Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Solo Por Ti
Sólo Por Ti.
Yessica Carrillo.
Dedicatoria.
Quiero dedicarle esto a Dios; primero que nada. Gracias por darme
mucha salud y fuerzas para levantarme todas las mañanas sin
contratiempos. Mami y Papi que los quiero y adoro. A mis hermanos
y mi hermoso sobrino Leonardo que lo amo. Y obvio no me puedo
olvidarme ciertas personitas que siempre están apoyando mis ideas.
Sin importar que locas sean: Andrea, Orlianny, Diosnelson, Jeefry,
Julmary y Gabriela. Gracias por estar siempre hay. Y no menos
importante, a ti Edward. Sin ti jamás me habría armado de valor
para continuar con la historia. Gracias por creer en todas mis ideas
locas y estar haciéndome reír cuando me enojó.
Prólogo.
¿Por dónde comenzar?
Como toda historia que empieza con el simple "Había una vez." En
este caso comenzare con mi nombre. Me llamó Daniela Carson y
toda la vida he estado enamorada de Christian Evans.
Lo conocí cuando era sólo apenas una niña. Sus padres iban mucho a
comer a mi casa, y por eso él y yo nos hicimos los mejores amigos. Él
nunca supo en realidad sobre mis sentimientos hacia él. Y la verdad
nunca tuve el valor de decirle lo que sentía por él. ¿Qué chico de 12
años se enamoraría de una niña de 8 años de edad?
Mi vida era tan tranquila y sin problema alguno. Hasta que un día,
todo dio un giro inesperado…
Capítulo 1
"Daniela"
10 años después…
- Claro aunque yo creo que para eso le tendríamos que pedir ayuda a
Stefan -. Dice ella tomando una taza de café -. Ya que él es quién
nos está ayudando con las diligencia para irnos.
- Claro, Stefan -. Dije su nombre en un tono de broma -. Tú nuevo
novio.
Ojalá mi vida fuera como en una película o un libro. Pero tengo que
hacerme la idea de mi realidad y dejar de fantasear. Mis padres
están súper emocionados con la idea de que su pequeña niña se vaya
a otro país a cumplir su sueño. No podría pedir nada más. Bueno…
Tal vez una cosa. Una parte de mi me dice que el amor. No puedo
encontrar a alguien que llené el vacío que dejó Christian hace 10
años atrás. La última vez que supe de él, fue en una revista de los
famosos más cotizados de Estados Unidos. Había un artículo que
hablaba del dueño de la empresa de modelaje con mayor éxito en
Seattle; Washington y de todo el mundo en realidad. En ese artículo
salía él con una rubia alta de piernas broceadas y grandes pechos.
Me quedé en estado de shock cuando lo vi después de tanto tiempo
y aunque me doliera admitirlo, me daba un dolor en lo más profundo
de mi corazón. Bueno y eso ya fue hace cinco años, tal vez, ya tenía
hijos con ella o con cualquier otras modelo de Hollywood.
Horas más tarde divise las luces del aeropuerto de Miami, justo a
tiempo en que el capitán nos indicaba que íbamos a aterrizar y que
nos abrocháramos nuestros cinturones. Bajamos del avión y Julmary
y yo recogimos nuestro equipaje para esperar el siguiente vuelo. Fui
a comprar los billetes y el avión no saldría hasta dentro de dos
horas.
"Escala"
Plaza de aparcamiento: 4 y 5
El lugar era sin duda perfecto para mí. Quedaba cerca de un salón
de belleza llamado Beating Heart y un súper mercado. Julmary y
Stefan me estaban comentando que podríamos hacer una
inauguración en tres meses para presentar la nueva pastelería y a
mi como propietaria. Stefan dijo que se iba a encargar de la prensa
y del equipo necesario para ayudarme con la remodelación de todo
el lugar.
Espera… ¡¡¡Qué!!!
- Sí. -. Le digo sin saber que más decir. -. Más te vale que no me
quedes mal.
--------------------------------------------------
--------------------------------------------------
De: Stefan Williams.
--------------------------------------------------
Imbécil esté.
--------------------------------------------------
--------------------------------------------------
De: Stefan Williams.
--------------------------------------------------
--------------------------------------------------
Dicho eso, me propuse a buscarla por el Facebook. No es que lo usé
mucho, pero para algo está y que mejor forma que encontrar a
alguien. Me costó un segundo encontrarla. Pulse clic en su foto de
perfil y quedé un momento en shock por lo que estaba viendo en la
pantalla.
¡Era ella!
¡Es Daniela!
- Tranquila nena, siempre que sea una mujer hermosa que me caiga
encima… Yo feliz de la vida. -. Le respondo. Al hacerlo ella levanta la
vista y me mira. Creo que con un poco de sorpresa en su expresión y
luego abre la boca para cerrarla nuevamente.
¡Bingo!
¿Amigos?
Dios gracias…
Corriendo en círculos,
Oh Julmary ¿Enserio?
- Espero que cosas buenas. -. Dice él con una sonrisa que me deja
boba por unos segundos.
- Gracias.
Christian Evans.
- Es muy amable.
- ¿Qué? -. Le preguntó.
- Crees que sólo la palabra "Me alegra que volvamos a ser amigos"
¿Es cierta? -. Me dice.
- No te entiendo.
- Es obvio que le interesas como mujer. -.Me dice.
- ¿Hola?
- ¿Te gusta?
- Perfecto.
- ¿Y usted?
Se volvió hacia Christian con una sonrisa.
- No, gracias. Pero estaría bien que nos trajera la cuenta sí no hay
molestia.
Woahoah,
Standing- by
A broken tree
She's pointing at me
Let me sing...
Let me sing.....
- ¿Conoces la canción?-. Me preguntó él con curiosidad.
4 meses después...
- No tenía idea, discúlpeme Sr. Evans, pensé que usted estaba sólo,
como nunca está acompañado de su prometida y su abuelo me dijo
que estaba sólo... Diga ¿Cuando piensa que podamos conocerla? -.
Pregunto.
Ahora sí que la complique no sólo voy a perder mis soltería sino que
puedo perder el negocio que mi empresa más espera.
En cierta forma él tenía razón, valía la pena antes que casarme con
Jennifer, grrr tenía que sacar esa imagen de mi cabeza o terminaría
con pesadillas, Jennifer era irritante, por sobre todo irritante con
la voz más chillona que se pueda escuchar jamás, rubia, alta lo
normal, ojos verdes, linda figura pero una niña malcriada e irritante
-. Eso ya lo dije. - pero lo es y para mi pesadilla se había fijado en
mi.
Hay rayos...
¡Maldito Ware!
- Lo siento mamá. -. Le dije tratando de calmarla. -. Te lo iba a decir
mañana, de hecho en dos semanas haré mi fiesta de compromiso
aquí en la casa y quería encargarte todo.
*************************************************
- Sí claro. -. Me dijo con una sonrisa. -. El que tiene una hija que
está obsesionada contigo.
- Eh... Sí, ese mismo es. -. Dije incómodo. -. La verdad es que este
inversionista es muy importante para el proyecto, y sólo cerrará
trato con nosotros... Sí me caso con su hija. -. Le dije esperando su
reacción.
- Algo así -. Admití sonrojado, creo que por primera vez en mi vida.
- No seque decirte Christian. -. Admitió acercándose y quedando
frente a mí. -. Sólo que te matara el tal señor Ware y tú mamá por
mentirles.
Concéntrate Christian.
- ¿Si?
*************************************************
Un irritante sonido me sacó de mi sueño profundo, era mi celular el
que sonaba. Mire el número y como un balde de agua helado en mi
cara, vi que era Christian.
Me condujo hacia la sala con las paredes de color blanco con finos y
costosos cuadros colgados, muebles color beige y enormes
ventanales que iban de la ventana al techo con una piscina que
relucía en azul bajo el sol, la casa se encontraba sobre una
pendiente rocosa de manera que el agua de la piscina parecía
fusionarse con la del océano.
- A quién no, tienes una bellísima vista desde aquí -dije sin despegar
la mirada de los lujoso ventanales.
- Exactamente.
- Acepto...
- Tengo cosas que hacer -. Dije, aunque no era cierto. Sólo quería
tiempo para pensar en toda esta locura.
**************************************************
- Sabes que a mamá y papá les dará algo sí no les dices con tiempo. -
me dice tomando un sorbo de café.
- No me lo recuerdes....
- Igual tú.
- ¿Hola?
- ¿A donde? -. Preguntó.
- Está bien.
- Nos vemos.
- Adiós.
- Yo también Christian...
- ¿Cuánto tiempo llevas parado allí? -le preguntó con la cara roja
por la vergüenza.
- Gracias.
- Tranquila. -. Me dijo.
Me sacaste de la multitud.
Sí -sí, sí-.
Sí.
Te lo voy a dar
En letras mayúsculas.
Te lo voy a dar
En letras mayúsculas.
En letras mayúsculas,
En letras...
Te lo voy a dar.
Te lo voy a dar.
Te lo voy a dar.
Te lo voy a dar
En letras mayúsculas.
La canción término y las personas que se encontraban a nuestros
alrededor en él restaurante, aplaudieron. Yo no daba crédito a lo
que acababa de pasar. Me dedicó una canción. ¡A mi!
- Vamos.
Nos trajeron nuestra comida y una botella de vino. Nos atendieron
muy bien en él restaurante y nos felicitaron por nuestro
compromiso. Era obvio que sabían quién era Christian Evans.
- No te preocupes.
- ¿Quieres ordenar él postre? -. Me preguntó.
- Vámonos.
Por fin entendí su chiste y me eché a reír. Las puertas del ascensor
se abrieron y entramos al apartamento y de la nada, Elías salió de la
cocina con un vaso en la mano. Nos miró a los dos de arriba a abajo y
se acercó.
- Te acompañó.
- Tú igual. -. Le dije.
"Christian"
-Esta por llegar. -. Les respondí. -. Stefan fue por ella y sus padres.
-No puedo creer que nos hayas ocultado algo tan importante hijo. -.
Me dijo mi padre. -. Es algo importante para ti.
“Daniela"
Me sonroje.
-No sabes lo bonita que te ves. -. Me animo Julmary.
-Te creo…
-Acepto…
“Christian"
-Si. -. Me responde.
-No sabía que nos íbamos a ir de viaje. -. Me dijo. -. Pensé que nos
quedaríamos en la casa de campo de tus padres para aparentar.
“Daniela"
-Esta bien. -. Le dije tomando su mano y saliendo del jet con el.
emocionada de todo lo que veía y todo lo que quería ver. Para ser
visto en mi vida.
la que tres ancianos, uno de ellos tocado con una boina tradicional a
Hay tantas cosas que ver: estrechas callejas y pasajes que llevan a
patios con intrincadas fuentes de piedra, esculturas antiguas y
el precisamente.
próximo artista.
colores impresionantes.
-Me gustan esos. -. Le digo señalando dos cuadros con pimientos. -.
-Y el café. -. Me reí.
y allá por bonitas granjas francesas. Hace un día precioso, así que
desde donde estamos se puede ver hasta el mar, que brilla en el
un diseño clásico, pero a la vez sencillo. Por mas que pelee con el por
“Christian"
Daniela.
-Le diré a los chef que hagan uno. -. Le dije y estaba apunto de
llamar al Chef Alfredo cuando ella me hizo señas.
-Me encantaría.
No me importa que pasen las horas, los días y los años; lo único
que deseo es que todo ese tiempo que pase sea a tu lado,
princesa.
-Vámonos. -. Me dijo.
No se si entendió el NUNCA.
-Aguafiestas. -. Me dijo.
—No generalmente. Eso pasa, cuando uno vive solo por mucho
tiempo.
«No lo logrará»
Me dejo caer sobre ella y comienzo a gatear hasta que mi cara
está frente a la suya.
Susurro.
“Daniela"
Besa mi frente.
Una mano con jabón me agarró del brazo antes de que pudiera
huir. Volvi la cabeza y lo mire a la cara con el ceño fruncido.
mis duchas".
-"Estás tan apretada", le dijo con voz áspera al oído.- "Tan cálida y
húmeda para mí. ¿Te hago daño? "
No podía hablar, pero negó con la cabeza. Ella separó más los pies
hasta que los bordes de la ducha le impidieron separarlos más.
Arqueó la espalda y se meció contra sus dedos, instándole a que la
follara. Las palabras finalmente salieron de sus labios.
“Christian"
-Creo que siempre hemos sido más que amigos. -. Le dije haciendo
que se sentara conmigo en la cama. Y creo que eso lo sabes.
Se larga a llorar.
Ella sonrió.
-Lo llamo su madre para ver si ya habían llegado, señor. -. Nos dijo
Mónica.
Me reí.
-Doy crédito que sabes cocinar. -. Le dije. -. Me encanta tu forma
de cocinar. Sobre todo ese Pie de limón que me hiciste en nuestro
viaje.
-Yo me daré una pasada por la pastelería a ver como va. -. Me dijo. -
. Se que en manos de Julmary esta perfecta. Si quieres luego
podemos ir a almorzar juntos.
—A todas.
“Daniela"
-¡No se que rayos estas haciendo aquí! -. Grito Christian y así como
te estas presentando.
-Solo tómame y veras que soy mejor que esa estúpida chica. -. Le
dijo la mujer de forma provocadora. -. Yo te hare sentir mejor que
ella.
-Creo que la única mujer que tiene derecho a hacer sentir bien a su
esposo es la esposa. -. Le dije yo entrando a la oficina y viendo a
Jennifer Ware, en ropa interior interior con un vestido fucsia
chillón a sus pies y a Christian detrás de ella con los ojos muy
abiertos. -. Y si mal no entiendo su esposa soy ¡Yo!
-Vamos.
—Nena, en verdad sos muy linda, muy... muy linda, pero Christian es
mío ¡y yo no comparto!
—lo dice lento y con un tono dulce y terrorífico a la vez, se inclina y
desliza su lengua por mis labios, giro mi rostro con asco.
Con el poco valor que me queda, trato de hablar, tal como dice el
dicho.
— ¿Sabes qué Daniela? Christian nunca fue mío, solo los hombres
disfrutaban de mi cuerpo y del placer que podía darles. Y cuando lo
conocí el me gusto mucho, pero nunca me presto atención. ¿Sabes?
y seguramente jamás sea suya, él ya me descartó por ti, ¡el sí me
dijo que te ama!
Seguramente fueran a tener niñitos regordetes y bonitos como tú,
mientras yo... —ríe con tristeza — seré una mujer solitaria, rodeada
de gatos, llorando en soledad —juro por Dios, que soy tan estúpida,
que logra darme pena su confesión. ¡Si, lo sé estoy más loca que ella!
Esta mujer que está estrangulándome, llega a darme pena, claro que
este sentimiento solo dura unos segundos.
—Hola.
—Nena, ¿pasó algo que llamas a esta hora? —viejo zorro bien sabe
que algo anda mal.
Trago saliva.
—Es Christian —relato lo sucedido, restando dramatismo y
gravedad, temo por ellos, son dos personas grandes y su corazón no
tendría que vivir situaciones como éstas, luego llamo a Julmary y
Stefan y le indico donde estamos siendo trasladados.
Sentada en la sala de urgencias, mientras suturan mi mano, veo
ingresar a mi amado tío.
Comienzo a llorar, el apuesto cirujano que está atendiéndome
observa mi reacción.
—Acepto, quiero todo eso que acabas de decir. Solo que el pan que
hornearas en las mañanas, que sea en ropa interior y delantal —aún
adormilado, con su voz ronca, es lo más bello que puedo ver en el
mundo. Lo abrazo con cuidado de no tocar su herida, el toma mi cara
con sus manos y nos besamos.
— ¡Sí por favor! —me mira con una sonrisa llena de intimidad y
amor.
Esa noche la paso a su lado, no hay forma de que acepte ir a otra
habitación, por más cómoda que esté.
Hablamos tomados de la mano, me encuentro acostada en el sillón
que hay en la sala, el cual pedí juntaran a la cama de Christian. Nos
dedicamos a fantasear sobre nuestra futura vida. Luego que le
dieron el alta, me reintegré a la pastelería con total naturalidad. El
asunto de ataque pasional, quedo bajo el tapete, no necesitábamos
esa mierda en un momento tan hermoso como el que estamos
viviendo junto a mi chico.
Capítulo 14.
“Christian"
Le sonreí.
“Daniela"
— ¿Llamo al médico?
— ¡Me debes los cincuenta mil Evans! más los intereses —suelto con
tono insolente, su boca cae abierta de asombro y una malvada
sonrisa comienza a asomar.
Nuestra historia no terminaría allí. Como una vez lo dije. Una vez
que lo vi supe que seria el amor de mi vida. Y no me iba a retractar
de eso. Yo Daniela Carson, estoy completamente e irrevocablemente
enamorada de Christian Evans. Y siempre lo iba a estar. Para
siempre.
Agradecimientos.