Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Impressão e Acabamentos:
ISSN: 0518-6994
Depósito Legal:
Tiragem: 300 exemplares
ARMAS E TROFÉUS
REVISTA DE HISTÓRIA, HERÁLDICA, GENEALOGIA E ARTE
IX SÉRIE
TOMO XVII
2015
Armas e Troféus
SUMÁRIO
Duarte Vilardebó Loureiro, Um pormenor nas armas dos Noronhas ................ 197
7
ArmAs e Troféus
8
CORPOS SOCIAIS
Conselho Director:
Presidente – Prof. Doutor Miguel Metelo de Seixas
Chanceler – Dr. Lourenço Correia de Matos
Secretário da Mesa – Arq. Jorge de Brito e Abreu
Conselho Administrativo:
Secretária Geral – Dra. Dona Leonor Calvão Borges
Tesoureiro – Dr. João António Portugal
1.ª Vogal – Dra. Dona Maria de Lourdes Calvão Borges
2.º Vogal – Dr. Lourenço Correia de Matos
3.º Vogal –Dr. Carlos da Câmara Bobone
Conselho Fiscal:
Presidente – Dr. Rui do Amaral Leitão
1.º Vogal – Arq. Segismundo Pinto
2.º Vogal – Dona Maria Zaida de Bivar Guerra
Comissão de Análise:
Dr. Pedro Sameiro
Dra. Dona Maria de Lourdes Calvão Borges
Dr. Lourenço Correia de Matos
9
LISTA DE SÓCIOS
PRESIDENTE DE HONRA
S.A.R. o Senhor Dom Duarte João
Duque de Bragança
SÓCIOS HONORÁRIOS
Baron Pinoteau
4 Bis Boulevard de Glatigny – F 78000 Versailles – França
11
ArmAs e Troféus
12
LisTA de sócios
13
ArmAs e Troféus
SÓCIOS CORRESPONDENTES
14
LisTA de sócios
15
ArmAs e Troféus
16
LisTA de sócios
17
ArmAs e Troféus
Cecil R. Humphery-Smith
Grã-Bretanha
Janet S. Ladner
4610 Connaught Dr. – Vancouver 9 – BC – Canadá
Per Nordenvall
Borjegatan 8B, 4TR. – S 752, 24 Uppsala – Suécia
18
LisTA de sócios
19
ArmAs e Troféus
SÓCIOS AGREGADOS
20
LisTA de sócios
Robert F. Illing
Rua Marechal Saldanha, 454 – 4150-652 Porto
21
ArmAs e Troféus
22
LisTA de sócios
Dra. Dona Maria das Dores Dias Egydio Nobre Galante de Carvalho
Av. Conselheiro Fernando de Sousa, 27 – 6º – 1070-072 Lisboa
23
ArmAs e Troféus
24
LisTA de sócios
25
ArmAs e Troféus
26
LisTA de sócios
27
ArmAs e Troféus
28
DR. FRANCISCO DE SIMAS ALVES DE AZEVEDO
(1933-2014)
29
João AnTónio PorTugAL
***
1
Felizmente ainda integrando os quadros associativos quatro dos então sócios correspondentes
aí igualmente nomeados: o Barão Pinoteau, Artur Vaz-Osório da Nóbrega, Nuno Daupiàs
d’Alcochete e Jorge Preto.
30
dr. frAncisco de simAs ALves de Azevedo (1933-2014)
2
Já anteriormente divulgada em O Timbre, ano 2, n.º 2, 2014.
31
João AnTónio PorTugAL
32
ORIGEN DEL EMBLEMA DE LOS REYES DE ARAGÓN
1
Incluyen bibliografía sobre los orígenes las obras de Armand de Fluvià, Els quatre pals: l’escut dels
comtes de Barcelona, Barcelona, 1994, y de Alberto Montaner Frutos, El señal del rey de Aragón:
historia y significado, Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 1995.
2
Algo después de 1277 se encuentra ya la voz (bastonat) para describir el escudo de los Almoravid en
el poema de Guillén Anelier sobre la guerra de los burgos de Pamplona, en 1284-1285 la utiliza el
trovador Bernat d’Auriac (lo senhal del bastó) y tres años más tarde en un documento latino (baculi)
suscrito por varios caballeros aragoneses. La misma aparece también en la Crónica de San Juan de la
Peña, escrita en tiempo de Pedro el Ceremonioso. Y es aceptada por la cancillería real en la concesión a
la ciudad de Valencia en 1377. Poco antes, hacia 1370, se usa en una crónica castellana (sus armas que
eran bastones bermejos en escudo dorado). Parece ser ésta la voz castiza en castellano y en occitano. Se
aplicaba también a las franjas de los tejidos: ‘paño bastonado’. La denominación de ‘palos’ es tomada
del francés y difundida en ambientes más cultos; la emplea Bernat de So en 1382 para describir las
armas reales y a últimos del siglo XV Pedro Marcuello en su Cancionero. En las obra literarias se
utilizó así mismo, desde tiempo antiguo, la denominación de ‘barras’, aun en contradicción con su
acepción normal en el lenguaje del blasón. Para designar las franjas verticales se buscan, en definitiva,
objetos que las recuerdan: bastones, palos (de empalizada), estacas, varillas, … El término ‘barras’ no
expresa la posición vertical, de aquí su indefinición semántica. Sobre las denominaciones de las piezas
de las armas reales de Aragón vid. Martí de Riquer, Heràldica Catalana des de l’any 1150 al 1550, I.
Barcelona, 1983, pág. 125-128.
33
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
heráldicos. Unos pretenden que el emblema fue propio de los condes de Barce-
lona, de Ramón Berenguer IV, el esposo de Petronila, y sus antepasados, y se
adscriben por consiguiente a Cataluña, algo que no existía entonces como unidad
administrativa. Otros, por el contrario, rechazan que lo hubiera usado Ramón
Berenguer IV y defienden que apareció en el reinado de Alfonso II, quien lo
habría tomado de algún uso de sus ascendientes por línea materna, Ramiro el
Monje y predecesores en el trono de Aragón. Estas posiciones contradictorias,
que buscan vincular el origen del emblema a un territorio excluyendo a otro
son, ambas, del todo absurdas. Según veremos más adelante, los testimonios
demuestran de manera irrefutable que los bastones de oro y gules no se adscribían
entonces a ninguna de las dos dignidades o territorios.
Además de la injerencia de este factor, de índole no científica, de las apasio-
nadas disputas y los más disparatados argumentos en total desacuerdo con lo que
ocurría en la época, para enturbiar y distorsionar el panorama de la desdichada
historia de este emblema se añade otro: las interpretaciones falsas de los testimo-
nios gráficos, unas veces por ignorancia, otras por falta de valentía para defender
la verdad frente a autores tenidos por intocables. De todo ello veremos ejemplos.
Anverso y reverso del sello de Alfonso II. Matriz de 1162-1172 (1170?), impronta de 1186.
(Sagarra, Sigillografía, núm. 3).
34
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
origen por el único método lógico: examinando los testimonios anteriores. Son
todos testimonios figurados, porque no existen testimonios textuales de esa época
anterior a Alfonso II, los testimonios textuales que hay son muy posteriores.
Y algo importantísimo: interpretando esos testimonios figurados de acuerdo con
los modelos, los usos y costumbres de su misma época y región. Los signos en
general, y los emblemas en particular, por ser signos, siguen unas pautas generales
idénticas en la misma época y región, porque si se apartasen de ellas no serían
entendidos como signos. No existen, pues, casos únicos, que se aparten radical-
mente de lo que ocurre en el entorno. Esto no lo tuvieron en cuenta los creadores
de muchas de esas estrafalarias teorías acerca del origen de los bastones de Aragón.
Una cara de un sello de Ramón Berenguer IV. Dibujo de Blancard y fotografía de vaciado
de Sagarra.
35
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
año continuó usándola 4 su hijo mayor Alfonso II, cuyo primer sello propio se
grabó poco antes de 1172, quizá al alcanzar la mayoría de edad en 1170. Esta
utilización de la matriz de su padre es muy importante para nuestra investigación,
como veremos enseguida. Ambas matrices son bifaces y en cada cara presentan
la imagen ecuestre; las cuatro imágenes ecuestres de las dos matrices sólo difieren
en pequeños detalles, intrascendentes para nuestro objeto. Las primeras publica-
ciones con imágenes de estos sellos son las de Blancard, en 1860 5, con dibujos de
los ejemplares de Marsella, y la Fernando de Sagarra, en 1915 6, con fotografías de
vaciados en escayola, procedimiento que mejora el detalle al evitar los brillos de
la cera. Sagarra pretende incluir todas las improntas, pero omite la más antigua,
del año 1150, probablemente porque ya en su tiempo estaba fuertemente deterio-
rada, como se halla hoy, y no era posible obtener un molde. Además, su obra se
orienta como una colección de tipos; no le interesaba averiguar las fechas en que
fue utilizada cada matriz.
¿Cuándo se grabó la primera matriz? La leyenda que dice: + raimvndvs
berengarii comes barchinonensis et princeps regni aragonensis demuestra
que se grabó después del matrimonio con Petronila en el año 1137. Como hemos
dicho, la impronta más antigua es del año 1150. Todavía cabría atrasar algo más
el terminus ante quem. Según consta en un documento sin fecha cuya copia está
en el Archivo de la Corona de Aragón, datable a fines de 1141 o en 1142, el
Patriarca de Jerusalén y el Prior del Santo Sepulcro enviaron al Conde el convenio
sobre la herencia de Alfonso el Batallador sellada con sus sellos y le pidieron
que devolviera el documento sellado con el suyo 7. Luego este sello o ya existía
entonces o se hizo para la ocasión. Esta ultima hipótesis sería semejante a la que
se ha propuesto para el sello pendiente del emperador Alfonso VII, quien habría
adoptado este tipo de sello al sellar el tratado con Génova para conquistar Almería
en el año 1146 8.
¿Qué vemos en el escudo de Ramón Berenguer? Cualquier observador
libre de prejuicios ve unas finas líneas verticales en relieve, siete parece en lo ancho
4
Una de las causas pudo ser su antiguo nombre, el mismo que su padre.
5
Louis Blancard, Iconographie des sceaux et bulles conservés dans la partie antérieure à 1790 des
Archives départementales des Bouches-du-Rhône, Description des sceaux, Marsella, París, 1860.
(Existen diferentes versiones de esta obra con este mismo título, imprenta y año de impresión).
6
Ferràn de Sagarra, Sigillografía catalana, vol. I, Barcelona, 1915.
7
Próspero de Bofarull, Colección de documentos inéditos del Archivo General de la Corona de Aragón,
Volumen IV, núm. CXXXVII, pág. 325-326. (Varia I, liber feudorum Alfonsi I, n. 1, fol. 7).
«… Mandamus preterea et mandando rogamus quatenus privilegium sigillo vestro insignitum
quemadmodum vobis fecimus nobis de cunctis nostris faciatis atque eis deliberetis. Valete in Domino».
8
F. Menéndez Pidal, Los sellos de Alfonso VII, en J. M. Soto (coord.), Pensamiento medieval hispano,
Madrid, 1988, pág. 99-116.
36
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
del escudo, y una bloca, refuerzo de pletinas metálicas formando una cruz y un
aspa sobre la armazón de tabla y cuero, refuerzo que no faltaba en ningún escudo
de guerra de la época.
¿Y cómo se interpreta esto que vemos? Blancard vio, naturalmente, los seis
rayos de la bloca, pero no sabía qué eran, porque el uso de la bloca en los escudos
de guerra fue dado a conocer por Bouly de Lesdain más tarde, en 1907 9. Y Blan-
card los interpretó como las armas de Navarra, un emblema que no existió hasta
ochenta años después, esto aparte de su injustificable presencia aquí.
Don Tomás Muñoz y Romero, en un artículo 10 publicado en 1866 sobre
ejemplares conservados en el Archivo Histórico Nacional, afirma, con toda la
razón, que estos sellos son los monumentos más antiguos en los que vemos los
bastones, en el escudo de la figura ecuestre. Pero incurre en un error al denominar
a este emblema. Aparte de lo que antes dijimos, Cataluña no existía como unidad
administrativa en tiempo de Ramón Berenguer IV, mal podía ser titular de un
emblema.
Fernando de Sagarra, en su discurso de ingreso en la Real Academia de
Bellas Letras de Barcelona 11 en 1890, cita como impronta más antigua la de
1160, omitiendo las de 1150 y 1157, y en cuanto a los emblemas dice que «en el
sello se notan trazas y señales evidentes de una divisa de los condes de Barcelona
anterior a la de las llamadas barras o palos». La explicación de tan extraña opinión
podría ser que tampoco reconocía entonces la bloca, cuyas líneas, junto con los
bastones, formarían esa rara divisa.
Por fin el mismo autor, en su Sigillografía catalana del año 1915, reconoce
acertadamente la bloca radiada de estos sellos, comparándola con la que aparece
en los escudos de los ecuestres de otros sellos extranjeros. Pero las finas líneas
verticales en relieve que ve tanto en el escudo de Ramón Berenguer como en el
de Alfonso II las interpreta de manera muy diferente en ambos casos. De las que
ve en el escudo de Alfonso II dice: «es veuen ben definides les barres encar que
estretes, a manera de ratlles verticals». Mientras que las ratlles idénticas del escudo
de Ramón Berenguer las califica como «unes ratlles verticals o barres molt rudi-
mentaries … No’s pot precisar, per consegüent, si aquestes ratlles constitueixen
divisa o són tan sols un motiu d’ornamentació de l’escut».
La clave de la diferente interpretación de cosas idénticas nos la dan las
últimas palabras de su comentario. Había leído en la obra de Demay, publicada
9
Louis Bouly de Lesdain, “Études héraldiques sur le XIIe. siècle”, en Annuaire du Conseil Héral-
dique de France, XX, 1907, pág. 185-244.
10
“Los sellos de Ramón Berenguer IV”, en El arte en España, IV, 1866, pág. 169 y ss.
11
“Discursos leídos ante la Real Academia de Bellas Letras de Barcelona en la recepción pública del Sr.
D. Fernando de Sagarra y de Siscar”, Boletín de la Real Academia …, Barcelona, 1890, pág. 259.
37
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
en 1880 12, que en los sellos de los grandes feudatarios de Francia los emblemas
heráldicos no aparecen hasta las postrimerías del siglo XII. A pesar de la evidencia,
no se atrevió a publicar, rectificándole, que Ramón Berenguer los utilizaba veinte
años antes. Hoy se conocen sellos anglo-franceses con emblemas heráldicos ante-
riores al de Ramón Berenguer IV. Además, la fuente es de dudosa solvencia,
porque el objeto de la obra de Demay es la indumentaria y sólo de manera inci-
dental se ocupa de los emblemas heráldicos.
El juicio de Sagarra sobre el escudo de Ramón Berenguer carece de aquella
condición de coherencia con el entorno que antes señalamos: ¿dónde están, en
esa época otros escudos con “motivos de ornamentación” que no sean emblemas
heráldicos?. En ninguna parte, no existen. En cuanto al comentario sobre el
escudo de Alfonso II tampoco tiene razón: las finas líneas no son «barres estretes»;
son los bordes de los bastones, igual que ocurre en el escudo de su padre. Lo vemos
con toda claridad en los sellos del consulado de Milhau, unos sellos 13 del más alto
interés en el tema que tratamos y sobre los que más adelante volveremos.
Reversos de los sellos de los cónsules de Milhau, improntas de 1243 (matriz de 1187) y de 1269
(matriz de 1254-1259). (M. de Framond, Sceaux rouergats, núm. 370 bis y 371 bis). En el pri-
mero, escudo de guerra de Ramón Berenguer: cinco líneas marcan los bordes de los bastones,
dos amarillos y dos rojos. En el segundo, escudo heráldico, sin bloca: seis bastones, tres amarillo
y tres rojos.
12
Germain Demay, Le costume au moyen âge d’après les sceaux, París, 1880.
13
Sobre estos sellos véase Martin de Framond, Sceaux rouergats du Moyen-Âge, Rodez, 1982, y
sobre todo, del mismo autor “Aux origines du sceau de ville et de juridiction, les premiers sceaux
de la ville de Millau”, en la Bibliothèque de l’École des Chartes, 147, 1989, págs. 87-122.
38
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
Como antes dijimos, Alfonso II no tuvo sello propio hasta algo antes de
1172; desde 1162 hasta esa fecha había venido usando el sello de su padre. Esto
explica que cuando el Rey concedió uso de sello a los cónsules de Milhau en
1187 se tomase como modelo para el escudo que allí se reprodujo no el que
vemos en el sello del Rey, sino el que hay en el sello de su padre el Conde. Lo
prueba que ese escudo del sello de Milhau lleve bloca, como en los de Ramón
Berenguer, elemento de refuerzo que no se grabó ya, por anticuado, en el sello de
Alfonso II. El sello de Milhau, grabado en cumplimiento del privilegio de 1187,
nos es conocido por una impronta del año 1243, aceptablemente conservada, en
la que podemos observar con claridad cómo eran los escudos de los deteriorados
sellos de Ramón Berenguer IV.
“Rayas” totalmente iguales –es decir, líneas rectas en relieve separadas por
espacios mayores que su grueso– se ven en los escudos, coberturas del caballo
y enseñas de las figuras ecuestres que se grabaron en los sellos de Alfonso II y
Pedro II. Nadie dirá que en los sellos de estos reyes no representan los bastones
que utilizaron como emblema heráldico, ellos y todos los reyes de Aragón sus
descendientes. Tales rayas figuran las líneas de separación de los colores; cada
bastón está limitado pues por dos de ellas. Más tarde, en algunos sellos de Jaime I
aparecerá otra técnica de representación de la diferencia de colores, que consiste
en figurar los bastones resaltados o rehundidos en toda su anchura sobre el campo.
Sin salir de los escudos con bastones y de la misma región, vemos idéntico cambio
de sistema de representación en los sellos de los Foix y de los Sévérac. La técnica
de las rayas en relieve separando campos precedió también en el área anglo-fran-
cesa a la de campos resaltados y permaneció durante el siglo XIII en muchos sellos
municipales, en general más arcaizantes por su larga vida.
No hay testimonios figurados de los bastones anteriores a los sellos de
Ramón Berenguer IV 14. De las investigaciones casi exhaustivas que practicó
Sagarra, dedujo que Ramón Berenguer III no usó sello y, según todos los indicios,
tampoco lo tuvieron ni su hijo menor ni su nieto, condes de Provenza, hermano
y sobrino de Ramón Berenguer IV. La figura ecuestre con el emblema de los
bastones que adoptó para su sello Ramón Berenguer IV y fue tan puntualmente
seguida por sus descendientes parece que no tuvo un precedente más antiguo.
Además, que entre 1137 y 1141 (en todo caso antes de 1150, fecha de la primera
impronta conocida) adoptase el uso del sello pendiente para validar documentos
14
Más adelante daremos noticia, para rebatirlo, del intento de datar en el siglo XI una representa-
ción. Ningún emblema aparece en la urna sepulcral de Ramón Berenguer III († 1131), conser-
vada en al monasterio de Ripoll. La urna antigua se presenta ahora insertada en una decoración
moderna llena de invenciones inexactas (el conde cabalgando con escudo y sin arma alguna, ni
lanza ni espada) y anacrónicas (forma de los escudos, estar coronados, cuatro bastones, …).
39
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
concuerda perfectamente con lo que hoy nos es dado conocer acerca de la crono-
logía de la introducción del uso del sello en la España cristiana y en el sur de
Francia. De aquel insólito uso durante varios años del sello del padre del rey por
la cancillería de Alfonso II parece deducirse un escaso aprecio de este modo de
suscripción, que pudiera deberse a su reciente implantación. Un fuerte contraste
con lo que ocurría un siglo más tarde, cuando la práctica general era destruir las
matrices sigilares del difunto inmediatamente después de su muerte, para evitar
usos fraudulentos. Una práctica que después se seguiría en la corte de Aragón con
solemne ceremonial, en el que se destruían las matrices al pie del catafalco donde
yacía el cadáver del rey difunto.
Pero ¿Ramón Berenguer IV adoptó el emblema de los bastones a la vez
que el sello o existía antes el emblema en otros soportes? Para responder a esta
preguntas no existen testimonios; las respuestas han de consistir en hipótesis, en
hipótesis, eso sí, concordantes con lo que hoy sabemos sobre los usos emblemá-
ticos de la época, no hipótesis construidas sobre disparatadas fantasías en contra-
dicción con aquellos usos.
Poco es en verdad lo que sabemos, pero, sin apartarnos de esos conoci-
mientos, podemos afirmar que hay muy sólidos indicios de que el emblema exis-
tiese antes en una enseña 15. Se deduce de la especial relevancia que en la corona
de Aragón mantuvo la enseña, en acusado contraste con los usos de los demás
reinos peninsulares, manifestada tanto en las concesiones de esa enseña –vexillum
nostrum la llama la cancillería– a varias comunidades vecinales como a su cons-
tante presencia en las representaciones ecuestres de los sellos reales. La especial
relevancia de la bandera sigue advirtiéndose hoy en Cataluña y Valencia, con clara
diferencia del resto de España 16. Otro argumento más se explica luego: las franjas
horizontales (fajas) eran decididamente preferidas a las verticales, y más siendo
éstas disimétricas al principio al ponerse en número par; la procedencia de una
enseña –donde se disponían horizontales– justificaría su adopción.
La primera concesión por los reyes de Aragón del uso de su propia enseña
a una comunidad vecinal, considerando el emblema vinculado a la enseña, no
al escudo, data del año 1187. Alfonso II, como vizconde de Milhau, confirma y
concede varios privilegios a esta villa; entre ellos, el uso de sello y de la propia seña
real: concedimus namque sigillum commune consulibus et communi cum subcriptione
15
Ya lo mencionamos en 1976, en la comunicación presentada al XIII Congreso Internacional de
Genealogía y Heráldica celebrado en Londres, Les emblèmes héraldiques du royaume d’Aragon et
leur signification historique. (Fue el único en el que no se publicaron las actas; se distribuyeron en
microfilm).
16
Nos referimos a banderas tradicionales, excluyendo los modernos inventos jaleados por motivos
políticos.
40
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
nostra et sua et eciam vexillum nostrum 17. La donación parece que quiere decir, con
más precisión, una enseña como la nuestra, dando así valor significante al emblema.
Si esto es así, en la cancillería real se consideraba a la enseña como soporte primor-
dial del emblema, antes que el escudo. Milhau era una importante posición de la
casa de Barcelona, de gran valor en las luchas con el conde de Tolosa. Poco antes,
en la época del conde de Provenza Sancho, se le había concedido un consulado
y al confirmar ahora Alfonso II este privilegio añade el uso de sello propio y de
la seña real. Ninguna población del entorno regional tenía entonces sello y muy
pocas en Occidente. El sello de Milhau es notabilísimo en más de un aspecto, no
sólo por su fecha temprana y por constar su origen en un acta escrita, caso quizá
único 18. Antes hablamos de él, porque reproduce con total claridad el escudo
que vemos muy deteriorado en los sellos de Ramón Berenguer IV. Subrayamos
ahora la segunda parte de la concesión: et eciam vexillum nostrum, que ha pasado
desapercibida, ocultada quizá por la presencia del escudo real en el sello. Tan rara
concesión se repetirá más tarde, en el siglo XIV, con Valencia y con Burriana
(1339). Se relaciona con la desusada frecuencia de la inclusión en épocas poste-
riores del emblema real en los escudos de armas de las villas y ciudades de los
diferentes territorios de la Corona de Aragón.
La vigencia de la seña –vexillum– se manifiesta también en 1288. En este
año, unos caballeros aragoneses, reunidos en Mallén, en la frontera de Navarra,
exponen al gobernador de ese reino cuáles eran sus condiciones para aceptar a
Carlos de Valois cuando recibió del Papa la investidura de Aragón. Sólo le reco-
17
Privilegio datado en Gerona en las calendas de abril de dicho año, conocido por un vidimus del
rey de Francia del año 1286 copiado en la Colección Doat (Bibliothèque Nationale, Paris, t. 145,
pág. 19-20). Varias veces publicado: por J. J. Champollion-Figeac, Documents historiques inédits
tirés des collections manuscrites de la Bibliothèque Royale, en Collection de documents inédits sur
l’Histoire de France, núm. 82, Paris, 1836; en Etudes historiques sur le Rouergue, por Marc. Ant.
François, Baron de Gaujal, Paris, 1858-1859, 4 vols., I, pág. 84, etc. Estudia este sello Martin
de Framond, “Aux origines du sceau de ville et de juridiction: les premiers sceaux de la ville de
Millau”, en Bibliothèque de l’École des chartes, 1989, 147, pág. 87-122. Publicado parcialmente en
España por J. Miret y Sans, “Itinerario del rey Alfonso I de Cataluña, II en Aragón”, en Boletín de
la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, tomo II, 1903-1904, pág. 441-442.
18
En este primer sello de Milhau se halla sin duda la más antigua representación del escudo de
armas de los bastones como emblema, no como escudo defensivo con emblemas llevado al brazo
por una persona. De esta misma manera (sin persona que lo sostenga) se usa en el año 1200
como signum de Alfonso de Provenza. También en Inglaterra los escudos solos no se encuentran
en los sellos hasta las cercanías del año 1200 R. H. Ellis, Catalogue of Seals in the Public Record
Office, 2 vols., London, 1978-1981, núms. 742, 787, 1053, etc. En Castilla hay un ejemplo
avanzado, de 1209, en el sello de Gonzalo Ruiz Girón, si creemos en la descripción de Gudiel,
seguido de la famosa –y sospechosa– bula de plata del señor de los Cameros, unos quince años
más tarde.
41
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
nocerán como rey si usa las armas de los bastones sin mezcla de otras: Item quod
dictus Rex Aragonum habeat semper in scuto, vexillo, sigillis ac aliis locis ubi sua
signa pingenda seu ponenda sint, signum regni Aragonum, scilicet: bastones, unum
aureum et alium rubeum, nullo alio signo eisdem apponito vel adiuncto 19. Parece
que Carlos III de Navarra imitó estos usos aragoneses, porque en su privilegio
del año 1423 cifra en el pendón, no en un escudo, el emblema que concede a
la ciudad unificada de Pamplona. Pero este emblema se trasladó en el acto a un
escudo de armas para los nuevos sellos, porque entonces ya se admitía corriente-
mente que las ciudades poseyeran armerías.
El aditamento textil de la lanza (pendón en sentido genérico) puede ser
un simple adorno o, con mayor volumen y forma especial (fr. gonfanon, esp.
gonfalón), ser un signo de reunión de carácter colectivo y a la vez de recono-
cimiento, según revelan sus nombres: seña, connoissance que sirve para guiar la
hueste. Se relaciona así con aquellas figuras presentadas en alto, sostenidas por un
astil, propias de le época altomedieval y de antiquísimo origen. Por su función
de guía hubo necesidad de diferenciar las señas, incluyendo emblemas propios 20;
sobre ellas existieron antes, en tiempos preheráldicos, algunos emblemas. Como
hipótesis verosímil, cabe pensar que en soportes de este tipo –perecederos y
rara vez representados– se conservaron ciertos emblemas que reaparecen tras un
periodo “oculto”, como el águila de García Ramírez que vemos en las armas de
su nieto Sancho VII de Navarra y el león de Alfonso VII en el sello de la ciudad
de Zaragoza. Las enseñas constituyen uno de los soportes de emblemas preexis-
tentes, de cuya fusión resultó el sistema heráldico, según la comprobada hipótesis
formulada por D. L. Galbreath a principios del siglo pasado. Si de su función en
los hechos de guerra algo nos dicen las crónicas y la literatura de ficción, sobre
sus diseños y ornamentos, en la época que aquí nos importa, apenas quedan otros
testimonios que los sellos. En el área del Canal de la Mancha, en 1120-1150
comienza a ser representada en los sellos la ornamentación de los gonfalones que
llevan las figuras ecuestres. Parece indicar esto que se concedió ya valor emblemá-
tico a tales ornamentaciones, por haber alcanzado el grado de sencillez y relieve
cromático necesario para ser significativas y consiguientemente continuas. Estas
cualidades faltaban ordinariamente en las enseñas más antiguas, aunque tuvieron
19
Luis González Antón, Las Uniones aragonesas y las Cortes del reino (1283-1301), Zaragoza, 1975,
documento 252. El sello y la seña caudal eran los símbolos de la existencia diferenciada del
reino. En el Fuero Antiguo de Navarra (año 1234-1238) se exige al rey «que aya sieillo pora sus
mandatos, et moneda iurada en su vida, et alfériz, et seyna caudal …».
20
Lo recuerda hacia 1180 Robert Wace en su Roman de Rou: «N’i a riche home ne baron qui n’ait
lez lui son gonfanon». Los distintivos propios (divisas se decía entonces) de los ricoshombres y
barones se llevaban en los gonfalones, no en los escudos.
42
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
adornos, como los gonfalones que llevan en los bordados de Bayeux el Conde de
Boulogne (las bolas emblemáticas) y Guillermo el Conquistador.
Según el testimonio de los sellos, se inicia seguidamente un proceso cuyas
muestras externas son la aparición sobre el escudo del caballero de los emblemas
que antes llevaba en el gonfalón y la simultánea desaparición de éste, sustituido
por la espada que llevan las figuras ecuestres de tipo anglo-francés. Este proceso ha
sido estudiado en los sellos de la Île de France, Valois, Vexin y Picardía, en la plena
área de las armerías clásicas y de las estructuras feudales típicas 21. Se ha citado el
sello de Raúl de Vermandois del año 1135, que lleva su jaquelado heráldico en
el gonfalón y luego, en el sello de 1146 prescinde del gonfalón, se arma con una
espada y presenta su emblema sobre el escudo. Con retraso, el mismo cambio se
observa en los sellos de Guillermo, conde de Ponthieu, de los años 1204 y 1212. A
la vista de estos hechos resulta muy probable que un proceso semejante ocurriese
en el caso del emblema de Ramón Berenguer IV. Al transferir los emblemas, el
borde de la seña se hace corresponder con la cabeza del escudo; por eso las franjas
que en la seña eran horizontales pasan a ser verticales en el escudo.
En los sellos del siglo XII y primer cuarto del XIII, las representaciones
ecuestres usadas desde Navarra y las tierras recién conquistadas del Ebro medio
(señorío de Molina) hasta Languedoc –que pertenece, entonces, al mismo espacio
cultural– son de tipo mediterráneo (figura vista por su lado izquierdo). El caba-
llero se arma con lanza que lleva una seña triangular, sujeta al asta por el lado
menor. Estas señas son las que llaman las Partidas pendones posaderos, «anchos
contra el asta e agudos facia los cabos», que convienen a los reyes y grandes señores
del espacio mediterráneo, según vemos en los sellos, y también al almocadén o
cabdiello de las peonadas, según dicen las Partidas. Son pendones específicos, con
significación; no los pendones ordinarios que adornaban las lanzas de la hueste
del Cid. Así la vemos en los sellos de Ramón Berenguer IV, en los de sus hijos
y nietos, en el de Sancho VI de Navarra de 1189 (probablemente el mismo que
usaba en 1157) y de su hijo Sancho VII, en el que se atribuye a Armengol VII
de Urgel (1154-1184) y en el de Pedro Fernández de Azagra, señor de Albarracín
(impronta de 1216). Muy probablemente, así era el sello que el conde Amalrico,
señor de Molina, usaba en 1153, porque la misma seña triangular vemos en el
sello de su hijo el conde Pedro, conocido por una impronta de 1179 (matriz quizá
diez años anterior). En las representaciones sigilares de estas señas, se aprecian
emblemas en las de Ramón Berenguer IV; en algunas pudieron haberse borrado
con el desgaste de la cera y otras parece que nunca las tuvieron, si sus portadores
21
Brigitte Bédos Rezak, “L’apparition des armoiries en Île-de-France et en Picardie (v. 1130-1230)”,
en Actes du IIe. Colloque International d’héraldique (Bressanone 1981), Paris, 1983, pág. 23-41.
43
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
44
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
XIV) hay representados palones que llevan las armas del rey de Aragón y en otros
vemos la media luna y campaña jaquelada de los Ferrench de Luna. Tanto en las
señas de los siglos XII y XIII como en estos palones, derivados de aquéllas, los
emblemas heráldicos se disponen como en los gonfalones: el lado junto al asta se
corresponde con la parte superior o jefe del escudo, como antes dijimos. Por eso
los bastones del rey de Aragón aparecen en ellos dispuestos horizontalmente.
El área de vigencia de la seña triangular se prolonga al otro lado de los
Pirineos. En Languedoc aparece en las representaciones ecuestres de los sellos de
los condes de Forcalquier, de los Sabrán, Simiane y Gavelín. Pero más allá del
Ródano, aunque se mantiene el mismo tipo ecuestre mediterráneo, los caballeros
no levan la seña triangular, sino el gonfalón con dos o tres largas colas o farpas.
Así se ve en los ellos de los condes de Saboya, de los normandos del sur de Italia y
de los magnates del Oriente latino. Este gonfalón es la única enseña que se repre-
senta en los sellos al norte del Loira desde el siglo XI.
Las fronteras tipológicas del uso de la seña triangular coinciden plenamente
con unos límites culturales netamente definidos entonces por varias costumbres
y usos. Al Oeste peninsular, en los reinos de León y Castilla, las representaciones
ecuestres son del tipo anglo-francés –una muestra más del influencia de la cultura
inglesa de la época Plantagenet– y la seña falta absolutamente, aunque el caballero
lleve lanza. Como ejemplos, el trasunto de sello de Fernando II pintado en el
llamado tumbo A de la catedral de Santiago: el hierro de la lanza se dejó fuera de
los límites del dibujo, como si no importara lo que allí había. Y el primer sello que
tuvo Alfonso VIII siendo niño, conocido por la impronta de 1163, cuya matriz
(posterior a 1158) le fue procurada por su tutor, el conde Amalrico, por eso la
figura ecuestre es del tipo mediterráneo, pero aunque se arma con lanza no lleva
seña. En los reinos de León y Castilla parece que en el siglo XII el pendón de la
lanza era un simple adorno, pues la enseña no la llevaba el jefe de la hueste, sino
su alférez 24. Sin embargo, según un verso del Poema de Almería, en 1147 la señal
del Emperador leonés Alfonso VII (el león) figuraba en sus señas: Sunt in armis et
in vexillis Imperatoris illius signa.
En Portugal no hay sellos ecuestres personales del siglo XII 25. Otras repre-
sentaciones ecuestres, como la del sepulcro de los Sousa en Coimbra, son del
tipo anglo-francés, como corresponde a su zona, y se arman con espada. Unas
24
Una explicación pudiera ser que sólo aquí se confiaba entonces la seña al alférez; recordemos los
versos 689 y 707 del Mio Cid: «E, vos, Pero Vermúdez, la mi seña tomad», «Vo meter la vuestra
seña en aquela mayor az». Pero en la tira de Bayeux vemos cómo el gonfalón de Guillermo el
Conquistador es llevado por su alférez.
25
En el sello de Évora, 1251, la figura ecuestre lleva una lanza con pendón (no seña) triangular
unido al asta por uno de los lados mayores.
45
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
46
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
se siguen como se siguen las modas, por inercia y por no apartarse de su propio
grupo social en el que todos la siguen. Pero por este misma razón de ser modelos
formales o tipos que se difunden por modas hemos de ser muy cautos a la hora de
atribuir significaciones a su uso.
Beato de Fernando I.
47
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
diez franjas horizontales –notemos el número par– vemos en el beato que guarda
la Biblioteca Nacional, llamado de Fernando I y Doña Sancha, terminado en
1047. Otra, llevada por Guillermo el Conquistador, aparece en su sello del año
1069 y los colores rojo y amarillo lleva la banderola que acompaña al emperador
Enrique VII en las pinturas del Codex Balduineum 31. Otra, rectangular, también
con franjas, se ve en el sello de Elvas del año 1258. Estos testimonios suscitan una
difícil cuestión: ¿de ellos hemos de deducir acaso que la postulada seña de Ramón
Berenguer IV pudo haberle llegado por herencia desde dos o más generaciones
atrás?
Caminando hacia atrás en el tiempo, hemos llegado a un campo desco-
nocido, con gran riesgo de extravío. Es el periodo, oscuro y difícil, que va desde
aquella primera eclosión de figuras emblemáticas en el siglo X 32 hasta que el
incremento de la comunicación y de la apertura a los demás que trajo el primer
renacimiento provocó en el siglo XII la difusión de la moda y la unificación de
caracteres que condujeron a la formación de un sistema, el heráldico. Hacia el
final de este periodo, en un momento impreciso, porque no fue instantáneo,
sino progresivo y sin apercibirse los protagonistas, los emblemas se adscriben
directamente al titular. El contenido gráfico de la enseña de la persona *N pasa
insensiblemente de ser lo que diferencia la enseña de *N de las demás enseñas a ser
el emblema de *N, que identifica y distingue a *N de las demás personas. Sería
cuando aquellos magnates del norte de Francia pasaban al escudo el emblema de
su gonfalón. Un proceso análogo se desarrolla más tarde con muchas de las figuras
de los sellos de villas y ciudades. Sólo distinguían, al principio, ese sello de otros
análogos; en el entorno de 1330 se presentan ya en el refectorio de la catedral de
Pamplona encerrados en un círculo, como emblema de la localidad y más tarde
muchos se presentarán en el campo de un escudo: se han convertido en el escudo
de armas que identifica al municipio. En el caso de Ramón Berenguer IV, en 1141
los bastones identifican al Conde en el escudo defensivo figurado en su sello; en
31
Acaso sean un eco de estas enseñas las que mencionan varias composiciones poéticas en el siglo
XIV, también con franjas, cuyo epíteto común podría marcar una relación: la bella insegna
de Florencia (Dante, La Divina Commedia, Paradiso, canto XVI, v. 127, año 1313-1321), la
bella baneyra con las franjas de Hungría, de los mismos colores blanco y rojo (Bernat de So, La
Vesiò, v. 592, años 1381-1382) y la bele baniere, ésta de argent e de asur burelee del Poema de
Caerlaverock, vv. 170-171, poco después del año 1300.
32
Citaremos, en la Península, la cruz de la monarquía asturiana, que tan larguísimo rastro dejó
hasta casi nuestro tiempo, y el águila de Abderramen III, en el resto de Occidente, el águila
del Imperio Romano Germánico, las monedas vikingas del reino de York, con una espada, el
martillo de Thor, un águila, etc. Les siguieron, a mediados del XI, el león de los reyes leoneses,
la espada con la que distinguían su moneda los condes de Ampurias, las bolas en las que emitían
los condes de Boulogne, etc.
48
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
33
En los límites, fuera de los dominios de Ramón Berenguer, estaban los condados de origen
carolingio de Urgell y Pallars, de Rosellón y Ampurias, cuyos poseedores se intitulan Dei gratia
comes.
49
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
(1137) del rey clérigo que deje el reino en sus manos, bajo la fórmula de casarse
con su hija niña Petronila, y se retire a San Pedro el Viejo de Huesca. El Conde se
titula entonces princeps regni Aragonum y su potencia se acrecienta de modo muy
notable, prolongando su expansión hacia el sur por la costa mediterránea. Los
movimientos militares, las concentraciones, eran la ocasión propicia para lucir y
transmitir a los demás los emblemas de la nueva moda que llegaba. Según relata
la crónica de Lucas de Tuy, en aquella gran parada que preparó Alfonso VII en
la vega de Toledo, el año 1154, con el fin de impresionar a su yerno Luis VII de
Francia, que volvía de Compostela, se vieron diversorum insignium copia quod a
nullo poterat aestimari. Pero, según parece, la propagación rápida de la costumbre
todavía no despega. Sancho VI de Navarra no usa emblema heráldico alguno en
su sello durante toda su vida, pese a que en 1194, cuando murió, todos los demás
reyes peninsulares lo usaban. Sancho III de Castilla no tuvo emblema propio,
pues el león que usara su padre se consideró adscrito a la dignidad de rey de
León. Tampoco lo tuvo Alfonso VIII al comienzo de su reinado; no adoptará un
emblema hasta después de 1171, probablemente en 1175. Otros importantísimos
personajes de la época, los condes Amalrico y Pedro, señores de Molina, parece
seguro que nunca tuvieron emblema. Este panorama apoya sin duda la hipótesis
de la adopción del emblema por Ramón Berenguer IV en 1131-1141.
Los bastones de oro y gules no son algo singular en el conjunto de los
emblemas heráldicos, un extraño trasunto de ciertos objetos (gajos del conopeo
papal, cetros, hilos de los enlaces de las bulas, …), como algunos han supuesto.
El escudo bastonado (palé en el vocabulario francés de la primera época) es una
forma más del repertorio heráldico. El nombre de palado (del blasón francés de
mediados del XIII: palé o estachié), se refiere a las estacas de la empalizada 34 y llegó
a España probablemente en el siglo XV. Parece muy probable que el término palé
(empalizada) precediera en el lenguaje del blasón a pal como pieza individuali-
zada, abstracción elaborada a partir del primer concepto. Compárense en el voca-
bulario de Brault 35 el número de referencias en los artículos palé y pal. La misma
observación es válida fuera del área anglo-francesa.
Debemos, por eso, presentar algunos comentarios sobre los escudos
bastonados medievales, difíciles porque las armerías con bastones que
hoy conocemos son posteriores en más de un siglo al emblema de Ramón
Berenguer IV. Pero esas armerías son poco frecuentes en el periodo medieval,
34
El pal del blasón francés medieval se toma en la acepción de “estaca hincada en el suelo” (para
formar una empalizada), significación difícilmente atribuible al término castellano actual palo.
35
Gerard J. Brault, Early Blazon. Heraldic terminology in the twelfth and thirteenth centuries ...,
Oxford University Press, 1972. Dos referencias para pal, más de cuarenta para palé.
50
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
36
Armand de Fluvià, obra citada, pág. 67; opinión refutada por Alberto Montaner Frutos, obra
citada, pág. 13.
51
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
Saboya, obispo de Lieja, era hijo de Tomás, conde y marqués de Saboya, hermano
de Beatriz, esposa de Ramón Berenguer IV de Provenza (†1245). Sus armas nos
las da Mateo París: de gules, tres bastones de oro, el jefe de sable cargado de un
leopardo de oro 37. Las armas que adopta el obispo no son las de sus ascendencias:
recuerdan su parentesco por afinidad con los condes de Provenza y su conexión
con el rey de Inglaterra.
En Gascuña hay un notable grupo. Los de la Barta, los Esparrós, los Saint-
Brice ... se arman con bastones de oro y gules, según sellos y armoriales del siglo
XIV, pero ¿procedentes del rey de Aragón?. En 1298, el captal de Buch llevaba en
la batalla de Falkirk un bastonado de oro y gules, un cantón de armiños, bordura
de sable bezanteada. Salvo la bordura, muy inglesa, como armas de Poitu, los
bastones y el cantón fueron llevados por los Basset of Drayton, como veremos.
En Navarra los únicos bastones antiguos son los de Almoravid, testimoniados
en 1237 38, con los colores de plata y azul. En las regiones arriba mencionadas
existen naturalmente armas con bastones de ésta y otras combinaciones –Estissac,
37
T. D. Tremlett, H. S. London, “Aspilogia II”, Rolls of arms Henry III, London, 1967, MP I, núm. 45.
38
F. Menéndez Pidal, M. Ramos, E. Ochoa de Olza, Sellos medievales de Navarra, estudio y corpus
descriptivo, Pamplona, 1995, núm. 2/161. Los esmaltes en armoriales de los siglos XV-XVI.
52
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
Más al oeste, otro grupo notabilísimo y extenso con los bastones de oro y
gules. Se centra en el sur de Galicia, en el linaje de Limia (Lima). Tuvo interesantes
derivaciones en Portugal (Lima Batissela, Ribeira, Azevedo) y en el sur del reino
de León. Fernando Anes de Lima traía dos bastones en su sello de 1248 y Juan
Fernández de Lima, o Pão Centeio, tres bastones en 1305. Los Yáñez do Vinhal o
de Aguilar los llevan en el XIII a los sepulcros de los monasterios de Palazuelos
y Matallana (que hoy están en Barcelona y Valladolid) y al de una abadesa del
monasterio de Cañas y luego a Écija. Por complicados caminos llegaron a ser las
armas de Hernán Cortés y de la ciudad de Salamanca. El patronímico Rodríguez,
que usó otra línea de los Limia, es indicio de relación genealógica con los Rodrí-
guez de las Varillas o de Salamanca, los de Valcarce y Quiroga, los Rodríguez de
Palencia, los Biedma, etc., todos con bastones de oro y gules 40. Las armas se han
39
Entre los cofrades de Santiago de la Fuente en Burgos, en los años 1338-1378, los colores plata-
azul y oro-gules en las armas con bastones se hallan en la proporción 7 a 1. Recordemos además
a los Contreras (plata-azul) de Segovia, mientras que los de la Cueva (oro-gules) se tienen por
originarios de Languedoc.
40
Los testimonios de este grupo heráldico son numerosísimos; sólo señalaremos los esenciales.
Sello de Fernando Anes, Salazar y Castro, Casa de Lara, Pruebas, pág. 679. Marquês de Abrantes,
O estudo da Sigillografia medieval portuguesa, Lisboa, 1983, núms. 320 y 146; también 37,
208, 209, 266, etc. Los colores: Francisco de Simas Alves de Azevedo, “Les plus anciennes
armes portugaises timbrées”, en Archivum Heraldicum (Neuchâtel), LXXVI, 1962; Anselmo
53
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
Sellos de: Estevão Peres de Penela, 1242; Pedro Afonso da Ribeira, 1282, y Maria Anes,
esposa de João Fernandes de Lima, 1305. (Marquês de Abrantes).
Braancamp Freire, Brasões da sala de Sintra, Coimbra, 1921-1930, III, pág. 71-72; I, pág. 244.
Algunos testimonios gallegos fueron recogidos por Eduardo Pardo de Guevara y Valdés en su
obra Palos, fajas y jaqueles, la fusión de armerías en Galicia durante os siglos XIII al XVI, Lugo,
1996. Ya en la edad moderna, no es raro que la predilección popular por las figuras compren-
sibles transformen los bastones en troncos de árbol, tizones encendidos, tablas, losas, estacas,
lanzas, … en las armas de los Taboada, Noguerol, Saco, Losada, Lanzós, Isorna, Quiroga, etc.
54
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
leyenda de su origen aragonés. Los bastones habrían sido concedidos por Jaime I
a Gauthier IV Berthout durante la reconquista de Mallorca 41.
Es curioso que todas las armerías con bastones (nueve) que recogió en sus
crónicas y notas el monje inglés Mateo París en 1245-1259 tengan los colores de
oro y gules. No sólo las de Provenza que traían el padre y el tío de la reina Leonor,
sino también las del conde de Huntingdon y las de Brewes 42. En los armoriales
de 1275-1280 aparecen los bastones, otra vez de oro y gules, de los Hathersage y
los Basset of Drayton. Quizá tomados de alguna de estas familias los llevan, con
los mismos esmaltes, los Brechin, Longford, Welles, etc. Aparte de alguna brisura
por cambio de colores, sólo parecen diferir de los de oro y gules las armas de los
escoceses condes de Fife, documentadas desde fines del siglo XII. En Francia del
norte las armerías con bastones no muestran predilección por esos colores. Su
representación está formada casi exclusivamente por las varias ramas de la casa de
Châtillon-sur-Marne, condes de Saint Pol y de Blois, etc.
En la región oeste de Suiza hallamos otro grupo de armerías con bastones,
de características singulares y muy especialmente interesantes para nuestro objeto.
Según el estudio de los emblemas de aquella región que realizó Léon Jéquier 43,
la proporción elevada de figuras sigilares y la ausencia de escudos con emblemas
heráldicos en los sellos ecuestres de principios del XIII parece indicar que el uso de
estos escudos se generalizó allí tardíamente. En la segunda mitad del XIII y prin-
cipios del XIV, en la mayor parte de las casas las figuras sigilares son reemplazadas
por escudos cargados de piezas heráldicas de tipo geométrico. En algunas, aque-
llas figuras sigilares comienzan a ser representadas en los sellos sobre escudos de
carácter perfectamente heráldico. Los escudos con piezas se reparten en tres tipos:
los bastones, una banda y la cruz llana. Con una clara diferencia de lo que ocurre
en las regiones colindantes y en la generalidad de los países, aquí los bastones
fueron adoptados por casi la mitad de las treinta principales familias. Sus genealo-
gías se remontan a épocas preheráldicas y no se descubre entre ellas ninguna rela-
ción agnaticia, aunque sí hay numerosos enlaces matrimoniales y probablemente
41
La noticia se halla en la crónica de Nicolás Steylaert, burgués de Malinas. Georges Le Beau de
Hemricourt, L’histoire d’une famille qui bâtit une principauté ..., Bruxelles, 1978, pág. 184.
42
Matthew Paris shields, II 19, IV 27 (T. D. Tremlett, H. S. London, obra citada). El conde de
Huntingdon es John le Scot (†1237). Sus armas, de oro, tres bastones de gules, las había llevado
su padre David (†1219), hermano del rey de Escocia Guillermo el León. En el siglo XV se
encuentran en Escocia escudos bastonados de oro y gules cuyo origen es probablemente éste.
En Inglaterra, en el siglo XIII, las armas constituidas por tres bastones se representaron frecuen-
temente como “tres pilas unidas por sus extremos en la punta del escudo”, porque se adaptan
mejor en el aspecto estético a los escudos triangulares que allí se usaban.
43
Léon Jéquier, “Le début des armoiries en Suisse romande”, en Mélanges de travaux offerts à Me.
J. Tricou, Lyon, 1972, pág. 172-192.
55
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
44
Martí de Riquer, obra citada, pág. 124.
56
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
del escudo. Esta forma disimétrica y por ello en cierto modo discordante con las
tendencias generales de la estética heráldica, previamente sistematizada (como
los fajados, etc.) en seis piezas, da lugar a la forma de los tres bastones. Es ésta
la que predomina netamente desde la segunda mitad del XIII. En el caso de las
armas reales de Aragón, resulta curioso observar que la estabilización en tres de
los bastones de Foix no tendría el carácter de diferencia frente a los cuatro de
los reyes, sino al contrario justamente. Dentro de esta tendencia a la simetría y
al equilibrio, se idea en Inglaterra otra forma: las tres pilas que se juntan en la
punta del escudo. Esta forma se consideró equivalente a los tres bastones y tiene
la ventaja de llenar mucho más armónicamente los escudos en forma casi de trián-
gulo equilátero que allí se usaban entonces. En el paso del bastonado de seis a los
tres bastones, dentro de los grupos de oro y gules, también es tendencia general
que los bastones sean de gules y el campo de oro. La combinación contraria es
considerada claramente como una inversión.
Estas tendencias en cuanto a la forma de representar los bastones sobre
el escudo se acusan en todos los grupos de armerías bastonadas que hemos
citado, pero se desarrollan de diferente modo. En el grupo de Barcelona (Milhau,
Sévérac, Foix) y en el gallego-portugués (Limia) el ritmo es más lento y abundan
los bastonados todavía a principios del XIV. El grupo de Malinas es el más avan-
zado al conseguir ya en el último cuarto de siglo XIII la casi uniformidad en el
uso de los tres bastones. En los grupos con características más primitivas puede
apreciarse la existencia de otra pauta que debió estar en uso a principios del XIII:
los dos bastones y bastonados de cuatro piezas. Quizá constituye un eslabón de
enlace con formas aún anteriores, preheráldicas.
Las leyendas que nos presentan a las armas de Limia, Biedma, Berthout,
Mérode... como relacionadas con las reales de Aragón ¿serán el rastro de un nexo
auténtico, significante o simplemente imitativo?. Si aceptamos, como parece
evidente, la existencia de una transmisión de las formas mediante la imitación,
las armas de Ramón Berenguer IV y de sus tres hijos fueron sin duda un modelo
ampliamente conocido y estimado. Hay dos ejemplos muy significativos. Cuando
Adenet le Roi inventa hacia 1275-1285 un escudo de armas palado para un héroe
de sus poemas le asigna estos esmaltes: l’escu d’or palé de vermeill 45. El concejo
de Viana, en Navarra, tenía en su sello durante el último cuarto del siglo XIII
45
Li Roumans de Cléomadès par Adenès li Rois, ed. de André van Hasselt, Bruxelles, 1865-1866, v.
719. ¿Cuál fue el modelo para estas armas que Adenet atribuye a Agambart, uno de los perso-
najes centrales de su poema?. Adenet, brabanzón, conocía perfectamente sin duda las armas
de los Berthout de Malinas, pero hay también otras posibilidades. En 1270 había estado en
Sicilia con el rey Carlos de Anjou, quien como conde de Provenza usaba estos mismos colores.
Además, señala A. van Hasselt (obra citada, I, pág. XXII-XXIII), la coincidencia de la aparición
57
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
de Cléomadés, cuya acción transcurre en gran parte en España, con la tentativa de Felipe el
Atrevido de apoderarse de Rosellón y Cerdaña.
46
El último sello con “vainas” parece ser utilizado en 1300 y el primero con el escudo con bastones
en 1319. F. Menéndez Pidal, M. Ramos, E. Ochoa de Olza, Sellos medievales de Navarra, estudio
y corpus descriptivo, Pamplona, 1995.
47
Como ejemplo de la situación anterior puede verse la “Memoria sobre el incierto origen de
las barras de Aragón, antiguo blasón del condado de Barcelona, en que se demuestra ser falso
haberlas concedido el emperador Carlos Calvo …” leída por Juan Sans y de Barutell en la Real
Academia de la Historia en 1812 (Memorias de la Real Academia de la Historia, tomo VII).
58
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
con ardor a Aragón frente a Cataluña sin importarles las más aberrantes inven-
ciones. Así suponen que habían sido “concedidas” a Pedro II por el Papa en 1204
como transposición de los gajos del ombrellino o conopeo papal. O que aquellos
reyes las adoptaron como signo de sujeción al Papa, inspiradas o copiadas de los
hilos rojos y amarillos que –algunas veces– servían para colgar las bulas de plomo.
En este grupo ha de incluirse también la aseveración de que las “rayas” verticales
que vemos en el escudo de Ramón Berenguer IV en sus sellos nada tienen que ver
con los bastones, porque son unos listoncillos de madera habituales en los escudos
(2007) y la sospecha de que los sellos de Ramón Berenguer IV hayan sido “mani-
pulados” (2000). La lista no acaba aquí, desde luego: el emblema fue adoptado
por Alfonso II en la toma de Cuenca (2002), etc., etc.
48
Ricardo del Arco, Sepulcros de la Casa Real de Aragón, Madrid, 1945, pág. 155.
59
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
un análisis de los pigmentos utilizados, que resultaron ser panes de oro y almagre
(óxido de hierro). Desde siempre se ha utilizado el oro batido para dorar y el almagre
se usó ya en Altamira y se sigue usando hoy día. A partir de estos materiales, ninguna
conclusión cabe hacer en cuanto a la época de ls pinturas. Pero el director del Museo
de Arte de Cataluña, sin más argumentos, emitió un informe en el que daba por
seguro que esas pinturas databan del tiempo de aquellos personajes 49 y eran la prueba
definitiva del origen de los bastones en los condes de Barcelona anteriores a Ramón
Berenguer IV. Lo que hubiera sido concluyente no es que esos pigmentos fuesen utili-
zados en el siglo XI, sino que no se usasen en el XIV, cuando se construyó el sepulcro
exterior. Sólo podría concluirse que tales pinturas no son posteriores a 1365, cuando
se cubrió el sarcófago con el sepulcro nuevo, lo que es intrascendente desde el punto
de vista heráldico. Además, las pinturas se hallan en buen estado de conservación y
sin retoques ¿cómo habrían resistido tres siglos en su antiguo emplazamiento de la
entrada del templo, desde el siglo XI al XIV? Es muy probable que los sarcófagos
fueran decorados por fuera, de la manera dicha, en tiempo de Pedro IV; hay noti-
cias 50 de haber procurado este rey en 1384 ornamentaciones heráldicas de sepulcros
antiguos de sus antepasados. Pero la objeción de más peso procede de otras conside-
raciones. Para valorar estas pinturas como se intentó al principio, además de admitir
la existencia del emblema de los bastones de oro y gules en el siglo XI, habría que
aceptar que se utilizaban entonces ornamentaciones emblemáticas en las tumbas 51,
lo que a nuestro juicio resulta aún más difícil, sobre todo para un emblema de tipo
geométrico. No existe, por supuesto, ningún caso semejante, sea conocido por prueba
material o por referencia. Ningún emblema hay en el sepulcro –posterior, evidente-
mente– de Ramón Berenguer III († 1131) que está en el monasterio de Ripoll. La
urna lleva en su frente, entre dos grecas, relieves repartidos en siete cuadros que repre-
sentan la muerte, entierro y traslación del difunto: en ellos había ocasión oportuna
para representar emblemas 52. Pedro IV aceptaba prolongar el uso de sus armas a los
ascendientes por varonía, por eso se figuraron los bastones en los sepulcros nuevos de
49
Informe de J. Ainaud de Lasarte, director del Museo de Arte de Cataluña, redactado en 1983 y
publicado por Federico Udina Martorell en su trabajo Problemática acerca del escudo de los palos
de gules, en I Seminario sobre heráldica y genealogía, Institución Fernando el Católico, Zaragoza,
1988, pág. 45-68.
50
Antonio Rubió y Lluch, Documents per l’historia de la cultura catalana mig-eval, II, Barcelona,
1921, pág. 296.
51
Un amplio resumen de las varias opiniones, así como las del autor, puede verse en: Alberto
Montaner Frutos, El señal del rey de Aragón: historia y significado, Institución Fernando el Cató-
lico, Zaragoza, 1995, pág. 8-13.
52
Esta ausencia no es argumento para negar la posibilidad de la existencia, entonces, de una enseña
con franjas rojas y amarillas, porque podía muy bien considerarse sólo un instrumento de guerra,
no –todavía– emblema adscrito a la persona.
60
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
Sellos de: Ramón Berenguer (Pedro), conde de Provenza y Carcasona; Sancho, conde de Provenza,
Rosellón y Cerdaña; Nuño Sánchez, Conde de Rosellón y Cerdaña; Garsenda, viuda de Alfonso
de Aragón, Conde de Provenza. (Blancard).
53
Louis Blancard, obra citada, lám. 2, núm. 2, año 1178.
54
Louis Blancard, obra citada, lám. 2, núm. 3: Sagarra, obra citada, núm. 178; año 1182.
55
Louis Blancard, obra citada, lám. 4, núm. 4, año 1214, y Vic y Vaissette, Histoire Générale de
Languedoc, París, 1730-1745, sello núm. 37, año 1225.
56
Louis Blancard, obra citada, lám 5, núm. 1, año 1220. En el año 1200 lo usa como signum,
v. Ferdinand Benoît, Recueil des actes des comtes de Provence appartenant à la maison de Barcelone,
Mónaco y París, 1925. Los escudos de armas de los Cominges y de los Moncada aparecen por
61
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
entonces usados como signum: José Ríus Serra, “Las suscripciones de los nobles en los docu-
mentos catalanes de la Edad Media”, Spanische Forschungen der Görresgesellschaft, Gesammelte
Aufsätze zur Kulturgeschichte Spaniens, 5, Münster in Westfalen, 1930, págs. 452-457.
57
V. la nota 18.
58
El nombre, junto con el emblema familiar, era la manifestación ante los demás de la persona-
lidad social; su continuidad era una garantía de la sucesión hereditaria sin traumas. Era inconce-
bible que un rey de Aragón se llamase Ramón Berenguer, por eso se le cambió por el de Alfonso
al hijo mayor del Conde de Barcelona. E igualmente inconcebible el de Pedro para un conde de
Provenza, y por eso se le cambió por el de Ramón Berenguer al hijo segundo del mismo Conde.
Otros ejemplos de cambio de nombre al variar las expectativas de sucesión hay, por ejemplo, en
los hermanos del primer Marqués de Santillana.
62
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
59
Michel Bouille, “L’origine des armes d’or à quatre pals de gueules”, en Études Roussillonnaises,
2, Perpignan, V, 1956, pág. 185-196. Defiende también que la bloca de los escudos de Ramón
Berenguer IV es el emblema de Navarra.
60
Léon Jéquier, “Le début des armoiries en Suisse romande”, en Mélanges de travaux offerts à Me.
J. Tricou, Lyon, 1972, pág. 172-192.
61
L. et M. Jéquier, Armorial Neuchâtelois, Neuchâtel, 1939-1944. D. L. Galbreath, Armorial
Vaudois, Baugy, 1934-1936.
62
F. Menéndez Pidal, Les emblèmes héraldiques du royaume d’Aragon et leur signification historique.
(No se publicaron las actas; las comunicaciones se distribuyeron a los asistentes en microfilm).
63
Michel Pastoureau, “L’origine suisse des armoiries du royaume d’Aragon”, en Archives héral-
diques Suisses, 1980, pág. 3-10. Reimpreso en L’hermine et le sinople, Études d’héraldique medie-
63
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
de la hipotética enseña antes del año 1032 y su relación con las que llama
inadecuadamente armoiries de la Catalogne 64.
Tres años más tarde, en 1983, recoge la teoría Léon Jéquier 65, introdu-
ciendo una modificación. Admite otra vez la existencia de la enseña de los reyes
de Borgoña y supone que toda la Provenza tenía un emblema propio: la cruz de
Tolosa. Ramón Berenguer IV habría adoptado el primero no por herencia, sino
recurriendo al símbolo de una soberanía superior a la del linaje bosónida (los
Baux) contra el que luchaba, cuyo distintivo era la cruz de Tolosa. En carta parti-
cular dirigida al autor de este artículo el 21 de Febrero de 1984, reconocía Jéquier
que dos obstáculos se oponen a su discurso. Primero la discrepancia cronológica,
pues los más antiguos testimonios de las armerías suizas con bastones son poco
anteriores a 1250, más de un siglo posteriores al sello de Ramón Berenguer IV.
El segundo, que las armas con bastones se hallan sólo en la Borgoña transjurana,
mientras que en la cisjurana (Saboya, Delfinado y Provenza) los bastones son
escasos. Ambos obstáculos se pueden paliar con diversas consideraciones; el retraso
de la aparición de las armas bastonadas se justificaría por la inercia ante el cambio,
pues los sellos ecuestres que las exhiben sustituyeron a otros con emblemas sigi-
lares no heráldicos. Añade que no se puede pensar en una transmisión inversa,
que las armerías suizas procedan de los bastones de Barcelona, por la falta de
relaciones entre los dos lejanos territorios.
En 1985 publicó el que esto escribe un nuevo trabajo 66 sobre aquel grupo
de armas florentinas bastonadas de gules y plata que citamos antes. De la exégesis
de unos versos de la “Divina Commedia” (Paradiso, canto XVI, vv. 124-132),
fundada en la crónica 67 que Giovanni Villani terminó en 1338, resulta que existía
una leyenda según la cual Hugo, establecido en Florencia como vicario imperial,
hizo caballeros a miembros de las casas de los Giandonati, Pulci, Nerli, condes de
Gangalandi y della Bella, «i quali tutti per suo amore ritennero e portaro la sua arme
vale, París, 1982, pág. 95-102. Con el título “L’origine des armoiries de la Catalogne”, en II
simposium Numismàtic de Barcelona, Barcelona, 1980, pág. 57-62.
64
Una vez más recordaremos que Cataluña no existía en ese tiempo como unidad administrativa.
La identificación de las posesiones de los condes de Barcelona en el siglo XII con Cataluña es
una de las falacias modernas.
65
Léon Jéquier, “À propos de la croix dite ‘de Toulouse’”, en Actes du IIe. Colloque international
d’héraldique (Bressanone, 1981), París, 1983, pág. 65-72, vid. pág. 67.
66
F. Menéndez Pidal de Navascués, “La bella insegna. Una leyenda heráldica en la Divina
Comedia”, en Estudios genealógicos y heráldicos, 1, Madrid, 1985, pág. 7-17. Resumido luego en
El escudo de España, Madrid, 2004, pág. 132-138.
67
“Croniche di Messer Giovanni Villani citadino fiorentino …”, in Vinetia, M. D. XXXVII, libro
IV, cap. 2, fol. 24; cap. 10, fol. 27. (Doga es la duela del tonel, addogata vale tanto como basto-
nada).
64
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
addogata rossa e bianca, con diverse intrasegne … dal marchese Ugo che fece la badia
di Firenze hebbero l’arme et la cavalleria». Completada la exégesis con los Discorsi
de Borghini 68, concluimos que, según la leyenda, esas armas bastonadas de gules
y plata eran las propias del marqués Hugo y aquellas familias las habían adoptado,
diferenciándolas de varias maneras.
Los hechos históricamente ciertos en cuanto a los dos elementos esenciales
del relato legendario –el marqués Hugo y las armas bastonadas– son los siguientes.
En el año 926 Hugo de Provenza o de Arles, hijo del conde de Arles y
Viena, fue elegido rey de Italia, en concurrencia con Rodolfo II de Borgoña.
Nueve años más tarde, Hugo cedió a su competidor el territorio de Provenza o
Borgoña cisjurana del que se había apoderado. Hugo se hizo dueño con malas
artes del marquesado de Toscana, que pertenecía a sus hermanos uterinos, y lo dio
a una de sus hijos naturales, Huberto. Es el padre del Hugo de nuestra historia,
que sucedió en el marquesado de Toscana antes del año 961 y luego en el gobierno
de Spoleto y Camerino, con títulos de duque y conde. Su madre, ya viuda, fundó
en 978 la Abadía de Florencia. Hacia el fin del siglo, abundan las donaciones y
fundaciones religiosas de Hugo, quien quizá sentía próximo su fin y no tenía hijos
varones a los que dejar sus bienes. Murió el día de Santo Tomás Apóstol del año
1001 y fue enterrado en la abadía que fundara su madre. En su sepulcro actual,
un templete renacentista construido en 1481, no hay, naturalmente, emblema
alguno. Poco después de su muerte comenzaron a formarse leyendas en torno a
Hugo. Toda su vida fue rodeándose de circunstancias maravillosas en los relatos
populares. Su sepulcro en la Abadía y la función conmemorativa el día de Santo
Tomás ayudaron a mantener viva su memoria. Todavía en el siglo XVII se publica
su historia legendaria 69.
En cuanto a las armas bastonadas de gules y plata que efectivamente
llevaron algunas familias florentinas, la explicación que juzgamos verdadera, por
no contener hechos anacrónicos ni inverosímiles, es la siguiente. La insignia de
las ciudades italianas en las acciones de guerra en los siglos XI-XII era el carroccio,
un gran carromato, visible desde lejos, adornado con colores y emblemas, repre-
sentativo de la ciudad en el campo de batalla. Del carroccio de Florencia queda la
descripción en la crónica de Villani y algún dibujo 70. Pendiente de un altísimo
68
“Discorsi di Monsignori Don Vincencio Borghini”, In Fiorenza, 1585, II, Dell’arme delle fami-
glie fiorentine. V. pág. 88 y 97-99. De aquí toma las noticias más tarde, en 1615, “Scipione
Ammirato”, Delle famiglie nobili fiorentini.
69
D. Plácido Pulcinelli, Historia d’Ugo, principe della Toscana, Venecia, 1643. En el frontis, Hugo
lleva un escudo con tres bastones. Hay varias ediciones de esta obra.
70
Giovanni Villani, obra citada, libro VI, cap. 39. Robert Davidsohn, Storia di Firenze, Florencia,
1956-1965, tomo I, lámina. Para la influencia de los carrocci en la heráldica véase Hannelore
65
fAusTino menéndez PidAL de nAvAscués
mástil se veía un largo estandarte que llegaba hasta el suelo, dell’arme del Comune di
Fiorenza, che era dimezzata bianca e vermiglia. La relación de aquellas dos grandes
fajas verticales blanca y roja con los bastonados de plata y gules es evidente.
La reina Blanca de Castilla, esposa de Luis IX de Francia, el futuro santo,
consigue Provenza al casar en 1246 al menos de su hijos, Carlos, conde de Anjou,
con Beatriz, la única hija que quedaba soltera al morir Ramón Berenguer V de
Provenza en 1245. Éste, como conde iure uxoris, se apresuró a tomar las armas de
los bastones de oro y gules. Estas armas continuaron presentes en Carlos y en su
hijo durante todo el siglo XIII; de la tradición provenzal queda también prueba
en al nombre de Ramón Berenguer que llevaba uno de sus nietos. Carlos asegura
la posesión pacífica de Provenza mediante pactos con Barral de Baux y el tratado
de Corbeil y acepta del Papa (1265) la investidura del reino de Sicilia. Comienza
aquí la presencia de los bastones de oro y gules en Italia, que si acaba desastrada-
mente en las Vísperas Sicilianas se reanudará luego gloriosamente con Pedro el
Grande. Carlos es ya vicario imperial en Toscana y podestà de Florencia. Allí se
apoya en el partido güelfo, al que favorece, y obtiene créditos de los banqueros
florentinos para financiar la conquista de Sicilia. Hombres del Languedoc: Jordán
d’Ilha, Amiel d’Agoult, gobiernan la ciudad en nombre del conde de Provenza.
Todas las familias citadas por Dante eran güelfas, el partido que apoyó a Carlos,
según consta del testimonio de Maquiavelo 71.
Carlos, vencedor de Manfredo (1266), ya rey efectivo de Sicilia, aparecería
como un nuevo Hugo redivivo. Era “del mismo linaje”, pues condes de Provenza
fueron los antepasados de Hugo, y era también vicario imperial en la Tuscia. Es
bien notable que la mayoría de los antiguos comentaristas del Dante identificasen
al gran barone mencionado en el poema con Carlos y no con Hugo. Los dos
personajes se mezclan en la imaginación popular. Juzgamos muy verosímil que
la leyenda de la bella insegna comenzara aquí, como un episodio más en torno a
las maravillas del Hugo legendario. Las armas bastonadas que la leyenda atribuye
a Hugo se supuso que eran las del reino de Borgoña Arles, pero con los nuevos
colores, derivados de las armas de Ramón Berenguer IV. Por eso la Crónica de
Strumpf (1548) atribuye a Rodolfo de Borgoña un escudo de armas –adoptado
luego por el capítulo de Soleure– con dos bastones de gules en campo de oro, los
colores de las armas de Provenza, no los que usaban las familias florentinas, gules
y plata, derivados de la enseña del carroccio
66
origen deL embLemA de Los reyes de ArAgón
Para terminar, unas breves reflexiones sobre lo aportado por estos cinco
últimos trabajos al tema que nos ocupa. Parece demostrado que la imaginada
enseña del último rey de Borgoña es una invención tardía, de la época de Carlos
de Anjou, consecuencia de la leyenda de Hugo, puesto que los colores que se le
asignan en sus manifestaciones del siglo XVI no son los de Florencia, sino los de
Provenza. En nuestra opinión, el primer trabajo de Jéquier presta escasa atención
al aspecto cronológico. No resalta suficientemente que todos los testimonios de
los grupos suizos de armerías con cruces, bandas y bastones son posteriores a
las cercanías de 1250, o supone implícitamente que existían, sin manifestarse,
desde mucho antes. Si para los dos primeros encuentra precedentes contempo-
ráneos y colindantes en los emblemas de los Saboya y los atribuidos al condado
de Borgoña ¿por qué recurrir a una hipotética enseña dos siglos anterior para los
bastones? Los condes de Provenza, igualmente colindantes, exhibían los bastones
de oro y gules –los colores frecuentes en las armerías suizas– con certeza desde
el tiempo de Ramón Berenguer IV de Barcelona y quizá desde el tiempo de su
padre. Estas armas son el antecedente más probable para el grupo suizo de arme-
rías bastonadas.
Al segundo trabajo de Jéquier también se oponen argumentos cronoló-
gicos, además de fundarse en la rechazada enseña del rey de Borgoña. Si Ramón
Berenguer IV hubiese adoptado los bastones como consecuencia de las guerras
bausencas, habría sido entre 1142 y 1162; no se compagina con que figuren en su
matriz sigilar, grabada muy probablemente antes. Además, muy raro parece que
recurriese a un emblema en desuso desde un siglo atrás.
La presencia del escudo y de la enseña bastonadas (testimonios inmedia-
tamente posteriores enseñan que eran de oro y gules) es indiscutible en el sello
de Ramón Berenguer IV, cuya matriz se grabó entre 1137 y 1141. Juzgamos
muy probable que esa enseña existiese anteriormente. Es posible que en tiempo
de Ramón Berenguer III. Hoy nos es desconocida la cronología y la distribu-
ción geográfica de la evolución de la manera de apreciar la enseña: como un
simple instrumento para guiar la hueste (sellos ecuestres con gonfalón sin detalle
y escudo vuelto o sin emblemas); como un distintivo propio, pero no traspasable
de soporte (gonfalón de Guillermo el Conquistador en el bordado de Bayeux);
como portadora de emblemas personales (sello de Ramón Berenguer IV).
67
RÉFÉRENCES ET PRATIQUES À LA COUR ROYALE DU
PORTUGAL AU MOYEN ÂGE. XIIe-XVIe SIÈCLES.
Christian de Mérindol
Les références.
69
chrisTiAn de mérindoL
Les pratiques.
Les armoiries.
70
références eT PrATiques A LA cour royALe du PorTugAL Au moyen Age. Xiie-Xvie siècLes
Les sceaux.
71
chrisTiAn de mérindoL
soutien au roi de Castille, avec l’appui d’Aragon, qui permet le contrôle du détroit
de Gibraltar, une victoire décisive sur les Maures – utilise la direction des cavaliers
retenue par tous les croisés – nous le montrerons dans une publication prochaine.
Les monnaies.
Les signes sont éloquents : la croix (de l’ordre d’Avis) qui surmonte la
couronne, le y (la littera Pythagorae) retenue par les deux rois Jean, la légende
Adiutorium Nostrum Qui Fe : ecit Ceelum Eteer (sous Jean 1er) – le maître d’Avis
est comparé au Christ par le chroniqueur Fernāo Lopes – l’écu doublement
marqué du nombre cinq (cinq écus en croix droite, cinq besants en croix de saint
André), la sphère armillère – associée à la croix du Christ, en particulier en les
décors monumentaux de Batalha –, le vocable des monnaies – le Cruzado (sous
Alphonse V et Jean II), le justo (avec la devise Justus ut Palma Florebit, sous Jean
II, et le pélican) –, enfin la devise de la reine Leonor, épouse de Jean II, le filet
de pêche, image du Salut que seul le juste peut atteindre, suivant les heureuses
observations des auteurs d’une étude sur la diplomatique royale portugaise sous le
roi Alphonse IV. Notons que les deux couleurs retenues para Jean II, suivant un
article de Miguel Metelo de Seixas qui vient de paraître, sont le violet e le vert, par
excellence de signification christique, comme nous l’avons montré dans plusieurs
travaux, notamment à propos de la cathédrale d’Amiens. Ajoutons que la titula-
ture de monnaies de Manuel 1er réunit la Guinée, l’Ethiopie, l’Arabie, la Perse et
l’Inde. L’article, récemment paru, de Miguel Metelo de Seixas nous a comblé, tant
il est en écho à nos observations sur d’autres supports.
Notons également, bien relevé par ce dernier auteur, l’effort d’Edouard 1er
de construire une société partant du roi et, rayonnant de la cour – famille royale,
officiers, noblesse –, sur l’ensemble des communautés, qui annonce, nous semble-
t-il, le décor de la salle des armoiries, sous Manuel 1er, au Palais de Sintra. Rele-
vons également – toujours sous la plume de Seixas – le souci des rois de rédiger
des traités de réflexion morale et politique, par Edouard 1er et son frère l’Infant
Pedro, le futur régent, que l’on peut rapprocher, nous semble-t-il, des relevés faits
par le successeur de Manuel 1er du château de Sintra.
Les emblèmes.
Parmi les emblèmes, outre la croix verte d’Avis, le bleu et les croix des armoi-
ries, ce sont le lierre, symbole d’éternité depuis l’Antiquité, retenu par Edouard
1er ; la bouée, présente à Tomar, emblème de Ferdinand de Beja, qui s’insère très
vraisemblablement dans l’expansion maritime ; le chêne (robur) d’Henri le Navi-
72
références eT PrATiques A LA cour royALe du PorTugAL Au moyen Age. Xiie-Xvie siècLes
gateur ; la légende, déjà citée, justus ut palma florebit – la justice est le devoir royal
par excellence, la palme évoque les terres lointaines (voir Jacques Cœur), mais
également symbole chrétien – la palme –, à laquelle s’ajoute le pélican christique,
retenus par Jean II ; enfin la sphère armillère, en relation, nous l’avons dit, avec
la croix d’Avis sous Jean III, accompagnée de Spera mundi sous Manuel 1er, qui
a pour couleur le rouge et le blanc, les couleurs de l’Eglise. Nous renvoyons aux
précieux travaux, mis en ligne, de Laurent Hablot sur la devise.
73
chrisTiAn de mérindoL
de construction, du XIIe siècle ; l’entrée est à l’est – les peintures postérieures du XVIe
siècle, qui la décorent à l’intérieur, se déroulent précisément du sud vers le nord, de
la dextre vers la senestre par rapport à cette entrée – nous l’avons observé in situ trop
rapidement malheureusement, les ouvrages que nous avons consultés ne disent rien
sur ce point –, à l’inverse des décors dans les églises dirigées vers l’est. Cette inversion
se retrouve sur la façade occidentale du second bâtiment, au décor particulièrement
saisissant et complexe, construit sous Manuel 1er : au sud les symboles de la Terre, au
nord les symboles célestes que nous présenterons ultérieurement. Dans une église ou
un monastère, le sud est christique. Nous l’avons montré notamment à propos du
cloître de Moissac, du chœur de Saint-Bertrand de Comminges ou autres ensembles
princiers à Champmol, à Pavie ou à Brou, près de Bourg-en-Bresse. Comme à Tomar,
le nord sera également privilégié par rapport au sud en la chapelle Sixtine, la vie du
Christ au nord, celle de Moïse au sud. Il en est de même à Tomar, les cloîtres secon-
daires au sud, les cloîtres majeurs au nord – il en sera de même à Batalha –. Cependant
le portail dédié à la Vierge construit un peu plus tard (1515), comme dans les églises
dirigées vers l’est, est placé au sud, nous l’avons relevé – portail ou autel – en les cathé-
drales Notre-Dame de Paris, d’Amiens ou d’Angers par exemple.
Parmi les éléments du décor particulièrement complexe de la façade occi-
dentale de la nef, nous relevons, sous un oculus et la croix du Christ, l’écu royal,
soutenu par un fond fortement quadrillé – en écho à la verticalité des écus, qui
souligne la fermeté, le droit sur terre (l’orthogonalité) et la justice, qui est enca-
drée, de part et d’autre, d’une sphère armillère, l’ensemble étant cerné par un
chêne reposant sur la tête d’un homme barbu. La distinction du sud « terrestre »
et du nord « céleste » apparaît dans la représentation de quatre hommes de guerre
au sud, de trois anges, portant des cottes d’armes, au nord, ces derniers, contraire-
ment aux premiers, ne s’appuyant sur aucun support. Les nombres quatre et trois,
nous l’avons montré dans de nombreux travaux, notamment à la Sainte-Chapelle,
renvoient, l’un à l’homme, à l’Univers, au temporel, à la forme de la matière orga-
nisée, élevée – ce point est précieux – par l’Incarnation du Verbe à une dignité plus
haute, le symbolisme de la Croix ; le second à la transcendance, à Dieu, à l’éternel,
à la forme de l’Esprit, il est le nombre de Dieu. Relevons qu’au sud figure l’insigne
de l’ordre de la Jarretière – la plupart des rois du Portugal, sinon tous, en sont
membres – et au nord le chapelet comme au monastère hiéronymite de Belém à
Lisbonne, sous la statue du roi Manuel en prière. Quant à l’énorme arbre, posé
sur la tête d’un homme barbu, il suggère volontiers l’évocation de l’arbre de Jessé
– Isaïe annonce la venue du Christ, Manuel est le nouveau Emmanuel –. C’est
une représentation de la place de la maison royale au sein de l’histoire du monde.
Nous retrouverons ce thème majeur, ici même, au portail sud, et à Belém. Enfin
notons que la nef a cinq travées, le nombre des plaies du Christ.
74
références eT PrATiques A LA cour royALe du PorTugAL Au moyen Age. Xiie-Xvie siècLes
75
chrisTiAn de mérindoL
tons, si la restauration est correcte, que l’aigle de saint Jean est placé à l’honneur,
à dextre, au portail occidental, non sans évocation au vainqueur Jean 1er, particu-
lièrement honoré dans cette fondation.
76
références eT PrATiques A LA cour royALe du PorTugAL Au moyen Age. Xiie-Xvie siècLes
de l’expansion Outre-Mer, qui, ici, est associée, au portail sud, tourné vers le port,
vers le Tage, à Notre-Dame, la « Vierge des trois rois ».
La composition de ce portail est riche de sens : le Portugal dans l’histoire du
monde notamment après la naissance du Christ. Du haut en bas, successivement,
au-dessus du tympan, l’archange Michel, la croix pattée des chevaliers du Christ, la
Vierge des trois rois, entourée d’anges ; au tympan les armoiries du Portugal, des
scènes de la vie de saint Jérôme – que nous avons également évoqué à propos de
l’expansion outre-mer – ; puis, au bas de l’ensemble, Henri le Navigateur, adminis-
trateur des biens de l’ordre du Christ, dont s’est inspiré, nous l’avons dit, Vasco da
Gama, à propos de l’autel dressé en l’honneur de Notre-Dame des Navigateurs ; enfin
de part et d’autre du portail, au premier rang les prophètes, au second les apôtres.
Cette composition n’est pas éloignée de celle du portail sud de l’église de Tomar, qui
souligne la relation des deux Testaments : il est timbré de la Vierge à l’Enfant, du globe
armillère, placé sous la Vierge, accompagnés des prophètes, des sibylles et de quatre
pères de l’Eglise, et du saint Jean de l’Apocalypse.
Le portail occidental de l’église de Belém est non moins riche de sens :
notamment, à la place d’honneur, au centre, au-dessus de la porte, la Nativité, et,
de part et d’autre de l’ensemble, Manuel 1er et Marie d’Aragon. Nous sommes
tentés d’y voir une sorte d’ex-voto en hommage à la Vierge, mère du Christ – nous
retrouvons la symbolique de la couleur verte – qui est particulièrement sollicitée
par les rois, les princes, les aristocrates et autres patriciens, pour une descendance
masculine. Nous avons développé ce point à propos notamment de saint Louis,
dans notre ouvrage Images. Manuel 1er, après l’échec de son premier mariage avec
Isabelle d’Aragon, morte en couches (Michel de la Paix, resté en Espagne, est
né le 3 août 1498 et mort le 20 juillet 1500) – le choix de cette alliance, bien
que veuve, s’explique, selon la juste observation de Michele Escamilla dans son
ouvrage récent, par le fait qu’elle était plus en âge de lui donner immédiatement
un héritier – épouse sa sœur cadette Marie le 30 octobre 1500 ; son fils Jean III
est né le 6 juin 1502. L’enjeu était de grande importance. Cette naissance ruinait
les espoirs de Jacques 1er qui, en 1500, avait été proclamé prince du Portugal et
héritier du trône. L’ouvrage cité de Michelle Escamilla nous éclaire sur ce point.
A ce propos, on peut peut-être retenir, avec cette signification dynastique,
la représentation des écus de Jean 1er et de Philippa de Lancastre sur la façade
occidentale de l’église de Batalha dans une composition à la gloire du Christ et
de sa mère. Un indice qui n’est peut-être pas à négliger. La composition de l’écu
de la reine – un parti des armoiries entières des deux époux, qui peut s’expliquer
par leur complexité (l’usage fréquent est un mi-parti) – est retenu par les couples
en attente d’un descendant mâle, comme nous le proposons dans une étude en
77
chrisTiAn de mérindoL
1 ↑N
5 écu 1
6 royal 2
3 4
2 ← entrée
Tout autour de l’écu royal, sont disposées les armoiries, dans une orienta-
tion comparable, commençant au nord, de soixante-douze familles nobles portu-
gaises, sans doute écho aux efforts d’Edouard 1er, que nous avons évoqués à propos
78
références eT PrATiques A LA cour royALe du PorTugAL Au moyen Age. Xiie-Xvie siècLes
des monnaies. Il est d’usage, depuis plusieurs siècles, de réunir autour du prince
ou du seigneur – sans négliger un pape Clément VI, nous préciserons prochaine-
ment ce point –, ses vassaux, ses proches ou ses alliances. Plusieurs exemples sont
développés dans notre ouvrage Images. Nous devons la connaissance précise de cet
exceptionnel armorial monumental à l’obligeance, à nouveau, de João Portugal.
A propos de cet armorial monumental, se pose la question de la relation d’un
tel programme avec un héraut d’armes. Nous avons souligné leur importance
à la cour de Manuel 1er à propos des vitraux de Batalha. Nous avons tenté de
faire le point dans une étude en cours de publication. Notons, grâce à nouveau
à João Portugal, que le poursuivant Santarém, sous Manuel 1er, en 1514, est le
peintre Francisco Henriques (+ 1518), qui eut pour tâche l’exécution de drapeaux
pour l’entrée de sa troisième épouse, la reine Eléonore d’Autriche. On peut, à ce
propos, noter le nombre important d’armoriaux portugais à cette époque – grâce
à l’obligeance de João Portugal, nous en avons dénombré sept du début ou de
la première moitié du XVIe siècle –. Nous n’avons malheureusement pas eu le
temps de les étudier. On connaît le « livre des hérauts » composé en 1416, « De
ministerio Armorum » sous Ferdinand 1er. Les enquêtes – inquirições – se multi-
plient à partir de la seconde moitié du XIIIe siècle. Nous avons relevé, dans notre
étude sur les hérauts d’armes, que ces enquêtes sont menées précisément par ces
officiers d’armes. Nous avons notamment trouvé deux exemples précis de l’inter-
vention d’un héraut d’armes dans la création de programmes de décors peints et
armoriés en le royaume de France, quelques décennies avant la réalisation de cette
salle. Au début du XVIe siècle citons, à propos des enquêtes, Duarte de Armas,
Livro das Fortalezos, dont le fac-similé a été publié à Lisbonne en 1990.
*
* *
79
chrisTiAn de mérindoL
Bibliographie et références
« A propos d’une activité méconnue des hérauts d’armes », RFHS (sous
presse).
« A propos de la paix de Paris (1259), un témoignage méconnu », Colloque
Saint Louis, roi de guerre, roi de paix, Amiens, 11-12 septembre 2014 (à paraître).
« A propos du double e de Philippe le Bon. Nouvelles données », Colloque
sur les chiffres et les lettres, Brou, 2015, sous la direction de Laurent Hablot.
« A propos du sceau équestre, l’orientation du cavalier de droite à gauche.
Nouvelles données », RFHS (à paraître).
Alain Demurger, Les templiers. Une chevalerie chrétienne au Moyen Age,
Paris, Le Seuil, (1985), dernière édition 2014 (bibliographie) (Saint-Sépulcre
p. 63, 76, 85-87, 92, 168-169, 277 ; ordre du Christ p. 84, 473 ; Tomar
p. 161-164, 245-249, 317).
André Vauchez dir., Christianisme. Dictionnaire des temps, des lieux, des
figures, avec la collaboration de C. Grémion et H. Madelin, Paris, 2010 (Emma-
nuel, p. 197 s.).
Carla Varela Fernandes, The Images of a King. Analyses of the tombs of King
D. Fernando I, Lisbonne, Carmo Archaeological Museum, 2009.
Christian de Mérindol, « Le cloître de Moissac. Trois enquêtes distribu-
tionnelles », Comptes rendus de l’Académie des Inscriptions et Belles-lettres (CRAI),
2009, p. 1689-1750.
Clairvaux, l’aventure cistercienne, Arnaud Baudin, Nicolas Dohrmann,
Laurent Veyssière (dir.), Paris, 2015 (fig. 108, p. 193 s.).
Construindo a Memória. As Colecções o Museu Arqueológico do Carmo,
José Morais Arnaud e Carla Varela Fernandez (coordinateurs), Lisbonne, 2005
(p. 315-335).
« De la signification de l’écu d’une femme – reine, princesse, aristocrate,
patricienne – parti de deux armoiries entières », Revue française d’héraldique et de
sigillographie (RFHS) (sous presse).
Henri de Lubac, Exégèse médiévale. Les quatre sens de l’Écriture, Paris, II, 2,
1964 (la symbolique des nombres).
Hervé Pinoteau, Héraldique capétienne, Paris, 1979 (réed.). D’autres
travaux ont suivi.
80
références eT PrATiques A LA cour royALe du PorTugAL Au moyen Age. Xiie-Xvie siècLes
81
FFEGURAS & SINAEES III. HERÁLDICA DO MOSTEIRO
DE ALMOSTER
Introdução 1
*
FEP-UP.
1
Agradecemos a generosa e amiga colaboração do Comandante Sérgio Avelar Duarte que nos
autorizou a fazer uso das suas fotografias.
83
TiAgo de sousA mendes e AnTónio de cAsTro henriques
Figura 2 – Capitel do
portal da igreja. Fotogra-
fia de Miguel Jianu.
84
ffegurAs & sinAees iii. heráLdicA do mosTeiro de ALmosTer
mente ornamental. Os capitéis do arco que abre a capela absidal do lado da epís-
tola repetem as figuras do portal: do lado do altar o escudo em cadeado com o
campo esquartelado (Fig. 3) e do outro as flores-de-lis desta vez porém enxaque-
tadas (Fig. 4). Na configuração original, que facilmente se descobre por detrás
da azulejaria seiscentista, cada um dos cantos dos capitéis tinha os seus motivos
heráldicos.
Figura 5 – Pormenor
de capitel da nave.
Obtido a partir de
fotografia de Francis-
co Teixeira (2008).
85
TiAgo de sousA mendes e AnTónio de cAsTro henriques
86
ffegurAs & sinAees iii. heráLdicA do mosTeiro de ALmosTer
O sino mostra que o programa heráldico ainda hoje visível no templo era
centrado em D. Berengária e não na sua mãe (o que seria admissível uma vez
87
TiAgo de sousA mendes e AnTónio de cAsTro henriques
que esta interveio na fundação do mesmo) nem na sua filha (que foi abadessa
entre 1310 e 1321). Considerando o conjunto do monumento, o selo repre-
senta a combinação entre um escudo de armas (esquartelado) e de outras figuras
heráldicas. Considerados os aspectos materiais, é altura de conhecer melhor a
fundadora e o seu contexto familiar de forma a interpretar estas representações
injustamente esquecidas pelos heraldistas.
II
2
Note-se que Luís Miguel Repas (2006: 105) a indica erroneamente como sendo “de Vides”, uma
família diferente e melhor conhecida, o que pode induzir em erro até porque Sottomayor Pizarro
regista uma Sancha Pires de Vides, monja de Lorvão, viva em 1320 (PIZARRO, 1999: II, 653,
654, 662).
88
ffegurAs & sinAees iii. heráLdicA do mosTeiro de ALmosTer
(VENTURA, 1992, II, p. 662). Para acrescentar algo a estas curtas notas extraídas
da bibliografia, podemos ainda indicar a provável existência de um irmão (D. Aires
Peres) e sugerir que em 1249 o seu marido estava exilado, uma vez que D. Sancha
Peres dispôs sozinha dos seus bens num escambo com as freiras de Chelas no seu
lugar de Almoster nesse mesmo ano (ANTT, Chelas, n. 172). 3
À altura do seu testamento, D. Sancha Peres era já viúva pelo menos desde
1269 de D. Aires Nunes de Gosende (BARROCA, 2000: II-2, 1367). Este era
um discreto nobre da Corte de Afonso III que se encontra apenas documentado
em 1240, junto com os irmãos, e em 1265, ano em que aparece como tenente de
Abrantes (VENTURA, 1992: II, 662-3) e Sintra (VENTURA, 1992: II, 1028).
Segundo Leontina Ventura, D. Aires era filho de Nuno Fernandes de Orzelhom
(ou “de Gosende”, segundo Pizarro) e de Maria Vasques [de Bragança] (PIZARRO,
1999: II, 236) 4. As suas propriedades estavam concentradas entre o Tâmega e o
Douro (VENTURA, 1993: II, 662). Dele fora também a quintã de Gosende que
a sua filha repartia com Fruilhe, Sancha e Urraca Nunes de Chacim em 1290
(PIZARRO, 1999: II, 249). 5 A família deste cavaleiro deteve o padroado da igreja
de Leça até 1240, ano em que o transfere para a Sé do Porto (VENTURA, 1993:
II, 662) num documento em que, pormenor relevante, foi Martim Gil de Soverosa
a selar, presumivelmente com um selo com as flores-de-lis em sautor próprias da
sua linhagem (ABRANTES, 1980; PIZARRO, 1999: II, 815, nota 82).
Em 1287, quando recebeu o encargo fundacional, D. Berengária Aires
carregava mais de uma década de viuvez de D. Rodrigo (ou Rui) Garcia de Paiva
com quem casara em 1265 (ANTT, Almoster, 4, 12). O seu marido era um
destacado rico-homem da corte de Afonso III, cujo percurso é relatado na micro-
biografia que lhe dedicou Leontina Ventura (1992: II, 673-83). Deste casamento,
extinto com a morte de D. Rodrigo em 1274, ficara uma filha, Maria Rodrigues,
e um vasto património a Norte e a Sul com que D. Berengária e a própria herdeira
acabariam por dotar o mosteiro ideado por D. Sancha. Por estas materiais razões
se compreende que D. Sancha tenha cometido à filha a criação de um cenóbio
3
Testemunham este documento D. Aires Peres, Martim Gonçalves cavaleiro, João Viegas cava-
leiro, Pedro Eanes de Vale de Besteiros, Pedro Martins de Lisboa, cavaleiro, Gonçalo Eanes, prior
de S. Miguel de Lisboa e João Garcia escudeiro de D. Aires.
4
José Carlos L. Soares Machado (2004: 281) sustém, baseado no Livro Velho de Linhagens, que
Maria Vasques era filha de D. Vasco Peres de Braganca, o Veirom.
5
Tendo em conta que em 1307 a quintã de Gosende estava repartida entre a sua única filha
(D. Berengária Aires) e as irmãs Fruilhe, Urraca e Sancha Nunes de Chacim há um parentesco
próximo entre D. Aires e estas irmãs (PIZARRO, 1990: I, p. 251; FREIRE, 1906, p. 47). José
Carlos L. Soares Machado (2004) refere que estas três irmãs eram filhas de D. Nuno Martins de
Chacim, cujo avô materno (D. Nuno Peres de Bragança) seria irmão do avô materno de D. Aires
Nunes de Gosende, por nome D. Vasco Peres de Bragança.
89
TiAgo de sousA mendes e AnTónio de cAsTro henriques
III
90
ffegurAs & sinAees iii. heráLdicA do mosTeiro de ALmosTer
91
TiAgo de sousA mendes e AnTónio de cAsTro henriques
7
O selo de D. Berengária gravado no sino que não apresenta a correia pode datar-se ainda de um
período anterior à sua viuvez.
92
ffegurAs & sinAees iii. heráLdicA do mosTeiro de ALmosTer
IV
8
Para certos apelidos, como Maia ou Valadares, não há coincidência entre as armas iluminadas
nos armoriais quinhentistas e as empregues nos século XIII e XIV. Este fenómeno poderá ser
explicado se considerarmos que as representações nestes armoriais dizem respeito às famílias suas
contemporâneas e não às vetustas linhagens homónimas. O caso das armas dos Valadares é para-
digmático. As armas desta linhagem sobreviveram no selo da comendadeira de Santos D. Joana
Lourenço de Valadares, datado de 1337 (ABRANTES, 1983: n. 374) e são distintas das armas
atribuídas aos Valadares no Livro do Armeiro Mor. Os sinais figurados neste armorial são idên-
ticos aos do túmulo do primeiro arcebispo de Lisboa D. João Anes (ABRANTES, 1982), pai
de Rodrigo Anes de Valadares, documentado como ouvidor de D. João I (HOMEM, 1985: II,
185), cuja carreira ocorreu no início do século XV. Julgamos que as armas no Livro do Armeiro
Mor correspondem às armas dos Valadares descendentes do arcebispo cuja ligação aos primeiros
é desconhecida e possivelmente inexistente. Um caso semelhante pode ter ocorrido com as armas
dos Paivas.
93
TiAgo de sousA mendes e AnTónio de cAsTro henriques
9
Infelizmente, os motivos heráldicos da sepultura de D. Maria Teixeira encontram-se muti-
lados. No entanto, a inscrição não deixa dúvidas: AQ[U]I: IAZ: | D.: MARIA: TEIXEIR|A
ABADE|SA: DESTE: M[OSTEIR]º +.
94
ffegurAs & sinAees iii. heráLdicA do mosTeiro de ALmosTer
10
Aguardemos a dissertação de doutoramento em curso na Universidade de Coimbra do Mestre
Luís Miguel Repas sobre a sociologia das comunidades cistercienses femininas.
95
TiAgo de sousA mendes e AnTónio de cAsTro henriques
11
Na versão recolhida na Monarquia Lusitana (V Parte, fol. 151) por Fr. Francisco Brandão,
Martim Fernandes aparece entre os outorgantes por parte do concelho. No registo da chance-
96
ffegurAs & sinAees iii. heráLdicA do mosTeiro de ALmosTer
Maria “Raimundes” [Esteves] Barreto filha do seu irmão Estevão, haveria mesmo
de professar em Almoster.
A segunda relação parece mais promissora. Sabe-se que quase toda a quintã
de Gosende em 1307 estava de facto nas mão das “ordeens” (FREIRE, 1906:
47) mas as parentes Chacim tinham professado noutras casas (Santos-o-Novo
e Arouca) e não se encontra na dissertação de José Varandas qualquer menção à
posse desta quintã por parte de Almoster. Como tal, o apoio de Martim Fernandes
Barreto e de Maria Rodrigues à fundação da sua parente D. Berengária tem maior
plausibilidade.
Se as armas representam Martim Fernandes Barreto e Maria Rodrigues
Chacim ou a sua descendência, então o campo faixado que acompanha as
armas dos Chacim deve ser atribuído a Martim Fernandes. Ora, esta conjetura
choca com o uso de um campo pleno de arminhos, bastante invulgar na herál-
dica portuguesa, por parte dos Barretos. No entanto, parece mais provável que
os descendentes de Martim Fernandes Barreto tenham recorrido às armas dos
Chacim, pudicamente dispensando a contrabanda. Ao reclamarem os arminhos,
os Barreto reivindicavam não só a sua ligação a uma figura importante como
Nuno Martins de Chacim (BARROCA, 1996) como, por via dele, a uma das
cinco canónicas linhagens “que andaram a la guerra afilhar o reino de Portugal”:
os velhos Bragançãos. Com efeito, há razões para considerar que estas eram as
armas desta linhagem extinta.
É plausível que Nuno Martins de Chacim assumisse como armas as dos
Bragançãos, diferenciadas por uma contrabanda marcando a ilegitimidade da sua
mãe. Relativamente a esta linhagem tem vigorado a tese de que tinha por armas
um escudo com cinco crescentes (ABRANTES, 1983: p. 102-3; MACHADO,
2004: p. 218). Esta atribuição é, porém, alicerçada numa matriz sigilar encon-
trada em Adeganha (concelho de Torre de Moncorvo) que exibia cinco crescentes
em sautor e o nome do seu possuidor D. Pedro Garcia. Uma vez que o achado
teve lugar em Trás-os-Montes, este Pedro Garcia foi identificado pelo Marquês de
Abrantes como sendo o Braganção do mesmo nome documentado em 1218-35
(MACHADO, 2004: p. 215) e não o seu contemporâneo e homónimo Sousão
(PIZARRO, 1999: I, 220). Não é conhecida nenhuma reprodução desta matriz,
já que o Marquês de Abrantes não teve possibilidade de a fotografar. O facto de o
Livro do Armeiro-Mor conter as armas de uma família “Bravança” compostas por
cinco escudetes em sautor não constitui uma validação aceitável desta tese nem
laria de D. Dinis (ANTT, Chancelaria de D. Dinis, Lv. 3, fl. 3-3v) é omitida a lista de outor-
gantes do lado do concelho.
97
TiAgo de sousA mendes e AnTónio de cAsTro henriques
tão-pouco a atribuição não justificada dos mesmos cinco crescentes aos descen-
dentes de Fernão Mendes o Bravo (v.g. FERREIRA, 1920: p. 59).
Há alguns anos, Soares Machado aceitou a atribuição do Marquês de
Abrantes mas acrescentou uma hipótese sagaz relativa a D. Vasco Peres de
Bragança, apodado de O Veirom pelos Livros de Linhagens. Esta alcunha
explicar-se-ia pelo uso em vestes ou em escudos de peles de animais, o que Soares
Machado relaciona com os arminhos dos Chacim (MACHADO, 2004, p.
281-2), alegando que a palavra “veiros” designava indistintamente as duas peles
heráldicas. Contudo, há razões para crer que o uso de peles pelos Bragançãos e
pelos Chacim não era tão conjuntural: estes sinais evocavam a dignidade régia.
Com efeito, nas conhecidas iluminuras da I parte do Tumbo A, redigido em 1129
na Catedral de Santiago, encontramos Afonso VI, o Imperador e sua filha
D. Urraca com mantos cujo forro é veirado, enquanto o Conde Raimundo e o
seu filho (o Imperador Afonso VII) ostentam capas forradas de arminhos (v.
MATTOSO, 1993, p. 10-11, 27, 49, 55). Nas adições a este cartulário, o mesmo
forro de arminhos é envergado por Afonso IX de Leão, neto por varonia de
Afonso VII. A associação entre os veiros e a dignidade real era reconhecida no
Portugal do século XIII, como mostra a representação alcobacense do Rei David
com manto veirado (MATTOSO, 1993: 268 e 270).
Ora, os Bragançãos tinham boas razões para ostentar as peles. Com efeito,
nas suas veias corria sangue real, já que Fernão Mendes de Bragança I casara com
uma bastarda de Afonso VI, o Imperador (PIZARRO, 1999: I, 228). Se aten-
dermos à iluminura compostelana de Afonso VI e ao apodo “Veirom”, as peles
seriam veiros. No entanto, a utilização das mosquetas de arminhos sublinhava a
ligação da família às suas (possivelmente lendárias) origens arménias. Com efeito,
98
ffegurAs & sinAees iii. heráLdicA do mosTeiro de ALmosTer
99
TiAgo de sousA mendes e AnTónio de cAsTro henriques
Martins, casou com o cavaleiro Mem Pires Pestana (PIZARRO, 1999: II, 463;
VIANA, 2005: 2012). Teresa Martins terá morrido ainda em 1270, pelo que as
armas poderiam ser dos filhos deste casamento. De resto, uma das professas em
Almoster, chama-se Maria Gonçalves da “Silveira” (VARANDAS, 1995: 46),
família eborense cujas armas são idênticas às dos Pestanas. Nenhuma destas hipó-
teses avulta perante as outras.
Conclusão
100
ffegurAs & sinAees iii. heráLdicA do mosTeiro de ALmosTer
dora nada teve de extraordinário, já que lápides e túmulos armoriados são raros no
século XIII, sendo a maior parte da heráldica coeva conhecida por via da sigilografia e
não da tumulária. O contraste com as sepulturas armoriadas trecentistas e quatrocen-
tistas da sala do capítulo é grande. Num outro monumento cisterciense, Alcobaça,
encontramos uma situação semelhante: as peças dos Sousãos (os crescentes, tipica-
mente em caderna) estão em todo o lado mas a maior parte das lápides funerárias
consiste em inscrições simples. A exceção é a lápide daquele que podemos considerar
o “chefe” da família: D. Gonçalo Mendes. Por outras palavras, Almoster confirma
como a heráldica do século XIII ainda não assumiu em contexto fúnebre o protago-
nismo que ganhará mais tarde (SEIXAS e PORTUGAL, 2012; ROSAS, 2013) mas
que já se encontrava suficientemente bem difundida para reclamar para uma família
o patrocínio de um edifício. No claustro, a presença das armas dos Chacim e de outras
famílias sugere que a heráldica está também a marcar a contribuição material para a
construção ou algum outro favor (como a proteção junto do rei). Desta forma, as
nossas meditações heráldicas pelas ruínas de Almoster proporcionaram novas hipó-
teses para avançar nos caminhos abertos por autores como Francisco de Simas Alves
de Azevedo.
Documentos Manuscritos
101
TiAgo de sousA mendes e AnTónio de cAsTro henriques
Bibliografia
102
ffegurAs & sinAees iii. heráLdicA do mosTeiro de ALmosTer
103
TiAgo de sousA mendes e AnTónio de cAsTro henriques
104
ATLANTI SIMBOLICI DELLO SPAZIO POLITICO.
I PORTOLANI
E IL «LIBRO DEL CONOCIMIENTO DE TODOS
LOS REINOS» (S. XIV)*
Alessandro Savorelli
1.
La profonda trasformazione dell’imago mundi avvenuta tra il XIII e il XV s.
si coglie con chiarezza nell’evoluzione della cartografia. Alla vigilia delle scoperte
geografiche, la forma classica delle mappae mundi medievali, col loro corredo di
citazioni letterarie, religiose e classiche, dalla Bibbia al Romanzo di Alessandro, ai
bestiari, è tramontata da tempo, e su questo mutamento culturale avevano eser-
citato un’influenza decisiva i resoconti di viaggio, le carte nautiche e i portolani.
Quella delle mappae mundi era un’immagine mentale del mondo, un itinerario
di ‘salvezza’ 1, una mappa «plasmata dalla storia religiosa» prima che dallo «spazio
geografico» 2, nella quale anche gli elementi fisici, naturalistici, antropici, storici
* Questo saggio è stato presentato al convegno Entre idéel et matériel: espace, territoire et légiti-
mation du pouvoir (v.1200-v.1640), Pisa, Scuola Normale Superiore, 14-16 novembre 2013
(organizzato da Patrick Boucheron, Maria Monica Donato, Marco Folin, Jean-Philippe Genet,
in collaborazione con: Programme SAS, European Research Council; LAMOP, Université Paris
I-Panthéon-Sorbonne-CNRS; Scuola Normale Superiore di Pisa; École française de Rome). Gli
atti del convegno sono in corso di stampa: si ringraziano i curatori – Jean-Philippe Genet e
Marco Folin – per la cortese autorizzazione ad anticipare il testo su questa rivista.
1
Cfr. P.G. Dalché, «L’héritage antique de la cartographie médiévale», in Cartography in Antiquity
and the Middle Ages. Fresh perspectives, new methods, ed. by R.J.A Talbert and R. Unger, Leiden,
Brill, 2008, pp. 29-66.
2
J. Brotton, La storia del mondo in dodici mappe, Milano, Feltrinelli, 2013, p. 130.
105
ALessAndro sAvoreLLi
3
P. Zumthor, La misura del mondo. La rappresentazione dello spazio nel Medio Evo, Bologna, Il
Mulino, 1995, p. 313. Sull’evoluzione della cartografia medievale cfr. in generale: D. Wood-
ward, «The context and study of ‘Mappaemundi’», in The History of Cartography, ed. by J.B.
Harley and D. Woodward, vol. 1., Cartography in Prehistoric, Ancient and Medieval Europe and
the Mediterranean, Chicago-London, The University of Chicago Press, 1987 pp. 286-370; P.G.
Dalché, L’espace géographique au Moyen âge, Firenze, SISMEL-Edizioni del Galluzzo, 2013.
4
M. Quaini, «L’immaginario geografico medievale, il viaggio di scoperta e l’universo concettuale
del grande viaggio di Colombo», in Relazioni di viaggio e conoscenza del mondo fra Medioevo e
Umanesimo, Atti del 5. Convegno internazionale di studi dell’Associazione per il Medioevo e
l’Umanesimo Latini, Genova, 12-15 dicembre 1991, a cura di S. Pittaluga, Genova, Diparti-
mento di archeologia, filologia classica e loro tradizioni, 1993, pp. 266-267.
5
T. Campbell, «Portolan Charts from the Late Thirteenth Century to 1500», in The History of
Cartography, vol. 1, op. cit., pp. 373-465: 445.
6
Cfr. R.J. Pujades i Bataller, Les cartes portulanes. La representació medieval d’una mar solcada,
Barcelona, Institut Cartògrafic de Catalunya 2007, pp. 128-142 (ma cfr. anche il capitolo
sull’evoluzione degli ateliers e sulle tipologie dei prodotti, ibid., pp. 236-248, 278-289).
7
A questo aspetto specifico è dedicata l’opera di Ph. Billion, Graphische Zeichen auf mittelalter-
lichen Portolankarten. Ursprung, Produktion und Rezeption bis 1440, Marburg/Lahn, Tectum
Verlag, 2011, rielaborazione di una tesi di dottorato. Devo alla cortesia di Emmanuelle Vagnon
la segnalazione di questo volume.
106
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
portolani trecenteschi si verifica però una prima svolta: i confini, come noi oggi
li concepiamo sono assenti, ma surrogati tuttavia dall’inserimento – a tratti inva-
dente e spettacolare – di elementi allegorici convenzionali (immagini dei sovrani),
e, soprattutto emblematici, araldici e vessillari (ossia stemmi e bandiere araldizzate)
che marcano i diversi territori 8. Il fenomeno si può analizzare originariamente in
un gruppo di portolani trecenteschi di ‘prima generazione’ e cioè i più antichi tra
quelli decorati con bandiere – dei circa trenta superstiti, italiani e catalani – tutti
realizzati nell’arco di un sessantennio, che servirono da prototipo per gran parte
della produzione posteriore. Si tratta, fra gli altri, dei portolani Vesconte (1321,
1327), Dalorto/Dulcert (1325 ca./1339), Pizzigani (1367), Soler (1380) e del
cosiddetto Atlante catalano (1375), destinato a Carlo V di Francia (dunque ad
una committenza alta), il primo esteso a tutta l’Asia e non solo al Mediterraneo 9.
Ad essi va aggiunto un testo assai singolare, come il Libro del conocimiento
del todos los reinos (Libro del conosçimiento de todos los rregnos et tierras e señoríos que
son por el mundo et de las señales et armas que han), compilato qualche decennio
dopo la metà del secolo e ritenuto a lungo, non diversamente dai Viaggi di John
Mandeville, letteratura d’evasione. In realtà, come ha scritto Patrick Gautier
Dalché, il Libro del conocimiento «s’emploie à réprésenter par la fiction du voyage,
l’unification du monde par le commerce», corrispondendo «aux goûts culturels
du milieu des marchands» 10.
8
Appare perciò erroneo quanto scrive a proposito dei portolani («non si interessano di suddi-
visioni politiche») A. Terrosu Asole, Il portolano di Grazia Pauli 1987, Cagliari, STEF, 1987,
p. XXXIX.
9
P. Vesconte (Roma, Biblioteca Vaticana, ms. Pal.Lat. 1362A; Firenze, Biblioteca Laurenziana,
Med. Palat. 248); A. Dalorto (Collezione Corsini, Firenze); A. Dulcert (Paris, Bibliothèque
nationale de France, GE B-696 /RES); D. e F. Pizzigani (Parma, Biblioteca Palatina, ms. Parm.
1612); Atlante catalano (attr. a Abraham Crescas; Paris, Bibliothèque nationale de France, ms.
Esp. 30); G. Soler (Paris, Bibliothèque nationale de France, GE B-1131 /RES). Sulle discus-
sioni relative all’identificazione e alla nazionalità di Dalorto/Dulcert, sulla storia della tradizione
manoscritta e altri aspetti filologici, v. ora G. Caraci, Segni e colori degli spazi medievali. Italiani
e catalani nella primitiva cartografia nautica medievale, a cura di I. Luzzana Caraci, Reggio E.,
Diabasis, 1993, e Pujades i Bataller, Les cartes portulanes, op. cit., pp. 254-256.
10
Dalché, L’espace géographique au Moyen âge, op. cit., pp. 377-378. Il Libro del conosçimiento
fu edito la prima volta da M. Jimenez de la Espada (Madrid, 1877) e tradotto in inglese da
C. Markham (London, 1912). Si tiene conto qui delle due edizioni più recenti: El Libro del
conoscimiento de todos los reinos (The Book of Knowledge of All Kingdoms), Edition, Translation
and Study by N.F. Marino, Tempe, Ar., Arizona Center for Medieval and Renaissance Studies,
1999, p. XLV (d’ora in poi: Libro-ed. Marino), e il Libro del conosçimiento de todos los rregnos et
tierras et señorios que son por el mundo, et de las señales et armas que han, edición facsimilar del
manuscrito Z, Múnich, Bayerische Staatbibliothek, cod. hisp. 150, con transcripción, estudio e
índices por M.J. Lacarra, M.d.C. Lacarra Ducay, A. Montaner, Zaragoza, Institución Fernando
107
ALessAndro sAvoreLLi
el Católico (CSIC), Diputación Provincial, 1999 (d’ora innanzi: Libro-Ms. Z); questa edizione,
assai ben curata, è dotata di un apparato filologico molto ampio e di una buona bibliografia (pp.
257-267); contiene inoltre il facsimile dell’Atlante catalano del 1375 e le tavole con la raccolta
completa delle bandiere contenute nei vari mss. dell’opera. Una traduzione italiana del Libro è
apparsa come Il libro della conoscenza di tutti i regni paesi e signorie che esistono nel mondo e delle
bandiere e degli stemmi di ciascun paese e signoria come dei re e signori che li governano, a cura di
C. Astengo, Genova, Erga, 2000. Quanto ai Viaggi di Mandeville, è da condividere il giudizio di
T. Kohanski che invita a considerarli una «encyclopedia of geography», utile per le informazioni
che è in grado di trasmettere (The book of John Mandeville, an edition of the Pynson text, with
commentary on the defective version, Tempe, Ar., Arizona Center for Medieval and Renaissance
Studies, 2001, pp. IX-X).
11
Il lavoro più aggiornato sui portolani è Pujades i Bataller, Les cartes portulanes, op. cit., come
riconosce T. Campbell nella sua prefazione (ibid., pp. 15-17), che contiene fra l’altro un eccel-
lente apparato di illustrazioni e un censimento di carte, portolani e atlanti anteriori al 1470
(ibid., pp. 60-70): tra le sue tesi principali, sulla base di un’ampia documentazione d’archivio,
è la smentita del presunto carattere ‘non pratico’ dei portolani (cfr. T. Campbell, ibid., p. 16):
tesi tuttavia in parte contestata, con buone argomentazioni, da P.G. Dalché, «Les cartes marines:
108
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
origines, caractères, usages. À propos de deux ouvrages récentes», Geographia antiqua, XX-XXI,
2011-2012, pp. 215-227, che sottolinea la preminenza dell’aspetto culturale su quello tecni-
co-pratico. Resta un classico comunque il lavoro di Campbell, «Portolan Charts from the Late
Thirteenth Century to 1500», op. cit. (sul sito web http://www.maphistory.info/portolanref.
html si possono consultare studi e aggiornamenti bibliografici a integrazione della bibliografia
ivi contenuta), cui si devono aggiungere, tra l’ampia letteratura in argomento, almeno: M. de La
Roncière, M. Mollat du Jourdin, I portolani. Carte nautiche dal 13. al 17. secolo, presentazione
di O. Baldacci, Milano, Bramante arte, 1992; Relazioni di viaggio e conoscenza del mondo fra
Medioevo e Umanesimo, op. cit.
12
Cfr. in particolare: G. Gerola, «L’elemento araldico nel portolano di Angelino dall’Orto», Atti del
Reale Istituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti, 93, 1933-34, pp. 407-43; Id., «Le carte nautiche
di Pietro Vesconte dal punto di vista araldico», in Atti del Secondo Congresso di Studi Coloniali,
Napoli, 1-3 Ottobre 1934, Firenze, Olschki, 1935, vol. 2, pp. 102-23; di G. Pasch, si vedano i
vari contributi apparsi in Vexillologia. Bulletin de l’Association Française d’Etudes Internationales
de Vexillologie: «Les drapeaux des cartes-portulans. L’atlas dit de Charles V (1375)», 1, 1967, nn.
2-3, pp. 38-60; «Les drapeaux des cartes-portulans. Drapeaux du ‘Libro del Conoscimiento�»,
2, 1969, n. 12, pp. 8-32; «Les drapeaux des cartes-portulans (portulans du groupe Vesconte)»,
3, 1973, n. 2, pp. 52-62; N.F. Marino, “Introduzione", a Libro-ed. Marino, in particolare pp.
XLIII-XLVIII;. A.-D. von den Brincken, «Portolane als Quellen der Vexillologie», Archiv für
Diplomatik, Schriftgeschichte Siegel- und Wappenkunde, 24, 1978, pp. 408-26; A. Montaner, «El
“Libro del conosçimiento” como libro de armería», in Libro-Ms. Z, pp. 43-69. P.E. Russell, «La
heraldica en el Libro del conosçimiento», in Studia Riquer, vol. 2, Barcelona, Quaderns Crema,
1987, pp. 687-697; M. de Riquer, «La heráldica en el Libro del Conocimiento y el problema de
su datación», in Dicenda. Cuadernos de Filología Hispánica, vol. 6 di Estudios y textos dedicados a
Francisco Lopez Estrada, Madrid, Universidad Complutense, 1987; Id., «La heráldica en el Libro
del Conocimiento por tercera vez», in Letters and Society in Fifteenth-Century Spain. Studies
Presented to P.E. Russell on His Eightieth Birthday, London, Dolphin, 1993, pp. 149-151. Torna
invece ad una valutazione in chiave meramente decorativistica, come variabile di prezzo degli
esemplari di lusso, Pujades i Bataller, Les cartes portulanes, op. cit., pp. 224-234, meno interessato
agli aspetti ‘culturali’ inclusi nei portolani.
109
ALessAndro sAvoreLLi
110
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
17
Ibid., pp. 145-146.
18
Montaner, «El “Libro del conosçimiento” como libro de armería», art. cit., p. 65.
19
A titolo d’esempio si vedano le erronee o incerte letture dei casi di Zara, Trebisonda, Fiandra
(Billion, Graphische Zeichen, op. cit., pp. 123-124, 132, 140): e ancor più quelle relative ad altre
località extraeuropee, sulle quali torneremo in seguito.
20
Cfr. p.e. Billion, Graphische Zeichen, op. cit., p. 309.
21
Ibid., p. 137.
111
ALessAndro sAvoreLLi
22
Sugli stemmari cfr. almeno: M. Pastoureau, Traité d’héraldique, Paris, Picard, 19932, pp.
224-225; Id., L’art héraldique au Moyen Age, Paris, Seuil, 2010, pp. 192-200; Les armoriaux
médiévaux. Actes du colloque international "Les armoriaux médiévaux", CNRS, Paris 21-23 mars
1994, sous la direction de L. Holtz, M. Pastoureau, H. Loyau, Paris, Le Léopard d’or, 1997.
23
A. Savorelli, «L’araldica nel codice chigiano: un ‘commento’ alla “Cronica” del Villani», in Il
Villani illustrato. Firenze e l’Italia medievale, a cura di C. Frugoni, Firenze, Le Lettere, 2005,
pp. 53-59. Ma si veda anche, per qualche riscontro, l’iconografia delle Cronache di Giovanni
Sercambi (cfr. G. Sercambi, Le illustrazioni delle Croniche nel codice Lucchese, coi commenti
storico e artistico di O. Banti e M.L. Testi Cristiani, 2 voll., Genova, Basile, 1978), dei Regia
carmina di Convenevole da Prato (Convenevole da Prato, Regia carmina dedicati a Roberto
d’Angiò re di Sicilia e di Gerusalemme, a cura di un Gruppo Bibliofili pratesi, Prato, Gruppo
bibliofili pratesi, 1982), il codice senese della Sconfitta di Montaperti (su cui cfr.: A. Cavinato,
La sconfitta di Monte Aperto di Niccolò di Giovanni di Francesco di Ventura. Per l’edizione di una
112
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
2.
Le bandiere dei portolani e del Libro del conocimiento vanno dunque consi-
derate, oltre che come elemento decorativo, come un corpus di segni di carat-
cronaca illustrata senese del Quattrocento, tesi di laurea, Università di Pisa, a.a. 2009-2010; Ead.,
«Stemmi a Siena e a Montaperti: i manoscritti di Niccolò di Giovanni di Francesco di Ventura»,
in corso di stampa in L’arme segreta. Araldica e storia dell’arte nel medioevo (secoli XIII-XV),
atti delle giornate di studio, Firenze-Pisa, Kunsthistorisches Institut/Scuola Normale Superiore,
24-26 novembre 2011). E infine le eloquenti descrizioni araldiche contenute nella Cronica
dell’Anonimo Romano sulla vita di Cola di Rienzo. Tra le cronache svizzere del Quattrocento,
di impareggiabile vivacità narrativa (delle quali è disponibile qualche buon facsimile), cfr.: Berner
Chronik (1470) di Benedikt Tschachtlan e i tre volumi (Amtlichen Berner Chronik, 1483; Spiezer
Chronik, 1484; Grosse Burgunderchronik, 1486) di Diebold Schilling il Vecchio.
24
Cfr. veda l’Appendice, alla fine di questo saggio, tabella c).
113
ALessAndro sAvoreLLi
114
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
28
Libro-ed. Marino, pp. 24-26; Libro-Ms. Z, pp. 160-162. Per tutte queste definizioni, e in seguito
per i riferimenti alle varie aree geografiche, si veda l’Appendice, alla fine di questo saggio.
115
ALessAndro sAvoreLLi
dinario ruolo economico, è una presenza fissa in tutti i portolani a fronte di molte
assenze (solo il portolano Pizzigani aggiunge un numero consistente di emblemi
di città italiane di alta e media importanza). In Turchia il Libro del conocimiento
precisa che «en la provinçia de la Turquya, la qual antiguamente dezian Asia
la Menor», vi sono «muchas provinçias departidas et muchos señorios que son
graves de contar» 29, confessando in realtà la difficoltà di dare un quadro attendi-
bile delle dominazioni: le 5-6 effettivamente elencate, sulla base delle bandiere dei
portolani, danno comunque l’idea del sistema dei beylik (una ventina), esistenti
nel primo Trecento.
Talora il rapporto fra territori sembra stabilito con la ripetizione di
insegne uguali o simili, a significare una coordinazione politica: è il caso dell’Im-
pero bizantino, dell’Asia Minore, e dei suoi territori sottoposti a metà Trecento
a continue variazioni di dominio in seguito alla fine del Sultanato di Rum e
all’affermarsi della potenza ottomana. Un particolare rilievo ha in quest’ultimo
ambito l’uso dei vessilli, nei portolani, per i territori che si trovano in una situa-
zione complessa o frastagliata: qui il vessillo è replicato per significare le aree o
le località omogenee per dominazione. Ciò appare particolarmente evidente nel
Mediterraneo orientale, dove sono segnate località facenti parte di una costel-
lazione coloniale, come quella dei porti genovesi; o nel caso degli imperi asia-
tici (Cina, imperi mongoli, Persia, India etc.). Il Libro del conocimiento non è
sempre coerente: ora esplicita con insegne identiche o simili un’unione dinastica;
ora duplica arbitrariamente i domini, chiamandoli impropriamente «regni», o
viceversa, li frammenta, assumendo dati approssimativi dalle sue fonti scritte e
iconografiche; ora collega una bandiera al nome di una specifica città riportata dai
portolani, definendola ‘regno’, senza capire che la bandiera si riferisce a un’entità
politica più ampia, nella quale la città in questione è compresa. Tutti questi carat-
teri tradiscono immediatamente la stretta dipendenza dall’iconografia empirica e
relativamente disordinata dei portolani, che si tenta di ritrascrivere in un discorso
argomentato e coerente.
Abbiamo calcolato che il Libro del conocimiento descriva, illustrandone gli
emblemi, circa 120 entità politiche, delle quali forse un 70% sono ritenute indi-
pendenti (alcune variamente e assai dubbiosamente identificate dalla critica): le
rimanenti sono pertinenze, vassalli e domini a vario titolo. La lista è naturalmente
sbilanciata: prevalgono nettamente porti, località e territori mediterranei, europei
e non, a testimoniare, di nuovo, il carattere delle fonti impiegate dall’autore 30.
29
Libro-ed. Marino, p. 32.
30
Per la lista completa, cfr. l’Appendice.
116
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
Impero persiano,
8 regni africani Mesopotamia, Sultanato di Delhi,
14 stati e 2 imperi in Bagdad e 3 regni indiani
berberi Etiopia Sultanato mamelucco:
(Prete Gianni) Siria, Egitto, Arabia
Fig. 2: Il mondo politico del Libro del conocimiento in rapporto all’Atlante catalano (1375).
117
ALessAndro sAvoreLLi
alcuni interpreti), hanno qualche fondamento reale nelle informazioni che veni-
vano dalle esplorazioni atlantiche partite dai porti spagnoli 32. In Asia l’Atlante e il
Libro del conocimiento elencano regni e imperi con notevole realismo: la Persia,
l’impero di Delhi, i tre grandi canati mongoli (Gran Khan, Orda d’Oro o
Kipchaq, e Chagatay); l’area del Turkestan appare divisa nell’Atlante tra Persia a
Gran Khan
Canato di Qipciaq
(Orda d’Oro)
Canato di Ciagatay
Persia
Fig. 3: Atlante catalano: le bandiere segnano i confini, a est del Mar Caspio, tra: Gran Khan;
Canato di Qipciaq (Orda d’Oro); Canato di Ciagatay; Persia.
32
Libro-ed. Marino, pp. 40-67; Libro-Ms. Z, p. 164-170.
33
Libro-ed. Marino, pp. 72-78; Libro-Ms. Z, pp. 173-176. Pujades i Bataller, Les cartes portulanes,
op. cit., p. 231, tenta di datare i dati politici contenuti nell’Atlante catalano, agli anni trenta del
Trecento.
118
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
Canato di
Qipciaq
Possessi o
basi di
Genova
Impero di
Trebisonda
Impero
Bizantino
Fig. 4: Atlante catalano. Potenze sul Mar Nero: Canato di Qipciaq; Possessi o basi di Genova;
Impero di Trebisonda; Impero Bizantino.
34
Ivi, p. 174-175.
35
S. Münster, Cosmographia universalis, Basileae, apud H. Petri, 1552, pp. 1145, 1159.
119
ALessAndro sAvoreLLi
Can» 36; persino Schiltberger – meno fantasioso di altri, per conoscenze dirette –
pone il Prete Gianni in una non meglio definita «enclosed Rumany» 37. Portolani
e Libro del conocimiento compiono invece un decisivo spostamento del Prete
Gianni: non più re in India, ma «patriarca» in Etiopia, protetto da un «impera-
tore» (a calco della situazione europea), in un’Etiopia finalmente solo africana –
dalla quale giungevano evidentemente notizie sulla chiesa copta 38. Rimangono in
India solo due regni tra Malabar e Bengala, cui l’Atlante catalano assegna emblemi
Atlante catalano.
Geopolitica dell’India:
Sultanato
di Delhi
Regno cristiano
di “Stefano”
Regno cristiano
di “Colombo”
Regno di Giava
Fig. 5: Atlante catalano. Sultanato di Delhi; Regno cristiano di “Stefano”; Regno cristiano di
“Colombo”; Regno di Giava.
36
Ulrich von Richental, Das Concilium buch geschehen zů Costencz..., Augsburg, Anton Sorg,
1483, f. CXII (per l’ed. in facsimile dei mss. della cronaca, abbiamo consultato Das Konzil zu
Konstanz. 1414-1418, bearb. von O. Feger, Starnberg, Keller – Konstanz, Thorbecke, 1964; è
disponibile anche un’edizione in CD-ROM (2002), a cura del Rosgarten Museum di Costanza).
37
The Bondage and Travels of Johann Schiltberger... (1396-1327), ed. by J. Buchan Telfer, London,
Hakluyt Society, 1879, p. 52.
38
Libro-ed. Marino, pp. 60-64; Libro-Ms. Z, pp. 169-171. Billion, Graphische Zeichen, op. cit.,
p. 132, non stabilisce alcun legame tra la croce patriarcale che connota la Nubia nei portolani e
il Prete Gianni.
120
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
‘cristiani’, forse per via della tradizione delle chiese che si dicevano fondate da San
Tommaso e della presenza dei Nestoriani.
Se si confrontano questi dati coi Viaggi di Mandeville o la Cronaca di
Richental, a parte il caso clamoroso del Prete Gianni, si constatano altre diffe-
renze: intanto il netto riferimento al sultanato di Delhi (l’unico che ne parla con
maggior chiarezza è Schiltberger, mentre in Mandeville c’è un vago cenno) 39.
Quanto alla Tartaria, ossia agli imperi mongoli, Mandeville – seguendo il Flos
Historiarum Terre Orientis di Hayton di Corico – descrive con altri nomi una
situazione vicina al Libro del conocimiento, ma vi aggiunge reami fantastici (forse
himalayani), mescolati all’arcaica terminologia degli scrittori latini 40. La geografia
politica del Libro del conocimiento rinuncia invece agli arcaismi linguistici, ma
sfuma nell’inverificabile via via che si sposta verso Est e Nord: i regni di «Sçim» e
«Oxueb» non sono identificabili con sicurezza 41, mentre, come nell’Atlante cata-
lano, non è attribuita ancora nessuna autonoma identità alla Cina meridionale
(Mancy, Mangi), sottrattasi all’impero mongolo nel 1368.
Ma peggio, certamente, avverrà poco dopo in Richental: l’immensa area
asiatica vi apparirà come un organismo indistinto, dagli incerti confini, domi-
nante su province dai nomi non identificabili e persino sull’Etiopia. Tutto ciò
avviene evidentemente in base a fonti libresche – Marco Polo e altri viaggiatori
– e senza alcun consapevolezza della confusa situazione in un momento del resto
in cui le vie dell’esplorazione europea dell’Asia, e dunque le informazioni, dopo
Tamerlano, si vanno chiudendo. I ‘regni’ vi sono moltiplicati artificialmente senza
riscontri, probabilmente per il gusto dell’ipertrofico che mescola nomi biblici,
classici moderni e ne inventa di altri: ne è un esempio l’area della Siria-Palesti-
na-Egitto. L’intera materia appare in Richental ormai fuori controllo 42. Il nesso
tra le cinque nationes del Concilio e l’assetto degli stati attraverso un compendio
universale degli emblemi dei sovrani della terra, dà luogo a un panorama farragi-
noso, nonostante lo sforzo di Richental di ottenere informazioni di prima mano
dalle delegazioni conciliari.
39
Jean de Mandeville, Le livre des merveilles du monde, éd. critique par Chr. Deluz, Paris, CNRS,
2000, p. 318; The Bondage And Travels, cit., p. 47.
40
Jean de Mandeville, Le livre des merveilles du monde, capp. XXVI-XXVII.
41
Libro-ed. Marino, pp. 74, 84; Libro-Ms. Z, pp. 173, 175.
42
Ulrich von Richental, Das Concilium buch zu Constencz, op. cit., ff. CIII-CIV, CXI-CVII. Un
regesto commentato del contenuto dell’opera, a cura di S. Clemmensen, si può consultare nella
sezione “German Armorials” del sito web: http://www.armorial.dk/. Più oggettiva è la descri-
zione, limitata però solo al alcune aree europee, di un altro partecipante al Concilio, contenuta
nel De ministerio armorum (cfr. A.A. Nascimento, Livro de arautos. De ministerio armorum,
script. anno 1416, ms. lat. 28, J. Rylands Library (Manchester), estudo codicológico, histórico,
literário, linguistico, texto crit. e trad., Lisboa, 1977; http://armorial.dk/german/Arautos.pdf ).
121
ALessAndro sAvoreLLi
Fig. 6: Entità politiche in Palestina-Siria secondo il Libro del conocimiento ed Ulrich von
Richental, Cronaca del Concilio di Costanza.
3.
Come si è osservato, nei portolani l’apposizione delle bandiere su punti
precisi della mappa non è sempre perspicua: né è esplicito di volta in volta, per la
generale assenza di legende di status, cosa la bandiera rappresenti, se una potenza
locale, un sovrano o il dominio che egli esercita su un territorio o località più
ristretta o su enclaves, teste di ponte, conquiste occasionali, domini dinastici o
coloniali. Il Libro del conocimiento si sforza, sulla base dei segni che gli offrivano i
portolani, di compilare una sintesi coerente. Anche la di poco successiva Cronaca
del Concilio di Costanza si pone il compito di tracciare un quadro dello stato del
mondo, sia per rapporto alle potenze mondane, sia alla gerarchia ecclesiastica, e di
chiarire il rapporto tra le cinque nationes rappresentate al Concilio e l’assetto dei
continenti e degli stati 43: senonché, il panorama del Concilienbuch risulta quanto
43
Ulrichs von Richental Chronik des Constanzer Concils 1414-1418, hrsg. von M.R. Buck,
Tübingen, gedrückt für den litterarischen Verein in Stuttgart, 1882, pp. 154 sgg.
122
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
44
Cfr. Armorial Grünenberg, édition critique de l’armorial de Conrad Grünenberg (1483), présenté
par M. Pastoureau, publié par M. Popoff, Milano, Orsini de Marzo, 2011, pp. 62-95 (tavv.
XXVI-XLIII): alle immagini Grünenberg aggiunge schede illustrative – in genere assai confuse –
con notizie storico-politiche desunte da Marco Polo, Mandeville, Richental e altre fonti. Si tratta
dell’ultimo grande ‘stemmario universale’ del medioevo, un genere molto diffuso fra Tre e Quat-
trocento e anche in seguito. Montaner, «El “Libro del conosçimiento” como libro de armería»,
art. cit., pp. 71-75, mette a confronto i dati del Libro con quelli di alcuni stemmari. Anche per il
Wappenbuch di Grünenberg cfr. l’edizione di S. Clemmensen nella sezione “German Armorials”
del sito web: http://www.armorial.dk/
123
ALessAndro sAvoreLLi
ideologico ed etico: la mappa morale del mondo è resa attraverso segni e simboli
ammiccanti e polemicamente orientati. Non è in fondo un caso che Sebastian
Münster, nella sua ideologia tradizionalistica e provvidenziale (messa in rilievo da
Matthew McLean), che lo lega ancora al Weltbild medievale, riprenda a corredo
delle sue descrizioni l’araldica apocrifa dei regni e imperi extraeuropei inventata
da Richental e Grünenberg e divenuta corrente in area tedesca 45.
Fig. 7: Stemmi e paesi immaginari (fra cui Bethlem, Amazzoni, Etiopia, Vecchio della Montagna,
Gog e Magog e altri regni indiani e asiatici) secondo Ulrich von Richental, Cronaca del Concilio di
Costanza e Conrad Grünenberg, Wappenbuch.
45
M. MacLean, The Cosmographia of Sebastian Münster. Describing the World in the Reformation,
Aldershot, Ashgate, 2007, pp. 322, 344.
124
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
a b
125
ALessAndro sAvoreLLi
Sultano mamelucco
Regno di Granada
almeno dai tempi del sultano Baybars (1223-1277) 46 e che compare anche nella
monetazione siriaco-egiziana. L’emblema era così noto che venne ripreso in
decine di testimonianze iconografiche occidentali, per esempio nella Cronica di
Giovanni Villani o nell’affresco di Santa Croce a Firenze che rappresenta un
episodio della vita di San Francesco. Il secondo è lo stemma del regno mussul-
mano di Granata col verso coranico («non c’è dio eccetto Allah»), più volte atte-
stato. Il terzo è l’emblema del canato di Kipchaq, o Orda d’Oro, realmente atte-
stato e ben noto in Occidente per via dei contatti commerciali col Mar d’Azov e
46
Cfr. L.A. Mayer, Saracenic Heraldry, Oxford, University Press, 1999 [reprint dell’opera del
1933], p. 9; Libro-ed. Marino, p. 40; Libro-Ms. Z, p. 164. Billion, Graphische Zeichen, op. cit.,
pp. 286, 292, senza rendersi conto dell’origine mamelucca di questo segno, lo attribuisce fanta-
siosamente, insieme ad altri presenti sulla bandiere islamiche dei portolani, ad una tradizione del
«giudaismo egiziano»: si tratta di suggestioni palesemente infondate.
126
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
Canato di Qipchaq,
città di Caffa (Crimea)
Ci sono poi altri casi ‘verosimili’. Alcuni dei segni impiegati, come
già il leone mamelucco o il verso coranico di Granata e dell’Arabia, trovano
corrispondenze con l’emblematica della «saracenic heraldry» attentamente
studiata da Leo A. Mayer, e nota perlopiù attraverso testimonianze d’ambito
47
Libro-ed. Marino, p. 86; Libro-Ms. Z, p. 176. Cfr. in proposito quanto osservano Pasch, «Les
drapeaux des cartes-portulans. L’atlas dit de Charles V», art. cit., pp. 57-58; Gerola, «L’elemento
araldico nel portolano di Angelino dall’Orto», art. cit., pp. 433-434; I. Lebedinski, «Tamgas:
flag emblems from the steppes», The Flag Bulletin, n. 184, 1998, pp. 216-232. Non riconosce
nella figura un tamga Billion, Graphische Zeichen, op. cit., p. 135, che si limita – erroneamente –
a considerarlo un non meglio precisato «monogramma».
127
ALessAndro sAvoreLLi
Bandiere (portolani, Libro del Conocimiento) a confronto con emblemi mamelucchi, monete e
motivi decorativi bizantini e islamici
128
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
Fig. 11: Bandiere (portolani, Libro del Conocimiento) a confronto con emblemi mamelucchi,
monete e motivi decorativi bizantini e islamici.
48
Cfr. il dettaglio dell’immagine del ms. Arabe 5847 fol. 47v (Bibliothèque Nationale de France),
del 1237, che illustra la “processione del Ramadan”, ove si nota una bandiera identica. Ancora
una volta Billion, Graphische Zeichen, op. cit., pp. 289-291, si è fatto suggestionare da qualche
pallida analogia con certa simbologia ebraica, attribuendo tout court all’influenza di colonie
giudaiche l’origine di questo segno, così come delle varie ‘stelle di Salomone’ presenti sulle
bandiere attribuite ad altre città, come Semiso in Asia Minore (ibid., pp. 288-289). In entrambi
i casi si tratta di una lectio facilior, indimostrabile e di impianto filologicamente assai debole.
129
ALessAndro sAvoreLLi
49
N.F. Marino, “Introduzione” a Libro-ed. Marino, p. XLVII.
50
Cfr quanto ne scrive A. Nagel (http://www.museenkoeln.de/home/bild-der-woche.aspx?bdw
=1998_02), mostrando il calco delle figure attribuite ai magi da quelle attribuite nel Libro del
conosçimiento a paesi africani e asiatici.
130
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
Fig. 12: Stemmi attribuiti ai Re Magi (U. von Richental) e bandiere attribuite a paesi asiatici e
africani nel Libro del Conocimiento.
omogenei: mezzelune e pochi altri segni relativamente comuni per l’area araba
(Siria, Egitto, Maghreb); ‘idoli’ tribali per quella africana; croci per gli stati afri-
cani e asiatici ‘cristiani’ (Etiopia, stati indiani, Georgia); quadrati, figure geome-
triche e tamga per quella turco-persiano-tartara (Turchia, canati tartari, Persia,
Sultanato di Delhi) 51. È un sistema emblematico che non ha niente a che vedere
con l’araldica immaginaria degli stemmari medievali o dei testi di Richental o
di Grünenberg, i quali costruiscono un improbabile catalogo di stemmi di pura
invenzione, attribuiti a sovrani e principi esotici, dall’aspetto «inquiétant ou
énigmatique» o addirittura «éminnement péjoratifs ou diaboliques», e in defini-
tiva concepito con intenti parodistici 52.
51
Il Catay resta più affidato all’immaginazione: l’Atlante catalano dà semplicemente tre mezzelune;
il Libro del conosçimiento la figura del Gran Khan in trono. Sulla valenza «culturale» della scelta
di questi segni apocrifi d’individuazione, ha correttamente insistito anche Billion, Graphische
Zeichen, op. cit., p. 126.
52
M. Pastoureau, «L’armorial universel de Conrad Grünenberg (1483)», in Armorial Grünenberg,
édition critique de l’armorial de Conrad Grünenberg (1483), pp. XVII, XXIII. Per un istruttivo
131
ALessAndro sAvoreLLi
confronto con l’araldica propriamente ‘immaginaria’ degli stemmari europei, cfr. per es. gli stemmari
Vijnbergen e Vermandois: http://www.briantimms.fr/Rolls/wijnbergen/0wnintroduction.html
http://www.briantimms.fr/Rolls/vermandois/rois01.html
132
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
Appendice
Nelle tabelle che seguono è messo a confronto il quadro politico del mondo come risulta dal Libro
del conocimiento con altre fonti dell’epoca. Abbiamo raggruppato i territori in distinte aree geogra-
fico-storiche: all’interno di esse, sono considerati insieme territori e località indicati con sufficiente
chiarezza nel Libro come appartenenti alla medesima dominazione politica, ma il dato è dubbio per
la frequente ambiguità dell’esposizione, le incongruenze e le differenze tra i vari mss. dell’opera.
Nelle col. 1, 2, e 3 sono riportati i dati desunti dal Libro del conocimiento, e cioè:
col. 1) il rango attribuito a un territorio o località
col. 2) il nome di un territorio o località (principalmente secondo l’ed. Marino)
col. 3) il nome attuale o storico (si è tenuto solo parzialmente conto delle ipotesi di identificazione
di territori o città, variamente proposte dai vari editori del Libro del conocimiento).
Le colonne seguenti (V, d, D, P, A, S) indicano la presenza di una bandiera attribuita allo stesso terri-
torio o località (indipendentemente dal fatto che la bandiera sia uguale o meno, a quella del Libro del
conocimiento) dai seguenti portolani: V = Perrino Vesconte, 1327; d = A. Dalorto, 1327; D = A. Dulcert,
1339; P = Pizzigani, 1367; A = Atlante catalano, 1375; S = G. Soler, 1380. I dati relativi al portolano
Pizzigani sono solo indicativi per la scarsa leggibilità dei vessilli, dovuta alle non buone condizioni di
conservazione. Le presenze nei portolani divergono in parte da quelle proposte nella tavola di concor-
danze compresa in A. Montaner, in Libro del conocimiento (Libro-Ms. Z), pp. 70-75.
Nell’ultima col. (JM), solo per i paesi extraeuropei, il segno » indica la menzione del territorio o
potenza politica nei Viaggi di J. Mandeville.
1 – Europa
a) Penisola iberica:
1 2 3 4 V d D P A S
reyno Castilla Castiglia x x x x x x
133
ALessAndro sAvoreLLi
1 2 3 4 V d D P A S
reyno Portogal Portogallo x x x x x
reyno Navarra Navarra
reyno Aragon Aragona x x x x x x
rey Çerdeña Sardegna = x x x x
rey Mayorca Maiorca ≈ x x x x x
reyno Granada Granada x x x x
b) Italia:
1 2 3 4 V d D P A S
señor de
çibdat Genova Genova l x x x x x x
isla Corçega Corsica = x x
reyno Lonbardia Lombardia
señor Pisa Pisa l x x x x x x
señor de
çibdat Florençia Firenze l x x x x x x
cabeza de
imperio Roma Roma l x x x x
reyno Napol Napoli x x x x
reyno Çeçilia Sicilia x x x x
señor Venecia Venezia l x x x x x
c) Francia:
1 2 3 4 V d D P A S
reyno Françia Francia x x x x x x
señor Bayona Bayonne
señor Tolosa Tolosa
señor Narbona Narbona = x x x x x
condado Flandes Fiandra x x
d) Isole britanniche:
1 2 3 4 V d D P A S
reyno Escoçia Scozia x x x x
reyno Inglaterra Inghilterra x x x x x
134
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
1 2 3 4 V d D P A S
rey desta isla Irlanda/Ibernia Irlanda = x x x
e) Impero:
1 2 3 4 V d D P A S
ynperio Alemaña Germania x x x x
reyno Boemia Boemia x x
f ) Polonia:
1 2 3 4 V d D P A S
reyno Polonia Polonia x x
reyno Litefama Lituania ≈
reyno Leon Leopoli, Galizia ≈ x
g) Ungheria - Schiavonia:
1 2 3 4 V d D P A S
reyno Ungheria x x x x x
reyno Transilvania
reyno señ. des-
tos montes Exclavonia Schiavonia x x x x
Boxnia Bosnia =
rey desta terra Narent Narenta x x x x
h) Scandinavia:
1 2 3 4 V d D P A S
reyno Dacia Danimarca x x x x
Frisa Frisia =
reyno Suevia Svezia x x x x
rey destas
islas Gotlandia, Oxilia Gotland, Ösel ≈ x
reyno Gotia Götaland (Svezia) ≈
reyno Noruega Norvegia x x
rey desta isla Irlanda Islanda? = x
rey desta isla Salanda Shetland? Sjaelland? =
135
ALessAndro sAvoreLLi
1 2 3 4 V d D P A S JM
rey desta isla Morea Morea
ynperio Costantinopla Costantinopoli x x x x x x
reyno Salonico Salonicco = x x x x x
reyno Lodomago ? ≈
reyno Meseber o Greçia ? Mesembria*, Grecia? ≈
reyno Castelle ? ≈ x
reyno Palolimen ? = x x
cabeza de
reyno Veçina Widdin ? (Bulgaria ?) x? x x
ynperio Trapesonda Trebisonda x x x x x x »
reyno Semiso Samsun x x x x x
Orden Rodas Rodi, Ord. di S.
Giovanni x x x x x
reyno Armenia Armenia (Minor) x x x x x x »
rey Chipre Cipro x x x x x
reyno, çibdat Feradelfia Filadelfia x x x
reyno Sant Estopoli Sebastopoli (Ge-
orgia) x x x x x
* oggi Nesebur (Bulgaria)
3 – Turchia
1 2 3 4 V d D P A S JM
çibdat Satalia Atalia (Panfilia) x x x x »
rey Turquia Turchia x x x »
reynado Savasco Sebaste, Sivas ? ≈ x x x x
rey Cunyo Iconio ≈ x x x x
reyno Antroçeta e Corincho Tarso e Corico x
reyno Atologo Aydin? x x
1 2 3 4 V d D P A S JM
provinçia Iherusalem Gerusalemme »
terra, rey Jafet Giaffa ? (Siria)
(Damasco) x x x »
136
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
1 2 3 4 V d D P A S JM
reyno Egipto Egitto x x x x x x »
rey (Soldan) Alixandria Sultano Mamelucco,
Alessandria x x x x x x »
reyno Arabia Arabia x »
ysla Sicroca Socrota =
5 – Maghreb/Africa mediterranea
1 2 3 4 V d D P A S JM
rey çibdat Luchon Lukk (Libia) x x x
rey Tolometa Tolmeta (Libia) x x x x x
rey, çibdat Tripul Tripoli (Libia) x x x x x
rey, çibdat Africa Mahdia (Tunisia) x
rey, çibdat Tunez Tunisi x x x x
rey, çibdat Bona Bona (Algeria) x x x x
rey, çibdat Costantina Costantina (Algeria)
rey, çibdat Bugia Bugia (Algeria) x x x x x
rey, çibdat Birschan Birshak* (Algeria) x x x x
reyno Tremecen Tlemcen (Marocco) x x x x
rey, çibdat Çepta Ceuta (Marocco) x x x
rey Benamarin Marocco x x x
rey, çibdat Marruecos Marrakesh x
tierra Çuçia Sous? (Marocco)
* città oggi scomparsa
6 – Africa nera
1 2 3 4 V d D P A S JM
rey, çibdat Sulgumença Sigilmasa*
reyno Guinoa Guinea x x
rey, çibdat Tocoron ? = x
reyno Tauser ? = x x
reyno Organa ? x x
reyno Tremisin ? x x
reyno Dongola Dunqula (Sudan) x
rey Ynsula Gropis ?
reyno Gotonie ?
137
ALessAndro sAvoreLLi
1 2 3 4 V d D P A S JM
rey Amenuam ?
ynperio Abdeselib, Prete
Gianni Nubia, Etiopia x x »
patriarca x
ynperio Magdasor Mogadiscio
* città in Algeria, oggi scomparsa
1 2 3 4 V d D P A S JM
ynperio Persia x x »
reyno Saldania ? =
reyno Caraol ? =
rey, pro-
vinçias Bandach, Caldea Bagdad, Caldea x »
8 – India
1 2 3 V d D P A S JM
reyno Dilini Sultano di Delhi x
reyno Viguy ? =
reyno Oxanap ? =
reyno Java e Trapovana Giava e Sumatra? »
9 – Cina, Tartaria
1 2 3 V d D P A S JM
ynperio Catayo, Gran Can Cina, Impero
Mongolo x »
reyno Sçim ? =
ynperio Armalet Canato di Ciagatay x »?
reyes Bocarin e Cato Buchara e
Kattakurgan »
ynperio Uxbeco, imp. de Sara Saray, Canato di
Quipciaq x x x x x »
cabeça de
reyno Pidea ? (Ucraina), vassallo = x
reyno Canardi ? vassallo =
138
ATLAnTi simboLici deLLo sPAzio PoLiTico
1 2 3 V d D P A S JM
reyno Tana Tana (Ucraina),
vassallo = x x x*
reyno Comania Cumania, vassallo =
rey Dernent Derbent (Russia),
vassallo =
* Pizzigani: Tana = Venezia
10 – Russia
1 2 3 V d D P A S JM
reyno Sabur, Castrama ?, Kostroma =*
reyno Roxia Russia
reyno Xorman ?
reyno Sicça, Nogarado Scizia, Novgorod »
reyno Maxar ?
rey Ircania »
* = Canato di Quipciaq
Nei 6 portolani considerati si trovano altre bandiere di località che non compaiono nel Libro del
conocimiento: salvo eccezioni, si tratta di bandiere che identificano con certezza singole città e non
stati o territori.
V d D P A S
Almeria x
Galizia (Spagna) x x
Barcellona l x x x x x
Bretagna x x
Marsiglia l x x x x x x
Montpellier l x x x x x
Milano l x
Padova l x
Aquileia l x
Albenga l x
Bologna l x
Ravenna l x
Siena l x
Savona l x x x x x
139
ALessAndro sAvoreLLi
V d D P A S
Ventimiglia (o Monaco ?) l x x x x
Gaeta l x
Messina l x
Napoli (città) l x
Zara l x x? x
Ragusa l x x?
Durazzo x x? x
Varna (Bulgaria) x x x
Focea x x x x
Creta (=Venezia) x
Armenia (Maior) x
Gabes (Tunisia) x x
Orano x
Melilla x
Tripoli di Siria x
Aden x
Jaffa o Tiro ? x
Caffa (=Genova) x x
Maurocastro (Ucraina)* x
Mosca? (Russia)* x
Sinope (Asia Minore) x
Re Stefano (India) x
Re Colombo (India) x
* già Akkerman (in turco), oggi Bilhorod-Dnistrovsky.
140
O MUNDO COMO LUGAR DE PODERES
NO «LIVRO DO CONHECIMENTO»
141
PAuLo cATArino LoPes
2
Cf. Libro del conosçimiento de todos los reynos et tierras et señoríos que son por el mundo et de las
señales et armas que han cada tierra et señorío por sy et de los reyes et señores que los proueen, escrito
por un franciscano español á mediados del siglo XIV, Marcos Jiménez de la Espada (ed.), Madrid,
T. Fortanet, 1877.
3
Cf. Book of the knowledge of all the kingdoms, lands, and lordships that are in the world, and the
arms and devices of each land and lordship, or of the kings and lords who possess them, Clements
Markham (ed.), London, Hakluyt Society, 1912; Kraus Reprint, Millwood, 1967.
142
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
2. A autoria e a datação do LC
4
Cf. Libro del conosçimiento de todos los rregnos et tierras et señorios que son por el mundo, et de
las señales et armas que han, María Jesús Lacarra, María del Carmen Lacarra Ducay y Alberto
Montaner (ed.), ed. facsimilar del Manuscrito Z (Múnich, Bayerische Staatsbibliothek, Cod.
Hisp. 150), Zaragoza, Institución “Fernando El Católico” (CSIC), 1999.
143
PAuLo cATArino LoPes
5
Acerca desta questão veja-se “El Libro del Conosçimiento: un viaje alrededor de un mapa”, op.
cit., pp. 83-84; Martín de Riquer, “La heráldica en el Libro del conoscimiento, por tercera vez”,
op. cit., pp. 150-151; Maria Jesús Lacarra y Alberto Montaner, “Análisis codicológico y tradición
del manuscrito Z” in Libro del conosçimiento de todos los rregnos et tierras et señorios que son por el
mundo, et de las señales et armas que han, op. cit., pp. 22-23; Peter E. Russell, “La heráldica en el
Libro del conoscimiento”, op. cit., p. 690.
144
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
145
PAuLo cATArino LoPes
«Los caminos ciertos para catayo son dos el vno es por costantinopla et
trauesar el mar mayor, et entra por el mar de letana et entra por tierra de
auegazia et dende entrar por tierra del Rey dauid et pasar apres de armenia
la mayor et atrauesar todo el reyno de armenia la mayor et yr al puerto del
fierro et de si entrar enel mar de sara et yr a la ysla de janula por el golfo de
monimenti et salir en la ciudad de de trastago et dende tomar camino para
norgancio. et desende trauesar los montes caspios et de si a la ciudad de
cato et dende al reynado de bocarin et atrauesar toda asia que non fallara
ciudades nin villas fasta el jmperio de catayo El otro camino es entrar enel
mar mediterraneo et yr a la ysla de chipre et dende a armenia la mayor et
dende a la ciudad de sauasto que es en la turquia et yr camino fasta el rio
eufrates et trauesallo en la ciudad de argot et trauesar el jmperio de meso-
potania et de si llegar al rio de ar et trauersalo por el reyno de la eglesia que
es el jmperio de persia et trauesar toda persia et yr por la ciudad de toris et
dexar el mar de sara a la parte de siniestra et trauesar todo el reyno de siras
que no ay ciudad nin villas et trauesar otrosi el reynado de sarmagant et yr
siempre contra el leuante por el reynado de sçim. Esta scim no es de la que
de suso fablamos porque la otra sçim es en jndia la alta et confina con el
mar oriental el qual confina con el jmperio de catayo.» 9
9
ms. S, escudo LXXVIII in Libro del conosçimiento de todos los reynos et tierras et señoríos…,
Marcos Jiménez de la Espada (ed.), op. cit..
10
Cf. Miguel Ángel Pérez Priego, “Estudio Literario de los libros de viajes medievales” in Epos, vol.
I, 1984, pp. 217-239.
146
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
Isto também faz com que o LC vá muito para além da tradicional concepção
religiosa do espaço, que se exprime na repartição simplista do mundo em terri-
tório cristão e território infiel. Esta concepção está obviamente presente – França
é território cristão, ao passo que o Egipto é muçulmano –, mas não é de forma
alguma um factor determinante, pois o mundo surge antes representado numa
perspectiva essencialmente nobiliárquica, ou seja, como um amplo conjunto de
senhorios simbolicamente diferenciados através da figuração armorial. Isto para
além de que muitos destes espaços de poder se encontram sob o domínio de
povos gentios, como acontece na África subsariana e no Extremo Oriente.
Neste ponto é pertinente evocar o tópico do público leitor dos livros de
viagens tardo medievais. Com efeito, nos finais do século XIV e ao longo do século
XV, o público ibérico a que se destinavam os livros de viagens pertencia sobretudo
aos círculos cavaleiresco e aristocrático 11. Isto porque estas obras correspondiam,
mais do que a uma ideologia clerical e letrada, à mentalidade e formas de vida
cavaleiresca que marcaram a sociedade peninsular do final de Trezentos e, sobre-
tudo, da centúria de Quatrocentos.
Dito de outro modo, os fiéis e entusiastas círculos nobiliárquicos, ávidos
de narrativas que inflamassem o seu espírito de aventura e que, em última análise,
legitimassem culturalmente o próprio ambiente vivido na época – no caso portu-
guês projectava-se a expansão para o Norte de África –, absorviam de forma parti-
cularmente intensa os testemunhos, reais ou imaginários, da prática dos cami-
nhos do mundo.
Enquanto livro de viagens detentor de uma determinada visão do mundo,
o LC está já imbuído deste fenómeno. Nele está patente a orientação e o gosto
cavaleirescos, expressos na intenção clara do texto circular como um tratado de
geografia política e como uma exposição heráldica das armas de cada um dos
lugares e senhorios do mundo 12.
A isto juntamos o facto de, os leitores coevos do LC interiorizarem os
textos de viagens de uma forma que nada tem a ver com o procedimento actual.
Centravam a sua atenção no todo da obra, não operando uma clara distinção
entre o facto e o ficcional. O texto tinha por função preencher um vazio e quebrar
uma rotina, projectando o leitor no próprio espaço e tempo do texto. Assim,
este não se limitava a simplesmente ler a obra; antes interiorizava-a fazendo das
referências fornecidas pelo autor as suas próprias referências. O autor, por sua
vez, era decisivamente influenciado no processo de criação da obra pelo horizonte
de expectativas do público a que esta se destinava. Um e outro influenciavam-se
11
Cf. Miguel Ángel Pérez Priego, op. cit., pp. 235-236.
12
Idem, ibidem, pp. 236-237.
147
PAuLo cATArino LoPes
148
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
«esta reunión de notícias (…), algunas de las cuales pueden ser verídicas
y proceder incluso de su experiencia, otras verosímiles, comunicadas por
otros, y otras (sobre todo, las más lejas de África y Ásia) evidentemente
procedentes de relatos ficticios, através de tradiciones literarias, o inven-
tadas por la vía de la maravilha, propícia en todo viajero.» 20
17
Cf. Jean Richard, “Voyages réels et voyages imaginaires, instruments de la connaisance
géographique au Moyen age” in Culture et travail intellectuel dans l’Occident médiéval, Paris,
Centre National de la Recherche Scientifique, 1981, pp. 211-220.
18
Cf. Martín de Riquer, “La heráldica en el Libro del conoscimiento, por tercera vez” in Letters
and Society in Fifteenth-Century Spain: Studies presented to P. E. Russell on his Eightieth
Birthday, Alan Deyermond and Jeremy Lawrance (ed.), Oxford, The Dolphin Book Co.,
1993, pp. 149-151.
19
Cf. Peter E. Russell, “La heráldica en el Libro del conoscimiento” in Studia in Honorem Prof.
Martín de Riquer, Jaume Vallcorba (ed.), Barcelona, Quaderns Crema, 1987, pp. 687-697.
20
Libro del conosçimiento, Francisco López Estrada (ed.), op. cit., pp. 5-6.
21
Peter E. Russell, op. cit., p. 696.
22
Georges Duby, Sociedades Medievais, Lisboa, Terramar, 1999, p. 8.
149
PAuLo cATArino LoPes
María Jesús Lacarra, Jean Richard 23, Francisco López Estrada 24 e Paul
Zumthor alertam para o facto desta distinção entre livros de viagem reais e fictí-
cios ser pouco operativa. María Jesús Lacarra salienta mesmo que «las categorías
de verdadero, falso, realidad y ficción, literatura e historia nunca han resultado
tan inoperantes como al intentar aplicarlas a este terreno» 25.
Estabelecer divisões estanques entre “real” e “imaginário” para a época
coeva da concepção do LC não só é um exercício anacrónico como é também um
procedimento nada proveitoso no que toca a compreender realmente o impacto
do texto junto do público receptor. A questão central não deverá estar em saber
se o autor realizou ou não tal viagem, mas sim em apreender o que é que ele
considera importante conhecer no mundo, isto é, o que é fundamental saber e
revelar. Em última análise, o objectivo deve consistir em perscrutar a forma como
o mundo está representado na descrição desse périplo; a mundividência do autor
e da sociedade coeva; a importância da viagem enquanto veículo por excelência
para informar e dar a conhecer os universos da ordem e da desordem, do Eu e do
Outro, do conhecido e do desconhecido.
Outro argumento que revela a fraca operatividade da divisão entre relatos
reais e fictícios, bem como o carácter simplista destas classificações, reside na
23
«Le voyage du Franciscain est imaginaire; mais il apporte une description du monde, plus complète
que bien d’autres et à laquelle l’itinéraire supposé donne une unité plus facile à suivre que celle
que donne, à la même époque, une description comme celle de l’Anonyme de Cologne. Et il a été
considéré comme une récit authentique par les hommes de la fin du XIVe siècle: lorsque Jean de
Béthencourt conçoit l’idée d’un empire africain d’où l’on aurait pu “avoir légèrement des nouvelles
du Prestre Jehan”, c’est à partir du “livre que fit un Frère Mendeant qui environna iceluy pays et fut
à tous les ports de mer, lesquels il devise et nomme, et alla par tous les royaumes chrestiens et des
payens et des sarrasins qui sont de ceste bende.”», Jean Richard, “Voyages réels et voyages imaginaires,
instruments de la connaisance géographique au Moyen age”, op. cit., p. 215.
24
«El libro del conoscimiento… constituye una de las primeras manifestaciones de los libros
españoles de viajes, grupo de difícil encuadre en los quadros literarios pues su valor fundamental
se encuentra en la noticia, válida en cualquier consideración de orden cultural, sin que importen
sus condiciones poéticas. Sin embargo, en el periodo medieval cualquier manifestación de orden
narrativo, bien sea relativa a situaciones reales o bien lo sea a las imaginadas, es un testimonio
más para documentar el gran esfuerzo que supuso lograr la condición literaria en las lenguas
vernáculas europeas. En este caso, dentro del propósito narrativo, el intento por contar un viaje,
establecer un itinerario y describir lo que el autor haya visto es paralelo al de redactar un relato
imaginardo en el que unos personajes se mueven por los mundos de la ficción; además, suele
ocurrir que a veces el dato percibido por el viajero se mezcla con el que recibió por la vía de los
libros y no es posible separarlos en el autor medieval. Toda esta confusión se encuentra en El
libro del conoscimiento…», Francisco López Estrada, op. cit., p. 5.
25
María Jesús Lacarra, “La imaginación en los primeros libros de viajes” in Actas del III Congreso
de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval, Salamanca, Universidad de Salamanca, 1989,
p. 501.
150
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
26
Cf. María Jesús Lacarra, “El Libro del Conosçimiento: un viaje alrededor de un mapa” in Libro del
conosçimiento de todos los rregnos et tierras et señorios que son por el mundo, et de las señales et armas
que han, op. cit., p. 78.
27
Joaquín Rubio Tovar (ed.), op. cit., p. 64.
28
Christiane Deluz diz-nos a respeito desta obra que «Mais, bien évidemment, cette oeuvre devait
comporter une part, plus ou moins grande, de compilation» in Christiane Deluz, Le Livre de
Jehan de Mandeville une “Géographie” au XIV siécle, Louvain-la-Neuve, Publications de l’Ins-
titut d’Études Médiévales, Université Catholique de Louvain, 1988, p. 39. Mais adiante no seu
estudo, Deluz apresenta mesmo um quadro das fontes utilizadas por Mandeville (relatos de pere-
grinação e viagem [8 títulos], Histórias [3 títulos], enciclopédias [4 títulos], literatura religiosa
[5 títulos], literatura recreativa [3 títulos], tratados científicos [1 título], outras obras utilizadas
de forma pontual [9 títulos]).
29
«Mandeville a-t-il fait lui aussi partie de ces voyageurs sur les récits desquels il a bâti son ouvre?
L’examen du texte donne à penser que., pour plus d’un passage, il a été à lui-même sa propre
source.» Idem, Ibidem, p. 59.
151
PAuLo cATArino LoPes
30
Paul Zumthor, La Medida Del Mundo – Representatión del espacio en la Edad Media, Madrid,
Cátedra, 1994, p. 291
31
Cf. Rafael Beltrán, “Los libros de viajes medievales castellanos” in Filología Románica, anejo 1,
1991, pp. 121-164; Pedro Cátedra, “La dimensión interior en la lectura de los libros de viajes
medievales” in Actas del primer congreso anglo-hispano, Alan Deyermond and Ralph Penny (ed.),
vol. II, Madrid, Castalia, 1993, pp. 41-58; María Jesús Lacarra, “El Libro del Conosçimiento: un
viaje alrededor de un mapa”, op. cit., pp. 77-93.
152
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
durante mais de um século, vai-se estabelecer uma corrente que empurrará para os
caminhos da Ásia Central e do Oriente longínquo dezenas de ocidentais.
No entanto, em meados do século XIV, a Ásia fecha-se para os europeus.
O desmoronamento do império dos tártaros, a conversão ao Islão dos mongóis
do Turquestão e do Irão, juntamente com diversas outras causas, como a Peste
Negra e o Cisma, fazem com que terminem as missões. Uma consequência deste
fechamento está em que a recordação das viagens realizadas começa a desvanecer-
-se na memória dos ocidentais. É o momento em que, como salienta María Jesús
Lacarra, as lendas ancestrais recuperam terreno na mentalidade coeva e relatos
menos verídicos começam a impor-se como verosímeis: em torno de 1350, o
suposto John Mandeville escreve uma obra que combina um relato de peregri-
nação à Terra Santa com um livro das maravilhas da Ásia e em data não muito
posterior, outro autor desconhecido escreve o LC. Com efeito, não é por acaso
que estes textos são quase simultâneos. E também não é por acaso que conhe-
ceram uma grande divulgação.
Perante a falta de informação em primeira mão, as viagens imaginárias
contribuíram para saciar a sede de notícias dos leitores, os quais assimilavam
rapidamente estes relatos aos já conhecidos, e verídicos, de missionários e de
mercadores 32, operando assim uma complexa conexão entre dados autênticos e
imaginários, entre actualidade e tradição. Para nós, hoje, eles são diferentes, mas
na época coeva não. E o facto de o LC ter sido utilizado como fonte e apoio para
viagens reais é prova dessa circunstância. Como refere Paul Zumthor: «El autor y
su público eran indiferentes al criterio de credibilidad» 33.
María Jesús Lacarra defende que o princípio da credibilidade não funcio-
nava para os autores e leitores destas obras da mesma forma que para os actuais.
Os critérios que estavam na sua base eram inequivocamente distintos. Os leitores
de então liam a obra segundo uma pluralidade de perspectivas 34. Perspectivas
essas que, como assinala Hans Robert Jauss, determinavam a concepção das
32
Cf. María Jesús Lacarra, “La imaginación en los primeros libros de viajes”, op. cit., p. 501.
33
«No se puede decir, efectivamente, desde un punto de vista muy general, que lo que diferencia el
“viaje” de todos los desplazamientos humanos imaginables, es que culmina para el viajero en un
relato? Caso particular de un hecho más general todavía: cualquier toma de posesión territorial
se realiza a través de un relato, aunque sea el que produce o falsifica la prueba de un derecho. Se
agudiza una tensión entre la historia (el viaje tal y como fue, y como tal, inefable) y la geografía;
entre el tienpo irrecuperable y el espacio permanentemente disponible. Por esta razón resulta
inadmisible, en este nivel profundo, en este tema y en esta época, el criterio que opone, en
nuestra mente, lo “real” y lo “imaginario”. El autor y su público eran indiferentes al criterio de
credibilidad: se seguía ilustrando con dibujos fantásticos el texto de Marco Polo ciento veinte
años después de que fuera dictado!» in Paul Zumthor, op. cit., p. 290.
34
Cf. María Jesús Lacarra, “El Libro del Conosçimiento: un viaje alrededor de un mapa”, op. cit., p. 78.
153
PAuLo cATArino LoPes
próprias obras 35. A tese deste investigador baseia-se no conceito central de hori-
zonte de expectativas, o qual se define pelo conjunto de expectativas culturais,
éticas e literárias manifestadas pelos leitores no preciso momento histórico em
que a obra surge. Jauss defende que, para além da tradicionalmente aceite esté-
tica de produção e representação, existe outra ainda mais determinante, pois,
situada a um nível profundo, está na base dessa própria produção: uma estética
de recepção e influência. Esta estética tem por alicerces a precedente experiência
literária dos leitores e, sobretudo, o seu horizonte de expectativas relativamente à
obra que está para vir. Este estado mental predispõe e influencia o autor durante
o próprio processo de concepção da obra 36.
Por outras palavras, é tão importante conhecer o auditório e saber o que
este espera como conhecer o próprio significado da mensagem. O horizonte
de acolhimento e as expectativas do auditório impõem-se, assim, como funda-
mentais num estudo que pretenda abordar a relação entre uma obra literária de
carácter ficcional e as suas possíveis ligações com a realidade histórica.
No caso de textos como o LC, que mediante a utilização da primeira
pessoa fazem-se enquadrar no modelo autobiográfico, certamente que os leitores
operavam uma associação entre a obra e outras produções semelhantes, como
eram as relações de viagens dos missionários. Desta forma, os textos imaginários
ganhavam em autenticidade e credibilidade – o inverosímil do itinerário do LC
não impediu que fosse referência para os conquistadores das Canárias, ou até,
como defende Peter Russell, eventualmente para as expedições de D. Henrique
no litoral ocidental africano 37.
35
Cf. Hans Robert Jauss, “Literary history as a challenge to literary theory” in Toward an Aesthetic
of Reception, Paris, University of Minnesota Press, 1985, pp. 3-45.
36
«A literary work, even when it appears to be new, does not present itself as something absolutely
new in an informational vacuum, but predisposes its audience to a very specific kind of reception
by announcements, overt and covert signals, familiar characteristics, or implicit allusions. It awakens
memories of that wich was already read, brings the reader to a specific emotional attitude, and with
its beginning arouses expectations (…)»; «Reconstructed in this way, the horizon of expectations
of a work allows one to determine its artistic character by the kind and the degree of its influence
on a presupposed audience. (…) The way in wich a literary work, at the historical moment of its
appearance, satisfies, surpasses, disappoints, or refutes the expectations of its first audience obviously
provides a criterion for the determination of its aesthetic value. The distance between the horizon of
expectations and the work, between the familiarity of previous aesthetic experience and the “hori-
zontal change” demanded by the reception of the new work, determines the artistic character of a
literary work, according to an aesthetics of reception (…).» Idem, ibidem, p. 25.
37
Cf. Peter E. Russell, “A Quest Too Far: Henry the Navigator and Prester John” in The Medieval
Mind: Hispanic Studies in Honour of Alan Deyermond, Macpherson and R. Penny (ed.), London,
Tamesis, 1997, pp. 401-416; Idem, “The Infante Dom Henrique and the Libro del conoscimiento
154
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
5. Itinerário
del mundo” in In memoriam Ruben Andressen Leitão, J. Sommer Ribeiro (ed.), vol. II, Lisboa,
Imprensa Nacional-Casa da Moeda, 1981, pp. 259-267.
38
Paul Zumthor, op. cit., p. 291.
39
Paul Zumthor, op. cit., pp. 285-303.
40
Pedro Cátedra, op. cit., p. 44.
41
Miguel Ángel Pérez Priego, op. cit., p. 220.
155
PAuLo cATArino LoPes
5.1. Etapas
156
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
Quadro 1
157
PAuLo cATArino LoPes
«Parti del jnperio de Armalec et fuyme por la tierra muy grant camjno,
et como qujer que es muy poblada de gentes et de ganados, pero non ay
çivdades njn villas porque todos biuen en los canpos. Et llegue al jnperio
de Catayo et todas las mas çivdades que ende son,» 43;
42
ms. Z, escudo LXVIII
43
ms. Z, escudo XCI
158
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
Quadro 2
396
Lugares Partida / Chegada
297 247
198
99 69
36
15 10 7 6 2 2 1 1
0
Tipologia
44
ms. Z, escudo XCII
159
PAuLo cATArino LoPes
6. Descrição do Mundo
45
No século XII, as cidades com o seu florescente dinamismo económico e social romperam com
os rígidos quadros de uma sociedade predominantemente rural e tornaram-se, em simultâneo,
os principais centros de onde brotavam os avanços culturais da época. O despertar intelectual
do século XII teve, aliás, como base as escolas urbanas. Cf. Jacques Le Goff, “La fonction
économique” in Histoire de la France Urbaine. La ville médiéval, vol. II, Georges Duby (dir.),
Paris, Seuil, 1980, pp. 241-261; Idem, “O renascimento urbano” in A Civilização do Ocidente
Medieval, vol. I, Lisboa, Editorial Estampa, 1995, pp. 102-109; Paul Zumthor, op. cit., pp.
108-137.
160
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
Quadro 3
Espaços de poder
Nº Classificação Europa África Ásia Ref.
1 Impérios 3 2 8 13
2 Reinos 48 26 32 106
3 Senhorios 11 0 12 23
continua...
161
PAuLo cATArino LoPes
Espaços de poder
Nº Classificação Europa África Ásia Ref.
4 Condados 4 0 0 4
5 Ducados 1 0 0 1
6 Arcebispados 3 0 0 3
7 Bispados 25 0 0 25
8 Províncias 32 2 5 39
9 Cidades / Vilas 296 95 165 556
Total 423 125 222 770
Espaços de poder
770
556
616
Referências
462
308
106
154 13 23 4 1 3 25 39
0
162
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
163
PAuLo cATArino LoPes
46
O paraiso terrenal vem ilustrado como se de uma fortaleza/cidade se tratasse. A imagem, aliás, é
idêntica – em termos de estilo – às restantes representações de cidades.
164
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
47
Paul Zumthor, op. cit., pp. 118-119.
48
Idem, ibidem, p. 119.
49
«La ciudad rechaza con todo su ser lo que he llamado en otra ocasión el nomadismo de la sociedad
medieval: a un universo parcelado, opone su carácter macizo; a la disgregación de las soledades
rurales, al aislamiento de los linajes feudales, la concentración de los seres y de sus recursos (…).
Espacialmente, la ciudad es multiple. A su espacio físico y topográfico se une, para lo mejor
y para lo peor, un espacio social, un espacio económico, un espacio religioso (…), y que se
unifican en una “cultura urbana”. (…) La ciudad se define por una forma de ser en el mundo.»
Idem, ibidem, p. 124.
50
ms. Z, escudo V
51
ms. Z, escudo XIX
52
ms. Z, escudo XXVI
165
PAuLo cATArino LoPes
53
ms. S, escudo LXXXI
54
ms. S, escudo LXXXII
166
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
Quadro 4
7. Heráldica
55
Luis Krus, “Espaço na Idade Média” in Dicionário Ilustrado da História de Portugal, vol. I,
Lisboa, Publicações Alfa, 1985, p. 220.
167
PAuLo cATArino LoPes
Quadro 5
Heráldica
Reynado de Z I (…)
Castilla et
León
2 Reynado de S II Vn pendon con
Portogal castillos al derredor
et quynas en medio
Reynado de Z II (…)
Portogal
3 Señor de S III Vn pendon blanco
Bayona Con vna cruz
bermeja
56
ms S e Z
168
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
Reynado de Z IV (…)
Navarra
5 Señor de S V Vn pendon bermejo
Tolosa con vna cruz de oro
pintada
169
PAuLo cATArino LoPes
continua...
170
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
171
PAuLo cATArino LoPes
172
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
173
PAuLo cATArino LoPes
174
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
175
PAuLo cATArino LoPes
continua...
57
57
Em relação a este escudo o copista do manuscrito Z comete um equívoco, pois relaciona-o com
a cidade de Satalia quando na realidade refere-se à Turquia.
176
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
177
PAuLo cATArino LoPes
178
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
179
PAuLo cATArino LoPes
continua...
180
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
181
PAuLo cATArino LoPes
182
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
183
PAuLo cATArino LoPes
continua...
184
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
continua...
185
PAuLo cATArino LoPes
continua...
186
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
187
Mapa 1
188
23 N
121
17
18
117 119
15 116
20 19
10 16
12
22
21
14 13 118
9
8
7 115
11 120
105
6 36 38
28
34 35
27 102
29
3 5 104 97
4 30 37 106 113
26 31 109 108
103 101 96
1 59 32 100 107 92
2 25 110 114
46 47 95
64 58 42 112 94
45
86
90
73
81
87
78
79
82
83
80
91
lá destes três anéis, que através dos emblemas heráldicos representam o poder
senhorial no mundo, fica o desconhecido, o caos, a desordem, o anti-mundo.
A distribuição dos sinais heráldicos pelos três continentes conhecidos (ver
quadro 6 e gráfico correspondente), acaba por corroborar esta visão do mundo:
a Europa abarca 58 sinais, aproximadamente metade do total de 121. A Ásia e a
África apresentam valores aproximados, o que confirma a tese dos anéis/zonas de
influência.
Quadro 6
121
Sinais Heráldicos
58
30 33
0
Europa África Ásia
Continentes
189
PAuLo cATArino LoPes
Quadro 7
58
Cf. Maria Jesús Lacarra y Alberto Montaner, “Análisis codicológico y tradición del manuscrito Z”, op. cit..
59
Cf. Alberto Montaner “El Libro del conoscimiento como libro de armería” in Libro del conosçimiento
de todos los rregnos et tierras et señorios que son por el mundo, et de las señales et armas que han, op. cit.,
pp. 43-75.
190
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
60
Afirmamos “algum”, pois existem excepções flagrantes como comprovam os nos 91 e 93 do
quadro 5.
191
PAuLo cATArino LoPes
8. Repercussões do LC
«E llegamos al rrio del Oro, de que ya conte de suso, que se parte del
Billo, el qual nasçe de las altas sierras del polo Antarico, do dizen que es el
Paraiso Terrenal, e traujesa toda tierra de Nubia et de Etyopia e partese en
dos braços, el vno ba contra el el desierto de Egipto por Damjaco, e el otro
braço mayor biene al ponjente et metese en el mar Oçidental et djzenle el
rrio del Oro.» 63
61
Cf. Peter E. Russell, “A Quest Too Far: Henry the Navigator and Prester John”, op. cit.; Idem,
“The Infante Dom Henrique and the Libro del conoscimiento del mundo”, op. cit..
62
Cf. Gomes Eanes de Zurara, Crónica da Guiné, Lisboa, Civilização, 1998.
63
ms. Z, escudo LXXVI
192
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
«Et en este rreynado Amemjan entra vn braço del rrio Eufrates el que nasçe
de ças altas syerras del polo Antarico, do dizen que es el paraiso Terrenal.
E este rrio Eufrates fazese tres braços; el vn braço entra por medio del
rreyno de Amemjan, e los otros dos braços çercan todo el rreyno que han
en ancho en algunos lugares dos jornadas. E asy es el rreyno muy grande.
E dende trabese el dicto rrio et andude muy grant camjno en su rribera
que es mucho poblada, e llegue a vna grand çivdat que le dizen Graçiona,
que es cabeça del jnperio [de] Abdeselib que qujere dezir sieruo de la cruz.
E este Abdeselib es de la ygleia de Nubia e de Ethyopia e este defiende al
Preste Johan, que es patriarcha de Nubia et de Ethyopia, e señorea muy
grandes tierras et muchas çivdades de christianos» 64.
64
ms. Z, escudo LXXIX. De salientar que neste ponto do itinerário, o autor do LC engana-se ao
evocar o rio Eufrates.
65
Cf. Hans Robert Jauss, op. cit. p. 23 e 25.
193
PAuLo cATArino LoPes
Conclusão
66
Cf. María Jesús Lacarra, “La imaginación en los primeros libros de viajes”, op. cit..
67
Prova de que o LC corresponde a uma determinada mundividência e, mais especificamente,
a uma determinada concepção do espaço pelo homem coevo da sua redacção, são, em última
análise, as já enunciadas repercussões da obra.
194
o mundo como LugAr de Poderes no «Livro do conhecimenTo»
68
Referimo-nos ao Tratado de Tordesilhas, assinado na povoação castelhana de Tordesilhas em 7 de
junho de 1494, celebrado entre o reino de Portugal e o recém-formado reino da Espanha para
dividir as terras descobertas e por descobrir por ambas as Coroas fora da Europa.
195
PAuLo cATArino LoPes
ele conduz-nos por um mundo que tem coisas importantes a mostrar na e pela
viagem. E em todo este processo, o espaço assume-se como grande motor de
descoberta e reflexão.
196
UM PORMENOR NAS ARMAS DOS NORONHAS
1. Introdução
197
duArTe viLArdebó Loureiro
Fig. 2 – Pormenor do
timbre das armas dos
Noronhas onde se pode
observar a coroa de
espinhos, fólio IX.
198
um Pormenor nAs ArmAs dos noronhAs
3
BORGES, José Calvão (Estudo de), Livro do Armeiro-Mor, Lisboa, Academia Portuguesa da
História / Edições INAPA, 2007.
4
SOUSA, D. António Caetano de, Historia Genealogica da Casa Real Portugueza, TOMO III,
Lisboa, Edição QuidNovi/Público – Academia Portuguesa da História, 2007, p. 111.
5
FREIRE, Anselmo Braamcamp, Brasões da Sala de Sintra, volume I, Lisboa, Imprensa Nacional
- Casa da Moeda, 1996, pp. 7-23.
6
BORGES, José Calvão (Estudo de), Livro do Armeiro-Mor, Lisboa, Academia Portuguesa da
História / Edições INAPA, 2007, pág. 54.
199
duArTe viLArdebó Loureiro
7
FREIRE, Anselmo Braamcamp, Brasões da Sala de Sintra, volume I, Lisboa, Imprensa Nacional
- Casa da Moeda, 1996, pp. 47.
8
SEIXAS, Miguel Metelo de; GALVÃO-TELLES, João Bernardo, “A pedra de armas do paço
dos alcaides-mores de Óbidos: uma memória heráldica”, in Casa Nobre – Um património para o
futuro, Arcos de Valdevez: Município de Arcos de Valdevez, 2011, pp. 125-174.
9
FREIRE, Anselmo Braamcamp, Brasões da Sala de Sintra, volume I, Lisboa, Imprensa Nacional
- Casa da Moeda, 1996, pp. 48.
200
um Pormenor nAs ArmAs dos noronhAs
201
duArTe viLArdebó Loureiro
O título de conde de Vila Real foi criado por D. João I, entre 1415 e 1424,
a favor de D. Pedro de Menezes, que depois de suceder ao seu pai foi também 2º
Conde de Viana do Alentejo, 7º Almirante de Portugal, Alferes-mor do Reino,
Capitão e Governador de Ceuta, onde morreu em Setembro de 1473 e está sepul-
tado no Convento da Graça em Santarém. 10
O Conde de Vila Real foi casado três vezes. Do seu primeiro matrimónio
com D. Margarida de Miranda 11, filha ilegítima de D. Martim Afonso Charneca,
que foi Bispo do Porto e Arcebispo de Braga, 12 13 nasceram duas filhas:
D. Brites de Menezes, 2ª Condessa de Vila Real em vida de seu pai por este
ter cedido o título a favor da sua filha depois de ter recebido o título de Conde de
10
ZÚQUETE, Doutor Afonso Eduardo Martins (Direcção e Coordenação), Nobreza de Portugal
e do Brasil, Volume Terceiro, Lisboa, Edições Zairol. Lda, 2000, pp. 523-528.
11
D. Margarida de Miranda, ao que parece, estará sepultada no túmulo de seu marido, D. Pedro
de Menezes, no Convento da Graça, juntamente com D. Beatriz Coutinho, sua terceira mulher,
de quem descendem os Condes de Penela. Nos topos e na face lateral do túmulo estão represen-
tadas as armas do Conde de Vila Real. Na face lateral oposta, estão representados dois escudos:
o do lado esquerdo (de quem olha) partido com as armas de Menezes, Vila Real, com as armas
de Miranda. O que está à direita, também partido com as armas de Menezes, Vila Real, com as
armas de Coutinho.
12
ZÚQUETE, Doutor Afonso Eduardo Martins (Direcção e Coordenação), Nobreza de Portugal
e do Brasil, Volume Terceiro, Lisboa, Edições Zairol. Lda, 2000, p. 525.
13
FREIRE, Anselmo Braamcamp, Brasões da Sala de Sintra, volume I, Imprensa Nacional - Casa
da Moeda, Lisboa, 1996, p. 126.
202
um Pormenor nAs ArmAs dos noronhAs
Viana, veio a casar com D. Fernando de Noronha, 2º Conde de Vila Real, 14 pelo
seu casamento, irmão de D. Pedro de Noronha, Arcebispo de Lisboa, os quais
tiveram apenas dois filhos: D. Pedro de Menezes e D. João de Noronha.
O primeiro filho, homónimo de seu avô materno, D. Pedro de Menezes,
foi 1º Marquês de Vila Real e teve vasta descendência através do seu casamento
com D. Beatriz de Bragança e, também, descendência ilegítima. O ramo de Vila
Real usou por armas a dos Noronha, por ser a varonia, com um acrescentamento
honroso das armas do primeiro Conde de Vila Real colocadas em sobre-o-todo,
por ter caído a representação desta casa na varonia de D. Fernando de Noronha.
Fig. 4 – Armas dos Condes de Vila Real e de seus descendentes (Desenho do Autor).
14
Apesar de D. Fernando já ter o tratamento de Conde de Vila Real no princípio do ano de 1434,
a Carta de Mercê só foi dada por D. Duarte a 18 de Abril de 1434, onde nela faz referência do
“desejo que o seu defunto pai D. João I tivera de lhe fazer mercê da dita vila, com esse título”. In
ZÚQUETE, Doutor Afonso Eduardo Martins (Direcção e Coordenação), Nobreza de Portugal
e do Brasil, Volume Terceiro, Lisboa, Edições Zairol, Lda, 2000, pp. 523-524.
203
duArTe viLArdebó Loureiro
15
FREIRE, Anselmo Braamcamp, Armaria Portuguesa, Lisboa, Cota d’Armas Editores e Livreiros,
1989, p. 355.
16
FREIRE, Anselmo Braamcamp, Armaria Portuguesa, Lisboa, Cota d’Armas Editores e Livreiros,
1989, p. 357.
17
FREIRE, Anselmo Braamcamp, Brasões da Sala de Sintra, volume I, Lisboa, Imprensa Nacional
- Casa da Moeda, 1996, pp. 123-124.
18
ABRANTES, Marquês de, O Estudo da Sigilografia Medieval Portuguesa, Instituto de Cultura e
Língua Portuguesa, Lisboa, Ministério da Educação, 1983, pp. 104-106 (EXEMPLAR Nº 20).
19
ABRANTES, Marquês de, O Estudo da Sigilografia Medieval Portuguesa, Instituto de Cultura e
Língua Portuguesa, Lisboa, Ministério da Educação, 1983, p. 104.
204
um Pormenor nAs ArmAs dos noronhAs
20
“[…] de azul, estoque de prata, empunhado de ouro, posto em pala.” in GODINHO, António;
op cit., p. 25.
21
PINTO, Albano da Silveira; SANCHES DE BAÊNA, Visconde de, Resenha das Familias Titu-
lares e Grandes de Portugal, Tomo II, 2ª Edição, Lisboa, Editora de Francisco Arthur da Silva,
Lallemant Frères, Typ., 1991, p. 180.
205
duArTe viLArdebó Loureiro
3.2 – Odemira
22
SOUSA, D. António Caetano de, Memorias Historicas, e Genealogicas dos Grandes de Portugal,
Segunda impressaõ, continuada até o presente, Lisboa, Na Regia Officina Sylviana, e da
Academia Real, MDCCLV, pp. 97-111.
23
PINTO, Albano da Silveira; SANCHES DE BAÊNA, Visconde de, Resenha das Familias Titu-
lares e Grandes de Portugal, Tomo II, 2ª Edição, Lisboa, Editora de Francisco Arthur da Silva,
Lallemant Frères, Typ., p. 760.
24
FREIRE, Anselmo Braamcamp, Armaria Portuguesa, Lisboa, Cota d’Armas Editores e Livreiros,
1989, p. 356. FARO, Condes de – de prata, aspa de vermelho carregada de cinco escudetes do
206
um Pormenor nAs ArmAs dos noronhAs
todos os descendentes legítimos tenham vindo por linha feminina, alguns desses
ramos usaram o apelido Noronha e assim dando-lhe continuidade. 25
Podemos também excluir este ramo porque não é aquele que está represen-
tado no “Livro da Nobreza e perfeiçam das armas...”, pelos motivos expostos em
cima e porque na época em que foi elaborado o dito armorial, já não se represen-
tavam com o brasão de armas dos Noronha.
3.3 – Arcos
campo sobrecarregados cada um doutros cinco escudetes de azul, postos em cruz e em cada um
cinco besantes de prata; bordadura dos escudetes, de vermelho carregada de sete castelos de ouro.
Timbre: cavalo nascente de prata, bridado de vermelho, enfreiado de ouro, com três lançadas em
sangue no pescoço.
25
FREIRE, Anselmo Braamcamp, Brasões da Sala de Sintra, volume I, Lisboa, Imprensa Nacional
- Casa da Moeda, 1996, p. 48.
207
duArTe viLArdebó Loureiro
26
CASTILHO, Júlio de, Lisboa Antiga, volume VI, 2ª Edição, Lisboa, S. Industriais da C.M.L.,
1936, p. 135.
27
ABRANTES, Marquês de, O Estudo da Sigilografia Medieval Portuguesa, Lisboa, Instituto de
Cultura e Língua Portuguesa, Ministério da Educação, 1983, p. 303 (EXEMPLAR Nº 438).
28
Não se consegue distinguir devido ao desgaste do selo.
29
Descrição heráldica da pedra de armas que se encontra no Convento do Carmo, em Lisboa: Escudo
esquartelado: no I e IV de vermelho, castelo de ouro, com portas, frestas e lavrado de azul, o campo
mantelado de prata, com dois leões batalhantes, com as patas dianteiras cruzadas de púrpura, armados
e linguados de vermelho, bordadura de escaques de ouro e veiros de dezoito peças; no II e IV de prata,
cinco escudetes de azul postos em cruz, cada um carregado com cinco besantes do campo; bordadura
de vermelho, carregada de oito castelos no II quartel e de sete no III quartel, de ouro.
30
Ainda acerca deste selo, Armando de Mattos, no seu estudo sobre a Heráldica dos Noronhas, faz
também uma má leitura, afirmando que a bordadura é composta unicamente por veiros, como
sinal de bastardia e, como se pode confirmar, após uma observação mais cuidada, a bordadura
é composta por veiros e castelos. In MATTOS, Armando de (Director dos Museus Municipais
e Biblioteca Pública de Gaia), “A Heráldica dos Noronhas”, Separata da Revista Brotéria, Vol.
XXVI, Fasc. 3, Lisboa, 1938.
31
Braamcamp Freire em nota de roda pé faz a descrição de uma selo semelhante a este, encontrado
numa sentença de 4 de Janeiro de 1427, passada a Vasco Esteves, onde refere que a bordadura
208
um Pormenor nAs ArmAs dos noronhAs
Fig. 7 – Pedra de
armas dos Noronhas,
que se encontra no
Convento do Carmo,
em Lisboa.
está carregada de dezassete castelos. Devido à proximidade nas datas das sentenças, penso que
também deve haver aqui um equívoco em relação às peças na bordadura. In FREIRE, Anselmo
Braamcamp, Brasões da Sala de Sintra, volume I, Lisboa, Imprensa Nacional - Casa da Moeda,
1996, p. 48.
32
ABRANTES, Marquês de, O Estudo da Sigilografia Medieval Portuguesa, Lisboa, Instituto de
Cultura e Língua Portuguesa, Ministério da Educação, 1983, p. 310 (EXEMPLAR Nº 450).
209
duArTe viLArdebó Loureiro
Fig. 8 – Representação
gráfica das armas que estão
nos selos referentes ao do-
cumento de 1427, perten-
centes ao Arcebispo de Lis-
boa, D. Pedro de Noronha
(Desenho do Autor).
210
um Pormenor nAs ArmAs dos noronhAs
211
duArTe viLArdebó Loureiro
4 – Coroa-de-Espinhos
37
BAPTISTA, Madre Soror Maria do (Prioresa do Mesmo Mosteiro), Livro da Fundação do
Mosteiro do Salvador da Cidade de Lisboa, Lisboa, Pedro Crasbeeck, 1618, p. 14.
38
BAPTISTA, Madre Soror Maria do (Prioresa do Mesmo Mosteiro), Livro da Fundação do
Mosteiro do Salvador da Cidade de Lisboa, Lisboa, Pedro Crasbeeck, 1618, p. 4.
39
Parece-me um pouco forçado e não se percebe bem se este escudo não terá sido colocado nesta
porta posteriormente. O estudo de Miguel Metelo de Seixas e João Bernardo Galvão-Telles
refere que o túmulo de D. João de Noronha foi destruído ou desapareceu com o terramoto de
1775 (sic). A pergunta que se coloca é a seguinte: Será que a pedra pertencia ao túmulo e foi
colocado em cima da porta depois deste terramoto?
40
SEIXAS, Miguel Metelo de; GALVÃO-TELLES, João Bernardo, “A pedra de armas do paço
dos alcaides-mores de Óbidos: uma memória heráldica”, in Casa Nobre – Um património para o
futuro, Arcos de Valdevez: Município de Arcos de Valdevez, 2011, pp. 125-174.
212
um Pormenor nAs ArmAs dos noronhAs
41
MERCURI, Chiara, “Stat inter spinas lilium : le Lys de France et la couronne d’épines”, Le
Moyen Age, tome CX, De Boeck Université, 2004, pp. 497-512, p. 499.
42
MERCURI, Chiara, “Stat inter spinas lilium : le Lys de France et la couronne d’épines”, Le
Moyen Age, De Boeck Université, 2004, pp. 504-507.
43
ARAÚJO, Norberto de, Peregrinações em Lisboa, livro X, 2ª Edição, Colecção Conhecer, Lisboa,
Editora Veja, 1993, p. 76.
44
BAPTISTA, Madre Soror Maria do (Prioresa do Mesmo Mosteiro), Livro da Fundação do
Mosteiro do Salvador da Cidade de Lisboa, Lisboa, Pedro Crasbeeck, 1618, p. 108.
213
duArTe viLArdebó Loureiro
Fig. 9 – Pedra de armas que está por cima do portal do Palácio do Salvador, com a representação
das armas dos Condes dos Arcos.
45
Escudo esquartelado: no I e IV de prata, cinco escudetes de azul postos em cruz, cada um carre-
gado com cinco besantes do campo; no II e IV de […], torre torreada de […] entre dois leões
assaltantes de […], armados e lampassados de […]; bordadura de vermelho, carregada de sete
castelos de ouro (NORONHA, dos Condes dos Arcos). Coronel de Duque.
214
um Pormenor nAs ArmAs dos noronhAs
D. Henrique II D. Fernando I
Rei de Castela e Leão Rei de Portugal
(* 1333, Andaluzia, Sevilha - † 30.05.1379, S. Domingos de la Calzada) (* 31.10.1345, Santarém - † 22.10.1383, Lisboa)
Teve de:
Infanta D. Beatriz
(† 1381, Ledesma)
fª de D. Pedro I, Rei de Portugal e de D. Inês de Castro
∞ Burgos, 1378
D. Fernando Enriquez D. Alfonso D. Isabel de Portugal
1º Senhor de las Alcáçovas Conde de Noroña e de Gijon (* 1364 - † 04.04.1435)
(*1365 - † 1438) (ca. 1350 - † 27.08.1395, França, Marans)
∞ 1406
D. Leonor Sarmiento
C.g.
215
duArTe viLArdebó Loureiro
6 – Conclusão
216
HERÁLDICA DA CASA DA TORRE DE GARCIA D’ÁVILA.
ORIGENS E VÍNCULOS, NO BRASIL E ALÉM-MAR
Christovão de Avila
217
chrisTovão de AviLA
Origens no Brasil
1
CALMON, Pedro, Apenas quanto a Diogo Alvares a cronologia é precisa: 1509 ..., in (CALMON,
Pedro, 1959, vol. I, p. 106).
218
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
2
Todos os brasões de armas aqui apresentados, foram executados pelo heraldista baiano Victor
Hugo Carneiro Lopes, sendo parte integrante do Armorial Histórico da Casa da Torre de Garcia
d’Ávila, in (AVILA, 2014, pp. 89-135) e (AVILA, digital, 2014, pp. 91-137).
219
chrisTovão de AviLA
Figura 3: Armas: Cartier, Des Granches, Le Gobien, Guyon Jamyn, Cidade de Saint Malo.
Fonte: Fotografias realizadas pelo autor.
“Le pénultième jour dud moys (juliet 1528) surdit fut baptisée Catherine du
Brésil, et fut compère noble homme Guyon Jamyn, recteur de Saint-Jagu, et
commère Katherine de Granches et Françzoise Le Gobien, fille de l’aloué de
Saint-Malo, et fut baptisée par Me Lancelot Ruffier, vicaire curé dud. lieu, led.
jour que dessur. − P. Trublet”. 3
3
OBRY, Olga, Catarina do Brasil – A Índia que Descobriu a Europa, Rio de Janeiro, Atlântica,
1945, p. 39.
220
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
“Reza a lenda contada pelos nossos primeiros historiadores que, por diversas
noites, o sono de Catarina era perturbado pela visão de uma mulher muito
alva, que afirmava ter vindo numa nau, pedindo que a mandasse buscar e
lhe fizesse uma casa. Inundada de piedade, espalhara a notícia dessa visão,
confessando que nunca deitara olhos a mais lindo rosto. Não lhe esquecia
a alvura, a majestade, o generoso sorriso, iluminado de candura angélica.
Catarina implora ao marido para que vá em busca dela. Da primeira vez,
Caramuru não a encontra, mas devido à insistência da mulher, obtém
sucesso na segunda diligência. Quando então a caixa foi aberta, Cata-
rina não tem dúvida e disse emocionada: Esta é a mulher que me aparece
em sonhos. E de joelhos, numa comoção indizível, a índia cristã venerou a
imagem, considerando-a uma visita milagrosa”. 4
4
PAIXÃO, Dom Gregório, OSB. O Mosteiro de São Bento da Bahia, Prêmio Odebrecht Clarival
do Prado Valadares, Rio de Janeiro e São Paulo, Versal, 2011, p. 218.
221
chrisTovão de AviLA
222
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
Figura 8: Aquarela de
Victor Hugo Carneiro
Lopes. Igreja e Mostei-
ro de Nossa Senhora da
Graça, São Salvador,
Bahia, 1660.
Fonte: Acervo parti-
cular. Fotografia reali-
zada pelo autor.
5
VASCONCELOS, Simão, Chrónica da Companhia de Jesus do Estado do Brasil, Lisboa, J.
Fernandes Lopes, 1865, p. 19.
6
CALMON, Pedro, História da Fundação da Bahia, Secretaria de Educação e Saúde, Salvador,
1949, p. 155.
223
chrisTovão de AviLA
224
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
Com base na inscrição existente na tela Visão de Paraguaçu (figura 12), repetida
na grande lápide (figura 13): “D. Catharina Alz’ Paraguasú Snr.a qe foi desta Capitania
da Ba. aq. deo aos Serenissimos Snres. nossos Reys de Portugal; fundou e deo, esta Igreja da
Virgem SS. e Snra. da Graça e estas terras annexas ao Principe dos Patriarcas S. Bento.
No anno de 1582” (AVILA, 2014, p. 55), a Academia Brasílica dos Renascidos, em
1759, discutiu com jurisprudência, a posição de Catarina Paraguaçu, concluindo que
a “doação que fez da Terra da Bahia, de que era Senhora Legítima, ao Rei de Portugal, foi
Valiosa, Sincera e Verdadeira, por cuja causa lhe mandou fazer a honra da visita aniver-
sária pelo Senado da Câmara, à Igreja da Graça, no dia em que a Igreja celebra o nasci-
mento de São João Batista.” (OBRY, 1945, p. 12-15).
Genealogia e Heráldica
Figura 14: Armas: Albuquerque, Ávila, Visconde da Torre de Garcia d’Ávila, Barão de Jaguaripe
e Visconde de Pirajá.
Fonte: Fotografias realizadas pelo autor.
Os Albuquerques
225
chrisTovão de AviLA
buco. Era o 3º filho de Lopo de Albuquerque, que por sua vez era primo legítimo
do grande Afonso de Albuquerque, o maior nome português na expansão para a
África, Índia e Ásia. Era irmão de D. Brites de Albuquerque, mulher de Duarte
Coelho Pereira, primeiro donatário, vindo em companhia deste, a quem o rei
D. João III fez a doação da Capitania de Pernambuco.
Figura 15: Armas: Dom Afonso Henriques, Henry II − Rei da Inglaterra, Afonso X de Castela,
Casa Real Portuguesa, Casa Imperial Brasileira.
Fonte: Fotografias realizadas pelo autor.
7
BARATA, Carlos Eduardo de Almeida e BUENO, Antônio Henrique da Cunha, Dicionário das
Famílias Brasileiras, São Paulo, Originis-X, 1999.
226
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
Figura 16: Castelo da Torre de Garcia d’Ávila, na colina de Tatuapara, Praia do Forte,
litoral norte da Bahia, Mata de São João, propriedade da Fundação Garcia D’Ávila.
Fonte: Fotografia realizada pelo autor.
227
chrisTovão de AviLA
Figura 17: Armas Reis de Jerusalém, Papa Adriano VI, Cardeal Arcoverde, Arquidiocese de São
Salvador da Bahia, Padre Frederico White Guerra.
Fonte: Fotografia realizada pelo autor.
228
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
8
Reproduções dos documentos originais, com as referências sobre o Armorial Histórico estão
publicados. Fotografias realizadas pelo autor. (AVILA, 2014 pp. 142-144).
229
chrisTovão de AviLA
“Le relevé des armoiries de la Casa da Torre est certainement du plus grand
intérêt. Il entre dans le programme de ce qui est prévu en Europe, mais
a en plus l’avantage d’être probablement un des plus importants recueils,
non seulement du Brésil, mais de tout le Nouveau Monde. etc.” 9
9
Ofício ao presidente do Centro Cultural e de Pesquisas do Castelo da Torre, Christovão de Avila,
nomeando o acadêmico brasileiro Dr. Rui Vieira da Cunha, para supervisionar e assegurar o
nível técnico da Exposição, no Museu Histórico do Exército e Forte de Copacabana.
230
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
10
Colégio Brasileiro de Genealogia, Carta Mensal n. 44, Ano VIII, Rio de Janeiro, I/ II/ 1997,
p. 6.
231
chrisTovão de AviLA
11
Imperial Irmandade de Nossa Senhora da Glória do Outeiro, Glória do Outeiro, Rio de Janeiro,
Ano II, Nº 14 – jan./2003, p. 3.
232
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
233
chrisTovão de AviLA
Catarina Paraguaçu
Mãe das Mães Brasileiras
e a Casa da Torre de Garcia d’Ávila
EXPOSIÇÃO NA IGREJA E MOSTEIRO DA GRAÇA DA BAHIA
Foto: CDAvila
Exposição inaugurada em 31.mar.2012, comemorativa dos 500 Anos do Nascimento de Catarina Paraguaçu e 650 anos da Nossa
Senhora da Graça, em Cascais, Portugal, acervo doado ao Mosteiro de São Bento da Bahia.
In: AVILA, Christovão de, BRASÕES DE ARMAS – Armorial Histórico da Casa da Torre de Garcia d’Ávila. Edição digital Apple. São Paulo: Europa, 2012.
Foto: CDAvila
Apresenta acervos do MHN – pinturas, aguarelas, documentos, panoramas, mapas e plantas, louças brasonadas, armaria, etc. – e de
colecionadores particulares, a exemplo do “Armorial de Garcia d’Ávila”, pertencente a Christovão de Avila.
In: Boletim Informativo da AAMH – Associação de Amigos do Museu Histórico Nacional, Ano XVI – nº 36 – junho 2013, p. 8.
234
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
Figuras 27: Conjunto escultórico Caramuru e Paraguaçu, da autoria do Mestre José Rodrigues,
na Praça da República, em Viana do Castelo, inaugurado na passagem do ano 2008/2009.
Fonte: Fotografia oferecida pelo fotógrafo vianense Carlos Rocha, em 2009.
235
chrisTovão de AviLA
Figura 28: BRASÕES DE ARMAS – Armorial Histórico da Casa da Torre de Garcia d’Ávila.
Fonte: (AVILA, 2014) e (AVILA, digital, 2014).
236
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
237
chrisTovão de AviLA
Figura 29: Armas: Navio Paraguaçu G-15, Ermida de N. Sra. da Graça, Cidade do Salvador,
Dom Emanuel d’Able do Amaral, OSB, Belonave Garcia d´’Ávila.
Fonte: Fotografias realizadas pelo autor.
A Espanha
Figura 30: Armas: Cidade de Ávila, Ordem dos Carmelitas, Santa Teresa de Ávila, no Museu
de Arte Sacra da Bahia, Armas: Ávila, Visconde da Torre de Garcia d´Ávila. 12.
Fonte: Fotografias realizadas pelo autor.
12
LOPES, Victor Hugo Carneiro, executor dos brasões de armas, in (AVILA, 2014, pp. 89-135).
238
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
A Itália
Figura 31: Em Turim, na Itália, tela do século XVI. Armas do Mosteiro de São Bento
e da Casa Real de Ivrea.
Fontes: Imagens e fotografias realizadas pelo Segretario Marco Chiolerio. Armas: Armorial
Histórico da Casa da Torre de Garcia d’Ávila. Fotografias realizadas pelo autor.
239
chrisTovão de AviLA
A França
Figura 32: Armas: Conde de Villeneuve, Conde de Pedroso de Albuquerque, Visconde de Mauá,
Dornelles, D. André Arcoverde de Albuquerque Cavalcanti. 14
Fonte: Fotografias realizadas pelo autor.
13
Laura Borello. Fotografias e participação pelo Segretario Marco Chiolerio −. Resgate histórico
e apoio da Fundação Lorenzato. Armas: Mosteiro de São Bento da Bahia e Casa Real de Ivrea.
(AVILA, 2014, p. 150-151).
14
LOPES, Victor Hugo Carneiro, executor dos brasões de armas, in (AVILA, 2014, pp. 89-135).
240
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
Referências
241
chrisTovão de AviLA
242
heráLdicA dA cAsA dA Torre de gArciA d’áviLA.
243
SELOS DE LACRE COM ARMAS PORTUGUESAS EM KEW
Figs. 1 e 2 – Selos de lacre vermelho, circulares com as armas de D. Maria Francisca de Sabóia.
245
João cAeTAno de cArvALho sAmeiro
1
National Archives, Kew, SP 89/6, Fólio 72: Queen of Portugal to Charles II. Thanking him
for the friendly assurances sent by Sir Peter Wych, which she heartily reciprocates, não datada,
Lisboa.
246
seLos de LAcre com ArmAs PorTuguesAs em Kew
247
João cAeTAno de cArvALho sAmeiro
8
SOUSA, D. António Caetano de, História Genealógica da Casa Real Portugueza, vol. IV, Lisboa,
ed. QuidNovi/Público, 1947, f. 46, estampas cxi.
9
Idem, estampas cxi e cxiii.
10
National Archives, Kew, SP 89/4, Fólio 183: Don Emanuel, self-styled Prince of Portugal, to Sir
Nicholas Edwards. Begging letter.
248
seLos de LAcre com ArmAs PorTuguesAs em Kew
11
DUERLOO, Luc, “Peregrinations of a Pretender, D. Manuel of Portugal (1568-1638) and
his Offspring in the Netherlands”, Armas e Troféus, IX Série – Tomo I, Lisboa, ed. Instituto
Português de Heráldica, 1990.
12
SOUSA, D. António Caetano de, História Genealógica da Casa Real Portugueza, vol. IV, ed.
QuidNovi/Público, 1947, p. 46, estampas cxiv a cxviii.
13
SOARES DE ALBERGARIA, António, Tropheos Lusitanos, Lisboa, Impresso por Jorge
Rodrigues, 1632, pp. 11-12.
249
João cAeTAno de cArvALho sAmeiro
14
National Archives, Kew, SP 89/6, Fólio 115: Marquis de Sande to Secretary Bennet. Asks that Mr
John Green, merchant of London, may be prevented from going abroad until he has paid the duties
due to the King of Portugal, 14 Maio 1663 Londres.
250
seLos de LAcre com ArmAs PorTuguesAs em Kew
15
National Archives, Kew, SP 89/6, Folio 299: Marquis de Sande to Lord Arlington. Commends
Bishop Russell and the Portuguese envoy to Arlington, and asks latter to support their efforts to bring
about a stricter alliance between the two Crowns.
16
National Archives, Kew, SP 89/8, Fólio 8: Marquis de Sande to Lord Arlington. After profuse
compliments, gives a pessimistic impression of the abortive Anglo-Spanish negotiations at Madrid.
His own health has been very bad for the last four months, 26 Jan. 1667 Lisboa.
17
DUARTE, Sérgio Avelar, Ex-Libris Portugueses Heráldicos, Porto, ed. Civilização,1990, p. 453.
251
João cAeTAno de cArvALho sAmeiro
guesa. 18 Os Mellos vêm por parte de D. Violante de Mello, avó paterna de Sande,
que foi filha de João de Mello, família de Évora associada ao Morgado do Freixial. 19
18
CASTELO BRANCO, Theresa Schedel, Vida de Francisco Mello Torres 1.º Conde da Torre –
Marquês de Sande Soldado e Diplomata da Restauração 1620-1667, Lisboa, ed. Livraria Ferin,
1971, pp. 13-19.
19
Idem, p. 20.
20
National Archives, Kew, SP 89/10, Fólio 127: Antonio de Sousa de Macedo to Joseph Williamson.
Asks him to induce Arlington to favour the business on which he has written the latter, Setembro
1669.
21
GAYO, Manuel José da Costa Felgueiras, Nobiliário de Famílias de Portugal, vol. X, Braga, ed.
Carvalhos de Basto, 1989-1990, pp. 324, 342-343, 369-370 e 446.
252
seLos de LAcre com ArmAs PorTuguesAs em Kew
22
MARTINEZ, Pedro Soares, História Diplomática de Portugal, Coimbra, ed. Almedina, 2010,
pp. 194-196.
253
HERÁLDICA NO HOSPITAL RAINHA DONA ESTEFÂNIA
255
migueL meTeLo de seiXAs
2
AZEVEDO, Francisco de Simas Alves de, “Dois monumentos heráldicos de Estefânia de
Hohenzollern, Rainha de Portugal”, Hoja Informativa del Instituto Internacional de Genealogia e
Heráldica, nº 255, 1968, p. 2.
3
Veja-se sobretudo AZEVEDO, Francisco de Simas Alves de, “Apontamentos sobre algumas
armas dinásticas portuguesas oitocentistas e sua mensagem” in Fraternidade e Abnegação – a
Joaquim Veríssimo Serrão os amigos, Lisboa, Academia Portuguesa da História, 1999, vol. I,
pp. 453-466.
4
As obras de requalificação do hospital foram objecto de publicação própria: Hospital de D. Este-
fânia, em Lisboa. Inauguração das suas instalações depois de remodeladas e ampliadas, Lisboa,
Ministério das Obras Públicas, 1962.
256
heráLdicA no hosPiTAL rAinhA donA esTefâniA
oferecido para os festejos do seu casamento com D. Pedro V, com o fito de criar
um hospital para crianças carentes, a cargo de uma congregação religiosa 5.
A morte prematura da rainha impediu-a de levar por diante a sua determi-
nação. O rei viúvo procurou dar seguimento ao projecto, no qual investiu igual-
mente verbas da sua dotação, procurando por essa via homenagear a memória da
sua consorte. Não quis porém D. Pedro V entregar a administração do hospital
a uma congregação religiosa, mas mantê-la inteiramente civil; para delinear a
arquitectura do edifício, pediu conselho ao seu tio Alberto de Saxónia-Coburgo-
-Gotha, marido da rainha Vitória da Grã-Bretanha, que lhe enviou um projecto
elaborado pelo arquitecto Albert Jenkins Humbert; e para balizar o seu funcio-
namento, recorreu entre outros a Florence Nightindale, fundadora da escola
moderna de enfermagem. Para efectivar a criação do hospital, D. Pedro V nomeou
uma comissão cuja presidência foi entregue a seu irmão D. Luís, a qual tomou
posse a 30 de Janeiro de 1860. O terreno escolhido para a edificação foi destacado
da Real Quinta da Bemposta, que reunia “todas as condições que se requerem
para estabelecimentos de semelhante natureza, pois que, a uma exposição elevada
e ao norte da cidade, reúne a abundância de água e suficiente isolamento das
habitações” 6. Após a morte prematura do rei, o seu irmão e sucessor D. Luís deu
sequência aos trabalhos e investiu também recursos próprios na obra. Mas estes
continuavam a ser insuficientes e só a intervenção directa do Estado permitiu
finalmente a conclusão dos trabalhos e a inauguração em 1877, volvidos 18 anos
sobre a morte da rainha. O hospital destinou-se originalmente a atender apenas
mulheres, com excepção de uma enfermaria votada ao atendimento de crianças
de ambos os sexos, colocada sob invocação de Santa Estefânia.
Todo este longo processo ligou-se à construção da imagem póstuma da
rainha, de certo modo subsidiária da imagem do malogrado rei D. Pedro V: na
imprensa da época, como na historiografia, eles formavam um casal cercado
de uma aura romântica pela acumulação de expectativas deixadas incumpridas
pela dupla morte, precoce e trágica, do casal régio. Acresce que D. Pedro V
havia sido o primeiro soberano constitucional devidamente aclamado, sobre
quem recaíram as expectativas de regeneração da monarquia e da pátria num
momento que se queria de acalmia política, de endireitamento moral, de bem-
-estar material. O jovem monarca catalisava, amiúde a contragosto, a esperança
de um modelo político: o de uma monarquia inscrita num liberalismo mode-
rado. O seu casamento com D. Estefânia foi também o primeiro da monarquia
5
Para a história do hospital, segue-se a obra de BRANCO, Nuno Miguel Jacob, Hospital Dona
Estefânia. Um sonho de rainha, Lisboa, s.n., 1997 (texto mimeografado).
6
Proposta de Lei de 20 de Julho de 1860, apud BRANCO, Nuno Miguel Jacob, op. cit., p. 29.
257
migueL meTeLo de seiXAs
258
heráLdicA no hosPiTAL rAinhA donA esTefâniA
8
LOPES, Maria Antónia, op. cit., pp. 231-259.
259
migueL meTeLo de seiXAs
9
Estephania Rainha de Portugal. Vida de uma Princeza alemã dos nossos dias, Lisboa, Lallemant
Frères, 1873.
10
A ligação a D. Estefânia podia ter, à data das obras finais do hospital, uma relevância acrescida,
na medida em que o outro ramo da dinastia de Hohenzollern, reinante na Prússia, se mostrara
capaz de reunificar a Alemanha em 1870, elevando-a novamente à condição de Império, tendo
então passado a chefiar uma das mais importantes potências europeias.
11
O escudo completo era partido de um traço e cortado de dois, o que perfazia seis campos: 1) de
ouro, um leão de negro, bordadura componada de prata e de vermelho (armas do burgravado
de Nuremberga); 2) de vermelho, dois ceptros de ouro passados em aspa (dignidade hereditária
de camareiro-mor do Império); 3) cortado de prata e de vermelho (senhorio de Heigerloch e
Wehrstein); 4) de vermelho, um veado de ouro (condado de Sigmaringen); 5) de ouro, três
hastes de veado postas em faixa e dispostas em pala (condado de Veringen); 6) de prata, um leão
de vermelho armado, lampassado e coroado de ouro, bordadura de negro carregada de besantes
de ouro (condado de Berg). Sobre esta composição complexa assentava então o escudete sobre-
-o-todo esquartelado de negro e de prata, correspondente às armas medievais do condado de
Hohenzollern.
260
heráLdicA no hosPiTAL rAinhA donA esTefâniA
12
LOPES, Maria Antónia, op. cit., p. 49.
13
Apud LOPES, Maria Antónia, op. cit., p. 50.
261
migueL meTeLo de seiXAs
Portugal-Hohenzollern 14. Teria sido natural que as mesmas armas ornassem, por
exemplo, as fachadas de instituições fundadas ou protegidas pela rainha; e que,
numa dimensão menos pública, figurassem também em objectos encomendados
e usados por D. Estefânia nas diversas residências da família real 15.
A heráldica de D. Estefânia, tão escassa em edifícios construídos em sua
vida, estava porém prometida a uma exibição póstuma de relevo. O edifício
projectado para o hospital dedicado à sua memória ostenta ainda hoje uma
monumental pedra de armas na sua fachada. Trata-se de um escudo partido de
Portugal e Hohenzollern, esculpido em alto-relevo e com a figuração dos esmaltes
conforme o código heráldico de tracejados (fig. 2).
O escudo assenta sobre uma discreta cartela de acantos, ao gosto das
gravuras heráldicas da época, sendo
contido num amplo manto ligado
em cima pela coroa real fechada,
repuxado por um cordão de cada
lado. Dos lados deste conjunto
irrompem duas largas volutas flan-
queadas por urnas, que permitem
integrar de forma harmoniosa a pedra
de armas no topo da fachada, sobre a
qual este conjunto forma um frontão
(fig. 3). A qualidade escultórica desta
peça heráldica é notável, sobretudo
para as realizações costumeiras na
época: basta atentar no cuidado com
que é figurado o relevo das partições e
figuras dos escudos, de modo a
Fig. 2: Pormenor da pedra de armas da fachada salientá-las; ou na tridimensionali-
principal do Hospital D. Estefânia. dade da coroa, que se recorta contra o
14
CÔRTE-REAL, Manuel H., O Palácio das Necessidades, Lisboa, Ministério dos Negócios
Estrangeiros, 1983, p. 102. Indica este Autor que nos mesmos aposentos se encontram também
monogramas coroados do casal régio, que diferem dos da igreja de São Domingos por serem
constituídos pelas letras S (de Stephanie) e P (de Pedro).
15
Existem no paço real da Ajuda dois quadros, da autoria de Johann Adolf Lasinsky, que repre-
sentam os castelos de Hohenzollern e de Sigmaringen, berços respectivos da linhagem e do seu
ramo católico. As molduras exibem as armas dinásticas. A tradição quer que estes quadros tenham
sido oferecidos a D. Estefânia pelos seus pais, como forma de recordação das suas origens, tendo
porém chegado a Portugal após a morte da rainha. GODINHO, Isabel Silveira (coord.), D. Luís,
Duque do Porto e Rei de Portugal, Lisboa, Palácio Nacional da Ajuda, 1990, p. 141.
262
heráLdicA no hosPiTAL rAinhA donA esTefâniA
céu 16; ou ainda na delicadeza dos laços que retêm o manto, e no tratamento
gráfico dos seus bordados, dobras, franjas e forro. Hoje em dia, o efeito cenográfico
da pedra de armas encontra-se obnubilado pelas reformas que o edifício sofreu,
desastrosas do ponto de vista estético (fig. 4). Mas a sua aparência original é
263
migueL meTeLo de seiXAs
Fig. 5: Fachada principal do Hospital D. Estefânia na sua versão primitiva (Arquivo Municipal de
Lisboa, cota PT/AMLSB/BOB/000058, fotografia de Beatriz Chaves Bobone).
264
heráLdicA no hosPiTAL rAinhA donA esTefâniA
17
BRANCO, Nuno Miguel Jacob, op. cit., p. 33. Assinala este Autor que a pintura foi encomendada
à Escola de Artes Plásticas de Düsseldorf, cidade onde a rainha passara a maior parte da sua
infância e onde continuavam a residir os seus pais.
265
migueL meTeLo de seiXAs
Fig. 10: Logótipo actual do Hospital D. Estefânia, numa placa comemorativa da fundação da
Unidade de Cuidados Intensivos Neonatais.
266
heráLdicA no hosPiTAL rAinhA donA esTefâniA
possuía um amplo pátio interno, rodeado de arcadas (fig. 11). No extremo oposto
ao da entrada principal do edifício (sobre a qual, como vimos, se erguia a pedra
de armas), a fachada da capela deitava para esse mesmo pátio, ao centro do qual
se erguia uma bela fonte, hoje transposta para o meio de um espaço ajardinado à
direita da fachada (fig. 12). Esta fonte é enquadrada por duas esculturas assentes
sobre plintos, representando dragões (fig. 13), que se encontram ambos muti-
lados (um com muito maior gravidade que o outro, figs. 14 e 15). Naturalmente,
eles poderiam ter um sentido apotropaico comum à sua figuração; mas há indí-
cios que permitem vislumbrar-lhes outra interpretação.
O dragão (ou, mais correctamente, a serpe alada) fora adoptado em finais
do século XIV como timbre ou cimeira das armas reais, isto é, como figura que
encimava o elmo do rei 18. O sucesso deste timbre das armas reais portuguesas
Fig. 11: Pátio e fonte dos dragões na sua localização original (Arquivo Municipal de Lisboa, cota
PT/AMLSB/TAV/000010, fotografia de Manuel Tavares).
18
AZEVEDO, Francisco de Simas Alves de, “A cimeira do Rei de Portugal”, in Estudios Genealó-
gicos, Heráldicos y Nobiliarios en Honor de Vicente de Cadenas y Vicent, Madrid, Hidalguía, 1978,
tomo I, pp. 315-328; veja-se também IDEM, “Ainda o dragão do rei de Portugal”, Tabardo,
n.º 3, 2006, pp. 55-56; LIMA, João Paulo de Abreu e, Armas de Portugal. Origem. Evolução.
Significado, Lisboa, Inapa, 1998, pp. 102-106.
267
migueL meTeLo de seiXAs
268
heráLdicA no hosPiTAL rAinhA donA esTefâniA
Fig. 14: Um
dos dragões,
em relativo
bom estado.
Fig. 15:
Outro dos
dragões,
mutilado.
269
migueL meTeLo de seiXAs
levou à sua ampla divulgação, não só como cimeira mas também, a partir da
época moderna, como suporte (ou seja, o escudo era por vezes representado com
um dragão de cada lado, na posição de o suster) em substituição dos tradicio-
nais anjos. Mas mais curioso ainda foi o uso do dragão como «fera emblemá-
tica»: este animal fabuloso passou a funcionar como emblema livre da Casa Real,
sendo amiúde figurado de forma isolada, desligado dos demais componentes da
emblemática régia 19. E acabou mesmo por ser incorporado nas insígnias do poder
real, como se pode ver no ceptro hoje conservado no Palácio da Ajuda, em que
aparece carregado com um escudete de Portugal-Antigo (as quinas), a suster a
Carta Constitucional sobre a qual repousa a coroa real fechada 20.
O tema do dragão de tal forma foi divulgado que em 1833 D. Pedro IV,
querendo premiar a cidade do Porto pela fidelidade ao longo da guerra civil,
concedeu às armas deste município diversos acrescentamentos honrosos, entre os
quais o uso do dragão que era timbre da própria Casa Real 21. Para compreender
como o tema do dragão se havia tornado num emblema consagrado da Casa Real,
basta percorrermos o interior do paço da Ajuda para verificar a abundância deste
animal como elemento decorativo nos mais variados materiais. De resto, o navio
a vapor em que D. Luís costumava atravessar o Tejo para ir até ao Alfeite fora
crismado… Dragão.
A presença dos dragões a ladear a fonte do hospital, neste contexto, dificil-
mente seria desprovida de significado. Tanto mais que, do ponto de vista simbólico
e estético, as três manifestações heráldicas monumentais ficavam assim literalmente
alinhadas umas com as outras: o visitante que chegasse ao edifício veria primeiro a
pedra de armas solene da fachada, alusiva a D. Estefânia; depois de entrar, deparar-
-se-ia no pátio com os dragões brigantinos da fonte; penetrando por fim na capela,
voltaria a encontrar uma referência heráldica àquela rainha. Percurso simbólico,
portanto, inserível no uso da heráldica como instrumento de auto-representação e
de comunicação política da Casa Real portuguesa nesta componente essencial de
dedicação à causa do bem-estar dos seus súbditos, que fora tão cara a D. Estefânia.
19
AZEVEDO, Francisco de Simas Alves de, “Fizeram os Reis de Portugal e os Imperadores do
Brasil uso de «King’s Beast»?”, in Genealogica & Heraldica. Lisboa 1986. Actas do 17.º Congresso
Internacional das Ciências Genealógica e Heráldica, Lisboa, Instituto Português de Heráldica,
1989, vol. Heráldica, pp. 21-38.
20
GODINHO, Isabel Silveira (Coord.), Tesouros Reais, Lisboa, Palácio Nacional da Ajuda / Insti-
tuto Português do Património Cultural, 1992, pp. 134.
21
Cfr. SEIXAS, Miguel Metelo de, “A heráldica municipal portuguesa na transição do Antigo Regime
para a monarquia constitucional: reflexos revolucionários”, in RODRIGUES, José Damião
(Coord.), O Atlântico Revolucionário: circulação de ideias e de elites no final do Antigo Regime. Ponta
Delgada, Universidade dos Açores / Centro de História de Além-Mar, 2012, pp. 59-88.
270
O MANUSCRITO HERÁLDICO DE ANTÓNIO
FRANCISCO BARATA. O MANUSCRITO E
CONSIDERAÇÕES PRELIMINARES EM TORNO
DO MESMO
António Rei *
271
AnTónio rei
272
o mAnuscriTo heráLdico de AnTónio frAncisco bArATA.
(GEPB) 9. Quem a redigiu parece ter tido acesso, grosso modo, às informações do
dicionário Portugal (1904) 10, às do Dicionário Bibliográfico Português, naquela
versão de 1911, mas eventualmente terá tido mais algumas informações, porven-
tura orais, que terão contribuído para a contaminação onomástica que trans-
formou os Primeiros trabalhos para um diccionario heráldico…, da autoria de
Barata, num «Dicionário Heráldico» e do qual ele apenas teria sido um colabo-
rador.
As informações que se transformaram naquela reacção transformadora,
reportar-se-ão, de facto, a uma colaboração levada a cabo por Barata; colabo-
ração aquela que acabou integrando uma obra heráldica de outrem; e tudo
ocorreu nos primeiros anos da presença de Barata em Évora e na Biblioteca
Pública de Évora.
António Francisco Barata começou a trabalhar na Biblioteca Pública de
Évora (BPE) ainda no final do ano de 1869, o mesmo ano em que fixou resi-
dência na capital alentejana. Era então Director da BPE o Dr. Augusto Filipe
Simões, amigo de Barata e que o chamara para Évora e lhe conseguira trabalho no
Liceu e na Biblioteca 11.
Logo nos anos seguintes, em 1870 e 1871, teve Barata um primeiro
contacto documental e laboral com material heráldico e genealógico em depósito
naquela Biblioteca, pois foi-lhe incumbida a produção do traslado de um códice,
o CXVII / 2-16, e no qual se encontra um extenso conjunto de 74 Cartas de
Brasões de Armas.
O objectivo desse traslado era vir a integrar uma obra então em elabo-
ração pelo Visconde de Sanches de Baena, o renomado e já referido Archivo
Heraldico-Genealogico, que saiu a público em 1872. Esse material proveniente
da Biblioteca de Évora, e que Barata copiou, ocupa 89 páginas do Archivo, mais
exactamente as páginas entre 597 e 686, e intitula-se “Supplemento em que vão
trasladadas na integra as Cartas de Brazões d’Armas cujas copias ou registros
existem entre os manuscriptos da Bibliotheca Eborense (códice CXVII / 2-16)”.
Cremos, desta forma, ter conseguido identificar alguns conjuntos de factos
e factores que por serem ambas de natureza heráldica, acabaram por, mais tarde,
produzir uma fusão, e confusão, onomástica, e dar origem a um título que foi
criado por quem escreveu a notícia da GEPB.
9
V. supra n. 1.
10
Dicionário «Portugal», Lisboa, J. Romano Torres Ed., vol. II (1906): “Barata, António Francisco”,
pp. 75-76
11
Sobre esta amizade, v. REI, António, ob. cit., p. 46.
273
AnTónio rei
12
POIARES, José Maria Neves da Silva, António Francisco Barata – O Homem e a Obra, Tese de
Licenciatura em Filologia Românica, apresentada à Faculdade de Letras da Universidade de
Lisboa, 1950, 119 pp., dactilog.
13
MONTE, Gil do, Catálogo Geral Ilustrado das Obras de António Francisco Barata, Évora, ed.
Autor, 1966.
14
MONTE, Gil do, Bibliografia Periódica de António Francisco Barata na Imprensa Eborense, Évora,
ed. Autor, 1965.
15
RAMOS, Mário P., ob. cit., p. 30.
16
POIARES, José Maria N.S., ob. cit., p. 28.
274
o mAnuscriTo heráLdico de AnTónio frAncisco bArATA.
17
Algumas pequenas monografias municipais (Portel, Redondo, Reguengos e Viana) foram
publicadas em conjunto, em 1893, sob o título Alemtejo Histórico…; outros, como Alandroal,
Arraiolos, Borba e Estremoz, foram publicados em periódicos; e Mora, Montemor-o-Novo e
Mourão terão permanecido inéditos. No códice constam os manuscritos dos três últimos, mais
Arraiolos e Estremoz.
275
AnTónio rei
CAP. XXIII
DeclaraSe quaes Sam as Armas dos Reynos de Hespanha aSSi antiguas,
como modernas, & em que tempo comeSaram a usar dellas nesta Provincia
os Principes, & familias particulares. (p. 187);
CAP. XXIV
Declarase a origem,&principio das Armas do Reyno de Portugal &
explicase a profecia do Hermitam do Campo de Ourique Sobre a decima
Sexta geraSam (p. 192);
CAP. XXVI
Da ordem com que Se ha de formar o Escudo das Amas, das cores,&
metaes & sua Significaçam, do Elmo, Paquife & Tymbre, porque cauSas se
perdem, & que seja Chefe de linhagem (p. 215);
CAP. XXVII
ExplicãoSe alguas palavras & modos de falar praticados no uso da armeria
& formatura dos EScudos das Armas (p. 224);
276
REVISÃO GENEALÓGICA DE ALGUMAS LINHAGENS
DOS PRIMÓRDIOS PORTUGUESES. O CONDE
D. GOMES NUNES
Introdução
***
277
AugusTo ferreirA do AmArAL
***
278
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
Eis uma personagem que em Portugal não tem mobilizado a atenção que
mereceria. Parece ter sido muito relevante para a formação do reino português.
Não só teria tradição familiar apontada à autonomia do ocidente hispâ-
nico, como o seu poder, sobretudo militar, se revelou várias vezes decisivo para
a sorte dos confrontos internos que tiveram lugar neste ocidente no decurso dos
reinados de D. Urraca e de D. Afonso VII, como ainda porque da sua última
grande opção política decorreu a consolidação da independência levada a cabo
por D. Afonso Henriques. Não vou porém agora desenvolver estes pontos de
vista, por isso que a minha abordagem não é aqui predominantemente histórica,
senão genealógica, óptica na qual se faz mister corrigir erros e juntar informação,
hoje disponível, que não tem sido aproveitada.
«Este é o juramento que juro eu, Garcia, pela graça de Deus Rei, a vós
meus fiéis Dom Vestriário, Conde Dom Mido, Conde Dom Sancho. Juro
a vós – em primeiro lugar – por Deus Pai Omnipotente que fez o céu e a
terra, o mar e todas as coisas que existem, e pelos doze Apóstolos e doze
profetas e por quantos repousam no paraíso de Deus, que serei para vós, eu
– o Rei Dom Garcia – senhor bom com boa-fé e verdade e não vos retirarei
da vossa honra que tendes, quer esvaziando a vossa honra quer espalhando
o vosso mal, e que não o consentirei a nenhum homem, nem varão nem
mulher, que vos queira fazer mal. E se nisto eu desmentir o que está escrito,
seja perjuro e confundido por Deus do céu». 1
1
A tradução é por mim proposta para o texto, que foi publicado por LÓPEZ Sangil, J. L.,
e VIDÁN Torreira, M., “El Tumbo Viejo de Lugo (Transcripción completa)”, Estudios
Mindonienses, n.º 27, 2011, pp. 168-169; e também por PORTELA Silva, Ermelindo, Garcia
279
AugusTo ferreirA do AmArAL
II de Galicia. El Rey y el reino (1065-1090), série Corona de España, Burgos, 2001, n.º XXXIV,
p. 181.
2
Para estes nomes, mesmo relativos a personagens leonesas que pouca ou nenhuma ligação tinham a
Portugal, utilizo, não obstante, a forma correspondente em língua portuguesa, porque nas fontes da
época eles figuram em latim, pelo que, ao traduzi-los, não sou obrigado a apontá-los em castelhano
e é lógico que o faça em português, a língua do presente estudo; por outro lado aponho o tratamento
de “Dom” ou de “Dona” quando conheço algum documento fidedigno da época, em que tal
tratamento seja dado à personagem, norma que considero preferível quando exponho genealogias.
3
Esta identificação compagina-se com o que sobre ele recolheu e publicou TORRES Sevilla,
Margarita, Linajes nobiliarios de León y Castilla. Siglos IX-XIII, Junta de Castilla y León, 1999,
pp. 112-120.
4
PORTELA Silva, Ermelindo, ob. cit., p. 65.
5
PORTELA Silva, Ermelindo, ob. cit., pp. 62-64 e nota 153, e RIBEIRO, João Pedro, Dissertações
Chronologicas e Criticas, Academia Real das Sciencias de Lisboa, tomo I, 1860, p. 229.
280
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
O nome Mito ou Mido não era dos mais raros naquelas paragens e naquele
século, mesmo na nobreza próspera, como foi o caso de uma Aragunti prolix
Mitiz, casada com Petro Lovesendiz, depois de 1034 tratada quase sempre como
domna Aragunti, que entre 1028 e 1056 comprou muitos imóveis na região de
Braga, os quais veio a deixar, por testamento de 1073-04-04, à respectiva sé 6.
Luís Carlos Amaral estudou-os e ao seu avultado património, «avançando com
a seguinte hipótese: este casal que estudamos utilizou, muito provavelmente,
o poder senhorial, mais exactamente uma autoridade pública privatizada para
criar fortuna e aumentá-la. Ora, tal interpretação pressupõe, obviamente, que os
nossos protagonistas fossem membros da aristocracia» 7. Sabe-se por outro lado,
porque o revelou Avelino de Jesus da Costa, que «D. Aragunte excluiu [da deixa
à sé de Braga] os bens adquiridos em nome próprio depois de viúva, uma vez que
doou apenas a vila “Fontes de Aliste” que lhe tocou em partilha com os filhos» 8.
Ela teve pois filhos, para os quais, por morte de Pedro Lovesendo, ficou parte dos
bens que o casal possuía.
Muitas décadas depois, em 1101-02-10, um Gomizo Midiz doou à mesma
sé parte de várias propriedades em Penso, Ribanhos e Tenões, também no
concelho de Braga. Nessa escritura confirmaram Onoricus Mitiz, Godinus Mitiz e
Tota Mitiz, provavelmente seus irmãos 9.
E em 1122-01-06 Toda Midiz, que é certamente a mesma a que acabei de
referir-me, doou também à dita sé a quinta parte do que lhe pertencia em Penso,
concelho de Braga. Possuía tal hereditate de aviorum et parentum. Confirmou a
escritura, além de outros, um Mido Villamondiz, e entre as testemunhas figura um
Onorigus Midiz, que parece ser o confirmante na escritura de 1101.
É possível que o pai destes Midiz, um Mido, tivesse próximo parentesco
com a referida Aragunte. Pai não era, evidentemente; mas poderia ser seu filho.
Se foi esse o caso, teria recebido o praenomen do avô materno, o que era prática
bastante frequente.
6
Liber Fidei, publicado por COSTA, Avelino de Jesus da, tomo I, Junta Distrital de Braga, 1965,
pp. 57, 62-63, 63-64, 64, 65-66, 66-67, 68-69, 69-70, 73-74, 74, 75, 76, 77, 77-78, 79, 80-81,
82, 83, e 83-84; e, tomo III, Junta Distrital de Braga, 1990, pp. 27-28.
7
AMARAL, Luís Carlos, “Um património laico do Norte de Portugal no século XI: os bens
fundiários de Pedro Lovesendes e de D.ª Aragunte Mides”, Actas do Congresso Histórico 150 Anos
do Nascimento de Alberto Sampaio, Câmara Municipal de Guimarães, 1995, pp. 203-294.
8
COSTA, Avelino de Jesus da, O Bispo D. Pedro e a organização da diocese de Braga, Universidade
de Coimbra, 1959, vol. I, p. 366.
9
Liber Fidei cit., tomo III, pp. 110-111.
281
AugusTo ferreirA do AmArAL
E chamar-se-ia Mido Peres, por ser filho de um Pedro, o que acerta com o
nome do citado confirmante do documento de março de 1066.
Noutro contexto encontro um João Mides, cavaleiro de Coimbra pelos
anos de 1110, filho de Mido Crescones 10. Mas à primeira vista não se revelam
indícios de parentesco deles com os de Braga. Por isso não vou mais além.
Entretanto, numa carta de agnição com que terminou um litígio movido
pelo já referido bispo de Lugo D. Vistrário, exarada em 1062-09-05 e relativa aos
moradores de algumas vilas do concelho de Braga, figura, entre os sapitores que,
com os juízes do caso, apuraram a verdade passada sobre essas vilas, um Mito
Petriz de Leomar 11.
Não é impossível que fosse o mesmo de quem vimos tratando. Mas,
contra, será de salientar que parece muito longe de ter qualidade condal, não
só pelas funções que lhe são atribuídas, como também pelo apelido geográfico,
que aponta para uma pequena povoação nos arredores de Braga – Lomar. E isto
passava-se três anos e alguns meses antes de, como acima disse, um D. Mido
ser designado como conde e ser tão poderoso ou tão importante para o novo rei
Garcia, que este lhe destinou – a ele, a um bispo e a um neto de rei – um jura-
mento de que respeitaria as suas honras.
Mesmo assim Ermelindo Portela Silva admitiu muito dubitativamente que
se trate da mesma pessoa 12. E eu louvo-me dessa opinião, para não rejeitar por
completo a hipótese.
Por último registe-se uma importante carta de agnição de 1025-08-30,
com a qual terminou um litígio com os servos da igreja de Braga, movido pelo
bispo D. Pedro. Nela figuram, entre numerosos outros confirmantes, um Mitu
Arias, um Petrus Leovesindiz e um Gutier Leovesindiz 13.
É provável que estes dois últimos fossem irmãos, como sustenta Antonino
Fernandes 14 e que o Petrus Leovesindiz fosse o mesmo que em 1028 era marido
da acima referida Aragunte Mitiz. E perfeitamente possível que o Mitu Arias fosse
pai desta.
Se assim for, proponho o seguinte hipotético sumário genealógico desta
família que, apesar do praenomen Mido e do patronímico Mides, pode não ter que
ver com o conde D. Gomes Nunes:
10
GOUVEIA, Mário de, “O essencial sobre a analística monástica portucalense”, Lusitania Sacra,
Universidade Católica Portuguesa, Lisboa, 2.ª série, tomo XXV, p. 213.
11
Liber Fidei cit., tomo I, pp. 51-53.
12
PORTELA Silva, Ermelindo, ob. cit., pp. 64-65.
13
Liber Fidei cit., tomo I, p. 51.
14
FERNANDES, Maurício Antonino, Silvas – Históricos – Patronos dos Mosteiros de Stº Antonino
e de Tibães, Oliveira de Azemeis, 2005, p. 9.
282
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
I – MIDO ARIAS
Confirmou em 1025 um documento relativo a Braga.
Filha:
II – ARAGUNTE MIDES
Adquiriu, quer com seu marido quer depois de viúva, numerosos imóveis
em S. Mamede de Este, concelho de Braga, os quais deixou à respectiva sé.
Morreu em 1073 ou pouco depois.
Casou, em 1028 ou pouco antes, com PEDRO LOVESENDES, irmão de
Gutierre Lovesendes, genearca dos Silvas segundo Antonino Fernandes, e
filhos ambos de LOVESENDO ABOAZAR 15, que Mattoso menciona
como filho de ABOAZAR LOVESENDES 16.
Filho:
III – MIDO PERES
Em setembro de 1062 apoiou, como sapitor 17, uma inquirição feita
por um juiz suscitado pelo bispo de Lugo D. Vistrário.
Não é impossível, mas sim pouco provável, que fosse um dos três
magnates a quem, em Fevereiro de 1066, o rei Garcia da Galiza jurou que
respeitaria as suas honras e o mesmo que, em março de 1066, confirmou
um instrumento de aceitação, pelo dito rei, duma importante doação.
Filhos:
1(IV) – GOMES MIDES
Em Fevereiro de 1101 doou à sé de Braga vários bens imóveis
2(IV) – HONORICO MIDES
Ele e os dois seguintes confirmaram na referida doação. Hono-
rico testemunhou a doação de sua irmã Toda em 1122.
3(IV) – GODINHO MIDES
4(IV) – TODA MIDES
Em 1122 fez uma doação à sé de Braga.
283
AugusTo ferreirA do AmArAL
19
BARTON, Simon, The aristocracy in twelfth-century León and Castille, Cambridge University
Press, 1997, p. 297, nota 3.
20
VAQUERO Díaz, María Beatriz, e PÉREZ Rodríguez, Francisco, Colección documental del
Archivo de la Catedral de Ourense, I, (888-1230), Centro de Estudios e Investigación «San
Isidoro», León, 2010, p. 70.
21
BERNARD, Auguste, e BRUEL, Alexandre, Recueil des chartes de l’Abbaye de Cluny, Paris, 1894,
vol. II, p. 345.
22
Proponho para este trecho a seguinte tradução: «No entanto possuímos hereditariamente este
mosteiro e da nossa linhagem desde a própria origem, tal como todo outro herdeiro remoto, de
forma que, depois da morte do meu tio o conde D. Fernando, a metade dele, com inquirição da
verdade recorrendo ao direito régio, continuasse realmente metade do nosso pai. Não obstante,
eu adquiri a el-rei D Afonso, por cláusula para reforço, aquela metade que fora do meu tio».
23
HERRERO DE LA FUENTE, Marta, Colección diplomática del Monasterio de Sahagún
(957-1230), III (1073-1109), León, Centro de Estudios e Investigación «San Isidoro», 1988.
284
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
Sabe-se que a avó do conde D. Gomes Nunes atrás referido era a condessa
D. Gontinha. E, como logo se verá, trata-se da avó paterna.
24
GAMBRA, Andrés, Alfonso VI. Cancillería, Curia e Imperio, León, Centro de Estudios e
Investigación «San Isidoro», 1998, vol. II, pp. 167-168.
25
SALAZAR Acha, Jaime de, “Los descendientes del conde Ero Fernández, fundador del
monasterio de Santa María de Ferreira de Pallares”, Galicia en la Edad Media, Madrid, Sociedad
Española de Estudios Medievales, 1990, p. 76; BARTON, ob. cit., p. 256, e TORRES Sevilla,
Margarita, ob. cit., pp. 294-295, e nota 1491.
285
AugusTo ferreirA do AmArAL
«faço carta de doação a vos Dom Gomes Nunez de todas aquellas herdades
que foraõ de vossa avò a Condessa Donna Gontinha e de vosso tio o
Conde Dom Fernão Mendez em toda aquella terra que de mim tendes
em Toronho, com toda a criação, a saber escrauos, e escrauas, arvores, e
bemfeitorias: e douuos estas terras, assi da jurisdição secular, como a dos
Mosteiros, as que estaõ ermas e pouoadas, as parrochias, e ermidas, como
milhor as possuiraõ os que foraõ da vossa geração, e da estranha. E alem
disso vos dou a minha palavra, que se Deos me der a terra, em qualquer
parte da qual se acharem herdades de vossos pães, que todas desde agora
vos prometo, pelo bom serviço, e agradauel fidelidade que ate agora
tiuestes:» 26.
«Facta Karta in Socobia redeunte Regina D. Urraca cum filio suo Rege
D. Adfonso a Toletana obsidione cum Galiciano exercitu sub era 1156, et
quotum XII. Kalendar. Octobris.» 27
26
BRANDÃO, frei António, Terceira parte da Monarchia Lusitana, Lisboa, 1632, p. 113.
27
RIBEIRO, João Pedro, Dissertações Chronologicas e Criticas, cit., tomo II, Lisboa, 1857, p. 108.
28
ANDRADE Cernadas, José Miguel, O Tombo de Celanova, Santiago de Compostela, Consello
de Cultura Gallega, 1995, tomo II, p. 749.
286
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
29
Como hipotetiza Barton, loc, cit.
30
E não em 18 de janeiro como consta da Chronica Gothorum, o que foi evidenciado por COSTA,
Avelino de Jesus da, O bispo D. Pedro … etc. cit., vol. I, p. 31.
31
“‘Livro Velho’, Portugaliae Monumenta Historica, Nova Série”, vol. I, Livros Velhos de Linhagens,
edição crítica de Joseph PIEL e de José MATTOSO, Academia das Ciências de Lisboa, 1980,
p. 25.
32
VAQUERO Díaz, María Beatriz, e PÉREZ Rodríguez, Francisco J., Colección documental
del Archivo de la Catedral de Ourense. I (888-1230), Centro de Estudios e Investigación «San
Isidoro», León, 2010, pp. 70-71.
287
AugusTo ferreirA do AmArAL
288
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
bens, aliás, eram decerto seus próprios, antes do casamento com o conde Nuno
Mendes. Quando não, é possível que fossem confiscados pelo rei, como parece ter
acontecido com outras propriedades deste 37.
Sabe-se que a mulher de Mido Peres era condessa. No entanto, não é obri-
gatório que tal qualidade se devesse ao seu casamento com D. Nuno Mendes.
Podia provir-lhe também do seu consórcio com o próprio Mido Peres, que era
conde em 1066.
Por outro lado não encontro notícia de qualquer outra condessa Goncinha que,
naquela época pudesse corresponder à mulher de Mido Peres ou de Nuno Mendes.
Parece preferível portanto a hipótese de que a D. Goncinha mãe de Nuno
e de Fernando Mides fosse a mesma que, já viúva de seu primeiro marido, o
conde Mido Peres, casou com o conde Nuno Mendes, de quem não terá tido
descendência que lhes sobrevivesse. E de que o mesmo Nuno Mendes, quando
com ela casou, fosse já pai de Loba Nunes, possivelmente também dum primeiro
casamento dele.
Desejaria ir mais além. Mas não disponho de dados que permitissem
saber quem foram os pais de D. Goncinha. Nem a mãe da referida Loba Nunes.
É matéria que, para mim permanece incógnita.
37
MATTOSO, José, A nobreza … etc. cit., p. 115.
38
BARTON, ob. cit., p. 256, nota 2.
39
FERNANDES, Almeida, “Guimarães, 24 de Junho de 1128”, Revista de Guimarães, vol.
LXXXVIII, 1978, p. 79; MATTOSO, José, Identificação de um país, Lisboa, 1985, vol. I, p. 155,
289
AugusTo ferreirA do AmArAL
rido Nuno Mides, a que ele chama Mendes. Os quatro irmãos Afonso, Mendo,
Sancho e Elvira Nunes eram, sim, filhos do dito D. Nuno Vasques de Celanova e
este, por sua vez, é tido por filho dum conde Vasco e de D. Gontrode Nunes, de
Portucale, tia do conde portugalense Nuno Mendes 40.
Barton tem manifesta razão em entender que o pai do conde D. Gomes
Nunes e de D. Fernando Nunes não foi Nuno de Celanova. Só falha, como se viu,
na medida em que chama Nuno Mendes a Nuno Mides e admite a identificação
dele como o conde português morto na batalha de Pedroso.
Mas no resto aquela descoberta veio pôr termo a um erro importante – a
confusão dos referidos dois Nunos – que até agora afectava em alguma medida o
conhecimento da actuação dos vários intervenientes no processo de gestação do
reino português.
Na base do erro está, ao que parece, o Livro do Deão. Deste nobiliário,
datado da primeira metade do séc. XIV, consta que o conde D. Gomes Nunes
era irmão de D. Sancho Nunes (o que casou com a infanta D. Sancha Henriques,
irmã de D. Afonso Henriques) 41.
O Livro de Linhagens do Conde D. Pedro, nos títulos 22 e 37, acompanha
tal versão 42. E os autores posteriores foram induzidos nesse erro por confiarem
nas ditas fontes. António Brandão 43, Frei Leão de São Tomás 44, Frei António da
Assunção Meireles 45, João Pedro Ribeiro, Luís Gonzaga de Azevedo 46, Manuel
Fernández Rodríguez 47, Almeida Fernandes 48, e até José Mattoso 49 e Sottomayor
Pizarro 50 creram que D. Gomes Nunes era irmão de D. Sancho Nunes.
290
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
A verdade, contudo, é que nem mesmo pode asseverar-se com total segu-
rança que os pais de um e de outro – que ambos eram Nunos e tinham dignidade
condal na Galiza – fossem parentes.
51
GAMBRA, ob. cit., vol. II, p. 55.
52
Ibidem, p. 170.
53
Ibidem, vol. I, pp. 566 e 577.
291
AugusTo ferreirA do AmArAL
morte, reverteriam para o mosteiro 54. A dita Ximena era, conforme Margarita
Torres Sevilla, a filha de Fernando Ordonhes e de Fronilde Gutierres 55.
É quase imperioso identificar este Fernando Nunes com o irmão do conde
Gomes Nunes, ambos filhos do conde Nuno Mides.
Não se acha pelas regiões em causa, outro qualquer magnate ou prócere
disponível para ser marido da referida Ximena e pai do dito Fernando Nunes.
Depois porque na escritura de 29 de dezembro de 1127, já acima citada,
Fernando Nunniz (filho do comitis Nunnoniz Midiz e neto da comitissa domna
Goncina) com sua mulher Maiore Ruderiquiz, fez uma doação à igreja de Ourense.
Ora estes Fernando Nunes e Maior Rodrigues foram os pais de D. Fronilde
Fernandes, mulher do conde Rodrigo Peres de Trava, o “Veloso”.
Tudo isto é reconhecido por Jaime de Salazar 56.
Nuno Mides casou portanto, pelo menos, com D. Ximena Fernandes, filha
de D. Fernando Ordonhes e de Fronilde Gutierres, neta paterna de D. Ordonho
Bermudes (filho ilegítimo de Bermudo II, rei de Leão) e de D. Fronilde Pais (filha
do conde Paio Rodrigues); e neta materna do conde Gutierre Afonso e de sua
mulher Goto 57.
E D. Fernando Nunes era filho da referida D. Ximena Fernandes.
Ora, como D. Fernando Nunes era irmão do conde D. Gomes Nunes, pare-
ceria à primeira vista que este último seria também filho da mesma D. Ximena.
Mas isso choca com a versão que os nobiliários medievais fornecem para a
ascendência do dito D. Gomes Nunes.
Todos eles dão este como filho de um conde D. Nuno e de D. Sancha
Gomes, filha dum Sousa – D. Gomes Egas – e irmã de D. Egas Gomes 58.
Tal filiação encontra apoio indirecto numa escritura de doação de
1102-02-10, na qual um Gomes Echegues e sua mulher Goldregodo Sandines,
com os filhos de ambos Paio Gomes, Egas Gomes e Frodilhe Gomes, doaram
Vila Boa, no concelho actual de Celorico de Basto, ao mosteiro de Pombeiro 59.
E noutra, de escambo, de 1103-07-11, pela qual Mendo Viegas, Gomes Nunes
54
HERRERO DE LA FUENTE, Marta, ob. cit., vol. III, pp. 538-539.
55
Ver TORRES Sevilla, Margarita, ob. cit., pp. 119-128.
56
SALAZAR y Acha, Jaime de, “Los descendientes … etc.” cit., p. 76.
57
Para a ascendência de Jimena Fernández, ver TORRES Sevilla, Margarita, ob. cit., pp. 119-128.
58
“Livro Velho”, cit., p. 25; “Livro do Deão”, cit., p. 65, e “Portugaliae Monumenta Historica, Nova
Série”, Academia das Ciências de Lisboa; Livro de Linhagens do Conde D. Pedro, publicado por
MATTOSO, José, vol. II/1, 1980, pp. 269-270.
59
Documentos Medievais Portugueses, Documentos Particulares, vol. III, publicado por AZEVEDO,
Rui Pinto de, Lisboa, Academia Portuguesa da História, 1940, p. 49, e MEIRELES, Frei
António da Assunção, Memórias … etc., cit., pp. 118-120.
292
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
60
Ibidem, p. 109.
293
AugusTo ferreirA do AmArAL
prova decisiva de que a mãe do conde Gomes Nunes fosse a mencionada Sancha
Gomes, e não a mesma Ximena Fernandes que era mãe de seu irmão Fernando
Nunes.
Há os nobiliários medievais, replicar-se-á.
Por aí também não fico eu bem convencido. Eles confundem o Nuno, pai
deste Gomes Nunes, com o de Celanova. Por que não teriam também confun-
dido a mãe? E o Livro do Deão e o Livro de Linhagens do Conde D. Pedro contêm,
para épocas anteriores ao séc. XIII, tantos erros e mesmo patranhas, que pouca
credibilidade por si sós merecem, à partida.
Pela cronologia, é admissível que essa Sancha Gomes tivesse procriado
Gomes Nunes entre 1070 e 1075 e morrido antes de 1090.
Com efeito, o irmão dela está referenciado em documentos entre 1094 e
1120 e o pai entre 1049 e 1072.
Contudo há um argumento mais forte no sentido de se apontar esta mãe
a Gomes Nunes, que não tenho dúvidas de ser o conde D. Gomes Nunes de
Pombeiro bem conhecido dos medievalistas.
É que ele foi enterrado e, ao que parece, por vontade própria, no mosteiro
de Pombeiro 61.
Ora não há melhor explicação para o facto senão a de entender que ele era
também da linhagem dos Sousas, patronos do dito mosteiro.
Do conde D. Raimundo:
1094 – doação do mosteiro da Vacariça à sé de Coimbra (confirmante) 62
Do conde D. Henrique:
1096 – foral a Constantim de Panóias (testemunha)
61
A acreditarmos em SANTO THOMAS, Frei Leão de, ob. cit., p. 54.
62
Livro Preto. Cartulário da Sé de Coimbra, publicado por COSTA, Avelino de Jesus da, e
RODRIGUES, Manuel Augusto, Arquivo da Universidade de Coimbra, 1999, p. 133; o nome,
Gumece Nuniz, havia sido mal lido em Portugaliae Monumenta Historica, Diplomata et Chartae,
1968, p. 485 (Gunterti nuniz).
294
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
De D. Teresa:
1112?-05-10 – venda de uma parte na igreja de Santa Leocádia (confirmante)
1112-08-01 – couto ao mosteiro de Pombeiro (doador duma parte)
1114-07-31 – doação duma ermida à sé de Viseu (confirmante)
De D. Urraca:
1115-11-26 – doação à sé de Santiago (confirmante) 63
1117-03-01 – couto à sé de Mondoñedo
De D. Teresa:
1120-04-18 – doação do burgo do Porto aos respectivo bispo (confirmante)
(1121-1128)-04-06 – couto ao mosteiro de S. Pedro de Cete (confirmante)
1122-02-17 – protecção aos moradores de Orense (confirmante)
1125-03-04 – foral a Ponte de Lima (confirmante)
1125-09-04 – doação de igrejas à sé de Tuy (confirmante)
1126-07-26 – doação à Ordem de Cluny, com seu irmão Fernando, do
mosteiro de Budiño (autor)
De Afonso VII:
1127-11-13 – couto à igreja de Compostela (confirmante) 65
1128-03-26 – doação de Vila Nova ao conde D. Suero (confirmante) 66
1128 – doação à Ordem do Templo (autor)
1128-05-27 – couto à sé de Braga (confirmante)
63
LÓPEZ Ferreiro, Antonio, Historia de la Santa A. M. Eglesia de Santiago de Compostela, Santiago
de Compostela, 1900, vol. III, Apêndices, p. 105.
64
RIBEIRO, João Pedro, Observações historicas e criticas para servirem de memorias ao systema da
diplomatica portugueza, Lisboa, 1798, p. 21.
65
FERNÁNDEZ Rodríguez, Manuel, ob. cit., p. 83.
66
Ibidem.
295
AugusTo ferreirA do AmArAL
2.2 – (In)Fidelidades
«estava Gomes Nunes que apoiava o rei menino e era rebelde à rainha,
poderoso pela situação dos seus castelos e pela multidão de soldados a pé
e a cavalo» 73.
67
LÓPEZ Ferreiro, ob. cit., vol. IV, Apêndices, p. 17.
68
Ibidem, p. 29.
69
DAVIÑA Sáinz, Santiago, “El monasterio de las Cascas (Betanzos)”, Anuario Brigantino, Betanzos,
21, 1998, p. 100.
70
FLÓREZ, Enrique, España Sagrada, edição da Revista Agustiniana, tomo XXII, Guadarrama,
2006, pp. 254-256.
71
REILLY, Bernard F., The Kingdom of León-Castilla under King Alfonso VII 1126-1157,
Philadelphia, 1998, p. 352.
72
CALDERÓN Medina, Inés, “Cum magnatibus regni mei”. La nobleza y la monarquia leonesas
durante los reinados de Fernando II y Alfonso IX (1157-1230), Madrid, Consejo Superior de
Investigaciones Cientificas, 2011, p. 319.
73
Versão minha, para português, da tradução para castelhano de FALQUE Rey, Emma, Historia
Compostelana, Madrid, 1994, p. 261, tendo o texto em latim sido publicado por FLÓREZ,
Enrique, ob. cit., tomo XX, Guadarrama, 2006, p. 333.
296
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
«as fontes diplomáticas revelam que de facto este poderoso senhor das
terras galegas do Minho manteve habilidosas ligações com os governantes
de Portugal não menos do que com os partidários do jovem Afonso, e
desviou a sua lealdade de um lado para o outro do rio segundo os seus
próprios interesses e sobrevivência ditavam.»
E mais adiante:
E mais adiante:
74
BISHKO, Charles Julian, “The Cluniac Priories of Galicia and Portugal: Their Acquisition and
Administration”, Spanish and Portuguese Monastic History. 600-1300, na Internet, http://libro.
uca.edu/monastic/monastic, pp. 7-8, a tradução é minha.
75
Versão minha, para português, da tradução para castelhano de PÉREZ González, Maurilio,
Cronica del Emperador Alfonso VII, Universidad de León, p. 86, tendo presente o texto em latim
da “Chronica Adefonsi Imperatoris" publicada em FLÓREZ, Enrique, España Sagrada, cit., tomo
XX, pp. 327-330.
297
AugusTo ferreirA do AmArAL
«Fez-se a paz entre eles por muitos anos, a qual, uma vez que era boa para os cris-
tãos, também lhes pareceu conveniente. O rei apartou do seu serviço o conde
Rodrigo e o conde Gomes Nunes porque eles haviam provocado a discórdia
entre o imperador e o rei. O conde Gomes Nunes, quando compreendeu que
era culpado, envergonhou-se e, atravessando em sua retirada os montes Piri-
neus, de boa ou má gana, uma vez que em nenhuma parte encontrava um
lugar para residir, fez-se monge num mosteiro cluniacense. Por outra parte,
movido o imperador por compaixão pelo conde Rodrigo, mandou-lhe comer
pão junto de si em sua cúria e que se lhe dessem presentes de ouro e prata como
a qualquer dos seus principais nobres que lhe assistiam na cúria.» 76
76
Ibidem, p. 89.
298
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
Uma dúvida importante decorre das fontes. Que rei confiscou os bens e
retirou o poder ao conde Gomes Nunes? Afonso VII ou D. Afonso Henriques?
Não há razões para duvidar de que tal ocorreu na sequência do combate de
Arcos de Valdevez, o qual se deu nos inícios de 1141 78.
77
SANTO THOMAS, Frei Leão de, ob. cit., pp. 53-54; trecho transcrito para a ortografia actual.
78
MATTOSO, José, D. Afonso Henriques, série Reis de Portugal, Rio de Mouro, Círculo dos
Leitores, pp. 136-137.
299
AugusTo ferreirA do AmArAL
79
Ibidem, p. 138.
80
BARTON, ob. cit., p. 256.
300
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
Não se afigura contestável que tenha casado com D. Elvira Peres, filha
do magnate da Galiza o conde D. Pedro Froilaz de Trava, e de sua 2ª mulher,
D. Maior Rodrigues, e portanto irmã consanguínea do conde D. Fernando Peres
de Trava. Isto é o que resulta de todas as fontes, incluindo documentos coetâneos.
O que está longe de esclarecido é qual foi a descendência de D. Gomes
Nunes.
Não se sabe de documento da época que aluda a filhos, o que é de estra-
nhar em conde tão poderoso, para mais fundador, pelo menos, dum importante
mosteiro.
Por outro lado, se é verdade o que afirmou frei Leão de S. Tomás – que ele
legou os seus bens, por sua morte, ao mosteiro de Pombeiro – isso pode constituir
um indício de que não teria herdeiros forçados.
Acresce que há fontes que aludem à sua própria deserdação, seja por Afonso
VII, seja por D. Afonso Henriques, sem que fossem contemplados com alguma
atenção régia os seus descendentes, como por vezes aconteceu, quando os reis
fulminavam algum súbdito com o confisco de património.
Estes argumentos não têm porém grande peso nem podem considerar-se
decisivos por isso que são, todos, ex silentio.
Existem ponderosas indicações de que terá tido pelo menos uma filha.
E, ao que parece, D. Fernando Eanes, fiel e importante membro da cúria de
Afonso VII, que veio a ser tenens de Montoro, era genro de D. Gomes Nunes,
por ser casado com uma filha deste, chamada D. Teresa Gomes 81 ou talvez Maria
Gomes.
Este Fernando Anes foi senhor de Puente Sampayo, tenente de Talavera
e Maqueda, e do castelo de Montoro. Era filho dum João Ramires e consta de
diversos documentos régios até a morte de Afonso VII, a quem sempre serviu 82.
Fernando Anes e sua mulher, filha de D. Gomes Nunes, foram pais de Paio
Fernandes Curvo, membro da cúria de Afonso VII e de Fernando II, casado, com
descendência, e de um Varela Fernandes de quem há notícia ter combatido por
Afonso VII contra D. Afonso Henriques em 1140.
Outras fontes medievais, posto que bastante tardias em relação aos aconte-
cimentos (cerca de século e meio, ou mais), apontam outra descendência para o
conde D. Gomes Nunes.
81
FERNÁNDEZ Rodríguez, Manuel, ob. cit., p. 93.
82
ibidem, pp. 93 a 98.
301
AugusTo ferreirA do AmArAL
4 – Fernando Nunes
83
“Livro Velho”, cit., pp. 25 e 51.
84
“Livro do Deão”, cit., pp. 66 e 125.
85
Livro de Linhagens do Conde D. Pedro, cit., vol. II/1, pp. 175, 188, 270, 287, 405 e 435.
86
MATTOSO, José, Naquele Tempo, Rio de Mouro, Círculo dos Leitores, 2009, pp. 270-271.
302
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
igreja de Ourense a 6ª parte, que de seu pai e avó havia herdado, no mosteiro de Santa
Maria de Porqueira, sob condição de que, se Deus o fizesse regressar são e salvo das
partes de Jerusalém, teria opção de recomprar a dita quota-parte 87.
5 – D. Sancha Nunes
Além dos dois irmãos filhos de D. Nuno Mides, acima estudados, suscita-
-se a dúvida sobre se não seria também irmã deles uma D. Sancha Nunes, mãe de
D. Sancha Ponce de Cabrera que se sabe ter sido filha de D. Ponce de Cabrera,
prócere de Afonso VII, depois conde e magnate, mas se separou dele cerca de
1141. Admite-o, entre outras hipóteses e sem no entanto optar por nenhuma,
Fernández Xesta, que profundamente estudou esta importante personagem catalã
que tão influente foi na história dos reinos de Leão e Castela 88.
O Livro Velho que, como disse acima, nomeia uma D. Sancha Gomes [de
Sousa] como mãe de D. Gomes Nunes. O nome Sancha não enfraquece, antes
reforça, a hipótese de Sancha Nunes ser irmã deste.
Por outro lado, sabendo nós que o combate de Valdevez, que ditou a queda
em desgraça e o exílio de D. Gomes Nunes, por parte do rei Afonso VII, coincide
com a data aproximada em que D. Ponce de Cabrera e D. Sancha se separaram.
Ora Ponce fora feito prisioneiro naquele combate pelos guerreiros de D. Afonso
Henriques 89. Era já nessa altura um dos principais partidários de Afonso VII, e
a sua libertação deve ter feito parte das cláusulas da paz que então foi negociada.
E Ponce de Cabrera foi, a partir de então, alçapremado pelo monarca leonês e
castelhano até os cumes do poder. Há portanto uma talvez significativa coinci-
dência entre os destinos, marcados a partir dessa data: o de D. Gomes Nunes, o
de D. Ponce de Cabrera, e o do casamento deste com D. Sancha Nunes.
A ser assim, antes de se separarem, D. Ponce e D. Sancha teriam tido uma
filha, a referida D. Sancha Ponce de Cabrera, que se sabe ter casado primeiro com
D. Vela Guterres, com quem terá tido cinco filhos e, após a morte deste, uma
segunda vez com um conde Mendo, ainda não seguramente identificado, mas
que pode ter sido o português conde D. Mendo Gonçalves de Sousa 90.
87
VAQUERO Díaz, e PÉREZ Rodríguez, ob. cit., pp. 70-71.
88
FERNÁNDEZ-XESTA y Vázquez, Ernesto, Un magnate catalán en la Corte de Alfonso VII,
Prensa y Ediciones Iberoamericanas, Madrid, 1999, pp. 61-62.
89
Fontes Medievais da História de Portugal, publicadas por PIMENTA, Alfredo, vol. I, Clássicos Sá
da Costa, 2.ª edição, Lisboa, 1982.
90
FERNÁNDEZ-Xesta, ob. cit., p. 68.
303
AugusTo ferreirA do AmArAL
6 – Proposta genealógica
I – MIDO PERES
Era conde na Galiza, quando o rei Garcia, no início do reinado, lhe prometeu
respeitar os seus direitos.
Casou com D. GONCINHA que talvez seja a mesma que, depois da morte
dele, contraiu novo matrimónio com o conde Nuno Mendes, de Portucale.
Filhos:
1(II) – NUNO MIDES, que segue.
2(II) – FERNANDO MIDES
Não terá deixado descendência.
II – NUNO MIDES
Foi conde
Casou duas vezes: uma com D. SANCHA GOMES, filha de GOMES
ÉCHEGUES e de GONTRODE NUNES; a 2ª com D. XIMENA
FERNANDES filha de FERNANDO ORDONHES e de FRONILDE
GUTIERRES.
Filho do 1º casamento:
1(III) – D. GOMES NUNES, que segue.
304
revisão geneALógicA de ALgumAs LinhAgens dos Primórdios PorTugueses
305
OS SOBRINHO, DE MONTEMOR-O-NOVO. TRONCO
PRINCIPAL E OUTRAS PRESUMÍVEIS LINHAS
GENEALÓGICAS
1
Santos, Cláudia Valle, “A vila quinhentista – Montemor-o-Novo quinhentista e o foral manue-
lino”, Câmara Municipal de Montemor-o-Novo, 2003.
2
Idem.
3
Idem, pág. 18, nº 71.
4
Baena, Visconde de Sanches de, Archivo Heráldico-Genealógico, Typographia Universal, Lisboa,
1872, volume I, pág. 86, nº 340. No texto da carta de brasão o pai e avô do armigerado são
dados como moradores na cidade da Guarda, e ele natural dessa cidade, como o nosso estudo
sugere.
307
João bAPTisTA mALTA
“Dom Sebasteam Per graça de deos Rey de Portugal & dos algarves d aque´
e d´alem mar em Affríca, Snór de Guine e da comquista navegação comercío de
Ethíópía Arabía, Persia & da Indía ect: faço saber a quantos esta minha Carta
viré q´ Amdré bugalho Sobrinho natural da cidade da Guarda me fes petiçao é
5
Idem, pág. 684, LXXIII, Diogo Nunes Infante terá nascido por 1455 e casado, por ex. em 1510,
com D. Margarida Mendes Sobrinho, nasc.ª aprox. em 1490. Assim o filho do casal – Simão
Nunes Infante – seria fidalgo de cota de armas na idade de 60 anos.
308
os sobrinho, de monTemor-o-novo
como êlle descédia por linha dereita mascolina e sam bastardia por parte de seu
pai e avós da geraçã e linhagé dos Sobrinhos q´nestes Reinos são fidalgos de cota
darmas e q´de dereíto as suas armas lhe pertemcé, pedimdome por merçé q´ por
a memoría de seus antesesores se não perder, & êle gouvir & húzar da homrra
das armas q´pelos merescimentos de seus sirvíços ganharão, & lhes forão dadas,
& asi dos prevílegíos homrras, Graças e merçes q´por dereito e por bem delas
lhé pertéçem, lhe mãdase pesar minha Carta das ditas armas q´ estavã Registadas
nos livros do Registos das armas dos nobres e fídalgos de meos Reinos q´tem
portugal meo príncipal Rey darmas, a qual petícão vista per mi mandei sobre ella
tirar Inquíricão de testemunhas a qual foi tirada na dita Cidade da Guarda pelo
doutor pero fernandes, do meo desembargo q´por meo mãdado estava tomãdo a
Resídêmcia ao Corregedor q´ fora da comarqua, e por Diogo do Soveral escrivão
da residêmcía aos quatorze días de Mayo de mil e quinhétos e sesemta e hu e na
vila de Sãtaré pello Doutor Luís da Guarda Coregedor da comarcua dela e per
Framcisco Cordeíro esprívão damte elle aos vite e oito dias de março da ditta
era e pello Doutor Simão de Mírãda amriques do méu cóselho e desembargador
das pítiçoés do paço q´cõ Luis filgeira escrivão dante o mesmo desembarguo
a tirou & despachada por elle e pelo doutor Símão Glz` Cardoso outrosi do
meu cõselho e desembargador das dítas píticoes do paco, pella qual prova de
testemunhas se mostra elle supricamte descemder da díta linhagé dos Sobrinhos
como filho legítimo q´hé de Fernão Sobrínho, e neto de Jão Sobrínho, moradores
q´ forão na dita Cidade da Guarda & bísneto de Fernão Sobrinho morador q´
foi na villa de montemoronovo os quais todos forão bus homés fidalgos muito
omrrados e do verdadeíro tromco desta geraçõ dos Sobrínhos e por tais forão
tídos e conhecidos e se tratarão trazemdo algús deles as ditas armas q´de dereito
ao dito Amdré bugalho Sobrinho pertemcem as quais lhe mãdeí dar é esta minha
Carta cõ seu brazão elmo e tímbre como aquí são devísadas & asi como fiel e
verdaderãmemte se acharão devizadas e registadas nos livros dos Registos do dito
portugal meu Rei darmas as quais armas são as sígimtes: S o escudo esquartelado
Ao primeíro de vermelho e húa torre de prata cõ portas e frestas e lavradade
preto & ao segundo de verde e hú casco de prata & em cimadele húa frol de líx
d´ouro é así os contrãiros e sem deferéça Como chife q´hé delas elmo de prata
aberto guarnido douro paquífe de prata e vermelho e ouro e verde e por timbre
hú lião vermelho com o casco das armas na quabeca e a frol de líx na espadoa o
qual escudo, armas e sínais posa traze e traga O dito Amdre bugalho Sobrinho asi
como as trouxerão e delas husarão seus amtesesores em todolos lugares de homrra
e q´os ditos seus Antecesores e os nobres e amtigos fidalgos sépre as costumarão
trazer é tempo dos muito esclarecidos Reis meus anteçeçores e cõ elas posa étrar
é batalhas campos duelos Rectos escaramucas e desafios & exercitar com ellas
309
João bAPTisTA mALTA
todollos outros autos licít 9. de gerra & de paaz & así as posa trazer em seus
fírmaís aneís e sinetes e devísas e as poer é suas casas edefícíos deixalas sobre sua
propria sepultura finalmete se sírvír & homrrar & gouvir & aproveitar delas é
todo e por todo como a sua nobreza convem por q´quero e me praz que goze de
todalas homrras e liberdades q´por bem delas lhe pertécé e mando a todos meus
Coregedores, Desembargadores Juizes e Justicas Alcaydes,meírínhos & é espicial
aos meus Reix darmas Arautos & pasavates e a quaís quer outros ofícíais. e pessoas
a q´esta minha Carta for mostrada & o conhecímeto dela pertemçer q´em todo
lho cumprã e guardé e facão Inteíramente cumprir & guardar como nella heé
contheudo sem duvida né embargo algú lhe é ella seja posto porq´asi hé minha
mercé
Dada é a minha mui nobre e sempre leal cidade de Lixboa aos, doze de
Setebro el Rey nosso Snõr o mamdou por Gaspar Velho seu portugal e príncipal
Rey darmas Amtonio Frz´por Iheronímo de matos escrivã da nobreza a fez anno
do nascímeto de nosso Snõr Jhú Xpõ mil e quinhemté 9 sesemta e hú Jeronimo
de Matos...
Portugal (p p)
Rey darmas
Assinatura
FERNÃO SOBRINHO
de Montemor-o-Novo
JOÃO SOBRINHO
morador na cidade da Guarda
310
os sobrinho, de monTemor-o-novo
Pertence esta Carta de brasão ao meu primo e amigo Luis Cabral Barata
Laboreiro de Villa Lobos e a seu filho José Luis Correia Laboreiro de VillaLobos, a
quem muito agradecemos a permissão de a termos publicado. Foi o meu saudoso
primo Dr. António Maria Malta Laboreiro de Villa-Lobos, pai e avô dos mencio-
nados, quem me ofereceu a cópia do texto da Carta de Brasão de André Bugalho
Sobrinho, agora publicada.
a) Gil Freire – o futuro padre, que seria nomeado por El Rei administrador da
Capela de Fernão de Lamego 7. Parece-nos ser este o mais velho dos sobrinhos,
a quem o tio deixa uma fazenda.
b) António Freire – moço de Câmara no ano de 1524 8, cujo legado de seu tio foi
um pomar.
c) o padre Francisco Sobrinho – contemplado apenas nominalmente no testa-
mento do tio.
d) Duarte Sobrinho – seguindo nós o texto com a linha deste ultimo, que foi
fidalgo ligado à Casa do Capitão de Ginetes da vila D. João de Mascarenhas 9
podemos assim continuar (e mesmo, consideramos ser a sua descendência
quem representou a família em Montemor-o-Novo) através da instituição que
ele fez do vinculo da Quinta do Vidigal. Foram seus filhos:
6
Bib Nac Lisboa (Reservados), Tibao, Manuel Botelho, “Notícias de Montemor”, mns 958, págs.
472 a 473v.
7
Santos, Cláudia Valle, o.c., pág. 48.
8
Idem.
9
Sousa, D. Frei Flamínio de, listagem de fidalgos.
311
João bAPTisTA mALTA
10
ADE, Registos Paroquiais, Montemor-o-Novo, Livro Misto 1, Sta. Maria da Vila, Óbitos; Bib
Nac Lisboa (Reservados), Tibao, Manuel Botelho, o.c., pág. 3v, Filipe Sobrinho bapt. a 6 de Junº
de 1549; ADE, Registos Paroquiais, Montemor-o-Novo, Casamentos, o mesmo Filipe Sobrinho
casou a 12 de Março de 1608 com Brites Rodrigues.
11
ADE, Registos Paroquiais, Montemor-o-Novo, Sta. Maria da Vila, Liv. M 2, Baptismos, Vicente
Lobo Sobrinho baptº a 2 de Fevº de 1557; ADE, o dito Vicente receberia Ordens Menores e de
Epístola no ano de 1579 e de Evangelho e de Missa em 1581.
12
Sousa, D. Frei Flamínio de, listagem de fidalgos.
13
Bib Nac de Lisboa (Reservados), Tibao, Manuel Botelho, o.c., na mesma Qta. do Vidigal
também foi instituído outro morgado por André Freire, regressado da Índia, tendo sucedido
nele o seu irmão João Freire de Andrade, Cavaleiro da Casa d´El-Rei e marido de Inês de Faria.
Herdou-o a filha destes Isabel Freire mulher de André de Villa-Lobos, com geração, em especial
a família Villa-Lobos e Vasconcellos, de Montemor e outras, mas também tendo recebido dotes
do mesmo instituidor as duas sobrinhas: Guiomar Freire de Andrade que foi mulher de Pedro
Gomes Pretto, o qual foi fidalgo da C.R., em 1587 e Suzana Freire de Andrade, que seria Reli-
giosa em Sta. Catarina de Évora no ano de 1581.
312
os sobrinho, de monTemor-o-novo
A – Filipa Sobrinha, e esta será certamente a que foi casada primeira vez com
António de Oliveira e segunda vez com Jerónimo Freire Porcel, cavaleiro-
-fidalgo, com geração de ambos os casamentos.
B – Manuel Sobrinho, Comendador do Hábito de Cristo e sucessor do vínculo
da Quinta do Vidigal, o qual acrescentou com a própria terça. Casado com
Maria Travassas, passaria depois o vínculo a sua filha Catarina Sobrinha 14
mulher de Alexandre Ribeiro, e tendo esta morrido sem deixar descen-
dência, sucedeu então na administração do morgado a antes referida Filipa
Sobrinha e a sua geração, até terminar na ultima das suas descendentes, a
Religiosa chamada Soror Joana Teresa de Santo António.Foi a partir do
falecimento desta freira que concorreram outros seus primos à posse do
morgado dos Sobrinho também chamado da Quinta do Vidigal.
14
AMMN, 8K1, Notariais de Montemor-o-Novo, Catarina Sobrinho moradora na rua das Escadas
para a Praça Nova, arrendou a sua Qta. do Vidigal no ano de 1655, e no ano anterior, já viúva
de Alexandre Ribeiro, arrendou outra Qta. no termo de Mora. De notar que a casa deste ramo
dos Sobrinho em Montemor é a mesma ou perto da casa dos Ávila.
15
ADE, Registos Paroquiais, Montemor-o-Novo, Óbitos, Liv. 70, f. 68, sepultado em S. Fran-
cisco.
16
Bib Nac Lisboa (Reservados), o.c., pág. 53v, Tocou-lhes metade da herança, mas também da
mesma receberam Ana de Oliveira e Filipe Sobrinho Freire, e uma parte, que antes ficara ao
313
João bAPTisTA mALTA
ciando à administração da Capela instituída pelo padre Vicente Lobo) para seus
sobrinhos Filipa Sobrinho e D. Jerónima, filhas do irmão Cristóvão Freire, para a
filha do irmão Simão Freire e também para João Sobrinho, filho do irmão Manuel
Sobrinho, e ainda para a irmã Ana de Oliveira, tendo falecido a 11 de Dezº de
1657, 6)Simão Freire Sobrinho baptº a 5 de Dezº de 1606 que casou na Índia
com Joana Maria de Andrade Castelo Branco e tiveram a filha Filipa Sobrinha,
7) Manuel Sobrinho pai de João Freire Sobrinho, 8) António Sobrinho e 9) Cris-
tóvão Freire Porcel Sobrinho, baptº na Matriz em 1611 e marido de Isabel d´Eça
ou de Sá, pais de Maria, freira, Filipa Sobrinha, referida no testamento do tio
Lourenço Freire Sobrinho e de Jerónima Freire de Sá, vindo esta filha a casar com
seu primo o Capitão António Porcel de Barbuda. Foi entre o António Porcel de
Barbuda como procurador de seu primo e sogro Cristóvão Freire Porcel Sobrinho,
ausente na Índia, e António de Oliveira Sobrinho marido de Leonor de Arês, feito
contrato no dia 20 de Novº de 1662 sobre os bens de capela e morgado que
haviam vagado por morte de Catarina Sobrinha. Por entender o segundo inter-
veniente que lhe pertenciam tomou posse de alguns como a herdade da Parreira
no termo de Monsaraz e casas na rua de S. Mamede, outras na rua da Selaria em
Évora e quinta no termo, e, para o primeiro interveniente ficaram a Quinta do
Vidigal e metade da vizinha herdade do Vidigal em S. Gens, Montemor-o-Novo
e a metade dos rendimentos dos bens de António de Oliveira Sobrinho, o qual
porém conservaria a outra parte dessas rendas 17.
De notar que no dito manuscrito de Manuel Botelho Tibao se acha a escri-
tura feita nas notas do tabelião Marcos Dias com data de 5 de Junº de 1613
– compra que Tomé Alvares faz por 60r. a Manuel Sobrinho, solteiro, filho de
Manuel de Oliveira, de 40 alq. de pão terçado na herdade do Zambujal que parte
com a herdade dos Pelomes, na freg. de S. Tiago do Escoural18.
E, no mesmo livro 18, por escritura de 31 de Jul. de 1623, o Convento
de São João de Deus fez contrato com Manuel Sobrinho casado com Maria
Travassas. Ele, Comendador do Hábito de Cristo e morador em Évora, filho de
viúvo Jerónimo Freire Porcel, foi para o filho Lourenço e deste passou aos referidos herdeiros, a
21 de Abr. de 1649; idem, o.c., pág. 40; idem, o.c., pág. 47v, Composição entre Jerónimo Freire
Porcel e António de Oliveira Sobrinho e mulher Leonor de Arêz dos bens de Filipa Sobrinho,
avó de António de O. Sobrinho, por este António ser filho de Manuel Sobrinho de Oliveira,
já defunto, e ainda da herança de Suzana de Oliveira sua tia. Eram ambos filhos do primeiro
casamento de Filipa Sobrinho; idem, o.c., pág. 157v, O testamento diz que possuía: a courela
Carrola, a Qta. de Sta. Margarida e rendas na herdade do Vidigal.
17
Malta, João Baptista, “A Família Porcel, de Montemor-o-Novo” in Raízes e Memórias nº 28,
Associação Portuguesa de Genealogia, 2011.
18
Bib Nac Lisboa (Reservados), Tibao, Manuel Botelho, o.c., págs. 105v e 106.
314
os sobrinho, de monTemor-o-novo
FAMÍLIA SOBRINHO,
DE MONTEMOR-O-NOVO
CATARI-
NA SO-
BRINHO
Cas. c
ALEXAN-
DRE
RIBEIRO
s ger.
315
João bAPTisTA mALTA
19
Sousa, D. Frei Flamínio de, pág. 221 ou 144 de outra numeração.
20
Bib Nac Lisboa (Reservados), Tibao, Manuel Botelho, o.c., pág. 373v, escritura nas notas do tab.
Marcos Dias de 26 de Novº de 1563. Esta escritura será referida adiante no texto, mas explica
que Francisco de Ávila saiu para a Índia, onde assistia nesta data.
21
AMMN, Actas das vereações.
22
Bib Nac Lisboa (Reservados), Tibao, Manuel Botelho, o.c., pág. 38 v. Foi sepultado na igreja de
Nª Sª da Vila.
23
ADE, maço 4 nº 91, 1632.
24
AMMN, Actas das vereações.
25
ASCMMN, listas dos Irmãos.
26
Bib Nac Lisboa (Reservados), Tibao, Manuel Botelho, o.c., pág. 132v, testamento de Luis
Gavião Freire, em 19 Outº 1691, no qual deixa casas na rua dos Caldeireiros, outras em q vive e
outras na rua de S. Vicente junto à praça; idem, o.c., pág. 400, inventário por óbito de Catarina
316
os sobrinho, de monTemor-o-novo
Gavioa, mulher de Luis Gavião Freire, sendo os filhos do casal: Bernardim Freire de Carvalho,
de 23 anos, Brites Freire de Andrade, de 17 anos e Francisco Freire (faleceu depois da mãe), de
18 anos. A fazenda somava 7.854,31 r., metade do viúvo e cabeça de casal, ocorrendo a data do
inventário a 18 de Abr. 1678.
27
Bib Nac Lisboa (Reservados), Tibao, Manuel Botelho, o.c., pág. 392v, inventário por óbito de
Isabel Vidal, mulher que foi de Martim Gavião, nomeado cabeça de casal o filho Luis Gavião de
22 anos e tinham mais filhos: Brites, de 20 anos, Maria de Jesus, de 18 anos (os quais receberam
a terça por testamento, no valor de 228.903 r.), Francisco Gavião, de 16 anos e Margarida
Sobrinho, de 12 anos. O total da sua fazenda somava 684.280 r. sendo a data deste inventário
20 Jul. de 1609.
28
Bib Nac Lisboa (Reservados), Testamentos, Mss. 150 nº 73, testamento de Matias de Ávila Freire.
29
Bib Nac Lisboa (Reservados), Tibao, Manuel Botelho, o.c., pág. 403; ADE, Registos Paroquiais
de Montemor-o-Novo, Nª Sª da Vila, Baptismos, Padrinhos: Miguel da Frota Carvalho e Soror
Sebastiana da Assunção, Religiosa do Paraíso de Évora.
30
ADE, Registos Paroquiais, Montemor-o-Novo, Nª Sª da Vila, Baptismos, Padrinhos: Cristóvão
Freire Porcel e Isabel Freire.
31
ADE, Registos Paroquiais, Montemor-o-Novo, Sta. Mª do Bispo, Casamentos, Testemunhas:
João Baptista, escrivão, lic. Vicente de Paiva, juiz de Fora, Cristóvão Freire Porcel, Jerónimo
Freire e Nuno de Antas de Brito.
32
AMMN, Liv. 10 k1.
33
Bib Nac Lisboa, (Reservados), Tibao, Manuel Botelho.
317
João bAPTisTA mALTA
a) Rodrigo de Ávila.
b) Lourença de Ávila. Foi seu tutor, nomeado no testamento de seu pai,
que era já viúvo de sua mãe, o tio Padre Julião Freire.
No entanto não foi este ramo dos Ávila Sobrinho quem recebeu o morgado
da Quinta do Vidigal, mas sim Filipe Lobo da Silveira, nascido em 1716 em
Montemor-o-Novo, 14º senhor do morgado dos Lobos e fidalgo da Casa Real,
que para isso juntou – e assim consta da respectiva chancelaria – os apelidos
Freire e Sobrinho e Porcel – aos seus próprios apelidos 38. Desenvolveu-se então a
questão da seguinte maneira:
34
Idem.
35
Idem, fl. 149 v.
36
AMMN, Testamentos, Liv. 2k3.
37
Bib Nac Lisboa (Reservados), Tibao, Manuel Botelho, o.c., pág. 374.
38
ANTT, Chanc. de D. Maria I, Liv. 14, 4 de Setº de 1780, pedido de união do vínculo que fora
instituído por Isabel Freire de Carvalho ao vínculo instituído por Fernão Lopes Lobo em 1422.
318
os sobrinho, de monTemor-o-novo
39
ADE, Registos Paroquiais, Montemor-o-Novo, Nª Sª da Vila, Óbitos, Liv. 1 f. 172, sepultado
nesta igreja na cova de seu pai.
40
Bib Nac Lisboa (Reservados), Tibao, Manuel Botelho, o.c., pág. 320v, faleceu a 19 de Fevº de
1568, com os sacramentos e o testamenteiro foi Gomes Freire Barreto. Usou ela também o nome
de Inês Barreta.
41
ADE, Registos Paroquiais, Montemor-o-Novo, Nª Sª da Vila, Baptismos, Liv. 2, f. 147, padri-
nhos: Cristóvão Freire e Maria Barreta; ADE, Registos Paroquiais, Montemor-o-Novo, Nª Sª da
Vila, Óbitos, Liv. 1, f. 168.
42
ADE, Registos Paroquiais, Montemor-o-Novo, Nª Sª da Vila, Baptismos, Liv. 3, fl. 14, padri-
nhos: André Freire,Cristóvão Freire e Isabel Dórdia e a parteira Isabel Vaz. Fora ele dotado a 22
de Abr. de 1563 para casar com uma das sua sobrinhas.
43
ADE, Registos Paroquiais, Montemor-o-Novo, Nª Sª Vila, Baptismos, padrinhos: Cristóvão
Freire, Cosme Carvalho, Margarida Freire e Joana da Silva.
44
Sameiro, Pedro e Malta, João Baptista, “A Carta de Brasão de Luis de Antas de Brito”, in Armas
e Troféus, IX Série, Janeiro / Dezembro de 2002/2003, Instituto Português de Heráldica.
319
João bAPTisTA mALTA
da Quinta do Vidigal, por se ter apresentado como tal, expondo as duas razões
genealógicas apontadas nesta publicação, mas cuja consistência não seria muito
esclarecida.
Nas genealogias apresentadas da família dos Sobrinho, de Montemor-o-
-Novo, além dos nossos apontamentos, foram levados em conta vários outros da
autoria do nosso primo e amigo Arq. António Pimenta de Aguiar. Ao primo e
amigo Dr. Pedro Sameiro agradeço, também nesta publicação genealógica, como
em outras, não só as sugestões para o texto como a sua revisão.
320
os sobrinho, de monTemor-o-novo
BERNARDIM FREIRE
321
João bAPTisTA mALTA
Bibliografia
322
FAMÍLIAS E RELAÇÕES FAMILIARES NO ARQUIVO
DA QUINTA DAS LÁGRIMAS
Assunção Júdice
Leonor Calvão Borges*
323
Assunção Júdice e Leonor cALvão borges
324
fAmíLiAs e reLAções fAmiLiAres no Arquivo dA quinTA dAs LágrimAs
O arquivo chegou, até nós, organizado em redor das três grandes Casas:
Águeda, Ázere e Guarda, que estão na base da família Homem Freire de Figueiredo
e Osório Cabral de Castro que se radicou em Coimbra, na Quinta das Lágrimas,
no final do século XVIII. Foi seu primeiro proprietário o 7º Morgado de Ázere,
Manuel Homem Freire, que a adquiriu a Pedro Correia de Lacerda em 1730.
Vejamos então as pessoas/famílias e as suas relações familiares:
continua...
8
Árvore de costados de D. Josefa Luísa Freire de Figueiredo Deosdará, AQL, cx. 27, doc. 7; Escritura
de instituição de Vínculo ou Morgado que fizeram os Reverendos Doutores Manuel do Souto e Simão
Vidal do lugar de Águeda, 1746. AQL, Águeda, cx. 7, doc. 478.
9
Traslado do testamento de Bartolomeu da Fonseca requerido por Bento de Figueiredo Brandão.
1702-05-16. AQL. Águeda, cx. 2, doc. 191.
10
Testamento do Dr. Manuel da Serra Chucre, 1684. AQL, Águeda, cx. 3, doc. 209.
325
Assunção Júdice e Leonor cALvão borges
continuação...
11
Traslado da escritura de dote e vínculo do Morgado que fez o Cap. António de Almeida, 1721. AQL,
Águeda, cx. 6, doc. 360.
12
Certidão da escritura de dote e instituição do vínculo, pela qual os Doutores Manuel do Souto Vidal,
Simão do Souto Vidal e sua irmã Brites Maria de Jesus, dotaram, em 7 de Novembro de 1727, o
mencionado Dr. João Álvares com o mesmo vínculo. 1755. AQL, Águeda, cx. 6, doc. 406.
13
Doação do Prazo de Espinhel em D. Ana da Assunção que casava com João Alvares, 1717. AQL,
Espinhel, cx. 25, doc. 10.
14
Traslado da escritura de dote e vínculo do Morgado que fez o Cap. António de Almeida, 1721. AQL,
Águeda, cx. 6, doc. 360.
15
Ver sobre esta sentença: Árvore de costados com a descendência de João Álvares de Figueiredo
Brandão e parecer do Dr. António do S. P. Jardim. AQL, Águeda, cx. 7, doc. 484 e o artigo de
REGO, João de Figueiroa – “A propósito de um Alvará setecentista (nótulas genealógicas)”. In
Armas e Troféus, VI série, tomo I (Jan-Dez 1987-88), p. 243-257, onde analisa a sucessão dos
vínculos de D. Sancha Eugénia de Figueiredo Brandão e as relações familiares e de consanguini-
dade dos descendentes de Rita Bernarda e sua irmã Sancha Eugénia.
16
Alvará de confirmação e roboração da Rainha das sentenças. 1788. AQL, Águeda, cx. 7, doc. 475.
326
fAmíLiAs e reLAções fAmiLiAres no Arquivo dA quinTA dAs LágrimAs
Maria de Manuel Maria da Simão Manuel Brites Isabel da Cata- Ana da Cap.
Almeida Domin- cc Ascensão Vidal do Souto Maria Ascensão rina da Assunção cc António
cc Manuel gues Vidal Vidal de Jesus Ascensão Vidal de
Nunes Almeida
17
Ascendência de Josefa Luísa Freire de Figueiredo Brandão, 9ª neta de Gonçalo Garcia de Figueiredo.
AQL, cx 27, doc. 72.
18
Cópia dos papeis que têm os do Espinhal e motivos dados por elles pelo que dizem que lhes pertence o
meu Vínculo de Azere. AQL, Ázere, cx. 17, doc. 14.
327
Assunção Júdice e Leonor cALvão borges
continua...
19
Instituição de Morgado de Manoel Homem, Desembargador da Casa da Suplicação, e de sua mulher
D. Luisa de Faria, em 1629. AQL, Ázere, cx. 6, doc. 1.
20
Entre outros documentos a Sentença entre João Nunes Homem e António Alves da Costa, 1653.
AQL, Ázere, cx. 17, doc. 6.
328
fAmíLiAs e reLAções fAmiLiAres no Arquivo dA quinTA dAs LágrimAs
continuação...
21
Pública-forma da instituição da capela e morgado que fizerão o Reverendo Pedro Nunes de Sequeira,
Prior da Bobadela e seu irmão Manuel Homem de Figueiredo, 1682. AQL, Bobadela, cx. 15,
doc. 22.
329
Assunção Júdice e Leonor cALvão borges
redo (1636-1715), que foi herdada por José Caetano Homem de Figueiredo
(1712-1767), segundo filho dos dotados, que a deixou em testamento a seu
sobrinho Luís Pedro Homem de Figueiredo Deusdará (?-1802).
Isabel Nunes Pe. Pedro Nunes Manuel Homem Maria de Brito Isabel de Brito, Ana Barreto,
de Figueiredo, de Sequeira, de Figueiredo, 1640-1659 1641-1659 1643-1677
1632-? 1638-1711, prior 1642-1684
cc Marcos de de Bobadela (Manuel Nunes de
Figueiredo Sequeira)
Brandão, cc Maria Borges
1631-1655 de Figueiredo,
cc Manuel Nunes 1636-1715
de Abranches
330
fAmíLiAs e reLAções fAmiLiAres no Arquivo dA quinTA dAs LágrimAs
tinha sido chamada por suas tias Bárbara e Margarida Madeira, por testamento
datado de 13 de Março de 1681, no qual também deixaram umas terras a seu
marido Manuel Homem de Figueiredo (1675-1724) 22.
O Pe. João Nunes Homem de Figueiredo (1619-1675), filho de Agostinho
Nunes Homem (1570-1599), instituiu o Morgado de Vila Cova em 1674 para o
qual chamou, em primeiro lugar, seu sobrinho-neto Manuel Homem de Figueiredo
Brandão (1654-1683), filho de sua sobrinha Isabel Nunes de Figueiredo (1632-?) e,
em segundo lugar, seu sobrinho Manuel Homem de Figueiredo (1642-1684), filho
de sua irmã Isabel, que instituiu com seu irmão
Reverendo Pedro Nunes de Sequeira (1638-
1711), o Morgado de Bobadela 23.
A estes bens vai-se juntar, com D. Rita
Bernarda de Figueiredo Brandão (?-1820), o
Vínculo e Capela de Nª Sª da Assunção, que
herdou de seu pai, Dr. João Álvares de Figuei-
redo Brandão (1692-1752).
Por morte de Bernardo Abranches de
Figueiredo (1632-1650), administrador deste
vínculo, sucede o seu irmão João Álvares de
Figueiredo (1629-1677), casado com Maria
Afonso da Costa (1629-1686). A estes sucedeu
Bento de Figueiredo Brandão (1661-1752), que
casou com Ângela Josefa da Fonseca (Chucre)
Serra Pinto (1665-1738) e foi pai de João
Álvares de Figueiredo Brandão (1692-1752) e Fig. 7 – Ascendência de Josefa
avô de Rita Bernarda de Figueiredo Brandão Luísa Freire de Figueiredo Brandão
(?-1820). Deusdará
continua...
22
Testamento de Barbara Madeira e Margarida Madeira, 1681. AQL, Vila Cova, cx. 9, doc. 178.
23
Pública-forma dos bens vinculados pelo Reverº Pedro Nunes Sequeira, requerida por Manuel Homem
Freire em 1712. AQL, Bobadela, cx. 15, doc. 19.
331
Assunção Júdice e Leonor cALvão borges
continuação...
João Álvares Brandão, Marcos de Figuei- Bernardo de Pe. Manuel Mateus Álvares
1629-1677 redo Brandão Abranches de de Abranches de Figueiredo
cc Maria Afonso Costa, cc Isabel Nunes Figueiredo, de Figueiredo, Brandão, b. 1637
1629-1686 Figueiredo 1632-1650 b. 1635
332
fAmíLiAs e reLAções fAmiLiAres no Arquivo dA quinTA dAs LágrimAs
333
Assunção Júdice e Leonor cALvão borges
Morgado da Ratoeira
Santiago do Cacém
Este morgadio foi instituído por Fernão Sardinha (152?-?) e sua mulher
D. Brites Vaz Raposa por testamento feito aos 25 dias de Julho de 1582 25.
24
1692-08-22, Testamento de Tomás da Gama Osório. AQL, cx. 22, doc. 8.
25
Certidão autêntica do seguinte título existente no cartório de Jorge de Cabedo de Vasconcelos Sardinha
referente à instituição do Morgado feito por Fernão Sardinha e Brites Vaz Raposa: Testamento e
instrumento de compromisso de morgado e dotação de capelas de Fernão Sardinha e Brites Vaz Raposa,
334
fAmíLiAs e reLAções fAmiLiAres no Arquivo dA quinTA dAs LágrimAs
feito a 1582-07-25 para fazer, das suas fazendas e patrimónios dois morgados para conservação das
suas famílias. AQL, Santiago do Cacém, cx. 12, mç. 1, doc. 1.
26
Veja-se o Tombo dos Morgados de Santiago de Cacém e Guarda: contém indicação dos seus
instituidores, possuidores, bens e rendimentos. AQL, Guarda, cx. 4, doc. 1.
27
Certidão passada pelo Escrivão da Provedoria de Setúbal, na qual consta que as missas da Capela no
Altar de Nossa Senhora da Piedade, que instituiu Brites Vaz Raposa na Igreja de São Julião e estão a
cargo da administradora Dona Maria Caetana de Sousa Coutinho. AQL, Santiago do Cacém, cx.
12, mç. 6, doc. 1.
28
Certidão extraída do Registo Vincular, para título do Digno Par do Reino Miguel Osório Cabral de
Castro, referente à instituição do Morgado de Santiago de Cacém. AQL, Santiago do Cacém, cx.
12, mç. 1, doc. 7.
335
Assunção Júdice e Leonor cALvão borges
29
Veja-se o Tombo dos Morgados de Santiago de Cacém e Guarda: contém indicação dos seus
instituidores, possuidores, bens e rendimentos. AQL, Guarda, cx. 4, doc. 1.
30
Carta de Partilhas amigáveis entre o Sr. Miguel Osório Cabral Borges da Gama e Castro e a Sra.
D. Teresa Leonor Efigénia de Sousa Borges dos bens que ficaram por falecimento de seu tio Borges e
outros. AQL, Borges, cx. 10, doc. 35.
31
Treslado passado a rogo de Miguel Osório Borges Cabral da Gama e Castro de várias certidões dos
títulos da Casa dos Velhos, incluindo aquela onde se faz menção das fazendas que forão aforadas pelo
336
fAmíLiAs e reLAções fAmiLiAres no Arquivo dA quinTA dAs LágrimAs
O vínculo é constituído por bens dotais 32 de que tinha dotado sua irmã
D. Isabel Ângela (ou Augusta) de Cerqueira, para se casar com Agostinho de
Mesquita Castelo Branco. No testamento, faz assim vínculo de todos os bens
discriminados na escritura dotal feita em Lisboa a 10 de Abril de 1715, onde
são discriminadas as propriedades da Quinta de São Mateus mais o usufruto do
prazo do Conde de Alva, cujas fazendas estão no termo da Guarda, vila de Pinhel,
Celorico da Beira e vila do Touro.
O vínculo é deixado a sua sobrinha D. Maria Josefa Brandão de Mesquita,
sua herdeira universal, casada com o desembargador António Velho da Costa 33,
assistente na cidade de Lisboa, e nela nomeando todos os seus prazos.
De referir ainda que, entre os bens de Mateus Borges de Cerqueira, se
encontra a capela de Nossa Senhora da Anunciada na Sé da Guarda, mandada
fazer por Luiz de Abreu Castelo Branco, de Arcozelo, morgadio dos Abreu
Castelo Branco, casado com D. Francisca de Pina, a que se deu natureza vincular
por testamento de 2 de Julho de 1582 34.
Conde Alva de Espanha ao Cónego Matheos Borges de Sequeira. 2 de Dezembro de 1830. AQL,
Guarda, cx. 3, doc. 1.
32
Escriptura de dote feita em 10 de Abril de 1715 pelo Drº Manuel Borges de Sequeira, lente de
cânones na Universidade, Deputado do Santo Ofício e Cónego da Sé do Porto para casar sua irmã
D. Isabel Angela Luísa de Sequeira com Agostinho de Mesquita Castel Branco, fidalgo da Casa Real
e lhe dota todos os seus bens, do seu património, as suas legítimas, a Quinta de S. Matheus e uso fruto
do prazo foreiro ao Conde de Alva e Castella. AQL, Guarda, cx. 3, doc. 2.
33
Testamento com que faleceu o Conselheiro António Velho da Costa, em que nomeou e chama para
suceder em todos os prazos foreiros ao Conde de Alva d’Hespanha a Miguel Osório Cabral. Em 25 de
Maio de 1816. AQL, Guarda, cx. 3, doc. 4.
34
Certidão do testamento e codicilhos de Luis de Abreu Castelo Branco datado de 1584. Nele
discrimina, para além das fazendas que possui, a capela de nossa senhora da Anunciação, por ele
fundada na Sé da Guarda e onde repousam os ossos de sua mulher D. Francisca de Pina e que
deixa a D. Fernando Neto da Silva, filho de D. António Neto da Silva, seu sobrinho e neto de
D. Brites de Abreu, sua prima, casada com Fernão Neto da Silva. AQL, Guarda, cx. 10, doc. 29.
35
Certidão de teor da escritura de compra, de 21 de Julho de 1730, que fez Manuel Homem Freire e
sua mulher, da Quinta das Lágrimas. AQL Coimbra, cx. 17.
337
Assunção Júdice e Leonor cALvão borges
A estes sucede seu filho Miguel Osório Cabral de Castro (1830-1890), Par
do Reino, que morreu solteiro e deixa como herdeiro universal, seu sobrinho neto
D. Miguel Osório Cabral de Alarcão (1884-1968), neto de sua irmã Maria do
Ó Cabral Pereira de Forjaz e Meneses (1824-?) e filho de D. Duarte de Alarcão
Velasques Sarmento Osório (1854-?) e de D. Maria da Assunção de Meneses Pita
de Lemos e Nápoles (1865-1887).
338
fAmíLiAs e reLAções fAmiLiAres no Arquivo dA quinTA dAs LágrimAs
Maria do Ó Cabral Pereira Forjaz e Menezes, 1824-? Miguel Osório Cabral de Castro,
cc D. José de Alarcão Sarmento Correia da Fonseca 1830-1890
Andrade e Vasconcelos
continuação...
339
Assunção Júdice e Leonor cALvão borges
continuação...
Fontes
Bibliografia
340
fAmíLiAs e reLAções fAmiLiAres no Arquivo dA quinTA dAs LágrimAs
341
O CASAMENTO BAIANO DO SARGENTO-MOR
ELISIÁRIO MANUEL DE CARVALHO, SENHOR DA
QUINTA DA FIGOEIRA
1 – Introdução
1
Nomeado em 17 de Dezembro de 1548.
343
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
2
Publicada pela Cambridge University Press em 1985. A versão em língua portuguesa, co-editada
no Brasil pela “Companhia das Letras” e pelo CNPq, intitula-se Segredos Internos.
3
Embora não tantos como pensavam os cronistas do século XVII.
4
Seria absurdo relacionar a Família Moniz com Egas Moniz de Riba Douro, o “Aio” de D. Afonso
Henriques. Segundo os nobiliários, a geração mais antiga dos Monizes que viriam fixar-se na
Baía é contemporânea de D. João I. Dela descendiam os Alcaides-mores de Silves e os Senhores
de Angeja.
5
Que se dizia descender, embora por bastardia, do próprio Tomé de Sousa.
6
Frei António de S. Maria Jaboatão, Catálogo Genealógico das Principais Famílias, datado de 1768
e impresso pela primeira vez pelo Instituto Histórico e Geográfico Brasileiro em 1889.
7
No NFP, ttº de “Monizes”, Gayo alude a indivíduos chamados Egas em §2 N4, §5 N6 e §6
N4. O segundo destes, filho de Guilherme Moniz e neto de Sebastião Moniz, é o que se concilia
mais perfeitamente com a “Introdução” do capítulo sobre os “Monizes Barretos da Baía” do
Catálogo de Jaboatão, apesar de Gayo negar que este Egas tenha tido geração (refere-se-lhe como
344
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
Ilha Terceira dos Açores e foi morgado” 8. Escreveu Jaboatão: “foi este Egas Moniz
Barreto ‘o primeiro que veio à Bahia no tempo em que só havia a Vila-Velha e a
povoação do Pereira junto à Vitória’”. Era: “filho de Guilherme Moniz Barreto (§5,
N5), também morgado, e de sua mulher D. Jerónima da Silva; neto de Sebastião
Moniz Barreto (§5, N4), também morgado”, que fez testamento a 25/V/1571, “e
de sua mulher D. Joana da Silva (filha de Henrique Moniz, o Velho, Alcaide-mor
de Silves, e de sua mulher D. Francisca da Silva, filha de Gonçalo da Silva, Senhor
de Abiul); bisneto de Guilherme Moniz Barreto (§5, N3), Alcaide-mor de Silves, e
de sua 2ª mulher D. Inês Barreto (filha de Gonçalo Nunes Barreto, Fronteiro-mor
do Algarve e Alcaide-mor de Faro, que casou com D. Joana da Costa Corte-Real,
filha de João Vaz da Costa Corte Real, Capitão de toda a Ilha Terceira, e de
sua mulher D. Maria da Barca); trineto de Henrique Moniz (§1, N3) 9, o Velho,
Alcaide-mor de Silves 10; tetraneto de Vasco Martins Moniz” (§1, N2) 11 e de sua
mulher D. Beatriz Pereira, filha de Paio Pereira.
“Egas Moniz s.g.”, o que pode ter sido lapso, ou significar que não teve geração em Portugal ou
na Madeira sem negar que a tivesse tido nos Açores ou na Baía). Se se admitir que Egas nasceu
na Madeira, e não na Terceira, é possível optar pela hipótese Egas em §2 N4, isto é, a de Egas
ter sido fº de Vasco Martins Moniz e de Joana Teixeira (dos “Teixeiras, capitães do Machico”).
Sua mulher seria assim (v. Gayo), uma D. Maria, fª de Afonso Roiz, “hum homem de bem no
Machico”.
8
A instituição do morgadio era uma forma de organização familiar que criava, não só uma linhagem,
mas códigos para regulamentar a sucessão e procedimentos dos que estivessem vinculados a um
determinado “morgado”, assim garantindo a continuidade do estatuto económico e social da
referida linhagem. A instituição dos morgados era objecto de legislação específica incluída nas
Ordenações do Reino, mas Jaboatão parece referir-se-lhe num sentido informal.
9
Henrique Moniz, o Velho (§1, N3) era irmão de Vasco Moniz, o Moço (§7, N2), que
foi comendador de Panoias e Garvão na Ordem de Santiago e Guarda-mor do Infante
D. Henrique. Casou com D. Aldonça Cabral, filha de Fernão Álvares Cabral (avô de Pedro
Alz. Cabral, Descobridor do Brasil), Senhor de Azurara e Alcaide-mor de Belmonte. Dona
Joana (ou Inácia) Pereira, filha de Vasco Moniz, o Moço, e de Dona Aldonça Cabral, casou com
D. Francisco de Almeida, 1º Vice-Rei da Índia. Quanto aos Barretos, estavam ligados, ainda
que por bastardia, à Casa de Vila Real, a 2ª do Reino, só ultrapassada em importância pela Casa
de Bragança.
10
Henrique Moniz, o Velho, casou duas vezes: I – com D. Isabel da Costa, bastarda legitimada de
Vasco Anes Corte-Real, Alcaide-mor de Tavira; II – com D. Inês Barreto, fª de Gonçalo Nunes
Barreto (NFP, ttº de Barretos §1, N18), filho de outro com o mesmo nome e de D. Inês de
Meneses, bastarda de D. Pedro de Meneses, 1º Conde de Vila Real, que, embora pareça nunca
ter sido legitimada, era certamente olhada com o respeito devido a uma filha de um dos maiores
fidalgos do Reino.
11
“M.to honrado fidalgo”, que viveu no Algarve e foi Vedor da fazenda do Infante D. Henrique
com quem foi à tomada de Ceuta.
345
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
12
Damião de Gois, Livro de Linhagens de Portugal, ttº de Monizes, IV 13, ed. pelo Instituto
Português de Heráldica, Lisboa, 2014.
13
De qualquer modo, Stuart B. Schwartz, na sua obra Sugar Plantations in the Formation of
Brazilian Society, Bahia, 1550-1835, afirma que Egas Moniz Barreto chegou à Baía em 1549, na
própria expedição de Tomé de Sousa.
14
Segundo Damião de Goes e Felgueiras Gayo, Egas Moniz Barreto casou com uma D. Maria,
filha de Afonso Roiz, “homem de bem no Machico”.
346
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
15
Ver a nota de pé de página 10.
16
Autorizada por D. João III.
17
Da qual procedem os Melos da Baía.
347
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
da Lomba (filha de Pedro da Lomba, dos Lombas da Madeira), foi pai de Fran-
cisco Moniz Barreto (ou Telles Barreto), 4º Alcaide-mor da Baía, que casou em
Angola mas não teve filhos. Neste se extinguiu a “varonia” 18 dos Alcaides-mores
da Baía na linhagem dos Monizes Barretos, “isto por incúria de seus irmãos que por
ela não se interessaram” (palavras de Jaboatão). O 5º Alcaide-mor, António da
Silva Pimentel, já não foi um Moniz Barreto 19 e os 9 Alcaides-mores que a este
sucederam pertenciam a outras linhagens.
O terceiro filho de Egas Moniz Barreto, Jerónimo Moniz Barreto, falecido
por volta de 1606, casou com D. Mécia Lobo de Mendonça, filha de Francisco
Bicudo e de sua 1ª mulher (com nome igual ao da filha), “uma das três irmãs órfãs
que a Rainha Senhora Dona Catarina mandou para a Baía para casar com pessoas
principais”. Tiveram um filho, também chamado Egas Moniz Barreto, nascido
por volta de 1580, que foi fidalgo escudeiro e casou 3 vezes, a 1ª das quais com
D. Águeda de Lemos, a 2ª com D. Joana Pereira de Aguiar, e a 3ª com D. Juliana
Rangel, irmã do padre jesuíta António Rangel.
Jerónimo e Mécia tiveram ainda, entre outros filhos, Diogo Moniz Barreto,
fidalgo da Casa Real, de alcunha “o Gordo” (baptizado em Paripe a 6/VI/1602),
que casou com D. Mécia de Aragão de Meneses, sua sobrinha (baptizada a
22/VII/1644), filha de Francisco Barreto de Meneses, irmão de Diogo Moniz,
“o Gordo”, e da mulher deste, D. Isabel de Aragão (casamento pelo qual os
Monizes Barretos se aliaram aos Aragões, da Baía) 20.
18
D. Afonso VI concedeu-a a Bernardo de Miranda Henriques, que a vendeu, com autorização
régia, a Francisco Teles de Meneses.
19
No Reino, o ofício de Alcaide-mor era antiquíssimo. Vinha dos tempos da reconquista. Juravam
fidelidade nas mãos dos monarcas e a mais leve omissão na defesa do seu território era crime de
lesa-majestade. Exigia-se, desde o tempo de D. Afonso V, que fossem fidalgos tanto do lado do
pai como da mãe.
20
Segundo Schwartz, “as Famílias Argolo, Moniz Barreto, Aragão, Bulcão, Rocha Pita e Vilas Boas
eram as mais tradicionais, reconhecidas como tal, não só pelos contemporâneos, mas até aos nossos
dias. Estavam ligadas umas às outras por uma trama de relações endogâmicas, como casamentos
entre primos em gerações sucessivas, para já não falar na rede secundária de apadrinhamentos em
baptizados, casamentos e crismas”. Com o tempo, algumas linhagens mais recentes juntaram-se a
essa elite. Foi, por exemplo, em fins do século XVII, o caso dos Calmons. Já perto do fim da era
colonial, tomaram a vanguarda as duas grandes Casas que dominavam os sertões baianos: a Casa
da Torre, fundada por Garcia d’Ávila (um hipotético bastardo de Tomé de Sousa), que iniciou a
dinastia dos Dias d’Ávila a que se seguiu a dos Pires de Carvalho e Albuquerque (prestigiada por
uma aliança matrimonial com os Cavalcanti de Albuquerque), e a Casa da Ponte, fundada pelos
Guedes de Brito, que, contra toda a tradição (que vedava a fidalgos portugueses o casamento
com brasileiras), se aliou à “grandeza do Reino” mercê de um casamento com um irmão do 4º
Conde da Ponte.
348
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
21
Casada com João Calmon em 5/V/1659, Juliana de Almeida era filha de Martinho Ribeiro e de
Maria de Almeida.
22
A Grande Enciclopédia Portuguesa e Brasileira dedica-lhe a seguinte menção: “Militar, nascido
em Lisboa a 8/XI/1620, falecido em Pernambuco a 22/IV/1674, filho do francês Beltrão Calmon,
natural de Calmon-Quercy, na Baixa Aquitânia, e da portuguesa D. Maria de Tovar. Foi para o
Brasil em 1638, na armada do Conde da Torre, voltando a Portugal para entrar nas campanhas da
Restauração, dirigindo-se para o Alentejo, onde combateu valentemente e foi ferido. Como capitão-de-
mar-e-guerra, ajudou bastante na restauração de Pernambuco, comandando as duas naus ‘Conceição’
e ‘Bom Jesus de Bouça’. Em 1655, contribuiu muitíssimo para a expulsão dos holandeses, tanto na
armada de Francisco de Brito Freire, como na qualidade de ‘superintendente geral das fortalezas’”.
23
O sacerdote que recebeu os nubentes foi outro João Calmon, filho do primeiro, nascido em
1668 na Cidade do Salvador. Formado pela Universidade de Coimbra, viria a ser Chantres da Sé
da Baía, Vigário-geral da Arquidiocese e Comissário do Santo Ofício.
24
O Frei Luís de Sousa cuja vida inspirou a obra mais famosa de Almeida Garrett.
349
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
Brasil, que vai em tamanho crescimento, que no tempo que isto escrevíamos traziam
no mar setenta navios de toda a sorte, com que a terra está mossiça de riqueza, porque
se estendem os proveitos a todos, sucedendo nos mais dos navios serem armadores e
marinhagem tudo da mesma terra”. Acrescenta: “Não só Viana mas toda a terra
de Entre Douro e Minho é uma feira contínua de comprar e vender e embarcar e
mercadejar”.
Francisco Pires Viana e Antónia de Almeida fixaram-se, como lavradores
de mandioca e tabaco, no Engenho de Sergipe do Conde (que nada tinha a ver
com o actual Estado de Sergipe, antigo Sergipe d’El-Rei). Localizava-se junto
da actual Cidade de S. Francisco do Conde, no Recôncavo da Baía, freguesia de
Nossa Senhora da Purificação, relativamente perto da capital da capitania. Aí lhes
nasceu uma filha chamada Joana de Almeida 25.
3 – Caldas e Andrades
350
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
qual matrimónio ficaram muitos filhos a saber o Padre Antonio Correya de Andrade,
Fernando Correya de Caldas, Simão Correya, Bernardo Correya, Anrique de Caldas
e Severim de Andrade, o qual Fernando Correya de Caldas era lavrador honrado que
vivia das suas fazendas (de mandioca, precisam outras testemunhas) e criação de gado
de toda a sorte o qual conhecimento tem esta testemunha do tempo que era menino e
nesse mesmo tempo conheceu ele testemunha a Isabel de Andrade mulher de Fernando
Correya de Caldas, pais do dito Anrique de Caldas”.
Não nos foi possível entroncar os Caldas de Sergipe d’El-Rei na Família
Caldas de Portugal, cujo solar era a Quinta de S. Martinho de Vascões, em Coura,
lugar de onde algumas das testemunhas declararam que Fernando era natural 27.
Muito provavelmente, poderia aplicar-se aos Caldas e Andrades de Sergipe o que
um autor brasileiro contemporâneo 28 escreveu sobre muitos dos que fizeram o
Brasil: “Porque os que aqui desembarcaram, com nobreza provada, pertenciam em
geral à periferia dos respectivos clãs, que embora os conhecessem e reconhecessem, não
lhes estendiam o ‘golden parachute’ que os prenderia à elite europeia. Aliás, se tivessem
tal protecção, não teriam passado da Europa à colónia”.
Dos Andrades de Santa Maria, bem como do seu relacionamento com os
primeiros povoadores dessa Ilha açoriana, tratam largamente as Saudades da Terra
de Gaspar Frutuoso, cujo Livro III a ela é dedicado. Nas Anotações ao mesmo
Livro (publicadas na edição do “Instituto Cultural de Ponta Delgada”), Manuel
Monteiro Velho Arruda dedica-lhes a Anotação 19, intitulada “Dos Andrades”.
Vale a pena transcrever o que Frei Diogo das Chagas escreveu, na sua obra Espelho
Cristalino: “Foi povoada esta Ilha de Santa Maria de gente mui principal, e de nobres
apelidos como são os Velhos, parentes do primeiro capitão e povoador, Souzas, Soares,
Quentais, Lemos, Rodrigues, Coelhos, Melos, Cabraes, Carvalhos, Corvelos, Nunes,
Costas, Andrades, Oliveiras, Gomes, Carneiros, Columbreiros, Gonçalves, Lopes,
Faleiros, Pires, Fernandes, e outros que ainda hoje em dia nela há, por serem todos
descendentes destes apelidos”.
27
Entre os Caldas, Henrique era frequentemente adoptado como nome de baptismo. No Brasil,
além do Henrique Caldas já referido, sabe-se de um outro com o mesmo nome, padre jesuíta e
licenciado, seu descendente, que adiante será referido. Na lista dos acompanhantes de Tomé de
Souza, que Pedro Calmon fornece na sua História da Fundação da Bahia, aparecem também dois
homens de armas de apelido Caldas. Há que mencionar ainda outro Caldas: o Capitão Vasco
Rodrigues de Caldas, sertanejo famoso que acompanhou o Governador Mem de Sá quando este,
em 28/IX/1559, subindo o Rio Paraguaçu, chegou ao local onde mais tarde se ergueria a Vila da
Cachoeira.
28
Francisco António Dória, Os Herdeiros do Poder, p. 60 da 2ª edição, Edit. Revan, Rio de
Janeiro,1995.
351
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
29
Veja-se o artigo “O Combate Naval de 1631 junto à Costa do Brasil”, por Francisco Leite de
Faria, na Revista Brasília, Vol. X, Coimbra, 1958; o Inventário dos Livros das Portarias do Reino,
existente no ANTT, informa, por outro lado, que a 16/VIII/1639 foi concedida uma tença a
“Maria Baptista, mãe dos filhos de Braz Soares de Souza, fidalgo da Casa Real”.
30
É oportuno lembrar que a Família Rocha Pita, importante também em Portugal, veio a ser
uma das mais poderosas da Baía (no século XIX, os Rochas Pitas eram considerados os mais
importantes proprietários fundiários do Recôncavo). Pertenceu a essa linhagem o famoso
historiador baiano do século XVIII Sebastião da Rocha Pita. Vários ramos de Rochas Pita
fixaram-se em Sergipe d’El-Rey (que então pertencia à Baía), sendo difícil relacioná-los com os
ramos mais conhecidos da Cidade e seu Recôncavo.
31
Nenhuma relação se descortina, porém, com o famoso Gabriel Soares de Souza, historiador,
senhor de engenho e explorador da Baía, nascido em Portugal continental (não nos Açores) cerca
de um século antes.
32
Justifica-se chamar-lhe “habilitanda” porque as mulheres dos familiares eram, tal como estes,
minuciosamente inquiridas.
352
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
de Almeida, de 50 anos, que não era natural de Sergipe d’El-Rei mas da freguesia
de S. Domingos de Saubara, no Recôncavo da Bahia, onde morava, diz-se parente
em 4º grau de Antónia de Almeida.
A colonização de Sergipe, então chamado Sergipe d’El-Rei, começou após a
fundação, por Cristóvão de Barros, da Cidade de S. Cristóvão, a 4ª mais antiga do
Brasil. Mas, quase até ao final do século XVI, muito poucos, só alguns missionários
(nomeadamente os jesuítas, que chegaram em 1575), se atreviam a ultrapassar o Rio
Real que separava Sergipe da Bahia. A colonização da capitania, em pleno século
XVII, não foi pois fácil. Não só, durante 9 longos anos (de 1636 a 1645), S. Cris-
tóvão esteve nas mãos dos holandeses (a própria Cidade da Baía o estivera durante
quase um ano, a partir de 1/V/1625), como há provas documentais de que, uma
vez terminada a ocupação que igualmente sofreu, Sergipe foi foco de desordens 33.
Entre os filhos de Fernando Correia de Caldas e Isabel de Andrade,
salientam-se pelo menos dois: o já mencionado Henrique de Caldas, de cuja
descendência tratarão os capítulos seguintes, e Simão Correia de Lima, ascen-
dente de João António Salter de Mendonça, nascido em 1746 na Vila de Goiana,
fidalgo-cavaleiro da Casa Real, cavaleiro de Cristo e 1º Visconde de Azurara 34,
um dos Governadores deixados pelo Príncipe Regente D. João no exercício do
Governo do Reino durante a ocupação francesa. Da sua habilitação para a Ordem
de Cristo, consta que era filho de Jorge Salter de Mendonça e de D. Antónia
Francisca Pessoa de Lima, Senhora do Engenho de Goiana a Grande, em Pernam-
buco, filha de “Bento Correia de Lima, que foi pessoa mui nobre sustentando-se do
rendimento das suas fazendas, o qual foi natural de Itapicurú e baptizado na freguesia
de Nazaré, Arcebispado da Bahia” 35, e neta de Simão Correia que serviu nas guerras
do Brasil”.
33
É o que se conclui, por exemplo, da leitura de um documento conservado no Arquivo Histórico
Ultramarino de Lisboa que relata uma violenta desordem verificada em 1656 na Cidade de
S. Cristóvão. Espanta ver os apelidos dos principais responsáveis, muito dos quais tipicamente
minhotos e marienses. Entre eles, são assinalados, como parentes uns dos outros, Vicente de
Amorim, Cosme de Amorim, Francisco Corvelo, Manuel Corvelo, António Correia Dantas, João
da Rocha, Miguel de Macedo, Pedro Pinto, Francisco de Rezende, e Fernando Correia de Lima.
Todos eles seriam excomungados por terem agredido gravemente o Padre Sebastião Pedroso de
Goes, Vigário da Paroquial de Sergipe d’El-Rei. Além deles, outros seguiram presos para a Baía,
como um Jácome-Tomé (nome próprio que não é raro nos registos de Santa Maria, pelo que não
podemos afirmar tratar-se do irmão de Isabel de Andrade) e um António de Caldas.
34
No Palácio que foi dos Viscondes de Azurara, situado no Largo das Portas do Sol, em Alfama
(Lisboa), está hoje instalado o Museu Escola de Artes Decorativas que faz parte da Fundação
Ricardo Espírito Santo.
35
No Tomo I de Costados de Gayo (“Árvore nº 7”), Bento Correia de Lima é apresentado como
Capitão-mor de Pinhanços, Senhor do Engenho de Goiana Grande e Padroeiro da Capela
353
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
Segundo Felgueiras Gayo 36, Simão Correia de Lima era filho de “Fernão
Correia de Lima, capitão de Sergipe d’El-Rei, e de Dona Isabel de Andrade natural
da Ilha da Madeira, ou D. Ana Faleiro”. Tudo aponta para que Fernando Correia
de Lima fosse o Fernando Correia de Caldas, natural do termo de Ponte de
Lima, casado com Isabel de Andrade da Ilha de Santa Maria (a menção à “Ilha
da Madeira” foi provavelmente um lapso de Gayo 37), e pai de um Simão Correia
(ou Simão Correia de Lima). A referência a uma D. Ana Faleiro, pode indiciar
um casamento em 2as núpcias de Fernando Correia. Mas não se esqueça que ao
filho mais novo deste, Severim, foi dado o apelido Andrade que era o de D. Isabel.
De qualquer modo, e embora também existissem Andrades na Ilha da Madeira,
Andrade e Faleiro eram apelidos tipicamente marienses.
das Maravilhas, casado com D. Cosma Pessoa, prima de Jorge Cavalcanti de Albuquerque.
Os Cavalcanti provieram de Florença, onde eram patrícios. Cosma é a forma feminina de Cosme,
nome tipicamente florentino. No ttº de “Cavalcantes” do NFP de Gayo, §1, N4, é referido
o casamento entre um Jerónimo Cavalcanti de Albuquerque e uma “sua parenta”, D. Maria
Pessoa. A partir desta aliança, os apelidos Cavalcanti e Pessoa passaram a ser usados em conjunto
com alguma frequência.
36
Na referida “Árvore nº 7”, do Vol. II dos Costados.
37
Quanto a Ana Faleiro, o respectivo apelido é tipicamente mariense. O seu aparecimento neste
contexto parece sugerir que Fernando Correia enviuvou no Brasil e contraiu matrimónio em
segundas núpcias com outra mariense chamada Ana Faleiro. Mas não se esqueça que o mais
novo dos filhos de Fernão Correia se chamou Severim de Andrade, pelo que é praticamente certo
que, mesmo que tenha havido um 2º casamento, Severim era filho de Isabel, não de Ana.
38
Esta, além de Francisco teve, mais tarde, do Abade da Faia, uma filha natural, Senhorinha
Barbosa, que o irmão, já emigrado na Baía, dotou a 6/IV/1693 com 400 mil reis para casar com
Francisco Barros, também de Refalcão.
354
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
39
Diz Gayo, em ttº de “Magalhães”, §119, N2, em nota de pé de página: “que hoje se chama de
Refalcão, e são seus descendentes os Senhores dela e outros muitos”.
40
João de Magalhães e Meneses e Filipe de Magalhães.
355
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
41
Segundo Manuel de Sousa da Silva (Nobiliário das Gerações de Entre-Douro-e-Minho, ed. dos
Carvalhos de Basto).
42
Gayo, NFP, ttº de “Sousas”, p. 323-325.
356
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
357
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
46
Os Costa e Almeida eram outra importante família da Baía. Ver a obra de Stuart B. Schwartz
citada mais adiante.
358
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
5 – Os Correia Lisboa
47
Ver o preâmbulo da notícia relativa à Família Costa e Almeida que consta do Vol. III, Tomo II,
p. 605, do Anuário da Nobreza de Portugal, 1985.
359
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
Isabel Falcoa é tida, no mesmo processo, como “bem nascida”), não o impediram
de ser nomeado sucessivamente capitão e tenente-coronel, respectivamente em
1718 e em 1722, e de, a 18/8/1736, lhe ter sido dada a propriedade dos ofícios
de Tabelião e Escrivão dos Órfãos da Vila da Cachoeira, mas levantaram dificul-
dades à admissão do filho na Ordem de Cristo. Do processo de habilitação para
a mesma Ordem dos netos, irmãos de D. Joaquina Clara da Silva, consta que ele
chegou a ser “o homem mais rico da riquíssima Vila da Cachoeira”. Em 1734,
construiu à sua custa a Capela do Sacramento do Convento do Carmo da mesma
Vila, onde se encontra enterrado.
Sabe-se também onde se situavam as suas casas. Dos “Termos de Vereação
da Cachoeira” (1741/1745) consta efectivamente, com data de 11/III/1741, a
propósito das obras do Cais da Cachoeira, a seguinte passagem: “deve o Cais ser
desmantelado das pedras grandes para cima e refeito com pedras grandes e arrumadas,
argamassa de cal, como consta do termo de arrematação. O desmanche deve ir da
lingueta grande até à pequena que está junto às casas do Tenente-Coronel Lourenço
Correia”. Era o ponto mais central da Vila, junto ao rio.
Na obra Recantos, Encantos e Prantos da Bahia de René Lefèvre e Fernando
Luiz da Fonseca (edição da Universidade de S. Paulo, 1977), observa-se a propó-
sito da Cachoeira no século XVIII: “O amontoado irregular de casebres em volta da
pequena capela de Nossa Senhora do Rosário e do grande sobrado acastelado, reedifi-
cados em 1678 por Gaspar Rodrigues Adorno, passaria agora a ser um núcleo agru-
pado de edificações dignas, umas em frente às outras, arrumadas, embora nascidas
espontaneamente. Os engenhos de açúcar das vizinhanças prosperavam, as minas
estavam sendo descobertas nas gerais e em breve o reflexo dessas riquezas seria sentido
na Cachoeira, entreposto comercial com a cidade capital. A vila, confinada entre os
rios Caquende e Pitanga, entre os morros e o rio Paraguaçu, começaria a crescer com
a chegada de novos moradores. Uns que iam ou vinham das minas, outros que se
fixariam em busca de trabalho ou fazer comércio. Assim a vila foi crescendo, fazendo-
-se bela por seu aspecto pitoresco, por seus sobrados, por suas igrejas, por sua paisagem
encantadora, e por sua gente querida. Quem por ali passasse em pleno século XVIII
não se espantaria de encontrar portugueses, espanhóis, italianos e franceses, até gente
vinda do Oriente, ao lado dos naturais e escravos. A arquitectura vai mesclar-se de
várias culturas, despontando, aqui e ali, os mezaninos de sobrados graves, nas pinturas
com motivos chineses, ou nas jóias exóticas criadas por seus ourives. A vila vai pros-
perando. Nos seus limites territoriais nasciam outras povoações com notáveis monu-
mentos”.
Lourenço Correia Lisboa e D. Maria dos Santos e Magalhães tiveram três
filhos e oito filhas. Dois dos filhos, o já mencionado Reverendo Doutor Jorge
Correia Lisboa, que celebrou a primeira missa no Convento de Odivelas (onde
360
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
quatro irmãs suas foram freiras, e outra, D. Luzia, foi Abadessa) e foi cónego e
Chantre da Sé da Baía 48, e o Padre Lourenço Correia, foram eclesiásticos.
O terceiro foi o já referido Doutor António de Magalhães Correia, bapti-
zado em 1725, habilitado pela Mesa do Desembargo do Paço e pelo Conselho
Ultramarino, fidalgo de cota de armas (4/I/1754), cavaleiro professo na Ordem
de Cristo (habilitado em 5/IX/1759), o qual, além de outros cargos, desempe-
nhou os de Juiz de Fora de Monforte, magistrado na Corte (“admitido ao serviço
de Sua Majestade no Ministério das Letras”), Tabelião e Escrivão dos Órfãos na
Vila da Cachoeira (ofícios que estavam na família), Juiz do Crime no Bairro do
Mocambo (hoje Bairro da Madragoa, de Lisboa), Desembargador da Baía (cargo
de que tomou posse a 5/8/1746) e Secretário da “Companhia Geral de Pernam-
buco e Paraíba”.
A carta de brasão de armas de António de Magalhães Correia reza o
seguinte: “...por ser o suplicante de antiga nobreza, sangue limpo, e legitimo descen-
dente das ditas famílias dos Magalhães, Corrêas, Falcões e Caldas ... e que os ditos seus
paes, e avós foram pessoas muito nobres, e legítimos descendentes das ditas familias,
e como taes se trataram sempre á lei da nobreza, servindo-se com creados, escravos,
cavallos, e armas, como pessoas nobres que eram, sem que nas ditas gerações houvesse
raça alguma de judeu, mouro, ou mulato, nem de outra infecta nação, e assim lhe
pertencem de direito as suas armas, as quaes lhe mando dar em esta minha carta com
seu brazão, elmo, e timbre, como aqui são divisadas, e assim como fiel, e verdadeira-
mente se acharam illuminadas e registadas em os livros dos registos do dito Portugal
meu principal rei de armas. A saber: Um escudo esquartelado, no primeiro quartel
as dos Magalhães, que são em campo de prata tres fachas xadrezadas de vermelho, e
prata, cada uma de tres peças em palla. No segundo as dos Corrêas, são em campo de
ouro fritado de corrêas sanguinhas de seis peças repassadas umas por outras. No terceiro
as dos Falcões, que são em campo azul três bordões de Sant’Iago, de prata postos em
três pallas, com os nós vermelhos, e os ferros de ouro. No quarto as dos Caldas, que são
em campo de prata cinco cyprestes de sua côr postos em santor. Elmo de prata aberto
guarnecido de ouro; paquife dos metaes, e côres das armas, e por differença uma brica
de ouro com um trifolio verde. Timbre o dos Corrêas, que são dois braços armados
postos em aspa atados com uma corrêa sanguinha das próprias armas”.
As 8 filhas do casal foram:
48
Morreu pouco antes de 19/I/1786, data em que o Arcebispo da Baía, D. António Correia,
comunicou o seu repentino falecimento ao Secretário de Estado Martinho de Mello e Castro.
361
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
49
Consultar: Affonso Ruy, A Câmara da Cidade do Salvador – Relação dos que foram feitos ou
nomeados para a administração municipal do século XVI ao século XX.
50
Sabe-se pelo respectivo processo de habilitação que o casamento foi realizado “apressadamente”,
isto é, sem que tivessem sido feitas as inquirições exigidas a quem casava com um familiar, com
base no facto de a noiva ser irmã de um outro familiar, Jorge Correia Lisboa, e porque “o pai da
contraente tinha disposto mandá-la na primeira frota para Lisboa a ser religiosa contra sua vontade
e não se recebendo esta ficava exposta a sua violência”.
51
Foi um dos maiores argentários portugueses durante o consulado do Marquês de Pombal e
continuou a sê-lo quando da Viradeira. Leia-se no artigo do autor intitulado “Sobre os Carvalhos
da Quinta da Figoeira, no termo de Torres Vedras”, publicado na Revista DisLivro Histórica,
nº 2, 2009.
52
Ver no último capítulo do presente trabalho.
53
Reza o assento de óbito: “Aos Dois de Abril de mil sete centos outenta e noue, faleçeo a Religiozissima
M. e Snr.ª D. Luzia da Conceiçaõ…”.
362
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
54
Veja-se O Mosteiro de Odivelas; Casos de Reis e Memórias de Freiras, por A. C. Borges de
Figueiredo, publicado em 1889; páginas 99, 138 e 296.
363
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
Maria, moradores em Viana, na Rua da Bandeira, devem ter sido os avós paternos
de Estêvão Álvares Bandeira, natural de Viana e homem de negócios em Lisboa,
cavaleiro professo da Ordem de Cristo e familiar do Santo Ofício com carta a
4/X/1708.
Os processos de habilitação para a Ordem de Cristo dos filhos de José Alves
da Silva informam que os pais deste “sempre se trataram com nobreza, vivendo de
rendas e negócios e se comunicaram com as principais pessoas de Viana”, e ainda que
“eram bem aparentados, com alguns parentes condecorados”.
José Alves da Silva (que era irmão inteiro do Reverendo Doutor Gaspar
Álvares da Silva, morador na Rua da Bandeira da freguesia de Santa Maria Maior
de Viana) aparece retratado de corpo inteiro no respectivo processo do Santo
Ofício: “Almotacé da República, mercador com negócios por várias partes e tem parte
em um navio e vive com bom trato, limpa e abastadamente, e terá de cabedal 40 mil
cruzados, é capaz de ser encarregado de negócios de importância e segredo, ágil e de
boa expedição para tudo de que dará boa conta, como o tem feito sendo secretário da
venerável ordem terceira do Seráfico São Francisco desta cidade (da Bahia) e irmão
terceiro, sabe bem ler e escrever, é gramático e bom latino. Nenhum filho ilegítimo”.
Informa mais o processo que “serviu de Deputado à Mesa de Inspecção e de Vereador
e que exerceu outros mais empregos honoríficos”. O seu nome não consta da lista
de vereadores da Baía dada por Afonso Ruy no seu artigo “A Câmara da Cidade
do Salvador”, publicado na Revista do Instituto Genealógico da Baía, Ano 5, nº 5.
Era porém membro do Senado da Câmara da Bahia em 27/III/1756, quando foi
votado o donativo a favor da reconstrução de Lisboa, destruída pelo Terramoto.
Em 1750, passou a exercer as funções de Tesoureiro da Santa Casa da Miseri-
córdia da Baía 55.
Menciona ainda o processo que o dote de D. Águeda Maria, com quem ele
casara às 9 horas da manhã do dia 13/I/1744, em pousadas do sogro, “com facul-
dade do Arcebispo da Bahia para ser na dita casa, e estando esta com todo o decoro
e asseio necessário para nela se celebrar o Santo Sacrifício da Missa”, recebendo a
bênção do Reverendo Doutor Jorge Correia Lisboa, irmão da noiva, foi de 14 mil
cruzados. Teria sido essa uma substancial contribuição para a que terá sido uma
enorme fortuna.
Os processos da “Leitura de Bacharéis” dos filhos Francisco e José, arqui-
vados no ANTT, dão conhecimento de que o respectivo Pai exerceu as honrosas
funções de Mestre de Campo na Baía. Foi nomeado para o cargo já depois de
8/XII/1781, data em que aparece, ainda como capitão, a apadrinhar a neta D. Ana
55
Ver Fidalgos and Philantropists, The Santa Casa da Misericórdia of Bahia, 1550-1755, por A. J. R.
Russell-Wood, Macmillan, 1968.
364
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
• Simão Álvares da Silva (estes últimos gémeos), aos quais o Rei D. José
concedeu como armas, em 1771 56 “um escudo esquartelado: no primeiro
56
Ver, no ANTT, Processos de Justificação de Nobreza, Maço 7, nº 19.
365
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
57
Na realidade, o retorno começara na geração anterior, com filhos de Lourenço Correia Lisboa.
58
Ver o artigo intitulado “Paço Saldanha”, da autoria de Waldemar de Mattos, publicado em 1948
na Revista do Instituto Genealógico da Bahia, Ano 3, Nº 3.
366
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
59
Joana Guedes de Brito consentiu em deixar ao viúvo todos os seus bens com a condição de ele
acrescentar aos seus apelidos o apelido “Guedes de Brito” que ele passou aos seus sucessores.
Daí ter-se passado a falar em “Casa da Ponte” a propósito da dos “Guedes de Brito”.
60
D. Manuel de Saldanha da Gama nunca chegou a ser Conde. O título de 6º Conde da Ponte
passou por via feminina para o filho, D. João (que não deixou de usar o apelido Guedes de
Brito). Este exerceu o cargo de Governador da Baía entre 1805 e 1809 e lá fez construir o
opulento “Teatro de S. João”, inaugurado mais de um ano antes do teatro do mesmo nome, no
Rio de Janeiro. Como Governador, foi o responsável máximo pela recepção à Família Real que,
a caminho do Rio, objectivo final da sua viagem, tocou inesperadamente na antiga capital do
Brasil.
367
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
Uma vez falecido Simão, foi o Palácio herdado por sua viúva, D. Maria-
-Joaquina Pereira de Andrade da Silva. Morta esta (a 8/X/1856), passou para
a filha, D. Águeda Zeferina da Silva, e para o genro, José-Joaquim Pires de
Carvalho e Albuquerque, o 2º Barão de Pirajá (título concedido por uma vida
a 14/III/1849), que seria elevado à grandeza a 14/III/1860. Observa-se que o
2º Barão de Pirajá era filho do 1º Barão e Visconde do mesmo título, com gran-
deza, Joaquim Pires de Carvalho e Albuquerque (filho de João Pires de Carvalho e
de D. Maria Francisca), que casou com D. Maria Luísa Queiroz de Teive e Argolo
(o título de Barão foi-lhe concedido a 5/IV/1826 e o de Visconde, com gran-
deza, a 12/X do mesmo ano), e irmão do primeiro titular do Império do Brasil
(cujo título de Barão com grandeza da “Torre de Garcia de Ávila” foi concedido
a 1/XII/1822 pelo Imperador D. Pedro I no próprio dia da sua coroação, e o de
Visconde com grandeza do mesmo título a 12/X/1826; ambos os irmãos foram
pois grandes do Império).
António Joaquim Pires de Carvalho e Albuquerque foi o último Senhor
e Administrador do morgado da lendária “Casa da Torre”, que assim ficou asso-
ciada à “Casa da Ponte”. Casou com a sua sobrinha, filha do Visconde de Pirajá
(e portanto cunhada de D. Águeda Zeferina da Silva), D. Ana Maria de São José
e Aragão, de quem teve D. Teresa de Jesus Pires Cavalcanti e Albuquerque que,
pelo seu casamento com António Moniz Barreto de Aragão (um Moniz Barreto,
pois), foi Baronesa de Mataripe.
É a esta luz que podem entender-se as informações que constam do “Apên-
dice A” (“The problem of Engenho Sergipe do Conde”) da já mencionada obra Sugar
Plantations in the Formation of Brazilian Society – Bahia, 1550-1835 de Stuart
B. Schwartz. O Engenho Sergipe do Conde, cuja história começou nos meados
do século XVI com a chegada do 3º Governador-Geral, Mem de Sá, a cujos
filhos pertenceu (chamou-se “do Conde” porque Dona Filipa de Sá, filha de Mem
de Sá, casou com o Conde de Linhares), foi o mais famoso engenho do Brasil.
Passou mais tarde para a posse da Companhia de Jesus, na qual se manteve até à
expulsão dos jesuítas em 1759. Diz Schwartz: “In the 1790s, they (os Engenhos
Sergipe e o vizinho Engenho Petinga que os jesuítas tinham adquirido em 1745)
were held by the brothers of Gaspar Álvares de Sá (tratava-se do irmão de Gaspar
Álvares da Silva; o engano ter-se-á devido a que Sª., abreviatura de Silva, facil-
mente se confunde com Sá 61). By 1812, they, along with three other mills, belonged
to Simão Álvares da Silva (terá havido aqui outro engano, já que Simão parece ter
61
O autor escreveu a Stuart B. Schwartz , chamando-lhe a atenção para o erro, que lhe parecia mais
que provável. Este admitiu-o como tal, lamentando não ter tido oportunidade de o corrigir na
versão brasileira da obra (Segredos Internos), editada em 1995.
368
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
morrido um pouco antes, em 1811), and in 1817 they were listed as the property of
Dona Maria Joaquina Pereira de Andrade (a viúva de Simão), one of the wealthiest
slave-owners in the Recôncavo (da nota 34 da pág. 542 da obra em questão consta
que Dona Maria-Joaquina possuía mais de 700 escravos nas suas 7 propriedades)
... Conde and Petinga, by the mid-nineteenth century, had become the property of the
baron of Pirajá (o genro de Simão)”.
Os Álvares da Silva que optaram por permanecer na Baía tornaram-se pois
Senhores de duas das peças mais significativas do património histórico do Brasil:
o Paço do Saldanha e o Engenho Sergipe do Conde.
7 – Os regressados
369
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
Silva. Tendo morrido pouco depois, sua viúva casou em segundas núpcias com o
Desembargador do Paço João de Carvalho Martens da Silva Ferrão, descendente
dos Condes da Ponte.
No que se refere aos irmãos Lourenço e José, não se sabe se contraíram
matrimónio. O processo de habilitação de Lourenço para a Ordem de Cristo
informa que não frequentou a Universidade: cursou simplesmente, a “Aula de
Comércio” fundada pelo Marquês de Pombal e estabeleceu “casa própria em
Lisboa correspondendo às remessas de negócios de seu Pai”. Quanto a José, sabe-se
que, em Agosto de 1778, foi nomeado Desembargador da Baía, o que obrigava
a frequentar a Universidade de Coimbra e desta receber um grau universitário.
Só depois, terá voltado à sua terra natal.
8 – Os Bandeiras da Baía
Vale a pena lembrar outro ramo da Família que permaneceu na Baía: o dos
“Bandeiras”.
O Capitão Pedro Rodrigues Bandeira (já atrás mencionado como marido
de D. Ana Maria de Jesus Magalhães Correia Lisboa) nasceu em Viana do Minho
a 19/VII/1709, filho de Luiz Fernandes de Carvalho e de Maria Rodrigues.
Morava na Rua da Bandeira, o que explica o apelido que adoptou. É possível que
tenha conhecido em Viana o seu futuro cunhado, José Alves da Silva 62, oito anos
mais velho do que ele.
Pedro Rodrigues Bandeira e D. Ana Maria de Jesus Magalhães Correia
Lisboa foram pais de:
A mais velha das filhas, D. Joaquina Josefa de Santana Bandeira, casou com
Custódio Ferreira Dias. Foram avós paternos de Alfredo Ferreira Bandeira, o qual,
desposando D. Maria Luísa Viana, foi pai de D. Maria Augusta Viana Bandeira,
62
Ver no Capítulo 5.
370
o cAsAmenTo bAiAno do sArgenTo-mor eLisiário mAnueL de cArvALho
63
Observa-se que os títulos nobiliárquicos do Império do Brasil eram concedidos por uma só vida.
64
Título concedido pelo Arquiduque Otto de Habsburgo, na sua qualidade de herdeiro do
Império Austro-Húngaro.
371
eduArdo romAno ArAnTes e oLiveirA
372
TEIXEIRAS INFAMADOS.
ENTRE CHAVES E O TERMO DE VALPAÇOS
Capítulo I
Da Família e da Fama
373
Luís migueL guAPo murTA gomes
Uma vez que é Casa tão vetusta, ramificou-se por todo o nosso País e uma
parte desta família aportou em Aquæ Flaviæ. Nessa então vila, uniu-se à principal
nobreza, dando origem a vários ramos, sendo possivelmente os Teixeira Homem,
da Casa de Samaiões, considerados como o ramo mais sonante desta linhagem,
em Chaves e seu termo. Com a evolução do tempo, a linhagem foi-se disper-
sando para várias localidades e povoações: de Chaves a Valpaços e de Valpaços a
terras do distrito de Bragança, entre outras do Reino de Portugal. Em Chaves, o
primeiro de que há memória é Vasco Gonçalves Teixeira, Senhor da Casa e Honra
de Teixeira, herdada de seus maiores, o qual parece ter sido casado com D. Cata-
rina Anes de Berredo.
A análise do nosso artigo, sobre a fama atribuída a membros desta nobre
família, provém da investigação, estudo e averiguação apurados, nas Inquirições
De Genere e nos registos Paroquiais. Os três justificantes são: Caetano Teixeira
Diniz (ou: Teixeira de Niz), Caetano Teixeira, primo-irmão do anterior, e
António Teixeira, tio-avô paterno dos precedentes.
A consciência puritana e austera da época, não admitia fama de cristã-
-novice em qualquer indivíduo – muito menos em famílias tidas por gradas,
afidalgadas, da principalidade e de bons costumes, que se queriam habilitar
para algo. Era totalmente impensável! O opróbrio aplicado levava as partes, em
1
CARPINETTI, João Silvério. Reprodução parcial do mapa 3. Escala [ca 1: 770 000].
374
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
2
BORGES, J. C. Calvão, “Fazer Genealogia – IV. Os DOMINGUES, de Pereira de Selão
(Nobres e infamados, Santo Ofício e Estatuto Social no Traz-os-Montes dos séculos XVII e
XVIII), Raízes & Memórias, n.º 4, (Janeiro 1989), p. 17”.
3
Processo n.º 32382, fólio 2. O processo encontra-se no Arquivo Distrital de Braga e no primeiro
fólio surge a data de 1727.
4
Idem, fólio 48 verso.
5
Processo n.º 4044, fólio 3. O processo encontra-se no Arquivo Distrital de Braga.
375
Luís migueL guAPo murTA gomes
Tio o Padre Antonio Pires Irmão de sua may» 6. É uma inquirição cheia de depoi-
mentos acusatórios sobre a fama. A testemunha Joana, supracitada, já alude que
há fama de mulato através do bisavô deste inquirido.
O Padre ANTÓNIO TEIXEIRA, que deve ter nascido circa 1658 e que
teve por alcunha, «o Judeu», nasceu no lugar de Paradela, freguesia de São Mamede
de Argeriz, concelho de Valpaços; na Inquirição deste embargante, a data mais
antiga de início do dito processo, é a de 8 de Fevereiro de 1678 e termina em
1682. É curioso anotar e referir que a Inquirição De Genere deste justificante,
já o classifica como Cura em diversos locais e há depoimentos mui interessantes
sobre a vida deste Padre e sua ascendência; provas que merecem a atenção de
transcrição, no que toca às testemunhas acusatórias e, neste caso em particular, às
de defesa – sendo que estas últimas em muito contribuem para clarificar a genea-
logia da família e para elucidar e esclarecer que eram cristãos-velhos. Ouvidas as
testemunhas, muitas delas mencionam e participam que o P.e António Teixeira
admite ser descendente de uma negra, escrava que foi de Gaspar de Queiroga
Teixeira, e que entretanto ganhou o estatuto de mulher livre, o que significa que
foi alforriada.
A primordial inquietação do impetrante, António Teixeira, era demons-
trar, certificar e comprovar inequivocamente que estava a ser caluniado – e por
conseguinte toda a sua família – por pessoas contrárias a ele, que por ódio lhe
tinham posto fama de cristão-novo. O malicioso «estorvo que se lhe punha», por
parte de muitos inimigos figadais, foi o motivo de todo este impedimento ao
P.e António Teixeira e o «mal intencionado rumor que dizem se levantou de q o
embargte tinha pella p.te materna fama de Christão novo, e pella outra de seu avô
paterno, era descendente de hũa negra» 7.
Há, aqui, claramente duas situações a salientar no que toca ao P.e António
Teixeira, aos seus sobrinhos-netos e restante ascendência:
6
Idem, fólio 5.
7
Processo n.º 91, fólio 37 verso. O processo encontra-se no Arquivo Distrital de Braga.
376
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
lutamente falsa. O justificante, P.e António Teixeira, foi até Braga para atestar a
sua pureza de sangue, durante mais de seis meses – como narram as testemunhas
– e de lá trouxe uma sentença comprovativa de cristão-velho e da qual todos
tiveram conhecimento e informação; na jornada até BRACARA AVGVSTA, foi
com autos, instrumentos e meios comprovantes, o que acarretava o seu tempo
e dinheiro, com tudo o que isso comprometia, para quem se podia apelidar de
provir dos principais, gente honrada e afidalgada, numa longa viagem de «carros
puxados por bois, cavalos, malas, documentos probatórios, algum tipo de viatura,
semelhante a uma carruagem, e as peripécias de dias e dias de viagem até arribar a
Braga» 8.
Como é absolutamente difamatória e afrontosa tal acusação, provou e
comprovou, ele justificante, que é inteiro cristão-novo, limpo e de limpo sangue
e geração, sem raça de qualquer infecta nação; mais relata e expõe, para tornar
clara a evidência e certeza deste facto, que por parte de sua avó materna – Maria
Gonçalves –, teve «tios clérigos, curas de almas» e que não usa de conjecturas e
presunções e somente «argumenta com o cristalim da verdade pura, para nella luzir
sem a mancha q seus capitaes enimigos lhe levantarão de mui pouco tempo a esta
p.te» 9, referindo-se a Francisco Gomes Pequeno – o qual tinha por epíteto: «o Pé
de Pau», outrossim chamado: «o Perna de Pau» – médico em Chaves, de onde era
natural, como sendo o principal responsável pela afronta e ultraje de lhe apontar
a fama.
Esta ofensa e desonra surgiram, porque nem ele, suplicante, nem seu pai,
António Teixeira, quiseram perdoar e absolver o crime que se cometeu sobre a
pessoa de Francisco Teixeira, primo e sobrinho de ambos, respectivamente, uma
vez que o citado médico era primo do criminoso, como intimam as testemunhas.
Corroborando este facto, acresce que muitas vezes surgem difamações, male-
dicências e detracções que fazem nascer uma falsa fama através de uma «pessoa
malevola, e mal intencionada» – como foi o caso –, sendo que o referido médico
«andou machinando esta ceita contra o embarg.te» 10 e que «dos enimigos se pode
nunca esperar menos, nem elles podem chegar a mais, do que este medico chegou no
cazo presente» 11 e que aqueles que nada temem nas suas alegações de pureza e
limpeza de sangue, são pessoas credíveis, tidas, havidas e reputadas por honradas
e nestas situações, «costumão milhares de vezes ser afrontados, e infamados, pellos
8
GOMES, Luís Miguel Guapo Murta, Santo Estevam de Fayoens: Um Morgadio Flaviense, Lisboa,
Edições Vieira da Silva, 2012, p. 28.
9
Idem, fólio 37 verso.
10
Ibid., fólio 39.
11
Ibid., fólio 39 verso.
377
Luís migueL guAPo murTA gomes
***
Capítulo II
Das Inquirições
Três são aqueles que fizeram as Inquirições De Genere e que são alvo do
nosso estudo. Um processo destes implicava a presença de Comissários do Santo
Ofício, de um ou mais Escrivães nomeados e o juramento, sobre os Santos Evan-
gelhos, pelas testemunhas a depor, além de sigilo por parte das mesmas; estas
inquirições eram feitas para averiguar a limpeza de sangue dos candidatos e eram
«convocadas várias testemunhas – geralmente não eram convocados parentes do inqui-
rido, pois poderiam enfatizar as origens familiares – que indagadas por várias ques-
tões, respondiam sobre a Família do candidato, falando sobre a existência, ou não, da
"fama" de cristãos-novos, mouriscos, mulatos, judeus» 15 ou como se dizia à época, se
eram de infecta nação. O processo era depois fechado e lacrado, sendo remetido
a quem de direito.
12
Ibid., fólio 39 verso.
13
Ibid., fólio 21 verso.
14
Ibid., fólio 22.
15
GOMES, Luís Miguel Guapo Murta, op. cit., p. 40.
378
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
16
Processo n.º 4044, fólio 28.
379
Luís migueL guAPo murTA gomes
380
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
ARGERIZ
17
Processo n.º 32382, fólio 7 verso.
18
Idem, fólio 10.
381
Luís migueL guAPo murTA gomes
negro, ainda que não sabe se é certo, ou não o que diz pelo ter ouvido; e pelas mais
partes é tido, e havido por cristão-velho inteiro…» 19.
19
Ibid., fólio 16.
20
Ibid., fólio 18.
21
Ibid., fólio 42 verso.
22
Ibid., fólio 45.
382
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
Ribeira…» 23, sendo que Caetano Teixeira Diniz – o examinado nesta prova de
inquirição – e seu avô paterno, não eram infamados de cristãos-novos, nem
de outra infecta nação e nunca tinham sido presos, nem penitenciados, pelo
Santo Ofício e não pagavam finta.
***
23
Ibid., fólio 47 verso.
24
Que supomos ser o Capitão de Ordenanças que aqui é arrolado como testemunha.
25
Que nos parece ser o mesmo que depõe na Inquirição De Genere de Caetano Teixeira Diniz
(Processo de Inquirição De Genere n.º 32382).
383
Luís migueL guAPo murTA gomes
ARGERIZ
26
Parece-nos ser a mesma Joana, que é intimada no processo de Caetano Teixeira Diniz, pois a sua
filiação, estado civil e naturalidade corresponde. Contudo, na Inquirição De Genere de Caetano
Teixeira (Processo n.º 4044), a sua idade é inferior à indicada no Processo 32382. Julgamos ser
a mesma pessoa.
27
Que supomos ser o mesmo que depõe na Inquirição De Genere de Caetano Teixeira Diniz.
28
Processo n.º 4044, fólio 13.
29
Idem.
384
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
30
Ibid., fólios 15 verso e 16.
31
Ibid., fólio 17.
32
Ibid., fólio 18.
385
Luís migueL guAPo murTA gomes
Porém tinha alguma raça de negro porque era filho de António Teixeira e sua mulher
Comba Diniz, moradores que foram no mesmo lugar de Paradela, o qual António
Teixeira que ela testemunha conheceu muito bem de vista e se dizia geralmente ser
filho, ou neto de um mulato, e com efeito a cor do rosto, e o cabelo dele davam indí-
cios ou sinais…» 33, sendo que teve um filho, António Teixeira, que foi Padre.
386
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
***
38
Ibid., fólio 28.
39
Ibid., fólios 29 e 29 verso.
40
Ibid., fólio 30 verso.
387
Luís migueL guAPo murTA gomes
388
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
389
Luís migueL guAPo murTA gomes
e pelas mais partes, é limpo e de limpo sangue e geração [e] suposto lhe
levantaram uma fama de cristão-novo e essa foi falsa e por contemplação de
inimigos, porquanto acusando o pai do justificante a Gonçalo Cardoso, de
Serapicos, e a seu irmão Gaspar Gonçalves e a outros por lhe matarem um
seu sobrinho, estando [este] na cama, e por lhe não perdoar lhe levantaram
esta fama, porquanto o justificante, na opinião de todos, tirado a fama e
nação que é de negro, sempre foi tido por cristão-velho inteiro sem haver
fama de mouro, nem judeu…» 45.
45
Ibid., fólio 16 verso.
46
Ibid., fólio 17 verso.
47
Ibid., fólio 32.
390
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
CHAVES
c) Comecemos por relatar a confissão daquele que nos parece ser o único
tido por testemunha acusatória, nesta fase do processo, em particular,
sobre o habilitando P.e António Teixeira.
48
Ibid., fólio 33.
49
Ibid., fólio 35.
50
Ibid., fólio 53 verso.
391
Luís migueL guAPo murTA gomes
nem ouviu dizer nunca, que os pais e avós paternos e maternos do embar-
gante fossem cristãos-novos e se foram, ou tiveram essa fama, haveria ele
testemunha de sabê-lo…» 51 e que sempre ouvira contar ao seu pai – que
tinha conhecimento certo quais eram as famílias de cristãos-novos –
que «…esta família, de onde descende o embargante, nunca teve fama de
[serem] cristãos-novos…» 52.
***
51
Ibid., fólio 28.
52
Ibid., fólio 28 verso.
53
Ibid., fólios 28 verso e 29.
54
Ibid., fólio 30.
392
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
CAPÍTULO III
Da Genealogia
§ 1.º
55
SÃO PAYO, Luiz de Mello Vaz de, “Fazer Genealogia – XII. Famílias de Chaves (séc. XV
a XVII)”, Raízes & Memórias, n.º 12 (Junho 1996), p. 159; GAYO, Manuel José da Costa
Felgueiras, Nobiliário das Famílias de Portugal, Braga, Carvalhos de Basto, 1992, Tomo XXVII,
Título de TEIXEIRAS, p. 185.
56
SÃO PAYO, Luiz de Mello Vaz de, “Fazer Genealogia – XII. Famílias de Chaves (séc. XV a
XVII)”, Raízes & Memórias, n.º 12 (Junho 1996), pp. 157-159; GAYO, Manuel José da Costa
Felgueiras, Nobiliário das Famílias de Portugal, Braga, Carvalhos de Basto, 1992, Tomo XXVII,
Título de TEIXEIRAS, pp. 178, 184-185. FORJAZ, Jorge, Os Teixeira de Sampaio da Ilha
Terceira, Porto: Centro de Estudos de Genealogia, Heráldica e História da Família Universidade
Moderna, 2001, pp. 26, 31.
57
Que tinha por alcunha: «o Ronca», sendo que este cognome lhe foi posto, por se ter distinguido
nas Guerras de África.
58
SÃO PAYO, Luiz de Mello Vaz de, “Fazer Genealogia – XV. Famílias de Chaves (séc. XV a
XVII)”, Raízes & Memórias, n.º 15 (Outubro 1999), pp. 101-103.
393
Luís migueL guAPo murTA gomes
Filhos:
II – ROQUE TEIXEIRA, s.m.n.
II – LEONARDO TEIXEIRA, s.m.n.
II – JÁCOME TEIXEIRA, que segue:
II – CRISTÓVÃO TEIXEIRA, s.m.n.
II – INÊS GOMES TEIXEIRA, s.m.n.
II – FILIPA TEIXEIRA, s.m.n.
II – ISABEL GOMES TEIXEIRA, s.m.n.
394
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
De uma escrava sua, que foi alforriada, «livre, e não mulata» 65, teve:
V – FRANCISCO TEIXEIRA, que segue:
65
Processo n.º 91, fólio 22.
395
Luís migueL guAPo murTA gomes
396
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
VIII – ANTÓNIO TEIXEIRA, morador que foi, com sua mulher, em Argeriz e
deve ter nascido entre 1680-1690. C. c. ANA GONÇALVES, f.ª de Pedro
Pires, de Sanfins, e de Comba Gonçalves, natural de Argeriz e moradores
em São Mamede de Argeriz. Era irmã do P.e António Pires. Foram lavra-
dores.
Tiveram, pelo menos:
IX – P.e CAETANO TEIXEIRA, natural de São Mamede de Argeriz,
onde nasceu no dia 21 de Março de 1713. A Inquirição, deste
justificante, foi iniciada e terminada Abril de 1734. Na página de
rosto do seu processo 70, consta a data de 1732 (Processo n.º 4044).
IX – MANUEL GONÇALVES TEIXEIRA, que c. c. D. ARCÂN-
GELA GONÇALVES TEIXEIRA, f.ª de João Teixeira e de
D. Domingas Gonçalves. C.g.
Jácome Teixeira
c. c.
Filipa Diniz
D. Merência Teixeira
c. c.
Diogo de Queiroga
Gaspar de
Queiroga Teixeira
continua...
69
Filho de D. Pedro de Almeida, 1º Conde de Assumar, e de D. Margarida André de Noronha.
70
Vide, atrás, os depoimentos das testemunhas na sua Inquirição De Genere – Capítulo II.
397
Luís migueL guAPo murTA gomes
continuação...
Francisco Teixeira
c. c.
Genoveva Luís
António Teixeira
c. c.
Comba Diniz
***
Bibliografia
398
TeiXeirAs infAmAdos. enTre chAves e o Termo de vALPAços
FONTES MANUSCRITAS:
– Inquirição De Genere de António Teixeira, 1678-1682, ADB, Inquirições
de Genere, Processo n.º 91, fol. 12, 13, 15v, 16v, 17v, 21v, 22, 28-28v, 30, 32, 33,
35, 39-39v, 53v.
– Inquirição De Genere de Caetano Teixeira, 1734, ADB, Inquirições
de Genere, Processo n.º 4044, fol. 3, 5, 13, 15v-16, 17, 18, 21v, 22v, 23-23v,
27v-29v, 30v.
– Inquirição De Genere de Caetano Teixeira Diniz, 1728-1729, ADB,
Inquirições de Genere, Processo n.º 32382, fol. 2, 7v, 10, 16, 18, 42v, 45, 47v.
– Memorias Genealogicas, ou Apparato para o Tractado das Genealogias da
Provincia de Tras os Montes, 1816, BPMP, MS 1345, fol. 210 e 210v.
– Processos de Cartas de Curso, 1.ª série, cx. 17, Processo de Caetano Teixeira
Diniz, 1732, AUC-IV-2.ªD-12-1-17.
– Tribunal do Santo Ofício, Processo do Padre Caetano Teixeira Diniz, 1743,
DGLAB/ ANTT, PT-TT-TSO-IC-25-3420.
399
PEREIRAS DE SANFINS. SUBSÍDIOS PARA A SUA
GENEALOGIA. QUE RELAÇÃO FAMILIAR COM
O NAVEGADOR FERNÃO DE MAGALHÃES?
PARTE SEGUNDA
* Continuação e conclusão do trabalho iniciado no anterior número de Armas e Troféus. Para uma
visão sequencial das gerações expostas, respectivamente, nas Partes Primeira e Segunda, juntar-
-se-ão, a final, dois esquemas genealógicos – ANEXOS IV e V.
194
COSTA, Manuel Gonçalves da, História do Bispado e Cidade de Lamego, ob. cit., Lamego, Vol.
IV, 1984, p. 406.
195
ADP, Mosteiro de São Bento de Avé-Maria, L. 183 - K/19/2-1, fól. 164.
401
migueL PinTo de resende
196
Este casamento, a par de outros reciprocamente realizados entre descendentes desta linhagem
de Pereiras, revela, a nosso ver, uma estratégia matrimonial. A mesma destinar-se-ia a reforçar a
representatividade linhagística entre os vários ramos da Família, tendo a Quintã de Antemil como
epicentro e, seguramente também, a concentrar património fundiário. O texto da Justificação
de Nobreza de Francisco de Lacerda (cfr. nota n.º 21, na Parte Primeira) acha-se profundamente
imbuído deste espírito. Cfr., a respeito, a árvore de parentesco ínsita nessa Justificação, de que se
junta imagem – ANEXO III.
197
GAIO, Manuel José da Costa Felgueiras, Nobiliário, ob. cit., Tit.º de Homens, § 15, n.º 4 –
Homens Costas Dezentruncados, Vol. VI, p. 87.
198
Ibidem, Idem, no já cit. Tit.º de Pereiras, § 130, n.os 1 e 2, Vol. VIII, p. 242. Na Justificação
de Nobreza de Francisco de Lacerda, diz-se que o Bispo do Porto, D. Fernando Correia de
Lacerda, tratava Ana da Costa Soares por sua sobrinha “e com ela despendeu bastante, mas nada
aproveitou-se porque seu marido, Diogo Homem, não só isto dissipou, mas também vendeu a
Quinta de Aveleda e a de Bouço Nafonso (sic) e muitas terras da Ribeira de Oleiros, e os campos
de Vila Verde e as Herdades de Mogus, e os foros de Vila Chã (…) e empenhou as Quintas de
Roção, que por negligência também se perderam”.
199
Filho de Álvaro Pereira, Senhor da Quinta de Rebolho, em Piães, e de Joana da Costa Soares, sua
mulher, e neto de Diogo Álvares Pereira, Senhor da Casa da Quintã, todos mencionados supra.
200
Irmã de Marta Moreira, sobredita, ambas filhas de Maria Moreira, a Sagaz, e de Manuel Afonso de
Carvalho, seu marido, Cavaleiro-Fidalgo da Casa Real, Juiz das Sisas de São Cristóvão de Nogueira
– RESENDE, Miguel Pinto de, Casa do Outeiro e Barões do Valado…, ob. cit., § 1.º, pp. 32-33.
201
A filiação de D. Mariana da Silva de Noronha, à míngua do assento do seu casamento, infere-se
da conjugação dos apelidos que usou, do tratamento de Dona, que lhe provinha de sua mãe,
da circunstância de ser dada como natural de Avitoure, Cinfães, morada de seus pais, de outros
assentos paroquiais de onde resulta a filiação de forma indirecta, nomeadamente do baptismo
celebrado em Cinfães, a 06.11.1689, de Maria, filha de D. Juliana da Silva, irmã de D. Mariana,
e em que esta interveio como madrinha, a par de António da Silva, seu irmão, solteiro e residente
em Avitoure, Cinfães e, ainda, do parentesco, por sua via, entre Miguel José de Lacerda, seu
filho, e a mulher deste, D. Marcelina de Noronha, que foram dispensados no 3.º e 4.º graus de
consanguinidade, o que apenas é possível, atentos os respectivos costados, pelos Noronhas de
Cinfães e pelo modo como se indica.
402
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
403
migueL PinTo de resende
202
O que se depreende de vários assentos paroquiais de Cinfães.
203
Como consta da Justificação de Nobreza de Francisco de Lacerda. Na verdade, António da Silva de
Magalhães, filho de Isabel da Silva, seria neto materno do já referido Miguel da Silva Maldonado,
o que resulta de indícios seguros. Cfr., também, supra, nota n.º 160, e RESENDE, José Pinto de, e
RESENDE, Miguel Pinto de, Famílias Nobres..., ob. cit., Tít.º de Silvas Maldonados, §§ 1.º e 3.º.
204
Senhora natural de São Martinho de Fareja, termo da vila de Guimarães, filha legitimada e
herdeira de D. Nuno Álvares de Noronha, Moço-Fidalgo da Casa Real, oriundo da Casa das
Corujeiras, em Vila Nova das Infantas, Guimarães (casado em Cinfães com D. Jerónima Malheiro
de Melo), e de Catarina Cardoso. Cfr., RESENDE, José Pinto de, e RESENDE, Miguel Pinto
de, Famílias Nobres, cit., Tít.º de Noronhas, §§ 1.º, 9.º e 10.º. D. Maria de Noronha foi tirada à
mãe e criada pela dita D. Jerónima Malheiro de Melo, sua madrasta, como se fora sua filha – cfr.
o testamento desta e o que a respeito resulta da Habilitação para Familiar do Santo Ofício de
Bernardo Correia de Noronha e Meneses, seu neto.
205
Terá sido o primeiro que usou, nesta Família, o apelido Lacerda, o que deu origem a que seu
filho, Francisco de Lacerda, obtivesse o direito a ostentar as respectivas armas. No entanto, tudo
indica que não descendessem da antiga família dessa linhagem. O uso do nome, generalizou-se
todavia, e acabou por substituir, ao longo das gerações, o menos altisonante Pereira. Honra
seja feita, em local algum da extensa Justificação de Nobreza de Francisco de Lacerda, pretendeu
demonstrar-se o entroncamento nos Lacerdas. É patente aí, ao invés, que o uso do sobrenome
foi adoptado por simpatia e deferência para com D. Fernando Correia de Lacerda, Bispo do
Porto, por ter sido companheiro de estudos, parente e benfeitor dos ascendentes do armigerado,
Costa Soares, oriundos de Lamego. Este facto é, aliás, curioso. Na verdade, apesar de não faltarem
a Francisco de Lacerda costados nobres, justificou as armas deste nome que usava, mas ao qual
saberia não ter direito e a cuja descendência, seriamente, não quis arvorar-se pertencer.
206
ADP, Mosteiro de Alpendurada, L. 147 - K/17/5-10, fól. 291.
404
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
207
Cujo teor se acha referenciado na Justificação de Nobreza de Francisco de Lacerda, seu filho.
208
No assento de casamento não se diz qual o grau do parentesco, mas esclarece-se que “apresentaram
sentença”. O parentesco apenas se explica por serem ambos descendentes de Miguel da Silva
Maldonado, e é um dos principais argumentos para o que se disse supra, na nota n.º 204, posto
que D. Juliana da Silva e Vasconcelos era irmã inteira de D. Mariana da Silva de Noronha,
madrasta de seu genro, Manuel de Lacerda.
209
RESENDE, José Pinto de, e RESENDE, Miguel Pinto de, Famílias Nobres..., ob. cit., Tít.º de
Cardosos, § 1.º, n.º 4, p. 37, e Tít.º de Noronhas, § 9.º, n.º 3, pp. 86 e 87.
210
Pais que foram, entre outros, do já muito referido Francisco de Lacerda Pereira de Vasconcelos,
Sargento-Mor de Cinfães, Fidalgo de Cota de Armas. Bem assim foram progenitores do P.e Fernando
António de Lacerda, Abade de São Cosmado, o qual coligiu umas “Notícias genealógicas”, que foram
utilizadas na referida Justificação de Nobreza de Francisco de Lacerda, seu irmão, que datou e assinou,
nelas mencionando que as baseou numa Árvore da Geração, assim como em papéis autênticos da Casa
405
migueL PinTo de resende
de Antemil, e também em “notícias e conhecimento próprio que ‘meu pai’, Manuel de Lacerda,
teve dos ditos seus parentes e Casa da Quintã, por ficar na sua vizinhança e ser homem já de
oitenta e tantos anos, hoje Sete de Setembro de Mil e Setecentos e Sessenta e Sete anos”.
211
Como se identificou no Instrumento de Justificação de Nobreza do Capitão Manuel de Lacerda e
Vasconcelos, feito a 06.10.1754, em que depois foi substituído, em virtude de o Justificante ser
seu cunhado.
212
ADP, Convento de Monchique, L. 1 - K/18/4-79, Tit.º 3.º.
213
Filha de outra Margarida Moreira, e de Simão de Medeiros, seu marido – RESENDE, Miguel
Pinto de, Casa do Outeiro e Barões do Valado…, cit., § 1.º, p. 36.
214
Entre a qual avulta, já no séc. XIX, a figura distinta de D. Pedro Maria de Lacerda, Bispo do Rio
de Janeiro, Conde de Santa Fé, no Império.
406
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
215
A quem foram atribuídos, em registos paroquiais que lhe dizem respeito, combinações diversas
de apelidos. O nome Lacerda, não o detectámos em assentos, mas antes nos Apontamentos
Genealógicos de seu bisneto, o P.e Francisco Mendes de Lacerda e Vasconcelos, assim como na
Justificação de Nobreza do Capitão António Pinto de Lacerda e Vasconcelos, seu neto.
216
A quem foram atribuídos, em registos paroquiais que lhe dizem respeito, combinações diversas
de nomes e apelidos, e cuja ascendência pode ver-se in RESENDE, José Pinto de, e RESENDE,
Miguel Pinto de, Famílias Nobres..., Tít.º de Pintos, § 11, pp. 126-127 e Tít.º de Noronhas, § 1,
pp. 80-81.
407
migueL PinTo de resende
217
Sobrinho de D. Isabel Correia de Noronha, mulher de António da Silva de Magalhães, supra
mencionada, sendo por esta ligação o parentesco entre os nubentes.
218
ANTT, Chancelaria de D. José, Extinções, L. 11, fól. 256.
219
Que foi Tronco da família Correia de Noronha e Meneses, em Cinfães.
408
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
Fig. 4: Cfr., imagem do assento respectivo, cedida pelo Arquivo Distrital de Viseu (ADV),
data e loc. cit. (PT/ADVIS/PRQ/PCNF03/002/0001_16).
409
migueL PinTo de resende
220
Foi seu filho único o Capitão António Pinto de Lacerda e Vasconcelos, Capitão de Ordenanças
do concelho de São Cristóvão de Nogueira, por Carta-Patente de D. João, Príncipe-Regente,
dada em Lisboa (Arquivo do Autor), Juiz Ordinário, Almotacé e Juiz dos Órfãos no mesmo
concelho. Serviu com valor contra os franceses, de 1809 em diante, já no posto de Capitão,
tomando parte, nomeadamente, nas acções da Farrapa, em Arouca, e de Entre-os-Rios. Também
se chamou e usou o nome de António Osório Ferreira Pinto da Mouta Brito e Vasconcelos.
Senhor da Casa e Quinta de Nogueira, pelo seu casamento, alcançou Sentença em Instrumento
de Justificação Cível da sua nobreza, a 14.10.1816, de que foi Escrivão José Moreira da Fonseca
Chaves (Arquivo do Autor). Casou em São Cristóvão de Nogueira, a 16.05.1814, com D. Maria
Pereira de Macedo, sua parente, Senhora da dita Casa e Quinta, filha de Luís Correia de Noronha
e de sua mulher, D. Delfina Correia de Noronha. Viveram na sua Casa de Nogueira, e tiveram
filhos, todos solteiros e sem geração.
221
Informação recolhida em fotocópia de um de vários exemplares existentes do ms. da autoria do
Dr. António Cardoso Pinto de VASCONCELOS, intitulado Memórias da Comarca de Cinfães.
Cfr. RESENDE, José Pinto de, e RESENDE, Miguel Pinto de, in nota n.º 2, de p. 37, tit.º de
Cardosos, da cit. ob. Famílias Nobres….
222
A quem foram atribuídas, em registos paroquiais que lhe dizem respeito, combinações diversas
de nomes e apelidos.
223
José António de Oliveira, sendo morador na sua Quinta da Porta, servia, em 1773, os cargos
de Juíz Ordinário, Órfãos e Sisas, e de Todo o Cível e Crime, “neste concelho de São Cristóvão
410
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
de Nogueira, pelo Ex.mo Senhor donatário deste senhorio”. Cfr. doc. do Arquivo Particular da
Quinta da Granja, em São Cristóvão de Nogueira, cuja consulta agradeço à Família Montenegro.
224
ANTT, Chancelaria da Ordem de Cristo, L. 34, fól. 423.
225
Irmão de Serafina, baptizada em São Cristóvão de Nogueira, a 17.01.1716, e de quem foram
padrinhos Serafina, solteira, da Porta, e Manuel Rodrigues, de Mourilhe.
411
migueL PinTo de resende
412
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
413
migueL PinTo de resende
229
VASCONCELOS, António Cardoso Pinto de, ob. cit..
230
COSTA, M. Gonçalves da, Lutas Liberais e Miguelistas em Lamego (documentos inéditos), Lamego,
Gráfica de Lamego, 1975, p. 15, onde se relata que a Câmara de Lamego reuniu, a 08.10.1822,
para anunciar o envio da lista dos Deputados “para a Divisão eleitoral de Lamego”, tendo sido
eleito, entre outros, Francisco Pinto Brochado de Brito, que agradeceu, de São Cristóvão de
Nogueira, três dias volvidos.
231
No dizer de VASCONCELOS, António Cardoso Pinto de, ob. cit..
414
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
232
ADV, Notarial, Cinfães, José Moreira da Fonseca Chaves, L. 185-2, fól. 74.
233
Cfr. o assento respectivo, in ADV, consultado ex vi: http://geneall.net/pt/nome/469013/
francisco-pinto-brochado-de-brito/, referência colhida em linha, a 25.10.2015.
415
migueL PinTo de resende
234
A quem foram atribuídos, em registos paroquiais que lhe dizem respeito, e em outros
documentos, combinações diversas de nomes e apelidos.
235
Arquivo da Confraria das Almas e do Santíssimo Sacramento, de Santa Marinha de Nespereira,
Livro dos Irmãos. O qual Arquivo, em 11.11.1989, quando lhe tivemos acesso, achava-se
arrecadado em uma antiga arca, na posse do Senhor José Leitão, de Valinhas, Nespereira,
que havia sido Secretário da mesma Confraria, e que gentilmente nos facultou a consulta dos
documentos. Relata Manuel Gonçalves da COSTA, que “[e]m 1978 teimava em sobreviver, no
adro da matriz [de Santa Marinha], exibindo apenas um ramo verde, vetusto cedro de tronco
carcomido, o qual segundo a tradição, fora trazido da Índia pelo abade de Santa Marinha, em
1646, data da fundação da irmandade dos escravos do Senhor. Ora, como se viu, esta existia já
umas décadas atrás, de modo que o ano referido deve ligar-se à nova denominação adoptada para
aquela associação, de irmandade das Almas e do Santíssimo Sacramento” – História do Bispado e
Cidade de Lamego, ob. cit., Lamego, Vol. IV, 1984, p. 430.
416
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
Brochado, também seu tio paterno, e Joaquim José Pinto de Vasconcelos, seu
irmão uterino.
417
migueL PinTo de resende
236
Porque ambos descendentes dos Silvas Maldonados da Casa de Cinfães; mas mas também pelos
Pereiras históricos, embora em grau remoto, como se demonstra em gráfico.
237
Que era Alferes, ao tempo do seu casamento; Cfr. os dados relativos ao seu percurso militar, in AHM
(Arquivo Histórico-Militar), Regimento de Milícias de Arouca, “Livro Mestre” 1.16.L, fól. 438.
238
Lugar Meado entre as freguesias de Santo Irício e Santa Marinha de Nespereira – v.g., supra, nota
n.º 122. Valinhas pertencia, nos anos pares, à Igreja de Santa Marinha e, nos anos ímpares, à de
Santo Irício.
239
Cfr. supra, nota n.º 236.
240
Em que sucedeu ao anterior Senhor dela, seu tio paterno, o Dr. Manuel Mendes Ribeiro de
Vasconcelos, Licenciado em Cânones pela Universidade de Coimbra, em 1768, Capitão e Juiz
dos Órfãos do concelho de Sanfins, o qual era casado, sem filhos, com D. Angélica Caetana
da Silva Pereira de Vasconcelos, sua prima. O Dr. Manuel Mendes de Vasconcelos morreu
em Valinhas, a 27.06.1809, lendo-se, a propósito, no assento do seu óbito: “fez testamento
pelo qual instituiu por universal herdeiro a seu sobrinho, Manuel Mendes”. A ascendência de
Manuel Mendes Ribeiro de Vasconcelos pode ver-se, em parte, in RESENDE, José Pinto de, e
RESENDE, Miguel Pinto de, Famílias Nobres... cit., Tit.º de Vasconcelos, § 2.º, n.º 7.
241
Declarado na Ordem do Dia n.º 60, de 03.09; Cfr. “Livro Mestre do Regimento”, cit. supra na
nota n.º 237, e Gazeta de Lisboa, n.º 210, Ano de 1832, Quarta-Feira, 05 de Setembro, fól. 1015.
418
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
Miguel José de Lacerda Pereira – 10.º grau – Francisco Mendes Ribeiro de Vasconcelos
de Vasconcelos
D. Mariana Margarida de Brito Pinto de – 11.º grau – Manuel Mendes Ribeiro de Vasconcelos
Noronha Pereira de Lacerda e Vasconcelos
242
Este gráfico, quanto à filiação de Martim Pereira, baseia-se no entroncamento que subjaz ao
presente estudo – cfr. Parte Primeira; Já no que respeita à parte mais recuada da ascendência de
419
migueL PinTo de resende
Luís Mendes de Vasconcelos, assenta no que enuncia Felgueiras GAIO. E relativamente à parte
mais recente desta, resulta do que a respeito escrevemos, em co-autoria com José Cabral Pinto
de RESENDE, em Famílias Nobres, ob. cit., tít.º de Vasconcelos.
243
MADL, Ordenações.
244
MADL, Ordenações.
245
VASCONCELOS, António Cardoso Pinto de, ob. cit..
246
Casados em São Cristóvão de Nogueira, a 05.05.1817.
420
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
247
ANTT, Registo Geral de Mercês, D. Luís I, L. 30, fól. 81 v.º.
248
ANTT, Registo Geral de Mercês, D. Luís I, L. 17, fól. 139.
249
MADL, Habilitações de Genere, E.1, P.A., M.4.
250
MADL, Ordenações.
251
Cfr. exemplar do mesmo, no Arquivo do Autor.
252
VASCONCELOS, António Cardoso Pinto de, ob. cit..
253
Segundo os Apontamentos Genealógicos de seu Irmão, P.e Francisco Mendes de Lacerda e
Vasconcelos.
254
Que usava comummente apenas o nome Joaquim Mendes Pinto de Vasconcelos, embora lhe
tenham sido atribuídos os apelidos Lacerda e Brochado, que aliás transmitiu a seus filhos, em
vários assentos paroquiais que lhe dizem respeito.
255
COSTA, M. Gonçalves da, “O Juízo de Paz de Nespereira”, O Nespereirense, n.º 135, Maio de
1986, pp. 1 e 5.
421
migueL PinTo de resende
256
Cfr. supra, nota n.º 236.
257
A quem foram atribuídos, em registos paroquiais que lhe dizem respeito, combinações diversas
de nomes e apelidos.
258
Que seria seu parente, pelo apelido Noronha, o que não foi possível ainda apurar, todavia, com
o necessário rigor.
259
Cfr., quanto à sua filiação: VASCONCELOS, António Cardoso Pinto de, ob. cit. – informação
agora completada por dados mais detalhados, quanto aos respectivos nascimento, baptismo,
filiação e avoenga, gentilmente prestados pelo nosso estimado Parente, Dr. João Bernardo
GALVÃO-TELLES, Genealogista e Heraldista, Editor actual de Armas e Troféus, que do mesmo
José Soares Correia de Noronha é sobrinho-trisneto.
260
Teve como “... padrinhos, por procuração de Manuel Pereira Gonçalves, tio materno do
baptizado, outro tio, paterno, José Soares (Correia de Noronha), das Eiras, em Alvarenga, e
Joaquim Gonçalves Pinheiro, por procuração de sua mulher Teresa de Jesus Maria José, do lugar
de Portela de Cortegaça, freguesia de Fornelos”.
422
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
261
A quem foram atribuídos, em registos paroquiais que lhe dizem respeito, combinações diversas
de nomes e apelidos.
262
Antigamente do concelho de Sanfins.
263
A quem foram atribuídos, em registos paroquiais que lhe dizem respeito, combinações diversas
de nomes e apelidos.
264
Sobre cuja ascendência pode ver-se: VASCONCELOS, António Cardoso Pinto de, ob. cit.,
Tít.º de Ferreiras do Pinheiro. E, por Caldeiras: RESENDE, Miguel Pinto de, “Apontamentos
Genealógicos Sobre a Casa do Pinheiro”, Miradouro, ano XXII, n.os 562 a 566, 16.05.1986 a
13.06.1986. Este estudo foi depois reeditado, com alterações, mas com algumas incorrecções de
impressão, in MENDES, Nuno Miguel Jorge Mendes, Retratos da Terra e da Família, Câmara
423
migueL PinTo de resende
Municipal de Cinfães, 1997 – cfr. Capítulo VIII, da autoria de RESENDE, Miguel Pinto de,
pp. 107 a 121.
265
In “Decreto que nomeia os substitutos dos juízes de direito das comarcas do districto judicial da
relação do Porto, para servirem no corrente anno segundo a ordem das suas nomeações, assinado
pelo Visconde de Seabra, dado no Paço, em 31.01.1868”, Jornal de Jurisprudência, 3.º Anno,
N.º 47, de 18.03.1868; ibidem, idem, N.º 48, de 21.03.1868.
266
VASCONCELOS, António Cardoso Pinto de, ob. cit
267
Que foi sucessora de seus tios maternos, P.e Frutuoso José Cardoso Correia (de Noronha), e
Teresa Maria, solteira, de Joazim.
268
Em compropriedade com seus irmãos, P.e José Alexandre Ferreira, Alexandre José Ferreira,
Vereador em Cinfães, solteiro, e D. Maria Ferreira, solteira.
424
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
269
Arquivo do Autor.
270
Aí se matriculou a 13.10.1892 – AUC – Sumários de Matrículas.
271
Arquivo do Autor.
425
migueL PinTo de resende
272
Arquivo do Autor.
273
Que D. Flora cedeu, sendo viúva, a Albano Pinto da Rocha, seu irmão.
426
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
274
Cuja ascendência, em parte, pode ver-se in RESENDE, José Pinto de, e RESENDE, Miguel
Pinto de, Famílias Nobres..., cit., Tít.º de Resendes, § 6.º, p. 162, com ressalva dos respectivos avós
paternos, em que ocorreu lapso, uma vez que eram Luís de Resende de Figueiredo e Aurência
Maria Rodrigues, sua mulher, e não os ali apontados.
275
Cuja ascendência, em parte, pode ver-se in RESENDE, José Pinto de, e RESENDE, Miguel
Pinto de, Famílias Nobres..., cit., Tít.º de Pintos, § 8.º, p. 121.
276
Cuja ascendência, em parte, pode ver-se in RESENDE, José Pinto de, e RESENDE, Miguel
Pinto de, Famílias Nobres..., cit., Tít.º de Moutas Destroncados, § 4.º, p. 68, e Tít.º de Pintos,
§ 25.º n.º 11, p. 148-149, com a ressalva de que D. Maria Pinto da Rocha, mãe de Casimiro,
não era filha de quem se declara no referido Tít.º de Pintos, mas sim de Francisco da Rocha
de Figueiredo e de D. Ana Gertrudes Pinto da Silva, sua mulher, também mencionados nos
mesmos tít.º e §, sob o n.º 10.
277
ANTT, Registo Geral de Mercês, D. Pedro V, L. 4, fól. 177.
278
ANTT, Registo Geral de Mercês, D. Pedro V, L. 3, fól. 184v.º.
279
Filha sucessora, por morte, sem filhos, de seu irmão, o Dr. Manuel António Pinto da Fonseca, dos
pais de ambos, o Tenente José António Pinto da Fonseca Amado, Senhor da Casa do Rego, em Santa
Cristina de Tendais, Administrador do Vínculo e Capela de Nossa Senhora dos Remédios, que lhe
é anexa (Morgado instituído, em 1716, pelo P.e Manuel da Fonseca Amado, Abade Encomendado
de Santa Maria de Freigil, no concelho de Aregos – cfr. respectivo Tombo, no Arquivo do Autor);
Senhor de propriedades pertencentes ao Casal de Meridãos, de que teve Prazo, pelo Real Mosteiro
de Santa Maria de Salzedas, em 29.05.1797, Senhor da Casa de Campo Benfeito, na Vila e Honra
de Campo Benfeito, freguesia de Gozende, concelho de Castro Daire, de que teve Prazo, juntamente
com sua mulher, infra, a 19.09.1816, pelo Conde de Tarouca e Marquês de Penalva; Tenente de
Granadeiros, nos regimentos de Milícias de Lamego, e depois de Arouca, em que serviu contra os
franceses nas Guerras Peninsulares, tendo sido reformado “no mesmo posto com as honras que lhe
são devidas”, por Carta-Patente do Príncipe-Regente, Dom João, passada no Rio de Janeiro, em
30.01.1812; Juiz Ordinário e Vereador na vila e concelho de Tendais, e de D. Maria Correia, sua
mulher, Senhora da Casa de Campo Benfeito – cujas biografias, mais desenvolvidas, irão constar de
trabalho do foro genealógico, resultado de nossa investigação, que se espera venha a ser publicado
em breve, sobre a família Caldeira, de Cinfães, e a que já supra se aludiu, desenvolvimento do estudo
publicado inicialmente em 1986 – cfr. supra, nota n.º 265.
427
migueL PinTo de resende
428
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
zado a 25.03 do mesmo ano, tendo sido seus padrinhos os seus avós
maternos, Alexandre Ferreira Pinto de Oliveira e D. Ana Ermelinda
Mendes de Lacerda Pinto Brochado. Casou na cidade de Breslau, na
Silésia Alemã 283, a 21.09.1942, com D. Martha Ângela Saenger, de
nacionalidade alemã e de credo católico, nascida na mesma cidade a
16.04.1915, filha de Georg Paul Marie Saenger e de Helena Ângela
Anna Iankowsky, sua mulher. Flávio Resende morreu em Lisboa, a
01.01.1967. D. Marta Ângela viria a falecer em Cascais, a 07.07.2009.
Viveram em Cascais, com geração.
15. Afonso Carlos de Resende, que nasceu a 23.08.1908, e que foi bapti-
zado a 01.11 do mesmo ano, tendo como padrinhos Afonso Augusto
da Rocha de Resende, seu tio paterno, e D. Flora Josefina Amélia da
Rocha Pinto de Figueiredo, sua avó paterna. Faleceu a 16.07.1909.
15. O Monsenhor Dr. Carlos Alberto Pinto de Resende, Reitor do Semi-
nário Maior de Lamego; Sacerdote ordenado a 15.06.1933; Licenciado
em Filosofia pela Universidade Gregoriana, em Roma, em 1937 284;
Cónego Capitular da Sé de Lamego, desde 1945, Vice-Reitor (1948)
e, depois, Reitor do Seminário Maior de Lamego (1954 a 1971), Arci-
preste, Arcediago e Chantre do Cabido Lamecense, Prelado Doméstico
de Sua Santidade, pelo Papa Paulo VI, em 10.06.1964, com o trata-
mento de Monsenhor 285; Senhor da Casa do Pinheiro, em Cinfães,
em compropriedade com seu irmão, P.e Manuel Resende e com outros
familiares. Nasceu a 12.02.1910 286e foi baptizado a 14.06 do mesmo
ano, tendo como padrinhos Afonso Augusto da Rocha de Resende, seu
tio paterno, e D. Flora Josefina Amélia da Rocha Pinto de Figueiredo,
sua avó paterna. Faleceu em Cinfães, a 23.08.1991, com testamento.
15. D. Maria de Lourdes de Resende Ferreira, nascida a 15.02.1912,
foi baptizada a 05.05 do mesmo ano, e teve como padrinhos Alberto
idem, n.º 2, Primavera de 1992, pp. 17-22; Escola Secundária/3 Prof. Doutor Flávio F. P.
Resende, Cinfães, Retalhos da Vida do Prof. Doutor Flávio Resende – revista avulsa comemorativa
do centenário do seu nascimento, 27.01.2007.
283
Esta cidade designa-se hoje Wroclaw, e fica situada em território polaco.
284
Durante a estadia em Roma, foi membro do Pontifício Colégio Português.
285
Cfr. doc.s relativos às nomeações eclesiásticas, no Arquivo do Autor.
286
No centenário do seu nascimento, e por iniciativa dos seus antigos alunos do Seminário Maior
de Lamego, foi levada a efeito uma simbólica homenagem à sua pessoa, na vila de Cinfães, a
13.02.2010, que se iniciou com sessão solene, na Câmara Municipal, com as presenças dos
Bispos de Aveiro, Lamego e Bragança, passando por descerramento de placa alusiva, na Casa em
que viveu com seus pais, e terminando com missa, presidida pelo Bispo de Lamego – cfr. Revista
Municipal de Cinfães, n.º 41, 2010, p. 20.
429
migueL PinTo de resende
287
Sobre cuja biografia poderá consultar-se o sentido testemunho do Coronel Piloto-Aviador
Augusto Cândido Pinto Coelho Soares de Moura, falecido em 2011, que serviu sob as ordens
do biografado na guerra da Província de Angola – cfr: “Epicédio por um General”, in Mais Alto
– Revista da Força Aérea Portuguesa, Ano XXXVII, n.º 321 (1999), pp. 50-51.
288
Fez toda a sua carreira de piloto na caça. Pilotou, ainda na época dos monomotores, Hawker
Fury, Gloster Gladiator, Spitfire, Hurricane, Fiat C.R.32 e Breda 65; já no tempo dos motores de
reacção: Vampire e F.84.
289
A sua acção como Comandante da Força Aérea, em Angola, valeu-lhe um Louvor, pelo
Governador e Comandante-Chefe das Forças Armadas dessa Província, datado de 14.06.1963,
“pelas magníficas qualidades de comando evidenciadas no desempenho das suas funções, que
agora termina ao fim de dois anos de excepcional importância para a Força Aérea, para as Forças
Armadas, para a Província de Angola e para a Nação. O General Pinto Resende havia apenas
iniciado a implantação dos primeiros elementos da Força Aérea de guarnição quando eclodiram
os acontecimentos de 1961. Foi assim obrigado a iniciar imediatamente operações de guerra em
muito para além do que seria normal com as reduzidas forças à sua disposição. Da forma como
a situação foi enfrentada e do rendimento operacional conseguido, a História falará quando
apontar esta acção como a mais valiosa e decisiva para a manutenção da soberania nacional em
certo momento de um largo troço de território angolano” – Cfr. Extracto da Folha de Serviço do
General Fernando Ferreira Pinto Resende.
430
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
290
Cfr., ainda, a sua biografia sumariada, na brochura comemorativa da Cerimónia de Integração dos
Novos Alunos e Compromisso do Código de Honra, presidida por Sua Excelência o Comandante da
Academia da Força Aérea, Major General Joaquim Borrego, 30.10.2013: “A Cerimónia assinalou
o início do ano escolar onde os alunos do 1.º ano do Curso de Mestrado em Aeronáutica Militar
e os alunos do Estágio Técnico-Militar 2013/2014 efectuaram o Compromisso Solene do
Código de Honra do aluno da Academia da Força Aérea e conheceram o seu Patrono – General
Fernando Ferreira Pinto de Resende, cujo exemplo de bem servir a Pátria e as Forças Armadas,
possa constituir um referencial e que por isso contribua para orientar e motivar as novas vocações
e efectuaram o Juramento do Código de Honra”.
431
migueL PinTo de resende
432
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
292
A freguesia pertenceu, à época, e por um curto período, ao concelho de Espinho.
293
Por herança de seus pais. Irmã germana de Ricardo Pereira Coelho de Amorim, Senhor da Casa
da Quintã, em Mozelos, por sucessão de seus tios maternos, todos solteiros, Dr. José Fernandes
Coelho de Amorim, D. Emília Fernandes Coelho de Amorim, Manuel Fernandes Coelho de
Amorim, Francisco Fernandes Coelho de Amorim e Paulino Fernandes Coelho de Amorim.
294
Filha de Pedro Rodrigues de Azevedo e de D. Josefa Teresa Maria Ferreira Leite de Oliveira, sua
mulher e parente, esta Senhora que foi da Casa da Fonte, em Ermilhe, Mozelos. Sobre a família
de Pedro Rodrigues de Azevedo irá brevemente sair a lume um trabalho do foro genealógico,
fruto de nossa investigação.
295
Em que sucedeu ao P.e António Pereira Coelho, seu irmão. Este, por sua vez, foi herdeiro do
P.e António Coelho Carreira, seu primo, natural de Lourosa, Feira, Frade Franciscano que passou
a clérigo secular aquando da extinção das ordens religiosas masculinas; Egresso do convento de
Santo António de Castelo-Branco, da Província da Soledade e, depois, Pároco da Igreja de Santo
André de Gião, na Feira, por Decreto da Rainha D. Maria II, de 26.09.1845, in ANTT, Registo
Geral de Mercês, D. Maria II, L. 27, fól. 119-119v.º.
296
Filha de António Fernandes de Amorim (irmão do P.e Manuel Fernandes de Amorim, Capelão
da Santa Casa da Misericórdia do Porto) e de D. Ana Francisca Coelho, sua mulher e parente,
aquele Senhor da Casa da Quintã, em Mozelos, em que sucedeu ao Alferes de Milícias António
de Amorim Aranha, seu tio, e esta Senhora da Casa de Seitela, também em Mozelos, em que por
sua vez sucedeu ao Major José Pereira da Silva, tio seu, Vice-Comandante do Quarto Batalhão
da Guarda Nacional da Corte Imperial, no Rio de Janeiro, o qual foi, no Brasil, Cavaleiro da
Ordem de Nosso Senhor Jesus Cristo e Cavaleiro da Imperial Ordem da Rosa.
297
À Rua Paulo Dias de Novais, n.º 43.
433
migueL PinTo de resende
298
ANTT, Registo Geral de Mercês, D. Luís I, L. 14, fól. 61.
434
PereirAs de sAnfins. subsídios PArA A suA geneALogiA
ANEXO III:
ANTT, Feitos Findos, Justificações de Nobreza, Maço 11, N.º 15, fól. 25.
“Imagem cedida pelo A.N.T.T.”.
435
436
ANEXO IV
1. Martim
Pereira
2. Pero
Gonçalves
Monteiro
5. Gonçalo 5. Gil Dias 5. Álvaro 5. Leão 5. Baltasar 5. Damião 5. Eulália 5. Genebra 5. Fernão 5. Alexandre 5. António
da Fonseca Pereira Pereira Pereira Pereira Pereira Osório Pereira Pereira Simões Pires
Pereira Osório
ANEXO V
9. D. Maria 9. Manuel de 9. Miguel José 9. D. Antónia 9. D. Catarina
Lacerda de de Lacerda Josefa de
Vasconcelos Pereira de Lacerda e
Pereira Vasconcelos Vasconcelos
11. Joaquim 11. Cristóvão 11. Dr. Fran- 11. António 11. P.e 11. António 11. D. Ana 11. D. Maria 11. D.Joaquina
José Pinto de Pinto Brochado cisco Pinto José Pinto Pinto Benedita Pinto Pinto Margarida de
Vasconcelos Brochado de Brochado de Brochado Brochado Brochado Brito Pinto
Brito Brito Pereira de
Lacerda
12. P.e Luís 12.D. Ricar- 12. José 12. Joaquim Mendes 12. P.e Francisco 12. D. Maria 12. D. Ana 12. Gregório
Mendes Pinto dina Amélia Mendes Pinto Pinto de Vasconcelos de Mendes de Lacerda e José de
de Noronha e Mendes de Brochado Lacerda Brochado Vasconcelos Lacerda
Vasconcelos Lacerda
14. D. Maria 14. D. Emília 14. José 14. Manuel 14. D. Ricar- 14. D. Augusta 14. D. Amélia 14. Alberto 14. D. Laura
da Glória Cândida Ferreira Pinto dina Arminda Adelaide Sofia Ferreira Ferreira Pinto Ferreira de
Ferreira de Ferreira de de Oliveira Ferreira de Ferreira de de Oliveira de Oliveira Oliveira
Oliveira Oliveira Oliveira Oliveira
15. Prof. Dr. 15. Afonso 15. Monse- 15. D. Maria 15. General 15. D. Maria 15. P.e Manuel 15. Dr. 15. Bernar-
Flávio Ferreira Carlos de nhor Carlos de Lourdes Fernando Bernardette Ferreira Pinto Alexandre dino Augusto
437
Pinto de Resende Alberto Pinto de Resende Ferreira Pinto de Resende de Resende Ferreira Pinto Ferreira Pinto
Resende de Resende Ferreira de Resende Ferreira de Resende de Resende
PASSALÁQUAS DA MADEIRA, ÍNDIA E DE ANGOLA
Preâmbulo
1
cf. SALUZZO, Leopoldo Massa, Notizie per servire alla storia della Chiesa di Tortona pubblicate
dal conte Giacomo Carnevale, Lugano, 1844, p. 101.
2
cf. A Provedoria e Junta da Real Fazenda do Funchal, foi decretada por resolução régia de
6-4-1775, sendo constituída pelo Governador e Capitão General, com funções de presidente,
pelo corregedor da comarca, pelo juiz de fora, como procurador da Fazenda, por um tesoureiro
geral, eleito pela Junta, e um escrivão da Fazenda e da receita e despesa da Tesouraria Geral.
439
Luís migueL PuLido gArciA cArdoso de menezes
§1
440
PAssALáquAs dA mAdeirA, índiA e de AngoLA
Cervia, Ravenna, na costa adriática da Itália em 29-4-1741 e morreu no Rio de Janeiro, Brasil
a 10-1-1817, sendo filho do Conde Nicola Caleppi e Luciana Salducci. Foi ordenado padre
em 1772 e em 22-2-1797, esteve presente e assinou o Tratado de Tolentino, com que a Igreja
capitulou de vez perante o Directório francês e Napoleão. Em 23-2-1801, foi eleito Arcebispo
de Nisibi, sendo consagrado na catedral de Frascati. Nomeado Núncio Apostólico para Lisboa
nos finais desse mesmo ano, chega a Lisboa no dia 22-5-1802. Partiu com as invasões francesas
em Portugal, clandestinamente para o Rio de Janeiro, onde se juntou à corte portuguesa ali
refugiada. Em 8-3-1816, já com a guerra terminada na Europa e uma prestes a decorrer no Rio
da Prata, é criado Cardeal, embora nunca tenha recebido o solidéu vermelho. A 10-1-1817,
o Arcebispo de Nisibi, falece com quase 76 anos de idade. Como sua última vontade, é sepultado
no Convento franciscano de Santo António, Rio de Janeiro.
5
cf. FRANCO, José Eduardo, Arquivo Secreto do Vaticano: Expansão Portuguesa – Documentação,
Tomo I – Costa Ocidental de África e Ilhas Atlânticas, Esfera da Caos Editores, 2011, pp. 287
e Archivo Secreto Vaticano, Arch. Nunz. Lisbona, 77 (1), fl. 184.
6
cf. FRANCO, José Eduardo, op. cit., p. 287 e Archivo Secreto Vaticano, Arch. Nunz. Lisbona, 77
(1), fl. 185.
441
Luís migueL PuLido gArciA cArdoso de menezes
de religiosos que chegaria para regular o seu instituto, todavia a maior parte
encontrava-se doente, insubordinada e vivendo como seculares.
Fazia ainda a listagem dos diversos nomes e cargos da Custódia, dando o seu
parecer sobre cada um dos religiosos. 7
A 10-11-1807, recebe uma carta do Núncio Apostólico em Lisboa, que lhe agra-
decia a missiva de 17 de Julho passada, relativa à Custódia, referindo-lhe as notí-
cias acerca do Visitador e Presidente do futuro Capítulo. 8
* em S. Martino de Rapallo, arcebispado de Génova, Itália cerca de 1750, † na
Madeira.
= na freguesia da Sé, Funchal, Madeira a 2-6-1779 com Rosa Maria [Betten-
court] Tello de Menezes, * na Sé, Funchal, Madeira, filha de Manuel Roiz de
Souza Spínola e de s.m. D. Perpétua Maria Manuel Tello de Menezes. 9
Filhos:
7
cf. FRANCO, José Eduardo, op. cit., p. 287 e Archivo Secreto Vaticano, Arch. Nunz. Lisbona, 77
(1), fls. 182-183.
8
cf. FRANCO, José Eduardo, op. cit., p. 286 e Archivo Secreto Vaticano, Arch. Nunz. Lisbona, 77
(1), fl. 181.
9
cf. Arquivo Regional da Madeira, Sé, Funchal, Livro de Casamentos n.º 61, fl. 97 v.º.
10
cf. Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Provedoria e Junta da Real Fazenda do Funchal, livro
570, e 571.
11
cf. Anuário do Centro de Estudos de História do Atlântico N.º 1, Ano 2009, Coimbra, Impressão
de Coimbra Lda, 2009, p. 625, Arquivo Regional da Madeira, Câmara Municipal da Calheta,
Vereações n.º 431, fl. 106 v.º, Governo Civil n.º 656, fl. 24, 138 e v.º e n.º 657, fl. 122.
12
cf. Arquivo Regional da Madeira, Sé, Funchal, Livros de Casamentos n.º 63, fl. 24 v.º
442
PAssALáquAs dA mAdeirA, índiA e de AngoLA
443
Luís migueL PuLido gArciA cArdoso de menezes
19
cf. Arquivo Regional da Madeira, Sé, Funchal, Livro de Baptismos n.º 30, fl. 295.
20
cf. Arquivo Regional da Madeira, S. Pedro, Funchal, Livros de Casamentos n.º 1398, fl. 3 v.º e 4.
O pároco não lhes lançou as bênçãos nupciais por a nublente ser viúva. Essa designação de casa-
mento “in articulo mortis”, significava que um dos nubentes se encontrava, às portas da morte
e um dos objectivos dessa celebração, prendia-se, quase sempre, com o facto de por esse acto
religioso e contractual se pretender legitimar os filhos havidos fora da constância matrimonial,
de uma união de facto, mas não legítima, que de outra forma poderiam sempre ser perfilhados e
declarados sucessores da casa de seus pais, mas nunca legitimados, a não ser pelo seu casamento.
Além de legitimar os filhos, protegia economicamente o futuro da noiva.
21
cf. Arquivo Regional da Madeira, S.ta Maria Maior, Funchal, Livros de Casamentos n.º 2129,
fl. 26. Nesta certidão de casamento refere que sua avó paterna se chamava D. Angélica Pusich
Bessone, o que contradiz com a certidão de casamento de seu pai, onde vem citada Cecília
César.
444
PAssALáquAs dA mAdeirA, índiA e de AngoLA
22
cf. Arquivo da Marinha, Adriano Maria Passaláqua (1823-1856), Caixa 763, documento n.º ?,
de 15-2-1850.
23
cf. Arquivo da Marinha, Adriano Maria Passaláqua (1823-1856), Caixa 763, documento
n.º 493, do ministro da Marinha, António Aloísio Jérvis de Atouguia de 6-8-1835.
24
cf. Arquivo da Marinha, Adriano Maria Passaláqua (1823-1856), Caixa 763, documento
n.º 390, do ministério da Marinha de 17-7-1837.
25
cf. Arquivo da Marinha, Adriano Maria Passaláqua (1823-1856), Caixa 763, documento n.º 32,
de 3-7-1846.
26
cf. Arquivo da Marinha, Adriano Maria Passaláqua (1823-1856), Caixa 763, documento n.º ?,
de 15-2-1850.
27
cf. Arquivo da Marinha, Adriano Maria Passaláqua (1823-1856), Caixa 763, ministério da
Marinha e Ultramar, documento n.º 791, do ministério da Marinha de 17-10-1853.
28
cf. Arquivo da Marinha, Adriano Maria Passaláqua (1823-1856), Caixa 763, documento n.º 96,
do ministério da Marinha de 17-7-1854 e documento 43 de 17-3-1855.
445
Luís migueL PuLido gArciA cArdoso de menezes
Filho do 2º Casamento:
29
cf. Arquivo da Marinha, Adriano Maria Passaláqua (1823-1856), Caixa 763, documento
n.º 202, do ministério da Marinha e Ultramar de 6-10-1855 e Livro 7, Cartas, Alvarás e Patentes
da Secretaria dos Negócios do Reino em 30-10-1855, fl. 282.
30
cf. FORJAZ, Jorge e José Francisco de Noronha, Os Luso-Descendentes da Índia Portuguesa, vol.
III, N-Z, Passaláqua, Lisboa, Fundação Oriente, 2003, pp. 219-220.
31
cf. FORJAZ, Jorge e José Francisco de Noronha, op. cit., pp. 953-955 e MARQUES, Oliveira,
op. cit., pp. 533-534.
446
PAssALáquAs dA mAdeirA, índiA e de AngoLA
Filho do 3º Casamento:
32
cf. FORJAZ, Jorge e José Francisco de Noronha, Os Luso-Descendentes da Índia Portuguesa, vol.
II, Lobato de Faria, Lisboa, Fundação Oriente, 2003, pp. 395-398.
447
Luís migueL PuLido gArciA cArdoso de menezes
448
PAssALáquAs dA mAdeirA, índiA e de AngoLA
33
cf. COSTA, Coronel António José Pereira da, Os Generais do Exército Português, II Volume –
Das invasões francesas à queda da Monarquia, II Tomo (1864-5 de Outubro de 1910), Lisboa,
Biblioteca do Exército, 2005, p. 592.
34
cf. Arquivo Regional da Madeira, Sé, Funchal, Livros de Baptismos de Expostos, n.º 45, fl. 104
v.º e Legitimação de Viriato, encontra-se no Livro n.º 1262 dos Expostos da Sé, Funchal, fl. 21
v.º a 23, registo de 26 /27-8-1850.
35
cf. Sobre ela consulte-se: Registos Paroquiais, Baptismos, N. S.ra dos Remédios, Luanda, Angola,
1866, fl. 68; CML / Câmara Municipal de Lisboa, Departamento de Ambiente e Espaços Verdes,
Divisão de Gestão Cimeterial, Cemitério dos Prazeres, jazigo n.º 4409 da Família Annapaz e
Conservatória do Registo Civil de Lisboa, Óbitos (1913), freguesia Santa Isabel, n.º 680.
449
Luís migueL PuLido gArciA cArdoso de menezes
§2
Passaláquas desentroncados
36
cf. Registos Paroquiais, Assentos de Baptismo, N. S.ra do Carmo, Luanda, Angola, 1896, n.º 153.
37
cf. Arquivo Regional da Madeira, S. Pedro, Funchal, Livro de casamentos n.º 128, fl. 23 v.º
450
PAssALáquAs dA mAdeirA, índiA e de AngoLA
§3
Passaláquas desentroncados
Anexo A
Certidão de casamento entre Nicolau Maria Passaláqua e D. Constantina Vieira
Cabral «in articulo mortis» na rua da Cabouqueira em S. Pedro, Funchal, Madeira
em 19-4-1860
Aos dezoito dias do mez de Abril do anno de mil oitocentos e secenta pelas dez
e meia hora da manhã, eu Presbytero Gregorio João Moniz, Vigario Collado
da Egreja Parochial de São Pedro, Concelho do Funchal, Districto Eclesias-
tico da Provincia da Madeira, em caza da residencia de Nicolau Maria Passa-
laqua, morador na rua da Cabouqueira onde eu proprio fui, e alli tendo-se
elle confessado e comungado por Viatico visto estar gravemente enfermo in
articulo mortis, e depois de receber tambem os Sacramentos de moribundos,
com licença e autorização do Excellentissimo Prelado Diocesano o Senhor Dom
Patricio Xavier de Moura a quem Communiquei a urgencia do cazo e as circu-
mstancias que o acompanharão, depois de proclamados, sem impedimento
algum que constasse para o cazamento dos nublentes; elle Nicolau Maria Passa-
laqua de setenta e sete annos, viuvo, baptizado na Freguesia da Sé, filho legi-
timo de Paulo Maria Passalaqua e de sua mulher Dona Rosa Maria Bettencourt
Tello de Menezes; neto paterno de Nicolau Maria Passalaqua e de D. Angelica
Pasich Bessone, e materno do Doutor Manoel Rodrigues de Sousa Spinola e
de Dona Perpetua Maria Manoel Tello de Menezes; e ella Constantina Vieira
Cabral d`edade trinta e cinco annos, solteira baptizada em Santa Luzia, filha de
João Vieira Cabral e de Joaquina da Conceição, neta paterna de Antonio Vieira
Cabral e de Maria das Neves Cabral, e materna de Antonio Martins Caldeira e
de Maria Ferreira, aos quaes interroguei e havendo o seu mutuo consentimento,
por palavras de presente, se receberão por marido e mulher, e os uni em Matri-
monio e seguidamente lhes lancei a bênção nupcial procedendo em todo este
acto conforme o rito da Santa Madre Egreja Catholica Romana, sendo teste-
451
Luís migueL PuLido gArciA cArdoso de menezes
Anexo B
Legitimação de Viriato Zeferino Passaláqua na Sé, Funchal a 2-6-1860
452
PAssALáquAs dA mAdeirA, índiA e de AngoLA
Conego Cura de semana, outro em que fique o dito exposto reconhecido por
filho do supplicante e assim declarando se lhe dê certidão para fazer registar
no livro competente da parochial Egreja de San Pedro, onde se acha com seus
paes, e para constar onde mais convier pede a Vossa Excellencia Reverendissima
se digne fazer graça de deferir-lhe. E receberá mercê. Funchal vinte e cinco
de Maio de mil oitocentos e sessenta. Nicolau Maria Passalaqua = despacho =
O Reverendo Cura da Nossa Se Cathedral lavre novo termo na forma requerida
pelo supplicante, mas não permittimos que este termo se transcreva nos livros
da Parochial Egreja de San Pedro. Paço Episcopal do Funchal vinte e cinco
de Maio de mil oitocentos e sessenta. B. F.al. Em virtude do requerimento e
despacho aqui exarado, não podendo comparecer o dito Nicolau Maria Passa-
laqua por estar gravemente enfermo, declarou o ja mencionado Muito Conego
Florencio Januario Tello de Menezes perante mim e perante as testemunhas
abaixo assignadas o Reverendo Luiz Albino Nunes, Cura desta Se Cathedral
e João Rodrigues da Costa, sota sacristhão d`ella que o requerente lhe pediu
para fazer lavrar este termo em que reconhece como seu filho o exposto que
nesta Se foi baptizado com o nome de Veriato, e de Constantina Vieira Cabral,
com quem ha pouco contrahiu legitimo matrimonio, e que por consequencia
aquelle seu filho se ache hoje legitimado e como tal havido para todos os efeitos
legaes. E fiz o averbamento competente á margem do termo respectivo a folhas
cento e quatro, verso, do livro oitavo dos expostos. E para constar lavrei em
duplicado este termo de reconhecimento, eu o presbytero Fillipe Nunes, Cura
Collado nesta Se Cathedral com o segue Guerra rente e com as testemunhas,
tendo-lhe este livro sido levado a casa para este fim.
(in Arquivo Regional da Madeira, Livro n.º 1262 dos Expostos da Sé, Funchal,
fl. 21 v.º a 23)
453
Luís migueL PuLido gArciA cArdoso de menezes
Bibliografia
454
PAssALáquAs dA mAdeirA, índiA e de AngoLA
2 – MONOGRAFIAS
455
RECENSÃO CRÍTICA
457
migueL meTeLo de seiXAs e Lourenço correiA de mATos
complexos, que dessem conta da história dos edifícios abrangidos e das famí-
lias ou instituições a que se encontram ligados; procurando incluir para cada
caso o testemunho de pessoas que de uma forma ou de outra representassem tais
ligações; organizando os exemplares por zonas da cidade, formando assim um
roteiro; dotando o volume de fotografias de cada exemplar, em vez dos desenhos
anteriores; e, por fim, dando a este conjunto o formato de um livro de arte, cuida-
dosamente paginado e impresso.
Tais alterações correspondem também ao projecto editorial tal como vem
definido por Manuel de Bragança e Pedro Maria de Alvim nas suas “Duas notas,
algumas pistas e um convite do editor” (pp. 6-7): o entendimento da obra na
sua dupla natureza de tombo histórico-cultural e de guia turístico, o que justi-
fica igualmente a sua publicação em duas línguas (uma edição portuguesa, outra
inglesa); e a inclusão dos depoimentos de uma série de pessoas que, por via fami-
liar ou institucional, participam na qualidade de representantes actuais da história
de cada edifício. A escolha da Scribe para editora revela-se acertada, na medida
em que a publicação beneficia de uma qualidade gráfica modelar. Quanto às foto-
grafias de Ana Luísa da Cunha de Alvim, pode dizer-se que dificilmente poderiam
atingir grau mais elevado de competência; em muitos casos, é mesmo surpreen-
dente que a fotógrafa tenha conseguido alcançar resultados tão meritórios, dado
o estado de conservação das pedras e a distância ou o ângulo ingrato a que se
situam. O inventário heráldico propriamente dito e os textos que o acompanham
ficaram a dever-se a Pedro Mascarenhas Cassiano Neves, com base no estudo das
casas nobres lisboetas que vem conduzindo há cerca de quinze anos, como explica
na sua “Nota prévia” (p. 15).
Em relação ao levantamento heráldico olisiponense, há que assinalar que
esta é sem dúvida a obra mais completa produzida até hoje, assumindo desde
logo, como faz o autor, que trata apenas de armas de família, de eclesiásticos ou
de ordens militares, excluindo todos os restantes tipos de heráldica. Na verdade, o
livro retoma os arrolamentos existentes e completa-os de forma a atingir cerca de
uma centena de exemplares. Os casos que ficaram de fora serão pois aqueles mais
recônditos, a que o autor dificilmente poderia ter acesso Lembremos aqui, por
exemplo, a pedra de armas actualmente encastrada na entrada da Vila Rodrigues,
a Sapadores, divulgada no volume de Olisipo referente ao ano de 2010 mas só
recentemente publicado; ou a pedra de armas de Silvas guardada no palácio dos
marqueses de Vagos, a São Cristóvão. Nas omissões, referimos ainda a quinta do
Beau Séjour – hoje Gabinete de Estudos Olisiponenses, espaço indispensável a
quem trabalha a história da cidade – onde se encontra o timbre dos Allen, barões
da Regaleira (além de um monograma do barão da Glória encimado pelo coronel
deste título); e a quinta do Monteiro-mor, hoje Museu do Teatro, no Paço do
458
recensão críTicA
459
migueL meTeLo de seiXAs e Lourenço correiA de mATos
ligação quer com os testemunhos actuais, quer com a própria manifestação herál-
dica. Os depoimentos dos descendentes dos proprietários das casas, que fizeram
uso das armas nelas apostas, têm naturalmente valor variável; de qualquer forma,
poderiam ter sido revistos de forma a evitar que se propagassem alguns erros,
fruto de um conhecimento menos profundo da história das famílias e dos espaços
que estas habitaram. Muitos dos textos do autor do livro são ainda completados
com judiciosas observações no campo da história da arte, tanto na apreciação dos
edifícios como na caracterização estilística das representações heráldicas.
A bibliografia é escassa, não tendo sido consultados – ou pelo menos refe-
ridos – títulos monográficos de relevo para o conhecimento das casas estudadas,
como sejam, por exemplo, o texto sobre o palácio dos Guiões de Manuel Bobone
(1968), o estudo sobre o palácio Marialva, de Agostinho Araújo (1993), o livro
sobre os Condes de Bobone (1996) para o palácio Mendia, ou trabalhos impor-
tantes publicados na fundamental revista Olisipo, como o dedicado ao palácio
do Manteigueiro – Condeixa –, por Mário Costa (1958), o dos palácios dos
Marqueses de Gouveia, da autoria de Abílio Mendes do Amaral (1969), ou ainda
o de Paulo Caratão Soromenho sobre o palácio de Pedro Roxas e Azevedo – Trofa
(1980). De referir também a ausência, no que respeita às inúmeras representações
heráldicas do 1.º marquês de Pombal e da sua família, de qualquer referência aos
diversos trabalhos já publicados sobre o assunto.
O ponto fraco da obra reside porém na sua dimensão heráldica propria-
mente dita, ou seja, na análise do conteúdo das pedras de armas. Os textos que
acompanham cada exemplar incidem, como dissemos, na história do edifício e
dos seus detentores; a heráldica encontra-se presente, na maior parte dos casos,
apenas no parágrafo final de cada texto, resumindo-se à mera identificação dos
sinais. Esta cita amiúde as descrições realizadas por Luiz Ferros, revelando uma
certa falta de domínio da matéria, nomeadamente quando é necessário tratar
de casos não arrolados ou não inteiramente descritos por este autor: assim, por
exemplo, o erro na leitura da pedra da casa do marquês de Pereira Coutinho,
trocando o III pelo IV quartéis, p. 46; a confusão das armas de Ribeiro com
um esquartelado de Lima e Vasconcelos, no palácio dos barões de Barcelinhos,
p. 108; a incapacidade em identificar a pedra de armas da Rua do Milagre de
Santo António (já devidamente tratada por José Bénard Guedes), p. 192; a difi-
culdade em descrever de forma precisa a pedra de armas do palácio dos Guiões,
p. 254; ou a falta de observação de pormenores heráldicos relevantes, como a
presença inusitada das armas primitivas da Casa de Bragança em substituição
de Portugal-antigo no esquartelado de Albuquerques do palácio da Ega, p. 29.
A descrição heráldica pauta-se aliás por um modelo um pouco obsoleto no que se
refere à intenção de mostrar os lapsos de execução dos exemplares em desconfor-
460
recensão críTicA
midade com a norma, sem dar o devido valor ao carácter flutuante desta, ou à sua
eventual não-aplicabilidade; assim, ao tratar das pedras do palácio Oldenburg/
Barbacena, o autor retoma a menção que Luiz Ferros fizera quanto a um abusivo
coronel de duque, quando os estudos entretanto publicados permitem explicar
tal tipo de usos em função do exercício de cargos governativos ultramarinos ou
diplomáticos.
Mas, para além destas pequenas falhas pontuais, é sobretudo pela falta de
análise heráldica que a obra peca. A bibliografia heráldica portuguesa tem vindo a
aumentar exponencialmente nos últimos anos; os estudos sobre heráldica olisipo-
nense são hoje numerosos, ainda que dispersos por uma miríade de publicações
nem sempre fáceis de encontrar. Muitos dos exemplares arrolados já se encontram,
assim, estudados de forma mais ou menos aprofundada; ora, na maior parte dos
casos, não se vislumbra influência das respectivas conclusões ou interrogações na
presente obra. Embora fosse empreendimento porventura trabalhoso, não teria
sido difícil proceder à inclusão do conjunto de informações heráldicas disponível;
e sobretudo, teria sido essencial para a obra ganhar um valor heráldico que fosse
além da qualidade inquestionável do arrolamento. Mais ainda, a dimensão do
universo heráldico tratado permitiria realizar uma caracterização global, quer no
que se refere a tipologias heráldicas e artísticas, como à análise do diálogo esta-
belecido entre a heráldica, a história da nobreza, a arquitectura, o urbanismo, a
cidade. Uma primeira visão geral, em suma, da heráldica nobiliárquica lisboeta.
Assim, as pedras de armas, longe de constituírem o cerne da obra, assumem
nela apenas um carácter ilustrativo. Servem como elo de ligação meramente visual
entre os edifícios, a sua história e a história dos seus detentores, sem conseguirem
elevar-se a objecto de estudo pelo qual tal ligação se construa e se explique. Como
assinalam os editores nas suas notas, na p. 7, “os brasões de armas não só identi-
ficam com precisão as famílias que representam, como constituem um riquíssimo
manancial de informação histórica e cultural, em grande medida por explorar”.
É precisamente esta dimensão interpretativa que a obra deixa em aberto. Trata-
-se pois de um belo livro, manifestamente realizado com cuidado e partindo de
um projecto louvável, com o mérito de constituir um ponto de partida para uma
obra que seja verdadeiramente um roteiro heráldico de Lisboa. Terminemos por
onde começámos: há muito que a cidade de Lisboa carece de um inventário das
suas pedras de armas; este livro constitui um passo importante para atingir tal
objectivo. Falta agora passar da listagem para a análise.
461
PRODUÇÃO BIBLIOGRÁFICA DOS SÓCIOS DO
INSTITUTO PORTUGUÊS DE HERÁLDICA NAS ÁREAS
DE HERÁLDICA E GENEALOGIA
Ano de 2014
AMORIM, João Manuel P. Pessoa de, “Relação das Primeiras Alunas do Instituto
de Odivelas (Infante D. Afonso), Raízes & Memórias, n.º 31 (2014), pp.
419-440.
463
ArmAs e Troféus
CORREIA, Lívio, “Herança de família”, Raízes & Memórias, n.º 31 (2014), pp.
61-66.
LIMA (†), João Paulo de Abreu e, “A heráldica dos primeiros duques de Beja”,
Armas e Troféus, IX série, tomo XVI (2014), pp. 235-244.
MALTA, João Baptista, “Os Zuzarte Maldonado, do Alto Alentejo (II) – Velhas
raízes genealógicas”, Raízes & Memórias, n.º 31 (2014), pp. 285-334.
464
Produção bibLiográficA dos sócios do insTiTuTo PorTuguês de heráLdicA
MENEZES, Luís Miguel Pulido Garcia Cardoso de, “Gente Singular: Apon-
tamentos familiares e biográficos de José Maria do Prado (1824-1893),
capitalista, comerciante, fazendeiro, autarca, benemérito e filantropo luan-
dense da 2.ª metade do século XIX”, Armas e Troféus, IX série, tomo XVI
(2014), pp. 345-379.
MENEZES, Luís Miguel Pulido Garcia Cardoso de, “O império Júdice Fialho”,
Cadernos Barão de Arêde, n.º 2 (Out.-Dez. 2014), pp. 57-91.
MENEZES, Luís Miguel Pulido Garcia Cardoso de, “O vínculo da capela de São
Simão do Bunheiro e a família Ruela do concelho da Murtosa”, Raízes &
Memórias, n.º 31 (2014), pp. 335-382.
465
ArmAs e Troféus
PINOTEAU, Hervé, “Le ciel dans la symbolique capétienne au XIIe siècle. Les
solutions française et portugaise”, Armas e Troféus, IX série, tomo XVI
(2014), pp. 61-70.
466
Produção bibLiográficA dos sócios do insTiTuTo PorTuguês de heráLdicA
467
ArmAs e Troféus
Disponível em http://www.ramhg.es/images/stories/ordenes-de-caballeria-y-
condecoraciones/carlos%20abella%20y%20ramallo.pdf; e Sagrada y Militar
Orden Constantiniana de San Jorge, 20 agosto 2014, Disponível em http://
www.constantinianorder.org/assets/carlos-abella-y-ramallo.pdf.
REY Y CABIESES, Amadeo-Martín, “La carta de Adolfo Suárez Illana que nunca
existió”, La Razón, año XVI, n.º 5579 (29 marzo 2014), p. 63.
468
Produção bibLiográficA dos sócios do insTiTuTo PorTuguês de heráLdicA
469
ArmAs e Troféus
470
Produção bibLiográficA dos sócios do insTiTuTo PorTuguês de heráLdicA
471
ArmAs e Troféus
472
Produção bibLiográficA dos sócios do insTiTuTo PorTuguês de heráLdicA
REY Y CABIESES, Amadeo-Martín, “Reyes sin trono. Los Orléans. Secretos de los
reyes de los franceses”, La Razón, año XVI, n.º 5495 (4 enero 2014), p. 79.
REY Y CABIESES, Amadeo-Martín, “Reyes sin trono. Los Zogu, reyes de los
Albaneses. El diamante que pagó el funeral del rey”, La Razón, año XVI,
n.º 5565 (15 marzo 2014), p. 66.
473
ArmAs e Troféus
474
Produção bibLiográficA dos sócios do insTiTuTo PorTuguês de heráLdicA
475
ArmAs e Troféus
SEIXAS, Miguel Metelo de, “As pinturas armoriadas do palácio Cabral Metelo”,
Armas e Troféus, IX série, tomo XVI (2014), pp. 35-60.
SEIXAS, Miguel Metelo de, “Posfácio – Um armorial para uma torre”, in AVILA,
Christovão de, Armorial Histórico da Casa da Torre de Garcia de Ávila, Rio
de Janeiro: Hexis Editora, 2014, pp. 175-177.
SILVA, José Mattos e; SILVA, António Mattos e, Casos da História, vol. I, 7.ª
Edição, Lisboa, Edição dos Autores, 2014.
476
Produção bibLiográficA dos sócios do insTiTuTo PorTuguês de heráLdicA
SILVA, José Mattos e; SILVA, António Mattos e, Casos da História, vol. II, 10.ª
Edição, Lisboa, Edição dos Autores, 2014.
SILVA, José Mattos e; SILVA, António Mattos e, Casos da História, vol. III, 4.ª
Edição, Lisboa, Edição dos Autores, 2014.
SILVA, José Mattos e; SILVA, António Mattos e, Historical Cases, vol. A, 2nd
Edition, Lisboa, Edição dos Autores, 2014.
477
ArmAs e Troféus
478
Produção bibLiográficA dos sócios do insTiTuTo PorTuguês de heráLdicA
VARELLA, Luís Soveral, “Os Heredia. E a Varonia dos Herédia de Sua Alteza
Real a Senhora Dona Isabel, Duquesa de Bragança”, Cadernos Barão de
Arêde, n.º 1 (2014), pp. 64-101; “Os Heredia (continuação)”, Cadernos
Barão de Arêde, n.º 2 (2014), pp. 94-117; “Os Heredia (continuação)”,
Cadernos Barão de Arêde, n.º 3 (2014), pp. 212-264 (também disponível
em www.arede.eu).
VARELLA, Luís Soveral, “O Sangue dos Arêde”, Cadernos Barão de Arêde, n.º 1
(2014), pp. 102-113 (também disponível em www.arede.eu).
479
ACTAS DO ANO ACADÉMICO 2014-2015
15-X-2014
Reunião Geral
Comunicação da sócia agregada Dr.ª Maria Alice Pereira dos Santos, com o título:
A empresa de Gil do Sem e de João do Sem
18 Presenças
20-XI-2014
Reunião Geral
Comunicação do sócio efectivo Dr. João Portugal, com o título: Tríptico de Sousas
11 Presenças
18-XII-2014
Reunião Geral
Comunicações:
do sócio efectivo Dr. João Bernardo Galvão Teles, como o título: O palácio do
Fiúza: memória de uma residência nobre em Alcântara, no termo de Lisboa
das sócias Drª Assunção Júdice e Dr.ª Leonor Calvão Borges, com o título: Famí-
lias e relações familiares no Arquivo da Quinta das Lágrimas
15 Presenças
15-I-2015
Conselho Director
Ordem de Trabalhos:
1) Apresentação do relatório da actual administração para o triénio 2011-2014;
481
ArmAs e Troféus
13 Presenças
28-I-2015
Reunião Geral
Comunicação do convidado Prof. Doutor Paulo Lopes, com o título: Um portu-
guês na Itália do Renascimento. Imagens da Europa num manuscrito inédito
do século XVI
19-II-2015
Reunião geral
Comunicação do Presidente do IPH Prof. Doutor Miguel Metelo de Seixas, com
o título: Revivalismos emblemáticos oitocentistas. Empresas brigantinas e
sabaudas num tecido de parede do paço real da Ajuda
22 Presenças
18-III-2015
Reunião Geral
Comunicação do sócio efectivo Dr. Carlos Bobone, com o título: Privilégios dos
Familiares e Oficiais do Santo Ofício
18 Presenças
16-IV-2015
Visita a Évora
12 Presenças
482
AcTAs do Ano AcAdémico 2014-2015
21-V-2015
Reunião Geral
Comunicação do Presidente do IPH Prof. Doutor Miguel Metelo de Seixas, com
o título: Heráldica Tropical: a construção de um sistema identitário visual da
nobreza brasileira oitocentista
24-VI-2015
Reunião Geral
Comunicação da convidada Prof. Doutora Alicia Miguélez, com o título:
A linguagem gestual na iconografia românica em Portugal
21 Presenças
483