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Gloria Clemencia Valencia González*

Lilia Cañón Flórez**


Carlos Alberto Molina Rodríguez***

EDUCACIÓN CÍVICA Y CIVILIDAD:


UNA TENSIÓN MÁS ALLÁ DE LOS TÉRMINOS
Resumen
La política educativa en Colombia ha insistido en la urgencia de una formación ciudadana, en sus marcos, parámetros
y contenidos mínimos. Las prácticas educativas resultantes demandan preguntar si, con la relevancia de una educación
ciudadana, se ha generado la atmósfera necesaria para la emergencia de una civilidad que trascienda la prescripción
enseñada. La concepción de civilidad ha variado: con el paso de barbarie a civilización, el concepto se transforma en
denominación de trato agradable de conformidad con lo esperado, y con la Ilustración se constituye en elemento de
la esfera de lo público. Una acepción contemporánea refuerza el sentido de justicia y de pertenencia. La civilidad no
se agota en el abordaje semántico. Si la civilidad no emerge como emancipación política para la construcción de lo
público, la educación cívica mantendrá su carácter prescriptivo y la formación ciudadana su carácter instruccional.
Este artículo forma parte de la investigación “Educación superior y formación ciudadana, caso Bogotá”. Se compone
de tres apartados: conceptualizaciones y tránsitos de términos, conceptos y relaciones; realizaciones de educación
cívica y ciudadana en Colombia; y un recorrido entre las tensiones: la civilidad como emergencia de la función crítica y como
tarea política.

Palabras claves: Civilidad, ciudadanía, educación, política.

Educação Cívica e Cívica: A Tensão Para Além Das Condições


Resumo
A política educativa em Colômbia insistiu na urgência de uma formação do cidadão, em suas marcas, parâmetros
mínimos e índices. As práticas educativas exigem perguntar-se pela relevância da instrução do cidadão e atmosfera
necessária para a emergência de uma civilidade a ser gerada que estenda a prescrição. A concepção da civilidade
variou: do conceito da passagem do barbarismo à civilização, é transformado na denominação de tratamento agra-
dável de conformidade com as coisas esperadas. A civilidade não se esgota no abordagem semântico. A civilidade
não emerge como emancipação política para a construção do público, a instrução cívica mantém seu prescrição do
caráter e a formação do cidadão seu caráter do instrucional. O artigo faz parte da investigação “formação superior da
instrução e do cidadão, caso Bogotá”. Um é composto de três seções: conceptualizaciones e trânsitos dos termos,
dos conceitos e das relações; realizações da instrução civic e do cidadão em Colômbia; rota entre as tensões: o civilidad
gosta da emergência da função crítica e como a tarefa política.

Palavras chaves: Civilidad, citizenship, instrução, política.

* Docente Universidad de la Salle, Facultad de Ciencias de la Educación. Doctora por la Universidad de Salamanca: Política educativa
ante el relevo milenario. Correo electrónico: gcvg18@yahoo.es

** Docente Universidad de la Salle, Facultad de Ciencias de la Educación y Universidad Pedagógica Nacional, Facultad de Educación.
Maestría en Lingüística, Instituto Caro y Cuervo. Correo electrónico: lili.canon@hotmail.com

*** Docente Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Doctorando en Ciencias de la Educación, Rudecolombia. Correo electrónico:
camolina0411@hotmail.com

Artículo recibido el 16 de abril de 2009 y aprobado el 17 de junio

Pedagogía y Saberes N.º 28. Universidad Pedagógica Nacional. Facultad de Educación, 2008, pp. 81-9081
Civic Education and Civility: A tension beyond the terms.
Abstract
The educational policy in Colombia has insisted on the urgency of a citizen formation, in its frameworks, parameters
and minimum contents. The resulting educative practices demand to ask if with the relevance of a citizen education
the necessary atmosphere for the emergence of a civility has been generated that transcends the prescription taught.
The conception of civility has varied: from the concept of the passage of barbarism to civilization, it is transformed into
denomination of pleasant treatment according to the awaited thing. With the Illustration it is become element of the
sphere of the public. A contemporary meaning reinforces the sense of property and justice. The civility is not finished
at semantic boarding. If the civility does not emerge like political emancipation for the construction of the public, the
civic education will keep its prescriptive nature and the citizen formation its instructional nature.
This article is part of the research: “Higher Education and Citizen Formation in Bogota”. It is made up of three sections:
conceptualizations and transits of terms, concepts and relations; accomplishments of civic and citizen education in
Colombia; route between the tensions: the civility like emergence of the critical function and political task.

Key words: Civility, citizenship, education, policy.

LOS ÁMBITOS DE LAS civitas –ciudad, reunión de ciudadanos; fáciles de aprender y seguir: cuidar la
TENSIONES cuerpo político, Estado, patria; derecho higiene y apariencia personales, hablar
de ciudadanía–. Por ende, el término se con amabilidad a los demás personas
asocia con civismo. y comer con buenos modales. En el
La tensión de las acepciones siguiente plano se encuentra el orden:
La tensión del concepto la organización de las actividades y
Las acepciones del término civilidad han proyectos de manera que tomen en
variado a través del tiempo; del mismo consideración los de los demás. En el
Además de las posibilidades de la for-
modo, su valor sociopolítico. Interrogar nivel más profundo está la civilidad: la
malización lexicográfica, la acepción
acerca del sentido de civilidad podría capacidad de llevar la cortesía, el res-
política de civilidad involucra aspectos
generar respuestas que se moverían peto y el orden a toda la sociedad en su
de las tradiciones liberal y republicana
en los campos semánticos de ciudad, conjunto y crear un clima propicio para
en relación con la educación cívica; re- la convivencia y la participación.
civilización o ciudadanía –al respecto se
fuerza el concepto de justicia en cuanto
puede aducir que establece relaciones
a leyes, derecho y sentido de pertenen-
con tales términos, pero que no puede En ciertos contextos históricos, el con-
cia. Así, para Adela Cortina, civilidad
tomarse como sus sinónimos–; tal vez cepto de civilidad se ha identificado con
significa “reforzar el acuerdo entre los
otras afirmaciones conducirían a aso- civilización como opuesto de barbarie.
ciudadanos en torno a una noción de jus-
ciar el término con un neologismo pro- Ésta se transformará con la educación y
ticia, con el fin de fomentar su sentido de
pio de los derechos humanos o podría así se sacará del estado de ignorancia a
pertenencia a una comunidad y su afán
asociarse a un arcaísmo; ni lo uno ni lo una población. En igual sentido, se con-
de participar en ella” (citada por Barba
otro. Habría que preguntarse, entonces, trapone a natura; es decir, se reconoce
M. 2006, p. 197). En esta definición se
acerca del porqué de su infrecuente la civilidad como construcción cultural.
trasciende la cohesión social lograda
uso o del desparpajo en su apreciación
mediante el derecho y se aproxima a
semántica. Fernando Mirés (2001) señala que en
una “libre adhesión y participación de
Grecia y Roma clásicas la política era
los ciudadanos”.
El diccionario de la Real Academia esencialmente participativa; en la actua-
vincula civilidad con sociabilidad y ur- lidad es delegativa/contractual. Se pue-
Con base en lo anterior puede esta-
banidad. El primer término se refiere al de inferir que ciudadanía y política eran
blecerse, como punto de partida, una
trato, a la relación con las personas o a interdependientes e interrelacionadas y
escala gradual en las acepciones de
la inclinación hacia ellas; el segundo, se que ahora la relación no es tan directa.
civilidad. En el contexto de la enseñan-
entiende como comedimiento, atención El ciudadano, en sentido griego, por ser
za mediática de los valores, en especial
y buen modo. Así, civilidad pareciera libre, tenía el derecho y el deber de la
dirigida a una población infantil, la Fun-
relacionarse con actos de cortesía, con ciudadanía: ejercía la política. La pro-
dación Televisa (2008) ha realizado un
manifestaciones de atención, respeto o fesionalización de la política en la con-
listado de valores de la A a la Z en el cual
afecto de una persona hacia otra. temporaneidad deviene en ciudadanos
agrupa civilidad con orden, urbanidad y
que delegan en otros. Los espacios de
cortesía para establecer una escala de
Según María Moliner, civilidad com- acción política contemporánea respon-
tres niveles:
parte raíz latina con civis –ciudadano, den a dos ámbitos: el estatal, ejercido
miembro del Estado, compatriota– y con En la superficie se hallan la urbanidad por profesionales de la política, y el de
y la cortesía, un conjunto de normas

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los ciudadanos, quienes realizan actos del individualismo burgués: se diluyó la implicaciones para la comprensión y la
de “politicidad” que trascienden lo elec- capacidad consciente del individuo de realización de las relaciones ciudadanía/
toral. Tales actos son posibles en virtud renunciar a ciertos actos en nombre del civilidad: movilidad humana generaliza-
de la presencia de la civilidad como pilar respeto y de la dignidad del otro. da, diversificada y en crecimiento; ex-
sobre el cual se realiza la ciudadanía. pansión y restricción del ejercicio de los
Desde el liberalismo, los derechos in- derechos y los deberes; reconfiguración
Durante la Ilustración, civilidad se rela- dividuales derivan de la naturaleza de del papel, del alcance y de los límites del
cionaba con comportamientos públicos la persona y no pueden sacrificarse en Estado Nación; multiplicidad de núcleos
en una concepción de vínculo social aras del bien común. En la universalidad de la política y su tránsito del papel
instituido en el contrato: la cualidad de del individuo, como sujeto de derecho, rector al papel mediador; globalización
buen ciudadano (cortés y educado) que prima la justicia sobre otros bienes. económica y mundialización de la cul-
respeta y acepta los valores y las reglas Por su parte, para el republicanismo el tura; modificación de los espacios y de
establecidas por las instituciones y la ciudadano se configura en una práctica los tiempos facilitada por las tecnologías
democracia. de la ciudadanía donde lo público y lo de la información y de la comunicación
privado convergen. Esta práctica no es donde se genera cierta “fabulación” de la
natural y exige educación y motivación, vida cotidiana y se facilita la delimitación
según indica Bárcena (1997, p. 144). En borrosa de lo público y de lo privado1.
esta concepción, la primacía no está en
la justicia sino en el bien común. De igual modo, la heurística de “ciuda-
danía” lleva a preguntarse si, tal como
En tal contexto, el concepto de civilidad ocurre con “civilidad”, la variedad de
se abre hacia las condiciones de convi- fenómenos que permiten una amplia
vencia y de este modo emergen entre utilización del término admiten, de igual
otros vinculantes la solidaridad, el res- modo, hacer referencia a conceptos si-
peto entre los miembros de una comu- milares. Si se comprende la ciudadanía
nidad y la atención a la diversidad. La como el ejercicio de derechos y deberes
civilidad se condiciona por la realización de los sujetos en relación con un(os)
del principio de igualdad política de los Estados(s) determinado(s) en un terri-
ciudadanos; principio que torio particular, que privilegia de modos
distintos al individuo y al colectivo, se
[…] no es el resultado de una condición
Kant relacionó en 1784 la dimensión hace evidente que los fenómenos seña-
natural que preceda a la constitución
social de la civilidad con la dimensión lados y la movilidad conceptual indicada
del ámbito público […] es un atributo
política del civismo (Citado por Villavi- artificial que adquieren los individuos
anuncian la emergencia de modos de
cencio S. 2007, p. 40): la vigencia de una cuando acceden a la esfera pública y ciudadanía no realizados: movimientos
ley común se deriva de la organización que es asegurado por las institucio- ciudadanos en perspectiva de género,
de una instancia política que sancione nes democráticas (Bárcena, 1997, en perspectiva ambiental, en jurispru-
los comportamientos sociales. De este p. 211). dencia internacional, en organización
modo, civilidad, civismo y espacio públi- de movimientos de tipo indigenista o
co de crítica configuran los fundamentos afrodescendiente. De igual modo, el
del republicanismo moderno cuando La tensión de las relaciones papel de los Estados, la mediación de
delimita una esfera pública opuesta a la política y el lugar del sujeto-ciudadano
las formas de dominio privado. Civilidad/ciudadanía constituyen un bu- se han diversificado y se ha trascendido
cle recursivo que establece interaccio- una de las características propias de la
La civilidad atravesó un momento histó- nes, interdependencias y emergencias ciudadanía: el vínculo entre un territorio,
rico único, según Adorno, cuando la bur- de lo público, sobre lo público, para lo un estado y un(os) ciudadano(s).
guesía se liberó del “Viejo Régimen” y público y acerca de lo público. Se es-
emergió una forma de individualidad ex- tablece un circuito en el cual la acción Así, la ciudadanía se vincula, entonces,
presada en la capacidad de relacionarse política ciudadana produce y es produci- con el habitar; y los modos de habitar,
con el otro de forma plena y con respeto da por las relaciones de reconocimiento comprender y apropiar el territorio son
(Adorno, 2004). Dicha civilidad habría de mediante el trámite no violento de con- diversos, de acuerdo con la experiencia
exhibirse en una “dialéctica del tacto” flictos y un “cuidado del otro” actualizado subjetiva y colectiva de los sujetos. Aho-
en la cual la propia conducta se modula que trasciende las buenas maneras, la
respecto del otro, pues se retiene y se cortesía y el orden para ocuparse del
otro y de lo otro, desde el reconocimiento 1 El mercado ha impuesto modos de rela-
autolimita a partir del juicio realizado
ción política dentro de los Estados, entre
acerca de los límites que se tienen en y la acción combinadas.
Estados y en el ejercicio de lo ciudada-
el desarrollo de una individualidad autó- no, pues interviene en la configuración
noma. Para Adorno esta dialéctica de la En la actualidad se viven diversos de reglas de consumo, de participación,
civilidad se desgastó con el crecimiento fenómenos que, en conjunto, tienen de identificación y de comportamiento.

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ra bien, movilizar el ejercicio hermenéuti- La educación cívica cumpliría, entonces, dad–, educación moral –formación en
co interpretativo de ciudadanía hacia los las funciones de regeneración moral y valores ligados al ideario católico– e
márgenes coadyuva a una comprensión socialización. La primera conduciría a instrucción cívica –constitución de co-
de ciudadanía en la cual los modos del variar las motivaciones de los sujetos munidad política– (Herrera, Pinilla y
habitar cobran tanta importancia como para sustituir valores morales; la se- Suaza, 2003, p. 98).
el ejercicio de los derechos y los debe- gunda socializaría a sucesivas genera-
res. Es más, éstos últimos se realizan ciones en el nuevo ethos construido y Durante el régimen radical se pretendió
en virtud de las experiencias de la “ha- aplicaría correctivos. contrarrestar la educación impartida
bitancia”. desde la Colonia por la Iglesia Católica.
Según Hurtado y Álvarez (2006), uno Los liberales radicales concibieron e im-
Los nexos entre ciudadanía y civilidad, de los rasgos centrales de la educación pulsaron un sistema escolar para formar
aunque con límites a veces difusos, cívica en Colombia, desde 1810, ha sido ciudadanos y enfrentar una enseñanza
trascienden el ámbito que fundamentan poner a la escuela como el epicentro cívico-religiosa que inculcaba valores
la ética de la construcción y de la prácti- de la formación ciudadana, bajo los su- contrarios a los exigidos, precisamente,
ca ciudadana propia de lo republicano. puestos de que los sectores populares por la democracia liberal.
De igual forma, se alejan de la diferen- requieren ser controlados, civilizados o
ciación entre bárbaros y civilizados. contenidos en sus demandas, y de que A partir de la Regeneración se elabo-
Tampoco se ubican en una apología al la educación se encargaría de resca- ró una combinación conceptualmente
individualismo que niega la otredad, lo tarlos de su condición. Esta perspectiva superpuesta: enlace de la tradición
cual consolidaría experiencias sociales podría vincularse con civilidad opuesta a cristiana del bien común con principios
contemporáneas de supervivencia del un supuesto estado de barbarie que se liberales. La conjunción y la confusión
más fuerte, “del más vivo”, “del más transforma por medio de la educación. de estas tendencias incorporaron, por
‘avión’”, “del menos tonto”. ejemplo entre 1886 y 1958, valores de
Entre 1810 y 1850 los dirigentes de la ciudadanía en modelos políticos tanto
Etiènne Balibar (2003) sustenta la nación recién independizada tuvieron de origen escolástico como antiliberal.
necesidad de articular civilidad con conciencia del problema de la educación Durante el Régimen Conservador (1886-
ciudadanía. El ejercicio de la ciudada- cívica que debían enfrentar; pusieron 1930) se instauró un orden jerárquico
nía actualiza relaciones de civilidad y énfasis en la “civilización” y en la for- centralizado que construyó las relacio-
éstas, a su vez, posibilitan ejercicios de mación de una conciencia ciudadana nes entre el Estado y la Nación sobre
ciudadanía. mediante la enseñanza de obediencia la base de los preceptos de la Iglesia
a unos valores republicanos necesarios Católica (Melo, 1991). Se tejió una arrai-
para la construcción de una nación. Para gada relación entre identidad nacional y
COLOMBIA, UN TOPOS PARA ello se requería cambiar las lealtades de religión católica que otorgó a la Iglesia el
LAS RELACIONES ENTRE los nuevos ciudadanos hacia la clase control ideológico de la educación. Los
EDUCACIÓN CÍVICA dirigente y alcanzar la apropiación de derroteros de la formación ciudadana
Y CIVILIDAD los procedimientos de una república se orientaron hacia el moldeamiento de
democrática –elecciones, división de po- hombres productivos que fuesen servi-
deres, partidos políticos, Constitución–. dores del Estado y devotos cristianos.
Dos siglos de educación cívica. Se debían aprender formas de participa-
ción política basadas en un novedoso y En la escuela colombiana de cambio de
En estos casi 200 años de vida repu- desconocido paradigma político. siglo se enfatizó en la enseñanza de una
blicana se ha profesado en Colombia educación cívica que pretendía educar a
una educación cívica de carácter tera- En tal proceso, los estudiantes debieron los ciudadanos en las virtudes cívicas a
péutico, impartida sobre la base de que aprender las reglas de conducta cívica partir del reconocimiento de los símbolos
se requiere un nuevo tipo de ciudadano tal como memorizaban el catecismo: patrios y del seguimiento de la tradición
para construir un “nuevo” orden. Calidad bajo la forma dogmática de preguntas y nacional tamizada por la tradición cristia-
“terapéutica” derivada de considerar que respuestas cerradas3. Los textos de la na. Se pusieron límites al individualismo
se hace posible un nuevo orden sólo con época permiten apreciar las tensiones liberal y al igualitarismo democrático; se
actores saneados. En consecuencia, la entre urbanidad – civilidad, sociabili- enseñaron valores cívicos a partir del
educación cívica se ha realizado para reconocimiento de los signos y emble-
regenerar y posibilitar el surgimiento mas del país; las prácticas democráti-
de un “hombre nuevo”, saneado para el bien común, y sólo será posible construir cas se centraron en la realización y en
funcionamiento de las instituciones2. una sociedad justa si todos los indivi-
la participación de actos referidos a la
duos actúan en función de un ideal de
conmemoración de la Independencia, el
justicia”. (Cfr. Da Silveira, 2003).
saludo a la bandera y la entonación del
2 Según esta idea, sólo será posible cons- 3 La palabra catecismo viene de la voz Himno Nacional.
truir el bien común si todos los miembros griega kathejismós, que significa “repe-
de la sociedad actúan pensando en el tición de viva voz”.

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Con posterioridad a 1910, se preten- de los partidos tradicionales y casi con namentales, por gobiernos locales o por
dió una educación cívica basada en la la primacía del aniquilamiento del adver- alianzas entre ambos. Propuestas direc-
urbanidad y en el esfuerzo por educar sario. Durante este período, indica Melo cionadas desde la educación no formal
en normas de buena conducta y com- (2002), Colombia vivió, además, la única que contaban con currículos particulares
portamiento social: cómo aprender a dictadura militar del siglo XX marcada y desarrollaban programas específicos.
distinguir en la calle a la persona noble, por el intento de sustituir la educación Sin embargo, las circunstancias sociales
a quién se puede o no mirar a la cara, cívica por la Cátedra Bolivariana y las y políticas de la época impidieron ver es-
a quién se le debe ceder el paso en la cátedras de hispanidad. tas escuelas de ciudadanía como tales
acera y a reconocer las jerarquías (Lon- y fueron a parar al lugar estigmatizado
doño, 1997). Tal como se señaló en la A pesar del esfuerzo del liberalismo por de lo ingobernable, de lo extraño y lo
tensión de las acepciones, la civilidad privilegiar la educación cívica, de la in- peligroso (Hurtado y Álvarez, 2006).
se vinculó con urbanidad comprendida tención conservadora por re-cristianizar
como comedimiento, atención y buen el país y de la gravedad del conflicto Durante las décadas de los años 80 y
modo, cortesía, atención y respeto de partidista, durante la primera mitad del 90, la reconfiguración del papel de los
una persona hacia otra. siglo XX se produjo una separación en- Estados Nacionales se enmarcó en los
tre los contenidos formales y los ideales procesos de globalización económica
La República Liberal (1930-1946) im- promulgados en la educación cívica. y se dio el giro hacia sociedades po-
puso a la escuela el desafío de educar Educación cívica que tuvo, además, sindustriales. Los organismos interna-
en democracia desde el ejercicio de la connivencia con experiencias cotidianas cionales marcaron la pauta en materia
participación al interior de la institución. signadas por el abuso de la fuerza, la de políticas públicas relacionadas con
Se dio paso a la creación e implementa- presencia de la ilegalidad, el ejercicio ciudadanía a través del desarrollo de
ción de dispositivos y estrategias como del autoritarismo y de la intolerancia; competencias ciudadanas medidas con
el periódico escolar y la conformación por ende, Colombia contó con una pruebas masivas centradas en están-
de un gobierno escolar con elecciones educación cívica que desconoció los dares internacionales y nacionales. En
de representantes. latentes rasgos autoritarios y jerárquicos Colombia, este proceso se combinó con
incorporados en la dimensión cultural la urgencia de enfrentar la crisis política
Al respecto, Jorge Orlando Melo (2002) de la nación. y moral por la que atravesaba el país y
recuerda el papel que jugó “La alegría la cual demandaba la urgencia de forta-
de leer”: El Frente Nacional no sólo estableció lecer la legitimidad institucional.
una práctica democrática de unifica-
En su edición de 1933 ó 1934, de
ción partidista; el interés por aplacar la La constitución de 1991,
acuerdo con las orientaciones del
gobierno, dice que, como escuela de discusión partidista repercutió en una la distancia entre el
democracia, en toda escuela debe ausencia de debates respecto de las ciudadano y el ejercicio
establecerse el gobierno escolar y finalidades educativas. Al mismo tiempo
de la ciudadanía
debe haber una elección en la cual se se introdujeron discursos tecnocráticos
elija a su presidente. Ya entonces se que entendieron la educación como ca-
Valentina Cantón y Mario Aguirre formu-
decía que no bastaba enseñar unos pital humano y la educación ciudadana
laron en 1999 desde México un plantea-
contenidos, sino que era necesario que al servicio de la formación productiva
miento que resumiría los ideales asumidos
los estudiantes aprendieran mediante (Cfr. Herrera, 2008).
por una formación cívica renovada en
la participación real, la discusión de
problemas, el ejercicio de elegir unos Colombia a partir de la Constitución de
En las décadas de los años 70 y 80, la
representantes, la publicación de un 1991:
educación cívica mantuvo cierta conti-
periódico, etc. los elementos que los nuidad. Los estudios sociales –historia, […] se aspira a la formación de sujetos
prepararían para una participación geografía, educación cívica y social, éticos capaces de expresarse como ciu-
democrática en la sociedad real. sociología, psicología, filosofía y éti- dadanos y ciudadanas abiertos, toleran-
ca– se desagregaron en los años 70; tes, justos, libres, respetuosos, solidarios,
El trámite de los conflictos de mediados persistieron sólo historia, geografía y responsables, conscientes de su deuda
de siglo no dio cuenta de la educación cívica (Cortés, 2007). En los años 80 se social, y capaces de reconocerse –desde
cívica promovida por esos 20 ó 30 años constituyó el área de ciencias sociales y su identidad, individualidad y dignidad
de enseñanza basada en los plantea- se creó el programa de educación para personales– como parte de la humani-
mientos de “La alegría de leer”. Por dad (pasando por el reconocimiento de
la democracia, la paz y la vida social.
el contrario, la década de los años 50 su familia, entorno inmediato, nación,
marcó la re-toma del poder por parte ambiente ecológico y relación con la
Durante ese período la educación cívica Patria-Tierra). Sujetos, en suma, capaces
de gobiernos conservadores que re- y la educación para la democracia se
implantaron procesos de socialización de construir proyectos para lograr una
ampliaron hacia diversidad de progra- convivencia armónica y mejor vida para
política a través de sermones en los mas de formación ciudadana y escuelas y con los y las demás.
púlpitos, de rencillas callejeras y fami- de liderazgo democrático, coordinadas y
liares a nombre del Sagrado Corazón o orientadas por organizaciones no guber-

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En esa época Colombia participó en la lugar de los problemas, los métodos y los
evaluación internacional de conocimientos objetos de conocimiento.
y actitudes en educación cívica –aplicada
a cerca de 90.000 estudiantes de grado La multiplicidad de denominaciones solo
octavo, representantes de 28 países–4. es congruente con lo paradójico de los
Los resultados fueron entre ambivalentes y resultados de las pruebas ya señala-
desalentadores: Colombia ocupó el penúl- das. Se corrobora así que en Colombia
timo lugar en la prueba de conocimientos; coexiste una prolongada tradición de
sin embargo, en la prueba de actitudes educación escolar de la cívica –retórica
se ubicó como uno de los primeros paí- y memorística, por cierto– con ejercicios
ses en expresar opiniones favorables a cotidianos caracterizados por actitudes y
la democracia y a la participación cívica valores antidemocráticos (Melo, 2002). En
(Restrepo, 2001). Colombia se hace recurrente el uso de un
repertorio verbal respecto de la conviven-
La Constitución de 1991 representó una cia –respeto, derechos y reconocimiento
utopía de la participación democrática: se de las minorías– que se contradice con la
escribieron los ideales que permitirían el un nuevo texto constitucional, sino porque ejecución de actos de vida que niegan la
tránsito de una democracia representativa esta Carta Magna ofrecía mecanismos ciudadanía misma.
a una democracia de participación directa para adentrarse en la civilidad5.
(Melo, 2002). Se introdujeron mecanis- A pesar de contar con una Carta Magna
mos, instituciones, reconocimiento de de- Después de 1991, en continuidad con una liberal, democrática, participativa y cen-
rechos y recursos legales que entregarían tradición de la educación colombiana, se trada en el reconocimiento del otro, se
herramientas para instaurar una democra- modificaron nombres de asignaturas, se mantiene en el país una cívica prescripti-
cia que trascendiera la formalización del dimensionaron cursos y, al final, se amplió va: se adelanta una educación ciudadana
papel, de la ley o de los textos escolares y la gama de denominaciones de ese tipo de instruccional. A la vez, el país se aleja
permitiera la emergencia de un verdadero educación: ciudadana, política, en dere- de la configuración de una civilidad que
ethos democrático. La Constitución puso chos humanos, para la democracia, para conjugue palabras, acuerdos y acciones
en evidencia la condición de ciudadanos la convivencia, para la participación y para para la apertura, la permanencia y la re-
con derechos, la cual había estado diluida la paz6. Modificaciones que pretendieron creación de lo público como ámbito para
en el discurso tradicional: el reconocimien- definir y ampliar los contenidos de una el reconocimiento y la regulación de los
to de derechos expresados en la ley no educación cívica como preparación para el conflictos, un lugar donde la ciudadanía
implicaba su efectiva reivindicación. ejercicio de la ciudadanía. Sin embargo, se sea posible.
convirtieron en ejemplo de la manera como
Desde la convocatoria para la Asamblea las fluctuaciones de la política educativa Las propuestas de educación ciudadana
Constituyente, pasando por las discusio- terminan centradas en nombres, en con- inspiradas en la Constitución de 1991 pre-
nes y planteamientos internos, hasta la tenidos, en promulgación de normativas y tendieron renovar el lugar del ciudadano y
promulgación de la primera de versión de en técnicas, pero se soslaya el valor y el constituirse en modos de sustituir el déficit
la Constitución en 1991, el país fue testigo histórico de democracia y ciudadanía. No
de un acto político que devino en oportuni- significa esto que se hayan cumplido los
dad histórica no sólo por el nacimiento de ideales de ciudadanía planteados por las
5 Con “primera versión” se hace referencia experiencias educativas. Diversos análisis
a dos aspectos: al texto constitucional no han hecho evidente que
4 Segundo Estudio Internacional de Edu- se le permitió desarrollarse en su totali-
…los desacuerdos en cuanto a las
cación Cívica organizado por la Asocia- dad pues y, de ahí el segundo asunto, la
concepciones y prácticas que […] de-
ción Internacional para la Evaluación Carta ha sufrido tantas modificaciones,
berían regular la educación ciudadana:
de la Educación –IEA–, institución que, en especial durante los últimos ocho
democracia como armonía versus demo-
desde la década de los años sesenta, años, que podría calificarse la actual
cracia como conflicto […] énfasis en la
realiza mediciones internacionales en Constitución como un documento dia-
institucionalidad política versus derechos
distintas áreas para analizar comparati- metralmente opuesto al redactado en
sociales económicos y culturales […]
vamente los sistemas de educación con 1991.
lo local versus lo universal […] minoría
el fin de proveer apoyo a largo plazo para versus mayoría de edad […]; dimensión
6 Hurtado y Álvarez (2006) señalan que
las evaluaciones de políticas. La IEA es cognitiva-académica versus dimensión
la formación ciudadana como estrategia
el resultado de la asociación del Banco vivencial cotidiana [...] lo religioso versus
educativa cuenta con una larga tradición
Mundial con organizaciones como la lo secular (Pinilla y Torres, 2006, p. 71).
histórica en Colombia; de igual manera,
UNESCO, la UNICEF y otras más en los
que tal formación se ha planteado bajo
ámbitos nacionales, aunque en diversas
distintas modalidades: civilización, Los decretos reglamentarios de la Ley 115
instancias se describe y figura como una
educación cívica, urbanidad, educación de 1994 intentaron superar la enseñanza
entidad multilateral independiente
democrática, entre otras. de la cívica como urbanidad y aprendizaje

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memorístico de la institucionalidad política; Los dispositivos de educación cívica agen- ciones y sus derivaciones políticas en
propusieron la escuela como escenario de ciados durante la década de los años 90 elaboración de los propios contextos
“educación para la democracia” a través de afianzaron prácticas políticas hegemóni- sigue como tarea pendiente. Elaborar
un currículo relacionado con convivencia, cas expresadas en la delegación, la es- pensamiento epistémico permitiría la
participación en problemas comunitarios, casa argumentación y el mínimo debate emergencia de la civilidad como eman-
resolución de conflictos, cultura de la lega- para el planteamiento de problemas y cipación, como una política donde se
lidad y de la paz y ejercicio de la autono- de alternativas de solución. Se sigue sin conjugan amabilidad y acuerdo, accio-
mía, entre otros. De modo simultáneo, se dar respuesta al debate en torno al tipo nes y palabras.
propició el gobierno escolar con la imple- de ciudadanos que se pretende formar,
mentación de candidaturas, la discusión y desde qué concepciones y perspecti-
programática y las elecciones de repre- vas se orienta tal formación, pues “…la LA EMERGENCIA DE LA
sentantes y de personeros escolares. Es- posibilidad de formar ciudadanos exige CIVILIDAD EN EL PALIMPSESTO
cenario de democracia escolar que puso una reflexión crítica sobre la sociedad, el DEL TOPOS COLOMBIANO
en marcha la reforma educativa liberal de régimen político y las condiciones reales
la década de los años treinta. de existencia de la escuela” (Pinilla y To-
rres, 2006, p 96). De la ciudadanía por designación al
Sin embargo, a pesar de la intención parti- ejercicio de la ciudadanía.
cipativa de ese proceso, aún se está lejos Al acercarse el fin de la primera década
de una praxis en la cual se puedan crear del siglo XXI, la educación para la demo- El agregado sucesivo de desigualdad,
contextos institucionales necesarios para cracia, la educación cívica, la educación violencia, corrupción e impunidad se
que las motivaciones que llevan a actuar ciudadana y sus diversas denominacio- mantiene y se refuerza constantemente
a los seres humanos –aún si fueran nega- nes configuran en Colombia un amplio por las especificidades de la condición
tivas– conduzcan a resultados favorables. discurso pedagógico que se esfuerza por colombiana. El Estado persiste en negar
Los balances realizados muestran cómo, extenderse a la cotidianidad, a la vida la existencia de un conflicto armado, en es-
en gran medida, la experiencia del go- diaria. Podría decirse que el país cuenta quivar su tarea de construcción de un pro-
bierno escolar ha reproducido el funciona- con cierta tradición en la elaboración epis- yecto colectivo de nación, en desconocer
miento del Estado y el sistema político del temológica de la ciudadanía, mas no en su que su economía tiene fuertes raíces en
país. Junto con ello, el ámbito académico construcción epistémica9. el narcotráfico, en ver el desplazamiento
ha persistido en reforzar instrucciones forzado como un fenómeno de migración
convencionales para inducir las normas, Plantear interrogantes, comprender- social, en no asumir que el deterioro de
las actitudes y los comportamientos consi- los e interpretarlos desde las propias la convivencia afecta negativamente la
derados como deseables por la sociedad: experiencias ciudadanas, sus concep- construcción efectiva del Estado Social de
los lineamientos curriculares en los com- ciones, sus realizaciones, sus implica- Derecho. Su realización de democracia no
ponentes de ética, democracia y ciencias supera la declaración formal –“Colombia,
sociales están cargados de guías de buen la democracia más antigua de América
comportamiento7. ejercicio de la ciudadanía, Da Silveira
señala que “mediante el paradigma de Latina”– ni la comprensión y construcción
las reglas [se establecen] sistemas de del sentido de lo público y del tejido de la
Tal acto pedagógico solo se acerca al lla- reglas que aseguren que el resultado de civilidad (Talleres del milenio, 2002).
mado “paradigma de las reglas” en educa- las acciones individuales (cualesquiera
ción cívica: no se cumplen los supuestos sean los intereses que las muevan) sea A pesar de ello, el Ministerio de Educación
que formalmente han creado las condicio- satisfactorio en términos colectivos”. Da insiste en que los acontecimientos ocurri-
nes para que, mediante tal educación, se Silveira, Op. cit. dos en la escuela se pueden proyectar
aspire a la construcción de instituciones en la dinámica social: la escuela como
que hagan posible una convivencia satis- 9 La matriz epistémica es un sistema de
base de una ciudadanía que se consoli-
factoria entre los seres humanos8. condiciones del pensar, prelógico o
preconceptual, generalmente incons-
dará fuera del aula (MEN, 1998). Pero, en
ciente, que constituye “la misma vida” y colectivos con mínima civilidad, se hace
“el modo de ser”, y que da origen a una insuficiente un estilo educativo cimentado
7 Al respecto, se pueden ver, entre otros, en la premisa de que “basta desarrollar
Weltanschauung o cosmovisión, a una
Juan Francisco Aguilar y José Betan- contenidos relacionados con ciudadanía
mentalidad e ideología específicas, a
court (2002). Dramas y tramas en el
un Zeitgeist o espíritu del tiempo, a un para que ella se realice”; aún más dra-
escenario escolar: la transformación
paradigma científico, a cierto grupo de mático se presenta el panorama cuando
innovadora de los conflictos. Bogotá:
teorías y, en último término, también a un se prescriben comportamientos, deberes,
Innove; y Martha Cecilia Herrera y
Carlos Díaz (2002). Educación y cultura
método y a unas técnicas o estrategias derechos, formas, mecanismos ciudada-
política. Una mirada multidisciplinaria.
adecuadas para investigar la naturaleza nos que desconocen las relaciones entre
Bogotá: Plaza & Janés y Universidad
de una realidad natural o social. En una datos, hechos y fenómenos, y cuando,
palabra, que la verdad del discurso no además, se proscribe aquello que queda
Pedagógica Nacional.
está en el método sino en la episteme
8 En educación preparatoria para el que lo define (Martínez, 2001, p 54).

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por fuera de la comprensión hegemónica debate dentro del aula. Más todavía cuan- Tal vez la ausencia de la pregunta por los
de lo ciudadano. do en Colombia es regular desconocer, y rasgos, modos e hilos de la democracia
aún despreciar, los fundamentos de las colombiana –no de la teorizada en sus
En ese contexto poco halagüeño, el Minis- posiciones contrarias. Es indispensable, diversas corrientes, sino de aquella prove-
terio de Educación promovió la implanta- además, trabajar en la comprensión, la niente de la fuerza de la propia precariedad
ción de estándares básicos de calidad interpretación y la argumentación; sin (Zemelman, 2007)– permite converger
desconocer el dominio de las nociones una vez más, y de nuevo, en ese eterno
[…] con el fin de que las instituciones
abstractas de convivencia, democracia, callejón sin salida: los discursos concep-
educativas cuenten con un referente
género, diversidad o derechos humanos. tualizan y sustentan abstracciones que
común que asegure a los colombianos
el dominio de conceptos y competencias
Al sistema educativo le compete atender entran en contradicción rampante con la
básicas para alcanzar desempeños de manera más crítica el conocimiento experiencia.
satisfactorios en su actividad personal y relacionado con el pasado y el presente
laboral, vivir en sociedad y participar en de Colombia. Más allá de repetir principios Conectar la política y la pedagogía implica
ella, en igualdad de condiciones, promo- o impartir una educación cívica de carác- una re-politización de la formación ciuda-
viendo además, el desarrollo de compe- ter terapéutico donde se pretenda borrar dana que pasaría por dos asuntos esencia-
tencias ciudadanas (MEN, 2003). artificialmente las huellas de una “mala” les: reforzar la idea de formar ciudadanos
experiencia anterior, se requiere una sub- y formarlos en un determinado enfoque de
Al integrar al discurso de la educación jetivación política y un bagaje conceptual cultura política (democrática, intercultural,
ciudadana el concepto competencias, que den sustento a un diálogo democrático emancipatoria) que reconstruya sentidos;
se suma un término más a la cadena de en el cual se discuta y se debata desde el y en segundo lugar, poner en marcha un
denominaciones de la educación cívica reconocimiento de Colombia en su con- concepto de “programa político-pedagó-
en Colombia. dición socio-geografíca-cultural-política. gico” que favorezca tanto la formación de
De este modo se estaría abriendo paso la subjetividad como la formación política
Con la Constitución de 1991 se hizo visible al reconocimiento del otro a partir de la (Hurtado y Álvarez, 2006).
el hecho de que, en Colombia, los ciuda- aceptación y del respeto de modos, estilos
danos poseen derechos. No obstante, y principios de convivencia, fundamento
este reconocimiento no encontró correlato del ethos democrático. Para navegar entre las tensiones:
en el reconocimiento de los derechos de la civilidad como la emancipación
los otros. En los conflictos colombianos la Tal vez así se abandonaría el uso de la política.
decisión final adoptada a través de proce- fuerza como mecanismo expedito y como
dimientos democráticos es casi siempre única opción viable para establecer con- Para superar las desigualdades en la
violentada o desafiada por quien dice tacto con las autoridades o con las insti- vida económica y social, Cohen afirma la
que la democracia no sirve, o que es una tuciones cuando se es afectado por las necesidad de una “revolución en el sen-
democracia imperfecta y que, por tanto, decisiones o las acciones de los otros. Y en timiento o en la motivación, en oposición
“mi” derecho a no acoger esa decisión ese esfuerzo por pasar de una ciudadanía a una [mera] revolución en la estructura
democrática predomina sobre el interés de designación al ejercicio mismo de la económica”, pues
colectivo (Melo, 2002). ciudadanía sin mediaciones que perpetúen
[…] la justicia no puede ser sólo una
la corrupción, se estará abriendo camino cuestión de la estructura legal del Estado
Si el ethos democrático de Colombia se para disminuir las limitaciones de la demo- dentro del que la gente actúa, sino que
fundamenta en un principio de no recipro- cracia que habita en los colombianos. es también una cuestión relacionada
cidad entre derechos propios y ajenos, con los actos que la gente elige dentro
se requiere, entonces, soluciones que no El ideal de la escuela como institución so- de esa estructura, con las opciones
impliquen exclusivamente a la escuela. cial es, precisamente, un ideal. La escuela personales que llevan en su vida diaria
Las reformas aplicadas a la “cátedra de de la cotidianidad se realiza en tensión (Cohen, 2001).
educación ciudadana” han establecido permanente entre el discurso cívico abs-
nuevos parámetros en el discurso de ciu- tracto y la contradicción con la experiencia De otra parte, Van Parijs, señala que para
dadanía, pero además se hace necesario diaria individual y colectiva tanto en la es- tener una sociedad justa no sería indispen-
que el sistema escolar incorpore formas de cuela como en el barrio, la colectividad y sable que los ciudadanos aceptaran pos-
conducta y de participación democrática la familia; es un espacio donde contrasta tergar su propio beneficio en virtud de los
más allá de los procesos electorales y de el esfuerzo por hacer del currículo y de más necesitados, lo cual es una decisión
las competencias ciudadanas. El proceso la enseñanza dispositivos para promo- moral personal (Da Silveira, 2003).
democrático también implica una participa- ver modos y estilos de convivencia no
ción cognitiva que conlleve un aprendizaje violentos que se encuentra enfrentado a Reconocer los planteamientos de Cohen
crítico de las formas del saber. prácticas gubernamentales y privadas que y de Van Parijs implica aceptar que, en el
enseñan la violencia como algo rentable momento de construir una sociedad jus-
Un elemento de base en el logro del an- porque paga y porque, en más de una ta, son tan importantes las motivaciones
terior objetivo se halla en el desarrollo de ocasión, resulta ingenuo someterse a las colectivas como las individuales. Se mar-
la capacidad de análisis, de diálogo y de reglas del juego democrático. caría una diferencia frente al paradigma

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terapéutico de la educación cívica en el acceso a condiciones de vida configuran la salmente a los Estados (corrupción, tráfico
cual prevalecen las motivaciones particu- “infra” humanidad, por cuanto de ese modo de armas y vidas humanas, migraciones
lares, las experiencias de la cotidianidad se inhiben la acción y el proceso de subje- forzadas y formas de no-intervención
y los valores que caracterizan al “hombre tivación política (Villavicencio, 2007). humanitaria en catástrofes naturales) y
nuevo” sobre el papel de las normas, que provocan situaciones de exclusión en
se tornarían en secundarias. Balibar comprende la emancipación como los Estados-nación (deslocalización de
autonomía de lo político. Una autonomía la producción, desocupación, pérdida
Los postulados expuestos permitirían que opera como principio, declarado o de derechos civiles y sociales o falta de
acudir al tercer paradigma de la educación no, según el cual una comunidad política garantías para su ejercicio)– se reitera
cívica, el de las virtudes cívicas10. En este existe y puede gobernarse sólo si está libre la insuficiencia de la ciudadanía sin la
paradigma la educación ciudadana provee de una autoridad natural o trascendente. emergencia de formas de civilidad en la
la información cívica, el entrenamiento en En tal sentido, no es una separación de vida colectiva y, viceversa, no es posible
habilidades y los conocimientos de las la esfera del poder y de las instituciones: expandir la civilidad por fuera del referente
justificaciones normativas que sostienen la distancia está en considerar la política institucional de la ciudadanía (Villavicencio,
el diseño institucional y, como correlato, como “el desarrollo de la autodetermina- 2007). Así, es necesaria una invención co-
se requiere la disposición de jugadores ción del pueblo, que se constituye por y lectiva de la civilidad para configurar una
dispuestos a respetar el espíritu de las en el establecimiento de sus derechos” ciudadanía democrática y extenderla a
normas, más que su seguimiento al pie (Balibar, 2005). Esta dimensión política nuevos espacios de socialización; se trata
de la letra. de la civilidad emerge en relación con la de “vías concretas de civilización de las
emancipación ligada al sentido y al destino costumbres y reconocimiento institucional
Sin embargo, de esta postura surgen inte- de la comunidad democrática. No es una de la igualdad de los derechos” (Balibar,
rrogantes: ¿qué valores debe transmitir la emancipación vinculada con la pretendida 2003). El núcleo del concepto de civilidad
educación cívica?, ¿quién los determina?, comprensión ilustrada de tránsito hacia la se encuentra en la idea de apertura, crea-
¿desde qué parámetros de valoración se “mayoría de edad” ni con la libertad sub- ción y re-creación de un espacio público en
analizan la desigualdad, la inequidad, la jetiva dada por la finalización de la domi- el cual los diversos agentes se reconozcan
exclusión? Si el asunto es disponer de nación de clases. y regulen sus conflictos.
lo mínimo, ¿quién determina la base?
y ¿cómo se acuerdan los márgenes de Con el concepto de civilidad, Balibar hace Cohn (2003) relaciona civilidad y política
movimiento sobre esa base? En colectivos referencia a la “heteronomía de la hetero- como construcción permanente y continua
como el colombiano, donde las desigual- nomía” y aborda la política como acción del espacio público digno de ser vivido;
dades son abismales, la lógica de los mí- hacia la violencia en sus figuras contempo- en consecuencia, la política se constituye
nimos y de los máximos es a todas luces ráneas: por un lado, la violencia sistémica en la construcción conjunta del mundo, la
insuficiente. que configura sistema a partir de diversas construcción de un orden público condicio-
acciones destructivas –se convierte en nado por el conflicto en el cual la civilidad
Emerge entonces el reconocimiento y la forma de tratamiento a las “poblaciones opera como opción frente al individualismo
puesta en marcha de acciones encami- excedentes” del sistema globalizado y dominante. Así, la civilidad no sólo tiene
nadas a comprender e interpretar la diada globalizante–; por otra parte, se encuen- una función crítica –como denuncia de la
civilidad/ciudadanía y comprender con tran las formas de violencia “privadas”, las pérdida del reconocimiento del otro en la
Balibar la civilidad como emancipación cuales rozan la delincuencia o expresan vida colectiva y de la indiferencia como
política. Se requiere pensar la política odio social naturalizado y, por ello mismo, forma de barbarie– sino que se presenta
democrática de modo crítico y, para ello, no pensado ni criticado. como tarea política en el ejercicio de la
pueden formularse tres conceptos básicos: ciudadanía.
la conquista de los derechos fundamenta- Estas formas de la violencia, que repre-
les, la transformación de las estructuras de sentan un límite y un bloqueo a las posi- Colombia ha construido un ámbito de lo
dominación y de las relaciones de poder y bilidades de la emancipación, requieren, público no digno de ser vivido por todos
la civilidad, entendida como la “producción asimismo, una política de reconocimiento y para todos. Sobre este topos se han
de las condiciones mismas de posibilidad que se implique en las realidades de aque- superpuesto modos de lo cívico y formali-
de la acción política” (Balibar, 2003). llos seres “sin derechos” y en el límite de zaciones de lo ciudadano. Ahí, a manera
su poder. Es, entonces, en el seno de las de palimpsesto, la civilidad se abre como
Esta visión implica una relación vinculante paradojas de la política democrática que potencia creadora: la crítica –reflexión, in-
de tal diada que se hace aún más urgente cobra un nuevo sentido el uso de la civi- terpretación, acción– y la política –trámite
en colectivos donde la ausencia de reco- lidad, pues es en esta conjunción donde de la diferencia y del conflicto– desafían
nocimiento, la marginación y el escaso se da la posibilidad o im-posibilidad de la a la educación, a las agencias y a los
política. agentes socializadores y educativos para
reconocer-se, pensar-se y elaborar-se en
10 La propuesta de los tres paradigmas Frente al recrudecimiento de situaciones un ejercicio de develamiento histórico e
educación cívica se desarrolla en Da de violencia generadas (o incrementadas) historización de sus problemas, de sus
Silveira (2003). por la globalización –que cruzan transver- interrogantes y de sus soluciones.

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