Los tensoactivos pueden definirse como sustancias que presentan actividad en las superficies
reduciendo la superficie del líquido en el que esta disuelto o bien la tensión superficial de la
interfase si es que hubiera otra fase presente [1]. Para que una sustancia sea denominada
tensoactivo, ésta debe tener un grupo polar (hidrofílico) y otro no polar (hidrofóbico). Del
hecho de su doble afinidad, las moléculas anfifílicas "no se acomodan bien" en el seno de un
disolvente, sea este apolar o polar, puesto que existirá siempre una interacción que no será
satisfecha. Es por esto que las moléculas anfifílicas muestran una fuerte tendencia a migrar
a las interfases, de forma tal, que su grupo polar se encuentre dentro del agua y su grupo
apolar se encuentre orientado hacia un disolvente orgánico apolar o en la superficie aérea.
Los grupos hidrófilos están solvatados en la parte acuosa y los lipófilos están ordenados en
la fase apolar. En disoluciones diluidas acuosas se forma una capa monomolecular en la
superficie como en la imagen de la izquierda. A medida que aumenta la concentración de la
sustancia tensoactiva, sus moléculas se orientan en el seno del agua formando micelas
constituidas por 25 a 200 cadenas, como en la figura de la derecha.
Hay varios efectos producidos por los ATA gracias a sus características (naturaleza química,
orientación, colocación en las interfases, formación de agregados etc.) y algunos de estos
son: efectos detersivos, efectos de emulsificación, efectos de espumación, efectos de
humectación.
Los efectos detersivos se presentan cuando los agentes tensoactivos son utilizados en
pequeñas cantidades del orden de 0.001M, abaten fuertemente la tensión superficial de
solventes como es el caso del agua. Este abatimiento puede calcularse por la relación de
Gibbs-Duhem. Estas moléculas anfifílicas tienen una cadena hidrocarbonada suficientemente
larga hidrófoba y lipófila, y una cabeza polar hidrófila y lipófoba. Es adsorbiéndose en la
interfase, cómo estos tensoactivos disminuyen la tensión interfacial y estabilizan esta
Nieto Camacho Fabiola Fisicoquímica de Interfases
interfase, por aumento del área de contacto o área interfacial. La determinación del poder
detersivo es de carácter lírico, ya que está basada en la capacidad que tiene un tensoactivo de
eliminar impurezas, en un cierto tiempo y a una cierta concentración. Este tipo de análisis se
hace sobre muestras de textiles como telas de algodón manchadas, a las que se les agrega una
solución de diferentes detergentes cada una con diferente concentración. Se someten a las
mismas condiciones de: volumen de agua, temperatura, tipo y tiempo de agitación etc., y
posteriormente se someten a pruebas de reflectancia. [3].
En 1954, Griffin ideó una escala arbitraria de valores que sirviese como medida del balance
hidrófilo-lipófilo (HLB) de los agentes superficialmente activos. Así, es posible establecer
un intervalo de la máxima eficacia para cada tipo de tensoactivo. Mientras más alto es el
HLB de un agente, mayor es su carácter hidrófilo.
Agente humectante
Agentes solubilizantes
Detergentes
Los detergentes son agentes tensoactivos que se emplean para separar la suciedad de
cualquier tipo de superficie. La detergencia es un proceso complejo, por el cual se separan
las sustancias extrañas de las superficies, en el que están
incluidas muchas de las acciones características de los agentes
tensoactivos específicos, como el mojar, inicialmente, la
suciedad y la superficie que va a ser limpiada, la defloculación
y suspensión, la emulsificación o solubilización de las
partículas de suciedad y, algunas veces, la formación de la
espuma para extraer y eliminar las partículas extrañas.
Teniendo en cuenta que un detergente posee una
combinación de diversas propiedades, su eficacia se
comprueba mejor mediante ensayos reales practicados sobre
los materiales que se desean limpiar. [6]
Referencias