Satanás asume forma de serpiente y entra en el Edén Eva se había creído capaz de discernir entre lo justo y lo injusto. La lisonjera esperanza de alcanzar un superior estado de conocimiento la había inducido a ver en la serpiente una amiga especial muy interesada en su bienestar. Si hubiese ido en busca de su esposo y hubiesen referido ambos a su Hacedor las palabras de la serpiente, se hubieran librado al punto de su astuta tentación. El Señor no quería que investigaran acerca del fruto del árbol del conocimiento, porque con ello se expondrían a Satanás enmascarado. Sabía que estarían perfectamente seguros si no tocaban ese fruto. Testimonios Selectos Tomo 2
Capítulo 5—Tentación y caída
Satanás asume forma de serpiente y entra en el Edén
La serpiente era un hermoso animal con alas, y al volar por los
aires tenía brillante aspecto, como de oro bruñido. No andaba por el suelo, sino que iba de un lado a otro por los aires y comía frutas lo mismo que el hombre. Satanás se infundió en la serpiente, y posándose en el árbol del conocimiento comenzó tranquilamente a comer del fruto.