá abordar o conceito de mimesis
e suas implicações estéticas e teológicas, bem como o conceito de sublime como um
princípio estruturante modernista. Segundo, a peça debruçar-se-á sobre a série de oposições
dialéticas da Teoria Estética entre a experiência estética e linguagem, expressão e construção,
comunicação e expressão. Finalmente, o artigo termina com o conceito de mimesis como um
conceito radicalizado da razão que se aproxima do que Hegel teorizou como a especulação e o
especulativo, isto é, como uma unidade de opostos e como uma simultânea identidade e falta
de identidade, afirmação e negação. Apesar da resistência de Adorno e da sua ambiguidade
em relação a Hegel, a Teoria Estética é uma filosofia especulativa da arte.
Palavras-chave : Adorno, arte, dialéctica, Escola de Frankfurt, especulação, estética, expres-
são, filosofia, Hegel, linguagem, sociedade
Abstract
The article attempts to systematize Theodor Adorno’s Aesthetic Theory through the concept
of mimesis. From this core concept, Adorno will radically reformulate the understanding
of modern art’s structure and form by addressing further concepts of social abstraction,
construction, technology, and relations of production as immanent to modern art itself and
at the same time how artworks deny and negate these concepts that are products of capitalist
modernization. Hence, art for Adorno is a speculative entity par excellence in the sense of Hegel,
that is, it affirms an identity and a lack of identity between itself and society. First, the article
will address the concept of mimesis and its aesthetic and theological implications, as well as the
concept of the sublime as a modernist structuring principle. Second, the piece will turn to the
series of dialectical oppositions of Aesthetic Theory between aesthetic experience and language,
expression and construction, communication and expression. Finally, the article ends with the
concept of mimesis as a radicalized concept of reason that is close to what Hegel theorized as
speculation and the speculative, that is, as a unity of opposites and as a simultaneous identity
Vol. 67
Fasc. 3 2011 593-618
594 S ergio Valverde
and lack of identity, affirmation and negation. Despite Adorno’s resistance and ambiguity
towards Hegel, the Aesthetic Theory is a speculative philosophy of art.
Keywords : Adorno, aesthetics, art, dialectics, expression, Frankfurt School, Hegel, language,
philosophy, society, speculation
U
na de las constantes en el desarrollo filosófico del arte es su relación
que mantiene con la teología filosófica y la teoría del conocimiento.
Históricamente, se han dado dos maneras de entender la relación
del objeto artístico con el mundo especulativo de la metafísica. La primera
ha sido a través de la ontoteología como aquella doctrina donde el ente
es creado por algo superior o análogo a él. Esta comprensión pertenece
de la estética tomista hasta la estética idealista alemana donde el arte se
explica como una de las expresiones transcendentales del ente, del unum,
verum et bonum, o como expresión de las ideas estéticas (Kant) o del
espíritu (Hegel). La segunda manera de entender tal relación es mediante
la teología negativa donde el ente es completamente inconmensurable a lo
que lo causa. Por supuesto, aquello que causa lo que existe es Dios, pero
en filosofía, como sabemos, Dios lo hemos expresado con otros términos
tales como substancia, causa sui, el Absoluto, etc. La teología negativa,
por tanto, es la posición de que Dios o la primera causa es innombrable,
incalculable, recóndita; posición común en Occidente desde los cabalistas
hebreos hasta los místicos cristianos. Dios en esta segunda posición se
predica por remoción, equivocidad o via negativa contraria a la primera
posición de predicar a Dios mediante analogía: el acto puro carece de
potencia mientras que su creación es combinación de acto y potencia, o
el caso extremo de Spinoza, de predicar a Dios unívocamente donde el
creador es inmanente a la cosa creada, etc.
Estos modos de predicación también conciernen al arte aunque
su conexión no se ha hecho muy explícita en la historia de la filosofía.
Respecto a la comprensión ontoteológica, el arte se comprende como
símbolo que apunta indirectamente al mundo de las ideas estéticas. El arte
es la manifestación verdadera pero opaca de las ideas estéticas, de lo ideal.
Respecto a la teología negativa, el arte se comprende como alegoría, esto es,
Vol. 67
Fasc. 3 2011
Mimesis, Estructura y Forma del Arte Moderno en la Teoría Estética de Adorno 595
Vol. 67
Fasc. 3 2011
596 S ergio Valverde
Vol. 67
Fasc. 3 2011
Mimesis, Estructura y Forma del Arte Moderno en la Teoría Estética de Adorno 597
Vol. 67
Fasc. 3 2011
598 S ergio Valverde
Vol. 67
Fasc. 3 2011
Mimesis, Estructura y Forma del Arte Moderno en la Teoría Estética de Adorno 599
El arte tiene que convertir en uno de sus temas lo feo y lo proscrito: pero
no para integrarlo, para suavizarlo o para reconciliarse con su existencia
por medio del humor, más repulsivo aquí que cualquier repulsión. Tiene
que apropiarse lo feo para denunciar en ello a un mundo que lo crea y
lo reproduce a su propia imagen, aunque siga fundamentando la posi-
bilidad de lo afirmativo como complicidad con el envilecimiento, fácil-
mente cambiada en simpatía por lo envilecido.6
Vol. 67
Fasc. 3 2011
600 S ergio Valverde
Vol. 67
Fasc. 3 2011
Mimesis, Estructura y Forma del Arte Moderno en la Teoría Estética de Adorno 601
que elevar a un nivel consciente, son los que realmente hacen necesaria
una concepción dialéctica del arte.”9
Para Hegel, la obra de arte singular estaba determinada según el
movimiento universal del concepto que se manifestaba en el equilibrio
entre esencia y apariencia. La obra está en Hegel subordinada al
movimiento del espíritu universal. Para Adorno, la obra es universal
pero en su particularidad inmanente, precisamente por su carácter
monadológico cerrado. La independencia de la obra de los géneros
estéticos o de las secuencias históricas no significa que se sacrifique su
universalidad. Adorno continúa: “Hay que responder que las mónadas
que son las obras de arte ya conducen a lo universal por su principio de
particularización (Besonderung).”
Lo monádico del arte nos lleva, en Adorno, a una especie de
nominalismo estético. Este nominalismo o singularismo estético es el
punto de partida de la reflexión del universal y también un recordatorio de
volver a la particularidad de la obra. El nominalismo estético es un seguro
contra la “mala individualidad” de la obra subordinada a los géneros
estéticos. En este sentido, los –ismos propios de la consideración científica
del arte subordinan el arte a ese momento universal abstracto, pero al
mismo tiempo, son los únicos que reconocen el trabajo colectivo sobre la
fuerza individual:
9. Ibid.
10. Ibid., pp. 265-266.
Vol. 67
Fasc. 3 2011
602 S ergio Valverde
Vol. 67
Fasc. 3 2011
Mimesis, Estructura y Forma del Arte Moderno en la Teoría Estética de Adorno 603
negación del sentido, por así decir balanceándose sobre el más fino de los
filos entre apariencia afirmativa y antiarte sin apariencia.”11
Vol. 67
Fasc. 3 2011
604 S ergio Valverde
Vol. 67
Fasc. 3 2011
Mimesis, Estructura y Forma del Arte Moderno en la Teoría Estética de Adorno 605
Vol. 67
Fasc. 3 2011
606 S ergio Valverde
Vol. 67
Fasc. 3 2011
Mimesis, Estructura y Forma del Arte Moderno en la Teoría Estética de Adorno 607
Vol. 67
Fasc. 3 2011
608 S ergio Valverde
Vol. 67
Fasc. 3 2011
Mimesis, Estructura y Forma del Arte Moderno en la Teoría Estética de Adorno 609
Vol. 67
Fasc. 3 2011
610 S ergio Valverde
Vol. 67
Fasc. 3 2011
Mimesis, Estructura y Forma del Arte Moderno en la Teoría Estética de Adorno 611
Vol. 67
Fasc. 3 2011
612 S ergio Valverde
Vol. 67
Fasc. 3 2011
Mimesis, Estructura y Forma del Arte Moderno en la Teoría Estética de Adorno 613
Vol. 67
Fasc. 3 2011
614 S ergio Valverde
Vol. 67
Fasc. 3 2011
Mimesis, Estructura y Forma del Arte Moderno en la Teoría Estética de Adorno 615
Vol. 67
Fasc. 3 2011
616 S ergio Valverde
lo nuevo que por ser mimético, la razón subjetiva se estremece por ser
un poder pre-individual, anterior al instinto de conservación. La música
afirmativa de la modernidad se basa en el principio reexposición que
encuentra en Variaciones sobre un mismo tema de Bach su modelo inicial.
La expresión en la reexposición degenera hasta convertirse en lenguaje
comunicativo precisamente en la repetición incesante de los temas como
para tratar de decir mediante el lenguaje musical, que es esencialmente
expresivo, palabras. En la reexposición se cumple musicalmente la
unidad entre lenguaje mimético y lenguaje comunicativo, pero no es una
unidad real, sino un tour de force, propio de todo clasicismo: “El momento
afirmativo coincide con el del dominio de la naturaleza”. Pero es el mismo
Beethoven el que con sus sonatas, inaugura ese rompimiento que va contra
la reexposición de sus sinfonías anteriores, “el último Beethoven, modelo
de todo gran estilo tardío, dijo adiós la complicidad.” Para Beethoven, la
sonata representaba una solución, compleja y problemática, al problema de
la identidad y el cambio musical. Las características de la sonata residían
en despachar el tema central hacia claves extrañas y lejanas a tal tema
para así regresar al final hacia el punto de origen que era el tema central.
La diferencia con la reexposición es que el regreso hacia el origen idéntico
se da a través de un viaje por la extrañeza, por lo no idéntico, de variación
en variación. De todas maneras, la sonata no se libera del principio de
constricción identitario sino que a través de la extrañeza vuelve al punto
de partida después de un abandono momentáneo. Sin embargo, la sonata,
como género menor musical, es un progreso respecto a la reexposición
circular de las grandes sinfonías.
Vol. 67
Fasc. 3 2011
Mimesis, Estructura y Forma del Arte Moderno en la Teoría Estética de Adorno 617
Vol. 67
Fasc. 3 2011