Psico-USF, Bragança Paulista, pre-print for v. 28, n.

1, 2023

¿Quién es pobre?
Análisis de las representaciones sociales en una muestra argentina
Franco Bastias1,2
Alicia Barreiro2,3,4
1
Universidad Católica de Cuyo
2
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
3
Universidad de Buenos Aires
4
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales

Resumen
Distintos organismos registran tasas alarmantes de pobreza en Argentina. Sin embargo, pueden existir
diferencias en quién es considerado pobre según estas mediciones y quiénes lo son para la sociedad. Este
trabajo analiza las representaciones sociales sobre las personas en situación de pobreza en una muestra
de 605 argentinos/as, administrando la técnica de asociación de palabras. Los resultados sugieren que la
persona en situación de pobreza es entendida primeramente como alguien que sufre hambre, definición
que corresponde a indigencia según el organismo oficial que mide la pobreza e indigencia en Argentina.
No obstante, mientras que en el núcleo de la representación social tiene una importante presencia la
pobreza monetaria y sus efectos sobre la alimentación (hambre), en el sistema periférico se ubican
elementos relativos a la vulneración de derechos sociales, como la educación, la vivienda, el trabajo y la
salud. Se concluye que equiparar a la pobreza con la indigencia invisibilizaría la situación de millones de
personas en Argentina.
Palabras clave: representaciones sociales; pobreza; indigencia.

¿Quem é pobre? Análise das representações sociais em uma amostra argentina

Resumo
Diferentes organizações registram índices alarmantes de pobreza na Argentina. No entanto, pode haver
diferenças entre quem é considerado pobre de acordo com essas medidas e quem é considerado pobre
na sociedade, pelo senso comum. Este trabalho analisa as representações sociais de pessoas em situação
de pobreza em uma amostra de 605 argentinos/as através da técnica de associação de palavras. Os
resultados sugerem que a pessoa que vive na pobreza é entendida principalmente como alguém que
passa fome, definição que corresponde à indigência segundo o órgão oficial que mede a pobreza e a
indigência na Argentina. Não obstante, enquanto no núcleo da representação se identifica a presença de
elementos da pobreza monetária e seus efeitos sobre a alimentação (fome), no sistema periférico se
identifica elementos relacionados à violação de direitos sociais, como educação, moradia, trabalho e
saúde. Conclui-se que igualar a pobreza à indigência tornaria invisível a situação de milhões de pessoas
na Argentina.
Palavras chave: representações sociais; pobreza; indigência.

Who is poor? Analysis of social representations in an Argentine sample

Abstract
Different organizations register alarming poverty rates in Argentina. However, there may be differences
in who is considered poor according to these measurements and who is considered poor by society, from
common sense knowledge. This work analyzes the social representations of people living in poverty in a
sample of 605 Argentines, using the free-word association technique. The results suggest that the poor
person is first understood as someone who suffers from hunger, a definition that corresponds to indigence
according to the official entity that measures poverty and indigence in Argentina. However, while the
core of the representation manifests a significant presence of elements of monetary poverty and its effects
on nutrition (hunger), the peripheral system shows the deficit in various social rights, such as education,
housing, work, and health. Following these results, it is argued that equating poverty with indigence
would render the situation of millions of people in Argentina invisible.
Keywords: social representations; poverty; indigence.

Introducción Unidas estableció como el primero entre sus Objetivos

de Desarrollo Sostenible 2015-2030 poner fin a la
La pobreza es uno de los problemas más urgentes pobreza, como ya lo había planteado en los Objetivos de
del mundo actual. La Organización de las Naciones Desarrollo del Milenio 2000-2015. Este desafío
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especialmente lo enfrentan Latinoamérica y el Caribe,
con una estimación de un 30,7 % de su población en
situación de pobreza a finales de 2020 (Comisión
Económica para América Latina y el Caribe, 2021).
Asimismo, dentro de esta región, 42% de la población
argentina se encuentra bajo la línea de pobreza y el
10,5% bajo la línea de indigencia (Instituto Nacional de
Estadística y Censos [INDEC], 2021).
Ahora bien, qué se entiende por pobreza. En
primer lugar, es necesario saber que existen importantes
diferencias en la definición conceptual y operativa de la
pobreza entre los organismos que la estudian. Spicker
(2009) identificó doce formas posibles de conceptualizar
la pobreza en la literatura científica, mientras que,
algunos economistas aseguran que se han desarrollado
6000 formas distintas de medirla (Székely, Lustig,
Cumpa & Mejía, 2004). Los primeros estudios
científicos sobre la pobreza, a fines del siglo XIX, la
definieron como una carencia monetaria, y su medición
fue realizada considerando el ingreso salarial y no
salarial de las personas y de las familias (Booth,
1889/2012). Esta metodología es de carácter
unidimensional, por basarse únicamente en el ingreso
económico, y además es indirecta, porque no garantiza
que el ingreso sea utilizado para acceder a determinados
bienes y servicios básicos. Sin embargo, en la actualidad
la concepción de la pobreza por ingresos mantiene su
vigencia y es una de las medidas más utilizada por
organismos internacionales -por ejemplo, el Banco
Mundial- y por los Estados de distintos países (Salvia,
2017).
En Argentina, el INDEC, como organismo que
unifica las actividades estadísticas oficiales, mide
principalmente la pobreza por ingresos. De acuerdo con
sus evaluaciones son pobres los hogares cuyo ingreso
total monetario es insuficiente para adquirir la Canasta
Básica Total, compuesta por bienes y servicios que
responden a necesidades alimentarias y no alimentarias
consideradas esenciales -vestimenta, transporte,
educación, salud, etcétera- (INDEC, 2020). Desde esta
perspectiva, pobreza significa carencia de bienes
económicos y materiales necesarios para la vida en
determinada sociedad. Asimismo, son considerados
indigentes los hogares cuyos ingresos no permiten que
se acceda a la Canasta Básica Alimentaria (INDEC,
2020). La indigencia se define como la falta de acceso a
diversos alimentos, expresados en cantidades suficientes
para satisfacer las necesidades energéticas y proteicas de
los miembros de ese hogar.
Sin embargo, como resultado de los avances en los
últimos años en la lucha por derechos sociales,
económicos y culturales, ha ganado relevancia
internacional la concepción de la pobreza desde un
enfoque de derechos, con una metodología
multidimensional para medirla. Desde esta perspectiva,
la pobreza se entiende como “el sometimiento a
privaciones injustas, ya sean materiales y/o simbólicas,
que afectan el pleno desarrollo de las capacidades
humanas y de integración social” (Salvia, 2017, p.7).
Uno de los máximos exponentes de esta perspectiva es
Amartya Sen (1992), quien señala que las personas en
situación de pobreza son titulares de derechos y la
erradicación de la pobreza constituye una obligación de
los Estados para el respeto de la dignidad humana de
todas las personas. Así, la pobreza significa la privación
de derechos sociales, económicos y culturales, tales
como, vivienda digna, trabajo, seguridad alimentaria,
vestimenta, educación, salud, entre otros (Salvia, 2017;
Sen, 1987).
No obstante, más allá de las definiciones de
pobreza disponibles en el campo académico o
conocimiento científico, resulta relevante comprender
cómo se piensa a las personas en situación de pobreza en
las interacciones cotidianas, donde prima el
conocimiento de sentido común. Si bien el conocimiento
científico participa en la construcción del conocimiento
cotidiano, las teorías y conceptos científicos sufren
cambios al convertirse en representaciones de sentido
común, adquiriendo otra racionalidad y estructura
(Moscovici & Hewstone, 1986; Wagner & Hayes,
2011).
La Teoría de las Representaciones Sociales brinda
herramientas conceptuales y metodológicas para
identificar y analizar estas concepciones de sentido
común sobre el mundo social. Las RS se definen como
estructuras significantes construidas en las interacciones
cotidianas con otros que portan imágenes colectivas
cargadas de valores y emociones (Moscovici, 2001). Su
función es permitir la comunicación entre los miembros
de un grupo acerca del objeto de representación y
orientar las prácticas en torno a éste (Duveen, 2007;
Wagner & Hayes, 2011); en este estudio, con respecto a
las personas en situación de pobreza.
De acuerdo con el proceso de familiarización
descripto por Moscovici (2001), las RS se configuran
cuando un fenómeno novedoso adquiere importancia
para un grupo social como consecuencia de una situación
histórica particular, produciendo un vacío de
significados en la cultura. Este puede ser el caso de la
pobreza en Argentina, puesto que en este país la pobreza
se ha incrementado en los últimos años (INDEC, 2021)
y es uno de los problemas sociales que más preocupa a
los argentinos en la actualidad (Barreiro & Ungaretti,
2020).
Según el enfoque estructural (Abric, 2001), las RS
están organizadas en un sistema dual: un núcleo central
y en un sistema periférico. El primero determina la
significación y la organización de toda la representación.
Además, el núcleo garantiza la estabilidad de la
representación por estar compuesto de elementos
ampliamente consensuados por el grupo social. El
segundo, la periferia, refiere a la dimensión operativa de
la RS y sus componentes son flexibles y, en algunos
casos, contradictorios (Abric, 2001). Como explica
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Abric (2001), el sistema periférico permite la integración
de vivencias, experiencias e historias individuales con el
objeto de representación y allí es posible identificar la
heterogeneidad del grupo.
Desde el enfoque estructural, algunas
investigaciones han descripto las RS de la pobreza y las
personas que sufren esta situación en el contexto
latinoamericano. En Chile, Denegri et al. (2010)
utilizaron la técnica de las redes semánticas naturales
(Valdez, 1998) para identificar el núcleo de las RS de
“pobre” en una muestra de estudiantes universitarios.
Dicho núcleo se compone por los siguientes elementos:
necesitado, carente, hambre, marginado, hacinamiento,
carencia, marginal, excluido, cesante, indigente,
esforzado, humilde y, en último lugar, discriminado,
escaso y falto. También utilizando las redes semánticas
naturales.
Por otra parte, Mendoza (2008) exploró las RS de
la pobreza en 100 mexicanos, clasificados como pobres
y no pobres según su nivel de ingresos. Las palabras más
asociadas fueron hambre, tristeza, enfermedad, dinero,
carencia. Al comparar las asociaciones del grupo de
pobres con el de no pobres, se observa que en el primer
grupo emerge humildad, mientras que en el segundo
desigualdad, injusticia, educación e ignorancia. Según
el autor, esto sugiere dificultad por parte de los pobres
para identificar la situación de injusticia que implica la
pobreza, mientras que el término humilde puede deberse
a la proximidad de este grupo a la religiosidad.
Asimismo, el grupo de no pobres otorga importancia a la
educación para conseguir mayores oportunidades y
mejores trabajos.
Similarmente, Reyes y Santiago (2011), en una
muestra de adultos colombianos, utilizaron la técnica de
la asociación de palabras a partir del término inductor
“pobreza” y realizaron un Análisis Prototípico (Vergès,
1992) para explorar la estructura de las RS. Sus
resultados ponen de manifiesto que el núcleo central de
la RS está compuesto por los términos tristeza y miseria;
mientras que la periferia se compone de las palabras
hambre, necesidad, dolor y humildad. Cómo síntesis de
los hallazgos de estos estudios en el contexto
latinoamericano puede afirmarse que, si bien las RS de
la pobreza y de los pobres refieren a diferentes
necesidades o carencias, se destaca la necesidad
alimentaria sobre las demás.
Por otra parte, en un contexto con menor pobreza
y desigualdad social, Chauhan y Foster (2014)
estudiaron la RS de la pobreza en los diarios de Gran
Bretaña, teniendo en cuenta cómo los medios de
comunicación moldean el entendimiento de la población
sobre la problemática. Para ello, se analizan artículos
periodísticos de cuatro diarios, publicadas durante un
período de un mes de 2001 y otro mes de 2011. Los
resultados señalan que las representaciones de la pobreza
doméstica en Gran Bretaña se desarrollaron “en torno a
tres temas principales: la pobreza infantil, la incapacidad
de los hogares para pagar la calefacción de invierno y el
tema de la ayuda y el bienestar” (Chauhan & Foster,
2014, p.394). Los autores de este estudio coinciden con
Jeppesen (2009) en señalar que la pobreza en la infancia
es el aspecto más discutido en los medios de naciones
desarrolladas. A diferencia de cómo se entiende la
pobreza en Latinoamérica, la representación de la
pobreza en países desarrollados parece vincularla
principalmente a niños y niñas, dejando fuera de la
discusión a la pobreza en población adulta y, como
consecuencia, problemas sociales actuales como el
desempleo.
Como puede observarse, entre los estudios que
adoptan el enfoque estructural de las RS, se advierte la
ausencia de trabajos en Argentina dedicados a describir
las representaciones de las personas afectadas por la
pobreza. Por lo tanto, el presente trabajo se propone
explorar cómo se piensa a las personas en situación de
pobreza desde las interacciones cotidianas, desde el
conocimiento del sentido común. Se considera que el
modo en el que la sociedad representa a este sector
poblacional resulta central para comprender el
comportamiento en torno a la compleja problemática de
la pobreza.
Método
Participantes
Se realizó un estudio de tipo exploratorio con un
muestreo de tipo no probabilístico de conveniencia.
Participaron 605 estudiantes universitarios residentes en
la provincia de San Juan, Argentina. Los estudiantes
pertenecían a dos universidades de la provincia y a cinco
diferentes facultades: Facultad de Ciencias Sociales (n =
149), Facultad de Medicina (n = 229), Facultad de
Ciencias Económicas (n = 50), Facultad de Derecho (n =
57), Facultad de Filosofía y Humanidades (n = 120). El
rango de edad de los participantes fue de 17 a 47 años
(M = 22.30; DT = 4.76). El 73% (n = 439) eran mujeres
y el 27% (n = 166) eran varones. Un 5% (n = 31) se
autoposicionó como perteneciente a la clase social baja,
61% (n = 358) a la clase social media baja, 31.7 % (n =
192) media alta, 0.5% (n = 3) a la clase alta, y el 3.5% (n
= 21) no informó la clase social.
Procedimientos
La recolección de datos se llevó a cabo en 2018.
Para la misma, se solicitaron los permisos
correspondientes a las autoridades de cada Facultad y
luego se pactó con los/as docentes los horarios de clase
más convenientes para la recolección de datos. La
administración del cuestionario se realizó dentro de las
aulas de las universidades, de forma presencial,
individual y sin límite de tiempo.
Los sujetos fueron invitados a participar de la
investigación de forma voluntaria y se solicitó su
consentimiento informado. Asimismo, se hizo saber que
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los datos derivados de esta investigación se utilizarán
con fines exclusivamente científicos bajo la Ley
Nacional 25.326 de Argentina de protección de los datos
personales, manteniendo el anonimato de sus
identidades. Una vez concluida la recolección de datos,
se ofreció más información sobre el estudio a los
participantes y se respondieron consultas particulares
sobre los fines de la investigación.
Instrumento
La recolección de datos fue realizada a través de
un instrumento de evaluación de índole
autoadministrable compuesto de la siguiente manera:
Datos sociodemográficos. Se incluyeron
preguntas para conocer la edad, género y carrera
universitaria. Asimismo, se solicitó a los participantes
que se informaran su clase social respondiendo a la
siguiente pregunta: ¿En qué clase social te ubicarías?
Con las siguientes opciones de respuesta: clase alta,
clase media alta, clase media baja, clase baja.
Asociación de palabras. Se utilizó la técnica de
asociación de palabras propuesta originalmente por
Vergès (1992), sin recurrir a una jerarquización
posterior. Esto en base al supuesto de que las palabras
más frecuentes y primeras en la evocación tienen una
mayor probabilidad de pertenecer al núcleo central
(Pereira de Sá, 1996). La consigna utilizada fue la
siguiente: “Por favor escriba las primeras cinco palabras
que le vienen a la mente cuando piensa en una persona
pobre”. Debajo de la misma, se trazaron cinco renglones
para que fueran llenados por las evocaciones del
participante.
Análisis de datos
Con la asistencia de los software IRaMuTeQ y
EVOC, se realizó el Análisis Prototípico propuesto por
Vergès (1992). Este análisis permite, de manera
exploratoria, poner de manifiesto la organización
jerárquica de una RS (Moliner & Abric, 2015). Para ello,
se consideró la frecuencia de aparición de los elementos
y su rango u orden de evocación (Barreiro & Castorina,
2015; Vergès, 1992). Asimismo, teniendo en cuenta el
comportamiento del corpus de asociaciones, la
frecuencia mínima se fijó en cinco, lo cual implicó
excluir el 19% de los términos (Barreiro et al., 2014;
Vergès, 2000). Mientras que, la frecuencia intermedia se
determinó en 20, dado que la misma correspondía al 58%
del corpus (Barreiro et al., 2014; Vergès, 2000), y el
rango promedio fue 2.8. Así, se distinguieron cuatro
cuadrantes o zonas en la estructura de la RS: a) Núcleo
central: frecuencia mayor a la intermedia, y rango menor
al promedio; b) Primera periferia: frecuencia mayor a la
intermedia, y rango mayor al promedio; c) Zona de
contraste: frecuencia menor a la intermedia, y rango
menor al promedio; y d) Segunda periferia: frecuencia
menor a la intermedia, y rango mayor al promedio.
Resultados
Los participantes de este estudio produjeron 3172
palabras asociadas ante el término inductor persona
pobre, de las cuales 998 fueron formas diferentes. Las
palabras fueron reducidas según género (masculino-
femenino), número (plural-singular), sustitución por
sinónimos y contexto semántico de pertenencia. En
todos los casos, se optó por el término que presentaba
mayor frecuencia para representar a los de menor
frecuencia (Barreiro & Castorina, 2015; Barreiro et al.,
2014; Bastias et al., 2020). Después del proceso de
reducción del corpus se trabajó con 2908 palabras, de las
cuales 460 eran diferentes. Las palabras mencionadas
una sola vez (hápax) fueron 264 y el índice de diversidad
-cociente entre los elementos diferentes evocados y el
total de elementos- fue de 0.16. Esto muestra que entre
los participantes existe una alta homogeneidad y
tendencia a la uniformidad en sus asociaciones con
persona pobre (Wolter & Wachelke, 2013).
El Análisis Prototípico reveló que el núcleo
central, ubicado en el cuadrante superior izquierdo de la
Tabla 1, estaría conformado por las palabras: hambre,
tristeza, humildad, necesidad, bajos recursos,
desigualdad, carencia, frío, marginalidad,
vulnerabilidad, ayuda, desnutrición, alimentación,
injusticia, exclusión y sin dinero. Éstas fueron
mencionadas con mayor frecuencia (f >= 20) y menor
rango de asociación, es decir, fueron mencionadas en los
primeros lugares (r > 2.8). Por lo tanto, serían los
elementos más consensuados e importantes para el
grupo. El término con mayor frecuencia y uno de los
primeramente asociados fue hambre. La relevancia de
este, junto a desnutrición y alimentación en el núcleo
central, sugiere que, primeramente, se piensa a la
persona pobre como alguien que sufre inseguridad
alimentaria.
También emergen otras carencias en la vestimenta
o en lo habitacional: frío; y en el ámbito económico: sin
dinero. Los elementos bajos recursos, necesidad y
carencia señalan, de forma general, otras privaciones.
Así mismo, desigualdad, marginalidad, exclusión e
injusticia pueden indicar una comprensión de la pobreza
como problemática social. Este modo de pensar a las
personas en situación de pobreza transcendería la mera
descripción de las condiciones en las que viven al
mencionar una situación de injusticia, en donde el resto
de la sociedad se vería implicada. La única emoción que
se menciona es tristeza, la cual puede referir a una
vivencia de quienes participaron en el estudio ante la
persona en situación de pobreza y/o aludir a un estado
emocional experimentado por las personas afectadas por
esta situación. Asimismo, se identifica una referencia a
la idea de pobreza como una virtud en la palabra
humilde. Finalmente, la palabra ayuda aparece como un
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Tabla 1.
Representaciones sociales sobre la persona pobre
Rango < 2.8 Rango ≥ 2.8
Núcleo Central f Rango Primera Periferia f Rango
hambre 188 2.22 falta de educación 80 3.23
tristeza 104 2.56 desempleo 59 2.86
humildad 98 2.10 suciedad 48 2.81
necesidad 95 2.48 sufrimiento 44 3.18
bajos recursos 80 2.53 discriminación 43 3.26
desigualdad 70 2.34 educación 42 3.05
f ≥ 20

carencia 66 2.64 enfermedad 42 3.19

frío 59 2.64 vivienda 29 3.14
marginalidad 56 2.77 soledad 29 3.17
vulnerabilidad 52 2.06 falta de oportunidades 28 3.07
ayuda 45 2.58 escasez 25 2.80
desnutrición 43 2.23 ignorancia 24 2.80
alimentación 41 2.12 impotencia 24 3.33
injusticia 40 2.75 solidaridad 23 3.78
exclusión 36 2.72 necesidades insatisfechas 20 3.10
sin dinero 33 2.70 trabajo 20 3.30
Zona de contraste f Rango Segunda Periferia f Rango
indigencia 19 2.16 vestimenta 18 3.11
sin hogar 19 2.47 analfabetismo 18 3.39
precariedad 19 2.53 esfuerzo 18 3.61
angustia 14 2.36 estigmatización 16 3.44
lástima 13 2.54 derechos vulnerados 15 2.93
dificultad 12 2.50 salud 15 3.60
mal vestido 11 2.36 desesperación 14 3.00
f < 20

villa 11 2.55 abandono 14 3.14

higiene 11 2.73 delincuencia 14 3.21
vivienda precaria 10 2.20 derechos 13 2.92
hacinamiento 9 2.78 desprotegido 13 3.15
persona 8 2.38 desamparo 13 3.69
descuido 8 2.50 inseguridad 13 3.77
calle 6 2.50 familia 12 3.58
concentración de las riquezas 5 2.20 luchador 12 4.17
bronca 11 3.11
ausencia del Estado 11 3.39
indiferencia 11 3.61
trabajo informal 11 3.44
dinero 10 2.93
desilusión 10 3.60
falta de vestimenta 10 3.00
contención 10 3.14
vagancia 10 3.50
aislamiento 10 3.6
trabajador 9 3.22
niños 9 3.56
bueno 9 3.67
sin ayuda 9 3.78
adicciones 9 4.11
sacrificio 8 3.13
baja autoestima 8 3.25
sencillez 8 3.38
planes sociales 8 3.50
honesto 8 4.00
política 8 4.13
economía 7 2.86
indefenso 7 2.86
condicionado 7 3.29
falta de voluntad 7 3.29
miseria 7 3.43
feliz 7 3.57
ignorante 7 3.57
sin acceso 6 3.17
sociedad 6 3.33
estado 6 3.50
olvidados 6 3.50
oportunidad 6 3.67
capitalismo 6 4.33
pobreza 5 3.00
igualdad 5 3.40
humillación 5 3.60
desprecio 5 4.00
amor 5 4.20
miedo 5 4.20
sin metas 5 4.20
muchos hijos 5 4.80
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comportamiento al que podrían tender los participantes
ante la situación de pobreza o como una necesidad por
parte de las personas en esa situación, pero se trataría en
ambos casos de un término que involucra un vínculo
social con los otros ya sea para dar o recibir ayuda.
En la primera periferia, ubicada en el cuadrante
superior derecho de la Tabla 1, se ubican los ítems que
fueron nombrados con mayor frecuencia (f >= 20) y un
orden de asociación tardío (r < 2.8). Es decir, son
elementos con alto consenso en el grupo, pero no tan
relevantes como los que componen el núcleo central. La
misma está conformada por las palabras: falta de
educación, desempleo, suciedad, sufrimiento,
discriminación, educación, enfermedad, vivienda,
soledad, falta de oportunidades, escasez, ignorancia,
impotencia, solidaridad, necesidades insatisfechas y
trabajo. En elementos como escasez y necesidades
insatisfechas, al igual que en el núcleo central, se
observa la idea de que la persona pobre sufre diferentes
carencias. Incluso, se mencionan varios derechos
sociales donde este déficit tiene lugar, tales como,
educación, trabajo, salud y vivienda. Luego, se alude a
la falta de higiene con suciedad. Por su parte, soledad y
sufrimiento podrían estar refiriendo al estado emocional
de la persona pobre y, por otro lado, impotencia puede
entenderse como una reacción emocional de los
encuestados ante la situación de pobreza. Se menciona
falta de oportunidades, discriminación y solidaridad,
similarmente a los significados que derivan del núcleo
central, estos términos pueden indicar la comprensión de
la pobreza como una problemática socioestructural.
La zona de contraste está conformada por términos
muy importantes (r < 2.8) para un grupo pequeño (f <=
20). Por ello, en esta zona, ubicada en el cuadrante
inferior izquierdo de la Tabla 1, sería posible identificar
la representación particular de algún subgrupo dentro de
la muestra (Abric, 2001). La misma contiene los
siguientes términos: indigencia, sin hogar, precariedad,
angustia, lástima, dificultad, mal vestido, villa, higiene,
vivienda precaria, hacinamiento, persona, descuido,
calle y concentración de las riquezas.
Los elementos de la zona de contraste parecen
converger en una faceta sumamente precaria y extrema
de la pobreza, condensada en el término indigencia.
Aunque al juzgar por sus asociaciones próximas, el
término no parece referir a la falta de alimentos sino a la
falta de hogar. En efecto, en este cuadrante aparece
fuertemente la idea que la persona pobre no posee una
vivienda o, al menos, una vivienda digna al referir los
elementos: sin hogar, vivienda precaria, hacinamiento,
calle o villa.
También, en esta zona se asocia a la persona pobre
con aspectos de higiene y vestimenta, a través de los
términos: mal vestido, higiene y descuido. Las
emociones que emergen en este cuadrante son angustia
y lástima y el único elemento de la zona de contraste que
hace alusión a las causas socioestructurales de la pobreza
es concentración de la riqueza. Además, los participantes
mencionan que “el pobre” es una persona.
Discusión
El modo en el que la sociedad representa a aquellos
afectados por la pobreza y delimita a este sector
poblacional resulta central para comprender las acciones
y estrategias en torno a esta compleja problemática. Los
resultados de este estudio sugieren que la pobreza sería
principalmente concebida como monetaria, asociada a
los ingresos y a sus efectos sobre el hambre. Esta es la
forma más clásica de definir a la pobreza en las Ciencias
Sociales, desde las primeras mediciones e
investigaciones de la pobreza a fines del siglo XIX y
principios del XX, que la vincularon directamente con lo
monetario y con la falta de alimentación. La RS de los
pobres como quién “no tiene para comer” o sufre
“hambre” fue identificada también en estudios previos
realizados en Latinoamérica (Denegri et al., 2010;
Mendoza 2008; Reyes & Santiago, 2011). En efecto, el
término hambre aparece de igual modo en otros trabajos
sobre RS (Denegri et al., 2010; Mendoza, 2008) como
uno de los elementos de mayor frecuencia e importancia,
formando parte del núcleo central de la representación
de la pobreza y de las personas en esta situación.
Para los estudiantes universitarios que participaron
de este estudio, la persona en situación de pobreza sería
principalmente quien no tiene suficiente dinero para una
alimentación apropiada y sufre hambre. No obstante,
según el organismo oficial que informa y mide la
pobreza e indigencia en Argentina -INDEC-, esta
definición no corresponde a la pobreza sino a la
indigencia. En este sentido, existiría una discrepancia
entre el modo en el que estos estudiantes piensan la
pobreza y su definición en los círculos institucionales.
Aquí es importante subrayar que equiparar a la pobreza
con la indigencia invisibilizaría la situación de millones
de personas en Argentina -teniendo en cuenta que cerca
de 19 millones sufren la pobreza y 4 millones la
indigencia (INDEC, 2021)-. De acuerdo con esta
representación, todas aquellas personas que tienen
suficiente dinero para una alimentación adecuada, pero
que atraviesan muchas necesidades no alimentarias
consideradas esenciales y vulneraciones de derechos
sociales no serían consideradas pobres. Como se puede
apreciar, la forma en que las personas en situación de
pobreza son representadas, condiciona su
reconocimiento y, esto a su vez, podría obstaculizar el
consenso sobre cómo intervenir ante esta situación.
No obstante, más allá de la inseguridad
alimentaria, en los elementos periféricos de la RS se
incluye el déficit de otros derechos sociales. Aunque de
forma secundaria ante la preeminencia dada a la
alimentación, se evocan elementos referidos al derecho
a la educación, vivienda, trabajo y salud. Lo que
representa una aproximación al concepto de pobreza
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multidimensional. De esta manera, si se toma de
referencia la definición de pobreza multidimensional de
ODSA (2018), la periferia de la RS incluye todos los
derechos sociales excepto dos que no son tenidos en
cuenta: la falta de acceso a los servicios básicos como
agua, energía eléctrica, drenaje y gas natural y el derecho
a la conectividad. Esto sugiere que mencionados
derechos resultarían ajenos a la noción de pobreza.
Como puede observarse, en el interior de la RS de
la persona pobre coexiste una concepción de la pobreza
monetaria con la idea de pobreza multidimensional
desde el enfoque de derechos. Puesto que, si bien en el
núcleo se identifica la importante presencia de elementos
de la pobreza por ingresos o monetaria, en la periferia se
identifica el déficit en varios derechos sociales.
Teniendo en cuenta esta organización, es interesante
señalar que según la teoría de las RS el sistema periférico
representa una zona potencialmente desequilibrante para
toda la representación (Vergès, 1992). Incluso en los
elementos periféricos se pueden identificar
transformaciones en curso o potenciales para toda la
representación (Abric, 2001). Dicho de otro modo, los
elementos del sistema periférico podrían ser elementos
en tránsito que con el tiempo pueden pasar a constituir la
matriz nuclear de la representación. Además, que los
participantes sean estudiantes universitarios puede
ayudarnos a entender cómo el sistema periférico refleja
el anclaje de la RS a su contexto particular. En este
sentido, futuros estudios podrían trabajar con muestras
diferentes y explorar posibles diferencias en el sistema
periférico.
De forma complementaria, se observa en la
muestra de estudiantes universitarios la emergencia de
aspectos psicológicos y sociales de la pobreza. La
persona en pobreza también sufre emocionalmente,
padece tristeza y soledad. Además, se subraya que “el
pobre” es una persona. Estudios previos sobre otros
grupos subrogados han interpretado que este tipo de
asociaciones indican que sería necesario para los
participantes mencionar este hecho, dado que es algo que
no sería obvio (e.g., Barreiro, Ungaretti y Etchezahar,
2019).
Por otra parte, algunas asociaciones vinculan a la
persona en situación de pobreza con la discriminación,
marginación, vulnerabilidad y exclusión por parte de la
sociedad. En este punto, los participantes entenderían la
pobreza como una problemática socioestructural
producto de una sociedad injusta y desigual, donde no
todos tienen las mismas oportunidades para el desarrollo
humano. Esta comprensión de la pobreza puede
enmarcarse en el enfoque de derechos, donde las
privaciones materiales y/o simbólicas son injustas y
afectan el pleno desarrollo de las capacidades humanas
y de integración social (Salvia, 2017; Sen, 1992). Más
aún, esta definición de pobreza transciende la mera
descripción de las condiciones materiales y
psicosociales en las que viven estas personas y adquiere
una visión crítica al apuntar hacia las causas: una
situación de injusticia en donde el resto de la sociedad y
el Estado se ven implicados.
En cuanto a la zona de contraste de la RS, ésta
puede indicar la existencia de subgrupos portadores de
una representación distinta (Abric, 2001). En el presente
estudio, aunque los elementos de esta zona no desafían
los sentidos incluidos en el núcleo, mencionan
exclusivamente ciertas necesidades de la persona
afectada por la pobreza: la necesidad de vestimenta y de
una vivienda. Esto sugiere que un subgrupo entre los
participantes puede estar equiparando a la persona pobre
a la persona en situación de calle o sin hogar. También
en la zona de contraste se observa la emergencia de
algunas emociones frente a las personas en pobreza que
aparentemente no serían experimentadas por todos,
como la lástima. Al respecto, Farr y Marková (1995)
señalan que la lástima, como un elemento en la RS de
grupos sociales en desventaja, funcionaría promoviendo
el mantenimiento de tal desigualdad.
Finalmente, es necesario mencionar que el
presente trabajo constituye uno de los primeros
esfuerzos para describir las RS de las personas en
situación de pobreza en una muestra de Argentina. El
mismo presenta ciertas limitaciones en la fuerza de sus
conclusiones que se derivan de su carácter exploratorio
y, como ya se mencionó, las derivadas de haberse
centrado en estudiantes universitarios. Por lo tanto,
resulta necesario seguir avanzando en el estudio de la RS
de las personas en situación de pobreza mediante la
utilización de otras técnicas que permitan confirmar o no
estos resultados exploratorios. Además, se propone que
futuras investigaciones consideren otras poblaciones
para poder realizar comparaciones y analizar el anclaje
de las representaciones sobre el fenómeno de la pobreza.
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Acerca de los autores:

Franco Bastias – Doctorando en Psicología en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina con una beca
doctoral cofinanciada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la
Universidad Católica de Cuyo (UCCuyo) y la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación de la
Provincia de San Juan (SECITI). Asimismo, se desempeña como profesor adjunto en la UCCuyo, Argentina.
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9477-1417
E-mail: francobastias@uccuyo.edu.ar

Alicia Barreiro – Posdoctorado en Ciencias Sociales y Humanas, Doctora en Ciencias de la Educación,

Magister en Psicología Educacional por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como Investigadora
Independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y como Profesora en la
Universidad de Buenos Aires y FLACSO-Argentina. Además, es Editora Asociada del Journal Papers on Social
Representations.
ORCID: https://orcid.org/ 0000-0002-7472-4904
Email: abarrreiro@flacso.org.ar

Financiamiento y Agradecimientos:

Esta investigación se ha realizado en el marco del proyecto: "Construcción de la justicia social: desarrollo de
la justificación del sistema, compromiso cívico y conciencia crítica en adolescentes y jóvenes" [PICT-2019-
00417]. Subvencionado por Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica a través del Fondo para
la Investigación Científica y Tecnológica (ANPCyT-FONCyT). Asimismo, se menciona que este trabajo se
realiza en el marco de la beca doctoral del autor Franco Bastias cofinanciada por la Universidad Católica de
Cuyo (UCCuyo), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Secretaría
de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia de San Juan (SECITI).