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RELACIONES Y DIFERENCIAS ENTRE EL AUTISMO Y LA PSICOSIS EN LA INFANCIA Silvia Elena Tendlarz EI siglo XXI es testigo de un aumento creciente del diagnéstico de autismo en la infancia. Se ha Ilegado a hablar de una verdadera epidemia. Este diagndstico en expansi6n, {corresponde siempre a los individuos involucrados en ella? Fundamentalmente no se trata solo de diagndsticos sino de cual es la propuesta de tratamiento viable para los nifios autistas. Inicio y desencadenamiento El autismo se caracteriza por un inicio precoz: se lo diagnostica desde el nacimiento o en la temprana edad, como en el Sindrome de Kanner, y hasta los tres 0 cuatro afios, como en los casos del Sindrome de Asper- ger. En cambio, existe una variabilidad en la edad en la que se desenca- dena la psicosis: nifiez, adolescencia o adultez. De esta manera, el “ini- cio” del autismo se contrapone al “desencadenamiento” psicstico. Los padres de los nifios autistas sefialan que desde bebé no los miraba a los ojos, o lo hacfa en forma diagonal, no entraba en contacto, llora- ba mucho, que era un bebé tan tranquilo que no se Jo escuchaba, 0 que nunca habl6. Otros describen que en determinado momento algo cambi6, | que decfan algunas palabras 0 comenzaban su control de esfinteres, ¥ de 8olpe comenzaron los sfntomas autistas. Por ejemplo, en el caso Laurie, 93 \ o pe JA. Miller, Laurent, J.-C. Maleval, F. Schejtman y S. g, Tendlarg relatado por Bruno Bettelheim, hasta los dos afios y medio decta algunas Jabras sueltas, pero nunca se dirigfa hacia la madre. Cuando la nifie. = abandona el trabajo, pierde esas palabras y las adquisiciones aleanza. das: deja de comer, pierde el control de esfinteres, queda muda e inerte en una silla, si no la cambiaban de Posicion quedaba exactamente en la misma posicién en que la habian dejado anteriormente. Estaba en una actitud totalmente pasiva con la boca entreabierta, los dientes Separadgs, Es internada por su grave estado de anorexia. causa Ieva a establecer relaciones con aconte. ficos: el nacimiento de un hermano, un accidente, una trata de distintas descripciones por parte de los padres de lo que sé puede lamar el inicio del autismo. Jean-Claude Maleval subrayg aparicién de las conductas dir tro probablemente aun momento deci vo en la adquisicién del lenguaje, Ep es€ momento se juega la insondable deci = ion del “El desencadenamiento en la psicosis es un momento de ruptura, un jue marca la discontinuidad del antes y después. Frente a la Tela- aginaria que el sujeto mantiene con el otro aparece un elemento . tercero, en el lugar de Un-Padre, y en esa “coyuntura dramitica” como lo llama Lacan, ante la falta de recursos simbélicos se desencadena la psicosis. Los nifios relatan cémo una voz les habla, les dicen que alguien es malo, los injurian, y frente a la emergencia del fenémeno alucinatorio el mundo comienza a cobrar sentido. En el autismo hay un funcionamiento constante, no varia a lo largo del tiempo. Eso no significa que deba estar siempre en el mismo esta- do, sino que pueden producirse desplazamientos del borde autista den- tro de un mismo tipo de funcionamiento. En cambio, en la psicosis hay momentos de ruptura y de estabilizacién, de apertura y de cierre. Los adolescentes y adultos autistas pueden variar la forma de presen- tacién que tenfan en su infancia, sobre todo por la ampliacién del uso del lenguaje, el desplazamiento del encapsulamiento autista, pero mantienet Clertas caracteristicas que no se modifican, sin augurar por ello un dest No trdgico, La consulta le la repeticion Por un nifio pequefio que no habla o que habla a _ de sonidos, con conductas estereotipadas, dificulta 94 Estudios sobre el autismo en el lazo que producen un rechazo del otro o lazos selectivos, llevan a un diagnéstico rapido del amado hasta el DSM 4-R “Trastorno gene- ralizado del desarrollo”, TGD, y con el DSM 5, “Trastorno del espectro autista”, TEA, que rige en la actualidad en los Manuales Diagnésticos. Existe una prisa por el diagndstico que viene asociada a la creencia de que cuanto antes se lo diagnostique es mejor para corregir su comporta- miento. Muchos de esos nifios efectivamente son autistas, pero otros no, y pueden Ser psicéticos 0 incluso neuréticos. cee Cuando los nifios son muy pequefios a veces resulta muy dificil hacer un diagnéstico diferencial entre autismo y psicos is, porque la pre- sentacién puede ser similar. Es por eso que no nos podemos guiar sdlo por los fenémenos para hacer un diagnéstico diferencial sino que en p coanilisis se realiza bajo transferencia a partir de la respuesta del nifio al dispositivo analitico. En el funcionamiento del nifio autista se produ- ce un rechazo al Otro experimentado como intrusivo, y a veces, sobre la apoyatura en la persona del analista como doble real, pero sobre todo a partir del lazo suti] que puede establecer el analista con el nijio, se lleva a cabo un desplazamiento de ese encapsulamiento autista. En cam- bio, el nifio psicético esté en contacto con el analista de entrada: puede + rechazarlo, estar muy agitado, desorganizado, sentirse perseguido, pero las respuestas a las intervenciones del analista son diferentes durante el tratamiento. En algunos nifios se pueden encontrar ideaciones sueltas que no se cristalizan, sin que se pueda situar claramente el fenémeno elemental y que, por lo tanto, no se puede hacer un diagnéstico positivo de psicosis. Solo posteriormente, cuando se produce el franco desencadenamiento, esas piezas sueltas se ordenan en forma delirante y se logra establecer el Es més, existen fendmenos 0 “piezas sueltas” en la infancia de suje- tos psicéticos adultos relatadas durante su consulta y experimentadas como enigmaticas. Asi se sittia el doble tiempo de la constitucién de i na significacin personal. Hay un primer momento que es el fen6meno | nificacin, y hay un segundo tiempo donde eso cobra una significacion Personal que corresponde a la interpretacion delirante. Los fenémenos Ee 95 J-A, Miller, E, Laurent, J.-C. Maleval, F. Schejtman y 8. E. Tendlarg psicéticos que conciernen a la emergencia del fendmeno elemental el automatismo mental, el eco de pensamiento, la significacién personal Ja interpretacién delirante se encuentran también en la infancia, aunque muchas veces pueda resultar dificil de localizar. No obstante, estos feng. menos psicéticos no aparecen en el autismo. Un funcionamiento singular sin delirio El trastorno del espectro autista incluye sintomas en los que se desta- can trastornos sociales y de comunicacién, intereses fijos y comportamien- tos repetitivos. Se trata entonces de un Unico nombre para distintos indivi- duos que muestra que no se puede aprehender al autismo por la suma de sfntomas puesto que no se trata de una enfermedad sino de un “funciona- miento subjetivo singular”. Tras su caparaz6n no se esconde ningin nifio jormal tomado desde la oposicién entre lo normal y lo patolégico. Existe una diversidad de casos involucrados en el diagnéstico que van desde los que requieren una atenci6n institucional hasta de autis- tas de alto nivel. Algunos nifios presentan “islas de competencia” que a menudo los vuelve eruditos en dominios muy especializados, incluso con aptitudes excepcionales. Jean-Claude Maleval plantea una reorganiza- cién de la clinica del autismo a partir de las distintas formas de borde: el borde como superficie corporal, el borde objetal tranquilizador, el borde dindmico y el borramiento del borde constituyendo una serie. Mas que armar un sistema de clasificacién, retoma estos matices para estudiar la diversidad. Los diferentes fenémenos transformables operan en realidad dentro de un mismo nifio y permiten aprehender distintas relaciones con el borde y con el encapsulamiento a través del andlisis. “Lo que me inte- resa en esta perspectiva, dice Laurent, es poder incluir una variedad de fenémenos transformables en una misma familia de problemas, como decfa Wittgenstein, que tienen algo en comtin”. La hip6tesis central de Jean-Claude Maleval es la del rechazo al 02 asociado al objeto voz que determina las perturbaciones del lengu Be protege entonces a través de lo verboso o del mutismo, y evita Ia interlo- cuci6n del Otro. Aun cuando hablen con fluidez, como en el caso de los 96 Estudios sobre el autismo autistas de alto nivel, se protegen del goce vocal a través de la falta de enunciaci6n y de su fijeza. ric Laurent indica que su modo de funcionamiento estd caracteriza- do por un “retorno del goce sobre el borde”. Esto da cuenta de cémo el objeto se encuentra pegado al cuerpo y constituye un “encapsulamiento autista” en su particular dindmica libidinal como formacién protectora ~Este retorno de goce se diferencia del retorno en el Otro en la para- noia a través de la figura del Otro malo, y en el cuerpo en la esquizofre- nia fragmentandolo. No hay cuerpo en el autismo, en su lugar se constituye un neo-borde a través del encapsulamiento autista que no se confunde con la superfi- cie corporal. Eso se diferencia de la fragmentacién corporal de la esqui- zofrenia, de las ideas hipocondriacas, y de los efectos de mortificacién como expresién del agujero de la significacién falica. En la paranoia encontramos fenémenos de vacilacién imaginaria que produce Ia emer- gencia de dobles muchas veces asociados a sus ideaciones delirantes "| que fundamentalmente son persecutorios. El fenémeno de cadena rota, la perplejidad, el mensaje interrumpi- do, la experiencia enigmitica de significacin, la construccién del delirio | <~ son el efecto de la forclusién del Nombre del Padre que caracterizan a la psicosis. El tratamiento habitual del cuerpo del autista involucra la teorizacién del “caparaz6n” que el nifio crea como defensa frente al mundo exterior. Este término es utilizado tanto por los_post-freudianos americanos de la Egopsychology como por los kleinianos ingleses. En los afios 50-60, Margaret Mahler, en New York, plantea la nece- sidad de atravesar el caparaz6n autista. Durante la misma €poca, Bruno Bettelheim, en Chicago, se interesa por la llamada “fortaleza vacia”. Curiosamente, el psicoanalista argentino Emilio Rodrigué en los aiios 50, al trabajar con un nifio autista que equipara a Dick, indica que este término se encuentra ya en Melanie Klein: frente a la idealizacién exce- Siva el cuerpo se vuelve “sdlo una c4scara para él”. En los afios 70 los Kleinianos y los post-kleinianos ingleses se ocupan del autismo. Meltzer con su busqueda de una topologia y un uso del espacio propio, bidi- 97 JA. Miller, Laurent, J.-C. Maleval, F. Schejtman y 8. E. Tendlarz le la identificacién adhesiva. Francis Tustin Pos- tula el “encapsulamiento autista” See E barrera protectora frente al mundo exterior, engendrando la ilusi6n de tener una envoltura exterior a su cuerpo. Se envuelven entonces en sensaciones corporales que incluye manipulaciones de objetos, balanceos 0 movimientos estereotipados y se vuelven insensibles al dolor. Ella utiliza este término con David, que se construye una armadura con manoplas y un casco de cartén “para poder hacerse un cuerpo y meterse dentro, una armadura que lo protegeria de] monstruo del agujero” Se trata de un cascar6n duro, una segunda piel segtin la expresién de Bick. La 4fora del encapsulamiento autista es retomada dentro de la orientacién lacaniana pero desde una perspectiva diferente: no se trata yani del fortalecimiento yoico, ni de una defensa frente a la aniquilacién total sino de un tratamiento pai lo plantea como un “neo-borde™, casi corporal, infranqueable pero des- plazable, que no corresponde a la superficie del cuerpo ni a un caparazén duro, sino al particular retorno del goce sobre el borde. Este neo-borde se modifica en el transcurso del tratamiento analitico y tiene sus consecuen- cias en la relacion del nifio con su cuerpo y con el uso del espacio. Es més, no est4 completamente cerrado porque puede incluir el objeto autis- ta, como lo sefiala Tustin, objetos de intercambio, y también a personas: padres, hermanos e incluso al analista en la transferencia. Las modalidades de encapsulamiento varian: van del profundo recha- zo del Otro -sus cuidados y alimentacién son experimentados como intrusivos— hasta la inclusién de personas y objetos. El autisnio se caracteriza por estar “inmerso en lo real”. Lacan lo sefiala en relacién a Dick y a Robert. En el caso Dick de Melanie Klein afirma que “todo le es igualmente real”, no dirige ningin Hamado, el mundo exterior Je resulta indiferente, uniforme. En el caso Robert de Rosine Lefort indica “el nifio solo vive en lo real”. Nada falta, nada puede faltar puesto que no hay agujero. “Falta el agujero” dice Jacque Alain Miller, no se puede extraer nada de ese agujero que no hay. de allf que recurra al intento de auto-mutilacién, cortarse el pene- Como no puede inscribir la falta, intenta producir directamente ¢l agujero en . 98 mensional, resultado di a Estudios sobre el autismo ¢ Laurent indi ii 16 indica que la inclusion del sujeto en el autismo implica ne lo real, sin desplazamiento. que acttia de modo tal que busca un orden fijo y un simb6lico realizado sin equivocos posibles. La iteracién del Uno determina el uso del | guaje, las conductas estereotipadas y Ta construccién de series que no se repiten sino que se iteran en forma fija. La iteracién alivia al autis- ta puesto que le permite vivir en un mundo ordenado y seguro frente a la presencia del Otro. “Un mundo de seguridad”, como dice Donna el] funcionamiento de un significante solo en ki Williams. La construccién de trayectos fijos en el transcurso del trata-|\) miento permite la exploracién y la expansi6n del uso del espacio. Punttia una serie de manifestaciones clinicas del Uno de goce: el gusto por lo mismo, sameness, aislado por Kanner, repeticién estereo- tipada de palabras y comportamientos; las “frases espontdneas” que sur- gen en un contexto de intensa angustia para sumergirse luego nuevamen- te en el silencio; y la posici6n frente al “ruido” de lalengua y su esfuerzo por reducirlas al silencio. Martin, el nifio examinado por Sami Ali, da cuenta de una “frase espontdnea” en ocasién de una caida en la que se golpea la nariz y san- gra; cuando la madre intenta ponerle un algod6n con alcohol sale de su mutismo, retrocede diciendo: “Mama, maméa”, sin volverlo a repetir. Temple Grandin relata el episodio del choque de un auto: al caer los vidrios del auto sobre ella comienza a repetir “hielo”, que da cuenta de la emergencia de una frase espontdnea. Ella relata el mutismo de su infancia, su voz neutra, inexpresiva, sin inflexiones ni ritmos. Por otra parte tenfa conductas fijas: su obsesién por los objetos que giraban, miraba durante horas cémo se escurrfa la arena de sus dedos, el movi- miento de una moneda o de una tapa sin ver ni ofr nada. Pero cuando estaba en el mundo era extremadamente sensible al ruido y al estimulo de los otros. El no sentir empatia en realidad no es necesariamente un déficit sino que los lleva a funcionar sin los obstéculos imaginarios propios de la vida cotidiana. El encapsulamiento autista es una burbuja de proteccién cerrada de un sujeto sin cuerpo, un “ser sin agujero”, también llamado Por Laurent “forclusién del agujero” que Ileva a estados de terror 0 a un trabajo por producir los agujeros. Donna Williams describe con precision hie lo 99 Jhcegy, Seti e, Estudios sobre el autismo Eric Laurent indica que la inclusién del sujeto en el autismo impli el funcionamiento de un significante solo en lo real, si pa aaa que acta de modo tal que busca un orden fijo y ae aoe sin equivocos Posibles. La iteracién del Uno determina Ct guaje, las conductas estereotipadas y Ta construccion de series que no se repiten sino que se iteran en forma fija. La iteracién alivia al autis- ta puesto que le permite vivir en un mundo ordenado y seguro frente a la presencia del Otro. “Un mundo de seguridad”, como dice Donna Williams. La construcci6n de trayectos fijos en el transcurso del trata- miento permite la exploracién y la expansién del uso del espacio. Puntiia una serie de manifestaciones clinicas del Uno de goce: el gusto por lo iiismo, sameness, slads for Kanner-repeticion esteveo- tipada de palabras y comportamientos; las “frases espontaneas” que sur- gen en un contexto de intensa angustia para sumergirse luego nuevamen- te enel silencio; y la posicién frente al “ruido” de Jalengua y su esfuerzo por reducirlas al silencio. Martin, el nifio examinado por Sami Ali, da cuenta de una “frase espontdnea” en ocasién de una caida en la que se golpea la nariz y san- gra; cuando la madre intenta ponerle un algod6n con alcohol sale de su mutismo, retrocede diciendo: “Mamé, mama”, sin volverlo a repetir. Temple Grandin relata el episodio del choque de un auto: al caer los vidrios del auto sobre ella comienza a repetir “hielo”, que da cuenta de la emergencia de una frase esponténea. Ella relata el mutismo de su infancia, su voz neutra, inexpresiva, sin inflexiones ni ritmos. Por otra parte tenfa conductas fijas: su obsesién por los objetos que giraban, miraba durante horas cémo se escurrfa la arena de sus dedos, el movi- miento de una moneda o de una tapa sin ver ni oft nada. Pero cuando estaba en el mundo era extremadamente sensible al ruido y al estimulo de los otros. ee El no sentir empatia en realidad no es nec jamente un déficit sino que los Ileva a funcionar sin los obstdculos imaginarios propios de la vida cotidiana. El encapsulamiento autista es una burbuja de sn cerrada de un sujeto sin cuerpo, un “ser sin agujero”, también Hamado por Laurent “forclusién del agujero” que lleva a estados de terror ea trabajo por producir los agujeros. Donna Williams describe con precisi6 hie lo ia See Sota, derses. J-A. Miller, E. Laurent, J-C. Maleval, F. Schejtman y S. E. Tendlary sf su experiencia de un agujero que . “Ia gran nada negra” y explica a ‘la gran nada neg ordes y el sentido. aterrorizaba en el que perdia los b el se Ahora bien, Laurent indica que los orificios corporales que no ii constituidos como agujeros ni como bordes pulsionales tienen distintos tratamientos de acuerdo a que se trate de su relacién con los objetos oral y anal, o de la voz y la mirada. En relaci6n al objeto anal u oral, el borde no e: Constituido, no hay . por lo que se produce la extraccién o reincorpora- cin de las sustancias corporales, se trata de objetos sin forma. Timmy, estudiado por Meltzer, se extrafa las heces y se las volvia a poner en el pantal6n. Laurie tena siempre la boca entreabierta: a esta nifia anoréxica el vémito le corrfa por su rostro, por el cabello y el vestido sin ninguna reaccién de su parte, como si no existiera un interior y un exterior, Por otra parte, dejaba caer sus heces y luego las tomaba para dejarlas caer en un “neo-Fort Da’. También se embadurnaba su cuerpo con sus heces, Bettelheim sefiala que en Laurie “no habia un cuerpo integrado, sino tini- camente un agregado de piezas separadas” por el particular abandono e inercia de sus miembros corporales. Sami Ali indica en Martin el rechazo de los alimentos sélidos, la boca se limitaba a ser un 6rgano receptivo “como si no existiera”. Una nifia se sacaba constantemente la saliva con la mano y se la desparramaba con un movimiento circular alrededor de la nariz y de las mejillas. En relacién al objeto voz y mirada, se obtura el borde tapandolo fren- te al Otro especialmente intrusivo, Otro real. Un nifio se tapaba los ojos y los ofdos alternadamente cuando tenia que hablar. Otro nifio se sentaba detrés del analista para hablar, debajo de la mesa, en un rinc6n, en una topologia, por fuera del campo de la visién. Un nifio se tiraba al piso cuando alguien se le acercaba y se tapaba la cara. Marcia, presentada por Bettelheim, al hablar miraba al vacio y = tapaba los oidos y la nariz con los dedos delante de las personas. Hacia un movimiento particular frente al mentén con los dedos, “dedeaba”, pero nunca hacia este movimiento frente a la boca por el temor que le producia los orificios corporales. Para alimentarla, en Ja institucién © proponen taparle los ofdos con el fin de liberarle algunos dedos. Asi comienza a comer inclindndose sobre el plato. 100 Estudios sobre el autismo doris EL Gy doh Raa Ta aS po Fons en el tatamienio Contiba miento. La construcci n de trayectos : ye a la exploracion y la expansién del uso del espacio con una topologia que le es propia puesto que no incluye el agujero. Pero este encapsulamiento no estd absolutamente cerrado ya que puede incluir el objeto autista, objetosde intercambios y personas. En la psicosis lo imaginario se mantiene aunque pueda aparecer des- centrado, en desdoblamientos o en fenémenos de despersonalizaci6n. En cambio, la falta de constitucién de lo imaginario n el autismo produce que el doble se vu' lva real. En el autismo no hay imagen especular ni delirio, en su lugar aparece el doble real en el que se apoya, que puede tener una funcién estabilizadora y pacificante. La fijeza de la_iteraciér autista se contrapone a la repeticién holo- nifio autista tienen necesidad de encontrar lo gar en el mundo; en cambio, la repeticién sig- rdo a una significacién personal, es parte del trabajo de la psicosis en busca de un lugar en el mundo y del armado de una geografia simbdlica que funcione como una suplencia. A diferencia de la iteracién del autismo, la repeticion en la psicosis se observa en la reiteracién de las teméaticas delirantes pero no a la manera neurtica que permitirfa darle una nueva significacién sino con una sig- nificacién plena, personal, a modo de la certeza. Este es el efecto de la compactacién de la cadena significante a través de la holofrase. fraseada de la psicosis. El mismo para mantener su lu; nificante de la psicosis, de acue Alucinaci6n y objeto la articulacién significante produce tanto el uso holo- fraseado del lenguaje en la psicosis como las frases interrumpidas. La ‘alucinacion es entendida por Lacan en base a esta ruptura de la cadena de acuerdo a las alucinaciones verbales psicomotoras, asi como tambien ante la positivacién del objeto voz y de Ja mirada, efectos de Ja ausencia de la operacién de separacién. jen La alucinacién en el autismo, dice Laurent, ti st to. El integral de equivocos de Jalengua funciona en forma automal La ruptura de e otro funcionamien- ica: 101 JA. Miller, , Laurent, J.-C. Maleval, F. Schejtman y 8. E. Tendlarz la imposible separacién del ruido de la lengua como un real insoporta- ble. En la medida en que el Uno de goce no se bora, se itera, y no se incluye en el orden de! aje,.en forma correlativa a Ja no inscripcién del agujero. El Uno del goce no se borra, por ello el balbuceo reduce e| Uno de la letra a una repeticién vocalizada o en silencio, pero que no ordena los equivocos reales que producen entonces la experiencia alu- Cinatoria. Los nifios se tapan los ofdos ante ese ruido de dalengua. En el caso Martin de Sami Ali, por ejemplo, el nifio se tapaba los ofdos con los pulgares. Lacan dice entonces en este caso que de esta manera el nifio se protege del verbo. En el caso Ratil de Emilio Rodrigué, el nifio de tres afios cerraba sus ofdos pegdndolos hacia adelante, trataba de obturar el agujero. De golpe se detenia y se quedaba mirando hacia arriba con una atencién inequivoca. A veces lo Ilevaba incluso a golpearse la cabeza contra la pared. Lacan afirma que el psicdtico Ileva su objeto “en el bolsillo” para expresar la falta de la operacién de separacién y cémo el objeto apa- rece entonces en més, pegado al cuerpo. En el autismo no hay pulsién ni objeto pulsional. Ante las operaciones de alienac’ s Jacques-Alain Mil Miller indica que el autista “elige el vacio”, Jean-Claude Maleval indica que hay una alienacion parcial o también “una alienacion que no agujerea” pero que, en definitiva, dan cuenta de la iteracién del Uno. El objeto autista no tiene estatuto de objeto sino que f forma 1a. parte yor time ah elegico del espacio en la psicosis esta constitui- do pero eventualmente funciona descentrado. En cambio, el nifio autista se confronta a una topologfa del espacio sin agujero que da cuenta de los trastornos del espacio. E] tratamiento del espacio del nifio autista es una topologia sin orientacién ni medida y es por ello que Tos objetos quedan demasiado cerca 0 lejos. Al caminar una nifia se chocaba con los objetos, en cambio otros nifios presentan una habilidad especial en el desplaza- —7 }miento por el espacio a gran velocidad n tropiezos. Los trayectos que inventan contribuyen a la construccién y a !a expansi6n del neo-borde. Bl acompafiamiento del operador 0 de sU analista en una institucién permite que se incluya en esos trayectos un doble real que contribuye en esta ampliacién del uso del espacio; N° 102 Estudios sobre el autismo obstante. en muchos casos permanece fijo un punt i «aad0. relatado como escenas imposi Punto de interes estere ipa te cenas posibles de conmover 0 como el inte- és obstinado por un objeto determinado. En un grado d aa ent a ie mi poracion algunos nifios presentan un saber enciclopédico nee se se nos j 58 trayectos de He especificos como por ejemplo sobre los trayectos de subtes y tre —- sat ae y trenes de Los nifios presentan conductas estereotipadas motoras, la narracion le miisica 0 relatos en inglés, la escritura ininte- continua de peliculas, de rrumpida, de circuitos o series siempre iguales. En algunos casos ejecu- tan dibujos de trayectos que metonimicamente se suceden unos a otros. La falta de tratamiento solidifica la fijeza e impide la constituci6n de un neo-borde, aunque esto es variable de acuerdo a la singularidad de | cada nifio, pero sin lugar a dudas la estimulacién y el tratamiento contti- | buyen ala ampliacién de su mundo. Es més, el estilo del neo-borde suele| variar en el transcursO de la cura brindando una variedad de estados para | un mismo nifio dentro del mismo estilo de funcionamiento inalterable. | Es decir, el trabajo no solo varia de un nifio a otro sino también en cada | nifio su relacién con el encapsulamiento puede variar. Ahora bien, sin agujero nO hay bor zona frontera que puede ser franqueada, es el lug los posibles intercambios. Esta concepcion es fu hace posible un tratamiento con los nifios autistas. A partir de apoyarse en Ja educadora, que ocupa el lugar de doble real, literalmente pegada a su cuerpo, Laurie construye fronteras Y agu- setos. Comienza con el trabajo sobre el orificio ingiriendo comida y pronunciando sonidos; se pega luego al cl ta : y amplia el menti de comidas ¥ sonidos guturales; en un tercer Jas heces en el “neo-Fort Da trabaja sobre el agujero a i nal y sobre 4 ‘omarlas y dej cae “on de los movimien” tos di lejarlas caer, aparece luego | «product a - su doble real. Este trabajo sobre © rmite PI sel ces te Vo neo-borde que se va ampliando paulatinament : ee una hoja de . jamente © : le revia J papel largas tiras, qu eel centro ¥ constru jtandole p ye fronteras entre ella y el mun ‘| jo sol Vac do. Este trabajo ; 10 lo sostiene | dejar agujer' s blancos en U ce luego al colorear papeles ¥ le} J a: nro. Fi onstruir una inalmente, con cortezas de Arbol fue capaz de © rde que lo delimite. El borde es una 1 de Jos contactos ¥ de damental puesto que tiemp? ” de 103 J-A. Miller, B. Laurent, J.-C. Maleval, F. Schejtman y §, F. Tendlarg Iinea continua de 20 metros compuestas por 50 ondulaciones gj casi perfectas sobre un muro que separaba el patio de recreo de la ag _ Como ilustracién del desplazamiento del neo-borde encontramos : video “Mon petit frére de la lune”, dibujo animado en el que una nitfa habla de su hermanito autista mientras que en todo momento se Jo dibu. ja en una burbuja que lo deja por fuera de la relacién con los otros, El nifio es objeto de segregacidn y de temor por sus conductas diferentes, En cierto momento la nifia relata cémo crearon un lenguaje comin de pequefios soniditos y un juego que consiste en ponerse un sombrero y que el hermanito la persiga. Se ve entonces a los dos nifios en la misma burbuja y se escuchan sus risas. INUSOides Para concluir, la direccién de la cura se dirige al sujeto, no al diagnés- tico. Las diferencias entre el autismo y la psicosis en la infancia permi- ten entender su modo de funcionamiento de modo tal de tener presente el horizonte posible de la transferencia delirante en la psicosis y el contacto sutil, sin intrusién en el del autista. En el primer caso se busca la estabi- lizacién dentro de la estructura psicética, en el autismo se busca lograr el “desplazamiento del e: ero en todos los casos el psicoanalista intenta escuchar al sujeto y acompafiarlo en el armado dé una invencién singular a través de la cual oe pueda encontrar una salida que Ie sea propia. cco espe 1nd Estudios sobre el autismo Jacques-Alain Miller Eric Laurent Jean-Claude Maleval Fabian Schejtman Silvia Elena Tendlarz Estudios sobre el autismo / Jacques Allain Miller. [etal].- 1a ed, - Buen Aires : Coleccién Diva, 2014. 0 110 pp. 3 20x15 cm. ISBN 978-987-22245-6-1 1. Psicoanilisis. I. Jacques Allain Miller CDD 150.195 Biblioteca de la Coleccién Diva Direccién: Silvia Elena Tendlarz (stendlarz@ fibertel.com.ar) Coordinacién editorial: Carlos Gustavo Motta Disefio de tapa: Gustavo Macri Realizacién armado interior: Ménica B. Kaminsky (monikaminsky@ yahoo.com.ar) Traduccién del articulo de Jacques-Alain Miller de Begofia Ansorena. Traduccién de los textos de Eric Laurent y de Jean-Claude Maleval de Silvia Elena Tendlarz con la colaboraci6n de Marcela Mas Compilacién a cargo de Silvia Elena Tendlarz © I" edicién, septiembre de 2014, Coleccién Diva Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorizaciGn escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducci6n parcial o total de esta obra por cualquier medio 0 procedimiento, incluidos la reprografia y el tratamiento informatico Queda hecho el depésito que previene la Ley 11.723 Impreso en la Argentina - Printed in Argentina Impreso en LINEA GRAFICA IMPRESIONES de Gabriel 0. Quiroga Direccién: F. Roosevelt 3386 (1430) Ciudad Aut6noma Buenos Aires, Argentina Tirada: 1500 ejemplares ISBN 978-987-22245-6-1

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