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Junio
2014
Maguemati Wabgou*
Rafael Quishpe Contreras**
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nialismo, el tráfico ilegal de diamantes y otras partido político, el cual debería entrar a
piedras preciosas, la búsqueda desesperada competir por el acceso al poder y los cargos
de la construcción del Estado-nación, etc. estatales. Sin embargo, dicho tránsito no se
Entre 1991 y el 2001, Sierra Leona sufrió las pudo realizar debido a la intensificación de
consecuencias de un devastador conflicto la ola de violencia impulsada por los bandos
interno, cuyos efectos se dejarán sentir du en confrontación derivados de la alianza
rante las décadas posteriores sobre las gene del FRU con elementos disidentes de las
raciones futuras, pese a las iniciativas de ter fuerzas militares, agrupados en el Conse
minación de las hostilidades y construcción jo Revolucionario de las Fuerzas Armadas
de la paz en el posconflicto. Aquí, los retos (CRFA o AFRC, por sus siglas en inglés), y
para la construcción de una paz duradera se golpistas (implicados en el golpe de Estado
vuelven fundamentales para la reflexión en perpetrado contra el presidente Kabah en
torno a los procesos de integración política 1997). Dicha alianza se convirtió en una
de los excombatientes del FRU, lo que nos fuerza estratégico-militar, que se caracteri
obliga a considerar los dos acuerdos de paz zó por un dominio del FRU en los cascos ur
(Abiyán, 1996, y Lomé, 1999) y, en particu banos como Freetown, lo cual significó una
lar, las disposiciones contempladas en dichos crisis humanitaria sin precedente en el país,
acuerdos para garantizar la participación cada vez más aislado, y supuso inestabili
política de los excombatientes y asegurar dades de todo tipo para el sistema político
su implicación en la competencia electoral, sierraleonés.
como actores políticos, durante las eleccio
nes del 2002 y el 2007 realizadas en pleno Luego de operativos desarrollados por tro
periodo de posconflicto. pas nigerianas que hacían parte de las Fuer
zas de mantenimiento de la paz de la Comu
Acuerdos de paz en Sierra Leona nidad Económica de los Estados del África
del Oeste (Cedeao) junto con la milicia local
El primer acercamiento de negociación en —Fuerzas de Defensa Civil (FDC)— a ini
tre el FRU y el Gobierno nacional (que re cios de 1998, Kabah es instalado de nuevo
presentaba al partido PPSL) da como resul en la presidencia tras su derrocamiento en el
tado el Acuerdo de paz de Abiyán, en 1996, año anterior, y tanto el FRU como el CRFA
el cual fue acompañado por múltiples orga son expulsados parcialmente de Freetown
nismos internacionales y contó con la inter y otras zonas urbanas del país y se replie
mediación y el auspicio de Costa de Marfil, gan hacia las zonas rurales y circundantes
entre otros gobiernos del continente africa a las ciudades. Sin embargo, en medio de la
no. Dicho acuerdo “promete, en parte, un alta probabilidad de que el FRU se asenta
cese de hostilidades, la conversión del RUF ra de nuevo en la capital, el 6 de enero de
en un partido político, amnistía para los 1999 estalla una vez más la confrontación,
miembros del RUF, desarme y desmoviliza tras lo cual la alianza que conforma la jun
ción de sus combatientes, disminución de ta FRU-CRFA logra volver a Freetown, con
las fuerzas armadas y la retirada del país de un efecto violento devastador al cometer
los mercenarios del Executive Outcomes” atrocidades generalizadas con un saldo final
(Lord,2001: 164). de 5000 a 6000 personas muertas. Aunque
la junta fue de nuevo expulsada de la capi
Dentro de estos acuerdos, se contempla tal por las fuerzas nigerianas, estos nuevos
la transformación del grupo armado en un acontecimientos violentos no dejaron indi
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Sin embargo, el mecanismo del GUN, con situación es necesario conocer la comple
templado en los acuerdos de paz y poste ja naturaleza del grupo armado, el cual, a
riormente implementado, se tradujo más en diferencia de otros grupos insurgentes, no
un problema de gobernanza que en una so contaba con un proyecto político definido
lución efectiva para la participación política y carecía de legitimidad y apoyo tanto na
de la cúpula de excombatientes del FRU, en cional como internacionalmente debido a
la medida en que, muy pronto, se hicieron sus prácticas de guerra asociadas al tráfico
evidentes las tensiones al interior del go ilegal de diamantes, el terror y la brutali
bierno de “unidad” derivado de este acuer dad (International Crisis Group, 2002: 8).
do. Además, los vínculos e intereses que Teniendo en cuenta la heterogénea con
aún conservaba Sankoh como jefe rebelde, formación del FRU, es posible deducir
mientras ejercía su cargo estratégico desde el carácter heteróclito de los intereses y
la CMRRD, le permitieron nutrir su persis comportamientos tanto de su comandan
tente afán de poder, fortalecer su codicia cia como del resto de sus combatientes.
—en términos de búsqueda y acumulación Dichas diferencias serán, sin duda alguna,
de recursos minerales— y capitalizar recur fundamentales para la aprehensión del gra
sos para reforzar la economía de guerra del do y las dinámicas de participación política
FRU en caso de que los acuerdos se rompie de los excombatientes en el sistema políti
ran (ibíd.: 42). En este contexto de fragilidad co de Sierra Leona en distintos momentos
política derivada de una gobernanza débil y de los intentos de resolución del conflicto y
un malestar político salpicado de descon durante el posconflicto.
fianza política y tensiones partidistas, en
tre otros, se proyecta la organización de las Por un lado, se observa que el FRU está
elecciones de 2002 como una etapa sublime compuesto por un gran número de jóvenes
del largo camino hacia la paz, que abriría los iletrados, excluidos social, política y econó
pasos definitivos de la construcción y conso micamente, que vieron en la vía armada una
lidación de la Paz en Sierra Leona. forma de empoderamiento para conseguir
beneficios personales. Además, cuenta con
Periodo de posconflicto: un sinnúmero de menores reclutados for
reintegración política y comicios zadamente para participar en actividades
electorales (2002-2007) ilegales como el tráfico de diamantes. Así
mismo, como ejército y luego como partido
Tras el intento fracasado de participación político, los dirigentes del FRU evidencian la
política de los mayores dirigentes del FRU, poca o nula preparación de sus bases para
en los años anteriores y dentro del mar reintegrarse políticamente. De hecho, algu
co de las negociaciones de paz, el periodo nos de los sectores del FRU más reticentes
de posconflicto de 2002 a 2007 se perfila a la paz simplemente ignoran el proceso de
como una oportunidad para la reintegra entrega y dejación de armas, y prefieren in
ción política del FRU como partido político. gresar a bandas criminales, el crimen orga
Sin embargo, la participación del FRU en las nizado, grupos de actividades económicas
primeras elecciones del año 2002 también ilegales o ilícitas, pandillas involucradas en
fracasó, en la medida en que solo obtuvo delincuencia callejera o de orden común,
un 2,2 % de los votos para el Parlamen etc., situación que choca con los intereses
to y un 1,7 % para la Presidencia (Mitton, y la orientación de los dirigentes de la nue
2008: 202). Ahora bien, para entender esta va organización política, integrada a la vida
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civil. Ello nos hace pensar en la necesidad APC), de Ernest Bai Koroma, considerado
de medidas y mecanismos de acompaña el principal partido de oposición, y el Partido
miento del proceso de reincorporación po de Liberación y Paz (en inglés, Peace and
lítica de las bases de los grupos insurgentes Liberation Party, PLP), liderado por Johnny
como garantías esenciales para la partici Paul Koroma, exdirigente del CRFA. Exis
pación política de los excombatientes en ten por lo menos tres factores que explican
escenarios de posconflicto. Este contexto el estrepitoso fracaso electoral y orgánico
convoca a la mayor conciencia y determi del PFRU luego de los acuerdos de paz de
nación de las autoridades nacionales y la Lomé de 1999. En primer lugar, en los ex
comunidad internacional en ese sentido: se combatientes rasos persistió una preocupa
requieren iniciativas de carácter preventi ción mayor por su subsistencia económica y
vo, pedagógico y educativo, principalmente sus necesidades básicas que por la ideología
articuladas a los medios de comunicación política del naciente partido, lo cual mermó
y dirigidas a las bases de las formaciones significativamente el número de afiliados al
armadas insurgentes; pero sin obviar a las partido y frenó, sobre todo, la adhesión a
Fuerzas Armadas, la Policía y otros am este de buena parte de los jóvenes excom
plios sectores de la población susceptibles batientes (Mitton, 2008: 201-204). En se
de convertirse en enemigos de la paz o de gunda instancia, ocurrió un distanciamiento
reforzar sus posiciones en contra de la hoja irremediable entre cúpula y base, ya que
de ruta diseñada para avanzar hacia esta. esta última percibió a la primera como in
Evidentemente, la participación política tegrada por corruptos que habían sacado
dentro de la democracia liberal requiere no provecho de su posición, en contraste con
solo de saber manejar y mantener un parti los soldados rasos, que se encontraban en
do político a flote, sino de una serie de nor precarias condiciones económicas y que
mas y códigos propios, que permiten trami buscaron, por lo tanto, otras vías de expre
tar mediante la interacción política pacífica sión política, casi siempre en los partidos
las diferentes reivindicaciones, elementos tradicionales (International Crisis Group,
de los que claramente carecían los recién 2002: 8). Finalmente, y con la mayoría de
desmovilizados del FRU, quienes necesita líderes del FRU en la cárcel, se hizo cada
ban una inducción a la sociedad civil como vez más difícil un manejo eficaz del partido
una etapa previa a su reintegración a esta político por parte de la poca dirigencia que
(Mitton, 2008: 197). aún quedaba. Esta escasa dirigencia entró
igualmente en confrontación, lo cual supu
Por lo anterior, como partido político, la so una erosión y fragmentación interna que
nueva versión del FRU (PFRU, por sus siglas contribuyó igualmente al pobre desempeño
en inglés) no respondió eficientemente al del FRU en las urnas (ibíd.), al no ganar ni
nuevo orden político derivado de los acuer siquiera un escaño en el parlamento.
dos de paz, que implicaba hacer frente a
las nuevas exigencias y reglas de juego en Para el 2007, fecha en que se celebraron
el marco de la competencia electoral. Así, los segundos comicios electorales de la era
perdió las elecciones del 2002, en las cua posconflicto, el PFRU anunció su fin como
les participaron el Partido Popular de Sierra partido político y, por tanto, su declinación
Leona (PPSL o SLPP, por sus siglas en in a participar en dichas elecciones. La princi
glés), de Kabbah; el Partido del Congreso pal razón que arguyeron los miembros del
del Pueblo (en inglés, All People’s Congress, PFRU fue la falta de apoyo económico por
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parte del Gobierno nacional y de los orga nes del 2007 (Mitton, 2008: 213). Esto, sin
nismos financieros, lo cual desembocó en duda alguna, representa un riesgo para los
una bancarrota irremediable del partido. procesos de reintegración política ya que
Esta situación obliga a poner sobre la mesa “tanto partidos como líderes están sirvien
de negociaciones de paz y en los escenarios do para reconectar a los excombatientes
de debate y reflexión en torno a la cons con la violencia en oposición a consolidar
trucción de esta en tiempos de posconflic su rechazo hacia ella” (ibíd.: 214).
to el tema de la financiación de los parti
dos políticos tradicionales y minoritarios en Más allá de los acuerdos de paz
general, y del/los partido/s derivado/s del/ y los comicios electorales.
los grupo/s insurgentes en particular, como Puesta en marcha de reformas
mecanismos esenciales para garantizar el estructurales en el posconflicto
ejercicio democrático con carácter equi sierraleonés
tativo y transparente. La verdad es que la
supervivencia de los partidos minoritarios Ahora bien, aparte de los motivos que aca
y los nuevos partidos de excombatientes bamos de esgrimir para explicar los proble
es saludable para la democracia plural, di mas derivados de la participación política
versa e incluyente. Más aún cuando en el efectiva del PFRU en las elecciones, apun
posconflicto se requiere construir, por un tamos también algunos factores estruc
lado, una cultura política de transparencia turales de la crisis del sistema político de
que contribuya a limitar los riesgos de fi Sierra Leona que no han favorecido dicha
nanciación ilegal de los partidos, sus cam participación y que pervivieron desde la
pañas y demás actividades políticas, y, por época de la guerra hasta hoy. Estos proble
otro lado, la confianza entre actores polí mas se mantienen en el periodo de normali
ticos del país, azotado por años de hostili zación política, de modo que complejizan y
dades y conflictos armados internos. Con obstaculizan la reintegración exitosa de los
su disolución, el grueso del PFRU se unió al excombatientes en la vida política. En este
principal partido de oposición (APC), cuyo orden de ideas, deben superarse si se quiere
candidato presidencial, Ernest Bai Koroma, avanzar hacia la consolidación democrática
resultó victorioso y es el actual mandata en el escenario del posconflicto.
rio del país5. Tras la desaparición del PFRU
del espectro político partidista de Sierra Por un lado, la corrupción endémica que
Leona, hay evidencias de la utilización de aqueja al país mina sin duda alguna la con
algunos excombatientes en actos de inti fianza que tienen los excombatientes en
midación política y crímenes en las eleccio las instituciones y, más ampliamente, en
la democracia en conjunto. Resultan preo
cupantes los aún precarios resultados de la
5 Frente a los comicios del 2007 cabe resaltar lucha contra la corrupción en Sierra Leona,
la alta participación de la sociedad civil, así más aún cuando se ha creado la Comisión
como el llamativo caudal electoral que logró Anticorrupción (ACC, por sus siglas en in
el anterior partido de oposición y nuevo par glés) y cuando los donantes internacionales
tido de gobierno: el APC logró 59 escaños,
han invertido cuantiosas sumas de dinero y
frente a los 43 del PPSL y los 10 del Movi
miento Popular para el Cambio Democrático esfuerzos para mitigar dicha problemática
(en inglés, People’s Movement for Democratic (Mateos, 2011: 371). La influencia e inter
Change –PMDC- (Mateos, 2011: 337). ferencia del Gobierno nacional en las inves
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tigaciones adelantadas por dicha comisión en el 2002, cerca de un 50 % de los desmo
y el uso estratégico de esta para castigar a vilizados de Sierra Leona (incluidos excom
los opositores (International Crisis Group, batientes del FRU, las Fuerzas Armadas
2002: 16) han sido algunos de los obstácu Sierraleonesas, el Consejo Revolucionario
los que impiden consolidar la transparencia, de las Fuerzas Armadas, las Fuerzas de De
independencia y eficacia de este órgano fensa Civil; respectivamente, SLA, AFRC y
de control. Por cierto, para el 2006, Sie CDF, por sus siglas en inglés) afirman que
rra Leona se encontraba en el puesto 126 las oportunidades de empleo son las mismas
(de 142) en el indicador de la organización o peores que antes de la guerra. Los resul
Transparencia Internacional (Mateos, op. tados son preocupantes ya que muchas de
cit.: 371). Esta situación hace pensar que las personas desmovilizadas tenían altas
“mientras la política siga siendo entendida expectativas frente a la integración econó
como un modo de enriquecimiento y un mica y laboral al momento de dejar las ar
juego de suma cero, Sierra Leona no logra mas. Según la Asociación Internacional de
rá estabilidad y la erradicación de todos sus Fomento (2007: 7), “la alta tasa de desem
persistentes males” (Mateos, 2007b: 9). pleo, el analfabetismo generalizado y algu
nos de los peores indicadores de salud del
Por otro lado, si bien la ayuda internacional mundo contribuyen a una impresionante
ha sido un elemento clave en la reintegra tasa de pobreza del 70 %, con una esperan
ción de los excombatientes, al fortalecer su za de vida de apenas 41 años”. Lo que signi
interacción política pacífica en el ámbito lo fica que la puesta en marcha de procesos de
cal (Mitton, 2008: 206), también cuestiona integración y participación política debe ir
la capacidad del Estado y de sus institucio de la mano con mecanismos de integración
nes para continuar, en el largo plazo, con di económica y laboral de los excombatientes,
cho proceso de reintegración. Aquí suscri mediante programas y talleres de formación
bimos los planteamientos de Mitton (ibíd.: y capacitación con enfoque diferencial, diri
206-207) según los cuales no puede consi gidos a ellos y que faciliten su reincorpora
derarse como integración política la partici ción a la vida y la sociedad civiles.
pación de los excombatientes en proyectos
de ONG y grupos de la sociedad civil, los Además, muchos de los excombatientes
cuales dependen en gran medida de acto que se encuentran en precariedad económi
res externos y fondos de donantes. Debe ca son jóvenes deseosos de tener una buena
ser, en últimas, el Estado de Sierra Leona educación, trabajar y mejorar sus condicio
—y sus instituciones—, y no las organiza nes materiales de existencia. Sin embargo, ni
ciones no gubernamentales y los donantes el Estado, ni los partidos políticos tradiciona
internacionales, el que genere credibilidad les han sido capaces de responder a las de
y confianza en los procedimientos demo mandas de este sector social, lo que conlleva
cráticos y en la efectiva canalización de las a una desesperanza frente a los espacios de
demandas de la sociedad civil. oportunidad posibles que abre la posibilidad
de que estos gremios juveniles sean procli
A continuación, la garantía de la estabili- ves a convertirse en un “caldo de cultivo
zación económica es, sin duda alguna, con para la movilización y la manipulación” (Ma
dición fundamental para lograr una rein teos, 2007a: 52) y recaigan en la violencia
tegración política exitosa. En un estudio como el mecanismo predilecto para tramitar
realizado por la Universidad de Columbia las demandas de carácter político ante el Es
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tado o garantizar sus mínimos de subsisten el tradicional reparto del voto a lo largo y
cia. Tal posibilidad facilita que “de nuevo las ancho del territorio nacional. Sin embargo,
condiciones económicas estén causando la estas elecciones fueron precedidas de in
marginación política de los combatientes del tensos trabajos de fundamentación de los
RUF” (Mitton, 2008: 210). pilares del proceso de descentralización,
mediante acciones como la aprobación, en
Finalmente, en el campo del ordenamiento el mes de marzo del mismo año, del Local
territorial y el manejo de centros políticos Government Act, mediante el cual se ins
de decisión, se requiere descentralizar el sis- titucionalizaron las “principales estructu
tema de toma de decisiones a nivel nacional ras organizativas del Estado, estableciendo
para reforzar los núcleos de poder a nivel una separación de funciones entre el Go
departamental y local, lo que contribuiría a bierno central, el de los consejos de distrito
un mejor funcionamiento de los mecanis y el de los chiefdoms (subunidad en la que
mos de toma y ejecución de decisiones en los jefes tradicionales eran los principales
las zonas más alejadas del centro político. responsables)” (Sessay et al., 2009: 60, en
Al respecto, cabe resaltar el hecho de que, Mateos, 2011: 338). Según el informe de
pese a las enormes dificultades que presen Conciliation Resources (Drew y Ramsbo
ta el sistema político en Sierra Leona para tham, 2012: 30), “en el nuevo sistema local
reintegrar exitosamente a los excomba de gobierno, el más alto nivel de autoridad
tientes del FRU, existen algunos avances política es el consejo local. El Acto 2004
relevantes y significativos que pueden co creó 19 consejos locales, 12 consejos dis
adyuvar a profundizar la democracia más tritales, 1 consejo distrital rural, 5 concejos
allá de las decisiones y actuaciones del Go municipales y un consejo de ciudad”.
bierno. Específicamente nos referimos a los
procesos de restauración de las autoridades Así, en los años posteriores, se implemen
tradicionales y consejos locales, y a los pro taron muchas de las iniciativas diseñadas en
cesos de descentralización política que se esta etapa, lo que no impidió que el Secre
han desarrollado en el país desde el 2004, tariado de la Descentralización adelantara,
pero cuyos inicios se remontan a finales del en el 2008, un primer informe de revisión y
2002, con la creación del Ministerio para seguimiento del proceso de descentraliza
el Gobierno Local y el Desarrollo Comuni ción, en el cual resalta algunos resultados
tario y el Secretariado para la Descentrali ambiguos en ciertos aspectos, tales como
zación, junto con la puesta en escena del la práctica de la “dedocracia” —seleccionar
Equipo de Descentralización y Gobierno ,en algunos casos, los miembros de los con
Local. El impacto de todas estas medidas, sejos más por afinidades clientelares y lazos
en la práctica, se refleja esencialmente en amistosos que por criterios inscritos en las
la promoción de la participación ciudada prácticas tradicionales del sistema político,
na, desde las bases rurales, en la toma de pasando por alto, atropellando o confron
decisiones políticas para el desarrollo de las tándolos poderes tradicionales—.
comunidades locales. De allí en adelante,
destaca la celebración de los primeros comi- Este mecanismo de seguimiento y evalua
cios locales, en mayo del 2004, que, pese a ción ha permitido poner en marcha proce
las limitaciones reflejadas en la denuncia de sos más eficientes de gestión del sistema
algunas irregularidades, se constituyó en un de descentralización para que los consejos
hecho político importante que resquebrajó locales puedan hacer significativas contri
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comerciantes de diamantes para extraer y trucción de paz demuestran la importancia
transportar los diamantes a los mercados. de concebir la participación política de los
La mayor parte de los diamantes de Sierra excombatientes más allá de la creación de
Leona llega al mercado mundial por medio un partido político que se sume a la compe
de Liberia, a causa de su proximidad con los tencia electoral. Implica también, y sobre
principales campos de diamantes y a la au todo, la construcción y el fortalecimiento
sencia de controles” (Lord, 2001: 151). de ciudadanía, de modo que el sistema de
valores de la cultura política logre reivindi
Por su parte, similar a lo ocurrido en Sierra car la tramitación pacífica de los conflictos
Leona, el conflicto armado colombiano re y rechace cualquier expresión de carácter
vela elementos históricos y estructurales violento. En este orden de ideas, en Co
tales como la lucha por controlar, defender lombia la definición de mecanismos de par
y explotar territorios, el paramilitarismo y ticipación política de los integrantes de las
las desigualdades sociales entre el campo y FARC-EP es un tema de la agenda de nego
la ciudad. De igual manera, existen facto ciaciones de paz que se debe abordar con
res económicos que alimentan la guerra (o serenidad, seriedad y respeto mutuo para
más bien la economía de guerra), como las acordar clara y exhaustivamente las reglas
actividades ilícitas —el narcotráfico (o la de juego de este proceso participativo.
producción y el tráfico de drogas ilícitas), el
tráfico de armas, el lavado de dinero, entre 2. Las dinámicas internas del grupo belige
otras—.Y, sin duda, las experiencias inter rante en Sierra Leona evidencian riesgos de
nacionales de posguerra en general, y sierra ruptura entre el secretariado del FRU y los
leonesas en particular, nos hacen pensar que combatientes de las bases de la formación
el deseado posconflicto colombiano augura rebelde debido a problemas de confianza,
un campo minado de todo tipo de violencia desarticulación de acciones estratégicas en
derivada de los mercados de esta, que inclu el terreno, deficiente gestión pedagógica y
yen la delincuencia organizada, las bandas comunicativa de las negociaciones de paz,
criminales emergentes (las llamadas Ba entre otros. Esta situación conduce a po
crim), las redes ilegales de secuestradores y sibles distanciamientos cúpula-base en la
traficantes de droga y demás. Sin embargo, insurgencia tanto en el desarrollo de las ne
nosotros apostamos por la puesta en mar gociaciones como en la concreción de los
cha de procesos de construcción de la paz acuerdos. Por eso es necesario evitar este
anhelada, con justicia, verdad, reparación y tipo de situación en el caso colombiano, ya
reconciliación en el marco de la edificación que debilidades en la interlocución o el con
de una democracia plural e incluyente. Estas senso entre estas dos instancias generarán
consideraciones nos permiten extraer por lo problemas tanto en la identificación de los
menos ocho ejes de las experiencias de Sie militantes con sus líderes como en la cohe
rra Leona, que pueden ser de utilidad para sión interna del partido político de los ex
nutrir reflexiones, desde un enfoque com combatientes que nazca tras la firma de los
parativo, en torno a los alcances futuros de acuerdos. En este sentido, los comandan
las negociaciones de paz en La Habana que tes de las FARC-EP deben garantizar a sus
desembocarían en un periodo posbélico: futuros excombatientes que las decisiones
que se tomen en los acuerdos de paz no se
1. Las experiencias de Sierra Leona en ma rán excluyentes en el sentido de beneficiar
teria de resolución del conflicto y cons solamente a la cúpula del grupo armado.
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cia y deslegitima las instituciones a los ojos mas sociales dirigidos a los más jóvenes de
de la ciudadanía. la población colombiana en general, y sobre
todo a los de los sectores más afectados por
8. En el marco de las reformas estructurales el conflicto; focalización en la protección de
del sistema político necesarias para garanti personas vulnerables, en aras de prevenir su
zar una reintegración exitosa de los excom posible reclutamiento por bandas de crimen
batientes, se debe prestar mayor atención organizado y de orden común; defensa de
al fortalecimiento de la descentralización los grupos étnicos (afrocolombianos e indí
puesto que favorecerá no solamente la par genas) que, en buena medida, han sido afec
ticipación ciudadana, sino también la de los tados de distintas maneras por este conflicto
excombatientes colombianos en la toma
armado interno de larga duración.
de decisiones a nivel local. Sin duda, pese
a los escollos del proceso, la descentraliza
Bibliografía
ción en Sierra Leona se ha convertido en
un mecanismo eficaz para motivar el em
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