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MARCO TULIO SOSA CASTILLO

Carnet: 201014273
Revisora: Licenciada Margarita Estrada
Título de Artículo: La Religión como instrumento político
9º semestre
Correo electrónico: Sosamarco2@gmail.com

La Religión como instrumento político


Desde que nacemos se nos impone una religión que podrá variar de acuerdo con el
momento histórico y región geográfica, no se puede hablar del ser humano y su historia sin
tomar en cuenta la religión. La que en muchos casos llega a determinar las formas de
organización, desde las más simples llegando a forjar Estados enteros.

Las religiones aportan lo sagrado a nuestra vida con iglesias góticas, mezquitas
musulmanas, ashrams hindúes, rollos de pergaminos de la Torá, molinetes de oraciones
tibetanos, casullas sacerdotales, cirios, incienso, árboles de Navidad, bolas de pan ácimo,
lápidas e iconos. (Harari, 2013, pág. 58)

El desarrollo de la humanidad va de la mano con las creencias del ser humano, la religión
es omnipresente para este, por lo que no se escapa al ámbito político, en el que también
siempre ha estado presente, aún a pesar la separación de iglesia y Estado, puesto que los
distintos gobernantes, siempre tomaran decisiones apegados al sistema de creencias con el
que se hayan formado, las influencias religiosas del momento o simplemente para ganar el
favor de otros cultos.

1. ¿Qué es la religión?

Antes de ser usada con un sentido relacionado con las divinidades, el término «religión» o
«religioso» era utilizado para expresar un temor o un escrúpulo supersticioso. Así consta en
textos de Julio César (De Bello Gallico VI 36) y Tito Livio (Historia de Roma desde su
fundación IV 30).

La primera interpretación relacionada con el culto es la del orador latino Cicerón que en su
obra De natura deorum ofrece la siguiente etimología: «Quienes se interesan en todas las
cosas relacionadas con el culto, las retoman atentamente y como que las releen, son
llamados «religiosos» a partir de la relectura». Esta etimología —filológicamente más
correcta— subraya la fidelidad a los deberes que la persona religiosa contrae con la
divinidad y por tanto está más relacionada con la justicia.

Religión suele definirse como un sistema cultural de determinados comportamientos y


prácticas, cosmovisiones, éticas, morales, textos, lugares sagrados, profecías u
organizaciones que relacionan la humanidad a elementos sobrenaturales, trascendentales,
místicos o espirituales. Aunque no existe un consenso académico sobre qué constituye
exactamente una religión, Bernard Lonergan se aproxima a la religión como un conjunto de
experiencias, significados, convicciones, creencias y expresiones de un grupo, a través de
las cuales sus participantes responden a sus dialécticas de autotrascendencia y relación con
la divinidad. (Wikipedia, Wikipedia, 2023)
El epistemólogo argentino Mario Bunge la define como «Sistema de creencias no
contrastables en la existencia de una o más deidades, y que se acompaña de prácticas
principalmente el culto y el sacrificio (…). (Bunge, 2005, pág. 186)

En el caso anterior, se explica que la religión es una serie de creencias que no tienen ningún
fundamento, estas creencias son de carácter especulativo que por lo general tuvieron su
origen en el miedo del ser humano prehistórico y su falta de conocimiento ante los hechos
naturales en su afán de buscar una explicación.

¿Qué es la política?

La política es el conjunto de actividades que se asocian con la toma de decisiones en grupo,


u otras formas de relaciones de poder entre individuos, como la distribución de recursos o
el estatus. También es el arte, doctrina o práctica referente al gobierno de los Estados,
promoviendo la participación ciudadana al poseer la capacidad de distribuir y ejecutar el
poder según sea necesario para garantizar el bien común en la sociedad. (Wikipedia,
Wikipedia, 2023)

Existen dos tradiciones políticas dominantes que nos explican la política: El Moralismo
Político y el Realismo Político.

El primero, como su nombre lo indica, deriva de las posturas de Aristóteles, quien


planteaba que la política existe para realizar acciones nobles y no solo para acompañarnos.
Aristóteles defendió que es natural que el hombre viva de forma política, y esto no solo
significa que el hombre vive mejor dentro de una sociedad compleja que abandonado y
aislado. Para los moralistas la vida política es una rama de la ética o filosofía moral.

La segunda tradición, el Realismo político, rechaza la idea de que la política exista para
proponer valores morales o éticos; y opina, en cambio, que solo trata del poder como medio
para conseguir los fines, derrotar a los enemigos y mantener pactos. Según esto, sin la
capacidad de conseguir y mantener el poder, los valores, por nobles que sean, son inútiles.
(Dorling Kindersley Ltd., 2014, págs. 12,13)

Religión y Política: Un Vínculo Histórico

Existe una relación histórica entre religión y política en diferentes culturas y períodos de la
historia. La Religión tiene sus orígenes en el mito, el cual jugó un papel importante en la
supervivencia del homo sapiens sapiens, Harari explica que «Cualquier cooperación
humana a gran escala (ya sea un Estado moderno, una iglesia medieval, una ciudad antigua
o una tribu arcaica) está establecida sobre mitos comunes que solo existen en la
imaginación colectiva de la gente. Las iglesias se basan en mitos religiosos comunes. Dos
católicos que no se conozcan de nada pueden, no obstante, participar juntos en una cruzada
o aportar fondos para construir un hospital, porque ambos creen que Dios se hizo carne
humana y accedió a ser crucificado para redimir nuestros pecados. Los estados se
fundamentan en mitos nacionales comunes. Dos serbios que nunca se hayan visto antes
pueden arriesgar su vida para salvar el uno al otro porque ambos creen en la existencia de la
nación serbia, en la patria serbia y en la bandera serbia. Los sistemas judiciales se sostienen
sobre mitos legales comunes. Sin embargo, dos abogados que no se conocen de nada
pueden combinar sus esfuerzos para defender a un completo extraño porque todos creen en
la existencia de leyes, justicia, derechos humanos… y en el dinero que se desembolsa en
sus honorarios.

Y, no obstante, ninguna de estas cosas existe fuera de los relatos que la gente se inventa y se
cuentan unos a otros. No hay dioses en el universo, no hay naciones, no hay dinero, ni
derechos humanos, ni leyes, ni justicia fuera de la imaginación común de los seres
humanos.» (Harari, 2013, pág. 41)

Religión como Instrumento de Legitimación

Asimismo, la religión ha funcionado como un medio para legitimar a aquellos que detentan
el poder, así como las decisiones que se toman a nivel político.

Los reyes medievales y como se conocían hasta hace poco, sobre todo en los países
europeos, eran un reflejo de esto, puesto que se constituían como gobernantes, por mandato
divino, es decir, que eran los representantes de Dios en la tierra, el asidero de esto se
encuentra en la Biblia:

Él es quien cambia los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da sabiduría a los
sabios, y conocimiento a los entendidos. (Daniel 2:21)

El anterior versículo fue pilar fundamental para sostener el poder de los reyes,
principalmente porque las sociedades que gobernaban eran católicas, sin embargo no es una
cuestión medieval, pues en distintos Estados, independientemente de la religión que se
profese, se han utilizado argumentos similares para justificar el poder, como es el caso del
Estado islámico, que fue un grupo radical que conquistó y gobernó territorios durante
varios años, utilizando como consigna principal la Yihad que buscaba legitimar su poder
sobre los territorios, imponiendo la ley Sharia; la Yihad, según la Enciclopedia del islam, se
refiere al decreto religioso de guerra, basado en el llamamiento del Corán que da a conocer
la ley de Dios. El orientalista británico-estadounidense Bernard Lewis argumenta que en los
hadices (en el Islam representa los dichos y las acciones del profeta Mahoma) y en los
manuales clásicos de jurisprudencia islámica, yihad tiene un significado militar en la
mayoría de los casos. Esto quiere decir que, para justificar invasiones, y la guerra que
desataron, utilizaron como instrumento legitimador un mandato, según ellos, divino.

Religión como Fuente de Identidad y Cohesión Social

Durante la primera mitad del siglo XVI la reforma protestante sumió a la Iglesia Católica
en una profunda crisis que evidenció tanto la corrupción en numerosos estratos eclesiásticos
como la necesidad de una renovación del mensaje y la obra católica, así como de un mayor
acercamiento a los fieles.
El Concilio de Trento (1545-1563) se celebró para contrarrestar el avance del
protestantismo y consolidar el culto católico en los países donde aún prevalecía, sentando
las bases del dogma católico (sacerdocio sacramental, celibato, culto a la Virgen y los
santos, uso litúrgico del latín) y creando nuevos instrumentos de comunicación y expansión
de la fe católica, poniendo especial énfasis en la educación, la predicación y la difusión del
mensaje católico, que adquirió un fuerte sello propagandístico —para lo que se creó la
Congregación para la Propagación de la Fe—. Este ideario se plasmó en la recién fundada
Compañía de Jesús, que mediante la predicación y la enseñanza tuvo una notable y rápida
difusión por todo el mundo, frenando el avance del protestantismo y recuperando
numerosos territorios para la fe católica (Austria, Baviera, Suiza, Flandes, Polonia). Otro
efecto de la Contrarreforma fue la consolidación de la figura del papa, cuyo poder salió
reforzado, y que se tradujo en un ambicioso programa de ampliación y renovación
urbanística de Roma. La Iglesia fue el mayor comitente artístico de la época, y utilizó el
arte como caballo de batalla de la propaganda religiosa, al ser un medio de carácter popular
fácilmente accesible e inteligible. El arte fue utilizado como un vehículo de expresión ad
maiorem Dei et Ecclesiae gloriam («para mayor gloria de Dios y de la Iglesia»), Papas
como Sixto V, Clemente VIII, Paulo V, Gregorio XV, Urbano VIII, Inocencio X y Alejandro
VII se convirtieron en grandes mecenas y propiciaron grandes mejoras y construcciones en
la ciudad eterna, ya calificada entonces como Roma triumphans, caput mundi («Roma
triunfante, cabeza del mundo»). (Wikipedia, Wikipedia, 2023)

Lo anterior refleja la importancia de la religión para mantener la identidad entre distintos


reinos, pues la influencia de la Iglesia Romana era decisiva para la toma de decisiones
políticas en Europa, lo que hoy en día sigue siendo evidente, pues existe una marcada
diferencia entre los países católicos y países protestantes.

Asimismo la religión ha motivado el logro de objetivos políticos, tal es el caso del papel de
la Iglesia Católica durante la guerra fría en América Latina, ya que durante los domingos de
misa, los sacerdotes aprovechaban a dar mensajes políticos en contra de las dictaduras
militares que entonces gobernaban, fueron refugio de indígenas, campesinos, estudiantes y
guerrilleros, al punto que se convirtieron en objetivo de los gobiernos para asesinarlos, pues
su influencia sobre la población era muy fuerte.

Religión y Conflicto Político

Las religiones, a pesar de que entre sus principios profesan declaraciones de bienestar,
bondad, felicidad y paz, tiene un lado oscuro, que se traduce en intolerancia, lo que puede
contribuir a la polarización y la violencia política.

La lista de guerras iniciadas por causas religiosas es infinita, sin embargo, como se
mencionó anteriormente, un ejemplo reciente es el caso del Estado Islámico, que en nombre
de un mandato divino de luchar por Allah, a su paso han dejado muerte, miseria y
destrucción, pues arrasaron con todas las poblaciones que no profesaran su fe, secuestraban
gente, mutilaban genitales de niñas adolescentes, decapitaciones en público, todo bajo la
consiga de llevar a cabo una guerra santa.

La religión en este sentido ha logrado sacar desde lo más profundo del ser humano lo peor
de este, pues de forma individual no se atreverían a realizar estas atrocidades.

Asimismo, en este momento se está llevando a cabo uno de los más grandes genocidios de
la historia: los rohinyás son una minoría étnica de Myanmar, que es una su gran mayoría
musulmana y representan el cuatro por ciento de la población en un país cuya población
mayoritaria es budista y representa el noventa por ciento. Los rohinyás, tienen la historia de
ser el pueblo menos querido o más odiado del mundo, desde 1982, el Estado los ha
excluido sistemáticamente de la vida civil, pues implementaron una ley que les negaba la
nacionalidad, reduciéndolos a un estatus de inmigrantes ilegales en su propio país,
asimismo, el gobierno no les permite el acceso a servicios básicos, a la educación superior,
existe una prohibición legal que les impide tener más de dos hijos y han perdido muchas
tierras cultivables que han quedado en poder del ejército.

Los rohinyás son un pueblo que vive en carne propia un genocidio silenciado en los
grandes medios, un claro ejemplo de cómo la religión suele dividir y crear conflicto en una
nación, al punto de haberlos expulsado casi en su totalidad del territorio después de
haberlos tenido viviendo como personas de quinta categoría, casi menos que los animales.
Lo anterior lo resumió el filosofo Christopher Hitchens: la religión ha sido un inmenso
multiplicador de la desconfianza y el odio tribales, según el cual los miembros de cada uno
de los grupos hablan de los otros exactamente con el mismo tono de intolerancia. (Hitchens,
2008, pág. 43)

Asimismo la religión es aprovechada durante los conflictos políticos, tal es el caso del
protestantismo en Guatemala en 1982, el ejército se enfrentaba a una crisis a lo interno y
necesitaba una figura mesiánica para que la institución tuviera un mando único en el
combate de la amenaza guerrillera y el pastor evangélico Ríos Montt les quedaba como
anillo al dedo. (Shetemul, 2018).

Rios Montt se dedicó a dar sermones dominicales, predicando como pastor y beneficiando a
los altos directivos de la secta denominada “Iglesia El Verbo”, asimismo, esta época
coincide con el auge del protestantismo en Guatemala.

Religión y Cambio Político

Pero no todo es malo, muchas veces la religión también ha sido impulsora de grandes
cambios políticos, llegando varias veces a detener guerras, alcanzando derechos para
poblaciones enteras o por medio de labores humanitarias.

En muchas de catástrofes la religión ha servido como motor para motivar a sus congregados
a actuar voluntariamente para ayudar a otras personas afectadas, sin importar sus creencias
religiosas.
Asimismo, la religión jugó un papel fundamental en la lucha por los derechos Civiles, tal es
el caso de Malcolm X, en quien después de estar preso se unió a la Nación del Islam, la que
le daría una gran formación para luchar por los derechos de la población afroamericana en
los Estados Unidos; renunciaría a esta congregación, en aquel momento Malcolm X
comenzó a articular sus propias opiniones. El islam fue fundamental en su apuesta política;
nunca lo abandonó por su estricta disciplina y por qué se oponía al cristianismo que
profesaba la de la población blanca de los Estados Unidos. Su trayectoria y activismo
radical lo llevó a lograr cambios significativos en la sociedad estadounidense y contribuyó
a la gestación de diversos movimientos sociales determinantes en la lucha afroamericana de
la época. (CNDH, 2023)

La religión puede ser una fuerza para el cambio progresivo, una institución que puede velar
por los derechos civiles y políticos de su población.

Conclusiones

La religión ha estado entrelazada a lo largo de la historia de la humanidad con la política; se


ha observado que esta última influye fuertemente en la segunda, llegando a convertirse en
un instrumento de legitimación, como era el caso de los reyes que gobernaban por derecho
divino; asimismo puede ser el factor determinante de los estos, porque forja un sentimiento
de Identidad. La Religión no juega un papel pasivo en las sociedades humanas, pues
también lo ha motivado a transformar su realidad, como en el caso de las revoluciones
islámicas; pero también impulsa guerras sin sentido, aunque en otros extremos también
puede ayudar a liberar al ser humano, a darle un lugar en la sociedad y que su libertad y
derechos sean respetados por los distintos Estados.

La religión con todos sus matices es inherente al ser humano, en su versión primigenia, el
mito, jugó un papel fundamental en la preservación de la especie humana, pues lo ayudó a
organizarse, a protegerse, a transformar el mundo, a darle un sentido y una finalidad en
muchos casos. Sin embargo en la época actual la religión pareciera ser superada por
diversos factores, entre ellos el desarrollo de la ciencia, el estudio de la Historia y la
recopilación de información. El ser humano ya no es tan ingenuo, ha encontrado respuestas
a las grandes interrogantes que le acompañaron durante miles de años y el progreso en los
campos del saber factuales no parece detenerse, en cambio la religión se convierte en un
lastre para las sociedades y se convierte descaradamente en un instrumento ideológico de
manipulación, tal es el caso reciente en Guatemala, donde sectores de diversas sectas
protestantes, principalmente la secta “Ebenezer” dirigida por Sergio Enríquez, utilizado a
su vez por sectores políticos tradicionales, se dedicó a utilizar versículos bíblicos y
argumentos religiosos para deslegitimar a un candidato político que resulta ser incomodo
para sus intereses.

. Es difícil imaginar un mundo sin religiones, sin algo que le de esperanza al ser humano
atribulado, sin embargo cabe destacar que la mayoría de argumentos que sostienen las
distintas religiones no son contrastables con la realidad, y el conocimiento científico nos ha
permitido entender y explicar el mundo, ha desarrollarnos y explicar como funciona este,
por lo que la religión y las creencias en deidades tiende y deben extinguirse como siguiente
paso para el desarrollo del ser humano. Este debe empezar a obrar bien, a organizarse, a ser
solidario, a luchar por el bienestar personal y general por convicción propia, no por miedo a
castigos ni esperando recompensas como si fuera un animal amaestrado, cuando esto
suceda el ser humano será verdaderamente libre. Es difícil imaginar un mundo sin
religiones, sin algo que le de esperanza al ser humano atribulado.

Bibliografía
Bunge, M. (2005). Diccionario de Filosofía. México: Siglo XXI.

CNDH. (09 de 10 de 2023). Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Obtenido de

https://www.cndh.org.mx/noticia/malcolm-x-defensor-de-los-derechos-humanos-y-por-la-

igualdad-de-los-afroestadounidenses#:~:text=En%20aquel%20momento%20Malcolm

%20X,poblaci%C3%B3n%20blanca%20de%20Estados%20Unidos.

Dorling Kindersley Ltd. (2014). El libro de la Política. Madrid: Ediciones Akal.

Harari, Y. N. (2013). Sapiens. De animales a dioses (octava ed.). Barcelona: Penguin Random House

grupo Editorial.

Hitchens, C. (2008). Dios no es bueno. Méxito: Debate.

Shetemul, H. (04 de abril de 2018). Prensa LIbre. Obtenido de Prensa Libre:

https://www.prensalibre.com/opinion/rios-montt-2/

Wikipedia. (09 de Octubre de 2023). Wikipedia. Obtenido de Wikipedia:

https://es.wikipedia.org/wiki/Religi%C3%B3n

Wikipedia. (09 de 10 de 2023). Wikipedia. Obtenido de Wikipedia:

https://es.wikipedia.org/wiki/Pol%C3%ADtica

Wikipedia. (09 de 10 de 2023). Wikipedia. Obtenido de https://es.wikipedia.org/wiki/Barroco

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