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“Francisco de Miranda”
Área: Ciencias de la Educación
Programa Educación - Mención Música
Unidad Curricular: Contrapunto y Fuga I
CONTRAPUNTO
Técnicas de contrapunto
Normas Armónicas.
Se usan sólo acordes en estado fundamental, o 1ª inversión. La segunda
inversión se limita al 6/4 cadencial*. Si hay un acorde con 5ª disminuida, sólo
puede aparecer en 1ª inversión.
No se permiten más de 3 3ªs ó 6ªs seguidas (flexible, esto sólo es para evitar
el paralelismo).
Los unísonos entre bajo y melodía sólo ocurren al principio o al final.
Disonancias: Se prefiere su aparición en tiempo débil. Deben ir preparadas
(incluso la 7ª de un acorde cuatríada). Alcanzar por movimiento oblicuo**
o contrario, mejor que directo. Y se prefiere que resuelvan por grado
conjunto, de forma regular, aunque se admiten disonancias irregulares.
Se tienden a evitar los movimientos directos que terminen en consonancia
perfecta (8ª o 5ª Justa), aunque a 2 partes se admiten si no son paralelos y
la voz superior hace un movimiento de 2ª.
Mejor que no haya una separación mayor de una 8ª entre dos voces, aunque
esto se permite entre Bajo y Tenor (las dos voces más bajas).
Aunque cuando haya 3 o más voces ya se pueden presentar los acordes
completos, es recomendable no tratar de incluir siempre las 3 notas de cada
uno, porque da lugar a líneas monótonas, más parecidas a las usadas en
Armonía que en Contrapunto.
** Ver los posibles movimientos entre dos voces (Directo y Paralelo, Oblicuo,
Contrario) en el punto 3.3.
Normas Melódicas.
Se prefiere que la mayor parte del tiempo el movimiento de una voz sea por
grado conjunto, aunque hay que introducir saltos (3ª o más) para renovar el
interés. Se suele evitar un estilo arpegiado.
No se puede hacer salto de 8ª sobre la sensible.
Se evita que dos movimientos melódicos seguidos en la misma dirección
sumen 7ª o 9ª.
El tritono alcanzado por grados conjuntos está prohibido cuando lo forman
las notas que hacen ángulo (a partir de ellas cambia la dirección melódica)
en la línea melódica.
Es preferible aunque no obligatorio que los saltos melódicos se produzcan
dentro de un mismo compás, y no de uno a otro.
Observar los movimientos que se pueden producir entre dos voces sí nos será
realmente útil, no sólo para el contrapunto, sino también en la Armonía a cuatro
voces. Dos voces pueden hacer 4 tipos de movimiento:
El contrapunto por Especies fue el origen del contrapunto tal y como lo conocemos
hoy, tal vez más asociado al estilo de Bach. Aunque hay varios tipos de
contrapunto (invertible, por especies, imitativo, etc), en adelante nos centraremos
en el contrapunto Libre (libre de especies, y libre de ser invertido) y el contrapunto
Imitativo, ya que la imitación es casi inherente al contrapunto y puede resultarnos
útil en la composición. Más que imponer normas, veremos aspectos en los que es
recomendable fijarse si queremos obtener varias voces con la suficiente
independencia unas de otras pero que a la vez sean coherentes.
Curvas melódicas:
Ver qué relación hay entre ambas. Cuanto mayor sea el paralelismo, menor
será el efecto contrapuntístico. Así pues, el favorito es el movimiento
contrario.
Es importante para la independencia de las voces que las dos partes no
efectúen salto (3ª o más) al mismo tiempo. A diferencia de las Especies, este
tipo de contrapunto está más orientado al género instrumental que vocal, así
que puede haber más saltos, que no suponen tanta dificultad de ejecución.
Hay que procurar que los picos altos de las dos melodías no coincidan en el
tiempo. (Puede que con los valles se deba tomar la misma precaución, de
cara a acentuar la independencia entre ambas partes, pero no es tan
importante como con los puntos más altos ya que éstos suponen una cierta
acentuación).
Hay que procurar que las dos voces sean independientes en este sentido,
pero al mismo tiempo que tengan puntos en común (“puntos de apoyo
armónico”) y equilibrio en la figuración.
Es más contrapuntístico que cuando una línea es más activa la otra sea más
pasiva (así la actividad melódica va oscilando entre las dos líneas).
Un procedimiento común (entre otros muchos) es aplicar el mismo valor a
todas las notas de la voz en contrapunto. Por ejemplo, contra una melodía
en valores desiguales, un bajo que va en negras, o una melodía que va en
semicorcheas contra un bajo con valores desiguales.
Relación melodía-armonía:
Las dos voces tienen que respetar este criterio, ya que ambas se relacionan
con la misma armonía.
En este punto cabe señalar que precisamente las ambigüedades en el
contrapunto a dos voces pueden utilizarse para presentar armonías
sorprendentes, o salir momentáneamente de la progresión armónica. Esto
debe hacerse preferentemente cuando el acorde implicado sea modal, y no
tonal (I, IV ó V), ya que estos últimos son los que más necesitan ser
preservados de cara a mantener la tonalidad.
El tratamiento de las disonancias es más flexible que en el contrapunto por
especies, en aras de un mejor desarrollo melódico. Deberían ser preparadas,
presentadas y resueltas, pero no suponen demasiados problemas si se
alcanzan por movimiento contrario u oblícuo, y pueden quedar disimuladas si
los valores de las figuras son breves. Como sea, hay que “vigilarlas” cuando
aparecen.
En escritura a dos partes las voces pueden cruzarse con bastante libertad,
pero hay que procurar que el cruce no sea prolongado ya que podría llegar a
confundirse la voz inferior con la superior y viceversa.
En cualquier caso, en aras de la claridad (para que se distinga bien cada
voz), se tratan de evitar los solapamientos. Éstos se producen cuando una
melodía efectúa un salto ascendente o descendente a un intervalo mayor
que el intervalo armónico que forma con la otra voz. Por ejemplo, dos voces
forman una tercera. La voz inferior no debería subir a continuación una 4ª o
más (aunque la superior también suba y no se lleguen a cruzar), ni, en el
mismo ejemplo, la voz superior bajarla.
Cuando una melodía está subordinada a la otra, evitar que sus saltos
melódicos sean mayores que los de la melodía principal (para mantenerla en
calidad de subordinada, y para evitar posibles cruces y solapamientos). Si el
mayor salto que tiene una es de 5ª, no hacer saltos de 6ª en la otra, aunque
los saltos no coincidan en el tiempo.
En cualquier caso, se pueden efectuar intencionadamente cruces o ignorar
solapamientos teniendo en cuenta que existen otros factores tales como el
timbre, la articulación o el nivel dinámico que pueden permitir diferenciar
claramente una voz de otra.