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SISTEMA CARDIOVASCULAR.

Todos los procesos metabólicos celulares requieren de un


aporte constante de nutrientes y oxígeno, y al mismo tiempo se
requiere de la eliminación constante de desechos metabólicos
como CO2, urea, ácido úrico, etc., con el fin de evitar
intoxicaciones.

En animales existe un circuito interconectado de túbulos con


distintas características y diámetro que se encargan de llevar a
cada una de las células del organismo las cantidades necesarias
de nutrientes y oxígeno y sacan de éstas los desechos. Este
sistema se denomina sistema cardiovascular.

El sistema cardiovascular se divide en dos grandes partes:


Sangre y el Aparato cardiovascular, y a su vez el aparato
cardiovascular está compuesto de los vasos sanguíneos y el
corazón.

I. SANGRE

La sangre es un tejido formado por una porción líquida llamada plasma y otra porción celular o también llamada
elementos figurados.

1) PLASMA SANGUÍNEO:

Es la porción líquida de la sangre y constituye el 55-


60% de volumen sanguíneo total (volemia).

Está formado en un 90% de agua y diversas sustancias


inorgánicas y orgánicas disueltas:

Composición del plasma:


- Proteínas plasmáticas: Albúminas (54%),
globulinas (38%), Fibrinógeno (7%) y otras
proteínas (1%).
- Agua (91,5%)
- Otros solutos (1,5%): Sales minerales (Na +, K+, etc.), nutrientes (glucosa, aminoácidos, etc.), gases disueltos
(CO2, N2, etc.), sustancias reguladoras (enzimas, hormonas, etc.), vitaminas, productos de desecho (urea,
amoníaco, etc.).

2) ELEMENTOS FIGURADOS.

Representan la parte sólida de la sangre y constituyen aproximadamente el 45% del volumen sanguíneo total.
Existen 3 tipos: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

a) Glóbulos rojos, eritrocitos o hematíes:

Tienen una coloración rojiza debido un pigmento proteico llamado


Hemoglobina. Su forma es de disco bicóncavo, en su estado maduro carecen de
núcleo, mitocondrias y el retículo endoplasmático se encuentra muy
reducido.

Son los elementos figurados más abundantes de la sangre, alcanzando en


promedio 5.400.000 por mm3 en el hombre y 4.800.000 4 en la mujer. Su vida
media es de 120 días y luego son destruidos en el bazo, hígado o la médula ósea
roja por fagocitosis.

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El mecanismo de síntesis de glóbulos rojos es la Eritropoyesis, que se realiza en la médula ósea de los huesos largos,
costillas, pelvis, esternón, huesos del cráneo y en vértebras.

Existen factores que regulan la producción de glóbulos rojos por lo que siempre existe un número adecuado de ellos.
Cualquier situación que disminuya el oxígeno transportado a las células gatilla la producción de glóbulos rojos, por
ejemplo: anemias, grandes alturas, insuficiencia cardíaca prolongada y enfermedades pulmonares. Todas las situaciones
anteriores tienen en común la hipoxia (disminución en la cantidad de oxígeno), la cual se encarga de estimular la
activación de la hormona eritropoyetina que actúa sobre la médula ósea roja estimulando la producción de glóbulos
rojos.

La función de los eritrocitos es transportar gases y especialmente


oxígeno. Esto lo realizan gracias a la hemoglobina, la cual es una
proteína compuesta por 4 cadenas peptídicas, a la cual están unidos 4
átomos de hierro formando un compuesto orgánico llamado grupo
hem.

La característica más importante de la molécula de hemoglobina es


su capacidad para combinarse con oxígeno (O2) formando el
compuesto oxihemoglobina a nivel pulmonar. También se puede
unir al CO2 formando el compuesto cabaminohemoglobina a nivel
de los tejidos. Ambos compuestos son inestables, lo que permite que
la hemoglobina libere fácilmente el oxígeno en los tejidos y el
dióxido de carbono a nivel pulmonar para eliminarlo. Sin embargo la
hemoglobina también puede asociarse al monóxido de carbono (CO)
de manera estable formando el compuesto carbohemoglobina o
carboxihemoglobina. En este caso el sitio de unión del O 2 queda ocupado por el CO, por lo que la hemoglobina queda
imposibilitada para transportar oxígeno y se produce el estado de anoxia, ya que no llega oxígeno a los tejidos.

b) Glóbulos blancos o Leucocitos:

Son las unidades móviles de la sangre, poseen núcleo, no tienen una forma
definida y son ligeramente más grandes que los glóbulos rojos.

Su número es menor que el de los glóbulos rojos, entre 5.000 y 7.000 por
mm3 de sangre en un individuo sano (el número varía cuando hay
infección). Su vida media varía de algunas horas durante una infección a
meses en un individuo sano. Se producen en la médula ósea roja de huesos
largos y planos.

Su función es participar en la defensa del organismo contra las diversas


infecciones producidas por microorganismos. Cando alguna bacteria o
agente patógeno ingresa a nuestro organismo se liberan ciertas sustancias
químicas que atraen a los leucocitos, fenómeno que se denomina
quimiotaxis. Luego, para que un leucocito pueda llegar al lugar de la
infección debe atravesar la pared de los vasos sanguíneos lo cual se
denomina diapedesis, y por último una vez en el lugar de la infección
fagocitan al agente patógeno.

c) Plaquetas o trombocitos:

Son los elementos figurados más pequeños, no son células verdaderas ya que
se originan por la división del citoplasma de células hematopoyéticas
denominadas megacariocitos (no son células verdaderas porque carecen de
núcleo). Poseen en toda su extensión gran cantidad de gránulos con
sustancias importantes en la formación del tapón plaquetario durante el
proceso de hemostasia (coagulación sanguínea).

Existen aproximadamente 300.00 por mm3 de sangre y su vida media es de


aproximadamente 9 días. Son producidas en la médula ósea roja de huesos
largos y planos, al segmentarse el citoplasma granular de los megacariocitos.

Su función es participar en la hemostasia, especialmente en la coagulación


sanguínea. La hemostasia se define como el conjunto de reacciones que detienen la hemorragia en un vaso sanguíneo
dañado.

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II. VASOS SANGUÍNEOS.

Son tubos de diverso calibre cuya función es transportar la sangre a todos los tejidos del organismo. Existen diversos
tipos: arterias, arteriolas, capilares, vénulas y venas.

a) ARTERIAS:
Son vasos sanguíneos que sacan sangre del
corazón. En general conducen sangre rica en
oxígeno, a excepción de la arteria pulmonar
y las arterias umbilicales. La arteria
principal es la arteria aorta que sale del
ventrículo izquierdo.
Cuando penetran en un órgano van
perdiendo espesor y calibre con cada
bifurcación, transformándose primero en
arteriola y finalmente en un capilar.
Están constituidas por 3 capas.

b) VENAS:
Luego del intercambio de gases y solutos los
capilares confluyen en vasos sanguíneos que
van aumentando de calibre y constituyen
finalmente las venas.
Igual que las arterias están formadas por 3
capas.
El endotelio de estos vasos sanguíneos
forma repliegues que forman válvulas (sólo
en las extremidades inferiores), las cuales
impiden el flujo sanguíneo retrógrado de la
sangre.
El calibre de ellas depende de las fibras
musculares de la capa media, que esta
regulada por el sistema nervioso autónomo.
Además la contracción del músculo
esquelético, por donde pasan las venas
produce una compresión en la pared venosa,
lo que determina la propulsión de la sangre en la dirección en que se abren las válvulas. Cuando el músculo se relaja, la
sangre tiende a regresar, pero el cierre de las válvulas lo impide.

c) CAPILARES:
Son vasos sanguíneos delgados, formados por una sola
capa de células endoteliales planas que dejan espacios
entre sí.
Nacen de la última división de las arteriolas, ramificándose
luego muchas veces formar una red llamada lecho capilar,
después de lo cual confluyen a un conducto común o
vénula. Por lo tanto cada lecho capilar tiene un extremo
arterial y uno venoso.

La estructura y velocidad de circulación facilitan el


intercambio de gases y solutos a este nivel. Además la
circulación en esta región es muy lenta.

La pared de los capilares, formada por una fina capa de células, ofrece un fácil transporte de agua, gases y sustancias
nutritivas disueltas en el plasma (sales, aminoácidos, glucosa, etc.); pero impide la salida de las proteínas específicas de
la sangre (fibrinógeno, albúminas, etc.). Es esta retención de proteínas del plasma la que crea un sistema osmótico y la
difusión de sustancias hacia los tejidos y viceversa.

Debido a este gradiente de presiones, el agua, sustancias nutritivas y oxígeno, atraviesan la pared de capilar poniéndose
en contacto con el líquido tisular que baña la célula. En el extremo venoso, la presión sanguínea se hace menor que la
presión osmótica, lo que determina que parte del líquido tisular regrese al interior del capilar, trayendo consigo
desechos metabólicos (CO2, urea) y agua.

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III. CORAZÓN.

Es un órgano muscular, el cual se encarga de bombear sangre hacia los diferentes tejidos de cuerpo. Está ubicado en el
centro de la cavidad toráxica entre los pulmones, en un espacio llamado mediastino con su extremo inferior inclinado
hacia delante y hacia la izquierda. Su forma y tamaño es similar a la de un puño.

a) ANATOMÍA DEL CORAZÓN:

Está formado por 3 capas:

- Epicardio: membrana delgada que se adhiere a la


superficie externa del corazón, inmediatamente debajo de
la hoja visceral del pericardio.

- Miocardio: capa que constituye verdaderamente la


estructura del corazón. Es una gruesa capa formada por
fibras musculares estriadas que actúan independientemente
de la voluntad. Se clasifica como músculo cardíaco.

- Endocardio: capa interna y consta de endotelio delgado,


constituye un revestimiento liso de las cavidades y
válvulas.

El corazón está formado por 4 cavidades: dos superiores o


aurículas y las inferiores o ventrículos, además de otras
estructuras como válvulas y vasos sanguíneos.

Arterias coronarias: nacen de la región ascendente de la arteria


aorta, apenas sale del ventrículo izquierdo. Son fundamentales para
el corazón, ya que a través de ellas el corazón recibe oxígeno en
gran cantidad, necesario para cumplir su intensa actividad.

b) ACTIVIDAD ELÉCTRICA DEL CORAZÓN:

El corazón se contrae rítmicamente durante toda la vida, lo cual depende del sistema nervioso autónomo. En un
individuo adulto la frecuencia cardíaca es de aproximadamente 60-90 latidos por minuto. El corazón está formado por
un sistema especializado para:
- Generar rítmicamente impulsos que causan la contracción rítmica del miocardio.
- Conducir estos impulsos con rapidez por todo el corazón.

Nodo sinusal o sinoauricular o Vías internodales: conducen


marcapasos: Genera el impulso impulsos nerviosos desde el nodo
rítmico normal. Este nodo controla sinusal al aurículo ventricular.
habitualmente el latido de todo el
corazón.
Haz de Hiss: conduce el impulso
Nodo aurículoventricular (A-V): hacia los ventrículos.
demora el impulso proveniente de las
aurículas antes de que pase a los
ventrículos.
Red de Purkinge: conduce el
estímulo a todos los sectores del
ventrículo.

Este sistema de conducción está organizado para que el estímulo cardíaco no pase de las aurículas a los ventrículos con
demasiada rapidez. Este retraso deja tiempo para que las aurículas vacíen su contenido a los ventrículos antes de que
comience su contracción. Además permite que el flujo sanguíneo dentro del corazón siga una sola dirección.

Automatismo cardíaco

El corazón posee dos tipos de células musculares: contráctiles y de conducción. Las células contráctiles comprenden la
mayor parte del tejido auricular y ventricular, y son las células de trabajo del corazón encargadas de generar fuerza o

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presión. Las células de conducción son células musculares especializadas que no se contraen ni generan fuerza, sino
que propagan con rapidez los potenciales de acción sobre todo el miocardio.

La actividad eléctrica de este grupo de células se


refleja en el denominado electrocardiograma Onda P: despolarización auricular.
(ECG), el cual corresponde a la manifestación Complejo ORS: despolarización ventricular.
superficial de los fenómenos eléctricos que Onda T: repolarización ventricular.
comandan el funcionamiento cardíaco.

La onda P se debe a los potenciales eléctricos


generados cuando las aurículas se despolarizan
antes de cada contracción.

El complejo QRS se debe a los potenciales que se


generan cuando los ventrículos se despolarizan
antes de contraerse.

La onda T se debe a los potenciales que se


generan cuando los ventrículos se recuperan de su
estado de despolarización o experimentan repolarización ventricular.

c) CICLO CARDÍACO:

1. Sístole auricular:
Es la contracción de las aurículas que es antecedida por la onda P del ECG que marca la despolarización de las
aurículas. La sangre llega en forma continua a las aurículas y las válvulas A-V están abiertas, por lo que la sangre entra
a los ventrículos aún antes de que ocurra la sístole auricular. Cuando ocurre la sístole auricular aumenta el volumen
ventricular de sangre. La mayor parte del volumen ventricular se alcanza en diástole.

2. Sístole ventricular:
La contracción ventricular comienza durante el complejo QRS, que representa la despolarización ventricular. Como las
válvulas semilunares están cerradas, la sangre por un breve momento no puede ser expulsada por lo que este período se
denomina sístole ventricular isovolumétrica (igual volumen porque la sangre no sale del ventrículo). Además el
aumento de la presión ventricular produce el cierre de las válvulas A-V, evitando el reflujo sanguíneo. El cierre de
estas válvulas produce el primer ruido cardíaco. Como la contracción ventricular continúa, la presión se incrementa
alcanzando el valor más alto justo antes de que las válvulas semilunares se abran desalojando la sangre con rapidez
desde los ventrículos a las arterias, con lo cual la presión arterial comienza a aumentar. Luego la expulsión de sangre se
más reducida y la presión ventricular disminuye ya que ha terminado la contracción ventricular.

3. Diástole total:
Luego de la repolarización ventricular (onda T del ECG) se relajan los ventrículos y su presión desciende. En el
momento en que se hace menor que la presión arterial, las válvulas semilunares se cierran, generando el segundo ruido
cardíaco. En este momento todas las válvulas están cerradas y el volumen ventricular permanece constante (relajación
isovolumétrica).
Cuando la presión ventricular disminuye a su nivel más bajo, las válvulas A-V se abren y el ventrículo comienza a
llenarse con sangre procedente de las aurículas, primero en forma rápida y luego en forma lenta.
El final de este período de llenado reducido o lento marca el final de la diástole para que se sobrevenga otra sístole
auricular y se inicie otro ciclo cardíaco.
Sístole Diástole total
Sístole
auricular ventricular

5
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7
0.8
SÍSTOLE
AURÍCULAS

VENTRÍCULOS DIÁSTOLE

• Mientras las aurículas se contraen los ventrículos se relajan.


• Todas las actividades cesan por 0,4 segundos.
• La duración total de cada ciclo cardíaco es de 0,8 segundos.

Gasto cardíaco:
Cantidad de sangre bombeada por el corazón hacia la aorta por minuto. También es la cantidad de sangre que fluye por
la circulación y que es responsable de transportar sustancias hacia los tejidos y desde ellos.
El gasto cardíaco varía según el nivel de actividad de cuerpo, por lo tanto el metabolismo, el ejercicio, la edad y el
tamaño del cuerpo influyen en el gasto cardíaco.

Retorno venoso:
Es la cantidad de sangre que fluye desde las venas a la aurícula derecha cada minuto. El retorno venoso y el gasto
cardíaco deben ser iguales entre sí, excepto unos pocos latidos cada vez.
El retorno venoso es la suma de todos los flujos sanguíneos locales de cada segmento de la circulación periférica. Por
lo tanto se puede deducir que la regulación del gasto cardíaco es la suma de todas las regulaciones del flujo sanguíneo
local.

Presión sanguínea:

La sístole ventricular tiene por función enviar sangre con gran velocidad y presión por las arterias para que alcance a
llegar a todos los tejidos del organismo.

Para que la circulación sea continua, en arteriolas y capilares son necesarios los siguientes factores:
- Elasticidad de las arterias.
- Presión en las arterias.
- Resistencia periférica (dificultad para el paso de la sangre en las arteriolas y capilares).
- Caída de la presión a lo largo del circuito cardiovascular.

Debido a la expulsión de la sangre desde el corazón, la presión en las arterias aumenta durante la contracción cardíaca,
esta corresponde a la presión alta o sistólica. La presión durante la relajación del corazón constituye la presión baja o
diastólica. En una persona normal, la presión sistólica está entre 90-120 mm de Hg y la presión diastólica entre 60-80
mm de Hg.

La presión de los vasos sanguíneos va


disminuyendo a medida que la sangre se
aleja del corazón. Esta disminución de la
presión se debe a que cuando las arterias se
dividen en arteriolas y éstas posteriormente
en capilares, la superficie de fricción
aumenta considerablemente.

La presión que ejerce la sangre sobre los


vasos sanguíneos a medida que decrece su
calibre también baja, lo que favorece una
caída de presión que también favorece el
flujo continuo de sangre.

La disminución de la velocidad sanguínea


se debe a la enorme ramificación que sufren
los vasos sanguíneos cuando se forma el
lecho capilar. Esta ramificación determina
un aumento gradual del área de sección total, por lo que la velocidad de la sangre disminuye gradualmente y al llegar
la sangre a las vénulas y venas, la velocidad sanguínea aumenta nuevamente.

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Este mecanismo de circulación tiene varias ventajas: la sangre llega rápidamente a los órganos que irriga, donde
disminuye considerablemente su velocidad, para que se realice eficientemente el intercambio de O 2, sustancias
nutritivas y agua a nivel del capilar, volviendo a desplazarse con rapidez al confluir los capilares en vénulas y venas
para dirigirse a otras regiones del cuerpo.

d) CIRCUITOS CARDIOVASCULARES:

La sangre circula constantemente por los diversos vasos sanguíneos


describiendo dos circuitos bien definidos denominados: circulación mayor
o sistémica y circulación menor o pulmonar.

 Circulación mayor o sistémica:


La sangre es expulsada desde el ventrículo izquierdo hacia la aorta,
que la distribuye hacia todo el organismo, llevando oxígeno,
nutrientes, etc. Finalmente la sangre luego de liberar estas sustancias
en los tejidos, regresa a la aurícula derecha a través de las venas cavas
superior e inferior.

 Circulación menor o pulmonar:


Comienza en el ventrículo derecho que impulsa la sangre, llegada
desde los tejidos, hacia la arteria pulmonar. En el interior del
parénquima pulmonar la arteria pulmonar se ramifica dando origen a
capilares, los cuales se ponen en contacto con los alvéolos pulmonares,
de esta manera la sangre queda separada del medio rico en O 2 por una
pequeña distancia, lo cual le permite a la sangre abastecerse de O 2 y
excretar el CO2 para volver por las 4 venas pulmonares hacia la
aurícula izquierda. Desde ahí pasa al ventrículo izquierdo para salir
por la aorta, entrando nuevamente en la circulación mayor.

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