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Deslocamentos do inconsciente
1ª Edição
Centro Universitário
Estácio do Ceará
Fortaleza – Ceará
2018
Copyright 2018. Andréa Maria de Senna Marques, Jacqueline Rios
Fonteles Albuquerque (Organizadores)
Capa
Diego Tomé da Silva
Ilustração da Capa
Vincent van Gogh, The Starry Night Saint Rémy, 1889,
The Museum of Modern Art, N. York.
Ilustração dos Agradecimentos
Vincent van Gogh, The Starry Night Saint Rémy, 1889,
The Museum of Modern Art, N. York.
Ilustração do Sumário
Edvard Munch, Starry Night, 1922–24,
Munch Museum, Oslo.
Ilustração do Prefácio
Vicent van Gogh, Starry Night over the Rhone, 1888,
Musée d’Orsay, Paris.
Normalização e Padronização
Luiza Helena de Jesus Barbosa - CRB-3/830
ISBN: 978-85-69235-20-0
CDD 150
Luiza Helena de Jesus Barbosa - CRB-3/830
_____________________________________________________
Núcleo de Publicações Acadêmico-Científicas
Rua Vicente Linhares, 308 - Aldeota
CEP: 60.135-270 - Fortaleza – CE - Fone: (85) 3456-4100
www.publica-estaciofic.com.br
Ao meu filho Arthur que brilha como as estrelas do céu.
Aos membros do LAPP - Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas do
Centro Universitário Estácio do Ceará.
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6 A CONSTRUÇÃO DOS VÍNCULOS TRANSGERACIONAIS E SUA
RELAÇÃO COM A DELINQUÊNCIA JUVENIL - Andréa Maria de
Senna Marques, Suzany Silva Costa............................................. 109
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El presente libro es el resultado de la producción y el intercambio
de investigadores que trabajan en el Laboratorio de Investigaciones
Psicoanalíticas (LAPP) del Centro Universitário Estácio do Ceará. El
mismo atiende tres líneas de investigación:
I – Psicoanálisis y clínica social. Su objetivo es analizar las diversas
formas de síntoma social, por vía del arte, escrita, relaciones familiares,
vínculos virtuales y/o sociales.
II - Psicopatología psicoanalítica: lenguajes de la sexualidad. Su
objetivo es analizar las diversas formas de sufrimiento psíquico a partir
de la interpretación de deseos y defensas y las funciones de
intervenciones clínicas.
III - Clínica psicoanalítica: la investigación psicoanalítica del
lenguaje. Su objetivo es analizar la complejidad de deseos y defensas en
las manifestaciones de alianza terapéutica y los cambios evidenciados en
el trabajo clínico.
El libro se enmarca en un conjunto de preocupaciones del
psicoanálisis por los procesos psíquicos y aborda desde una perspectiva
tanto freudiana como posfreudiana problemas concernientes a
diferentes manifestaciones individuales e interindividuales. Se sabe de
la importancia que adquiere el tema, del interés que reviste su estudio
para el trabajo clínico y social y de la abundante bibliografía que impera
3
desde diferentes marcos teóricos. Las hipótesis desplegadas en este libro
intentan responder y profundizar el estudio de dicha problemática.
Este libro reúne un conjunto de estudios entramados en el cual
cada capítulo tiene condensadas diferentes observaciones para dar
cabida a la complejidad conceptual que requiere el tema. En efecto,
presenta un abordaje teórico clínico que recoge los aportes de diversos
autores adquiriendo coherencia a partir de las propuestas
psicoanalíticas.
Contiene diez capítulos, dedicados a considerar algunos aspectos
del psiquismo ligados a lo social como la génesis de la cultura, la religión,
y la formación de la subjetividad femenina en las regulaciones sociales.
También hacen referencia a cuadros psicopatológicos como la neurosis
obsesiva, la melancolía y la perversión. Asimismo, este libro da lugar a
algunos aspectos del trabajo clínico como el concepto de
contratransferencia (en una paciente con diagnóstico de melancolía y en
el tratamiento de Marilyn Monroe) y la transmisión intra e
intergeneracional en el trabajo con familias. Los desarrollos son
eminentemente teóricos, aunque algunos capítulos exponen también
casos clínicos.
Andréa Maria de Senna Marques y Diego Tomé da Silva
desarrollan en el primer capítulo el mito de la horda primitiva y su
relación con la ley. Siguiendo a Freud relacionan la sexualidad, el deseo
y la civilización en la génesis de la cultura. La importancia que adquiere
la interdicción, la incorporación de la ley y el lugar o la función del padre
en dicho proceso.
Alana Vivian Almeida Loiola y Michele de Jesus Queiroz dos
Santos de Moraes se refieren en el capítulo ulterior al discurso religioso,
la cultura y la construcción de vínculos. Se propone comprender los lazos
afectivos entre los miembros de una masa religiosa desde el
psicoanálisis. Realiza una investigación bibliográfica a partir de autores
freudianos y posfreudianos.
Andréa Maria de Senna Marques y Fillipe Viana do Vale
introducen en el capítulo siguiente la religión y su representación
reparadora del psiquismo a partir de la concepción de fantasía en el
psicoanálisis kleniano. Los autores desarrollan, luego, la posición
esquizoparanoide y depresiva y en los apartados siguientes describen el
mundo interno relacionando la fantasía, la melancolía y la religión.
4
Antonio Carlos Piarelly Gonçalves Tomaz y Andréa Maria de
Senna Marques presentan, en el capítulo cuatro, una revisión
bibliográfica del concepto de culpa en la neurosis obsesiva tomando las
contribuciones de Freud, a partir del caso del Hombre de las Ratas, y de
Klein, a partir del caso Erna. Destaca dos componentes de la neurosis
obsesiva: el sentimiento de culpa y su estructura de pensamiento.
Isabel Cristina Monteiro dos Santos se refiere, en el capítulo
cinco, a la incorporación de la ley paterna y su relación con el pensar
perverso de los hijos. Desarrolla los conceptos de familia, funciones
paterna y materna, negligencia, narcisismo, ideal del yo y perversión. Su
objetivo es describir la relevancia que adquiere la educación de la
familia, en especial el padre, en los vínculos sociales de los hijos.
Andréa Maria de Senna Marques y Suzany Silva Costa desarrollan
en el capítulo seis el tema de la transmisión psíquica inter y
transgeneracional en los tratamientos familiares y su relación con la
delincuencia juvenil. Está compuesto por una primera parte de
exposición teórica con aportes freudianos y posfreudianos (Kaës,
Winnicott) y una segunda parte en la que se presenta un material clínico
y su análisis.
Renata Kerbauy y Márcia Barone Bartilotti, en el capítulo siete, se
proponenreflejar la importancia que adquiere la transmisión psíquica
intergeneracional y su influencia en la configuración de los conflictos
familiares. Parten de un caso clínico atendido por el Núcleo de
Atendimento e Pesquisa da Conjugalidade e Família (NAPC) da Clínica
Psicológica do Instituto Sedes Sapientiae (ISS – São Paulo, Brasil).
Arlete Salante considera, en el capítulo ocho, el lugar de la mujer
en las regulaciones sociales, institucionales, familiares y culturales desde
el psicoanálisis y los estudios de género. Parte de las construcciones
sociales que atribuyen características culturales y psicológicas que
promueven desigualdades y jerarquías diferenciadas según el género.
Fundamentan este trabajo Documentos Internacionales y de Derechos
Humanos.
Andréa Maria de Senna Marques desarrolla, en el capítulo 9, los
deseos y las defensas del analista en una primera sesión de una paciente
con diagnóstico de melancolía. Describe el concepto de
contratransferencia desde la perspectiva freudiana para luego ampliarlo
desde las contribuciones de Paula Heimann e Heinrich Racker.
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Posteriormente relaciona el duelo con la melancolia y finaliza con el
análisis del discurso de la paciente y su terapeuta endicha sesión.
Nickolas Michael Ávila Bastos analiza, en el último capítulo, la
contratransferencia en las últimas sesiones de Marylin Monroe a partir
del libro “Marylin últimas sesiones” de Michel Schneider. Introduce la
relación del psicoanálisis con la literatura, luego describe la relación de
Marilyn con el psicoanálisis y la última parte desarrolla el concepto de
contratransferencia. El capítulo finaliza con la relación entre Marylin y su
analista buscando responder a la pregunta que origina el desarrollo de
este capítulo.
Para finalizar, considero importante destacar el valor que
adquieren las investigaciones empíricas en el trabajo clínico y el
intercambio entre profesionales. La aplicación de métodos sistemáticos
que estudian los deseos y las defensas en el discurso, tanto de pacientes
como de terapeutas, puede beneficiar dicho trabajo e intercambio. Los
hechos clínicos observados en las investigaciones trascienden los marcos
teóricos, complejizan y profundizan los estudios dando lugar a la afinidad
en las diferencias.
Tomando en cuenta los temas tratados en el presente libro es
posible citar algunos de los textos que evidencian dichos estudios
sistemáticos como, por ejemplo, el libro de David Maldavsky La
intersubjetividad en la clínica psicoanalítica en el cual el autor se centra
en uno de sus capítulos en el caso de un paciente trasgresor. También
destacaremos los valiosos aportes a la temática de la perversión de
autores psicoanalistas como Liberman (1970), Johnson (1949),
Maldavsky (1988) y a la de la neurosis obsesiva de autores como Leclaire
(1958), Liberman y Madavsky (1975), Chemama (1975), Maldavsky
(1982). Asimismo, numerosos trabajos de investigaciones sistemáticas
sobre la contratransferencia permiten pensar los hechos cínicos a través
de una visión compleja que abarca la subjetividad no solo del paciente
sino también del terapeuta en el intercambio de la sesión. Entre otros se
encuentran los trabajos de Maldavsky “La desvitalización y la economía
pulsional vincular” (2007), “Propuestas clínicas para el tratamiento de las
crisis de angustia” (2015), Investigación empírica con el algoritmo David
Liberman de la contratransferencia no declarada: método y aplicaciones.
(2015), “La utilidad del algoritmo David Liberman en el trabajo clínico”
(2016).
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Este libro puede ubicarse en el marco de algunas reflexiones a
partir de las cuales se despliega un rico conjunto de matices diferenciales
cuya descripción resulta de utilidad para todo aquel que desee
adentrarse en el estudio de las complejidades del desarrollo de los
procesos subjetivos e intersubjetivos, por lo cual invito al lector a seguir
con el texto.
Delia Scilletta
Licenciada en Psicología Clínica/
UBA - Universidad de Buenos Aires
Docente en la Maestría en Problemas y Patologías del Desvalimiento y
en Doctorado en Psicología (UCES - Universidad de Ciencias Empresariales y
Sociales)
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Andréa Maria de Senna Marques1
Diego Tomé da Silva2
1. INTRODUÇÃO
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a ambivalência de sentimentos quanto ao objeto tabu, já que se pode
demonstrar a projeção como uma modalidade na qual se expressava a
ambivalência entre o ódio e a admiração.
As emoções e atitudes provenientes desta ambivalência
possibilitaram o banquete totêmico, talvez a primeira festa da
humanidade, com a qual começariam as organizações sociais, as
limitações éticas e a religião. O sistema totêmico figura como a primeira
inserção da lei/moral, que Freud destacará posteriormente como super
eu e da culpabilidade no indivíduo. O mandamento moral seria, por
conseguinte uma interiorização do tabu, da religião, determinadora de
mandamentos morais e a Igreja exerceria seu poder através deles. Esse
poder expressa-se de diversas formas, sendo quiçá a maior delas, a que
atingiu o relacionamento conjugal, levando a institucionalização do
casamento no século XII, na Idade Média, sendo que, o término deste
período caracterizou-se pelo predomínio de valores cristãos em todas os
âmbitos sociedade, por ser a Igreja a instituição com um maior poder,
haja visto que naquele período tudo era feito em nome de Deus no
Ocidente.
O casamento, portanto, foi utilizado pela Igreja que o situa no
âmbito público, num espaço socialmente aceito, cujo objetivo era
refrear as pulsões da carne, santificando o corpo impuro da mulher,
através da função de procriar, uma vez que era abençoado por Deus.
Analisando-se a literatura acerca da história do casamento nas
sociedades, observa-se que, pelo menos até o século XVII, a dimensão
da aliança sobrepôs-se à questão do amor e da sexualidade. O
casamento não consagrava um relacionamento amoroso, sem haver
uma consensualidade, escolha e paixão. Assim, o contexto do casamento
passou por diversas mudanças, até o século XVII, pois a questão do amor
e da sexualidade não eram considerados; todavia os homens envolviam-
se em ligações extraconjugais, inseridas em um contexto social mais
amplo. Posteriormente, a cultura amorosa incidida no relacionamento
conjugal, esse estabelecido ainda com reservas, pois jamais deixou de se
construir segundo uma lógica social que assinala a dessemelhança dos
papéis sociais do homem e da mulher. A moral sexual manifesta-se
diferentemente em relação aos gêneros, porquanto aceita,
indulgentemente, os excessos masculinos, e o amor edificou-se
12
socialmente a partir da desigualdade estrutural dos lugares do homem e
da mulher.
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Freud (2012), a partir do mito do pai da horda primitiva,
destacado em sua narrativa intitulada “Totem e tabu” elucidou a
determinação em todas as civilizações de um masculino e um feminino,
designados respectivamente pela busca ou pela passividade frente ao
poder. Como base para uma maior compreensão da temática em
questão, o autor toma como exemplificação, os aborígenes australianos,
a que foram descritos pelos etnógrafos, como as tribos "mais atrasadas
e miseráveis", mas, não tão distantes de nós, haja visto que a Austrália –
continente onde se encontra a tribos desses povos – é considerado o
mais novo entre os continentes.
De acordo com Freud (2012, p. 18-19),
Os aborígenes da Austrália são vistos como uma raça particular,
sem parentesco físico nem linguístico com seus vizinhos mais
próximos, os povos melanésios, polinésios e malaios. Eles não
constroem casas nem palhoças permanentes, não trabalham o
solo, não criam animais domésticos, exceto o cão, e não
conhecem nem mesmo a arte da cerâmica. Alimentam-se quase
exclusivamente da carne dos animais que abatem e das raízes
que desenterram. Eles desconhecem reis ou chefes, a assembleia
dos homens maduros decide sobre as questões comuns. Traços
de religião, na forma de adoração de seres superiores,
dificilmente lhes podem ser atribuídos. (FREUD, 2012 p. 18-19).
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por caracteres intrínsecos, assim este corresponde a algumas
modalidades arbitrariamente isoladas de um sistema de cunho formal.
No que se refere ao totem, as tribos nas quais vige o sistema
totêmico, subdividem-se em grupos menores, ou clãs, segundo seu
totem específico – que pode ser um animal, um vegetal ou um fenômeno
natural –, que se constitui conforme Freud (2012, p.19-20) “o ancestral
comum do clã, mas também seu espírito protetor e auxiliador, que lhe
envia oráculos” assim como, reconhece seus próprios filhos, poupando-
os.
Ao se referir a importância do totem para os aborígenes
australianos, Freud (2012, p. 20), narra:
Os membros do clã, por sua vez, acham-se na obrigação, sagrada
e portadora de punição automática, de não matar (destruir) seu
totem e abster-se de sua carne (ou dele usufruir de outro modo).
O caráter do totem não é inerente a um só animal ou ser
individual, mas a todos da espécie. [...] O totem é transmitido
hereditariamente, por linha materna ou paterna. [...] A relação
com o totem é o fundamento de todas as obrigações sociais para
um australiano; ela se sobrepõe ao fato de pertencer a uma tribo,
por um lado, e ao parentesco sanguíneo, por outro lado. (FREUD,
2012, p.20).
É importante mencionar que tais povos não se dividem
territorialmente por totens. Distribuem-se por diferentes localidades e
vivem pacificamente, lado a lado, com membros de outros clãs
totêmicos.
Ainda em sua narrativa acerca do sistema totêmico, Freud (2012),
narra que neste, uma lei é predominante, sendo esta, a que proíbe
relações sexuais entre pessoas do mesmo totem e, consequentemente,
contra o seu casamento. É a exogamia, notável por sua severa
obrigatoriedade, sendo sua violação punida com a morte; uma vez que
são hereditários não mutáveis pelo casamento, fica fácil compreender as
consequências dessa proibição no que Freud (2012, p.24) narra:
Se um homem pertence a um clã que tem o totem Canguru,
digamos, e se casa com uma mulher do totem Emu, então os
filhos, homens e mulheres, são todos Emu. As regras do totem
fazem com que seja impossível, para um filho homem desse
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casamento, a relação incestuosa com a mãe ou as irmãs, que são
Emu, como ele. (FREUD, 2012, p.24).
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Quando o irmão e a irmã deparam um com o outro, ela foge para
os arbustos e ele passa adiante, sem voltar o rosto para ela.
[...]Em Novo Meclemburgo, o primo e a prima (embora não de
todo grau) são alvo dessas restrições, assim como o irmão e a
irmã. Não podem aproximar-se um do outro, dar-se as mãos,
presentear-se; mas podem falar um com o outro à distância de
alguns passos. A punição para o incesto com a irmã é a morte por
enforcamento. (FREUD, 2012, p.32).
Muitos outros exemplos poderiam ser citados aqui. No entanto,
sabe-se que o estudo mais detalhado e/ou mais preciso acerca
das relações de cunho incestuosas é recente.
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Por trás de todas essas proibições parece haver uma teoria, como
se fossem necessárias porque certas coisas e pessoas detêm uma
força perigosa que se transmite pelo contato com elas, quase
como um contágio. Também a quantidade dessa perigosa
característica entra em consideração. Uma coisa ou pessoa tem
mais dela do que outra, e o perigo varia conforme a diferença
entre as cargas. O mais singular é que quem chega a violar uma
proibição dessas adquire ele mesmo a característica do que é
proibido, como que assumindo toda a perigosa carga. Tal força é
inerente a todos os que são algo especial, como reis, sacerdotes,
recém-nascidos, a todas as condições excepcionais, como os
estados físicos da menstruação, da puberdade, do nascimento, a
tudo o que é inquietante, como a doença e a morte, e ao que a
eles se relaciona por força de contágio ou difusão. (FREUD, 2012,
p.47-48).
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evitando comer sua carne, seja ele uma planta ou animal, o tabu abrange
apenas o caráter sagrado de pessoas ou coisas e as espécies de
proibições que resultam desse caráter. Essas proibições, no entanto, vão
principalmente contra a liberdade de prazer e a de comunicação entre
esses grupos. O fato mais insólito parece ser que qualquer um que
transgrida uma das proibições, adquire ele mesmo, a característica de
ser proibido, como se toda a carga de poder tivesse sido transferida para
ele.
Aqueles portanto que discorrem acerca do problema do totem e
do tabu pela perspectiva da psicanálise, isto é, da investigação da
instância inconsciente do indivíduo, reconhecerá, após uma reflexão da
temática, que esses fenômenos estão longe de serem insólitos, pois há
pessoas que criaram para si mesmas proibições de tabus individuais
dessa mesma espécie e que lhes obedecem com rigor semelhante ao que
os homens selvagens ou em estado primário da evolução, obedecem e
aceitam os tabus de seu grupo, tribo ou sociedade.
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transição entre o estado do homem primitivo e a era dos deuses
e heróis”. (Apud, FREUD, 2012, p.156).
20
de sua força, pois embora o odiassem pelo obstáculo tão formidável ao
seu anseio de poder e aos desejos sexuais, o admiravam e
inconscientemente o amavam. E naquela relação totêmica puseram em
prática os desejos de identificarem-se com ele, a buscar pelo poder, o
desejo de cada um de assumir seu lugar frente ao grupo, no entanto,
diante do corpo mudo, restou o vazio e a lei, deste agora morto, agora
pai de filhos ávidos de dor.
Na horda primitiva, de acordo com Freud (2012, p.218-220), os
filhos:
Eles odiavam o pai, que constituía forte obstáculo a sua
necessidade de poder e suas reivindicações sexuais, mas
também o amavam e o admiravam. [...] A necessidade sexual não
une os homens, ela os divide. Os irmãos haviam se aliado para
vencer o pai, mas eram rivais uns dos outros no tocante às
mulheres. Cada um desejaria, como o pai, tê-las todas para si, e
na luta de todos contra todos a nova organização sucumbiria.
Nenhum era tão mais forte que os outros, de modo a poder
assumir o papel do pai. Assim, os irmãos não tiveram alternativa,
querendo viver juntos, senão — talvez após superarem graves
incidentes — instituir a proibição do incesto, com que
renunciavam simultaneamente às mulheres que desejavam,
pelas quais haviam, antes de tudo, eliminado o pai. Assim
salvaram a organização, que os havia fortalecido e que pode ter
se baseado nos sentimentos e atividades homossexuais que
teriam surgido entre eles no tempo da expulsão. (FREUD, 2012,
p.218-220).
Para os filhos que conseguiam escapar da cólera do pai, tudo o
que restava era o conforto de seus iguais; o ódio os unia, os identificava,
permitia o estabelecimento de desejos3 homoeróticos em homens que
sob todos os aspectos eram homens heterossexuais, afinal, o principal
motivo que os levou a investir contra o pai foi o desejo pelas mulheres.
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Observa-se então que o importante é o estabelecimento de esforços
para vivificar estes desejos, independente do sexo dos indivíduos.
Isto é, diferentemente, do que é possível encontrar em quase
todos os grupos totêmicos, que têm uma determinação expressa (lei)
contra as relações sexuais entre pessoas do mesmo totem e,
consequentemente, contra o seu casamento, ou seja, da exogamia, uma
instituição relacionada com o totemismo. Esta proibição é notável por
sua severa obrigatoriedade. A violação da proibição não é deixada ao
que se poderia chamar de punição automática das partes culpadas, é
vingada de maneira enérgica por todo o clã, como forma de impedir um
perigo que ameaça toda a comunidade.
Como mencionamos anteriormente, entre os aborígenes da
Austrália, a penalidade comum para as relações sexuais com pessoa
proibida é a morte. O homem é morto por seus irmãos de clã, assim
como a mulher, na qual foi exemplificada pela tribo, Ta-ta-thi, da nova
Gales do Sul, “nos raros casos” em que ocorre, o homem é morto,
enquanto a mulher é espancada ou perfurada por lanças ou ambas as
coisas, até ficar “quase morta”. Estes fatos são mencionados J.G. Frazer
em seu livro Totemismo e exogamia publicado em 1910 e citado em uma
nota na narrativa de Freud.
Pouco a pouco, com a evolução das sociedades, o tabu – tudo
indica –, vai adquirindo "base própria" e passa a se confundir com
normas, costumes e tradições, com características bem distintas das
apresentadas pelas sociedades primitivas. A própria conceituação de
incesto, também defendida como uma proibição nas sociedades
contemporâneas, já é vista com mais flexibilidade, sem,
necessariamente, levar o indivíduo à morte.
Na opinião de Muraro (2000, p.28), “o mito está para o coletivo
como o sonho para o indivíduo”. No sonho, toma-se contato com os
impulsos mais profundos; assim também no mito, eles aparecem
concretizados e exorcizados. Não se teria sobrevivido sem a esperança
que os mitos trazem. Onde quer que sejam colocados, eles serão o
princípio organizados da nossa relação do ser humano com a realidade
e, em última instância; com o próprio ser. Os mitos de origem servem de
baliza; e os de destruição, de alerta. Logo como ressalta o semiólogo R.
22
Barthes (1957), o mito se refere a um sistema de comunicação, nele a
algo a ser dito
É ainda Muraro (2000, p.28) que diz sobre os mitos: “Eles são
fabricados por cada cultura de acordo com suas necessidades de
sobrevivência e definem as relações de poder entre os gêneros, entre os
grupos, e as do grupo com o meio ambiente”.
A sociedade estabelece mecanismos para a satisfação dos
desejos, no entanto, também cria padrões de conduta e/ou preconceitos
que vêm reprimir estes mesmos desejos. Assim, se fosse possível
observar o caminhar dos diversos povos, perceber-se-ia que a
"serpente" – animal caraterizado pelo cristianismo para definir o pecado
– parece estar sempre presente, a direcionar prazeres substitutos.
Afinal, o que fazer com o desejo?
Conforme Marcuse (1996, p.34), o desejo, tal como foi
primitivamente sentido e vivenciado, tinha força destrutiva derivada do
fato de que os indivíduos lutavam por uma gratificação, como um fim em
si mesmo, a qualquer momento. Era o inconsciente dirigido pelo
princípio do prazer, compreendeu “os mais remotos processos
primários, resíduos de uma fase de desenvolvimento em que eles eram
a única espécie de processos mentais”. Perseguiam unicamente
qualquer operação que pudesse satisfazer o desejo, o prazer, evitando
qualquer operação que dessem origem à sensação de desprazer.
O desejo, na opinião de Novaes (1990, p.11), é “um estado de
perturbação provocado pela imagem delirante”. Apesar disso, uma força
estranha conduz o espírito a desafiar o obscuro, o dissimulado e o
ausente. O desejo é parte desse percurso do pensamento que procura,
com “os sentidos da paixão e o olhar”, apreender aquilo que escapa: da
mesma maneira que o olhar, o desejo fascina, quer dizer, “faz brilhar o
fogo escondido”.
É importante mencionar que, os desejos mantêm-se de imagens,
caminham em direção ao imaginário como se trafegassem por entre a
“representação que os reduz e a tendência da qual eles emanam”, na
concepção de Alquié (In Novaes,1990,p.12).É muito possível que o
desejo, cuja mística parece tomar conta da ideologia contemporânea,
seja uma noção privilegiada para capturar o advento do mundo
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desencantado, particularmente quando se acompanha sua mutação,
passando de conceito metafísico a conceito psicológico. De
interpretante das estruturas e dos acontecimentos cósmicos-teológicos,
o desejo passou a significante das aspirações e significações
inconscientes da psique humana. “O desejo – era platônico-
mimesisaristotélico, simpatia-antipatia renascentista – deixou de ser o
motor móvel do universo para recolher-se no universo da alma, simples
paixão humana” (Chauí, In NOVAES, 1990, p.22).
Descartes (1962), elucida que inúmeros são os significados
atribuídos ao desejo, associado a diferentes formas de exprimir
sentimentos e sensações. Assim há tantos desejos quantas espécies de
amor e ódio, porém os mais consideráveis e os mais fortes são os que
incidem do agrado e do horror. O agrado foi instituído pela natureza para
representar o prazer do que agrada como o maior de todos os bens
pertencentes ao homem e que o faz desejar ardentemente este prazer,
e este é proveniente das perfeições que o ser humano imagina na pessoa
que julga capaz de tornar-se um outro com ele mesmo: ser divino ou
humano.
Quando Freud elabora a teoria do desejo, a partir de sua obra
intitulada “A interpretação dos sonhos”, e enlaça desejo e memória,
afirma que a ligação mnésica que estabelece com uma certa percepção
faz com que o ser humano procure restabelecer à situação primeira da
satisfação, a esse movimento chamou-se desejo. O desejo busca realizar-
se pela reprodução das percepções antigas nas percepções presentes
que se tornam, pela variada substituição, pela via da substituição, sinais
precários de sua satisfação. Iniciado a partir de uma perda do objeto
proibido pela censura (instância simbólica ou lei), o desejo é a busca
indefinidamente repetida dessa perda que não cessa de se presentificar
por outros objetos sob aspectos diferentes (aparentemente não
reconhecíveis), procurando burlar a censura imposta a aquele que
deseja e ao que é desejado, poder que dispõe graças à potência
significante do corpo. O desejo, portanto, não se confunde com a
necessidade sempre dirigida a algo presente, destinados a ser suprimido
pela utilização do que lhes traz satisfação.
Seja como reconhecimento, seja como desejo de plenitude, o
desejo institui o campo das relações subjetivas e só se efetua pela
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mediação de outra subjetividade. Muitas foram as teorias e conceitos
construídos, debatidos ou aceitos ao longo dos séculos pelos filósofos da
antiguidade, pela metafísica até chegar nos primeiros filósofos
modernos; entretanto seja qual for a solução encontrada, um ponto será
comum a todos os filósofos: “o laço prendendo o desejo `a imaginação”
(Chauí, In Novaes, 1990, p.46). Com efeito, o campo privilegiado das
relações entre “a alma e o corpo é aquele onde ambos operam com o
mesmo referencial” e esse é “o das imagens”, produzidos no corpo pela
ação de objetos exteriores (Chauí, In Novaes,1990, p.49). A imaginação
é esse lugar enigmático onde transcorrem a passividade e a atividade. É
na e pela imaginação que o desejo realizará seus movimentos,
prendendo o corpo à sua alma e a alma de seu corpo. Enlaçado nas
imagens, o desejo enlaça o nosso ser a exterioridade, carregando-a para
nossa interioridade e simultaneamente enlaça o interior ao exterior,
impregnando o exterior com as emoções e sentimentos: amáveis ou
odiosos, desejáveis ou indesejáveis, fontes de alegria, tristeza,
esperança ou medo (Chauí, In Novaes, 1990, p.51-57).
Não obstante, a modernidade desata os laços que prendiam o
desejo a astrologia, a retórica, a filosofia, a ética e a medicina dos
temperamentos e caracteres, a metafísica aristotélica ou neoplatônica:
“o desejo é manifestação consciente. Causa eficiente que pode ser
determinada do exterior da paixão, e do interior da ação. O desejo é
sempre conatus, esforço de preservação da existência” Spinoza (In
Novaes, 1990, p. 61).
O desejo existia no mundo fascinado e se exprimia num oxímoro:
“a amarga doçura do amor ou a amiga inimizada do desejo, a
impossibilidade de, ao fim e ao cabo, determinar o seu objeto” (Chauí In
Novaes, 1990, p.26). Seguindo a trilha do desencantamento do mundo,
foi a tendência de pensamento que iria tornar-se hegemônica e que
passaria a se definir por modernidade. Se o desejo é “paradigmático”
dessa mutação é porque, com ele, é possível ver a passagem de “um
pensamento que começava nas coisas e terminava em nós e um
pensamento que começa em nós e, através de nós, chega até as coisas”
(Chauí In Novaes,1990, p.64). Em outras palavras, a interiorização do
desejo deixa de ser uma força cósmica, organizadora do mundo, para
fazer-se o princípio da realidade que supera o desejo e o princípio do
25
prazer, substituindo-o por outras formas de compensações ou
substituidoras.
26
desejos amorosos e hostis que o jovem alimentou com relação ao pai,
levando-o ao desejo da morte do seu rival devido ao amor pela mãe. Em
sua forma negativa, seria a identificação com o sexo oposto e amor do
progenitor do mesmo sexo.
Diante do desejo, só resta a realização e, se um outro te condena,
coma-o com os olhos antes de apagar a luz. É necessário fazer dos olhos
o primeiro instrumento capaz de trazer prazer antes que a culpa chegue,
e que não importe para onde olhar, simplesmente olhar em busca de um
desejo, como partes autônomas de um corpo de pecado.
Em outras palavras, os olhos de um homem só devem ser
dirigidos a uma mulher4 – "mencionando" as sociedades
contemporâneas – para ela todos os olhares, dela todos os encantos,
assim segue o movimento dos prazeres substitutos em busca da
satisfação do desejo dentro de uma norma heterossexual, a ser seguida
por homens e mulheres. Desde um Édipo, busca-se a satisfação dos
desejos dentro desta norma heterossexual, a partir das imagens de
masculino e feminino de cada um de seus personagens, embora sujeito
a adequações a depender do contexto sociocultural. Logo, decorre a
vida, enquanto homens e mulheres, a buscar a satisfação desses desejos.
CONSIDERAÇÕES FINAIS
27
Por consequência, num sentido estrito, a civilização só começa no
clã dos irmãos, quando os tabus, agora auto impostos pelos irmãos
governantes, incidem a repressão no interesse comum de conservação
do grupo como um todo. É o evento psicológico decisivo que separa o
clã dos irmãos da horda primeva, isto é, a civilização, pressupõe o
sentimento de culpa, que introjeta nos indivíduos e, portanto, sustenta
as principais proibições, restrições e dilações na gratificação, dos quais a
civilização depende.
Consoante através do mito do Totem e Tabu é possível perceber
que a ideia defendida por Freud é a de que a civilização surge como uma
contradição aos instintos primários e ao princípio do prazer inerentes ao
homem, pois falar de civilização supõe a existência de uma cultura
criadora de mecanismos de repressão ao próprio homem. Nesse sentido,
os impulsos animais "assumem" características humanas sob uma
influência social. E essa transformação foi descrita por ele como
transformação do princípio do prazer em princípio de realidade.
Consciente da necessidade de satisfação de seus desejos, agora
aumentados e estimulados pela própria sociedade, o homem busca o
que lhe é preciso e urgente: sua própria sobrevivência. E essa
possibilidade se encontra no aparelho cultural criado por ele mesmo.
A cultura compreende as regras ou normas da vida social. Assim,
uma sociedade existe somente na medida em que as pessoas agem de
maneira ordenada, de acordo com regras implícitas ou explicitamente
reconhecidas.
Em suma ressaltamos que, a constante "luta" entre o princípio do
prazer e o princípio de realidade constitui a "base dinâmica" de todo
aparelho psíquico, e o papel predominante da sexualidade tem raízes na
própria natureza do aparelho psíquico. Nesse contexto, segundo Freud,
se os processos mentais primários são dirigidos pelo princípio de prazer,
então aquele instinto, ao atuar sob esse princípio, sustenta a própria
vida, deve ser o instinto da vida. O princípio da realidade seria a "luta"
do ser humano pela sobrevivência em sociedade. Para isso, ele deve
adequar-se a padrões, normas de conduta, papéis específicos e status
correspondentes e, quando não situado neste contexto, sofre sanções
da própria sociedade.
28
Com a progressão da pré-história rumo ao presente, as bases
naturais da sexualidade humana parecem ter se tornado muito
estereotipadas pela cultura, estar a definir e redefinir o masculino e o
feminino em todos os povos, em todas as épocas, construindo verdades
necessárias para o estabelecimento de uma ordem, o reconhecimento
do poder de um gênero sobre o outro, a objetificar diferenças, a
sobrepor-se ao biológico.
REFERÊNCIAS
29
30
31
32
Alana Vivian Almeida Loiola1
Michele de Jesus Queiroz dos Santos de Moraes 2
1 INTRODUÇÃO
1
Graduada em Psicologia pelo Centro Universitário Estácio do Ceará. Membro do
Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas de Centro Universitário Estácio do Ceará (LAPP).
2
Graduada em Psicologia pelo Centro Universitário Estácio do Ceará.
33
curiosidade sua grande influência sobre a civilização e a cultura ocidental
atual, desde os tempos mais remotos. Pois, através desta, constrói-se
laços afetivos, costumes, discursos e sentimentos para que se estabeleça
em sociedade.
A massa religiosa, por seu tempo de estabelecimento na
sociedade e sua influência sobre as relações, provém de uma
necessidade humana por pertencimento, sobre a qual irão ser
transferidos afetos que são vistos na construção da personalidade. Ou
seja, na construção enquanto sujeito, bem como a psicanálise afirma, o
indivíduo atravessa um caminho onde mãe e pai – ou figuras que
representem esses papéis – serão suas fontes de afeto e modelo para a
construção de sua personalidade. Nesta relação tríade, a disputa pelo
amor da mãe dará a essa criança um sentimento ambivalente em relação
ao pai, o chamado Complexo de Édipo.
No entanto, como o fundador da psicanálise afirma, o Complexo
de Édipo é um dos mitos através do qual poderíamos compreender a
construção da personalidade do homem. Assim, apresentamos o Mito
da Horda Primeva, citado pelo mesmo em sua obra Totem e Tabu, de
1912-1913, em que essa disputa com o pai pelo amor materno existe
desde o homem mais primitivo, no qual o filho toma esse pai como
modelo, mas também como impedidor da realização da pulsão. Diante
disso, temos a noção de que esses mitos da construção da subjetividade
e da individualidade mais genuína do homem se apresentarão
transfigurada nas relações da massa religiosa, tanto com o líder, o pai,
bem como os demais fiéis, irmãos.
Portanto, constatamos a necessidade de analisar a elaboração
das ligações afetivas dentro da massa religiosa, como essas ligações
mantêm-se e por qual razão se estabelecem e dá solidez a massa. Temos
como proposta analisar essas ligações e sua força através do mecanismo
da identificação, no qual compreendemos ser a chave para que tais
vínculos afetivos se formem, bem como relacionar com os mitos do
Complexo de Édipo e da Horda Primeva. Ainda, entender como a cultura
é influenciada pelo discurso da religião e o sentimento religioso formado
através das transferências e identificação do desamparo e culpa do
homem.
Nosso método de análise partiu dos clássicos freudianos e
autores contemporâneos, ou seja, de uma pesquisa bibliográfica.
34
2. UMA VISÃO GERAL DO CONCEITO DE MASSA
PSICOLÓGICA
35
2.1 A Constituição da Massa Psicológica
36
no qual Pedrossian (2008) afirma que o indivíduo sente que depende do
outro para se constituir.
Porém, se faz necessário questionar a formação da massa
psicológica, chamando a atenção, nesse presente texto, sobre a massa
religiosa, em especial as instituições religiosas que nutrem a crença no
formato pai-filho, Jesus Cristo. Portanto, Freud (2012) destrinchará a
formação da massa religiosa e como esta se constitui, em sua obra O
futuro de uma ilusão (2014), esta, por sua vez, irá delinear a real neurose
envolvida para essa necessidade humana de formação da massa: seu
pertencimento para com os membros e o líder, o pai, ou ainda, o ser
superior – Cristo.
Focamos, principalmente, na formação do discurso religioso
como propósito de alcançar um objetivo utópico, o de felicidade,
segundo Freud (2014). Isto é, o homem, ao matar seu pai-ideal, Cristo
crucificado através dos ditos pecadores, a culpa onde envolve o
assassinato do pai-ideal e a posteriori a formação religiosa, como forma
de investimento no pai morto. A identificação com o pai-ideal, e a ilusão
de encontro da felicidade, através da privação dos desejos, são assuntos
que discutiremos adiante.
37
também, vê-se a ambivalência em relação ao pai no qual o menino se
identifica.
Faz-se necessário estabelecer uma referência direta ao Totem e
Tabu (2013), no qual Freud delineia a formação primitiva dessa dinâmica
edípica, ou seja, o mito da Horda Primeva. Descrevendo, assim, o mito
do totem, em que o filho mata o pai para realizar os desejos com a mãe,
o objeto de investimento libidinal. O filho introjeta o pai, comendo-o,
como forma de se tornar esse modelo paterno.
Assim, vê-se que a identificação não é recente nos processos
identificatórios, presente na formação das neuroses. Desde o mito da
Horda Primeva a transferência dos sentimentos em relação ao pai para
o animal totêmico, como o substituto do pai, existe. Sentimentos estes
também manifestos na contemporaneidade, por meio da transferência
configurada na própria massa religiosa.
A refeição totêmica nada mais é que a realização dessa
identificação, feita através do canibalismo. Segundo Pedrossian (2008),
ao ingerir o pai morto, o filho assumiria as forças do pai e, ao mesmo
tempo, de forma paralela, construiria os sentimentos de ódio,
novamente a ambivalência afetiva, bem como a culpa, e as forças do pai
teriam maior potência com ele morto do que vivo.
Em posse deste conhecimento, de como e porque tais rituais são
celebrados, é quando lançamos olhar sobre a massa religiosa em seu
ritual de ingerir o corpo e sangue de Cristo, entendendo-o como uma
figuração em relação à refeição totêmica dos povos primitivos descritos
por Freud. A cena da consagração, da refeição religiosa de introjetar o
pai, ou seja, ingeri-lo, compreende-se como uma forma de culpa
presente nesse tipo de massa, isto é, de transfiguração da cena totêmica
onde os filhos matam o pai e se culpabilizam por sua morte, porém,
contendo-se presente adoração ao modelo-Cristo, bem como, de tornar-
se esse modelo sagrado e santo. Portanto, é possível observar a mesma
experiência de ambivalência afetuosa experimentada pelos filhos da
horda primeva.
Diante disso, observamos que o rito da ceia celebrada pelas
religiões que compartilham da crença em Cristo, mantém essa prática de
identificação com o modelo-ideal. Ao comer o pão, ou hóstia sagrada, e
beber o vinho, os fiéis introjetam Cristo, de modo simbólico, em busca
de estabelecer uma identificação, ao mesmo tempo em que se ligam uns
38
com os outros, afinal chamam-se de irmãos. Assim como o filho deseja
identificar-se com o pai, no mito descrito pelo autor, os membros da
massa religiosa intentam ser semelhantes ao modelo-ideal, Cristo.
Portanto, a formação da religião como um sistema social também é uma
forma de totemismo.
A massa religiosa, por sua vez, assim como se configura a
formação da massa psicológica, possui sua dinâmica e seus rituais
próprios. Contudo, as identificações serão o caminho para uma
compreensão profunda sobre a coesão dos membros da massa e sua
adoração ao líder, Cristo, como modelo a ser seguido. Portanto,
podemos compreender que através da identificação “são estabelecidos
laços emocionais com outras pessoas, e, como vimos, ela desempenha
um papel na história primitiva do complexo de Édipo” (PEDROSSIAN,
2008, p.7).
39
compreender que é a libido que fundamenta todas as relações na massa
para, assim, se tornarem coesas, tornando-se constituída como se vê.
Socialmente falando, nos referimos a um leque de grupos que
existem nas massas, isto é, que o movimento das relações que a massa
possui, se configura como dinâmicas que são transferências da relação
construída na infância, ou ainda ao complexo de castração para a
formação da neurose. Pode-se destacar, como afirma Freud (2014), que
a formação religiosa se configura como uma neurose obsessiva, esta, por
sua vez, é formada, primordialmente, pelo desamparo e a culpa da
repressão dos desejos, bem como afirma Maciel (2007, p.69) “a morte
sacrificial de Cristo seria uma reparação em virtude do mal praticado
diante do Deus-Pai”, no qual seus fiéis buscam reparar a morte do pai
morto, onde, ainda pode-se observar a culpa que é característica típica
da neurose obsessiva, e a busca por reparação.
Falar em libido como motora das ligações afetivas, é falar de
amor. Freud apresenta a ligação libidinal na massa como algo que
subsidia a sugestão mútua entre os indivíduos, membros da mesma
massa, onde condutas e comportamentos são perpetuados de pessoa a
pessoa, pois busca-se viver em harmonia a permanecer em discórdia.
Portanto, o auto sacrifício e a desindividualidade é
experienciada por aqueles que se identificam com a massa, percebendo
nela um meio para se chegar à vivência de amor. Quando Cristo, o líder
da massa religiosa, os chama para a comunhão, intensifica a premissa de
que ali encontrarão afeto e companheirismo, certo conforto e
segurança, entre os membros da massa.
Assim, compreende-se a libido como motora para a
constituição intensa e constante que rege a massa, fortalece formação
da massa religiosa, podendo, inclusive, afirmar que se torna
indestrutível, visto que, desde os tempos mais remotos até hoje, a
presente massa citada, a religião, dificilmente pode ser decomposta. As
relações, portanto, tornam-se coesas e fortemente transferenciais, isto
é, ao vermos a formação inicial da massa, entende-se a configuração
desta, semelhante ao Complexo de Édipo e o mito do totem, as
transferências na religião também se tornaram formas de ligação, bem
como o ideal de alcance da felicidade através da repressão dos desejos
que levam os membros a se unirem mais. A felicidade é um alento, pois
40
mais forte que a busca pelo prazer é o alívio da dor. O que leva a união
e a marca da culpa, do pecado, da morte do pai.
41
desamparado tem o “desejo e necessidade infantis de proteção”
(CECCARELLI; FRANCO, 2014, p.5), onde este homem, sentindo-se
pertencente à massa religiosa, torna real seu sentimento de proteção,
com uma verdadeira lógica infantil.
Portanto, vê-se o discurso religioso como uma força cultural e
presente no caminhar da civilização de forma notória. A formação da
cultura nas civilizações recebeu forte influência do fenômeno religioso,
com todo seu discurso, segundo Maciel (2007), no qual banhou as
culturas ocidentais até os dias atuais, atravessando-as em diferentes
aspectos, isto é, estando fortemente presente na política. Podemos ter
como exemplo a Idade Média, na filosofia, com Kierkegaard e São Tomás
de Aquino. Assim, Freud observou que o homem estava sendo
sustentado pelo discurso da religião, onde a cultura estaria fortemente
ligada a costumes, moral religiosa e dogmas. O autor irá destacar a
formação desse discurso na cultura pelo mito do Totem e Tabu, como
afirma Maciel (2007).
Respaldamo-nos através dos mitos discutidos por Freud, que
sustentam a teoria da psicanálise e a origem das neuroses, para
compreendermos a cultura em que o homem vive e sobrevive sendo
constantemente atravessado pelo discurso ilusório da religião,
tomando-a, assim, como uma forma necessária para viver. No entanto,
não entendemos que se pode fazer uma interpretação reducionista do
fenômeno religioso sobre a cultura e a civilização humana, assim como
afirma Maciel (2007).
Chegamos à cultura e toda sua pluralidade atravessada pela
subjetividade do homem. Esta formação em que se encontra em
construção contínua, ou seja, em gerúndio, é a forma civilizatória que o
homem encontra para que suas formações de massas e suas identidades
sociais se estabeleçam. Assim destacamos Freud (2011), onde este
permeia sobre a construção da civilização do homem, presente já nos
povos primitivos. O autor apresenta que um dos primeiros modos de
cultura, em prol da civilização humana, foi a proibição do incesto, “tarefa
econômica de nossa vida” (FREUD, 2011, p. 59), e a construção dos
tabus.
Na descrição feita pelo autor em Totem e tabu (2012), sobre a
história dos povos primitivos onde os filhos matam o pai para obter livre
acesso aos seus desejos impedidos pelas proibições deste, ao realizarem
42
o ato de matar o pai, mais ainda se faz forte tais proibições. De forma
semelhante ocorre no discurso religioso, pois Cristo sacrificado nos
lembra de suas leis e reafirma o compromisso com suas palavras e
proibições. Por meio dos seus preceitos e dogmas estabelece uma série
de restrições, como na neurose obsessiva, e articula um conjunto de
ilusões, os quais são regidos pelos desejos e renega a realidade. Ilusões
estas exemplificadas pela possível punição sobre quem viola suas
proibições e sua descrição de vida após a morte. Em termos psicológicos,
são traduzidas por desejo de segurança e de um futuro menos incerto.
No que se refere ao discurso religioso, ou ainda, como bem
mencionamos, a massa religiosa e seus costumes enraizados, não se
fazem presentes na cultura apenas de forma superficial, atravessando
povos e tempos. A cultura religiosa, ou este discurso costurado na
cultura, na qual se pode destacar a cultura ocidental, onde o homem em
sua construção histórica e civilizatória é atravessado por um discurso
religioso, serviu como motor da economia, do poder e da própria cultura.
Portanto, vê-se que “a cultura, por meio de suas leis, regulamentos e
normas, tem interferido, historicamente, no mecanismo de formação de
aliança entre seus membros com vistas a manter a organização da
sociedade” (PEDROSSIAN, 2008, p.424). A religião, por sua vez,
permeará sobre as leis dos homens, essas construídas no saber científico
do direito, onde os dogmas religiosos interferem simbolicamente e
economicamente na organização do homem e da sociedade, por meio
de suas doutrinas, genuinamente tornando-se hábitos e, por vezes, até
mesmo modificando a organização cultural humana, que podemos
afirmar como sendo por ora delirantes, ou ainda uma forma de ilusão.
No entanto, vale ressaltar que, para Freud, ilusão não significaria algo
falso, como afirma Ceccareli; Franco (2014); porém, algo que é
constituído de base não racional, onde o surgimento tem origem “na
nostalgia do pai protetor” (FREUD, 1927, citado por (CECCARELLI;
FRANCO, 2014, p.3).
Debruçamo-nos sobre o aspecto do homem na construção do
discurso religioso, já entendendo a formação da massa religiosa a partir
das identificações, da desindividualização e da sugestionabilidade.
Compreendemos, de certo modo, uma ideal ilusória, ou porque
semelhante ao delírio, do homem sobre sua construção religiosa. De
acordo com que Freud (2014) ressalta fervorosamente, a religião é como
uma ilusão tanto por sua busca pela felicidade, através da inibição e
43
proibição da satisfação dos desejos, o que se faz contraditório, como
pelo mecanismo de identificação com o líder, que compreendemos ser
Cristo, e os demais membros, ditos irmãos em sua organização.
Portanto, essa religião tida como ilusão evidencia aspectos,
fantasiados pelo homem, de um ser Todo-poderoso capaz de aplacar o
sentimento de desamparo, que perseguem o homem desde sua infância,
a busca por amor e a necessidade de saber. Se ele não tem resposta para
tudo, segundo Freud, procura por respostas através da crença (ato
praticado desde os nossos antepassados), pois há um ser, maior no
universo, que as possui.
3 PROCEDIMENTOS METODOLÓGICOS
44
objetivos propostos, na tentativa de fazer a interlocução do mito da
horda primeva e a construção dos laços afetivos na religião.
Para compreender tais fenômenos, partimos da pesquisa
bibliográfica, onde se buscou referenciais clássicos psicanalíticos,
através do autor Sigmund Freud, e também autores contemporâneos
na psicanálise. Tomamos como ponto de partida os objetivos
específicos para a procura da bibliografia necessária para a elaboração
do artigo, discussão e análise dos fenômenos. Assim, compreendeu-se
que a pesquisa de âmbito documental bibliográfico, onde se entende
que as obras literárias e artigos científicos são documentos que
compõem um arsenal de dados e discussões sobre tal tema e
problemática, que fazem parte de um período de tempo longo onde
se discutiu os fenômenos, pois como afirma Godoy (1995, p.3), “a
pesquisa documental é também apropriada quando queremos estudar
longos períodos de tempo, buscando identificar uma ou mais
tendências de comportamento de fenômeno”. Pois, como se vê,
buscamos discutir na presente pesquisa a construção dos laços
afetivos na massa religiosa a partir de uma compreensão prévia do
mito da horda primordial, o qual foi estudado por Freud como um mito
de povos primitivos, e que é percebido na cultura e no discurso
religioso. A pesquisa documental foi de grande auxilio, pois “se dá em
função de alguns propósitos, ideias ou hipóteses” (GODOY, 1995, p.4).
Foi a partir de nossas hipóteses e problemáticas que alcançamos os
referenciais específicos acerca do tema.
Visto que buscamos, primordialmente em Sigmund Freud, para
compreender e analisar os fenômenos intrínsecos das relações
afetivas e da formação do discurso religioso, foi-se necessário
rebuscarmos autorias contemporâneas, nas quais se discute como
Freud contribuiu para o estudo sobre a religião e suas nuances. Em
vista disso, bebemos de fontes como Karla Maciel e Dulce Pedrossian,
que analisaram a construção do pensamento freudiano acerca da
religião. Portanto, para alcançarmos os objetivos específicos
preestabelecidos, discutimos especulativamente a partir desses
pressupostos teóricos, pois auxiliaram significativamente em dados
acerca do tema e ampliaram discussões diversas.
Portanto, a pesquisa bibliográfica se mostra de suma
importância para a análise dos objetivos da presente pesquisa, assim,
como afirma Godoy (1995), a pesquisa qualitativa e bibliográfica
45
amplia o olhar sobre os fenômenos no qual se pretende refletir. Sendo
assim, ela não se faz de modo rígido, mas auxilia na compreensão e
propõe novas investigações obre um mesmo fenômeno.
O desenvolvimento da pesquisa e referencial teórico seguiu-se
pelos objetivos propostos no presente artigo e suas respectivas
tentativas de respostas. Visto que o método utilizado foi o da pesquisa
bibliográfica, buscou-se lançar mão de todo arcabouço teórico
disponível sobre a temática e seu objeto de estudo, a saber, a massa
psicológica, de maneira a fundamentar o presente estudo.
Diante disto, os dois principais objetivos, a saber, os laços
afetivos e o discurso religioso, e seus desdobramentos, as ligações
libidinais dos membros e com o líder, a identificação e o discurso
religioso culturalmente disseminado, são explorados e discutidos a luz
das obras e autores supracitados. Assim, como afirma Gil (2002), a
pesquisa bibliográfica nos propiciou um percurso de reflexão teórica
abrangente, pois “a principal vantagem da pesquisa bibliográfica
reside no fato de permitir ao investigador a cobertura de uma gama
de fenômenos muito mais ampla do que pesquisar diretamente” (GIL,
2002, p.45), pois como se vê é uma pesquisa de cunho qualitativo, com
temática e problemática de um fenômeno social a partir de uma
perspectiva psicanalítica e, vale ressaltar, de aspecto atemporal.
4 CONSIDERAÇÕES FINAIS
46
religiosa, isto é, os vínculos afetivos, e como esses laços entre membros
e o líder, Cristo, se solidifica na civilização atravessando séculos.
Percebe-se nas relações da instituição religiosa a intensificação de um
afeto subsidiado pela doação dos membros uns para com os outros,
perpetuando e suprindo, ainda que por pouco tempo, a necessidade de
pertencimento, acolhimento e proteção.
Primordialmente, acredita-se que o principal mecanismo
observado, para que as ligações libidinais formem vínculos afetivos
fortes e construídos por afeto e desamparo, é a identificação. Sua
importância na massa psicológica vai além de sua conceituação. Pois,
com a identificação, formam-se vínculos que são transferenciais,
baseados nos mitos do Totem e Tabu e do Complexo de Édipo, sendo a
formação da massa religiosa motivada por uma nostalgia (grifo nosso)
do desamparo no conflito edípico e da culpa pelo pai morto da horda
primeva.
Diante disso, podemos afirmar que o mecanismo de identificação
observado na massa se sustenta numa ligação libidinal que tem sua
origem no Complexo de Édipo, como Freud bem coloca, onde, na busca
por aplacar o sentimento de desamparo, o sujeito tende a compartilhar
e participar da massa religiosa, como forma de sublimação.
Tendo em vista nossas hipóteses, notamos ainda impasses
teóricos para melhores conclusões. Enxergamos, ainda, certa dificuldade
para tal assunto, onde o coletivo, a religião e a cultura são centrais para
compreensão do fenômeno para qual o homem tende há séculos se
submeter.
Para a psicanálise, toda construção humana, seja organizacional,
religiosa, afetiva e cultural, é atravessada pela subjetividade dos sujeitos
envolvidos. Cada um a seu modo estabelece e mantém suas relações
com cada esfera da sociedade. Portanto, observar, e até mesmo analisar
as relações que se estabelecem na massa religiosa, passará pelo
processo de minimamente compreender os motivos, afetos e
mecanismos envolvidos para o sujeito individualmente. Percebemos a
necessidade, para o aprofundamento da temática, da utilização de
entrevistas e investigação, por parte das pesquisadoras, com tais
membros participantes da massa religiosa, para se chegar a conclusões
mais específicas.
47
REFERÊNCIAS
48
PEDROSSIAN, Dulce. O mecanismo da identificação: uma análise a
partir da teoria freudiana e da teoria crítica da sociedade. Mato Grosso
do Sul: [s. n], 2008.
SANTOS, Angela Set al. Manual de Orientações Metodológicas. 2011.
Disponível em:
<https://www.unifebe.edu.br/03_unifebe/12_biblioteca/documento
s/ManualMetodologia_15ago2011.pdf>. Acesso em: 04 mai. 2016.
49
50
51
52
Andréa Maria de Senna Marques1
Fillipe Viana do Vale2
1 INTRODUÇÃO
1
Doutoranda em Psicologia pela Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales - UCES,
Argentina, Buenos Aires. Mestre em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR,
Graduada em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR. Psicanalista pela Escola
Paulista de Psicanálise (EPP). Docente do Centro Universitário Estácio do Ceará.
Supervisora Clínica do Serviço de Psicologia Aplicada do Centro Universitário Estácio do
Ceará. Coordenadora do Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas (LAPP) do Centro
Universitário Estácio do Ceará. E-mail: andreasenna2@gmail.com.
2
Graduado em Psicologia pelo Centro Universitário Estácio do Ceará. Pós-graduando em
Clínica Psicanalítica pelo Centro Universitário Estácio do Ceará. Membro do Laboratório de
Pesquisas Psicanalíticas de Centro Universitário Estácio do Ceará – LAPP. E-mail:
fillipeviana@hotmail.com.
53
com muito valor o conceito de pulsão de morte, pois acredita-se que é
como o ser humano se relaciona com o seu mundo interno que torna
possível reconhecer (ou não) um Deus misericordioso e bondoso.
Neste contexto, Deus é representante psíquico das primeiras
relações ou, melhor dizendo, Deus se mostra da forma como cada um
pode reconhecê-lo. A relação com Deus pode ser concebida como a
transferência das relações dos objetos internos. Se os objetos internos
bons são predominantes, a relação com o divino partirá da reprodução
dessa bondade, tendo características de um ser bondoso. Mas, se os
objetos maus forem tônicos em fantasia, então Deus terá caráter de
perseguidor, impossibilitando os ajustes propostos pela religião.
Neste artigo, a compreensão sobre a posição esquizo-paranóide
faz-se necessária para compreender o funcionamento psíquico a partir
da visão kleiniana do mundo interno. Neste ponto, é possível
compreender os primeiros meses de vida do bebê e quais fenômenos
psíquicos acontecem no estágio inicial da vida humana. No mundo
interno do bebê, percebe-se que o seio toma características
persecutórias por indução da pulsão de morte.
Seguindo este raciocínio, discute-se também um segundo estágio
do desenvolvimento mental, a posição depressiva. Apresenta-se o
conceito kleiniano de culpa, a possibilidade de reconhecer o outro, e,
além disso, de reconhecer nesse outro, características de amor e ódio.
Assim, compreende-se como se dá a resolução do sofrimento causado
pela ambivalência em sua vida emocional. Ambas as posições, esquizo-
paranóide e depressiva, perpetuam-se na vida adulta e, a partir desse
mundo interno, o indivíduo pode projetar em seus símbolos religiosos
um sentimento predominante, sendo ele persecutório ou depressivo.
No ponto em que se discute o mundo interno, toca-se no conceito
de fantasia em Melanie Klein (1991) para diferenciar o mundo interno
do mundo externo, ou seja, a fantasia inconsciente da realidade. Utiliza-
se, ainda, o conceito de melancolia para exemplificar o conceito de
fantasia inconsciente e justificar a coerência deste conceito que pode ser
extraído desde a teoria de Freud.
A partir desse entendimento, compreende-se que a capacidade
de perceber o amor ou de reconhecê-lo nos traços religiosos parte do
indivíduo, do seu mundo interno, de sua fantasia inconsciente. Dessa
54
maneira, Deus, que pode ter relação com o perdão e a religião, terá
como base uma linguagem de amor.
Acredita-se que a religião pode ser uma ferramenta que facilite a
possibilidade de reparação do indivíduo. Quando não há solução
concreta para uma perda, a religião serve como elemento reparador que
justifica um sentimento de esperança e o mantimento do vínculo sadio
entre a fantasia e a realidade. A religião, como qualquer outra
construção social, parte do mundo particular de cada indivíduo. Se
internamente a pulsão de morte é dominante, é provável que o
sentimento persecutório seja projetado nas características do divino.
Porém, se o amor prevaleceu, o divino toma a função de restaurar o
objeto amado.
2 A POSIÇÃO ESQUIZO-PARANÓIDE
(Arthur Schopenhauer)
55
relacionar com os objetos do mundo interno e externo a partir dessa
ansiedade, o qual possibilita compreender seus laços com a religião.
Inclui-se aqui que o bebê, pois, nesses estágios iniciais, fica
impossibilitado de reconhecer o mundo externo após seu nascimento
devido a desorganização do ego e a precariedade de seu poder cognitivo.
Dessa forma, toda relação com o mundo externo é no âmbito das
percepções corporais, porém, essas experiências corporais tornam-se
experiências vividas na esfera da fantasia. Segundo Segal (1975), o
recém-nascido toma como ponto de partida seu desconforto corporal
(real) e dá início a uma fantasia de ataque. Por vezes, sua fome não é
sentida ou vivenciada como uma simples falta de leite materno, mas
como uma sucessão de ataques.
Esses sentimentos persecutórios a partir de fontes internas são
intensificados por experiências externas dolorosas, pois, desde
seus primeiros dias, a frustração e o desconforto despertam no
bebê o sentimento de estar sendo atacado por forças hostis
(KLEIN, 1991, p. 71-72).
56
A pulsão de morte nos primeiros estágios da vida psíquica é a
força motriz que gera grande desconforto ou grande ansiedade por parte
do bebê.
As pulsões é que viabilizam as conjecturas sobre a vida inicial do
ser humano, sendo então a pulsão de morte vivida de forma mais
intensa, causando assim uma forte ansiedade. Em fantasia, para se
proteger desse desconforto, o bebê lança a sua destrutividade para fora
e representa no seio materno o sentimento de que será atacado. É como
se ele materializasse a pulsão de morte no seio da mãe.
Todo esse processo é uma tentativa de se defender. Entretanto,
ao se utilizar desse mecanismo, que será elucidado adiante, ele se sente
perseguido por esse objeto em que alojou grande parte da pulsão de
morte e tentará defender os objetos bons internos que foram envolvidos
pela pulsão de vida a qualquer custo. Nesse estágio da vida, a ansiedade
predominante é a persecutória. Os objetos externos tendem a perseguir
para destruir os objetos internos bons.
O bebê tende a utilizar de forma excessiva um mecanismo de
defesa chamado cisão. A cisão é vivida em fantasia e experimentada no
mundo externo. Para Segal (1975), a cisão acontece quando o ego se
divide e passa a projetar sua parte má para fora dele ou boa parte da
pulsão de morte. Sobre isso, Melanie Klein (1996, p. 306) nos diz que “os
perigos do interior são projetados para o mundo externo”.
Esse mecanismo possibilita ao recém-nascido defender-se desse
desconforto causado pela pulsão de morte. Ele divide o mundo interno
e externo em dois: um é extremamente bom, e o outro, extremamente
mau. Dessa maneira, tenta com todas as forças se defender da
destruição que a parte má de seu ego pode causar à parte boa de seu
ego.
57
a todo ser humano e, por isso, é uma forma de se relacionar consigo e
com o mundo externo.
Quando o indivíduo se encontra, em certo nível, cindido com o
mundo, ele tende a ter dificuldades em reconhecer as soluções
concretas ou manter um vínculo afetivo e com a realidade. Algumas
pessoas possuem uma postura em suas relações mais esquizo, porém,
não necessariamente patológica. São pessoas que encontram mais
dificuldades em acreditar no outro e se sentem ameaçadas com mais
frequência. Seus sentimentos agressivos, como inveja e ciúme, podem
ser vivenciados de forma mais frequente ou mais intensa.
58
ou do adulto, literalmente esmagando o frágil ego da criança pequena”
(KLEIN, 1996, p. 286).
A representação de Deus no velho testamento parece ser como
de um talião vingativo, mas é compreensível que primeiro se apresente
assim, já que também é vivido assim em fantasia. Primeiramente, o seio
é perseguidor, para depois se reconhecer a bondade do seio e não
apenas a bondade, mas também a capacidade de produzir
perdão/reparação. Entende-se, dentro da linguagem que utilizamos até
o presente momento, que o Deus do velho testamento é o grande seio
mau.
3 A POSIÇÃO DEPRESSIVA
Agora não é apenas o seio, mas a mãe que é um ser com vontades
independentes da dele (o bebê). “A posição depressiva foi definida por
Melanie Klein como a fase de desenvolvimento na qual o bebê
reconhece um objeto total e se relaciona com esse objeto” (SEGAL, 1975,
p. 81). É nesse instante que há um sentimento de totalidade, em que o
próprio bebê é o objeto unificado assim como sua cuidadora.
59
Quando o bebê atinge o estágio crucial entre os três e os seis
meses e se defronta com os conflitos, a culpa e o pesar inerentes
à posição depressiva, sua capacidade para lidar com a ansiedade
é em alguma medida determinada por seu desenvolvimento
anterior, isto é, pelo grau em que, durante os primeiros três ou
quatro meses de vida, foi capaz de incorporar e estabelecer
dentro de si o objeto bom, que constitui o núcleo de seu ego
(KLEIN, 1991, p. 100-101).
60
3.1 A posição depressiva como a nova forma de ver Deus
61
da beleza. Vivo e provo do gosto frio seco e opaco do que o
mundo chama de belo. Os aromas não são sentidos. São sem
cheiro. Sou capaz de enxergar e viver a tristeza na escuridão sem
(DES)culpa.”
(Andréa Senna)
“A ressureição do corpo.
[...] Mas quando os nossos braços não chegam mais,
O filho com leucemia,
A pesca no mar bravo,
O mundo despejando como cachoeira
A morte que vem,
Aí os deuses são gerados e invocados. Desejo e poder:
Esperança – coisa boa para o corpo”
(Rubem Alves)
(Rubem Alves)
62
Melanie Klein (1952) fala da concepção de transferência, que é a
projeção das relações dos objetos internos. Dito de outra maneira, a
forma como obtém-se relações sociais, na verdade, é a forma como se
relacionam os objetos na fantasia interna, a partir das formas de
ansiedade, esquizo-paranóide ou depressiva. Para Freud (2016), a priori,
a transferência acontece como reedição da relação com os pais no
setting analítico para com o analista. Porém, mesmo assim, afirma que
isso acontece em fantasia, pois essa relação é vivida primeiro de forma
interna para ser replicada no mundo externo.
No mundo, existe a possibilidade de se reconhecer maldade ou
bondade em tudo. Todavia, é cabível entender que há indivíduos com
maior disposição para reconhecer maldade nas coisas. Isso se deve ao
fato de que, em fantasia, seu mundo interno é inundado por objetos
perseguidores e maus e que, por isso, alguns indivíduos têm maior
tendência em desconfiar das pessoas. Sendo assim, uma característica
da vida que acontece dentro e é transferida para a vida que acontece
fora, a vida que emerge de seu inconsciente.
63
Freud (2011, p. 73), “a angústia da morte, na melancolia, admite apenas
uma explicação: o Eu abandona a si mesmo por sentir-se odiado e
perseguido pelo Super-eu, em vez de amado”. Compreende-se que isso
só pode ser vivido a partir da fantasia. Faz-se necessário entender aqui
que, quando se perde o objeto fora, também se perde dentro em ambos
os casos – na melancolia e no luto. No caso do melancólico, parece que
não é possível reparar internamente o objeto – em fantasia, o objeto se
perdeu para sempre, em quanto que, no luto, cria-se a esperança que há
uma solução para tal perda.
64
Sem a intenção de discutir doutrinas religiosas, mas tendo como
sugestão comparar a vida psíquica com as imagens cristãs, supõe-se que
algo similar acontece na vida de um bebê ou na vida de todo indivíduo,
já que, em algum momento, percebe-se a expulsão de algum paraíso. A
perda de um paraíso pode ser sentida no adoecimento de um filho ou na
morte de ente querido. Assim, talvez entender etimologicamente a
palavra religião no sentido de religar faça mais sentido. Como se Deus
fosse a ponte psíquica que possibilitasse que o paraíso voltasse a existir.
Dessa maneira, julga-se que não ao acaso as igrejas são ornamentadas
com janelas feitas de vitrais.
Vitrais são feitos de cacos de vidro, de algo que antes era inteiro,
mas foi quebrado, quiçá pelo sadismo descrito por Klein, e que se juntam
para formar uma bela imagem de memória. Vitrais podem ser
representantes psíquicos no mundo externo e propagar uma possível
religação, uma forma ou capacidade de reparar pela expressão criativa.
A linguagem de amor torna possível a ativação da capacidade de reparar
a própria pulsão destrutiva.
65
os objetos internalizados, bem como os externos (KLEIN, 1996, p,
311).
5 CONSIDERAÇÕES FINAIS
66
que traz um sentimento intolerável e que precisa ser vencido. Dessa
maneira, tudo que é sentido como frustração tem por base a fantasia
persecutória e, ainda mais fundo, um medo de aniquilamento, seja ele
uma grande perda ou um pequeno susto.
Sabe-se que é inevitável não vivenciar momentos de frustração e
que psiquicamente a frustração é algo a ser evitado. A religião exerce,
dessa maneira, sua função de restaurar o momento anterior ao do
sofrimento, dando outros caminhos, um exemplo disso é a morte de
entes queridos e a forma como os indivíduos se confortam nas
promessas de uma vida pós-morte e de um reencontro. Por esta via, a
religião, representante do seio idealizado, é capaz de eliminar o mal ou
a amenizar a grande frustração da impotência vivenciada frente a uma
perda.
A perspectiva teórica de Melanie Klein foi de suma importância
para esclarecer as prerrogativas no que tange ao inconsciente e de como
a religião pode ser fundamental para a vida psíquica do sujeito, que está
o tempo todo em contato com perdas. Neste caso, a religião seria um
elemento ou uma ferramenta que facilita o contato com o elemento
psíquico que dá condições para as reparações internas.
REFERÊNCIAS
67
SEGAL, Hanna. Notas sobre a formação de símbolos In: Melanie Klein
hoje: desenvolvimentos da teoria e da técnica (Vol. 1). Rio de Janeiro:
Imago, 1991, p. 167-184.
FREUD, Sigmund. Estudos sobre a histeria. São Paulo: Companhia das
Letras, 2016.
FREUD, Sigmund. Introdução ao narcisismo. São Paulo: Companhia das
Letras, 2010.
FREUD, Sigmund. O EU e o ID. São Paulo: Companhia das Letras, 2011.
SPILLIUS, Elizabeth. Melanie Klein hoje: desenvolvimentos da teoria e
da técnica (Vol. 1). Rio de Janeiro: Imago,1991.
68
69
70
Antonio Carlos Piarelly Gonçalves Tomaz 1
Andréa Maria de Senna Marques2
1 INTRODUÇÃO
1
Graduado em Psicologia pelo Centro Universitário Estácio do Ceará.
2Doutoranda em Psicologia pela Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales - UCES,
Argentina, Buenos Aires. Mestre em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR,
Graduada em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR. Psicanalista pela Escola
Paulista de Psicanálise (EPP). Docente do Centro Universitário Estácio do Ceará.
Supervisora Clínica do Serviço de Psicologia Aplicada do Centro Universitário Estácio do
Ceará. Coordenadora do Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas (LAPP) do Centro
Universitário Estácio do Ceará. E-mail: andreasenna2@gmail.com
71
Sigmund Freud e Melanie Klein, e de modo complementar, de material
produzido por alguns autores contemporâneos.
Diante disso, assinala-se que este texto tem como objetivo geral
analisar os mecanismos que compõe a neurose obsessiva, no que tange
à questão da culpa e ao modo como o pensamento se constrói nessa
estrutura psíquica, e que os objetivos específicos são: apontar este
sentimento de culpa e a forma de estruturação do pensamento no
neurótico obsessivo de acordo com Sigmund Freud e Melanie Klein, e
descrever como esses dois componentes tão significativos fazem parte
da constituição nuclear da neurose obsessiva.
Sendo assim, a principal justificativa para a escolha deste tema de
pesquisa e o posterior artigo foi o desejo de se realizar um estudo mais
aprofundado sobre algumas das diversas elaborações produzidas por
Sigmund Freud e Melanie Klein sobre a neurose obsessiva, trazendo os
conceitos que serão abordados aqui de maneira clara e objetiva para que
aqueles que estão começando os seus estudos em psicanálise possam
ter um contato inicial prazeroso e enriquecedor com o pensamento do
pai da Psicanálise e da criadora da análise de crianças.
Para que este trabalho fosse executado de forma adequada,
atendendo aquilo a que se propunha inicialmente, utilizou-se como
principal critério dentro da metodologia uma leitura minuciosa para,
posteriormente, realizar uma classificação pormenorizada das obras dos
dois autores principais, destacando os textos que abordavam, de forma
direta, as características da neurose obsessiva que esta pesquisa se
propôs a utilizar em sua investigação, extraindo e analisando, dessa
forma, as informações e dados necessários para que este trabalho
obtivesse os meios fundamentais para a sua concretização.
Devido às inúmeras referências ao tema encontradas nas obras,
tanto de Sigmund Freud quando de Melanie Klein, durante a pesquisa e
elaboração deste artigo, foi dado um maior destaque a dois dos mais
famosos casos clínicos de ambos os autores, respectivamente, o
“Homem dos Ratos”, até hoje considerada a principal obra para o estudo
do tema, devido a todo o detalhamento realizado por Freud em sua
descrição; e o caso clínico da pequena “Erna”, onde Klein foi capaz de
identificar e apresentar, de forma aprofundada, os sintomas obsessivos
apresentados por sua pequena paciente, demonstrando que a neurose
obsessiva, com todos os seus sintomas e aspectos próprios, também
72
poderia se apresentar em crianças na mais tenra idade e que ainda
estavam em pleno desenvolvimento físico e psíquico.
Todavia, para um melhor embasamento teórico, também foram
empregados outros textos que tratam da neurose obsessiva, permitindo,
assim, que os objetivos deste trabalho pudessem se concretizar. Desta
maneira, foi feito uso dos apontamentos presentes em “Totem e Tabu”,
onde Freud realiza inúmeras referências ao modo como se estrutura o
modo pensar do neurótico obsessivo e também do homem primitivo,
detalhando as diferenças entre cada um; e “A Psicanálise de Crianças”,
que até hoje é considerada a principal fonte das teorizações de Klein a
respeito da técnica da análise com crianças e sobre a temática da
neurose obsessiva.
Com isto posto, devemos, por fim, destacar que foi possível
realizar, durante todo o corpo do artigo, um diálogo entre as colocações
de cada autor sobre o que o vem a ser a neurose obsessiva e como o
sentimento de culpa e o modo peculiar de elaboração do pensamento
estão intrinsecamente ligados às bases dessa estrutura psíquica,
consequentemente mostrando como as teorias de Sigmund Freud e de
Melanie Klein conversam entre si e se complementam de uma forma
única, nos permitindo entrever, a partir dessa relação, à evolução do
próprio pensamento psicanalítico. Tudo isso possibilitou que este
trabalho alcançasse as respostas para as questões a que se propôs
solucionar.
73
2.1 Freud e a neurose obsessiva
3
Originalmente publicado em 1896.
74
retornar na forma de sadismo. Para mantê-lo sempre nessa condição, o
amor desenvolveu a mesma proporção, e são esses dois sentimentos
igualmente potentes que conduzem o neurótico obsessivo a, segundo
Freud4 (1998), uma paralisia parcial da sua própria vontade e uma
incapacidade de tomar algum tipo de decisão a respeito de qualquer
uma das ações para as quais o amor deve suprir a força motivadora.
Sendo assim, foi a partir da dificuldade em fazer escolhas, que é
uma das principais características pertencentes ao neurótico obsessivo,
que Freud foi capaz de observar que as questões relacionadas ao amor
e ódio estão no âmago da neurose obsessiva, e que mesmo não tendo
desenvolvido melhor as questões que envolvem a constante disputa
entre esses sentimentos, suas concepções serviram de base para que
outros autores, como por exemplo, Melanie Klein, pudessem
desenvolver toda uma teoria que tivesse como ponto central a neurose
obsessiva e a dualidade amor e ódio, tão presente nesse tipo de
estrutura psíquica.
75
p.114). Ainda fazendo um comparativo entre o neurótico obsessivo e a
pessoa religiosa, Freud observa que “os atos obsessivos surgem, em
parte, como uma proteção contra a tentação, e, em parte, como
proteção contra um mal esperado” (FREUD7, 1996, p.114-115), que irá
acontecer caso a pessoa não realize esse cerimonial. Dessa forma, o
cerimonial surge como um ato de defesa ou de segurança, uma medida
protetora. Devemos lembrar que essa “tentação”, contra a qual o
obsessivo se utiliza dos seus vários rituais para se proteger, também
pode ser relacionada à ambivalência emocional que permeia esse tipo
de neurose, demonstrando o quanto é tentador ceder aos sentimentos
agressivos presentes na sua forma de se relacionar com o outro.
Já com relação ao modo como se estrutura o pensamento de um
neurótico obsessivo, que é algo também muito peculiar nesse tipo de
estrutura psíquica, Freud faz uma interessante observação, mais
antropológica do que clínica, no texto “Totem e Tabu”, de 1913. Nele, o
autor diferencia os modos de pensar do neurótico obsessivo e do
homem primitivo, afirmando que “[...] os neuróticos são, acima de tudo,
inibidos em suas ações: neles o pensamento constitui um substituto
completo do ato. Os homens primitivos, por outro lado, são desinibidos:
o pensamento transforma-se diretamente em ação”. (FREUD8, 1974
p.190-191). Aqui, é possível acrescentar mais uma observação sobre os
modos de pensar do neurótico obsessivo e do homem primitivo: o
primeiro possui como fator de base um superego extremamente
rigoroso, sendo esse um dos fatores que o impede de por em prática real
os seus pensamentos, fazendo com que eles apresentem o sentido de
uma ação.
Assim sendo, o retorno do agir ao pensar revela-se como um
mecanismo de base, que funda o fenômeno obsessivo. Essa ideia é
reafirmada por Catherine Couvreur, autora que revisita os textos
freudianos sobre a neurose obsessiva. A mesma atesta que “Se os
processos de pensar assumem um ‘caráter compulsivo’, é por que são
[...] exclusivamente destinados ao agir, isto é, pensamentos que devem
substituir atos”. (COUVREUR, 2003, p.26). A partir dessas afirmações,
podemos associar essa forma de pensar com os conflitantes sentimentos
de amor e ódio que Freud já havia relacionado à neurose obsessiva, e
76
que são os responsáveis pela paralisia e dificuldade de ação, que é lugar
comum entre os obsessivos.
2.3 Melanie Klein e a angústia psicótica infantil
77
mesmo que essa forma apresente sintomas que venham a ser
prejudiciais para um desenvolvimento adequado.
Com base nessas concepções, devemos destacar a capacidade
analítica de Klein, que possuía uma percepção extraordinária, dando a
ela a possibilidade de observar os sintomas obsessivos ainda em crianças
pequenas, sendo capaz de desenvolver toda uma teoria que tivesse
como objetivo descobrir e desenvolver as principais características do
psiquismo infantil.
11
Originalmente publicado em 1932.
78
agressividade em objetos externos, que são, em seguida, introjetados,
numa tentativa de proteger esses objetos do mal que o sadismo infantil
pode causar. Porém, como vimos, esse mecanismo falha, pois, a criança
acaba se sentindo perseguida pelos objetos agora introjetados, o que
ocasiona a sua necessidade de controlar a realidade ao seu redor, algo
de que iremos tratar mais adiante.
A partir dessas afirmações, podemos observar que Melanie Klein
reafirma as questões relacionadas aos sentimentos agressivos que Freud
já havia associado à neurose obsessiva; porém, ela foi capaz de
desenvolver de uma forma mais ampla o tema do sadismo,
demonstrando o surgimento dos sintomas e atos obsessivos em crianças
que ainda estavam em pleno crescimento. Foi devido a essa
sensibilidade por parte da autora que o fenômeno obsessivo pôde
receber um novo olhar e ser estudado e compreendido desde o seu
núcleo, quando o psiquismo infantil ainda está em pleno
desenvolvimento.
79
Freud em “Totem e Tabu”, valendo-se novamente dos pontos de
concordância entre as proibições dos neuróticos obsessivos e os tabus
encontrados em vários dos povos primitivos.
Segundo Freud, “o tabu é uma proibição primeva forçosamente
imposta (por alguma autoridade) de fora, e dirigida contra os anseios a
que estão sujeitos os seres humanos”. (FREUD 12, 1974, p.55). Sedeu
(2011) afirma que o tabu é composto por proibições e restrições
relacionadas ao que é “sagrado”, “impuro”, “perigoso” e/ou
“misterioso”, algo que não possui uma explicação. Assim, a autora coloca
que um dos pontos de concordância com a neurose obsessiva é que
tanto as proibições obsessivas quanto os tabus são (aparentemente)
destituídos de algum motivo aparente. Porém, na fonte das proibições
dos obsessivos e dos homens primitivos, está uma hostilidade
inconsciente, um impulso hostil contra alguém (provavelmente, um ser
amado), que aparece como a satisfação pela morte desse alguém.
Seria essa hostilidade inconsciente a principal causadora da
intensa sensação de culpa presente na neurose obsessiva, pois, como
afirma Freud, a culpa no neurótico obsessivo “tem uma justificativa: está
fundada nos intensos e frequentes desejos de morte contra os seus
semelhantes que estão inconscientemente em ação dentro dele”.
(FREUD13, 1974, p.109-110). Esses impulsos hostis, que são reprimidos
pela proibição, se relacionam a qualquer ato que possa, por
deslocamento, representar um ato hostil. A possibilidade de realização
desse ato hostil é que seria a responsável por conduzir o neurótico
obsessivo ao medo de uma ameaça de morte contra o outro; dessa
forma, o desejo dá lugar ao medo. (SEDEU, 2011).
Diante disso, podemos apontar, mais uma vez, que o neurótico
obsessivo apresenta, em sua forma de existir no mundo, traços muito
bem marcados de ambivalência, o que seria outro ponto de
concordância com o tabu. Freud afirma que os sintomas, atos obsessivos
e medidas defensivas são derivados de impulsos ambivalentes, e Sedeu
(2011) confirma essa assertiva freudiana, dizendo que, na ambivalência,
“existe um sentimento intenso de afeição e uma intensa hostilidade
inconsciente. Essa afeição excessiva, que busca reprimir a hostilidade
inconsciente, apresenta-se no neurótico obsessivo como uma solicitude
80
que se repete compulsivamente”. (SEDEU, 2011, p.124). Como também
já foi discutida no início desse texto, essa ambivalência emocional seria
um dos componentes responsáveis pelo modo como o pensamento do
neurótico obsessivo se constrói, algo que iremos retomar logo em
seguida.
Para isso, daremos destaque, outra vez, às observações feitas por
Freud em o “Homem dos Ratos”. Foi a partir desse caso clínico que Freud
descreveu que o neurótico obsessivo efetua a substituição do agir pelo
pensar, permanecendo, dessa maneira, com um pensar eminentemente
sexualizado. Isso acontece por que, realizando essa substituição, o
neurótico obsessivo obtém um modo de não causar algum tipo de dano
aos objetos externos, pois o mesmo supervaloriza as consequências que
seus atos podem ocasionar no mundo. Como foi debatido
anteriormente, isso é causado justamente pela ambivalência emocional
presente no obsessivo, que precisa dar conta dos seus sentimentos
agressivos e, para isso, se utiliza de uma extrema afeição, gerando o
embate de forças que acaba paralisando-o em suas ações.
Com a finalidade de refletir sobre as colocações elaboradas até
aqui, iremos utilizar algumas breves passagens da descrição que Freud
realiza sobre algumas das ideias obsessivas do “Homem dos Ratos”.
Nele, Freud destaca que o paciente mantinha fortes sentimentos
ambivalentes por seu pai (que já havia falecido a época de sua análise) e
por uma dama com quem a muito desejava contrair matrimônio. Uma
de suas mais antigas e preferidas obsessões apresentava o seguinte
conteúdo: “Se eu casar com a dama, a meu pai ocorrerá algum infortúnio
(no outro mundo)”. (FREUD14, 1998, p.70). Contemplando essa
afirmação, com base em outros elementos que já estavam presentes
dentro da análise, Freud foi capaz de chegar ao conteúdo real da mesma,
que era:
“Se meu pai estivesse vivo, ele estaria tão furioso com a minha
intenção de casar-me com a dama como esteve na cena de minha
infância; de modo que eu teria outra explosão de raiva contra
ele, desejando-lhe todo o mal possível, e graças à onipotência
dos meus desejos esses males acabariam inevitavelmente por
incidir sobre ele”. (FREUD15, 1998, p.70).
81
Com base nessas afirmações, Freud16 (1998) coloca que os
conflitos de sentimentos presentes nesse paciente não eram
independentes um do outro, e sim associados em pares. Seu ódio pela
dama estava inevitavelmente ligado à afeição que sentia por seu pai, e,
de modo inverso, o ódio por seu pai estava ligado ao carinho que sentia
pela dama.
A partir dessa declaração, temos um exemplo bem definido de
como a onipotência dos pensamentos é algo presente na neurose
obsessiva, e como a mesma dificulta enormemente a tomada de decisão
pelo sujeito obsessivo. Isso também contribui para que a pessoa tenha
uma predileção por se manter num constante estado de dúvida ou
incerteza, pois, como afirma Freud, “são óbvios os esforços que os
próprios pacientes empreendem a fim de poderem evitar a certeza e
ficarem em dúvida”. (FREUD17, 1998, p.75). Freud também destaca que
essa incerteza, que se estende também para as questões relacionadas à
memória, é utilizada em toda a sua extensão na formação de sintomas
obsessivos.
Assim, de acordo com o que vem sendo debatido, podemos, mais
uma vez, atestar a dedicação com que Freud estudava e desenvolvia os
principais conceitos da psicanálise, tendo sempre o cuidado de
identificar, de forma detalhada, as características que compunham as
diversas psicopatologias que ele se propunha a investigar. Por fim, para
fechar as discussões que este artigo vem promovendo até o presente
momento sobre as contribuições do criador da psicanálise, terminamos
esse tópico com a seguinte declaração de Freud sobre o ato de pensar
no neurótico obsessivo:
O processo de pensamento torna-se sexualizado, pois o prazer
sexual que está normalmente ligado ao conteúdo do
pensamento vê-se aplicado ao próprio ato de pensar, e a
satisfação derivada do fato de se alcançar a conclusão de uma
linha de pensamento é sentida como uma satisfação sexual. [...].
Dessa forma, com o auxílio do instinto epistemofílico, o ato pode,
por seu lado, ser substituído por atos preparatórios do
pensamento. (FREUD18, 1998, p.86).
82
3.2 As fantasias agressivas e a constante fuga da realidade: o
encontro de Melanie Klein com a pequena Erna
83
características já estavam presentes na dinâmica psíquica de sua
pequena paciente, o que aparece também durante as suas brincadeiras.
Klipan (2009) aponta que no decorrer nas brincadeiras propostas
e desenvolvidas por Erna, aparece a intensa ambivalência que fazia parte
de sua vida psíquica, ocorrendo sempre uma alternância entre atos
hostis e de bondade entre as personagens. Ora um casal era assassinado
e queimado em determinado tipo de brincadeira, para, na cena seguinte,
se amarem e se beijarem, demonstrando uma bondade que, logo em
seguida, era descoberta como falsa e punida com a morte ou algum
outro castigo igualmente severo. Essa forma de brincar, durante a
análise, é mais um exemplo de como o sadismo de Erna era acentuado,
e de como ela sentia que havia danificado seus objetos introjetados
(sobretudo a figura da mãe) com essa agressividade, o que gerava
angústia e intensos sentimento de culpa, que a faziam sentir que seria
punida de alguma forma, punição essa que se mostrava aplicada aos
personagens de suas brincadeiras.
A partir dessas observações, podemos perceber mais uma vez
que, por mais que Klein não tenha dado ênfase a esse tema, ela
demonstra de forma indireta as questões relacionadas à onipotência dos
pensamentos do neurótico obsessivo, que, por supervalorizar a
repercussão que suas ações podem causar sobre o mundo, acredita ter
danificado seus objetos externos e introjetados com sua agressividade
e, por isso, precisa realizar a todo o momento o mecanismo que mais
tarde Klein iria denominar de “reparação”, mecanismo esse que, com a
evolução do seu pensamento, iria se tornar um dos principais
componentes da posição depressiva.
Outro aspecto da vida psíquica de Erna que foi percebido por
Klein e que também é associado a outras crianças se relaciona com a
maneira particular com que as mesmas interagem com a realidade.
(KLIPAN, 2009). Melanie Klein destaca que, apesar de a análise de Erna
já ter alguma duração, ela não conseguia alcançar as informações sobre
a vida real da menina; o que era conseguido se resumia a uma grande
quantidade de elementos referentes aos impulsos sádicos que Erna
dirigia contra a sua mãe introjetada, que eram expressos através das
diversas formas femininas que surgiam nas personificações no brincar da
84
paciente. Porém, contra a mãe real, Klein afirma nunca ter ouvido uma
única queixa por parte da criança. (KLEIN21, 1997).
Ainda se referindo à forma como Erna interagia com a realidade,
Klein afirma que essa relação era um “simulacro num grau muito maior
do que seu comportamento levaria a esperar”. (KLEIN 22, 1997, p.63).
Essa afirmação se faz muito interessante, pois é a partir dela que a autora
irá discutir alguns pontos referentes ao contato próximo que haveria
entre as neuroses obsessivas graves e a psicose, em especial a paranoia,
associando esse afastamento da realidade presente nas psicoses com a
tão comum onipotência dos pensamentos presente nos neuróticos
obsessivos.
Através dessa assertiva, Klein nos mostra que os sentimentos
persecutórios, elementos presentes de forma intensa no início do
desenvolvimento e nas várias formas de psicose (como a paranoia),
aparecem do mesmo modo, de forma acentuada, nas neuroses
obsessivas mais intensas, como no caso de sua pequena paciente. Do
mesmo modo, a autora coloca que através desse afastamento do mundo
real, Erna imaginava que toda a realidade ao entorno estava a seu
serviço, e esse detalhe aparece com maior visibilidade nas atitudes
autoritárias que a menina demonstrava em suas brincadeiras.
Porém, Klipan (2009) coloca que a menina não buscava fugir da
realidade apenas como uma fórmula de escape para as frustrações que
esta lhe causava; os ataques aos seus objetos internos (pais introjetados)
eram revertidos em contra-ataques que mobilizavam muita angústia e
culpa em Erna. Dessa forma, ela era perseguida pelo retorno do seu
próprio sadismo que havia sido direcionado contra a imago de seus pais,
demonstrando mais uma vez a ambivalência emocional que constituía
sua vida psíquica e seus sintomas obsessivos. Como defende Klein 23
(1997), essas características compõem a gênese do superego.
Klipan (2009) também afirma que, ao descrever este ciclo de
sadismo, angústia e culpa, Klein foi capaz de descobrir os motivos que
faziam com que Erna vivesse “colada” a sua mãe: “Erna se sentia
responsável por toda e qualquer doença que a mãe tivesse e tinha a
expectativa de uma punição correspondente em função de suas próprias
85
fantasias agressivas”. (KLEIN24, 1997, p.64). Novamente, a autora atesta
essa necessidade de constatar concretamente se havia ou não
danificado o corpo da mãe como um traço muito primitivo da conhecida
e constante dúvida obsessiva, além de afirmar que essa também é uma
importante característica da paranoia.
Assim, com base no que procuramos discutir até aqui, podemos
chegar a algumas conclusões com relação aos postulados teóricos de
Melanie Klein. É notável o fato de que a mesma foi capaz de manter
diversos dos apontamentos feitos por Freud sobre a neurose obsessiva,
ao mesmo tempo em que chegava as suas próprias concepções e
desenvolvia uma nova teoria acerca dos primórdios do psiquismo e das
questões relacionadas ao sadismo presentes desde o início do
desenvolvimento infantil, tendo como base os diversos casos clínicos
que atendeu. Mais do que nunca, foi dada uma nova atenção à díade
mãe-bebê, mostrando o quanto essa relação é importante para que a
criança tenha condições de lidar com as suas fantasias e ansiedades
persecutórias, tendo, assim, uma maior chance de crescer de forma
plenamente saudável psiquicamente.
Por isso, terminaremos essa parte do presente trabalho com
uma frase de Melanie Klein, presente eu seu livro “Inveja e Gratidão”, de
1957 (KLEIN25, 1996b), e que talvez seja a que melhor defina esse tipo
tão especial de relação e que ainda exemplifica várias das questões
apresentadas por Erna durante a sua análise: “... E o bebê, que antes
estava dentro da mãe, agora tem a mãe dentro de si.”.
4 METODOLOGIA
86
4.1 Tipo de pesquisa
87
própria e singular, com as suas particularidades e sintomas. No caso,
foram escolhidas duas de suas principais características constituintes
como foco da pesquisa, o intenso sentimento de culpa e a forma como
se estrutura o pensamento. As construções teóricas utilizadas para o
desenvolvimento do mesmo tiveram referencial na Psicanálise, partindo
dos pressupostos teóricos de Freud e Melanie Klein, compreendendo os
limites e as especificidades de cada autor, até alguns autores
contemporâneos que revisitam esse tema a partir da obra dos autores
principais.
A escolha dos referenciais teóricos propostos por Freud e Klein se
mostrou extremamente vantajosa para a elaboração da pesquisa e do
presente texto, pois o primeiro tratou do tema escolhido de forma
constante e detalhada em diversos momentos de sua obra, mostrando
uma contínua evolução no modo de ver e pensar a neurose obsessiva; já
Klein foi capaz de observar características obsessivas em algumas das
crianças que atendeu, relacionando essa estrutura com a questão do
sadismo infantil e com a psicose, aumentando ainda mais o espectro de
conhecimento sobre a neurose obsessiva. Assim, foi possível realizar um
apanhado satisfatório entre os postulados teóricos de cada autor,
obtendo uma base consistente para que este artigo pudesse ser
produzido.
88
presente na vida psíquica do neurótico obsessivo, e entender a
estruturação do seu modo de pensar. A escolha dos referenciais dos dois
principais autores escolhidos se mostrou extremamente vantajosa, pelo
fato de os dois terem dado uma importância singular ao tema da neurose
obsessiva dentro da sua obra.
Sigmund Freud já pensava sobre como a ambivalência emocional
era um componente de base para a constituição da neurose obsessiva, e
que ela seria a grande responsável pelo profundo sentimento de culpa e
pelo fato de o pensamento do obsessivo ter o mesmo sentido de uma
ação, o que o fazia maximizar o poder que suas ações poderiam exercer
sobre o mundo e as outras pessoas, constituindo, assim, o modo de
pensar extremamente sexualizado. Já Melanie Klein analisou essa
ambivalência de forma muito mais extensa, dando um destaque mais
que especial para o sadismo presente no âmago da neurose obsessiva,
conseguindo, assim, destacar os sintomas obsessivos ainda em crianças
pequenas, os relacionando em sua forma mais grave com alguns tipos de
psicose (em especial a paranoia), sendo esse o principal campo aonde
sua teoria iria se desenvolver com o passar do tempo.
Com isso, devemos destacar que tanto Freud quanto Klein são
os autores que definitivamente representam esta pesquisa, por terem
elaborado de melhor forma os conceitos e teorias que foram aqui
abordados e utilizados, possibilitando, assim, que tanto a pesquisa
quanto o presente artigo pudessem ser elaborados de forma sistemática
e consistente.
Por fim, devemos lembrar que, como toda pesquisa, esta também
apresentou algumas limitações no decorrer da sua execução. Uma delas
foi encontrar autores da atualidade que abordassem em seus trabalhos
questões relativas ao tema escolhido, principalmente partindo de
autores da escola inglesa de psicanálise (no caso Melanie Klein), cujos
referenciais teóricos constituíram uma das bases para a elaboração
deste artigo; e também que focassem de forma direta a questão do
sentimento de culpa e da estruturação do pensamento no neurótico
obsessivo.
Outra dificuldade apresentada foi, justamente, definir quais
aspectos da neurose obsessiva seriam investigados durante a pesquisa e
que seriam detalhados com o decorrer e na construção deste artigo. Por
ter sido um dos principais temas da obra tanto de Freud como de Klein,
89
os conceitos atribuídos à neurose obsessiva foram mudando
constantemente, recebendo diferentes acréscimos e modificações com
a evolução da obra e do pensamento de cada um dos autores, e isso
acabou se mostrando uma dificuldade para a escolha das características
pertencentes ao tema que esse texto se propôs a trabalhar de forma
pormenorizada.
6 CONSIDERAÇÕES FINAIS
90
ambivalência emocional, ao embate constante entre os sentimentos de
amor e ódio, que é um dos principais componentes da vida psíquica do
neurótico obsessivo, e que de certa forma é o principal responsável pelo
constante sentimento de culpa e pelo modo de pensar sexualizado que
constituem o âmago desta psicopatologia.
Freud enxergou essa dualidade no amor extremo e no desejo de
morte igualmente forte que o “Homem dos Ratos” mantinha para com
seu pai; e Klein observou esses mesmos fatores no excessivo sadismo da
pequena “Erna” para com sua mãe, que a fazia manter-se colada a ela,
por receio de ter danificado de alguma forma a figura materna, devido
aos seus intensos e constantes sentimentos agressivos. Era desse modo
dual, e por que não dizer também contraditório, de se relacionar com as
imagos parentais que adivinha a angústia e a culpa intensas em ambos
os pacientes.
Diante dessas colocações, afirmamos que os objetivos específicos
que nortearam a construção deste texto puderam ser alcançados. Eles
consistiam em apontar o profundo sentimento de culpa e a forma de
estruturação do pensamento no neurótico obsessivo a partir das
contribuições Sigmund Freud e Melanie Klein, e descrever como esses
dois componentes tão significativos fazem parte da constituição nuclear
da neurose obsessiva. Assim, tivemos como analisar alguns dos diversos
mecanismos que compõe a gênese do fenômeno obsessivo. Isso se deu
graças ao fato de procuramos a todo o momento manter o foco nas
questões da culpa e do modo de pensar presentes nesses objetivos, para
que assim fosse possível extrair das obras dos autores utilizados as
respostas necessárias a esta pesquisa.
São esses fatores destacados logo acima, dentre outros, que
permitiram que esse texto pudesse ser construído de forma adequada a
partir dos conhecimentos elaborados pelos dois principais autores. Esse
fato merece destaque também por ter proporcionado momentos
prazerosos de leitura e conhecimento, permitindo um maior
entendimento sobre um dos objetos de estudo mais conhecidos e
trabalhados pelos grandes nomes da Psicanálise no decorrer de suas
obras. Porém, por mais que seja um assunto conhecido, o mesmo ainda
traz algumas questões desconhecidas tanto por alunos como por
profissionais nos grandes meios acadêmicos, em especial aquelas
apontadas por Melanie Klein.
91
Suas teorizações sobre o sadismo presente no psiquismo infantil
desde os primórdios de seu desenvolvimento pode, muitas vezes, causar
certo estranhamento ou mesmo algum tipo de aversão ao leitor que está
começando a trilhar seu caminho no estudo da Psicanálise, fazendo com
que esse artigo tenha uma missão especial, que é tratar essas questões
de forma simples e clara, sem perder a objetividade, para que a
experiência de leitura sobre a neurose obsessiva e seus aspectos que
remontam a infância possa ser agradável para todos os leitores, sejam
eles iniciantes ou não.
Assim, imaginamos que, a partir das contribuições deste artigo,
será possível incentivar a produção de novas pesquisas e artigos que
tenham como objetivo aprofundar outras questões específicas que
compõem a neurose obsessiva, aumentando, desta maneira, o espectro
de conhecimento sobre esta que foi, e continua sendo, um dos principais
temas debatidos e estudados pelos grandes nomes da Psicanálise.
REFERÊNCIAS
92
KLEIN, Melanie. A análise de crianças pequenas. Rio de Janeiro: Imago,
1996a, p.100-128. (Edição Brasileira das Obras Completas de Melanie
Klein, v.1). Originalmente publicado em 1923.
KLEIN, Melanie. A Psicanálise de Crianças. Rio de Janeiro: Imago, 1997.
Originalmente publicado em 1932.
KLEIN, Melanie. Inveja e gratidão. Rio de Janeiro: Imago, 1996b, p. 205-
267. (Edição Brasileira das Obras Completas de Melanie Klein, v.3).
Originalmente publicado em 1957.
KLEIN, Melanie. Princípios psicológicos da análise de crianças
pequenas. Rio de Janeiro: Imago, 1996c, p.152-163. (Edição Brasileira
das Obras Completas de Melanie Klein, v.1). Originalmente publicado
em 1926.
KLIPAN, Marcos Leandro. A neurose obsessiva sob a ótica de Melanie
Klein. 2009. 140 f. Dissertação (Mestrado em Psicologia) - Programa de
Pós-Graduação em Psicologia, Universidade Estadual de Maringá,
Maringá, 2009.
KLIPAN, Marcos Leandro; MELLO NETO, Gustavo Adolfo Ramos. A
neurose obsessiva sob a ótica de Melanie Klein. Ágora, Rio de Janeiro,
v. 15, n. 2, p. 311-325, 2012.
SEDEU, Natalia Gonçalves Galucio. Neurose Obsessiva: Tabu do
Contato X Pulsão de Morte. Estudos de Psicanálise, n. 36, p. 121-133,
2011.
VENTURA, Magda Maria (org.). Metodologia Científica. Rio de Janeiro:
Editora Universidade Estácio de Sá, 2013.
93
94
95
96
Isabel Cristina Monteiro dos Santos1
1 INTRODUÇÃO
Com o intuito de discutir a relevância dos pais na forma de educar
a criança para o convívio social, este trabalho atribui destaque na forma
como estes ensinamentos serão transmitidos. Propondo discutir o tema
no sentido de conduzir seus leitores à consciência a respeito do bom
relacionamento com a criança. Os objetivos específicos são: apontar a
família como o primeiro contato da criança com o convívio social;
descrever os papéis dos pais e como suas posturas são sentidas pela
criança; explicar como a omissão e o autoritarismo do pai pode ser
prejudicial para criança em relação a sua compreensão das regras;
compreender como a falta de um ideal pode ocasionar no movimento
da criança de não respeitar as leis do meio social.
O presente trabalho justifica sua relevância, pois através do
campo da psicologia faz uma interlocução com a teoria psicanalítica, com
o contexto familiar, da criança e do social. Com o intuito de orientar os
97
profissionais, os pais e a sociedade sobre a responsabilidade de educar
a criança para que esta futuramente possa viver com respeito para com
as pessoas, conhecendo seus direitos e deveres e convivendo em
sociedade.
A composição do trabalho consta de resumo, palavras-chave,
introdução, referencial teórico, conclusão e referências bibliográficas. O
referencial teórico dividir-se-á em quatro partes. Na primeira parte, será
tratado o conceito de família e sua relevância como primeiro contato da
criança com o convívio social, utilizando o livro Psicologias (2003) e uma
citação de Sigmund Freud (1905). Na segunda parte, as funções dos pais,
suas distinções e relevâncias, fazendo referência ao autor Bollas (2000)
e um artigo científico (2005). Na terceira parte, será discutido as
negligências e seus reflexos, referenciando Sigmund Freud (1913),
(1938) e um artigo científico (2002). Na quarta parte, será tratado o
conceito de narcisismo, ideal do ego e perversão, utilizando o autor
Sigmund Freud (1914) e um artigo científico (2009).
Ressalta-se que este trabalho foi desenvolvido em 2014 para o
“XX Encontro de Iniciação à Pesquisa da UNIFOR”, sendo apresentado
oralmente. Atualmente, foi reformulado para ser publicado no presente
livro.
Existem discussões acerca da violência no âmbito social, porém o
que falta no desenrolar deste discurso é percebermos que o cerne deste
problema está nos primeiros anos de vida, onde é preciso ensinar de
forma cândida os limites e possibilidades da criança.
2 O AMBIENTE FAMILIAR
98
que constituem a cultura e as ideias dominantes em
determinado momento histórico, isto é, educar as novas
gerações segundo padrões dominantes e hegemônicos de
valores e de conduta. Neste sentido, revela-se o caráter
conservador e de manutenção social que lhe é atribuído [...]. É
na família que se concretiza, em primeira instância, o exercício
dos direitos da criança e do adolescente: o direito aos cuidados
essenciais para o seu crescimento e desenvolvimento físico,
psíquico e social. (BOCK, 2003, p.237).
A respeito dos cuidados para com a criança, desde Sigmund Freud
e seus estudos sobre o desenvolvimento psíquico se postulou a
necessidade da criança ser acompanhada pelos pais ou representantes.
Segundo Freud (1905), a criança em seu período de latência aprende a
amar as pessoas que a ajudam em seu desamparo e satisfaz as suas
necessidades, e o faz segundo sua relação com a ama e dar continuidade
a ele. Freud potencializa a importância do estabelecimento de uma
relação de amor, estimulando a criança desde seus instintos mais
primitivos a relação com o outro, ensinado enquanto família, a conviver
em sociedade. Ou seja, quando ele escreve sobre dar continuidade, é
dizer que o que aprendemos, sentimos, nos primeiros estágios de vida a
respeito da relação em família irá resultar na forma como nos
relacionamos com o meio em que vivemos.
99
terceiro na relação. A entrada do pai nesta relação será de grande
importância, pois seu papel é de ensinar e impor limites sobre os
preceitos da vida.
Há uma estrutura em nome da mãe e uma em nome do pai. Estas
estruturas, por sua vez, são compostas de funções, podemos,
agora, nos referir às ordens materna e paterna, especialmente se
pretendermos enfatizar a diferença funcional entre ambas[...].
Ao nos referimos à mãe interna ou à ordem materna, incluímos
as funções psíquicas de recepção, gestação, parto e continência,
bem como as formas de comunicação baseadas em recursos não-
verbais. Ao nos referimos ao pai interno ou à ordem paterna,
incluímos as funções de penetração, inseminação, guarda,
encontro, criação, e aplicação das leis [...]. (BOLLAS, 2000, p. 66).
A criança no decorrer de seu crescimento passa a perceber que
não está sozinha e que convive com pessoas que estão para lhe amparar.
Assim, estas pessoas passam a ensiná-la o certo e o errado, a criança
demostrará em seus comportamentos, as dúvidas acerca das imposições
estabelecidas, pois antes não eram percebidas em seu cenário as
imposições de leis, mas aproximadamente no decorrer dos três anos
essa conduta será percebida. Cassandra (2005), diz que ao longo da
primeira infância a criança tenderá a averiguar se as limitações que são
impostas e a postura dos pais estão de acordo ou fogem à regra. Isso leva
a crer que a criança necessita sentir-se segura com seus pais e confiar
em suas palavras, enxergar que suas palavras vão de encontro às suas
condutas, os seus cuidadores são uma referência, assim se algo é
proibido deve ser explicado porquê e seguir a regra como foi ensinado.
100
omissão e a incisão não são formas positivas para este reconhecimento,
uma relação que se constitui desta maneira provavelmente não obterá
bons resultados.
Não existe culpa uma vez que responde a omissão do outro, que
faltou em seu dever, este não renuncia ao seu objeto que parece
sustentar o desejo e recusa-se a receber do meio a aquiescência,
esforça-se para se fazer por si próprio e tomar posse do que lhe falta
(MIRIAM apud. MELMAN, 1992). A criança que não foi orientada, que
esperou do pai e não obteve resposta plausível, passa a ser a própria lei,
a reger o seu lar, não obedecendo a pedidos ou negociações, isso, devido
ao silêncio daquele que deveria constituir o caminho para a criança. O
pai que não se faz presente em gestos e palavras, possibilita que a
criança viva a margem do seu desejo.
No que se refere à postura incisiva do pai, a criança que convive
com autoritarismo, imposição de deveres e não há a existência de um
diálogo, acaba por deixar que a mesma aprenda que não existe troca em
uma relação, que ela deve atender as obrigações daqueles que tem o
poder e desejar ser o próprio poder, sem perceber o direito do outro.
Em 1913, Freud publica o mito “Totem e Tabu” onde realiza uma
leitura psicanalítica sobre todo um contexto de uma civilização primitiva,
desde o significado simbólico do totem e do tabu, como também uma
reflexão acerca do ritual religioso e civil da sociedade. Freud lança o
olhar da psicanálise sobre este mito e postula que a inscrição da lei, o
referencial fálico da horda primitiva é o pai e isso sucede a partir de sua
morte, devido ao fato de perceber que os filhos, que vos mataram,
passaram a sentir culpa e remorso pelo ocorrido e intitularam uma nova
ordem, a de não matar o pai e servir aos seus preceitos. Este mito
ressalva a importância do papel do pai no contexto familiar e social, pois
intitula que o mesmo está para orientar e dar limites aos filhos, assim
dando possibilidade de procriação, relacionamento civil e respeito para
com a sociedade.
Freud (1913, p. 147) diz: “Um pai violento e ciumento, que
reserva todas as fêmeas para si e expulsa os filhos quando crescem, eis
o que ali se acha”. Violento devido sua forma de punir seus filhos quando
estes fugiam a regra. O pai para representar e ensinar as ordens não
precisa ser agressivo em gestos e palavras, o mesmo precisa ensinar
através do diálogo e do amor.
101
O mito não preconiza a estrutura perversa devido ao fato de após
o assassinato, os filhos ingerem as partes do pai o que significa dizer que
eles introjetaram a lei simbolicamente, porém Freud descreve o clamor
dos filhos para com o desejo de um pai amoroso:
O sistema totêmico foi, digamos um contrato com o pai, em que
este concedia tudo o que a fantasia da criança podia dele
esperar, proteção, cuidado, indulgência, em troca do
compromisso de honrar sua vida, ou seja, não repetir contra ele
o ato que havia destruído o pai real. Havia também uma tentativa
de justificação no totemismo. Se o pai nos tivesse tratado como
o totem, nós jamais teríamos caído na tentação de matá-lo.
(FREUD, 1913, p. 151).
102
acostumado a satisfazer, e que é subitamente assustado por uma
experiência que lhe ensina que a continuação dessa satisfação
resultará num perigo real quase intolerável. O ego deve então
decidir reconhecer o perigo real, ceder-lhe passagem e renunciar
à satisfação instintual, ou rejeitar a realidade e convencer-se de
que não há razão para medo, de maneira a poder conservar a
satisfação. Existe assim um conflito entre a exigência por parte
do instinto e a proibição por parte da realidade [...] Mas tudo tem
de ser pago de uma maneira ou de outra, e esse sucesso é
alcançado ao preço de uma fenda no ego, a qual nunca se cura,
mas aumenta à medida que o tempo passa (FREUD, 1938, p.283).
103
possível perceber o outro com bons olhos. Segundo Freud (1914),
quando um ideal não se desenvolveu, o investimento sexual permanece
inalterado como perversão, como na infância e é deste modo que as
pessoas desejam obter como sua felicidade. Isso leva a crer que aquele
que não compreendeu que o outro é necessário à obtenção de
satisfações, irá permanecer na busca de sentir-se completo por si.
A criança que não foi ensinada a conviver em relação, no futuro
se tornará um adulto que utilizará o meio não para sentir-se completo,
mas para usufruir de todos para sentir-se grande. Ele será a lei e irá
desqualificar qualquer investimento que possa ir de contra ao seu
desejo, pois foi desta forma que ele se sobrepôs as injurias sofridas.
E mesmo o grande criminoso e o humorista conquistam o nosso
interesse, na representação literária, pela coerência narcísica
com que mantêm afastados de seu Eu tudo o que possa diminui-
lo. É como se os invejássemos pela conservação narcísica de um
estado psíquico bem-aventurado, uma posição libidinal
inatacável, que desde então nós mesmos abandonamos. (FREUD,
1914, p.34).
CONSIDERAÇÕES FINAIS
104
desenvolva um vínculo com seu meio familiar e possa no futuro
desenvolver contato saudável com o meio social.
O objetivo específico 2 foi construído a fim de descrever os papéis
dos pais e como suas posturas são sentidas pela criança. O primeiro e
mais terno vínculo que a criança constrói no início da sua vida é com a
mãe. A mãe está para nutrir e garantir suas necessidades, através deste
contato vai construindo-se uma relação afetuosa. Nos primeiros meses,
a figura do pai está para proteger a dupla, porém a partir do terceiro ano
de vida da criança, o pai passará a ser visto como um terceiro, impondo
limites na relação. Com o tempo a criança irá perceber que seus pais
possuem funções diferentes e devido seus primeiros contatos com as
regras, ela acabará desafiando, contestando e averiguando se estes
também as cumprem. É uma fase em que as figuras de referências
precisam dar exemplos e orientar a criança.
O objetivo específico 3 foi construído com a intenção de explicar
como a omissão e o autoritarismo do pai pode ser prejudicial para
criança em relação a sua compreensão das regras. Importante salientar
que ao delegar a função do pai de impor as regras para a criança, não é
intenção da construção desta ideia dizer que a mãe não seja também
transmissora de leis, porém como exposto, a mãe devido ao fato de
construir uma relação afetuosa com a criança, faz com que esta deseje
dela posturas de consentimento e realização de desejos, por isso o pai é
relevante na imposição de limites na relação e a mãe consequentemente
precisa permitir sua entrada. O pai com sua postura ativa precisa ter
cuidado para não ser omisso ou autoritário, pois estas posturas podem
ser prejudiciais na educação da criança. A omissão de limites faz com que
a criança não tenha um referencial a ser seguido, construindo uma falsa
e vazia sensação de segurança, seguindo como regra os seus desejos. O
autoritarismo na forma de impor limites não permite que a criança
construa a compreensão de reconhecimento, de troca na relação. Com
o tempo acaba por deseja ter essa potência, utilizando- se das pessoas
como objetos que estão para acatar suas ordens. A proposta a partir
desta construção é de explicar que é necessário impor limites para a
criança, ela necessita ter contato com tal imposição para viver em
sociedade, a forma como estes ensinamentos devem ocorrer é o passo
primordial, pois a omissão ou o autoritarismo podem possibilitar que a
criança cinda com a realidade, com as relações com o meio social,
105
atribuindo os seus desejos como ordens e através de uma postura
perversa, transgredindo as regras e anulando as pessoas.
O objetivo específico 4 foi composto com o intuito de
compreender como a falta de um ideal pode ocasionar no movimento
da criança de não respeitar as leis do meio social. Na construção de um
vínculo familiar a criança acaba por encontrar um ideal a seguir,
consequentemente terá uma boa relação com o meio social. No entanto,
quando esta relação não preconiza as leis (omissão) ou as impõem de
forma abrupta (autoritarismo) acaba por fazer com que a criança não
enxergue o meio social com bons olhos, investindo seu interesse para si
e não instituindo contato. Suas relações acabam por serem vistas como
objetos que tem por regra satisfazer seus desejos, com uma postura
perversa acaba por ser pertencente ao convívio social não para construir
laço, seguir as ordens, mas para se utilizar-se do outro. Ocasionando
numa vida de sofrimento, de falso pertencimento, insegurança de si e
transgressão social.
Percebe-se que a educação dos filhos vai muito além de assegurá-
los no âmbito físico e ambiental. O contexto familiar, em especial, a
presença fálica, possibilita à criança a segurança de estar sendo
amparada em suas necessidades, porém é necessário que seja orientado
os limites e possibilidade havendo prevalência do diálogo, onde a criança
através de gestos e exemplos introjetará a demarcação da ordem. A
criança em todo o seu desenvolvimento perpassa momentos que é
impulsionada pela satisfação, desta maneira aquela que não possui uma
orientação ou que não quer compreender os ensinamentos devido a
forma como estão sendo transmitidos, passa a ter como escolha o seu
desejo, desqualificando as palavras impostas pelos pais e exercendo o
comando no lar, havendo um laço perverso devido as circunstâncias e
estas posturas possivelmente serão transmitidas para a sociedade.
Somos uma construção de experiências e estas em sua grande
maioria nos possibilitam enxergar e respeitar o outro, mas quando esta
construção não ocorre de forma assertiva e a criança não compreende
ou não teve contato com esta construção, parece que, o que lhe resta é
transgredir, manipular, controlar e menosprezar de forma a sucumbir à
falta que lhe faz. A sociedade em sua composição carrega consigo
crianças que não entenderam ou não sucumbiram à ordem, escolhendo
a si como lei e regendo aos seus próprios desejos, assim se faz necessário
106
abrirmos os olhos para a forma de educar e orientar as crianças nos dias
de hoje.
REFERÊNCIAS
107
MARTINS, André. Uma violência silenciosa: considerações sobre a
perversão narcísica. Cad. Psicanálise-CPRJ, Rio de Janeiro, ano 31, n.
22, p. 37-56, 2009. Disponível em:
<http://www.cprj.com.br/imagenscadernos/04.Uma_violencia_silencio
sa.pdf>. Acesso em 19 ago. 2014.
108
109
110
Andréa Maria de Senna Marques1
Suzany Silva Costa2
1 INTRODUÇÃO
1
Doutoranda em Psicologia pela Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales - UCES,
Argentina, Buenos Aires. Mestre em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR,
Graduada em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR. Psicanalista pela Escola
Paulista de Psicanálise (EPP). Docente do Centro Universitário Estácio do Ceará.
Supervisora Clínica do Serviço de Psicologia Aplicada do Centro Universitário Estácio do
Ceará. Coordenadora do Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas (LAPP) do Centro
Universitário Estácio do Ceará. E-mail: andreasenna2@gmail.com.
2
Pós-Graduanda em Clínica Psicanalítica pelo Centro Universitário Estácio do Ceará.
111
Discorremos sobre o desenvolvimento teórico em relação à
transmissão psíquica e sobre os tipos da mesma, a fim de embasar o
entendimento sobre transmissão, diante da complexidade da formação
subjetiva do sujeito e suas consequências para si, assim como, ressaltar
a importância deste estudo para o crescimento do aparato teórico e
prático psicanalítico.
No tocante, a diferenciação de vínculo e relação objetal de acordo
com os autores pós-freudianos, em mais uma explanação da riqueza do
conhecimento e desenvolvimento psicanalítico. E as características da
adolescência e suas vicissitudes em relação ao seu ambiente familiar. A
fim de ressaltarmos a importância do substrato familiar do sujeito para
a sua constituição psíquica, o que a psicanálise relata desde os seus
primórdios com as obras Freudianas, e cada vez mais é aprofundado o
conhecimento sobre o inconsciente e suas diversas manifestações.
Contudo, objetivamos compreender a relação da
transgeracionalidade com a delinquência juvenil, e como isto implica a
família, não somente na responsabilidade do cuidar, mas na
possibilidade de proporcionar um ambiente favorável aos seus
descendentes.
112
intersubjetividade constitutiva, para além da estrutura psíquica
individual.
Há considerações relevantes que contribuíram para o surgimento
do tema na psicanálise contemporânea. Freud (1913) em seu texto
Totem e Tabu remete sobre o incesto e homicídio, a proibição e
sentimento de culpa, os quais organizam a sociedade e o sujeito,
pensando também em uma transmissão cultural, para além do âmbito
familiar e gerações. Em o Ego e o Id, Freud (1923), com os conceitos de
Super Eu, Ideal de Eu e Eu ideal, faz referência à transmissão psíquica
geracional. O Super Eu como transmissor das proibições e das coerções
dos pais à criança. O Ideal de Eu que provém da estruturação do Super
Eu, visando a busca da completude, a recuperação de uma vivência, de
uma experiência emocional. Em o Eu ideal demonstra a imagem
idealizada do Eu, construída pelos os pais e projetadas no filho. Desta
forma o sujeito é marcado por uma rede simbólica provinda de seu meio
e logo, referida à história das gerações.
Conforme já mencionamos, baseando-se nesses conceitos
formulados por Freud, a Psicanálise pós-freudiana preocupou-se em
aprofundar o campo teórico, relacionado à peculiaridade da formação
subjetiva de um indivíduo, bem como, na busca de responder a casos
clínicos (conhecidos como casos difíceis), com ênfase nos estados
patológicos de luto, estado melancólico, sofrimentos narcísicos, e
expressões de perversão. A preocupação geral dos autores era buscar
compreender o aspecto patológico da transmissão, sendo este originado
pela impossibilidade de simbolização, de elaboração das situações
traumáticas experienciadas.
Abraham e Torok (1971/1995) foram os iniciadores da discussão,
principalmente a partir da publicação do livro A Casca e o Núcleo,
retomando conceitos como de introjeção, de Ferenczi, e de
incorporação, de Melanie Klein. Conforme Correa (2000, p.9),
elaboraram conceitos essenciais para a clínica psicanalítica, tais como:
os efeitos dos segredos de família atravessando as gerações; e o luto
impossível de uma pessoa significativa, tornando patológico, a
identificação secreta com um outro (incorporação). A partir de então,
outros autores preocuparam-se em aprofundar o corpo teórico
relacionado à temática dos grupos, considerando a importância de
estudar seus processos e aspectos para a formação subjetiva de um
indivíduo, dentre eles destacam-se, Kaës e Eiguer.
113
Segundo Kaës (1998), o interesse suscitado pela transmissão da
vida psíquica entre gerações, vem há alguns anos, como testemunha da
tentativa de elaborar a crise multidimensional que afeta os fundamentos
e as modalidades da vida psíquica; a crise na inteligibilidade dos
sofrimentos e das organizações patológicas; as crises das formas de
tratamento e consequentemente nas condições de conhecimento da
própria vida psíquica.
Pensamos então na criança que acaba de nascer e que precisa de
um lugar na família, no que se refere a uma posição subjetiva. Este lugar
é pleno de determinações simbólicas, que vem de uma história de várias
gerações, herdando não apenas a carga genética biológica, mas, as
representações deste legado familiar, portanto, o material da vida
psíquica é algo que se torna passível de ser transmitido, sendo que o
surgimento do sujeito psíquico dependerá deste encontro dele com a
estrutura psíquica familiar que transmite o sistema simbólico.
Ainda de acordo com Kaës (1988), se transmite aquilo que não se
contém que não se lembra, que não se retém, seja a falta, a doença, a
vergonha, o recalcamento, os objetos perdidos, e ainda enlutados.
Portanto, não se transmite somente o negativo, transmite também
aquilo que ampara a conservação e a complexidade das formas de vida,
incertezas, identificações, e manutenções dos vínculos intersubjetivos.
Desta forma, na literatura psicanalítica há referência em duas
modalidades de transmissão psíquica: transmissão psíquica
intergeracional e transgeracional. Com esta divisão, torna-se possível
uma melhor compreensão do que é necessário para os vínculos
intersubjetivos e o que vem dificultar a elaboração, tornando-se
patológico para o sujeito.
A transmissão psíquica intergeracional é entendida como um
trabalho de ligações, de transformações, devido os conteúdos serem
possíveis de elaboração, no qual a passagem de uma geração a outra é
acompanhada por uma modificação daquilo que é transmitido, na
tentativa de elaborar o que é passado, de ressignificar de acordo com a
capacidade de cada geração em simbolizar a história de seus
antepassados, está entre as gerações.
Já a transmissão psíquica transgeracional é caracterizada por
transmitir o não dito, o não elaborado. É a transmissão de um material
psíquico que pode não beneficiar a geração seguinte, no entanto, não
114
favorece o surgimento de transformações, sendo considerada a
dimensão negativa/patológica da transmissão pelos psicanalistas. É uma
transmissão pelas gerações, e como mecanismo de defesa usa a negação
das vivências traumáticas, e é por essa via que é explicada a incapacidade
da elaboração. Neste artigo aborda-se sobre a transmissão psíquica
transgeracional, considerando a importância da transmissão do legado
familiar vinculados à estruturação do sujeito.
3 A RELAÇÃO VINCULAR
Em continuidade com o pensamento sobre o enfoque
psicanalítico na transmissão psíquica, Winnicott (2005), coloca em
evidência no corpo teórico psicanalítico, o ambiente externo, a formação
deste, a dinâmica dos grupos, e o conceito de vínculo, complementando
o enfoque da transmissão psíquica no intersubjetivo.
Winnicott (2005), em sua obra Privação e delinquência enfatiza
a importância do lar, da relação da criança com seus cuidadores e
principalmente com a mãe, visto que normalmente é com esta que o
bebê venha a ter um maior contato corporal, trazendo a unidade familiar
como algo para além de uma questão de conforto e conveniência.
Zanetti; Gomes (2009) também discorre sobre a importância do
âmbito familiar na constituição psíquica do sujeito. Bem como, enquanto
este vínculo pode favorecer a absorção dos conteúdos psíquicos
possíveis ou não de serem elaborados, baseando-se nas relações
intersubjetivas e nas formações vinculares. No trecho abaixo, refere-se
à importância da terapia familiar psicanalítica e do papel do analista.
Que função de família é mais rica que aquela de se aproveitar de
uma intimidade na qual cada um reconhecerá que é única e
permitirá que se restaure o amor de si tão frequentemente
115
atropelado pela vida social e profissional? Escutar a dor vale mil
recomendações sobre as condutas a sustentar, o que sem dúvida
privilegia muitas pessoas: porque escutar o outro significa
implicar-se em sua vivência, senti-lo dentro de si (tradução
nossa) (EIGUER, 2006 citado por ZANETTI; GOMES, 2009, p. 97).
116
bem como, a riqueza do aparato teórico psicanalítico, abordando as
possíveis direções e constituições da complexa formação da realidade
psíquica.
Pudemos observar também a imensa importância da família na
constituição do sujeito, na relação mãe-bebê e a construção do seu
mundo interno, assim como, no intersubjetivo a partir da constituição
psíquica dessa mãe, desses pais, dessa família, que vem carregada de
simbolização, de representações que podem ou não serem benéficas
para o sujeito que ingressa naquele legado familiar, comprometendo a
formação deste e consequentemente, os resultados de suas ações
através da maneira que significar sua realidade externa. E
provavelmente de sua geração que estar por vir.
117
discernir a fantasia de fato. Sem um pai e uma mãe que estejam
juntos e assumam juntos a responsabilidade por ela, a criança
não pode encontrar e expressar seu impulso para separá-los,
nem sentir alívio por conseguir fazê-lo. (WINNICOTT, 1947, p. 63-
64).
118
após atravessar digamos uma “fase depressiva” da adolescência, no
entanto, quando não há esta conciliação, o mesmo repete seus erros
durante a vida inteira na busca de seus referenciais, de sua identidade,
ou melhor, na luta por esta identidade.
Na clínica psicanalítica, é papel do analista observar a força
transformadora do vínculo terapêutico, que permite a elaboração desse
“fardo” geracional, promovendo uma reformulação da sua
subjetividade, uma nova interpretação, uma ressignificação ao fato até
então não elaborado. Portanto, a delinquência, a perversão, o luto, a
psicose provém de aspectos constitutivos do intersubjetivo, da
vinculação parental, introjetada para o intrapsíquico na fantasia
construída com suas relações objetais, e tudo isto com a interação ao
seu meio, o qual poderá ou não proporcionar amor aos seus
descendentes.
5 PROCEDIMENTOS METODOLÓGICOS
119
dos fenômenos que não podem ser reduzidos à operacionalização de
variáveis.
É composto por uma pesquisa bibliográfica, que consiste em
uma revisão literária dos principais autores, a fim de elucidar a
problemática em cena e proliferar conhecimentos frente a práxis
psicanalítica. A pesquisa bibliográfica é sempre realizada para
fundamentar teoricamente o objeto de estudo. Segundo Ventura (2013),
a pesquisa bibliográfica apresenta a seguinte definição:
Investiga ideias e conceitos que comparam as posições de
diversos autores em relação a um tema específico,
estabelecendo uma reflexão crítica sobre as ideias e conceitos
escolhidos, e defendendo uma ou várias afirmativas, que
podemos caracterizar como argumentos. (VENTURA, 2013. p. 69)
Foram selecionados autores que abordam o tema escolhido na
problemática, e que em suas obras complementam-se no objeto de
estudo a partir do desdobramento de suas pesquisas. O tema foi
trabalhado de acordo com os autores citados, os quais evidenciam o
legado familiar na construção do intersubjetivo, e as consequências para
o sujeito. “A pesquisa bibliográfica possibilita um amplo alcance de
informações, além de permitir a utilização de dados dispersos em
inúmeras publicações, auxiliando também na construção ou na melhor
definição do quadro conceitual que envolve o objetivo do estudo
proposto” (LIMA; MIOTO, apud. GIL, 2007, p. 40).
120
Quadro 1: Delineamento dos objetivos específicos
Objetivo Específico Objetivo Específico Objetivo Específico
1.0 2.0 3.0
Descrever na Apontar a diferença Comentar segundo D.
perspectiva de Sigmund entre vínculo e relação Winnicott, a
Freud, e autores pós- objetal, conforme importância da
freudianos, dentre estes Winnicott e Renè referência parental e
o mais relevante Renè Käes, sendo estes os da condição destes
Käes, sobre o que é a mais relevantes neste em proporcionar uma
transmissão psíquica, capítulo. A fim de relação vincular não
seus tipos, e ressaltar obter compreensão patológica.
um deste tipo no qual se sobre a importância da
dá patologicamente a relação vincular na
constituição do sujeito. transmissão psíquica e
seus tipos.
Fonte: Objetivos específicos de autoria das pesquisadoras.
121
possibilidade, mas poucos destes foram precisos em delimitar este
conceito. No entanto, quando encontramos os autores referenciais
ressaltados no quadro 1, a interligação dos temas tornou-se possível,
visto que ambos ressaltam a importância do âmbito familiar na
constituição psíquica do sujeito.
6 CONSIDERAÇÕES FINAIS
122
Desta forma imaginamos que, a partir deste artigo sejam
fomentadas novas fontes de pesquisa sobre a transmissão e o legado
familiar, a fim de ampliar as perspectivas deste estudo fundamental para
a compreensão das experiências emocionais, e assim enriquecer a teoria
e prática psicanalítica. A relevância deste tema está na constituição de
um importante potencializador na escuta do paciente, a ampliação da
escuta vem da consciência destes fenômenos da transmissão psíquica.
REFERÊNCIAS
123
SANTOS, Vinicius Oliveira dos; CHAZZI, Mercês Sant’Anna. A
transmissão psíquica geracional. Psicologia: ciência e profissão, 2012,
32 (3), 632-647.
TRACHTENBERG, A. R.C; KOPITTKE, C. C.; PEREIRA, D. Z. T.
Transgeracionalidade: de escravo a herdeiro: um destino entre
gerações. São Paulo: Casa do Psicólogo, 2005.
VENTURA, Magda Maria (Org.) Metodologia Científica. Rio de Janeiro:
Editora Universidade Estácio de Sá, 2013.
WINNICOTT, D. W. Privação e Delinquência; Trad. Álvaro Cabral: ver da
tradução Mõnica Stahel. 4. ed. São Paulo: Martins Fontes 2005.
WINNICOTT, D. W. (1947). Tratamento em regime residencial para
crianças difíceis. In: D.W. Winnicott. Privação e delinquência. (Álvaro
Cabral, trad.). São Paulo: Martins Fontes, 2005, cap. 8.
124
125
126
Renata Kerbauy1
Márcia Barone Bartilotti2
1 INTRODUÇÃO
127
Porém, esta discussão não é recente. Nomeada por Freud,
inicialmente, como herança, contágio, transferência, repetição e
identificação, as observações clínicas sobre a transmissão psíquica estão
presentes em alguns textos, tais como “Totem e Tabu” (1912-1913);
“Sobre o Narcisismo: Uma Introdução” (1914); “Psicologia de Grupo e a
Análise do Ego” (Freud,1921), dentre outros.
É, sobretudo, em “Psicologia de Grupo e a Análise do Ego” (1921),
que Freud aborda a presença da intersubjetividade na constituição
psíquica do indivíduo, ao introduzir suas ideias sobre o modo de
funcionamento mental do indivíduo para além da estrutura psíquica
individual. Nesta obra, ressalta que não é possível pensar o ser humano
fora das relações com outros seres humanos, de modo que a formação
subjetiva do sujeito está sempre articulada com o outro, ou ainda, como
assinala Gomes, I. C.; Fernandes, M.I.A; Levisky, R.B. (2012), “a
construção subjetiva de um indivíduo está invariavelmente envolvida
com algo mais, como um modelo, um objeto, um oponente, um auxiliar”.
Tendo como base essas formulações iniciais de Freud, o conceito
de transmissão psíquica tem sido nas últimas três décadas abordado e
aprofundado por autores mais contemporâneos que se interessam pelo
enfoque intersubjetivo nas relações familiares e de casal. No campo da
psicanálise francesa de casal e família, destacam-se, dentre outras, as
contribuições de Kaës e Eiguer.
Kaës (2001) no livro: ”Transmissão da vida psíquica entre
gerações”, coloca a questão complexa que é a de se pensar uma mente
fruto da intersubjetividade e não em uma mente que tem um fim em si
mesmo, como se pensava nos primórdios da psicanálise. Considerar a
ideia de transmissão da psique é entender que o sujeito é herdeiro de
um passado; seu psiquismo está relacionado com outros que o
procederam. Segundo Kaës (2001), o sujeito inconsciente é o sujeito de
herança, um sujeito do grupo.
O grupo que nos precede, em particular alguns de seus membros
considerados pelo infans como seus representantes, nos
sustenta e nos mantém numa matriz de investimentos e
cuidados, ele predispõe sinais de reconhecimento e de apelo,
designa lugares, apresenta objetos, oferece meios de proteção e
de ataque, traça vias de realização, indica limites, enuncia
interditos. (KAËS, 2001, p.13).
128
Para esse autor, o que está em jogo é a formação do inconsciente
e os efeitos produzidos nas subjetividades, por meio das relações
intersubjetivas, ao longo das gerações.
No âmbito da articulação teórica da transmissão psíquica, Eiguer
(1998) faz alusão à diferença existente entre a herança intergeracional e
a herança transgeracional. Segundo o autor, a herança intergeracional é
aquela constituída de vivências psíquicas elaboradas (fantasias, imagos,
identificações), enquanto a herança transgeracional, seria constituída
por elementos brutos, por exemplo, os lutos não elaborados a partir de
vivências traumáticas.
O interesse pela transmissão psíquica faz-se presente nos estudos
de Benghozi (2000), autor que assinala dois tipos de transmissão: a
transmissão intergeracional, na qual ocorre a elaboração dos conteúdos
transmitidos; e a transmissão transgeracional, na qual não é possível a
metabolização do material transmitido, pois, segundo o autor, se trata
da transmissão do inconfessável.
Esta mesma perspectiva é, ainda, privilegiada por Lemaire (2003),
que, em seu relato, faz referência à transmissão intersubjetiva e à
transmissão transpsíquica. Segundo Lemaire (2003), a transmissão
intersubjetiva é acompanhada, normalmente, por um trabalho de
transformação, para que o afeto, o pensamento e a emoção possam ser
assimilados. Esse tipo de transmissão pressupõe certa diferenciação
entre os sujeitos e o espaço entre eles (no grupo familiar e no casal). Por
outro lado, na transmissão transpsíquica, os limites já não são tão claros;
não há um espaço intermediário. Tal configuração gera a formação de
clivagens e criptas para defender-se do contato com o objeto psíquico
temido e perigoso.
Embora o conceito de transmissão psíquica guarde algumas
diferenças nos relatos dos autores, há elementos que são comuns e
fundamentais. Ressaltamos aqui o pressuposto de que o grupo familiar
se constitui em um espaço privilegiado de transmissão psíquica, ou seja,
de tudo aquilo que diz respeito às vivências psíquicas de gerações
anteriores. Se por um lado, algumas vivências podem ser acolhidas,
transformadas e elaboradas psiquicamente, por outro, as coisas não
procedem da mesma maneira. Ou seja, as vivências psíquicas passam de
uma geração para outra, sem a possibilidade de elaboração.
129
Nestes casos, o que é transmitido são significantes brutos,
desprovidos de representação, manifestados na forma de sintomas
somáticos ou psíquicos, tais como distúrbios psicossomáticos, atuações,
identificações melancólicas, dentre outros sintomas. Sintomas que
sinalizam o aspecto patológico da transmissão, cuja origem está
relacionada com a impossibilidade de simbolização de situações
traumáticas vividas (MANDELBAUN, 2008).
Lutos não elaborados, experiências diversas de violência, de
vergonha, de humilhação, incestos e homicídios, que permanecem na
herança genealógica e psíquica como silêncio ou indizível, são alguns
exemplos de situações comumente encontrados nos trabalhos teóricos
clínicos que salientam a relação entre a problemática da transmissão dos
não ditos, dos tabus reprimidos pela família, e o surgimento de sintomas
(EIGUER, 1998; CORREA, 2001; INGLÊS- MAZZARELLA, 2006).
Acrescentam-se às concepções sobre transmissão psíquica,
outros conceitos fundamentais, tais como, incorporação, cripta,
fantasma, transmissão do negativo, pacto de negativo, compulsão à
repetição, os quais evidenciam o território daquilo que se herda sem
possibilidade de elaboração.
É neste contexto que o conceito de transmissão psíquica torna-se
fundamental no trabalho clínico com famílias, uma vez que a rede
familiar constitui-se como espaço privilegiado dos processos de
transmissão, onde os mecanismos de identificação desempenham
significativo papel (KAËS, 2001).
Associando o conceito de transmissão psíquica à prática clínica,
cabe aqui mencionar que a psicanálise vincular constitui um campo
teórico metodológico relevante no trabalho clínico com famílias, uma
vez que amplia a compreensão do sofrimento ao outorgar um lugar
especial à intersubjetividade e sua articulação com o conceito de vínculo.
O vínculo alude tanto ao que vincula quanto ao grupo (família)
que se configura, ou seja, descreve uma relação de dois sujeitos ou mais
e um laço que os une. Essa construção intersubjetiva dá sentido ao
grupo, criando-se uma realidade psíquica compartilhada.
Ao pensar em vínculo psicanalítico, pensa-se em um conceito que
transcorre na intersubjetividade, onde cada sujeito determina e é
130
determinado, de modo inconsciente, por pertencer ao vínculo
(MAGUILLANSKY, 2011).
131
de acolhimento entre eles. As brigas constantes, a impulsividade e a
agressividade permeavam o comportamento de todos. Relatos
dramáticos e atuações eram sempre presentes nas sessões, muitas
vezes, entremeados com riso e “piadinhas”.
Aos poucos, nas sessões com a mãe e filhas, a história da família
S, foi se apresentando. Entre namoro, noivado e casamento passou
pouquíssimo tempo, de um mês e meio a dois meses. Logo Leda (mãe)
engravidou de Ana Carolina.
Conseguiram conduzir a vida razoavelmente bem por algum
tempo. A avó materna cuidava da neta. Segundo Leda, sua mãe fazia pela
neta tudo que não fez para ela. Em suas falas, foram claras as alusões à
mãe como pouco afetiva, reservada, que cumpria suas obrigações de
mãe, mas com quem nunca teve “maiores intimidades”.
Seis anos depois, Leda engravidou de Tatiana. Aos três anos e
meio, descobriram que Tatiana sofria de diabetes mellitus. A mãe
acredita que a doença eclodiu devido “as coisas que aconteceram”:
mudanças e perda financeira. Nesta época, haviam mudado para o
interior, para a cidade em que moravam os pais e irmãs do marido,
porque ele decidira cumprir uma promessa que fizera ao pai em seu leito
de morte: cuidar das irmãs e da mãe após a morte do pai. Entretanto, a
família dele não os acolheu. Mesmo assim, fixaram residência na cidade,
mas ele não conseguiu trabalho e passaram por inúmeras dificuldades.
Neste período, Leda, que também é diabética, passou a sofrer de
pressão alta, somados ao início de um quadro de depressão.
Celso, em uma das sessões em que esteve presente, relatou que
não se “não se dava nada bem” com os pais, pois desde pequeno
percebia uma grande diferença no tratamento afetivo que os pais
dispensavam a ele e às irmãs, sentindo-se muitas vezes excluído.
Também fez referência à época que seus pais ficaram sabendo que sua
irmã mais velha era homossexual. Contou que a partir deste episódio -
assunto que foi proibido na família - o pai tornou-se mais distante dele e
de todos e sua mãe sofreu muitas queimaduras pelo corpo.
Há cerca de três anos decidiram voltar, graças à oferta de
emprego, numa função administrativa. Os pais dela garantiram a
moradia na mesma casa em que já haviam morado. Mas as dificuldades
financeiras são muitas, o que deixa Leda muito insatisfeita e
descompensada emocionalmente; e Celso de “saco cheio” diante das
132
brigas e conflitos que ocorrem na família e entre mãe e filhas. Quando
acontecem, ele prefere “sair de cena”.
É neste cenário que as filhas se veem às voltas com inúmeras
queixas. Ana Carolina, considera a avó materna a sua verdadeira mãe,
pois, segundo ela, foi a avó quem a criou e quem sempre cuidou dela.
Queixa-se da mãe, dizendo que ela nunca tem paciência; que só briga,
fala aos gritos ou “sai xingando”.
Sente-se “a adulta” que precisa cuidar da mãe, do pai e da irmã.
Diz que para ela, “sobra a responsabilidade de cuidar da casa, da comida,
da irmã... de todos”. Nas sessões, algumas vezes, se mostrou arrogante
em suas colocações, questionando as atitudes dos pais. Noutras,
mostrou-se cordata com eles. É muito impulsiva e, quando irritada, grita,
gesticula e sapateia como criancinha.
As brigas com a irmã mais nova são frequentes. Considera que foi
criada pelos pais com muita rigidez e que ela nada podia fazer fora de
casa. Contudo, para a irmã, tudo é liberado e permitido, pois a irmã “é
doente”. Há muito ciúme e rivalidade entre elas.
Entretanto, Tatiana sempre se queixa que ninguém gosta dela,
que é carente e que a mãe não fica com ela. “Eu só quero um pouco de
atenção da minha mãe” (sic). Tem sempre uma palavra na ponta da
língua, para “alfinetar” a mãe e a irmã.
Tatiana não vê muito sentido na vida. Queixa-se de não ser
considerada e de não ter liberdade para fazer o que as colegas de sua
idade fazem. Os pais não permitem que ela faça nada sem a presença
deles ou da irmã e várias vezes relatou que “só queria ter uma vida
normal...”
133
suas histórias originárias. Foi neste contexto que levantamos a hipótese
que Tatiana, a paciente identificada, ao mesmo tempo em que denuncia
as faltas, aglutina o grupo familiar com sua doença, uma vez que faz com
que todos se ocupem dela. É pela via do adoecimento que Tatiana parece
encontrar um lugar, alguma forma de pertencimento, de cuidado e de
afeto, queixas constantes nos atendimentos.
Essas considerações colocaram em pauta nossas reflexões sobre
a instauração e a organização da conjugalidade de Leda e Celso,
considerando aqui o que cada um viveu com suas figuras parentais em
suas famílias de origem, o legado familiar de cada um; aspectos que
parecem impedir o estabelecimento de uma maneira diferente de se
vincular, seja entre eles, seja com as filhas.
É possível alegar que Leda e Celso vivenciaram uma experiência
de desamparo primitivo em suas respectivas famílias; experiência essa
que não os protegeram diante de situações e estímulos que eles não
eram capazes de assumir por si mesmos. Leda refere-se à mãe como uma
pessoa sempre distante, “sem grandes intimidades” (sic). Celso conta
que nunca teve bom relacionamento com o pai e que havia uma grande
diferença entre o tratamento que os pais dispensavam a ele e às irmãs.
Sentia-se “excluído”, um aspecto que aparece, atualmente, na vida
familiar.
Ao se casarem, a experiência do encontro do desamparo se
repete no casamento de ambos. Cabe lembrar que o casamento de
Celso e Leda foi realizado após dois meses de relacionamento, o que
parece sinalizar a carência de ambos por cuidados e afetos, bem como
uma identificação de um com os sentimentos do outro. Podemos pensar
em uma aliança defensiva perante os sentimentos de desamparo que
ambos sentiam, os quais os direcionaram para a constituição de uma
família, mas não os permitiram fundar uma identidade enquanto casal.
A pouca autoridade da mãe, bem como, a indiferenciação de
papéis entre mãe e filhas, alianças cruzadas, mãe com cada uma das
filhas, filhas com o pai, foram outras questões amplamente observadas,
e que parecem denunciar a falência das funções paterna e materna. Não
existe no imaginário desta família pais e mães.
O que existe, principalmente para Leda e Ana Carolina, são ordens
a cumprir: cuidar da casa, agendar consultas, levar às consultas, fazer
134
compras, transportar as filhas, trabalhar fora, cuidar dos pais, cuidar da
irmã, ser adulta.
Celso, por vez, parece aprisionado na família de origem. Frente
aos conflitos, “desaparece”. A morte do pai é outro ponto no percurso
de Celso que traz uma inquietação sobre a dimensão melancólica de um
luto mal elaborado.
É neste contexto que nos deparamos com a falta de esperança
generalizada na família para os problemas financeiros que estavam
atravessando, para as exigências e descontrole emocional da mãe, para
o comportamento “inadequado” do pai; também revelada, nos quadros
de depressão, tentativa de suicídio, uso de álcool e eclosão de doenças
no grupo familiar.
Considerando que o adoecimento somático implica numa
impossibilidade de representação psíquica, podemos pensar na
concepção de que a carência de recursos psíquicos para a elaboração do
sofrimento foi influenciada pelas heranças entre as gerações,
organizadas na base de uma transmissão psíquica transgeracional, sobre
a qual foi estruturada a vida psíquica de cada um.
4 CONSIDERAÇÕES FINAIS
135
O adoecimento na família pode representar a condensação de um
legado transmitido ao longo das gerações, mantendo a condição
estruturante das relações entre os membros.
Durante o processo terapêutico, também foram abordadas
questões referentes ao descontrole da mãe, ao medo da morte, as
dificuldades financeiras, a falta de esperança na melhora das condições
de vida (emocionais e materiais), a falta de empatia e afeto na família.
Consideramos importante que a psicoterapia familiar, a partir da
chance da narrativa do sofrimento que permeia o grupo familiar,
pudesse ser um espaço de reflexão e elaboração sobre essas questões,
proporcionando, assim, novas formas de se vincular nessa família.
Neste processo, pudemos observar a importância do vínculo
terapêutico, que, ao acenar para a família a possibilidade de “outro jeito
de vida”, favoreceu o início da construção de um novo vínculo entre eles.
Leda passou a compreender as necessidades das filhas e a
respeitá-las mais. Pode perceber que, muitas vezes, repetia com as
filhas, a relação que teve com sua mãe.
O mesmo foi observado em relação às filhas, que passaram a
colaborar mais com a mãe.
Quanto ao pai, apesar de não participar do processo terapêutico,
se tornou mais presente na vida familiar.
A partir do conjunto dessas considerações, concluímos como
aspecto relevante no trabalho clínico voltado à família, a inclusão do
olhar do analista para a leitura da transmissão psíquica transgeracional
e sua influência nos conflitos e sintomas familiares.
REFERÊNCIAS
136
EIGUER,A., CAREL, A., KAES,R. A transmissão do psiquismo entre
gerações: enfoque em terapia familiar psicanalítica. São Paulo:
Unimarco Editora, 1998.
FREUD, S. Sobre a Introdução do Conceito Narcisismo. (Edições
estandarte Brasileira das Obras psicológicas completas de Freud, Vol. ).
Rio de Janeiro: Imago, [1914] 1969.
___________ . Totem e Tabu. (Edições estandarte Brasileira das Obras
psicológicas completas de Freud, Vol. XIII) Rio de Janeiro: Imago, [1912-
13] 1969.
____________(1969).Psicologia das massas e análise do eu. (Edições
estandarte Brasileira das Obras completas de Freud, Vol. XIII). Rio de
Janeiro: Imago, [1921] 1969.
GOMES, I. C.; FERNANDES, M.I.A; LEVISKY, R. B. (Orgs.) Diálogos
psicanalíticos sobre família e casal. São Paulo: Zagodoni, 2012.
INGLÊS- MAZZARELLA, T. Fazer-se herdeiro: a transmissão psíquica
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KAËS, R. Transmissão da vida psíquica entre Gerações. São Paulo: Casa
do Psicólogo, 2001.
KAËS, R. Os espaços psíquicos comuns e partilhados: transmissão e
negativo. São Paulo: Casa do Psicólogo, 2005.
LEMAIRE (2003). Famille, amour, folie: Lecture et
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MAGUILLANSKY, R.; NUSSBAUM, S. Psicanálise Vincular: teoria e
clínica. São Paulo: Zagadoni Editora, 2011.
MANDELBAUM, B. Psicanálise da Família: clínica psicanalítica. São
Paulo: Casa do Psicólogo, 2008.
137
138
139
140
Arlete Salante1
1. INTRODUÇÃO
141
A psicologia feminina, por ordem da natureza faz uma
constituição diversa, com força peculiar e graça. São muitas as facetas
que compõe cada mulher, além das exigências do meio externo, que
potencializam a ambiguidade tornando-as um tema controverso, um
mistério para os homens e para as próprias mulheres.
Mas qual a visão da mulher hoje? Se ainda há tantos resquícios
de comportamentos medievais que promovem uma dissociação da
mulher no âmbito social, faz-se necessário compreender melhor o papel
de cada parte deste contexto amplo e desafiador.
142
até a incorporação de certos padrões mentais e sociais para feminilidade
e masculinidade. Essas diferenças envolvem desigualdades e hierarquias
entre os gêneros. No artigo Feminilidade (1932), Freud já alertava que é
um equívoco correlacionar feminino com passivo e masculino como
agressivo, uma vez que, as regras sociais forçam as mulheres a reprimir
seus instintos agressivos.
Para Pierre Bourdieu (1999), os esquemas de pensamento que
contemplam a divisão das coisas e atividades é conforme a oposição
entre masculino e feminino, e tem aplicação universal. Este sistema de
diferenças sexuais permeia todo o mundo social e simbólico, tornando
‘naturalizada’ a dominação masculina.
Sobre gênero, Judith Butler (2005) parte da premissa que sexo é
natural e gênero se constrói culturalmente. Aspecto comprovado pela
Psicanálise, uma vez que o caráter repressor dos instintos e os destinos
pulsionais não são iguais para homens e mulheres. Assim, feminino e
masculino são construções legitimadas subjetivamente e socialmente.
Porém, as diferenças entre os gêneros e a divisão social do trabalho
tiveram sua origem na diferença entre os sexos, entre a anatomia dos
órgãos sexuais. É a partir dos aspectos biológicos que se formou a
construção simbólica (BOURDIEU, 1999), que constitui a subjetividade
feminina e masculina, definidora do modelo que as mulheres são
inferiores e precisam se subordinar aos homens. A atribuição de
fragilidade corporal é diretamente associada à inferioridade entre
mulheres e homens. Visão que favorece a cultura do patriarcado. O
patriarcado organiza a sociedade através dos homens no exercício da
autoridade, como se a natureza sexual lhes delegasse o poder. Porém,
“o patriarcado como modo de vida não é uma característica do ser do
homem. É uma cultura, portando um modo de viver por ambos os sexos.
Homens e mulheres podem ser patriarcais” (MATURAMA, 2004, p.58).
A psicanalista argentina, Mariam Alizade (2008), aponta que a
ideia de feminilidade, na sociedade e nas mulheres, está associada às
circunstâncias de vulnerabilidade como: corpo com menos força
muscular do que os homens; corpo aberto, mais facilmente penetrável;
corpo duplo na gravidez que remete ao idílico2, mas também ao risco
2Idílico:
palavra controversa, uma vez que remete ao suave, terno e maravilhoso, traz o
utópico e o fantasioso (www.dicio.com.br), ou ainda pastoril
(www.dicionariodoaurelio.com)
143
físico; a fragilidade psíquica como resultado da educação feminilizante
patogênica, ao predomínio da educação para a passividade e a exaltação
à dependência, além da idealização, da inveja e da culpa. A autora
considera a “violência cultural devida a uma falsa leitura da diferença
sexual que fixa papéis subordinados e de exclusão. A violência cultural
exercida sobre as mulheres implica o exercício da violência de
autoridade e violência de lei” (ALIZADE, 2008, p. 156).
A constituição da subjetividade feminina também é resultante da
citada violência cultural que fixa papéis e faz a exclusão do exercício da
autoridade e do poder das mulheres no meio externo. Para isso, faz-se
necessário compreender a educação feminilizante que Alizade traz como
causa da fragilidade psíquica nas mulheres, uma vez que as coloca em
posição de passividade e dependência, ambas causadoras da frustração
social. Os estereótipos dos papéis sexuais permanecem no reforço da
dependência e da passividade. Conforme Lerner (1990), as meninas e
mulheres são encorajadas a serem dependentes, uma vez que a
afirmação da independência é considerada fator de perda de
feminilidade. Esta educação feminilizante ocorre no meio familiar de
valores tradicionais, que segue a ordem cultural do patriarcado, e
também é explícita na educação escolar, conforme estudo de Quaresma
da Silva (2012)3 .
144
Estes documentos situam a necessidade da atuação de
Instituições como ONU – Organização das Nações Unidas e OIT-
Organização Internacional do Trabalho, para a consolidação dos direitos
das mulheres em âmbito social, civil e profissional.
Na perspectiva de Paulo Freire, empoderar-se refere-se à pessoa
ou instituição que por si mesma realiza mudanças e ações que a levam a
fortalecer-se: “empoderamento implica conquista, avanço e superação
por parte daquele que se empodera (sujeito ativo do processo)”
(SCHIAVO e MOREIRA, 2005, p.60).
Considera-se que a autonomia e o empoderamento podem ser
construídas por duas vias: de dentro para fora, mas também de fora para
dentro. Faz-se necessário o processo de empoderamento a partir da
subjetividade das mulheres, mas é de igual importância o apoio dirigido
às mulheres e o comprometimento institucional com a dignidade da
pessoa humana e a sustentabilidade do planeta através do
empoderamento de fora para dentro, ou seja, as instituições
promovendo os direitos das mulheres e a igualdade de gênero.
Segue, conforme a cronologia, uma série dos “Principais
Documentos Internacionais para a Promoção dos Direitos das Mulheres
e da Igualdade de Gênero” citada pela Rede Mulher de Educação e do
Observatório de Gênero:
▪ 1945: Na I Assembleia Geral da ONU, realizada em São Francisco
(EUA), o Conselho Econômico e Social estabelece uma subcomissão
para tratar da Condição da Mulher que em 1946 vota a criação de
uma Comissão Exclusiva sobre a Condição da Mulher.
▪ 1948: O artigo 2º da Declaração Universal dos Direitos Humanos
proclama que "todos os seres humanos têm direitos e liberdades
iguais perante a lei, sem distinção de nenhum tipo, seja raça, cor,
sexo...". São direitos universais, indivisíveis e inalienáveis.
▪ 1951: Convenção da OIT -dispõe sobre igualdade de remuneração
entre homens e mulheres. Considerada uma convenção fundamental
pela OIT, deve ser ratificada e aplicada por todos os Estados
Membros da Organização.
▪ 1953: A Convenção sobre os Direitos Políticos da Mulher determina
o direito ao voto em igualdade de condições para mulheres e
homens, bem como a elegibilidade das mulheres para todos os
145
organismos públicos em eleição e a possibilidade, para as mulheres,
de ocupar todos os postos públicos e de exercer todas as funções
públicas estabelecidas pela legislação nacional. A convenção foi
aprovada pelo Brasil em 20 de novembro de 1955.
▪ 1954: A Assembleia Geral da ONU reconhece que as mulheres são
"sujeitos de antigas leis, costumes e práticas" que estão em
contradição com a Declaração.
▪ 1963: A Assembleia Geral assinala a contínua discriminação contra a
mulher e convoca os países-membros a elaborar um documento
inicial para uma Declaração sobre a Eliminação de Todas as Formas
de Discriminação contra a Mulher.
▪ 1967/73: Inicia-se um processo de organização e preparação para a
realização da Conferência Mundial do Ano Internacional da Mulher.
▪ 1973: Realiza-se em Roma a Conferência das Nações Unidas sobre a
Alimentação, onde se reconhece a necessidade de maior
participação da mulher no processo de tomada de decisões sobre
alimentação e nutrição.
▪ 1974: Em Bucareste, a Conferência das Nações Unidas sobre a
População Mundial destaca a importância da mulher para
determinar as tendências demográficas.
▪ 1975: Reúne-se na Cidade do México a Conferência Mundial do Ano
Internacional da Mulher, patrocinada pela ONU. Assistida por 8 mil
mulheres representantes de 113 países e de organizações não-
governamentais, a conferência debate três temas centrais: igualdade
entre os sexos, integração da mulher no desenvolvimento e
promoção da paz. Foi um acontecimento inédito na luta pelos
direitos da mulher. Consolidou novas organizações como o Centro da
Tribuna Internacional da Mulher, o Instituto Internacional de Fundo
Voluntário para a Mulher das Nações Unidas. A ONU declara os anos
de 1976 a 1985 como a Década da Mulher.
▪ 1977: Elaboração do Plano de Ação Regional (PAR) sobre a integração
da Mulher no Desenvolvimento Econômico e Social da América
Latina e Caribe.
▪ 1980: Conferência da Metade da Década da Mulher e fórum das
organizações não-governamentais em Copenhague, Dinamarca. O
objetivo traçado para essa década era obter plena participação das
146
mulheres na vida social, econômica e política. Os governos são
convocados para promover a igualdade de homens e mulheres
perante a lei, igualdade de acesso à educação, à formação
profissional e ao emprego, além de igualdade de condições no
emprego, inclusive salário e assistência social.
▪ 1981: A Convenção sobre a Eliminação de todas as Formas de
Discriminação contra a Mulher entra em vigor.
▪ 1984: O estudo mundial da ONU sobre o papel da mulher no
desenvolvimento marca o primeiro reconhecimento oficial da
importância da mulher em todas as temáticas do desenvolvimento.
▪ 1985: Conferência Mundial do Final da Década da Mulher, em
Nairobi, Quênia. Adota-se com unanimidade o documento
‘Estratégias Encaminhadas para o Futuro do Avanço da Mulher’.
▪ 1990-1995: O Plano para a Mulher e Desenvolvimento é colocado em
execução. Foi a primeira vez que as agências e organizações da ONU
receberam tarefas para implementar um objetivo comum.
▪ 1992: II CNUMAD - Agenda XXI de Ação das Mulheres - Planeta Fêmea
(Rio de Janeiro)
▪ 1993: Os Direitos da Mulher são Direitos Humanos (Viena).
▪ 1995: IV Conferência Mundial sobre a Mulher em Beijing (China), com
o subtítulo “Igualdade, Desenvolvimento e Paz” e o fórum das
organizações não-governamentais onde discute-se o
desenvolvimento de uma economia alternativa à de mercado, que
seja igualitária para homens e mulheres. Decide-se atenção para a
crescente pobreza entre as mulheres, buscando a redistribuição de
custos e rendimentos de forma igualitária, bem como o acesso igual
à tomada de decisões. A conferência instaura uma nova agenda de
reivindicações: além dos direitos, as mulheres reclamam a efetivação
dos compromissos políticos assumidos pelos governos em
conferências internacionais através do estabelecimento de políticas
públicas. Foi assinada por 184 países a Plataforma de Ação Mundial
da Conferência, propondo objetivos estratégicos e medidas para a
superação da situação de descriminalização, marginalização e
opressão vivenciadas pelas mulheres.
▪ 1996: Reunião Internacional de Cúpula, Hábitat II, em Istambul,
Turquia. Debate sobre o direito à moradia e a relação entre prover a
147
moradia e renegociar a dívida externa dos países do Hemisfério Sul.
Discute-se também a urgente necessidade de reconhecer
juridicamente os direitos da mulher, pois apesar de ser crescente o
número de mulheres responsáveis pelo alimento da família, elas têm
dificuldade de acesso aos mecanismos de crédito e à propriedade,
tanto na América Latina, como na África e Ásia (O Olhar das Mulheres
sobre a Cidade).
▪ 2000: Declaração do Milênio - Assinada no ano anterior à virada do
milênio, tem como objetivo promover o desenvolvimento global com
base nas políticas de valores defendidos pela Declaração dos Direitos
Humanos. Suas expectativas almejam paz, segurança,
desarmamento, erradicação da pobreza, proteção dos vulneráveis e
reforço das Nações Unidas. Com a assinatura do Documento, foram
estabelecidas as Oito Metas do Milênio que orientam ações para
resolver problemas mundiais. Entre elas o 3º Objetivo de
Desenvolvimento do Milênio (ODM) refere-se a promover a
igualdade entre os sexos e a autonomia das mulheres.
▪ 2015: Agenda 2030 institui os novos Objetivos de Desenvolvimento
Sustentável (ODS)globais. O 5º Objetivo visa: Alcançar a igualdade de
gênero e empoderar todas as mulheres e meninas. A visão é “Um
mundo em que cada mulher e menina desfruta da plena igualdade
de gênero e no qual todos os entraves jurídicos, sociais e econômicos
para seu empoderamento foram removidos. Um mundo justo,
equitativo, tolerante, aberto e socialmente inclusivo em que sejam
atendidas as necessidades das pessoas mais vulneráveis”.
▪ A Agenda 2030 é um olhar para o futuro. Ela existe por reconhecer,
que no presente, não existem igualdade de direitos civis, sociais e
econômicos. As dificuldades das mulheres à cerca do
reconhecimento e da ascensão em hierarquias profissionais, políticas
e sociais são compreendidas no conceito de “teto de vidro”:
▪ “enquanto o poder feminino olha tranquilo o horizonte humano
infinito baseado na sua autoridade ordenadora, o teto de vidro se
contrai em batalhas de poder, se fixa, explode em fragmentos
múltiplos para permitir a ascensão das mulheres na escada que
conduz alturas influentes. O poder feminino conflui com a filosofia
na sua vertente humanista, e indica que existem muitos e diferentes
caminhos – tanto para os homens como para as mulheres – por onde
transita a vida em plenitude” (ALIZADE,2007, p.48).
148
O histórico mostra o pouco tempo dos documentos
internacionais que buscam garantir os direitos humanos às mulheres:
menos de um século. Esse pouco tempo em que as mulheres têm direitos
civis garantidos possibilita a reflexão a respeito da dicotomia entre os
direitos das mulheres em âmbito social, civil e profissional (qualificado,
porque o trabalho feminino sempre existiu de modo invisível). Porém,
também se faz necessário questionar os modos da subjetividade
feminina: como as mulheres se fixam nos seus “scripts”? Como as
mulheres contribuem para a manutenção de modelos patriarcais? Que
estereótipos? Que referências de feminino aprisionam as mulheres?
Quais os diferentes caminhos a serem tomados pelas mulheres?
149
mulheres no exercício do poder; 4) a percepção de inseguranças que as
mulheres têm de si mesmas, pela falta de modelos femininos para
identificarem-se; 5) o princípio de realização – organizações
tradicionalmente masculinas avaliam o desempenho de forma velada; 6)
os ideais sociais e familiares que convalidados, fazem a inscrição de uma
realidade cultural opressiva e uma realidade psíquica paralisante.
A autora trata as imposições culturais que estão presentes na
construção subjetiva de homens e mulheres, definindo desde a forma de
pensar, sentir e se comportar de modo diferenciado em cada sexo. A
autora também aborda os processos psíquicos da subjetividade
vulnerável das mulheres frente ao trabalho, ao debruçar-se sobre o
conceito de “teto de vidro”, apontando as diversas facetas deste
conceito, que estão presentes na construção subjetiva feminina,
permeada de imposição cultural: “O ‘teto de vidro’ caracteriza-se por
uma superfície superior invisível na carreira profissional das mulheres,
difícil de ultrapassar.” (BURIN, 2007, p. 104). A autora observa que o
‘teto de vidro’, tem sua origem no início da infância, adquire maior
relevância na puberdade, mas manifesta seus efeitos quando as
mulheres atingem a média idade.
Simone de Beauvoir na obra O Segundo Sexo (1980),
compreendeu a mulher e sua herança histórico-cultural com
profundidade existencial, percebendo o drama na sua totalidade,
mostrando que as aspirações femininas ambíguas, contraditórias,
confinadas na imanência, convivem num estado de guerra interior que
as oprime. Ela nos diz que a educação feminina barra os caminhos para
ganhar a vida por si:
A mulher não se define nem por seus hormônios nem por
misteriosos instintos e sim pela maneira por que reassume,
através de consciências estranhas, o seu corpo e sua relação com
o mundo; o abismo que separa a adolescente do adolescente foi
cavado de maneira concertada desde os primeiros anos da
infância (BEAUVOIR, 1980, p.494).
Assim, pautando-se em perspectivas de autores que transcendem
o plano da sexualidade, busca-se transcender os limites da interioridade
aprisionada ao contrastá-la na existência.
150
5 CONSIDERAÇÕES FINAIS
A sociedade e a cultura atravessam o sujeito, desta forma, é
fundamental que sejam coerentes com o potencial humano em
mulheres e homens. Parafraseando Alizade, existem muitos e diferentes
caminhos para colocar a vida em plenitude. Assim, os apoios
institucionais e governamentais são imprescindíveis, eles acolhem as
demandas de dignidade e respeito às mulheres como seres humanos de
direitos civis e sociais. Porém, sabe-se que as leis por si só, não alteram
a cultura, não removem do inconsciente os limites internos instalados na
educação redutora da capacidade das mulheres. Há uma cultura milenar
de submissão e inferiorização que ainda precisa ser superada a partir de
cada mulher, uma vez que o legado de uma rede discursiva sobre o
feminino é transmitido por hábitos, costumes e, principalmente pela
educação familiar.
Na busca de compreender a subjetividade feminina, encontram-
se os processos psíquicos vulneráveis, a ambivalência que gera auto
sabotagem inconsciente, reforçando posições de invisibilidade
profissional e a restrição (interna e externa) no acesso ao poder fora do
reinado familiar, espaço de comando por excelência de muitas mulheres.
Embora o processo de construção da sociedade se vincula com a
construção da subjetividade de mulheres e homens, considera-se a
importância de perder de vista a responsabilidade de cada mulher em
compreender-se para transcender modelos sociais recebidos ou
impostos e, mandatos de gênero que limitam sua performance na vida.
Conclui-se sinalizando a ambivalência feminina e a dicotomia
social em relação as mulheres diante das desigualdades externas
impostas, os anos de forte dominação masculina que impediram as
mulheres no acesso a posições de poder, compreende-se que o
imaginário de muitas mulheres se apoia e reproduz a cultura do
patriarcado, promotora de dicotomia entre mulheres e homens. Sem a
pretensão de esgotar a elaboração do tema proposto fica a reflexão de
Clarice Lispector.
...o mundo de fora também tem o seu dentro, daí a pergunta, daí os equívocos.
O mundo de fora também é íntimo.
Quem o trata com cerimônia e não o mistura a si mesmo, não o vive, e é quem
realmente o considera estranho e de fora.
A palavra dicotomia é uma das mais secas do dicionário.
151
REFERÊNCIAS
152
REDE MULHER DE EDUCAÇÃO E DO OBSERVATÓRIO DE GÊNERO.
Principais Documentos Internacionais para a Promoção dos Direitos
das Mulheres e da Igualdade de Gênero. Disponível em:
http://www.observatoriodegenero.gov.br/eixo/internacional/documen
tos-internacional, 2016.
QUARESMA DA SILVA, D. La producción de lo normal y lo anormal: um
estúdio sobre creencias de género y sexualidade entre docentes de
escuelasmunicipales de Novo Hamburgo/Brasil. Subjetividad Y
procesos cognitivos: Revista Científica de UCES, Vol. XVI–Nº 2, p. 70.91.
Argentina: UCES, 2012.
SCHIAVO, M. MOREIRA, E. Glossário Social. Comunicarte: Rio de
janeiro, 2005.
153
154
155
156
Andréa Maria de Senna Marques1
1 INTRODUÇÃO
1
Doutoranda em Psicologia pela Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales - UCES,
Argentina, Buenos Aires. Mestre em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR,
Graduada em Psicologia pela Universidade de Fortaleza - UNIFOR. Psicanalista pela Escola
Paulista de Psicanálise (EPP). Docente do Centro Universitário Estácio do Ceará. Supervisora
Clínica do Serviço de Psicologia Aplicada do Centro Universitário Estácio do Ceará.
Coordenadora do Laboratório de Pesquisas Psicanalíticas (LAPP) do Centro Universitário
Estácio do Ceará. Email: andreasenna2@gmail.com
157
contratransferência como uma importante ferramenta clínica pelo
analista. Destaca-se nessa perspectiva os trabalhos de Paula Heimann e
Heinrich Racker. E quanto a concepção da melancolia, a narrativa centra-
se na perspectiva de Sigmund Freud.
Assim, ao longo do artigo, procura-se refletir sobre as
implicações da contratransferência no setting psicanalítico na relação
com o paciente que manifesta depressão e quadro psicopatológico de
melancolia, para que consiga manejar a contratransferência e não
abdicar de ocupar o lugar de analista.
E nas considerações finais, concebe-se que o processo analítico
deve permitir ao paciente com depressão e melancolia um ambiente
placentário, cavernoso, sem muitas exigências de mudança no seu
discurso lírico, para que ele não se sinta ameaçado, e também, para que
o analista possa ampliar a sua condição de atuação frente a sua
contratransferência. E ressalta-se que, a partir do sentimento de vazio,
da morte estando vivo, de uma plena abstinência de encantamento com
a vida, característico da melancolia, a contratransferência pareceu
dificultar ao analista um manejo pela via de seus sentimentos. Entende-
se que, a contratransferência possível de ser identificada pelo analista
no enquadre clínico se constitui como uma ferramenta importante para
os métodos de pesquisa no âmbito do manejo clínico na vertente
psicanalítica.
158
Laplanche e Pontalis, (1998), a contratransferência consistiria,
portanto, no “conjunto de reações inconscientes do psicanalista em
correlação a seu paciente, e mais singularmente, a transferência deste”.
Freud não aprofundou o conceito de contratransferência por
considerar a contratransferência como um obstáculo para o tratamento
analítico, que surge como uma reação do analista com as emoções do
paciente.
Na perspectiva clássica da contratransferência proposta por
Freud o psicanalista precisaria tratar a contratransferência na sua
análise. Não concebia que a contratransferência podia ser utilizada para
interpretar o paciente. A considerava nociva por ser uma reação
inconsciente do analista frente a transferência do paciente. A proposta
Freudiana residia no fato de que o analista devia buscar ter maior
domínio do seu mundo emocional, ao invés de usá-lo. Freud se
preocupava com o envolvimento equivocado do analista com o paciente.
Freud mostra sua preocupação de que o analista, no processo regressivo da
análise, se perca em seus próprios "pontos cegos" (1912, p.115), de modo que
atuem na relação presente com o paciente seus próprios impulsos infantis
amorosos ou agressivos, respondendo contratransferencialmente à demanda de
amor do analisando [...] (ZASLAVSKY, SANTOS, 2006 p.19).
Freud, desde o início, demonstrava a relevância da
contratransferência, nos dizia:
O psicanalista deve retroceder o seu inconsciente como um
aparelho receptador para o inconsciente portador do seu
analisando, de forma que o inconsciente do mesmo possa, a
partir dos provindos do inconsciente que se compartilham
restaurar o inconsciente do cliente (FREUD,1969, vol. 12, p. 149-
59).
159
2.1 A ampliação do conceito de contratransferência: as
contribuições de Paula Heimann e Heinrich Racker
160
entanto, pode ser considerado o autor mais original quanto aos estudos
da contratransferência. Ele compreende que a contratransferência
acontece a partir de conteúdo do paciente, mas o analista pode
identificar-se com aspectos internos do paciente, de forma patológica,
desenvolvendo uma neurose de contratransferência, sendo a
contratransferência proveniente de um conteúdo do analista.
(ZASLAVSKY, SANTOS, 2006).
A partir da visão de Racker, a contratransferência é
compreendida de forma mais ampla. Enfatiza, de modo diferente de
Heimann, que se o analista for tocado emocionalmente pelo paciente,
por suas questões internas, ele pode atuar de forma patológica. Dessa
forma, compreende-se que para Racker a contratransferência podia
partir do vínculo estabelecido com o paciente, sendo uma importante
ferramenta clínica, e a partir das afeições contratransferênciais, o
analista utiliza a si mesmo como ferramenta para compreender a re-
alidade psíquica do cliente, de modo a não contribuir com o vínculo
terapêutico. É necessário diferenciar essas duas formas de
contratransferência no setting analítico.
161
3 O LUTO, A MELANCOLIA E AS SUAS VICISSITUDES
Toda vez que vir moscas ou insetos numa natureza morta, uma
pétala murcha, um ponto preto na maçã [...] Ele está te dizendo
que as coisas vivas não duram, tudo é temporário. A morte na
vida. É por isso que se diz natureza morta. Talvez você não
perceba de imediato, com toda a beleza e exuberância, a
manchinha de podridão. Mas se olhar melhor, ali está.
Donna Tartt
162
A relação entre luto, a melancolia e as suas vicissitudes, nos
remete a um convite ao contato com a realidade mais profunda de um
sujeito e de nós mesmos. Nos faz pensar em formas de viver a
experiência do desamparo frente a um objeto perdido. E por que não
dizer da nossa característica e devoção para amar?
O indivíduo em luto sofre por procurar restabelecer o objeto
perdido, devido ao mundo tornar-se pobre, sem maiores atrativos,
insípido. Peres (2003), nos fala que, " O luto é decorrente de uma perda
real, morte ou abandono de uma pessoa querida, ou uma abstração que
ocupe esse lugar.
É importante olhar o luto como uma condição necessária para o
sujeito avançar no seu desenvolvimento, é também reconhecer que em
muitas situações vai sentir a presença da pulsão de morte, da estagnação
a nos mantermos parados, localizados na condição do desamparo.
E de modo bem particular, a melancolia prescreve ao indivíduo a
ausência de culpa pela perda do objeto amado. O melancólico passa a se
identificar com o objeto perdido, o que leva o empobrecimento do ego
e a diminuição da sua capacidade de reação frente a sua ausência do
sentimento de culpa. E de modo paradoxal, instala-se as auto-
recriminações. Surge o ímpeto de atribuir uma qualidade negativa as
suas experiências, proveniente de um julgamento muito severo. Sua
autocensura pode ser compreendida como uma acusação dirigida ao
objeto perdido, fica em um estado de "ensimesmamento", numa
condição psíquica de um profundo apaziguamento com as suas perdas,
e por outro lado a perda de um objeto lhe proporciona sentimentos
destrutivos em relação a si próprio. No que se refere a melancolia:
[...] um desânimo profundamente penoso, a cessação de
interesse pelo mundo externo, a perda da capacidade de amar, a
inibição de toda e qualquer atividade, e uma diminuição dos
sentimentos de auto estima a ponto de encontrar expressão em
auto recriminação e auto envelhecimento, culminando numa
expectativa delirante de punição. [...] A perturbação da
autoestima está ausente no luto; afora isso, porém, as
características são as mesmas. (FREUD, 1917 [1915], p.250).
163
ego promove um desinvestimento do objeto, ou seja, o ego vai tirando
a energia da representação do objeto. Na melancolia o Ego se identifica
com o objeto perdido. Então, torna-se igual. E no processo de
desinvestimento (esquecimento), o próprio Ego vai desinvestindo.
Ressalte-se que, no luto o que é desinvestido é só o objeto perdido.
Enquanto que, na melancolia, como o Ego se torna igual ao objeto
perdido, no mecanismo de identificação, o próprio Ego é desinvestido.
164
não ser possível reparar internamente o que se perdeu para sempre, mas
no luto cria-se a esperança que há uma solução para tal perda.
O quadro que se apresenta a um analista ao longo do tratamento
de um melancólico foi claramente traduzido por Moreira (2002):
Diante de um melancólico que demanda uma escuta para seu
sofrimento, há uma espécie de urgência que invade o analista, e
uma hesitação, uma vaga expectativa do pior, uma espera que
parece necessária, diante daquilo que se apresenta como algo
inominável pairando. A transferência, na clínica psicanalítica de
um melancólico, é uma hesitação diante da urgência, como
quando se está diante de um abismo perigoso à frente e a
sensação física é dada pela lei da gravidade mesma: um empuxo
para baixo criando imediatamente a hesitação diante do perigo
e a urgência de proteção. Estar com um melancólico é, assim,
hesitação e urgência. Algo ali se precipita no vazio e a parceria
entre paciente e analista, quando se faz, fica premida pela busca
de salvação, que é preciso reconhecer. (p.82).
O analista frente a um paciente melancólico deve criar condição
para que se instale a transferência, se reedite experiências, para buscar
invocar, mobilizar o mundo interno do paciente. O registro da fantasia
organiza-se por meio da linguagem corporal, ou seja, por existir uma
comunicação via identificação projetiva que é corpórea, que não é pela
fala. A identificação projetiva é a base da comunicação do analista. O que
ele sente pelo paciente melancólico é o caminho que ele deve seguir. É
um imperativo colocar o paciente melancólico em contato direto com
uma fantasia que está em ação em um determinado instante, no entanto
paradoxalmente, deve reinar um momento de contemplação frente a
uma experiência emocional que é trágica, inominável. A escuta analítica
deve preservar no sentting frente ao paciente melancólico a presença da
hesitação e a urgência de proteção a um discurso que denuncia sem
parcimônia o seu sofrimento.
165
3 MATERIAL CLÍNICO
166
Quadro 1. Transcrição da primeira sessão psicanalítica.
P- Eu tenho muita dor de cabeça. Sabe, eu tenho pena da minha
neurologista. Ela não acerta os remédios, mas não é culpa dela.
A- Me parece que você diz isso pra mim. Para que não me sinta
culpado por não entender você ou por não poder acertar.
P- Eu não sei o que eu faço. Eu queria poder ajudar mais as pessoas
que precisam de mim.
A- Me parece que você sente que é uma pessoa muito difícil. Sinto
que você diz que eu preciso de ajuda para te compreender, mas que
nisso você não consegue me ajudar. (Paciente fica olhando pra mim
com o sorriso discreto).
P- Eu não sei.
A- Sabe, parece que você quer me dizer que está com pena de mim,
talvez você sinta que eu não posso te ajudar, por mais que eu dê
meu máximo, assim como sua neurologista.
P- Não! Eu não tenho esse sentimento por você.
P- Hoje tá muito difícil.
A- Percebo isso.
P- Fica em silêncio.
A- Você parece muito incomodada, o seu silêncio e o seu tom de
voz é como se quisesse dizer que nada do que digo se refere a você.
P- Não é você, mas quando você faz pergunta fica mais fácil para
me organizar.
167
P- Eu tenho 13 irmãos. Sou a mais nova de 14. Meu pai era muito
estúpido e se tornou alcoólatra quando eu nasci.
Ele teve por duas vezes tuberculose e eu cuidei dele. Eu cuidei da
minha vida sozinha. Ninguém tem obrigação de pensar nos outros.
Meus irmãos nem sabiam, mas eu trabalhava em casa de família e
me sustentava.
P- Prometo que da próxima vez será melhor.
A- Você está me prometendo?
P – A paciente com tom de voz de apreensiva, vigilante disse não,
eu prometo pra mim.
168
pesquisa a ser desenvolvida. Nessa primeira etapa, constituem formas
de visualização das dimensões teóricas. A partir de então, busca-se
organizar o referencial teórico com o objetivo do diálogo e das falas dos
entrevistados.
O processo de construção de categorias está ligado aos objetivos
da investigação que, por sua vez, deve orientar os repertórios possíveis
a serem apresentados. A leitura deve apresentar linhas verticais com
repertórios e linhas horizontais para a compreensão da dialogia.
A análise do discurso da linguagem por meio do estudo das frases,
numa abordagem comparativa, tomou como investigação as falas do
paciente e analista, por meio de supervisão clínica com um concludente
do curso de Psicologia. As informações obtidas na supervisão foram
importantes para obter inferências da linguagem paraverbal do paciente
e analista.
A proposta de análise do discurso consistiu em estabelecer um
nexo entre desejos e defesas, para compreender que a vida psíquica se
caracteriza por um dinamismo, por pulsões que se interagem, que
permite a relação de um conjunto de erotismos e defesas psíquicas que
em suas dinâmicas possibilitam compreender o ser humano como uma
mescla psicopatológica, que atuam, se modificam e se coexistem na
realidade psíquica.
A concepção freudiana de desejo refere-se especialmente ao
desejo inconsciente, ligado aos traços mnêmicos, encontrando a
sua realização na reprodução alucinatória das percepções que se
tornaram sinais dessa satisfação. (LAPLANCHE; PONTALLIS, 2001,
p.114).
O que caracteriza o desejo é o impulso para reproduzir
alucinatoriamente uma satisfação original, isto é, um retorno a
algo que já não é mais, a um objeto perdido cuja presença é
marcada pela falta” (GARCIA-ROZA, 2007, p.145).
Maldavsky (2013) nos fala que, Freud suspeitava que o que
caracteriza as defesas é a tentativa delas de desalojar algo da vida
psíquica, um conteúdo da vida psíquica, que pode ser uma lembrança,
pensamento, um juízo, percepção, ou retirar o elemento da vida psíquica
e substituí-lo por outro, esse movimento caracterizado por Freud como
formação substitutiva. Então, como se pode diferenciar a defesa? Deve
tomar consciência o que o Ego pretende desalojar de si em cada ocasião,
169
ou seja, identificar o elemento ou conteúdo. E o segundo ponto é aquilo
que se pretende colocar no lugar no que se pretende rechaçar.
Segue abaixo, 2 quadros: 1) Análise dos desejos e defesas da
paciente e 2) Análise dos desejos e defesas do analista, que visam por
meio de categorias fazer a descrição dos atos de fala, e associar aos
respectivos desejos e defesas da paciente e analista.
170
como se o seu corpo denunciasse o seu profundo apaziguamento com o
discurso de inutilidade. Logo de início denuncia um corpo debilitado: "Eu
tenho muita dor na cabeça", "sabe eu tenho pena da minha
neurologista", "Ela não acerta os remédios, mas não é culpa dela". É
como se dissesse eu sou um corpo mudo, morto, que não pede vida. É
como se nos dissesse que ela é o seu sintoma. E sem (des)culpa fala como
se reconhecesse o lugar existencial em que se encontra. Traz ecos: eu
sou um corpo sem vida.
Prossegue no seu discurso:" Hoje tá muito difícil", "Eu não sei",
exalta a sua inutilidade, e pede desculpas, mas considerando o seu tom
de voz brando, no mesmo ritmo parece resignada com o seu estado
emocional. E continua com a mesma experiência emocional quando diz,
"Não é você, mas quando você faz pergunta fica mais fácil para me
organizar", "Na verdade, isso já me preocupava. Ontem eu fiquei muito
angustiada. O que eu ia falar. Eu tenho muitas coisas para falar, mas não
consigo".
O seu discurso prossegue, e com a fala pausada e com pouca
vibração no seu tom de voz parece sinalizar o sentimento de que o
mundo lhe exige algo, e ela não quer sentir essas exigências. Se
reconhece ocupando um lugar sem vida, sem muitas exigências, mas as
suas queixas não são provenientes desse lugar insípido que busca
manter-se enquanto experiência emocional, mas por sentir pressões
externas. Demonstra queixar-se e pedir desculpas ao analista como
forma de ter um subterfúgio para ignorar a sua condição existencial, e
busca ignorar as relações e as pessoas a sua volta.
Prossegue o seu discurso na sessão, "Eu tenho 13 irmãos", "Sou a
mais nova. Meu pai era muito estúpido e se tornou alcóolatra quando eu
nasci". Parece nos dizer, nas pausas de sua fala, tom e ritmo: eu não
tenho um lugar na expectativa familiar. Simplesmente eu nasci. E o meu
nascimento foi um equívoco, trouxe tristeza e desarmonia familiar,
quando fala de seu pai.
Na etapa final da sessão, a paciente fala como se estivesse diante
de um juramento para si mesma: "Prometo que da próxima vez será
melhor", " Não, eu prometo pra mim".
O discurso da paciente na fase inicial, intermediária e final da
sessão apresenta várias facetas ou aspectos: ora mostra-se como um
corpo sem recursos para promover uma mudança emocional,
171
provocações, justificação de transgressões de uma Lei, ambiguidade,
queixa, sentimentos de inutilidade, exigência, manipulação e pedido de
desculpa. As diferentes faces de seu discurso parecem culminar na sua
tentativa de não ser reprovada principalmente por si mesma. Instaura-
se o sacrifício! pautado como uma auto-desvalorização. Enfatiza no final
da sessão parece com muita ênfase nos comunicar que se sente
misturada ao seu próprio sintoma e não identifica recursos subjetivos
para ocupar um lugar diferente, ser diferente da forma como se mostra
e se identifica.
172
O analista quando diz: "Me parece que você diz isso pra mim. Para
que não me sinta culpado por não entender você ou por não poder
acertar", busca comunicar a paciente que entende que ela quer lhe dizer
ele não entende nada do que ela diz, sente ou faz na sessão.
Em consequência, logo a seguir o analista parece projetar na
paciente o seu sentimento de que ele sente dificuldade de estar com ela
naquele momento, por demonstrar em seu tom de voz a sua
inquietação, quando ele fala para a paciente "Me parece que você sente
que é uma pessoa muito difícil", o analista expressa o sentimento de
inacessibilidade frente a paciente.
Busca via racionalização, não se responsabilizar ao dizer a
paciente: "Sinto que você diz que eu preciso de ajuda para te
compreender, mas que nisso você não consegue me ajudar". A fala do
analista denuncia um movimento em querer desviar a sua
responsabilidade para a paciente.
A racionalização do analista atinge o seu ápice, quando ressalta
em sua fala: "Sabe, parece que você quer me dizer que está com pena
de mim, talvez você sinta que eu não posso te ajudar, por mais que eu
dê meu máximo, assim como sua neurologista". Faz uso de um discurso
bastante objetivo para expressar o seu sentimento de que a paciente lhe
diz que ele não consegue sentir as suas lamentações, postar-se a
contemplação na sua experiência emocional.
173
5 CONSIDERAÇÕES FINAIS
174
características, a perda de amor próprio, perda de autoestima e perda
de interesse pelo mundo externo.
A paciente qualificada com um quadro de melancolia pelo Serviço
de Psicologia Aplicada de um Centro Universitário, causou certa
perturbação mental no analista na primeira sessão, que lhe
impossibilitou estabelecer um encontro analítico com a paciente a partir
de suas experiências emocionais no manejo clínico, o que parece ter
facilitado a predominância de uma escuta mais pautada por
racionalizações, no sentido que, o sintoma da depressão correspondeu
ao que a paciente denunciou na sua primeira consulta, e a racionalização
se intensificou quando o quadro próprio de melancolia emergiu no
atendimento clínico.
Entende-se que o encontro analítico deve ser visto sobretudo
como uma relação e um processo de comunicação que resulta em um
impacto emocional mútuo, que independe da vontade do analista ou
paciente. A experiência emocional com a paciente levou o analista sentir
que estava diante de uma paciente que se mostrava com uma realidade
psíquica complexa, o que o moveu a ficar absorvido por seus desejos e
defesas a partir de sua experiência contratransferencial.
A fala do analista parece estar em íntima cronologia com a
paciente, por buscar uma entonação de voz que demarcasse com
exatidão o que estava sendo dito e projetado pela paciente. A
experiência emocional da paciente parece ter ficado impregnada nos
pensamentos e sentimentos do analista. Foi possível perceber o seu
profundo desejo de delimitar o que era conteúdo da paciente e o que
era seu conteúdo. As suas defesas se manifestavam com um profundo
esforço ao discurso ordenado, organizado, linear, detalhado e descritivo.
O analista colocou-se na posição de advertir a paciente frente ao
lugar de inutilidade que lhe impunha. A cada devolutiva procurava
ratificar o lugar sem (des) culpa denunciado pela paciente. A rapidez com
que proferia as devolutivas, quase sem pausas na sua fala parece
sinalizar um alívio em buscar ordenar esse discurso da paciente. Parece
ter um desejo de fazer com que ela sinta a experiência emocional do
como se mistura com os seus lutos e ignora o quanto busca denegar a
realidade externa. No caso, procurou a cada pronunciamento da
paciente, lhe dizer de seu incômodo em procurar impor essa experiência
emocional no setting analítico.
175
Quanto aos desejos implicando na intervenção clínica, observou-
se que o analista manteve ao longo da sessão uma escuta atenta desde
o início da sessão, não se omitiu em fazer intervenções, e conseguiu
capturar o foco do conflito no discurso da paciente. E quanto as defesas,
demonstrou forte racionalização nas suas devolutivas, projeções e
evitações quanto a experiência emocional da paciente no manejo de
uma duradoura contratransferência durante a sessão. Nota-se que o
estudo do manejo clínico do analista nos move a conceber que os
desejos e defesas do analista frente a sua contratransferência não
influenciou nos atos de fala da paciente qualificada como melancólica, e
sim na forma como conduziu o manejo da sessão.
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178
179
180
Nickolas Michael Ávila Bastos1
1 INTRODUÇÃO
1
Graduado em Psicologia pelo Centro Universitário Estácio do Ceará.
181
(1969), que falou pouco sobre a contratransferência e acreditou que ela
deveria ser um obstáculo a ser ultrapassado, mas com a contribuição dos
estudos de Racker (1982) e Heimann (1995), ela passou a se tornar um
fator a mais de compreensão no trabalho do terapeuta, passando a ser
vista não só como um obstáculo, mas também como um instrumento
terapêutico. Mostraremos a visão de outros autores, que reformularam
o seu uso na clínica.
Entendemos, que, por ser uma análise de um livro, precisaríamos
introduzir a relação da psicanálise com a literatura, que está presente na
primeira parte deste artigo. Depois, falaremos um pouco sobre Marilyn
Monroe e a sua relação com a psicanálise, que segundo Schneider (2008)
não se resumia só em sessões clínicas com analistas famosos de sua
época. Monroe era apaixonada pela psicanálise. A parte seguinte será
sobre o conceito de contratransferência, e como ele foi adaptado e
passou a ser utilizado como ferramenta terapêutica no setting analítico.
Por fim, traremos a relação de analista-paciente entre Marilyn Monroe
e Ralph Greenson, o seu último analista, buscando responder à pergunta
que este trabalho se propôs a solucionar.
2 PSICANÁLISE E LITERATURA
"Tenho medo de escrever. É tão perigoso. Quem tentou, sabe.
Perigo de mexer no que está oculto — e o mundo não está à tona,
está oculto em suas raízes submersas em profundidades do mar.
Para escrever tenho que me colocar no vazio. Neste vazio é que
existo intuitivamente. Mas é um vazio terrivelmente perigoso:
dele arranco sangue. Sou um escritor que tem medo da cilada
das palavras: as palavras que digo escondem outras — quais?
Talvez as diga. Escrever é uma pedra lançada no poço fundo."
Clarice Lispector
A relação entre psicanálise e literatura, já começa a partir de
Freud, o próprio pai da psicanálise. Ele não foi só um analista na clínica.
O mestre escreveu livros, artigos e muitas cartas. Cita Shakespeare e
outros escritores em sua obra, e tem um trabalho publicado de 1907,
chamado “Delírios e sonhos na Gradiva de Jensen”, que era um escritor
alemão. Também trouxe o Complexo de Édipo, conceito
importantíssimo para a teoria psicanalítica, que foi baseado na tragédia
do escritor Sófocles. Essa relação, entre psicanálise e literatura, é mais
182
forte do que qualquer outro tipo de arte, devido ao parentesco entre o
discurso do paciente na clínica e a produção do texto literal.
Marzagãoet. al. (2012, p. 13) nos diz que: O que não se implica é o viés
pessoal do analista, para que o analista possa escutar com clareza. Já
com o texto literário, não há como deixar de lado o impacto emocional
que é provocado a partir disso. Por causa desse impacto emocional, as
interpretações do texto como se fossem verdades absolutas, são
diminuídas.
O autor MANGO (2014, p.223) fala sobre Freud como um escritor:
“Freud navega o tempo todo entre as duas modalidades, os dois
‘princípios’, de seu funcionamento psíquico criador: ‘poetiza’ e teoriza,
descrevendo a paisagem psíquica como um escritor, e analisando-a e
interpretando-a como um pesquisador”.
Freud, amante dos livros, dedicou uma obra aos escritores
criativos, em 1908. No seu texto, ele diz que “o escritor criativo faz o
mesmo que a criança que brinca. Cria um mundo de fantasia que ele leva
muito a sério, isto é, no qual investe uma grande quantidade de emoção,
enquanto mantém uma separação nítida entre o mesmo e a realidade”.
(FREUD, 1969, p. 136) enquanto as crianças brincam com os brinquedos,
os adultos brincam com as palavras. Ele também traz a questão de que
a irrealidade, ficção, é importante na obra do escritor, pois se fosse
muito real, não causaria prazer. O que acontece é um jogo de fantasia. E
ainda sobre a comparação entre o brincar infantil, Freud (1969, p. 141)
nos adverte: “Não se esqueçam, que a ênfase colocada nas lembranças
infantis da vida do escritor deriva-se de basicamente da suposição de
que a obra literária, como o devaneio, é uma continuação, ou um
substituto, do que foi o brincar infantil”. Os escritores se mostram, nessa
brincadeira com as palavras.
A psicanálise se faz na clínica, mas isso não quer dizer que ela não
possa ser utilizada como uma ferramenta na análise de textos. Freud não
atendeu Schreber, ele utilizou seu livro de memórias, que rendeu uma
teoria fundamental para a psicose. Ele também pesquisou alguns
escritores, em busca de entender a inspiração dos mesmos para escrever
textos que tanto nos fascinam. Na clínica o analista busca interpretar o
conteúdo inconsciente do paciente utilizando a psicanálise, e a obra
literária também é uma expressão do conteúdo inconsciente de seu
autor. Quando um analista transcreve uma análise também, como Oscar
Cesarotto (apud Marzagão et. al., 2012, p. 22) nos diz: “transcrever e
183
comunicar uma análise acaba sendo uma criação literal cujo relator –
escriba, tentando metaforizar o que foi ouvido e perdido, monta um
roteiro particularíssimo, fictício, porém verídico, embora legível porque
organizado segundo os usos da linguagem”. Sobre a transcrição e
comunicação de uma análise, Freud, nos estudos sobre a histeria, fala:
“Eu mesmo me surpreendo ao constatar que minhas observações dos
pacientes podem ser lidas como romances e não trazem, por assim dizer,
a chancela de seriedade que é própria dos escritos científicos” .
A literatura é uma expressão do inconsciente, instiga o imaginário
dos leitores, aguça a curiosidade e é fascinante. Segundo Marzagão et.
al. (2012, p. 16):
Na concepção barthesiana, o texto é o registro, por meio da
ordem simbólica, dessa dialética de deslocamentos, facilitações,
descarga e investimento de impulsos — o mais característico
sendo o impulso de morte — que constituem o significante, mas
que também o excedem. Ao incluir-se na ordem linear da
linguagem, e utilizando as leis fundamentais do inconsciente —
deslocamento, condensação, repetição, inversão —, o texto
produz, segundo Barthes, uma outra ordem de significação.
184
de Freud. Marilyn também teve algumas sessões com a mesma, e Ralph
Greenson, o último psicanalista de Marylin, discutia o seu caso também
com a Ana Freud. O próprio Ralph Greenson era um psiquiatra e
psicanalista muito famoso da época, conhecido pelo seu trabalho com
soldados da segunda guerra mundial que sofriam de estresse pós-
traumático. Ele também tratou outros famosos, como Frank Sinatra.
Michel Schneider (2006), em seu livro “Marilyn últimas sessões”,
nos relata a trajetória de Marilyn com a psicanálise. Ele criou um
romance baseado em relatos da própria Marilyn, anotações, entrevistas
e anotações clínicas sobre as últimas sessões de Monroe. O autor faz
uma interlocução entre o cinema e psicanálise da época, junto com a
relação do amor de transferência entre a atriz e o seu último analista.
Em Hollywood, não é que tudo seja psicanálise, até mesmo o
cinema; é que tudo é cinema, até mesmo a psicanálise. As
pessoas vivem, falam, se movem, se tocam ou se evitam como
num palco. Representam. Toda a história do tratamento de
Marilyn talvez tenha sido apenas um roteiro construído por um
serviçal dos estúdios. (SCHNEIDER, 2006, p. 271)
A relação de Marylin com a psicanálise não se resume em sessões
de análise com analistas famosos. Shneider (2006, p. 80) nos diz que ela
se tornou uma adepta apaixonada da psicanálise, e traz um trecho de
uma entrevista que ela comentou sobre: “Só posso dizer que acredito na
interpretação freudiana. Espero poder, um dia, fazer um relato
esclarecedor das maravilhas que os psiquiatras podem realizar por
você”.
Marilyn Monroe já foi Norma Jeane Mortenson. Abandonada pela
mãe, com um pai desconhecido, Norma Jeane vivia em lares adotivos.
Voltou para os cuidados de sua mãe com seus sete anos, mas isso não
durou, já que Gladys Baker não tinha capacidade de cria-la, devido a
problemas psicológicos. Grace McKee, que era melhor amiga de Gladys,
tornou-se guardiã de Norma Jeane após a mesma ser declarada sob a
guarda do estado, devido a internação de sua mãe. Grace levava Marilyn
ao cinema, para o salão de beleza, passava batom em seus lábios e dizia
que ela seria uma estrela de cinema. E ela se tornou. Anos depois,
Marilyn Monroe estava gravando seus pés e suas mãos no cimento da
calçada da fama de Los Angeles, encantando as pessoas com a sua
aparência e o seu charme nas telas de cinema. Inspirada em Jean Harlow,
185
Marilyn, também morreu jovem. Aos vinte anos assumiu o nome de atriz
com o qual morreu, imortal. Marilyn Monroe.
Durante sua estadia com Grace, Marilyn sofreu frequentes
tentativas de abuso sexual da parte do marido de sua guardiã legal, o
que a afastou de seus cuidados. Marilyn agora viveria com a tia-avó de
Grace, Olive, e sofreu agressão sexual por um dos filhos da tia-avó de sua
guardiã. Depois, Norma passou a viver com uma outra tia de Grace, Ana,
proporcionando um verdadeiro lar para Norma, considerado o melhor,
pela mesma.
Em seu livro, Schneider (2006, p. 19) nos mostra o início da
relação de Marilyn com a psicanálise. Ela passou a buscar o divã durante
as crises que tinha nos momentos de filmagem, e inicialmente recorria a
Margaret Hohenberg e Marianne Kris. Teve algumas sessões em Londres
com Anna Freud, no outono de 1956, durante as filmagens de O príncipe
encantado. Marylin, em seu testamento, concedeu seu direito de
imagem para o Centro Anna Freud de Londres, uma quantia que chegava
em torno de 2,5 milhões de reais por ano. Em 1960, ela iniciaria uma
terapia com Ralph Greenson, que seria o seu último analista.
Ela buscou o seu último analista prestes a iniciar as filmagens de
Adorável Pecadora, dirigido por George Cukor, que Monroe dizia não
gostar. Por razões contratuais, ela deveria participar de mais um filme, e
isso a angustiava. Mal paga e mal tradada, Marilyn tinha dificuldade em
representar a personagem, e as filmagens não avançavam. Marianne Kris
que indiciou Ralph Greenson a Marilyn, mas o alertou sobre as
dificuldades com a paciente. Schneider (2006, p. 20) cita Kris: “Uma
mulher em total confusão, ameaçada de autodestruição pelo abuso de
drogas e medicamentos. Dominada por acessos de ansiedade, ela revela
uma personalidade frágil”. Segundo o autor, seria o que Kris dissera a
Greenson, o alertando sobre Marilyn, antes de indicá-lo, mas ele não
recuou, aceitou o desafio, se tornando o seu quarto analista.
A primeira sessão com Greenson foi realizada no Beverly Hills
Hotel, por descrição, e posteriormente seria no consultório do analista.
Marilyn chegou com meia hora de atraso na sessão, ela gostava de se
atrasar, ela fazia isso em todos os compromissos, mas depois das
interpretações de Greenson, ela passou a ser pontual nas sessões. O
setting analítico vazou, Greenson decidiu que as sessões seriam em sua
casa, mudando o hábito de atender somente no consultório. Em sua casa
186
viviam seus filhos e sua esposa, pessoas que Marylin teria muito contato,
e que simbolicamente seriam a sua nova família. Ela até passava a noite
na casa dos Greensons quando a sessão durava muito tempo e ficava até
tarde. Schneider (2006, p. 49) comenta sobre o assunto: “O analista
jamais reconheceu o erro de tratamento que consistiu em levar Marilyn
para a sua casa, e depois fazer dela um membro da família”.
Ralph pensava que precisaria tratar Marilyn de uma forma
diferente, e que ela precisava de um modelo de família como referência,
e para isso, ele usou a sua, tornando-a um membro a mais. Schneider
mostra como Greenson foi seduzido pela sua paciente, realizando seus
desejos e desmarcando atendimento com outros pacientes para atendê-
la. Greenson caiu nas armadilhas da contratransferência, e a partir disso,
analisaremos a obra de Schneider, nos baseando em autores
psicanalistas ingleses.
Para entendermos melhor o conceito de contratransferência
utilizaremos os estudos do pai da psicanálise, que pensava sobre isso
como um obstáculo a ser ultrapassado na análise, e de outros autores
ingleses, que defendem o uso da contratransferência como uma
ferramenta a mais na clínica.
3 O QUE É CONTRATRANSFERÊNCIA?
187
reimpressões, reedições inalteradas. Outras se fazem com mais
arte: passam por uma moderação de seu conteúdo, uma
sublimação, como costumo dizer, podendo até tornar-se
conscientes ao se apoiarem em alguma particularidade real
habilmente aproveitada da pessoa ou das circunstâncias do
médico. São, portanto, edições revistas, e não mais
reimpressões.
A transferência inicialmente era vista como um obstáculo a ser
ultrapassado, como algo indesejável no tratamento. A ideia de
transferência foi mudando aos poucos, e isso passou a ser visto como
um agente terapêutico. O próprio pai da psicanálise muda essa ideia, no
decorrer de seus estudos, e passa a vê-la como uma ferramenta
essencial no processo analítico. Em 1912 Freud publica seu primeiro
texto sobre o assunto. Em “A dinâmica da transferência”, Freud (1969,
p. 111-119) traz um questionamento sobre o porquê da transferência ser
mais intensa nos neuróticos, e pouco depois conclui que essas
características da transferência devem ser atribuídas a própria neurose,
e não a psicanálise. Em 1914 com o texto “Recordar, repetir e elaborar”,
Freud (1969) também comenta sobre a transferência: “Logo percebemos
que a transferência é, ela própria, apenas um fragmento da repetição e
que a repetição é uma transferência do passado esquecido, não apenas
para o médico, mas também para todos os outros aspectos da situação
atual”, ou seja, entendemos que a transferência é uma repetição, e as
origens disso se encontram no passado.
Melanie Klein, pioneira na análise com crianças, contribuiu
divinamente com a teoria psicanalítica a partir de sua técnica de jogos e
brinquedos. Ela ampliou nossa compreensão sobre a natureza da
transferência. Em seu texto “As origens da transferência” de 1952, Klein
(1991) nos fala que a medida em que o processo de análise começa, o
paciente passa a reproduzir o seu passado, e com isso, localiza no
analista a sua urgência em transferir suas experiências primitivas,
emoções e relações de objetos, pulsões, fantasias inconscientes e
ansiedades.
Outros autores também aprimoram o conceito de transferência,
outros já se divergem da ideia original. Zimmerman (1999, p. 334), traz
a compreensão de transferência para Winnicott como “uma nova
relação, um novo espaço que o paciente conquista para poder
relacionar-se com o seu analista”. Para Bion, que se dedicou alguns anos
188
ao trabalho com psicóticos, a importância da transferência está em seu
uso na prática psicanalítica e deve ser percebida tanto por analisando
como por analista. Sua força está no fato de que está na relação,
disponível a duas pessoas, podendo ser discutido por elas. A sua
fraqueza está no fato de que é inevitável. (BION, 1971 apud CASTRO,
2005). Para ele, nem tudo é transferência, por mais que haja
transferência em tudo no processo analítico. A transferência acontece
no vínculo do analista e do analisando, tendo o analista como uma
presença real e não como um espelho de projeções.
O conceito de contratransferência também passou por algumas
mudanças e adaptações. Inicialmente era visto como algo que fosse
evitado na análise, assim como a transferência. Demorou para que o
assunto voltasse à tona depois de Freud, e que fosse usado como agente
terapêutico na análise.
Em seu texto “As perspectivas futuras da terapêutica
psicanalítica”, o pai da psicanálise traz a questão da contratransferência
como um obstáculo a ser ultrapassado, a ser superado por meio de uma
análise contínua. Freud (1969, p. 150) comenta:
As outras inovações na técnica relacionam-se com o próprio
médico. Tornamo-nos cientes da "contratransferência", que,
nele, surge como resultado da influência do paciente sobre os
seus sentimentos inconscientes e estamos quase inclinados a
insistir que ele reconhecerá a contratransferência, em si mesmo,
e a sobrepujará.
189
como um agente terapêutico e como um campo em que o paciente pode
ressignificar uma experiência. Existe a contratransferência
complementar, quando o ego do analista se identifica com objetos
internos do paciente, e a concordante, quando a identificação acontece
a partir de aspectos da personalidade do analista com a personalidade
do paciente. Para Heimann (1995, apud ISOLAN, 2005), a
contratransferência é tudo o que o analista sente em relação ao
paciente. Ela trouxe a questão de a resposta emocional do analista às
projeções do paciente serem usadas como um instrumento de
compreensão, mas o analista precisa ser capaz de conter os seus
sentimentos, sem descarregá-los nos pacientes.
Agora, vista de forma diferente da proposta inicialmente por
Freud, a contratransferência passa a ser utilizada como um agente
terapêutico, como um instrumento a mais de compreensão dos
conteúdos do paciente. O tema ainda é controverso, não foi por acaso
que depois da morte de Freud não tenha sido explorado de forma tão
esclarecedora como fizeram Racker e Heimann, por anos. Alguns autores
criticam violentamente o uso dessa ferramenta. Bernardi (2007, p.22)
nos mostra como Jacques Lacan assumiu uma postura diferente dos
autores ingleses, criticando o papel da contratransferência como um
agente terapêutico. Para ele, considerar a contratransferência dessa
forma seria perder a assimetria analítica e favoreceria o estabelecimento
de uma transferência imaginária fusional, promovendo identificações
duais de caráter narcisista. Os autores ingleses discordam, e mostram, a
partir da sua experiência clínica, como a contratransferência pode ser
utilizada, e como isso enriquece o processo analítico.
Betty Joseph em seu artigo Transferência: a situação total,
publicado em 1985, mantém o ponto de vista sobre o uso da
contratransferência como um instrumento a mais de compreensão,
julgando ser uma ferramenta essencial no processo analítico. Ela diz que:
Muito da nossa compreensão da transferência surge através da
nossa compreensão de como nossos pacientes agem sobre nós
para que sintamos coisas pelos mais variados motivos [...] essas
são experiências que costumam ir além da utilização de palavras,
que frequentemente só podemos apreender através dos
sentimentos provocados em nós, através de nossa
contratransferência, usada no sentido amplo da palavra.
(JOSEPH, 1985, p. 77).
190
Como vimos, a contratransferência passou pelas mesmas
vicissitudes iniciais da transferência, mas Freud não pensava que isso
deveria ser utilizado como uma ferramenta a mais no trabalho do
analista, quando tocava no assunto, era para alertar os analistas a
superarem a contratransferência. A ideia de uso como um método
terapêutico veio de autores pós-freudianos, com base em suas
experiências clínicas. Com a visão de Betty Joseph, a contratransferência
vai além de só uma ferramenta a mais, ela é essencial no processo
analítico, assim como a transferência. Entendemos que, o analista
precisa saber lidar com a contratransferência, e ser capaz de conter os
seus sentimentos.
Na parte seguinte do artigo, tentaremos mostrar como Ralph
Greenson não soube lidar com a sua contratransferência, e como isso
pode ter influenciado negativamente na sua relação de analista e
paciente com Marylin Monroe. Com isso, continuaremos nos baseando
nos personagens criados por Michel Schneider no livro “Marylin últimas
sessões”.
191
quem ouvia tocar, e frequentava a casa do mesmo em outros momentos
além das sessões. Ela participava de festas na casa dele, com outros
analistas e artistas da época.
Em meio as filmagens de Os Desajustados, Marilyn, que tomava
altas doses de Nembutal por dia, fora hospitalizada, decisão tomada por
Greenson e pelo seu clínico geral, com o intuito que a atriz repousasse.
Greenson passava um bom tempo com Monroe no hospital, e seus
pacientes relatavam que ele estava completamente desorientado. Ele
precisaria deixá-la bem, e garantiu que ela voltaria para as filmagens,
tentando tomar o controle dessa situação. Futuramente ele se tornara o
seu agente, tomando as rédeas de sua carreira e de seus contratos
financeiros. A relação apenas de analista e paciente já não existia, eles
foram muito além disso. O autor traz um relato que Greenson fizera a
Ana Freud, com desesperança, devido ao medo dos homens que Marylin
possuía. “A partir de então ele julga Marilyn perdida para a psicanálise.
Como um afogado que arrasta seu salvador para o fundo, ele atraía o
terapeuta cada vez mais para o sombrio, o baixo, o vazio”. (SCHNEIDER,
2006, p. 169) Ele não sustentou o conteúdo inconsciente de sua
paciente.
A relação de Marilyn com os Greensons não era só em festas e
quando ela ia para as sessões. Marilyn mantinha uma amizade com Joan,
filha de Ralph, a quem ensinava a se maquiar e dançar como uma garota
sexy. Ela estava cada vez mais fazendo parte da família, fazendo o papel
de irmã. Ela também se tornou amiga de Danny, outro filho dos
Greensons. Eles estranhavam, Ralph não agia dessa forma com outros
pacientes, mas o mesmo se defendia dizendo que o tratamento
tradicional não seria eficaz.
Greenson queria desenvolver um novo tipo de tratamento
utilizando a psicanálise, e isso poderia ter surgido de seu narcisismo, de
seus conteúdos inconscientes que precisariam serem contidos, e não
contratransferidos dessa forma, ele pensava que seria o seu salvador. Ele
deixou-se levar pela sedução de sua paciente histérica, vazia, que
precisava se afirmar a partir do outro. Zimmerman (2007, p. 2012) nos
fala que existem alguns tipos de histéricos, mas que ter uma “atitude
psicanalítica interna do terapeuta” é necessário em todos os tipos, e que
o analista deve estar despido de seus preconceitos pejorativos. Ele
também fala sobre o cuidado em não se envolver nas malhas do
encantamento que pacientes assim provocam.
192
Schneider (2008, p. 181) também traz uma crítica dos colegas de
Greenson, da Los Angeles Psychoanalytic Society, dizendo: “Ele não
entende que, adotando-a por meio de uma terapia reparadora, apenas
recoloca diante dela o que ela jamais teve: um lar; e o que ela jamais
será: uma filha amada pelos pais, uma mãe, uma irmã”. E mesmo
consciente disso, Greenson continuou com o seu desejo em tratar
Marilyn dessa forma, discutindo o caso com Wexler, que confirmava a
necessidade dele trata-la de uma forma não ortodoxa.
Greenson já era agente de Marilyn, e com as exigências da Fox
para que ela participasse de outro filme, Somethings’s Gotta Give, ele se
tornou o conselheiro especial de sua paciente e o consultor técnico do
filme. Com as ameaças de suicídio de Marylin, lhe fizeram uma lavagem,
em sua própria casa. Greenson colocou uma enfermeira psiquiátrica na
casa dela, para vigiar o seu comportamento, como um pai que quer
controlar e vigiar a sua filha. Ele a aconselhava em todos os campos
importantes: com quem deveria sair, namorar ou quais amigos deveria
manter, e até que filmes deveria fazer. Exigia até que ela tirasse férias, e
para onde ela ia, continuando a se comportar como um pai, querendo
controla-la.
No dia que DiMaggio foi a casa dos Greenson em busca de
Monroe, que havia passado a noite lá, Ralph não permitia que ele a visse,
insistindo que fosse em outra hora, mas DiMaggio não saiu sem salvar
Marilyn dessa prisão. Schneider (2008, p. 210) diz, sobre o que o
estagiário que estava sob supervisão de Greenson pensava: “O futuro
analista não precisou de uma longa experiência clínica para constatar
que Greenson estava em plena projeção e que era ele a pobre coisa que
se debatia com sua dependência não-analisada e tinha se tornado
prisioneiro de sua prisioneira”.
Ralph Greenson era uma figura importante e de autoridade na
instituição psicanalítica de Los Angeles, e apesar da estranheza que viam
em sua relação com Marilyn, os colegas se calavam, por mais que
tivessem um olhar crítico sobre a situação. “Em lugar de permitir a
Marilyn buscar em si mesma, recursos novos de autonomia de decisão e
de ação, seu analisa a tornava mais dependente, garantindo sua própria
autoridade sobre ela”. (SCHNEIDER, 2008. p. 210).
O autor nos apresenta o momento em que o poeta e escritor
Norman Rosten, amigo nova-iorquino de Marilyn, chega a Hollywood e
193
vai à casa de seu último psicanalista, onde ela própria se sentia em casa.
Em uma conversa com Greenson, o mesmo o questiona sobre a cura de
Marilyn, e Ralph defende o seu jeito de tratá-la: “O método que utilizo
para tratá-la pode ser estranho [...] Marilyn não é uma paciente
psicanalítica. Ela precisa de uma psicoterapia analítica”. Defende o modo
de tratamento que utiliza com Marilyn baseado no que pensa ser melhor
para ela, e continua: “Você pensa talvez que eu tenha transgredido
algumas regras, mas se eu tiver sorte, daqui a alguns anos talvez Marilyn
possa fazer uma verdadeira análise”. (SCHNEIDER, 2008, p.216). Mas
Marilyn não teve alguns anos, o seu tempo estava cada vez mais curto.
Ralph decide fazer uma viajem, com sua esposa, Hildi, e Marilyn
não fica feliz com isso. Ele decide deixar uma peça de xadrez com a que
chamava de “minha esquizofrênica favorita”, como um símbolo da
relação deles, como se ele deixasse um pedaço de si, com ela. Ela não
ficou com a peça por muito tempo, a perdeu. Deixou Marilyn sob os
cuidados de Wexler, que concordava com o método utilizado por
Greenson para o tratamento de Marilyn. Schneider (2008, p. 232), em
um diálogo entre Greenson e Wexler, nos mostra a confissão do analista:
“Tenho a impressão de que as coisas me escapam. Não vou conseguir
[...] Só nos separaríamos com a morte dela, ou a minha”. E foi assim que
se separaram, com a morte da atriz. “Há dois anos tento livrar Marilyn
dos barbitúricos. Mas, de fato, continuei conseguindo mais para ela”.
Essa frase retrata bem o que já foi citado nesse texto, a forma como ele
deixou-se seduzir pela sua paciente, sucumbindo a seus desejos. “Eu
dependo de sua dependência em relação a mim [...] Sou seu analista,
quero encarnar uma imagem paterna positiva, um pai que não a
decepcione, que desperte sua consciência ou lhe ofereça, no mínimo,
bondade”.
Quando voltou de suas férias, Ralph tomou as rédeas da vida de
Marilyn novamente, ela estava desequilibrada devido à ausência de seu
salvador, e tinha sido expulsa da Fox. “A paixão é um amor de morte.
Greenson e Marilyn eram ligados pelo amor e pela morte, mas não
tinham feito amor. Restava-lhes fazer a morte. Juntos, e cada um por si”.
(SCHNEIDER, 2008, p. 300).
Marilyn gravou fitas, associando livremente, para Greenson. “Na
sua presença, caro doutor, fico constrangida. Preciso de um espaço mais
secreto para lhe falar. De mim para mim. Mas é a você que me dirijo,
embora você não esteja presente. Sobretudo se você não está presente.
194
São os mais íntimos, os mais secretos pensamentos de Marilyn Monroe”.
E essas seriam a suas últimas sessões.
Em 5 de agosto de 1962, Marilyn e Greenson foram separados
pela morte. Como ele havia dito, só a morte poderia separá-los.
Greenson ligou para o sargento Jack Clemmons, e o resultado da
autópsia seria o de um possível suicídio. Existem teorias controversas,
mas o objetivo deste artigo não é investigar a morte de Monroe, mas
como a mesma diz, “Há sempre dois lados numa história”. A
esquizofrênica preferida de Greenson se fora. Schneider (2008, p. 372)
traz o que Greenson escreveu para Marianne Kris em 20 de agosto de
1962:
Eu era seu terapeuta, o bom pai que não a decepcionaria e lhe
oferecia uma compreensão dela mesma, ou, pelo menos,
simplesmente bondade. Tornei-me a pessoa mais importante de
sua vida, e sinto-me culpado por ter imposto isso à minha família.
Mas havia nela alguém que não se podia deixar de amar, e ela
sabia mostrar-se encantadora.
5 CONSIDERAÇÕES FINAIS
195
Introduzimos a relação entre a psicanálise e a literatura, haja visto que
foi feita a análise do livro, utilizando a psicanálise como referencial
teórico de pesquisa. Mostramos como o conceito de contratransferência
passou pelas mesmas vicissitudes do conceito de transferência, que foi
visto inicialmente como um obstáculo. Freud morreu sem falar
novamente sobre contratransferência, mas alguns autores, a partir de
suas experiências na clínica, entenderam que isso poderia ser utilizado
como uma ferramenta a mais na análise.
Acreditamos que o roteiro que utilizamos seja importante para
um melhor esclarecimento do conteúdo deste trabalho. Inicialmente
mostramos que existe conteúdo inconsciente do autor em sua obra, e
deixamos claro que o objetivo deste artigo seria analisar a relação dos
personagens. Pensamos ser importante relatar a relação de Marilyn
Monroe com a Psicanálise, devido ao histórico da mesma com
psicanalistas e a sua paixão pela teoria. Mostramos os conceitos de
transferência e contratransferência de forma clara, trazendo um pouco
da história dos conceitos de forma clara, compreensível, para que a parte
seguinte, onde apontamos a contratransferência na relação de Ralph
Greenson e Marilyn Monroe pudesse ser compreendida de forma clara.
A relação entre Psicanálise e Literatura é bem próxima, haja visto
que o discurso do paciente na clínica tenha um parentesco com a
produção do texto literal. Na clínica o paciente nos mostra seu conteúdo
inconsciente através de seu discurso, na literatura, o escritor se mostra
através de sua obra, de seu ato criativo, que contém conteúdo
inconsciente seu. A contratransferência é o que o analista sente na
sessão, e isso pode ser usado como uma ferramenta a mais de
compreensão do conteúdo inconsciente do paciente, mas diferente do
paciente, o analista deve conter seus sentimentos. O que aconteceu na
relação de Ralph Greenson e Marilyn Monroe, foi o erro do manejo do
analista com a sua contratransferência. Ele desejou ser seu pai, e
praticamente a adotou, a tornou um membro de sua família e se perdeu
na contratransferência, no desejo de agradá-la. O analista precisava de
análise, e de uma boa supervisão clínica.
Acreditamos que atingimos o nosso objetivo inicial, e
respondemos a nossa pergunta de partida para a criação deste trabalho,
apontando os pontos em que houve a falta de manejo do analista com a
sua contratransferência, e como isso afetou demasiadamente a relação
entre ele e sua paciente. Tentamos mostrar com clareza e objetividade
196
o significado dos conceitos, para que este artigo possa ser lido e
compreendido de forma clara por todos.
Toda a pesquisa bibliográfica e o resultado final desde artigo foi
de extrema importância para o aprofundamento da nossa compreensão
de contratransferência, e da relação entre psicanálise e literatura.
Enriquecemos o nosso conhecimento com as diversas leituras realizadas
para a conclusão deste trabalho, que possui um tema tão controverso
no âmbito psicanalítico. Tentamos mostrar o que aprendemos de forma
clara, e gostaríamos de sugerir novas vertentes de pesquisa com o
conteúdo utilizado no neste trabalho. Mostramos como existe conteúdo
inconsciente dos autores em suas obras literárias, acreditamos que seria
interessante uma pesquisa sobre isso, o conteúdo dos autores, como
eles se mostram.
REFERÊNCIAS
197
FREUD, Sigmund. Escritores criativos e devaneio. Rio de Janeiro:
Imago, 1996, p 136-141. (Edição Standard Brasileira das obras
psicológicas completas de Sigmund Freud, v. 9). Originalmente
publicado em 1908.
ISOLAN, Luciano. Transferência erótica: uma breve revisão. Rev.
psiquiatr. Rio Gd. Sul, v. 27, n 2, 2005. Disponível em:
http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0101-
81082005000200009&lng=en&nrm=iso
JOSEPH, B. (1985) Transference: the total situation. International
Journal of psychoanalysis, 66: 447-54.
KLEIN, Melanie. As Origens da Transferência. Rio de Janeiro: Imago,
1991. (Obras Completas de Melanie Klein, v. 3.) Originalmente
publicado em 1952.
MARZAGÃO, Lucio; RIBEIRO, Paulo; BELO, Fábio. Psicanálise e
literatura: seis contos da era de Freud. Petrópolis: KGB, 2012. p. 16-22.
PONTALIS, J.-B; MANGO, Edmundo. Fred com os escritores. São Paulo:
Três estrelas, 2014. p. 223
RACKER, Heinrich. Os significados e usos da contratransferência. In:
Estudos sobre técnica psicanalítica. Porto Alegre: Artes Médicas; 1982.
p. 120-57.
SCHNEIDER, Michel. Marilyn últimas sessões. Rio de Janeiro: Objetiva,
2008.
ZIMERMANN, David. Fundamentos psicanalíticos: teoria, técnica e
clínica: uma abordagem didática. Por Alegre: Artmed, 2007. p
134.
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