Você está na página 1de 8

Tres poemas de Nuno Júdice

Traducción de Blanca Luz Pulido

Verbo

Ponho palavras em cima da mesa; e deixo


que se sirvam delas, que as partam em fatias, sílaba a
sílaba, para as levarem a boca – onde as palavras se
voltam a colar, para caírem sobre a mesa.

Assim, conversamos uns com os outros. Trocamos


palavras; e roubamos outras palavras, quando não
as temos; e damos palavras, quando sabemos que estão
a mais. Em todas as conversas sobram as palavras.

Mas há palavras que ficam sobre a mesa, quando


nos vamos embora. Ficam frias, com a noite; se uma janela
se abre, o vento sopra-as para o chão. No dia seguinte,
a mulher a dias há-de varrê-las para o lixo.

Por isso, quando me vou embora, verifico se ficaram


palavras sobre a mesa; e meto-as no bolso, sem ninguém
dar por isso. Depois, guardo-as na gaveta do poema. Algum
dia, estas palavras hão-de servir para alguma coisa.
Verbo

Pongo palabras encima de la mesa; y dejo


que se sirvan de ellas, que las partan en rebanadas, sílaba a
sílaba, para llevárselas a la boca – donde las palabras se
detienen de nuevo, para caer sobre la mesa.

Así, conversamos unos con otros. Intercambiamos


palabras; y robamos otras palabras cuando no
las encontramos; y damos palabras, cuando sabemos
que están de más. En todas las conversaciones sobran las palabras.

Pero hay palabras que se quedan sobre la mesa, cuando


nos vamos. Se enfrían con la noche; si una ventana
se abre, el viento las tira al suelo. Al día siguiente,
la empleada doméstica las barrerá con la basura.

Por eso, cuando salgo, me fijo si quedan


palabras en la mesa, y las guardo en el bolsillo, sin que nadie
se dé cuenta. Después, las pongo en la gaveta del poema. Algún
día, estas palabras han de servir para algo.
Domingo em casa

Amanhã podia ser domingo, e


não haver sol; podia ouvir os sinos e
dizer que era apenas uma ilusão; podia
descer a rua e não encontrar o homem
que vende os jornais; podia chegar
ao largo e não ver as mulheres
em grupo a caminho da igreja, onde
vai começar a missa.

Amanhã podia não ser domingo,


e as ruas estarem vazias como se
não houvesse nada para fazer; podia não
ser domingo e todas as lojas
fecharem; podia não
ser domingo e alguém perguntar
o que é que se faz quando não
é domingo.

Amanhã podia ser um dia qualquer,


e não saber em que dia estou; podia
olhar para o relógio e descobrir que
os ponteiros estão parados; podia
ouvir alguém falar, e não saber de onde
vem a voz que sai da sua boca, como
se estivesse sozinho.

Ou então, podia abrir a porta e


ver que o domingo quer entrar; e
puxá-lo para dentro da casa, para
que lá fora fique sem domingo; e
sair para a rua num dia qualquer,
perguntando a quem passa
se viu passar o domingo.
Domingo en casa

Mañana podría ser domingo, y


no haber sol; podría oír las campanas y
decir que sólo era mi imaginación; podría
bajar a la calle y no encontrar al señor
que vende periódicos; podría llegar
a la plaza y no ver a las mujeres
en grupo, camino de la iglesia, donde
la misa va a empezar.

Mañana podría no ser domingo,


y estar las calles vacías, como si
no hubiera nada que hacer; podría no
ser domingo y que todas las tiendas
cerraran; podría no
ser domingo y alguien preguntar
qué se hace cuando no
es domingo.

Mañana podría ser cualquier día,


y no saber en qué día estoy; podría
mirar al reloj y descubrir que
las agujas están detenidas; podría
oír hablar a alguien, y no saber de dónde
viene la voz que sale de su boca, como
si estuviera solo.

O también, podría abrir la puerta y


ver que el domingo quiere entrar; y
empujarlo hacia adentro de la casa, para
que allá afuera se quede sin domingo; y
salir a la calle en un día cualquiera,
y preguntar a quien pasa
si vio pasar al domingo.
Poema

As coisas mais simples, ouço-as no intervalo


do vento, quando um simples bater de chuva nos
vidros rompe o silêncio da noite, e o seu ritmo
se sobrepõe ao das palavras. Por vezes, é uma
voz cansada, que repete incansavelmente
o que a noite ensina a quem a vive; de outras
vezes, corre, apressada, atropelando sentidos
e frases como se quisesse chegar ao fim, mais
depressa do que a madrugada. São coisas simples
como a areia que se apanha, e escorre por
entre os dedos enquanto os olhos procuram
uma linha nítida no horizonte; ou são as
coisas que subitamente lembramos, quando
o sol emerge num breve rasgão de nuvem.
Estas são as coisas que passam, quando o vento
fica; e são elas que tentamos lembrar, como
se as tivéssemos ouvido, e o ruído da chuva nos
vidros não tivesse apagado a sua voz.
Poema

Las cosas más simples las oigo en el intervalo


del viento, cuando el simple caer de la lluvia en los
vidrios rompe el silencio de la noche, y su ritmo
apaga el de las palabras. En ocasiones, es
una voz cansada, que repite incansablemente
lo que la noche enseña a quien la vive; otras
veces, corre apresurada, atropellando sentidos
y frases como si quisiera llegar al fin, más
rápido que la madrugada. Son cosas simples
como la arena que tomamos y se escurre
entre los dedos mientras los ojos buscan
una línea definida en el horizonte; o son las
cosas que recordamos de pronto, cuando
el sol se asoma en el hueco de una nube.
Éstas son las cosas que pasan, cuando el viento
se queda; y son las que tratamos de recordar, como
si las hubiéramos oído, y el ruido de la lluvia en los
vidrios no hubiera borrado su voz.

Você também pode gostar