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El manejo del agua ha sido decisivo para el desarrollo social. Desde tiempos
inmemorables la agricultura ha dependido de la tecnología hidráulica para la irrigación.
Asimismo, los grandes conglomerados urbanos han dependido de la construcción de
grandes obras hidráulicas, presas, sistemas de agua potable, alcantarillado, drenaje
profundo y saneamiento.
Conforme los asentamientos humanos se expanden, incrementando sensiblemente su
población, los usos urbanos del agua compiten intensamente con los usos agropecuarios
e industriales y en la medida que las fuentes de abasto se tornan insuficientes, la
dependencia en la tecnología hidráulica es todavía mayor.
Es innegable la trascendencia del rol desempeñado por la ingeniería hidráulica en el
desarrollo inca a través de la construcción de la infraestructura necesaria para el manejo
del agua.
Los conocimientos adquiridos por un grupo de ingenieros incas a lo largo de más de
100 años de apogeo, les ha proporcionado la experiencia y el dominio sobre la materia,
que los hacia ejercer una especie de “monopolio natural” (Katherine Alejandrina
Cajavilca Salas) sobre las decisiones relacionadas con el manejo del agua y aún sobre la
definición de las prioridades en los usos del agua.
NAZCA
En Nasca existen unos canales que captan el agua de los manantiales cercanos al río y la
conducen a través de galerías subterráneas por varios kilómetros, para luego llevarlas
por canales abiertos hasta entregarlas en reservorios (q’ochas) donde son almacenadas
para poder regar con más facilidad terrenos fértiles, alimentando de esa manera a toda
una población, el hecho que llama la atención es que estas estructuras tienen una
antigüedad de más de 900 años y aún siguen llevando su preciosa carga de agua para
satisfacer las necesidades.
Estas construcciones no son producto del azar sino de una alta ingeniería hidráulica, el
buen conocimiento de las cuencas, que fueron utilizadas muchos siglos antes que se
formará el Tahuantinsuyo. Es necesario rescatar y reutilizar tan sabia experiencia que
aún no ha sido superada por la ciencia y tecnología actual.
TIPON
El reconocido historiador peruano Dr. Luis Antonio Pardo, opina que el actual nombre
de Tipón puede derivar de la palabra quechua Tímpuj, que significa «estar hirviendo» y
que hace alusión al hecho de brotar las aguas de las fuentes como si el líquido estuviera
hirviendo. Este nombre fue asignado en tiempos modernos, pues el nombre original fue
otro.
OLLANTAYTAMBO
la irrigación de los campos formaba parte del sistema agrícola integral, los canales de
irrigación en Ollantaytambo traían aguas a los andenes desde manantiales localizados a
más de 10 kilómetros de distancia.
Estos canales, así como los desvíos de los ríos Urubamba y Patakancha, hechos con el
fin de ganar nuevas tierras y controlar las inundaciones, son muestra del alto nivel de
conocimientos en ingeniería hidráulica alcanzado por los incas. Pero, además, los incas
construyeron obras hidráulicas con motivos religiosos y recreativos, una elaborada red
de pequeños canales, muchos de ellos subterráneos, daban vida a numerosas fuentes
entre ‘Inkamisana y Manyaraki. Las pocas que aún existen evocan el placer único que
estas debieron de haber brindado alguna vez.
Los incas alcanzaron un desarrollo impresionante en su arquitectura y especialmente en
sus construcciones hidráulicas. No hay grupo arqueológico, donde no se aprecie la
admirable conducción y distribución del agua, de tal manera que la falta del líquido
elemento no fue un problema, es más algunos de ellos aún sirven para abastecer a la
población que habitan las zonas actualmente.
En términos generales, cuando hablamos del agua nos referimos a un recurso natural
escaso, un líquido vital para la vida y para el ejercicio de la inmensa mayoría de las
actividades económicas. Sin embargo, la percepción del agua adquiere matices muy
particulares en el campo de la ingeniería hidráulica. El agua se concibe desde un punto
de vista instrumental, en tanto que desempeña un papel esencial para el desarrollo; esto
es: “el agua sirve para producir”, es insumo para la agricultura y la industria.
En su momento Secretaria Técnica de los Consejos de Recursos Hídricos, asume que la
ingeniería está destinada a resolver el desequilibrio regional ocasionado por la
distribución dicotómica (escasez/abundancia) del agua en el territorio nacional. Asegura
que como el agua es la causa principal de tal desequilibrio, “debe ser el motor que
corrija dicha irregularidad” mediante un adecuado aprovechamiento.
Bajo esta perspectiva, la tarea primordial de la ingeniería hidráulica es generar las
tecnologías adecuadas para conducir, transferir o desviar el agua al lugar donde sea
requerida, con lo cual se justifica que la técnica ejerza un dominio sobre la naturaleza.
Los problemas u obstáculos que impone la naturaleza para ubicar el agua en el lugar
preciso se convierten en un reto para la ingeniería.
BIBLIOGRAFÍA: