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EL MATRIMONIO BÍBLICO

EL Matrimonio. Es un Pacto, un juramento ante Dios, ante la Iglesia y


ante el país.

En el matrimonio:
Se juran amarse aunque los tiempos cambien.- Porque es un amor
que no está dirigido a los bienes o valores de la persona. Sino es un
amor que se centra en la persona, a quien conoce, con quien ha hecho
planes para el futuro, y sobre todo, está seguro que es la pareja que
Dios ha creado para él o para ella.
Se juran fidelidad hasta que la muerte lo separa.- Según algunos
sociólogos, los contrayentes deben comprometerse ya no hasta que la
muerte los separe, sino hasta cuando el cansancio los separe. Esto es
simplemente un rechazo a lo establecido por Dios, es otorgarle
licencia a la inmoralidad, y estar a favor de la desintegración de la
familia. Si se han unido por amor, pues ese amor le ayudará a serse
fieles, a respetarse y a guardarse las espaldas el uno al otro hasta que
la muerte los separe.
Se juran servicio en toda circunstancia.- No solo en salud, sino
también en enfermedad. No solo en riquezas, sino también la
pobreza, no solo en tiempos de alegría, sino también en tiempos de
tristeza. Los problemas no se deben tomar como pretexto para
alejarse el uno del otro, sino como un motivo para acercarnos
mutuamente para pedir ayuda del cielo. Es el tiempo en que nuestro
Dios quiere que le clamemos. “Invócame en el día de la angustia; te
libraré y tú me honrarás” Salmo 50: 15.
Hay transferencia de propiedades.- Los huertos se unen y se quita
el lindero que los separaba. Lo que antes era su huerto, ahora es el
huerto de ella, el huerto que era de ella ahora es de él. Cada uno de
los cónyuges disfrutará de las delicias del huerto de la amada o del
amado. En 1ª Corintios 7: 4. dice: “La mujer no tiene dominio
sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido
dominio sobre su propio cuerpo, sino la mujer”.

Para que los cónyuges aprendan a tomar responsabilidad frente a las


circunstancias de la vida.
1.- Primeramente pondrán los fundamentos de su hogar a base del
amor sincero, de la confianza y del respeto mutuo.
2.- El hombre asumirá su responsabilidad de amar, proteger y
sostener a su esposa y a sus Hijos
3.- La mujer asumirá su responsabilidad de ser “Ayuda Idónea”
para su esposo, a permanecer sujeta a su esposo siempre con el
respeto que él merece.
Efesios 5: 22, 33. “Las casadas estén sujetas a sus propios
maridos, como al Señor” “Por lo demás, cada uno de vosotros
ame también a su mujer como así mismo; y la mujer respete a su
marido”

El cumplimiento de este mandato redundará en grandes bendiciones


para los cónyuges y para toda la familia
1.- Les brindará Felicidad.- El ser consciente de amarse hasta el
sacrificio los conducirá a convivir en el dulce abrazo de la entrega
total. No temerán peligro alguno. No tendrán temor al que dirá la
gente. No sentirán vergüenza de expresarse su amor libremente y
podrán tener los hijos que quieran. Esto es felicidad.

2.- Les proveerá seguridad.- El estar unidos legalmente de acuerdo


a las leyes de Dios y del país, les dará la seguridad de que sus hijos
no sufrirán los estragos del abandono, ni ellos mismos serán
abandonados sin compensación alguna. Saben que están
debidamente protegidos por el cielo y por la tierra.

3.- Les brindará confianza.- Para expresar sus sentimientos y


emociones sin inhibiciones, comunicarán sus problemas e
inquietudes con toda naturalidad por saben que son amados y serán
comprendidos por su cónyuge. Compartirán sus temores, confesarán
sus errores, perdonarán toda ofensa, para no robarle a su convivencia
ese ingrediente de felicidad.

 A la casada se le pide que se sujete a su propio marido en todo.


a) Como al Señor
b) Debe reconocer a su marido como cabeza de la familia
1.- El es su cuerpo
2.- Es su Salvador.
 Al marido se le pide que ame a su mujer.
a) Así como Cristo amó a su Iglesia.
1.- Se entregó así mismo por ella.
2.- La santificó.
3.- Para presentársela a sí mismo como una novia pura, sin
mancha ni arruga.
b) Debe el marido amar a su mujer.
1.- Como a su mismo cuerpo
| 2.- Nadie aborrece su propio cuerpo sino que la sustenta.
3.- La cuida. Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne
y de sus huesos.
c) Por esto: se someterá a los tres principios fundamentales del
deber conyugal.
1.- Dejará Padre y Madre.
2.- Unirse a su mujer.
3.- Ser una sola carne.

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