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Andréa Maria de Senna Marques


Jacqueline Rios Fonteles Albuquerque
(Organizadores)

Deslocamentos do inconsciente

1ª Edição

Centro Universitário
Estácio do Ceará

Fortaleza – Ceará
2018
Copyright 2018. Andréa Maria de Senna Marques, Jacqueline Rios
Fonteles Albuquerque (Organizadores)
Capa
Diego Tomé da Silva
Ilustração da Capa
Vincent van Gogh, The Starry Night Saint Rémy, 1889,
The Museum of Modern Art, N. York.
Ilustração dos Agradecimentos
Vincent van Gogh, The Starry Night Saint Rémy, 1889,
The Museum of Modern Art, N. York.
Ilustração do Sumário
Edvard Munch, Starry Night, 1922–24,
Munch Museum, Oslo.
Ilustração do Prefácio
Vicent van Gogh, Starry Night over the Rhone, 1888,
Musée d’Orsay, Paris.
Normalização e Padronização
Luiza Helena de Jesus Barbosa - CRB-3/830

Dados Internacionais de Catalogação na Fonte

D462 Deslocamentos do Inconsciente / Organizadores Andréa Maria de Senna


Marques, Jacqueline Rios Fonteles Albuquerque. Fortaleza: Centro
Universitário Estácio do Ceará, 2018.
200p.; 30cm.

ISBN: 978-85-69235-20-0

1. 1. Psicanálise 2. Psicologia 3. Filosofia 4. Religião I. Marques, Andréa Maria


de Senna II. Albuquerque, Jacqueline Rios Fonteles III. Centro
Universitário Estácio do Ceará.

CDD 150
Luiza Helena de Jesus Barbosa - CRB-3/830

CENTRO UNIVERSITÁRIO ESTÁCIO DO CEARÁ


Pró-Reitoria de Pós-Graduação, Pesquisa e Extensão
Núcleo de Publicações Acadêmico-Científicas
CONSELHO EDITORIAL

Dr. Alberto Sampaio Lima - Universidade Federal do Ceará


Dra. Ana Cristina Pelosi - Universidade Federal do Ceará
Ms. Ana Flávia Alcântara Rocha Chaves - Centro Universitário Estácio do
Ceará
Dra. Andrine Oliveira Nunes - Centro Universitário Estácio do Ceará
Ms. Janete Pereira do Amaral - Centro Universitário Estácio do Ceará
Ms. Joana Mary Soares Nobre - Centro Universitário Estácio do Ceará
Dra. Kariane Gomes Cezario - Centro Universitário Estácio do Ceará
Dra. Letícia Adriana Pires Ferreira dos Santos - Centro Universitário
Estácio do Ceará, Universidade Estadual do Ceará, Universidade Federal
do Ceará
Dra. Marcela Magalhães de Paula - Embaixada do Brasil na Itália
Dra. Maria Elias Soares – Universidade Federal do Ceará e Universidade
Estadual do Ceará
Dra. Maria da Graça de Oliveira Carlos – Centro Universitário Estácio do
Ceará
Dra. Margarete Fernandes de Sousa – Universidade Federal do Ceará
Dra. Rosiléia Alves de Sousa – Centro Universitário Estácio do Ceará
Dra. Suelene Silva Oliveira Nascimento - Universidade Estadual do Ceará
Dr. Vasco Pinheiro Diógenes Bastos - Centro Universitário Estácio do
Ceará

_____________________________________________________
Núcleo de Publicações Acadêmico-Científicas
Rua Vicente Linhares, 308 - Aldeota
CEP: 60.135-270 - Fortaleza – CE - Fone: (85) 3456-4100
www.publica-estaciofic.com.br
Ao meu filho Arthur que brilha como as estrelas do céu.
Aos membros do LAPP - Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas do
Centro Universitário Estácio do Ceará.

Andréa Maria de Senna Marques


PREFÁCIO............................................................................................. 3

1 O MITO DA HORDA PRIMITIVA: A INCORPORAÇÃO DA LEI, A


REVERÊNCIA AO PODER E O SAGRADO DAS SOCIEDADES TOTÊMICAS
ÀS CONTEMPORÂNEAS - Andréa Maria de Senna Marques, Diego
Tomé da Silva ...................................................................................... 9

2 O DISCURSO RELIGIOSO, A CULTURA E A CONSTRUÇÃO DE VÍNCULOS


AFETIVOS - Alana Vivian Almeida Loiola, Michele de Jesus Queiroz
dos Santos de Moraes ......................................................................... 3

3 A RELIGIÃO E SUA REPRESENTAÇÃO REPARADORA NO PSIQUISMO:


A CONCEPÇÃO DE FANTASIA NA PSICANÁLISE KLEINIANA - Andréa
Maria de Senna Marques, Fillipe Viana do Vale .................................. 51

4 A CULPA E O MODO DE PENSAR NA NEUROSE OBSESSIVA:


CONTRIBUIÇÕES DE SIGMUND FREUD E MELANIE KLEIN - Antônio
Carlos Piarelly Gonçalves Tomaz, Andréa Maria de Senna Marques.... 69

5 A QUESTÃO DA INCORPORAÇÃO DA LEI PATERNA E O PENSAR


PERVERSO DOS FILHOS NO CONVÍVIO SOCIAL - Isabel Cristina
Monteiro dos Santos .......................................................................... 95

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6 A CONSTRUÇÃO DOS VÍNCULOS TRANSGERACIONAIS E SUA
RELAÇÃO COM A DELINQUÊNCIA JUVENIL - Andréa Maria de
Senna Marques, Suzany Silva Costa............................................. 109

7 CONSIDERAÇÕES SOBRE A TRANSMISSÃO PSÍQUICA NO


APARELHO CLÍNICO COM FAMÍLIAS - Renata Kerbauy, Márcia
Barone Bartilotti ......................................................................... 125

8 MULHER: O MUNDO DE FORA SE FEZ DENTRO DE SI? - Arlete


Salante........................................................................................ 139

9 DESEJOS E DEFESAS DO ANALISTA NO MANEJO DA


CONTRATRANSFERÊNCIA: A ESCUTA PSICANALÍTICA NA
PRIMEIRA SESSÃO DE UMA PACIENTE COM DEPRESSÃO E
MELANCOLIA - Andréa Maria de Senna Marques ...................... 153

10 CONSIDERAÇÕES SOBRE LITERATURA E CLÍNICA


PSICANALÍTICA: UM ESTUDO ACERCA DA
CONTRATRANSFERÊNCIA EM “MARILYN, ÚLTIMAS SESSÕES” -
Nickolas Michael Ávila Bastos ................................................ 179

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El presente libro es el resultado de la producción y el intercambio
de investigadores que trabajan en el Laboratorio de Investigaciones
Psicoanalíticas (LAPP) del Centro Universitário Estácio do Ceará. El
mismo atiende tres líneas de investigación:
I – Psicoanálisis y clínica social. Su objetivo es analizar las diversas
formas de síntoma social, por vía del arte, escrita, relaciones familiares,
vínculos virtuales y/o sociales.
II - Psicopatología psicoanalítica: lenguajes de la sexualidad. Su
objetivo es analizar las diversas formas de sufrimiento psíquico a partir
de la interpretación de deseos y defensas y las funciones de
intervenciones clínicas.
III - Clínica psicoanalítica: la investigación psicoanalítica del
lenguaje. Su objetivo es analizar la complejidad de deseos y defensas en
las manifestaciones de alianza terapéutica y los cambios evidenciados en
el trabajo clínico.
El libro se enmarca en un conjunto de preocupaciones del
psicoanálisis por los procesos psíquicos y aborda desde una perspectiva
tanto freudiana como posfreudiana problemas concernientes a
diferentes manifestaciones individuales e interindividuales. Se sabe de
la importancia que adquiere el tema, del interés que reviste su estudio
para el trabajo clínico y social y de la abundante bibliografía que impera

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desde diferentes marcos teóricos. Las hipótesis desplegadas en este libro
intentan responder y profundizar el estudio de dicha problemática.
Este libro reúne un conjunto de estudios entramados en el cual
cada capítulo tiene condensadas diferentes observaciones para dar
cabida a la complejidad conceptual que requiere el tema. En efecto,
presenta un abordaje teórico clínico que recoge los aportes de diversos
autores adquiriendo coherencia a partir de las propuestas
psicoanalíticas.
Contiene diez capítulos, dedicados a considerar algunos aspectos
del psiquismo ligados a lo social como la génesis de la cultura, la religión,
y la formación de la subjetividad femenina en las regulaciones sociales.
También hacen referencia a cuadros psicopatológicos como la neurosis
obsesiva, la melancolía y la perversión. Asimismo, este libro da lugar a
algunos aspectos del trabajo clínico como el concepto de
contratransferencia (en una paciente con diagnóstico de melancolía y en
el tratamiento de Marilyn Monroe) y la transmisión intra e
intergeneracional en el trabajo con familias. Los desarrollos son
eminentemente teóricos, aunque algunos capítulos exponen también
casos clínicos.
Andréa Maria de Senna Marques y Diego Tomé da Silva
desarrollan en el primer capítulo el mito de la horda primitiva y su
relación con la ley. Siguiendo a Freud relacionan la sexualidad, el deseo
y la civilización en la génesis de la cultura. La importancia que adquiere
la interdicción, la incorporación de la ley y el lugar o la función del padre
en dicho proceso.
Alana Vivian Almeida Loiola y Michele de Jesus Queiroz dos
Santos de Moraes se refieren en el capítulo ulterior al discurso religioso,
la cultura y la construcción de vínculos. Se propone comprender los lazos
afectivos entre los miembros de una masa religiosa desde el
psicoanálisis. Realiza una investigación bibliográfica a partir de autores
freudianos y posfreudianos.
Andréa Maria de Senna Marques y Fillipe Viana do Vale
introducen en el capítulo siguiente la religión y su representación
reparadora del psiquismo a partir de la concepción de fantasía en el
psicoanálisis kleniano. Los autores desarrollan, luego, la posición
esquizoparanoide y depresiva y en los apartados siguientes describen el
mundo interno relacionando la fantasía, la melancolía y la religión.

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Antonio Carlos Piarelly Gonçalves Tomaz y Andréa Maria de
Senna Marques presentan, en el capítulo cuatro, una revisión
bibliográfica del concepto de culpa en la neurosis obsesiva tomando las
contribuciones de Freud, a partir del caso del Hombre de las Ratas, y de
Klein, a partir del caso Erna. Destaca dos componentes de la neurosis
obsesiva: el sentimiento de culpa y su estructura de pensamiento.
Isabel Cristina Monteiro dos Santos se refiere, en el capítulo
cinco, a la incorporación de la ley paterna y su relación con el pensar
perverso de los hijos. Desarrolla los conceptos de familia, funciones
paterna y materna, negligencia, narcisismo, ideal del yo y perversión. Su
objetivo es describir la relevancia que adquiere la educación de la
familia, en especial el padre, en los vínculos sociales de los hijos.
Andréa Maria de Senna Marques y Suzany Silva Costa desarrollan
en el capítulo seis el tema de la transmisión psíquica inter y
transgeneracional en los tratamientos familiares y su relación con la
delincuencia juvenil. Está compuesto por una primera parte de
exposición teórica con aportes freudianos y posfreudianos (Kaës,
Winnicott) y una segunda parte en la que se presenta un material clínico
y su análisis.
Renata Kerbauy y Márcia Barone Bartilotti, en el capítulo siete, se
proponenreflejar la importancia que adquiere la transmisión psíquica
intergeneracional y su influencia en la configuración de los conflictos
familiares. Parten de un caso clínico atendido por el Núcleo de
Atendimento e Pesquisa da Conjugalidade e Família (NAPC) da Clínica
Psicológica do Instituto Sedes Sapientiae (ISS – São Paulo, Brasil).
Arlete Salante considera, en el capítulo ocho, el lugar de la mujer
en las regulaciones sociales, institucionales, familiares y culturales desde
el psicoanálisis y los estudios de género. Parte de las construcciones
sociales que atribuyen características culturales y psicológicas que
promueven desigualdades y jerarquías diferenciadas según el género.
Fundamentan este trabajo Documentos Internacionales y de Derechos
Humanos.
Andréa Maria de Senna Marques desarrolla, en el capítulo 9, los
deseos y las defensas del analista en una primera sesión de una paciente
con diagnóstico de melancolía. Describe el concepto de
contratransferencia desde la perspectiva freudiana para luego ampliarlo
desde las contribuciones de Paula Heimann e Heinrich Racker.

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Posteriormente relaciona el duelo con la melancolia y finaliza con el
análisis del discurso de la paciente y su terapeuta endicha sesión.
Nickolas Michael Ávila Bastos analiza, en el último capítulo, la
contratransferencia en las últimas sesiones de Marylin Monroe a partir
del libro “Marylin últimas sesiones” de Michel Schneider. Introduce la
relación del psicoanálisis con la literatura, luego describe la relación de
Marilyn con el psicoanálisis y la última parte desarrolla el concepto de
contratransferencia. El capítulo finaliza con la relación entre Marylin y su
analista buscando responder a la pregunta que origina el desarrollo de
este capítulo.
Para finalizar, considero importante destacar el valor que
adquieren las investigaciones empíricas en el trabajo clínico y el
intercambio entre profesionales. La aplicación de métodos sistemáticos
que estudian los deseos y las defensas en el discurso, tanto de pacientes
como de terapeutas, puede beneficiar dicho trabajo e intercambio. Los
hechos clínicos observados en las investigaciones trascienden los marcos
teóricos, complejizan y profundizan los estudios dando lugar a la afinidad
en las diferencias.
Tomando en cuenta los temas tratados en el presente libro es
posible citar algunos de los textos que evidencian dichos estudios
sistemáticos como, por ejemplo, el libro de David Maldavsky La
intersubjetividad en la clínica psicoanalítica en el cual el autor se centra
en uno de sus capítulos en el caso de un paciente trasgresor. También
destacaremos los valiosos aportes a la temática de la perversión de
autores psicoanalistas como Liberman (1970), Johnson (1949),
Maldavsky (1988) y a la de la neurosis obsesiva de autores como Leclaire
(1958), Liberman y Madavsky (1975), Chemama (1975), Maldavsky
(1982). Asimismo, numerosos trabajos de investigaciones sistemáticas
sobre la contratransferencia permiten pensar los hechos cínicos a través
de una visión compleja que abarca la subjetividad no solo del paciente
sino también del terapeuta en el intercambio de la sesión. Entre otros se
encuentran los trabajos de Maldavsky “La desvitalización y la economía
pulsional vincular” (2007), “Propuestas clínicas para el tratamiento de las
crisis de angustia” (2015), Investigación empírica con el algoritmo David
Liberman de la contratransferencia no declarada: método y aplicaciones.
(2015), “La utilidad del algoritmo David Liberman en el trabajo clínico”
(2016).

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Este libro puede ubicarse en el marco de algunas reflexiones a
partir de las cuales se despliega un rico conjunto de matices diferenciales
cuya descripción resulta de utilidad para todo aquel que desee
adentrarse en el estudio de las complejidades del desarrollo de los
procesos subjetivos e intersubjetivos, por lo cual invito al lector a seguir
con el texto.

Delia Scilletta
Licenciada en Psicología Clínica/
UBA - Universidad de Buenos Aires
Docente en la Maestría en Problemas y Patologías del Desvalimiento y
en Doctorado en Psicología (UCES - Universidad de Ciencias Empresariales y
Sociales)

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Andréa Maria de Senna Marques1
Diego Tomé da Silva2

1. INTRODUÇÃO

O texto Totem e tabu, em seu primeiro ensaio, objetiva ressaltara


ocorrência do totemismo em relação ao da exogamia – que se refere ao
casamento entre membros de diferentes grupos –, demonstrando que a
instituição do totem objetiva impedir o incesto entre mãe e filho. No
entanto, é importante elucidar, que através dessa assertiva, Freud narra
acerca da discussão de temáticas fundamentais, dentre estas, como a
universalidade do complexo de Édipo, a significação paterna do totem e

1 Doutoranda em Psicologia pela Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales - UCES,


Argentina, Buenos Aires. Mestre em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR,
Graduada em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR. Psicanalista pela Escola
Paulista de Psicanálise (EPP). Docente do Centro Universitário Estácio do Ceará.
Supervisora Clínica do Serviço de Psicologia Aplicada do Centro Universitário Estácio do
Ceará. Coordenadora do Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas (LAPP) do Centro
Universitário Estácio do Ceará. Email: andreasenna2@gmail.com
2
Graduado em Psicologia pelo Centro Universitário Estácio do Ceará. Pós-Graduando em
Psicopatologia e Saúde Pública pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR. Membro do
Laboratório de Pesquisas Psicanalítica (LAPP) do Centro Universitário Estácio do Ceará.
Email: diegotome.psicologia@gmail.com

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a ambivalência de sentimentos quanto ao objeto tabu, já que se pode
demonstrar a projeção como uma modalidade na qual se expressava a
ambivalência entre o ódio e a admiração.
As emoções e atitudes provenientes desta ambivalência
possibilitaram o banquete totêmico, talvez a primeira festa da
humanidade, com a qual começariam as organizações sociais, as
limitações éticas e a religião. O sistema totêmico figura como a primeira
inserção da lei/moral, que Freud destacará posteriormente como super
eu e da culpabilidade no indivíduo. O mandamento moral seria, por
conseguinte uma interiorização do tabu, da religião, determinadora de
mandamentos morais e a Igreja exerceria seu poder através deles. Esse
poder expressa-se de diversas formas, sendo quiçá a maior delas, a que
atingiu o relacionamento conjugal, levando a institucionalização do
casamento no século XII, na Idade Média, sendo que, o término deste
período caracterizou-se pelo predomínio de valores cristãos em todas os
âmbitos sociedade, por ser a Igreja a instituição com um maior poder,
haja visto que naquele período tudo era feito em nome de Deus no
Ocidente.
O casamento, portanto, foi utilizado pela Igreja que o situa no
âmbito público, num espaço socialmente aceito, cujo objetivo era
refrear as pulsões da carne, santificando o corpo impuro da mulher,
através da função de procriar, uma vez que era abençoado por Deus.
Analisando-se a literatura acerca da história do casamento nas
sociedades, observa-se que, pelo menos até o século XVII, a dimensão
da aliança sobrepôs-se à questão do amor e da sexualidade. O
casamento não consagrava um relacionamento amoroso, sem haver
uma consensualidade, escolha e paixão. Assim, o contexto do casamento
passou por diversas mudanças, até o século XVII, pois a questão do amor
e da sexualidade não eram considerados; todavia os homens envolviam-
se em ligações extraconjugais, inseridas em um contexto social mais
amplo. Posteriormente, a cultura amorosa incidida no relacionamento
conjugal, esse estabelecido ainda com reservas, pois jamais deixou de se
construir segundo uma lógica social que assinala a dessemelhança dos
papéis sociais do homem e da mulher. A moral sexual manifesta-se
diferentemente em relação aos gêneros, porquanto aceita,
indulgentemente, os excessos masculinos, e o amor edificou-se

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socialmente a partir da desigualdade estrutural dos lugares do homem e
da mulher.

1.1 Algumas considerações sobre o interdito ao incesto nas


sociedades totêmicas
Se Deus, em “seu” céu, é pai governando o “seu” povo, então é
parte da “natureza” das coisas e está de acordo com o plano
divino e com a ordem do universo que a sociedade seja
dominada pelo masculino. Dentro deste contexto, ocorre uma
mistificação dos papéis: o marido que domina a esposa
representa o “próprio” Deus.
MARY DALY, Beyond God the Father
A psicanálise de seres humanos individuais, contudo, nos ensina
com uma insistência bastante especial que o deus de cada um
deles é formado à semelhança de seu pai, que sua relação pessoal
com Deus depende de sua relação com seu pai carnal, oscilando
e se modificando com essa relação, e que, no fundo, Deus nada
mais é do que um pai elevado.
SIGMUND FREUD, Totem e tabu

Destruição do pai, Louise Bourgeois, 1974

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Freud (2012), a partir do mito do pai da horda primitiva,
destacado em sua narrativa intitulada “Totem e tabu” elucidou a
determinação em todas as civilizações de um masculino e um feminino,
designados respectivamente pela busca ou pela passividade frente ao
poder. Como base para uma maior compreensão da temática em
questão, o autor toma como exemplificação, os aborígenes australianos,
a que foram descritos pelos etnógrafos, como as tribos "mais atrasadas
e miseráveis", mas, não tão distantes de nós, haja visto que a Austrália –
continente onde se encontra a tribos desses povos – é considerado o
mais novo entre os continentes.
De acordo com Freud (2012, p. 18-19),
Os aborígenes da Austrália são vistos como uma raça particular,
sem parentesco físico nem linguístico com seus vizinhos mais
próximos, os povos melanésios, polinésios e malaios. Eles não
constroem casas nem palhoças permanentes, não trabalham o
solo, não criam animais domésticos, exceto o cão, e não
conhecem nem mesmo a arte da cerâmica. Alimentam-se quase
exclusivamente da carne dos animais que abatem e das raízes
que desenterram. Eles desconhecem reis ou chefes, a assembleia
dos homens maduros decide sobre as questões comuns. Traços
de religião, na forma de adoração de seres superiores,
dificilmente lhes podem ser atribuídos. (FREUD, 2012 p. 18-19).

No que tange à sua vida sexual dos aborígenes australianos, Freud


(2012), ainda menciona que não se verifica uma demasiada limitação
acerca de seus instintos sexuais, não havendo, portanto, qualquer
princípio de cunho moral. No entanto, verifica-se que eles estabelecem
para si próprios, com uma maior minúcia e o mais severo rigor, o
propósito de evitar relações sexuais incestuosas. Logo, toda a sua
organização sexual parece visar esse intuito, a estar relacionada com a
sua consecução.
É importante destacar que pela inexistência de instituições
religiosas e sociais mais "avançadas", o "totemismo" se firma como
referencial maior para toda a vida do indivíduo. Consoante a assertiva
do autor em questão, Lévi-Strauss (1989), em seu esteio, ressalta que o
totemismo é definível como uma instituição não autônoma, constituída

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por caracteres intrínsecos, assim este corresponde a algumas
modalidades arbitrariamente isoladas de um sistema de cunho formal.
No que se refere ao totem, as tribos nas quais vige o sistema
totêmico, subdividem-se em grupos menores, ou clãs, segundo seu
totem específico – que pode ser um animal, um vegetal ou um fenômeno
natural –, que se constitui conforme Freud (2012, p.19-20) “o ancestral
comum do clã, mas também seu espírito protetor e auxiliador, que lhe
envia oráculos” assim como, reconhece seus próprios filhos, poupando-
os.
Ao se referir a importância do totem para os aborígenes
australianos, Freud (2012, p. 20), narra:
Os membros do clã, por sua vez, acham-se na obrigação, sagrada
e portadora de punição automática, de não matar (destruir) seu
totem e abster-se de sua carne (ou dele usufruir de outro modo).
O caráter do totem não é inerente a um só animal ou ser
individual, mas a todos da espécie. [...] O totem é transmitido
hereditariamente, por linha materna ou paterna. [...] A relação
com o totem é o fundamento de todas as obrigações sociais para
um australiano; ela se sobrepõe ao fato de pertencer a uma tribo,
por um lado, e ao parentesco sanguíneo, por outro lado. (FREUD,
2012, p.20).
É importante mencionar que tais povos não se dividem
territorialmente por totens. Distribuem-se por diferentes localidades e
vivem pacificamente, lado a lado, com membros de outros clãs
totêmicos.
Ainda em sua narrativa acerca do sistema totêmico, Freud (2012),
narra que neste, uma lei é predominante, sendo esta, a que proíbe
relações sexuais entre pessoas do mesmo totem e, consequentemente,
contra o seu casamento. É a exogamia, notável por sua severa
obrigatoriedade, sendo sua violação punida com a morte; uma vez que
são hereditários não mutáveis pelo casamento, fica fácil compreender as
consequências dessa proibição no que Freud (2012, p.24) narra:
Se um homem pertence a um clã que tem o totem Canguru,
digamos, e se casa com uma mulher do totem Emu, então os
filhos, homens e mulheres, são todos Emu. As regras do totem
fazem com que seja impossível, para um filho homem desse

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casamento, a relação incestuosa com a mãe ou as irmãs, que são
Emu, como ele. (FREUD, 2012, p.24).

Com isto, pode-se depreender que todos os descendentes de um


mesmo totem são parentes consanguíneos, formando uma grande
família, onde, o mais distante grau de parentesco é visto como
impedimento às relações sexuais, duradouras ou passageiras, ou seja,
substituem o parentesco consanguíneo real pelo parentesco totêmico.
Apesar disso, vale ressaltar que entre os costumes dos australianos, se
permite em determinados momentos de festejos, a quebra dos direitos
conjugais do homem sobre sua mulher.
Ao observar as peculiaridades inerentes aos aborígenes
australianos, o antropólogo e etnólogo norte-americano L. H. Morgan,
citado por Freud (2012), em sua narrativa, denominou seu sistema de
parentesco como: sistema classificatório de parentesco, fundamentado
mais em relacionamentos sociais do que físicos.
Conforme Freud (2012), durante muito tempo predominou o
matrimônio grupal e, depois do seu desaparecimento, restaram ainda
traços definidos tanto na linguagem quanto nos costumes. Além das
instituições, temos de acrescentar-lhes um certo número de "costumes"
que regulam as relações dos indivíduos com seus parentes próximos, em
nosso sentido do termo, costumes que são literalmente forçados com
severidade religiosa e cujo intuito não se pode ser posto em dúvida.
Esses costumes ou proibições costumeiras foram denominados de
"evitações". Não obstante é importante ressaltar que outros povos
contemporâneos aos aborígenes australianos, possuem proibições
restritivas que regulam e/ou definem as relações de parentesco. Todos
no intuito de evitar relações sexuais incestuosas, situação que chega a
um amedrontamento entre eles.
Para uma exemplificação acerca do que mencionamos acima,
elucidamos os povos nativos da Melanésia, mais especificamente na Ilha
dos Leprosos, uma das novas Hébridas. Quando o menino adquire uma
certa idade, deixa de morar em casa e se aloja no que se nomeia “clube”,
onde passa a comer e dormir regularmente, para que se evite o incesto
entre irmãos, assim tal impedimento que se inicia com a puberdade, é
retido durante toda a vida dos melanésios. Tal costume semelhante
predomina na Nova Caledônia, cujo qual, Freud (2012, p. 32) descreve:

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Quando o irmão e a irmã deparam um com o outro, ela foge para
os arbustos e ele passa adiante, sem voltar o rosto para ela.
[...]Em Novo Meclemburgo, o primo e a prima (embora não de
todo grau) são alvo dessas restrições, assim como o irmão e a
irmã. Não podem aproximar-se um do outro, dar-se as mãos,
presentear-se; mas podem falar um com o outro à distância de
alguns passos. A punição para o incesto com a irmã é a morte por
enforcamento. (FREUD, 2012, p.32).
Muitos outros exemplos poderiam ser citados aqui. No entanto,
sabe-se que o estudo mais detalhado e/ou mais preciso acerca
das relações de cunho incestuosas é recente.

Ao citar em sua narrativa as contribuições de Willhelm Wundt


para o entendimento da Volkerpsychologie que fora vertido por
“psicologia dos povos”, Freud (2012) elucida que a "força" da intrincada
rede de parentesco totêmico, o tabu – sendo este código de leis não
escrito mais antigo do homem – também vem corroborar todo um
sistema de proibições às quais esses povos estão sujeitos. Apesar destas
serem inteligíveis ou como Freud narra (p.55) “tolas e absurdas”, para
esses povos são consideradas como algo de seu cotidiano.
Segundo Freud (p.43) acerca do tabu:
Propriamente falando, o tabu abrange apenas a) o caráter
sagrado (ou impuro) de pessoas ou coisas, b) o tipo de proibição
que resulta desse caráter, e c) a santidade (ou impureza) que
resulta de uma violação da proibição. O contrário de tabu, na
Polinésia, é noa e formas afins, que significam ‘geral’ ou
‘comum’. […] (FREUD, 2012, p.43).

Inicialmente, acreditava-se que o próprio tabu violado se


vingava. Posteriormente, quando surgem as primeiras ideias e/ou
definições de deuses, espera-se que a penalidade proviesse do poder
divino.
O que mais impressiona é o fato dessas proibições serem aceitas
como algo natural entre tais indivíduos, embora se perceba que elas se
dirigem, principalmente, contra a liberdade de prazer, de movimento e
comunicação. A proposta de Freud (2012, p.47-48) diz:

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Por trás de todas essas proibições parece haver uma teoria, como
se fossem necessárias porque certas coisas e pessoas detêm uma
força perigosa que se transmite pelo contato com elas, quase
como um contágio. Também a quantidade dessa perigosa
característica entra em consideração. Uma coisa ou pessoa tem
mais dela do que outra, e o perigo varia conforme a diferença
entre as cargas. O mais singular é que quem chega a violar uma
proibição dessas adquire ele mesmo a característica do que é
proibido, como que assumindo toda a perigosa carga. Tal força é
inerente a todos os que são algo especial, como reis, sacerdotes,
recém-nascidos, a todas as condições excepcionais, como os
estados físicos da menstruação, da puberdade, do nascimento, a
tudo o que é inquietante, como a doença e a morte, e ao que a
eles se relaciona por força de contágio ou difusão. (FREUD, 2012,
p.47-48).

O homem pré-histórico, nas várias etapas de seu


desenvolvimento, é conhecido através de implementos inanimados que
restaram dele, através das informações sobre sua atitude de vida e
religião que chegaram, principalmente, por meio de tradição transmitida
pelos mitos, lendas e contos. Hoje ainda existem homens vivendo, no
início do século XXI, de forma bem próxima dos homens primitivos,
conforme registros de Muraro (1996), a quem, portanto, consideramos
como seus herdeiros e representantes diretos. Entre estes, destacamos
alguns grupos australianos, cujos quais, o lugar das instituições religiosas
e sociais que eles não têm é ocupado pelo sistema do totemismo, ou
seja, cada tribo é denominada conforme o totem.
Segundo o que narramos acerca do sistema totêmico, é
importante elucidar que a peculiaridade totêmica é inerente não apenas
a algum animal ou entidade individual, mas a todos os indivíduos de uma
determinada classe. Assim, as relações de um indivíduo com seu totem
– mais especificamente na conjuntura que se encontra os australianos,
grupos da Oceania e grande parte da África – é a base de todas as suas
obrigações sociais; esta sobrepõe-se à sua filiação tribal e às suas
relações consanguíneas.
Ao mencionar o antropólogo britânico Northcote W. Thomas,
Freud (2012), destaca que, enquanto o totem mantém uma relação
peculiar com todos aqueles que fazem parte de um determinado grupo,
que, como mencionei acima, devem preservar e não destruir o totem,

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evitando comer sua carne, seja ele uma planta ou animal, o tabu abrange
apenas o caráter sagrado de pessoas ou coisas e as espécies de
proibições que resultam desse caráter. Essas proibições, no entanto, vão
principalmente contra a liberdade de prazer e a de comunicação entre
esses grupos. O fato mais insólito parece ser que qualquer um que
transgrida uma das proibições, adquire ele mesmo, a característica de
ser proibido, como se toda a carga de poder tivesse sido transferida para
ele.
Aqueles portanto que discorrem acerca do problema do totem e
do tabu pela perspectiva da psicanálise, isto é, da investigação da
instância inconsciente do indivíduo, reconhecerá, após uma reflexão da
temática, que esses fenômenos estão longe de serem insólitos, pois há
pessoas que criaram para si mesmas proibições de tabus individuais
dessa mesma espécie e que lhes obedecem com rigor semelhante ao que
os homens selvagens ou em estado primário da evolução, obedecem e
aceitam os tabus de seu grupo, tribo ou sociedade.

2. O BANQUETE TOTÊMICO E SUAS INFERÊNCIAS COM A


TEMÁTICA DO DESEJO
Quem és? Perguntei ao desejo.
Respondeu: lava. Depois pó. Depois nada.
HILDA HILST, Da poesia

É importante elucidar que Freud (2012) narrara acerca das


contribuições do escocês J. Ferguson McLennan, que pela primeira, em
1869 discorreu acerca do fenômeno do totemismo, até então encarado
como curiosidade, dando expressão à suspeita de que um grande
número de costumes e práticas comuns em várias sociedades antigas e
modernas devam ser explicadas como remanescentes de um período
totêmico. Assim, a partir de então, a ciência aceitou inteiramente essa
avaliação do totemismo. Em uma das afirmações sobre o totemismo,
Freud menciona uma citação realizada pelo psicólogo alemão Wilhelm
Wundt que diz:
“Tudo isso considerado, é grande a probabilidade de que a
cultura totêmica tenha sido, em toda parte, um estágio
preliminar dos desenvolvimentos posteriores e uma fase de

19
transição entre o estado do homem primitivo e a era dos deuses
e heróis”. (Apud, FREUD, 2012, p.156).

Freud (2012) ao narrar em “Totem e tabu” acerca do mito da


horda primitiva ou primeva, ressalta que este se refere a um período em
que os indivíduos caminhavam sobre a terra em hordas compostas por
um macho, fêmeas, e outros a elas igualados pela submissão, crianças
de ambos os sexos, que passavam os dias em coletas e a ajudar no abate
de pequenos animais. Quanto ao pai, a este cabia a segurança do grupo,
sua união. Em troca, ao pai, todos os prazeres, todos os corpos daqueles
que pudessem ser reconhecidos enquanto submissos, assim não se pode
aqui se referir apenas as mulheres, pois os indivíduos eram reconhecidos
enquanto submissos ou não.
Os submissos permaneceriam no grupo e aqueles que não se
submetessem à vontade da força da submissão que lhes era imposta,
fugiam do chefe antes que a ameaça se concretizasse. Formavam então
bandos a uma distância segura da horda sempre à espera da
oportunidade de tomar o lugar do chefe. Diante do ódio, das carências
que os consumia, a união do grupo foi estabelecida, mediante o
estabelecimento de vínculos homoeróticos dentro de uma norma
heterossexual, entre homens que sobre outros aspectos deveriam ser
compreendidos enquanto heterossexuais.
Certo dia, talvez por alguma mudança cultural – talvez o domínio
de alguma nova arma ou a força do grupo – proporcionou-lhes um senso
de força superior. Primitivos como eram, voltaram-se contra o Pai
primitivo ou primevo, o que fora sem dúvida, temido e invejado modelo
de cada um do grupo de irmãos, então, atacaram o pai da horda e, pelo
ato de devorá-lo, realizaram a identificação com ele.
Quando o corpo do pai caiu, mesmo os mais fracos não
contiveram o seu ódio, entre gritos saltaram sobre ele e, enquanto o
despedaçavam, as mulheres se aglomeravam em um local, perplexas,
em prantos, não pela violência desmedida, mas por não conseguirem
perceber um depois frente a ordem que findava, frente à morte do então
pai.
Logo, finalmente, com o corpo já desfigurado, os irmãos iniciaram
o banquete, comeram sua carne, beberam seu sangue como forma de
realizar a identificação com o pai, cada um buscando adquirir uma parte

20
de sua força, pois embora o odiassem pelo obstáculo tão formidável ao
seu anseio de poder e aos desejos sexuais, o admiravam e
inconscientemente o amavam. E naquela relação totêmica puseram em
prática os desejos de identificarem-se com ele, a buscar pelo poder, o
desejo de cada um de assumir seu lugar frente ao grupo, no entanto,
diante do corpo mudo, restou o vazio e a lei, deste agora morto, agora
pai de filhos ávidos de dor.
Na horda primitiva, de acordo com Freud (2012, p.218-220), os
filhos:
Eles odiavam o pai, que constituía forte obstáculo a sua
necessidade de poder e suas reivindicações sexuais, mas
também o amavam e o admiravam. [...] A necessidade sexual não
une os homens, ela os divide. Os irmãos haviam se aliado para
vencer o pai, mas eram rivais uns dos outros no tocante às
mulheres. Cada um desejaria, como o pai, tê-las todas para si, e
na luta de todos contra todos a nova organização sucumbiria.
Nenhum era tão mais forte que os outros, de modo a poder
assumir o papel do pai. Assim, os irmãos não tiveram alternativa,
querendo viver juntos, senão — talvez após superarem graves
incidentes — instituir a proibição do incesto, com que
renunciavam simultaneamente às mulheres que desejavam,
pelas quais haviam, antes de tudo, eliminado o pai. Assim
salvaram a organização, que os havia fortalecido e que pode ter
se baseado nos sentimentos e atividades homossexuais que
teriam surgido entre eles no tempo da expulsão. (FREUD, 2012,
p.218-220).
Para os filhos que conseguiam escapar da cólera do pai, tudo o
que restava era o conforto de seus iguais; o ódio os unia, os identificava,
permitia o estabelecimento de desejos3 homoeróticos em homens que
sob todos os aspectos eram homens heterossexuais, afinal, o principal
motivo que os levou a investir contra o pai foi o desejo pelas mulheres.

3 O desejo nasce da defasagem entre a necessidade e a demanda; é irredutível à


necessidade, porque não é o seu fundamento relação com o objeto real, independente do
sujeito, mas com a fantasia; é irredutível à demanda na medida em que procura impor-se
sem levar em conta a linguagem e o inconsciente do outro, e exige absolutamente ser
reconhecido por ele (LAPLANCHE, 1988, p.114).

21
Observa-se então que o importante é o estabelecimento de esforços
para vivificar estes desejos, independente do sexo dos indivíduos.
Isto é, diferentemente, do que é possível encontrar em quase
todos os grupos totêmicos, que têm uma determinação expressa (lei)
contra as relações sexuais entre pessoas do mesmo totem e,
consequentemente, contra o seu casamento, ou seja, da exogamia, uma
instituição relacionada com o totemismo. Esta proibição é notável por
sua severa obrigatoriedade. A violação da proibição não é deixada ao
que se poderia chamar de punição automática das partes culpadas, é
vingada de maneira enérgica por todo o clã, como forma de impedir um
perigo que ameaça toda a comunidade.
Como mencionamos anteriormente, entre os aborígenes da
Austrália, a penalidade comum para as relações sexuais com pessoa
proibida é a morte. O homem é morto por seus irmãos de clã, assim
como a mulher, na qual foi exemplificada pela tribo, Ta-ta-thi, da nova
Gales do Sul, “nos raros casos” em que ocorre, o homem é morto,
enquanto a mulher é espancada ou perfurada por lanças ou ambas as
coisas, até ficar “quase morta”. Estes fatos são mencionados J.G. Frazer
em seu livro Totemismo e exogamia publicado em 1910 e citado em uma
nota na narrativa de Freud.
Pouco a pouco, com a evolução das sociedades, o tabu – tudo
indica –, vai adquirindo "base própria" e passa a se confundir com
normas, costumes e tradições, com características bem distintas das
apresentadas pelas sociedades primitivas. A própria conceituação de
incesto, também defendida como uma proibição nas sociedades
contemporâneas, já é vista com mais flexibilidade, sem,
necessariamente, levar o indivíduo à morte.
Na opinião de Muraro (2000, p.28), “o mito está para o coletivo
como o sonho para o indivíduo”. No sonho, toma-se contato com os
impulsos mais profundos; assim também no mito, eles aparecem
concretizados e exorcizados. Não se teria sobrevivido sem a esperança
que os mitos trazem. Onde quer que sejam colocados, eles serão o
princípio organizados da nossa relação do ser humano com a realidade
e, em última instância; com o próprio ser. Os mitos de origem servem de
baliza; e os de destruição, de alerta. Logo como ressalta o semiólogo R.

22
Barthes (1957), o mito se refere a um sistema de comunicação, nele a
algo a ser dito
É ainda Muraro (2000, p.28) que diz sobre os mitos: “Eles são
fabricados por cada cultura de acordo com suas necessidades de
sobrevivência e definem as relações de poder entre os gêneros, entre os
grupos, e as do grupo com o meio ambiente”.
A sociedade estabelece mecanismos para a satisfação dos
desejos, no entanto, também cria padrões de conduta e/ou preconceitos
que vêm reprimir estes mesmos desejos. Assim, se fosse possível
observar o caminhar dos diversos povos, perceber-se-ia que a
"serpente" – animal caraterizado pelo cristianismo para definir o pecado
– parece estar sempre presente, a direcionar prazeres substitutos.
Afinal, o que fazer com o desejo?
Conforme Marcuse (1996, p.34), o desejo, tal como foi
primitivamente sentido e vivenciado, tinha força destrutiva derivada do
fato de que os indivíduos lutavam por uma gratificação, como um fim em
si mesmo, a qualquer momento. Era o inconsciente dirigido pelo
princípio do prazer, compreendeu “os mais remotos processos
primários, resíduos de uma fase de desenvolvimento em que eles eram
a única espécie de processos mentais”. Perseguiam unicamente
qualquer operação que pudesse satisfazer o desejo, o prazer, evitando
qualquer operação que dessem origem à sensação de desprazer.
O desejo, na opinião de Novaes (1990, p.11), é “um estado de
perturbação provocado pela imagem delirante”. Apesar disso, uma força
estranha conduz o espírito a desafiar o obscuro, o dissimulado e o
ausente. O desejo é parte desse percurso do pensamento que procura,
com “os sentidos da paixão e o olhar”, apreender aquilo que escapa: da
mesma maneira que o olhar, o desejo fascina, quer dizer, “faz brilhar o
fogo escondido”.
É importante mencionar que, os desejos mantêm-se de imagens,
caminham em direção ao imaginário como se trafegassem por entre a
“representação que os reduz e a tendência da qual eles emanam”, na
concepção de Alquié (In Novaes,1990,p.12).É muito possível que o
desejo, cuja mística parece tomar conta da ideologia contemporânea,
seja uma noção privilegiada para capturar o advento do mundo

23
desencantado, particularmente quando se acompanha sua mutação,
passando de conceito metafísico a conceito psicológico. De
interpretante das estruturas e dos acontecimentos cósmicos-teológicos,
o desejo passou a significante das aspirações e significações
inconscientes da psique humana. “O desejo – era platônico-
mimesisaristotélico, simpatia-antipatia renascentista – deixou de ser o
motor móvel do universo para recolher-se no universo da alma, simples
paixão humana” (Chauí, In NOVAES, 1990, p.22).
Descartes (1962), elucida que inúmeros são os significados
atribuídos ao desejo, associado a diferentes formas de exprimir
sentimentos e sensações. Assim há tantos desejos quantas espécies de
amor e ódio, porém os mais consideráveis e os mais fortes são os que
incidem do agrado e do horror. O agrado foi instituído pela natureza para
representar o prazer do que agrada como o maior de todos os bens
pertencentes ao homem e que o faz desejar ardentemente este prazer,
e este é proveniente das perfeições que o ser humano imagina na pessoa
que julga capaz de tornar-se um outro com ele mesmo: ser divino ou
humano.
Quando Freud elabora a teoria do desejo, a partir de sua obra
intitulada “A interpretação dos sonhos”, e enlaça desejo e memória,
afirma que a ligação mnésica que estabelece com uma certa percepção
faz com que o ser humano procure restabelecer à situação primeira da
satisfação, a esse movimento chamou-se desejo. O desejo busca realizar-
se pela reprodução das percepções antigas nas percepções presentes
que se tornam, pela variada substituição, pela via da substituição, sinais
precários de sua satisfação. Iniciado a partir de uma perda do objeto
proibido pela censura (instância simbólica ou lei), o desejo é a busca
indefinidamente repetida dessa perda que não cessa de se presentificar
por outros objetos sob aspectos diferentes (aparentemente não
reconhecíveis), procurando burlar a censura imposta a aquele que
deseja e ao que é desejado, poder que dispõe graças à potência
significante do corpo. O desejo, portanto, não se confunde com a
necessidade sempre dirigida a algo presente, destinados a ser suprimido
pela utilização do que lhes traz satisfação.
Seja como reconhecimento, seja como desejo de plenitude, o
desejo institui o campo das relações subjetivas e só se efetua pela

24
mediação de outra subjetividade. Muitas foram as teorias e conceitos
construídos, debatidos ou aceitos ao longo dos séculos pelos filósofos da
antiguidade, pela metafísica até chegar nos primeiros filósofos
modernos; entretanto seja qual for a solução encontrada, um ponto será
comum a todos os filósofos: “o laço prendendo o desejo `a imaginação”
(Chauí, In Novaes, 1990, p.46). Com efeito, o campo privilegiado das
relações entre “a alma e o corpo é aquele onde ambos operam com o
mesmo referencial” e esse é “o das imagens”, produzidos no corpo pela
ação de objetos exteriores (Chauí, In Novaes,1990, p.49). A imaginação
é esse lugar enigmático onde transcorrem a passividade e a atividade. É
na e pela imaginação que o desejo realizará seus movimentos,
prendendo o corpo à sua alma e a alma de seu corpo. Enlaçado nas
imagens, o desejo enlaça o nosso ser a exterioridade, carregando-a para
nossa interioridade e simultaneamente enlaça o interior ao exterior,
impregnando o exterior com as emoções e sentimentos: amáveis ou
odiosos, desejáveis ou indesejáveis, fontes de alegria, tristeza,
esperança ou medo (Chauí, In Novaes, 1990, p.51-57).
Não obstante, a modernidade desata os laços que prendiam o
desejo a astrologia, a retórica, a filosofia, a ética e a medicina dos
temperamentos e caracteres, a metafísica aristotélica ou neoplatônica:
“o desejo é manifestação consciente. Causa eficiente que pode ser
determinada do exterior da paixão, e do interior da ação. O desejo é
sempre conatus, esforço de preservação da existência” Spinoza (In
Novaes, 1990, p. 61).
O desejo existia no mundo fascinado e se exprimia num oxímoro:
“a amarga doçura do amor ou a amiga inimizada do desejo, a
impossibilidade de, ao fim e ao cabo, determinar o seu objeto” (Chauí In
Novaes, 1990, p.26). Seguindo a trilha do desencantamento do mundo,
foi a tendência de pensamento que iria tornar-se hegemônica e que
passaria a se definir por modernidade. Se o desejo é “paradigmático”
dessa mutação é porque, com ele, é possível ver a passagem de “um
pensamento que começava nas coisas e terminava em nós e um
pensamento que começa em nós e, através de nós, chega até as coisas”
(Chauí In Novaes,1990, p.64). Em outras palavras, a interiorização do
desejo deixa de ser uma força cósmica, organizadora do mundo, para
fazer-se o princípio da realidade que supera o desejo e o princípio do

25
prazer, substituindo-o por outras formas de compensações ou
substituidoras.

3. O MITO CIENTÍFICO DO TOTEM E TABU E O LUGAR DO


MASCULINO E FEMININO
No que tange o estabelecimento do princípio da realidade,
Marcuse (1999), ressalta que, o ser humano esforça-se para atingir “o
possível, o que é útil” e o que pode ser obtido sem prejuízo para si
próprio, como sujeito consciente. Apenas um modo de atividade mental
é separado da organização então imposta e conserva-se livre do domínio
do princípio da realidade: é a fantasia, que, protegida das alteridades
culturais, mantém-se vinculado ao prazer e ao desejo. Em tudo mais, o
aparelho mental está subordinado ao princípio da realidade. Contudo,
tanto os desejos do ser humano como a sua alteração da realidade
deixam de pertencer ao próprio sujeito; e passam a ser organizados pela
sociedade. A substituição do princípio do prazer pelo princípio da
realidade é o grande acontecimento traumático no desenvolvimento do
homem.
Iniciando com o complexo de Édipo e contraído quando o pai da
horda primitiva é assassinado pelos filhos exilados – que satisfazem seus
instintos agressivos – o remorso surge como uma "consequência
natural" do amor que sentem pelo pai, um sentimento de culpa, que
coincidia com o remorso sentido por todo o grupo.
Entre as diferentes abordagens, podemos destacar a de Freud,
cuja teoria do desejo relaciona a interpretação da mitologia com os
mecanismos do sonho. Assim é que o desvendamento do mito de Édipo,
na perspectiva de Jocasta, bem como na análise freudiana sobre a
sensualidade feminina, constitui objeto de aprofundamento do
problema da identidade, tendo como referência a relação mãe-filho.
Édipo matou o seu próprio pai e desposou a mãe. O fascínio contínuo
dessa temática explicou a Freud, por meio da tese o feito de Édipo, era
o desejo reprimido e inconsciente dos processos psíquicos infantis, cujos
impulsos sexuais voltam-se para o lado parental do outro sexo.
É importante destacar que, o mito de Édipo, de acordo com
Slavutzky (1983), é a exteriorização de um conjunto organizado de

26
desejos amorosos e hostis que o jovem alimentou com relação ao pai,
levando-o ao desejo da morte do seu rival devido ao amor pela mãe. Em
sua forma negativa, seria a identificação com o sexo oposto e amor do
progenitor do mesmo sexo.
Diante do desejo, só resta a realização e, se um outro te condena,
coma-o com os olhos antes de apagar a luz. É necessário fazer dos olhos
o primeiro instrumento capaz de trazer prazer antes que a culpa chegue,
e que não importe para onde olhar, simplesmente olhar em busca de um
desejo, como partes autônomas de um corpo de pecado.
Em outras palavras, os olhos de um homem só devem ser
dirigidos a uma mulher4 – "mencionando" as sociedades
contemporâneas – para ela todos os olhares, dela todos os encantos,
assim segue o movimento dos prazeres substitutos em busca da
satisfação do desejo dentro de uma norma heterossexual, a ser seguida
por homens e mulheres. Desde um Édipo, busca-se a satisfação dos
desejos dentro desta norma heterossexual, a partir das imagens de
masculino e feminino de cada um de seus personagens, embora sujeito
a adequações a depender do contexto sociocultural. Logo, decorre a
vida, enquanto homens e mulheres, a buscar a satisfação desses desejos.

CONSIDERAÇÕES FINAIS

Freud atribui o sentimento de culpa que o homem carrega


consigo como algo bastante relevante no desenvolvimento da
civilização. Assim uma pré-história do sentimento de culpa tem sua
gênese quando o pai da horda foi morto pelos próprios filhos que
satisfizeram seus instintos na busca de satisfazer desejos, porém
ressaltamos que o amor que tais filhos sentiam pelo pai fez com que
houvesse demasiados remorsos, quando restrições impediram a
repetição do feito. Embora, abstendo-se deste, é importante elucidar
que o impulso agressivo revive a cada geração, que tem de ser inibido
e, toda renúncia converte-se numa fonte de consciência.

4 A história registra em algumas épocas a existência do casamento poligâmico.

27
Por consequência, num sentido estrito, a civilização só começa no
clã dos irmãos, quando os tabus, agora auto impostos pelos irmãos
governantes, incidem a repressão no interesse comum de conservação
do grupo como um todo. É o evento psicológico decisivo que separa o
clã dos irmãos da horda primeva, isto é, a civilização, pressupõe o
sentimento de culpa, que introjeta nos indivíduos e, portanto, sustenta
as principais proibições, restrições e dilações na gratificação, dos quais a
civilização depende.
Consoante através do mito do Totem e Tabu é possível perceber
que a ideia defendida por Freud é a de que a civilização surge como uma
contradição aos instintos primários e ao princípio do prazer inerentes ao
homem, pois falar de civilização supõe a existência de uma cultura
criadora de mecanismos de repressão ao próprio homem. Nesse sentido,
os impulsos animais "assumem" características humanas sob uma
influência social. E essa transformação foi descrita por ele como
transformação do princípio do prazer em princípio de realidade.
Consciente da necessidade de satisfação de seus desejos, agora
aumentados e estimulados pela própria sociedade, o homem busca o
que lhe é preciso e urgente: sua própria sobrevivência. E essa
possibilidade se encontra no aparelho cultural criado por ele mesmo.
A cultura compreende as regras ou normas da vida social. Assim,
uma sociedade existe somente na medida em que as pessoas agem de
maneira ordenada, de acordo com regras implícitas ou explicitamente
reconhecidas.
Em suma ressaltamos que, a constante "luta" entre o princípio do
prazer e o princípio de realidade constitui a "base dinâmica" de todo
aparelho psíquico, e o papel predominante da sexualidade tem raízes na
própria natureza do aparelho psíquico. Nesse contexto, segundo Freud,
se os processos mentais primários são dirigidos pelo princípio de prazer,
então aquele instinto, ao atuar sob esse princípio, sustenta a própria
vida, deve ser o instinto da vida. O princípio da realidade seria a "luta"
do ser humano pela sobrevivência em sociedade. Para isso, ele deve
adequar-se a padrões, normas de conduta, papéis específicos e status
correspondentes e, quando não situado neste contexto, sofre sanções
da própria sociedade.

28
Com a progressão da pré-história rumo ao presente, as bases
naturais da sexualidade humana parecem ter se tornado muito
estereotipadas pela cultura, estar a definir e redefinir o masculino e o
feminino em todos os povos, em todas as épocas, construindo verdades
necessárias para o estabelecimento de uma ordem, o reconhecimento
do poder de um gênero sobre o outro, a objetificar diferenças, a
sobrepor-se ao biológico.

REFERÊNCIAS

DESCARTES. R. Tratado das paixões da alma. São Paulo: Difel, 1962.


FREUD, Sigmund. (2012). Totem e tabu. In S. Freud, Obras Completas
Sigmund Freud (P. C. L. Souza, trad., Vol. 11, pp. 13- 244). São Paulo, SP:
Companhia das Letras. (Trabalho original publicado em 1913).
LAPLANCHE, Jean. Vocabulário da psicanálise. Trad. Pedro Tament. 3.ed.
São Paulo: Martins Fontes, 1998.
LÉVI-STRAUSS, Claude. O pensamento selvagem. São Paulo: Papirus,
1989.
MARCUSE, Herbert. Eros e civilização. Rio de Janeiro: LTC, 1999.
MURARO, Rose Marie. Textos da fogueira. Brasília: Letraviva, 2000.
_______. Os seis meses em que fui homem .6. ed. Rio de Janeiro: Rosa
dos Tempos, 1990.
NOVAES, Adauto (Org.). O Desejo. 5ª impressão. São Paulo: Companhia
Das Letras, 1990.
BARTHES, Roland. Mitologias. Rio de Janeiro: Difel, 1957.
SLAVUTZKY, A. Psicanálise e cultura. Petrópolis: Vozes, 1983.

29
30
31
32
Alana Vivian Almeida Loiola1
Michele de Jesus Queiroz dos Santos de Moraes 2

1 INTRODUÇÃO

O presente artigo tem como proposta inicial compreender a luz


da Teoria Psicanalítica os laços afetivos entre membros da massa
religiosa. Tomamos como ponto inicial a obra de Sigmund Freud mais
relevante sobre o assunto, Psicologia das Massas e Análise do Eu, de
1921. A massa psicológica, analisada através da construção de vínculos,
salta aos olhos as peculiaridades e individualidades que constituem o
homem. Portanto, ao olharmos a massa, vê-se a partir dela os laços
afetivos construídos para que tal se constitua e torne-se forte, mantendo
assim ligações que caracterizam seu discurso.
Ao analisarmos a massa psicológica, a partir do pressuposto
freudiano, lançamos nossa atenção, em especial, para massa religiosa.
Esta que é construída constantemente na civilização e perpetua na
cultura da mesma. No que diz respeito a essa massa, nos causa forte

1
Graduada em Psicologia pelo Centro Universitário Estácio do Ceará. Membro do
Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas de Centro Universitário Estácio do Ceará (LAPP).
2
Graduada em Psicologia pelo Centro Universitário Estácio do Ceará.

33
curiosidade sua grande influência sobre a civilização e a cultura ocidental
atual, desde os tempos mais remotos. Pois, através desta, constrói-se
laços afetivos, costumes, discursos e sentimentos para que se estabeleça
em sociedade.
A massa religiosa, por seu tempo de estabelecimento na
sociedade e sua influência sobre as relações, provém de uma
necessidade humana por pertencimento, sobre a qual irão ser
transferidos afetos que são vistos na construção da personalidade. Ou
seja, na construção enquanto sujeito, bem como a psicanálise afirma, o
indivíduo atravessa um caminho onde mãe e pai – ou figuras que
representem esses papéis – serão suas fontes de afeto e modelo para a
construção de sua personalidade. Nesta relação tríade, a disputa pelo
amor da mãe dará a essa criança um sentimento ambivalente em relação
ao pai, o chamado Complexo de Édipo.
No entanto, como o fundador da psicanálise afirma, o Complexo
de Édipo é um dos mitos através do qual poderíamos compreender a
construção da personalidade do homem. Assim, apresentamos o Mito
da Horda Primeva, citado pelo mesmo em sua obra Totem e Tabu, de
1912-1913, em que essa disputa com o pai pelo amor materno existe
desde o homem mais primitivo, no qual o filho toma esse pai como
modelo, mas também como impedidor da realização da pulsão. Diante
disso, temos a noção de que esses mitos da construção da subjetividade
e da individualidade mais genuína do homem se apresentarão
transfigurada nas relações da massa religiosa, tanto com o líder, o pai,
bem como os demais fiéis, irmãos.
Portanto, constatamos a necessidade de analisar a elaboração
das ligações afetivas dentro da massa religiosa, como essas ligações
mantêm-se e por qual razão se estabelecem e dá solidez a massa. Temos
como proposta analisar essas ligações e sua força através do mecanismo
da identificação, no qual compreendemos ser a chave para que tais
vínculos afetivos se formem, bem como relacionar com os mitos do
Complexo de Édipo e da Horda Primeva. Ainda, entender como a cultura
é influenciada pelo discurso da religião e o sentimento religioso formado
através das transferências e identificação do desamparo e culpa do
homem.
Nosso método de análise partiu dos clássicos freudianos e
autores contemporâneos, ou seja, de uma pesquisa bibliográfica.

34
2. UMA VISÃO GERAL DO CONCEITO DE MASSA
PSICOLÓGICA

A psicanálise deu surgimento a conceitos ainda poucos


discutidos na sociedade que então surgira, por volta do século XIX. Os
estudos sobre as coletividades, grupos e manifestações estavam no
campo das ciências sociais e antropológicas. No entanto, Freud se
debruça em sua obra de 1921 com firmeza e referências como Le Bon e
McDougall, discutindo a massa psicológica no âmbito da psicanálise,
onde veríamos, de forma pioneira, a psicologia que se dizia individual
sendo vista como uma massa (socialmente construída, portanto,
também do homem social), onde diversas individualidades estariam
unidas por um só objetivo.
Pensando em uma psicologia coletiva, Freud afirma que, para
compreendermos uma psicologia que se dirige às massas e grupos, deve
se observar “o ser individual como membro de uma tribo, um povo, uma
casta, uma classe, uma instituição, ou como parte de uma aglomeração”
(FREUD, 2012, p.15). Portanto, vale afirmar que a psicologia dita coletiva
ou das massas é de fato uma psicologia individual, pois passa a
compreender e observar o indivíduo em sua coletividade, lançando um
olhar sobre as singularidades envolvidas constituintes do que há de
único em cada ser, mas que também coexiste na relação com o que é
coletivo numa sociedade.
A massa psicológica vai além de uma aglomeração de pessoas,
isto é, um momento em que um número considerável de pessoas estar
unida em determinado lugar. Ir além é pensar no homem, com sua forte
necessidade de estar ligado a um grupo de pessoas através de suas
escolhas, motivações, papéis e objetivos a serem alcançados. A massa
psicológica tem profundezas nas quais o modo como se formam os
vínculos afetivos não são claros, pois sua formação possui instâncias
essenciais na qual a psicanálise irá observar e refletir sobre e como esta
ocorre. Para uma profunda compreensão sobre o homem e sua relação
com a massa psicológica, a priori é necessário permear sobre as duas
instâncias primordiais para a formação desta, a sugestionabilidade e a
libido, e as ligações afetivas, através da libido, irão dá solidez a massa e
o sentimento de pertencimento.

35
2.1 A Constituição da Massa Psicológica

Na obra Psicologia das massas e análise do Eu (2012), Freud


lança luz sobre o conceito de massa psicológica, tendo essa como
principal característica a possibilidade de unir pessoas distintas,
heterogêneas, ligando-as de forma homogênea, criando um novo ser
formado por pessoas que compartilham pensamentos, condutas e
discursos. Ou seja, membros que possuem um interesse em comum, que
manifestam características específicas, que individualmente são
reprimidas, constituindo uma formação de massa psicológica.
Freud dá um ponta pé, na tentativa de compreender quais e como
as forças psicológicas transformam os indivíduos inseridos na massa.
Aspectos, tais como a desindividuação, são experimentados na massa
em forma de uma possibilidade de poder invencível.
Outro aspecto relatado pelo autor é o contágio emocional
exercido pela influência entre os membros da massa, onde destaca que
o indivíduo renuncia seus desejos próprios perante o coletivo. Portanto,
na massa, o interesse pessoal tão rapidamente é posto de lado em prol
do bem coletivo, os sentimentos e comportamentos são
compartilhados, como em contágio, e influenciam a decisão individual
dos membros da massa.
A sugestionabilidade, conceito pelo qual lança a ideia de que todo
sujeito é sugestível à massa, outra característica experimentada pelos
indivíduos, e é influenciado por essa energia coletiva, ou ainda, o
encanto (grifo próprio) à massa, onde os sacrifícios pessoais são
enaltecidos e o amor ao próximo é a base para os maiores atos de
altruísmo ou de crueldade vivenciados na massa.
Freud (2012) frisa que a massa é altamente impulsiva,
influenciável, instável, livre de crítica e crédula, não há impossíveis para
suas expressões de destruição e brutalidade, onde impulsos dos mais
primitivos são facilmente experimentados. Seus discursos são
exagerados, desmedidos e intolerantes aos de fora dela. Têm em alto
valor as autoridades, por quem desejam ser governadas e dominadas.
Há também um forte teor de proteção e pertencimento quando a massa
se constitui pois, anteriormente, já se observou que o indivíduo sente a
necessidade de pertencer a algo, constituir-se enquanto sujeito social,

36
no qual Pedrossian (2008) afirma que o indivíduo sente que depende do
outro para se constituir.
Porém, se faz necessário questionar a formação da massa
psicológica, chamando a atenção, nesse presente texto, sobre a massa
religiosa, em especial as instituições religiosas que nutrem a crença no
formato pai-filho, Jesus Cristo. Portanto, Freud (2012) destrinchará a
formação da massa religiosa e como esta se constitui, em sua obra O
futuro de uma ilusão (2014), esta, por sua vez, irá delinear a real neurose
envolvida para essa necessidade humana de formação da massa: seu
pertencimento para com os membros e o líder, o pai, ou ainda, o ser
superior – Cristo.
Focamos, principalmente, na formação do discurso religioso
como propósito de alcançar um objetivo utópico, o de felicidade,
segundo Freud (2014). Isto é, o homem, ao matar seu pai-ideal, Cristo
crucificado através dos ditos pecadores, a culpa onde envolve o
assassinato do pai-ideal e a posteriori a formação religiosa, como forma
de investimento no pai morto. A identificação com o pai-ideal, e a ilusão
de encontro da felicidade, através da privação dos desejos, são assuntos
que discutiremos adiante.

2.2 O Mecanismo da Identificação

Ao referir-se à identificação como principal mecanismo para a


ligação libidinal, ou seja, “manifestação de uma ligação afetiva a uma
outra pessoa” (FREUD, 2012), fala-se de um processo psíquico que,
segundo (PEDROSSIAN, 2008, p. 2),“o indivíduo apreende os atributos de
outro e modifica-se, total ou parcialmente, conforme o modelo
introjetado” onde entende-se que o movimento de se identificar irá
direcionar o indivíduo a um modelo, este por sua vez, é visto como o
ideal, isto é, o modelo-ideal, Cristo.
No entanto, existe forte ambivalência em relação ao modelo.
Toma-se como exemplo a tríade do Complexo de Édipo, no qual o
menino tem a identificação com o pai, o modelo, e possui o investimento
objetal para com a mãe. Esse pai é, ao mesmo tempo, um impedidor da
realização do desejo do filho, investido na mãe, bem como há o desejo
de substituir esse pai-modelo. Encontra-se, assim, o impasse, como

37
também, vê-se a ambivalência em relação ao pai no qual o menino se
identifica.
Faz-se necessário estabelecer uma referência direta ao Totem e
Tabu (2013), no qual Freud delineia a formação primitiva dessa dinâmica
edípica, ou seja, o mito da Horda Primeva. Descrevendo, assim, o mito
do totem, em que o filho mata o pai para realizar os desejos com a mãe,
o objeto de investimento libidinal. O filho introjeta o pai, comendo-o,
como forma de se tornar esse modelo paterno.
Assim, vê-se que a identificação não é recente nos processos
identificatórios, presente na formação das neuroses. Desde o mito da
Horda Primeva a transferência dos sentimentos em relação ao pai para
o animal totêmico, como o substituto do pai, existe. Sentimentos estes
também manifestos na contemporaneidade, por meio da transferência
configurada na própria massa religiosa.
A refeição totêmica nada mais é que a realização dessa
identificação, feita através do canibalismo. Segundo Pedrossian (2008),
ao ingerir o pai morto, o filho assumiria as forças do pai e, ao mesmo
tempo, de forma paralela, construiria os sentimentos de ódio,
novamente a ambivalência afetiva, bem como a culpa, e as forças do pai
teriam maior potência com ele morto do que vivo.
Em posse deste conhecimento, de como e porque tais rituais são
celebrados, é quando lançamos olhar sobre a massa religiosa em seu
ritual de ingerir o corpo e sangue de Cristo, entendendo-o como uma
figuração em relação à refeição totêmica dos povos primitivos descritos
por Freud. A cena da consagração, da refeição religiosa de introjetar o
pai, ou seja, ingeri-lo, compreende-se como uma forma de culpa
presente nesse tipo de massa, isto é, de transfiguração da cena totêmica
onde os filhos matam o pai e se culpabilizam por sua morte, porém,
contendo-se presente adoração ao modelo-Cristo, bem como, de tornar-
se esse modelo sagrado e santo. Portanto, é possível observar a mesma
experiência de ambivalência afetuosa experimentada pelos filhos da
horda primeva.
Diante disso, observamos que o rito da ceia celebrada pelas
religiões que compartilham da crença em Cristo, mantém essa prática de
identificação com o modelo-ideal. Ao comer o pão, ou hóstia sagrada, e
beber o vinho, os fiéis introjetam Cristo, de modo simbólico, em busca
de estabelecer uma identificação, ao mesmo tempo em que se ligam uns

38
com os outros, afinal chamam-se de irmãos. Assim como o filho deseja
identificar-se com o pai, no mito descrito pelo autor, os membros da
massa religiosa intentam ser semelhantes ao modelo-ideal, Cristo.
Portanto, a formação da religião como um sistema social também é uma
forma de totemismo.
A massa religiosa, por sua vez, assim como se configura a
formação da massa psicológica, possui sua dinâmica e seus rituais
próprios. Contudo, as identificações serão o caminho para uma
compreensão profunda sobre a coesão dos membros da massa e sua
adoração ao líder, Cristo, como modelo a ser seguido. Portanto,
podemos compreender que através da identificação “são estabelecidos
laços emocionais com outras pessoas, e, como vimos, ela desempenha
um papel na história primitiva do complexo de Édipo” (PEDROSSIAN,
2008, p.7).

2.2.1 A Ligação Libidinal – O amor na massa

Ao tentarmos compreender a ligação libidinal, faz-se necessário


olharmos para a libido como a energia que movimenta o homem, que o
impulsiona para a realização de seus desejos, desde os primórdios. Essa
energia se direciona a um objeto de atração sexual. O conceito possui
duas direções que se contrapõe, ou seja, a libido do EU e os instintos
sexuais, no qual a energia da atração libidinal do EU está relacionada à
energia de amor, como cita Freud em a Teoria da Libido (1923). Portanto,
diferencia-se de instintos sexuais do organismo onde visam à auto
conservação.
A energia libidinal é o mecanismo que movimenta o homem, “o
mundo é movimentado ‘pela fome e pelo amor’” (FREUD, 2012, p.303),
no qual compreendemos que na massa, no que diz respeito às ligações
afetivas, possui uma energia libidinal que se transfigura em amor – para
os fiéis da religião, o amor a Cristo e ao próximo. Mas, de antemão, vale
afirmar que, aos olhos da psicanálise, tais ligações necessitam de uma
observação mais clínica, onde os mecanismos das relações se tornam
analisáveis.
Quando se pensa na forma na qual a massa se funde, isto é, seus
membros mantendo-se unidos e venerando seu líder, entende-se que há
uma forte ligação libidinal que é fundada na identificação. É possível

39
compreender que é a libido que fundamenta todas as relações na massa
para, assim, se tornarem coesas, tornando-se constituída como se vê.
Socialmente falando, nos referimos a um leque de grupos que
existem nas massas, isto é, que o movimento das relações que a massa
possui, se configura como dinâmicas que são transferências da relação
construída na infância, ou ainda ao complexo de castração para a
formação da neurose. Pode-se destacar, como afirma Freud (2014), que
a formação religiosa se configura como uma neurose obsessiva, esta, por
sua vez, é formada, primordialmente, pelo desamparo e a culpa da
repressão dos desejos, bem como afirma Maciel (2007, p.69) “a morte
sacrificial de Cristo seria uma reparação em virtude do mal praticado
diante do Deus-Pai”, no qual seus fiéis buscam reparar a morte do pai
morto, onde, ainda pode-se observar a culpa que é característica típica
da neurose obsessiva, e a busca por reparação.
Falar em libido como motora das ligações afetivas, é falar de
amor. Freud apresenta a ligação libidinal na massa como algo que
subsidia a sugestão mútua entre os indivíduos, membros da mesma
massa, onde condutas e comportamentos são perpetuados de pessoa a
pessoa, pois busca-se viver em harmonia a permanecer em discórdia.
Portanto, o auto sacrifício e a desindividualidade é
experienciada por aqueles que se identificam com a massa, percebendo
nela um meio para se chegar à vivência de amor. Quando Cristo, o líder
da massa religiosa, os chama para a comunhão, intensifica a premissa de
que ali encontrarão afeto e companheirismo, certo conforto e
segurança, entre os membros da massa.
Assim, compreende-se a libido como motora para a
constituição intensa e constante que rege a massa, fortalece formação
da massa religiosa, podendo, inclusive, afirmar que se torna
indestrutível, visto que, desde os tempos mais remotos até hoje, a
presente massa citada, a religião, dificilmente pode ser decomposta. As
relações, portanto, tornam-se coesas e fortemente transferenciais, isto
é, ao vermos a formação inicial da massa, entende-se a configuração
desta, semelhante ao Complexo de Édipo e o mito do totem, as
transferências na religião também se tornaram formas de ligação, bem
como o ideal de alcance da felicidade através da repressão dos desejos
que levam os membros a se unirem mais. A felicidade é um alento, pois

40
mais forte que a busca pelo prazer é o alívio da dor. O que leva a união
e a marca da culpa, do pecado, da morte do pai.

2.2.2 Religião e Cultura

A religião vem presente nos escritos de Freud desde 1907,


com Atos obsessivos e práticas religiosas, onde o mesmo já cita a religião
como uma forma delirante do homem para a privação de desejos
primitivos, no qual este “criaria para si uma realidade imaginária, e a
partir daí surgiria a ideia de ilusão, frente à realidade concreta”
(CECCARELLI; FRANCO, 2014, p.3). O autor faz essa analogia, por ora
intrigante, para compreendermos que o homem da massa religiosa “está
também sujeito aos conflitos, oriundos da luta que nele existe entre o
desejo e a interdição do desejo” (MACIEL; ROCHA, 2008, p.8). Pois esse
homem que priva seus desejos, interligado com o mito do totem e o
desamparo do complexo edípico, está em constante ilusão da
concretude real de sua vida, cometendo os atos religiosos ditos
obsessivos que, segundo Maciel e Rocha (2008), são uma forma de
defesa em relação a angústia.
No pensar profundo sobre a formação da religião, já antiga na
civilização, podemos compreender que esta parte de um desamparo do
homem sobre seus desejos reprimidos – uma situação infantil dos mitos
já citados – na qual a religião irá controlá-los justificando seu objetivo
civilizatório sob promessas de felicidade e uma vida santa.
Portanto, podemos afirmar que “a religião oferece, então, uma
contribuição poderosa para a civilização, porque controla as pulsões
destrutivas e antissociais” (CECCARELLI; FRANCO, 2014, p.4), na qual,
novamente, enxergamos sobre a ótica psicanalítica, a ilusão sobre o
pensar religioso, onde o discurso religioso caminha sobre um solo de
certezas não justificáveis, contrapondo-se com a ciência. Dando, assim,
uma nova realidade pautada na felicidade completa que a religião e seus
dogmas oferecerão ao homem.
Compreendemos, portanto, que a civilização, seduzida pelo
discurso religioso, vem se solidificando há séculos. As sociedades
observadas, por parte de cientistas e filósofos, são alvos de discursões,
ao longo dos séculos, porém, a distanciado que os observadores
dialogam com tal discurso é notória. Portanto, arriscamos afirmar que o
discurso religioso dá ao homem uma proteção, no qual este homem

41
desamparado tem o “desejo e necessidade infantis de proteção”
(CECCARELLI; FRANCO, 2014, p.5), onde este homem, sentindo-se
pertencente à massa religiosa, torna real seu sentimento de proteção,
com uma verdadeira lógica infantil.
Portanto, vê-se o discurso religioso como uma força cultural e
presente no caminhar da civilização de forma notória. A formação da
cultura nas civilizações recebeu forte influência do fenômeno religioso,
com todo seu discurso, segundo Maciel (2007), no qual banhou as
culturas ocidentais até os dias atuais, atravessando-as em diferentes
aspectos, isto é, estando fortemente presente na política. Podemos ter
como exemplo a Idade Média, na filosofia, com Kierkegaard e São Tomás
de Aquino. Assim, Freud observou que o homem estava sendo
sustentado pelo discurso da religião, onde a cultura estaria fortemente
ligada a costumes, moral religiosa e dogmas. O autor irá destacar a
formação desse discurso na cultura pelo mito do Totem e Tabu, como
afirma Maciel (2007).
Respaldamo-nos através dos mitos discutidos por Freud, que
sustentam a teoria da psicanálise e a origem das neuroses, para
compreendermos a cultura em que o homem vive e sobrevive sendo
constantemente atravessado pelo discurso ilusório da religião,
tomando-a, assim, como uma forma necessária para viver. No entanto,
não entendemos que se pode fazer uma interpretação reducionista do
fenômeno religioso sobre a cultura e a civilização humana, assim como
afirma Maciel (2007).
Chegamos à cultura e toda sua pluralidade atravessada pela
subjetividade do homem. Esta formação em que se encontra em
construção contínua, ou seja, em gerúndio, é a forma civilizatória que o
homem encontra para que suas formações de massas e suas identidades
sociais se estabeleçam. Assim destacamos Freud (2011), onde este
permeia sobre a construção da civilização do homem, presente já nos
povos primitivos. O autor apresenta que um dos primeiros modos de
cultura, em prol da civilização humana, foi a proibição do incesto, “tarefa
econômica de nossa vida” (FREUD, 2011, p. 59), e a construção dos
tabus.
Na descrição feita pelo autor em Totem e tabu (2012), sobre a
história dos povos primitivos onde os filhos matam o pai para obter livre
acesso aos seus desejos impedidos pelas proibições deste, ao realizarem

42
o ato de matar o pai, mais ainda se faz forte tais proibições. De forma
semelhante ocorre no discurso religioso, pois Cristo sacrificado nos
lembra de suas leis e reafirma o compromisso com suas palavras e
proibições. Por meio dos seus preceitos e dogmas estabelece uma série
de restrições, como na neurose obsessiva, e articula um conjunto de
ilusões, os quais são regidos pelos desejos e renega a realidade. Ilusões
estas exemplificadas pela possível punição sobre quem viola suas
proibições e sua descrição de vida após a morte. Em termos psicológicos,
são traduzidas por desejo de segurança e de um futuro menos incerto.
No que se refere ao discurso religioso, ou ainda, como bem
mencionamos, a massa religiosa e seus costumes enraizados, não se
fazem presentes na cultura apenas de forma superficial, atravessando
povos e tempos. A cultura religiosa, ou este discurso costurado na
cultura, na qual se pode destacar a cultura ocidental, onde o homem em
sua construção histórica e civilizatória é atravessado por um discurso
religioso, serviu como motor da economia, do poder e da própria cultura.
Portanto, vê-se que “a cultura, por meio de suas leis, regulamentos e
normas, tem interferido, historicamente, no mecanismo de formação de
aliança entre seus membros com vistas a manter a organização da
sociedade” (PEDROSSIAN, 2008, p.424). A religião, por sua vez,
permeará sobre as leis dos homens, essas construídas no saber científico
do direito, onde os dogmas religiosos interferem simbolicamente e
economicamente na organização do homem e da sociedade, por meio
de suas doutrinas, genuinamente tornando-se hábitos e, por vezes, até
mesmo modificando a organização cultural humana, que podemos
afirmar como sendo por ora delirantes, ou ainda uma forma de ilusão.
No entanto, vale ressaltar que, para Freud, ilusão não significaria algo
falso, como afirma Ceccareli; Franco (2014); porém, algo que é
constituído de base não racional, onde o surgimento tem origem “na
nostalgia do pai protetor” (FREUD, 1927, citado por (CECCARELLI;
FRANCO, 2014, p.3).
Debruçamo-nos sobre o aspecto do homem na construção do
discurso religioso, já entendendo a formação da massa religiosa a partir
das identificações, da desindividualização e da sugestionabilidade.
Compreendemos, de certo modo, uma ideal ilusória, ou porque
semelhante ao delírio, do homem sobre sua construção religiosa. De
acordo com que Freud (2014) ressalta fervorosamente, a religião é como
uma ilusão tanto por sua busca pela felicidade, através da inibição e

43
proibição da satisfação dos desejos, o que se faz contraditório, como
pelo mecanismo de identificação com o líder, que compreendemos ser
Cristo, e os demais membros, ditos irmãos em sua organização.
Portanto, essa religião tida como ilusão evidencia aspectos,
fantasiados pelo homem, de um ser Todo-poderoso capaz de aplacar o
sentimento de desamparo, que perseguem o homem desde sua infância,
a busca por amor e a necessidade de saber. Se ele não tem resposta para
tudo, segundo Freud, procura por respostas através da crença (ato
praticado desde os nossos antepassados), pois há um ser, maior no
universo, que as possui.

3 PROCEDIMENTOS METODOLÓGICOS

O presente texto tem como propósito explicar a


fundamentação e métodos utilizados para a construção deste artigo,
a fim de compreender o percurso para qual percorremos e
ferramentas utilizadas para se chegar aos objetivos. Como ponto de
partida, para embasamento do artigo, utilizamo-nos de determinados
estudos do autor Sigmund Freud, com as obras Psicologia das Massas
e Análise do Eu e o Totem e Tabu, bem como autores contemporâneos
como Karla Maciel, na tentativa de compreender e analisar como a
cultura e o discurso religioso atravessam a construção das ligações
afetivas, assim como a formação do discurso religioso na civilização.
Percebendo, pois, a partir do mito clássico descrito por Freud na obra
o Totem e Tabu, o mito da Horda Primordial, o desenrolar das relações
estabelecidas na massa religiosa. Apresentam-se, também, as
dificuldades teóricas em relação ao tema, a formação da massa
religiosa e seu discurso inserido na construção dos laços afetivos.
A presente pesquisa se deu de modo qualitativo, ou seja,
partindo-se da análise de fatos ou fenômenos sociais e as relações
humanas com determinado fenômeno, onde “opera uma
compreensão profunda de certos fenômenos sociais, apoiados no
pressuposto do aspecto subjetivo da ação social” (SANTOS et al, 2011,
p.8). Portanto, pesquisa qualitativa se faz de modo que se podem
analisar os diferentes modos das relações sociais e os aspectos mais
intrínsecos, como afirma Godoy (1995), mantendo sua fundamental
importância para os estudos do âmbito das ciências sociais. Sendo
assim, o presente artigo deu-se de tal modo, a fim de analisar os

44
objetivos propostos, na tentativa de fazer a interlocução do mito da
horda primeva e a construção dos laços afetivos na religião.
Para compreender tais fenômenos, partimos da pesquisa
bibliográfica, onde se buscou referenciais clássicos psicanalíticos,
através do autor Sigmund Freud, e também autores contemporâneos
na psicanálise. Tomamos como ponto de partida os objetivos
específicos para a procura da bibliografia necessária para a elaboração
do artigo, discussão e análise dos fenômenos. Assim, compreendeu-se
que a pesquisa de âmbito documental bibliográfico, onde se entende
que as obras literárias e artigos científicos são documentos que
compõem um arsenal de dados e discussões sobre tal tema e
problemática, que fazem parte de um período de tempo longo onde
se discutiu os fenômenos, pois como afirma Godoy (1995, p.3), “a
pesquisa documental é também apropriada quando queremos estudar
longos períodos de tempo, buscando identificar uma ou mais
tendências de comportamento de fenômeno”. Pois, como se vê,
buscamos discutir na presente pesquisa a construção dos laços
afetivos na massa religiosa a partir de uma compreensão prévia do
mito da horda primordial, o qual foi estudado por Freud como um mito
de povos primitivos, e que é percebido na cultura e no discurso
religioso. A pesquisa documental foi de grande auxilio, pois “se dá em
função de alguns propósitos, ideias ou hipóteses” (GODOY, 1995, p.4).
Foi a partir de nossas hipóteses e problemáticas que alcançamos os
referenciais específicos acerca do tema.
Visto que buscamos, primordialmente em Sigmund Freud, para
compreender e analisar os fenômenos intrínsecos das relações
afetivas e da formação do discurso religioso, foi-se necessário
rebuscarmos autorias contemporâneas, nas quais se discute como
Freud contribuiu para o estudo sobre a religião e suas nuances. Em
vista disso, bebemos de fontes como Karla Maciel e Dulce Pedrossian,
que analisaram a construção do pensamento freudiano acerca da
religião. Portanto, para alcançarmos os objetivos específicos
preestabelecidos, discutimos especulativamente a partir desses
pressupostos teóricos, pois auxiliaram significativamente em dados
acerca do tema e ampliaram discussões diversas.
Portanto, a pesquisa bibliográfica se mostra de suma
importância para a análise dos objetivos da presente pesquisa, assim,
como afirma Godoy (1995), a pesquisa qualitativa e bibliográfica

45
amplia o olhar sobre os fenômenos no qual se pretende refletir. Sendo
assim, ela não se faz de modo rígido, mas auxilia na compreensão e
propõe novas investigações obre um mesmo fenômeno.
O desenvolvimento da pesquisa e referencial teórico seguiu-se
pelos objetivos propostos no presente artigo e suas respectivas
tentativas de respostas. Visto que o método utilizado foi o da pesquisa
bibliográfica, buscou-se lançar mão de todo arcabouço teórico
disponível sobre a temática e seu objeto de estudo, a saber, a massa
psicológica, de maneira a fundamentar o presente estudo.
Diante disto, os dois principais objetivos, a saber, os laços
afetivos e o discurso religioso, e seus desdobramentos, as ligações
libidinais dos membros e com o líder, a identificação e o discurso
religioso culturalmente disseminado, são explorados e discutidos a luz
das obras e autores supracitados. Assim, como afirma Gil (2002), a
pesquisa bibliográfica nos propiciou um percurso de reflexão teórica
abrangente, pois “a principal vantagem da pesquisa bibliográfica
reside no fato de permitir ao investigador a cobertura de uma gama
de fenômenos muito mais ampla do que pesquisar diretamente” (GIL,
2002, p.45), pois como se vê é uma pesquisa de cunho qualitativo, com
temática e problemática de um fenômeno social a partir de uma
perspectiva psicanalítica e, vale ressaltar, de aspecto atemporal.

4 CONSIDERAÇÕES FINAIS

Diante do presente texto, vê-se um percurso rico no qual a


psicanálise passou ao discutir sobre a religião e suas nuances. Desde
Freud, elaboram-se dissertações reflexivas sobre esse fenômeno já tão
antigo na civilização humana e toda sua formação de massa, no qual
arriscamos considerar sedutora para o homem.
O percurso para discussão do presente artigo caminhou sobre o
solo da psicanálise ortodoxa de Freud, onde este se debruça em meio a
críticas e o cientificismo da teoria psicanalítica, referenciando-se da
antropologia, como em o Totem e Tabu. Passando, ainda, por uma
psicanálise mais atual, na qual compara os discursos freudianos e suas
vicissitudes.
Ao pensarmos sobre o discurso religioso, vimos à necessidade de
analisar, ainda que de forma teórica, os laços formados na massa

46
religiosa, isto é, os vínculos afetivos, e como esses laços entre membros
e o líder, Cristo, se solidifica na civilização atravessando séculos.
Percebe-se nas relações da instituição religiosa a intensificação de um
afeto subsidiado pela doação dos membros uns para com os outros,
perpetuando e suprindo, ainda que por pouco tempo, a necessidade de
pertencimento, acolhimento e proteção.
Primordialmente, acredita-se que o principal mecanismo
observado, para que as ligações libidinais formem vínculos afetivos
fortes e construídos por afeto e desamparo, é a identificação. Sua
importância na massa psicológica vai além de sua conceituação. Pois,
com a identificação, formam-se vínculos que são transferenciais,
baseados nos mitos do Totem e Tabu e do Complexo de Édipo, sendo a
formação da massa religiosa motivada por uma nostalgia (grifo nosso)
do desamparo no conflito edípico e da culpa pelo pai morto da horda
primeva.
Diante disso, podemos afirmar que o mecanismo de identificação
observado na massa se sustenta numa ligação libidinal que tem sua
origem no Complexo de Édipo, como Freud bem coloca, onde, na busca
por aplacar o sentimento de desamparo, o sujeito tende a compartilhar
e participar da massa religiosa, como forma de sublimação.
Tendo em vista nossas hipóteses, notamos ainda impasses
teóricos para melhores conclusões. Enxergamos, ainda, certa dificuldade
para tal assunto, onde o coletivo, a religião e a cultura são centrais para
compreensão do fenômeno para qual o homem tende há séculos se
submeter.
Para a psicanálise, toda construção humana, seja organizacional,
religiosa, afetiva e cultural, é atravessada pela subjetividade dos sujeitos
envolvidos. Cada um a seu modo estabelece e mantém suas relações
com cada esfera da sociedade. Portanto, observar, e até mesmo analisar
as relações que se estabelecem na massa religiosa, passará pelo
processo de minimamente compreender os motivos, afetos e
mecanismos envolvidos para o sujeito individualmente. Percebemos a
necessidade, para o aprofundamento da temática, da utilização de
entrevistas e investigação, por parte das pesquisadoras, com tais
membros participantes da massa religiosa, para se chegar a conclusões
mais específicas.

47
REFERÊNCIAS

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Freud x Pfister. Belo Horizonte, 2014. Disponível em:
<http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?pid=S0102-
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MACIEL, Karla. O percurso de Freud no estudo da religião: Contexto
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MACIEL, Karla; ROCHA, Zeferino. Dois discursos de Freud sobre a
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<http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?pid=S1518-
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48
PEDROSSIAN, Dulce. O mecanismo da identificação: uma análise a
partir da teoria freudiana e da teoria crítica da sociedade. Mato Grosso
do Sul: [s. n], 2008.
SANTOS, Angela Set al. Manual de Orientações Metodológicas. 2011.
Disponível em:
<https://www.unifebe.edu.br/03_unifebe/12_biblioteca/documento
s/ManualMetodologia_15ago2011.pdf>. Acesso em: 04 mai. 2016.

49
50
51
52
Andréa Maria de Senna Marques1
Fillipe Viana do Vale2

1 INTRODUÇÃO

Neste artigo, busca-se analisar os conceitos de fantasia em


Melanie Klein (1991) e ligá-los a uma possível função a que a religião se
propõe. De início, utiliza-se com maior veemência as imagens que a
religião cristã manifesta por considerar que a base de toda religião seria
de fonte psíquica. Considera-se, então, a díade amor e ódio, vivenciados
internamente, criando deuses e demônios nas grandes histórias
religiosas. Por um lado, amor como representante da pulsão de vida e,
por outro, o ódio como representante da pulsão de morte. Discute-se

1
Doutoranda em Psicologia pela Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales - UCES,
Argentina, Buenos Aires. Mestre em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR,
Graduada em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR. Psicanalista pela Escola
Paulista de Psicanálise (EPP). Docente do Centro Universitário Estácio do Ceará.
Supervisora Clínica do Serviço de Psicologia Aplicada do Centro Universitário Estácio do
Ceará. Coordenadora do Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas (LAPP) do Centro
Universitário Estácio do Ceará. E-mail: andreasenna2@gmail.com.
2
Graduado em Psicologia pelo Centro Universitário Estácio do Ceará. Pós-graduando em
Clínica Psicanalítica pelo Centro Universitário Estácio do Ceará. Membro do Laboratório de
Pesquisas Psicanalíticas de Centro Universitário Estácio do Ceará – LAPP. E-mail:
fillipeviana@hotmail.com.

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com muito valor o conceito de pulsão de morte, pois acredita-se que é
como o ser humano se relaciona com o seu mundo interno que torna
possível reconhecer (ou não) um Deus misericordioso e bondoso.
Neste contexto, Deus é representante psíquico das primeiras
relações ou, melhor dizendo, Deus se mostra da forma como cada um
pode reconhecê-lo. A relação com Deus pode ser concebida como a
transferência das relações dos objetos internos. Se os objetos internos
bons são predominantes, a relação com o divino partirá da reprodução
dessa bondade, tendo características de um ser bondoso. Mas, se os
objetos maus forem tônicos em fantasia, então Deus terá caráter de
perseguidor, impossibilitando os ajustes propostos pela religião.
Neste artigo, a compreensão sobre a posição esquizo-paranóide
faz-se necessária para compreender o funcionamento psíquico a partir
da visão kleiniana do mundo interno. Neste ponto, é possível
compreender os primeiros meses de vida do bebê e quais fenômenos
psíquicos acontecem no estágio inicial da vida humana. No mundo
interno do bebê, percebe-se que o seio toma características
persecutórias por indução da pulsão de morte.
Seguindo este raciocínio, discute-se também um segundo estágio
do desenvolvimento mental, a posição depressiva. Apresenta-se o
conceito kleiniano de culpa, a possibilidade de reconhecer o outro, e,
além disso, de reconhecer nesse outro, características de amor e ódio.
Assim, compreende-se como se dá a resolução do sofrimento causado
pela ambivalência em sua vida emocional. Ambas as posições, esquizo-
paranóide e depressiva, perpetuam-se na vida adulta e, a partir desse
mundo interno, o indivíduo pode projetar em seus símbolos religiosos
um sentimento predominante, sendo ele persecutório ou depressivo.
No ponto em que se discute o mundo interno, toca-se no conceito
de fantasia em Melanie Klein (1991) para diferenciar o mundo interno
do mundo externo, ou seja, a fantasia inconsciente da realidade. Utiliza-
se, ainda, o conceito de melancolia para exemplificar o conceito de
fantasia inconsciente e justificar a coerência deste conceito que pode ser
extraído desde a teoria de Freud.
A partir desse entendimento, compreende-se que a capacidade
de perceber o amor ou de reconhecê-lo nos traços religiosos parte do
indivíduo, do seu mundo interno, de sua fantasia inconsciente. Dessa

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maneira, Deus, que pode ter relação com o perdão e a religião, terá
como base uma linguagem de amor.
Acredita-se que a religião pode ser uma ferramenta que facilite a
possibilidade de reparação do indivíduo. Quando não há solução
concreta para uma perda, a religião serve como elemento reparador que
justifica um sentimento de esperança e o mantimento do vínculo sadio
entre a fantasia e a realidade. A religião, como qualquer outra
construção social, parte do mundo particular de cada indivíduo. Se
internamente a pulsão de morte é dominante, é provável que o
sentimento persecutório seja projetado nas características do divino.
Porém, se o amor prevaleceu, o divino toma a função de restaurar o
objeto amado.

2 A POSIÇÃO ESQUIZO-PARANÓIDE

“Tudo o que nasce já o traz consigo. Esse temor da morte a priori


é justamente o reverso da vontade de vida, fundo comum de
nosso ser. Em cada animal, junto com o cuidado inato com a
conservação está também o medo inato da aniquilação
absoluta”

(Arthur Schopenhauer)

“Porque o salário do pecado é a morte, mas o dom gratuito de


Deus é a vida eterna, por Cristo Jesus nosso Senhor”
(Romanos 6:23)

Melanie Klein observou em seus estudos a grande importância da


teoria das pulsões de vida e morte retratada por Freud, e que, desde o
nascimento, todo ser humano é obrigado a vivenciar ansiedades
causadas por ter que lidar com essas forças contrárias. A autora explica:

A primeira forma de ansiedade é de natureza persecutória. O


trabalho interno da pulsão de morte, que, de acordo com Freud,
é dirigido contra o organismo, dá origem ao medo de
aniquilamento (KLEIN, 1991, p, 71).

Sendo assim, busca-se compreender esse primeiro estágio da


vida humana, em que o indivíduo tem uma forma muito específica de se

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relacionar com os objetos do mundo interno e externo a partir dessa
ansiedade, o qual possibilita compreender seus laços com a religião.
Inclui-se aqui que o bebê, pois, nesses estágios iniciais, fica
impossibilitado de reconhecer o mundo externo após seu nascimento
devido a desorganização do ego e a precariedade de seu poder cognitivo.
Dessa forma, toda relação com o mundo externo é no âmbito das
percepções corporais, porém, essas experiências corporais tornam-se
experiências vividas na esfera da fantasia. Segundo Segal (1975), o
recém-nascido toma como ponto de partida seu desconforto corporal
(real) e dá início a uma fantasia de ataque. Por vezes, sua fome não é
sentida ou vivenciada como uma simples falta de leite materno, mas
como uma sucessão de ataques.
Esses sentimentos persecutórios a partir de fontes internas são
intensificados por experiências externas dolorosas, pois, desde
seus primeiros dias, a frustração e o desconforto despertam no
bebê o sentimento de estar sendo atacado por forças hostis
(KLEIN, 1991, p. 71-72).

Esses ataques vêm de seus objetos internos maus, regidos pela


pulsão de morte, que foram projetados para fora dele. Entende-se por
pulsão de morte uma energia, que sozinha, visa a destruição, separação,
tendo também como representante a anulação de qualquer força vital
ou a busca pela inércia das coisas. Dolto (1984) diz que não é apenas o
desejo de morrer, mas o de repousar, sendo assim o sono como uma
manifestação da pulsão de morte e que, segundo Freud (1915), vem do
interior do próprio organismo e não de fora.
A pulsão de morte é predominante nos estágios inicias da vida
humana e é essa energia psíquica que dá a possibilidade para que outra
força se apresente em forma de defesa contra a pulsão de morte. Essa
outra força seria a pulsão de vida, mas que, nos primeiros meses, se
apresentaria na forma de sadismo do bebê. Segundo Melanie Klein (1996
p. 287),
“para evitar ser destruído pela pulsão de morte, o organismo põe
em ação sua libido narcisista, ou auto-referencial, a fim de jogá-la
para fora e dirigi-la contra seus objetos”.

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A pulsão de morte nos primeiros estágios da vida psíquica é a
força motriz que gera grande desconforto ou grande ansiedade por parte
do bebê.
As pulsões é que viabilizam as conjecturas sobre a vida inicial do
ser humano, sendo então a pulsão de morte vivida de forma mais
intensa, causando assim uma forte ansiedade. Em fantasia, para se
proteger desse desconforto, o bebê lança a sua destrutividade para fora
e representa no seio materno o sentimento de que será atacado. É como
se ele materializasse a pulsão de morte no seio da mãe.
Todo esse processo é uma tentativa de se defender. Entretanto,
ao se utilizar desse mecanismo, que será elucidado adiante, ele se sente
perseguido por esse objeto em que alojou grande parte da pulsão de
morte e tentará defender os objetos bons internos que foram envolvidos
pela pulsão de vida a qualquer custo. Nesse estágio da vida, a ansiedade
predominante é a persecutória. Os objetos externos tendem a perseguir
para destruir os objetos internos bons.
O bebê tende a utilizar de forma excessiva um mecanismo de
defesa chamado cisão. A cisão é vivida em fantasia e experimentada no
mundo externo. Para Segal (1975), a cisão acontece quando o ego se
divide e passa a projetar sua parte má para fora dele ou boa parte da
pulsão de morte. Sobre isso, Melanie Klein (1996, p. 306) nos diz que “os
perigos do interior são projetados para o mundo externo”.
Esse mecanismo possibilita ao recém-nascido defender-se desse
desconforto causado pela pulsão de morte. Ele divide o mundo interno
e externo em dois: um é extremamente bom, e o outro, extremamente
mau. Dessa maneira, tenta com todas as forças se defender da
destruição que a parte má de seu ego pode causar à parte boa de seu
ego.

Na posição esquizo-paranóide, a ansiedade predominante é a de


que o objeto ou objetos perseguidores entrarão no ego e
dominarão e aniquilarão tanto o objeto ideal quanto o eu (self)
(SEGAL, 1975, p. 38).
Portanto, na posição esquizo-paranóide, existe o medo de ser
aniquilado, pois, em fantasia, todo desprazer é sentido como um ataque
real e capaz de destruir todo o ego. Segundo Hanna Segal (1975), a
posição esquizo-paranóide é um estado psíquico de ansiedade inerente

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a todo ser humano e, por isso, é uma forma de se relacionar consigo e
com o mundo externo.
Quando o indivíduo se encontra, em certo nível, cindido com o
mundo, ele tende a ter dificuldades em reconhecer as soluções
concretas ou manter um vínculo afetivo e com a realidade. Algumas
pessoas possuem uma postura em suas relações mais esquizo, porém,
não necessariamente patológica. São pessoas que encontram mais
dificuldades em acreditar no outro e se sentem ameaçadas com mais
frequência. Seus sentimentos agressivos, como inveja e ciúme, podem
ser vivenciados de forma mais frequente ou mais intensa.

2.1 O seio vingativo e o medo persecutório

Existem variáveis entre as religiões e dentro das religiões, pois há


inúmeras formas de interpretar seus livros sagrados e suas verdades
sobre o divino. Para alguns, Deus é vingativo e vai castigar. Isso é
atribuído, na teoria kleiniana, ao fato de que, em fantasia, já em
momentos primitivos, isto é, nos primeiros anos de vida, o bebê se
relaciona com um superego arcaico cruel, indomável, ameaçador
(PETOT, 1979). Nesse caso, o superego é a representação interna do seio
materno, que depois passará a representar os objetos de relação
externa. Segundo Klein (1991, p. 72-73) “o núcleo do superego é,
portanto, o seio da mãe, tanto o bom quando o mau”.

O que poderíamos chamar de seios “bons” se tornam o protótipo


de tudo aquilo que é percebido pelo resto da vida como algo bom
ou benévolo, enquanto os seios maus representam tudo o que é
mau ou que tem caráter de perseguidor (KLEIN, 1996, p, 331-
332).

Sendo assim, o superego representa e é representado


simultaneamente no seio. Depois, passa a ser emissário de tudo com que
nos relacionamos na vida, inclusive com a forma como podemos
entender Deus.
Esse superego, que faz parte do primeiro contato do ser humano
com o mundo externo, é vivido na posição esquizo-paranóide e, segundo
a autora, “é muito mais rigoroso e cruel do que o da criança mais velha

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ou do adulto, literalmente esmagando o frágil ego da criança pequena”
(KLEIN, 1996, p. 286).
A representação de Deus no velho testamento parece ser como
de um talião vingativo, mas é compreensível que primeiro se apresente
assim, já que também é vivido assim em fantasia. Primeiramente, o seio
é perseguidor, para depois se reconhecer a bondade do seio e não
apenas a bondade, mas também a capacidade de produzir
perdão/reparação. Entende-se, dentro da linguagem que utilizamos até
o presente momento, que o Deus do velho testamento é o grande seio
mau.

3 A POSIÇÃO DEPRESSIVA

“Dize-me, ó amado da minha alma, onde apascentas o teu gado,


onde repousas ao meio-dia, para que eu não ande vagueando
atrás dos rebanhos de teus companheiros"

“Aprendo. Te aprendo, homem. O que a memória ama fica


eterno. Te amo com a memória, imperecível”
(Adélia Prado)

“Deus com a sua destra o elevou a Príncipe e Salvador, para dar


a Israel o arrependimento e a remissão dos pecados”.
(Atos 5:31)

Apesar do uso da palavra ‘depressiva’, não é na depressão ou na


tristeza profunda que ela se conceitua, mas na capacidade de
reconhecer o mundo externo com maior propriedade e, ao contrário da
cisão, unificar os objetos, integrando o ego e possibilitando que se
relacione com os objetos externos de forma total.

Agora não é apenas o seio, mas a mãe que é um ser com vontades
independentes da dele (o bebê). “A posição depressiva foi definida por
Melanie Klein como a fase de desenvolvimento na qual o bebê
reconhece um objeto total e se relaciona com esse objeto” (SEGAL, 1975,
p. 81). É nesse instante que há um sentimento de totalidade, em que o
próprio bebê é o objeto unificado assim como sua cuidadora.

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Quando o bebê atinge o estágio crucial entre os três e os seis
meses e se defronta com os conflitos, a culpa e o pesar inerentes
à posição depressiva, sua capacidade para lidar com a ansiedade
é em alguma medida determinada por seu desenvolvimento
anterior, isto é, pelo grau em que, durante os primeiros três ou
quatro meses de vida, foi capaz de incorporar e estabelecer
dentro de si o objeto bom, que constitui o núcleo de seu ego
(KLEIN, 1991, p. 100-101).

Na posição depressiva, o ego teme destruir o objeto bom ou seu


representante simbólico. Em outras palavras, o ego teme perder o
objeto que considera que vai poder levá-lo (ou devolvê-lo) à plenitude,
como o objeto fálico.
O esforço agora, ao contrário da posição esquizo-paranóide, é
para lidar com o sentimento de perda. Antes desse estágio, por não
reconhecer o objeto como total, o bebê tenta destruir aquilo que ele
julga ser apenas mau em sua fantasia, não havendo aí a preocupação de
perder ou destruir o objeto.
A crescente capacidade do ego de interação e síntese leva cada
vez mais, mesmo durante esses primeiros meses, a estados em
que o amor e o ódio e, correspondente, aspectos bons e maus
dos objetos são sintetizados. E isso dá origem à segunda forma
de ansiedade – a ansiedade depressiva (KLEIN, 1991, p, 73).

Em frente ao temor do bebê de perder o objeto bom, surge a


culpa pelos ataques feitos ao objeto bom na posição esquizo-paranóide,
em que o sentimento era persecutório. É preciso reparar o objeto que
foi atacado, mutilado, pois o objeto destruído não vai levar à plenitude.
Isso caracteriza a ansiedade depressiva. Dessa maneira, a reparação está
ligada a um mecanismo de defesa de onipotência.
Portanto, a ansiedade persecutória dá lugar à ansiedade
depressiva. Na posição depressiva, o objeto introjetado é o objeto como
um todo. O bebê passa a amar e odiar, e isso leva à ansiedade. Surge,
então, o sentimento de ambivalência. Se a ansiedade persecutória
diminui, não existe tanto temor que o objeto vai retaliar, o que leva o
bebê a um impasse: se a mãe é boa, tenho um objeto bom introjetado e
o ambiente externo passa a ser menos ameaçador, o que leva à
ansiedade depressiva.

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3.1 A posição depressiva como a nova forma de ver Deus

Deus é um ser amoroso que perdoa. Pode-se dizer que o


superego passa por uma mudança e toma forma de um objeto menos
perseguidor e mais compreensivo, possibilitando uma ansiedade menor
e, com isso, podendo vivenciar o sentimento de gratidão. Para Klein
(1996, p. 453.), “a frustração e a gratificação moldam desde o início a
relação do bebê com um seio bom e um seio mau odiado”. Em outras
palavras, aprende-se de forma afetiva e em fantasia a reconhecer o mau
como algo que frustra e o bom como algo que gratifica, mas não só isso.
Também se aprende a lidar melhor com essas frustrações, pois um
superego menos ameaçador possibilita que a ansiedade seja menor
quando as frustrações se apresentam na vida externa.
As interpretações sobre Deus ou de qualquer divino partem de
uma representação psíquica ou vida interna que o possibilita se
relacionar assim; não sendo o alvo aqui provar ou não a existência de
Deus, pois não há interesse em elevar este artigo para um contexto
epistemológico, mas é relevante identificar que essas representações
existem.
A partir do pensamento kleiniano, o outro é vivido em fantasia
como o seio que gratifica ou frustra, sempre nos fazendo reviver a nossa
primeira relação com o mundo. Dessa maneira, também o divino é vivido
em nossa realidade. Percebemos que o novo testamento, para os
cristãos, veio substituir uma posição esquizo-paranóide do velho
testamento. O Deus do novo testamento, podemos assim dizer, é o
grande seio bom. A partir da relação com um objeto bom (esse seio), ele
poderá tornar-se menos agressivo, então o mundo externo poderá ser
esse objeto amoroso e compreensivo, possibilitando que o indivíduo
suporte frustrações sem que se perca em mecanismos esquizoides. A
felicidade é um alento, pois o alívio da dor é ainda mais forte que a busca
do prazer.

4 O MUNDO INTERNO: A FANTASIA E A REALIDADE


PSÍQUICA
“Sou melancólico? Gosto da ausência de cores, do dia nublado,
das folhas caídas, e me nego a observar. A esperança é um
abismo, a escuridão é o que mais se aproxima do dia, da vida e

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da beleza. Vivo e provo do gosto frio seco e opaco do que o
mundo chama de belo. Os aromas não são sentidos. São sem
cheiro. Sou capaz de enxergar e viver a tristeza na escuridão sem
(DES)culpa.”
(Andréa Senna)

“A ressureição do corpo.
[...] Mas quando os nossos braços não chegam mais,
O filho com leucemia,
A pesca no mar bravo,
O mundo despejando como cachoeira
A morte que vem,
Aí os deuses são gerados e invocados. Desejo e poder:
Esperança – coisa boa para o corpo”
(Rubem Alves)

“A vida se retrata no tempo


Formando um vitral...
Pedradas ao acaso acontece de partir pedaços
Ficando buracos...
Á vezes eu encontro
Cacos de vida que foram meus que foram vivos”

(Rubem Alves)

Existe uma vida interna que possibilita a relação com o mundo


externo. Ou seja, os objetos externos ganham um sentido a partir dos
objetos internos." As fantasias são o conteúdo primário dos processos
mentais inconscientes" (KLEIN et al.,1978, p.96). Segundo Melanie Klein
(1996, p 264), “[...] objetos que representam o conteúdo do corpo
materno e, consequentemente, da relação do indivíduo com seu
ambiente e realidade”.
Sobre isso Elizabeth Spillius (1991, p 161.) afirma que: “sua ideia
sobre símbolos é de que o interesse pelo objeto original, o corpo da mãe,
é reprimido e deslocado para os objetos do mundo externo”. Sendo
assim, a partir desse movimento psíquico é que as coisas passam a ter
vida no mundo externo. Sendo assim, na relação com o corpo materno
os objetos internos ganham uma forma, e só assim o indivíduo pode se
relacionar com o mundo externo.

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Melanie Klein (1952) fala da concepção de transferência, que é a
projeção das relações dos objetos internos. Dito de outra maneira, a
forma como obtém-se relações sociais, na verdade, é a forma como se
relacionam os objetos na fantasia interna, a partir das formas de
ansiedade, esquizo-paranóide ou depressiva. Para Freud (2016), a priori,
a transferência acontece como reedição da relação com os pais no
setting analítico para com o analista. Porém, mesmo assim, afirma que
isso acontece em fantasia, pois essa relação é vivida primeiro de forma
interna para ser replicada no mundo externo.
No mundo, existe a possibilidade de se reconhecer maldade ou
bondade em tudo. Todavia, é cabível entender que há indivíduos com
maior disposição para reconhecer maldade nas coisas. Isso se deve ao
fato de que, em fantasia, seu mundo interno é inundado por objetos
perseguidores e maus e que, por isso, alguns indivíduos têm maior
tendência em desconfiar das pessoas. Sendo assim, uma característica
da vida que acontece dentro e é transferida para a vida que acontece
fora, a vida que emerge de seu inconsciente.

4.1 A melancolia como exemplo de fantasia

Para que seja esclarecido o conceito de fantasia, utilizaremos um


exemplo do indivíduo melancólico citando Freud (2010, p, 175), que diz
que “a melancolia é conhecida do doente, na medida em ele sabe quem,
mas não o que perdeu nesse alguém”. Existe algo além do real na
melancolia, algo que é vivido em fantasia. Uma perda que é vivenciada
no mundo interno e, por isso, não se pode vencer esse estágio de forma
natural como no luto (FREUD, 1915). Ao contrário da melancolia, no luto
existe a possibilidade de reparação e o objeto perdido pode ser
reencontrado de outra forma. Pode-se fazer alusão à doutrina espírita,
que acredita que a essência ou o espirito da pessoa amada não se perde,
mas retorna em outro corpo; ou ao cristianismo, que aguarda o retorno
de Cristo mesmo após seu sepultamento, pois há a crença que ele
ressuscitou.
No luto, o indivíduo tem a capacidade de reconhecer a perda real
e ela está fora dele, mesmo sendo vivido em fantasia. Por sua vez, na
melancolia, o sujeito se confunde com o objeto perdido e, em fantasia,
ele é o próprio objeto, ou seja, ele mesmo foi perdido e por isso não
consegue de forma natural vencer esse momento de perda. Segundo

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Freud (2011, p. 73), “a angústia da morte, na melancolia, admite apenas
uma explicação: o Eu abandona a si mesmo por sentir-se odiado e
perseguido pelo Super-eu, em vez de amado”. Compreende-se que isso
só pode ser vivido a partir da fantasia. Faz-se necessário entender aqui
que, quando se perde o objeto fora, também se perde dentro em ambos
os casos – na melancolia e no luto. No caso do melancólico, parece que
não é possível reparar internamente o objeto – em fantasia, o objeto se
perdeu para sempre, em quanto que, no luto, cria-se a esperança que há
uma solução para tal perda.

4.2 A fantasia: a religião como linguagem de amor

Segundo Melanie Klein (1930), essas tendências de reparação são


a força motriz de todos os interesses e atividades construtivistas, assim
como de desenvolvimento social. A partir daí, pode-se fomentar que a
construção e a manutenção da religião podem ser entendidas como atos
reparadores. Entende-se que o indivíduo se relaciona internamente
antes das formações sociais, e que aquilo que vivencia na realidade
posteriormente são replicações da vida psíquica.

Vejamos agora o que acontece quando se lida de forma


adequada com o sentimento de culpa e o medo da morte da mãe
(temido como resultado dos desejos inconscientes da criança de
que ela morra). Esses sentimentos, creio, têm efeitos
importantes no futuro bem-estar mental da criança, na sua
capacidade de amar e no seu desenvolvimento social. É deles que
surge o desejo de restaurar, que se expressa em diversas
fantasias onde a criança salva a mãe e faz todo tipo de reparação
(KLEIN, 1996, p. 334).

O novo testamento é o novo modelo de Deus, um Deus que


aparece de forma renovada. Claro que se entende isso como sendo a
partir do que os escritores da bíblia poderiam descrever sobre Deus.
O cristianismo crê em uma perspectiva da origem da vida: de que
existia um jardim lindo, com animais e plantas, e que, conforme é
relatado no livro do gênesis, o ser humano era o suprassumo da criação
de Deus, mas que o homem estragou tudo quando o desobedeceu e, por
sua desobediência, foi expulso desse jardim/paraíso.

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Sem a intenção de discutir doutrinas religiosas, mas tendo como
sugestão comparar a vida psíquica com as imagens cristãs, supõe-se que
algo similar acontece na vida de um bebê ou na vida de todo indivíduo,
já que, em algum momento, percebe-se a expulsão de algum paraíso. A
perda de um paraíso pode ser sentida no adoecimento de um filho ou na
morte de ente querido. Assim, talvez entender etimologicamente a
palavra religião no sentido de religar faça mais sentido. Como se Deus
fosse a ponte psíquica que possibilitasse que o paraíso voltasse a existir.
Dessa maneira, julga-se que não ao acaso as igrejas são ornamentadas
com janelas feitas de vitrais.

Na análise crianças, quando a representação dos desejos


destrutivos é seguida da expressão de tendência reativas, vemos
constantemente que o desenho e a pintura são utilizados como
meio de restaurar as pessoas (KLEIN, 1996, p. 248).

Vitrais são feitos de cacos de vidro, de algo que antes era inteiro,
mas foi quebrado, quiçá pelo sadismo descrito por Klein, e que se juntam
para formar uma bela imagem de memória. Vitrais podem ser
representantes psíquicos no mundo externo e propagar uma possível
religação, uma forma ou capacidade de reparar pela expressão criativa.
A linguagem de amor torna possível a ativação da capacidade de reparar
a própria pulsão destrutiva.

4.3 Religião: a possibilidade de recuperar o objeto perdido em


fantasia

Há muitas especulações sobre a origem da palavra religião,


porém, a mais indicada é deque sua origem vem do latim re-ligare, que,
em nosso idioma, significa religar ou reatar. Todavia, buscando-se
aproximação com a linguagem kleiniana, usar-se-á a palavra reparar,
pois se entende que a primeira e principal função da religião é a
reparação ou a reconciliação do homem. Aparentemente, após tudo que
se elucidou, para se fazer religião é preciso ter a capacidade interna de
reparação. Mas por que?

[...] ansiedade de que os objetos bons sejam destruídos, e o ego


junto com eles, ou de que estejam num estado de desintegração,
está entrelaçada a esforços contínuos e desesperados para salvar

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os objetos internalizados, bem como os externos (KLEIN, 1996, p,
311).

Em outras palavras, é preciso que essa capacidade de reparar


esteja desenvolvida para que se possa ter condição de possibilidade de
entender que existe uma salvação, ou ter, pelo menos, o sentimento de
que nem tudo está perdido. O ser humano, porém, continua a conviver
com o risco eminente de ser destruído ou de se destruir, mas, devido ao
fato de confiar e acreditar em um seio bom, ele busca reatar e/ou
reparar seu equilíbrio psíquico. Tendo, dessa forma, a religião como
representante psíquico desse objeto bom.

5 CONSIDERAÇÕES FINAIS

Há o entendimento de um pressuposto teórico em psicanálise, o


de que existe, desde o início da vida, um mundo interno que se relaciona
com o mundo externo e que é essa fantasia que é efetiva para se
relacionar com os objetos externos. Esse mundo externo é projetado e,
através dessas projeções, a psicanálise baseia sua teoria de uma vida
inconsciente. Percebe-se uma constância de bem e mal, anjos e
demônios, isto é, uma dualidade entre amor e ódio a qual é replicada
nas histórias, mitos e religiões. Além disso, não só neste contexto, mas
também clinicamente o indivíduo tem o movimento de idealizar um bem
puro ou supremo e ridicularizar aquilo que considera mal.
Como foi discutido, o ser humano, por intermédio da pulsão de
morte, tem medo de morrer, de ser aniquilado, e projeta esse medo,
pois é assim que pode lidar de forma racionalizada com ele. Todo esse
medo é reverberação da relação de uma mente desintegrada com o
mundo externo nos primeiros meses de vida.
Entretanto, há também a possibilidade de ser salvo, em fantasia,
desse aniquilamento. O sentimento de salvação vem pela possibilidade
de representar ou replicar a relação idealizada de um seio capaz de fazer
com que o medo suma ou torne-se impotente frente ao objeto bom.
De certa forma, Deus, através da religião, pode representar esse
seio capaz de eliminar o mal ou a angústia. Os cristãos assim
representam em seu livro sagrado: “livra-nos do mal”. O mal é, antes de
tudo, uma representação linguística do mundo. O medo de ser
aniquilado, eliminado, torna o objeto externo um grande perseguidor, o

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que traz um sentimento intolerável e que precisa ser vencido. Dessa
maneira, tudo que é sentido como frustração tem por base a fantasia
persecutória e, ainda mais fundo, um medo de aniquilamento, seja ele
uma grande perda ou um pequeno susto.
Sabe-se que é inevitável não vivenciar momentos de frustração e
que psiquicamente a frustração é algo a ser evitado. A religião exerce,
dessa maneira, sua função de restaurar o momento anterior ao do
sofrimento, dando outros caminhos, um exemplo disso é a morte de
entes queridos e a forma como os indivíduos se confortam nas
promessas de uma vida pós-morte e de um reencontro. Por esta via, a
religião, representante do seio idealizado, é capaz de eliminar o mal ou
a amenizar a grande frustração da impotência vivenciada frente a uma
perda.
A perspectiva teórica de Melanie Klein foi de suma importância
para esclarecer as prerrogativas no que tange ao inconsciente e de como
a religião pode ser fundamental para a vida psíquica do sujeito, que está
o tempo todo em contato com perdas. Neste caso, a religião seria um
elemento ou uma ferramenta que facilita o contato com o elemento
psíquico que dá condições para as reparações internas.

REFERÊNCIAS

ALVES, Rubem. O suspiro dos oprimidos. São Paulo: Paulus, 1999.


DOLTO, Françoise. A imagem inconsciente do corpo. São Paulo: Editora
Perspectiva, 2012.
KLEIN, Melanie. Amor, culpa e reparação e outros trabalhos (1921-45).
Rio de Janeiro: Imago, 1996.
KLEIN, Melanie. Inveja e gratidão e outros trabalhos (1946-63). Rio de
Janeiro: Imago, 1991.
KLEIN, M et al. Os progressos da psicanálise. Rio de Janeiro: Zahar,
1978.
SEGAL, Hanna. Introdução à obra de Melanie Klein. Rio de Janeiro:
Imago, 1975.

67
SEGAL, Hanna. Notas sobre a formação de símbolos In: Melanie Klein
hoje: desenvolvimentos da teoria e da técnica (Vol. 1). Rio de Janeiro:
Imago, 1991, p. 167-184.
FREUD, Sigmund. Estudos sobre a histeria. São Paulo: Companhia das
Letras, 2016.
FREUD, Sigmund. Introdução ao narcisismo. São Paulo: Companhia das
Letras, 2010.
FREUD, Sigmund. O EU e o ID. São Paulo: Companhia das Letras, 2011.
SPILLIUS, Elizabeth. Melanie Klein hoje: desenvolvimentos da teoria e
da técnica (Vol. 1). Rio de Janeiro: Imago,1991.

68
69
70
Antonio Carlos Piarelly Gonçalves Tomaz 1
Andréa Maria de Senna Marques2

1 INTRODUÇÃO

O presente artigo é o resultado de uma revisão bibliográfica que


tem como tema a neurose obsessiva, e a pesquisa manteve uma maior
ênfase em duas das principais características do fenômeno obsessivo: a
ligação estrutural com o sentimento de culpa e o modo como o
pensamento se desenvolve nesse tipo de psicopatologia. A forma como
esses dois traços fazem parte da neurose obsessiva se constitui como a
problemática que este artigo se propõe a estudar, e, para isso, serão
utilizados como referenciais teóricos as contribuições desenvolvidas por

1
Graduado em Psicologia pelo Centro Universitário Estácio do Ceará.
2Doutoranda em Psicologia pela Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales - UCES,
Argentina, Buenos Aires. Mestre em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR,
Graduada em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR. Psicanalista pela Escola
Paulista de Psicanálise (EPP). Docente do Centro Universitário Estácio do Ceará.
Supervisora Clínica do Serviço de Psicologia Aplicada do Centro Universitário Estácio do
Ceará. Coordenadora do Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas (LAPP) do Centro
Universitário Estácio do Ceará. E-mail: andreasenna2@gmail.com

71
Sigmund Freud e Melanie Klein, e de modo complementar, de material
produzido por alguns autores contemporâneos.
Diante disso, assinala-se que este texto tem como objetivo geral
analisar os mecanismos que compõe a neurose obsessiva, no que tange
à questão da culpa e ao modo como o pensamento se constrói nessa
estrutura psíquica, e que os objetivos específicos são: apontar este
sentimento de culpa e a forma de estruturação do pensamento no
neurótico obsessivo de acordo com Sigmund Freud e Melanie Klein, e
descrever como esses dois componentes tão significativos fazem parte
da constituição nuclear da neurose obsessiva.
Sendo assim, a principal justificativa para a escolha deste tema de
pesquisa e o posterior artigo foi o desejo de se realizar um estudo mais
aprofundado sobre algumas das diversas elaborações produzidas por
Sigmund Freud e Melanie Klein sobre a neurose obsessiva, trazendo os
conceitos que serão abordados aqui de maneira clara e objetiva para que
aqueles que estão começando os seus estudos em psicanálise possam
ter um contato inicial prazeroso e enriquecedor com o pensamento do
pai da Psicanálise e da criadora da análise de crianças.
Para que este trabalho fosse executado de forma adequada,
atendendo aquilo a que se propunha inicialmente, utilizou-se como
principal critério dentro da metodologia uma leitura minuciosa para,
posteriormente, realizar uma classificação pormenorizada das obras dos
dois autores principais, destacando os textos que abordavam, de forma
direta, as características da neurose obsessiva que esta pesquisa se
propôs a utilizar em sua investigação, extraindo e analisando, dessa
forma, as informações e dados necessários para que este trabalho
obtivesse os meios fundamentais para a sua concretização.
Devido às inúmeras referências ao tema encontradas nas obras,
tanto de Sigmund Freud quando de Melanie Klein, durante a pesquisa e
elaboração deste artigo, foi dado um maior destaque a dois dos mais
famosos casos clínicos de ambos os autores, respectivamente, o
“Homem dos Ratos”, até hoje considerada a principal obra para o estudo
do tema, devido a todo o detalhamento realizado por Freud em sua
descrição; e o caso clínico da pequena “Erna”, onde Klein foi capaz de
identificar e apresentar, de forma aprofundada, os sintomas obsessivos
apresentados por sua pequena paciente, demonstrando que a neurose
obsessiva, com todos os seus sintomas e aspectos próprios, também

72
poderia se apresentar em crianças na mais tenra idade e que ainda
estavam em pleno desenvolvimento físico e psíquico.
Todavia, para um melhor embasamento teórico, também foram
empregados outros textos que tratam da neurose obsessiva, permitindo,
assim, que os objetivos deste trabalho pudessem se concretizar. Desta
maneira, foi feito uso dos apontamentos presentes em “Totem e Tabu”,
onde Freud realiza inúmeras referências ao modo como se estrutura o
modo pensar do neurótico obsessivo e também do homem primitivo,
detalhando as diferenças entre cada um; e “A Psicanálise de Crianças”,
que até hoje é considerada a principal fonte das teorizações de Klein a
respeito da técnica da análise com crianças e sobre a temática da
neurose obsessiva.
Com isto posto, devemos, por fim, destacar que foi possível
realizar, durante todo o corpo do artigo, um diálogo entre as colocações
de cada autor sobre o que o vem a ser a neurose obsessiva e como o
sentimento de culpa e o modo peculiar de elaboração do pensamento
estão intrinsecamente ligados às bases dessa estrutura psíquica,
consequentemente mostrando como as teorias de Sigmund Freud e de
Melanie Klein conversam entre si e se complementam de uma forma
única, nos permitindo entrever, a partir dessa relação, à evolução do
próprio pensamento psicanalítico. Tudo isso possibilitou que este
trabalho alcançasse as respostas para as questões a que se propôs
solucionar.

2 APONTAMENTOS SOBRE O SENTIMENTO DE CULPA E O


MODO DE PENSAR NA NEUROSE OBSESSIVA DE
ACORDO COM AS TEORIZAÇÕES DE SIGMUND FREUD E
MELANIE KLEIN
Nesta segunda parte do artigo, iremos realizar alguns
apontamentos sobre a neurose obsessiva a partir de alguns trechos
importantes da obra de Freud e Klein que citam ou trabalham
diretamente sobre o tema, já fazendo uma relação com o sentimento de
culpa e a forma como se estrutura o pensamento no obsessivo.

73
2.1 Freud e a neurose obsessiva

Uma das principais características da obra de Freud foi a sua


atenção com o constante desenvolvimento de suas ideias, mostrando o
quanto era cuidadoso com relação à evolução teórica dos principais
temas de estudo da psicanálise, e com relação à neurose obsessiva,
assunto que este artigo se propôs a tratar, não foi diferente: Freud já se
dedicava ao problema da escolha da neurose desde 1896, em suas
correspondências com Fliess. Devido a isso, foi o primeiro autor a
classificar a neurose obsessiva como uma entidade clínica particular,
bem diferente da histeria, e que possuía suas características de formação
e sintomas próprios. Já nessa época, Freud definiu as ideias obsessivas
como “autocensuras transformadas que reemergiram da repressão e
que invariavelmente se referem a algum ato sexual praticado com prazer
na infância”. (FREUD3, 1987, p.160).
Porém, como o passar do tempo, ele foi capaz de perceber que
essa definição visava mais a uma unificação e não era capaz de abarcar
todas as variações possíveis de sintomas obsessivos. Devido a isso, e com
base no famoso caso clínico do “Homem dos Ratos”, ele propôs uma
nova forma de definir as estruturas obsessivas, afirmando que as
mesmas “podem ser classificadas como desejos, tentações, impulsos,
reflexões, dúvidas, ordens ou proibições” (FREUD, 1998, p.66),
destacando, ainda, que o erotismo anal seria o responsável por dominar
a organização sexual do neurótico obsessivo. Portanto, segundo Freud,
a obsessão estaria sempre em conexão com uma regressão sexual ao
estágio anal, tendo como sustentação inconsciente um forte sentimento
de ódio reprimido. A partir dessa afirmação, fica claro que, mesmo não
aparecendo de forma direta em seus escritos, Freud já dava certa
importância a dualidade existente entre amor e ódio, fator esse que será
mais bem trabalhado por Melanie Klein em vários momentos de sua
obra, não só com relação à neurose obsessiva.
Para explicar melhor essa relação antagônica, Sedeu (2011)
coloca que esse sentimento de ódio existe, conflituosamente, com um
igualmente forte sentimento de amor, ambos apresentando grau
equivalente de intensidade e dirigindo-se à mesma pessoa. Todavia, o
ódio permanece reprimido no inconsciente, mantendo-se ali e podendo

3
Originalmente publicado em 1896.

74
retornar na forma de sadismo. Para mantê-lo sempre nessa condição, o
amor desenvolveu a mesma proporção, e são esses dois sentimentos
igualmente potentes que conduzem o neurótico obsessivo a, segundo
Freud4 (1998), uma paralisia parcial da sua própria vontade e uma
incapacidade de tomar algum tipo de decisão a respeito de qualquer
uma das ações para as quais o amor deve suprir a força motivadora.
Sendo assim, foi a partir da dificuldade em fazer escolhas, que é
uma das principais características pertencentes ao neurótico obsessivo,
que Freud foi capaz de observar que as questões relacionadas ao amor
e ódio estão no âmago da neurose obsessiva, e que mesmo não tendo
desenvolvido melhor as questões que envolvem a constante disputa
entre esses sentimentos, suas concepções serviram de base para que
outros autores, como por exemplo, Melanie Klein, pudessem
desenvolver toda uma teoria que tivesse como ponto central a neurose
obsessiva e a dualidade amor e ódio, tão presente nesse tipo de
estrutura psíquica.

2.2 O sentimento de culpa e as diferenças entre o neurótico


obsessivo e o homem primitivo a partir das concepções
freudianas

Outra característica pertencente à neurose obsessiva, e que


também foi trabalhada de forma indireta (porém constante) na obra de
Freud, foi o conceito de culpa. Essa ideia foi desenvolvida, de forma mais
detalhada, no artigo “Atos obsessivos e práticas religiosas”, de 1907,
onde ele sugere que, por trás dos rituais próprios das práticas religiosas
e da neurose obsessiva, encontra-se uma predominante característica
em comum, que seria um inconsciente sentimento de culpa. Para o
autor, “o ato obsessivo serve para expressar motivos e ideias
inconscientes”. (FREUD5, 1996, p.113). Dessa forma, ele percebeu que
existem compulsões e proibições nos atos obsessivos, em que é possível
notar o sentimento de culpa.
Segundo Freud, esse sentimento de culpa “origina-se de certos
eventos mentais primitivos, mas é constantemente revivido pelas
tentações que resultavam de cada nova provocação”. (FREUD 6, 1996,

4 Originalmente publicado em 1909.


5 Originalmente publicado em 1907.
6
Originalmente publicado em 1907.

75
p.114). Ainda fazendo um comparativo entre o neurótico obsessivo e a
pessoa religiosa, Freud observa que “os atos obsessivos surgem, em
parte, como uma proteção contra a tentação, e, em parte, como
proteção contra um mal esperado” (FREUD7, 1996, p.114-115), que irá
acontecer caso a pessoa não realize esse cerimonial. Dessa forma, o
cerimonial surge como um ato de defesa ou de segurança, uma medida
protetora. Devemos lembrar que essa “tentação”, contra a qual o
obsessivo se utiliza dos seus vários rituais para se proteger, também
pode ser relacionada à ambivalência emocional que permeia esse tipo
de neurose, demonstrando o quanto é tentador ceder aos sentimentos
agressivos presentes na sua forma de se relacionar com o outro.
Já com relação ao modo como se estrutura o pensamento de um
neurótico obsessivo, que é algo também muito peculiar nesse tipo de
estrutura psíquica, Freud faz uma interessante observação, mais
antropológica do que clínica, no texto “Totem e Tabu”, de 1913. Nele, o
autor diferencia os modos de pensar do neurótico obsessivo e do
homem primitivo, afirmando que “[...] os neuróticos são, acima de tudo,
inibidos em suas ações: neles o pensamento constitui um substituto
completo do ato. Os homens primitivos, por outro lado, são desinibidos:
o pensamento transforma-se diretamente em ação”. (FREUD8, 1974
p.190-191). Aqui, é possível acrescentar mais uma observação sobre os
modos de pensar do neurótico obsessivo e do homem primitivo: o
primeiro possui como fator de base um superego extremamente
rigoroso, sendo esse um dos fatores que o impede de por em prática real
os seus pensamentos, fazendo com que eles apresentem o sentido de
uma ação.
Assim sendo, o retorno do agir ao pensar revela-se como um
mecanismo de base, que funda o fenômeno obsessivo. Essa ideia é
reafirmada por Catherine Couvreur, autora que revisita os textos
freudianos sobre a neurose obsessiva. A mesma atesta que “Se os
processos de pensar assumem um ‘caráter compulsivo’, é por que são
[...] exclusivamente destinados ao agir, isto é, pensamentos que devem
substituir atos”. (COUVREUR, 2003, p.26). A partir dessas afirmações,
podemos associar essa forma de pensar com os conflitantes sentimentos
de amor e ódio que Freud já havia relacionado à neurose obsessiva, e

7 Originalmente publicado em 1907


8
Originalmente publicado em 1913.

76
que são os responsáveis pela paralisia e dificuldade de ação, que é lugar
comum entre os obsessivos.
2.3 Melanie Klein e a angústia psicótica infantil

Segundo Klipan e Mello Neto (2012), a primeira menção a


neurose obsessiva feita por Melanie Klein se encontra no artigo “A
análise de crianças pequenas”, de 1923, onde ela procurou esboçar suas
primeiras observações e compreender a constituição de algumas
inibições em seus pequenos pacientes, especialmente as escolares. Ao
falar sobre o interjogo de forças presentes na inibição, a autora rediscute
a análise feita por Freud de um dos grandes gênios da renascença,
Leonardo Da Vinci.
Apesar de manter vários dos apontamentos feitos por Freud em
relação às inibições de Leonardo, Klein9 (1996a) deu destaque ao intenso
sadismo presente na dinâmica das crianças desde sua mais tenra idade.
Segundo ela, pelo fato da infância ser um momento em que o ego ainda
está em desenvolvimento, esse sadismo seria sentido de forma mais
intensa, o que poderia gerar consequências no futuro, como as inibições
intelectuais nas crianças em fase de aprendizagem, o que já pode ser
considerado uma espécie de neurose.
Diante disso, fica clara a importância que essa autora daria no
decorrer de sua obra para as questões relacionadas ao sadismo e aos
sentimentos agressivos presentes desde o nascimento, e que terão
grande importância para os seus estudos sobre os primórdios do
desenvolvimento psíquico. Voltando ao tema deste artigo, Klipan (2012)
aponta que a primeira vez que Melanie Klein abordou, de forma
pormenorizada, a neurose obsessiva foi no livro “A Psicanálise de
Crianças”, de 1932. Nessa obra, a autora afirma que “a neurose
obsessiva é apenas um dos métodos de cura tentado pelo ego a fim de
superar esta precoce angústia psicótica infantil” (KLEIN 10, 1997, p.218),
ou seja, tanto a criança, como também o adulto neurótico, é que devem
ser a regra, demonstrando, dessa forma, que a neurose obsessiva foi a
melhor maneira encontrada pelo ainda incipiente ego da criança para
fugir das ansiedades persecutórias e, por conseguinte, de uma psicose,

9 Originalmente publicado em 1923.


10
Originalmente publicado em 1932.

77
mesmo que essa forma apresente sintomas que venham a ser
prejudiciais para um desenvolvimento adequado.
Com base nessas concepções, devemos destacar a capacidade
analítica de Klein, que possuía uma percepção extraordinária, dando a
ela a possibilidade de observar os sintomas obsessivos ainda em crianças
pequenas, sendo capaz de desenvolver toda uma teoria que tivesse
como objetivo descobrir e desenvolver as principais características do
psiquismo infantil.

2.4 A relação entre o sadismo da criança e o sentimento de culpa


segundo Klein

Como comentado anteriormente, Melanie Klein foi capaz de


observar, em seus pequenos pacientes, um intenso sadismo, e que o
ego, por ainda estar em desenvolvimento, faria como que esses
sentimentos agressivos fossem sentidos de forma mais intensa, gerando
a precoce angústia psicótica infantil. A autora denominou esse período
de “fase do sadismo máximo”, que acontece durante a metade do
primeiro ano de vida. Sedeu (2011) afirma que durante essa fase de
sadismo, a criança imagina ter feito ataques ao corpo da mãe, e isso
causa um forte sentimento de culpa e o medo de ser destruído por
objetos internos e introjetados.
Na neurose obsessiva, o superego que se faz presente é o
aterrorizante desse estado precoce de desenvolvimento, e, por isso, o
superego do obsessivo é tão rigoroso. Devemos lembrar o fato de Klein
ter sido capaz de observar, já em crianças bem pequenas, a presença
desse superego tão severo, contrariando os postulados freudianos de
que o superego seria o resultado da dissolução do complexo de Édipo.
Ainda segundo Sedeu (2011), Klein associa a angústia psicótica
infantil, provocada por essas situações de perigo, ao começo das
obsessões e da neurose obsessiva, afirmando que o neurótico obsessivo
tem “medo de ser destruído por seus objetos introjetados”, o que o faz
ter “a necessidade compulsiva de controlar e dominar suas imagos, e
como nunca pode, efetivamente, fazê-lo, procura, ao invés disso, exercer
sua tirania sobre os objetos externos”. (KLEIN 11, 1997, p.224). Segundo
essa afirmação de Klein, podemos inferir que a criança projeta sua

11
Originalmente publicado em 1932.

78
agressividade em objetos externos, que são, em seguida, introjetados,
numa tentativa de proteger esses objetos do mal que o sadismo infantil
pode causar. Porém, como vimos, esse mecanismo falha, pois, a criança
acaba se sentindo perseguida pelos objetos agora introjetados, o que
ocasiona a sua necessidade de controlar a realidade ao seu redor, algo
de que iremos tratar mais adiante.
A partir dessas afirmações, podemos observar que Melanie Klein
reafirma as questões relacionadas aos sentimentos agressivos que Freud
já havia associado à neurose obsessiva; porém, ela foi capaz de
desenvolver de uma forma mais ampla o tema do sadismo,
demonstrando o surgimento dos sintomas e atos obsessivos em crianças
que ainda estavam em pleno crescimento. Foi devido a essa
sensibilidade por parte da autora que o fenômeno obsessivo pôde
receber um novo olhar e ser estudado e compreendido desde o seu
núcleo, quando o psiquismo infantil ainda está em pleno
desenvolvimento.

3 DESCRIÇÃO DE COMO O SENTIMENTO DE CULPA E O


MODO DE ESTRUTURAÇÃO DO PENSAMENTO FAZEM
PARTE DA CONSTITUIÇÃO NUCLEAR DA NEUROSE
OBSESSIVA

Aqui, iremos elaborar uma descrição com maior riqueza de


detalhes sobre como o sentimento de culpa e o modo de estruturação
do pensamento são itens essenciais na constituição do núcleo da
neurose obsessiva, trazendo algumas características importantes
pertencentes aos casos clínicos do “Homem dos Ratos” e da pequena
“Erna”, trabalhados de forma minuciosa por Sigmund Freud e Melanie
Klein, respectivamente.

3.1 Freud e as questões que envolvem o profundo sentimento


de ódio e o pensar sexualizado

Para retomarmos as questões que envolvem os intensos


sentimentos agressivos que estão presentes na neurose obsessiva e que,
por consequência, são geradores de sentimento de culpa igualmente
intensos, utilizaremos mais uma vez os apontamentos realizados por

79
Freud em “Totem e Tabu”, valendo-se novamente dos pontos de
concordância entre as proibições dos neuróticos obsessivos e os tabus
encontrados em vários dos povos primitivos.
Segundo Freud, “o tabu é uma proibição primeva forçosamente
imposta (por alguma autoridade) de fora, e dirigida contra os anseios a
que estão sujeitos os seres humanos”. (FREUD 12, 1974, p.55). Sedeu
(2011) afirma que o tabu é composto por proibições e restrições
relacionadas ao que é “sagrado”, “impuro”, “perigoso” e/ou
“misterioso”, algo que não possui uma explicação. Assim, a autora coloca
que um dos pontos de concordância com a neurose obsessiva é que
tanto as proibições obsessivas quanto os tabus são (aparentemente)
destituídos de algum motivo aparente. Porém, na fonte das proibições
dos obsessivos e dos homens primitivos, está uma hostilidade
inconsciente, um impulso hostil contra alguém (provavelmente, um ser
amado), que aparece como a satisfação pela morte desse alguém.
Seria essa hostilidade inconsciente a principal causadora da
intensa sensação de culpa presente na neurose obsessiva, pois, como
afirma Freud, a culpa no neurótico obsessivo “tem uma justificativa: está
fundada nos intensos e frequentes desejos de morte contra os seus
semelhantes que estão inconscientemente em ação dentro dele”.
(FREUD13, 1974, p.109-110). Esses impulsos hostis, que são reprimidos
pela proibição, se relacionam a qualquer ato que possa, por
deslocamento, representar um ato hostil. A possibilidade de realização
desse ato hostil é que seria a responsável por conduzir o neurótico
obsessivo ao medo de uma ameaça de morte contra o outro; dessa
forma, o desejo dá lugar ao medo. (SEDEU, 2011).
Diante disso, podemos apontar, mais uma vez, que o neurótico
obsessivo apresenta, em sua forma de existir no mundo, traços muito
bem marcados de ambivalência, o que seria outro ponto de
concordância com o tabu. Freud afirma que os sintomas, atos obsessivos
e medidas defensivas são derivados de impulsos ambivalentes, e Sedeu
(2011) confirma essa assertiva freudiana, dizendo que, na ambivalência,
“existe um sentimento intenso de afeição e uma intensa hostilidade
inconsciente. Essa afeição excessiva, que busca reprimir a hostilidade
inconsciente, apresenta-se no neurótico obsessivo como uma solicitude

12 Originalmente publicado em 1913.


13
Originalmente publicado em 1913.

80
que se repete compulsivamente”. (SEDEU, 2011, p.124). Como também
já foi discutida no início desse texto, essa ambivalência emocional seria
um dos componentes responsáveis pelo modo como o pensamento do
neurótico obsessivo se constrói, algo que iremos retomar logo em
seguida.
Para isso, daremos destaque, outra vez, às observações feitas por
Freud em o “Homem dos Ratos”. Foi a partir desse caso clínico que Freud
descreveu que o neurótico obsessivo efetua a substituição do agir pelo
pensar, permanecendo, dessa maneira, com um pensar eminentemente
sexualizado. Isso acontece por que, realizando essa substituição, o
neurótico obsessivo obtém um modo de não causar algum tipo de dano
aos objetos externos, pois o mesmo supervaloriza as consequências que
seus atos podem ocasionar no mundo. Como foi debatido
anteriormente, isso é causado justamente pela ambivalência emocional
presente no obsessivo, que precisa dar conta dos seus sentimentos
agressivos e, para isso, se utiliza de uma extrema afeição, gerando o
embate de forças que acaba paralisando-o em suas ações.
Com a finalidade de refletir sobre as colocações elaboradas até
aqui, iremos utilizar algumas breves passagens da descrição que Freud
realiza sobre algumas das ideias obsessivas do “Homem dos Ratos”.
Nele, Freud destaca que o paciente mantinha fortes sentimentos
ambivalentes por seu pai (que já havia falecido a época de sua análise) e
por uma dama com quem a muito desejava contrair matrimônio. Uma
de suas mais antigas e preferidas obsessões apresentava o seguinte
conteúdo: “Se eu casar com a dama, a meu pai ocorrerá algum infortúnio
(no outro mundo)”. (FREUD14, 1998, p.70). Contemplando essa
afirmação, com base em outros elementos que já estavam presentes
dentro da análise, Freud foi capaz de chegar ao conteúdo real da mesma,
que era:
“Se meu pai estivesse vivo, ele estaria tão furioso com a minha
intenção de casar-me com a dama como esteve na cena de minha
infância; de modo que eu teria outra explosão de raiva contra
ele, desejando-lhe todo o mal possível, e graças à onipotência
dos meus desejos esses males acabariam inevitavelmente por
incidir sobre ele”. (FREUD15, 1998, p.70).

14 Originalmente publicado em 1909.


15
Originalmente publicado em 1909

81
Com base nessas afirmações, Freud16 (1998) coloca que os
conflitos de sentimentos presentes nesse paciente não eram
independentes um do outro, e sim associados em pares. Seu ódio pela
dama estava inevitavelmente ligado à afeição que sentia por seu pai, e,
de modo inverso, o ódio por seu pai estava ligado ao carinho que sentia
pela dama.
A partir dessa declaração, temos um exemplo bem definido de
como a onipotência dos pensamentos é algo presente na neurose
obsessiva, e como a mesma dificulta enormemente a tomada de decisão
pelo sujeito obsessivo. Isso também contribui para que a pessoa tenha
uma predileção por se manter num constante estado de dúvida ou
incerteza, pois, como afirma Freud, “são óbvios os esforços que os
próprios pacientes empreendem a fim de poderem evitar a certeza e
ficarem em dúvida”. (FREUD17, 1998, p.75). Freud também destaca que
essa incerteza, que se estende também para as questões relacionadas à
memória, é utilizada em toda a sua extensão na formação de sintomas
obsessivos.
Assim, de acordo com o que vem sendo debatido, podemos, mais
uma vez, atestar a dedicação com que Freud estudava e desenvolvia os
principais conceitos da psicanálise, tendo sempre o cuidado de
identificar, de forma detalhada, as características que compunham as
diversas psicopatologias que ele se propunha a investigar. Por fim, para
fechar as discussões que este artigo vem promovendo até o presente
momento sobre as contribuições do criador da psicanálise, terminamos
esse tópico com a seguinte declaração de Freud sobre o ato de pensar
no neurótico obsessivo:
O processo de pensamento torna-se sexualizado, pois o prazer
sexual que está normalmente ligado ao conteúdo do
pensamento vê-se aplicado ao próprio ato de pensar, e a
satisfação derivada do fato de se alcançar a conclusão de uma
linha de pensamento é sentida como uma satisfação sexual. [...].
Dessa forma, com o auxílio do instinto epistemofílico, o ato pode,
por seu lado, ser substituído por atos preparatórios do
pensamento. (FREUD18, 1998, p.86).

16 Originalmente publicado em 1909.


17 Originalmente publicado em 1909.
18
Originalmente publicado em 1909.

82
3.2 As fantasias agressivas e a constante fuga da realidade: o
encontro de Melanie Klein com a pequena Erna

É chegado o momento de discutirmos sobre as contribuições


feitas por Melanie Klein às questões da culpa e do modo de pensar na
neurose obsessiva. Para isso, iremos utilizar algumas de suas concepções
elaboradas a partir de um de seus mais famosos casos clínicos, o da
pequena “Erna”, presente em “A Psicanálise de Crianças”. Esse livro é
considerado até hoje como um dos mais importantes da autora, tanto
por conter as principais ideias relacionadas à técnica da análise com
crianças, como também por apresentar o maior número de referências
sobre o tema da neurose obsessiva.
O caso da pequena “Erna” já havia sido abordado por Klein,
mesmo que de forma resumida, no artigo “Princípios psicológicos da
análise de crianças pequenas”, de 1926 (KLEIN 19, 1996c); porém, foi na
obra “A Psicanálise de Crianças” que ela o retomou de forma bem mais
profunda, demonstrando os diversos mecanismos obsessivos que faziam
parte da sua constituição. A autora destaca alguns dos comportamentos
apresentados por Erna, que serviram como motivação para que seus pais
procurassem uma intervenção psicanalítica. Um deles consistia num ato
compulsivo de bater a cabeça no travesseiro, o que acontecia quase
sempre na hora de dormir; e também que a menina demonstrava uma
ambivalência extremamente marcada para com seus pais, e em especial
com sua mãe, pois ao mesmo tempo em que se mostrava como uma
criança bastante terna, tinha bruscas alternâncias para atitudes hostis.
Segundo Klein, Erna “dominava completamente a mãe, não lhe
deixando qualquer liberdade de movimento e atormentando-a
continuamente com seu amor e seu ódio”. (KLEIN 20, 1997, p.55). A
autora associa esses sentimentos ambivalentes com uma forte angústia
da criança por ter projetado o seu sadismo contra sua mãe, e podemos
ver, nessa ideia, que Klein mantém a questão da ambivalência emocional
que Freud já havia associado ao obsessivo, sendo isso um dos principais
geradores do sentimento de culpa e do modo de pensar sexualizado no
paciente obsessivo, onde o pensamento se apresenta como um
substituto completo do ato. Porém, ela demonstra como essas

19Originalmente publicado em 1926.


20
Originalmente publicado em 1932.

83
características já estavam presentes na dinâmica psíquica de sua
pequena paciente, o que aparece também durante as suas brincadeiras.
Klipan (2009) aponta que no decorrer nas brincadeiras propostas
e desenvolvidas por Erna, aparece a intensa ambivalência que fazia parte
de sua vida psíquica, ocorrendo sempre uma alternância entre atos
hostis e de bondade entre as personagens. Ora um casal era assassinado
e queimado em determinado tipo de brincadeira, para, na cena seguinte,
se amarem e se beijarem, demonstrando uma bondade que, logo em
seguida, era descoberta como falsa e punida com a morte ou algum
outro castigo igualmente severo. Essa forma de brincar, durante a
análise, é mais um exemplo de como o sadismo de Erna era acentuado,
e de como ela sentia que havia danificado seus objetos introjetados
(sobretudo a figura da mãe) com essa agressividade, o que gerava
angústia e intensos sentimento de culpa, que a faziam sentir que seria
punida de alguma forma, punição essa que se mostrava aplicada aos
personagens de suas brincadeiras.
A partir dessas observações, podemos perceber mais uma vez
que, por mais que Klein não tenha dado ênfase a esse tema, ela
demonstra de forma indireta as questões relacionadas à onipotência dos
pensamentos do neurótico obsessivo, que, por supervalorizar a
repercussão que suas ações podem causar sobre o mundo, acredita ter
danificado seus objetos externos e introjetados com sua agressividade
e, por isso, precisa realizar a todo o momento o mecanismo que mais
tarde Klein iria denominar de “reparação”, mecanismo esse que, com a
evolução do seu pensamento, iria se tornar um dos principais
componentes da posição depressiva.
Outro aspecto da vida psíquica de Erna que foi percebido por
Klein e que também é associado a outras crianças se relaciona com a
maneira particular com que as mesmas interagem com a realidade.
(KLIPAN, 2009). Melanie Klein destaca que, apesar de a análise de Erna
já ter alguma duração, ela não conseguia alcançar as informações sobre
a vida real da menina; o que era conseguido se resumia a uma grande
quantidade de elementos referentes aos impulsos sádicos que Erna
dirigia contra a sua mãe introjetada, que eram expressos através das
diversas formas femininas que surgiam nas personificações no brincar da

84
paciente. Porém, contra a mãe real, Klein afirma nunca ter ouvido uma
única queixa por parte da criança. (KLEIN21, 1997).
Ainda se referindo à forma como Erna interagia com a realidade,
Klein afirma que essa relação era um “simulacro num grau muito maior
do que seu comportamento levaria a esperar”. (KLEIN 22, 1997, p.63).
Essa afirmação se faz muito interessante, pois é a partir dela que a autora
irá discutir alguns pontos referentes ao contato próximo que haveria
entre as neuroses obsessivas graves e a psicose, em especial a paranoia,
associando esse afastamento da realidade presente nas psicoses com a
tão comum onipotência dos pensamentos presente nos neuróticos
obsessivos.
Através dessa assertiva, Klein nos mostra que os sentimentos
persecutórios, elementos presentes de forma intensa no início do
desenvolvimento e nas várias formas de psicose (como a paranoia),
aparecem do mesmo modo, de forma acentuada, nas neuroses
obsessivas mais intensas, como no caso de sua pequena paciente. Do
mesmo modo, a autora coloca que através desse afastamento do mundo
real, Erna imaginava que toda a realidade ao entorno estava a seu
serviço, e esse detalhe aparece com maior visibilidade nas atitudes
autoritárias que a menina demonstrava em suas brincadeiras.
Porém, Klipan (2009) coloca que a menina não buscava fugir da
realidade apenas como uma fórmula de escape para as frustrações que
esta lhe causava; os ataques aos seus objetos internos (pais introjetados)
eram revertidos em contra-ataques que mobilizavam muita angústia e
culpa em Erna. Dessa forma, ela era perseguida pelo retorno do seu
próprio sadismo que havia sido direcionado contra a imago de seus pais,
demonstrando mais uma vez a ambivalência emocional que constituía
sua vida psíquica e seus sintomas obsessivos. Como defende Klein 23
(1997), essas características compõem a gênese do superego.
Klipan (2009) também afirma que, ao descrever este ciclo de
sadismo, angústia e culpa, Klein foi capaz de descobrir os motivos que
faziam com que Erna vivesse “colada” a sua mãe: “Erna se sentia
responsável por toda e qualquer doença que a mãe tivesse e tinha a
expectativa de uma punição correspondente em função de suas próprias

21 Originalmente publicado em 1932.


22 Originalmente publicado em 1932.
23
Originalmente publicado em 1932.

85
fantasias agressivas”. (KLEIN24, 1997, p.64). Novamente, a autora atesta
essa necessidade de constatar concretamente se havia ou não
danificado o corpo da mãe como um traço muito primitivo da conhecida
e constante dúvida obsessiva, além de afirmar que essa também é uma
importante característica da paranoia.
Assim, com base no que procuramos discutir até aqui, podemos
chegar a algumas conclusões com relação aos postulados teóricos de
Melanie Klein. É notável o fato de que a mesma foi capaz de manter
diversos dos apontamentos feitos por Freud sobre a neurose obsessiva,
ao mesmo tempo em que chegava as suas próprias concepções e
desenvolvia uma nova teoria acerca dos primórdios do psiquismo e das
questões relacionadas ao sadismo presentes desde o início do
desenvolvimento infantil, tendo como base os diversos casos clínicos
que atendeu. Mais do que nunca, foi dada uma nova atenção à díade
mãe-bebê, mostrando o quanto essa relação é importante para que a
criança tenha condições de lidar com as suas fantasias e ansiedades
persecutórias, tendo, assim, uma maior chance de crescer de forma
plenamente saudável psiquicamente.
Por isso, terminaremos essa parte do presente trabalho com
uma frase de Melanie Klein, presente eu seu livro “Inveja e Gratidão”, de
1957 (KLEIN25, 1996b), e que talvez seja a que melhor defina esse tipo
tão especial de relação e que ainda exemplifica várias das questões
apresentadas por Erna durante a sua análise: “... E o bebê, que antes
estava dentro da mãe, agora tem a mãe dentro de si.”.

4 METODOLOGIA

A metodologia é considerada uma das partes de maior


importância em qualquer trabalho científico, pois é a partir dela que se
define o tipo de pesquisa que será realizado, e como os dados que a
pesquisa pretende alcançar serão obtidos e, por conseguinte analisados.
Devido a essa importância, segue abaixo, de forma detalhada, os passos
que foram utilizados na metodologia deste trabalho, que possibilitou a
completa realização do mesmo.

24 Originalmente publicado em 1932.


25
Originalmente publicado em 1957.

86
4.1 Tipo de pesquisa

Como foi mencionado, de forma bastante breve, logo na


introdução, este artigo é fruto de uma pesquisa bibliográfica, que
consiste numa revisão das obras de Sigmund Freud, Melanie Klein e
também de alguns autores contemporâneos do campo da psicanálise,
como Natalia Sedeu e Marcos Leadro Klipan, tendo sua ênfase voltada
para o tema da neurose obsessiva, destacando o sentimento de culpa e
a forma como se constitui o modo de pensar nesse tipo de estrutura
psíquica. Segundo Ventura (2013), a pesquisa bibliográfica apresenta a
seguinte definição:
Investiga ideias e conceitos que comparam as posições de diversos autores em
relação a um tema específico, estabelecendo uma reflexão crítica sobre as ideias
e conceitos escolhidos e defendendo uma ou várias afirmativas, que podemos
caracterizar como argumentos. (VENTURA, 2013, p.69).

Sendo assim, a pesquisa bibliográfica pode ser delimitada pelo


tema das obras, pelo período em que foram escritas ou por alguns
conceitos e ideias que se propõe a analisar, sendo esta última afirmativa
a que melhor representa esta pesquisa. Uma vez delimitada, a pesquisa
deve ser feita mantendo o seu foco na seleção de obras que a integrarão,
por sua leitura e análise (VENTURA, 2013). Essas definições apresentam
de forma adequada a real intenção que permeia a produção deste artigo,
pois ele visa justamente uma investigação das contribuições de Freud e
Klein sobre as questões referentes ao sentimento de culpa e o modo de
pensar na neurose obsessiva.
A partir disso, podemos dizer, de forma segura, que a pesquisa e,
consequentemente, o texto produzido a partir dela se propõem a
conhecer a forma como o tema escolhido foi abordado, analisado e
trabalhado de acordo com os autores citados, e também destacar quais
as principais variáveis teóricas que a neurose obsessiva foi recebendo
com o passar do tempo e a constante construção teórica do pensamento
psicanalítico.
4.2 Dados descritos

A escolha do tema da pesquisa visa aprofundar algumas questões


importantes a serem compreendidas em relação às principais
características que constituem a neurose obsessiva como uma estrutura

87
própria e singular, com as suas particularidades e sintomas. No caso,
foram escolhidas duas de suas principais características constituintes
como foco da pesquisa, o intenso sentimento de culpa e a forma como
se estrutura o pensamento. As construções teóricas utilizadas para o
desenvolvimento do mesmo tiveram referencial na Psicanálise, partindo
dos pressupostos teóricos de Freud e Melanie Klein, compreendendo os
limites e as especificidades de cada autor, até alguns autores
contemporâneos que revisitam esse tema a partir da obra dos autores
principais.
A escolha dos referenciais teóricos propostos por Freud e Klein se
mostrou extremamente vantajosa para a elaboração da pesquisa e do
presente texto, pois o primeiro tratou do tema escolhido de forma
constante e detalhada em diversos momentos de sua obra, mostrando
uma contínua evolução no modo de ver e pensar a neurose obsessiva; já
Klein foi capaz de observar características obsessivas em algumas das
crianças que atendeu, relacionando essa estrutura com a questão do
sadismo infantil e com a psicose, aumentando ainda mais o espectro de
conhecimento sobre a neurose obsessiva. Assim, foi possível realizar um
apanhado satisfatório entre os postulados teóricos de cada autor,
obtendo uma base consistente para que este artigo pudesse ser
produzido.

5 ANÁLISE DOS DADOS

A partir dos resultados obtidos através da leitura e pesquisa dos


textos dos autores já citados, se pretendeu realizar uma revisão de
literatura que buscasse compreender os aspectos constitutivos da
neurose obsessiva (o sentimento de culpa e a estruturação do
pensamento), a partir de tudo aquilo que foi proposto para a mesma
tanto por Sigmund Freud como também por Melanie Klein, obtendo,
assim, um panorama geral de como se desenvolveu o pensar
psicanalítico sobre o tema escolhido com o decorrer dos anos e a
evolução dos aspetos teóricos.
No decorrer da pesquisa e da produção do artigo, foi possível
obter os dados necessários para responder as questões que permeavam
todo o trabalho e que foram à motivação para que ele se realizasse. O
mesmo tinha como objetivos apontar e descrever, a partir das obras de
Freud e Klein, o porquê de o sentimento de culpa ser um elemento tão

88
presente na vida psíquica do neurótico obsessivo, e entender a
estruturação do seu modo de pensar. A escolha dos referenciais dos dois
principais autores escolhidos se mostrou extremamente vantajosa, pelo
fato de os dois terem dado uma importância singular ao tema da neurose
obsessiva dentro da sua obra.
Sigmund Freud já pensava sobre como a ambivalência emocional
era um componente de base para a constituição da neurose obsessiva, e
que ela seria a grande responsável pelo profundo sentimento de culpa e
pelo fato de o pensamento do obsessivo ter o mesmo sentido de uma
ação, o que o fazia maximizar o poder que suas ações poderiam exercer
sobre o mundo e as outras pessoas, constituindo, assim, o modo de
pensar extremamente sexualizado. Já Melanie Klein analisou essa
ambivalência de forma muito mais extensa, dando um destaque mais
que especial para o sadismo presente no âmago da neurose obsessiva,
conseguindo, assim, destacar os sintomas obsessivos ainda em crianças
pequenas, os relacionando em sua forma mais grave com alguns tipos de
psicose (em especial a paranoia), sendo esse o principal campo aonde
sua teoria iria se desenvolver com o passar do tempo.
Com isso, devemos destacar que tanto Freud quanto Klein são
os autores que definitivamente representam esta pesquisa, por terem
elaborado de melhor forma os conceitos e teorias que foram aqui
abordados e utilizados, possibilitando, assim, que tanto a pesquisa
quanto o presente artigo pudessem ser elaborados de forma sistemática
e consistente.
Por fim, devemos lembrar que, como toda pesquisa, esta também
apresentou algumas limitações no decorrer da sua execução. Uma delas
foi encontrar autores da atualidade que abordassem em seus trabalhos
questões relativas ao tema escolhido, principalmente partindo de
autores da escola inglesa de psicanálise (no caso Melanie Klein), cujos
referenciais teóricos constituíram uma das bases para a elaboração
deste artigo; e também que focassem de forma direta a questão do
sentimento de culpa e da estruturação do pensamento no neurótico
obsessivo.
Outra dificuldade apresentada foi, justamente, definir quais
aspectos da neurose obsessiva seriam investigados durante a pesquisa e
que seriam detalhados com o decorrer e na construção deste artigo. Por
ter sido um dos principais temas da obra tanto de Freud como de Klein,

89
os conceitos atribuídos à neurose obsessiva foram mudando
constantemente, recebendo diferentes acréscimos e modificações com
a evolução da obra e do pensamento de cada um dos autores, e isso
acabou se mostrando uma dificuldade para a escolha das características
pertencentes ao tema que esse texto se propôs a trabalhar de forma
pormenorizada.

6 CONSIDERAÇÕES FINAIS

A partir de todas as discussões que foram elaboradas no decorrer


de todo o texto, é possível chegarmos a algumas conclusões. A primeira
delas se refere aos principais autores que tiveram seus referenciais
teóricos utilizados na dissertação deste artigo. Podemos perceber que
tanto Sigmund Freud quanto Melanie Klein apresentaram uma teoria
consistente e muito bem construída sobre o tema da neurose obsessiva,
possibilitando que esse artigo tivesse as condições necessárias para ser
arquitetado a partir de uma base sólida.
Freud tratou do tema da neurose obsessiva em vários momentos
de sua obra, como foi demonstrado aqui de forma sintetizada a partir
dos escritos sobre o “Homem dos Ratos”, de 1909, e a partir do texto
“Totem e Tabu”, de 1913, procurando uma constante evolução dos
conceitos que permeavam as características relacionadas ao sujeito
obsessivo, fato esse que se estendia a construção de todo o seu trabalho.
Já Klein foi capaz de observar e teorizar sobre a neurose obsessiva ainda
em crianças pequenas desde os seus primeiros escritos, nas décadas de
1920 e 1930, aumentando ainda mais o espectro de atuação e
entendimento dos analistas sobre a neurose obsessiva e também sobre
os períodos mais arcaicos do desenvolvimento psíquico infantil.
O fato de nos utilizarmos primeiro dos referenciais de Freud para
depois passarmos as contribuições oferecidas por Klein se mostrou
extremamente proveitoso, pois dessa forma foi possível elaborar uma
espécie de panorama sobre as questões relacionadas ao fenômeno
obsessivo, demonstrando como essa patologia foi tendo seu conceito
ampliado e modificado com o passar do tempo dentro do campo
psicanalítico.
Ressaltamos ainda que ambos os autores destacaram
minuciosamente, em seus trabalhos, os aspectos relacionados à

90
ambivalência emocional, ao embate constante entre os sentimentos de
amor e ódio, que é um dos principais componentes da vida psíquica do
neurótico obsessivo, e que de certa forma é o principal responsável pelo
constante sentimento de culpa e pelo modo de pensar sexualizado que
constituem o âmago desta psicopatologia.
Freud enxergou essa dualidade no amor extremo e no desejo de
morte igualmente forte que o “Homem dos Ratos” mantinha para com
seu pai; e Klein observou esses mesmos fatores no excessivo sadismo da
pequena “Erna” para com sua mãe, que a fazia manter-se colada a ela,
por receio de ter danificado de alguma forma a figura materna, devido
aos seus intensos e constantes sentimentos agressivos. Era desse modo
dual, e por que não dizer também contraditório, de se relacionar com as
imagos parentais que adivinha a angústia e a culpa intensas em ambos
os pacientes.
Diante dessas colocações, afirmamos que os objetivos específicos
que nortearam a construção deste texto puderam ser alcançados. Eles
consistiam em apontar o profundo sentimento de culpa e a forma de
estruturação do pensamento no neurótico obsessivo a partir das
contribuições Sigmund Freud e Melanie Klein, e descrever como esses
dois componentes tão significativos fazem parte da constituição nuclear
da neurose obsessiva. Assim, tivemos como analisar alguns dos diversos
mecanismos que compõe a gênese do fenômeno obsessivo. Isso se deu
graças ao fato de procuramos a todo o momento manter o foco nas
questões da culpa e do modo de pensar presentes nesses objetivos, para
que assim fosse possível extrair das obras dos autores utilizados as
respostas necessárias a esta pesquisa.
São esses fatores destacados logo acima, dentre outros, que
permitiram que esse texto pudesse ser construído de forma adequada a
partir dos conhecimentos elaborados pelos dois principais autores. Esse
fato merece destaque também por ter proporcionado momentos
prazerosos de leitura e conhecimento, permitindo um maior
entendimento sobre um dos objetos de estudo mais conhecidos e
trabalhados pelos grandes nomes da Psicanálise no decorrer de suas
obras. Porém, por mais que seja um assunto conhecido, o mesmo ainda
traz algumas questões desconhecidas tanto por alunos como por
profissionais nos grandes meios acadêmicos, em especial aquelas
apontadas por Melanie Klein.

91
Suas teorizações sobre o sadismo presente no psiquismo infantil
desde os primórdios de seu desenvolvimento pode, muitas vezes, causar
certo estranhamento ou mesmo algum tipo de aversão ao leitor que está
começando a trilhar seu caminho no estudo da Psicanálise, fazendo com
que esse artigo tenha uma missão especial, que é tratar essas questões
de forma simples e clara, sem perder a objetividade, para que a
experiência de leitura sobre a neurose obsessiva e seus aspectos que
remontam a infância possa ser agradável para todos os leitores, sejam
eles iniciantes ou não.
Assim, imaginamos que, a partir das contribuições deste artigo,
será possível incentivar a produção de novas pesquisas e artigos que
tenham como objetivo aprofundar outras questões específicas que
compõem a neurose obsessiva, aumentando, desta maneira, o espectro
de conhecimento sobre esta que foi, e continua sendo, um dos principais
temas debatidos e estudados pelos grandes nomes da Psicanálise.

REFERÊNCIAS

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neurose obsessiva. In: BRUSSET, Bernard; COUVREUR, Catherine. A
Neurose obsessiva. São Paulo: Escuta, 2003.
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Imago, 1996, p. 107-117. (Edição Standard Brasileira das obras
psicológicas completas de Sigmund Freud, v. 9). Originalmente
publicado em 1907.
FREUD, Sigmund. Notas sobre um caso de neurose obsessiva: o
homem dos ratos. Rio de Janeiro: Imago, 1998. Originalmente
publicado em 1909.
FREUD, Sigmund. Observações Adicionais sobre as Neuropsicoses de
Defesa. Rio de Janeiro: Imago, 1987, p.154-173. (Edição standard
brasileira das Obras psicológicas completas de Sigmund Freud; v. 3).
Originalmente publicado em 1896.
FREUD, Sigmund. Totem e Tabu. Rio de Janeiro: Imago, 1974, p. 17-
191. (Edição Standard Brasileira das obras psicológicas completas de
Sigmund Freud, v. 8). Originalmente publicado em 1913.

92
KLEIN, Melanie. A análise de crianças pequenas. Rio de Janeiro: Imago,
1996a, p.100-128. (Edição Brasileira das Obras Completas de Melanie
Klein, v.1). Originalmente publicado em 1923.
KLEIN, Melanie. A Psicanálise de Crianças. Rio de Janeiro: Imago, 1997.
Originalmente publicado em 1932.
KLEIN, Melanie. Inveja e gratidão. Rio de Janeiro: Imago, 1996b, p. 205-
267. (Edição Brasileira das Obras Completas de Melanie Klein, v.3).
Originalmente publicado em 1957.
KLEIN, Melanie. Princípios psicológicos da análise de crianças
pequenas. Rio de Janeiro: Imago, 1996c, p.152-163. (Edição Brasileira
das Obras Completas de Melanie Klein, v.1). Originalmente publicado
em 1926.
KLIPAN, Marcos Leandro. A neurose obsessiva sob a ótica de Melanie
Klein. 2009. 140 f. Dissertação (Mestrado em Psicologia) - Programa de
Pós-Graduação em Psicologia, Universidade Estadual de Maringá,
Maringá, 2009.
KLIPAN, Marcos Leandro; MELLO NETO, Gustavo Adolfo Ramos. A
neurose obsessiva sob a ótica de Melanie Klein. Ágora, Rio de Janeiro,
v. 15, n. 2, p. 311-325, 2012.
SEDEU, Natalia Gonçalves Galucio. Neurose Obsessiva: Tabu do
Contato X Pulsão de Morte. Estudos de Psicanálise, n. 36, p. 121-133,
2011.
VENTURA, Magda Maria (org.). Metodologia Científica. Rio de Janeiro:
Editora Universidade Estácio de Sá, 2013.

93
94
95
96
Isabel Cristina Monteiro dos Santos1

1 INTRODUÇÃO
Com o intuito de discutir a relevância dos pais na forma de educar
a criança para o convívio social, este trabalho atribui destaque na forma
como estes ensinamentos serão transmitidos. Propondo discutir o tema
no sentido de conduzir seus leitores à consciência a respeito do bom
relacionamento com a criança. Os objetivos específicos são: apontar a
família como o primeiro contato da criança com o convívio social;
descrever os papéis dos pais e como suas posturas são sentidas pela
criança; explicar como a omissão e o autoritarismo do pai pode ser
prejudicial para criança em relação a sua compreensão das regras;
compreender como a falta de um ideal pode ocasionar no movimento
da criança de não respeitar as leis do meio social.
O presente trabalho justifica sua relevância, pois através do
campo da psicologia faz uma interlocução com a teoria psicanalítica, com
o contexto familiar, da criança e do social. Com o intuito de orientar os

1Graduada em Psicologia pelo Centro Universitário Estácio do Ceará. Psicóloga Social no


Acolhimento Institucional para Homens em Situação de Rua – Prefeitura de Fortaleza.
Membro do Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas (LAPP) do Centro Universitário Estácio
do Ceará.

97
profissionais, os pais e a sociedade sobre a responsabilidade de educar
a criança para que esta futuramente possa viver com respeito para com
as pessoas, conhecendo seus direitos e deveres e convivendo em
sociedade.
A composição do trabalho consta de resumo, palavras-chave,
introdução, referencial teórico, conclusão e referências bibliográficas. O
referencial teórico dividir-se-á em quatro partes. Na primeira parte, será
tratado o conceito de família e sua relevância como primeiro contato da
criança com o convívio social, utilizando o livro Psicologias (2003) e uma
citação de Sigmund Freud (1905). Na segunda parte, as funções dos pais,
suas distinções e relevâncias, fazendo referência ao autor Bollas (2000)
e um artigo científico (2005). Na terceira parte, será discutido as
negligências e seus reflexos, referenciando Sigmund Freud (1913),
(1938) e um artigo científico (2002). Na quarta parte, será tratado o
conceito de narcisismo, ideal do ego e perversão, utilizando o autor
Sigmund Freud (1914) e um artigo científico (2009).
Ressalta-se que este trabalho foi desenvolvido em 2014 para o
“XX Encontro de Iniciação à Pesquisa da UNIFOR”, sendo apresentado
oralmente. Atualmente, foi reformulado para ser publicado no presente
livro.
Existem discussões acerca da violência no âmbito social, porém o
que falta no desenrolar deste discurso é percebermos que o cerne deste
problema está nos primeiros anos de vida, onde é preciso ensinar de
forma cândida os limites e possibilidades da criança.

2 O AMBIENTE FAMILIAR

Sabe-se que a chegada de uma criança ao mundo é de se esperar


que essa seja acolhida e amparada em suas necessidades. O ambiente
que ela conviver irá possibilitar o seu desenvolvimento e compreensão
sobre o meio. A família tem papel importante nos ensinamentos sobre a
vida em sociedade, pois a mesma além de ser responsável pela
sobrevivência física, é responsável pelo amadurecimento psíquico, assim
transmissora da cultura e vida em sociedade.
Por assumir papel fundamental na sociedade – é chamada de
célula mater - a família é forte transmissora de valores
ideológicos. A função social atribuída a ela é transmitir os valores

98
que constituem a cultura e as ideias dominantes em
determinado momento histórico, isto é, educar as novas
gerações segundo padrões dominantes e hegemônicos de
valores e de conduta. Neste sentido, revela-se o caráter
conservador e de manutenção social que lhe é atribuído [...]. É
na família que se concretiza, em primeira instância, o exercício
dos direitos da criança e do adolescente: o direito aos cuidados
essenciais para o seu crescimento e desenvolvimento físico,
psíquico e social. (BOCK, 2003, p.237).
A respeito dos cuidados para com a criança, desde Sigmund Freud
e seus estudos sobre o desenvolvimento psíquico se postulou a
necessidade da criança ser acompanhada pelos pais ou representantes.
Segundo Freud (1905), a criança em seu período de latência aprende a
amar as pessoas que a ajudam em seu desamparo e satisfaz as suas
necessidades, e o faz segundo sua relação com a ama e dar continuidade
a ele. Freud potencializa a importância do estabelecimento de uma
relação de amor, estimulando a criança desde seus instintos mais
primitivos a relação com o outro, ensinado enquanto família, a conviver
em sociedade. Ou seja, quando ele escreve sobre dar continuidade, é
dizer que o que aprendemos, sentimos, nos primeiros estágios de vida a
respeito da relação em família irá resultar na forma como nos
relacionamos com o meio em que vivemos.

3 MÃE E PAI E SEUS RESPECTIVOS PAPÉIS EM CONJUNTO

No convívio familiar, pai e mãe ocupam espaços diferentes e


semelhantes no que diz respeito ao companheirismo na facilitação de
seus papéis. A criança ao nascer passará a ser provida em seu ambiente
familiar, onde primeiramente a mãe será a pessoa primordial na sua
vida, pois esta estará para acolher o bebê e possibilitar que este seja
nutrido em todas as suas necessidades, no desenrolar desta relação, a
criança acabará por constituir um vínculo forte para com sua ama,
percebendo que ela está para satisfazer suas necessidades - É
importante salientar que quando é referida a mãe não necessariamente
é aquela que geriu no ventre, pode ser considerado a representante,
assim como o pai. O pai não se faz ausente nestes primeiros momentos,
este protege e assegura a dupla nesta relação, o seu papel irá se
concretizar a partir do terceiro ano de vida da criança, onde ela
perceberá sua presença e buscará compreender a chegada de um

99
terceiro na relação. A entrada do pai nesta relação será de grande
importância, pois seu papel é de ensinar e impor limites sobre os
preceitos da vida.
Há uma estrutura em nome da mãe e uma em nome do pai. Estas
estruturas, por sua vez, são compostas de funções, podemos,
agora, nos referir às ordens materna e paterna, especialmente se
pretendermos enfatizar a diferença funcional entre ambas[...].
Ao nos referimos à mãe interna ou à ordem materna, incluímos
as funções psíquicas de recepção, gestação, parto e continência,
bem como as formas de comunicação baseadas em recursos não-
verbais. Ao nos referimos ao pai interno ou à ordem paterna,
incluímos as funções de penetração, inseminação, guarda,
encontro, criação, e aplicação das leis [...]. (BOLLAS, 2000, p. 66).
A criança no decorrer de seu crescimento passa a perceber que
não está sozinha e que convive com pessoas que estão para lhe amparar.
Assim, estas pessoas passam a ensiná-la o certo e o errado, a criança
demostrará em seus comportamentos, as dúvidas acerca das imposições
estabelecidas, pois antes não eram percebidas em seu cenário as
imposições de leis, mas aproximadamente no decorrer dos três anos
essa conduta será percebida. Cassandra (2005), diz que ao longo da
primeira infância a criança tenderá a averiguar se as limitações que são
impostas e a postura dos pais estão de acordo ou fogem à regra. Isso leva
a crer que a criança necessita sentir-se segura com seus pais e confiar
em suas palavras, enxergar que suas palavras vão de encontro às suas
condutas, os seus cuidadores são uma referência, assim se algo é
proibido deve ser explicado porquê e seguir a regra como foi ensinado.

4 A NEGLIGÊNCIA E SEUS REFLEXOS

Como postulado, a família tem papel essência na construção


psíquica, física e social. Os pais são a primeira referência de sociedade
para a criança, presume-se que estes devem educá-la e provê-la, porém
a forma que estas características se dão é o fator primordial para o
estabelecimento de uma estrutura psíquica que possa responder as
ordens sociais.
A criança precisa compreender que o pai está para ser sua
referência primordial de respeito, limites e regras, porém este precisa
saber se impor e se comunicar, ensinar a reconhecer-se como tal. A

100
omissão e a incisão não são formas positivas para este reconhecimento,
uma relação que se constitui desta maneira provavelmente não obterá
bons resultados.
Não existe culpa uma vez que responde a omissão do outro, que
faltou em seu dever, este não renuncia ao seu objeto que parece
sustentar o desejo e recusa-se a receber do meio a aquiescência,
esforça-se para se fazer por si próprio e tomar posse do que lhe falta
(MIRIAM apud. MELMAN, 1992). A criança que não foi orientada, que
esperou do pai e não obteve resposta plausível, passa a ser a própria lei,
a reger o seu lar, não obedecendo a pedidos ou negociações, isso, devido
ao silêncio daquele que deveria constituir o caminho para a criança. O
pai que não se faz presente em gestos e palavras, possibilita que a
criança viva a margem do seu desejo.
No que se refere à postura incisiva do pai, a criança que convive
com autoritarismo, imposição de deveres e não há a existência de um
diálogo, acaba por deixar que a mesma aprenda que não existe troca em
uma relação, que ela deve atender as obrigações daqueles que tem o
poder e desejar ser o próprio poder, sem perceber o direito do outro.
Em 1913, Freud publica o mito “Totem e Tabu” onde realiza uma
leitura psicanalítica sobre todo um contexto de uma civilização primitiva,
desde o significado simbólico do totem e do tabu, como também uma
reflexão acerca do ritual religioso e civil da sociedade. Freud lança o
olhar da psicanálise sobre este mito e postula que a inscrição da lei, o
referencial fálico da horda primitiva é o pai e isso sucede a partir de sua
morte, devido ao fato de perceber que os filhos, que vos mataram,
passaram a sentir culpa e remorso pelo ocorrido e intitularam uma nova
ordem, a de não matar o pai e servir aos seus preceitos. Este mito
ressalva a importância do papel do pai no contexto familiar e social, pois
intitula que o mesmo está para orientar e dar limites aos filhos, assim
dando possibilidade de procriação, relacionamento civil e respeito para
com a sociedade.
Freud (1913, p. 147) diz: “Um pai violento e ciumento, que
reserva todas as fêmeas para si e expulsa os filhos quando crescem, eis
o que ali se acha”. Violento devido sua forma de punir seus filhos quando
estes fugiam a regra. O pai para representar e ensinar as ordens não
precisa ser agressivo em gestos e palavras, o mesmo precisa ensinar
através do diálogo e do amor.

101
O mito não preconiza a estrutura perversa devido ao fato de após
o assassinato, os filhos ingerem as partes do pai o que significa dizer que
eles introjetaram a lei simbolicamente, porém Freud descreve o clamor
dos filhos para com o desejo de um pai amoroso:
O sistema totêmico foi, digamos um contrato com o pai, em que
este concedia tudo o que a fantasia da criança podia dele
esperar, proteção, cuidado, indulgência, em troca do
compromisso de honrar sua vida, ou seja, não repetir contra ele
o ato que havia destruído o pai real. Havia também uma tentativa
de justificação no totemismo. Se o pai nos tivesse tratado como
o totem, nós jamais teríamos caído na tentação de matá-lo.
(FREUD, 1913, p. 151).

Assim, percebe-se que a ato de transgredir a lei, parte do


resultado das injurias que o pai comete com os seus filhos,
negligenciando e os oprimindo ao invés de cuidar e preservar para que
eles estabeleçam uma relação de amor, respeito e entendimento dos
limites.
É possível mencionar que o que aprendemos em casa levamos
para a vida, partindo do princípio que nossa primeira experiência de
relação, estabelecimento de vínculos com as pessoas, com o social, parte
do que aprendemos em família, a relação familiar é o alicerce da relação
com a sociedade e com a cultura. Leônia (2002) menciona que a cultura
impõe restrições que possibilita a vida coletiva e a construção do sujeito.
A convivência permite vínculos, o amor e o trabalho. A cultura é fruto do
desejo de coesão que constitui unidades maiores. Entendo esta lógica, é
possível perceber que a criança que não vivenciou, um bom
relacionamento familiar, onde a relação com a mãe e o pai não se deu
de forma saudável, irá repetir no contexto social. A criança que
transgredi a ordem dos pais, que não estabelece uma relação de respeito
e amor, irá projetar nas suas relações a desqualificação do outro.
A criança que não elabora os limites impostos, a princípio,
vivenciará um conflito interno de acatar ou não as ordens, a priori devido
ao fato de não reconhecer bem o seu espaço e os papéis dos pais, porém
com o tempo o investimento de seguir conforme o seu desejo será maior
do que os pedidos para não fazer.
Suponhamos, portanto, que o ego de uma criança se encontra
sob a influência de uma poderosa exigência instintual que está

102
acostumado a satisfazer, e que é subitamente assustado por uma
experiência que lhe ensina que a continuação dessa satisfação
resultará num perigo real quase intolerável. O ego deve então
decidir reconhecer o perigo real, ceder-lhe passagem e renunciar
à satisfação instintual, ou rejeitar a realidade e convencer-se de
que não há razão para medo, de maneira a poder conservar a
satisfação. Existe assim um conflito entre a exigência por parte
do instinto e a proibição por parte da realidade [...] Mas tudo tem
de ser pago de uma maneira ou de outra, e esse sucesso é
alcançado ao preço de uma fenda no ego, a qual nunca se cura,
mas aumenta à medida que o tempo passa (FREUD, 1938, p.283).

Pode-se considerar que a criança quando solicitada, seja pela a


omissão ou pela incisão, a responder conforme os preceitos da moral,
irá transgredi-la em função da clivagem do ego, onde não responderá de
prontidão a moral e usurpará da mesma. Percebe-se que a omissão deixa
margem para a criança ir de encontro ao que desejo, a responsabilizando
e não cobrando uma resposta a sua postura, já a incisão possibilita a
revolta contra tudo que lhe é imposto através de imposições severas,
viabilizando que a criança passe a alimentar o ódio ao invés de amor e
optando em discernir o que é melhor para ela. Assim, a criança que
perpassa um destes caminhos possivelmente constituirá uma estrutura
perversa pelo fato de transgredir a lei, ser alimentada pelo ódio e servir
aos seus desejos.

5 O IDEAL DAQUELE QUE FOI NEGLIGENCIADO

Em 1914, Freud publica o livro “Introdução ao Narcisismo” onde


discorre acerca da imagem que todos têm de si e dos outros. No princípio
vimemos para a satisfação e manutenção do estado primário de prazer,
das sensações prazerosas e no decorrer da relação com meio, passamos
a perceber que para sentíssemos completos é necessário desejarmos ter
um ideal, a partir da relação que tivemos com os pais, esta relação
preconizará a relação com a sociedade e nos fará sentir-se completos
com quem amamos.
Trazendo para a contextualização até então produzida, sabe-se
que a criança que é negligenciada seja pela omissão ou incisão
possivelmente não irá elaborar um ideal que busque sentir-se completo,
pois o tempo que passaste sozinho ou sojigado por imposições não foi

103
possível perceber o outro com bons olhos. Segundo Freud (1914),
quando um ideal não se desenvolveu, o investimento sexual permanece
inalterado como perversão, como na infância e é deste modo que as
pessoas desejam obter como sua felicidade. Isso leva a crer que aquele
que não compreendeu que o outro é necessário à obtenção de
satisfações, irá permanecer na busca de sentir-se completo por si.
A criança que não foi ensinada a conviver em relação, no futuro
se tornará um adulto que utilizará o meio não para sentir-se completo,
mas para usufruir de todos para sentir-se grande. Ele será a lei e irá
desqualificar qualquer investimento que possa ir de contra ao seu
desejo, pois foi desta forma que ele se sobrepôs as injurias sofridas.
E mesmo o grande criminoso e o humorista conquistam o nosso
interesse, na representação literária, pela coerência narcísica
com que mantêm afastados de seu Eu tudo o que possa diminui-
lo. É como se os invejássemos pela conservação narcísica de um
estado psíquico bem-aventurado, uma posição libidinal
inatacável, que desde então nós mesmos abandonamos. (FREUD,
1914, p.34).

O perverso usufrui do outro para satisfazer suas vontades,


mesmo que estas sejam tentativas de afirmar seu poder para com o
outro. Ele encontra-se perdido em si e procura no outro, na sociedade,
a afirmação de quem és. Segundo André Martins (2009), o perverso
narcísico acredita que para sobreviver é preciso usar o outro,
desrespeitá-lo, caso contrário o outro não aceitará se submeter ao seu
domínio.

CONSIDERAÇÕES FINAIS

O presente trabalho tem como tema a relevância dos pais na


forma de educar a criança para o convívio social. O objetivo geral foi
descrever de que maneira a forma de educar da família, em especial, do
pai pode ser relevante para a criança e seu convívio social. Os objetivos
específicos foram alcançados no que tange à sua delimitação. O objetivo
específico 1 foi construído com o propósito de apontar a família como o
primeiro contato da criança com o convívio social, desta forma a criança
ao nascer precisa ser amparada em suas necessidades básicas, a família
possui a responsabilidade de nutrir e auxiliar em sua sobrevivência.
Estes primeiros contatos com o núcleo familiar possibilitam que a criança

104
desenvolva um vínculo com seu meio familiar e possa no futuro
desenvolver contato saudável com o meio social.
O objetivo específico 2 foi construído a fim de descrever os papéis
dos pais e como suas posturas são sentidas pela criança. O primeiro e
mais terno vínculo que a criança constrói no início da sua vida é com a
mãe. A mãe está para nutrir e garantir suas necessidades, através deste
contato vai construindo-se uma relação afetuosa. Nos primeiros meses,
a figura do pai está para proteger a dupla, porém a partir do terceiro ano
de vida da criança, o pai passará a ser visto como um terceiro, impondo
limites na relação. Com o tempo a criança irá perceber que seus pais
possuem funções diferentes e devido seus primeiros contatos com as
regras, ela acabará desafiando, contestando e averiguando se estes
também as cumprem. É uma fase em que as figuras de referências
precisam dar exemplos e orientar a criança.
O objetivo específico 3 foi construído com a intenção de explicar
como a omissão e o autoritarismo do pai pode ser prejudicial para
criança em relação a sua compreensão das regras. Importante salientar
que ao delegar a função do pai de impor as regras para a criança, não é
intenção da construção desta ideia dizer que a mãe não seja também
transmissora de leis, porém como exposto, a mãe devido ao fato de
construir uma relação afetuosa com a criança, faz com que esta deseje
dela posturas de consentimento e realização de desejos, por isso o pai é
relevante na imposição de limites na relação e a mãe consequentemente
precisa permitir sua entrada. O pai com sua postura ativa precisa ter
cuidado para não ser omisso ou autoritário, pois estas posturas podem
ser prejudiciais na educação da criança. A omissão de limites faz com que
a criança não tenha um referencial a ser seguido, construindo uma falsa
e vazia sensação de segurança, seguindo como regra os seus desejos. O
autoritarismo na forma de impor limites não permite que a criança
construa a compreensão de reconhecimento, de troca na relação. Com
o tempo acaba por deseja ter essa potência, utilizando- se das pessoas
como objetos que estão para acatar suas ordens. A proposta a partir
desta construção é de explicar que é necessário impor limites para a
criança, ela necessita ter contato com tal imposição para viver em
sociedade, a forma como estes ensinamentos devem ocorrer é o passo
primordial, pois a omissão ou o autoritarismo podem possibilitar que a
criança cinda com a realidade, com as relações com o meio social,

105
atribuindo os seus desejos como ordens e através de uma postura
perversa, transgredindo as regras e anulando as pessoas.
O objetivo específico 4 foi composto com o intuito de
compreender como a falta de um ideal pode ocasionar no movimento
da criança de não respeitar as leis do meio social. Na construção de um
vínculo familiar a criança acaba por encontrar um ideal a seguir,
consequentemente terá uma boa relação com o meio social. No entanto,
quando esta relação não preconiza as leis (omissão) ou as impõem de
forma abrupta (autoritarismo) acaba por fazer com que a criança não
enxergue o meio social com bons olhos, investindo seu interesse para si
e não instituindo contato. Suas relações acabam por serem vistas como
objetos que tem por regra satisfazer seus desejos, com uma postura
perversa acaba por ser pertencente ao convívio social não para construir
laço, seguir as ordens, mas para se utilizar-se do outro. Ocasionando
numa vida de sofrimento, de falso pertencimento, insegurança de si e
transgressão social.
Percebe-se que a educação dos filhos vai muito além de assegurá-
los no âmbito físico e ambiental. O contexto familiar, em especial, a
presença fálica, possibilita à criança a segurança de estar sendo
amparada em suas necessidades, porém é necessário que seja orientado
os limites e possibilidade havendo prevalência do diálogo, onde a criança
através de gestos e exemplos introjetará a demarcação da ordem. A
criança em todo o seu desenvolvimento perpassa momentos que é
impulsionada pela satisfação, desta maneira aquela que não possui uma
orientação ou que não quer compreender os ensinamentos devido a
forma como estão sendo transmitidos, passa a ter como escolha o seu
desejo, desqualificando as palavras impostas pelos pais e exercendo o
comando no lar, havendo um laço perverso devido as circunstâncias e
estas posturas possivelmente serão transmitidas para a sociedade.
Somos uma construção de experiências e estas em sua grande
maioria nos possibilitam enxergar e respeitar o outro, mas quando esta
construção não ocorre de forma assertiva e a criança não compreende
ou não teve contato com esta construção, parece que, o que lhe resta é
transgredir, manipular, controlar e menosprezar de forma a sucumbir à
falta que lhe faz. A sociedade em sua composição carrega consigo
crianças que não entenderam ou não sucumbiram à ordem, escolhendo
a si como lei e regendo aos seus próprios desejos, assim se faz necessário

106
abrirmos os olhos para a forma de educar e orientar as crianças nos dias
de hoje.

REFERÊNCIAS

BOCK, Ana Mercês Bahia e outros. Psicologias: Uma introdução a


estudo de Psicologia. 13. ed. São Paulo: Saraiva, 2003.
FREUD, Sigmund. Um Caso de Histeria, Três Ensaios sobre Sexualidade
e outros trabalhos (1905), vol. XII. Edição Standard Brasileira das obras
psicológicas completas de S. Freud. Rio de Janeiro: Imago, 1996.
BOLLAS, Christopher. Hysteria. São Paulo: Escuta, 2000.
FRANCA, Cassandra Pereira. Pai fouveiro: o pacto
perverso. Psychê. São Paulo, v. 9, n. 15, jun. 2005. Disponível em
<http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1415-
11382005000100003&lng=pt&nrm=iso>. Acesso em: 19 ago. 2014.
ROSA, Miriam Debieux. Adolescência: da Cena Familiar à Cena
Social. Psicologia USP, Brasil, v. 13, n. 2, p. 227-241, jan. 2002. ISSN
1678-5177. Disponível em:
<http://www.revistas.usp.br/psicousp/article/view/53509>. Acesso
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FREUD, Sigmund. Totem e Tabu: algumas concordâncias entre a vida
psíquica dos homens primitivos e a dos neuróticos (1913). Tradução
de Paulo Cézar de Souza. 1ª edição. São Paulo: Penguin Classics
Companhia das Letras, 2013.
TEIXEIRA, Leônia Cavalcante. Função paterna, fratria e violência: sobre
a constituição do socius na psicanálise freudiana. Psicologia USP,
Brasil, v.7, n.2, jul/dez. 2002. Disponível em
<http://www.scielo.br/pdf/pusf/v7n2/v7n2a08.pdf>. Acesso em: 19
ago. 2014.
FREUD, Sigmund. A divisão do ego no processo de defesa (1938), vol.
XXIII. Edição Standard Brasileira das obras psicológicas completas de S.
Freud. Rio de Janeiro: Imago, 1996.
FREUD, Sigmund. Introdução ao narcisismo: ensaios de metapsicologia
e outros textos (1914-1916). Tradução de Paulo Cézar de Souza. São
Paulo: Companhia das Letras, 2010.

107
MARTINS, André. Uma violência silenciosa: considerações sobre a
perversão narcísica. Cad. Psicanálise-CPRJ, Rio de Janeiro, ano 31, n.
22, p. 37-56, 2009. Disponível em:
<http://www.cprj.com.br/imagenscadernos/04.Uma_violencia_silencio
sa.pdf>. Acesso em 19 ago. 2014.

108
109
110
Andréa Maria de Senna Marques1
Suzany Silva Costa2

1 INTRODUÇÃO

O presente artigo tem como objetivo refletir acerca do conceito


de transmissão psíquica das gerações, especificamente de uma das
modalidades – a transgeracional, e a sua influência na delinquência
juvenil. Para isso, utilizamos uma pesquisa bibliográfica, selecionando
alguns autores que articulam a teoria sobre a transmissão, e sobre a
adolescência e o desenvolvimento infantil, bem como, Freud, que já
trazia em suas obras informações relevantes para o aprofundamento dos
temas a partir do desdobramento da sua teoria.

1
Doutoranda em Psicologia pela Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales - UCES,
Argentina, Buenos Aires. Mestre em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR,
Graduada em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR. Psicanalista pela Escola
Paulista de Psicanálise (EPP). Docente do Centro Universitário Estácio do Ceará.
Supervisora Clínica do Serviço de Psicologia Aplicada do Centro Universitário Estácio do
Ceará. Coordenadora do Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas (LAPP) do Centro
Universitário Estácio do Ceará. E-mail: andreasenna2@gmail.com.
2
Pós-Graduanda em Clínica Psicanalítica pelo Centro Universitário Estácio do Ceará.

111
Discorremos sobre o desenvolvimento teórico em relação à
transmissão psíquica e sobre os tipos da mesma, a fim de embasar o
entendimento sobre transmissão, diante da complexidade da formação
subjetiva do sujeito e suas consequências para si, assim como, ressaltar
a importância deste estudo para o crescimento do aparato teórico e
prático psicanalítico.
No tocante, a diferenciação de vínculo e relação objetal de acordo
com os autores pós-freudianos, em mais uma explanação da riqueza do
conhecimento e desenvolvimento psicanalítico. E as características da
adolescência e suas vicissitudes em relação ao seu ambiente familiar. A
fim de ressaltarmos a importância do substrato familiar do sujeito para
a sua constituição psíquica, o que a psicanálise relata desde os seus
primórdios com as obras Freudianas, e cada vez mais é aprofundado o
conhecimento sobre o inconsciente e suas diversas manifestações.
Contudo, objetivamos compreender a relação da
transgeracionalidade com a delinquência juvenil, e como isto implica a
família, não somente na responsabilidade do cuidar, mas na
possibilidade de proporcionar um ambiente favorável aos seus
descendentes.

2 TRANSMISSÃO PSÍQUICA E CONSTITUIÇÃO PSÍQUICA DO


SUJEITO
O inconsciente de cada indivíduo leva a marca, na sua estrutura
e nos seus conteúdos, do inconsciente de um outro, e, mais
precisamente, de mais de um outro. (KAËS, 1998 citado por
ZANETTI; GOMES, 2009, p. 95).
Ao se pensar em um ser humano interpsíquico, nas possíveis
influências, e representações na constituição do inconsciente através
desta complexidade psicológica partilhada, a psicanálise dos pós-
freudianos aprofunda o conhecimento sobre a transmissão psíquica
geracional. Visa aspectos da apropriação psíquica do Outro através do
legado familiar, suas interferências, e possibilidades de elaboração por
parte do sujeito, considerando a importância de estudar o processo e as
peculiaridades no processo da formação subjetiva. Uma área nova no
que concerne à psicanálise, embora Freud já fizesse diversas menções
ao fato em alguns de seus escritos, pois na medida em que evolui nos
desdobramentos de sua teoria, é levado a abordar sobre uma

112
intersubjetividade constitutiva, para além da estrutura psíquica
individual.
Há considerações relevantes que contribuíram para o surgimento
do tema na psicanálise contemporânea. Freud (1913) em seu texto
Totem e Tabu remete sobre o incesto e homicídio, a proibição e
sentimento de culpa, os quais organizam a sociedade e o sujeito,
pensando também em uma transmissão cultural, para além do âmbito
familiar e gerações. Em o Ego e o Id, Freud (1923), com os conceitos de
Super Eu, Ideal de Eu e Eu ideal, faz referência à transmissão psíquica
geracional. O Super Eu como transmissor das proibições e das coerções
dos pais à criança. O Ideal de Eu que provém da estruturação do Super
Eu, visando a busca da completude, a recuperação de uma vivência, de
uma experiência emocional. Em o Eu ideal demonstra a imagem
idealizada do Eu, construída pelos os pais e projetadas no filho. Desta
forma o sujeito é marcado por uma rede simbólica provinda de seu meio
e logo, referida à história das gerações.
Conforme já mencionamos, baseando-se nesses conceitos
formulados por Freud, a Psicanálise pós-freudiana preocupou-se em
aprofundar o campo teórico, relacionado à peculiaridade da formação
subjetiva de um indivíduo, bem como, na busca de responder a casos
clínicos (conhecidos como casos difíceis), com ênfase nos estados
patológicos de luto, estado melancólico, sofrimentos narcísicos, e
expressões de perversão. A preocupação geral dos autores era buscar
compreender o aspecto patológico da transmissão, sendo este originado
pela impossibilidade de simbolização, de elaboração das situações
traumáticas experienciadas.
Abraham e Torok (1971/1995) foram os iniciadores da discussão,
principalmente a partir da publicação do livro A Casca e o Núcleo,
retomando conceitos como de introjeção, de Ferenczi, e de
incorporação, de Melanie Klein. Conforme Correa (2000, p.9),
elaboraram conceitos essenciais para a clínica psicanalítica, tais como:
os efeitos dos segredos de família atravessando as gerações; e o luto
impossível de uma pessoa significativa, tornando patológico, a
identificação secreta com um outro (incorporação). A partir de então,
outros autores preocuparam-se em aprofundar o corpo teórico
relacionado à temática dos grupos, considerando a importância de
estudar seus processos e aspectos para a formação subjetiva de um
indivíduo, dentre eles destacam-se, Kaës e Eiguer.

113
Segundo Kaës (1998), o interesse suscitado pela transmissão da
vida psíquica entre gerações, vem há alguns anos, como testemunha da
tentativa de elaborar a crise multidimensional que afeta os fundamentos
e as modalidades da vida psíquica; a crise na inteligibilidade dos
sofrimentos e das organizações patológicas; as crises das formas de
tratamento e consequentemente nas condições de conhecimento da
própria vida psíquica.
Pensamos então na criança que acaba de nascer e que precisa de
um lugar na família, no que se refere a uma posição subjetiva. Este lugar
é pleno de determinações simbólicas, que vem de uma história de várias
gerações, herdando não apenas a carga genética biológica, mas, as
representações deste legado familiar, portanto, o material da vida
psíquica é algo que se torna passível de ser transmitido, sendo que o
surgimento do sujeito psíquico dependerá deste encontro dele com a
estrutura psíquica familiar que transmite o sistema simbólico.
Ainda de acordo com Kaës (1988), se transmite aquilo que não se
contém que não se lembra, que não se retém, seja a falta, a doença, a
vergonha, o recalcamento, os objetos perdidos, e ainda enlutados.
Portanto, não se transmite somente o negativo, transmite também
aquilo que ampara a conservação e a complexidade das formas de vida,
incertezas, identificações, e manutenções dos vínculos intersubjetivos.
Desta forma, na literatura psicanalítica há referência em duas
modalidades de transmissão psíquica: transmissão psíquica
intergeracional e transgeracional. Com esta divisão, torna-se possível
uma melhor compreensão do que é necessário para os vínculos
intersubjetivos e o que vem dificultar a elaboração, tornando-se
patológico para o sujeito.
A transmissão psíquica intergeracional é entendida como um
trabalho de ligações, de transformações, devido os conteúdos serem
possíveis de elaboração, no qual a passagem de uma geração a outra é
acompanhada por uma modificação daquilo que é transmitido, na
tentativa de elaborar o que é passado, de ressignificar de acordo com a
capacidade de cada geração em simbolizar a história de seus
antepassados, está entre as gerações.
Já a transmissão psíquica transgeracional é caracterizada por
transmitir o não dito, o não elaborado. É a transmissão de um material
psíquico que pode não beneficiar a geração seguinte, no entanto, não

114
favorece o surgimento de transformações, sendo considerada a
dimensão negativa/patológica da transmissão pelos psicanalistas. É uma
transmissão pelas gerações, e como mecanismo de defesa usa a negação
das vivências traumáticas, e é por essa via que é explicada a incapacidade
da elaboração. Neste artigo aborda-se sobre a transmissão psíquica
transgeracional, considerando a importância da transmissão do legado
familiar vinculados à estruturação do sujeito.

Nenhuma falta, nenhuma transgressão, nenhuma morte,


nenhum delito [...] podem ser abolidos, obrigados a serem
transmitidos, inclusive com os impedimentos, interditos,
mecanismos de defesa que eles suscitam e colocados para evitar
que sejam conhecidos [...], fazendo fracassar as informações e os
processos capazes de metabolizá-los, de tomá-los pensáveis, de
integrá-los em uma psiquê e em uma história. (GRANJON, 2000
citado por SANTOS; CHAZZI, 2012, p. 642).

3 A RELAÇÃO VINCULAR
Em continuidade com o pensamento sobre o enfoque
psicanalítico na transmissão psíquica, Winnicott (2005), coloca em
evidência no corpo teórico psicanalítico, o ambiente externo, a formação
deste, a dinâmica dos grupos, e o conceito de vínculo, complementando
o enfoque da transmissão psíquica no intersubjetivo.
Winnicott (2005), em sua obra Privação e delinquência enfatiza
a importância do lar, da relação da criança com seus cuidadores e
principalmente com a mãe, visto que normalmente é com esta que o
bebê venha a ter um maior contato corporal, trazendo a unidade familiar
como algo para além de uma questão de conforto e conveniência.
Zanetti; Gomes (2009) também discorre sobre a importância do
âmbito familiar na constituição psíquica do sujeito. Bem como, enquanto
este vínculo pode favorecer a absorção dos conteúdos psíquicos
possíveis ou não de serem elaborados, baseando-se nas relações
intersubjetivas e nas formações vinculares. No trecho abaixo, refere-se
à importância da terapia familiar psicanalítica e do papel do analista.
Que função de família é mais rica que aquela de se aproveitar de
uma intimidade na qual cada um reconhecerá que é única e
permitirá que se restaure o amor de si tão frequentemente

115
atropelado pela vida social e profissional? Escutar a dor vale mil
recomendações sobre as condutas a sustentar, o que sem dúvida
privilegia muitas pessoas: porque escutar o outro significa
implicar-se em sua vivência, senti-lo dentro de si (tradução
nossa) (EIGUER, 2006 citado por ZANETTI; GOMES, 2009, p. 97).

Alguns outros autores trazem uma diferenciação entre conceito


de vínculo e relação de objeto do aparato teórico de Melanie Klein.
Baseando-se também nas relações intersubjetivas e nas formações
vinculares, pensando nesse “extra psíquico”, no extraterritorial, bem
como sobre a retomada bidirecional da ordem do desejo. Os traços
psíquicos inconscientes, constituídos pelos vínculos conjugal, parental,
filial e parento filial da família irão transmitir para os que chegam, sendo
banhados por referências dos ancestrais. Seria então a relação vincular:
Definem vínculo como uma relação entre dois egos no mínimo,
com características de extraterritoriedade da perspectiva do
aparelho psíquico, delimitando o espaço intersubjetivo. Na
relação vincular o desejo circula de forma bidirecional, pois
ambos os egos são, simultânea e sucessivamente (pacto, acordo)
lugar do desejo e da realização do desejo do outro. Já a relação
de objeto entendida como o registro no mundo interno dos
objetos parciais ou totais, nos quais o ego investe de forma
unidirecional, é intraterritorial da perspectiva do aparelho
psíquico, delimitando o espaço intrasubjetivo”. (TRACHTENBERG
et al, 2005, citado por ZANETTI; GOMES, 2009, p. 98).

3.1 A Relação Vincular e a Transmissão Psíquica


A relação vincular e transmissão psíquica tornam-se perceptível
já que estas acontecem simultaneamente, pois “em todo vínculo
intersubjetivo o inconsciente se inscreve e se manifesta” (KAËS, 1998,
p.14) e ainda segundo esse autor, “nos vários registros e, em várias
linguagens, a terapia psicanalítica, especificamente a terapia familiar,
tem como objetivo tratar aquele que está sofrendo com o vínculo da
geração” (p.17).
No entanto, pudemos observar que em ambas as definições,
sejam elas as relações vinculares a partir do intersubjetivo, ou as
relações de objeto a partir da constituição de um mundo interno,
fantasia, na tentativa de uma visualização e interpretação da realidade
externa, que em ambas são contempladas manifestações inconscientes,

116
bem como, a riqueza do aparato teórico psicanalítico, abordando as
possíveis direções e constituições da complexa formação da realidade
psíquica.
Pudemos observar também a imensa importância da família na
constituição do sujeito, na relação mãe-bebê e a construção do seu
mundo interno, assim como, no intersubjetivo a partir da constituição
psíquica dessa mãe, desses pais, dessa família, que vem carregada de
simbolização, de representações que podem ou não serem benéficas
para o sujeito que ingressa naquele legado familiar, comprometendo a
formação deste e consequentemente, os resultados de suas ações
através da maneira que significar sua realidade externa. E
provavelmente de sua geração que estar por vir.

4 ASPECTOS DA DELINQUÊNCIA JUVENIL

Para Winnicott (1947), a criança ou o adolescente que apresenta


comportamentos antissociais, está revelando por meio desse sintoma o
direito que sente de resgatar o amor da mãe, em algum momento
perdido. Portanto, segundo esse autor, tal sintoma está diretamente
ligado à realidade psíquica da criança, e não simplesmente ao seu
comportamento.
Ainda segundo este mesmo autor, a criança não simplesmente
come, corre e sorri, ela tenta estabelecer vínculos de confiança, usa de
todos os meios possíveis para se impor e põe a prova seu poder de
desintegrar, destruir, assustar, consumir e apropriar-se, cabendo aos
pais manejar e jamais deixar de dar amor aos seus filhos. “O ambiente
deve ser testado para suportar a agressão, para impedir ou reparar a
destruição, para tolerar o incômodo, para fornecer e preservar o objeto
que é procurado e encontrado (o roubo)”.
Sem alguém que lhe proporcione satisfações instintivas
razoáveis, a criança não pode descobrir seu corpo nem
desenvolver uma personalidade integrada. Sem uma pessoa a
quem possa amar e odiar, a criança não pode chegar a saber
amar e odiar e assim, não pode descobrir seu sentimento de
culpa nem o seu desejo de restaurar e recuperar. Sem um
ambiente humano e físico limitado que ela possa conhecer, a
criança não pode descobrir até que ponto suas ideias agressivas
não conseguem realmente destruir e, por conseguinte, não pode

117
discernir a fantasia de fato. Sem um pai e uma mãe que estejam
juntos e assumam juntos a responsabilidade por ela, a criança
não pode encontrar e expressar seu impulso para separá-los,
nem sentir alívio por conseguir fazê-lo. (WINNICOTT, 1947, p. 63-
64).

A referência parental é de suma importância para a vida do


sujeito, a criança quando faz tudo que quer na verdade não está
sentindo-se livre, ao invés disso, constata que seu quadro referencial se
desfez deixando de sentir-se livre, sente-se perdida, com uma falta
latente, buscando fora o que almeja na verdade encontrar em casa.
Precisando do amor da mãe, das leis do pai, das referências para se
encontrar e ser.
Pensemos então, até que ponto esta mãe é capaz de
proporcionar amor aos seus descendentes? Será que ela mesma recebeu
este sentimento? Tal sentimento pôde ter sido impedido por algo não
elaborado, não dito, como ocorre na transmissão psíquica
transgeracional. Assim vemos a importância do legado familiar nas
gerações.
É o que o autor chama de uma criança com tendência antissocial,
onde implica esperança, pois a ausência da esperança é uma das
características básicas da criança que sofreu privação. Remete também
a um verdadeiro desapossamento, o que não é simplesmente uma
carência, é a perda de algo bom, que foi positivo até certa data e depois
lhe foi retirado, e esta retirada foi tão prolongada que a criança não pôde
manter viva a esperança de ter novamente esta boa experiência.
Desta forma, o roubo, o furto, ou qualquer ação que desintegre,
é uma busca de um referencial, de um amor da mãe, uma busca de
estabilidade externa, se não ela pode enlouquecer. Desde então o
adolescente delinquente ainda permanece nesta busca, e só poderá
tornar-se cada vez mais inibido no amor, e cada vez mais deprimido e
despersonalizado.
Winnicott (2005) traz como características do adolescer as
seguintes: A necessidade de evitar soluções falsas; necessidade de
desafiar; necessidade de espicaçar constantemente a sociedade. Tais
moralidades vêm da infância, e tem como objetivo principal o “ser
verdadeiro com o seu próprio eu”, até conseguir admitir a conciliação,

118
após atravessar digamos uma “fase depressiva” da adolescência, no
entanto, quando não há esta conciliação, o mesmo repete seus erros
durante a vida inteira na busca de seus referenciais, de sua identidade,
ou melhor, na luta por esta identidade.
Na clínica psicanalítica, é papel do analista observar a força
transformadora do vínculo terapêutico, que permite a elaboração desse
“fardo” geracional, promovendo uma reformulação da sua
subjetividade, uma nova interpretação, uma ressignificação ao fato até
então não elaborado. Portanto, a delinquência, a perversão, o luto, a
psicose provém de aspectos constitutivos do intersubjetivo, da
vinculação parental, introjetada para o intrapsíquico na fantasia
construída com suas relações objetais, e tudo isto com a interação ao
seu meio, o qual poderá ou não proporcionar amor aos seus
descendentes.

5 PROCEDIMENTOS METODOLÓGICOS

Na metodologia almejamos explicar a fundamentação da


natureza da pesquisa, e seu método, possibilitando uma melhor
compreensão do trabalho na resolução do seu objetivo. A fim de
explanarmos ao leitor o desenho metodológico da pesquisa, foram
utilizados quadros (referencial-teórico), com o propósito de explicar a
forma pela qual foi possível alcançar as respostas dos objetivos
específicos. Foram evidenciados autores pós- freudianos, como em
maior proporção D. Winnicott e Renè Käes, ambos deram ênfase em
seus trabalhos sobre a transmissão psíquica, e a importância do legado
familiar na constituição subjetiva. No entanto, também fora ressaltado
Sigmund Freud e algumas de suas obras, as quais são base para este rico
estudo psicanalítico.

5.1 Tipo de Pesquisa

O presente trabalho é de natureza qualitativa, a qual se preocupa


com aspectos da realidade que não podem ser quantificados. Para
Minayo (2001), a pesquisa qualitativa trabalha com o universo de
significados, motivos, aspirações, crenças, valores e atitudes, o que
corresponde a um espaço mais profundo das relações, dos processos, e

119
dos fenômenos que não podem ser reduzidos à operacionalização de
variáveis.
É composto por uma pesquisa bibliográfica, que consiste em
uma revisão literária dos principais autores, a fim de elucidar a
problemática em cena e proliferar conhecimentos frente a práxis
psicanalítica. A pesquisa bibliográfica é sempre realizada para
fundamentar teoricamente o objeto de estudo. Segundo Ventura (2013),
a pesquisa bibliográfica apresenta a seguinte definição:
Investiga ideias e conceitos que comparam as posições de
diversos autores em relação a um tema específico,
estabelecendo uma reflexão crítica sobre as ideias e conceitos
escolhidos, e defendendo uma ou várias afirmativas, que
podemos caracterizar como argumentos. (VENTURA, 2013. p. 69)
Foram selecionados autores que abordam o tema escolhido na
problemática, e que em suas obras complementam-se no objeto de
estudo a partir do desdobramento de suas pesquisas. O tema foi
trabalhado de acordo com os autores citados, os quais evidenciam o
legado familiar na construção do intersubjetivo, e as consequências para
o sujeito. “A pesquisa bibliográfica possibilita um amplo alcance de
informações, além de permitir a utilização de dados dispersos em
inúmeras publicações, auxiliando também na construção ou na melhor
definição do quadro conceitual que envolve o objetivo do estudo
proposto” (LIMA; MIOTO, apud. GIL, 2007, p. 40).

5.2 Dados a Serem Descritos

A construção do referencial teórico foi composta por três partes,


todas interligadas entre si. Estão divididas em temas para solucionar
cada objetivo específico e desta forma esclarecer cada conceito utilizado
nesta pesquisa. Para responder os objetivos específicos foram criados
dois quadros: Quadro 1 – delineamento dos objetivos específicos;
Quadro 2 – delineamento das três partes dos objetivos específicos e seus
respectivos conceitos. Com o intuito de organizar as ideias
desenvolvidas, a partir da delimitação das três partes inicialmente
delineadas, abrangendo o que deve servir de referência em uma
pesquisa qualitativa e sua análise, a qual se dá a partir da investigação
de ideias e conceitos de autores referenciais ao objeto de estudo.

120
Quadro 1: Delineamento dos objetivos específicos
Objetivo Específico Objetivo Específico Objetivo Específico
1.0 2.0 3.0
Descrever na Apontar a diferença Comentar segundo D.
perspectiva de Sigmund entre vínculo e relação Winnicott, a
Freud, e autores pós- objetal, conforme importância da
freudianos, dentre estes Winnicott e Renè referência parental e
o mais relevante Renè Käes, sendo estes os da condição destes
Käes, sobre o que é a mais relevantes neste em proporcionar uma
transmissão psíquica, capítulo. A fim de relação vincular não
seus tipos, e ressaltar obter compreensão patológica.
um deste tipo no qual se sobre a importância da
dá patologicamente a relação vincular na
constituição do sujeito. transmissão psíquica e
seus tipos.
Fonte: Objetivos específicos de autoria das pesquisadoras.

Ressalta-se que no quadro 2, a seguir, consta cada título que se


refere às três partes do referencial teórico:

Quadro 2: Delineamento das três partes dos objetivos específicos e seus


respectivos conceitos
Parte 1.0 Parte 2.0 Parte 3.0
Transmissão psíquica Relação Vincular Aspectos da delinquência
e constituição juvenil.
psíquica do sujeito
Conceitos Utilizados Conceitos Utilizados Conceitos Utilizados
Transmissão psíquica Conceito de vínculo, e A importância da
intergeracional e conceito de relação de referência parental,
transgeracional objetal tendência antissocial
Fonte: Partes de autoria das pesquisadoras e conceitos oriundos do referencial
teórico.

Diante do exposto sobre o percurso metodológico, destacamos


que houve dificuldades na busca de materiais que se referissem à
transmissão psíquica geracional, bem como, autores psicanalíticos que
buscam este tema. A maioria dos autores discorre brevemente sobre a

121
possibilidade, mas poucos destes foram precisos em delimitar este
conceito. No entanto, quando encontramos os autores referenciais
ressaltados no quadro 1, a interligação dos temas tornou-se possível,
visto que ambos ressaltam a importância do âmbito familiar na
constituição psíquica do sujeito.

6 CONSIDERAÇÕES FINAIS

Vimos no decorrer deste artigo que a transmissão psíquica é algo


inerente a qualquer ser humano, no entanto, pode ser passada
patologicamente ou não, dependendo do tipo de transmissão que
ocorra no legado familiar, seja a intergeracional com seus aspectos
positivos de elaboração, ou a transgeracional com o mistério do não dito,
do não elaborado. Pudemos também observar o crescimento teórico-
prático psicanalítico, que a partir de Freud, foram desenvolvidos e
articulados por seus seguidores.
Com o surgimento do intersubjetivo, é possível verificar a
diferença entre relação de vínculo e relação objetal, onde ambas fazem
parte da constituição psíquica do sujeito, onde a relação vincular se
distingue na ordem do desejo bidirecional, e da formação do
intersubjetivo, no extraterritorial, para além do mundo interno, e sim em
ambos os mundos internos presentes, no entanto a vinculação é
fundamental no processo do desenvolvimento interpsíquico nas
gerações.
Os aspectos do adolescer de acordo com a relação com o
ambiente, com o substrato familiar, sendo de suma importância para a
constituição psíquica do sujeito, conforme sempre mencionada nas
obras psicanalíticas o âmbito familiar para a formação do sujeito, bem
como visualizamos as consequências da transgeracionalidade, ou seja, a
parte negativa, patológica da transmissão psíquica.
Neste tipo de transmissão surge a delinquência juvenil, a qual
denuncia a falta, a busca de algo perdido, o que segundo Winnicott,
conforme mencionado no capítulo 3, nesta situação trata-se
principalmente do amor materno. A capacidade de dar amor está
intimamente ligada ao que foi capaz de receber, e assim perpassa nas
gerações esse legado não dito, não elaborado, trazendo sérias
consequências psicológicas a cada geração.

122
Desta forma imaginamos que, a partir deste artigo sejam
fomentadas novas fontes de pesquisa sobre a transmissão e o legado
familiar, a fim de ampliar as perspectivas deste estudo fundamental para
a compreensão das experiências emocionais, e assim enriquecer a teoria
e prática psicanalítica. A relevância deste tema está na constituição de
um importante potencializador na escuta do paciente, a ampliação da
escuta vem da consciência destes fenômenos da transmissão psíquica.

REFERÊNCIAS

ABRAHAM, N, TOROK, M. A casca e o núcleo. São Paulo: Escuta, 1995.


(Trabalho original publicado em 1971).
CORREA, O.R. (Org.). Os avatares da transmissão psíquica geracional.
São Paulo: Escuta, 2000.
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psicológicas completas de Sigmund Freud (J. Salomão, trad., Vol. 13,
pp. 13-163). Rio de Janeiro: Imago, 2006a (Trabalho original publicado
em 1913).
FREUD, S. O ego e o Id. In: Edição standard brasileira das obras
psicológicas completas de Sigmund Freud (J. Salomão, trad., Vol. 19,
pp. 15-80). Rio de Janeiro: Imago, 2006b (Trabalho original publicado
em 1923).
GOMES, Isabel Cristina; ZANETTI, Sandra Aparecida S. Transmissão
psíquica transgeracional e construção de subjetividade: relato de uma
psicoterapia psicanalítica vincular. Psicologia USP, São Paulo,
janeiro/março, 2009, 20(1), 93-108.
KAËS, R. (1998). Os dispositivos psicanalíticos e as incidências da
geração. In: EIGUER, A. A transmissão do psiquismo entre gerações:
enfoque em terapia familiar psicanalítica. São Paulo: Unimarco Editora,
1998. p. 5-19
LIMA, T. C. S.; MIOTO, R. C. T. Procedimentos metodológicos na
construção do conhecimento científico: a pesquisa bibliográfica. Rev.
Katál. Florianópolis, 2007, p. 40.
MINAYO, M. C. S. (Org.) Pesquisa social: Teoria, método e criatividade.
Petrópolis: Vozes, 2001.

123
SANTOS, Vinicius Oliveira dos; CHAZZI, Mercês Sant’Anna. A
transmissão psíquica geracional. Psicologia: ciência e profissão, 2012,
32 (3), 632-647.
TRACHTENBERG, A. R.C; KOPITTKE, C. C.; PEREIRA, D. Z. T.
Transgeracionalidade: de escravo a herdeiro: um destino entre
gerações. São Paulo: Casa do Psicólogo, 2005.
VENTURA, Magda Maria (Org.) Metodologia Científica. Rio de Janeiro:
Editora Universidade Estácio de Sá, 2013.
WINNICOTT, D. W. Privação e Delinquência; Trad. Álvaro Cabral: ver da
tradução Mõnica Stahel. 4. ed. São Paulo: Martins Fontes 2005.
WINNICOTT, D. W. (1947). Tratamento em regime residencial para
crianças difíceis. In: D.W. Winnicott. Privação e delinquência. (Álvaro
Cabral, trad.). São Paulo: Martins Fontes, 2005, cap. 8.

124
125
126
Renata Kerbauy1
Márcia Barone Bartilotti2

1 INTRODUÇÃO

A investigação da transmissão psíquica geracional é uma das


questões que tem sido amplamente discutida no cenário da psicanálise
atual, particularmente, no âmbito da psicanálise de casal e família.

1 Renata Kerbauy – Psicóloga,Psicanalista. Professora do Curso de Especialização em

Psicoterapia Breve Psicanalítica e do Curso de Psicoterapia Psicanalítica de Casal e Família


do Instituto Sedes Sapientiae – São Paulo. Terapeuta do Projeto Napc (Núcleo de
Atendimento e Pesquisa da Conjugalidade e Família) da clínica psicológica doISS. Pós
graduada em Psicologia Clínica pela PUC/SP. Especialista em Psicoterapia Breve
Psicanalítica, Pós graduada em Psicoterapia Psicanalítica de Casal e Família, Membro da
Associação Internacional Psicanalítica de Casal e Família (AIPCF) , Sócia- fundadora da
Associação Brasileira de Psicanalise de Casal e Família (ABPCF) e doutoranda em Psicologia
pela UCES –Argentina.

2Márcia Barone Bartilotti- Psicóloga, psicoterapeuta. Professora e supervisora clínica do


curso de Psicoterapia Breve do Instituto Sedes Sapientiae; coordenadora do Núcleo de
Atendimento e Pesquisa da Conjugalidade (NAPC) da Clínica Psicológica do Instituto Sedes
Sapientiae. Mestre em Psicologia Clínica pela PUC/SP. Especialista em Psicoterapia Breve
pelo Instituto Sedes Sapientiae e Pós-Graduada em Psicoterapia de Casal e Família pelo
mesmo instituto. Especialista em Psicoterapia Hospitalar pela Santa Casa de São Paulo.

127
Porém, esta discussão não é recente. Nomeada por Freud,
inicialmente, como herança, contágio, transferência, repetição e
identificação, as observações clínicas sobre a transmissão psíquica estão
presentes em alguns textos, tais como “Totem e Tabu” (1912-1913);
“Sobre o Narcisismo: Uma Introdução” (1914); “Psicologia de Grupo e a
Análise do Ego” (Freud,1921), dentre outros.
É, sobretudo, em “Psicologia de Grupo e a Análise do Ego” (1921),
que Freud aborda a presença da intersubjetividade na constituição
psíquica do indivíduo, ao introduzir suas ideias sobre o modo de
funcionamento mental do indivíduo para além da estrutura psíquica
individual. Nesta obra, ressalta que não é possível pensar o ser humano
fora das relações com outros seres humanos, de modo que a formação
subjetiva do sujeito está sempre articulada com o outro, ou ainda, como
assinala Gomes, I. C.; Fernandes, M.I.A; Levisky, R.B. (2012), “a
construção subjetiva de um indivíduo está invariavelmente envolvida
com algo mais, como um modelo, um objeto, um oponente, um auxiliar”.
Tendo como base essas formulações iniciais de Freud, o conceito
de transmissão psíquica tem sido nas últimas três décadas abordado e
aprofundado por autores mais contemporâneos que se interessam pelo
enfoque intersubjetivo nas relações familiares e de casal. No campo da
psicanálise francesa de casal e família, destacam-se, dentre outras, as
contribuições de Kaës e Eiguer.
Kaës (2001) no livro: ”Transmissão da vida psíquica entre
gerações”, coloca a questão complexa que é a de se pensar uma mente
fruto da intersubjetividade e não em uma mente que tem um fim em si
mesmo, como se pensava nos primórdios da psicanálise. Considerar a
ideia de transmissão da psique é entender que o sujeito é herdeiro de
um passado; seu psiquismo está relacionado com outros que o
procederam. Segundo Kaës (2001), o sujeito inconsciente é o sujeito de
herança, um sujeito do grupo.
O grupo que nos precede, em particular alguns de seus membros
considerados pelo infans como seus representantes, nos
sustenta e nos mantém numa matriz de investimentos e
cuidados, ele predispõe sinais de reconhecimento e de apelo,
designa lugares, apresenta objetos, oferece meios de proteção e
de ataque, traça vias de realização, indica limites, enuncia
interditos. (KAËS, 2001, p.13).

128
Para esse autor, o que está em jogo é a formação do inconsciente
e os efeitos produzidos nas subjetividades, por meio das relações
intersubjetivas, ao longo das gerações.
No âmbito da articulação teórica da transmissão psíquica, Eiguer
(1998) faz alusão à diferença existente entre a herança intergeracional e
a herança transgeracional. Segundo o autor, a herança intergeracional é
aquela constituída de vivências psíquicas elaboradas (fantasias, imagos,
identificações), enquanto a herança transgeracional, seria constituída
por elementos brutos, por exemplo, os lutos não elaborados a partir de
vivências traumáticas.
O interesse pela transmissão psíquica faz-se presente nos estudos
de Benghozi (2000), autor que assinala dois tipos de transmissão: a
transmissão intergeracional, na qual ocorre a elaboração dos conteúdos
transmitidos; e a transmissão transgeracional, na qual não é possível a
metabolização do material transmitido, pois, segundo o autor, se trata
da transmissão do inconfessável.
Esta mesma perspectiva é, ainda, privilegiada por Lemaire (2003),
que, em seu relato, faz referência à transmissão intersubjetiva e à
transmissão transpsíquica. Segundo Lemaire (2003), a transmissão
intersubjetiva é acompanhada, normalmente, por um trabalho de
transformação, para que o afeto, o pensamento e a emoção possam ser
assimilados. Esse tipo de transmissão pressupõe certa diferenciação
entre os sujeitos e o espaço entre eles (no grupo familiar e no casal). Por
outro lado, na transmissão transpsíquica, os limites já não são tão claros;
não há um espaço intermediário. Tal configuração gera a formação de
clivagens e criptas para defender-se do contato com o objeto psíquico
temido e perigoso.
Embora o conceito de transmissão psíquica guarde algumas
diferenças nos relatos dos autores, há elementos que são comuns e
fundamentais. Ressaltamos aqui o pressuposto de que o grupo familiar
se constitui em um espaço privilegiado de transmissão psíquica, ou seja,
de tudo aquilo que diz respeito às vivências psíquicas de gerações
anteriores. Se por um lado, algumas vivências podem ser acolhidas,
transformadas e elaboradas psiquicamente, por outro, as coisas não
procedem da mesma maneira. Ou seja, as vivências psíquicas passam de
uma geração para outra, sem a possibilidade de elaboração.

129
Nestes casos, o que é transmitido são significantes brutos,
desprovidos de representação, manifestados na forma de sintomas
somáticos ou psíquicos, tais como distúrbios psicossomáticos, atuações,
identificações melancólicas, dentre outros sintomas. Sintomas que
sinalizam o aspecto patológico da transmissão, cuja origem está
relacionada com a impossibilidade de simbolização de situações
traumáticas vividas (MANDELBAUN, 2008).
Lutos não elaborados, experiências diversas de violência, de
vergonha, de humilhação, incestos e homicídios, que permanecem na
herança genealógica e psíquica como silêncio ou indizível, são alguns
exemplos de situações comumente encontrados nos trabalhos teóricos
clínicos que salientam a relação entre a problemática da transmissão dos
não ditos, dos tabus reprimidos pela família, e o surgimento de sintomas
(EIGUER, 1998; CORREA, 2001; INGLÊS- MAZZARELLA, 2006).
Acrescentam-se às concepções sobre transmissão psíquica,
outros conceitos fundamentais, tais como, incorporação, cripta,
fantasma, transmissão do negativo, pacto de negativo, compulsão à
repetição, os quais evidenciam o território daquilo que se herda sem
possibilidade de elaboração.
É neste contexto que o conceito de transmissão psíquica torna-se
fundamental no trabalho clínico com famílias, uma vez que a rede
familiar constitui-se como espaço privilegiado dos processos de
transmissão, onde os mecanismos de identificação desempenham
significativo papel (KAËS, 2001).
Associando o conceito de transmissão psíquica à prática clínica,
cabe aqui mencionar que a psicanálise vincular constitui um campo
teórico metodológico relevante no trabalho clínico com famílias, uma
vez que amplia a compreensão do sofrimento ao outorgar um lugar
especial à intersubjetividade e sua articulação com o conceito de vínculo.
O vínculo alude tanto ao que vincula quanto ao grupo (família)
que se configura, ou seja, descreve uma relação de dois sujeitos ou mais
e um laço que os une. Essa construção intersubjetiva dá sentido ao
grupo, criando-se uma realidade psíquica compartilhada.
Ao pensar em vínculo psicanalítico, pensa-se em um conceito que
transcorre na intersubjetividade, onde cada sujeito determina e é

130
determinado, de modo inconsciente, por pertencer ao vínculo
(MAGUILLANSKY, 2011).

2 ILUSTRAÇÃO CLÍNICA: A FAMÍLIA


A família S está composta por: Leda, a mãe, 47 anos diretora da
escola pública, Celso o pai,48 anos, profissão indefinida e duas filhas:
Ana Carolina, 19 anos estudante universitária e Tatiana 13 anos
estudante.
A mãe busca atendimento familiar na instituição por indicação do
psicólogo que atende a filha mais nova em um hospital da cidade de São
Paulo, no qual ela faz acompanhamento clínico para diabetes melittus.
Em decorrência da doença, tem outras comorbidades - depressão,
cetoacidose e problema ocular - e requer cuidados constantes. Além do
acompanhamento clínico da doença, a filha faz acompanhamento
psiquiátrico e psicológico para depressão no referido hospital.
Como queixa principal, a mãe referiu a grande dificuldade em
lidar com as brigas constantes das filhas.
Na ocasião do atendimento à família, o pai esteve presente em
apenas duas sessões (no primeiro atendimento, para indicar o caminho
e no último, para agradecer a melhora do comportamento das três), pois
alegou que não poderia faltar ao trabalho.
“Eu sou a ovelha negra, a louca da família”. Foi assim que Tatiana
se apresentou no início dos atendimentos da família S, e logo pudemos
observar que Tatiana era a paciente identificada, embora tenha
chamado nossa atenção o fato de que toda a família apresente
importantes problemas somáticos e emocionais.
A mãe é diabética, hipertensa, tem problemas renais e, segundo
a descrição das filhas e do marido, é muito descompensada
emocionalmente. O pai é hipertenso, já teve três enfartos, porém, fuma
e costuma abusar de bebida. Contam que é agressivo e que quando
irritado, usa palavras de baixo calão. A filha mais velha é hipertensa, têm
crises de ansiedade, enxaquecas. Tentou suicidar-se ingerindo,
misturados, os medicamentos da mãe e da irmã.
Além da presença do adoecimento somático, foi possível
observar no processo grande distanciamento afetivo, falta de empatia e

131
de acolhimento entre eles. As brigas constantes, a impulsividade e a
agressividade permeavam o comportamento de todos. Relatos
dramáticos e atuações eram sempre presentes nas sessões, muitas
vezes, entremeados com riso e “piadinhas”.
Aos poucos, nas sessões com a mãe e filhas, a história da família
S, foi se apresentando. Entre namoro, noivado e casamento passou
pouquíssimo tempo, de um mês e meio a dois meses. Logo Leda (mãe)
engravidou de Ana Carolina.
Conseguiram conduzir a vida razoavelmente bem por algum
tempo. A avó materna cuidava da neta. Segundo Leda, sua mãe fazia pela
neta tudo que não fez para ela. Em suas falas, foram claras as alusões à
mãe como pouco afetiva, reservada, que cumpria suas obrigações de
mãe, mas com quem nunca teve “maiores intimidades”.
Seis anos depois, Leda engravidou de Tatiana. Aos três anos e
meio, descobriram que Tatiana sofria de diabetes mellitus. A mãe
acredita que a doença eclodiu devido “as coisas que aconteceram”:
mudanças e perda financeira. Nesta época, haviam mudado para o
interior, para a cidade em que moravam os pais e irmãs do marido,
porque ele decidira cumprir uma promessa que fizera ao pai em seu leito
de morte: cuidar das irmãs e da mãe após a morte do pai. Entretanto, a
família dele não os acolheu. Mesmo assim, fixaram residência na cidade,
mas ele não conseguiu trabalho e passaram por inúmeras dificuldades.
Neste período, Leda, que também é diabética, passou a sofrer de
pressão alta, somados ao início de um quadro de depressão.
Celso, em uma das sessões em que esteve presente, relatou que
não se “não se dava nada bem” com os pais, pois desde pequeno
percebia uma grande diferença no tratamento afetivo que os pais
dispensavam a ele e às irmãs, sentindo-se muitas vezes excluído.
Também fez referência à época que seus pais ficaram sabendo que sua
irmã mais velha era homossexual. Contou que a partir deste episódio -
assunto que foi proibido na família - o pai tornou-se mais distante dele e
de todos e sua mãe sofreu muitas queimaduras pelo corpo.
Há cerca de três anos decidiram voltar, graças à oferta de
emprego, numa função administrativa. Os pais dela garantiram a
moradia na mesma casa em que já haviam morado. Mas as dificuldades
financeiras são muitas, o que deixa Leda muito insatisfeita e
descompensada emocionalmente; e Celso de “saco cheio” diante das

132
brigas e conflitos que ocorrem na família e entre mãe e filhas. Quando
acontecem, ele prefere “sair de cena”.
É neste cenário que as filhas se veem às voltas com inúmeras
queixas. Ana Carolina, considera a avó materna a sua verdadeira mãe,
pois, segundo ela, foi a avó quem a criou e quem sempre cuidou dela.
Queixa-se da mãe, dizendo que ela nunca tem paciência; que só briga,
fala aos gritos ou “sai xingando”.
Sente-se “a adulta” que precisa cuidar da mãe, do pai e da irmã.
Diz que para ela, “sobra a responsabilidade de cuidar da casa, da comida,
da irmã... de todos”. Nas sessões, algumas vezes, se mostrou arrogante
em suas colocações, questionando as atitudes dos pais. Noutras,
mostrou-se cordata com eles. É muito impulsiva e, quando irritada, grita,
gesticula e sapateia como criancinha.
As brigas com a irmã mais nova são frequentes. Considera que foi
criada pelos pais com muita rigidez e que ela nada podia fazer fora de
casa. Contudo, para a irmã, tudo é liberado e permitido, pois a irmã “é
doente”. Há muito ciúme e rivalidade entre elas.
Entretanto, Tatiana sempre se queixa que ninguém gosta dela,
que é carente e que a mãe não fica com ela. “Eu só quero um pouco de
atenção da minha mãe” (sic). Tem sempre uma palavra na ponta da
língua, para “alfinetar” a mãe e a irmã.
Tatiana não vê muito sentido na vida. Queixa-se de não ser
considerada e de não ter liberdade para fazer o que as colegas de sua
idade fazem. Os pais não permitem que ela faça nada sem a presença
deles ou da irmã e várias vezes relatou que “só queria ter uma vida
normal...”

3 ANÁLISE DO MATERIAL CLÍNICO


O conjunto desses aspectos nos fez pensar na impossibilidade de
continência frente ao contato com a essência de suas dores, fruto da
vivência do desamparo que parece permear cada um dos implicados,
bem como, na estrutura do vínculo que constitui o casal e a família.
A dinâmica apresentada pela família também nos fez refletir que
essa era a única forma de experimentarem a pertinência, o amparo, o
cuidado, a alegria e a ternura que cada um deles nunca pode viver em

133
suas histórias originárias. Foi neste contexto que levantamos a hipótese
que Tatiana, a paciente identificada, ao mesmo tempo em que denuncia
as faltas, aglutina o grupo familiar com sua doença, uma vez que faz com
que todos se ocupem dela. É pela via do adoecimento que Tatiana parece
encontrar um lugar, alguma forma de pertencimento, de cuidado e de
afeto, queixas constantes nos atendimentos.
Essas considerações colocaram em pauta nossas reflexões sobre
a instauração e a organização da conjugalidade de Leda e Celso,
considerando aqui o que cada um viveu com suas figuras parentais em
suas famílias de origem, o legado familiar de cada um; aspectos que
parecem impedir o estabelecimento de uma maneira diferente de se
vincular, seja entre eles, seja com as filhas.
É possível alegar que Leda e Celso vivenciaram uma experiência
de desamparo primitivo em suas respectivas famílias; experiência essa
que não os protegeram diante de situações e estímulos que eles não
eram capazes de assumir por si mesmos. Leda refere-se à mãe como uma
pessoa sempre distante, “sem grandes intimidades” (sic). Celso conta
que nunca teve bom relacionamento com o pai e que havia uma grande
diferença entre o tratamento que os pais dispensavam a ele e às irmãs.
Sentia-se “excluído”, um aspecto que aparece, atualmente, na vida
familiar.
Ao se casarem, a experiência do encontro do desamparo se
repete no casamento de ambos. Cabe lembrar que o casamento de
Celso e Leda foi realizado após dois meses de relacionamento, o que
parece sinalizar a carência de ambos por cuidados e afetos, bem como
uma identificação de um com os sentimentos do outro. Podemos pensar
em uma aliança defensiva perante os sentimentos de desamparo que
ambos sentiam, os quais os direcionaram para a constituição de uma
família, mas não os permitiram fundar uma identidade enquanto casal.
A pouca autoridade da mãe, bem como, a indiferenciação de
papéis entre mãe e filhas, alianças cruzadas, mãe com cada uma das
filhas, filhas com o pai, foram outras questões amplamente observadas,
e que parecem denunciar a falência das funções paterna e materna. Não
existe no imaginário desta família pais e mães.
O que existe, principalmente para Leda e Ana Carolina, são ordens
a cumprir: cuidar da casa, agendar consultas, levar às consultas, fazer

134
compras, transportar as filhas, trabalhar fora, cuidar dos pais, cuidar da
irmã, ser adulta.
Celso, por vez, parece aprisionado na família de origem. Frente
aos conflitos, “desaparece”. A morte do pai é outro ponto no percurso
de Celso que traz uma inquietação sobre a dimensão melancólica de um
luto mal elaborado.
É neste contexto que nos deparamos com a falta de esperança
generalizada na família para os problemas financeiros que estavam
atravessando, para as exigências e descontrole emocional da mãe, para
o comportamento “inadequado” do pai; também revelada, nos quadros
de depressão, tentativa de suicídio, uso de álcool e eclosão de doenças
no grupo familiar.
Considerando que o adoecimento somático implica numa
impossibilidade de representação psíquica, podemos pensar na
concepção de que a carência de recursos psíquicos para a elaboração do
sofrimento foi influenciada pelas heranças entre as gerações,
organizadas na base de uma transmissão psíquica transgeracional, sobre
a qual foi estruturada a vida psíquica de cada um.

4 CONSIDERAÇÕES FINAIS

No trabalho psicoterapêutico realizado em co-terapia - durante


nove meses - com a família, procuramos resgatar com eles suas histórias
de vida, o pouco que puderam receber e, consequentemente, o pouco
que podiam oferecer; aspectos que foram compreendidos como base
para a geração de conflitos e sintomas.
Com base na história e na intersubjetividade da família, a questão
do adoecimento e da transmissão psíquica suscita maiores
considerações em relação à representação, elaboração, identificação,
investimento libidinal, herança e trabalho inconsciente grupal. Todo
grupo familiar fica suscetível ás vicissitudes ocorridas na sua história, e o
adoecimento, paradoxalmente, compreende uma maneira de
concretizar essas mudanças. Pensando no intersubjetivo familiar, a
somatização pode ser aqui compreendida como um caminho
encontrado pelos sujeitos para representar as repetições de histórias
parentais ou ancestrais, cujos recursos psíquicos se mostram frágeis.

135
O adoecimento na família pode representar a condensação de um
legado transmitido ao longo das gerações, mantendo a condição
estruturante das relações entre os membros.
Durante o processo terapêutico, também foram abordadas
questões referentes ao descontrole da mãe, ao medo da morte, as
dificuldades financeiras, a falta de esperança na melhora das condições
de vida (emocionais e materiais), a falta de empatia e afeto na família.
Consideramos importante que a psicoterapia familiar, a partir da
chance da narrativa do sofrimento que permeia o grupo familiar,
pudesse ser um espaço de reflexão e elaboração sobre essas questões,
proporcionando, assim, novas formas de se vincular nessa família.
Neste processo, pudemos observar a importância do vínculo
terapêutico, que, ao acenar para a família a possibilidade de “outro jeito
de vida”, favoreceu o início da construção de um novo vínculo entre eles.
Leda passou a compreender as necessidades das filhas e a
respeitá-las mais. Pode perceber que, muitas vezes, repetia com as
filhas, a relação que teve com sua mãe.
O mesmo foi observado em relação às filhas, que passaram a
colaborar mais com a mãe.
Quanto ao pai, apesar de não participar do processo terapêutico,
se tornou mais presente na vida familiar.
A partir do conjunto dessas considerações, concluímos como
aspecto relevante no trabalho clínico voltado à família, a inclusão do
olhar do analista para a leitura da transmissão psíquica transgeracional
e sua influência nos conflitos e sintomas familiares.

REFERÊNCIAS

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genealógica em situação de catástrofes humanitárias: Desmalhar e
reemalhar continentes genealógicos familiares e comunitários. São
Paulo: Escuta, 2000.
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clínica. São Paulo: Zagadoni Editora, 2011.
MANDELBAUM, B. Psicanálise da Família: clínica psicanalítica. São
Paulo: Casa do Psicólogo, 2008.

137
138
139
140
Arlete Salante1

1. INTRODUÇÃO

Da origem bizarra da mulher, a partir de uma costela à condição


de inferior da mulher pelo tamanho dos músculos, incapacidade de
raciocínio e até falta de alma, foram às condições históricas
pseudocientíficas de rebaixamento social que as mulheres sofreram.
O mundo mudou, mas o lugar subjetivo que é dado a cada
mulher, ainda não mudou o quanto precisa dentro das sociedades,
empresas, famílias e religiões. A educação feminina, por séculos se
impõe com os mesmos modos e obrigações repassadas de mães para
filhas. Assim, repete-se o padrão sem compreender que antes de haver
um sexo (feminino ou masculino) existe um ser de inteligência, e
inteligência não tem sexo, como nos diz Meneguetti (2013).

1 Graduação em Psicologia pela Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio


Grande do Sul. Doutoranda em Psicologia pela Universidad de Ciencias Empresariales y
Sociales, UCES, Buenos Aires. MBA - Identidade Empresarial pela Antonio Meneghetti
Faculdade - RS, Especialista em Psicologia Clínica - Instituto de Gestalt-Terapia de Brasília -
DF. Especialista em Política e Gestão de ONGs pela UnB - Universidade de Brasília - DF.

141
A psicologia feminina, por ordem da natureza faz uma
constituição diversa, com força peculiar e graça. São muitas as facetas
que compõe cada mulher, além das exigências do meio externo, que
potencializam a ambiguidade tornando-as um tema controverso, um
mistério para os homens e para as próprias mulheres.
Mas qual a visão da mulher hoje? Se ainda há tantos resquícios
de comportamentos medievais que promovem uma dissociação da
mulher no âmbito social, faz-se necessário compreender melhor o papel
de cada parte deste contexto amplo e desafiador.

2 CONSTRUÇÕES SOCIAIS, DESIGUALDADES E HIERARQUIAS


ENTRE OS GÊNEROS

Os mandatos de gênero e a educação familiar das mulheres


seguem a ordem cultural. Há uma forte triangulação entre família,
cultura e sociedade, uma se refletindo na outra e vice-versa.
A constituição subjetiva envolve relações sociais, culturais e
familiares dos sujeitos e permeia a vasta obra de Freud, que analisa a
civilização humana, a cultura e os modos de vida na sociedade. Freud
constata que as regulações sociais são organizadoras da psique humana
e do desenvolvimento da vida em sociedade, conforme: “A substituição
do poder de um indivíduo pelo poder de uma comunidade constitui o
passo decisivo da civilização” (FREUD, 1929, p.103). Via de regra, seria
um estatuto legal para todos, com restrições dos instintos e
possibilidades de satisfação, a fim de não deixar ninguém a mercê da
força bruta de indivíduos que desconhecem tais restrições.
Freud toma o cuidado de não concordar com o preconceito da
civilização ser sinônimo de aperfeiçoamento, uma vez que as regulações
são opressoras: “descobriu-se que uma pessoa se torna neurótica
porque não pode tolerar a frustração que a sociedade lhe impõe, a
serviço de seus ideais culturais” (FREUD, 1929, p.95). A renúncia aos
instintos também pressupõe sua não satisfação, a frustração e a
hostilidade. Aspectos que não passam impunes, conforme alerta: “se a
perda não for economicamente compensada, pode-se ficar certo de que
sérios distúrbios decorrerão disso” (FREUD, 1929, p.105).
As construções sociais atribuem características culturais e
psicológicas diferenciadas para mulheres e homens, desde a socialização

142
até a incorporação de certos padrões mentais e sociais para feminilidade
e masculinidade. Essas diferenças envolvem desigualdades e hierarquias
entre os gêneros. No artigo Feminilidade (1932), Freud já alertava que é
um equívoco correlacionar feminino com passivo e masculino como
agressivo, uma vez que, as regras sociais forçam as mulheres a reprimir
seus instintos agressivos.
Para Pierre Bourdieu (1999), os esquemas de pensamento que
contemplam a divisão das coisas e atividades é conforme a oposição
entre masculino e feminino, e tem aplicação universal. Este sistema de
diferenças sexuais permeia todo o mundo social e simbólico, tornando
‘naturalizada’ a dominação masculina.
Sobre gênero, Judith Butler (2005) parte da premissa que sexo é
natural e gênero se constrói culturalmente. Aspecto comprovado pela
Psicanálise, uma vez que o caráter repressor dos instintos e os destinos
pulsionais não são iguais para homens e mulheres. Assim, feminino e
masculino são construções legitimadas subjetivamente e socialmente.
Porém, as diferenças entre os gêneros e a divisão social do trabalho
tiveram sua origem na diferença entre os sexos, entre a anatomia dos
órgãos sexuais. É a partir dos aspectos biológicos que se formou a
construção simbólica (BOURDIEU, 1999), que constitui a subjetividade
feminina e masculina, definidora do modelo que as mulheres são
inferiores e precisam se subordinar aos homens. A atribuição de
fragilidade corporal é diretamente associada à inferioridade entre
mulheres e homens. Visão que favorece a cultura do patriarcado. O
patriarcado organiza a sociedade através dos homens no exercício da
autoridade, como se a natureza sexual lhes delegasse o poder. Porém,
“o patriarcado como modo de vida não é uma característica do ser do
homem. É uma cultura, portando um modo de viver por ambos os sexos.
Homens e mulheres podem ser patriarcais” (MATURAMA, 2004, p.58).
A psicanalista argentina, Mariam Alizade (2008), aponta que a
ideia de feminilidade, na sociedade e nas mulheres, está associada às
circunstâncias de vulnerabilidade como: corpo com menos força
muscular do que os homens; corpo aberto, mais facilmente penetrável;
corpo duplo na gravidez que remete ao idílico2, mas também ao risco

2Idílico:
palavra controversa, uma vez que remete ao suave, terno e maravilhoso, traz o
utópico e o fantasioso (www.dicio.com.br), ou ainda pastoril
(www.dicionariodoaurelio.com)

143
físico; a fragilidade psíquica como resultado da educação feminilizante
patogênica, ao predomínio da educação para a passividade e a exaltação
à dependência, além da idealização, da inveja e da culpa. A autora
considera a “violência cultural devida a uma falsa leitura da diferença
sexual que fixa papéis subordinados e de exclusão. A violência cultural
exercida sobre as mulheres implica o exercício da violência de
autoridade e violência de lei” (ALIZADE, 2008, p. 156).
A constituição da subjetividade feminina também é resultante da
citada violência cultural que fixa papéis e faz a exclusão do exercício da
autoridade e do poder das mulheres no meio externo. Para isso, faz-se
necessário compreender a educação feminilizante que Alizade traz como
causa da fragilidade psíquica nas mulheres, uma vez que as coloca em
posição de passividade e dependência, ambas causadoras da frustração
social. Os estereótipos dos papéis sexuais permanecem no reforço da
dependência e da passividade. Conforme Lerner (1990), as meninas e
mulheres são encorajadas a serem dependentes, uma vez que a
afirmação da independência é considerada fator de perda de
feminilidade. Esta educação feminilizante ocorre no meio familiar de
valores tradicionais, que segue a ordem cultural do patriarcado, e
também é explícita na educação escolar, conforme estudo de Quaresma
da Silva (2012)3 .

3 A CONSOLIDAÇÃO DOS DIREITOS HUMANOS E OS


DOCUMENTOS INTERNACIONAIS QUE CONTRIBUEM NA
MELHORIA DAS CONDIÇÕES DAS MULHERES NO
TRABALHO

A consolidação dos Direitos Humanos surgiu após o término da


Segunda Guerra Mundial mediante os chamados Documentos
Internacionais, que têm como princípios promover a cooperação
internacional para a solução de problemas sociais, econômicos, culturais
ou de caráter humanitário.

3Estudo de Pós-doutorado em Estudos de Gênero que através de pesquisa qualitativa


observou professoras de seis escolas de educação infantil que atendiam a faixa etária de
03 a 05 anos. Dentre as conclusões, as professoras traziam nos seus discursos o sexismo e
a heteronormatividade, assim como, visavam a construção de gênero hegemônica. As
crianças procuravam se adequar àquilo que era esperado delas.

144
Estes documentos situam a necessidade da atuação de
Instituições como ONU – Organização das Nações Unidas e OIT-
Organização Internacional do Trabalho, para a consolidação dos direitos
das mulheres em âmbito social, civil e profissional.
Na perspectiva de Paulo Freire, empoderar-se refere-se à pessoa
ou instituição que por si mesma realiza mudanças e ações que a levam a
fortalecer-se: “empoderamento implica conquista, avanço e superação
por parte daquele que se empodera (sujeito ativo do processo)”
(SCHIAVO e MOREIRA, 2005, p.60).
Considera-se que a autonomia e o empoderamento podem ser
construídas por duas vias: de dentro para fora, mas também de fora para
dentro. Faz-se necessário o processo de empoderamento a partir da
subjetividade das mulheres, mas é de igual importância o apoio dirigido
às mulheres e o comprometimento institucional com a dignidade da
pessoa humana e a sustentabilidade do planeta através do
empoderamento de fora para dentro, ou seja, as instituições
promovendo os direitos das mulheres e a igualdade de gênero.
Segue, conforme a cronologia, uma série dos “Principais
Documentos Internacionais para a Promoção dos Direitos das Mulheres
e da Igualdade de Gênero” citada pela Rede Mulher de Educação e do
Observatório de Gênero:
▪ 1945: Na I Assembleia Geral da ONU, realizada em São Francisco
(EUA), o Conselho Econômico e Social estabelece uma subcomissão
para tratar da Condição da Mulher que em 1946 vota a criação de
uma Comissão Exclusiva sobre a Condição da Mulher.
▪ 1948: O artigo 2º da Declaração Universal dos Direitos Humanos
proclama que "todos os seres humanos têm direitos e liberdades
iguais perante a lei, sem distinção de nenhum tipo, seja raça, cor,
sexo...". São direitos universais, indivisíveis e inalienáveis.
▪ 1951: Convenção da OIT -dispõe sobre igualdade de remuneração
entre homens e mulheres. Considerada uma convenção fundamental
pela OIT, deve ser ratificada e aplicada por todos os Estados
Membros da Organização.
▪ 1953: A Convenção sobre os Direitos Políticos da Mulher determina
o direito ao voto em igualdade de condições para mulheres e
homens, bem como a elegibilidade das mulheres para todos os

145
organismos públicos em eleição e a possibilidade, para as mulheres,
de ocupar todos os postos públicos e de exercer todas as funções
públicas estabelecidas pela legislação nacional. A convenção foi
aprovada pelo Brasil em 20 de novembro de 1955.
▪ 1954: A Assembleia Geral da ONU reconhece que as mulheres são
"sujeitos de antigas leis, costumes e práticas" que estão em
contradição com a Declaração.
▪ 1963: A Assembleia Geral assinala a contínua discriminação contra a
mulher e convoca os países-membros a elaborar um documento
inicial para uma Declaração sobre a Eliminação de Todas as Formas
de Discriminação contra a Mulher.
▪ 1967/73: Inicia-se um processo de organização e preparação para a
realização da Conferência Mundial do Ano Internacional da Mulher.
▪ 1973: Realiza-se em Roma a Conferência das Nações Unidas sobre a
Alimentação, onde se reconhece a necessidade de maior
participação da mulher no processo de tomada de decisões sobre
alimentação e nutrição.
▪ 1974: Em Bucareste, a Conferência das Nações Unidas sobre a
População Mundial destaca a importância da mulher para
determinar as tendências demográficas.
▪ 1975: Reúne-se na Cidade do México a Conferência Mundial do Ano
Internacional da Mulher, patrocinada pela ONU. Assistida por 8 mil
mulheres representantes de 113 países e de organizações não-
governamentais, a conferência debate três temas centrais: igualdade
entre os sexos, integração da mulher no desenvolvimento e
promoção da paz. Foi um acontecimento inédito na luta pelos
direitos da mulher. Consolidou novas organizações como o Centro da
Tribuna Internacional da Mulher, o Instituto Internacional de Fundo
Voluntário para a Mulher das Nações Unidas. A ONU declara os anos
de 1976 a 1985 como a Década da Mulher.
▪ 1977: Elaboração do Plano de Ação Regional (PAR) sobre a integração
da Mulher no Desenvolvimento Econômico e Social da América
Latina e Caribe.
▪ 1980: Conferência da Metade da Década da Mulher e fórum das
organizações não-governamentais em Copenhague, Dinamarca. O
objetivo traçado para essa década era obter plena participação das

146
mulheres na vida social, econômica e política. Os governos são
convocados para promover a igualdade de homens e mulheres
perante a lei, igualdade de acesso à educação, à formação
profissional e ao emprego, além de igualdade de condições no
emprego, inclusive salário e assistência social.
▪ 1981: A Convenção sobre a Eliminação de todas as Formas de
Discriminação contra a Mulher entra em vigor.
▪ 1984: O estudo mundial da ONU sobre o papel da mulher no
desenvolvimento marca o primeiro reconhecimento oficial da
importância da mulher em todas as temáticas do desenvolvimento.
▪ 1985: Conferência Mundial do Final da Década da Mulher, em
Nairobi, Quênia. Adota-se com unanimidade o documento
‘Estratégias Encaminhadas para o Futuro do Avanço da Mulher’.
▪ 1990-1995: O Plano para a Mulher e Desenvolvimento é colocado em
execução. Foi a primeira vez que as agências e organizações da ONU
receberam tarefas para implementar um objetivo comum.
▪ 1992: II CNUMAD - Agenda XXI de Ação das Mulheres - Planeta Fêmea
(Rio de Janeiro)
▪ 1993: Os Direitos da Mulher são Direitos Humanos (Viena).
▪ 1995: IV Conferência Mundial sobre a Mulher em Beijing (China), com
o subtítulo “Igualdade, Desenvolvimento e Paz” e o fórum das
organizações não-governamentais onde discute-se o
desenvolvimento de uma economia alternativa à de mercado, que
seja igualitária para homens e mulheres. Decide-se atenção para a
crescente pobreza entre as mulheres, buscando a redistribuição de
custos e rendimentos de forma igualitária, bem como o acesso igual
à tomada de decisões. A conferência instaura uma nova agenda de
reivindicações: além dos direitos, as mulheres reclamam a efetivação
dos compromissos políticos assumidos pelos governos em
conferências internacionais através do estabelecimento de políticas
públicas. Foi assinada por 184 países a Plataforma de Ação Mundial
da Conferência, propondo objetivos estratégicos e medidas para a
superação da situação de descriminalização, marginalização e
opressão vivenciadas pelas mulheres.
▪ 1996: Reunião Internacional de Cúpula, Hábitat II, em Istambul,
Turquia. Debate sobre o direito à moradia e a relação entre prover a

147
moradia e renegociar a dívida externa dos países do Hemisfério Sul.
Discute-se também a urgente necessidade de reconhecer
juridicamente os direitos da mulher, pois apesar de ser crescente o
número de mulheres responsáveis pelo alimento da família, elas têm
dificuldade de acesso aos mecanismos de crédito e à propriedade,
tanto na América Latina, como na África e Ásia (O Olhar das Mulheres
sobre a Cidade).
▪ 2000: Declaração do Milênio - Assinada no ano anterior à virada do
milênio, tem como objetivo promover o desenvolvimento global com
base nas políticas de valores defendidos pela Declaração dos Direitos
Humanos. Suas expectativas almejam paz, segurança,
desarmamento, erradicação da pobreza, proteção dos vulneráveis e
reforço das Nações Unidas. Com a assinatura do Documento, foram
estabelecidas as Oito Metas do Milênio que orientam ações para
resolver problemas mundiais. Entre elas o 3º Objetivo de
Desenvolvimento do Milênio (ODM) refere-se a promover a
igualdade entre os sexos e a autonomia das mulheres.
▪ 2015: Agenda 2030 institui os novos Objetivos de Desenvolvimento
Sustentável (ODS)globais. O 5º Objetivo visa: Alcançar a igualdade de
gênero e empoderar todas as mulheres e meninas. A visão é “Um
mundo em que cada mulher e menina desfruta da plena igualdade
de gênero e no qual todos os entraves jurídicos, sociais e econômicos
para seu empoderamento foram removidos. Um mundo justo,
equitativo, tolerante, aberto e socialmente inclusivo em que sejam
atendidas as necessidades das pessoas mais vulneráveis”.
▪ A Agenda 2030 é um olhar para o futuro. Ela existe por reconhecer,
que no presente, não existem igualdade de direitos civis, sociais e
econômicos. As dificuldades das mulheres à cerca do
reconhecimento e da ascensão em hierarquias profissionais, políticas
e sociais são compreendidas no conceito de “teto de vidro”:
▪ “enquanto o poder feminino olha tranquilo o horizonte humano
infinito baseado na sua autoridade ordenadora, o teto de vidro se
contrai em batalhas de poder, se fixa, explode em fragmentos
múltiplos para permitir a ascensão das mulheres na escada que
conduz alturas influentes. O poder feminino conflui com a filosofia
na sua vertente humanista, e indica que existem muitos e diferentes
caminhos – tanto para os homens como para as mulheres – por onde
transita a vida em plenitude” (ALIZADE,2007, p.48).

148
O histórico mostra o pouco tempo dos documentos
internacionais que buscam garantir os direitos humanos às mulheres:
menos de um século. Esse pouco tempo em que as mulheres têm direitos
civis garantidos possibilita a reflexão a respeito da dicotomia entre os
direitos das mulheres em âmbito social, civil e profissional (qualificado,
porque o trabalho feminino sempre existiu de modo invisível). Porém,
também se faz necessário questionar os modos da subjetividade
feminina: como as mulheres se fixam nos seus “scripts”? Como as
mulheres contribuem para a manutenção de modelos patriarcais? Que
estereótipos? Que referências de feminino aprisionam as mulheres?
Quais os diferentes caminhos a serem tomados pelas mulheres?

4 A SUBJETIVIDADE DAS MULHERES: QUE ESPAÇOS E


LUGARES SÃO ESCOLHIDOS

Meneghetti (2013) não usou a terminologia “teto de vidro”, mas


compreendeu profundamente a problemática da mulher e o poder
feminino. Em suas palavras, lê-se: “Para compreender o que é a graça na
mulher, é preciso antes enfrentar o aspecto negativo. Toda mulher –
ainda que não compreenda, ainda que não saiba a fundo – percebe
constantemente em si mesma uma divisão” (MENEGHETTI, 2013, p. 35).
O autor traz a dinâmica da ambivalência constante como fator que
impede a mulher de exercitar com ritmo e constância seu egoísmo vital,
e assim, alertando para o ponto de derrota próprio e dos outros. A cerca
disso, lê-se na obra Feminilidade como sexo, poder e graça: “a natureza
dotou-a de uma graça explosiva e vencedora, porém a mulher joga
sempre esta graça em baixos níveis de mediocridade, de contraste social
e individual, escolhendo sempre o caminho da desgraça, do martírio, da
derrota, onde é importante que a culpa seja do outro ou a outra”
(Meneghetti, 2013, p.36).
Mabel Burin (2007), psicanalista argentina que desde a década de
70 articula Psicanálise e Estudos de Gênero, compreende os modelos
teórico-clínicos das patologias femininas em relação às áreas de poder
na vida das mulheres e sua ambivalência psicológica, aponta algumas
características constituidoras do ‘teto de vidro’ a partir de suas
pesquisas:1) a dedicação às responsabilidades domésticas e cuidados
com as crianças; 2) o nível de exigência dobrado nos postos de trabalho
para demonstrar seu valor; 3) os estereótipos sociais acerca das

149
mulheres no exercício do poder; 4) a percepção de inseguranças que as
mulheres têm de si mesmas, pela falta de modelos femininos para
identificarem-se; 5) o princípio de realização – organizações
tradicionalmente masculinas avaliam o desempenho de forma velada; 6)
os ideais sociais e familiares que convalidados, fazem a inscrição de uma
realidade cultural opressiva e uma realidade psíquica paralisante.
A autora trata as imposições culturais que estão presentes na
construção subjetiva de homens e mulheres, definindo desde a forma de
pensar, sentir e se comportar de modo diferenciado em cada sexo. A
autora também aborda os processos psíquicos da subjetividade
vulnerável das mulheres frente ao trabalho, ao debruçar-se sobre o
conceito de “teto de vidro”, apontando as diversas facetas deste
conceito, que estão presentes na construção subjetiva feminina,
permeada de imposição cultural: “O ‘teto de vidro’ caracteriza-se por
uma superfície superior invisível na carreira profissional das mulheres,
difícil de ultrapassar.” (BURIN, 2007, p. 104). A autora observa que o
‘teto de vidro’, tem sua origem no início da infância, adquire maior
relevância na puberdade, mas manifesta seus efeitos quando as
mulheres atingem a média idade.
Simone de Beauvoir na obra O Segundo Sexo (1980),
compreendeu a mulher e sua herança histórico-cultural com
profundidade existencial, percebendo o drama na sua totalidade,
mostrando que as aspirações femininas ambíguas, contraditórias,
confinadas na imanência, convivem num estado de guerra interior que
as oprime. Ela nos diz que a educação feminina barra os caminhos para
ganhar a vida por si:
A mulher não se define nem por seus hormônios nem por
misteriosos instintos e sim pela maneira por que reassume,
através de consciências estranhas, o seu corpo e sua relação com
o mundo; o abismo que separa a adolescente do adolescente foi
cavado de maneira concertada desde os primeiros anos da
infância (BEAUVOIR, 1980, p.494).
Assim, pautando-se em perspectivas de autores que transcendem
o plano da sexualidade, busca-se transcender os limites da interioridade
aprisionada ao contrastá-la na existência.

150
5 CONSIDERAÇÕES FINAIS
A sociedade e a cultura atravessam o sujeito, desta forma, é
fundamental que sejam coerentes com o potencial humano em
mulheres e homens. Parafraseando Alizade, existem muitos e diferentes
caminhos para colocar a vida em plenitude. Assim, os apoios
institucionais e governamentais são imprescindíveis, eles acolhem as
demandas de dignidade e respeito às mulheres como seres humanos de
direitos civis e sociais. Porém, sabe-se que as leis por si só, não alteram
a cultura, não removem do inconsciente os limites internos instalados na
educação redutora da capacidade das mulheres. Há uma cultura milenar
de submissão e inferiorização que ainda precisa ser superada a partir de
cada mulher, uma vez que o legado de uma rede discursiva sobre o
feminino é transmitido por hábitos, costumes e, principalmente pela
educação familiar.
Na busca de compreender a subjetividade feminina, encontram-
se os processos psíquicos vulneráveis, a ambivalência que gera auto
sabotagem inconsciente, reforçando posições de invisibilidade
profissional e a restrição (interna e externa) no acesso ao poder fora do
reinado familiar, espaço de comando por excelência de muitas mulheres.
Embora o processo de construção da sociedade se vincula com a
construção da subjetividade de mulheres e homens, considera-se a
importância de perder de vista a responsabilidade de cada mulher em
compreender-se para transcender modelos sociais recebidos ou
impostos e, mandatos de gênero que limitam sua performance na vida.
Conclui-se sinalizando a ambivalência feminina e a dicotomia
social em relação as mulheres diante das desigualdades externas
impostas, os anos de forte dominação masculina que impediram as
mulheres no acesso a posições de poder, compreende-se que o
imaginário de muitas mulheres se apoia e reproduz a cultura do
patriarcado, promotora de dicotomia entre mulheres e homens. Sem a
pretensão de esgotar a elaboração do tema proposto fica a reflexão de
Clarice Lispector.
...o mundo de fora também tem o seu dentro, daí a pergunta, daí os equívocos.
O mundo de fora também é íntimo.
Quem o trata com cerimônia e não o mistura a si mesmo, não o vive, e é quem
realmente o considera estranho e de fora.
A palavra dicotomia é uma das mais secas do dicionário.

151
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153
154
155
156
Andréa Maria de Senna Marques1

1 INTRODUÇÃO

O presente trabalho se propõe a dialogar sobre os desejos e


defesas do analista no manejo da contratransferência, no atendimento
de uma paciente na sua primeira sessão, qualificada pela triagem do
Serviço de Psicologia Aplicada de um Centro Universitário, com
depressão. E mediante a realização de supervisão clínica e a partir da
transcrição da análise da sessão gravada, foi possível perceber que a
paciente também apresentava um quadro psicopatológico de
melancolia.
Na literatura psicanalítica busca-se fazer uma revisão da função
da contratransferência, a partir de Sigmund Freud que introduz o
conceito em 1910. A seguir descrevemos o movimento que surge na
psicanálise a partir da década de 1950, o qual passa a conceber a

1
Doutoranda em Psicologia pela Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales - UCES,
Argentina, Buenos Aires. Mestre em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR,
Graduada em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR. Psicanalista pela Escola
Paulista de Psicanálise (EPP). Docente do Centro Universitário Estácio do Ceará. Supervisora
Clínica do Serviço de Psicologia Aplicada do Centro Universitário Estácio do Ceará.
Coordenadora do Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas (LAPP) do Centro Universitário
Estácio do Ceará. Email: andreasenna2@gmail.com

157
contratransferência como uma importante ferramenta clínica pelo
analista. Destaca-se nessa perspectiva os trabalhos de Paula Heimann e
Heinrich Racker. E quanto a concepção da melancolia, a narrativa centra-
se na perspectiva de Sigmund Freud.
Assim, ao longo do artigo, procura-se refletir sobre as
implicações da contratransferência no setting psicanalítico na relação
com o paciente que manifesta depressão e quadro psicopatológico de
melancolia, para que consiga manejar a contratransferência e não
abdicar de ocupar o lugar de analista.
E nas considerações finais, concebe-se que o processo analítico
deve permitir ao paciente com depressão e melancolia um ambiente
placentário, cavernoso, sem muitas exigências de mudança no seu
discurso lírico, para que ele não se sinta ameaçado, e também, para que
o analista possa ampliar a sua condição de atuação frente a sua
contratransferência. E ressalta-se que, a partir do sentimento de vazio,
da morte estando vivo, de uma plena abstinência de encantamento com
a vida, característico da melancolia, a contratransferência pareceu
dificultar ao analista um manejo pela via de seus sentimentos. Entende-
se que, a contratransferência possível de ser identificada pelo analista
no enquadre clínico se constitui como uma ferramenta importante para
os métodos de pesquisa no âmbito do manejo clínico na vertente
psicanalítica.

2 A CONTRATRANSFERÊNCIA NA PERSPECTIVA FREUDIANA

A contratransferência surge como resultado da influência do


paciente sobre os sentimentos inconscientes do analista. Também
decorre dos complexos e resistências internas ao analista.
Em seu texto, de 1910, “As perspectivas futuras da terapêutica
psicanalítica”, nas duas histórias clínicas: o pequeno Hans e o Homem
dos ratos, Freud se remete a concepção de contratransferência:
As outras inovações na técnica relacionam-se com o próprio
médico. Tornamo-nos cientes da "contratransferência", que,
nele, surge como resultado da influência do paciente sobre os
seus sentimentos inconscientes e estamos quase inclinados a
insistir que ele reconhecerá a contratransferência, em si mesmo
e a sobrepujará. (FREUD, 1910/1996, p. 150).

158
Laplanche e Pontalis, (1998), a contratransferência consistiria,
portanto, no “conjunto de reações inconscientes do psicanalista em
correlação a seu paciente, e mais singularmente, a transferência deste”.
Freud não aprofundou o conceito de contratransferência por
considerar a contratransferência como um obstáculo para o tratamento
analítico, que surge como uma reação do analista com as emoções do
paciente.
Na perspectiva clássica da contratransferência proposta por
Freud o psicanalista precisaria tratar a contratransferência na sua
análise. Não concebia que a contratransferência podia ser utilizada para
interpretar o paciente. A considerava nociva por ser uma reação
inconsciente do analista frente a transferência do paciente. A proposta
Freudiana residia no fato de que o analista devia buscar ter maior
domínio do seu mundo emocional, ao invés de usá-lo. Freud se
preocupava com o envolvimento equivocado do analista com o paciente.
Freud mostra sua preocupação de que o analista, no processo regressivo da
análise, se perca em seus próprios "pontos cegos" (1912, p.115), de modo que
atuem na relação presente com o paciente seus próprios impulsos infantis
amorosos ou agressivos, respondendo contratransferencialmente à demanda de
amor do analisando [...] (ZASLAVSKY, SANTOS, 2006 p.19).
Freud, desde o início, demonstrava a relevância da
contratransferência, nos dizia:
O psicanalista deve retroceder o seu inconsciente como um
aparelho receptador para o inconsciente portador do seu
analisando, de forma que o inconsciente do mesmo possa, a
partir dos provindos do inconsciente que se compartilham
restaurar o inconsciente do cliente (FREUD,1969, vol. 12, p. 149-
59).

O tratamento analítico deve se basear na perspectiva freudiana


na neutralidade para o paciente, que só será possível mediante o
controle da contratransferência. Portanto, Freud abordou o conceito de
contratransferência e a concebeu como sendo um aspecto negativo ao
processo analítico. É o resultado da influência do paciente sobre os
sentimentos inconscientes do analista. E também decorre de complexos
e resistências internas do analista. E deve ser resolvida e superada por
meio da análise pessoal.

159
2.1 A ampliação do conceito de contratransferência: as
contribuições de Paula Heimann e Heinrich Racker

O tema da contratransferência permaneceu escasso na literatura


psicanalítica por aproximadamente 40 anos, e neste período continuou
sendo visto como um obstáculo, uma falha do analista, oriundos de seus
conflitos mal resolvidos.
Nos anos de 1950, observa-se um avanço em relação ao conceito
de contratransferência, a partir dos trabalhos de Paula Heimann, na
Inglaterra e Heinrich Racker, na argentina.
A contratransferência a partir de Paula Heimann, passa a ser
entendida para além da ideia de controle dos sentimentos que o analista
experimenta por seu paciente. Ela propõe que a contratransferência é
uma parte do processo analítico, constituindo-se como um elemento da
relação entre analista e paciente. A contratransferência passou a ser
compreendida como uma ferramenta privilegiada de observação clínica,
que possibilita o analista compreender melhor o inconsciente do
paciente.
Heimann (1995), concebe que a contratransferência constitui-se
como a totalidade das respostas emocionais do analista em
relação ao paciente. Retoma a questão da contratransferência,
quando destaca que o analista deve ser capaz de sentir a sua
contratransferência, ao ser analisada como um complemento à
transferência do paciente, e parte primordial da relação analítica.
(p.171-177).

Há um grande avanço na concepção da contratransferência no


âmbito clínico, passa a ter um lugar privilegiado na observação clínica,
quando o foco e a ênfase se deslocam para uma dinâmica que inclui o
analista, por ressaltar que a contratransferência se trata de um
instrumento de compreensão do que está se passando na relação do
analista e paciente. A contratransferência passa a ser entendida como
uma ferramenta capaz de possibilitar sentir a narrativa da história do
vínculo do analista com o paciente.
E Heinrich Racker concorda com Paula Heimann, que a
contratransferência acontece por conteúdo inconsciente do analista e
pode ser entendida como uma importante ferramenta clínica. No

160
entanto, pode ser considerado o autor mais original quanto aos estudos
da contratransferência. Ele compreende que a contratransferência
acontece a partir de conteúdo do paciente, mas o analista pode
identificar-se com aspectos internos do paciente, de forma patológica,
desenvolvendo uma neurose de contratransferência, sendo a
contratransferência proveniente de um conteúdo do analista.
(ZASLAVSKY, SANTOS, 2006).
A partir da visão de Racker, a contratransferência é
compreendida de forma mais ampla. Enfatiza, de modo diferente de
Heimann, que se o analista for tocado emocionalmente pelo paciente,
por suas questões internas, ele pode atuar de forma patológica. Dessa
forma, compreende-se que para Racker a contratransferência podia
partir do vínculo estabelecido com o paciente, sendo uma importante
ferramenta clínica, e a partir das afeições contratransferênciais, o
analista utiliza a si mesmo como ferramenta para compreender a re-
alidade psíquica do cliente, de modo a não contribuir com o vínculo
terapêutico. É necessário diferenciar essas duas formas de
contratransferência no setting analítico.

161
3 O LUTO, A MELANCOLIA E AS SUAS VICISSITUDES

Pablo Picasso, Woman with a Crow, 1904.

Toda vez que vir moscas ou insetos numa natureza morta, uma
pétala murcha, um ponto preto na maçã [...] Ele está te dizendo
que as coisas vivas não duram, tudo é temporário. A morte na
vida. É por isso que se diz natureza morta. Talvez você não
perceba de imediato, com toda a beleza e exuberância, a
manchinha de podridão. Mas se olhar melhor, ali está.
Donna Tartt

Dize-me, ó amado da minha alma, onde apascentas o teu gado,


onde repousas ao meio-dia, para que eu não ande vagueando
atrás dos rebanhos de teus companheiros.
Aprendo. Te aprendo, homem. O que a memória ama fica eterno.
Te amo com a memória, imperecível.
Adélia Prado

162
A relação entre luto, a melancolia e as suas vicissitudes, nos
remete a um convite ao contato com a realidade mais profunda de um
sujeito e de nós mesmos. Nos faz pensar em formas de viver a
experiência do desamparo frente a um objeto perdido. E por que não
dizer da nossa característica e devoção para amar?
O indivíduo em luto sofre por procurar restabelecer o objeto
perdido, devido ao mundo tornar-se pobre, sem maiores atrativos,
insípido. Peres (2003), nos fala que, " O luto é decorrente de uma perda
real, morte ou abandono de uma pessoa querida, ou uma abstração que
ocupe esse lugar.
É importante olhar o luto como uma condição necessária para o
sujeito avançar no seu desenvolvimento, é também reconhecer que em
muitas situações vai sentir a presença da pulsão de morte, da estagnação
a nos mantermos parados, localizados na condição do desamparo.
E de modo bem particular, a melancolia prescreve ao indivíduo a
ausência de culpa pela perda do objeto amado. O melancólico passa a se
identificar com o objeto perdido, o que leva o empobrecimento do ego
e a diminuição da sua capacidade de reação frente a sua ausência do
sentimento de culpa. E de modo paradoxal, instala-se as auto-
recriminações. Surge o ímpeto de atribuir uma qualidade negativa as
suas experiências, proveniente de um julgamento muito severo. Sua
autocensura pode ser compreendida como uma acusação dirigida ao
objeto perdido, fica em um estado de "ensimesmamento", numa
condição psíquica de um profundo apaziguamento com as suas perdas,
e por outro lado a perda de um objeto lhe proporciona sentimentos
destrutivos em relação a si próprio. No que se refere a melancolia:
[...] um desânimo profundamente penoso, a cessação de
interesse pelo mundo externo, a perda da capacidade de amar, a
inibição de toda e qualquer atividade, e uma diminuição dos
sentimentos de auto estima a ponto de encontrar expressão em
auto recriminação e auto envelhecimento, culminando numa
expectativa delirante de punição. [...] A perturbação da
autoestima está ausente no luto; afora isso, porém, as
características são as mesmas. (FREUD, 1917 [1915], p.250).

Entende-se que tanto o luto como a melancolia referem-se a


perda de um objeto. No luto a perda é consciente. E na melancolia a
perda é inconsciente. Para dar conta do processo de luto e melancolia, o

163
ego promove um desinvestimento do objeto, ou seja, o ego vai tirando
a energia da representação do objeto. Na melancolia o Ego se identifica
com o objeto perdido. Então, torna-se igual. E no processo de
desinvestimento (esquecimento), o próprio Ego vai desinvestindo.
Ressalte-se que, no luto o que é desinvestido é só o objeto perdido.
Enquanto que, na melancolia, como o Ego se torna igual ao objeto
perdido, no mecanismo de identificação, o próprio Ego é desinvestido.

[...] O melancólico ainda nos apresenta uma coisa que falta no


luto: um extraordinário rebaixamento da autoestima, um
enorme empobrecimento do Eu. No luto, é o mundo que se torna
pobre e vazio; na melancolia, é o próprio Eu. O doente nos
descreve seu Eu como indigno, incapaz e desprezível; recrimina
e insulta a si mesmo, espera rejeição e castigo. Degrada-se diante
dos outros; tem pena de seus familiares, por serem ligados a
alguém tão indigno. Não julga que lhe sucedeu uma mudança, e
estende a sua autocrítica ao passado; afirma que jamais foi
melhor. O quadro desse delírio de pequenez _
predominantemente moral _ é completado com insônia, recusa
de alimentação e uma psicologicamente notável superação do
instinto que faz todo vivente se apegar à vida. (FREUD, 1914-
1916, p.175-176).

Na melancolia existe algo além do real, algo que é vivido em


fantasia, uma perda que é vivenciada no mundo interno e por isso não
se pode vencer esse estágio de forma natural como no luto (Freud,
1915). Ao contrário da melancolia, no luto existe a possibilidade de
reparação e que o objeto perdido pode ser reencontrado de outra
forma.
Ressalte-se as diferenças entre melancolia e luto e a
complexidade do tratamento da melancolia: ocorre na melancolia uma
cisão com a realidade, existe um pensar psicótico, caracterizado por uma
incapacidade de representar no mundo externo seus objetos internos.
No luto o indivíduo tem a capacidade de reconhecer a perda real e ela
está fora dele, mesmo sendo vivido em fantasia, já na melancolia o
sujeito se confunde com o objeto perdido e em fantasia ele é o próprio
objeto, ou seja, ele mesmo foi perdido e por isso não consegue de forma
natural vencer esse momento de perda. O melancólico, parece sentir

164
não ser possível reparar internamente o que se perdeu para sempre, mas
no luto cria-se a esperança que há uma solução para tal perda.
O quadro que se apresenta a um analista ao longo do tratamento
de um melancólico foi claramente traduzido por Moreira (2002):
Diante de um melancólico que demanda uma escuta para seu
sofrimento, há uma espécie de urgência que invade o analista, e
uma hesitação, uma vaga expectativa do pior, uma espera que
parece necessária, diante daquilo que se apresenta como algo
inominável pairando. A transferência, na clínica psicanalítica de
um melancólico, é uma hesitação diante da urgência, como
quando se está diante de um abismo perigoso à frente e a
sensação física é dada pela lei da gravidade mesma: um empuxo
para baixo criando imediatamente a hesitação diante do perigo
e a urgência de proteção. Estar com um melancólico é, assim,
hesitação e urgência. Algo ali se precipita no vazio e a parceria
entre paciente e analista, quando se faz, fica premida pela busca
de salvação, que é preciso reconhecer. (p.82).
O analista frente a um paciente melancólico deve criar condição
para que se instale a transferência, se reedite experiências, para buscar
invocar, mobilizar o mundo interno do paciente. O registro da fantasia
organiza-se por meio da linguagem corporal, ou seja, por existir uma
comunicação via identificação projetiva que é corpórea, que não é pela
fala. A identificação projetiva é a base da comunicação do analista. O que
ele sente pelo paciente melancólico é o caminho que ele deve seguir. É
um imperativo colocar o paciente melancólico em contato direto com
uma fantasia que está em ação em um determinado instante, no entanto
paradoxalmente, deve reinar um momento de contemplação frente a
uma experiência emocional que é trágica, inominável. A escuta analítica
deve preservar no sentting frente ao paciente melancólico a presença da
hesitação e a urgência de proteção a um discurso que denuncia sem
parcimônia o seu sofrimento.

165
3 MATERIAL CLÍNICO

LA REPRODUCTION INTERDITE, 1937,


RENÉ MAGRITTE. OIL ON CANVAS.
MUSEUM BOIJMANS VAN BEUNINGEN, ROTTERDAM.

3.1 Informações preliminares da paciente e a queixa inicial


Maria, 47 anos, casada, dois filhos, chegou atrasada 20 minutos a
sua primeira sessão. Faz trabalhos voluntários para a igreja. A paciente é
atendida semanalmente no serviço de Psicologia Aplicada, de uma
clínica escola de um Centro Universitário. Na primeira sessão, chegou 20
minutos atrasada. Relatou que sentia muita tristeza por causa de
abandonos e mortes em sua vida. E sentia muitas dores de cabeça. E por
causa da dor de cabeça ia com frequência ao médico neurologista e
queixou-se de que tinha depressão.

3.2 Diálogos clínicos


Segue abaixo, um Quadro 1 com a descrição da fala da paciente
(P) e analista (A), a partir da transcrição da primeira sessão gravada.

166
Quadro 1. Transcrição da primeira sessão psicanalítica.
P- Eu tenho muita dor de cabeça. Sabe, eu tenho pena da minha
neurologista. Ela não acerta os remédios, mas não é culpa dela.
A- Me parece que você diz isso pra mim. Para que não me sinta
culpado por não entender você ou por não poder acertar.
P- Eu não sei o que eu faço. Eu queria poder ajudar mais as pessoas
que precisam de mim.
A- Me parece que você sente que é uma pessoa muito difícil. Sinto
que você diz que eu preciso de ajuda para te compreender, mas que
nisso você não consegue me ajudar. (Paciente fica olhando pra mim
com o sorriso discreto).
P- Eu não sei.
A- Sabe, parece que você quer me dizer que está com pena de mim,
talvez você sinta que eu não posso te ajudar, por mais que eu dê
meu máximo, assim como sua neurologista.
P- Não! Eu não tenho esse sentimento por você.
P- Hoje tá muito difícil.
A- Percebo isso.
P- Fica em silêncio.
A- Você parece muito incomodada, o seu silêncio e o seu tom de
voz é como se quisesse dizer que nada do que digo se refere a você.
P- Não é você, mas quando você faz pergunta fica mais fácil para
me organizar.

A- Quando se faz perguntas é o outro que precisa de resposta e


assim fica mais fácil ajudar.
P- Na verdade, isso já me preocupava. Ontem eu fiquei muito
angustiada não sabia o que eu ia falar. Eu tenho muitas coisas para
falar, mas não consigo.

A- Sinto que é muito difícil falar sobre você.

167
P- Eu tenho 13 irmãos. Sou a mais nova de 14. Meu pai era muito
estúpido e se tornou alcoólatra quando eu nasci.
Ele teve por duas vezes tuberculose e eu cuidei dele. Eu cuidei da
minha vida sozinha. Ninguém tem obrigação de pensar nos outros.
Meus irmãos nem sabiam, mas eu trabalhava em casa de família e
me sustentava.
P- Prometo que da próxima vez será melhor.
A- Você está me prometendo?
P – A paciente com tom de voz de apreensiva, vigilante disse não,
eu prometo pra mim.

4 DISCUSSÃO DO MATERIAL CLÍNICO

Ao contrário do que em geral se crê, sentido e significado nunca


foram a mesma coisa, o significado fica-se logo por aí, é directo,
literal, explícito, fechado em si mesmo, unívoco, por assim dizer;
ao passo que o sentido não é capaz de permanecer quieto,
fervilha de sentidos segundos, terceiros e quartos, de direcções
irradiantes que se vão dividindo e subdividindo em ramos e
ramilhos, até se perderem de vista, o sentido de cada palavra
parece-se com uma estrela quando se põe a projectar marés
vivas pelo espaço fora, ventos cósmicos, perturbações
magnéticas, aflições (Sobre os sentidos, (SPINK, 1999).
¨... se me vejo dando uma interpretação baseada em
acontecimentos outros que não aqueles que estão ocorrendo no
momento da sessão, geralmente concluo que não estou em
contato apropriado com a parte do paciente que precisa ser
compreendida ..."
Betty Joseph/Psicanalista (1917-2013).

As práticas discursivas e sua análise, geralmente, são


sistematizadas em mapas ou quadros que se constituem em
instrumentos de visualização. Seu objetivo maior é oferecer subsídios ao
processo de interpretação e facilitar a comunicação dos “passos dados”
no decorrer da pesquisa. Constroem-se, inicialmente, pela definição de
categorias gerais, de natureza temática, refletindo os objetos da

168
pesquisa a ser desenvolvida. Nessa primeira etapa, constituem formas
de visualização das dimensões teóricas. A partir de então, busca-se
organizar o referencial teórico com o objetivo do diálogo e das falas dos
entrevistados.
O processo de construção de categorias está ligado aos objetivos
da investigação que, por sua vez, deve orientar os repertórios possíveis
a serem apresentados. A leitura deve apresentar linhas verticais com
repertórios e linhas horizontais para a compreensão da dialogia.
A análise do discurso da linguagem por meio do estudo das frases,
numa abordagem comparativa, tomou como investigação as falas do
paciente e analista, por meio de supervisão clínica com um concludente
do curso de Psicologia. As informações obtidas na supervisão foram
importantes para obter inferências da linguagem paraverbal do paciente
e analista.
A proposta de análise do discurso consistiu em estabelecer um
nexo entre desejos e defesas, para compreender que a vida psíquica se
caracteriza por um dinamismo, por pulsões que se interagem, que
permite a relação de um conjunto de erotismos e defesas psíquicas que
em suas dinâmicas possibilitam compreender o ser humano como uma
mescla psicopatológica, que atuam, se modificam e se coexistem na
realidade psíquica.
A concepção freudiana de desejo refere-se especialmente ao
desejo inconsciente, ligado aos traços mnêmicos, encontrando a
sua realização na reprodução alucinatória das percepções que se
tornaram sinais dessa satisfação. (LAPLANCHE; PONTALLIS, 2001,
p.114).
O que caracteriza o desejo é o impulso para reproduzir
alucinatoriamente uma satisfação original, isto é, um retorno a
algo que já não é mais, a um objeto perdido cuja presença é
marcada pela falta” (GARCIA-ROZA, 2007, p.145).
Maldavsky (2013) nos fala que, Freud suspeitava que o que
caracteriza as defesas é a tentativa delas de desalojar algo da vida
psíquica, um conteúdo da vida psíquica, que pode ser uma lembrança,
pensamento, um juízo, percepção, ou retirar o elemento da vida psíquica
e substituí-lo por outro, esse movimento caracterizado por Freud como
formação substitutiva. Então, como se pode diferenciar a defesa? Deve
tomar consciência o que o Ego pretende desalojar de si em cada ocasião,

169
ou seja, identificar o elemento ou conteúdo. E o segundo ponto é aquilo
que se pretende colocar no lugar no que se pretende rechaçar.
Segue abaixo, 2 quadros: 1) Análise dos desejos e defesas da
paciente e 2) Análise dos desejos e defesas do analista, que visam por
meio de categorias fazer a descrição dos atos de fala, e associar aos
respectivos desejos e defesas da paciente e analista.

1 Análise dos desejos e defesas da paciente a partir dos atos de fala


Nº DISCURSO ATOS DE FALA
1 Eu tenho muita dor de cabeça. Estado corporal perturbado
2 Sabe, eu tenho pena da minha Provocação
neurologista.
3 Ela não acerta os remédios, mas Justificação de transgressões
não é culpa dela. de uma Lei
4 Eu não sei o que eu faço. Eu queria Ambiguidade
poder ajudar mais as pessoas que
precisam de mim.
5 Eu não sei. Queixa - Estado cansado da
situação
6 Não! Eu não tenho esse sentimento Afirmação/
por você. aclaração
7 Hoje tá muito difícil. Sentimento de inutilidade
8 Não é você, mas quando você faz Exigência
pergunta fica mais fácil para me
organizar.
9 Na verdade, isso já me preocupava. Manipulação
Ontem eu fiquei muito angustiada.
O que eu ia falar. Eu tenho muitas
coisas para falar, mas não consigo.
10 Eu tenho 13 irmãos. Queixa
11 Sou a mais nova. Meu pai era Exigência
muito estúpido e se tornou
alcoólatra quando eu nasci.
12 Prometo que da próxima vez será Pedido de desculpa
melhor
13 Não, eu prometo pra mim. Pedido de desculpa

A paciente, a partir de seu discurso paraverbal, no início da


sessão, demonstra pela forma como fala estado corporal perturbado,

170
como se o seu corpo denunciasse o seu profundo apaziguamento com o
discurso de inutilidade. Logo de início denuncia um corpo debilitado: "Eu
tenho muita dor na cabeça", "sabe eu tenho pena da minha
neurologista", "Ela não acerta os remédios, mas não é culpa dela". É
como se dissesse eu sou um corpo mudo, morto, que não pede vida. É
como se nos dissesse que ela é o seu sintoma. E sem (des)culpa fala como
se reconhecesse o lugar existencial em que se encontra. Traz ecos: eu
sou um corpo sem vida.
Prossegue no seu discurso:" Hoje tá muito difícil", "Eu não sei",
exalta a sua inutilidade, e pede desculpas, mas considerando o seu tom
de voz brando, no mesmo ritmo parece resignada com o seu estado
emocional. E continua com a mesma experiência emocional quando diz,
"Não é você, mas quando você faz pergunta fica mais fácil para me
organizar", "Na verdade, isso já me preocupava. Ontem eu fiquei muito
angustiada. O que eu ia falar. Eu tenho muitas coisas para falar, mas não
consigo".
O seu discurso prossegue, e com a fala pausada e com pouca
vibração no seu tom de voz parece sinalizar o sentimento de que o
mundo lhe exige algo, e ela não quer sentir essas exigências. Se
reconhece ocupando um lugar sem vida, sem muitas exigências, mas as
suas queixas não são provenientes desse lugar insípido que busca
manter-se enquanto experiência emocional, mas por sentir pressões
externas. Demonstra queixar-se e pedir desculpas ao analista como
forma de ter um subterfúgio para ignorar a sua condição existencial, e
busca ignorar as relações e as pessoas a sua volta.
Prossegue o seu discurso na sessão, "Eu tenho 13 irmãos", "Sou a
mais nova. Meu pai era muito estúpido e se tornou alcóolatra quando eu
nasci". Parece nos dizer, nas pausas de sua fala, tom e ritmo: eu não
tenho um lugar na expectativa familiar. Simplesmente eu nasci. E o meu
nascimento foi um equívoco, trouxe tristeza e desarmonia familiar,
quando fala de seu pai.
Na etapa final da sessão, a paciente fala como se estivesse diante
de um juramento para si mesma: "Prometo que da próxima vez será
melhor", " Não, eu prometo pra mim".
O discurso da paciente na fase inicial, intermediária e final da
sessão apresenta várias facetas ou aspectos: ora mostra-se como um
corpo sem recursos para promover uma mudança emocional,

171
provocações, justificação de transgressões de uma Lei, ambiguidade,
queixa, sentimentos de inutilidade, exigência, manipulação e pedido de
desculpa. As diferentes faces de seu discurso parecem culminar na sua
tentativa de não ser reprovada principalmente por si mesma. Instaura-
se o sacrifício! pautado como uma auto-desvalorização. Enfatiza no final
da sessão parece com muita ênfase nos comunicar que se sente
misturada ao seu próprio sintoma e não identifica recursos subjetivos
para ocupar um lugar diferente, ser diferente da forma como se mostra
e se identifica.

2 Análise dos desejos e defesas do analista a partir dos atos de fala


Nº DISCURSO ATOS DE FALA
1 Me parece que você diz isso pra mim. Advertência
Para que não me sinta culpado por não
entender você ou por não poder
acertar.
2 Me parece que você sente que é uma Advertência
pessoa muito difícil.
3 Sinto que você diz que eu preciso de Ambiguidade e falta de
ajuda para te compreender, mas que definição
nisso você não consegue me ajudar.
4 Sabe, parece que você quer me dizer Provocações
que está com pena de mim, talvez você
sinta que eu não posso te ajudar, por
mais que eu dê meu máximo, assim
como sua neurologista.
5 Percebo isso. Observação
6 Você parece muito incomodada. Você Afirmação
parece muito incomodada, o seu
silêncio e o seu tom de voz é como se
quisesse dizer que nada do que digo se
refere a você.
7 Quando se faz perguntas é o outro que Ordenamento
precisa de resposta e assim fica mais
fácil ajudar.
8 Sinto que é muito difícil falar sobre Generalização abstrata
você.
9 Você está me prometendo? Pergunta que tende a
estabelecer as causas

172
O analista quando diz: "Me parece que você diz isso pra mim. Para
que não me sinta culpado por não entender você ou por não poder
acertar", busca comunicar a paciente que entende que ela quer lhe dizer
ele não entende nada do que ela diz, sente ou faz na sessão.
Em consequência, logo a seguir o analista parece projetar na
paciente o seu sentimento de que ele sente dificuldade de estar com ela
naquele momento, por demonstrar em seu tom de voz a sua
inquietação, quando ele fala para a paciente "Me parece que você sente
que é uma pessoa muito difícil", o analista expressa o sentimento de
inacessibilidade frente a paciente.
Busca via racionalização, não se responsabilizar ao dizer a
paciente: "Sinto que você diz que eu preciso de ajuda para te
compreender, mas que nisso você não consegue me ajudar". A fala do
analista denuncia um movimento em querer desviar a sua
responsabilidade para a paciente.
A racionalização do analista atinge o seu ápice, quando ressalta
em sua fala: "Sabe, parece que você quer me dizer que está com pena
de mim, talvez você sinta que eu não posso te ajudar, por mais que eu
dê meu máximo, assim como sua neurologista". Faz uso de um discurso
bastante objetivo para expressar o seu sentimento de que a paciente lhe
diz que ele não consegue sentir as suas lamentações, postar-se a
contemplação na sua experiência emocional.

Em consequência a essa experiência emocional, isola-se, silencia-


se, com uma fala; " Percebo isso." E manteve-se reativo as expectativas,
emoções despertadas pela paciente, essa postura é expressa por seu
pronunciamento a fase final da sessão: "Quando se faz perguntas é o
outro que precisa de resposta e assim fica mais fácil ajudar". E
permanece até o término da sessão com a fala pautada em isolamento
e projeção, tal como: " Sinto que é muito difícil falar sobre você". Além
de deixar ecos ao paciente que também se sente só na sessão, quando
termina a sessão com a fala: "Você está me prometendo?". Esse
questionamento parece denunciar a agonia, apatia do analista.

173
5 CONSIDERAÇÕES FINAIS

Do mesmo modo que te abriste à alegria abre-te agora ao


sofrimento que é fruto dela e seu avesso ardente. Do mesmo
modo que da alegria foste ao fundo e te perdeste nela e te
achaste nessa perda deixa que a dor se exerça agora sem
mentiras nem desculpas e em tua carne vaporize toda ilusão.
Que a vida só consome o que a alimenta.
Ferreira Gullar

O percurso teórico delineado no artigo nos suscita um caminho


para pesquisar a contratransferência como modo de expressividade dos
desejos e defesas no atendimento de pacientes com depressão e
qualificados como melancólicos, pois exige que possamos nos apropriar
de referenciais teóricos que sirvam como catalizadores e norteadores
imprescindíveis para que se tenha a compreensão das diversas
manifestações inconscientes no estabelecimento do vínculo terapêutico
entre analista e paciente.
Sigmund Freud apresentou pela primeira vez o termo,
contratransferência em 1910, como um obstáculo que deveria ser
ultrapassado pelo analista. E somente em 1950, Paula Heimann e
Heinrich Racker foram os pioneiros na utilização da contratransferência
como ferramenta clínica. Paula Heimann compreendia a
contratransferência como uma reação do analista aos conteúdos do
paciente. E Heinrich Racker concebia que a contratransferência podia
advir do paciente, mas também podia ser proveniente de conteúdo do
analista.
Acentuo que, através da pesquisa sobre a contratransferência é
possível ao analista, principalmente, na relação com o paciente
qualificado como melancólico acolher a energia capaz de nutrir o vazio e
o solilóquio tão peculiar ao melancólico.
O analista deve ser capaz de escutar o desânimo, a letargia, um
sentimento de morte no setting analítico. É um desafio constante o
atendimento de paciente melancólico, por imputar uma experiência
emocional muito singular. O paciente melancólico se identifica com o
objeto perdido, se torna igual ao objeto perdido. A melancolia tem como

174
características, a perda de amor próprio, perda de autoestima e perda
de interesse pelo mundo externo.
A paciente qualificada com um quadro de melancolia pelo Serviço
de Psicologia Aplicada de um Centro Universitário, causou certa
perturbação mental no analista na primeira sessão, que lhe
impossibilitou estabelecer um encontro analítico com a paciente a partir
de suas experiências emocionais no manejo clínico, o que parece ter
facilitado a predominância de uma escuta mais pautada por
racionalizações, no sentido que, o sintoma da depressão correspondeu
ao que a paciente denunciou na sua primeira consulta, e a racionalização
se intensificou quando o quadro próprio de melancolia emergiu no
atendimento clínico.
Entende-se que o encontro analítico deve ser visto sobretudo
como uma relação e um processo de comunicação que resulta em um
impacto emocional mútuo, que independe da vontade do analista ou
paciente. A experiência emocional com a paciente levou o analista sentir
que estava diante de uma paciente que se mostrava com uma realidade
psíquica complexa, o que o moveu a ficar absorvido por seus desejos e
defesas a partir de sua experiência contratransferencial.
A fala do analista parece estar em íntima cronologia com a
paciente, por buscar uma entonação de voz que demarcasse com
exatidão o que estava sendo dito e projetado pela paciente. A
experiência emocional da paciente parece ter ficado impregnada nos
pensamentos e sentimentos do analista. Foi possível perceber o seu
profundo desejo de delimitar o que era conteúdo da paciente e o que
era seu conteúdo. As suas defesas se manifestavam com um profundo
esforço ao discurso ordenado, organizado, linear, detalhado e descritivo.
O analista colocou-se na posição de advertir a paciente frente ao
lugar de inutilidade que lhe impunha. A cada devolutiva procurava
ratificar o lugar sem (des) culpa denunciado pela paciente. A rapidez com
que proferia as devolutivas, quase sem pausas na sua fala parece
sinalizar um alívio em buscar ordenar esse discurso da paciente. Parece
ter um desejo de fazer com que ela sinta a experiência emocional do
como se mistura com os seus lutos e ignora o quanto busca denegar a
realidade externa. No caso, procurou a cada pronunciamento da
paciente, lhe dizer de seu incômodo em procurar impor essa experiência
emocional no setting analítico.

175
Quanto aos desejos implicando na intervenção clínica, observou-
se que o analista manteve ao longo da sessão uma escuta atenta desde
o início da sessão, não se omitiu em fazer intervenções, e conseguiu
capturar o foco do conflito no discurso da paciente. E quanto as defesas,
demonstrou forte racionalização nas suas devolutivas, projeções e
evitações quanto a experiência emocional da paciente no manejo de
uma duradoura contratransferência durante a sessão. Nota-se que o
estudo do manejo clínico do analista nos move a conceber que os
desejos e defesas do analista frente a sua contratransferência não
influenciou nos atos de fala da paciente qualificada como melancólica, e
sim na forma como conduziu o manejo da sessão.

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178
179
180
Nickolas Michael Ávila Bastos1

1 INTRODUÇÃO

Este artigo tem como objetivo analisar a relação


contratransferencial de Ralph Greenson e Marilyn Monroe, como
personagens do livro “Marylin últimas sessões” de Michel Schneider. Os
objetivos específicos são: compreender a relação entre psicanálise e
literatura, compreender o conceito de contratransferência e analisar as
implicações disso na relação de Ralph Greenson e Marilyn Monroe.
A principal justificativa para a escolha do tema deste artigo foi o
desejo de aprofundamento nos estudos de autores psicanalistas
ingleses, que falam sobre a contratransferência e defendem o uso dela
como ferramenta terapêutica. O tema nos pareceu interessante a partir
da contratransferência ter se tornado mais evidente devido a nossa
experiência clínica. O interesse pela análise da obra surgiu após a
identificação dessa contratransferência na relação dos personagens
principais.
Utilizamos, como metodologia, uma pesquisa bibliográfica de
alguns autores que falam sobre o assunto. Dentre eles, citamos Freud

1
Graduado em Psicologia pelo Centro Universitário Estácio do Ceará.

181
(1969), que falou pouco sobre a contratransferência e acreditou que ela
deveria ser um obstáculo a ser ultrapassado, mas com a contribuição dos
estudos de Racker (1982) e Heimann (1995), ela passou a se tornar um
fator a mais de compreensão no trabalho do terapeuta, passando a ser
vista não só como um obstáculo, mas também como um instrumento
terapêutico. Mostraremos a visão de outros autores, que reformularam
o seu uso na clínica.
Entendemos, que, por ser uma análise de um livro, precisaríamos
introduzir a relação da psicanálise com a literatura, que está presente na
primeira parte deste artigo. Depois, falaremos um pouco sobre Marilyn
Monroe e a sua relação com a psicanálise, que segundo Schneider (2008)
não se resumia só em sessões clínicas com analistas famosos de sua
época. Monroe era apaixonada pela psicanálise. A parte seguinte será
sobre o conceito de contratransferência, e como ele foi adaptado e
passou a ser utilizado como ferramenta terapêutica no setting analítico.
Por fim, traremos a relação de analista-paciente entre Marilyn Monroe
e Ralph Greenson, o seu último analista, buscando responder à pergunta
que este trabalho se propôs a solucionar.

2 PSICANÁLISE E LITERATURA
"Tenho medo de escrever. É tão perigoso. Quem tentou, sabe.
Perigo de mexer no que está oculto — e o mundo não está à tona,
está oculto em suas raízes submersas em profundidades do mar.
Para escrever tenho que me colocar no vazio. Neste vazio é que
existo intuitivamente. Mas é um vazio terrivelmente perigoso:
dele arranco sangue. Sou um escritor que tem medo da cilada
das palavras: as palavras que digo escondem outras — quais?
Talvez as diga. Escrever é uma pedra lançada no poço fundo."
Clarice Lispector
A relação entre psicanálise e literatura, já começa a partir de
Freud, o próprio pai da psicanálise. Ele não foi só um analista na clínica.
O mestre escreveu livros, artigos e muitas cartas. Cita Shakespeare e
outros escritores em sua obra, e tem um trabalho publicado de 1907,
chamado “Delírios e sonhos na Gradiva de Jensen”, que era um escritor
alemão. Também trouxe o Complexo de Édipo, conceito
importantíssimo para a teoria psicanalítica, que foi baseado na tragédia
do escritor Sófocles. Essa relação, entre psicanálise e literatura, é mais

182
forte do que qualquer outro tipo de arte, devido ao parentesco entre o
discurso do paciente na clínica e a produção do texto literal.
Marzagãoet. al. (2012, p. 13) nos diz que: O que não se implica é o viés
pessoal do analista, para que o analista possa escutar com clareza. Já
com o texto literário, não há como deixar de lado o impacto emocional
que é provocado a partir disso. Por causa desse impacto emocional, as
interpretações do texto como se fossem verdades absolutas, são
diminuídas.
O autor MANGO (2014, p.223) fala sobre Freud como um escritor:
“Freud navega o tempo todo entre as duas modalidades, os dois
‘princípios’, de seu funcionamento psíquico criador: ‘poetiza’ e teoriza,
descrevendo a paisagem psíquica como um escritor, e analisando-a e
interpretando-a como um pesquisador”.
Freud, amante dos livros, dedicou uma obra aos escritores
criativos, em 1908. No seu texto, ele diz que “o escritor criativo faz o
mesmo que a criança que brinca. Cria um mundo de fantasia que ele leva
muito a sério, isto é, no qual investe uma grande quantidade de emoção,
enquanto mantém uma separação nítida entre o mesmo e a realidade”.
(FREUD, 1969, p. 136) enquanto as crianças brincam com os brinquedos,
os adultos brincam com as palavras. Ele também traz a questão de que
a irrealidade, ficção, é importante na obra do escritor, pois se fosse
muito real, não causaria prazer. O que acontece é um jogo de fantasia. E
ainda sobre a comparação entre o brincar infantil, Freud (1969, p. 141)
nos adverte: “Não se esqueçam, que a ênfase colocada nas lembranças
infantis da vida do escritor deriva-se de basicamente da suposição de
que a obra literária, como o devaneio, é uma continuação, ou um
substituto, do que foi o brincar infantil”. Os escritores se mostram, nessa
brincadeira com as palavras.
A psicanálise se faz na clínica, mas isso não quer dizer que ela não
possa ser utilizada como uma ferramenta na análise de textos. Freud não
atendeu Schreber, ele utilizou seu livro de memórias, que rendeu uma
teoria fundamental para a psicose. Ele também pesquisou alguns
escritores, em busca de entender a inspiração dos mesmos para escrever
textos que tanto nos fascinam. Na clínica o analista busca interpretar o
conteúdo inconsciente do paciente utilizando a psicanálise, e a obra
literária também é uma expressão do conteúdo inconsciente de seu
autor. Quando um analista transcreve uma análise também, como Oscar
Cesarotto (apud Marzagão et. al., 2012, p. 22) nos diz: “transcrever e

183
comunicar uma análise acaba sendo uma criação literal cujo relator –
escriba, tentando metaforizar o que foi ouvido e perdido, monta um
roteiro particularíssimo, fictício, porém verídico, embora legível porque
organizado segundo os usos da linguagem”. Sobre a transcrição e
comunicação de uma análise, Freud, nos estudos sobre a histeria, fala:
“Eu mesmo me surpreendo ao constatar que minhas observações dos
pacientes podem ser lidas como romances e não trazem, por assim dizer,
a chancela de seriedade que é própria dos escritos científicos” .
A literatura é uma expressão do inconsciente, instiga o imaginário
dos leitores, aguça a curiosidade e é fascinante. Segundo Marzagão et.
al. (2012, p. 16):
Na concepção barthesiana, o texto é o registro, por meio da
ordem simbólica, dessa dialética de deslocamentos, facilitações,
descarga e investimento de impulsos — o mais característico
sendo o impulso de morte — que constituem o significante, mas
que também o excedem. Ao incluir-se na ordem linear da
linguagem, e utilizando as leis fundamentais do inconsciente —
deslocamento, condensação, repetição, inversão —, o texto
produz, segundo Barthes, uma outra ordem de significação.

Entendemos que existe conteúdo inconsciente do escritor em sua


obra, e isso deve ser levado em consideração, principalmente quando
utilizamos a psicanálise como ferramenta de pesquisa. Isso justifica o
fato deste artigo ser baseado na relação de Ralph Greenson e Marilyn
Monroe como personagens do livro de Michel Schneider, e não como
pessoas reais, por mais que tenham sido. O autor citou algumas falas
reais, mas como o mesmo explica no livro, boa parte do conteúdo dos
diálogos foi feita baseado em algumas entrevistas de Marilyn, e por
parte de sua criatividade.
Na parte inicial do artigo discutiremos um pouco da relação de
Marilyn Monroe com a psicanálise, e o início da relação com aquele que
ela chamaria de seu salvador.
2.1 UM POUCO SOBRE MARYLIN MONROE E A PSICANÁLISE
Marylin Monroe não era só um ícone feminino, e nem só uma
estrela das revistas e das telas de cinema. Ela também brilhava como um
personagem muito importante para o cenário psicanalítico de sua época,
tendo Marianne Kris como sua analista, que era supervisionada pela filha

184
de Freud. Marilyn também teve algumas sessões com a mesma, e Ralph
Greenson, o último psicanalista de Marylin, discutia o seu caso também
com a Ana Freud. O próprio Ralph Greenson era um psiquiatra e
psicanalista muito famoso da época, conhecido pelo seu trabalho com
soldados da segunda guerra mundial que sofriam de estresse pós-
traumático. Ele também tratou outros famosos, como Frank Sinatra.
Michel Schneider (2006), em seu livro “Marilyn últimas sessões”,
nos relata a trajetória de Marilyn com a psicanálise. Ele criou um
romance baseado em relatos da própria Marilyn, anotações, entrevistas
e anotações clínicas sobre as últimas sessões de Monroe. O autor faz
uma interlocução entre o cinema e psicanálise da época, junto com a
relação do amor de transferência entre a atriz e o seu último analista.
Em Hollywood, não é que tudo seja psicanálise, até mesmo o
cinema; é que tudo é cinema, até mesmo a psicanálise. As
pessoas vivem, falam, se movem, se tocam ou se evitam como
num palco. Representam. Toda a história do tratamento de
Marilyn talvez tenha sido apenas um roteiro construído por um
serviçal dos estúdios. (SCHNEIDER, 2006, p. 271)
A relação de Marylin com a psicanálise não se resume em sessões
de análise com analistas famosos. Shneider (2006, p. 80) nos diz que ela
se tornou uma adepta apaixonada da psicanálise, e traz um trecho de
uma entrevista que ela comentou sobre: “Só posso dizer que acredito na
interpretação freudiana. Espero poder, um dia, fazer um relato
esclarecedor das maravilhas que os psiquiatras podem realizar por
você”.
Marilyn Monroe já foi Norma Jeane Mortenson. Abandonada pela
mãe, com um pai desconhecido, Norma Jeane vivia em lares adotivos.
Voltou para os cuidados de sua mãe com seus sete anos, mas isso não
durou, já que Gladys Baker não tinha capacidade de cria-la, devido a
problemas psicológicos. Grace McKee, que era melhor amiga de Gladys,
tornou-se guardiã de Norma Jeane após a mesma ser declarada sob a
guarda do estado, devido a internação de sua mãe. Grace levava Marilyn
ao cinema, para o salão de beleza, passava batom em seus lábios e dizia
que ela seria uma estrela de cinema. E ela se tornou. Anos depois,
Marilyn Monroe estava gravando seus pés e suas mãos no cimento da
calçada da fama de Los Angeles, encantando as pessoas com a sua
aparência e o seu charme nas telas de cinema. Inspirada em Jean Harlow,

185
Marilyn, também morreu jovem. Aos vinte anos assumiu o nome de atriz
com o qual morreu, imortal. Marilyn Monroe.
Durante sua estadia com Grace, Marilyn sofreu frequentes
tentativas de abuso sexual da parte do marido de sua guardiã legal, o
que a afastou de seus cuidados. Marilyn agora viveria com a tia-avó de
Grace, Olive, e sofreu agressão sexual por um dos filhos da tia-avó de sua
guardiã. Depois, Norma passou a viver com uma outra tia de Grace, Ana,
proporcionando um verdadeiro lar para Norma, considerado o melhor,
pela mesma.
Em seu livro, Schneider (2006, p. 19) nos mostra o início da
relação de Marilyn com a psicanálise. Ela passou a buscar o divã durante
as crises que tinha nos momentos de filmagem, e inicialmente recorria a
Margaret Hohenberg e Marianne Kris. Teve algumas sessões em Londres
com Anna Freud, no outono de 1956, durante as filmagens de O príncipe
encantado. Marylin, em seu testamento, concedeu seu direito de
imagem para o Centro Anna Freud de Londres, uma quantia que chegava
em torno de 2,5 milhões de reais por ano. Em 1960, ela iniciaria uma
terapia com Ralph Greenson, que seria o seu último analista.
Ela buscou o seu último analista prestes a iniciar as filmagens de
Adorável Pecadora, dirigido por George Cukor, que Monroe dizia não
gostar. Por razões contratuais, ela deveria participar de mais um filme, e
isso a angustiava. Mal paga e mal tradada, Marilyn tinha dificuldade em
representar a personagem, e as filmagens não avançavam. Marianne Kris
que indiciou Ralph Greenson a Marilyn, mas o alertou sobre as
dificuldades com a paciente. Schneider (2006, p. 20) cita Kris: “Uma
mulher em total confusão, ameaçada de autodestruição pelo abuso de
drogas e medicamentos. Dominada por acessos de ansiedade, ela revela
uma personalidade frágil”. Segundo o autor, seria o que Kris dissera a
Greenson, o alertando sobre Marilyn, antes de indicá-lo, mas ele não
recuou, aceitou o desafio, se tornando o seu quarto analista.
A primeira sessão com Greenson foi realizada no Beverly Hills
Hotel, por descrição, e posteriormente seria no consultório do analista.
Marilyn chegou com meia hora de atraso na sessão, ela gostava de se
atrasar, ela fazia isso em todos os compromissos, mas depois das
interpretações de Greenson, ela passou a ser pontual nas sessões. O
setting analítico vazou, Greenson decidiu que as sessões seriam em sua
casa, mudando o hábito de atender somente no consultório. Em sua casa

186
viviam seus filhos e sua esposa, pessoas que Marylin teria muito contato,
e que simbolicamente seriam a sua nova família. Ela até passava a noite
na casa dos Greensons quando a sessão durava muito tempo e ficava até
tarde. Schneider (2006, p. 49) comenta sobre o assunto: “O analista
jamais reconheceu o erro de tratamento que consistiu em levar Marilyn
para a sua casa, e depois fazer dela um membro da família”.
Ralph pensava que precisaria tratar Marilyn de uma forma
diferente, e que ela precisava de um modelo de família como referência,
e para isso, ele usou a sua, tornando-a um membro a mais. Schneider
mostra como Greenson foi seduzido pela sua paciente, realizando seus
desejos e desmarcando atendimento com outros pacientes para atendê-
la. Greenson caiu nas armadilhas da contratransferência, e a partir disso,
analisaremos a obra de Schneider, nos baseando em autores
psicanalistas ingleses.
Para entendermos melhor o conceito de contratransferência
utilizaremos os estudos do pai da psicanálise, que pensava sobre isso
como um obstáculo a ser ultrapassado na análise, e de outros autores
ingleses, que defendem o uso da contratransferência como uma
ferramenta a mais na clínica.

3 O QUE É CONTRATRANSFERÊNCIA?

Antes de falarmos sobre o conceito de contratransferência, é


necessário compreendermos o conceito de transferência, que foi
mudado durante os estudos de Freud, e aprimorado com os estudos de
outros autores. No posfácio do famoso caso Dora, em “Fragmento da
análise de um caso de histeria”, Freud (1969, p. 111) conceitua a
transferência como:
O que são as transferências? Transferências são reedições,
reproduções das moções e fantasias que, durante o avanço da
análise, soem despertar-se e tornar-se conscientes, mas com a
característica (própria do gênero) de substituir uma pessoa
anterior pela pessoa do médico. Dito de outra maneira: toda uma
série de experiências psíquicas prévia é revivida, não como algo
passado, mas como um vínculo atual com a pessoa do médico.
Algumas dessas transferências em nada se diferenciam de seu
modelo, no tocante ao conteúdo, senão por essa substituição.
São, portanto, para prosseguir na metáfora, simples

187
reimpressões, reedições inalteradas. Outras se fazem com mais
arte: passam por uma moderação de seu conteúdo, uma
sublimação, como costumo dizer, podendo até tornar-se
conscientes ao se apoiarem em alguma particularidade real
habilmente aproveitada da pessoa ou das circunstâncias do
médico. São, portanto, edições revistas, e não mais
reimpressões.
A transferência inicialmente era vista como um obstáculo a ser
ultrapassado, como algo indesejável no tratamento. A ideia de
transferência foi mudando aos poucos, e isso passou a ser visto como
um agente terapêutico. O próprio pai da psicanálise muda essa ideia, no
decorrer de seus estudos, e passa a vê-la como uma ferramenta
essencial no processo analítico. Em 1912 Freud publica seu primeiro
texto sobre o assunto. Em “A dinâmica da transferência”, Freud (1969,
p. 111-119) traz um questionamento sobre o porquê da transferência ser
mais intensa nos neuróticos, e pouco depois conclui que essas
características da transferência devem ser atribuídas a própria neurose,
e não a psicanálise. Em 1914 com o texto “Recordar, repetir e elaborar”,
Freud (1969) também comenta sobre a transferência: “Logo percebemos
que a transferência é, ela própria, apenas um fragmento da repetição e
que a repetição é uma transferência do passado esquecido, não apenas
para o médico, mas também para todos os outros aspectos da situação
atual”, ou seja, entendemos que a transferência é uma repetição, e as
origens disso se encontram no passado.
Melanie Klein, pioneira na análise com crianças, contribuiu
divinamente com a teoria psicanalítica a partir de sua técnica de jogos e
brinquedos. Ela ampliou nossa compreensão sobre a natureza da
transferência. Em seu texto “As origens da transferência” de 1952, Klein
(1991) nos fala que a medida em que o processo de análise começa, o
paciente passa a reproduzir o seu passado, e com isso, localiza no
analista a sua urgência em transferir suas experiências primitivas,
emoções e relações de objetos, pulsões, fantasias inconscientes e
ansiedades.
Outros autores também aprimoram o conceito de transferência,
outros já se divergem da ideia original. Zimmerman (1999, p. 334), traz
a compreensão de transferência para Winnicott como “uma nova
relação, um novo espaço que o paciente conquista para poder
relacionar-se com o seu analista”. Para Bion, que se dedicou alguns anos

188
ao trabalho com psicóticos, a importância da transferência está em seu
uso na prática psicanalítica e deve ser percebida tanto por analisando
como por analista. Sua força está no fato de que está na relação,
disponível a duas pessoas, podendo ser discutido por elas. A sua
fraqueza está no fato de que é inevitável. (BION, 1971 apud CASTRO,
2005). Para ele, nem tudo é transferência, por mais que haja
transferência em tudo no processo analítico. A transferência acontece
no vínculo do analista e do analisando, tendo o analista como uma
presença real e não como um espelho de projeções.
O conceito de contratransferência também passou por algumas
mudanças e adaptações. Inicialmente era visto como algo que fosse
evitado na análise, assim como a transferência. Demorou para que o
assunto voltasse à tona depois de Freud, e que fosse usado como agente
terapêutico na análise.
Em seu texto “As perspectivas futuras da terapêutica
psicanalítica”, o pai da psicanálise traz a questão da contratransferência
como um obstáculo a ser ultrapassado, a ser superado por meio de uma
análise contínua. Freud (1969, p. 150) comenta:
As outras inovações na técnica relacionam-se com o próprio
médico. Tornamo-nos cientes da "contratransferência", que,
nele, surge como resultado da influência do paciente sobre os
seus sentimentos inconscientes e estamos quase inclinados a
insistir que ele reconhecerá a contratransferência, em si mesmo,
e a sobrepujará.

Freud também fala brevemente sobre a contratransferência no


artigo “Observações sobre o amor transferencial”, em 1915. Ele fala para
advertir os psicanalistas iniciantes sobre quando um paciente se
enamora pelo analista, explicando que isso acontece por causa da
situação analítica, e não pelo analista em si. “Para o médico, o fenômeno
significa um esclarecimento valiosos e uma advertência útil contra
qualquer tendência a uma contratransferência que pode estar presente
em sua própria mente” (FREUD, 1996, p. 178).
A contratransferência passou a se tornar um fator a mais de
compreensão ao trabalho do analista com os estudos de Racker e
Heimann. Segundo Racker (1982, apud ISOLAN, 2005) a
contratransferência é um conjunto de sentimentos, imagens e impulsos
do analista durante a sessão. Isso pode acontecer como um obstáculo,

189
como um agente terapêutico e como um campo em que o paciente pode
ressignificar uma experiência. Existe a contratransferência
complementar, quando o ego do analista se identifica com objetos
internos do paciente, e a concordante, quando a identificação acontece
a partir de aspectos da personalidade do analista com a personalidade
do paciente. Para Heimann (1995, apud ISOLAN, 2005), a
contratransferência é tudo o que o analista sente em relação ao
paciente. Ela trouxe a questão de a resposta emocional do analista às
projeções do paciente serem usadas como um instrumento de
compreensão, mas o analista precisa ser capaz de conter os seus
sentimentos, sem descarregá-los nos pacientes.
Agora, vista de forma diferente da proposta inicialmente por
Freud, a contratransferência passa a ser utilizada como um agente
terapêutico, como um instrumento a mais de compreensão dos
conteúdos do paciente. O tema ainda é controverso, não foi por acaso
que depois da morte de Freud não tenha sido explorado de forma tão
esclarecedora como fizeram Racker e Heimann, por anos. Alguns autores
criticam violentamente o uso dessa ferramenta. Bernardi (2007, p.22)
nos mostra como Jacques Lacan assumiu uma postura diferente dos
autores ingleses, criticando o papel da contratransferência como um
agente terapêutico. Para ele, considerar a contratransferência dessa
forma seria perder a assimetria analítica e favoreceria o estabelecimento
de uma transferência imaginária fusional, promovendo identificações
duais de caráter narcisista. Os autores ingleses discordam, e mostram, a
partir da sua experiência clínica, como a contratransferência pode ser
utilizada, e como isso enriquece o processo analítico.
Betty Joseph em seu artigo Transferência: a situação total,
publicado em 1985, mantém o ponto de vista sobre o uso da
contratransferência como um instrumento a mais de compreensão,
julgando ser uma ferramenta essencial no processo analítico. Ela diz que:
Muito da nossa compreensão da transferência surge através da
nossa compreensão de como nossos pacientes agem sobre nós
para que sintamos coisas pelos mais variados motivos [...] essas
são experiências que costumam ir além da utilização de palavras,
que frequentemente só podemos apreender através dos
sentimentos provocados em nós, através de nossa
contratransferência, usada no sentido amplo da palavra.
(JOSEPH, 1985, p. 77).

190
Como vimos, a contratransferência passou pelas mesmas
vicissitudes iniciais da transferência, mas Freud não pensava que isso
deveria ser utilizado como uma ferramenta a mais no trabalho do
analista, quando tocava no assunto, era para alertar os analistas a
superarem a contratransferência. A ideia de uso como um método
terapêutico veio de autores pós-freudianos, com base em suas
experiências clínicas. Com a visão de Betty Joseph, a contratransferência
vai além de só uma ferramenta a mais, ela é essencial no processo
analítico, assim como a transferência. Entendemos que, o analista
precisa saber lidar com a contratransferência, e ser capaz de conter os
seus sentimentos.
Na parte seguinte do artigo, tentaremos mostrar como Ralph
Greenson não soube lidar com a sua contratransferência, e como isso
pode ter influenciado negativamente na sua relação de analista e
paciente com Marylin Monroe. Com isso, continuaremos nos baseando
nos personagens criados por Michel Schneider no livro “Marylin últimas
sessões”.

4 RALPH GREENSON E MARYLIN MONROE: UM CASO DE


CONTRATRANSFERÊNCIA

Como já foi dito brevemente neste artigo, Ralph Greenson, o


último analista de Marylin Monroe, passou a atender a atriz em sua
própria casa. Com a ideia de que ela precisava de um exemplo de família,
ele utilizaria a sua, permitindo que Monroe se tornasse um membro a
mais. Marylin foi apresentada a sua família, e ela sempre teria contato
com a esposa de Greenson e os seus filhos, já que as sessões aconteciam
de cinco a seis vezes por semana. Além disso, Marylin foi encorajada a
telefonar todos os dias, pois “ela estava tão sozinha, e não tinha mais
ninguém para ver, nem nada a fazer além da filmagem, se eu não a
recebesse”. (SCHNEIDER, 2006, p. 49). O autor traz essa passagem como
uma fala do último analista de Marylin, que ao nosso ver, começava a se
prender na teia da contratransferência, e não sabia lidar, deixou-se
render pelo desejo de agradá-la.
Muitas vezes, quando as sessões acabavam muito tarde, a
paciente dormia na casa do analista. Greenson sucumbia os desejos dela,
e muitas vezes a visitava em sua casa para lhe aplicar uma intravenosa
de Pentoral ou de Amital. Ela tinha relação até com a irmã de Ralph, a

191
quem ouvia tocar, e frequentava a casa do mesmo em outros momentos
além das sessões. Ela participava de festas na casa dele, com outros
analistas e artistas da época.
Em meio as filmagens de Os Desajustados, Marilyn, que tomava
altas doses de Nembutal por dia, fora hospitalizada, decisão tomada por
Greenson e pelo seu clínico geral, com o intuito que a atriz repousasse.
Greenson passava um bom tempo com Monroe no hospital, e seus
pacientes relatavam que ele estava completamente desorientado. Ele
precisaria deixá-la bem, e garantiu que ela voltaria para as filmagens,
tentando tomar o controle dessa situação. Futuramente ele se tornara o
seu agente, tomando as rédeas de sua carreira e de seus contratos
financeiros. A relação apenas de analista e paciente já não existia, eles
foram muito além disso. O autor traz um relato que Greenson fizera a
Ana Freud, com desesperança, devido ao medo dos homens que Marylin
possuía. “A partir de então ele julga Marilyn perdida para a psicanálise.
Como um afogado que arrasta seu salvador para o fundo, ele atraía o
terapeuta cada vez mais para o sombrio, o baixo, o vazio”. (SCHNEIDER,
2006, p. 169) Ele não sustentou o conteúdo inconsciente de sua
paciente.
A relação de Marilyn com os Greensons não era só em festas e
quando ela ia para as sessões. Marilyn mantinha uma amizade com Joan,
filha de Ralph, a quem ensinava a se maquiar e dançar como uma garota
sexy. Ela estava cada vez mais fazendo parte da família, fazendo o papel
de irmã. Ela também se tornou amiga de Danny, outro filho dos
Greensons. Eles estranhavam, Ralph não agia dessa forma com outros
pacientes, mas o mesmo se defendia dizendo que o tratamento
tradicional não seria eficaz.
Greenson queria desenvolver um novo tipo de tratamento
utilizando a psicanálise, e isso poderia ter surgido de seu narcisismo, de
seus conteúdos inconscientes que precisariam serem contidos, e não
contratransferidos dessa forma, ele pensava que seria o seu salvador. Ele
deixou-se levar pela sedução de sua paciente histérica, vazia, que
precisava se afirmar a partir do outro. Zimmerman (2007, p. 2012) nos
fala que existem alguns tipos de histéricos, mas que ter uma “atitude
psicanalítica interna do terapeuta” é necessário em todos os tipos, e que
o analista deve estar despido de seus preconceitos pejorativos. Ele
também fala sobre o cuidado em não se envolver nas malhas do
encantamento que pacientes assim provocam.

192
Schneider (2008, p. 181) também traz uma crítica dos colegas de
Greenson, da Los Angeles Psychoanalytic Society, dizendo: “Ele não
entende que, adotando-a por meio de uma terapia reparadora, apenas
recoloca diante dela o que ela jamais teve: um lar; e o que ela jamais
será: uma filha amada pelos pais, uma mãe, uma irmã”. E mesmo
consciente disso, Greenson continuou com o seu desejo em tratar
Marilyn dessa forma, discutindo o caso com Wexler, que confirmava a
necessidade dele trata-la de uma forma não ortodoxa.
Greenson já era agente de Marilyn, e com as exigências da Fox
para que ela participasse de outro filme, Somethings’s Gotta Give, ele se
tornou o conselheiro especial de sua paciente e o consultor técnico do
filme. Com as ameaças de suicídio de Marylin, lhe fizeram uma lavagem,
em sua própria casa. Greenson colocou uma enfermeira psiquiátrica na
casa dela, para vigiar o seu comportamento, como um pai que quer
controlar e vigiar a sua filha. Ele a aconselhava em todos os campos
importantes: com quem deveria sair, namorar ou quais amigos deveria
manter, e até que filmes deveria fazer. Exigia até que ela tirasse férias, e
para onde ela ia, continuando a se comportar como um pai, querendo
controla-la.
No dia que DiMaggio foi a casa dos Greenson em busca de
Monroe, que havia passado a noite lá, Ralph não permitia que ele a visse,
insistindo que fosse em outra hora, mas DiMaggio não saiu sem salvar
Marilyn dessa prisão. Schneider (2008, p. 210) diz, sobre o que o
estagiário que estava sob supervisão de Greenson pensava: “O futuro
analista não precisou de uma longa experiência clínica para constatar
que Greenson estava em plena projeção e que era ele a pobre coisa que
se debatia com sua dependência não-analisada e tinha se tornado
prisioneiro de sua prisioneira”.
Ralph Greenson era uma figura importante e de autoridade na
instituição psicanalítica de Los Angeles, e apesar da estranheza que viam
em sua relação com Marilyn, os colegas se calavam, por mais que
tivessem um olhar crítico sobre a situação. “Em lugar de permitir a
Marilyn buscar em si mesma, recursos novos de autonomia de decisão e
de ação, seu analisa a tornava mais dependente, garantindo sua própria
autoridade sobre ela”. (SCHNEIDER, 2008. p. 210).
O autor nos apresenta o momento em que o poeta e escritor
Norman Rosten, amigo nova-iorquino de Marilyn, chega a Hollywood e

193
vai à casa de seu último psicanalista, onde ela própria se sentia em casa.
Em uma conversa com Greenson, o mesmo o questiona sobre a cura de
Marilyn, e Ralph defende o seu jeito de tratá-la: “O método que utilizo
para tratá-la pode ser estranho [...] Marilyn não é uma paciente
psicanalítica. Ela precisa de uma psicoterapia analítica”. Defende o modo
de tratamento que utiliza com Marilyn baseado no que pensa ser melhor
para ela, e continua: “Você pensa talvez que eu tenha transgredido
algumas regras, mas se eu tiver sorte, daqui a alguns anos talvez Marilyn
possa fazer uma verdadeira análise”. (SCHNEIDER, 2008, p.216). Mas
Marilyn não teve alguns anos, o seu tempo estava cada vez mais curto.
Ralph decide fazer uma viajem, com sua esposa, Hildi, e Marilyn
não fica feliz com isso. Ele decide deixar uma peça de xadrez com a que
chamava de “minha esquizofrênica favorita”, como um símbolo da
relação deles, como se ele deixasse um pedaço de si, com ela. Ela não
ficou com a peça por muito tempo, a perdeu. Deixou Marilyn sob os
cuidados de Wexler, que concordava com o método utilizado por
Greenson para o tratamento de Marilyn. Schneider (2008, p. 232), em
um diálogo entre Greenson e Wexler, nos mostra a confissão do analista:
“Tenho a impressão de que as coisas me escapam. Não vou conseguir
[...] Só nos separaríamos com a morte dela, ou a minha”. E foi assim que
se separaram, com a morte da atriz. “Há dois anos tento livrar Marilyn
dos barbitúricos. Mas, de fato, continuei conseguindo mais para ela”.
Essa frase retrata bem o que já foi citado nesse texto, a forma como ele
deixou-se seduzir pela sua paciente, sucumbindo a seus desejos. “Eu
dependo de sua dependência em relação a mim [...] Sou seu analista,
quero encarnar uma imagem paterna positiva, um pai que não a
decepcione, que desperte sua consciência ou lhe ofereça, no mínimo,
bondade”.
Quando voltou de suas férias, Ralph tomou as rédeas da vida de
Marilyn novamente, ela estava desequilibrada devido à ausência de seu
salvador, e tinha sido expulsa da Fox. “A paixão é um amor de morte.
Greenson e Marilyn eram ligados pelo amor e pela morte, mas não
tinham feito amor. Restava-lhes fazer a morte. Juntos, e cada um por si”.
(SCHNEIDER, 2008, p. 300).
Marilyn gravou fitas, associando livremente, para Greenson. “Na
sua presença, caro doutor, fico constrangida. Preciso de um espaço mais
secreto para lhe falar. De mim para mim. Mas é a você que me dirijo,
embora você não esteja presente. Sobretudo se você não está presente.

194
São os mais íntimos, os mais secretos pensamentos de Marilyn Monroe”.
E essas seriam a suas últimas sessões.
Em 5 de agosto de 1962, Marilyn e Greenson foram separados
pela morte. Como ele havia dito, só a morte poderia separá-los.
Greenson ligou para o sargento Jack Clemmons, e o resultado da
autópsia seria o de um possível suicídio. Existem teorias controversas,
mas o objetivo deste artigo não é investigar a morte de Monroe, mas
como a mesma diz, “Há sempre dois lados numa história”. A
esquizofrênica preferida de Greenson se fora. Schneider (2008, p. 372)
traz o que Greenson escreveu para Marianne Kris em 20 de agosto de
1962:
Eu era seu terapeuta, o bom pai que não a decepcionaria e lhe
oferecia uma compreensão dela mesma, ou, pelo menos,
simplesmente bondade. Tornei-me a pessoa mais importante de
sua vida, e sinto-me culpado por ter imposto isso à minha família.
Mas havia nela alguém que não se podia deixar de amar, e ela
sabia mostrar-se encantadora.

Greenson se distanciou muito do método original de Freud.


Tratou Marilyn a partir do que achava ser certo, da forma como desejava
fazer. Seduzido pela mulher menina que o encantara, e encanta a todos
nós até hoje, Greenson errou no manejo do setting, não conteve a sua
contratransferência. Como um pai, ele sucumbiu aos seus desejos, e
tentou controlar a sua vida em diversos aspectos. Greenson não
percebeu que a adotou a partir do momento que a trouxe para o seu
convívio familiar. Ele foi mais pai do que analista.
Tentamos mostrar, com a nossa visão, o erro do manejo do
analista, personagem do livro, com a sua contratransferência, e o fim
nada agradável dessa relação. Ralph Greenson precisava de análise,
precisava tratar de seus conteúdos inconscientes para que a sua
contratransferência não se apresentasse como um obstáculo. Obstáculo
esse, que o mesmo não ultrapassou.

5 CONSIDERAÇÕES FINAIS

Neste artigo abordamos o assunto da contratransferência,


especificamente na relação de Ralph Greenson e Marilyn Monroe, como
personagens do livro “Marilyn últimas sessões” de Michel Schneider.

195
Introduzimos a relação entre a psicanálise e a literatura, haja visto que
foi feita a análise do livro, utilizando a psicanálise como referencial
teórico de pesquisa. Mostramos como o conceito de contratransferência
passou pelas mesmas vicissitudes do conceito de transferência, que foi
visto inicialmente como um obstáculo. Freud morreu sem falar
novamente sobre contratransferência, mas alguns autores, a partir de
suas experiências na clínica, entenderam que isso poderia ser utilizado
como uma ferramenta a mais na análise.
Acreditamos que o roteiro que utilizamos seja importante para
um melhor esclarecimento do conteúdo deste trabalho. Inicialmente
mostramos que existe conteúdo inconsciente do autor em sua obra, e
deixamos claro que o objetivo deste artigo seria analisar a relação dos
personagens. Pensamos ser importante relatar a relação de Marilyn
Monroe com a Psicanálise, devido ao histórico da mesma com
psicanalistas e a sua paixão pela teoria. Mostramos os conceitos de
transferência e contratransferência de forma clara, trazendo um pouco
da história dos conceitos de forma clara, compreensível, para que a parte
seguinte, onde apontamos a contratransferência na relação de Ralph
Greenson e Marilyn Monroe pudesse ser compreendida de forma clara.
A relação entre Psicanálise e Literatura é bem próxima, haja visto
que o discurso do paciente na clínica tenha um parentesco com a
produção do texto literal. Na clínica o paciente nos mostra seu conteúdo
inconsciente através de seu discurso, na literatura, o escritor se mostra
através de sua obra, de seu ato criativo, que contém conteúdo
inconsciente seu. A contratransferência é o que o analista sente na
sessão, e isso pode ser usado como uma ferramenta a mais de
compreensão do conteúdo inconsciente do paciente, mas diferente do
paciente, o analista deve conter seus sentimentos. O que aconteceu na
relação de Ralph Greenson e Marilyn Monroe, foi o erro do manejo do
analista com a sua contratransferência. Ele desejou ser seu pai, e
praticamente a adotou, a tornou um membro de sua família e se perdeu
na contratransferência, no desejo de agradá-la. O analista precisava de
análise, e de uma boa supervisão clínica.
Acreditamos que atingimos o nosso objetivo inicial, e
respondemos a nossa pergunta de partida para a criação deste trabalho,
apontando os pontos em que houve a falta de manejo do analista com a
sua contratransferência, e como isso afetou demasiadamente a relação
entre ele e sua paciente. Tentamos mostrar com clareza e objetividade

196
o significado dos conceitos, para que este artigo possa ser lido e
compreendido de forma clara por todos.
Toda a pesquisa bibliográfica e o resultado final desde artigo foi
de extrema importância para o aprofundamento da nossa compreensão
de contratransferência, e da relação entre psicanálise e literatura.
Enriquecemos o nosso conhecimento com as diversas leituras realizadas
para a conclusão deste trabalho, que possui um tema tão controverso
no âmbito psicanalítico. Tentamos mostrar o que aprendemos de forma
clara, e gostaríamos de sugerir novas vertentes de pesquisa com o
conteúdo utilizado no neste trabalho. Mostramos como existe conteúdo
inconsciente dos autores em suas obras literárias, acreditamos que seria
interessante uma pesquisa sobre isso, o conteúdo dos autores, como
eles se mostram.

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