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El capitalismo y el síntoma

El Capitalismo es fuente inagotable de problemas psicosociales porque tiene una


desigualdad estructural ya que su modo de producción se define por una división de clases
sociales y una apropiación desigual de los medios de producción.
Lo voy a desarrollar teniendo en cuenta la dialéctica entre génesis y estructura, para evitar
la recaída en la inmediatez, esto quiere decir no sólo considerar la totalidad ya constituida
sino también sus procesos de conformación, los cuales se encuentran contenidos en lo
actual por el principio de supresión, conservación y superación.
El Capitalismo es un sistema económico, político, social y cultural que atraviesa la vida
cotidiana que tenemos todas las personas, sin importar nuestra posición en las relaciones
de producción. La vida cotidiana es el escenario de la reproducción social e individual (vida
cotidiana: la vida de todo hombre vivida cualquiera que sea su ubicación en la división del
trabajo. Se reconoce la relación dialéctica entre la reproducción social y la de cada hombre
particular) es decir, de la producción de las condiciones mismas para la producción de
bienes y servicios: las condiciones económicas no bastan, se necesitan una serie de
condiciones superestructurales: administrativas, jurídicas, políticas e ideológicas, que
validan e imponen esas condiciones como normales y necesarias. Entonces, además de las
máquinas, hacen falta personas que las operen, reparen e inventen nuevas. Las fuerzas de
trabajo tienen que reproducir sus condiciones básicas de existencia y las de su círculo
familiar, además de reproducir su calificación diversificada y su sumisión a las reglas del
orden establecido, es decir, a la ideología dominante.
La reproducción del ser viviente incluye: de los estados y cursos formativos, de los
componentes y de otros individuos del mismo tipo; reproducción específicamente humana:
de la autoconciencia, de las relaciones materiales y jurídicas que permiten mantener a todos
los linajes en una unidad, y del sistema de los objetos, a través de procesos de producción,
distribución, intercambio y consumo de valores mediante pactos de asociación.
El sistema capitalista comienza a gestarse dentro de la forma de producción anterior, el
feudalismo, a partir de los obstáculos que surgen en éste para el desarrollo de la
producción. El feudalismo tenía un énfasis en el campo y una división social del trabajo
entre siervos y señores feudales (los nobles). Los siervos eran dueños de los medios de
producción y de una porción de tierra, a cambio de lo cual entregaban una porción de su
producto al señor feudal, la producción era manual y natural, es decir, la producción de
mercancía todavía no había alcanzado un carácter universal.
Dentro de la sociedad pre capitalista se comienza a gestar un nuevo modo de producción a
partir de un aumento significativo de la productividad del trabajo y de la "acumulación
originaria", el saqueo de las tierras americanas, indias y africanas que produce una
expansión económica. Pero es a partir de las dos revoluciones, la Industrial y la Francesa,
que el capitalismo se consolida. La Revolución Industrial, que comienza en Inglaterra y se
expande a Europa, es una transformación económica, social y tecnológica (agregar detalles
de la rev industrial), mientras que la Revolución Francesa,fue un movimiento político, social,
económico y militar, que significó el derrumbe de la monarquía y el surgimiento de un
gobierno republicano. Estuvo comandada por los burgueses, que ya tenían poder
económico y social, y aliados a los sectores populares consiguieron también el poder
político, para luego imponer políticas conservadoras y autoritarias. La violenta expropiación
de los medios de producción por parte de los capitalistas, y la abolición de la esclavitud,
llevaron a la conformación de una nueva clase social, el proletariado, que son aquellos
trabajadores que venden su fuerza de trabajo como una mercancía a cambio de un salario,
para garantizar su subsistencia Esta fuerza de trabajo es una mercancía peculiar porque le
da valor a las otras mercancías. Además del tiempo socialmente necesario para producir las
mercancías, el obrero realiza un trabajo excedente, y todo lo que se produce allí es
apropiado por el capitalista, dueño de los medios de producción, en lo que se conoce como
"plusvalía".
El Capitalismo toma sus universales ideológicos del lema de la Revolución Francesa:
"libertad, igualdad y fraternidad". Ahora bien, estos universales se pueden analizar teniendo
en cuenta la contrastación de lo ideal y de lo real, es decir, aquello que debería ser y lo que
es en realidad. Entonces, teniendo en cuenta la lógica de la excepción de Hegel, esta
implica tres momentos: lo universal y positivo, que incluye a todas las partes que componen
una totalidad, lo particular que niega la totalidad originaria, y lo singular, la negación de la
negación, donde la totalidad se modifica para poder incluir al elemento excluido. Esta
negación del universal no se adhiere al universal negativizándolo sino que forma parte del
universal en sí y lo concretiza. Esta lógica es retomada por Zizek, a partir de Marx, para
denunciar un desequilibrio patológico en el universalismo burgués, el cual funciona como su
momento constitutivo. Es decir, Marx pone en evidencia un síntoma social: un elemento
particular que subvierte su propio fundamento universal, una especie que subvierte su
propio género. (Esto teniendo en cuenta la definición que da López de síntoma: 3
características). Cada universal ideológico es falso en la medida en que incluye
necesariamente un caso específico que rompe su unidad. Por ejemplo, el universal
ideológico capitalista de la libertad se subvierte por la libertad del obrero a vender su fuerza
de trabajo en el mercado, ya que al hacerlo pierde su libertad, se esclaviza al capital. En
cuanto al universal de la igualdad, incluye el intercambio equivalente de mercancías, pero al
mercantilizarse la fuerza de trabajo, la cual produce un plusvalor que es apropiado por el
capitalista, se subvierte el fundamento universal.
Lacan identifica la invención del síntoma en Marx en el pasaje del feudalismo al capitalismo
con sus concepciones del fetichismo de las relaciones al fetichismo de la mercancía. El
fetichismo de la mercancía refiera al hecho de que el valor de una mercancía depende de
una red de relaciones sociales pero asume la forma de una propiedad "natural" de otra
mercancía, el dinero, es decir, es como si su valor fuera el mismo aún fuera de su relación
con otros elementos. En las sociedades precapitalistas predominaba el fetichismo de las
relaciones entre los hombres, es decir, los vínculos de dominio y servidumbre aparecían
naturalizadas y no como producto de las relaciones sociales. Con el establecimiento de la
sociedad burguesa, las relaciones de dominio y servidumbre se reprimen, parece que lo que
nos incumbe son sujetos libres cuyas relaciones interpersonales están exentas de todo
fetichismo; la verdad reprimida, la de la persistencia del dominio y la servidumbre, surge en
un síntoma que subvierte la apariencia ideológica de igualdad, libertad y demás.
Todo esto explica la estructura sintomática del capitalismo, la cual es fuente de numerosos
problemas sociales. En la actualidad, el sistema es el capitalismo financiero, donde un
nuevo grupo dominante es el que administra los ahorros de millones de inversores, las
grandes corporaciones financieras controlan la economía productiva. Estamos en un
contexto de globalización, que da cuenta de un capitalismo transnacional, donde hay
instituciones que están por sobre las estructuras de los Estados Nación, hay un mercado sin
fronteras, y el Estado queda atrapado en la red de los intereses de los grupos
internacionales dominantes (estado neoliberal ausente y desertor) Esta nueva lógica del
poder produce formas funcionales subjetivas de hacer, sentir y pensar. Dentro de este
nuevo orden social se manifiesta, a nivel del sujeto, un incremento de ciertas formas de
sufrimiento psíquico expresadas como explosiones de violencias, adicciones, trastornos
alimenticios, fobias, depresión, ansiedades, etc. Estos fenómenos alcanzan el rango de
síntomas psicosociales: algo en lo real social (objetivo) no funciona y retorna como síntoma
individual psíquico (subjetivo): formas de subjetividad y de padecimientos subjetivos que
exhiben una estrecha relación con los rasgos dominantes de la cultura neoliberal:
individualismo, competitividad, exitismo, aislamiento, incertidumbre, consumismo y empuje
al goce.
Al hablar de síntomas psicosociales me refiero a que los problemas sociales están siempre
encarnados en sujetos individuales, tienen resonancias psíquicas y dejan marcas en sus
modos de subjetividad (modos de hacer, sentir y pensar). Por eso desde la cátedra se
propone la teoría social con sujeto, ya que la categoría de individuo refiere a un
reduccionismo que lo concibe a éste como indiviso, solo haciendo referencia a lo orgánico.
mientras que la categoría de sujeto tiene a lo social y lo individual como sus dos lados
constitutivos, siendo su materialidad psíquica la que le da esa doble condición. La noción de
sujeto tiene una mayor complejidad conceptual que individuo en tanto seres hablantes,
sexuados y mortales no son seres indivisos, sino seres de lenguaje, que como aparato
significante atraviesa al ser social en relación con Otro social, desde el momento de su
nacimiento. Entonces la noción de sujeto implica una división por el lenguaje, el cual hace
que perdamos el goce natural de la vida, ya que nuestras necesidades biológicas son
traducidas en términos de demanda, y hay una parte que es inasimilable al lenguaje, por lo
que queda un resto que es el deseo. Esto implica una falla estructural en el sujeto, una falta
en ser. Desde el discurso capitalista, que se caracteriza por la desaparición de "lo
imposible", se nos incita a intentar taponar esa falta a través de un consumo desenfrenado y
una concepción de que "no hay pérdida".

López separa lo que es el síntoma en lo individual (planteado desde Freud) y el síntoma en


lo social (desde Marx). EN ambos caso s tenemos una estructura fallada y un antagonismo.
En el orden social, el conflicto se da entre las leyes e ideales (lo ideal) y lo real (por ejemplo,
las condiciones de intercambio). Con respecto al individual, el conflicto también es
estructural (de la subjetividad) y se da entre lo simbólico y aquello de lo real (registro de lo
real, que tiene que ver con la sexualidad, lo pulsional, etc.) que no puede ser simbolizado
del todo. Esto se trata de un irreductible malestar estructural, es decir, venimos
inherentemente fallados. También está el síntoma psicosocial: algo de lo real en lo social no
funciona y esto produce algún tipo de manifestación psíquica en el sujeto. Por ejemplo, irse
puteando del trabajo. La forma es lo psíquico y el contenido es social.

Capitalismo: fuente inagotable de problemas (psico) sociales


⬇️
⬇️
Dialéctica génesis y estructura

⬇️
Método de ascenso…

⬇️
Germina en el feudalismo (características)

⬇️
Rev Industrial y Francesa

⬇️
Fuerza de trabajo como mercancía

⬇️
Lema: igualdad libertad, universales ideológicos

⬇️
Lógica de la excepción

⬇️
Síntoma social: subvierte el universal

⬇️
Ejemplos: igualdad y libertad

⬇️
Síntoma en el pasaje de feudalismo a capitalismo

⬇️
Fetichismo de las relaciones sociales y de la mercancía

⬇️
Capitalismo financiero: fuente de problemas sociales y síntomas psicosociales

⬇️
Síntoma psicosocial encarnado en sujeto

⬇️
Sujeto superador de individuo

⬇️
Sujeto dividido por el lenguaje: deseo

Capitalismo: consumo desenfrenado

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