mezcla de ellos, el tiempo que tenemos para actuar es mínimo por lo que se debe intervenir de inmediato para tener una chance de revertir o minimizar los daños. Factores de riesgo cerebrovascular Factores de riesgo inalterables Edad. El riesgo cerebrovascular aumenta con la edad. A partir de los 55 años de edad, las probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular se más que duplican cada diez años. Sexo. La incidencia de accidentes cerebrovasculares es mayor en los hombres que en las mujeres. Raza. Los afroamericanos tienen un mayor riesgo cerebrovascular que los blancos. Diabetes. Aunque la diabetes puede controlarse, las personas que padecen esta enfermedad tienen mayores probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular. La incidencia de accidentes cerebrovasculares es mayor en las mujeres diabéticas que en los hombres diabéticos. Factores de riesgo cerebrovascular
Accidente cerebrovascular previo. El riesgo de sufrir un
accidente cerebrovascular aumenta considerablemente si la persona ya ha sufrido uno. Si la persona ha sufrido un ataque cardíaco, también tiene un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Herencia. El riesgo cerebrovascular es mayor en las personas que tienen antecedentes familiares de accidente cerebrovascular. Enfermedad de las arterias carótidas. La acumulación de materia grasa en la arteria carótida (la principal arteria entre el corazón y el cerebro) puede obstruir esta importante fuente de irrigación sanguínea. Factores de riesgo cerebrovascular Factores contribuyentes: El hábito de fumar. Según la Asociación Nacional de Ataque Cerebral de los Estados Unidos (NSA), fumar duplica el riesgo de un accidente cerebrovascular. Consumo excesivo de alcohol. Según la Asociación Americana del Corazón (AHA), el consumo moderado es un promedio de una o dos copas por día. El beber más de esta cantidad por día aumenta el riesgo de hipertensión arterial y puede dar lugar a un accidente cerebrovascular. Uso de drogas ilícitas. El uso de drogas intravenosas aumenta el riesgo cerebrovascular. El uso de cocaína también ha sido vinculado a ataques cardíacos y cerebrales. Factores de riesgo cerebrovascular Factores contribuyentes: Inactividad física: La inactividad física no es sólo uno de los principales factores de riesgo coronario sino que también puede causar hipertensión arterial. Hacer ejercicio físico durante 30 o 40 minutos por lo menos 3 o 4 veces por semana puede contribuir a mejorar muchas afecciones. Obesidad: La obesidad aumenta al doble las probabilidades de presentar presión arterial alta, que es un factor de riesgo importante del accidente cerebrovascular. Píldoras anticonceptivas: Los anticonceptivos orales, independientemente, no constituyen un factor de riesgo significativo. Pero si se los combina con otros factores de riesgo, tales como el hábito de fumar, el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular aumenta. ¿Cómo proceder ante la posibilidad de un ACV?
Cosas que NO debemos hacer:
No debemos perder el tiempo
tratando de calmar este tipo de señales como la parálisis, o el adormecimiento si es que ya se sospecha que puede ser un ACV. No ofrecer nada de alimento o bebida a la persona que pueda estar teniendo un potencial ACV. Cosas que SI debemos hacer:
Observar las señales para determinar si se cumple
alguna o varias de las señales indicadas anteriormente. Activar el ( SMU ) sistema de emergencias médicas. Si la víctima aún está consciente, debemos acostarla boca arriba y desabrochar todas sus prendas de vestir para que repose tranquilamente. En el caso de que la persona no responda o vomita estando consiente, debemos colocarla en posición lateral de seguridad. ESPASMO DEL SOLLOZO O APNEA EMOTIVA Son episodios que sufren niños aparentemente sanos y que se manifiestan con un cese de la respiración cuando el pequeño rompe a llorar. A pesar de que estas crisis parecen graves, no lo son, aunque sí requieren una reacción adecuada por parte de los padres. Los espasmos de sollozo cianóticos: Se producen cuando un niño deja de respirar y su cara se vuelve de color azul. Estos espasmos suelen estar provocados por algo que produce disgusto en el niño, como que se le reprenda por algo. Los padres que ya han sido testigos de espasmos de sollozo cianóticos saben exactamente cuándo está a punto de producirse uno nuevo, porque la cara del niño empieza a tomar lentamente un tono azul, que puede ir de azul pálido a casi morado. Los espasmos de sollozo pálidos: Son menos comunes y más imprevisibles, porque ocurren cuando un niño sufre un susto o un sobresalto repentino (como que alguien le sorprenda viniendo por detrás). A diferencia de los espasmos de sollozo cianóticos, estos niños se quedan pálidos, casi blancos, durante los espasmos. ¿Qué debo hacer ante un episodio de espasmo del sollozo?
Si este trastorno ya le fue diagnosticado se recomienda
seguir algunos pasos ante un episodio de espasmo del sollozo. A continuación detallaremos cada uno de ellos. 1. Manténga la calma Si ya se le ha diagnosticado a su bebé este trastorno debe quedarse tranquila ya que su hijo no corre ningún riesgo. 2. Retire los objetos que tenga en la boca Si tiene algún objeto en la boca debe quitárselo para evitar que se ahogue. 3. Colóquelo en una posición segura Se recomienda que lo ubique de costado y alejando los objetos con los que se pueda golpear. Esta posición permite mantenerlo seguro y fuera del alcance de objetos que podrían dañarlo durante el evento. 4. No intente detener el espasmo No intente nada para detener o distraer al bebé ya que esto si podría interferir en el proceso habitual del espasmo y complicar la situación. 5. Aléjese un poco del niño Obsérvelo de forma indirecta, haciéndole pensar que no le presta mucha atención al evento, ya que a veces utilizan estos episodios como métodos de disuasión. El espasmo del sollozo, en cuanto manifestación convulsiva, tiene un pronóstico excelente; no deja secuelas neurológicas. Por impresionante que sea la crisis, y aun si esta acompañada de espasmos intensas, la vida del niño no corre peligro. La gran mayoría de niños con espasmo del sollozo son intelectuales normales. 6. Repréndalo o consuélelo En principio, el espasmo del sollozo tiene un carácter involuntario, ya que el niño no lo hace a propósito. Pero cabe la posibilidad de que algunos niños aprendan a utilizarlo para llamar la atención o conseguir algún beneficio, lo que habrá que tener en cuenta especialmente en aquellos en los que se repite con mucha frecuencia, para asegurarnos de que con su actitud, no obtienen ninguna recompensa. Si este es el caso, inmediatamente al término del espasmo, explíquele con voz firme que no le gusta que haga “berrinches” y que no le dará lo que quería con lo que hizo. 7. Déjelo que duerma una siesta Es importante que su hijo tenga un tiempo de descanso para reponerse de los episodios y para que de alguna manera olvide el berrinche que lo aquejaba. ¿Qué precauciones debo tomar? Debe tener en cuenta que nunca debe tratar de reanimarlo con ninguna maniobra como la respiración boca a boca o el masaje cardíaco, ya que pueden existir riesgos fatales si la realiza alguien inexperto. Tampoco le de agua hasta tanto vea que se ha recuperado totalmente, ya que puede hacer que se ahogue provocando problemas mucho mayores que el propio espasmo.