MARTA BLANCO GÓMEZ 2º BACH C

LA MORAL PROVISIONAL
Descartes, filósofo francés del siglo XVII nació en Turena, La Haye, en 1596 y murió
en Suecia en 1650. Fue el iniciador de la filosofía moderna y perteneció a la
corriente del racionalismo que se opone al empirismo. El racionalismo defiende que
todo el conocimiento comienza con la razón y la existencia de ideas innatas.; En
cambio, el empirismo afirma que todo conocimiento empieza con la experiencia y
niegan la existencia de ideas innatas. Para Hegel, filósofo alemán del siglo XIX.
Descartes inicia la filosofía moderna, al provocar un giro en el conocimiento, giro
gnoseológico , al colocar al YO en el centro del conocimiento (idealismo filosófico).

De familia noble, su padre era un gentilhombre de la corte de Enrique IV. Se educó

en la mejor escuela de Francia la " Fleché" en donde aprendió matemáticas y
filosofía, siguiendo el método escolástico. Viajó por diversos países hasta que se
instaló en Holanda en 1637, en donde publicó el discurso del método:“ para bien
dirigir la razón y hallar la verdad en las ciencias “, que es una introducción a tres
obras de carácter científico: Dióptrica, Meteoros y Geometría.

La época en la que vivió Descartes, según la mitad del siglo XVIII, es una época de
crisis que se manifiesta a tres niveles, a nivel religioso con la guerra de los 30 años
entre católicos y protestantes, a nivel social con la desaparición del régimen feudal y
la aparición del primer germen del capitalismo mercantil, y sobre todo A nivel
filosófico, debido a dos hechos primero por la caída del aristotelismo y segundo la
caída del método escolástico a manos de la nueva ciencia iniciada por Galileo
Galilei, sobre todo en el ámbito de la mecánica gracias al método
resolutivo-compositivo.

La caída del Aristotelismo se debe a la revolución científica y provoca un vacío en el

conocimiento y condujo el retorno de los clásicos griegos, conocido como el
renacimiento, y sobre todo el retorno del escepticismo filosófico, ya no hay verdad,
de ahí la necesidad de un nuevo método que sustituya el viejo método de la
escolástica. Este nuevo método se tiene que basar en la razón y las matemáticas,
ya que es el único conocimiento, seguro, a partir de ahora, se entiende que la
naturaleza es un libro abierto escrito en lenguaje matemático, ya no hay esencias
ocultas.

El objetivo de la filosofía de Descartes es hacer de la filosofía una ciencia siguiendo

el modelo matemático ( mathesis universalis ) , y su punto de partida escepticismo,
metódico o duda metódica que se diferencia del escepticismo clásico, dudar por
dudar. Descartes comienza dudando, pero para hallar una verdad, para hallar una
verdad sobre la que levantar todo el edificio del conocimiento, que había sido
derrumbado debido a la caída del Aristotelismo.

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Entre las obras más importantes de Descartes tenemos el discurso del método en
1637 y meditaciones metafísicas en las que se demuestra la asistencia de dios y la
inmortalidad del alma, de 1641.

Antes de continuar, cabría definir el concepto del método, entendiendo por método
las “reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales el que observe exactamente, no
tomará nunca nada falso por verdadero, y, no empleando inútilmente ningún
esfuerzo de la mente, sino aumentando, siempre gradualmente, su ciencia, llegará
al conocimiento verdadero de todo aquello que es capaz”.

El primer paso para Descartes será tratar de establecer sólidamente los principios
de la verdad. De ahí que tome la determinación, como nos cuenta en la primera
parte del discurso, de romper con todo lo anterior, poniendo en duda, todos los
habidos está ese momento. Ya que Descartes está firmemente convencido de que
para alcanzar su objetivo se debe aceptar el conocimiento que sea auténticamente
verdadero más allá de cualquier duda posible y rechazar como falso todo
conocimiento probable. Descartes, fórmula los cuatro preceptos en los que
finalmente ha resumido sus análisis y reflexiones sobre el método de las
matemáticas y su aplicabilidad a la filosofía. En la segunda parte del discurso.
Además, estos preceptos deberán de ser simples, dado que Descartes pretende
universalizar el método geométrico.

El primer precepto o regla es el de la evidencia, este primer precepto nos ayudará

a evitar la precipitación y la prevención, dado que son dos causas de errores. Ahora
bien estos errores no provienen de la razón, sino que provienen de la voluntad que
se decide precipitadamente aceptar como verdadero aquello de lo que aún no se
tiene certeza absoluta. Además, fórmula, el criterio de verdad estableciendo la
claridad y la distinción como notas, características de las ideas o naturalezas
simples, verdaderas en sí mismas, y que son obtenidas por medio de la intuición.

El segundo precepto consiste en el análisis, y nos propone el análisis minucioso de

los problemas hasta reducirlos a las ideas simples, claras y distintas. Llegando a la
conclusión de que a partir de las ideas o naturalezas simples, se levantará todo el
edificio del conocimiento.

El tercer precepto o regla llamada síntesis, nos explícita con claridad la vía de la
deducción, donde, en dicho proceso de síntesis es donde interviene el segundo
modo del conocimiento, denominado la deducción que, como ya hemos visto antes,
es una cadena ordenada de evidencias que parte de las ideas claras y distintas para
llegar al conocimiento y lo más complejo. La secuencia de las reglas dos y tres es
decir de análisis y la síntesis es la secuencia natural de la deducción. Partiendo de
las naturalezas más simples para llegar a las relativas o dependientes de las
absolutas, es decir, de las anteriores, que no se pueden obtener de forma inmediata
por la intuición.

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Por último, el cuarto precepto regla es la enumeración tanto de análisis como de la

síntesis. Mediante este recuento se hace la prueba del análisis y mediante sus
revisiones se procede a la de las síntesis. La pretensión final de estas
enumeraciones es extender la evidencia de la intuición a la deducción.

Además, cabe destacar que los dos procesos del conocimiento, el análisis y la
síntesis, se corresponden, respectivamente, con los dos modos de conocer el
entendimiento, la intuición, que nos proporciona las ideas claras y distintas y por
tanto evidentes y la deducción, que nos permite prolongar este evidencia hasta lo
inicialmente desconocido este método es, pues, el único adecuado para la razón y
para su forma natural de conocer.

Por todo ello, y una vez explicada la necesidad del método y las reglas de este,
apareciendo en la 1ª y 2ª parte del Discurso del Método, y antes de su aplicación y
del derrumbe de todo el edificio del conocimiento a nivel teórico, la verdad, lo cual
aparece en la 4ª parte del Discurso del Método, es cuando Descartes nos propone
una moral provisional que aparece en la 3ª parte del Discurso del Método. El
objetivo de dicha moral provisional, es no quedarnos irresolutos en la acción, es
decir, el poder quedarnos resguardados en una especie de antesala para poder
tomar decisiones. Aunque por otro lado, el verdadero motivo de dicha moral es que
Descartes tiene miedo de ser acusado de ir contra la autoridad del Papa y el Estado,
si ponemos en duda las verdades de fe y de autoridad.

En el fondo, lo que ha hecho Descartes es distinguir dos usos de la razón, un uso

teórico de la razón, que busca la verdad, y un uso práctico, que trata sobre las
acciones humanas, como luego estableció de forma clara Kant en el siglo XVIII.

Además, la moral provisional consta de cuatro máximas de acción, aunque

Descartes afirmará únicamente tres máximas y una conclusión. Para ello, primero
debemos conocer qué entendemos por “máxima de acción”, y es que una máxima
de acción es un principio subjetivo que solo sirve de forma provisional para
tomar decisiones personales, y que posteriormente con el uso de la razón se podrá
convertir, o no, en ley práctica y universal, paso que Descartes no realizó.

Comenzamos por la primera máxima, la cual está influenciada por Montaigne, un

filósofo francés del siglo XVI, y por Aristóteles. Además, esta primera máxima
consiste en obedecer las leyes y costumbres del país (Montaigne), pero las más
moderadas o prudentes (Aristóteles).

Proseguimos con la segunda máxima, influenciada por el estoicismo de Romano

Séneca, el cual defiende ser constantes en nuestras decisiones. Para ello toma la
metáfora de que cuando uno se pierde en un bosque, lo lógico es ir hasta el final en
línea recta para salir, y si no hay salida volver sobre mis pasos.

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Por último, encontramos la tercera máxima, que está influenciada por el estoicismo
de Zenón de Citio, un filósofo griego del siglo III a.C y afirma que la razón tiene que
dominar la pasiones, el vencernos a nosotros mismos antes que la fortuna, y de esta
manera se podrá entonces alcanzar la apatía o imperturbabilidad del espíritu, donde
para ello tenemos que aceptar nuestro destino, ya que el universo está gobernado
por un logos o por una razón suficiente.

La cuarta y última máxima considerada como conclusión por Descartes, está

influenciada por el intelectualismo moral socrático-platónico, y afirma que no hay
mayor felicidad en el ser humano que el dedicarse al cultivo de la razón en la
búsqueda de la verdad.

En definitiva, Descartes con su moral provisional lo que busca es evitar la

indecisión y actuar con firmeza, no quedándonos por lo tanto paralizados ante la
falta de seguridad en la verdad, ocasionada por el derrumbe del aristotelismo. Por
eso, la moral provisional en Descartes, es un seguro ante el amoralismo, el no saber
actuar. Ya que según Descartes, es mejor tener uno ciertos principios inseguros,
que no hacer nada, lo que conduciría a la falta de libertad en el ser humano.

En conclusión, la propuesta filosófica de Descartes, expresada en su "Discurso del

Método", se centra en el desarrollo de un método riguroso para la búsqueda del
conocimiento verdadero, con especial énfasis en las matemáticas como modelo a
seguir. Descartes aboga por la duda metódica como punto de partida, cuestionando
todo conocimiento previo hasta llegar a principios indudables.

El método cartesiano consta de cuatro preceptos: evidencia, análisis, síntesis y

enumeración. Estos preceptos buscan garantizar la certeza y claridad en el proceso
de conocimiento, desde la intuición de ideas simples hasta la deducción de
conocimientos más complejos. La distinción entre los modos de conocimiento, la
intuición y la deducción, se presenta como esencial en la aplicación de este método.

Antes de aplicar el método a la construcción teórica del conocimiento, Descartes

propone una "moral provisional" en la tercera parte del discurso. Esta moral sirve
como guía práctica para la toma de decisiones, distinguiendo entre el uso teórico y
práctico de la razón. La moral provisional consta de máximas de acción
influenciadas por diversos pensadores, como Montaigne, Séneca y Zenón de Citio.
Su objetivo principal es evitar la indecisión y promover la acción firme,
proporcionando principios provisionales para la toma de decisiones personales.

En última instancia, la moral provisional de Descartes busca superar la parálisis ante

la falta de certeza, ofreciendo principios inseguros pero firmes en lugar de quedarse
inactivo. Esta propuesta filosófica refleja la preocupación de Descartes por
establecer un fundamento sólido para el conocimiento y la acción, combinando la
rigurosidad metodológica con la necesidad práctica de la vida cotidiana.

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