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DESARROLLO.
1. ¿QUÉ CONOCES DE MANEJO DE MEDICAMENTOS?
• No seguir el horario en el que hay que tomar cada dosis. Esto es importantísimo, porque
se establece para garantizar una eficacia.
• Olvidar alguna dosis. Esto puede significar una pérdida de eficacia total, por ejemplo, en
la reaparición de un dolor.
• No completar la duración de un tratamiento porque creemos que nos sentimos mejor.
Por ejemplo, cuando tomamos un antibiótico, la mejoría aparece a los pocos días, pero
la infección no ha sido eliminada de nuestro organismo.
• Olvidarnos de los medicamentos cuando vamos de viaje. Esto ocurre sobre todo en
enfermedades crónicas porque asociamos un viaje a estar vacaciones y descansar de la
medicación, lo cual es un grave error.
• Dejar de tomar una medicación crónica para que nuestro organismo ‘descanse’.
• No seguir las recomendaciones de la ingesta del fármaco en relación a las comidas. Por
ejemplo, las pastillas para bajar el azúcar es necesario tomárselas media hora antes de la
comida para que cuando empecemos a comer, nuestros niveles de azúcar en la sangre
no suban.
• No dar al médico una información correcta sobre los síntomas o los medicamentos que
tomamos, o dejar de proporcionarle datos. Esto es muy habitual entre las personas
mayores que llegan a tomar dos o tres medicamentos con nombres diferentes para el
mismo problema. Esto puede llevar a graves intoxicaciones o interacciones
medicamentosas.
• Recomendar fármacos a otras personas porque a nosotros nos ha ido bien para unos
síntomas similares. No existen enfermedades sino enfermos, es decir, el medico adapta
a cada paciente la terapia que necesita según sus características.
• Algunos factores que favorecen el incumplimiento son: la falta de educación sanitaria
sobre la enfermedad padecida; la complejidad del tratamiento prescrito; la mala relación
profesional sanitario-paciente; las reacciones adversas; y la falta de apoyo familiar, social
y sanitario. Los pacientes ancianos son los mayores consumidores de medicamentos
dispensados con prescripción y constituyen un grupo especialmente susceptible a una
peor adherencia terapéutica.
Consejos de seguridad para el uso general de los medicamentos
• Mantenga el medicamento fuera del alcance de los niños y las tapas a prueba de niños
en el envase.
• Los medicamentos para los resfriados suelen tener varios medicamentos mezclados en
un solo envase. Por ejemplo, no le dé otro reductor de fiebre si ya está tomando un
medicamento para el resfriado. Recuerde, tomar un solo medicamento es generalmente
mejor para evitar confusiones.
• Revise la etiqueta del medicamento y lea la fecha de caducidad. Los medicamentos
vencidos pueden perder su potencia y su uso puede ser perjudicial.
• Los niños pequeños les prestan atención a los adultos que toman medicamentos. Algunas
veces un niño de dos años puede decirle que tiene dolor de cabeza o dolor de estómago
para llamar la atención o para saber más sobre el tema de los medicamentos. Esté alerta
a los síntomas y préstele atención y eduque a su niño sobre otras formas de tratar los
síntomas si los medicamentos no son necesarios.
• Algunos medicamentos no saben muy bien. Para adormecer su sabor, su niño puede
chupar una paleta antes de tomar el medicamento. También puede ofrecerle al niño su
bebida favorita para ayudar a que se la pase.
• Si el medicamento no es esencial (por ejemplo, medicamentos sin receta médica),
descontinúe su uso. Si usted no está seguro, consulte con su proveedor de atención
médica.
• Si el medicamento es indispensable, sea firme, ayúdele a tomárselo y explíquele la razón
por la que es necesario que lo haga.
• Si es necesario que su niño tome medicamentos, ya sea en su casa, en la escuela o en la
guardería, asegúrese de hablar con el director/rector del plantel. Cuando su niño esté lo
suficientemente bien como para regresar a la escuela o guardería, el personal del plantel
le puede ayudar a supervisar a su niño, informarle sobre sus síntomas y de cómo está
respondiendo a los medicamentos y otras medidas que se esté tomando para lograr su
mejoría.
• Paciente correcto
• Pausa y frecuencia de administración correctos
• Dosis correcta
• Ruta correcta de la administración
• Inmunobiológicos correcto
• Usted debe verificar la temperatura de la nevera si esta como se esperaba para el
inmunobiológicos en cuestión
• El aspecto macroscópico de los contenidos debe ser observados, la evaluación de la
presencia de turbidez, depósitos, bultos y cambio de color
• Verifique la fecha de caducidad del producto
• Anotar la fecha de vacunación, que producto se administró, número de lote y el nombre
del fabricante, la vía de aplicación y nombre de quien aplico la vacuna - una copia es de
la unidad y el otro se da a la persona vacunada (tarjeta de vacunación).
• Siga las recomendaciones del fabricante en cuanto al manejo de cada uno de los
inmunobiológicos: homogeneización, dilución, vía de administración, conservación
después de su reconstitución, etc.
• El sitio debe estar equipado para revertir reacciones alérgicas graves: Torpedo O2 válvula
- 1012 (viene con humidificador y aspirador), Ambú con máscaras (pequeña, mediana y
grande), laringoscopio con hojas para todas las edades, tubos endotraqueales para todas
las edades, esfigmomanómetro (brazalete con tamaños pequeñas, medianas y grandes)
y un estetoscopio, las drogas (adrenalina, hidrocortisona, prometazina, cimetidina, agua
destilada y suero fisiológico)
• Jeringas y agujas deben ser desechables
• Debe haber colector adecuado para desechar los materiales corto punzantes
• Las agujas no deben volver a ser utilizadas nuevamente
• No es necesario el uso de guantes como equipo de protección personal si se siguen
correctamente las técnicas para la administración de fármacos por vía parenteral,
idealmente el paciente (si es adulto) puede comprimir con algodón el punto de inyección
• El sitio de la inoculación debe estar limpio, si es necesario, lavar con agua y jabón o hacer
la antisepsia
• Las manos de los profesionales deben lavarse adecuadamente antes de iniciar la
preparación de la vacuna.
3. ¿CÓMO APLICAR UN MEDICAMENTO POR VÍA PARENTERAL?
El término parenteral hace referencia a la vía de administración de los fármacos. Esto es,
atravesando una o más capas de la piel o de las membranas mucosas mediante una
inyección. La vía parenteral es diariamente empleada en atención primaria en multitud de
situaciones
• Hay que leer siempre las instrucciones. Así sabremos cómo se debe realizar la mezcla,
la cantidad de disolvente que se precisa, si se puede desechar o no parte de éste, cuál
es su composición (a veces pueden contener parte del principio activo o anestésico),
etc.
• Los pasos para conseguir la mezcla son, por este orden: cargar el disolvente en la
jeringuilla. Introducir la cantidad de disolvente indicada en el recipiente que contiene
el fármaco. Homogeneizar la solución si es necesario (en muchos casos se homogeniza
espontáneamente al mezclar ambos productos). Cargar la solución nuevamente en la
jeringuilla.
• Para conseguir una solución homogénea nunca agitaremos la mezcla pues, además de
formarse espuma, se pueden producir cambios que modifiquen su farmacodinamia. Lo
que se debe hacer es rotar el recipiente (normalmente es un vial) entre las palmas de
las manos hasta homogeneizarla.
• Coja la ampolla y golpee suavemente su parte superior con un dedo, así todo el
contenido pasará a la parte inferior del recipiente.
• Coloque una gasa pequeña alrededor del cuello de la ampolla con el fin de evitar un
posible corte.
• Sujete la ampolla con la mano no dominante. Con los dedos pulgar e índice de la otra
mano, rompa el cuello de la ampolla en dirección opuesta a usted.
• Coja la jeringa que previamente había preparado con la aguja de carga e inserte ésta en
el centro de la boca de la ampolla. No permita que la punta o el cuerpo de la aguja
toquen el borde de la ampolla. Si ello sucede, deseche el material y reinicie el
procedimiento.
• Incline ligeramente la ampolla y vaya aspirando el medicamento con la jeringa.
Recuerde que para movilizar el émbolo no debe apoyarse en éste, sino en las dos
lengüetas que posee la jeringuilla: la del propio émbolo y la del cuerpo.
• Una vez cargada toda la medicación, saque la aguja de la ampolla. Sostenga la jeringa
con la aguja apuntando hacia arriba para que el líquido se asiente en el fondo de la
primera. Golpee la jeringa con un dedo para favorecer que asciendan las burbujas de
aire que se puedan haber aspirado. Tire levemente del émbolo para que si queda algo
de líquido en la aguja éste caiga al cuerpo de la jeringuilla. Ahora empuje suavemente
el émbolo hacia arriba para expulsar el aire, procurando que no se pierda nada del
líquido. Ya tiene la medicación cargada. Proceda ahora a cambiar la aguja de carga por
la que vaya a utilizar en el paciente. No se recomienda purgar la jeringuilla con esta
última pues hay soluciones que, al contacto con el metal, se cristalizan y obstruyen la
aguja.