Você está na página 1de 17

Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

La dialéctica entre habitar y ecología


The dialectic between inhabit and ecology
Juan José Cuervo Calle*
Resumo Abstract
O artigo indaga o vínculo entre o habitar humano e The text investigates the link between human in-
a ecologia desde uma perspectiva ambiental. É uma habit and the ecology from an environmental per-
conexão entre as ações cotidianas humanas e o en- spective. It is the connection between the daily
torno físico que rodeia o individuo, com o propósito human activities and the physical environment
de compreender as práticas e hábitos ambientais surrounding the individual, with the purpose of un-
(especialmente domésticos), enxergados a partir das derstanding the practical and environmental habits
formas de vida. A partir dessa perspectiva, a proposta (specially the domestic ones) from the point of view
para este artigo explora também as definições con- of different living beings. From this perspective,
ceituais em volta do assunto do habitar, as relações the purpose of this article is to explore conceptual
humanas com o mundo, suas atuações, materiali- definitions regarding inhabit, the human relationship
zações e formalizações dos espaços, evidenciando with the world, their actions, materialization and for-
as afetações no entorno derivado das experiências. malization of spaces exhibiting the effects on the
Numa perspectiva ambiental do habitar, onde o ser environment acquired from the experiences. From
humano demarca, sinaliza e intervém no território an environmental point of inhabit, where the human
de acordo com seu próprio critério a partir de sua being make, guides and intervenes the territory at
natural forma de habitar, adentra-se no cenário da their own judgment from its natural way of living,
estética, elemento que permite que os territórios enters the stage of the aesthetic, element that al-
*Arquitecto Universidad Pon- adquiram um sentido humano particular a través de lows the territories to obtain a particular human
tificia Bolivariana, Magíster expressões carregando-o de significado. As particu- sense through the expressions charging it of mean-
en Hábitat Universidad Na- lares formas de apropriação desde a estética entram ings. The particular ways of appropriation from aes-
cional de Colombia. Docto- no âmbito da ética: um assunto de domínio do ser thetics enter the field of Ethics: a subject domain
rando del "Instituto de Ar- humano sobre o ambiente, algumas vezes aparta- of humans on the environment, sometimes away
quitetura e Urbanismo" de la
da da integralidade à qual o habitar convida. Essa from integrity of inhabit. This complexity presented,
complexidade apresentada, torna incompreensível makes incomprehensible the separation of the hu-
Universidade de São Paulo.
a separação do ser humano e do entorno, criando man being and the environment, creating a mutual
Se concentra principalmente uma relação mútua entre esses dois componentes; relation between this two components. after all ap-
en el estudio del habitar hu- surge assim, a trama como parte das formas de ocu- pears the connection like a way of occupying the
mano, el hábitat doméstico y pação do território e as significações que represen- territory and the meanings that represent the expe-
la vivienda. tam as experiências conexas com a vida. riences connected with life.
Palavras-chave: Habitar. Ecologia. Tramas. Keywords: nhabit, ecology, connections.
usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 101
Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

Introducción

E ste texto es parte del resultado de concep- como escenario principal la vivienda, medio con-
tualización del proyecto de investigación titula- siderado uno de los más importantes para el ser-
do “Lineamientos proyectuales de diseño para la humano. Ser que actúa y humano que siente, se
vivienda. Una perspectiva ecológica del habitar expresa y necesita de otras personas para vivir.
aplicable al Valle de Aburrá1,”. Las discusiones
desarrolladas en esta etapa, delimitaron y reduje- Tanto el habitar como la ecología, abarcan un sin-
ron las miradas de interés desde la relación exis- número de situaciones, interpretaciones y aconte-
tente entre habitar y ecología; temas abordados cimientos que son tomados en cuenta interdisci-
por diferentes disciplinas, pero que son general- plinariamente del quehacer cotidiano. Importantes
mente estudiados por separado con múltiples in- miradas que han hecho estudios sobre el habitar,
terpretaciones y significados. coinciden en que éste es una situación que com-
pete exclusivamente a los seres humanos: Yory
Los estudios ecológicos han permitido compren- (1999), Heidegger (1984), Schmidt (1978), Boll-
der (desde la consideración de la ecología como nowm (1993), llich (1988); postura que nos lleva a
disciplina), las relaciones bióticas entre las espe- posicionar al ser humano como nuestro punto de
cies dentro de un contexto determinado incluyen- partida en la relación habitar-ecología.
1. Grupo de estudios en Di- do el ser humano como unos de los actores más
seño​(GED) y Laboratorio de dominantes dentro de las prácticas ecológicas. Metodológicamente, teniendo el hombre como
Arquitectura y Urbanismo
En este sentido fijamos nuestro objetivo en la re- centro, la búsqueda contextual y conceptual de
(LAUR), Universidad Pon-
tificia Bolivariana, Medellín lación existente entre el hombre con el mundo, otras posibles relaciones que permitiesen deli-
Colombia. específicamente en el entorno urbano teniendo mitar el estudio según los intereses particula-

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 102


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

res del equipo investigador fue fundamental. La torno físico con las respuestas y acciones hu-
revisión de los enfoques en los que interviene manas frente a situaciones de la vida cotidiana.
la ecología: sea política, económica, sociocul- Para responder a dicha relación, nos plantea-
tural, ambiental…, permitió encontrar una fuerte mos dos preguntas básicas: quién lo hace, con
relación a través de los estudios ambientales, el propósito de entender las prácticas ambien-
siendo ésta una de las orientaciones actuales tales miradas desde el habitar en una sociedad
más fuertes que tienen los estudios ecológicos. determinada por el consumismo y la indiferen-
Según Leff (2002), Noguera (2004) Echeverría cia frente al otro; allí se evidencian las afecta-
(2009), Tuan (2007) entre otros, los estudios am- ciones particulares que traen al individuo y/o
bientales, aunque hoy hayan caído en un em- las comunidades o grupos a los que pertenece.
pobrecimiento conceptual delimitándolo y com- Nuestra segunda pregunta es cómo se hace,
prendiéndolo exclusivamente desde los efectos desde la técnica (humana) entre lo natural y lo
en la naturaleza, se interesa por responder a la artificial. Aquí entran a participar los instrumen-
pregunta de cómo los seres humanos actuamos tos de materialización y formalización de los
en la Tierra, es decir, un asunto de actuación a espacios y las cosas; a lo que Heidegger de-
través de las relaciones humanas. nomina techne (técnica). El pensamiento sobre
la técnica lleva a Heidegger (2003) a entenderla
De forma paralela, uno de los intereses del habi- como una manipulación del saber, llevada ésta
tar como acción, entendiendo éste como verbo y a pensar sobre la devastación ecológica que
no como sustantivo, es precisamente compren- caracteriza al mundo contemporáneo; por ello
der las complejas acciones del hombre en con- encontramos allí elementos éticos y estéticos
textos y situaciones determinadas, respondiendo que permiten dar respuesta a esta pregunta.
al cómo lo hacen; asunto que trae en sí mismo La segunda parte hace una breve justificación
prácticas, hábitos, estéticas, ethôs (ética) Por lo de la relación entre ecología y ambiente como
tanto, nuestro principal punto de equilibrio, es la componente del habitar. Este numeral pretende
estrecha concordancia entre los intereses ecoló- poner en consideración la relación entre el con-
gico-ambientales como respuesta a la actuación cepto de habitar y ambiente. Partimos de la re-
del hombre sobre la tierra, y el habitar como in- visión de bases conceptuales sobre la ecología
dagación a las formas y/o maneras de hacer las como elemento abarcador del sentido inicial y
cosas en un contexto. profundo de los estudios ambientales y desde
allí, el establecimiento de correlaciones con el
La primera parte de este texto indaga por la asunto de habitar.
relación ambiente y habitar, conectamos el en-

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 103


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

¿Qué es habitar? ¿Quién habita? objetos y de la memoria, de aconteceres, ritmos,


rutinas, ritos y rituales que se construyen, trans-
Al preguntarnos qué es habitar, generalmente evi- forman y reconstruyen nuevamente. “A diario re-
denciamos la equívoca manera de comprenderlo miendan la tienda sus moradores, la levantan, la
(o restringirlo), con una simple ocupación del es- extienden, la desmontan.” (ILLICH, 1988, p. 31).
pacio que reúne las condiciones óptimas para la La piedra, las hojas, las palmas, dejan sus rastros
vida humana, de una especie animal o vegetal. durante milenios. Lo que hace que la huella, es-
La común desconexión del habitar con el sentido pecialmente en la casa, sea siempre permanente
profundo del hombre, al desconocer su natura- e inacabada por los habitantes hasta su muerte;
leza (como ser social, cultural, espiritual, etc.), y la construcción del habitar desde la mirada del
tomar en cuenta solamente los rasgos en el or- arquitecto, precisamente, nos remite a la identi-
den fisiológico, su sentido más profundo pasa a ficación de esas formas de hacer de cada quien.
un segundo plano, razón que lleva a comprender El reconocimiento semántico de una sociedad
esta noción solamente con asuntos espaciotem- especifica por parte del arquitecto, implica una
porales, y esto evidencia un gran vacío frente a relación comprometida y consciente de aquello
su concepción. Bajo esta interpretación, muchos que se pretende ofrecer; una correspondencia
proyectos arquitectónicos que se encuentran en que permita al usuario ser parte del diseño como
el medio próximo, y que son esencialmente para expresión de su identidad.
el hombre, se resuelven como un mero instru-
mento funcionalista que deja de un lado aspectos Ilich plantea una profunda relación entre habitar y
del ser humano que no son tan evidentes. vivir; por lo cual según el autor, habitar es vivir en-
tendido como aquello conexo con la vida, con las
En el medio académico, los aportes de diferen- experiencias cotidianas y no con el mero residir.
tes disciplinas dan a entender que el habitar Podemos relacionar habitar con vivir, cuando el
como tal está acompañado de diversos signifi- entorno en el cual nos encontramos es habitable
cados y por consiguiente es aplicable a muchas y nosotros somos los habitantes. Esta relación
interpretaciones. Encontramos por ejemplo, una (habitar– vivir) para el autor “…procede de una
relación directa entre el hombre (como centro), época en la que el mundo era habitable y los hom-
los espacios y los objetos; los cuales, al tener la bres habitantes”. Una habitación que era siempre
posibilidad de ser usados permiten habitar. Uso “la huella de la vida”. Las experiencias cotidianas
que faculta al hombre dejar huella sobre ellos a del ser humano son, “lo habitual” (ILICH, 1988, p.
través de marcas que cada quien dispone sobre 30). El entorno se convierte en habitado, siempre
ellos; dicha huella, es dejar rastro a través de los y cuando exista alguien que lo habite, quien se

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 104


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

exprese en él, o en alguien que piense, imagine cuando se le posibilita “tener” su sitio” (SCH-
o idealice las características del espacio habita- MIDT, 1978. p. 21-27), en nuestro caso, cuando el
do: habitamos las cosas y espacios materiales e hombre tiene una casa (YORY, 1999, p. 13; 143),
inmateriales, aquellos que se pueden tocar o se (BOLLNOW, 1993, p. 32). Al tener y poseer un lu-
pueden imaginar, lo que no se toca es sin duda gar (en cuanto espacio), es posible que se pro-
una manera también de habitar puesto que está teja, permanezca y se demore para así cuidar lo
en nuestro imaginario; y es en este punto donde suyo (sus objetos y enseres) y se desarrolle como
toma importancia la arquitectura como agente persona. En medio de la configuración de dicho
participe de la acción de habitar. (Figura 1) espacio, sea permanente o temporal, construye
rutinas y ritmos que le permiten habituarse al es-
tablecer normas y códigos que le ayudan a definir
sus rutinas, su ética y su estética.

¿Cómo se relaciona el ser humano con el


mundo? ¿Cómo actúa? ¿Cómo habita?

Milton Santos sostiene que la relación entre el


hombre y el medio (naturaleza), está principalmen-
te determinada por la técnica, la cual define como
“un conjunto de medios instrumentales y sociales,
con los cuales el hombre realiza su vida, produce
y, al mismo tiempo, crea espacio” (SANTOS, 2000,
p. 27), en términos de Heidegger espacia en su
habitar. Sin embargo, Santos plantea que la téc-
nica ha sido poco explorada desde esta perspec-
tiva, coincidiendo con Heidegger cuando plantea
que la esencia de la técnica, que podría referirse
a un ‘hacer con sentido’, ha sido olvidada por la
Figura 1: Apropiación del es- El asunto del habitar, por lo tanto, es una con- técnica misma, poniendo en situación de peligro al
pacio. La huella de la vida.
dición que le permite al hombre encontrarse y ser humano en el mundo (YORY, 1999, p. 76)
Fuente: personal.
desplegarse a sí mismo (ILLICH, 1988, p. 30), es
decir, realizarse por el hecho de pertenecer a un La técnica no hace alusión a un simple quehacer
lugar (BENJAMIN, 1996, p. 160), principalmente que puede ser reemplazado por cualquier otro, o

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 105


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

incluso realizado por otros entes no humanos como Las formas de pertenencia, apego y contingen-
máquinas u objetos. Ser humano significa hacerse cia, el afianzamiento, las relaciones y expresio-
un mundo a la manera humana, lo cual tiene implí- nes, responden al cómo el hombre habita. Las
cito un hacer originario (actuar, construir, fabricar, múltiples maneras de habitar son el resultado de
etc.) como relación entre el ser y el mundo. Pero un proceso de construcción derivado de la suma-
el proyecto moderno, a través del sofisma tecno- toria de estos elementos en un hábitat determina-
industrial, ha impuesto que ‘hay que conocer el do. La esencia de este hábitat y su relación con
mundo para dominarlo’, haciendo que se olvide la el habitar, radica por lo tanto en la corresponden-
cuestión fundamental de cómo habitarlo y con ello cia de la casa como el medio físico, donde el ser
este hacer originario (YORY, 1999, p. 24; 82). humano encuentra la posibilidad de construir-se
experiencias. El habitar es la acción, es el cómo
La cuestión de cómo habita el ser humano está se hacen las cosas en dicho medio. Esto nos per-
ligada a las “formas de pertenencia, apego, y mite definir el habitar como la manera en que el
contingencia del hombre para con el lugar en hombre construye su hábitat, en nuestro caso lo
el que habita, como parte del proceso de afian- correspondiente al universo de lo doméstico.
zamiento e identificación del ser humano con el
universo físico y socio-cultural (significacional) En la identificación del cómo el hombre habita, es
en que se mueve” (YORY, 1999, p. 28), y también importante reconocer, en tanto, el sentido de lo
a la esencia humana que hace que el hombre no doméstico, de la domesticación interior de cada
sólo se relacione con el espacio, sino que se re- casa. La domesticación se relaciona con una si-
lacione y exprese a través de éste (YORY, 2003, tuación estética del ser humano, por lo que pode-
p. 387). Lo anterior significa que la transforma- mos relacionar domesticación con doméstico. La
ción, construcción, e incluso interpretación del casa se ha domesticado ya que, junto con las ac-
entorno material, no corresponde a la acciones tividades domésticas tradicionales como comer,
de quienes administran y proyectan el espacio limpiar, amar… se pueden desarrollar prácticas
(figura 2), sino que está ligado a ese hacer ori- familiares que invitan a la privacidad y las afec-
ginario a través del cual el ser humano habita y tividades. Este es el sentido de la domesticidad.
espacía, poniéndose en relación con el mundo, La “…domesticidad es el producto de una rela-
sea próximo o lejano. Según Heidegger, la pro- ción que cambia de continuo y se define históri-
puesta del habitar humano es a través del cons- camente entre las culturas y los espacios público
truir, entendiendo el construir como una manera y privado (…) esa domesticidad a la vez es una
de transformar el mundo, esto es que se habita realidad fenomenológica, sociocultural y econó-
Figura 2. Transformación de los objetos. Fuente: personal el mundo es transformándolo. mica” (SILVERSTONE, 1996, p. 53) La domestici-

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 106


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

Figura 3: domesticación de
la vivienda. Fuente: personal.

dad, como idea asociada a la casa (RYBCZYNS- vidad es lo que hace de la casa, más que sus en-
KI 1991; GOURHAN, 1971), describe un conjunto seres y objetos que también hacen parte funda-
de elementos que se relacionan con el carácter mental del habitar, un objeto privado. La casa es
philico, es decir afectivo (figura 3). el ámbito que recoge y acoge al hombre, “…es el
lugar de lo privado, significa sobre todo lo priva-
La casa, entendida como un objeto de afectivi- tivo, lo necesitado. La vida humana es en primer
dades, hace parte del universo del hombre. Su lugar, una vida necesitada.” (BACHELARD, 1988,
significado y sentido, impregna a cada quien una p. 37) Esto hace parte de lo que llamamos do-
manera diferente de habitar. Esta dosis de afecti- méstico, como lo propone Saint-Exupéry (1972,

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 107


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

p. 82), con actividades que estimulan al hombre el objetivo de salvaguardar el “medio Ambiente”,
prácticas estéticas que incentivan la afectividad. nacen nuevos enfoques de la ecología como los
Por lo que, es preciso entender la vivienda, como estudios ambientales, y una nueva bifurcación de
una estructura físico-espacial que en términos la ecología, apareciendo la ecología política, hu-
prácticos, debe ser domesticada. Este proceso mana, del paisaje, fisiológica, entre muchas otras.
de domesticación exige que “…la vivienda al ser La proliferación de movimientos medioambienta-
domesticada pasa a convertirse en casa, asunto listas y ecologistas en pro de la conservación de
que con el tiempo permite la ‘construcción’ del la naturaleza, fue motivo de fuertes debates a nivel
hogar.” […] y así comenzar una fase de dominio mundial principalmente entre los años 60 y 70. En
(o dominación) “…sobre el espacio exterior a par- esta etapa, la ecología plantea una mirada sisté-
tir de la casa […] “…expresado de múltiples ma- mica de la vida, y es donde se evidencia una es-
neras”. (CUERVO, 2010, p. 84-85) trecha relación con la ciencia de lo ambiental. Uno
de los actores más importantes en este contexto
Queda claro que la dimensión territorial del habitar fueron Deleuze y Guattari, quienes con el apoyo
doméstico va mucho más allá de los umbrales de de la teoría de sistemas y los estudios ambientales
la casa. Concluimos que lo doméstico, como se “…muestran cómo los acontecimientos rizomáti-
ha expresado desde su dimensión compleja, es cos sucedidos al interior de sistemas complejos,
una de las manifestaciones más fuertes del hom- como por ejemplo una cultura, afectan a muchos
bre, es ”…una puesta en escena de la existencia otros ecosistemas y muchas otras culturas a corto,
humana” (SANÍN, 2009, p. 71); su sentido afectivo, mediano, largo y muy largo plazo, de manera no
expresivo y estético, permite relacionar al indivi- predecible desde la planificación ambiental mo-
duo con los otros; admite establecer unos hábitos derna” (NOGUERA, 2004, p. 38). Es precisamente
domésticos entendidos como “…un conjunto de los estudios ambientales, como una mirada evolu-
rutinas y rituales que permiten configurar a través tiva de la ecología, la que permite que ésta de un
de ellas el sentido y la materialidad del hogar…” salto importante, pues pasa de tener una perspec-
(SANÍN, 2009, p. 73) humanizando el espacio. tiva cartesiana, a trazo dúctil y ligero como el que
propone Deleuze y Guattari.
Las conexiones entre habitar y ambiente
Con el término utilizado por Deleuze y Guattari
Posterior a la mitad del siglo XX, derivado de la (1994) como rizoma, entramos en un terreno de
revolución industrial en el siglo XIX, la problemá- correspondencias con el habitar, pues el habitar
tica de la contaminación y su afectación sobre el como acción involucra maneras diversas de ha-
ser humano adquiere una dimensión global. Con cer las cosas; donde el rizoma, la trama, el tejido,

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 108


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

o el magma de Castoriadis (1989) se convierten ticas, la mirada ética por su parte exige también
en el punto de articulación y nos acercan con el múltiples direcciones y una trama de los valores
ambiente pues en esas diversas manifestacio- según la cultura. En este sentido, existe una re-
nes del ser humano, nunca se habita del mismo lación muy estrecha con el habitar; es entender
modo. En tal sentido, la perspectiva ambiental el habitar a partir de una relación con los modos
del habitar lleva implícito dos componentes fun- de comportamiento del ser humano. Heidegger
damentales que lo complementan: la ética y la parte de una premisa muy clara al plantear que
estética. Así, tanto el habitar como el ambiente, el habitar es un asunto exclusivamente humano,
no se pueden inscribir en una sumatoria de ac- pues dice: solo los hombres pueden habitar. Este
ciones repetitivas como una máquina cartesiana, autor propone una relación muy concreta entre
sino precisamente en una urdimbre donde cada habitar y construir, puesto que el construir es el
una de las partes que componen el sistema de medio para llegar al habitar y la construcción es
habitar, lo atraviesa, cruza, traspone, e interactúa entendida no como la construcción física de las
de diversas formas en él. Esta perspectiva de los cosas y el espacio, sino como la manera en que
estudios ambientales, disuelve la comprensión rí- los hombres estamos en la tierra; para habitar,
gida de la ecología y pone de manifiesto, según según Heidegger, es necesario primero construir:
Noguera (2004) un dialogo importante entre na- construyo luego habito. En este sentido habitar
turaleza y cultura, componentes fundamentales es una manera particular de estar y hacer las co-
para comprender el ambiente. sas, lo que desde el significado profundo de la
ciencia ambiental, guarda profunda correspon-
Desde este punto de vista, la perspectiva ambien- dencia. La relación habitar-ambiente radica en-
tal se pregunta fundamentalmente por “…cómo tonces particularmente en una acción humana
actuamos en la tierra, cómo la moramos, cuáles y/o de los fenómenos de la naturaleza, que alte-
son nuestras responsabilidades frente a nuevos ran el entorno a partir de los modos de comporta-
actores, nuevos escenarios, nuevos problemas miento, acciones, maneras particulares de estar
y qué valores es necesario construir”. El asunto en la tierra. De aquí podemos encontrar cuatro
profundo de lo ambiental, por lo tanto, evidencia elementos relacionados: habitar-ambiente-hom-
particularmente nuestra “forma de ser, de pensar bre-espacio, que entre sí se co-pertenecen; por
y actuar” (NOGUERA, 2004, p. 109) y en cuanto esto la espacialidad en la que el ser humano ha-
tal, lleva implícito asuntos éticos (desde los com- bita y a la cual transforma en su habitación, a su
portamientos y las formas de ser) en términos de vez ejerce influencia sobre él. Por esto, habitar-
valores a partir de las relaciones con el entorno. ambiente-hombre-espacio, no deben concebirse
Al comprender que dichas relaciones son rizomá- por separado, sino que deben ser entendidos

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 109


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

uno en función del otro, o más bien, en función ofrece, donde muchos argumentan que “utili-
de esa co-pertenencia desde la cual, según Yory, zan” de manera correcta dichas provisiones.
se deriva un principio ecológico-ambiental funda- Este sentido se pervierte según Noguera bajo
mental: “el cuidado por el mundo no es distin- una expresión de dominio, tema que Leff (2000)
to del propio cuidado del hombre por sí mismo, ha llamado crisis ambiental. Esta crisis plan-
único sentido de habitar” (1999, p. 58). Asunto teada por Leff es el resultado de una particu-
que lleva a plantear que el concepto de ambiente, lar manera de apropiarse del ambiente, la cual
abarca la inter-relación entre el hombre y el mun- haciendo parte del territorio de la ética, resalta
do (espacio), la cual está referida inevitablemente el significado de las maneras de “apropiación”
al habitar humano. como un asunto de dominio del ser humano so-
bre el ambiente apartándose de la integralidad
Esta comprensión del significado profundo de a la que invita el habitar. “La ciudad entendida
ambiente en relación con el habitar, nos permite como símbolo de la modernidad y de la civiliza-
superar la mirada ecologista desde el cuidado de ción, está destruyéndose a sí misma como con-
la naturaleza que comúnmente ha marcado los secuencia de lo que ella misma produce: aglo-
estudios ambientales. Sin embargo, cierta parte meración de la producción, la sobreexplotación
de de este interés, valora los comportamientos de la naturaleza, la destrucción de su entorno
humanos como agresión contra la naturaleza y el ecológico y el succionamiento de los recursos
mundo, lo que también indica desde la ética, esti- humanos” (LEFF, 2000, p. 244 en Escalante
maciones que alteran las formas de vida de otras 2007, p. 18). Esta connotación de apropiación
personas. Pero el sentido profundo de la ciencia del ambiente planteada por Leff, permite en-
ambiental tiene como tarea principal, compren- tender el habitar como una forma de dominio
der las relaciones de los fenómenos naturales, que propone “…conocer el mundo para domi-
incluido el hombre y someter dichas relaciones narlo olvidando fundamentalmente el problema
a consideraciones éticas y estéticas. La ética y la de habitarlo” (YORY, 1999, p. 3). Postura que se
estética son elementos fundamentales dentro de aleja del significado profundo de habitar. Des-
los estudios ambientales, implícitos también den- de la ética ambiental, igualmente, no hablamos
tro del acto de habitar. La sumatoria de ello sería de una dominación, sino de “…la concepción
un hecho profundamente ligado a lo humano. de la vida como trama y como redes rizomáti-
cas, (donde) prima el ‘cuidado’. Cuidado que
Hoy, la ética desde lo ambiental, es medida en inglés se dice ‘care’ y que significa también
principalmente desde la explotación del pla- esmero, atención, delicadeza, precaución…
neta, por el mal uso de los recursos que nos El cuidado está ligado al respeto y del respe-

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 110


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

to surge la responsabilidad del hombre con la ten a nosotros; el ser humano ambientalmente
vida” (NOGUERA, 2004, p. 54, paréntesis nues- adaptado es aquel que comprende el entorno
tro). Es el cuidado de sí mismo, de nuestro ni- que lo rodea, su cultura y la naturaleza de los
cho que es la casa, el cuidado de las relaciones escenarios que día a día se transforman, actitud
con los otros, con la ciudad, y por supuesto, nada alejada del quehacer del arquitecto. Este
con el planeta. Heidegger también relaciona el es el contexto de la reflexión planteada por Leff
cuidado de las cosas con el habitar, al indicar (2000, p. 242) al trazar el problema de la crisis
que toda construcción (que es habitar), no es ambiental, como el proceso actual de destruc-
ninguna fabricación, sino un detenerse en las ción del ambiente por parte de los seres huma-
cosas, en lo acostumbrado para el cuidado de nos, ocasionado por una forma de apropiación
la vida (HEIDEGGER, 1984, p. 145). generalmente destructiva que rompe con los
equilibrios entre cultura y naturaleza.
La mirada ambiental con lupa es exigente, pues
requiere “…dialogo y reconciliación entre cultu- El ser humano marca, señala o interviene el terri-
ra y ecosistemas, […] exige un cambio cultural torio según su propio juicio a partir de su natural
radical en todas las dimensiones de nuestro forma de habitar, y es aquí cuando entremos en
mundo de la vida” (NOGUERA, 2004, p. 47). el escenario de la estética. Dentro del tema de la
Y en medio del rizoma, el magma y las redes, estética el territorio juega un papel fundamental
el ser humano hace que en su habitar muchas pues sostiene una relación inseparable con las
formas de ser y de hacer las cosas sean am- manifestaciones expresivas del ser humano. La
bientales. Por eso, en medio de los problemas estética es el elemento que finalmente permite
ambientales, debe existir “…una forma de morar que los territorios adquieran un sentido humano
respetuosa con la trama de la vida” (NOGUERA, particular, puesto que a través de las expresio-
2004, p. 35). Siempre cuestionamos la adminis- nes de carácter estético estos “significan algo
tración de los recursos de la naturaleza y señala- para alguien” (NOGUERA 2004, p. 118) y el te-
mos el habitar del otro. Es preciso entonces que rritorio se convierte en el lienzo sobre el cual las
cada quien busque su propio ethos, una forma personas manifiestan sus formas de vida. Esta
de habitar ambiental en donde el asunto de las mirada se aleja del sentido restringido de la es-
relaciones entre los seres vivos sea un asunto tética desde la filosofía del arte y entra en uni-
de cooperación, respeto, compatibilidad, valo- verso de la estética expandida donde cada ex-
ración y simbiosis. El hombre y la tierra deben presión, creación, manifestación representa las
buscar una adaptación recíproca y no preten- formas de ser de los seres humanos, es decir, de
der que los otros seres vivos ajenos se adap- su habitar. (Figura 4).

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 111


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

Podemos hablar desde la disciplina de la estética hábitat. Según Leff, el ambiente es el resultado
de una estética ambiental donde la ética juega un de una relación compleja entre hábitat y habitar,
papel fundamental. Tanto la ética como la estética donde el “…hábitat es el sustantivo (pasivo) que
están presentes en la cotidianidad de las perso- soporta el verbo acción de habitar. En el habitar
nas como manifestación de sus actos expresivos, confluye la ley de la naturaleza que establece sus
por lo que asumir una postura estético-ambiental condiciones de soporte, y el deseo que movili-
desde cualquier disciplina para su aporte epis- za las formas de ocupación cultural del espacio”
temológico, es finalmente la realización de inter- (2002, p. 244). Quiere decir que el ambiente inte-
pretaciones del habitar humano que incluyen la gra un medio que es el hábitat, frente a unas po-
diversidad de infinitas y complejas formas de ser sibilidades de ocupación del territorio referidas al
y estar de los seres humanos valoradas a través habitar. Esta acepción del ambiente “…significa
Figura 4. Objetos estéticos al de ética. La identificación de las representacio- pensar el habitar como proyecto transformador
interior de la vivienda. nes estéticas, que de manera conjunta con las del medio, como proceso apropiación social…”.
valoraciones éticas que cada cultura establece, El hombre como actor principal en la transforma-
se convierte metodológicamente en un factor ción del territorio define a través del habitar las
determinante de lectura para la construcción de actividades estéticas, éticas y afectivas; el am-
viviendas, vecindarios y por consiguiente la mis- biente constituido desde el habitar, según Leff,
ma ciudad. Comprendemos que la pluralidad de es el medio donde el ser humano complejiza su
formas de habitar representada en el magma y el existir, “…donde el organismo social despliega
rizoma del cual hablan Castoriadis (1984) y De- sus potencialidades […] a través de las prácticas
leuze y Guattari (1994) (Noguera, 2004), hace par- transformadoras…”. De esta manera es posible
te de la representación estética de las formas de reconocer el hábitat, más allá de un contenedor,
vida contemporáneas, pues cada individuo teje como una expresión de las distintas maneras de
su trama sobre una urdimbre, obteniendo como habitar del ser humano (LEFF, 2002, p. 250).
resultado un territorio sumamente complejo. Y en
este sentido se define una fuerte relación entre Leff (2000; 2002), a partir de su reflexión sobre la
estética, ética y ambiente. crisis ambiental, permite reconocer que el asunto
de habitar es más que la ocupación de espacios
Ambiente: las tramas como parte de las rela- donde se fortalecen las relaciones del ser huma-
ciones humanas no con el mundo que habita. En esta conside-
ración Leff aporta una estrecha relación entre el
En la relación habitar-ambiente, Enrique Leff rizoma de Castoriadis y el magma de Deleuze y
(2002) nos propone un nuevo componente: el Guattari, al introducir en este discurso el concep-

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 112


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

to de “trama”. Aunque los conceptos de trama que pueden ser muy distintos […] que apuestan
no son nuevos, generalmente en los discursos y se relacionan entre sí […] mediante diferentes
arquitectónicos y urbanos hay una tendencia a facturas o factores aglutinantes, se teje y desteje,
comprenderlos como una red, y en este sentido se rasga, se reconstituye, se cose, se adhiere, se
la trama de la ciudad o la trama urbana, es com- desgasta…” (2009, p. 56) lo que sin lugar a dudas
prendida como una “…red vial, red de servicios, no precisa de un punto central, de arranque, un
red de transporte, etc., reducidas a la dimensión espacio originario o de convergencia. La trama,
físico-espacial-funcional que junta las partes, mas es precisamente trama, porque cada cruce, cada
no propiamente como red configurada desde los centro, cada confluencia, es un magma donde los
actores y sujetos, las acciones, actividades e in- humanos “…establecen vínculos sociales indiso-
tercambios…” (ECHEVERRÍA, 2009, p. 51) Desde lubles con las formaciones físicas…” (ECHEVE-
aquí, la complejidad del habitar no puede com- RRÍA 2009, p. 56). No obstante, según Noguera
prender por un lado al ser humano y por el otro (ECHEVERRÍA 2009, p. 56) esta diferencia entre
el entorno, sino una relación mutua entre estos trama y rizoma, mantiene la puerta abierta para in-
dos componentes; así la trama, el tejido, la red, dagar la trama de la vida humana como potenciali-
es una hibridación de relaciones. Sentido que dad en la lectura territorial, separando la divergen-
Morín (2001, p. 32), presenta como “…un tejido cia entre rizoma y trama con una línea muy sutil.
de constituyentes heterogéneos inseparablemen- Ambas nociones, a pesar de su origen, son huellas
te asociativos”. Este punto de vista nos lleva, por del ser humano, de sus experiencias, memorias,
lo tanto, a comprender el habitar como parte de significaciones, las cuales implican la interacción
un asunto de relaciones entre los seres humanos de diversos individuos y organismos. La trama por
y su entorno como un tejido. lo tanto nos permite concebir el ambiente como un
tejido o una trama de relaciones de las prácticas
Esta situación hace que la trama sea compleja, del ser humano, “el habitar como relaciones signi-
pues los individuos con sus prácticas (cultura- ficativas…” (ESCALANTE, 2007, p. 32).
les) particulares, definen la forma o las maneras
de dicha trama. Según Echeverría, el rizoma de Conclusiones
Castoriadis (o el magma de Deleuze y Guattari),
pueden presentar diferencias respecto a las tra- Respecto al habitar.
mas (de vida) puesto que, las primeras, parten de
un organismo, cuerpo, núcleo o ente del cual brota Respecto al habitar se considera que éste ha
el inicio del rizoma, mientras que la trama se da a sido un asunto poco estudiado y siempre re-
partir de “…cruces y confluencias entre agentes flexionado a partir de los mismos autores, asunto

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 113


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

que restringe su concepción profunda y su am- El habitar es considerado además como una ex-
plitud de significados. Sin embargo, respecto al presión de los seres humanos, que en tanto su-
habitar como noción, podemos concluir que ésta jetos, se manifiestan interior y exteriormente. Por
puede ser aplicada a múltiples campos del cono- un lado, de afuera hacia adentro del espacio re-
cimiento más allá de una simple ocupación del cogiendo el “caos” exterior para llevarlo a sí mis-
espacio. Al respecto, encontramos que el habitar mo; y, por el otro, de adentro hacia afuera como
es una condición que involucra exclusivamente a parte de su expresión estética que hace parte de
los seres humanos. Y como tal el habitar es una su forma de ser y estar. Situación que posibilita
condición que le permite al hombre encontrarse y construir subjetivamente su ser y objetivamen-
desplegarse en sí mismo, es decir, realizarse por te, desde la materialidad, los objetos (el espacio)
el hecho de pertenecer a un lugar, principalmente que lo rodean con los que deja unas huellas, un
cuando se le posibilita “tener” su sitio; en nuestro rastro y unas marcas que configuran una estética
caso, cuando tiene una casa. Al tener y poseer un muy particular en cada quien.
lugar (en cuanto espacio), es posible que se pro-
teja, permanezca y se demore para así cuidar lo El habitar es posible considerarlo como una ac-
suyo (sus objetos y enseres) y se desarrolle como ción necesaria para desarrollo social, cultural e
persona, donde puede construir rutinas y ritmos individual del hombre, y el hábitat como el con-
que le permiten habituarse al establecer normas texto en el cual se desarrolla dicha acción del ha-
y códigos que le ayudan a definir sus rutinas, su bitar. Por lo tanto habitar y hábitat, no son dos
ética y su estética. asuntos distintos, contrarios, sino relacionados e
interdependientes.
El habitar también es un asunto que no necesa-
riamente requiere materialidades y espacialida- El abundante y rico significado del habitar resul-
des, pues es posible habitar desde los sueños, ta, en muchas ocasiones disuelto, incomprendido
aspiraciones y quimeras. Esto le permite al ser y parcializado. Las elaboraciones conceptuales e
humano sujeto construirse una memoria y un de- interpretativas realizadas desde diferentes discipli-
seo. Una memoria en cuanto tiene una historia nas tienen un gran valor y cada una de ellas apor-
como individuo y pertenece a una familia o un ta notablemente. Por eso, tratar de construir una
grupo; significación además, puesto que inter- aproximación conceptual del habitar con miradas
preta, valora y reconoce lo suyo. Y un deseo por- aisladas, sería un asunto incompleto; sólo la suma
que, en medio de su condición social, cultural, se de cada aporte disciplinar ayudaría a comprender
proyecta, sueña (utopía-quimera), se apasiona y el término. Ubicar el habitar en una disciplina es-
construye perspectivas de vida. pecífica es un asunto prácticamente imposible.

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 114


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

Del ambiente como componente ecológico. En medio de dicha trama la perspectiva am-
biental desde el habitar se pregunta fundamen-
Definida la ecología como un asunto que estudia talmente por la pregunta de cómo los seres
las relaciones de los seres vivos, incluido los seres humanos actuamos en la tierra, cómo la habita-
humanos como uno de los elementos más impor- mos y cuáles son las responsabilidades que te-
tante de dichas relaciones, la noción tradicional de nemos frente a las otras personas, escenarios
ambiente pasa a ser debatida para dejar de ser y problemas. Allí es donde el componente ético
comprendida únicamente desde un punto de vis- y estético es fundamental para dar respuesta
ta “ecologisista” o biológico a ser asumida como a esta pregunta. En este sentido, el habitar en
un asunto complejo resultado de las relaciones relación con el ambiente, es definido como una
del ser humano. De estas relaciones, se concibe manera de hacer las cosas por parte de los se-
que una de las más importes es la relación habitar- res humanos a partir de modos de comporta-
ambiente, pues a través de ésta se comprende la miento, acciones y maneras particulares de es-
correspondencia que se da entre el hombre y el tar en la tierra como lo denomina Heidegger; y
espacio, pues dicha condición sobrepasa el hecho la ética desde las relaciones, se convierte en un
de encontrarse en un lugar físico. Lo cual implica asunto de cooperación, respeto, compatibili-
que el espacio no se reduce a un medio preexis- dad, valoración y simbiosis entre el ser humano
tente, aislado de la existencia humana, y al cual y la tierra. La estética, que nos permite hablar
llega el ser humano simplemente a ocuparlo, sino de una estética ambiental, es la manifestación
que, por el contrario, se construye por el habitar de los actos expresivos del ser humano; factor
espaciando como lo llama Yory (2003, p. 77). determinante que permite la construcción física
de los espacios y la construcción entendida de
artir de una fundamentación ecológica, el habitar la mano de Heidegger.
como acción se convierte en el punto de articu-
lación que nos acerca a una manera diferente de El ambiente es una reflexión permanente que
compréndelo. Aquí aparecen elementos funda- permite comprender que este tema no pue-
mentales como la ética y la estética que alimentan de comprenderse como un asunto terminado,
las formas de relación entre habitar y ambiente; sino que una reflexión que implica reconocer
donde cada uno de los resultados, denominado la complejidad misma del habitar y la necesi-
un sistema, se atraviesa, se cruza, se yuxtapone e dad de estar simple en preocupación frente
interactúa de diversas formas, es decir una trama. a ésta.

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 115


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

Bibliografía ECHEVERRIA, María Clara… [et al.] (2009) ¿Qué


es el hábitat? : Las preguntas por el hábitat.
BACHELARD, Gastón (1988). La formación del Escuela del Hábitat CEHAP, Facultad de Arqui-
espíritu científico: contribución a un psicoa- tectura, Universidad Nacional de Colombia sede
nálisis del conocimiento objetivo. 15 ed. Méxi- Medellín, Medellín-Colombia.
co: Siglo Veintiuno.
ESCALANTE, M. German Darío. Lectura y escri-
BACHELARD, Gastón. (1997) La poética turas de hábitat construido. Propuesta para la
del espacio. Fondo de Cultura Económica. comprensión de los modos de habitar a través de
México, la imagen visual. Universidad Nacional de Colom-
bia. Bogotá, 2007.
BENJAMIN, Walter. (1996) Escritos autobiográ-
ficos. Editorial Alianza Universal. Madrid. EXUPÉRY, Saint. (1972) El principito, Alianza
Editorial, Madrid.
BOLLNOW, Otto Friedrich. (1993) El hombre y su
casa. En: Revista Camacol. Volumen 16, No. 56. HEIDEGGER, Martin, Introducción a la metafísi-
Bogotá, Colombia. ca, España, Editorial Gedisa, 5ta ed. 2003.

CASTORIADIS Cornelius (1989) La Institución HEIDEGGER, Martín. (1984) Construir, Morar,


imaginaria de la sociedad. Vol. 2: el imagina- Pensar. Revista Camacol, vol. 12 N. 2 edición
rio social y la institución. Barcelona, editorial número 39.Bogota.
Tusquest
ILLICH, Iván. (1988) La reivindicación de la
CUERVO, Juan (2010) ¿Vivienda, casa, ho- casa. Alternativas II, Joaquín Mortiz / Planeta.
gar? La construcción del concepto “hábitat LEFF, Enrique (2000), La complejidad ambien-
doméstico”. En: Iconofacto, Vol 6, Numero 7 tal. México: PNUMA, Siglo Veintiuno editores.
p. 70-89.
LEFF, Enrique (2002), Saber Ambiental, Susten-
DELEUZE, Gilles; Guattari, Félix (1994). Ca- tabilidad, racionalidad, complejidad, poder,
pitalismo y esquizofrenia. Mil mesetas. Tra- Ed. Siglo XXI, México, p. 2040-250.
ducción de José Vázquez Pérez. Pre-Textos.
Valencia. LEROI-GOURHAN, Andre, El gesto y La palabra,
Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1971.

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 116


Juan José Cuervo Calle | La dialéctica entre habitar y ecología

Morín, Edgar. (2001). Introducción al pensa- SILVERSTONE, Roger. Televisión y vida cotidia-
miento complejo. Barcelona: Gedisa na. Amorrortu editores. Buenos Aires. 1996

NOGUERA, Ana Patricia. El Reencantamiento del TUAN, Yi-Fu (2007). Topofilia. Un estudio de las
mundo. Programa de las Naciones Unidas para el percepciones, actitudes y valores sobre el en-
Medio Ambiente. Universidad Nacional de Colom- torno. Melusina, España.
bia. Edición Enrique Leff: Manizales, Colombia, 2004
YORY, Carlos Mario (1999). Topofilia o la di-
RYBCZYNSKY, W. La casa. Historia de una idea. mensión poética del habitar. Pontificia Uni-
Buenos aires, Emecé, 1991. versidad Javeriana. Facultad de Arquitectura y
Diseño. Bogotá
SANÍN, Juan Diego. Hogar en tránsito. Entre las
tácticas de la malicia indígena y las estrategias YORY, Carlos Mario (2003). Topofilia, ciudad y
de la inclusión social. Medellín: UPB. 2009. territorio: Una estrategia pedagógica de desa-
rrollo urbano participativo con dimensión sus-
SANTOS, Milton. La naturaleza del espacio. tentable para las grandes metrópolis de Améri-
Técnica y tiempo. Razón y emoción. Ed. Ariel. ca latina en el contexto de la globalización: “el
Barcelona, 2000 caso de la ciudad de Bogotá”. Tesis Doctoral.
Universidad Complutense de Madrid. Facultad
SCHMIDT, Ekambi, la percepción del hábitat. 1978 de Geografía e Historia.

usjt • arq.urb • número 10 | segundo semestre de 2013 117

Você também pode gostar