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Título: Lo que siempre existió

Autores:

 G.M. Yolanda

Hace mucho tiempo había una niña que creía mucho en seres mitológicos, su
abuelita siempre le contaba historias acerca de los dioses mayas, duendes y
espíritus, sin duda le encantaba escucharla, ella creía mucho en la existencia
de esos seres; la consideraba alguien sabia, pero con el paso del tiempo la
abuela se fue alejando de la familia, la empezaron a tomar por loca al creer en
la existencia de esos seres, ella siempre decía que si existían y que algún día
regresarían, tanto fue su insistencia que entro en un trance y decidieron
internarla, pasaron los años y la niña creció, dejando toda su niñez atrás.

La niña se llamaba Itzayana que significa regalo de los dioses, el nombre se le


fue dado por su abuela; en su familia era la segunda hija y a diferencia de sus
hermanos sus nombres fueron dados por sus padres; su hermano mayor
Gregory de 20 años y a su hermano menor de 17 años Tyrone. Ellos vivían
cerca del Kukúlcan, cruzando el periférico, cerca de ahí estaba su casa por lo
que le quedaba cerca el super junto con el estadio de beisbol y el deportico que
era una maravilla.

Pasaron los años y la niña creció, aquella niña que creía en cuentos de hadas
ya no existía, ahora era una adolescente muy inteligente y muy hermosa, con
su largo cabello que le llegaba casi a la cintura de color café oscuro al igual que
sus ojos y con una piel limpia y morena.

Ella estaba a un par de meses de terminar la preparatoria y para muchos la


vida en la preparatoria no era para nada fácil, siempre estaban ocupados y se
quejan de no tener una vida social, pero eso no aplicaba tanto para ella ya que
era esa típica adolescente cerebrito a la que no le gustaba salir y le encanta
tener las mejores notas de su clase.

Un día se despertó sin ganas de ir, cosa que era raro para ella, pero, en esa
mañana había algo diferente; ella se fue a bañar a pesar de que no quería y en
lo que se bañaba escucho desde la cocina a su mamá gritar “¡Hija apúrate o
llegaras tarde! Apurada, salió del baño y se vistió lo más rápido posible para
solo ir a la cocina y agarrar su desayuno e irse corriendo directo a su coche.

En el camino, mientras manejaba paso en frente del deportivo pero un


sentimiento extraño sintió mientras pasaba y observaba los árboles, ella
simplemente lo ignoro y continuo su camino, ese día salía muy tarde de la
escuela por lo que iba a ser muy pesado para ella.

Al finalizar sus clases itzanaya, emprendió su camino de regreso a su casa, ya


era como las 6 de la tarde y el clima no era nada bueno, estaba muy nublado
como parecía que estaba a punto de desatarse un gran aguacero; de regreso
volvió a pasar por el deportivo y de la nada empezó a escuchar voces que
repetían su nombre “Itzanaya.. Itzanaya!” entre los árboles, ella decidió ya no
volver a ignorarlo y rápido se estaciono y bajo el coche; corriendo, entro al
deportivo y empezó a seguir las voces entre los árboles, que cada vez se
hacían más fuertes; muy en el fondo ella sabía que no debía seguir
adentrándose más porque sabía que podría ser peligros pero por alguna razón
no tenía miedo y le era tan familiar, como si ya hubiera pasado por esto.

Itzanaya siguió adentrándose más hasta llegar a un enorme árbol, con un


tronco muy ancho y alto con sus raíces saltadas, pero una vez estando
enfrente de ese árbol no vio a nadie, sin embargo algo verde empezó a brillar
desde el interior del tronco del árbol; Itzanaya estaba muy sorprendida pero
empezó a caminar hacia el y con mucho cuidado lo toco ocasionando que la luz
se intensificara sintiendo como un ardor en la palma de su mano; de repente
escucho que algo se movía dentro de las hiervas cuando salto una criatura
pequeña con forma humanoide empuñando como una especie de cuchillo pero
de piedra con una punta muy afilada y gritando “¡Esta vez te atraparemos!”.
Ella reacciono rápido y pudo esquivarlo dándose cuenta que no solo era una
habían como cinco más de ellos, en es momento supo que era hora de salir de
ahí.

Mientras corría a través de los arboles cada vez caí más la noche y más
oscuro se hacía el camino ocasionando que ella se tropezara y se raspara las
rodillas y manos, se levantó y siguió corriendo hasta casi perder el aliento
mientras miraba a cada rato hacia atrás logrando llegar a su coche e irse
directo a su casa.

Ya estando en su casa ella bajo del coche e intento entrar a escondidas para
que no la vieran sus padres y hermanos en qué estado estaba, pero fracaso, ya
que ella intento entrar por la puerta de la cocina que da en la parte trasera de
su casa pero se topó a su hermano mayor Gregory parado enfrente de la
puerta con una cara de asustado y sorprendido al ver como venía su
hermanita; Gregory podría molestar a su hermana a cada rato y gastarle
muchas bromas pero si alguien se atrevía a meterse con ella no se la acabaría,
él era el tipo de hermano protector que quería mucho a su hermanita. Gregory
al verla le pregunto “¿Quién te hizo esto Itza?, ¿Te están molestado?”, itzanaya
al ver a su hermano enojado y sorprendido le contesto “Solo me tropecé en la
escuela, no hay nada de qué preocuparse, pero por favor no le digas a papá y
a mamá”, Gregory todavía dudoso le dijo “Está bien, pero hay que curarte” pero
Itzanaya se negó y se apuró a ir a su cuarto.

A Itzanaya se sentó en su cama y se puso a pensar ya que le costaba creer lo


que había pasado, no podía creer que vio a unos tipo duendes y un árbol emitir
luz, en eso se acordó que había sentido un ardor en su mano, cuando vio la
palma de su mano había un símbolo marcado, inmediatamente se levantó a
lavar sus manos pero no se quitaba, parecía como un tatuaje y si lo veía su
mamá la castigaría de por vida. Despues de tanto pensar supo a quién debía
de ver, esa persona sabría lo que está pasando, cansada se fue a dormir con el
miedo de que esos duendes la encontraran.

Al día siguiente salió de su casa con el coche muy temprano sin que nadie la
vea, pero ella no contaba con lo que pasaría. Ella condujo hasta un centro de
rehabilitación siquiátrico, entro y la recepcionista le pregunto “¿A quién desea
visitar?” Itzanaya dijo “A mi abuela”, de pronto Gregory y Tyrone aparecieron y
Gregory dijo “¿Qué está pasando aquí Itzanaya?, últimamente has estado muy
rara y mas ayer desde que llegaste toda herida” Itzanaya se sorprendió al ver a
sus hermanos y les dijo “Necesito hablar con la abuela, ustedes no me
entenderían, me tomarían a loca” Gregory y Tyrone estaban preocupados por
ella y no le quedo de otra a Tyrone que decir “Te acompañaremos, queremos
saber qué te pasa, queremos entenderte”, Gregory asintió al igual que
Itzanaya. Después de llenar unos datos siguieron a la enfermera hasta llegar a
una habitación donde se encontraba su abuela, la enfermera se retiró y se
quedaron ellos con su abuela, Itzanaya le dijo a su abuela “Te he extrañado
mucho y perdóname por no venir antes, pero te necesito, ayer unas pequeñas
criaturas me atacaron y me acorde que me contaste una historia en la cual
trataba de unos duendes con una forma casi humana”, los hermanos miraron a
Itzanaya muy sorprendidos y la abuela puso una cara de horror pronunciando
“Te encontraron, te encontraron los Aluxes, no creí que sería tan pronto”
“Tienes que esconderte, no te pueden encontrar, corres un gran peligro”.
Itzanaya no entendía lo que estaba pasando y sus hermanos menos, la abuela
con sus manos temblorosas agarro la mano de su nieta y vio la marca en su
palma, la abuela al ver esa marca supo que ya era demasiado tarde. Itzanaya y
sus hermanos atentaron tranquilizar a su abuela durante un rato hasta que lo
consiguieron, la abuela una vez tranquila empezó hablar “Los Aluxes, según se
cuenta, estos duendes se visten como antiguos mayas y juegan artimañas a
aquellos que no les dejan sus ofrendas. Además, son capaces de espantar o
proteger a los viajeros y a la gente que visita sus lugares preferidos, pero hay
un secreto que nadie sabe y que solo el guardián que protege al regalo de los
dioses sabe y es que ellos no solamente juegan artimañas si no que si
encuentran en regalo que dejaron los dioses en la Tierra la barrera entre
nuestro mundo y el de los seres que se creían que eran mitológicos se romperá
y será el fin de los humanos” Todos estaban callados hasta que Itzanaya
rompió el silencio “Si me estas diciendo que solo el guardián lo sabe eso
significa que eres tú el guardián”, la abuela le contesto “Así es” “y tú eres el
regalo que reencarna en la tierra cada cien años” “desde que naciste supe en
ese momento que eras el regalo y se me fue asignado por los dioses ser tu
guardiana, cuando naciste ellos me visitaron en mis sueños, me dijeron que
tenia que cuidarte y darte todo el amor y enseñarte acerca de la cultura, porque
en algún momento volverías con ellos”.

El abuelo siguió hablando “Itzanaya la marca que tienes en tu mano es la llave


para traspasar el mundo de los dioses, tienes que tomar una decisión, si
regresar con ellos y mantener el equilibrio y la paz en este mundo o quedarte y
ver como desaparecemos”.

Itzanaya se mantuvo callada y salió de la habitación tranquila y la abuela le dijo


a sus otros nietos “síganla y protéjanla, yo ya no puedo hacer nada por ella,
ellos vendrán por ella y por mí, ella aún puede salvarse”, los hermanos salieron
de la habitación y vieron que no estaba, regresaron a la habitación y vio que
estaban los duendes rodeando a la abuela y ella grito “¡síganla, se fue al
deportivo, busquen el árbol más grande, ahí la encontraran”, los hermanos no
querían dejarla pero ella les dijo que se fueran, la abuela trataría de ganar
tiempo con para que ellos alcancen a Itzanaya.

Mientras tanto Itzanaya le faltaba poco llegar al deportivo, una vez estando ahí,
se empezó dirigir el gran árbol pero en su camino la empezó atacar la misma
naturaleza, como si quisiera que ella no llegara al árbol, se la paso esquivando
las ramas y raíces, se cayó en más de una ocasionando, haciendo que ella se
lastimara su tobillo debido a que una raíz hizo que se tropezara y la termino
atrapando su pie, cuando pensó que todo había acabado llegaron sus
hermanos y la liberaron, Itzanaya molesta les pregunto “¿Por qué están aquí?,
es muy peligroso” los hermanos “También es muy peligroso para ti y no te
dejaremos sola, y ya le avisamos a papá y a mamá, ellos tienen derecho de
saber lo que esta pasando”; los tres decididos continuaron su camino y cada
vez que avanzaban se podía ver como una especie de remolino en el cielo
justo encima del árbol, finalmente llegaron y el árbol emanaba una luz verde
por todas sus ramas, en eso llegaron los duendes dando a entender de que se
habían desecho de su abuela, que ya no estaba en el mundo de los vivos. Los
duendes empezaron a atacar, los hermanos por darle tiempo a su Itzanaya de
que encuentre una solución agarran unas ramas y con eso empiezan a
golpearlos para que no se acerquen.

Mientras tanto Itzanaya escucha una voz que le dice que toque el árbol y se
concentre, al hacer eso ella logra desatar una arte del poder que tenía en su
interior, este poder era una pequeña parte de los dioses que le habían otorgado
para que ella se pueda defender en caso de que los duendes aparecieran, con
ayuda de su poder los regreso al mundo mitológico.
Los padres llegaron justo a tiempo cuando ella estaba encerrando a los
duendes en su mundo, estaban muy sorprendidos, era muy irreal lo que veían,
Itzanaya los logro ver desde donde estaba y su mirada se tornó a una muy
triste porque ella sabía lo que pasaría a continuación.

Itzanaya tomo una difícil pero sabía decisión, ella sabía que para proteger a las
personas que más ama tenía que seguir el destino que se le había impuesto ya
que al ser ella el regalo que los dioses le habían otorgado a la humanidad,
tenía que regresar con ellos. Itzanaya mirando a su familia con lágrimas en los
ojos les dijo “los voy a extrañar mucho, tal vez no los vuelva a ver en esta vida,
pero sé que nos volveremos a encontrar, porque así está marcado nuestro
destino” con esas simples pero esperanzadoras palabras ella cruzo el portal
que estaba abierto en el tronco del árbol.
PREPARATORIA

COLEGIO SAN AGUSTIN

MATERIA

LITERATURA COMO EXPRESIÓN ARTISTICA

MTRA.: Seydi Romero

Sexto semestre

3°D

Integrantes:

 Guerrero Medina Heylen


 Lezama Canché Netzaj
 Pantoja Ku Fátima
 Puc Pech Rosa

Fecha de entrega: 06/06/2022

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