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UNIDAD 1

Perspectiva ortodoxa: Ve a la economía una sumatoria de


individualidades (individualismo metodológico). Se basa en la teoría
del homo economicus (hombre económico), que es racional. Cree que
la economía consta de expectativas racionales, es decir, es una
ciencia más bien exacta y predecible (conveniente al capitalismo
financiero). A su vez, afirma que el mercado debe autorregularse, sin la intervención del Estado.

Perspectiva heterodoxa: Ve a la economía como una ciencia social (los individuos se encuentran
socialmente inmersos en un proceso histórico que se construye a partir
de las mutuas influencias entre los mismos y las estructuras sociales),
por ende, rechaza el individualismo metodológico. Cree que el hombre es
limitado en su racionalidad; sólo tiene acceso a cierta información y por
esto considera casi imposible realizar una predicción económica. Busca
que el Estado intervenga y lleve a cabo una redistribución de la riqueza.

Microeconomía: Estudia el comportamiento de los consumidores, de las


empresas, trabajadores e inversores; así como su relación con los
mercados. Los elementos básicos en los que se centra el análisis
microeconómico son los bienes, los precios, los mercados y los agentes
económicos.

Macroeconomía: Estudia la economía en su conjunto, y analiza agregados.


Se encarga de estudiar los indicadores globales de la
economía mediante el análisis de las variables
agregadas, como el monto total de bienes y servicios
producidos, el total de los ingresos, el nivel de empleo, de recursos productivos, la balanza de pagos,
el tipo de cambio y el comportamiento general de los precios.

Factores de la producción: Todos aquellos recursos o servicios utilizados


en el proceso productivo, para satisfacer las necesidades. En los diferentes
sectores productivos (primario, secundario o terciario) se utilizan los factores
de la producción en diferente proporción. La clasificación más usual identifica
al menos tres factores productivos: Capital (K), Tierra (T) y Trabajo (W).

Capital: Está formado por la totalidad de los bienes durables de cualquier economía. Esos bienes son
aquellos que no se destinan al consumo, sino a la producción (se invierte). Dentro
de la categoría de bienes durables encontramos la infraestructura pública, las
máquinas y herramientas, las computadoras, los edificios, etc. Además, la
clasificación incluye a los denominados bienes de capital, o sea aquellos bienes que sirven para
producir otros bienes. Cabe aclarar que los bienes de capital son bienes producidos que se utilizan
como factores para elaborar otros bienes, mientras tanto, la tierra y el trabajo son considerados por
la literatura económica como factores originarios no producidos.

Frontera de Posibilidades de la Producción (FPP): Concepto económico que nos permite dar
cuenta de la cantidad máxima posible de bienes o servicios que una determinada sociedad puede
producir, teniendo en cuenta los recursos y la tecnología de que dispone. Para esto, se tienen en
cuenta ciertos supuestos: la economía posee una dotación fija de
factores productivos; hay pleno empleo de dichos factores; se
produce sólo dos tipos de bienes. La FPP nos muestra el punto o
límite de eficiencia económica existente en determinados
contextos. Si el punto de producción se ubica por debajo de la FPP
(C), significa que la economía está produciendo de manera
ineficiente, o sea, desperdiciando o malgastando recursos. Resulta
imposible ubicar algún punto por encima de FPP (B), ya que la
sociedad no dispone de los recursos suficientes para producir esa combinación de bienes. Sin
embargo, si se incrementara la capacidad productiva de la economía la curva de FPP podría tener un
desplazamiento hacia afuera.

Costo de oportunidad: La opción productiva que debemos abandonar para poder producir otra cosa
(elección). O, en otras palabras, “El costo de oportunidad de un bien o servicio es la cantidad de otros
bienes o servicios a la que se debe renunciar para obtenerlo.” (Monchón y Becker, 1997). Por ejemplo:
el costo de oportunidad de una unidad de zapatos es igual al número de unidades de lavadoras que
es preciso dejar de producir para obtenerla.

Economía solidaria: Se relaciona con algunos conceptos como los de Economía Social, Tercer
Sector, Sector non profit (no lucrativo), Economía Popular o de Trabajo, entre los más importantes.
El eje común entre estos términos es que todos se refieren a la economía no
capitalista y no estatal. Tiene como base una concepción ética y humanista
del pensamiento y de la actividad económica, situando a la persona y a la
comunidad en el centro del desarrollo. “La Economía Solidaria persigue
construir relaciones de producción, distribución, consumo y financiación
basadas en la justicia, cooperación, la reciprocidad y la ayuda mutua.”
(Askunze; 2013, p. 100). Sus principios son la equidad, la cooperación, el trabajo como base fundadora,
el respeto al medio ambiente, el compromiso con el entorno, y carecer de un fin lucrativo. Sus actores
son, empresas solidarias y de inserción, cooperativas de iniciativa social, asociaciones y fundaciones
que realizan actividades económicas con finalidad social, sociedades laborales del tercer sector,
iniciativas que promueven el comercio justo, solidario y/o ecológico, entidades promotoras de nuevas
empresas solidarias.
UNIDAD 2
Mercado: Es una institución social en la cual bienes y servicios, como también factores productivos,
se intercambian libremente. A este asisten dos tipos de agentes bien diferenciados: compradores y
vendedores. Ambos son los que acuerdan sobre el precio de un
bien, para producir un intercambio de cantidades determinadas
de un bien por cantidades determinadas de dinero. El
intercambio es indirecto debido a la existencia del dinero: un
bien se cambia por dinero y este, posteriormente, por otros
bienes. El sistema de economía de mercado entonces descansa
fundamentalmente en el libre juego de la oferta y la demanda.

Demanda: La curva de demanda D indica cuanto están dispuestos a comprar los consumidores a
cada uno de los precios que deben pagar. Tiene pendiente negativa porque los consumidores
normalmente están dispuestos a comprar más si el precio es más bajo, suponiendo que todos los
demás factores permanecen constantes. O sea, aumenta la cantidad demandada cuando cae el precio,
y disminuye la cuando sube. Un cambio en la demanda
ocurre cuando cambian los factores que se suponen que
estaban constantes, es decir, el ingreso el precio de los
otros bienes (sustitutivos y complementarios), los gustos y
el precio esperado del bien a futuro. Si aumenta el ingreso
del consumidor, o aumenta el precio de los bienes
sustitutos, o cae el precio de los bienes complementarios, o crecen los gustos o preferencias del
consumidor por ese bien, se espera que se incremente el precio del bien, o aumentara la demanda y
la curva se desplazara hacia la derecha. Por otro lado, se reduce la demanda de un bien cuando
disminuye el ingreso del consumidor, o disminuye el precio de los bienes sustitutos, o sube el precio
de los bienes complementarios, o decrecen los gustos o preferencias del consumidor por ese bien o
se espera que disminuya el precio del bien, en este caso la curva de demanda se desplazara hacia la
izquierda.

Oferta: La curva de oferta S indica las distintas cantidades que están dispuestos a ofrecer los
productores a cada uno de los precios, suponiendo todos los demás factores constantes: el precio de
los otros bienes, los precios de los otros factores de la
producción, las regulaciones del estado, la tecnología y el
precio esperado (en el futuro) del bien. La curva tiene
pendiente positiva porque cuanto más alto es el precio, mayor
es el número de empresas que pueden y quieren producir y
vender. Esto muestra el comportamiento de los productores:
a precios muy bajos, los costos de producción no se cubren, y los productores no producirán nada.
Cuando los precios suban, los oferentes comenzarán a ofrecer más unidades al mercado, ya que
tendrán mayores beneficios. Otra razón por la cual se explica que la curva de oferta es creciente es
por la ley de los rendimientos marginales decrecientes; significa que cada vez cuesta más producir
una unidad, por lo tanto, cada vez hay que cobrar un precio mayor.

Punto de equilibrio entre oferta y demanda : Las curvas de oferta y demanda indican cuán
dispuestos están los productores y los consumidores competitivos a vender y comprar en función del
precio que cobran y que pagan. En un libre mercado, el mecanismo de mercado es la tendencia del
precio a variar hasta que la cantidad ofrecida y la
demandada sean iguales. En este punto no hay escasez ni
exceso de oferta, por ende, tampoco hay presiones para que
siga variando el precio. La oferta y la demanda pueden
estar siempre en equilibrio y este puede romperse cuando
las circunstancias cambian de repente; sin embargo, los
mercados tienden a equilibrarse. La oferta y la demanda
también dependen de otras variables además del precio. La cantidad que están dispuestos a vender
los oferentes depende también de los costos de producción, entre los cuales se encuentran los
salarios, el estado de la tecnología y el costo de las materias primas.

Elasticidad de la demanda: En principio, la elasticidad de la demanda se define como el cambio


porcentual en la cantidad demandada, dividido por el cambio porcentual en el precio. Recordemos
que la demanda de un bien depende: de su precio, de la renta de los consumidores, de los precios de
otros bienes que pueden ser sustitutivos, o complementarios. Asimismo, la oferta depende: del precio,
y de variables que afectan al costo de producción.

• Demanda elástica. La cantidad demandada responde en un alto grado a una variación baja
del precio. Esto implica que, ante un aumento de precios,
la cantidad demandada disminuye en gran proporción.

• Demanda inelástica. La cantidad demandada varía en


menor proporción que, por ejemplo, la disminución del
precio. Ante un aumento de precio la demanda se retrae, pero en menor proporción.
Por lo general, la elasticidad de la demanda de un bien depende de que existan otros bienes por los
que pueda sustituirse. Cuando existen sustitutivos cercanos, la subida de un precio lleva al
consumidor a comprar una cantidad menor del bien y una mayor del sustitutivo. En este caso, la
demanda es muy elástica con respecto al precio. Cuando no hay sustitutivos cercanos, la demanda
tiende a ser inelástica con respecto a precio.

Mercados de competencia perfecta: Representación idealizada de los mercados de bienes en el cual


la interacción de la oferta y la demanda determinará el precio. Depende de los supuestos: existencia
de un elevado número de compradores y vendedores en el mercado (todos tienen un conocimiento
pleno de su funcionamiento). Al estar el mercado atomizado en participantes, ningún participante
puede ejercer presión sobre el precio, y de esta manera todos se considerarán aceptantes del mismo.
Tanto compradores como vendedores deberán ser indiferentes respecto a quienes le comprarán o
venderán, es decir, la categoría de bienes corresponde a la de homogéneos.
Todos los bienes que se compren o vendan deben ser idénticos, o por lo
menos no serán productos diferenciados entre ellos. También, existe una
libre movilidad de los recursos productivos (no cuentan con barreras de
entrada ni salida).

Mercados de competencia imperfecta: En este hay suficientes vendedores y compradores de un


bien; por lo tanto, ninguno de ellos puede influir en su precio. Este es
determinado por las fuerzas del mercado de la oferta y la demanda. Cada
empresa considera como dado el precio de mercado cuando decide la
cantidad que va a producir y vender, y los consumidores también los
consideran como dado cuando deciden la cantidad que van a comprar.

• Monopolio: Mercado que sólo tiene un vendedor, pero muchos compradores. Como el
monopolista es la única empresa (con el volumen necesario para poder abastecer gran franja
de ese mercado) que produce un producto, la curva de demanda del mercado relaciona el
precio que cobra y la cantidad que ofrece en venta. Un monopolista puede beneficiarse de su
control del precio (este último y la cantidad que maximizan los beneficios son diferentes a
los de un mercado de competencia perfecta). En general, la
cantidad que el monopolista produce es menor y su precio más
alto que la cantidad, y que el precio de un mercado de
competencia perfecta. Por lo cual, impone un costo a la sociedad,
ya que es menor el número de consumidores que compran el
producto y pagan más por él. Esa es la razón por la que las leyes
antimonopólicas prohíben a las empresas monopolizar la mayoría de los mercados. El
monopolio puro es un caso raro. Ejemplos de este serían: Microsoft, Disney, Camuzzi, el mismo
comedor del campus universitario, YPF. Por otro lado, se puede dar el caso del monopolio
natural, que se da ante la ausencia total de competencia; por ejemplo, el abastecimiento de
servicios básicos como agua, energía eléctrica; productos de alta tecnología, como software
o hardware; recursos escasos, como petróleo o justamente YPF.

• Monopsonio: Mercado que tiene muchos vendedores y un


único comprador. El puro monopsonio también
es poco habitual. Este caso, ocurre
normalmente en los mercados de factores de
producción. Por ejemplo, las empresas compradoras de leche en la Argentina
tienen poder de monopsonio sobre los tambos productores de leche.

• Oligopolio: Es el caso en que la mayor parte de las ventas de un bien o servicio la realizan
pocas empresas (reducidos oferentes y muchos demandantes), y cada una de ellas puede
influir en el precio de mercado a través de las actividades que realiza. Esta situación lleva a
la posibilidad de una guerra de precios entre las empresas, donde la decisión de un
empresario de rebajar el precio con el objetivo de absorber una mayor
parte del mercado, se ve neutralizada con la respuesta de sus
competidores de rebajar a la vez sus precios. Otra posibilidad es que las
empresas establezcan acuerdos de precios, por medio de un cartel
(sistema de fijación de precios a través de la empresa líder o
representativa). El oligopolio se puede clasificar de dos formas: en el caso
del oligopolio homogéneo es cuando se tienen pocos productores de un
bien homogéneo, por ejemplo, la producción del cemento. Un oligopolio
diferenciado es el caso de pocos productores de un bien diferenciado, por
ejemplo, automóviles; los servicios de las compañías aéreas; servicio de
hoteles 5 estrellas. Ejemplos de oligopolio podrían ser: colectivos;
empresas telefónicas.

• Oligopsonio: En este caso existen reducidos demandantes y muchos


oferentes.

Inflación (macroeconomía): La tasa de inflación es la tasa porcentual de aumento del nivel de


precios durante un determinado periodo. Este aumento de precios es sostenido y no circunstancial.
Sube el nivel general de precios y no algunos precios aislados. Puede darse por diferentes causas:
• Inflación por exceso de demanda: causa clásica de inflación. La demanda agregada está
compuesta por dinero (o créditos expresados en dinero). Por ende, un aumento en el nivel
general de precios aumentará el valor nominal de la oferta en la misma proporción, dejando
constante el valor de la oferta en términos reales, mientras que dejará constante el valor de
la demanda agregada en términos nominales, reduciéndolo proporcionalmente en términos
reales. Cuando oferentes y demandantes intentan comerciar sobre la base de los precios
iniciales y se encuentran con un exceso de demanda: a dichos precios la cantidad demandada
supera a la cantidad ofrecida (esto origina un aumento en el nivel de precios).

• Inflación por aumento de costos: producida por la pretensión de mantener permanentemente


algunos precios en términos reales por encima del valor que establece el mantenimiento de
la economía. El mecanismo es el siguiente: los interesados en fijar precios (por ejemplo: el
estado con respecto al tipo de cambio; los trabajadores con respecto al salario, etc)
disconformes con los resultados del mercado, pretenden aumentar en términos reales
(confiando en que el resto de los precios no se modifiquen). En general, la respuesta a dicho
incremento es una modificación del resto de los precios, que tiende a compensar el
movimiento inicial, lo cual lleva a los interesados en el primer precio a intentar un nuevo
movimiento, y de este modo el proceso se reanuda.
• Inflación estructural: se produce a partir de movimientos en los precios relativos en una
economía donde los precios absolutos o monetarios no son tan flexibles a la baja como al
alza. Esta inflación aparece cuando la baja de precios absolutos no es tan completa como el
alza (el caso limite viene dado por aquella situación en la cual los precios absolutos no
descienden nunca). Esto es causado porque durante el proceso de desarrollo la composición
de la oferta y la demanda de los distintos sectores productores de mercaderías y servicios se
van modificando sin que exista entre dichos cambios una sincronización perfecta. De esta
manera, aparecen sectores con demanda excedente (porque autónomamente la demanda ha
crecido más que la oferta) y viceversa, lo cual implica que se generen cambios en los precios
relativos (asimetría apuntada sobre los movimientos ascendentes y descendentes de los
precios).

• Inflación por expectativas: cuando un país vive con inflación durante un período prolongado,
es lógico que las unidades económicas prevean siempre que los precios seguirán subiendo
en el próximo periodo. Esta expectativa modifica su comportamiento. Por ejemplo: si todos
los individuos esperan que el año que viene los precios monetarios serán el doble que los
actuales, el obrero estará dispuesto a trabajar la misma cantidad de horas que ahora solo si
su salario nominal se duplica. Pero a su vez, el empresario estará dispuesto a duplicarlo
porque espera en función de sus expectativas, poder multiplicar por 2 sus precios. El estado
verá duplicados sus ingresos fiscales, lo cual le permitirá seguir comparando los mismos
bienes que antes en términos reales.

Producto Bruto Interno o PBI:


• Producto: capacidad productiva de un país, sumado al valor
monetario total de lo que se ha producido en un tiempo
determinado.
• Bruto: es el cálculo no registrado de la depreciación de los
bienes (no tiene en cuenta el desgaste de los bienes de capital)
• Interno: todo lo producido dentro de las fronteras del país
(residente o no).

Producto Bruto Nacional: Lo mismo, exceptuando que


Nacional significa que cuenta lo producido por personas del
país/ empresa nacional tanto dentro del país, como fuera de
este. Solo toma en cuenta a los residentes o nativos del
país.
Las limitaciones de ambos indicadores consisten en que sólo toman en cuenta el trabajo registrado/
o en blanco (asociado a un tipo de sociedad determinada). Al no tener en cuenta el trabajo en negro
(doméstico, por ejemplo), no toman en cuenta la producción no comercializada. Por otro lado, los
alcances que tiene son saber la cantidad de personas de la PEA que trabajan en blanco y en negro.

UNIDAD 3
Modo de producción: Es un concepto o ideal abstracto, o sea, que no existe en realidad, pero se usa
como una aproximación a la misma. Fioravanti lo define como “una combinación específica de
diversas estructuras y prácticas que, en su combinación, aparecen como tantas instancias o niveles,
es decir, como tantas estructuras regionales con una autonomía y dinámica propias ligadas a una
unidad dialéctica” (1983; p. 19-23). Es una estructura compleja formada por tres niveles o instancias:
una estructura económica, una estructura político-jurídica y una estructura ideológica. Dentro de las
mismas, siempre existe una que domina sobre las otras; no siempre es la económica, pero sí es esta
la que determina en última instancia a las otras estructuras. El funcionamiento de un modo de
producción depende de cómo se articulen las fuerzas y las relaciones de producción. El modo de
producción puede cambiar cuando las fuerzas y las relaciones de producción entran en contradicción,
producen una crisis, y de manera inevitable se debe dar el paso a otro modo productivo (por ejemplo,
de modo de producción feudal al mercantil).

• Modo de producción en términos marxistas: Los medios con que cuenta una sociedad para
desarrollar su actividad económica (fuerzas productivas). Esta se organiza mediante
relaciones de producción.

Formación Social (también marxista): Este concepto postula que todas las sociedades están
históricamente determinadas, o sea, son un “todo social” en un momento específico de su existencia.
En esta estructura también se encuentran tres instancias, de nuevo: la económica (como una
combinación específica de medios productivos), la político-jurídica y la ideológica (conjunto de
presentaciones e ideas).

Modo de producción feudal: Lo situamos en la Edad Media. Estaba


fundamentado en el dominio de la renta agraria (tierras) por parte de
la clase dirigente o señores feudales. Las relaciones estaban
establecidas en base a la lealtad y a la obligación que debían los
siervos (atados a la tierra en la que vivían y trabajaban) a los vasallos
y éstos a los señores. Hablando en términos marxistas, en este modo
de producción dominaba la instancia ideológica sobre las demás
(religión).

Transición del feudalismo al capitalismo: Las fuerzas y relaciones productivas feudales entran en
crisis: se dieron otras transformaciones como numerosas invenciones vinieron a modificar el nivel
de las fuerzas de producción, sumado a la difusión y ampliación del pensamiento humano, la
invención de la imprenta y el progreso en la navegación; descubrimientos elevaron el nivel científico
y ampliaron la concepción del mundo; pero al mismo tiempo incrementaron el comercio con otras
regiones. Una nueva era se abría para el capital mercantil; se constituyó un mercado mundial que
afectó a todo el sistema productivo europeo, al mismo tiempo que grandes Estados lo aprovechaban
para constituirse. Marx y Engels escriben “el descubrimiento de
los yacimientos de oro y plata en América, la cruzada de
exterminio, esclavización y sepultamiento en las minas de la
población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de la
Indias Orientales, la conversión del continente africano en
cazadero de esclavos negros, son todos hechos que señalan los
albores de la era de producción capitalista”. Todas estas
cuestiones mencionadas promovieron el espacio para llevar a
cabo la acumulación originaria del capital; esta es la que impulsa el desarrollo económico del sistema
capitalista, y conjuntamente al nacimiento de las primeras ideas sobre la economía, como la escuela
de pensamiento mercantilista.

Mercantilismo: Entre los siglos XV y XVIII se desarrolló la era de los mercaderes, es decir, el
capitalismo mercantil, cuyo final coincidió con la Revolución Industrial, la Revolución
norteamericana, y la publicación del libro de Adam Smith "La riqueza de las naciones" en 1776. Esos
dos últimos hechos guardan relación entre sí, ya que representan reacciones contra las políticas y
prácticas económicas de la era mercantilista. Esta era se dio debido a los cambios que se produjeron
desde la economía feudal hasta el desarrollo del comercio entre estados/naciones grandes,
poderosas. La aparición de estos estados nacionales, impacientes por destruir el particularismo
feudal y el universalismo del poder espiritual de la Iglesia, dio por resultado un interés mayor por la
riqueza y la aceleración de la actividad económica. El relajamiento de la autoridad doctrinal central,
producido por la Reforma, y los progresos del concepto de derecho natural en la jurisprudencia y el
pensamiento político, prepararon el terreno para un punto de vista racional y científico respecto de
los problemas sociales. En tanto, el siglo XVII fue testigo
así de esos dos métodos de producción: el capitalista
comercial y el capitalista industrial incipiente. Algunos
puntos característicos fueron: el monopolio como el
medio más importante por el cual los estados-nacionales
incipientes trataban de incrementar el comercio para
generar mayores fuentes de ingreso. Las colonizaciones
de América y conquistas del Lejano Oriente, que
ocasionaron un flujo importante de productos nuevos y exóticos. La gran influencia en las economías
de las potencias marítimas europeas del descubrimiento de metales preciosos, que provocó la suba
generalizada de precios. La aparición y consolidación del Estado moderno, que significa el último
escalón de una cadena de acontecimientos que se inició con la decadencia de los señores feudales.
El proteccionismo constituyó un punto importante dada la influencia de los mercaderes sobre el
Estado Moderno. Prevaleció la creencia en la benignidad del mismo y en las ventajas de su
intervención en la economía. La expansión del comercio trajo consigo una divergencia de los
intereses comerciales individuales; la mayor parte de ellos buscaban una autoridad central poderosa
que les protegiese contra las pretensiones de sus rivales. La acumulación de oro y plata era el primer
objetivo de la política personal y pública. Se basaban en la idea de que es mejor vender mercancías
a los demás que comprárselas, ya que lo primero otorga ventajas, mientras que lo segundo acarrea
inevitables perjuicios.
• El término mercantilismo se derivó de una interpretación sobre las supuestas ventajas
derivadas del cambio de mercancías; con una política económica hacia el exterior que
descansa en el principio de aventajar al adversario, comprándole lo más barato posible y
vendiéndole lo más caro que se pueda, con una política proteccionista.

• “El principio del mercantilismo desarrollado es la


producción de mercancías, que produzcan beneficios
en el comercio exterior”. (Izquierdo; 2007:1)

• El horror a acumular mercancías no vendidas aparece


en todos los escritos mercantilistas. Este "horror a los
bienes" se reveló de modo particular en la esfera del
comercio exterior (los mercantilistas buscaban una
excedente de exportaciones, que en su esencia era el
deseo de crear un excedente de riqueza). De esta
forma: exportaciones = dinero = riqueza.

• Su finalidad, la acumulación de dinero, correspondía a las ideas tradicionales de la riqueza y


de los objetivos de la política nacional. La búsqueda de oro en tierras lejanas es la primera
forma específica que tomó la expansión comercial.

• Así, la fuente de riqueza en el mercantilismo inicial era el cambio no equivalente (dinero que
producía dinero), y una manera de aumentarla era mediante la acumulación. En el
mercantilismo desarrollado, la fuente de riqueza es definidamente el intercambio favorable
(comercio exterior).

Fisiocracia: Este sistema (o modelo) nace en el siglo XVIII en Francia. Para entonces ya habían
aparecido en el país el capitalismo mercantil y el artesanado. Pero en mayor medida que cualquier
otro país europeo, Francia había conservado un fuerte interés por la agricultura, a la que se le
continuó rindiendo un verdadero culto. También, es cierto que el gobierno francés se había sometido
menos que los otros países a los intereses y políticas del mercantilismo. El principal fundamento de
los fisiócratas era la agricultura como fuente de riqueza. Al mismo tiempo se reconocían las graves
debilidades públicas de la estructura económica y política contemporánea, indicando que tales
deficiencias debían superarse. El objetivo de los fisiócratas era conservar, mediante reformas, una
antigua sociedad en la que los propietarios rurales gozaban de superioridad social y privilegios, y
rechazar las pretensiones e intromisiones del capital mercantil y las rebeldes y vulgares fuerzas
industriales por él engendradas. Otra base principal era el concepto de derecho natural, que consistía
en dejar que las cosas sucedan como la naturaleza las ordena. Asimismo, la norma orientadora era
laissez faire (dejar hacer o, dejar pasar). A raíz de esto último, cabe destacar que el sistema no
buscaba la intervención del estado y proclamaba el libre comercio. Por otro lado, “La variable que
aislaron fue la capacidad de la agricultura para proporcionar "producto neto", es decir un excedente
disponible sobre el coste preciso. Todo lo que incremente este producto neto provocará una
expansión de la actividad económica, y cualquier cosa que lo reduzca provocará una contracción de
la actividad económica” (Meek; 1975:4). A partir de esto, los
grupos sociales básicos se hace a partir de la relación de
cada grupo con el producto neto: hicieron una distinción entre
la “clase productiva" (los dedicados a la producción agrícola)
que estaba conformada por los productores, quienes
practicaban la ganadería y labraban la tierra; y sólo una vez
que se les había pagado su remuneración el producto neto
pasaba a manos de los propietarios. Y, en un rango inferior, la
“clase estéril" (los dedicados a actividades no agrícolas)
estaba integrada por los mercaderes, manufactureros y artesanos, es decir, la clase improductiva.
Con relación a la "clase de los propietarios", la misma comparte en cierta medida el carácter de cada
una de ellas, pero no pertenece a ninguna. Esta clase de terratenientes o propietarios, orientaban,
vigilaban o presidían la producción agrícola, de modo que adjudicaban el producto neto y sobre ellos
recaían las responsabilidades sociales y políticas de la comunidad y del Estado.

Finalmente, el flujo de productos funcionaba de la siguiente manera:

• Uno de sus principales exponentes fue el médico François Quesnay, quien analizó de manera
analógica la circulación de productos y medios de producción con el sistema circulatorio
(anatómico): todas las clases y sectores están conectados.

• Smith avalaba la fisiocracia.

Revolución Industrial: Tuvo lugar en Inglaterra durante el último tercio del siglo XVIII. Esta consistió
en la transformación de numerosos medios que desplazaron a los
trabajadores hacia las fábricas y las ciudades industriales que hasta
entonces habían producido mercancías en sus cabañas o alimentos
en sus propias granjas. La figura o actor social dominante en esta
transformación, ya no fue el mercader, sino el industrial que se
dedicaba a la producción de mercancías en cantidades no limitadas. Aumentar la productividad,
disminuir los costos de producción y obtener a su vez un mayor excedente se convirtieron en el
objetivo de esta nueva clase que comenzó a consolidarse en el siglo XVIII. La Revolución Industrial
modeló profundamente el desarrollo económico.

Pensamiento económico clásico: Los dos representantes principales del pensamiento clásico
fueron los ingleses Adam Smith (1723-1790) y David Ricardo (1772-1823). En su conjunto, representan
el auge de capitalismo industrial inglés en su primera etapa dinámica, frente a los elementos
sobrevivientes del mundo feudal y del mercantilismo.
Hacia mediados del siglo XIX sus herederos se dividieron en "neoclásicos" y "subjetivistas”, por un
lado y "socialistas críticos del capitalismo" por el otro, entre los que encontramos a Marx.

Adam Smith: Su obra principal fue "Investigación de la naturaleza y causas de la riqueza de las
naciones", publicada en 1776, coincidiendo con el año de la independencia
norteamericana. El contexto histórico de la obra marca el fin de la
explotación de una de las regiones coloniales más importantes del período
anterior, privando al antiguo sistema colonial de uno de sus sostenes más
poderosos, sistema que a su vez había servido de base de gran parte del
pensamiento mercantilista. Cabe señalar que Smith no conoció las
grandes fábricas, ni las ciudades industriales, ni los regimientos de
trabajadores, ni el surgimiento político y social de los empresarios, ya que la mayor parte del proceso
tuvo lugar después de la publicación de su obra.
En su obra, Smith describe el trabajo en una fábrica de alfileres. Lo que llamó su atención no fueron
las máquinas características de la Revolución Industrial, sino la forma en que el trabajo estaba
dividido de modo que cada trabajador era un experto en una minúscula parte de todo el proceso. En
otras palabras, Smith visualizaba la división social del trabajo, por la cual cada obrero adquiría una
mayor destreza en su tarea, ahorraba el tiempo de pasar de una ocupación a otra y se capacitaba en
el uso de determinada maquinaria, haciendo la labor que antes correspondía a muchos. En relación
a esto, Marx haría más tarde alusión al proceso de alienación.

• Considera que la riqueza de un país depende de dos factores: la productividad del trabajo,
dada por la división del trabajo y la especialización de los trabajadores, y la cantidad de
trabajo empleado. La causa esencial del aumento de la productividad, estaba relacionada y
limitada por la extensión del mercado. De acuerdo con esto, el teórico consideraba necesaria
la abolición de las restricciones de origen medieval a los mercados y señalaba la importancia
del libre mercado.
• El incentivo fundamental de la actividad económica era el interés individual. Para este teórico,
lo que predominaba en la vida económica era el amor propio, es decir, el accionar de cada
individuo de acuerdo con la búsqueda de satisfacción de sus propias necesidades. Sumado a
esto, Smith consideraba que el individuo resultaba guiado en su accionar por una mano
invisible; metáfora que indicaba la existencia de una fuerza espiritual que sostiene en los
hombres la búsqueda del propio interés, a la vez que los guía hacia el más benigno de los
fines, aunque éste no entre en sus planes.

• Teoría (objetiva) del valor: Según el concepto de utilidad marginal, el factor determinante del
valor de un bien es la necesidad o uso menos urgente (prioriza el valor de cambio sobre el
valor de uso). De esta forma, el valor de cualquier objeto se mide según la cantidad de trabajo
que puede comprar con él. En consecuencia, el trabajo es la medida real del valor de cambio
de todos los bienes. Así, el precio de un bien es más alto si consta de mayor utilidad. Además,
el bien no tiene un valor absoluto en sí mismo, sino que es subjetivo a la necesidad de cada
sujeto. Sin embargo, hay bastante confusión en cuanto a este punto, ya que en otros pasajes
de su obra abandona la teoría del valor-trabajo, considerando entonces la ganancia del
empresario y la renta del terrateniente como partes del "costo de producción". Así, la teoría
del valor-trabajo sería aplicable a la sociedad precapitalista pero no a la actual.

• El precio de un bien se relaciona con diferentes elementos: el salario, que es el costo que
mantiene al trabajador para hacer su trabajo; el excedente, que resulta de la diferencia entre
el valor creado por el trabajador y el salario pagado al mismo (es obtenido por quien lo
emplea/el capitalista); la renta de la tierra, originada de la remuneración proveniente de la
tierra (obtenida por su propietario).

• En cuanto a la política pública refiere a que sólo con la libertad de comercio pueden los
individuos especializarse en la producción de determinado bien y establecer entre todos el
intercambio que satisface las distintas necesidades del consumidor. Cuanto mayor resulta el
intercambio, mayor es la oportunidad de especialización y mayor es la eficiencia y
productividad del trabajo. Por supuesto, el tamaño del mercado también influye en la división
del trabajo, de manera que cuanto mayor sea el mercado, mayor cantidad de bienes
demandados y mayor la especialización para lograr una mayor productividad. Esta defensa
del libre cambio resultaba un ataque directo a la concepción mercantilista de la intervención
del estado en la economía, y una oposición a la creencia de que las restricciones al
intercambio podían aumentar la existencia de metales preciosos. De allí el decidido
liberalismo de laissez faire.

• Reconoce tres deberes importantes del Estado: La defensa contra la agresión extranjera; el
establecimiento de una buena administración de justicia; el sostenimiento de obras e
instituciones públicas que no serían mantenidas por ningún individuo por falta de ganancia
adecuada (por ejemplo: construcción de carreteras y canales, puentes y puertos, entre otros).

• Comercio internacional: la competencia como principio de las sociedades capitalistas,


suponiéndose que la misma era garantía del mejor funcionamiento de la economía.

David Ricardo: La trayectoria de Ricardo fue diferente y posterior a la de Smith. Este teórico fue
agente de bolsa, comerciante y parlamentario, siendo su obra más importante
"Principios de Economía Política y Tributación" de 1817.

• La renta: muestra que existen tierras de distintas calidades –ya sea por la
distancia de las mismas al centro de consumo o la calidad de los suelos, entre
otros factores- y, por lo tanto, con diferente rentabilidad. Concepto de renta
diferencial para los propietarios mejor ubicados. De esta forma, “(…)
únicamente porque la tierra no es ilimitada en cantidad ni uniforme en calidad,
y porque con el incremento de la población, la tierra de calidad
inferior o menos ventajosamente situada tiene que ponerse en
cultivo, se paga renta por su uso." (Ricardo, p. 53). Entonces, la renta
de la tierra se origina en el momento en que la demanda social de
productos agrarios hace necesaria la producción en tierras de
segunda calidad. A partir de esto, la diferencia entre el producto que
se obtiene en estas tierras y el que se obtiene en las mejores será abonado en concepto de
renta a los propietarios de las tierras.

• El comercio Internacional: Ricardo fue el teórico del comercio universal. De acuerdo él, los
distintos países tienen diferentes ventajas comparativas, esto es, diferentes productividades
(calculados en horas de trabajo) que cambian los valores de los productos. Su postulado
básico es que, aunque un país no tenga ventaja absoluta en la
producción de ningún bien, es decir, aunque fabrique todos sus
productos de forma más cara que en el resto del mundo, le
convendrá especializarse en aquellas mercancías para las que
su ventaja sea comparativamente mayor o su desventaja
comparativamente menor. Por ejemplo, aunque un país produzca dos tipos de bienes (por
ejemplo, tela y vino) a precios menores en términos absolutos que el resto del mundo, se
puede beneficiar con el comercio internacional si los precios relativos de los bienes difieren
entre países antes de que se establezca el comercio (autarquía), de modo que cada país
exporte el bien cuyo costo de producción relativo o comparativo al otro bien es menor que en
el otro país.
• Ricardo partió de la teoría del valor, la cual establece que el valor de un producto está dado
por su costo de trabajo, regla válida para el mercado doméstico. La teoría clásica del
comercio internacional tiene sus raíces en la obra de Adam Smith, que plantea la interacción
entre comercio y crecimiento económico. Los distintos bienes deberán producirse en aquel
país en que sea más bajo su costo de producción y desde allí, exportarse al resto de las
naciones.

• Defiende además el comercio internacional libre y sin trabas, para alcanzar y dinamizar el
proceso de crecimiento económico, y este comercio estaría basado en el principio de la
ventaja absoluta.

Thomas Malthus: Economista británico, discípulo de Smith.


• Su tesis principal es sobre la población: la población suele aumentar en una
proporción geométrica mientras que la producción de alimentos sólo puede
aumentar en una proporción aritmética. O sea, la capacidad de crecimiento de la
población es infinitamente mayor que la capacidad de la tierra para producir
alimentos para el hombre.

• Malthus es el contradictor de David Ricardo, planteando un camino diferente para el


pensamiento económico; demuele la “ley de Say” (toda oferta crea su demanda).

Friedrich List: alemán; XIX.


• List se opuso al cosmopolitismo (internacionalismo) de los clásicos, y señaló,
para algunas fases del desarrollo económico, la necesidad de tarifas protectoras
estatales.

• Fue uno de los primeros que dio forma a una de las llamadas teorías de las
etapas del desarrollo económico, sugiriendo un esquema de cinco etapas: primitiva, pastoril,
agrícola, agrícola-industrial y agrícola-industrial-comercial.

• Profeta de la industrialización; la cual había de conseguirse con la ayuda de unas tarifas


"educacionales" que protegieran a las industrias "infantes" de los países subdesarrollados. A
su vez, consideraba que las naciones debían concentrarse en la especialización de áreas
productivas nuevas, en lugar de seguir trabajando en los recursos con los que ya contaban
(industrializarse principalmente.
• Si bien no negaba la fuerza lógica de la doctrina del libre comercio de los clásicos, creía que
sería solamente aplicable en el futuro, cuando los países hubieran desarrollado al máximo
sus capacidades económicas y hubieran alcanzado la etapa agrícola-industrial-comercial,
característica de la economía inglesa.

Neoclásicos: La escuela denominada neoclásica cambia el eje sobre el cual se estudian los procesos
económicos. Las perspectivas de estudio se enfocan en la economía como la ciencia que estudia el
comportamiento humano, y como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos
alternativos. En ese sentido surgen dos cuestiones: Por una parte, la economía se define por su
enfoque teórico antes que por su contenido, es decir, por el objeto del cual se ocupa. Y por otro, el
punto de partida del análisis anclado en cuestiones referentes a la oferta pasa a una explicación de
los sucesos económicos basada en la demanda, por ello las cuestiones vinculadas al consumo se
atan al estudio de la elección racional, esto es, la elección hecha sobre la base de un cálculo
deliberado y sistemático para obtener el máximo provecho de los fines utilizando medios escasos.

• Carl Menger: Diferencia entre bienes y cosas útiles. La utilidad total coincide con la marginal.
El valor no lo tienen los bienes en sí mismos, se encuentra en la relación del
bien con el sujeto (según el grado de importancia que le dé, o la apreciación).
Así, los bienes se vuelven económicos por el carácter de valor de uso que
toman. Sólo puede haber escasez de los bienes económicos.
Crea las curvas de indiferencia: Diferentes combinaciones a la hora de elegir.
Las personas con el tiempo varían en sus preferencias.

• William Jevons: Su tesis es a través de los sentimientos. Si se satisfacen


las necesidades se genera placer, y si no se las satisface, se siente dolor.
El valor de los bienes depende de su utilidad y, por ende, de la demanda
(al saciarla se genera placer).

• Alfred Marshall: Postula sobre el equilibro parcial (bajo competencia perfecta). Toma en
cuenta la oferta y la demanda, y la utilidad marginal. Vuelve a la Ley de Sey.
Elabora sobre la elasticidad de la demanda.

• León Walras: Equilibro de mercado. El precio es la variable independiente que


altera el equilibro: escasez o exceso. Los oferentes y demandantes
determinan el equilibro (curva de oferta y demanda como medidas absolutas).
UNIDAD 4
Karl Marx: Marx intentó encontrar las verdades profundas del sistema económico; su objetivo era
“poner al desnudo la ley económica del movimiento de la sociedad moderna”.
Consideraba que la economía no era solo economía política, ya que ponía la base
en las relaciones sociales. En efecto, él concibió de manera distinta los límites de
la economía a diferencia de los economistas de la política clásica; según su
concepción estaban incluidas en ella las relaciones sociales de producción como
así también las fuerzas productivas y las condiciones de intercambio.

La obra de Marx es el resultado de una triple influencia: la filosofía hegeliana, del socialismo francés,
y los clásicos. En ese sentido, puede expresarse que Marx, a diferencia de Hegel, siguió los conflictos
históricos hasta su esencia en el modo de producción, que luego denominó como conflictos de clase.

Marx consideraba que los economistas clásicos daban una serie de hechos por supuestos, sin tener
una justificación empírica correcta para comprender las causas subyacentes del capitalismo: “Tratan,
más bien, como lo demuestra el ejemplo de (J.Stuart) Mill, de presentar la producción, a diferencia
de la distribución, etc., como encerrada dentro de leyes naturales, eternas, independientes de la
historia, y con tal motivo intentan deslizar bajo cuerda la idea de que las relaciones burguesas son
leyes naturales inmutables de la sociedad concebida en abstracto” (Marx, 1986).

Tanto el modo de producción, las relaciones de producción y las fuerzas productivas constituyen lo
que Marx llamó la Estructura de una sociedad.

• Modo de producción: De nuevo, un modo de producción es una combinación específica de


diversas estructuras y prácticas que, en su combinación, aparecen como tantas instancias o
niveles, es decir, como tantas estructuras regionales con una autonomía y dinámica propias
ligadas a una unidad dialéctica (Fioravanti, 1983). Marx destaca la existencia de distintos
modos de producción en estado puro, como lo son el primitivo, el esclavista, el feudal y el
capitalista, a los cuales se puede sumar el comunismo (posterior al capitalista) y el asiático.
Otra definición para el modo de producción podría ser la manera en que los hombres generan
su economía en el marco de la formación social. A su vez, la formación social designa una
sociedad históricamente determinada, es decir, un todo social en un momento de su
existencia es una combinación particular, específica, de varios modos de producción puros
(Fioravanti, 1983).

• Relaciones de producción: Siempre están ligadas a las cosas materiales. Estas determinan
los derechos y obligaciones mutuas para los integrantes del modo de producción. Por
ejemplo, en el modo de producción feudal, la existencia de dos clases sociales básicas como
los señores feudales y los siervos, determina, entre otros, el otorgamiento de parte de la
producción de los segundos hacia la clase dominante. En el caso del capitalismo, son los
asalariados quienes venden su fuerza de trabajo a los dueños de los medios de producción,
las clases burguesas, capitalistas.

• Fuerzas productivas: Estas son un conjunto de los métodos técnicos de producción, los medios
de producción y, en especial, los instrumentos de trabajo, la experiencia de los hombres para
servirse de los medios de producción y, por último, los mismos hombres que poseen esa
experiencia y esa aptitud (Lange, 1962). Cuando estas se modifican, también cambian las
relaciones sociales de producción.

Superestructura: Está en ultima instancia determinada por la estructura y expresa la ideología,


cultura y jurisdicción de una sociedad.

En el modo de producción capitalista las clases burguesas predominantes son las encargadas de
implantar las relaciones de propiedad funcionales a sus propios intereses, reproduciendo los
beneficios alcanzados mediante la permanencia de dos clases sociales. Por un lado, los dueños de
los medios de producción y por otro, la clase asalariada que carece de ellos. En la concepción de
Marx, será el Estado el encargado de cumplir con la función por la cual fue creado: ser funcional a la
clase dirigente. El motor del modo de producción capitalista se da a partir
de la lucha de clases al interior del mismo. En el capitalismo hay una ficción
de igualdad jurídica, pero una profunda desigualdad real entre el trabajador
que vende su fuerza de trabajo y el empresario que la compra. De allí la
explotación del trabajador, que trabaja más de lo que sería necesario para
asegurar su subsistencia. De lo anterior se desprende que el valor de la
fuerza de trabajo puede dividirse, por una parte, en la cantidad necesaria
para la subsistencia del trabajador, y por otro, la denominada plusvalía (el
excedente producido por el trabajador asalariado, apropiado por el capitalista). Para Marx, el
capitalismo no tendría razón de ser si el trabajador no produjese un valor mayor que el requerido
para sus necesidades primordiales. La plusvalía surge no porque el trabajador reciba menos de lo
que vale, sino porque produce más de lo que vale.

• Plusvalía absoluta: Se obtiene mediante la extensión de la jornada


laboral (en horas) y mediante la intensificación del trabajo en la
misma (eliminación de “tiempo muerto”).

• Plusvalía relativa: Se obtiene mediante el abaratamiento de los


medios productivos, y reduciendo el tiempo de trabajo necesario.
También, incorporando tecnologías para incrementar la
productividad.

Mercancía: Es un objeto externo, apto para satisfacer las necesidades humanas. Cuando un hombre
hace algún objeto para el propio consumo, es un producto y no una mercancía. Para que el producto
sea mercancía debe satisfacer alguna necesidad social, es decir, debe satisfacer la demanda de él
por parte de otros miembros de la sociedad. O sea, la mercancía es un objeto creado para
intercambiarlo en el mercado. La propiedad que posee la
mercancía de satisfacer una u otra necesidad humana se llama
valor de uso. Por otro lado, el valor de cambio es el precio, o, en
su defecto, el equivalente en valor de la mercancía. Así, el valor
de cambio se presenta como una relación cuantitativa,
proporción en que se intercambian valores de uso de una clase
por valores de uso de otra clase, una relación que se modifica constantemente según el tiempo y el
lugar.

Valor de una mercancía: Depende de lo que Marx denomina trabajo


socialmente necesario para producirla, o sea, sólo tiene valor porque en
esta está objetivado o materializado el trabajo abstractamente humano.

Composición orgánica del capital: Capital variable (salarios), capital constante, que no aumenta de
valor (fijo; medios de producción).

Consumo y producción: Marx considera que son acciones interdependientes, ya que sin consumo no
hay producción y sin producción no hay consumo. En el acto de producir el individuo consume sus
facultades (energía), y a su vez, se consumen los medios de producción que se emplean, y la materia
prima que se transforma (producción consumidora). El consumo requiere constantemente de volver
a producir.

Distribución y producción: Hay una relación directa entre estas variables; la distribución depende
totalmente de la producción. Esta ultima aporta el objeto a distribuir, y condiciona el tipo de
distribución que se vaya a dar. En cambio, la distribución se da según los intereses y ganancias de
los productos. Por participar en el proceso productivo, cada agente (de diferentes clases) recibe una
distribución de la remuneración que le corresponda. (dudoso este párrafo)

Ejercito industrial de reserva: concepto que refiere a la existencia estructural, en las sociedades con
un modo de producción capitalista, de una parte de la
población que resulta excedentaria como fuerza de trabajo
respecto a las necesidades de la acumulación del capital. Un
ejército industrial de reserva (un ejército de desempleados
permanente) es necesario para el buen funcionamiento del
sistema de producción capitalista y la necesaria acumulación
de capital. Es sinónimo de “población obrera sobrante”,
aunque este término es más amplio por incluir a aquellos
imposibilitados para el trabajo. En otras palabras, es la cantidad relativamente sobrante de obreros
en cuanto a la demanda de fuerza de trabajo por parte del capital.

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