que se sirvam delas, que as partam em fatias, sílaba a sílaba, para as levarem a boca – onde as palavras se voltam a colar, para caírem sobre a mesa.
Assim, conversamos uns com os outros. Trocamos
palavras; e roubamos outras palavras, quando não as temos; e damos palavras, quando sabemos que estão a mais. Em todas as conversas sobram as palavras.
Mas há palavras que ficam sobre a mesa, quando
nos vamos embora. Ficam frias, com a noite; se uma janela se abre, o vento sopra-as para o chão. No dia seguinte, a mulher a dias há-de varrê-las para o lixo.
Por isso, quando me vou embora, verifico se ficaram
palavras sobre a mesa; e meto-as no bolso, sem ninguém dar por isso. Depois, guardo-as na gaveta do poema. Algum dia, estas palavras hão-de servir para alguma coisa. Verbo
Pongo palabras encima de la mesa; y dejo
que se sirvan de ellas, que las partan en rebanadas, sílaba a sílaba, para llevárselas a la boca – donde las palabras se detienen de nuevo, para caer sobre la mesa.
Así, conversamos unos con otros. Intercambiamos
palabras; y robamos otras palabras cuando no las encontramos; y damos palabras, cuando sabemos que están de más. En todas las conversaciones sobran las palabras.
Pero hay palabras que se quedan sobre la mesa, cuando
nos vamos. Se enfrían con la noche; si una ventana se abre, el viento las tira al suelo. Al día siguiente, la empleada doméstica las barrerá con la basura.
Por eso, cuando salgo, me fijo si quedan
palabras en la mesa, y las guardo en el bolsillo, sin que nadie se dé cuenta. Después, las pongo en la gaveta del poema. Algún día, estas palabras han de servir para algo. Domingo em casa
Amanhã podia ser domingo, e
não haver sol; podia ouvir os sinos e dizer que era apenas uma ilusão; podia descer a rua e não encontrar o homem que vende os jornais; podia chegar ao largo e não ver as mulheres em grupo a caminho da igreja, onde vai começar a missa.
Amanhã podia não ser domingo,
e as ruas estarem vazias como se não houvesse nada para fazer; podia não ser domingo e todas as lojas fecharem; podia não ser domingo e alguém perguntar o que é que se faz quando não é domingo.
Amanhã podia ser um dia qualquer,
e não saber em que dia estou; podia olhar para o relógio e descobrir que os ponteiros estão parados; podia ouvir alguém falar, e não saber de onde vem a voz que sai da sua boca, como se estivesse sozinho.
Ou então, podia abrir a porta e
ver que o domingo quer entrar; e puxá-lo para dentro da casa, para que lá fora fique sem domingo; e sair para a rua num dia qualquer, perguntando a quem passa se viu passar o domingo. Domingo en casa
Mañana podría ser domingo, y
no haber sol; podría oír las campanas y decir que sólo era mi imaginación; podría bajar a la calle y no encontrar al señor que vende periódicos; podría llegar a la plaza y no ver a las mujeres en grupo, camino de la iglesia, donde la misa va a empezar.
Mañana podría no ser domingo,
y estar las calles vacías, como si no hubiera nada que hacer; podría no ser domingo y que todas las tiendas cerraran; podría no ser domingo y alguien preguntar qué se hace cuando no es domingo.
Mañana podría ser cualquier día,
y no saber en qué día estoy; podría mirar al reloj y descubrir que las agujas están detenidas; podría oír hablar a alguien, y no saber de dónde viene la voz que sale de su boca, como si estuviera solo.
O también, podría abrir la puerta y
ver que el domingo quiere entrar; y empujarlo hacia adentro de la casa, para que allá afuera se quede sin domingo; y salir a la calle en un día cualquiera, y preguntar a quien pasa si vio pasar al domingo. Poema
As coisas mais simples, ouço-as no intervalo
do vento, quando um simples bater de chuva nos vidros rompe o silêncio da noite, e o seu ritmo se sobrepõe ao das palavras. Por vezes, é uma voz cansada, que repete incansavelmente o que a noite ensina a quem a vive; de outras vezes, corre, apressada, atropelando sentidos e frases como se quisesse chegar ao fim, mais depressa do que a madrugada. São coisas simples como a areia que se apanha, e escorre por entre os dedos enquanto os olhos procuram uma linha nítida no horizonte; ou são as coisas que subitamente lembramos, quando o sol emerge num breve rasgão de nuvem. Estas são as coisas que passam, quando o vento fica; e são elas que tentamos lembrar, como se as tivéssemos ouvido, e o ruído da chuva nos vidros não tivesse apagado a sua voz. Poema
Las cosas más simples las oigo en el intervalo
del viento, cuando el simple caer de la lluvia en los vidrios rompe el silencio de la noche, y su ritmo apaga el de las palabras. En ocasiones, es una voz cansada, que repite incansablemente lo que la noche enseña a quien la vive; otras veces, corre apresurada, atropellando sentidos y frases como si quisiera llegar al fin, más rápido que la madrugada. Son cosas simples como la arena que tomamos y se escurre entre los dedos mientras los ojos buscan una línea definida en el horizonte; o son las cosas que recordamos de pronto, cuando el sol se asoma en el hueco de una nube. Éstas son las cosas que pasan, cuando el viento se queda; y son las que tratamos de recordar, como si las hubiéramos oído, y el ruido de la lluvia en los vidrios no hubiera borrado su voz.