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¿Son posibles unas

ciencias sociales/
culturales otras?
Reflexiones en torno a las
epistemologías decoloniales nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.:102-113

Catherine Walsh*
El artículo se pregunta por la posibilidad de refutar los supuestos epistemológicos que localizan la producción de
conocimiento solo en la academia y dentro de los cánones y paradigmas establecidos por el cientificismo occidental. La
autora argumenta que las ciencias sociales pueden y deben ser repensadas desde una pluri-versalidad epistemológica que
tenga en cuenta y dialogue con las formas de producción de conocimientos que se generan en ámbitos extra-académicos
y extra-científicos. Concretamente se refiere al pensamiento producido por comunidades indígenas y afro-andinas, que
ha sido sistemáticamente invisibilizado por lo que Leopoldo Zea llamó el “Pensamiento latinoamericano”.
Palabras clave: Diálogo de saberes, interculturalidad, colonialidad, eurocentrismo.

O artigo se pergunta pela possibilidade de refutar os supostos epistemológicos que localizam a produção de conhecimento
unicamente na academia e dentro dos cânones e paradigmas estabelecidos pelo cientificismo ocidental. A autora argu-
menta que as ciências sociais podem e devem ser repensadas desde uma pluri-versalidade epistemológica que leve em
conta e dialogue com as formas de produção de conhecimentos que são geradas em âmbitos extra-acadêmicos e extra-
científicos. Concretamente se refere ao pensamento produzido por comunidades indígenas e afro-andinas, que tem sido
sistematicamente invisibilizado pelo que Leopoldo Zea chamou de o “Pensamento latino-americano”.
Palavras chaves: Diálogo de saberes, interculturalidade, colonialidade, eurocentrismo.

The article asks for the possibility of refuting the epistemological assumptions that place the knowledge production
only in the academy and inside canons and paradigms established by the Western scientificism. The author argues that
the social sciences can and must be thought from an epistemological pluriversality that takes into account and dialogues
with the forms of knowledge production that are generated in both extra- academic and extra-scientific milieus. In
concrete, she makes reference to the thought produced by indigenous and African Andean communities, though that
has been systematically made invisible by what Leopoldo Zea called the “Latin American thought”.
Key words: dialogue among knowledges, interculturality, coloniality, eurocentrism.

ORIGINAL RECIBIDO: 30-VI-2006 – ACEPTADO: 09-II-2007

* Doctora en Lingüística. Profesora titular y Directora del Doctorado en Estudios Cultu-


rales Latinoamericanos, Coordinadora del Taller Intercultural, Universidad Andina
Simón Bolívar, sede Ecuador. E-mail: cwalsh@uasb.edu.ec

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[...] Es necesario ‘deconstruir’ tos supuestos como parte de la de lo local se equipara al lugar y a
lo pensado para pensar lo por pensar. globalización neoliberal extendida a la tradición y lo global al espacio,
Para desentrañar lo más entrañable
de nuestros saberes y para dar curso
los campos de la ciencia y el conoci- al capital y a la historia) y, por el
a lo inédito, arriesgándonos a desbarrancar miento. A partir de este fortaleci- otro, en las concepciones de co-
nuestras últimas certezas y a cuestionar miento, evidente en la mayoría de nocimiento, cultura, naturaleza,
el edificio de la ciencia. las universidades de la región, la es- política y economía y la relación
Enrique Leff cisión cartesiana entre el ser, hacer entre ellas.

E n América Latina, como en


otras partes del mundo, el campo
y conocer, entre ciencia y práctica
humana, se mantiene firme; el
canon eurocéntrico-occidental se
Cierto es que en los últimos años
la ciencia, el conocimiento especia-
de las ciencias sociales ha sido par- reposiciona como marco principal lizado de la academia en general y
te de las tendencias neo- de las ciencias sociales en
liberales, imperiales y particular y las posturas po-
globalizantes del capi- líticas, sociales y culturales
talismo y de la moder- dominantes en torno a sus
nidad. Son tendencias formas de teorización han
que suplen la localidad sido temas de debate glo-
histórica por formula- bal1 . Sin embargo, y al pa-
ciones teóricas monolí- recer, el impacto de estos
ticas, monoculturales y debates en el pensamiento y
“universales” y que po- la ciencia social latinoame-
sicionan el conocimien- ricana y su práctica ha sido
to científico occidental casi nulo. En contraste con
como central, negando las iniciativas de los años 60
así o relegando al estatus a 70 para construir unas
de no conocimiento, a ciencias sociales propias y
los saberes derivados críticas, promover diálogos
de lugar y producidos Sur-Sur e impulsar una pra-
a partir de racionalida- xis y un pensamiento de
des sociales y culturales América Latina desde aden-
distintas. Claro es que tro2 , actualmente se eviden-
en esta jerarquización, cia en la región un regreso a
existen ciertos supuestos los paradigmas liberales del
como la universalidad, siglo XIX, incluyendo las
la neutralidad y el no- metanarrativas universales
lugar del conocimiento de modernidad y progreso y
científico hegemónico y una posición de no involu-
la superioridad del logo- cramiento (Lander, 2000).
centrismo occidental Augusto Rendón, sin título. Grabado, 1966 Pero también se evidencia la
como única racionali- instalación de una nueva ra-
dad capaz de ordenar el mundo. de interpretación teórico: y el bo- cionalidad científica que “niega el
rramiento del lugar (incluyendo la carácter racional a todas las formas
Son estos supuestos asumidos importancia de las experiencias de conocimiento que no parten de
como verdad los que han venido basadas-en-lugar) se asume sin ma- sus principios epistemológicos y sus
organizando y orientando las cien- yor cuestionamiento. Las conse- reglas metodológicas” (Sousa San-
cias sociales hegemónicas desde su cuencias, como argumenta Arturo tos, 1987: 10-11).
origen. No obstante, y desde los Escobar (2005), se encuentran, por
años 90, se observa en Latino- un lado, en las asimetrías promo- Por lo tanto, el problema no
américa un fortalecimiento de es- vidas por la globalización (en don- descansa simplemente en abrir,

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impensar o reestructurar las cien- les/culturales “otras” que no repro- lógicas de pensamiento y vida que
cias sociales como algunos estudios duzcan la subalternización de sub- desafían esta hegemonía.
sugieren, sino más bien en poner en jetividades y de saberes, ni el
cuestión sus propias bases. Es decir, eurocentrismo, el colonialismo y la Dentro de la colonialidad po-
refutar los supuestos que localizan racialización de las ciencias hege- demos distinguir cuatro esferas o
la producción de conocimiento mónicas, sino que apunten a una dimensiones de operación que, a
únicamente en la academia, entre mayor proyección e intervención partir de su articulación, contri-
académicos y dentro del cientifi- epistémica y social de-coloniales? buyen a mantener la diferencia co-
cismo, los cánones y los paradigmas Son estas preguntas las que guían lonial y la subalternización. La
establecidos. También refutar los la presente discusión. primera la constituye lo que Aní-
conceptos de racionalidad que ri- bal Quijano (1999) ha llamado la
gen el conocimiento mal llamado colonialidad del poder, entendida
“experto” 3 , negador y detractor de La modernidad/ como los patrones del poder mo-
las prácticas, agentes y saberes que colonialidad y la derno que vinculan la raza, el con-
no caben dentro de la racionalidad relación raza-saber-ser- trol del trabajo, el Estado y la
hegemónica y dominante. Tal re- naturaleza producción de conocimiento. Esta
futación no implica descartar por colonialidad del poder instauró en
completo esta racionalidad, sino Un punto de partida para esta América Latina una estratificación
hacer ver sus pretensiones colonia- indagación se encuentra en los orí- social que ubica al blanco europeo
les e imperiales y disputar su posi- genes y el desarrollo de la moder- en la cima mientras el indio y el
cionamiento como única, de esta nidad y en el colonialismo y el negro ocupan los últimos peldaños
manera cuestionan también la su- capitalismo como sus partes cons- –estos dos grupos son construidos
puesta universalidad del conoci- titutivas. Entendemos modernidad como identidades homogéneas y
miento científico que preside las no como fenómeno intra-europeo negativas–. Fue este uso e institu-
ciencias sociales, en la medida en sino desde su dimensión global, cionalización de la raza como sis-
que no capta la diversidad y ri- vinculada con la hegemonía, pe- tema y estructura de clasificación
queza de la experiencia social ni riferización y subalternización el que sirvió como base para posi-
tampoco las alternativas epistemo- geopolítica, racial, cultural y epis- cionar jerárquicamente ciertos
lógicas contra-hegemónicas y de- témica que la modernidad ha es- grupos sobre otros en los campos
coloniales que emergen de esta tablecido desde la posición de del saber. Esta segunda dimensión
experiencia. Europa como centro. La colonia- es la de la colonialidad del saber
lidad es el lado oculto de la mo- que no sólo estableció el eurocen-
¿Pueden las ciencias sociales dernidad, lo que articula desde la trismo como perspectiva única de
hegemónicas ser reconcebidas y re- Conquista los patrones de poder conocimiento, sino que al mismo
construidas desde la perspectiva de desde la raza, el saber, el ser y la tiempo, descartó por completo la
la pluri-versalidad epistemológica y naturaleza de acuerdo con las ne- producción intelectual indígena
la creación de vínculos dialógicos cesidades del capital y para el be- y afro como “conocimiento” y,
dentro de esta pluri-versalidad? neficio blanco-europeo como consecuentemente, su capacidad
¿Qué implicaría considerar con se- también de la elite criolla. La mo- intelectual.
riedad las epistemologías que en- dernidad/colonialidad entonces
cuentran sus bases en filosofías, sirve, por un lado, como perspec- La promoción de este enlace
cosmovisiones y racionalidades dis- tiva para analizar y comprender entre raza y saber, a lo que Eze
tintas, incluyendo en ellas las rela- los procesos, las formaciones y el (2001) se refiere como “el color de
cionadas con la experiencia social, ordenamiento hegemónicos del la razón”, se encuentra claramente
con el territorio y la naturaleza, las proyecto universal del sistema-mun- en el pensamiento que, desde el si-
luchas políticas y epistémicas vivi- do (a la vez moderno y colonial) y, glo XVIII ha venido orientando la
das y con lo que Escobar (2005) lla- por el otro, para visibilizar, desde filosofía occidental y la teoría so-
ma prácticas-en-lugar? ¿Es posible la diferencia colonial, las historias, cial. Tal vez el ejemplo más desca-
la construcción de ciencias socia- subjetividades, conocimientos y rado es del Immanuel Kant, quien

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en su antropología filosófica señala ticas culturales de los afrocubanos, miento) estaba directamente liga-
que “La humanidad existe en su tuvo en su trabajo temprano un da al estatus humano; los conside-
mayor perfección en la raza blan- pensamiento negativo sobre los rados menos humanos –los indios y
ca… Los negros son inferiores y los pueblos negros: “una raza que bajo negros– no tenían razón o capaci-
más inferiores son parte de los pue- muchos aspectos ha conseguido dad de pensar.
blos [nativos] americanos” (Kant ci- marcar característicamente la mala
tado por Eze, 2001: 231). vida cubana comunicándole sus Es en esta ligazón entre huma-
supersticiones, sus organizaciones, nidad y razón la que apunta a una
Esta perspectiva también se sus lenguajes, sus danzas, etc.” tercera dimensión de carácter
encuentra en el pensamiento lati- (Ortiz, 1917: 38). ontológico, la colonialidad del ser,
noamericano. Para Sar- que ocurre cuando algu-
miento, por ejemplo, el nos seres se imponen so-
indio representa “la bar- bre otros, ejerciendo así
barie y, por tanto, hay que un control y persecución
eliminarle para abrir paso de diferentes subjetivida-
al progreso y la civiliza- des como una dimensión
ción... definitivamente más de los patrones de
existe la superioridad de racialización, colonialis-
unas razas sobre otras; mo y dominación que
entre ellas, de la raza an- hemos discutido. En este
glosajona” (citado por sentido, lo que señala la
Sacoto, 1994: 9). El mis- colonialidad del ser no es la
mo José Carlos Mariáte- violencia ontológica en
gui, conocido como uno sí, sino el carácter prefe-
de los pensadores latinoa- rencial de la violencia
mericanos más progre- que está claramente ex-
sistas del siglo XX, fue plicado por la colonia-
impulsor de esta colo- lidad del poder; es decir,
nialidad que propagó la la cuestión del ser coloni-
idea de una jerarquía ra- zado tiene un arraiga-
cial y epistémica, en este miento en la historia y el
caso, en torno a los pue- espacio: “La concepción
blos negros, justificando del espacio invita a la re-
su exclusión social, cultu- flexión no solamente
ral, política y económica, sobre el Ser, sino más
Augusto Rendón, “Insidian la vida del justo y la sangre inocente condenan”
como también su silen- (Salmo 93). Grabado, 1967 específicamente sobre su
ciamiento dentro de la aspecto colonial, el que
construcción teórica y discursiva de Es a partir de esta racialización hace que los seres humanos sientan
la modernidad. Para Mariátegui, moderno-colonial que se forjó la que el mundo es como un infierno
mientras que los indígenas sí po- idea de que los indios y negros por ineludible” (Maldonado-Torres,
drían hacer una contribución social sí mismos no piensan; cualquier 2006: 103). Esta atención al espa-
y cultural a la sociedad moderna, saber viene simplemente de la cio es importante por evidenciar
los negros no estaban en condicio- práctica de/con la naturaleza, así cómo la supuesta neutralidad de las
nes de contribuir a la creación de clasificado y nombrado como “tra- ideas filosóficas y las teorías socia-
ninguna cultura “por la influencia dición”, nunca como ciencia o co- les esconde “una cartografía impe-
cruda y viviente de su barbarie” nocimiento. De hecho, para Kant, rial implícita que fusiona la raza y
(Walsh, 2004: 336). Hasta el la “raza” se basaba en un principio el espacio [...] en las formas de olvi-
antropólogo Fernando Ortiz, quien no histórico de la razón. Es decir, la do de la condenación, racismo
hizo mucho por visibilizar las prác- razón (el pensamiento y el conoci- epistémico y muchas otras [...] en

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la cartografía de lo que se suele con- Por lo tanto, la colonialidad de plejidad del ser y del pensa-
siderar como trabajo filosófico y la naturaleza añade un elemento miento; es un saber sobre las es-
pensamiento crítico” (Ibíd.:128- fundamental a los patrones del po- trategias de apropiación del
129). Pero también es importante der discutidos (partiendo así de ellos mundo y la naturaleza a través
por lo que sugiere en términos de y constantemente conectándoseles): de las relaciones de poder que
estrategia opuesta. Escobar (2005) el dominio sobre las racionalidades se han inscrito en las formas do-
lo aclara cuando argumenta que la culturales, las que en esencia forman minantes de conocimiento. [Es]
mejor manera de contrarrestar es- los cimentos del ser y del saber. Es la el saber ambiental que entreteje
tas tendencias imperializantes del relación continua del ser con el pen- en una trama compleja de co-
espacio propio –las que producen sar, con el saber y el conocer, que nocimientos, pensamientos,
la mirada desituada y desprendida parte de un enlace fluido entre tres cosmovisiones y formaciones
propia del cartesianismo y la cien- mundos: el mundo biofísico de aba- discursivas que desborda el cam-
cia moderna– es activar la especi- jo, el mundo supranatural de arriba po del logos científico, abrien-
ficidad del lugar como noción y el mundo humano de ahora, así do un diálogo de saberes en
contextualizada y situada de la como las formas y condiciones tan- donde se confrontan diversas
práctica humana. to del ser como del estar en ellos. El racionalidades y tradiciones
control que ejerce la colonialidad de (Leff, 2004, 4-5)
Esta localización de seres y de sus la naturaleza es el de “mitoi-
conocimientos no sólo desafía la no- zar” esta relación, es decir,
ción del vacío y no-lugar del conoci- convertirla en mito, leyen-
miento científico, sino que también da y folclor y, a la vez, posi-
lleva a la discusión la cuarta dimen- cionarla como no racional,
sión de la colonialidad (no identifi- como invención de seres no
cada o considerada por Quijano), la modernos. De esta manera,
que refiero aquí como la colonialidad intenta eliminar y controlar
de la naturaleza. Con esta dimensión los sustentos, los sentidos y
de la colonialidad, hago referencia a las comprensiones de la vi-
la división binaria cartesiana entre da misma que parten de lu-
naturaleza y sociedad, una división gar territorio-pacha mama,
que descarta por completo la rela- reemplazándolos con una
ción milenaria entre seres, plantas y racionalidad moderna-occi-
animales como también entre ellos, dental deslocalizada que
los mundos espirituales y los ancestros desde las escuelas, los pro-
(como seres también vivos). De he- yectos de desarrollo y hasta
cho, esta colonialidad de la natu- la universidad procura go-
raleza ha intentado eliminar la bernar a todos.
Augusto Rendón, Grabado,
relacionalidad que es base de la vida,
de la cosmología y del pensamiento En forma similar, Leff
en muchas comunidades indígenas y (2004) pone en discusión el proble- Tanto el saber ambiental del que
afros de Abya Yala4 y América Lati- ma del logos científico que intenta habla Leff como la naturaleza como
na. Es esta lógica racionalista, como regir la racionalidad ambiental des- la entendemos aquí, abren otras vías
sostiene Noboa (2006), la que niega de las condiciones del ser –el ser cons- para entender y enfrentar el proble-
la noción de la tierra como “el cuer- tituido por su cultura en los diferentes ma del conocimiento construido por
po de la naturaleza”, como ser vivo contextos en los que significa a la na- la modernidad/colonialidad; plan-
con sus propias formas de inteligen- turaleza–. Por ambiente se entiende, tean perspectivas distintas de com-
cia, sentimientos y espiritualidad, prensión y apropiación del mundo
como también la noción de que los El campo de relaciones entre la que encuentran sus bases en la expe-
seres humanos son elementos de la naturaleza y la cultura, de lo ma- riencia social y las epistemologías que
tierra-naturaleza. terial y lo simbólico, de la com- se construyen a partir de ella. En es-

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tas perspectivas la experiencia huma- ralizada como abstracto universal, ciencias sociales de otra manera.
na no queda subsumida bajo la apli- que se puede observar tanto en la Una perspectiva propuesta por Boa-
cación práctica, instrumental y esfera política (incluyendo en la ventura de Sousa Santos (2005) en
utilitarista del conocimiento obje- relación civilización-progreso-mer- el marco de la experiencia del Foro
tivo, como ocurre en las ciencias cado) como en la universidad, par- Social Mundial y desde la opera-
sociales hegemónicas. Tampoco que- ticularmente en su tendencia actual ción epistemológica y ontológica
dan fijados estos elementos dentro neoliberal corporativa, donde la lo- efectuada por los movimientos y
del proyecto epistémico de la moder- calidad histórica es suplida por organizaciones sociales, apunta la
nidad: la representación de lo real a formulaciones teóricas monolíticas, necesidad de “una epistemología
través del concepto, la voluntad de monoculturales y “universales”. del sur” que de credibilidad a las
unificación del ser y la objetivación nuevas experiencias sociales con-
y transparencia del mundo a través En esencia, lo que está en juego trahegemónicas y a los supuestos
del conocimiento (Leff, 2004). Mas entonces, son sistemas distintos de epistemológicos alternativos que
bien, estos campos de saber marcan pensar y de construir conocimiento. estas experiencias construyen y
una “apertura” (en contraste con el ¿Qué implicaría para las ciencias so- marcan. Para Santos, esta opera-
cierre que hace el “conocimiento ciales no limitarse a un sistema –mal ción epistemológica consiste en
científico”), donde la creencia y el posicionado como universal– sino dos procesos que podrían enfren-
poner en consideración una tar el sentido común de las cien-
pluri-versalidad de perspec- cias sociales hegemónicas, lo que
tivas epistemológicas, bus- él llama la “sociología de las au-
cando de este modo un sencias” y la “sociología de las
diálogo entre ellas? ¿Qué emergencias”. Mientras la primera
ofrecería dar visibilidad y se basa en el reconocimiento y la
credibilidad a la experien- valorización de diferentes racio-
cia social, a las prácticas y a nalidades, conocimientos, prácticas
los agentes y saberes no te- y actores sociales moviéndose así en
nidos en cuenta por la ra- el campo de las experiencias socia-
cionalidad hegemónica? les, la segunda pretende “identificar
¿Son estas consideraciones y ampliar los indicios de las posibles
suficientes o, más bien, ne- experiencias futuras, bajo la aparien-
cesitamos ser más radicales, cia de tendencias y latencias que son
contemplando la construc- activamente ignoradas por la racio-
ción de ciencias sociales/ nalidad y el conocimiento hege-
culturales “otras”, que apun- mónicos” (Ibíd., 38), actuando de
ten hacia una mayor pro- esta manera en el campo de las ex-
yección e intervención pectativas sociales a partir de po-
“Mataos los unos a los otros”, 1963
epistémica, sociopolítica y sibilidades radicales y concretas 6 .
cultural de-coloniales? Conjuntamente, estas dos socio-
precepto epistémico-vivencial cen- logías por su inconformismo y sus
tral es que se llega al conocimiento dimensiones sociales, políticas, éti-
desde el mundo –desde la experien- Reflexiones en cas, subjetivas y de porvenir, permi-
cia, pero también desde la cosmo- torno a epistemologías ten comprender, actuar e imaginar
logía ancestral y la filosofía de de-coloniales y el mundo de otra manera, lo que
existencia que da comprensión a esta ciencias sociales no hacen las ciencias sociales tra-
experiencia y a la vida5 –. En cam- y culturales “otras” dicionales. Además, sugieren otras
bio, la perspectiva moderno-occi- formas de involucramiento, de
dental asume que se llega al mundo Existen distintas perspectivas análisis e investigación como tam-
desde el conocimiento. Y es ésta úl- desde las cuales podemos empezar bién de elaboración y producción
tima perspectiva ya asumida y natu- a pensar la epistemología y las de teoría.

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Claramente, la perspectiva an- transformación social (Santos, do poniendo en consideración la
terior pone sobre el tapete el rol de 2003). producción intelectual-activista de
la universidad tradicional, tanto personajes rara vez incluidos en las
por su aislamiento de las nuevas Otra perspectiva está reflejada ciencias sociales nacionales y lati-
prácticas de los actores emergentes en los procesos políticos y episté- noamericanas, como Zapata Olive-
–lo que resulta en conceptos y micos de las comunidades y orga- lla y Manuel Quintín Lame en
teorías que no se adecuan a las rea- nizaciones indígenas y afros de la Colombia, Fausto Reinaga en Bo-
lidades actuales– como por su región, procesos que parten de la livia, Dolores Cuacuango y Juan
academicismo, elitismo, falta de racialización, el colonialismo y la García en Ecuador, entre otros, cu-
interés y de capacidad de apoyar dominación con la exigencia de yos actos, discursos y escritos se di-
procesos de teorización y reflexión enfrentar lo que Manuel Zapata rigen a los procesos de liberación
con los movimientos y otros acto- Olivella ha denominado como las de su propia gente. Como he argu-
res sociales. Es a partir de esta rea- cadenas que ya no están en los pies mentado en otra parte (Walsh,
lidad que se ha venido planeando sino en las mentes. Con este obje- 2004), buscar la manera de que es-
la Universidad Popular de los Mo- tivo, se pueden presenciar iniciati- tos conocimientos y perspectivas
vimientos Sociales como una red de vas emergentes enfocadas en la epistemológicas penetren los espa-
conocimiento con dos argumentos construcción y fortalecimiento de cios académicos de la universidad,
centrales: (1) promover el encuen- pensamientos y epistemologías pro- rompiendo así los silencios e ingre-
tro entre gente dedicada predomi- pias. Estas iniciativas “casa adentro” sando en el diálogo de pensamien-
nantemente a las prácticas de ponen en debate y discusión la pro- to, tanto de las ciencias sociales
transformación social y otros dedi- ducción de saber local y ancestral, como de otros campos discipli-
cados principalmente a la produc- incluyendo sus consecuencias filo- nares, es un reto enorme.
ción teórica, y (2) avanzar en el sóficas, identitarias, ontológicas
desarrollo de un espacio para la for- (subjetivas) y políticas (Cfr. Cric, Un ejemplo de llevar las episte-
mación de activistas y líderes de los 2004; Walsh, 2004; Walsh y García, mologías propias no sólo a casa
movimientos sociales y de cientistas 2002 y Walsh y León, en prensa). adentro sino casa afuera y en el con-
sociales dedicados al estudio de la Estas iniciativas también han veni- texto de la educación superior, se

Augusto Rendón,
Santa Bárbara.
Grabado, 1963

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encuentra en la propuesta de la Es a partir de esta perspectiva modo es la que orienta el Doctorado
Universidad Intercultural Amawtay epistémico-filosófica que Amawtay de Estudios Culturales Latinoame-
Wasi de las Nacionalidades y Pue- Wasi construye su propuesta intercul- ricanos de la Universidad Andina
blos Indígenas del Ecuador, concep- tural basada en la necesidad de re- Simón Bolívar, sede Ecuador, cuyo
tualizada y pensada desde la filosofía conocer e interrelacionar diversas enfoque central se orienta alrededor
y cosmología de Abya Yala. Amaw- racionalidades que articulan y res- de la problemática de las geopo-
tay Wasi considera su tarea central ponden a cosmovisiones, experien- líticas del conocimiento, es decir, de
de la siguiente manera: cias colectivas, “mitos fundantes”, la relación entre conocimiento,
lógicas y axiomas distintos, “de modernidad y colonialidad.
Responder desde la epistemolo- acuerdo a los cuales dan respuestas
gía, la ética y la política a la reflexivas y prácticas a preguntas A diferencia de la mayoría de
descolonialización del conoci- claves relacionadas con la naturale- programas de posgrados, este doc-
miento [...], un espacio de re- za de la realidad (pregunta ontoló- torado tiene características muy
flexión que proponga nuevas gica), las relaciones y posibilidades especiales, tal vez por el perfil de
formas de concebir la construc- de conocimiento de esa realidad los alumnos –la mayoría con una
ción de conocimiento […] poten- (pregunta epistemológica) y el o los larga trayectoria de trabajo com-
ciar los saberes locales y construir caminos posibles de conocimiento prometido con movimientos y pro-
las ciencias del conocimiento, (pregunta metodológica)” (173). Es cesos sociales– y tal vez por el perfil
como requisito indispensable para a partir de tal perspectiva que la de los profesores –algunos vincula-
trabajar no desde las respuestas al Amawtay Wasi intenta retar la frag- dos con el proyecto colectivo de
orden colonial epistemológico, mentación entre saber-ser-naturale- modernidad/colonialidad latino-
filosófico, ético, político y eco- za característica de la racionalidad americano y otros más ampliamen-
nómico; sino desde la propuesta científica occidental (enfocando en te con las luchas de transformación
construida sobre la base de prin- sentido colectivo de pertenencia la social–. Por eso y casi desde su ini-
cipios filosóficos [andinos]. propia racionalidad y sabiduría cio, el programa se convirtió en un
(Amawtay Wasi, 2004: 165) como bases necesarias para el en- espacio de reflexión colectiva tan-
cuentro con el otro), buscando la to sobre la problemática de la su-
A partir del ejemplo de Amaw- complementariedad, la decolo- puesta universalidad de las ciencias
tay Wasi, podemos empezar a nialidad y la promoción de un diá- sociales y humanas, como sobre la
visualizar “un proyecto-otro” de logo intercultural permanente entre realidad latinoamericana en tiem-
educación universitaria que toma racionalidades distintas7 . El hecho pos de capitalismo transnacional,
como punto de partida una lógica de que Amawtay Wasi haya sido imperialismo neoliberal y global, y
y pensamiento enraizados en el en- concebida como parte del proyecto de lo que Frei Betto recientemente
tendimiento y uso renovados de la político del movimiento indígena y ha llamado la “globocolonializa-
cosmovisión y teoría filosófica de como respuesta a los legados colo- ción” 8 . Buscar y trabajar hacia la
Abya Yala, cuyo principio clave es niales, evidencia una comprensión configuración de espacios-otros de
la relacionalidad: la integración, y práctica de la interculturalidad que análisis, intervención y de produc-
articulación e interconexión entre radicalmente se diferencia de la que ción de conocimientos ha sido, en-
todos los elementos de la Pacha- está asociada al Estado y sus políti- tonces, parte central de la praxis del
mama. Esta relacionalidad vivencial cas sociales y educativas. Aquí la programa.
simbólica implica asumir una pers- interculturalidad es un paradigma de
pectiva epistémica y sociocultural disrupción, pensado por medio de De hecho, estos procesos han
que dé cuenta de la unidad en la la praxis política y la construcción implicado la re-significación de lo
diversidad, la dualidad complemen- de un mundo más justo (Walsh, que entendemos por “estudios cul-
taria y la reciprocidad o Ayni que 2004). turales latinoamericanos” 9 . Como
apunta al rol fundamental del in- he descrito en otra parte,
tercambio de saberes y la construc- Una última perspectiva por
ción colectiva del conocimiento mencionar en esta construcción de Es abrir un espacio de diálogo
como responsabilidad compartida. ciencias sociales/culturales de otro desde Latinoamérica y especí-

WALSH, C.: ¿SON POSIBLES UNAS CIENCIAS SOCIALES/CULTURALES OTRAS? N ÓMADAS 109
ficamente desde la región an- nidos por el neoliberalismo y la 2. Igualmente es necesario con-
dina sobre la posibilidad de modernidad, y con el propósito de siderar el posicionamiento
(re)pensar y (re)construir los ‘es- construir mundos y modos de pen- de pensamientos / conocimien-
tudios culturales’ como espacio sar y ser distintos. tos otros, entendidos no como
de encuentro político, crítico y un pensamiento o conoci-
de conocimientos diversos. Un miento más que podría ser
espacio de encuentro entre Reflexiones finales sumado o añadido al cono-
disciplinas y proyectos intelec- cimiento “universal” (una
tuales, políticos y éticos que pro- Al retomar la perspectiva de suerte de multiculturalismo
vienen de distintos momentos Santos, Escobar (2005) ha argu- epistémico), sino como un
históricos y de distintos lugares mentado recientemente que la ta- pensamiento/conocimiento
epistemológicos, que tiene co- rea no es la búsqueda de soluciones plural desde la(s) diferen-
mo objetivo confrontar el em- modernas a problemas modernos, cia(s) colonial(es), conecta-
pobrecimiento de pensamiento sino imaginar soluciones realmen- do por la experiencia común
impulsado por las divisiones dis- te novedosas con base en la prácti- del colonialismo y marcado
ciplinarias, epistemológicas, ca de los actores sociales de mayor por el horizonte colonial de
geográficas, etc. (Moreiras) y la proyección epistemológica y social. la modernidad. ¿Es posible
fragmentación socio-política En sí, la producción del saber tiene posicionar seriamente estos
que cada vez más hace que la consecuencias políticas. conocimientos en las univer-
intervención cívica y el cambio sidades en general y en las
social aparezcan como proyec- ¿Es posible pensar unas ciencias ciencias sociales/culturales en
tos de fuerzas divididas (Walsh, sociales/culturales “otras”? Y, ¿qué particular? De posicionarlos,
2003: 12) implica este pensar en relación con ¿cómo podemos asegurar que
epistemologías de-coloniales? Para no llegarán a ser simplemen-
En este sentido, “los estudios terminar, propongo unas conside- te un conocimiento más, un
culturales” nombra un proyecto in- raciones e interrogantes críticas: elemento de la foclorización
telectual dirigido al (re)pensa- y, peor aún, una herramienta
miento crítico y transdisciplinar, a 1. Primero se debe considerar, de manipulación y control
las relaciones íntimas entre cultu- tal como lo ha afirmado el político?
ra, poder, política y economía y a intelectual-activista afro-
las problemáticas a la vez locales y esmeraldeño Juan García 3. ¿Cómo pensar nuevos luga-
globales reflejo de la actual lógica (Walsh y García, 2002), los res de pensamiento dentro y
multicultural del capitalismo trans- conocimientos que han si- fuera de la universidad? Lu-
nacional y tardío. También repre- do considerados no-conoci- gares de pensamiento que
senta una fuerza para enfrentar las mientos. Es decir, poner en permitan trascender, re-
tendencias dominantes en las uni- cuestión y tensión los signifi- construir y sobrepasar las li-
versidades latinoamericanas, es- cados mantenidos y reprodu- mitaciones puestas por “la
pecialmente en los últimos años, cidos por las universidades en ciencia” y los sistemas de
orientadas a la adopción y reinsta- general y las ciencias socia- conocimiento (epistemolo-
lación de perspectivas eurocén- les en particular, sobre qué es gía) de la modernidad. Lu-
tricas del saber (Lander, 2000b). conocimiento, conocimiento gares, que a la vez, pongan
Estudios culturales en este progra- de quiénes, y conocimiento en debate, diálogo y discu-
ma refleja entonces el interés de para qué, es decir, con qué sión lógicas y racionalidades
articular desde América Latina, en propósitos. También significa diversas.
conversación con otras regiones del poner en cuestión y tensión
mundo, proyectos intelectuales y la utilidad de teorías euro- Hace 35 años Rodolfo Staven-
políticos que ponen en debate pen- céntricas para comprender la hagen publicó un texto con el títu-
samientos críticos con el objetivo condición colonial, pasada y lo: “¿Cómo descolonizar las ciencias
de pensar fuera de los límites defi- presente. sociales?” Como antropólogo, el

110 N ÓMADAS NO. 26. ABRIL 2007. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA

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