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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA A EDUCACIÓN


U. E SANTA INES
DOCENTE: YAMARY BANDRES
ÁREA: CIENCIAS BIOLÓGICAS
GRADO: 4to

Tema 2 EQUINODERMOS, MOLUSCO, ARTRÓPODOS Y CORDADOS

Referentes teóricos y prácticos


 Adaptación de los anímales al medio terrestre

 Proceso evolutivo de las anímales.

 Clasificación

 Característica generales, reproducción e importancia

Los equinodermos
(Echinodermata, del gr. ekhino, "púa" y derma, "piel") son un filo de animales deuteróstomos
exclusivamente marinos y bentónicos. Su nombre alude a su exclusivo esqueleto interno formado
por osículos calcáreos. Poseen simetría pentarradial secundaria, caso único en el reino animal,
y un sistema vascular acuífero característico.

Taxonomía
Dominio: Eukaryota
Reino: Animalia
Subreino: Eumetazoa (sin rango)
Bilateria
Superfilo: Deuterostomia
Ambulacraria
Filo: EchinodermataKlein, 1734
Subfilos y Clases
Homalozoa †
Pelmatozoa
Edrioasteroidea †
Crinoidea
Eleutherozoa
Asteroidea
Concentricycloidea
Echinoidea
Holothuroidea
Ophiuroidea
Existen aproximadamente 7000 especies actuales más unas 13 000 especies extintas, ya que
su historia se remonta a principios del Cámbrico, siendo uno de los grupos animales mejor
representados en el registro fósil.

Los equinodermos son conocidos desde la antigüedad. Aparecen en frescos cretenses de hace
más de 4000 años, pero no fueron reconocidos como un taxón independiente hasta 1847.

Características generales

Anatomía de un asteroideo:
1.- Estómago pilórico;
2.- Ano;
3.- Glándula rectal;
4.- Canal pétreo;
5.- Madreporito;
6.- Canal pilórico;
7.- Ciego pilórico;
8.- Estómago cardiaco;
9.- Gónada;
10.- Surco ambulacral;
11.- Ampolla del pie ambulacral.
Simetría
Los equinodermos son animales originalmente con simetría radial, menos las larvas, que poseen
simetría bilateral. Así, el cuerpo queda dividido en cinco regiones que se disponen alrededor de
un disco central. Como resultado de dicha simetría la cabeza no se diferencia del resto del cuerpo
más que por la placa madrepórica, que nos indica el auténtico eje de simetría, ya que se
encuentra en una sola de las cinco secciones. En el curso de su evolución algunos grupos han
retornado a una simetría aproximada o decididamente bilateral.

Tegumento
Bajo la epidermis se halla una dermis derivada del mesodermo que contiene los elementos
esqueléticos, denominados osículos, y a continuación hay capas musculares y el peritoneo del
celoma. El grado de desarrollo de estos elementos varía según los grupos: en los erizos de mar
los osículos están fuertemente unidos entre sí y forman un caparazón rígido y, en consecuencia,
los músculos de la pared del cuerpo están poco desarrollados, mientras que en las holoturias los
osículos son diminutos y se encuentran dispersos en la dermis carnosa, estando las capas
musculares bien desarrolladas.

Los osículos están compuestos de carbonato cálcico en forma de calcita con pequeñas
cantidades de carbonato de magnesio. Con frecuencia presentan salientes (tubérculos, gránulos)
y espinas fijas o móviles. Los asteroideos y equinoideos presentan, además, unas estructuras
exclusivas en forma de pinza, llamadas pedicelarios, que tienen diversas funciones: eliminan
restos y larvas que intentan fijarse sobre el cuerpo, defienden al animal de los depredadores
(incluso con producción de toxinas) o participan en la captura de presas.

Celoma y sistema vascular acuífero


El celoma de los equinodermos es tricameral, constituido por protoceles, mesoceles y metaceles
pares. En el adulto, el celoma deriva del metacele embrionario y forma el revestimiento de las
gónadas, el celoma principal del cuerpo (celoma perivisceral) y el sistema vascular acuífero o
aparato ambulacral.

Placa madrepórica de una estrella de mar.


Celoma perivisceral. Es la cavidad principal del cuerpo y está tapizado de peritoneo ciliado;
contiene líquido celomático, fundamental en la circulación y posee diferentes células
(celomocitos), muchas de ellas fagocíticas; los celomocitos de muchas holoturias y de algunas
ofiuras tienen hemoglobina.
Sistema vascular acuífero o aparato ambulacral. Se trata de un complejo sistema de conductos
y reservorios llenos de líquido que interviene en el transporte interno y que acciona
hidráulicamente unos salientes carnosos denominados pies ambulacrales, cuyas partes externas
(podios) pueden desempeñar diversas funciones, como la locomoción, el intercambio gaseoso,
la alimentación, la fijación al sustrato y la percepción sensorial. El sistema vascular acuífero se
abre al exterior a través del madreporito o placa madrepórica (excepto en los crinoideos y
holoturoideos). El líquido del sistema vascular es similar al agua de mar, excepto por la presencia
de celomocitos, proteínas y más concentración de iones potasio.
En los asteroideos, el madreporito da lugar al conducto pétreo, que conecta con un canal anular
que se extiende alrededor de toda la boca del animal. Junto al canal anular pueden aparecer las
Vesículas de Poli y los cuerpos de Tiedemann.

Circulación y excreción
Los vasos sanguíneos están en conexión con lagunas o senos, por tanto, se trata de un aparato
circulatorio abierto; carecen de corazón.

Los órganos excretores están poco desarrollados; las sustancias disueltas se eliminan a través
del sistema vascular acuífero tanto por los podios como por el madreporito.

Locomoción
estrellas de mar equinodermos.
Pies ambulacrales de una estrella de mar
Excepto algunos crinoideos sésiles, la mayoría de los crinoideos actuales son capaces de reptar
y nadar, actividades que realizan gracias al movimiento de sus brazos.

Los asteroideos se desplazan gracias a la actividad de los miles de podios de la superficie oral,
permaneciendo los brazos de la estrella de mar más o menos estáticos respecto al disco central.
El movimiento en la mayoría de casos es un deslizamiento suave y lento.
Los ofiuroideos utilizan la flexibilidad de sus brazos para el desplazamiento, aunque los podios
intervienen también en el movimiento y en la capacidad de excavación.

Los equinoideos se desplazan gracias a la acción combinada de sus podios y a sus espinas
móviles.

Los holoturoideos reptan y excavan gracias a sus podios y mediante la contracción de los
potentes músculos de su pared corporal.

Mollusca
Los moluscos (Mollusca, del latín mollis "blando") forman uno de los grandes filos del reino
animal. Son invertebrados protóstomos celomados, triblásticos de simetría bilateral (aunque
algunos pueden tener una asimetría secundaria) no segmentados, de cuerpo blando, desnudo o
protegido por una concha. Los moluscos son los invertebrados más numerosos después de los
artrópodos, e incluyen formas tan conocidas como las almejas, machas, navajuelas, ostras,
calamares, pulpos, babosas y la gran diversidad de caracoles, tanto marinos como terrestres.

Taxonomía
Reino:Animalia
Subreino:Eumetazoa(sin rango)
Bilateria
Protostomia
Superfilo:Spiralia
Lophotrochozoa
Tetraneuralia ?
Filo:Mollusca Linnaeus, 1758
Clases
Caudofoveata
Solenogastres
Polyplacophora
Rostroconchia †
Helcionelloida †
Monoplacophora
Bivalvia
Scaphopoda
Gastropoda
Cephalopoda
Se calcula que pueden existir cerca de 100 000 especies vivientes y 35 000 especies extintas.
Los moluscos tienen una larga historia geológica, esta abarca desde el Cámbrico Inferior hasta
la actualidad. Aunque son originalmente de un ambiente marino, conllevan un gran éxito
evolutivo. Están presentes en la mayoría de los hábitats: dulces, marinos, terrestres, desde las
grandes alturas a más de 3000 m sobre el nivel del mar hasta profundidades oceánicas de más
de 5000 m de profundidad y por último, en aguas polares o tropicales. Estos animales suelen ser
organismos comunes del litoral de todo el mundo.

Son animales de cuerpo blando, este se encuentra dividido en una región cefálica o cabeza, una
masa visceral y un pie muscular. Han desarrollado tres características únicas en el reino animal
por las cuales se identifican:

Un pie muscular.
Una concha calcárea protegiendo la masa visceral, excepto en algunos órdenes de cefalópodos
que carecen de ella o la tienen interna. La concha es secretada por un integumento subyacente
llamado manto que en ocasiones se encuentra ausente.
Un órgano de alimentación llamado rádula (formada por hileras de dientes quitinosos curvos).
El interés del ser humano en los moluscos es enorme: por un lado, los moluscos son una
importante fuente de alimentación para la especie humana; por otro, numerosas enfermedades
parasitarias humanas y animales son transmitidas por moluscos, ya que pueden actuar como
hospedador intermediario, por ejemplo de gusanos trematodos.

La malacología es la rama de la Zoología que estudia los moluscos. Durante los siglos XVIII y
XIX se elaboraron importantes colecciones malacológicas y conquiliológicas desde prestigiosas
instituciones como museos, academias de ciencias y colecciones privadas. Hoy en día, sigue
siendo unos de los principales pasatiempos coleccionar conchas de moluscos, debido a esta
afición, los moluscos son unos de los grupos zoológicos mejor estudiados después de los
vertebrados, aunque también un peligro para la supervivencia de algunas especies muy
cotizadas.

Características generales

Bivalvia: Tridacna gigas.


La variedad de formas, tamaños, tipos de vida y ciclos vitales es extraordinaria; sin embargo, la
organización de todos los moluscos sigue un plan fundamental.

Los moluscos son triblásticos, bilaterales y celomados. El celoma en los adultos queda reducido
a vestigios alrededor de los nefridios, gónadas, corazón e intestino. El cuerpo se encuentra
cubierto por el manto. Este último está formado por una epidermis ciliada con glándulas mucosas
y una cutícula cuya función se limita a la formación de la concha calcárea mediante secreciones
glandulares. Aquellos moluscos que no tengan concha, en su lugar aparecerán espículas o
placas calcáreas. Por debajo del manto encontramos la cavidad paleal donde se encuentran los
ctenidios, osfradios, nefridioporos y el ano. Han desarrollado un sistema circulatorio abierto (en
su mayoría hemocele) formado por un ventrículo y dos aurículas. Un aparato digestivo completo
provisto de la rádula o lengua raspadora localizada en la región bucal.

Anatomía externa
Manto, concha y cavidad paleal
El patrón básico de un molusco consiste en un organismo de cuerpo blando; oval, con simetría
bilateral y una concha convexa en forma de sombrero chino (ausente o interna en algunos
grupos). En vez de concha, también pueden poseer espículas que pueden aparecer en estado
embrionario (en adultos pueden fusionarse para dar una concha) o placas, aunque todas con el
mismo origen. La concha se forma gracias a la epidermis subyacente, denominada manto (en
posición dorsal), que tiene células secretoras de carbonato cálcico que cristaliza en el exterior en
forma de aragonito o de calcita; el manto también secreta una substancia quitinosa de
composición compleja, la conquiolina, que se deposita sobre el sustrato calcáreo formando un
estrato orgánico denominado perióstraco, esencial para evitar la disolución de la concha en
ambientes ácidos.

En la parte posterior, el manto forma una cámara denominada cavidad paleal. En esta cavidad
se alojan: las branquias, que tienen una estructura muy característica en forma de peine
(ctenidios); los osfradios, (órganos quimiorreceptores encargados de detectar la calidad del agua)
donde desembocan los nefridios (a través de los nefridioporos); las gónadas, (a través de los
gonoporos) y por último, el ano. En los gasterópodos terrestres, la superficie interna de la cavidad
paleal está muy irrigada, el intercambio gaseoso se produce a través del epitelio actuando como
un pulmón.

La epidermis de los moluscos está recubierta de células epiteriales y células glandulares.


Podemos encontrar dos tipos de células glandulares: mucosas, sobre todo en la parte ventral y
glándulas de la concha, situadas en el manto.

Pie
Este órgano locomotor es una apomorfía de los moluscos. El pie muestra una enorme plasticidad
evolutiva ya que está dotado de una musculatura compleja y potente. Se cree que,
primitivamente, era reptante (parecido al de los gasterópodos actuales), pero ha experimentado
una gran diversificación originando: el pie excavador de los bivalvos, el pie escindido en
tentáculos de los cefalópodos o el pie nadador de algunos gasterópodos pelágicos, entre otros.

La locomoción de la mayoría de gastrópodos terrestres se realiza a través de contracciones


musculares del pie. En el caso de las especies dulceacuícolas, la locomoción es producto del
movimiento de una serie de cilios o minúsculos pelos ubicados en el pie.

Sistema digestivo y alimentación


Tienen tubo digestivo completo. La cavidad bucal revestida de quitina, presenta un órgano de
alimentación único: la rádula, que consiste en una base cartilaginosa alargada (odontóforo)
recubierta de hileras longitudinales de dentículos quitinosos curvos; la forma y la disposición de
los dentículos se relaciona con el tipo de alimentación. La rádula está provista de potentes
músculos que le permiten proyectarse fuera de la boca, actuando como raspador. El moco
secretado por las glándulas salivales de la boca lubrican la rádula y aglutinan las partículas para
ser ingeridas.
A continuación hay un esófago y un estómago, más o menos complejo, en el que desembocan
las glándulas digestivas (hígado o hepatopáncreas); la circulación de la masa mucosa que
contiene el alimento (próstilo) se ve favorecida por la presencia de numerosos cilios. Las
partículas alimenticias entran en los conductos de las glándulas digestivas. El intestino es largo
y enrollado, el ano, se encuentra en posición medio-dorsal en la parte posterior de la cavidad
paleal.

Sus formas de alimentación son muy variadas. Pueden ser fitófagos, como las lapas o los
caracoles terrestres; carnívoros, como los conos, filtradores, como las almejas; detritívoros,
babosas y caracoles, etc.

Sistema circulatorio
El sistema circulatorio es abierto, a excepción de los cefalópodos (estos necesitan un sistema
cerrado debido a que son muy activos y necesitan una mayor presión). El corazón está tabicado
y se divide, principalmente, en tres cámaras (dos aurículas y un ventrículo), aunque el número
de estas es muy variable. El corazón está recubierto por una fina tela que forma la cavidad
pericárdica. La hemolinfa transporta pigmentos respiratorios del ventrículo a los espacios
tisulares mediante los vasos. En los espacios tisulares va a ser recogida por otros vasos que van
hacia las branquias, donde la sangre se oxigena para volver al corazón a través de la aurícula.

Sistema excretor
Los órganos excretores están compuestos por un par de metanefridios (riñones) comunicados
con la cavidad pericárdica, en los que uno de los extremos, está comunicado con el celoma a
través de unos conductos denominados celomoductos (puede desarrollarse en este extremo a
modo de embudo). El otro extremo desemboca al exterior en la cavidad paleal mediante los
nefridioporos.

Sistema nervioso
Es muy variable. El modelo básico del sistema nervioso de los moluscos comprende un anillo
periesofágico del cual salen dos pares de cordones nerviosos hacia la parte posterior, uno hacia
el pie y otro hacia la masa visceral. Los órganos de los sentidos comprenden ojos, (muy
complejos en los cefalópodos); estatocistos situados en el pie (sentido del equilibrio) y
quimiorreceptores, como los osfradios (situados en las branquias); papilas y fosetas olfatorias en
la cabeza y el órgano subradular (asociado a la rádula). El máximo grado de cefalización se da
en los cefalópodos, en los que se puede hablar de un auténtico cerebro, protegido por un cráneo
cartilaginoso.

Sistema reproductor
Las gónadas, en muchas especies de moluscos, proceden directamente del peritoneo que
recubre el celoma. La reproducción de los moluscos es exclusivamente sexual; pueden ser
unisexuados (también denominado dioicos, como en los bivalvos) o como en el caso de la
mayoría de los gasterópodos, hermafroditas (simultáneos o consecutivos) con capacidad de
autofecundación o sin ella. La fertilización puede ser externa o interna, con frecuencia mediante
espermatóforos (sacos llenos de espermatozoides).

Embriología
La embriogenia típica de los moluscos comienza con una segmentación espiral del huevo
fuertemente determinada. La gastrulación tiene lugar por epibolia, invaginación o ambas. La
gástrula resultante se desarrolla en una larva trocófora planctónica. El proceso es virtualmente
idéntico al de los anélidos. Esta larva trocófora puede desarrollar ampliamente alguna de las
bandas ciliadas para dar una estructura delgada en forma de velo. En la mayoría de los moluscos,
esta larva da lugar a la larva velígera, más desarrollada, en la que se puede observar ya el pie,
la concha y otras estructuras. Finalmente, la larva velígera desciende al fondo y sufre una
metamorfosis para adoptar el hábitat bentónico típico del adulto. Los cefalópodos y los
gasterópodos terrestres y de agua dulce tienen siempre desarrollo directo.

Segmentación de los embriones


La mayoría de los moluscos presentan una segmentación holoblástica espiral. Esta
segmentación se da en un ángulo oblicuo con respecto al eje animal-vegetativo del cigoto
generando una disposición en espiral de las células blastómeras hijas, las cuales, quedan
empaquetadas de tal forma, que termodinámicamente son más estables que en otros tipos de
segmentación, como por ejemplo la radial. La blástula de los animales que sufren este tipo de
segmentación en espiral no tiene blastocele y se conoce como estereoblástula (Gilbert 2006).

Los embriones de los moluscos sufren pocas segmentaciones antes de empezar la gastrulación.
Inicialmente se dan dos clivajes (desde el polo animal hacia el polo vegetal) los cuales son casi
meridionales, produciendo cuatro macrómeras. En algunas especies estas son de diferente
tamaño haciendo posible su identificación. Las segmentaciones posteriores tienen lugar en el
polo animal del embrión. En la tercera segmentación, cada macrómera se divide dando origen a
una micrómera hija y una macrómera hija; las micrómeras se desplazan hacia la derecha o
izquierda de su macrómera hermana generando un patrón en espiral. En la cuarta segmentación,
las macrómeras hermanas (producidas en la tercera segmentación) se dividen generando cada
una, una micrómera hija y una macrómera hija las cuales se desplazaran de forma contraria que
en la tercera segmentación, y así sucesivamente.

Orientación del plano de segmentación


En los moluscos que tienen concha, como los caracoles; esta puede presentar enrollamiento
destral (hacia la derecha) o enrollamiento sinistral (hacia la izquierda). Esta orientación de la
concha es controlada por factores citoplasmáticos dentro del ovocito y por lo general, es igual en
los miembros de una especie (Gilbert, 2006).

Sturtevant en 1923 descubrió que en algunas especies el enrollamiento de la concha del caracol
se encuentra determinado genéticamente, siendo el genotipo del óvulo materno el que determina
la dirección de la segmentación en el embrión (Gilbert, 2006).
Determinación celular
En el ovocito de los moluscos, los determinantes morfogenéticos están localizados en regiones
específicas que determinan a diferentes blastómeras dependiendo de su posición dentro del
ovocito; a esto se le llama desarrollo en mosaico. Las moléculas que están unidas a ciertas
regiones del huevo forman el lóbulo polar. En 1896 Crampton demostró que el lóbulo polar es
esencial para la formación de algunos órganos como el intestino, corazón, músculos y ojos; con
esto pudo concluir que el lóbulo polar está compuesto por determinantes mesodérmicos y
endodérmicos que le dan la capacidad al blastómero de formar estas estructuras con las cuales
va a estar en contacto (Gilbert, 2006, Crampton, 1896). Además de ser clave para la
determinación celular el lóbulo polar es necesario para la polaridad dorso-ventral del embrión, ya
que también contiene los determinantes necesarios para ello.

Gastrulación
En este proceso las micrómeras del polo animal se multiplican hasta cubrir las macrómeras del
polo vegetal. El embrión es cubierto en su totalidad excepto por una hendidura en el polo vegetal
(Gilbert, 2006).

Arthropoda
Los artrópodos (Arthropoda, del griego ἄρθρον, árthron, «articulación» y πούς, poús, «pie»)
constituyen el filo más numeroso y diverso del reino animal (Animalia). El grupo incluye animales
invertebrados dotados de un esqueleto externo y apéndices articulados; los insectos, arácnidos,
crustáceos y miriápodos, entre otros.

Taxonomía
Dominio: Eukaryota
Reino: Animalia
Subreino: Eumetazoa (sin rango)
Bilateria
Protostomia
Superfilo: Ecdysozoa
Panarthropoda
Filo: Arthropoda
Latreille, 1829
Subfilos Trilobita †
Chelicerata
Crustacea
Myriapoda
Hexapoda

Hay más de 1 300 000 especies descritas, en su mayoría insectos (estimados entre 941 000 a 1
000 000 de especies), que representan al menos el 80 % de todas las especies animales
conocidas. Son importantes miembros de ecosistemas marinos, de agua dulce, terrestres y
aéreos. Varios grupos de artrópodos están perfectamente adaptados a la vida en ambientes
secos, al igual que los vertebrados amniotas y a diferencia de todos los demás filos de animales,
que son acuáticos o requieren ambientes húmedos.

Características
Los artrópodos constituyen uno de los grandes filos del reino animal, subdividido en diversas
clases, algunas de las cuales cuentan con gran número de géneros y especies. Se los denomina
de esta manera por estar provistos de patas articuladas. Todo el cuerpo de los artrópodos está
formado por varios segmentos unidos entre sí por medio de membranas articulares.

A pesar de su gran variedad y su disparidad, los artrópodos poseen en común características


morfológicas y fisiológicas fundamentales:

Presencia de apéndices articulados que muestran una plasticidad evolutiva enorme y que han
dado lugar a las estructuras más diversas (patas, antenas, branquias, pulmones, mandíbulas,
quelíceros, etc).
Presencia de un esqueleto externo o exoesqueleto quitinoso que mudan periódicamente. Dado
que diversos filos pseudocelomados también mudan la cutícula, algunos autores relacionan los
artrópodos con los nematodos y grupos afines, en un clado llamado Ecdysozoa.
Tagmas de insecto
Ejemplo de tagmas o regiones corporales en un insecto.
Cuerpo constituido por segmentos repetitivos, fenómeno conocido como metamería, con lo que
el cuerpo aparece construido por módulos repetidos a lo largo del eje antero-posterior. La
segmentación va acompañada de regionalización o tagmatización, con división del cuerpo en
dos o tres regiones en la mayoría de los casos. Por este carácter se les ha relacionado
tradicionalmente con los anélidos que también son animales metamerizados;[3][15][16] pero los
defensores del clado Ecdysozoa argumentan que es un caso de convergencia evolutiva (véase
Articulata y Ecdysozoa, y en este mismo artículo el apartado Filogenia).

Exoesqueleto
El exoesqueleto de los artrópodos es una cubierta continua llamada cutícula, que se extiende
incluso por los dos extremos del tubo digestivo y por las vías o cavidades respiratorias, y que
está situada por encima de la epidermis (llamada en estos por ese motivo hipodermis), que es la
que la secreta.

A: Cutícula y epidermis; B: Detalle de la epicutícula. 1: Epicutícula; 1a: Cemento; 1b: Ceras; 1c:
Epicutícula externa; 1d: Epicutícula interna. 2: Exocutícula; 3: Endocutícula; 2+3: Procutícula; 4:
Epitelio; 5: Lámina basal; 6: Célula epitelial; 6a: Canal poroso; 7: Célula glandular; 8: Célula
tricógena; 9: Célula termógena; 10: Terminación nerviosa; 11: Pelo sensorial; 12: Pelo; 13: Poro
glandular.
La composición del exoesqueleto es glucopeptídica (con una parte glucídica y una parte
peptídica). El componente principal y más característico pertenece al primero de estos dos tipos,
y es la quitina, un polisacárido derivado del aminoazúcar N-acetil-2-D-glucosamina que se
encuentra también, por ejemplo, en la pared celular de los hongos. En muchos casos la
consistencia del exoesqueleto gana por el añadido de sustancias minerales, como en el caso de
los cangrejos y otros crustáceos decápodos cuya cutícula aparece calcificada, por depósito de
carbonato cálcico.

El espesor y dureza de la cutícula no es igual en toda su extensión. Por el contrario, aparece


formando zonas endurecidas llamadas escleritos, separadas o unidas entre sí por zonas más
delgadas y flexibles. Los escleritos reciben denominaciones complejas que varían en cada grupo,
pero se llaman de manera general terguitos los de ubicación dorsal, esternitos los de ubicación
ventral y pleuritos los laterales. Pueden existir además crestas del exoesqueleto desarrolladas
hacia adentro llamadas apodemas y otras llamadas apófisis, ambas invaginaciones de la pared
del cuerpo forman procesos rígidos que sirven para la inserción de músculos y para dar fortaleza
o rigidez al exoesqueleto.

El exoesqueleto está estructurado en las siguientes capas:

Epicutícula. Muy delgada, estratificada a su vez y con propiedades hidrófobas que le confieren
una función impermeabilizante. Está compuesta de proteínas y sustancias lipídicas tales como
ceras. Donde es más delgada se facilita el intercambio de sustancias, por ejemplo la
transpiración.
Procutícula. Es la parte principal y más gruesa de la cutícula. Está formada a su vez por dos
capas:
Exocutícula. Esta parte es la de espesor más desigual y la más rígida. Su dureza deriva de la
presencia de compuestos fenólicos que enlazan a los otros polímeros. Abunda en los escleritos
y es más delgada o está ausente en las zonas de articulación.
Endocutícula. Gruesa pero a la vez flexible y de espesor más uniforme que la exocutícula.
La cutícula aparece muy frecuentemente cubierta de quetas (pelos) de diversa función, incluida
la sensorial táctil.

La coloración de los artrópodos suele depender de la cutícula. En la procutícula se depositan


pigmentos coloreados o cristales de guanina. La epicutícula puede presentar estriaciones finas
que producen colores físicos (no químicos), como la apariencia metálica o irisada de muchos
insectos.

Ecdisis
El esqueleto externo tiene una desventaja y es que, para poder crecer, el animal debe
desprenderse de él. Lo hace en un proceso, controlado hormonalmente, de ecdisis o muda. La
hipodermis secreta enzimas que ablandan y digieren en parte la capa más inferior de la cutícula
(la endocutícula), provocando que el resto se desprenda. Inmediatamente comienza la secreción
de una cutícula nueva, primero la epicutícula y luego, debajo de ella, la procutícula. Hasta que
no se endurece esta nueva cubierta el animal está relativamente indefenso, con menos
posibilidad de escapar o resistirse. Todo el proceso de la muda está controlado hormonalmente;
la ecdisona u "hormona de la muda" es la sustancia responsable de que estos cambios se
produzcan. Se llaman estadios o instares a las sucesivas fases de la existencia del animal entre
muda y muda. Este rasgo lo comparten los artrópodos con algunos otros filos, como los
nemátodos que también tienen una cutícula y mudan; hay una teoría que los clasifica ahora
juntos en un subreino Ecdysozoa.

Apéndices
Los apéndices son expansiones articuladas del exoesqueleto, en cuyo interior se sitúan los
músculos estriados que, adheridos a las articulaciones, les proporcionan versatilidad y rapidez
de movimientos. Se llama artejos (voz que deriva del latín artículo, "articulado") a las piezas
articuladas que forman los apéndices.

Existen dos tipos básicos de apéndices, los unirrámeos, formados por un solo eje, propios de los
artrópodos terrestres (arácnidos, miriápodos e insectos), y los birrámeos formados por dos ejes
y propios de los artrópodos acuáticos (trilobites y crustáceos). No hay acuerdo sobre cuál fue el
apéndice ancestral.

En el curso de la evolución ha existido la tendencia a restringir los apéndices a determinadas


regiones del cuerpo y a especializarlos para funciones distintas. Los apéndices de la cabeza
están adaptados para la percepción sensorial, la defensa y para manipular los alimentos; los del
tórax sirven para la locomoción y natación; los abdominales cumplen funciones respiratorias y
reproductoras, como retener los huevos o aferrarse a la pareja durante la cópula. Otros se han
modificado de tal modo que cuesta reconocerlos como tales (hileras de las arañas, peines de los
escorpiones).

Aparato digestivo
El aparato digestivo de los artrópodos se divide en tres regiones bien diferenciadas, el
estomodeo, el mesodeo y el proctodeo. Estomodeo y proctodeo son las regiones situadas en el
extremo anterior y posterior, respectivamente; están recubiertas de cutícula que se renueva cada
vez que el animal muda. La parte media del tubo digestivo, el mesodeo, deriva del endodermo
(segunda hoja blastodérmica) y es la que produce las secreciones digestivas y donde se realiza
la mayor parte de la absorción de nutrientes; frecuentemente presenta derivaciones o ciegos
laterales que amplían su superficie.

Respiración
Muchos artrópodos son demasiado pequeños como para tener o necesitar órganos respiratorios.
Los artrópodos acuáticos suelen presentar branquias, apéndices internamente más
vascularizados que los otros órganos. Se encuentran en los crustáceos, como especializaciones
de la rama dorsal de los apéndices torácicos, y de la misma manera en los xifosuros o en los
euriptéridos o los primeros escorpiones fósiles. También se encuentran branquias secundarias
(derivadas de las tráqueas) en las larvas acuáticas de algunos insectos, como las efímeras.

Como es general en los animales, los miembros del grupo de vida aérea respiran por órganos
internalizados, que en los artrópodos pueden ser de dos tipos:

Tráqueas. Los insectos, algunos órdenes de arácnidos, los miriápodos o las cochinillas de la
humedad (crustáceos del orden isópodos adaptados a la vida terrestre) presentan una red de
conductos (sistema traqueal) que comunican con el exterior por orificios llamados espiráculos,
frecuentemente dotados de aberturas provistas de válvulas que regulan su diámetro. La cutícula
en estas estructuras es muy delgada y permeable, que en todo caso se desprende cuando llega
la muda. En algunos casos se observa una ventilación activa, con movimientos cíclicos de
inspiración y espiración.
Pulmones en libro. Presentan una estructura interna muy plegada (pulmones en libro), lo que
multiplica la superficie por la que se realiza el intercambio de gases, y se abren al exterior por
aberturas propias e independientes. Se encuentran pulmones en libro en varios órdenes de
arácnidos, entre los que destacan las arañas y los escorpiones.

Circulación
El aparato circulatorio de los artrópodos es abierto, es decir, no existe un circuito cerrado de
vasos por el que circule un líquido diferenciado, lo que propiamente se podría llamar sangre. Lo
que existe es un vaso especializado que recorre longitudinalmente gran parte del cuerpo llamado
corazón dorsal. Al contraerse dicho órgano, mueve el líquido corporal interno: la hemolinfa, que
recibe de vasos posteriores abiertos e impulsa hacia adelante por vasos igualmente abiertos
(separados mediante válvulas). El tramo del vaso que se encuentra conectado al cerebro se
denomina aorta, en el cual irriga directamente la cavidad cerebral y los órganos cercanos a este
para luego retornar a la red de vasos y llegar nuevamente al corazón dorsal. La hemolinfa llega
a las extremidades a través de bombas musculares que, con la ayuda de contracciones
musculares, actúan como "corazones auxiliares" permitiendo al fluido circulatorio alcanzar
aquella zona del cuerpo.

La red de vasos está siempre escasamente desarrollada, salvo en las branquias de los
artrópodos acuáticos. No hay células sanguíneas especializadas en el transporte de oxígeno,
aunque, como en todos los animales existen amebocitos (células ameboideas) con funciones de
inmunidad celular y hemostasis (coagulación y cicatrización). Sí puede haber pigmentos
respiratorios, pero disueltos en la hemolinfa.

Excreción
Los crustáceos presentan para la excreción glándulas antenales y maxilares, en la base de esos
apéndices. Los arácnidos suelen disponer de glándulas coxales, que desembocan en la base de
las patas locomotoras. En insectos y en miriápodos aparecen órganos tubulares característicos,
llamados tubos o conductos de Malpighi, que desembocan entre el intestino medio y el intestino
posterior (proctodeo); sus productos se suman a la composición de las heces.

Los artrópodos terrestres suelen ser uricotélicos, es decir, que para la excreción nitrogenada no
producen amoníaco o urea, sino ácido úrico o, a veces, guanina.

En los artrópodos es frecuente la excreción por acumulación, como alternativa o complemento


de la excreción por secreción. En este caso se acumulan los productos de excreción en
nefrocitos, células pericárdicas o directamente en la cutícula. La acumulación suele ser de uratos
o guanina, bases nitrogenadas muy poco solubles que forman depósitos sólidos. En este último
caso las mudas sirven para la función añadida de librarse de esas excretas.
Sistema nervioso
Como corresponde a los protóstomos, el sistema nervioso se desarrolla en el lado ventral del
cuerpo, y como corresponde a animales metaméricos, su organización es segmentaria. En cada
segmento aparece un par de ganglios, de posición más o menos ventrolateral, con los dos
ganglios de un par soldados o unidos por una comisura transversal y los de pares consecutivos
unidos por nervios conectivos.

Sistema nervioso central


En los artrópodos es un órgano de tipo anelidiano, por tanto, tiene una estructura primariamente
en forma de escalera de cuerda, o sea, dos cordones nerviosos longitudinales que recorren la
parte ventral del cuerpo, con un par de ganglios por metámero unidos transversalmente por
comisuras; no obstante, se producen procesos de concentración de ganglios debidos a la
formación de tagmas.

Cerebro o sincerebro
Normalmente está formado por tres pares de ganglios que se asocian, correspondientes al
procéfalon. Se pueden diferenciar tres regiones:

Protocerebro. Es el resultado de la fusión entre el ganglio impar del arquicerebro, dependiente


del acron, y del par de ganglios del prosocerebro; es preoral. El protocerebro posee las
estructuras relacionadas con los ojos compuestos, ocelos y el sistema endocrino:
Lóbulos prefrontales. Es una amplia región de la zona media del protocerebro donde se
diferencian grupos de neuronas que constituyen la pars intercerrebralis; están relacionados con
los ocelos y con el complejo endocrino. También se diferencia el cuerpo central y los cuerpos
pedunculados o fungiformes. Estos dos centros son de asociación, están muy desarrollados en
los insectos sociales. Van a regir en ellos la conducta de la colonia y el gregarismo de la misma.
Lóbulos ópticos. Inervan los ojos compuestos, y en ellos radica la visión. Están muy desarrollados
en animales con ojos complejos como hexápodos o crustáceos. Se diferencian tres centros:
Lámina externa
Médula externa
Médula interna
Estos están relacionados entre sí por quiasmas.
Deutocerebro. Resultado de la fusión de un par de ganglios; preoral. Del deutocerebro parten
nervios que inervan el primer par de antenas (anténulas) de crustáceos y la antenas de
hexápodos y miriápodos. En esos nervios hay que diferenciar dos ramas, la motora y la sensitiva.
Además existen grupos de neuronas en los que residen centros de asociación con función
olfativa y gustativa. Esos centros también se presentan en el tritocerebro. Los quelicerados
carecen de deutocerebro; unos autores opinan que está atrofiado, mientras que otros creen que
nunca lo han tenido.
Tritocerebro. Resultado de la fusión de un par de ganglios; en origen es postoral. El tritocerebro
inerva el segundo par de antenas de crustáceos, y en hexápodos y miriápodos, el segmento
intercalar o premandibular, carente de apéndices. En los quelicerados inerva los quelíceros. De
él parten nervios que lo relacionan con el sistema nervioso simpático o vegetativo (en el caso de
los hexápodos, con el denominado ganglio frontal). Además del tritocerbro parte un conectivo
periesofágico que se une al primer par de ganglios de la cadena nerviosa ganglionar ventral, y
una comisura subesofágica que une los dos ganglios tritocerebrales entre sí.
En el protocerebro y deutocerebro, no se diferencian comisuras ni conectivos. El tritocerebro está
formado por un par de ganglios que se unen a los anteriores en las cabezas denominadas
tritocefálicas, perdiéndose los conectivos, mientras que en las cabezas deutocefálicas, se
mantiene independiente, conservando los conectivos con el deutocerebro. Esto ocurre en
algunos crustáceos como branquiópodos o cefalocáridos. En todos los casos, se diferencia la
comisura, que es subesofágica.

Dentro de la cápsula cefálica, el cerebro tiene posición vertical; el protocerebro y el deutocerebro


se sitúan hacia arriba, y el tritocerebro es inferior y se dirige hacia atrás.

Cadena nerviosa ganglionar ventral


Está formada por un par de ganglios por metámero que en principio presentan conectivos y
comisuras. En grupos primitivos, los ganglios de cada par de segmentos se presentan
disociados, y la estructura recuerda a una escalera de cuerda. Los grados de concentración y de
acortamiento se deben a la supresión de las comisuras y los conectivos respectivamente.

Destaca el ganglio subesofágico; en hexápodos es resultado de la fusión de tres pares de


ganglios ventrales correspondientes a los metámeros IV, V y VI e inerva las piezas bucales (las
mandíbulas y los dos pares de maxilas) y por ello se llama gnatocerebro; en los decápodos, son
seis los ganglios que se asocian (pues se incluyen los tres ganglios de los maxilípedos.

Sistema nervioso simpático o vegetativo


Neuronas sensitivas y motoras que forman ganglios y que se sitúan sobre las paredes del
estomodeo. Este sistema está relacionado con el sistema nervioso central y con el sistema
endocrino. En el sistema nervioso simpático se diferencian dos partes.

Sistema simpático estomatogástrico. Siempre existe. Es de forma diversa, está formado por
ganglios impares, unidos entre sí por nervios recurrentes. Tiene como función la regulación de
los procesos de deglución y los movimientos peristálticos del tubo digestivo. Regula también los
latidos cardíacos.
Sistema simpático terminal o caudal. Puede o no existir. Es también impar, y está ligado a los
últimos ganglios de la cadena nerviosa ganglionar ventral. Tiene como función la de inervar el
proctodeo, actuar en procesos reproductores, de puesta de huevos y transferencia de esperma,
y también regula los latidos de los estigmas de los últimos segmentos del abdomen.

Sentidos

Ojos compuestos de una libélula. Ampliando la imagen se distinguen los omatidios.


La mayoría de los artrópodos están dotados de ojos, de los que existen varios modelos distintos.
Los ojos simples son cavidades esferoidales con una sencilla retina y cubiertos frontalmente por
una córnea transparente, Su rendimiento óptico es muy limitado, con la excepción de los grandes
ojos de algunas familias de arañas, como los saltícidos.
Los ojos compuestos están constituidos por múltiples elementos equivalentes llamados
omatidios que se disponen radialmente, de manera que cada uno apunta en una dirección
diferente y entre todos cubren un ángulo de visión más o menos amplio. Cada omatidio contiene
varias células sensibles, retinianas, detrás de elementos ópticos transparentes, cumpliendo la
función que la córnea y el cristalino desempeñan en los ojos de los vertebrados. También hay
células que envuelven el omatidio sellándolo frente a la luz. No todos los grupos presentan ojos
compuestos, que están ausentes, por ejemplo, en los arácnidos.
La visión de muchos artrópodos presenta ventajas que suelen faltar en vertebrados, como la
habilidad para ver en un espectro extendido que incluye el ultravioleta próximo, o para distinguir
la dirección de polarización de la luz. La visión del color está casi siempre presente y puede ser
muy rica; el crustáceo Squilla mantis, la galera, presenta trece pigmentos distintos con diferente
sensibilidad al color, lo que contrasta con el pobre sistema tricromático (de tres pigmentos) de la
mayoría de los primates, incluida nuestra especie.

Distribuidos por todo el cuerpo, pueden encontrarse sensilias, que son receptores sensibles a los
estímulos químicos, como los del gusto o el olfato, y receptores táctiles, asociado a antenas y
palpos y también a setas táctiles, pelos que está asociados a una célula sensible. Algunos
insectos disponen de un sentido del oído, lo que es revelado por la existencia de señales
auditivas de comunicación intraespecífica, como por ejemplo en los grillos. Muchos son sensibles
a las vibraciones del suelo, por las que detectan la presencia de presas o depredadores; otros,
como las moscas, poseen tricobotrios capaces de percibir mínimos cambios de presión
ambiental.

Los artrópodos suelen estar dotados de sensores de posición, sencillos pero eficaces, que les
ayudan a mantener la posición y el equilibrio, como los órganos cordotonales que un díptero tiene
en los halterios

Chordata
Los cordados (Chordata, del griego χορδωτά khordota ‘con cuerda’) son un filo del reino animal
caracterizado por la presencia de una cuerda dorsal o notocorda (o notocordio) de células
turgentes, tubo neural hueco en posición dorsal, hendiduras branquiales y cola, por lo menos en
alguna fase del desarrollo embrionario. Se conocen casi 65 000 especies actuales (siendo así el
tercer filo animal más numeroso, después de los artrópodos y los moluscos), la mayoría
pertenecientes al subfilo de los vertebrados, de los que casi la mitad son peces.

Taxonomía
Dominio: Eukaryota
Reino: Animalia
Subreino: Eumetazoa (sin rango)
Bilateria
Superfilo: Deuterostomia
Filo: Chordata Bateson, 1885
Subfilos Cephalochordata
Urochordata/Tunicata
Vertebrata/Craniata
Los cordados son un grupo con gran diversidad, adaptados a un gran número de nichos
ecológicos y han demostrado a lo largo de su historia evolutiva notables adaptaciones, sobre
todo al medio terrestre y su ambiente, aunque también al acuático o anfibio, en los cuales muchos
de ellos constituyen los últimos eslabones tróficos de sus ecosistemas. En los cordados se
destaca la capacidad de autorregulación y organización interna; algunos, como las aves y los
mamíferos, pueden elevar y mantener constante la temperatura del cuerpo. Estos y otros factores
han añadido complejidad a este grupo de animales, permitiendo un mayor control sobre las
reacciones metabólicas y el desarrollo de un complejo sistema nervioso.

Características generales

Pikaia, un cordado primitivo del Cámbrico.


Los cordados son animales deuteróstomos, bilaterales (con simetría bilateral), triblásticos (con
tres capas germinales), celomados (con celoma bien desarrollado, que se pierde en algunos
grupos) y segmentado.

Entre las características propias del phylum se encuentran:

Notocorda: varilla semirrígida de sostén que se encuentra dorsalmente al tubo digestivo. Está
formado por células vacuolizadas que dan cierta rigidez al cuerpo y se encuentra recubierta de
una vaina fibrosa. Se extiende a lo largo de todo el cuerpo, en algunos grupos persiste durante
toda la vida, mientras que en la mayoría de los craniados es reemplazado durante el desarrollo
por la columna vertebral.
Cordón nervioso hueco, tubular y dorsal al tubo digestivo (epineura). A partir del extremo anterior
de este cordón, en animales más complejos, se desarrolla el encéfalo y la médula espinal. Este
cordón hueco se forma en el embrión por la invaginación de células ectodérmicas de la zona
dorsal del cuerpo, sobre la notocorda. En los vertebrados, el cordón nervioso corre protegido por
los arcos neurales de las vértebras, y el cerebro, está rodeado por un cráneo óseo o cartilaginoso.
Faringotremia en alguna etapa del desarrollo, es decir, faringe provista de sacos o hendiduras.
Las hendiduras faríngeas comunican el exterior con la cavidad faríngea y se forman por
invaginación del ectodermo (surcos faríngeos) y por evaginación del endodermo (sacos
faríngeos) que limita la faringe. Ambos se unen cuando se encuentran constituyendo las
hendiduras branquiales en los vertebrados acuáticos: peces y larvas de anfibios. En los amniotas
nunca llegan a abrirse y dan lugar a otras estructuras. Además de las branquias, las hendiduras
faríngeas forman en los vertebrados distintas glándulas: el timo y las amígdalas. También dan
lugar a estructuras como la trompa de Eustaquio o la cavidad del oído medio. En los
protocordados, la faringe perforada surgió como un sistema de alimentación por filtración.
Endostilo (urocordados y cefalocordados) o su homólogo (glándula tiroides) en vertebrados.
Cola postanal en alguna parte del desarrollo.
Segmentación muscular en un tronco no segmentado.
Corazón ventral, con vasos sanguíneos dorsales y ventrales. Sistema circulatorio cerrado.
Aparato digestivo completo, con boca y ano

ACTIVIDAD EVALUATIVA

 Desarrollar la clasificación de los EQUINODERMOS


 Desarrollar la clasificación de los moluscos.
 Desarrollar la clasificación de los anélidos
 Comparar en un cuadro hábitat, reproducción, estructura, sistema nervios, sistema digestivo de
aves, peces, reptiles y mamíferos.
 De acuerdo a la mascotas que tengas en tu casa o de los que puedas observar a tu al rededor
caracterizar y clasificar taxonomicamente.
 Describir la importancia, biológica, ecológica, económica y social de estos organismos.

INDICADORES A EVALUAR
 Aspectos formales de la escritura
 Responsabilidad
 Creatividad
 Dominio del tema

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