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vida moral e, por consequência, da reflexão ética.

A empresa A Ética como Instrumento de Gestão


SEMINÁRIOLuso-EsPANHOL DE ÉTICA EMPRESARIAL
é hoje uma instituição que ocupa em tempo e importância um
Braga, Faculdade de Filosofia da VCP, 28.01.2004
lugar privilegiado na vida do homem e, sendo o fim do
homem a sua realização, ser feliz ou viver a justiça, não faria
sentido que essa realização não fosse compatível com a vida
empresarial, criação do próprio homem. Parece não ser pen-
sável uma separação ou incompatibilidade entre empresa e
Laéticaen laempresa:
vida moral e, deste modo, pensar aquela como uma ilha em apuntes críticosy propu estas desde Europa i/defonso Camacho, SI'

que a ética não tem entrada.


I José Henrique Silveira Como já escrevi 1,
de Brito. .Ética e em-
presa.. In, Antônio Mar- En estas páginas pretendo reflexionar sobre la ética empre-
tins, José Maria André. na empresa a, ética tem duas exigências. A primeira é a prima-
Mário Santiago de Carva- sarial desde la perspectiva y la tradición europea, con el
lho (Coord.), Da natu- zia do homem sobre a organização, pelo que a Ética se apre-
reza ao sagrado. Home- senta como UJ;nsaber que procura encontrar os meios para con- conveflêimiento de que hay ciertas divergencias entre los enfo-
nagem a Francisco Vieira
]ordào. Porto. Edição da seguir o fim da pessoa na sua vida social, concretamente ques que se dan en Estados Unidos y en Europa (continental)
Fundação Eng. Amónio de empresarial. A segunda exigência é atender ao fim ou ao bem
Almeida. 1999. pp. 439- a este ámbito de la ética aplicada.
-440. comum como tal, proporcionando um clima em que se desen-
2 Cf. Amonio Argandona. volvem as acções das pessoas na empresa e ao redor dela 2. Não En efecto, se dice que la ética empresarial conoció un
La ética de la empresa,
Madrid. Instituto de Estu- é por isso pensável uma empresa, como organização humana, fuerte impulso inicial en Estados Unidos, como forma de reno-
dios Económicos, 1994. sem ética como não é admissível que a ética não se possa viver var la imagen de la empresa en la década de 1970. Algunos
W.41-42.
na vida empresarial. Qualquer que seja a actividade do homem,
ela não pode ser incompatível com a sua dignidade nem é acei- escándalos muy espectaculares explican esta nueva demanda.
tável que se exija ao homem uma actuação atentatória da moral. Pero a esa circunstancia más llamativa se unen otros factores
Em última instância é na dignidade humana que radica a justifi- que justifican una creciente demanda de ética para el mundo
cação da ética empresarial e a sua exigência.. Para utilizar uma
de los negocios. Entre estos factores cabe mencionar los
afirmação de Michel Renaud num texto que é uma espécie de
introdução ao livro A Ética nas empresas portuguesas: -existe, siguientes: cierta crisis de confianza en la sociedad respecto
enfim, um fundamento ético primordial que subjaz a todos os a las actividades de las empresas; una demanda de mejor
argumentos e que tem força suficiente para se impor, pelo calidad de vida, a la que se espera contribuyan las empresas
menos teoricamente, a todos os empresários -e não só, mas a
casi como una responsabilidad ineludible de éstas; la exigen-
todos os que se relacionam com a vida empresarial, acrescenta-
J M. Renaud, .Perspecti- ríamos nós -: a dignidade da pessoa humana- 3. cia, cada vez más sentida, de que los directivos no actúen pen-
vas da étic-.Jnas empre.
sas ponuguesas.. In M. sando sólo en el beneficio de los propietarios; la percepción
W.. A ética ,laS empresas
portuguesas, Lisboa. Fó- dei poder de las empresas y la conciencia de que es preciso
rum de Administr-dçàode someter a éstas a cierta regulación; la mayor sensibilización en
Empresas. 1997. p. 41.
todas estas cuestiones de la opinión pública y la disponibili-
dad de medios para divulgarias 1. 'J. M. Lozano, f.1lca y
empresa. Madrid. Trona,
1999. pp. 37-41.

. Faculdade de Teologia de Granada.

342 IIrMMu 1S9 (2004) 343-362 343


l
,
En realidad, lo que estamos describiendo es lo que en Primeracoordenada: la concepción de la empresa
la misma Norteamérica se ha llamado la Busíness Ethícs (en
adelante, BE). Es cierto que pronto se difundió fuera de aquel Lo primero que hay que decir es que la ética aplicada no
país y, concretamente, se exportó a Europa. es un saber abstracto e intemporal, desconectado de las con-
Pero, ipuede afirmarse que la BE es la única forma de
diciones geográficas e históricas. Estos condicionamientos
enfocar la ética aplicada a la actividad empresarial? Mi opinión
son expresión de sus propias limitaciones, pero también son
es que no. Y es lo que intentaré ilustrar en estas páginas. la fuente de su fecundidad. Entre estos condicionamientos
Ya en la obra citada, Josep M. Lozano se encarga de enu-
hay que mencionar ciertos conceptos previos, que llegan dei
merar algunas características específicas de la ética empresarial
mundo científico, pero que la misma reflexión ética contribuye
que se desarrolla en Europa, tomando como base la BE impor- a reforzar.
tada de Estados Unidos. Dos rasgos propios de la ética euro-
Por lo que se refiere a la BE, es indudable que sus plan-
pea serían: en primer lugar, el capitalismo que le sirve de base
teamientos y sus orientaciones para la resolución de los pro-
es diferente; en segundo lugar, este interés por la empresa ha
blemas están siempre marcados por el concepto de empresa
venido alienar el espacio dejado por la crisis de las ideologías.
que manejan, implícita o explícitamente, aquéllos que hacen
Pero hay todavía otras rasgos diferenciadores: es menor la
la reflexión ética o los que se encargan de aplicaria. Y pode-
tendencia a apelar a la legislación para resolver los conflictos;
mos distinguir ai menos tres concepciones de la empresa
se percibe, en cambio, un mayor interés por conectar la refle-
que, sucesivamente, han dominado el mundo económico y
xión ética con aproximaciones filosóficas y con una conside-
empresarial.
ración más sociológica de los problemas que trata; se da menos
Durante mucho tiempo, en las décadas marcadas por
importancia a los códigos empresariales y su elaboración; se es
más sensible ai peligro de instrumentalizar la ética empresarial la revolución industrial, la empresa ha sido esencialmente el
haciendo de ella un instrumento de legitimación de las empre- lugar dei conflicto entre el capital y el trabajo. Destacaba
sas; se confía menos en la autorregulación, tan ligada ai indivi- en ella - e incluso llegaba a condicionar toda la dinámica de
dualismo liberal; en contraste con esto, se da mayor peso a los la sociedad - la contraposición de intereses entre unos y otras.
valores propios de las tradiciones políticas dominantes (social- Por eso la ética se detenía en analizar los derechos y obliga-
demócratas) o a filosofías de corte comunitarista 2. ciones de cada una de las partes, como forma de contra pesar
2 lbldem, p. 42.
Ahondando en estas constataciones, intentaré avanzar la idea de que la empresa era dei capital y se identificaba con
mostrando algunas líneas por las que debería avanzar la ética él, idea que la praxis se encargó de difundir con el apoyo
empresarial hoy, desvinculándose de un excesivo mimetismo jurídico de la .sociedad anónima. o .sociedad por acciones.
respecto a la BE. Para ello voy a proponer tres coordenadas (donde el capital era propietario y el trabajo era un tercero
que, en mi opinión, enmarcan el origen y desarrollo de la BE externo a la misma empresa, con razón llamado otrabajo por
haciendo además una valoración crítica de las mismas. Eso nos cuenta ajena.). Los intentos de presentar la empresa como una
ayudará a justificar las líneas de avance propuestas. comunidad de personas eran difíciles de compaginar con esta
realidad, pera servían ai menos para poner de relieve que,
más allá de esos intereses contrapuestos, podían identificarse
algunos intereses comunes a capital y trabajo.

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--- -
Se suele citar a James Burnham (con a su obra, publicada nistas para entender lo que es la empresa y cuál es su función.
.i J. Burnham, 7be Mana- en 1941, The Managerial Revolution 3) como el teórico de EI artículo trata directamente de hacer una crítica dei concepto
gerial Revolulion, New
York, John Day. 1941. lo que se llamó la revolución gerencial. Para este autor, la de responsabilidad social de la empresa. Y para negar que la
empresa debe estar dirigida por técnicos competentes, que empresa tenga alguna responsabilidad social, se afirma que la
sean capaces de representar los intereses de la empresa función única de los directivos es servir a sus duenos haciendo
misma, incluso como algo diferente a los de sus trabajadores realidad sus intereses. No sólo es ese su deber, sino que
y accionistas. Se tiende ahora a desvincular a la empresa de además no están capacitados para otras cosas que parecen
sus accionistas, que en realidad son, jurídicamente hablando, incluirse en eso de la responsabilidad social: por eso, cuando
sus propietarios, Porque se piensa que la empresa tiene una intentan actuar en otros campos, lo hacen mal y además están
entidad propia, que exige una autonomía en cuanto a sus invadiendo competencias que son dei Estado. Porque la
~ T. García Perdiguero, La estrategias y a ~u funcionamiento 4. empresa es propiedad de los accionistas. En efecto, según su
n>sponsabilldad social de
las empresas eu un mun- Esta idea, que supone una visión de la empresa que punto de vista,
do global. Barcelona. Ana-
grama, 2003. pp. 37-59. subraya aspectos diferentes de la que presentábamos en
en un sistema de libertad de empresa y propiedad privada, un
primer lugar, se generaliza en cuanto a su pu esta en práctica ejecutivo es un empleado de los propietarios dei negocio.
en la década de 1960, Contribuye, indiscutiblemente, ai refor- Es directamente responsable ante sus patronos. Esa responsabi-
zamiento de la empresa como institución social con persona- lidad consiste en dirigir el negocio de acuerdo con los deseos
lidad propia, en la que son prioritarios los objetivos institu- de aquellos, que generalmente se reducirán a ganar tanto dinero
.. como sea posible siempre que se respeten las regias básicas
cionales, los cuales no tienen por qué coincidir ni con los de la sociedad, tanto las prescritas por la ley como por la cos-
intereses dei trabajo ni siquiera con los de los accionistas. tumbre moral 5. S M. Friedman, .The so-
cial responsahilili!y of
Y da lugar ai desarrollo de una clase gerencial, formada husinessisto increaseits
profilS', 7be Nerv York
por directivos que aspiran a ejercer un liderazgo fuerte en la En estas líneas queda perfectamente expresada una con- Times Magazine 03 sep-
tiemhre 1970).
empresa. cepción de la empresa compartida por muchos de los cultiva-
Pero la revolución de los gerentes durará poco tiempo, dores de la BE. Y no es que sea inaceptable la crítica de los
ante el empuje de una nueva revolución, la revolución accio- directivos que está a la base de esta nueva .revolución,,:lo que
narial, el tercer modelo que conviene mencionar. Es este ocurre es que una cosa es la crítica y otra la propuesta que se
el contexto en que nace la BE: por eso el interés de esta con- hace para superar lo que se critica. Ahí es donde está justifi-
cepción de empresa es mayor para nuestro propósito. lQué ha cado, en mi opinión, disentir.
sucedido? Se ha producido una cierta insatisfacción ante la lCómo afecta todo esta a la BE y qué cuestiones le plan-
imposibilidad de someter a control eI poder de los directivos, tea a la ética empresarial? La ética empresarial, cualquiera que
Estas son criticados porque han olvidado algo tan fundamen- sea su enfoque, debe comenzar por clarificar en qué concepto
tal como que la empresa es de los accionistas. Estamos en los de empresa se apoya. lEs válido el de la empresa como mera
anos 1980, Son las ideas que había ya formulado Milton Fried- propiedad de los accionistas, tan presente en la BE? Pienso
man con una década de antelación. En un famoso artículo, que no. De hecho ha sido criticado por toda una corriente
que ha sido desde 1970 punto de referencia obligado en todos de pensamiento que tiene su origen en los mismos Estados
estas debates, Friedman invoca el papel central de los accio- Unidos: concretamente en la teoría de los stakebolders de

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R. E. Freeman. Es cierto que este autor no elaboró su teoría principios generales de difícil concreción y de dudosa eficacia.
desde una preocupación ética, sino desde la perspectiva de No es raro que, entre los que cultivan las ciencias aplicadas
la planificación estratégica; pero luego sus ideas han sido uti- - en el mundo de la empresa, por ejemplo - no pocos sientan
lizadas para corregir la visión friedmaniana de la empresa. una cierta incomodidad ante el discurso ético porque lo per-
Lo que dice Freeman es que, en su estrategia, la empresa no ciben demasiado extrínseco a la realidad que ellos viven cada
puede pensar sólo en los accionistas, sino en todos aquellos día y desconectado de la problemática que en ésta se ventila.
grupos vinculados de alguna manera a ella, bien sea activa- Si la ética empresarial tiene que mirar a las ciencias de la
mente (en cuanto pueden afectar a la empresa con su actua- empresa y de las organizaciones para poder llevar a cabo una
ción), bien pasivamente (en cuanto que pueden ser afectados reflexión aceptable, encuentra una oportunidad importante
por ésta con sus acciones). para enriquecer sus planteamientos en esta teoria de los
Pero no es difícil aplicar las ideas de la estrategia empre- stakeholders, que le permite una estructura capaz de integrar
sarial, desarrolladas por Freeman, ai campo de la ética. Porque mejor todos los campos de responsabilidad de la empresa sin
la ética se pregunta siempre por la responsabilidad, y la teoría caer ~n' simplificaciones.
de los stakeholders ofrece un esquema muy útil para identifi- De hecho son muchos los estudiosos de la ética empre-
car aquellos grupos ante los que la empresa es responsable sarial que emplean este esquema de los stakeholders para
en sus actividades. No hay que dudar que lo es ante los accio- estructurar los distintos campos a analizar; y también no pocas
nistas, pero no sólo ante ellos: también ante los trabajadores, las empresas que recurren ai mismo esquema para dar forma
los consumidores, los clientes y proveedores, la administración a sus códigos empresariales. De todos modos, no basta con
pública e incluso la sociedad como un todo. asumir este esquema. Hay que sacar todas las consecuencias
Una ética empresarial tiene que plantearse las relaciones de lo que en él se implica: identificar bien cuáles son los ver-
de la empresa con todos estos colectivos, así como las obliga- daderos stakeholders, sin dejarse llevar por intereses encubier-
ciones y los derechos que surgen de ellas. Una ética que parta tos, y sobre todo definir con toda honestidad las obligaciones
de la concepción de Friedman llegará a conclusiones muy dis- con cada uno de esos grupos. Este es un horizonte donde
queda mucho camino por recorrer todavía, donde la ética
tintas de otra que asuma la teoría de los stakeholders para
explicar lo que es la empresa. Es más, una y otra ética contri- empresarial tiene que desarrollarse aún considerablemente.
buirán a legitimar el concepto de empresa que toman como
base. Por eso es tan importante comprender que la primera Segundacoordenada:
la racionalidad
económica
tarea de la ética empresarial es discutir la concepción más ade-
cuada de ,empresa.
lCuál es la lógica última según la cual se desarrolla la activi-
Hay que insistir en que ésta no es una tarea ajena a la dad económica? Puede parecer una pregunta muy abstracta,
ética y sólo propia de las ciencias de la empresa. Como hemos pero con ella estamos entrando en uno de los temas más
dicho antes, es su primera tarea. Si una ética aplicada no nucleares de la economía.
comienza entrando en diálogo con las ciencias que estudian Si nos atenemos ai marco clásico de la economía, encon-
su ámbito de aplicación, .corre el peligro de quedarse en una tramos que su punto de partida está constituido por los con-
elucubración sin raíces en la realidad o en una colección de ceptos de eficacia y eficiencia. La eficacia es la adecuación de
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los medias a los fines. La eficiencia va más alIá: supone es raro se puedan dar en la realidad. Pero, en cuanto modelo,
alcanzar unos determinados fines con la menor cantidad de no deja de ser útil para una primera aproximación ai funcio-
medias posible. Estos conceptos se adecuan muy bien a una namiento de la economía.
definición tan clásica de la economía como esta: conjunto de Los problemas comienzan cuando intentamos pasar de los
actividades que tiene por objeto la producción de bienes y modelos teóricos a la vida de cada día. Estos problemas son
servicios para la satisfacción de las necesidades humanas de varios órdenes diferentes: unos afectan ai mercado mismo
con unos recursos que son escasos. EI factor .escasez. explica y a la función que tiene en él la competencia, otros ai con-
ese cuidado para emplear los recursos de la forma más cepto de racionalidad, otros a ciertas condiciones específicas
eficiente posible. de la economía hoy. Vayamos por partes.
Este doble criterio de la eficacia y de la eficiencia puede En primer lugar, es preciso incidir en la diferencia que
aplicarse ai comportamiento individual. Cuando el ser humano existe entre el modelo teórico dei mercado de competencia
perfecta y los mercados reales 6. Para que un mercado asigne " L. Sehastián, t1 ny des-
actúa según ese patrón, se puede decir que su comporta- Iludo. Cuatro verdades
sobre el mercado, Ma.
miento es racional. Resulta de elIo una aceptable rentabiliza- eficie~temente los recursos, como pretende la teoría econó- drid. Troua, 1999. pp. 43-
mica, tienen que darse unas condiciones que rarísimamente se -57.
ción de los recursos que posee, porque los ha usado desde
una estricta racionalidad económica. dan en los mercados reales. Permítaseme recordar cuáles son
La escuela neoclásica elaboró en los comienzos dei dichas condiciones:
sigla XX este modelo de comportamiento racional proyectán-
dolo sobre el conjunto de la sociedad. Cuando todos los indi- 1) Que ai mercado confluyan una multitud de agentes
viduos pretenden maximizar su utilidad de acuerdo con estos pequenos, ninguno de los cuales tenga poder para
imponer a todos soluciones que les beneficien a ellos
criterios, entonces se alcanza el máximo de bienestar posible,
particularmente.
siempre que haya libertad para que cada uno, sea productor o
consumidor, tenga la posibilidad real de buscar esa utilidad. 2) Que haya libertad absoluta de entrada para cualquier
Este modelo, en el cual todos los agentes económicas actúan vendedor que quiera establecerse.
con libertad y ninguno de ellos puede imponer sus intereses a 3) Que se intercambien productos homogéneos, los
los demás, es el mercado. La igualdad entre todos es la garan- cuales no se diferencien en nada dependiendo de la
tía de que nadie puede imponerse a nadie, porque el poder empresa que los venda.
de actuación de cada uno es insignificante en el conjunto.
4) Que se disponga de una información perfecta sobre
En eso consiste la competencia de que hablaron los clásicos,
la existencia, naturaleza, cualidades y prestaciones de
y luego la escuela neoclásica: y en elIa radica la mayor fuente
cada producto y de los precios que están dispuestos a
de seguridad para cada uno, cuya base no es otra que la igual-
dad de todos. pagar los compradores y que piden los vendedores.

Habrá podido advertirse que lo que estamos describiendo 5) Que se actúe con racionalidad económica: que las
es el mercado de competencia perfecta, que se estudia en la empresas traten de maximizar la ganancia y los con-
sumidores de maximizar la utilidad.
teoría económica. Evidentemente se trata de un modelo muy
teórico porque está some tido a restricciones muy fuertes, que 6) Que los precios seanflexibles hacia arriba y hacia abajo.

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No es aventurado concluir que la asignación de recursos Pero esto no es lo que vemos hoy en el mundo econó-
no la hará ningún mercado con el rigor que se esperaría de mico y empresarial. De la competencia como colaboración
él, porque un mercado que responda a estas características no entre iguales hemos pasado a la competencia como lucha
existe en ninguna parte. Lo que sí se puede considerar es hasta sin cuartel y como una amenaza para la supervivencia de
qué punto un mercado concreto se acerca a ese modelo ideal, todos, especialmente de los más pequenos. Esto ocurre
y cómo se puede actuar para que se aproxime más a través de cuando el producto se diferencia o cuando existen economías
medidas de orden político o legal. de escala (normalmente, porque hay barreras a la entrada en
Todavía, si queremos IIegar más ai fondo dei problema la industria): entonces se establece una situación de pugna o
dei mercado, cabría decir que, para que éste funcione ade- lucha en la que se impondrá la que tenga más poder o más
cuadamente, hay que garantizar una igualdad de base entre ventajas respecto a las otras. Ya no hay armonización de inte-
reses entre las empresas, sino abierta contraposición 7. ,No es 7 lbidem, pp. 62.66.
todos los que actúen en él: ésa es como la condición básica,
esta competencia una feroz lucha por la supervivencia, una
a la que casi se reducen todas las demás. Cuando la igualdad
falta en eI punto de partida, el mercado no es neutral, sino forma/de .daIWinismo social-?
Esta digresión sobre el sentido de la palabra competencia,
que tiende a incrementar las desigualdades: y, mientras más se
que nos ha IIevado a distinguir dos formas muy distintas de
avanza por esta vía, peor se realiza la función asignadora de
entenderia, es decisiva a la hora de indicar si la competencia
recursos. Y es que la libertad de los agentes depende de la
es un bien público, que hay que proteger, o una amenaza para
igualdad entre todos: cuando ésta falta, son más libres o tienen
la estabilidad de muchas empresas, que habría que someter ai
más margen de maniobra para imponer su voluntad aquellos
que están mejor situados. control. Y es responsabilidad de la ética intentar una clarividen-
cia grande en esto, para salir ai paso de un discurso que a veces
Para la economía clásica - para Adam Smith en primer
pondera las ventajas de la competencia sin reparar en estas dife-
lugar - la igualdad entre todos era la mejor garantía para rencias entre dos conceptos y dos realidades de la misma.
todos, porque nadie podía imponerse a los demás. En esto
Esta problemática dei mercado y las condiciones en que
consiste la competencia. Se dice que hay competencia entre asigna adecuadamente los recursos está muy relacionada con
las empresas siempre que ninguna de eIlas tiene capacidad el concepto de agente económico que subyace. Productor y
sobre los precios y sobre el mercado mismo. Entonces se consumidor son entendidos desde la más estricta racionaHdad
produce como una especie de equilíbrio de fuerzas que disci- económica, a la que se aludió más arriba. Profundizando
plina a todas las empresas por igual. Cuando las cosas suce- ahora en este concepto, de la mano de Amartya Sen, puede
dan así todo redunda en beneficio, no sólo para la sociedad y decirse un comportamiento se considera racional sierhpre que
para los consumidores (garantía de un buen equilibrio entre se da una consistencia interna en la elección, de forni~'ciue el
calidad y precio), sino también para las empresas (seguridad conjunto de elecciones se podría explicaren términos de
básica para sobrevivir y desarroIlar sus actividades). La com- maximización respecto a algo. Y si queremos concretar algo
petencia responde aquí ai sentido que procede de la misma más, cabría hablar de maximización dei propio interés 8.Ahora H A. Sen, Sobre ética y
economia. Madrid. Alian.
etimología dei término: porque -cum-petere- es -dirigirse con- bien, ésa es una racionalidad estrictamente instrumental, ya za. 1989, pp. 19.45.

juntamente hacia algo- e implica, por consiguiente, una cierta que se fij~sólo en los medios y da por evidente los fines a los
actitud de cooperación. que estos medios se orientan. Los fines nunca se cuestionan ni

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se someten a discusión: están dados. Lo único que interesa es convierte en el fin que impone su ley sobre la economía real.
ver si se están empleando los medios más adecuados para Se ha producido una inversión de los medios y los fines: inte-
alcanzar esos fines y si se emplean de la manera mejor. resa ante todo el beneficio financiero a corto plazo (que los
Sin duda que esta posición simplifica lo que es el ser activos financieros aumenten de valor en los mercados), y a
humano. No es el propio interés lo que orienta siempre el ello se subordina toda la dinámica de la producción. Se pro-
comportamiento de los individuos, mucho menos cuando estos duce, no porque interesa a la sociedad, sino sólo porque ello
actúan en grupos. EI ser humano es una realidad más com- puede ser una oportunidad para incrementar el valor de un
pleja que todos esos esquemas. patrimonio, y en la medida en que lo sea.
Sin embargo, esta concepción de racionalidad económica Puede comprenderse que a la ética empresarialle quedan
sigue teniendo aplicaciones importantes en la economía importantes tareas en este marco. Están insinuadas en todo lo
actual, y en el mundo de la empresa. Es más, !lega a concre- que precede. Pero se pueden explicitar:
tarse aún más cuando se interpreta como rentabilidad a corto
plazo. EI obj~tivo o fin de la actividad empresarial es obtener a)' Ante todo, colocar en sus verdaderas coordenadas el
resultados en poco tiempo. Desde una empresa entendida en concepto de racionalidad económica. O sea: recono-
primer término como propiedad de los accionistas, el fin de cer Sll validez para ciertos análisis, pero también sus
la actividad empresarial se concreta en aumentar el valor limitaciones, sobre todo cuando se quiere valorar su
patrimonial de aquélla en el mercado, que es lo que se supone idoneidad como instrumento adecuado para com-
los accionistas desean. Porque, según esta visión de las cosas, prender el ser humano y sus dinamismos.
la empresa es un patrimonio mobiliario, cuyo valor depende
dei mercado. b) Contribuir a la crítica deI mercado, también aquí no
Cuando esta mentalidad se impone, deja de interesar los para eliminar el concepto, sino para discernir para
que fueron los valores deI capitalismo clásico: el talento qué vale y para qué no. Esta significa dejarse cuestio-
creativo, la capacidad de innovación o el orgullo por la exce- nar por la realidad de los mercados, pero también
lencia de los productos y servicios creados por las empresas. cuestionar esa misma realidad con rigor, exigiendo
La empresa tiene otra función, otra razón de ser. Su función dos cosas: que los mercados reales se aproximen
social ha quedado muy limitada, porque sólo mira a un colec- cuanto sea posible ai mercado ideal, que sus defi-
tivo, el de sus propietarios; hablar de responsabilidad social ciencias sean corregidas desde instancias externas
es casi una quimera. cuando no sea posible corregirlas desde dentro.
Todo esto no es mera ficción o fruto de una visión pesi-
mista de la empresa actual. La subordinación creciente de la c) Aplicar estos conceptos, adecuadamente sometidos
economía real a la economía financiera es .una tendencia a crítica, a la realidad de la empresa para explicitar
más que constatada, que las empresas alimentan con su praxis cuál es la función que corresponde a la empresa en
diaria. Resulta entonces que el mundo de las finanzas, que la sociedad y cuál puede ser su responsabilidad en
nació como una ayuda para la producción de bienes y servi- relación con el tipo de persona que queremos formar
cios y debería tener, por tanto, un carácter instrumental, se y el estilo de sociedad que queremos construir.

354 3SS
Terceracoordenada:
lasrelacionespúblico/privado separación entre lo público y lo privado y se procede a un
reparto riguroso de las competencias entre un ámbito y otro
La relación entre lo público y lo privado siempre ha sido com- (el Estado y la sociedad), sino que se produce también un
pleja y objeto de continuas debates. No es el momento de desprestigio de lo público y dei Estado como responsable dei
entrar en ellos. Basta con constatar que hoy se tiende a esta- mismo. Pues bien, este es precisamente el contexto en el
blecer una radical separación entre ambos: la sociedad - se
que recibe sus impulsos iniciales la BE. Esta explica algunas
dice - está constituida por personas y por instituciones priva- características de esta corriente de pensamiento, que enume-
das, que se organizan y funcionan para atender a sus intereses ramos a continuación.
particulares; y, aunque es cierto - se anade - que existen unos
La BE se muestra muy reservada frente a cualquier tipo de
intereses generales de todos, de éstos ya se ocupan los pode-
regulación gubernamental, porque desconfía de la capacidad
res públicos, cuya función es precisamente ésa.
de los poderes públicos para orientar positivamente a la
Esta dicbtomía creciente entre lo público y lo privado es
sociedad. Ai mismo tiempo, y como contrapartida, apela cons-
consecuencia dei desarrollo dei Estado social, una consecuen-
tantemente ai comportamiento individual, en el que pone toda
cia que puede considerarse negativa por los efectos que
su confianza. E insiste en que son los individuos los únicos
parece estar teniendo sobre su propia viabilidad. Este modelo,
que pueden garantizar la ética en la actividad económica,
que se fue consolidando desde después de la segunda guerra
con tal de que sean personas de sólidas convicciones y de
mundial, ai dotar ai Estado de fuertes competencias para
el bienestar de la sociedad, ha ido como adormeciendo la principios: para ello tienen que ser personas virtuosas. Se
,0
responsabilidad de todos los ciudadanos en la construcción recupera así la ética de las virtudes, que tanto se había olvi-
dado recientemente.
dei bien común. Podríamos decir que su principal valor está
La decepción sobre la capacidad de los poderes públicos
en la raíz misma de su crisis, aunque haya otros factores que
9 Consejo de Redacción. también han contribuido a ella 9. para garantizar los intereses colectivos - a la que no le falta
.Crisis y futuro dei Estado fundamento en el pasado reciente - explica esta exaltación de
de bienestar., Revista de Estas dificultades dei Estado social parecen acarrear el
Fomento Social 50 (1995).
149-169. final de un modelo que había concitado un amplio consenso lo privado. Se considera, por tanto, que seguir confiando en lo
social y hasta ideológico durante varias décadas, después de público resulta de una ingenuidad inadmisible.
la crisis irreversible dei modelo capitalista liberal en el primer Y uno de los ámbitos donde lo privado está llamado a
tercio dei sigla XX.Junto a ello hay que considerar el colapso desempenar un papel más elocuente es el de la actividad eco-
final dei colectivismo, que se convierte en un argumento más nómica y empresarial. EI hombre de negocios es un sujeto
para descalificar la pretensión dei Estado de intervenir en la privado, que busca hacer realidad sus legítimos intereses.
vida económica. Asistimos entonces a una crisis de todo lo Y puede hacerlo con toda libertad con tal que sea una persona
público y a unarevaporización de lo privado. Es lo que quiere virtuosa y respete las leyes. Si es así, la empresa funcionará
expresar aquella afirmación de Ronald Reagan, que tanto se adecuadamente y cumplirá sus objetivos. Todo lo demás es
repitió en los anos dei resurgir dei liberalismo económico: ajeno a la empresa. No extrana, entonces, ese notable desin-
.Ei Estado no es la solución; el Estado es el problema... terés, tan típico de esta corriente, por la relación empresa!
Hemos constatado cómo entre 1975 y 1995 (por indicar sociedad: ni se capta el alcance de esta relación ni la respon-
dos fechas aproximadas), no sólo se cdnsuma una tajante sabilidad de la empresa en la mejora de la sociedad. Se aban-

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.
dona así un ámbito que había resultado hasta los anos 70 muy páginas de los diarios o a las pantallas de la televisión, tal
fecundo para las ciencias sociales y económicas. actitud sólo puede ser calificada de ingenua. Si ingenuo era
Este individualismo tan exacerbado se combina además confiar sin límites en los poderes públicos, no menos lo es
con una fuerte dosis de pragmatismo. EI pragmatismo pone entregarse sin cautelas en manos de lo privado.
los ojos en las múltiples oportunidades de hacer negocio Por eso, lo que subyace en eI fondo de todo esto es
que ofrece la economía actual y recomienda que el hombre la necesidad de encontrar una relación equilibrada entre lo
de negocios se concentre en esa tarea, eso sí, cumpliendo público y lo privado. Ni una confianza tal en lo público que
escrupulosamente la ley y absteniéndose de cometer actos lleve a todos a sumimos en nuestro mundo privado y a desen-
en contra de la misma. Y esto está ai alcance de cada uno, ai tendemos de los intereses generales; ni una visión idílica dei
margen de la empresa en que se trabaje o dei entomo en que ser humano como si éste se comportara espontáneamente
ésta se mueva.
de acuerdo con los principios dei hombre virtuoso. Tanto una
La BE encama así lo que Lipovetsky ha llamado una "ins- postura como la otra conducen a una separación tajante de lo
trumentalización utilitarista. de la ética, muy coherente con el privadp'y lo público, que la experiencia histórica ha mostrado
mundo en que vivimos, y que él califica de posmodemo. Para ser funesta para la sociedad en su conjunto, incluso para las
este autor, en un mundo posmodemo sólo son posibles las que parecían más evolucionadas.
éticas "indoloras., aquellas que están Esa relación equilibrada que buscamos entre lo público
animadas no por el imperativo de abandono de los propios y lo privado tiene que asumir que los intereses generales de
fines, sino por el esfuerzo de conciliación entre los valores y los la sociedad - la tarea última del Estado - no es, sin embargo
intereses, entre el principio de los derechos deI individuo y tarea exclusiva de éste, sino que su función es, más bien, sub-
IQGarcíaP"rdi~uero.
op. Ias presiones de la vida social, económica y científica10.
eU..p. 153. sidiaria. lCómo dar contenido a esta relación? AI menos con
estas dos consideraciones.
Esta ética ha perdido casi toda su capacidadcríticay corre
el peligro de actuar como factor de legitimación de cualquier Ante todo, hay que ahondar en lo que significa el carác-
práctica orientada a la obtención de buenos dividendos, con ter subsidia rio dei Estado. Las funciones que les corresponde
la sola condición de ser (ai menos, aparentemente...) respe- garantizar no tiene que realizarias él directamente, sino sólo
tuosos con las leyes y las costumbres. Paradójicamente este velar para que se realicen y hacerlo con sus recursos cuando'
movimiento de la BE coexiste con una multiplicación de los no surgen iniciativasde la sociedad. Comprender lo que ~~. r~. (

casos de corrupción, en los cuales se producen ganancias verdad significa la subsidiaridad es crucial para qu~ ,I~ ~9;çNr~!
inconmensurables para algunos y perjuicios no desdenables dad no se desentienda de esos intereses comunes: cuando la
para muchos, y sobre todo una manifiesta impotencia de estos sociedad se desentiende, no sólo no lo col:lboransin<1. que
muchos contra aquellos pocos. EI mundo de los negocios tiende a oponerse, ai menos con una resistencia.pasiva, a las
resulta complejo hasta para descubrir y clarificar los mecanis- tareas dei Estado. Los ciudadanos se olvidan,deqJ.le,pl Estado
mos de corrupción e identificar y castigar a los culpables. necesita de la solidaridad de todos y termioan :pQr<considerar
Una verdadera ética empresarial no puede confiar tanto ai Estado como un obstáculo para sus pr.0pi6sHi~tereses: son
en la virtud y buenos principios de los agyotes económicos. fáciles en reivindicar derechos" perp' <~J;'
'ieacioSf~JXreConocer
L
obli-
A la vista de los escándalos que saltan .con frecuencia a las gaciones. Llegamos así a unaldicotomía~Jtotal entre) lo privado

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y lo público, que acaba vaciando de contenido a lo público
entiende ya sin la empresa, porque ésta es la que
y esterilizando la actuación deI Estado.
produce los bienes y servicios que satisfacen las nece-
En segundo lugar, no se puede caer en la ingenuidad de
sidades humanas y sociales y genera la renta que
pensar que los poderes públicos cumplen a la perfección
todos necesitamos para vivir. Pero su incidencia sobre
sus responsabilidades sin que nadie controle su actuación. Es
la sociedad es mucho mayor: la empresa condiciona
imprescindible que éstos sean controlados desde la sociedad.
nuestros gustos, moldea nuestros hábitos de conducta
EI creciente desinterés de la sociedad hacia la política, tan
y nuestras costumbres, ejerce influencia sobre los
típico de nuestro tiempo, sólo ha conducido a una pérdida
gobiernos y hasta sobre los organismos internaciona-
progresiva de la capacidad para someter a control a quienes
les. Todo esto debe ser asumido por la empresa, no
deberían atender los intereses públicos. iNo es esa la explica-
sólo en forma pasiva y resignada (como un hecho
ción de la corrupción política que tanto deploramos? Porque
insoslayable), sino de un modo proactivo y viendo
la corrupción no es otra cosa sino poner esos poderes, que la
~n todo eso innumerables oportunidades para desar-
sociedad otorga a los responsables públicos para que atienda , rollarse.
los intereses de todos, aI servicio de intereses particulares de
un grupo. No entramos en las formas concretas de ejercer este 2) Tampoco a la empresa le es indiferente el modelo de
control de la política por parte de la sociedad, que son hoy tan sociedad y las funciones que en elIa se encomiendan
numerosas y potentes: sólo deseamos subrayar la importancia ai Estado. Por eso la ética empresarial no puede dar
de este control y la necesidad de que todos los ciudadanos por presupuestos previos a ella y que no entran en el
reconozcan su responsabilidad en este campo. ámbito de su consideración las relaciones sociedad/
Estas dos consideraciones sirven para corregir la tenden- Estado, que no son sino otra forma de hablar de las
cia de la BE a fomentar lo privado frente a lo público, redu- relaciones público/privado. Si la ética aplicada a la em-
ciendo éste a unas determinadas restricciones legales. La ética presa se interesa por estas cuestiones es porque sabe
empresarial tiene que apoyarse en una nueva relación que el papel de la empresa en la sociedad depende de
público/privado que se asiente en el reconocimiento de la res- cómo se entienda ésta. EI debate por el modelo de
ponsabilidad social de la empresa. Ésta noción es de una gran sociedad y de Estado no es, por consiguiente, ajeno a
fecundidad a la hora de elaborar los contenidos de la ética la ética empresarial ni cae fuera de su campo.
empresarial. Terminaremos estas páginas enumerando cuatro
I. Camacho, .La res-
3) Más aliá de las relaciones generales de la empresa con
II líneas en que debería desarrolIarse la ética empresarial!!.
ponsabilidad social de la sociedad, la ética empresarial tiene que descender
la empresa: un proceso
abieno-. Revista de Fo- 1) Ante todo la ética empresarial, no sólo no puede igno- a las relaciones con los diferentes colectivos sociales,
mento Social 59 (2004),
75-98. rar las relaciones empresa/sociedad, sino que tiene lo que lIamamos más arriba stakeho/ders. Identificar-
que entrar a fondo en su análisis y estudiar las impli- los, así como especificar las relaciones y las responsa-
12 R. Araque padilla, .Una caciones reciprocas que se siguen de elIa. La empresa bilidades con cada uno, son tareas centrales de la
aponación ai debate s0-
bre el Libro Blanco de no puede ser entendida como un ente aislado, sino ética empresarial.
la responsabilidad social
de la empresa., Revista en estrecha y múltiple interrelación con la sociedad en 4) Por último, todo lo dicho hemos de situario en el con-
de Fomento Social 57
(2002), 595-628. que se inserta 12. Es más, tampoco la sociedad se
texto de la g/oba/ización. Esta perspectiva da un colo-

360 361
A Ética como Instrumento de Gestão
rido nuevo a todo lo anterior. Porque, en un mundo
SEMINÁRIO Luso-EsPANHOL DE ÉTICA EMPRESARIAL
donde las fronteras se desvanecen y la mayoría de los Braga, Faculdade de Filosofia da UCP, 28.01.2004
gobiernos ven cómo se reducen sus poderes de inter-
vención, son las empresas las que asisten a una
ampliación de su campo de acción y de su libertad
para actuar, Habría que aplicar aquí aquel sabio prin- Haciaun nuevomodelo
cipio: la responsabilidad es directamente proporcional
ai poder. Y traducirlo: si la empresa tiene hoy un de empresa:
mayor poder en el mundo globalizado, su grado de el fenómenode la responsabilidad
social José Luis Fernández
I.' \. Hamonet, .Glohali-
7..ación.ética y empresa-,
responsabilidad es también mayor 13. corporativa Fernál1dez'
en A. Conina (ed.), Cons-
truir confianza. Ética de
la empresa en la sacie.
dad de la información y
las comunicaciones, Ma- I. Planteamiento
introductorio
drid, Trolta, 2003. pp. 97-
-108, D. García-Marzá, I Por motivos memmente
Ética empresarial. Dei estilísticos y de variatio,
diálogo a la cOlljlanza.
A mi modo de ver, si queremos captar el significado profundo aunque consciente de las
posibles diferencias de
Madrid, Trolta, 2004, pp.
23-33.
de la actual apelación a la Responsabilidad Social de la matizentre los conceptos,
Empresa 1 (RSE) y si buscamos enmarcarla en coordenadas utilizaré a lo largo dei
preseme anículo, de ma-
más sustantivas que las aportadas desde simples modas pasa- nera indi,tinta.como sinÔ-
nimos intercamhiahles la
jeras en las técnicas de la dirección y administración de empre- denominación .Respon-
sabilidad Social Corpora-
sas 2, como paso previo, debiéramos partir precisamente de tiva. y/o .Responsabili-
dad Social de la Empre-
una adecuada composición de lugar respecto ai sentido y ai sa~,así como SlISabrevia-
turas respectivas - RSC
marco de actuación en que las empresas operan. Pues no Y RSE. Pam este tipo de
distinciones semánticas.
por sabido, merece la pena dejar de explicitar el dato cierto véase: AECA,Marco COIt-
y básico de que la actividad económica - y, no se olvide, ceplual de la Respoltsabl-
lidad Social Corporaliva.
las empresas funcionan siempre en esta clave y desde estos Madrid, 2004, pp. 19-23.

prenotandos - en principio, cursa incardinada en un sis- 2 Hay quien etiqueta el


fenómeno de la Respon-
sabilidad Social como la
tema - más o menos eficiente, más o menos adecuado a sus -últimainnovación en ma-
fines y objetivos - que resulta ser esencial y axiológicamente nageme/1/.. Ver ai respec-
to: M. Nieto Antolí y R.
ciego 3, Sin que esto que se dice deba interpretarse como que Fernández Gago, .Res-
ponsabilidad social cor-
dicho sistema sea inmoral: simplemente se senala el dato de porativa: la última inno-
vación en managemenr-,
su ínmedíata amora/idad que, sin duda, debiera ser - y así Universia Bus;ness Re-
view, n° 1 (2004), 28-39.
ocurre con frecuencia - corregida, enmendada, complemen-
.' Véase para este asunto:
José M' Méndez. -Aspec-
tos éticos de la globaliza-
ción., ell C. Díaz el ai.,
Globalizaciólt y persona.
. Cátedra Javier Benjumea de Ética Económica y Empresarial, Universidad Ponlifi- Madrid, Unión Editorial,
cia Comillas. Madrid. 2003, pp. 185-213.

362 llroté/;a 159 (2004) 363-,384 363

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