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PESQUISA TEÓRICA
década del 80, generando un cierto “clima de rencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer, realiza-
investigación” académica sobre las problemáticas da en Beijing en 1995, donde se afirma que el 70% de
que la categoría tornó visibles, en el contexto del los pobres del mundo eran mujeres y que la erradicación
debate impulsado por las reformas neoconservadoras de la carga “persistente y ‘cada vez mayor’ de la po-
de la política social de principios de los 80, relacio- breza que enfrentan las mujeres” fue incorporada como
nadas con la histórica discusión acerca de la una de las 12 áreas críticas de la Plataforma de Acción
dependencia estatal concentrada en la figura de las acordada en la conferencia. Esta idea posiciona con
mujeres sin pareja y a cargo de sus hijos (O´CONNOR, énfasis a la mujer (más que las relaciones de género y
2001; FRASER, 1997). Estas primeras formulaciones en muchos casos reemplazando una categoría por otra)
fueron objeto de críticas, ya que el acento puesto en el discurso de los foros internacionales respecto a
sólo en la feminización no tomaba en cuenta los as- la pobreza. Sin embargo, de acuerdo con el balance
pectos de nacionalidad, raza y clase como que realiza la antropóloga Jeanine Anderson, los resul-
explicativos y complementarios en la producción de tados de la incorporación del concepto de feminización
la desigualdad (MOHANTY, 1987). fueron limitados en sus potencialidades. Esa incorpo-
La denominada “década ración no fue seguida, ne-
de la mujer”, promovida por cesariamente, “por un es-
la ONU y sus organismos
... la instalación de la fuerzo sostenido en la inda-
conexos (1975-1985), tuvo “feminización” de la pobreza y gación empírica o en la
como efecto el impulso del elaboración teórica alrededor
análisis y la investigación de sus definiciones operativas de las situaciones que de pron-
la situación de la mujer, en to fueron visibilizadas”
general, y de la “jefa de como un hecho consumado no (ANDERSON, 2003, p. 3). De
familia/hogar”, en particular. acuerdo con su análisis:
Se realizaron, en ese perío- se da en el vacío, sino que se
do, numerosas investigaciones En la práctica, su impacto fue
sobre la “mujer rural” (LEON; configura sobre sentidos bastante más limitado. Colocó
DEERE, 1986) y sobre la par- en la mira dos problemáticas: ‘las
ticipación de la mujer en el
previos con respecto a los mujeres jefas del hogar’ y la
desarrollo (entendido como lugares socialmente ‘maternidad precoz’ (frecuente-
crecimiento y modernización mente vinculada a la condición
económica). En el prólogo de construidos para mujeres y de madre sola, jefa de un hogar
sus trabajos de 1986, donde incipiente o de una unidad sub-
realizan un balance de la “dé- varones, sus condiciones de sidiaria dentro de otro hogar).
cada de la mujer”, las inves- Indujo a la desagregación
tigadoras Leon y Deere vida y la definición de estadística por sexo y creó un
(1986, p. 11) advierten, tem- clima para el ingreso posterior
pranamente, sobre las conse- estrategias de intervención de una preocupación por ‘las
cuencias de la llamada crisis voces’ de las víctimas, la
de la deuda, cuyos efectos
sobre los problemas sociales percepción de los actores y el
habían “facilitado que se hegemónicos en cada uso de métodos cualitativos
empiecen a reconocer los para describirlas (ANDERSON,
múltiples papeles que cumple momento. 2003, p. 2).
la mujer, porque, a menudo,
es ella la que sirve de colchón Chant, por su parte, plan-
amortiguador de las presiones cada vez más fuerte tea que la generalización y el desplazamiento, desde
de la crisis”. Sin embargo, sostienen que “el punto la definición de principios de la década del 80, de la
de discusión no reside tan solo en que las mujeres “feminización” como una tendencia en evolución a
participen de la solución de la crisis, sino también en ser observada en los datos demográficos y eco-
que condiciones se define su participación y quien nómicos más cercanos a la conceptualización inicial
las define”. Argumentos de notable actualidad, que de Diana Pearce, hacia la afirmación de la
resumen debates aún abiertos en cada diseño de la “feminización” como un hecho consumado y urgente
política social. sobre el que debe actuarse a través de intervenciones
A partir de los años 90, la “feminización de la po- específicas, constituye un hecho fortuito (CHANT,
breza” se extiende con fuerza en el léxico del desarrollo 2005). Lejos de pensar en esta cristalización
y las políticas sociales a nivel global, circulando en el conceptual como claramente “fortuita”, considero que
discurso y como requisito de financiamiento de diver- es el efecto en conjunto de los procesos múltiples en
sos organismos internacionales3. Es en la IV Confe- los que la instalación de la “feminización” de la po-
breza y sus definiciones operativas como un hecho niveles más elevados de pobreza entre mujeres y
consumado no se da en el vacío, sino que se configu- hogares a cargo de mujeres” (MEDEIROS; COSTA,
ra sobre sentidos previos con respecto a los lugares 2008). Por otra parte, plantean que pensarla como un
socialmente construidos para mujeres y varones, sus estado habla de una descripción “estática” que supone
condiciones de vida y la definición de estrategias de cambios en el perfil de la pobreza, en lugar de cambios
intervención sobre los problemas sociales diferenciales en los niveles de pobreza entre los
hegemónicos en cada momento. géneros.
Además de identificar la feminización en su
dimensión de tendencia o proceso, se debe revisar el
2 Ambigüedad tipo de pobreza al que se hace referencia en estas
afirmaciones (generalmente referidas a la pobreza
Mencionamos, en el inicio de este trabajo, que el por ingresos, por medio del análisis de agregados
concepto de feminización abarca contenidos múltiples. estadísticos). Sylvia Chant (2005) critica que sea el
Un trabajo realizado por el PNUD resume los más “ingreso” el principio fundamental en la consideración
comúnmente utilizados, como sigue: de la feminización, y que a pesar del enorme bagaje
de producción académica sobre el carácter complejo,
a) un predominio de mujeres entre los pobres; b) el tanto de la pobreza definida en términos objetivos
impacto no fortuito, con sesgo de género, de las como subjetivos y en los cuales la asimetría de género
causas de la pobreza; c) el reconocimiento de una ocupa un lugar importante, éste continúe siendo el
tendencia direccional en la cual la representación criterio que predomine en la consideración y el uso
desproporcionada de las mujeres entre los pobres de la categoría. Este énfasis en el ingreso provoca el
está aumentando progresivamente (en este senti- descuido analítico de otras dimensiones de la pobre-
do, la feminización de la pobreza es un proceso, no za y los aspectos relacionados con la discriminación
simplemente un estado de cosas en una coyuntura de género (falta de acceso a recursos, crédito, tierras,
particular); d) el grado de visibilidad de la pobreza ingresos) discriminación legal, política, cultural y reli-
femenina. En la medida que la unidad de análisis de giosa. Estos aspectos permanecen invisibles, a me-
los estudios e investigaciones son los hogares, no nos que se expliquen las desigualdades específicas
se consideran las reglas que rigen la distribución de modo cultural e históricamente situadas4.
interna en una unidad doméstica, y que varían Un último elemento que refuerza las imprecisiones
ampliamente según sociedades y culturas (PNUD, es el uso generalizado de la categoría de género, como
1997, online). sinónimo y reemplazo “políticamente correcto” de la
categoría mujer (de connotaciones biológicas y
Podemos notar en estas definiciones una esencialistas); pero sin considerar el carácter
convivencia de aspectos cuantitativos, relativos a la relacional que analíticamente conlleva un análisis con
población y a la distribución de personas pobres perspectiva de género. En este sentido, el análisis de
clasificadas según su sexo (a), otras que describen la “feminización” de la pobreza suele incluir el au-
tendencias y causalidades (b y c) y definiciones rela- mento de la proporción de mujeres entre la población
cionadas con la visibilidad del fenómeno a estudiar. pobre y, más específicamente, el numero de las jefas
En su búsqueda por articular la medición estadística del hogar, sin considerar de que modo las relaciones
y clarificar conceptualmente la categoría, para lograr jerárquicas entre varones y mujeres en el interior de
estudios comparativos, Medeiros y Costa proponen los hogares, (no necesariamente encabezados por
una aproximación analítica a su definición. Para estos estas últimas), construyen estas condiciones
autores, la “feminización” de la pobreza es “un cam- desiguales de vida. La pregunta que subyace a esta
bio en los niveles de pobreza que muestra una utilización y que deberíamos intentar contestar es:
tendencia en contra de las mujeres o de los hogares ¿Qué implica, a respecto de los hombres y las relaci-
a cargo de mujeres” (MEDEIROS; COSTA, 2008, p. 2). ones de género, afirmar la feminización de la pobre-
La definición exacta, plantean, depende de dos za?
preguntas secundarias y sencillas en su formulación,
aunque muy difíciles de responder: ¿Qué es la po-
breza? ¿Qué es la feminización? Aclaran que la 3 Focalización y jefatura del hogar: claves de
palabra feminización connota una acción, “el proceso la expansión del concepto
de volverse más femenino” o “más común o
extendido entre las mujeres”. Es este sentido de Es importante destacar que la generalización del
“proceso en curso” el que debe ser especificado en diagnóstico acerca de la creciente feminización de la
cada caso. Así, distinguen este “proceso” de lo que pobreza ha tenido consecuencias importantes para la
identifican como un estado: “la feminización de la agenda del debate y los análisis de las políticas, a
pobreza no debería confundirse con el predominio de pesar de la amplitud de su definición y de la
coincidencia entre los especialistas en señalar la género no son necesariamente una ecuación directa,
ausencia de datos estadísticos que den cuenta cabal y muchas veces, su asociación culmina en la
de la especificidad del proceso. La bibliografía con- instrumentalización (MOLYNEAUX, 2006, 2007). De
sultada destaca un efecto político fundamental para este modo,
el uso de este concepto: el diagnóstico de la
feminización ha llamado la atención de los encargados […] algunos programas para combatir la pobreza
del diseño de programas y políticas de un modo que reproducen patrones de discriminación, toda vez
há permitido incorporar y aumentar la posición de las que las mujeres son usadas como prestadoras de
demandas de las mujeres, en los ámbitos de discusión servicios de asistencia social o familiar no pagadas
internacionales. En este sentido, aún sus más insis- o mal retribuidas (GODOY, 2004, p. 54).
tentes críticos, rescatan la fuerza como estrategia
política para la incorporación de las temáticas “de El discurso sobre la feminización reificada como
género”, en la agenda de diseño y financiamiento. un hecho y vinculada directamente con la focalización
Su aceptación e incorporación a la agenda se debe, en la jefatura femenina de los hogares refuerza los
al menos parcialmente, al supuesto de la “reproducción diagnósticos acerca de la pobreza (en tanto
intergeneracional de la pobreza”. Así, la articulación fenómeno) como un problema social aislado de sus
entre problemáticas de género y pobreza que presenta causas estructurales y desvinculado del mercado de
la noción de feminización se vuelve “tentadora”, en trabajo. Se evidencia una preocupación por las for-
términos de eficiencia para el diseño de políticas, ya mas visibles del fenómeno a partir del diagnóstico de
que sería la vía ideal para actuar simultáneamente so- la feminización (expresado en el aumento de hogares
bre las condiciones de vida y sobre las demandas acer- con jefatura femenina), y no por el conjunto de cau-
ca de las desigualdades de género5. Además, en tér- sas a partir de las cuales los hogares que tienen esta
minos teóricos, ésta favorecería su expansión en los característica, en particular, tienen por correlato
ámbitos gubernamentales y organismos internacionales necesario situaciones de desigualdad o vulnerabilidad
porque articula estas acciones a partir de la idea de para sus miembros. Así,
“inversión social”, en la cual las mujeres destinatarias
de la ayuda actuarían como inversión actual “eficien- El énfasis en los hogares con jefatura femenina como
te” y con importantes rendimientos en el futuro (el los más pobres entre los pobres conlleva la
bienestar de sus niños). impresión de que la pobreza se debe más a las ca-
Esta generalización de la perspectiva de la racterísticas del hogar (que incluyen el estado civil
“feminización” de la pobreza en el discurso está o marital) de quien lo encabeza, que a los contextos
también asociada con la identificación de la pobreza macro sociales y económicos en los que se sitúan
como el principal problema social para ser atendido. estos hogares (CHANT, 2003a, traducción propia).
Como se expuso anteriormente, ciertas definiciones
de “feminización” la circunscriben y asocian al au- A la poca disponibilidad de datos sobre pobreza
mento de la pobreza en los hogares encabezados por desagregados por sexo y de los estudios longitudinales
mujeres, lo cual permite particularizar los criterios de periódicos, que permitan realizar la evaluación de las
focalización de programas, asimilándolos con los situaciones a lo largo del tiempo, se suma la
hogares “más pobres entre los pobres”, según reza identificación de la jefatura femenina del hogar, no
la fórmula del Banco Mundial. Así, la noción de sólo como vulnerable en sí misma, sino como sinónimo
“feminización” actúa dando por sentado que los asimilable a “todas” las mujeres y no prestando
hogares con jefatura femenina, en tanto suponen de- atención a otras variables en juego (como, por ejemplo,
sigualdades persistentes, pueden actuar como criterio la edad o la presencia de niños pequeños), que
de focalización casi automático para identificar a los efectivamente tienen gran influencia tanto a partir de
hogares la extensión de la expectativa de vida como de las
brechas entre mujeres y varones jóvenes en la vida
[…] más pobres entre los pobres, y al mismo tiempo, laboral. Esto redunda en una falta de atención a las
actuar sobre las desigualdades de género diferencias entre las mujeres y la diversidad de
(asimilando género y mujer como categorías equi- condiciones de vida en las que puedan encontrarse.
valentes). Sin embargo, es claro que el análisis de Esta concentración en los hogares encabezados
las jefaturas del hogar no pueden ni deben por mujeres, como un modo de analizar la feminización
considerarse como un sustituto aceptable para el de la pobreza, puede mostrar como situaciones de
análisis de género y pobreza (LAMPIETTI; victimización y de carencia, elecciones que en los
STALKER, 2000 apud CHANT, 2005, p. 2). términos de las condiciones de vida de esas mujeres
pueden ser positivas. Los procesos que llevan a
Es importante señalar que las políticas de encabezar los hogares son muchos, y aunque es cierto
disminución de la pobreza y de la desigualdad de que se verifica una precarización de las condiciones
de vida, la pobreza no se deriva automáticamente de Medeiros y Costa proponen a partir de pensar una
la condición de jefa del hogar, tal como lo sugieren “feminización de las causas” de la pobreza. Su trabajo
algunas focalizaciones derivadas del diagnóstico de considera que es preferible especificar como influye
su “feminización”. Las características de los hogares en la vida social la feminización de las “causas” de la
encabezados por mujeres y las situaciones que pobreza, o dicho de otro modo, de que formas actúan
llevaron a ese resultado son heterogéneas y las “jerarquías” de género en la producción y
complejas6. reproducción de las situaciones de pobreza, diferen-
Medeiros y Costa destacan que medir los niveles ciando esta perspectiva del concepto de la
de pobreza “entre las mujeres” y “entre los hogares feminización como “estado” o “resultado” y poniendo
a cargo de mujeres” no refleja la feminización de la énfasis sobre su carácter de proceso social:
pobreza. La jefatura del hogar tiene por objetivo
demostrar lo que sucede con grupos específicos La reacción común, en términos de políticas basadas
vulnerables de mujeres y sus familias. Los indicado- en la feminización de la pobreza, consiste en
res de pobreza “entre las mujeres” separan hombres centrarse en las mujeres, tiende a traducirse en
y mujeres como individuos, e incluyen o excluyen de intervenciones orientadas a un solo grupo y/o una
sus totales a los niños. Debemos reflexionar los mo- sola problemática, y que tienen una capacidad limi-
dos en que la pobreza femenina y masculina están tada para desestabilizar al mercado laboral y otras
intrínsecamente relacionadas al nivel del hogar instituciones (MEDEIROS; COSTA, 2008, p. 120).
(MEDEIROS; COSTA, 2008). Es necesario recuperar
el debate de los procesos intrahogar sin enfocar o Tanto la propuesta de pensar en una feminización
deducir solo a partir de su jefatura, las característi- de las causas como la perspectiva de las responsabi-
cas de sus condiciones de vida. lidades, ubica a la feminización como un proceso
entramado en relaciones sociales más amplias y
supone una categoría de género que recupera su
4 Otras lecturas: feminización de la respon- carácter relacional y, por tanto, en permanente
sabilidad y estudio de sus causas construcción. Ahora bien, si aceptamos que la
articulación de las categorías de género con las polí-
Ahora bien, habiendo descripto el surgimiento y ticas para la disminución de la pobreza, en términos
las articulaciones conceptuales que favorecieron la de discurso político, coadyuvan en garantizar ciertos
inclusión y aceptación de la noción de feminización recursos para las mujeres y promover el
de la pobreza como diagnostico, es importante consi- reconocimiento de algunas de sus demandas en la
derar dos propuestas que buscan especificar su esfera política; el interrogante surge con fuerza “¿por
capacidad analítica, al tiempo que intenta retener la qué abandonar un término que ha demostrado ser
potencialidad política que permitió incluir las temáticas tan fructífero?” (CHANT, 2005, p. 209). Sin negar los
de género en la agenda pública. avances realizados hasta el momento, en la instalación
Chant propone visibilizar para el análisis lo que del género como perspectiva insoslayable para la
llama la “feminización de la responsabilidad y la comprensión de los problemas sociales, es necesario
obligación”, desde un contexto más amplio que tome tener en cuenta que las categorías con las cuales los
en cuenta las condiciones materiales de vida y los diagnósticos se conforman están en permanente dis-
múltiples procesos discriminatorios que deben ser puta y que para que esa utilización estratégica de la
abordados cuando se consideran las brechas de “feminización” se concrete efectivamente, en políti-
ingresos, las condiciones de trabajo y de vida entre cas que superen la mera focalización en las jefas del
varones y mujeres, que ubican a estas últimas en hogar, es necesario preguntarse de que manera una
situaciones de pobreza. Sugiere la necesidad de con- idea como la feminización y sus múltiples sentidos
siderar de que modo las mujeres se encuentran cada pueden estar actuando en varias estrategias
vez más en el “frente de batalla”, y como la carga de discursivas al mismo tiempo, orientando políticas en
la supervivencia familiar recae de manera despro- un sentido que dista de ampliar las protecciones, los
porcionada sobre ellas. Rescatar la dimensión de la derechos y las garantías ciudadanas. Es a través de
“feminización de la responsabilidad”, de acuerdo con esta interrogación permanente que ponemos a res-
la autora, tiene como objetivo transmitir la idea “de guardo su carácter estratégicamente fructífero.
que las mujeres se encuentran asumiendo una mayor
responsabilidad en hacerle frente a la pobreza”
(CHANT, 2005 p. 214) y que esta responsabilidad es Referencias
invisibilizada y en muchos casos “instrumentalizada”
por el diseño de las políticas. ANDERSON, J. Diálogos con los conceptos de “conceptos
Otra propuesta, para hacer más fructífero el claves”. In: DESAFÍOS CONCEPTUALES DE LA
concepto de “feminización”, es el acento que POBREZA DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO,
Primer Módulo. 2003. Disponible en: <www.eclac.org/mujer/ MOLYNEUX, M. Change and Continuity in Social
reuniones/pobreza/PonenciaJeanineAnderson.doc>. Protection in Latin America: Mothers at the Service of the
Acceso en: 12 mar. 2010. State? Unrisd Working Paper. Geneva: Unrisd, 2006.
GODOY, L. Entender la pobreza desde la perspectiva de 1 Tesis de doctorado en curso “Una mirada genealogica de la
género. Santiago de Chile: Cepal, 2004. (Serie Mujer y ‘domesticidad’ a través de las políticas sociales” en Ciencias
Desarrollo, n. 52). Sociales, Universidad de Buenos Aires, dirigida por la Dra.
Estela Grassi y co dirigida por la Dra. Susana Murillo.
GRASSI, E. Política y cultura en la sociedad neoliberal.
La otra década infame I. Buenos Aires: Espacio Editorial, 2 Se refiere sobre todo a la Aid to Families with Dependent
2003. Children (AFDC), vigente en los EEUU entre 1935 y 1996.
______. Políticas sociales y género: una problematización 3 Especialmente el Banco Mundial y el PNUD. Para este último
del concepto de exclusión y participación social de las y sus contradicciones respecto de los diagnósticos de
mujeres. In: TORQUINST, S. et al. Leituras de resistência: feminización, véase Damián (2003).
corpo, violência e poder. Florianópolis: Ed. Mulheres, 2009,
p. 241-267. 4 Aun tomando la perspectiva de la pobreza por ingresos,
existen dificultades con la ausencia de datos y dificultades
LEON, M.; DEERE, C. La mujer y la política agraria en de desagregación. Este hecho se ha agravado en Argentina
América Latina. Bogotá: Siglo XXI, 1986. en los últimos años con la dificultad para acceder a estadísticas
confiables, debido a la intervención y sucesivos cambios de
MEDEIROS, M.; COSTA, J. S. Is there a Feminization of metodología ocurridos en el Instituto Nacional de Estadística
Poverty in Latin America? World Development, v. 36, issue y Censos (Indec).
1, p. 115-127, Jan. 2008.
5 Cabe recordar que la advertencia de Scott (1986) acerca de la
MOGHADAM, V. The “Feminization of Poverty” and incorporación masiva de la categoría de género a los marcos
Women´s Human Rights. SHS Papers in Women´s studies/ institucionales, se relaciona con la “neutralidad” política de
Gender Research, n. 2, Jul. Paris: Unesco, 2005. esta categoría en comparación con aquellas posiciones que
se identifican más claramente como feministas.
MOHANTY, C. Under Western Eyes. Feminist Scholarship
and Colonial Discourses In: MOHANTY, C. et al. Third 6 Es interesante la observación de Pearce (1978) respecto de
World Women and the Politics of Feminism. Indianapolis: este carácter cultural de la jefatura del hogar y las
Indiana University Press, 1987. consecuencias para la investigación. Plantea que mediante
FSOC- UBA
Instituto de Investigaciones Gino Germani
Facultad de Ciencias Sociales
Pte. J. E. Uriburu 950 6º.
Buenos Aires – Argentina
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