Un aula diversificada no sólo prepara a los estudiantes para un mundo globalizado,
sino que también fomenta un ambiente de aprendizaje positivo e inclusivo que respeta y celebra las diferencias. Fomenta la colaboración, la empatía y una comprensión más amplia del mundo entre los estudiantes. Sin duda existen muchos retos que nos comprometen como docentes a brindar una enseñanza significativa. Nuestros estudiantes viven en un entorno cambiante que nos exige a reflexionar en nuestras estrategias de enseñanza y el impacto que tienen en el aprendizaje de nuestros alumnos. Considero que hoy más que nunca todos los docentes debemos estar comprometidos a crear un entorno de aprendizaje inclusivo y de apoyo que maximice el potencial de cada estudiante. Y es que, en el aula, la diversidad es la regla. No podemos ser ajenos a sus capacidades, dificultades, talentos, intereses, estilos y formas de ser, ellos son el principio de nuestra enseñanza, por tanto, la implementación de estrategias de enseñanza inclusivas para acomodar diversos estilos de aprendizaje, asegura la permanencia y la participación entre estudiantes con diferentes habilidades y antecedentes. No es una labor fácil, es menester contar con una gran variedad de conocimiento en el tema y sobretodo en experiencias tanto exitosas como aquellas en las no se lograron los objetivos esto, con la finalidad de aprender. Los docentes colaboran entre colegas para desarrollar e implementar un plan de trabajo eficaz basado en la experiencia que promueva un aprendizaje rico y diverso para todos los estudiantes. Después de analizar la lectura ‘‘Aula diversificada’’ entiendo que lo primordial para lograrla es conocer a nuestros estudiantes. La importancia de conocer a las personas con las que estamos trabajando no puede ser un tema superficial. No es posible decir que tenemos un aula diversificada cuando no comprendemos el contexto de cada uno de nuestros estudiantes y no reconocemos su historia de vida, gustos, estilos de aprendizaje, su manera de pensar etc. Sobre todo, cuando recibimos alumnos de diferentes culturas o alguna discapacidad. Uno de los retos a los que me enfrento en mi practica es la concientización con los demás alumnos para eliminar las etiquetas o mal concepciones que tiene sobre las discapacidades. Luchar contra los estigmas que los alumnos viven, miran y escuchan en casa o en su colonia es difícil de erradicar. No es imposible, se ha hecho mucho trabajo para lograr eliminar estos prejuicios. La inclusión ha sido una gran aliada en el aula, los alumnos aprenden todos los días a no solo respetar a todos sus compañeros si no a tener consciencia sobre ellos y cuidarlos. Por tanto, el trabajo con los alumnos parte desde el concepto de la equidad, donde todos los estudiantes tienen derecho al acceso de su educación y a las mismas oportunidades o recursos, independientemente de sus antecedentes o características. También a que compartan nuestra atención con todos los compañeros de clase, pues algunos pueden requerir de una atención diferenciada para satisfacer las necesidades individuales de aprendizaje y que, a su vez, esto implica ajustar el contenido, procesos o productos de aprendizaje en función de las capacidades, los intereses y los perfiles de aprendizaje de todos los alumnos. En un aula diversificada todos los estilos de aprendizaje deben ser valorados, no solo por los docentes si no por los alumnos, quienes pueden aprender que hay muchas formas de acceder al conocimiento.