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UM DOSSIÊ DE ESTUDOS
LINGÜÍSTICOS
HISPÂNICOS
1
Copyright© 2009 by Carlos Felipe Pinto e Valesca Brasil Irala/Direitos
editoriais reservados aos autores através da Casa do Novo Autor Editora
Ltda.
Editores
Fausto Martorelli
Katya Marcos da Silva
Capa
Casa do Novo Autor Editora
Projeto gráfico
Carlos Felipe Pinto e Valesca Brasil Irala
Revisão ortográfica
Carlos Felipe Pinto e Valesca Brasil Irala
2
A Deus, razão pela qual tudo
existe...
3
4
SUMÁRIO
Apresentação 7
Os autores 206
5
6
APRESENTAÇÃO
8
ocupa a posição de objeto nocional dos ditos verbos. Conclui que
há dois tipos de sujeito expletivo e que o Caso do elemento pós-
verbal das construções inacusativas parece não ser de fato o
acusativo.
9
trazer a diversidade do espanhol para o ensino no Brasil é uma
forma de dar voz às variedades lingüísticas que foram silenciadas
pela norma padrão européia durante séculos.
10
estrangeira e entender, de acordo com a teoria fonológica, o
motivo de tais ocorrências.
11
Las oraciones (im) personales existenciales:
el caso de haber y haver/ter
Adriana WERNER
1. INTRODUCCIÓN
Los trabajos dedicados a las oraciones existenciales
presentativas nos muestran que la sintaxis de estas oraciones es
compleja y heterogénea y que, a pesar de lo mucho que las han
estudiado, todavía hay preguntas sin contestación, principalmente
aquellas relacionadas con el tema de la concordancia (conforme
ejemplos (1) y (2)).
12
concordancia entre el verbo haber en su uso existencial y SSNN
en plural es muy alta, estando alrededor de un 50% en Paraguay y
un 90% en República Dominicana y Venezuela. Los estudios de
sociolingüística dedicados al español hace tiempo mencionan tal
hecho. Por otro lado, lingüistas que se dedican al estudio del
portugués afirman que este fenómeno también es muy corriente
en este idioma. Es decir, tanto en español (más específicamente
en el español de América) como en portugués es posible que haya
la concordancia entre el verbo y el sintagma nominal plural en
construcciones existenciales con haber y haver/ter. Estudiar las
construcciones existenciales sin considerar la coexistencia de
muestras con y sin concordancia entre el verbo y el SN en este
contexto es como mínimo cerrar los ojos frente a hechos
lingüísticos incontestables.
Ante esta realidad, desarrollé una investigación centrada
en el fenómeno de la concordancia en las oraciones existenciales
con haber y haver/ter en español y portugués. Con este trabajo
intenté comprender la variación existente entre el uso con
concordancia y el uso sin concordancia en este tipo de
construcción en español y portugués. Para lograr eso, busqué
responder a las preguntas que siguen:
13
2. BUSCANDO RESPUESTAS
Los verbos haber y haver/ter (que, canónicamente, son
considerados verbos impersonales en las construcciones
existenciales del español y del portugués) han sufrido en sus
trayectorias diacrónicas cambios en sus significados y en sus
estructuras originales. Estos verbos eran empleados en el latín
clásico fundamentalmente como verbos transitivos. En el latín
tardío, nuevos usos fueron establecidos al verbo habēre
(haber/haver) y, entre estos usos, está la expresión de la
existencia mediante el empleo de la tercera persona singular de
habēre, generalmente acompañada de un elemento locativo
mientras el verbo ter pasa a ser usado como verbo existencial
impersonal en el portugués arcaico5. Sin embargo, hay que
considerar que el uso existencial de estos verbos parte del
significado primitivo de posesión, es decir, en sus estructuras
primitivas había además del argumento que recibía Caso
acusativo (el poseído), otro argumento (el poseedor) que recibía
Caso nominativo (sujeto). La tabla que sigue refleja los cambios
sufridos por estos verbos desde su uso originario en latín hasta su
uso existencial en español y portugués.
5
Véase Garachana (1997) y Mattos e Silva (2002).
6
Recordamos que el verbo ter en portugués todavía se mantiene como verbo de
posesión además del significado existencial entre otros.
14
Lo primero que intentaré hacer para justificar estos
cambios y responder mis preguntas de investigación es discutir
sobre la clase verbal a que pertenecen los verbos haber y
haver/ter en su uso existencial.
Observando los verbos intransitivos es visible que estos
verbos seleccionan un único argumento, lo que supuestamente
nos permitiría suponer que los verbos haber y haver/ter, en su uso
existencial, también podrían encajarse en esta clase de verbos. Sin
embargo, es hecho sabido que los intransitivos forman una clase
heterogénea de verbos que presentan propiedades sintáctico-
semánticas distintas y que está dividida en dos subclases: los
verbos inergativos y los verbos inacusativos o ergativos.
Mendikoetxea (1999, p.1651) caracteriza los inergativos como
“verbos que denotan actividades o procesos que dependen de la
voluntad de un agente” (de un sujeto), lo que les da el rasgo de
[+intención], mientras que los “inacusativos son verbos que
denotan estados o eventos no agentivos”, es decir, verbos con
rasgos de [-intención]. Por consiguiente, los inacusativos
seleccionan un argumento, el que recibe la acción o en quien se
produce o se manifiesta la eventualidad que denota el verbo.
Mendikoetxea denomina este argumento como tema/paciente. En
otras palabras, la diferencia existente entre las subclases de los
intransitivos (inergativos e inacusativos) está en el rasgo [+/-
agentivo] del sintagma nominal que ocupa la posición de sujeto
en estas construcciones, conforme los ejemplos (3) y (4):
Verbo
(4) a. El tren llegará a las doce (español) inacusativo
b. O trem chegará às doze (portugués)
15
la variedad no estándar de este idioma es posible (5), una muestra
de que el sintagma nominal, como mínimo, no se compuerta
como un sujeto prototípico, es decir, aquél que controla la
concordancia con el verbo.
16
concordancia cuando el sintagma nominal está en singular y el
verbo en plural, como en (6) y (10).7
7
El tema de la concordancia en la variedad no estándar del PB es un fenómeno
muy extendido, incluso por la transformación en marcha en el paradigma verbal
y la constancia de marcación de plural en un único elemento del sintagma, como
en (i):
17
rasgo ser el objeto nocional en estructura-profunda, es decir, antes
de que se manifieste cualquier movimiento para el cotejo de los
rasgos-φ (número y persona) y rasgos de Caso.
Estas estructuras serían las que siguen8.
(12)
8
La flecha indica el movimiento del sintagma
18
del portugués es sabido que haber y haver/ter son considerados
impersonales, y que su forma es fija en 3ª persona singular. Si
estos verbos son transitivos, debe haber algún elemento que
pueda ocupar esta posición, y a su vez controlar la concordancia,
incluso la concordancia por defecto (en 3ª persona singular). Por
ende, para considerarlos transitivos sin que se altere su estructura
sintáctica canónica es necesario postular la existencia de un
elemento no manifiesto fonológicamente (un expletivo)9 que
ocupe la posición de sujeto.
Merece la pena señalar que tanto para la estructura (11)
como para la estructura (12) es posible postular la existencia de
un expletivo no manifiesto para la posición del sujeto oracional.
Hay autores como Viotti (1999), quien estudió el verbo
ter (en portugués) en su uso existencial, que rechazan la
necesidad de postular un expletivo para la posición de sujeto. Para
Viotti, el portugués es una lengua que presenta la opcionalidad de
que los rasgos D-fuerte10 y de Caso nominativo sean o no
cotejados en T, lo que resultaría en el hecho de que la posición de
sujeto estuviera vacía sin que fuera necesario postular para ella un
expletivo.
No obstante, incluso bajo esta propuesta de opcionalidad
de incorporación o no de los rasgos D-fuerte en T algo todavía
sigue sin encajarse en la propuesta de Viotti de exclusión de un
expletivo en posición de sujeto, porque el verbo sí que muestra
rasgos de persona y número en las construcciones existenciales
con ter en portugués. Sabemos que hay variación entre: rasgos
fijos de no concordancia con el sintagma nominal en la variedad
estándar, cuyo verbo se mantiene inalterado en 3ª persona
singular, y de concordancia con el sintagma nominal en la
variedad no estándar, cuyo verbo puede presentar marca de plural.
De esta manera, es improbable que se pueda decir que los rasgos
9
Un expletivo es un elemento no referencial y que aparece en la oración con la
finalidad de ocupar una posición sintáctica que debe estar ocupada
obligatoriamente.
10
En el Programa Minimista, los rasgos D-fuerte son considerados rasgos
opcionales, no intrínsecos. Los rasgos D-fuerte de T son: el rasgo de [finitud],
pero, según Viotti, también es posible que T presente la opcionalidad del rasgo
[nominal], [D] o [N]. Para profundización del tema lee a Viotti, 1999.
19
D-fuerte no estén presentes en portugués, ya que tanto en la
variedad estándar como en la no estándar los rasgos de número y
persona sí que se manifiestan. Lo mismo valdría para los rasgos
de Caso nominativo, dado que en las variedades no estándar en
los idiomas bajo estudio los sintagmas nominales fuerzan la
concordancia con el verbo, actuando así como si fueran
argumentos nominativos. Esto nos hace rechazar la idea de Viotti
de que haya en las construcciones existenciales con ter en PB la
posibilidad de no incorporar los rasgos D-fuerte, e incluso de
Caso nominativo, a T.
Por otro lado, autores como Campos (1997), Franchi et
alii (1998), Carrilho (2000, 2001, 2003), Torrego (1984), Longa
et alii (1998) y Díaz (2002, 2004) asumen la existencia de un
expletivo en la posición de sujeto y hay otros como Fernández
Soriano (1998) que postula la existencias de un sintagma locativo
para esta posición.
En la propuesta de Fernández Soriano (1998), la
estructura sintáctica sería, por tanto, como (13):
(13)
20
nominales o pronombres, pero no por sintagma preposicionales.
Por otro lado, en construcciones como (15), en las que no hay
ningún locativo explícito, la postulación de que la posición de
sujeto esté ocupada por el locativo ya no es válida, a no ser que se
postule la posibilidad de que exista un expletivo locativo no
manifiesto en esta posición.
21
sujeto para la variedad estándar. De acuerdo con lo expuesto hasta
aquí, la mayoría de los autores que defienden la presencia de un
expletivo no manifiesto en posición de sujeto de las oraciones
existenciales bajo estudio, en las variedades estándar de las
lenguas aquí estudiadas, lo ven como un expletivo que posee
rasgos-φ fijos en 3ª persona singular, lo que forzaría la
concordancia por defecto con el verbo. Sin embargo, si pensamos
en las variedades no estándares, aquellas que presentan la
concordancia entre el verbo y el sintagma nominal en las
construcciones existenciales con haber y haver/ter en español y
en portugués, este expletivo no podría manifestar los mismos
rasgos, dado que este supuesto expletivo licencia la concordancia.
Esto nos lleva a dos cuestiones:
Empecemos por sugerir que hay una sola estructura para las
construcciones existenciales con haber y haver/ter en español y
portugués, una estructura que debe responder a la sintaxis de la
variedad estándar y de la variedad no estándar. Si hay una
estructura común, lo que las diferenciaría sería el movimiento del
sintagma para el cotejo de los rasgos de número y persona, y de
Caso.
Tomaremos como base la estructura (16):
22
(16) Estructura base paras las oraciones existenciales con
haber y haver/ter en español y portugués
23
De esta manera sería posible que tanto las construcciones
existenciales como las inacusativas compartieran una única
estructura, siendo que la diferencia entre una y otra se encontraría
en el tipo de expletivo seleccionado. Eso nos parece válido si
pensamos que tanto en las inacusativas como en las existenciales
con concordancia es posible postular la existencia de un expletivo
no referencial en la posición de sujeto que permitiría el cotejo de
Caso y rasgos de número y persona por cadena. Esta propuesta
también resolvería el problema de las construcciones inacusativas
que no presentan concordancia en el portugués, las cuales
tendrían como sujeto un expletivo igual al que postulamos para
las construcciones existenciales en la variedad estándar.
Esta propuesta, creo yo, tiene su validez porque permite
identificar el tipo de estructura sintáctica de las construcciones
existenciales con haber y haver/ter del español y del portugués y
a la vez explicar la variación existente entre las variedades
estándar y no estándar, y por consiguiente, justificar la existencia
de un elemento que ocupa la posición de sujeto, un expletivo
variable, cuyos rasgos pueden ser de casi argumento o de no
argumento.
Sin embargo, todavía nos queda explicar la asignación de
Caso al argumento seleccionado por el verbo: una vez que
estamos postulando que una misma estructura sirve para las
construcciones inacusativas y existenciales con haber y haver/ter
no podemos sustentar que el Caso del sintagma nominal sea el
acusativo, ya que los verbos inacusativos reciben este nombre
justamente por la imposibilidad de asignar Caso acusativo al
argumento del verbo.
A pesar de haber la posibilidad de sustitución del
sintagma nominal de las construcciones existenciales con haber y
haver/ter por un pronombre que es canónicamente designado
como acusativo, nuestra propuesta sería tomar la idea de que estos
clíticos son usados en estas construcciones como clíticos
partitivos, rescatando así la idea de reciclaje propuesta por Longa
et alii (1998), quienes argumentan que este reciclaje es más bien
una estrategias de lenguas cuyo paradigma de clíticos no sea tan
rico como el del catalán, lengua que sí posee un clítico partitivo:
“en”.
24
Un buen ejemplo de reciclaje de pronombres es
encontrado en el PB. Observemos los ejemplos de (17):
25
determinada función, porque como podemos observar en (17c) sí
que hay un clítico específico para sustituir al objeto directo, pero
este está siendo suplantado por otro, por un pronombre sujeto.
No me ilusiono a desvelar todos los secretos del SN
presente en las construcciones bajo estudio, pero intenciono
mostrar que el Caso del SN no es el acusativo, tanto es así, que la
asignación de un Caso distinto al Caso acusativo puede ser la
respuesta a la agramaticalidad de oraciones como (19).
26
(21) a. Y cuando no habían los viaductos, ¿cómo hacía la gente?11
b. También hay la obra de Pío Baroja (…)12
11
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea].
Corpus diacrónico del español. <http://www.rae.es> [29/05/2006]
12
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea].
Corpus diacrónico del español. <http://www.rae.es> [29/05/2006]
13
Agradezco a Manuel Leonetti por estos ejemplos.
27
que sustituye al sintagma brujas en (22c) no presenta rasgo
[+definido] y que este clítico no sea un verdadero clítico
acusativo en este contexto.
Esta lectura [-definida] está relacionada con la referencia
establecida entre el clítico y el sintagma nominal brujas, un
sintagma [-definido], lo que, según Campos (1999), impediría
decir que este clítico sea un clítico acusativo. Esta lectura
indefinida también es observable en el ejemplo (23):
14
Dato del español de España, REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de
datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español. <http://www.rae.es>
[29/05/2006].
28
3. CONSIDERACIONES FINALES
Espero que las respuestas dadas a las preguntas que
motivaron mi investigación y las aportaciones hechas a través de
este trabajo hayan contribuido a una mejor comprensión de las
construcciones existenciales con haber y haver/ter en español y
portugués. Soy conciente de que todavía hay que explicar de
manera más consistente la asignación del Caso a los sintagmas
nominales presentes en las existenciales. La búsqueda de
respuestas a esta y otras cuestiones relacionas al tema de las
existenciales será el objetivo de futuras investigaciones, porque,
parafraseando al gran poeta Drummond aún “tem pedras no meio
do caminho”.
REFERENCIAS
29
______ (2000b). “Construções de expletivo visível em Português
europeu (não padrão)”, Proceedings of I Congreso Internacional de
Lingüística ‘Léxico & Gramática’. Disponible En: http://www.clul.ul.pt/
english/equipa/ernestina_ carrilho_2000b.pdf
30
MENDIKOETXEA, Amaya (1999). Construcciones inacusativas y
pasivas. En: BOSQUE, I.; DEMONTE, V. (eds.). Gramática descriptiva
de la lengua española. v. 2. Madrid: Espasa Calpe, p. 1571-1630.
31
Sangue de amor correspondido x Sangre de amor
correspondido: a permeabilidade entre o português
brasileiro e o espanhol no romance de Puig em
português e na sua autotradução ao espanhol
Andréia MENEZES
1. INTRODUÇÃO
Propomo-nos neste artigo a realizar uma análise no que se
refere à permeabilidade nos níveis lexical e sintático existente
entre o português brasileiro (doravante PB) e o espanhol
(doravante E) no romance Sangue de amor correspondido de
Manuel Puig e na sua versão ao espanhol realizada pelo próprio
autor, Sangre de amor correspondido1.
Sangue de amor correspondido foi escrito em 1982
quando Puig vivia na cidade do Rio de Janeiro, para onde havia se
mudado no ano anterior. Em ocasião de uma reforma em sua casa,
o escritor conheceu um pedreiro e, durante as conversas que
mantiveram, fascinou-lhe a forma como o brasileiro falava. Puig
gravou as histórias que o homem lhe contava e a partir desses
relatos escreveu o romance originariamente em português e
depois ele mesmo o traduziu ao espanhol. A obra conta as
memórias do personagem Josemar, um pedreiro semi-analfabeto
que migra do interior do Rio de Janeiro para a capital. O texto
está apoiado no registro coloquial do dialeto popular.
Como se vê, o processo de feitura da obra já a configura
como um exemplo emblemático de contato entre o PB e o E.
1
Este tema faz parte de um trabalho maior levado a cabo em dissertação de
mestrado, sob orientação do Prof. Dr. Adrián Fanjul, defendida em 28 de
setembro de 2006 na Faculdade de Filosofia, Letras e Ciências Humanas da
Universidade de São Paulo, denominada Sangue de amor correspondido x
Sangre de amor correspondido: análise de um caso emblemático de contato
entre o PB e o E.
32
Afinal, trata-se de um romance escrito em português por um
escritor argentino, que havia tido até então pouco contato com a
língua portuguesa, e que depois foi traduzido à sua língua materna
pelo próprio autor. Diante de todo esse processo tão singular, não
teria a obra em português marcas do espanhol? E a obra em
espanhol, tendo todos os personagens e cenário brasileiros, não
teria marcas do português?
Buscaremos neste artigo responder as perguntas
anteriores no que se refere aos níveis lexical e sintático. Para
tanto, iniciaremos com alguns aportes teóricos quanto à
permeabilidade existente entre estas duas línguas.
2. A PERMEABILIDADE ENTRE O PB E O E
Temos observado durante os últimos anos um aumento no
número de trabalhos nos quais se analisa o contato entre o PB e o
E (p.e. GONZÁLEZ, FANJUL, CELADA). Acreditamos que
essa tendência é um reflexo da mudança de pensamento quanto ao
papel da língua estrangeira dentro da academia, onde, por muito
tempo, as línguas estrangeiras em geral eram encaradas como
pontes para estudar a literatura. A mudança com relação a esse
raciocínio fez com que agora as línguas se tornassem por si
mesmas objetos de estudos.
Dentre a categoria de línguas estrangeiras no Brasil, o
espanhol ocupa um lugar diferente das demais por tratar-se de
“uma língua singularmente estrangeira”, como bem afirma o
título da tese de doutorado de Celada (2002). Essa singularidade
advém da tão afamada semelhança existente entre o PB e o E.
Como diz González (2000, p. 38), “En el fondo se trabaja con el
implícito de que una de las dos lenguas – el portugués y el
español – es simplemente una versión posible, mejor o peor según
quien la mire, de la otra, lo que una de ellas podría ser, aunque no
lo es”.
Encontramos na base de toda essa discussão a idéia de
que as línguas são na verdade uma nomenclatura e aprendê-las
nada mais seria que decorar uma lista de palavras equivalentes.
Partindo de tal raciocínio, estudar uma língua estrangeira
consistiria em:
33
(...) la rápida operación de trasladar y equiparar
significados término a término de las dos lenguas –
como si fueran dos listas de sinónimos o equivalentes,
descontextualizándolos y considerando ambas lenguas
como productos estáticos y perfectamente reductibles
a significados sin historia y sin memoria.
(KULIKOWSKI e GONZÁLEZ, 1999, p. 13)
2
Para uma análise mais detalhada acerca da história dos estudos da língua
espanhola em nosso país, ver o artigo Los estudios de lengua española en Brasil,
de Neide T. M. González e María Teresa Celada (2000).
3
O artigo Español y portugués: Lenguas hermanas, pero no gemelas, de
Werthein, é um dos muitos trabalhos que se pode encontrar que se dedicam ao
tema dos falsos amigos.
34
morfológicas o semánticas, sino que nos colocan en
lugares diferentes para enunciar y significar y nos
llevan a adoptar diferentes estrategias discursivas.
(KULIKOWSKI e GONZÁLEZ, 1999, p. 15)
35
original em português, com cenário e personagens brasileiros,
sairia incólume de marcas do PB?
Cremos, como mostram algumas pesquisas já realizadas
sobre o contato entre PB e E, que em muitas ocasiões, as
produções elaboradas por um falante brasileiro em E não
produzem formas agramaticais, mas sim, “un sentido incompleto
o un sinsentido para los oídos de un hablante nativo”.
Acreditamos que o mesmo pode ocorrer nas produções de um
hispano-falante em PB. Pensamos que em alguns momentos das
obras com as que estamos aqui trabalhando ocorreram
construções desse tipo.
Parece-nos que a permeabilidade que acreditamos existir
no contato entre o PB e o E permitiu a “contaminação”, tanto no
romance em português como no em espanhol, pela outra língua.
Tais “contaminações” extrapolam o nível do lexical, nível esse
cujas “interferências” poder-se-iam imaginar mais perceptíveis,
raciocínio que, como veremos mais adiante, não condiz. A
permeabilidade existente entre essas duas línguas se concretiza
nas obras que estamos estudando também nos níveis sintático,
discursivo, poético e cultural. Neste artigo, voltaremos nossa
atenção ao resultado da permeabilidade entre o PB e o E nas obras
em questão quanto aos níveis lexical e sintático. Começaremos
procurando bases teóricas que calquem nossa hipótese de
permeabilidade para então buscar nos romances a concretização
desse fenômeno.
36
não desaparece completamente do texto. E em nosso caso, no
qual o autor não compartilha a mesma língua do narrador?
Manuel Puig se utiliza explicitamente na construção de
suas obras de sua própria vivência. Seria possível que esse mesmo
autor, que assegurou várias vezes escrever rememorando vozes,
que se baseia tanto em sua memória, abster-se de suas lembranças
ao escrever em outra língua, com personagens e cenários a ele
estrangeiros? E na obra em português? Sua memória não esteve
presente? E a discursividade de seu país, de sua cultura?
Acreditamos que sim, que discursividade e poeticidade do
autor implícito Manuel Puig estão presentes nas obras,
independentemente de que o haja querido ou não. Além do
aspecto da “vontade”, devemos relembrar que Puig era um
escritor, mas não um lingüista, de maneira que não tinha
preocupações ou conhecimentos científicos para a composição de
sua obra neste nível.
Parece-nos pertinente expor aqui o conceito da ilusão
discursiva do sujeito proveniente da Análise do Discurso. Para
Pêcheux e Fuchs (apud BRANDÃO, 1994, p. 65-66), o sujeito
falante ao produzir um enunciado é atingido por uma realidade
discursiva ilusória, já que sua produção se realiza sob o efeito do
esquecimento número 1:
e do esquecimento número 2:
37
Essa operação dá ao sujeito a ilusão de que o discurso
reflete o conhecimento objetivo que tem da realidade.
38
4. NÍVEL LEXICAL
4.1. Português e espanhol: uma relação singular
39
português, os chamados “portuguesismos”, que fazem parte do
vocabulário espanhol é alto, bem como o contrário, palavras de
origem espanhola que fazem parte do vocabulário da língua
portuguesa, os “espanholismos”. No entanto, estando origem e
localização geográfica tão intrinsecamente relacionadas, como
afirmar que a origem de uma palavra é verdadeiramente
portuguesa ou espanhola?
Nesse sentido, parece-nos pertinente citar os estudos de
Álvarez Martínez (1997), referindo-se à presença de vocábulos de
origem portuguesa no espanhol e vice-versa:
40
Ou seja, afirmar que um vocábulo é de origem espanhola
ou portuguesa não é consenso nem mesmo entre os estudiosos do
tema. Álvarez Martínez (op. cit.) faz referência, como sendo o
estudo mais confiável sobre o assunto, o realizado por Gregório
Salvador, quem segue como método de classificação a idéia de
que alguns vocábulos provêm obrigatoriamente de Portugal por
fazerem referência a objetos, costumes ou sentimentos desse país,
podendo-se citar como exemplos desse procedimento de
classificação as palavras “reis”, “saudade”, “fado” ou ainda a
expressão “echar de menos”, ou mesmo muitos dos termos
relacionados com o mar ou orientalismos. No entanto, existem
várias outras cuja origem não pode ser taxativamente classificada.
Referindo-se mais especificamente ao espanhol falado na
América, Álvarez Martínez cita vários outros portuguesismos que
também são de difícil classificação:
41
Há que se levar em consideração a discussão já levantada
ao analisar a permeabilidade lexical nas obras com as que estamos
aqui trabalhando já que, como afirmamos anteriormente, a própria
origem do português e do espanhol se confundem. Veremos
adiante que muitas das palavras que selecionamos como sendo
“interferências” de uma língua na outra na verdade existem em
ambas as línguas. No entanto, na evolução de cada uma dessas
duas línguas, algumas dessas palavras adquiriram usos ou
significados sumamente diferentes.
42
Vocabulário culto Vocabulário popular
tênue, fraco fraco
penumbra, sombra sombra
sair, ausentar-se sair
diálogo, conversa conversa, “papo”
ociosidade “gandaia”
assistir, ver, presenciar assistir, ver
cheio, repleto, saturado cheio
empreender, fazer fazer
brigar, divergir brigar, “quebrar o pau”
tendência, pendor queda
bofetada, pancada bofetada, pancada, “porrada”
malandro malandro, pilantra
(1) a. (...) o carro parado, ele do lado, o radiozinho do Maverick aceso (...)
(p. 45)
b. (...) el automóvil parado, él al lado, la radio del Maverick
encendida (...) (p. 48)
4
Utilizaremos estes dicionários, mencionados nos textos pelas siglas que
expomos a seguir: MM (María Moliner); CL (Clave); DEA (Diccionario del
español de América); DLE (Diccionario de la lengua española en línea); DEM
(Diccionarios Elmundo.es), DA (Dicionário Aurélio Século XXI - versão
eletrônica).
43
em funcionamento uma luz ou lâmpada. No caso de outros
aparelhos elétricos, costuma-se utilizar o verbo “ligar”, como
podemos ver na décima acepção oferecida pelo DA: “Pôr em
funcionamento (sistema elétrico); abrir: ligar a luz; ‘abriu a
janela, ligou a televisão’ (Ricardo Ramos, Os Inventores Estão
Vivos, p. 29)”. Ou seja, acreditamos poder afirmar que no trecho
selecionado em português houve uma influência do espanhol.
Vejamos também o seguinte para de exemplos:
(2) a. E não se lembra de uma história meio rara com um aluno badalador
pra cacete? (p. 141)
b. ¿Y usted no se acuerda de alguna historia medio rara con un
alumno más vago que la mierda? (p. 146)
(3) a. Bem, mas aí o que aconteceu é que se informou que tinha essa
colocação de professora ali mesmo em Cocotá, e tinham ela reservada
assim que a professora antiga se jubilasse nesse ano, tinham ela
reservada pra Glória, que tinha passado por tantas apoquentações, que
tinha curtido tanta aflição. (p. 178)
b. Bueno, pero lo que pasó es que se enteró que había ese puesto de
maestra en Cocotá mismo, y se lo reservaban cuando la maestra vieja
se jubilaba ese año, se lo reservaban a Gloria, que tantas penalidades
había pasado, y ya se tenía que haber recibido años antes. (p. 185)
(5) a. Por que você tratava a sua mãe de senhora? você não gostava dela
tampouco? (p. 36)
b. ¿Por qué le decías señora a tu mamá? ¿no la querías a ella
tampoco? (p. 38)
(7) a. (...) feito o que acontece com as mulheres que cometem uma falta
muito grande neste mundo. (p. 184)
b. (...) como le pasa a las mujeres que cometen una falta muy grande
en este mundo. (p. 191)
45
Como já dito anteriormente, nos pares de exemplos 5, 6 e
7, não há exatamente um conflito quanto ao significado das
palavras, como ocorria nos dois primeiros pares de exemplos
selecionados. Como dissemos, tanto Sangue de amor
correspondido quanto sua versão em espanhol estão baseados no
registro coloquial do dialeto popular do PB e E, respectivamente.
Assim sendo, quando analisamos os três últimos pares de trechos
selecionados, observamos que em português existe uma
incoerência com relação aos vocábulos que destacamos quanto ao
registro e ao dialeto adotados.
No par de trechos 5, observamos o uso da palavra
“tampouco” em português. Ela existe e está bem empregada no
trecho selecionado quanto ao significado. No entanto, o mesmo
não acontece quanto ao uso. No registro e dialeto utilizado pelo
narrador da obra, o esperado em PB seria a expressão “também
não”.
Algo semelhante ao descrito no parágrafo anterior ocorre
com o par de trechos 6. Encontramos no DA uma única acepção
para a palavra ingressar: “Fazer ingresso; dar entrada; entrar: ‘O
costume de ingressar em irmandades era mais que centenário, do
tempo dos vice-reis’ (Miécio Tati, O Mundo de Machado de
Assis, p. 171)”. Já em espanhol, encontramos 5 acepções no
DEM, sendo que a do trecho se refere à segunda: “Entrar a
formar parte de una organización: ingresar en un partido
político”. No PB, não se esperaria no dialeto e registro utilizados
na obra, o mais comumente utilizado no seria a palavra “entrar”.
No caso dos pares de exemplos 5, observamos que, no
PB, à expressão “cometer uma falta” se associa o contexto
esportivo, pois, quando associada ao verbo “cometer”, a palavra
falta é interpretada de acordo com a acepção 9 do DA: “Esport.
Transgressão das regras de um jogo ou esporte; infração”. A
palavra “falta” tem também o mesmo significado que em
espanhol: “6. Erro, engano: É boa obra de pesquisa, mas ressente-
se de algumas faltas.” (DA); “4. Defecto: esta tela tiene una
falta” (DEM). Contudo, em espanhol a palavra “falta” pode estar
acompanhada do verbo “cometer”, mas sem que por isso se venha
a associá-la ao campo lexical do esporte, como podemos observar
por meio das informações oferecidas pela acepção 4 do MM:
46
“(<<Caer, Incurrir en, Cometer, Achacar, Atribuir, Imputar,
Confesar, Reconocer, Disculpar, Excusar, Disculparse de,
Expiar, Lavar, Pagar, Purgar>>) Acción, dicho u omisión
censurable, desarcertado o que implica *desconsideración hacia
alguien”.
Por meio dos pares de exemplos selecionados,
acreditamos que se evidencia, na seleção das palavras em
português, a influência do espanhol.
5. NÍVEL SINTÁTICO
5.1. Marcas sintáticas de português no texto em espanhol
Atentemos a este primeiro par de exemplos:
47
(11) a. Si llueve, cuando el hijo va a trabajar por los barrios con edificios
altos de Río de Janeiro, el tráfico se pone del carajo, pero en las
chacras todo el mundo se pone contento, porque la lluvia da ø
manzanas, ø uva, ø banana, ø arroz. (p. 172)
b. Aí quando vem a chuva, o filho no Rio não vê nada, olha pra cima,
é só ver cair água e tal, entre aqueles prédios altos, atrapalha tudo, o
tráfico fica do caralho, mas pro pessoal da roça é ótimo quando chove,
tá claro? Pra eles se chovesse o ano todo era ótimo, aí dava alimento,
dava maçã, uva, banana, essas coisas assim, arroz, feijão. (p. 165)
a. Bueno, pero lo que pasó es que se enteró que había ese puesto de
maestra en Cocotá mismo, y se lo reservaban cuando la maestra vieja
se jubilaba ese año, se lo reservaban a Gloria, que tantas penalidades
había pasado, y ya se tenía que haber recibido años antes. (p. 185)
48
quando este se refere a algo cuja existência é considerada já
sabida ou normal (FANJUL, 2005). Caso contrário, teria se que
usar o verbo “estar”. Como vemos por meio do contexto no qual
se insere tal construção no trecho selecionado, o determinante
“ese” não acompanha algo que se encaixe na mencionada
exceção. Ou seja, consideramos que temos aqui outro claro
exemplo de interferência do PB no texto em E.
(12) a. (...) naquele última noite quando ele chegou em casa, já havia
amanhecido o dia (...) (p. 27)
b. (...) aquella última noche él llegó cuando ya empezó a clarear
(p. 27)
(13) a. Oi, você chegando agora, deve ter havido alguma coisa. (p.27)
b. Algo te habrá pasado, para que llegues a esta hora. (p. 27)
(15) a. Mas quando ele saiu já havia outra mulher esperando, na calçada
em frente. (p. 15)
b. Pero al irse vio a otra mujer esperando, en la vereda de enfrente.
(p. 16)
(16) a. Ele ensinou a ela, botava ela por baixo dele, por cima (...) (p. 15)
b. Y le enseñó cómo se hacían las cosas, la puso para abajo, y para
arriba (...) (p. 15)
(17) a. Se assaltarem a ele hoje, terão algo para lhe roubar (...) (p. 73)
b. Si a él lo asaltan hoy tienen algo para robarle (...) (p. 77)
49
no entanto, atualmente no PB limita-se ao dialeto culto, sendo que
até neste o uso do verbo “ter” como auxiliar está cada vez mais
difundido.
Temos em 13 o emprego do verbo “ter” como auxiliar,
mas, como vemos também no exemplo 14, aparece o uso do
verbo “haver” de acordo com a acepção 6 do DA: “Suceder,
acontecer, ocorrer, dar-se: ‘Naturalmente, houve alguma vez
arrufos.’ (Machado de Assis, A Semana, II, p. 378)”. O verbo
haver com esse sentido também se restringe ao dialeto culto do
PB.
Outro uso do verbo “haver” restrito ao dialeto culto
aparece no par de exemplos 15. Vemos nos trechos selecionados
esse verbo ser utilizado com sentindo de “existir”, sendo que no
dialeto popular do PB, o esperado seria o emprego do verbo “ter”,
como afirma Preti (2000, p. 35).
Observamos no par de exemplos 16 e 17 a utilização do
objeto direto preposicionado. De acordo com Cunha (2001, p.
142), o objeto direto costuma vir precedido da preposição “a” nos
seguintes casos: a) com os verbos que exprimem sentimentos; b)
para evitar ambigüidade; c) quando vem antecipado. Seu uso é
obrigatório somente quando expresso por pronome pessoal
obliquo tônico. No exemplo selecionado, não temos nenhum dos
casos caracterizados por Cunha. Ainda que não seja
gramaticalmente incorreto, o uso de preposição no trecho
selecionado não é comum, nem mesmo no dialeto culto do PB.
Assim sendo, acreditamos que houve também nesse trecho uma
interferência do espanhol no texto em português.
50
salta aos olhos o contraste existente entre as duas versões nas
duas diferentes línguas:
5
“Na fala vulgar e familiar do Brasil é muito freqüente o uso dos pronomes
ele(s), ela(s) como objeto direto em frases do tipo: “Vi ele”, “Encontrei ela”.
Embora esta construção tenha raízes antigas no idioma, pois se documenta em
escritores portugueses dos séculos XIII e XIV, deve ser hoje evitada.”
(CUNHA, 2001, p. 288).
6
Urbano (2000, p. 112) considera o uso de pronomes do caso reto em função
objetiva direta como uma das características morfossintáticas específicas da
língua falada do PB.
51
Analisemos estes outros pares de exemplos, atentando em
especial às palavras destacadas:
ou:
52
abundantes, a veces duplicando (o quizás duplicados
por) una forma tónica. (grifos nossos)
7
González (1994, p. 128) cita alguns casos de omissão de pronome completo
recolhidos por Kany (1976), mas como “formas regionais e populares, que não
chegam a afetar a norma estândar”.
53
habla brasileña las personas referencialmente se
“confudan”, sino que la convivencia en la interacción
verbal, que siempre involucra la preservación de esos
espacios como parámetro, se regula en un juego de
relativa indiferenciación imaginaria en la construcción
de la escena. No vemos en ella que, como parece ser
una tendencia en el habla de los argentinos, la
expresión de la subjetividad se juegue mediante la
explicitación, por momentos casi ritual, del alcance
imaginario de los participantes de la escena.
(FANJUL, 2002b, p. 4, grifos nossos)
54
“exocêntrica” na discursividade brasileira quando se comparam
gêneros semelhantes.
Porém, observemos estes outros trechos:
(21) a. Na época ela queria que ele fizesse a faculdade de engenharia, mas
ele não tinha condições, certo? Os pais dele na época não tinham
dinheiro. Então aí ele disse pra ela que não dava, ele ia ter que
procurar uma nova vida e tal, o trabalho dele na época era... ele
trabalhava com projetos elétricos, dá pra entender? (p. 12-13, grifos
nossos)
7. CONCLUINDO
No que se refere à pergunta lançada no parágrafo anterior,
acreditamos que o “desrespeito” a essas duas tendências tão fortes
do E não está relacionado a um possível desconhecimento desse
aspecto por parte de Puig. Pensamos que esta “falta” foi
propositadamente utilizada para dar à tradução a sonoridade do
PB, para causar nos leitores em espanhol o efeito de sentido de
estar lendo um texto em espanhol, mas que é brasileiro.
Cremos que ao traduzir o original para o espanhol, o
escritor sentiu a liberdade de escrever na sua língua materna o seu
próprio texto e permitiu-se “infringir” certas “regras” em prol de
55
dar à sua obra a musicalidade do PB. Nesse sentido, observemos
o que diz Siganevich (1987, p. 239):
56
teria do PB? Tais representações causariam “supergeneralizações”
ou “deformações” em sua produção em português? Pois bem,
expomos que no PB há uma propensão ao sujeito pronominal
pleno. No entanto, no trecho 21 em português, embora não
encontremos agramaticalidades, acreditamos que houve um
exagero quantitativo no que se refere ao uso dos pronomes
sujeito. Pensamos que esse exagero é um exemplo de um aspecto
da representação que o autor possuía do PB. Ou seja, pensamos
que encontramos aqui uma marca do autor implícito na obra.
Julgamos que o autor implícito aparece também nos
outros momentos discutidos neste artigo. Ademais, quando
analisamos especificamente as marcas do espanhol no texto em
português, não podemos nos esquecer do pouco contato que havia
tido até então Puig com a língua portuguesa o que intensificaria a
possibilidade de maior influência do espanhol no texto em
português. Acrescentaríamos a isso, os já discutidos
esquecimentos número 1 e número 2 da Análise do Discurso que
proporcionariam, ainda que se baseando em gravações de
conversas mantidas com um brasileiro, a presença do espanhol no
texto em português.
REFERÊNCIAS
57
CELADA, Maria Teresa (2002). O espanhol para o brasileiro: uma
língua singularmente estrangeira. Tese de doutorado. Campinas:
UNICAMP.
58
______ (2004). “Português Brasileiro, Espanhol de... onde? Analogias
incertas”, Letras & Letras, Uberlândia, v. 20, p. 165-183.
59
KULIKOWSKI, Zulma M.; GONZÁLEZ, Neide T.M. (1999). Español
para brasileños: sobre por dónde determinar la justa medida de una
cercanía. Anuario brasileño de estudios hispánicos, n. 9, p. 11-19.
60
Los criterios sintácticos en la división
dialectal del español
Carlos Felipe PINTO1
1. INTRODUCCIÓN2
Mi objetivo con este texto es discutir algunos problemas
relacionados con la variación en la sintaxis del español actual
teniendo en cuenta que se viene pregonando que el español actual
es una lengua que presenta gran unidad lingüística y que las
diferencias (sintácticas) son mínimas dentro del sistema. Como
consecuencia de esa discusión sobre la variación en la sintaxis
(aunque el foco del texto sea el nivel sintáctico, el análisis puede
extenderse a otros niveles de análisis) también pretendo discutir
algunos puntos de una práctica que muchos estudios vienen
haciendo, que es la comparación entre el portugués de Brasil (PB)
y el español (E)3.
Siguiendo la Teoría de los Principios y Parámetros de la
Gramática Generativa, creo que se puede dividir el español de
acuerdo con zonas lingüísticas que presentan algunas
características sintácticas comunes. Sin embargo, algunos autores
1
Alumno del curso de Doutorado em Lingüística de la Universidade Estadual de
Campinas (UNICAMP), con beca de la Fundação ao Amparo da Pesquisa do
Estado de São Paulo (FAPESP) — proceso 2008/00410-6 — bajo la
dirección/orientación de la Profª Drª Charlotte Marie Chambelland Galves.
2
La primera versión de este trabajo, titulada “Consideraciones preliminares
sobre la comparación ‘español vs portugués brasileño’: criterios sintácticos”, la
presenté en el I Simposio Internacional de Lengua y Literatura Española e
Hispanoamericana, realizado en el Instituto Cervantes de São Paulo, los días 18
y 19 de mayo de 2007. Esta versión final fue presentada en una mesa redonda en
la Semana de Hispanidades, realizada en la Universidade Estadual de Feira de
Santana, en diciembre de 2008. Agradezco a Adrián Fanjúl, por las discusiones
previas que entablamos, en especial sobre su texto, a Ataliba de Castilho, a
Charlotte Galves y a Talía Bugel, por los comentarios que me hicieron. Todo los
errores que persistan son de mi entera responsabilidad.
3
Por ejemplo, Sebold (2006) “Estratégias de retomada do objeto no espanhol e
no português do Brasil e suas repercussões na aquisição de clíticos do espanhol
por falantes do PB”.
61
cuestionan tal división dialectal (y el que me ha motivado
fuertemente ha sido FANJUL, 2004) con el argumento de que los
fenómenos lingüísticos no forman parte de una región en
particular sino que están esparcidos irregularmente por todo el
mundo hispánico (cf. MORENO FERNÁNDEZ, 2000).
Además se dice que todos los hispanohablantes pueden
comunicarse sin dificultades con cualquier otro hispanohablante
de cualquier otra zona geolectal. Me parece, respecto de ese tema,
que se está confundiendo comunicabilidad con diversidad
lingüística. Aunque los caribeños y los demás hispánicos se
comuniquen perfectamente, no es lo mismo el decir “¿qué tú
quieres?” y “¿qué quieres?”, “tú, ¿qué quieres?” o “¿qué quieres
tú?”.
Reconozco la importancia de los estudios que ya se
hicieron en el ámbito de la fonología y el léxico, pero asumo que
un mayor estudio de la gramática del español4 podrá, finalmente,
traer conclusiones sobre la unidad y la diversidad del español en
la actualidad. Se trata, por lo tanto, de lo que dijo Lope Blanch
(2001): “llegar a saber qué nos separa y que nos une, desde el
punto de vista lingüístico, a los países hispanohablantes” más allá
del nivel de las creencias sin comprobación empírica e intereses
políticos y económicos de difusión de la lengua española por el
mundo.
Para promover una discusión sobre la importancia de la
gramática5 en la zonificación del español, este trabajo se divide de
la siguiente manera: en la sección 2, comento algunos puntos
sobre la unidad y la diversidad del español actual y hago un
análisis de los puntos que son pertinentes aquí de la propuesta de
Fanjul (2004); en la sección 3, presento algunos datos empíricos
que muestran la variación sintáctica del español actual; en la
4
No sólo del español culto-académico, que disfraza y esconde la diversidad
debido a su carácter normativo, sino del español diario, hablado por las personas
en su casa, trabajo, escuela, vida cotidiana
5
El término es empleado aquí en el sentido generativo, el cual desarrollo en la
sección 4. Para ese concepto de reglas internalizadas, mentales e individuales de
formación de sentencias (aquello que un hablante nativo sabe intuitivamente de
su lengua), utilizaré el término gramática. A su vez, para el conjunto de normas
y reglas establecidas por una Institución como normas de “buen hablar”,
condicionadas socialmente, utilizaré el término normativa.
62
sección 4, recapitulo algunos conceptos relevantes de la teoría de
la gramática, tales como la definición de GU, el proceso de
adquisición del lenguaje de lengua materna, la Teoría de
Principios y Parámetros y la variación lingüística; en la sección 5,
tejo algunos comentarios respecto de la división dialectal del
español y levanto algunas consideraciones sobre la evolución
lingüística dentro de una visión generativa; en la sección 6, hago
algunas consideraciones finales sobre los temas discutidos a lo
largo del texto y enfatizando que la comparación entre PB y el
español, de acuerdo con lo que se expuso es inadecuada.
(1) Pero para precisar aún más esta percepción de todos los
hispanohablantes, cabe aclarar que una gramática, una ortografía y
un sistema de normas comunes hacen que nuestra lengua sea una,
con su diversidad y matices.6
[...]
Por otro lado, existe un acuerdo bastante general en aceptar una
serie de normas, con mínimas variaciones, para favorecer el
entendimiento, sin que esto impida la creatividad de los usuarios. Y
esta adhesión mayoritaria a una normativa común se sostiene con un
objetivo fundamental: guardar la unidad de la lengua española
6
Hay que fijarse que el término gramática en ese fragmento no tiene el mismo
sentido del que empleo en el texto. Ver la nota anterior.
63
respetando la variedad, tal como sostiene Leonardo Gómez Torrego,
autor de numerosos libros sobre normativa como el Nuevo manual
del español correcto. (AGOSTO, 2006, p. 1)
7
Sobre esa cuestión, ver, también, a Lagares (2008).
64
Es justamente ese imaginario lingüístico, lugar de
invariabilidad, el que le da soporte al carácter unitario de la
lengua española. Como se sabe, la normativa no maneja con lo
que realmente dicen los hablantes mas con los conceptos de
corrección e incorrección según sus definiciones (definiciones
esas que cambian con el paso del tiempo para “ajustarse” a la
lengua hablada en determinado momento, conforme nos muestra
nuestra historia lingüística). En ese ámbito, no tiene por qué
aceptar las variaciones; basta, con su carácter impositivo, el decir
que la manera correcta de hablar es ésa y no aquella. Y ese
conjunto de normas del “buen hablar” es compartido por todo el
mundo hispánico. Como no tiene variación el modelo de “buen
hablar”, por extensión y otros intereses8, se hace creer que la
lengua real tampoco la tiene.
La unificación bajo la normativa es plenamente
divergente a la idea de Lapesa (1966, apud LOPE BLANCH,
2001): “es preciso que los hispanohablantes de unos y otros
países nos oigamos mutuamente hasta que el uso normal de cada
país sea familiar para los otros”. Es evidente que desde fines del
siglo XIX, los medios de comunicación de masa de todo el
mundo hispánico tienen un poder unificador muy grande, pero en
ese sentido, se tendría que considerar qué tipo de lengua es la que
se transmite. Véase, por ejemplo, la CNN en español, que
transmite en el llamado español neutro (acepta lo general y
rechaza lo particular). Por esa razón, hay que pensar sobre qué
tipo de lengua realmente se transmite en los medios de
comunicación: si es una lengua ideal, panhispánica, que contiene
lo genérico y desecha lo particular, o si es la lengua de la
comunicación real de la comunidad originaria. Un ejemplo
concreto: ¿mantiene una novela argentina, al ser exportada, el
español de Buenos Aires, con sus matices fónicas, sintácticas,
semánticas, pragmáticas o se ajusta a un español que se hable en
cualquier parte?
Desde la India antigua, con la gramática de Panini (siglo
V a.C.), se viene buscando la incorruptibilidad de las lenguas. Es
8
Con relación a los intereses políticos y económicos de la unidad del español,
ver a Bugel y Santos (2007).
65
probado y comprobado que las lenguas vivas y habladas
evolucionan con el tiempo independientemente de la voluntad de
las instituciones o las personas y que la evolución es inherente a
toda y cualquier lengua viva (SAPIR, 1921; COSERIU, 1979). Si
así no fuese, no hubiera necesidad de que la RAE reelaborara
diversas veces su gramática: podría mantener vigente hasta hoy la
primera versión de 1771. Sin embargo, lo que se ve en el siglo
XXI es la moda de lo panhispánico9 (Diccionario, Gramática etc.)
con la intención de generalizar la lengua y convertirla en la
lengua de todos, hecho que a la vez la convierte en una lengua de
nadie10.
Cabría un comentario respecto de la voluntad de las
personas en relación con la evolución lingüística. Lucchesi (2004,
p. 173-180) comenta los cinco problemas de la evolución
lingüística planteados por Weinreich, Labov y Herzog (1968) y
dice que el hablante tiene un papel activo en ese proceso, a
diferencia de lo que proponía el estructuralismo (el problema de
la evaluación – evaluation problem). En ese sentido, la posición
del hablante ante las formas innovadoras, de aceptarlas, de
difundirlas, de rechazarlas en el uso juega un papel fundamental
en la difusión o no de la evolución. Con ello, enfatizo que la
9
Para un estudio de la tradición gramatical en el occidente, ver a Mattos e Silva
(1989). Sobre la tradición gramatical en la Grecia Antigua, Fournier y Leeman
(1979, p. 82-83, apud MATTOS E SILVA, 1989, p. 13) dicen:
Se puede ver claramente que este mecanismo sigue vigente desde la Antigüedad
Clásica hasta nuestros días. Basta con observar quién establece el patrón
lingüístico del español y a partir de qué datos lo establece.
10
Vázquez Villanueva (2009) discutió la tradición discursiva del hispanismo. En
ese curso, se mostró que la discusión del panhispanismo remonta a fines del
siglo XIX, cuando España va a la bancarrota con la pérdida de las últimas
colonias en América. Ver los estudios de Vázquez Villanueva (2008; en presa;
no publicado) para un mayor entendimiento de la tradición discursiva del
hispanismo. Aunque el tema no se relacione directamente con los propósitos de
este texto, no podemos ignorarlo porque van a influir mucho en los estudios
sobre el español que se realizaron a lo largo del siglo XX.
66
voluntad de las personas no tiene que ver con “decretos” o
imposiciones normativas, sino con la aceptación o no de dicha
forma lingüística en el uso real de la comunidad lingüística.
El segundo comentario alude al tipo de lengua o variedad
social de lengua que se eligió para estudiar la unidad y la
diversidad del español.
(4) Mas no cabe duda de que esa norma culta, dentro de cada dialecto
geográfico, es la que dirige la vida del idioma, la que da la pauta y
sirve de modelo a muchas de las otras normas, y, sobre todo, la que
más contribuye a mantener la unidad fundamental, básica, de la
lengua, gracias a su proximidad con otras normas cultas de dialectos
geográficamente distintos. En no pocos casos hay menos diferencias
entre dos normas cultas de países diferentes, que entre las normas
culta y popular de una misma ciudad. De ahí mi interés por estudiar
—por lograr que fuera estudiada— la diversidad de «las normas
cultas de las principales ciudades de Hispanoamérica». (LOPE
BLANCH, 2001, p. 2)
67
2.1. La propuesta de Fanjul (2004)
Sintetizando la parte relevante para esta discusión, Fanjul
(2004) propone que se puede encontrar factores objetivos y
subjetivos a la hora de distinguir las variedades geográficas de
una lengua. Por criterios objetivos entiende los hechos
estrictamente lingüísticos, que se manifiestan en los diversos
niveles de análisis. A la vez, por criterios subjetivos entiende las
actitudes de los grupos sociales ante las lenguas, las suyas y la de
los otros. Como mi objetivo es una zonificación a partir de la
teoría de la gramática, soy obligado a desechar los criterios
subjetivos de la propuesta. En relación con el portugués, dice
Fanjul (2004) que hay bases suficientes, tanto en criterios
objetivos como subjetivos, para afirmar la existencia de un
portugués brasileño (PB) y un portugués europeo (PE). Algunos
criterios objetivos que menciona son la realización plena o vacía
del sujeto, debilitamiento de la concordancia y el orden de los
constituyentes; caso que no se verifica, según Fanjul (2004, p.
173), en el español:
11
En la sección 4.2, al comentar la variación intralinguistica, comento que
muchos estudios vienen proponiendo que el hecho de que se tengan los mismos
datos no significa que haya una sola gramática. Gramáticas diferentes pueden
68
No comparto completamente la propuesta de Fanjul
(2004)12. En primer lugar, no se tienen bases suficientes para
afirmar que sí hay o que no hay una zonificación clara del español
como la hay entre PB y PE porque los trabajos sobre el portugués
mencionados por Fanjul (2004) tienen una orientación
fundamentalmente sintáctica dentro de la línea “chomsquiana de
princípios e parâmetros” (sic) y, como se verá adelante, este tipo
de investigación no se ha llevado a cabo en el mundo hispánico.
Aunque existan trabajos en la línea generativa, la investigación en
esa corriente lingüística en el mundo hispánico tiene una
orientación metodológica muy diferente a la escuela generativa
brasileña13.
En segundo lugar, la gran parte de los estudios que se han
hecho para dividir dialectalmente el español se basan
principalmente en los criterios fónicos y léxicos. Ver, por
ejemplo, la división en áreas innovadoras y conservadoras de
acuerdo con la realización plena o debilitada del fonema /s/
(MORENO FERNÁNDEZ, 2000).
En síntesis: hay dos criterios para el mismo fenónemo: se
divide el portugués en dos grandes bloques (portugués brasileño y
portugués europeo) a través de criterios sintácticos; no se divide
en español en bloques (y concuerdo con la imposibilidad de
dividir en dos grandes bloques – español de España y de
América14) porque los fenómenos fónicos están esparcidos por
todo el mundo hispanohablante.
generar datos idénticos. Eso además implica que el hecho de que aparezcan
fenómenos idénticos en algunas zonas lingüísticas no significa que tales
fenómenos tengan el mismo origen.
12
Respecto de la propuesta de Fanjul (2004), discrepo en lo que se refiere a la
división dialectal del español y del portugués. Como el objetivo del texto es más
amplio, y tiene la finalidad de discutir cuestiones de políticas lingüísticas y
enseñanza del español en Brasil, estoy de acuerdo con el autor en muchos otros
puntos.
13
En el caso del español, ver a López Morales (1992b) abajo. Para el caso del
portugués, ver los estudios de Tarallo (1991) y Kato (1998) para la unión
metodológica entre formalismo, sociolingüística y funcionalismo.
14
Ver a Fontanella de Weinberg (1993).
69
3. ALGUNOS ASPECTOS DE LA VARIACIÓN
SINTÁCTICA DEL ESPAÑOL ACTUAL15
Esta sección tiene la finalidad de presentar algunos
aspectos empíricos16 de la variación sintáctica del español.
Comentaré los aspectos más generales. Un ejemplo de
regionalismo lingüístico en la sintaxis que desecho aquí es la
presencia de una partícula interrogativa en el español indígena de
Paraguay, Corrientes y Misiones, como menciona Lapesa (1981,
p. 555):
b. A: ¿Compraste café?
B: Sí, compré.
15
Zagona (2002, p. 68-72) hace comentarios respecto de la variación sintáctica
del español a partir de datos de Lipski (1994).
16
En la sección 4, haré comentarios más teóricos respecto de la variación en la
sintaxis.
17
También, hay que observar cuál es el tipo del objeto nulo del español andino.
Como diversos estudios sobre el portugués vienen señalando, el objeto nulo del
PB no es mismo objeto nulo del PE haya vista que se presentan en contextos
diferentes. Fernández-Ordóñez (2008) señala la posibilidad del objeto nulo en el
español del País Vasco.
70
Otro punto relevante sobre el uso de los clíticos es su
duplicación ante sintagmas nominales con función de objeto
directo. Mientras que la duplicación de clíticos con objeto
indirecto está extendida a todo el mundo hispánico, la duplicación
de objeto directo es típica del español rioplatense como ilustra el
ejemplo (8) a continuación (cf. CORREA, 2006):
(10) Ellos querían renovar el centro para el turismo y ello hay mucha gente
que lo opone. (TORIBIO, 2002, p. 3)
18
Para un estudio más detallado respecto del posicionamiento y realización del
sujeto en el español de Santo Domingo, ver a Toribio (2000).
71
En el español caribeño, como se ha mostrado en diversos
estudios (por ejemplo, LÓPEZ MORALES, 1992a; TORIBIO,
2000), la forma predominante de hacer las interrogativas es
anteponiéndose el sujeto pronominal al verbo sin que ello
dependa de cuestiones discursivas, como foco o tópico conforme
señala Zubizarreta (1999). En el español general, sólo es posible
anteponer el sujeto a toda la pregunta, como en (12), o posponerlo
al verbo, cuya función es enfatizarlo, como en (13):
3.5. La escisión
Moreno Cabrera (1999), Di Tullio (1999) y Pinto (2008a)
muestran que sólo pertenecen al estándar lingüístico europeo las
sentencias seudohendidas (16), mientras que las hendidas (17)
forman parte de algunas variedades de América20.
19
Ver también a Toribio (2000).
20
Pinto (2009a) analiza cómo niños hablantes de español peninsular adquieren
el fenómeno da la escisión con la finalidad de saber si ese panorama es reflejo de
la fijación natural de los parámetros o si es un reflejo de la normativa. Al
analizar 18 transcripciones de grabaciones de charlas espontáneas con niños
españoles entre 2 y 10 años edad, disponibles en el corpus CHILDES
(http://childes.psy.cmu.edu/), Pinto (2009a) registra casos de construcciones
como (17a) tanto en el habla de los niños como em el habla de los adultos. Este
72
(16) a. Quien va a la fiesta es María.
b. María es quien va a la fiesta.
c. Es María quien va a la fiesta.
73
CHOMSKY, 1975, argumenta que sólo se puede
aprender/percibir aquello que se está preparado genéticamente
para aprender/percibir). De esta manera, se hace necesario un
algoritmo que explique el fenómeno de la adquisición del
lenguaje.
Al hacer algunas consideraciones generales sobre el
Programa Minimalista, Chomsky (1993, 1995) asume que el
lenguaje forma parte del mundo natural. Ello se debe al hecho de
que Chomsky entiende que los seres humanos tienen una facultad
del lenguaje, que es una capacidad específica e inherente a la
especie humana de generar descripciones estructurales
(structural descriptions). La teoría de las lenguas y las
expresiones que ellas generan se llama Gramática Universal, que
es comprendida como el estado inicial del componente relevante
de la facultad del lenguaje,
Siguiendo esos conceptos básicos, Radford (1997) habla
de lingüística descriptiva y lingüística teórica. La primera se
ocuparía de la gramática de las lenguas particulares y la segunda
se ocuparía de una teoría de la gramática. Radford (1997, p. 4-5)
define la teoría de la gramática como
22
Para una discusión sobre los modelos formales de adquisición del lenguaje,
ver el primer capítulo de Correa (2007). Para una reflexión sobre el papel de la
74
que este proceso de adquisición de una competencia gramatical
está limitado por principios de la GU. También se sabe que las
lenguas no son iguales sintácticamente, si lo fueran, el único
trabajo de los niños sería aprender el léxico y los sonidos de su
lengua. De esta manera, la tarea de los niños es aprender cuál es
la “configuración” de su lengua, es decir, los parámetros de la
estructura gramatical de una lengua particular.
La facultad del lenguaje se compone de dos sistemas de
desempeño (un sistema conceptual-intencional (C-I) y otro
sistema articulatorio-perceptual (A-C)), que forman los niveles de
interfaz Forma Lógica (Logical Form – LF) y Forma Fonética
(Phonetic Form – PF) respectivamente. De esa manera, lo que se
espera que haya de variación entre las lenguas concierne a lo que
es visible: a la PF y algunos aspectos del léxico23.
Los modelos más antiguos de la Teoría asumían la
existencia de una Estructura Profunda (Deep Structure - DS), que
se conectaba con el léxico, una Estructura Superficial (Surface
Structure - SS), derivada de la DS en la que las lenguas
presentaban variación, una PF, que pronunciaba la sintaxis, y una
LF, invariable entre las lenguas, que interpretaba la sintaxis. Sin
embargo, dentro del Programa Minimalista, sólo elementos
motivados conceptualmente deben ser postulados, lo que obliga la
eliminación de DS y SS como niveles de representación,
permaneciendo exclusivamente los sistemas C-I y A-P como
niveles de interfaz24.
Desde modelos más antiguos de la Teoría de Principios y
Parámetros, se asumió que las lenguas se componen de principios
invariantes con un limitado número de parámetros valorados
binariamente. Dentro de esa visión, la variación entre las lenguas
75
se da en la fijación [0 ó 1] de un determinado parámetro25. Como
ejemplo de principio, se puede mencionar el Principio de la
Proyección Extendido (Extended Projection Principle - EPP), que
determina que todas las sentencias tengan un sujeto. Las lenguas
pueden fijar el parámetro [+sujeto nulo] o el parámetro [-sujeto
nulo]. Lenguas que fijan la primera opción serán como el español,
como se ilustra en (19); lenguas que fijan la segunda opción serán
como el inglés, como se ilustra en (20):
25
Raposo (1992), por ejemplo, discute si el parámetro empieza en una posición
neutra y el niño, en la adquisición, cambia su valor para 0 ó 1, o si el parámetro
comienza ya en una posición 0 ó 1 predefinida y, en la adquisición, el niño
mantiene o cambia el parámetro a depender de la lengua a la que está expuesta.
26
Para un estudio más detallado de la evolución de la noción de parámetro, ver a
Kato (2002).
76
investigación intralingüística, que compara dialectos de una
misma lengua, es la dialectología, dentro de una visión
predominantemente sociolingüística. Sin embargo, siguiendo las
ideas propuestas en trabajos pioneros sobre el inglés de Belfast, la
autora propone que variedades de una misma lengua pueden ser
analizadas dentro de una visión de la Teoría de la Gramática y
pueden ofrecer elementos interesantes para una mejor
comprensión de la Gramática Universal27.
El español tiene muchas descripciones dentro de un
abordaje generativo (cf. BORDELOIS, CONTRERAS y
ZAGONA, 1985; CAMPOS y MARTÍNEZ-GIL, 1992; BOSQUE
y DEMONTE, 1999 etc.). Sin embargo, los estudios dentro de
una visión de la variación paramétrica entre las diversas
variedades ocupan un lugar de poco relieve28.
Un ejemplo de ese problema puede ser visto si se
comparan los estudios de Toribio (1992; 2002) y Bosque (1999).
Bosque (1999) critica la posición de Toribio (1992) porque la
autora propone un operador nulo en construcciones como (21)
cuya parte realizada del operador es ejemplificada en el ejemplo
(22):
27
Muchos investigadores del portugués realizan esa labor de
comparación del PB y del PE dentro de una visión paramétrica hace ya
mucho tiempo.
28
Este hecho puede ser explicado por lo que comenté en la sección 2: la falsa
visión de unidad del español a partir de un abordaje a través de la norma urbana
culta.
77
Como muestra la autora, en esta posición el vestigio del
sujeto no está regido adecuadamente, lo que provoca la
agramaticalidad de la construcción.
Bosque (1999) va en contra de la propuesta de Toribio
(1992) utilizando dados del español de Caracas, región en que
construcciones como (23a) son posibles. Camacho (2006) hace la
observación de que puede haber diferencias dialectales en el
juicio de gramaticalidad de esa construcción.
Algún tiempo después de que estar preparada la primera
versión de este texto, me llegó el trabajo de Kato (2008) en el que
la autora hace un análisis de ese tipo de construcción proponiendo
una derivación con remminant movement en vez de la existencia
de un operador nulo. La autora concluye que la diferencia de
gramaticalidad de ese tipo de construcción (focalizando el sujeto)
se refiere al hecho de que en la variedad venezolana todavía es
posible la inversión verbo-sujeto, lo que permite derivar la
estructura “llegó fue Juan” a partir del análisis propuesto por Kato
(2008). Al revés, el español caribeño, variedad que no tiene más
la inversión verbo-sujeto, dicha construcción es agramatical
porque la posición en que está el sujeto no permite derivar “llegó
fue Juan” a partir del remminant movement propuesto. Esa es una
diferencia semejante a la que presenta en PB y el PE.
Esos hechos son indicios de que la representación mental
(lengua-I) del hablante venezolano y del hablante dominicano no
es la misma, aunque las formas superficiales (lengua-E) en las dos
variedades puedan coincidir en algunos aspectos29.
Con eso quiero enfatizar que lo que está en juego cuando
se habla de variación en sintaxis dentro de una visión generativa
no es la lengua-E sino la representación mental de los hablantes.
Como comenté en la sección 3, el portugués de Brasil y el de
Portugal, ambos presentan el objeto nulo. Sin embargo, el PB es
menos restrictivo a contextos posibles que el PE, lo que indica
que hay diferencias entre la representación que el hablante hace
entre las dos variedades lingüística, es decir, la categoría vacía
29
Ver a Chomsky (1986) para la discusión original de los conceptos de lengua-I
y lengua-E.
78
que ocupa posición de objeto en el PB no es la misma categoría
vacía que ocupa la posición de objeto en el PE30.
Eso, además, indica que gramáticas diferentes pueden
generar estructuras superficialmente idénticas. Para un ejemplo
concreto, ver a Kroch (2001, p. 16). El autor comenta que
construcciones como (24), con sujeto oculto, del francés antiguo,
pueden tener dos interpretaciones (o sea, ser generadas por dos
tipos de gramáticas diferentes) como las ilustradas en (25):
b. Análisis no V2
[IP si [IP pro firent grant joie la nuit]]
30
Sobre la comparación entre el PB y el PE, se puede ver, por ejemplo, a Kato y
Raposo (1996), Galves (2001) entre otros.
79
eles, e aos quais não temos acesso por meio de
documentação – porque tais fatos nunca foram registrados.
Não foram julgados dignos de registro em sua época; ou
não foram considerados dignos de preservação.
(PAIXÃO DE SOUSA, 2006, p. 36)
31
Para uma síntesis de ese tema, ver a Pinto (2009b).
32
Obsérvese que, como comenta Fontanella de Weinberg (1993), muchos
autores ya advertían que también se debe considerar los aspectos
morfossintácticos a la hora de explicar cuestiones de influencia lingüística.
80
la totalidad del territorio americano, sino también en
lo raquítico de las observaciones gramaticales. Esto es
observable no sólo en las investigaciones sobre el
español en América, sino también en las que tienen
como sujeto de estudio la lengua que se habla en otras
latitudes.
33
Ver a Radford (1997, p. 172): “for example, although words such as calf, foat,
kitten, puppy etc. share the feature [YOUNG], this is a purely semantic feature
which plays no role in any grammatical process, and so it is not a
grammatical/formal feature”.
34
Siguiendo a Coseriu (1979), empleo el término evolución como la
transformación lingüística inherente a todas las lenguas, sentido opuesto al de la
concepción naturalista de que las lenguas pasan de un estado más simple a uno
más complejo, de un estado peor a un estado mejor.
81
generativismo es la gramática y no la lengua, considérese que la
lengua es un producto social y la gramática es un objeto mental,
biológico e individual35. Por esa definición, la evolución
lingüística es el resultado de la sustitución de gramáticas (cf.
ROBERTS, 2007).
Paixão de Sousa (2006) comenta que la situación de
inestabilización puede generar resultados inesperados36
(obviamente, controlados por los principios de la GU), que van
desde una interrupción más radical (como la formación de
criollos) hasta alteraciones menos globales (como la alteración
paramétrica) sin que signifique cambio de lengua. Este es
precisamente el caso del PB y el PE para los generativistas:
aunque tienen gramáticas diferentes se consideran la misma
lengua.
Respecto de la importancia de los contactos lingüísticos
en el proceso de evolución37, se puede ver el caso del español de
35
Ver la discusión que hace Paixão de Sousa (2006) a ese respecto. En esa
discusión, gramática (el componente mental, biológico e individual) es
equivalente a lengua-I y lengua (el objeto compartido por la comunidad) es
equivalente a lengua-E. Ver a Chomsky (1997) para una síntesis de los cambios
que ocurrieron en los estudios del lenguaje a partir de 1950, con la llamada
“Segunda Revolución Cognitiva”, en la que se deja de enfatizar los productos
para estudiar los mecanismos mentales que generan tales productos.
36
Ver a Kroch (2001) para el caso de la pérdida de la propiedad V2 en el inglés
antiguo.
37
Ha de quedar claro aquí que no se trata de mezclar teorías ingenuamente, sino
de unir los puntos conciliables de dos teorías que, si vistas con una mirada
crítica no son incompatibles (ver a ROBERTS, 2007, para una discusión amplia
sobre la evolución lingüística bajo diferentes perspectivas teóricas y cómo esas
teorías se relacionan con la gramática generativa). Téngase en cuenta que la
sociolingüística mira la lengua-E y el generativismo mira la lengua-I y ambas se
realizan paralelamente. Es evidente que lo social, la escolarización etc. en si no
ponen preguntas teóricas para el generativismo. Sin emgargo, como muchos
estudios dentro del generativismo diacrónico vienen mostrando, contacto de
lenguas y otros factores sociales, podrán afectar el input al cual el niño tiene
acceso en el momento de la adquisición y consecuentemente generar un cambio
lingüístico (cf. TORRES MORAIS, 1995 y las referencias citadas allí). Otro
punto relevante respecto de lo social es la discusión presentada en la sección 2.
Muchos estudios sobre el portugués brasileño vienen mostrando que el uso de
los clíticos, por ejemplo, no forma parte de la gramática adquirida en la infancia,
es decir, no forma parte del vernáculo de los brasileños, sino que es un proceso
de la escolarización. Este punto es relevante para la Teoría de la Gramática
82
América. Fontanella de Weinberg (1993) habla de dos procesos
que se estudiaron posteriormente (después de los años ochenta) y
que también influyeron en la caracterización del español
americano: la koinización y la estandardización. La koinización
es el resultado estabilizado de una mezcla (sub)sistemas
lingüísticos diferentes, cuyas características son la confluencia de
diversas variedades de una misma lengua (aunque predomine una
de ellas), reducción y simplificación, uso como lengua franca,
surgimiento de hablantes nativos y estandardización. El español
de América fue potencialmente favorable a la formación de
koinés. Sin embargo, Fontanella de Weinberg (1993) señala que
no se puede considerar un único proceso de koinización para todo
el continente, pero deben ser considerados varios procesos
paralelos debido a la diferente procedencia de los colonizadores,
contacto con la metrópoli, tiempo de colonización etc. Por
estandardización, entiende un proceso de pasaje de un habla
popular a la variedad estándar. A partir de esos conceptos, es
incontestable que la mayor parte de las variedades del español
americano, por lo menos las variedades urbanas, pasó por el
proceso de estandardización. La autora, además, establece
diferentes niveles de estandardización para el español americano:
en el extremo más estandardizado, está el español mexicano (y
muy cerca, el español peruano debido a las características
sociohistóricas semejantes); en el extremo menos estandardizado,
el español paraguayo; las demás variedades se ubican entre los
dos extremos, formando un continuum.
Considerándose, por tanto, la propuesta de Kroch (2001),
por ejemplo, de que contacto de lenguas altera gramática, se
puede esperar, intuitivamente, teniéndose en cuenta las
características socio-históricas del español americano, como
señalado por Garrido Domínguez (1992) y Fontanella de
Weimberg (1993), que las diversas regiones presenten algunas
características sintácticas diferentes porque estuvieron
condicionadas a contactos lingüísticos diferentes.
83
Dentro de este marco teórico es que cuestiono la tan
asentada unidad del español38. Estoy de acuerdo que existe UNA
lengua española. Pero VARIAS (tal vez no tantas, pero algunas)
gramáticas. Hay que investigar, por ejemplo, si la sintaxis del
español hablado en Paraguay, una región que mantiene por cinco
siglos una fuerte situación de contacto lingüístico, que fue
poblada tardíamente tiene la misma gramática que el español
hablado en México, una región en que, aunque hubo muchos
contactos lingüíticos, desde muy temprano se instaló la corte
europea y desde muy temprano presenta una estandardización
muy fuerte.
6. CONSIDERACIONES FINALES
A lo largo de este trabajo, mostré que la supuesta unidad
del español se basa no en la real comunicación, sino en el carácter
impositivo y unificador de la normativa. Considero que afirmar
categóricamente que el español presenta diversidad mínima es
algo dudoso considerándose que la normativa trabaja con
conceptos de “corrección” e “incorrección” y no con los juicios
de gramaticalidad, a partir de lo que realmente existe o no existe
en la lengua, y que los objetos de análisis hasta este momento son
las normas cultas, que obviamente son fuertemente controladas
por la normativa. A partir de una teoría de los principios y
parámetros, muestro que se tiene que descubrir y estudiar mucha
cosa en lo que concierne a la gramática del español para que se
tenga una comprobación sólida e incontestable de que sí el
español es una sola lengua con una sola gramática o si el español
es una sola lengua con gramáticas varias porque, como dice
Paixão de Sousa (2006), se puede transmitir gramáticas diferentes
con el mismo léxico39 y la misma fonología.
38
Recuérdese lo que dijo Lope Blanch (2001): “Norma ideal, por cuanto que no
será la norma real de ninguna de las hablas hispánicas. Dicho de otra manera,
esa norma hispánica ideal no debe identificarse con ninguna de las normas cultas
nacionales. La norma hispánica no coincidirá plenamente ni con la norma
castellana, ni con la mexicana, ni con la argentina ni con ninguna otra norma
nacional americana”.
39
Sobre las diferencias léxicas entre España y las diversas zonas americanas, ver
a Moreno de Alba (1992). El autor hace un trabajo muy interesante tratando
84
También considero inadecuada, en este momento de los
estudios lingüísticos hispánicos e independientemente de ello, la
comparación PB x E. En primer lugar (aunque FANJUL; 2004, no
lo mencione), al hablar de español sin adjetivación, se está
hablando de una entidad abstracta, sin remitirse a ninguna de sus
realizaciones concretas conforme señala Moreno Fernández
(2000), lo que no sucede al hablar de portugués brasileño40. Un
ejemplo concreto de ese problema es el estudio de Yokota
(2006)41. Encontramos, en ese estudio, afirmaciones como:
todas las variedades del español de la misma manera (variedades de una lengua
abstracta y no una variación de la lengua de Castilla). Como consecuencia de
eso, el autor no separa España y América en dos bloques lingüísticos opuestos
entre sí, lo que es una práctica inadecuada.
40
Además, se debe estar atento a que muchos estudios vienen señalando que el
PB no se compone de una sola gramática.
41
Mi crítica al trabajo de Yokota (2006) se refiere exclusivamente al punto en
cuestión: la comparación entre el PB y el español.
85
cuestión del objeto directo al portugués de Brasil. Pienso que lo
más adecuado es comparar el portugués con el español o
comparar el portugués de X lugar con el español de Y lugar.
En segundo lugar, mostré que no se hicieron
investigaciones suficientes respecto de la gramática del español
para afirmarse que no se puede dividir el español con base en
criterios objetivos. Es decir, en este momento no se puede tomar
partido en la cuestión: hay que investigar.
Guardando las debidas proporciones temporales, puedo
seguir a López Morales (1992b, p. 7-8/11-12)42:
42
Parece que este panorama no ha cambiado mucho. Ataliba de Castilho, en
comunicación personal, me ha dicho que el modelo de investigación lingüística
que se hace en Brasil nunca ha sido llevado a cabo en el mundo hispánico.
86
explorar y reflexionar desde cualquier ángulo teórico,
pero sobre una buena base empírica.
87
Se argumentará —y acertadamente— que son razones
ajenas a la lingüística y, en ocasiones, hasta a la vida
de la cultura en general, las que impulsan estos vacíos:
libros desconocidos, escritos en lenguas no accesibles,
caros, difíciles de conseguir, y un largo etcétera.
88
problemas, pero están limitados a dialectos
específicos. Son trabajos que no nos permiten saber si
se trata de comportamientos idiosincráticos
particulares o sí, por el contrario son modificaciones
globales que van camino de modificar aspectos
importantes de la gramática española.
[...]
4. Conclusiones
89
Figueiredo Silva y Lopes (2004, p. 12-13) hacen una pequeña
comparación entre la investigación en lingüística y la
investigación en física:
90
Si se considera a las Instituciones y la normativa los
dueños de la lengua43, no hace falta hacer nada más: todas las
reglas y cómo los hablantes deben decir ya están allí. El problema
de considerar a los hablantes los dueños de la lengua es que,
como dice una Anciana de la Puna catamarqueña, “castellano
perfecto, perfecto, no lo sabe ninguno” (ACUÑA, 2007).
REFERENCIAS
43
Y acuérdese aqui de lo que dicen Fournier y Leeman (1979, apud
MATTOS E SILVA, 1989).
91
CAMPOS, Héctor; MARTÍNEZ-GIL, Fernando (1992). Current Studies
in Spanish Linguistics. Washington: Geogertown University Press.
92
FONTANELLA DE WEINBERG, María B. (1993). El español de
América. Madrid: Mapfre.
93
CASCADO, Rosa María (eds.). Actas del V Simposio Internacional de
Didáctica del Español para Extranjeros “José Carlos Lisboa”. Rio de
Janeiro: Instituto Cervantes, p. 28-46.
94
MORENO DE ALBA, José G. (2004). El español de América. 3. ed.
México D.F.: Fondo de Cultura Econômica.
95
SEBOLD, María M. (2006). Estratégias de retomada do objeto no
espanhol e no português do Brasil e suas repercussões na aquisição de
clíticos do espanhol por falantes de PB. En: BARROS, Luizete;
COSTA, Maria José D.; VIEIRA, Vera R. A. (eds.). Hispanismo 2004.
Florianópolis: UFSC, p. 385-394.
96
______ (no publicado). El panhispanismo en el debate ideológico-
lingüístico postcolonial (Ortiz/Altamira, La Habana, 1910). Universidad
de Buenos Aires.
97
Abordaje multicultural y diversidad lingüística
en la enseñanza de español para brasileños
Carlos Felipe PINTO
Bruno Rafael Costa VENÃNCIO DA SILVA
1. INTRODUCCIÓN1
En este trabajo, tenemos el objetivo de rediscutir algunas
cuestiones que fueron discutidas en Pinto y Silva (2005) y Pinto
(2006) sobre la cuestión de la diversidad del español en la
enseñanza en Brasil. Sin embargo, en este trabajo, quisiéramos
conducir la discusión dentro de una visión multicultural de
enseñanza de lenguas extranjeras.
Teniendo en cuenta nuestra realidad muy específica de
vecindad con diversos países hispánicos, compartiendo con ellos
una historia muy semejante (pero, a la vez, con muchas
diferencias) e intensos intercambios culturales, comerciales y
lingüísticos, en especial con la región del Río de la Plata, se nota
un creciente interés por la enseñanza del español como lengua
extranjera en Brasil en los últimos años. Ese tema se hace más
serio y motivo de preocupación nacional a partir de la
promulgación de la ley 11.161 de agosto de 2005, que establece la
oferta obligatoria del español en la educación básica de Brasil2.
Se dice que el español es una lengua que presenta “unidad
en la diversidad” y que el índice de comunicabilidad entre
cualesquier hispanohablantes es muy alto. Sin embargo, pese a
ese índice de unidad, existe el factor diversidad lingüística (como
1
Agradecemos a Adrián Fanjul (USP) por los comentários detallados que hizo a
la primera versión del texto. Los errores que persistan son de nuestra
responsabilidad.
2
Se está discutiendo en los últimos dias este tema en en Brasil debido a un
acuerdo firmado entre el MEC y el Instituto Cervantes para la formación de
profesores de español. Profesores de español de todos los niveles de enseñanza
se están moviendo en gran parte del país para obtener mayores informaciones y
detener cualesquier tipos de absurdos y daños para la enseñanza de español en
nuestro país ya que según, nuestra legislación, las responsables por la formación
de profesores son las UNVERSIDADES.
98
señala PINTO, 2009, no se puede confundir unidad/diversidad
lingüística con comunicabilidad) que hace que cada región o zona
lingüística presente características particulares en todos los
niveles de análisis. Eso significa también que, aunque se
comparta una cultura hispánica común, cada país, cada región,
tiene su cultura muy particular e inconfundible.
A partir de esa pequeña exposición, pretendemos
proponer una discusión sobre cuál es la mejor variedad lingüística
en el proceso de enseñanza-aprendizaje de español como lengua
extranjera en Brasil. Es decir, qué español aprender en Brasil3.
El trabajo está dividido en tres partes: en la primera,
presentamos la propuesta central del abordaje multicultural y
algunas ventajas de utilizarla en la enseñanza de lenguas
extranjeras; en la segunda parte, recordamos algunos hechos
principales en la historia del español con la finalidad de deshacer
algunas ideas equivocadas de que el español de España es más
puro que el español (o españoles) de América e indicamos
algunos aspectos de la diversidad del español actual; en la tercera
y última parte, retomaremos algunas ideas de trabajos ya
publicados teniendo en cuenta la cuestión de la enseñanza de
lenguas extranjeras en perspectiva multicultural.
3
En las Universidades, el asunto de qué lengua es mejor ya está superado. Sin
embargo, cuando se trata de formación de profesores, ese tema siempre se
renueva.
99
una era “post-métodos”, en que el proceso de enseñanza-
aprendizaje de lenguas no se vale de tan solo un método, pero
reúne aspectos positivos de diferentes métodos de enseñanza.
Paraquett (2006) comenta que el proceso de enseñanza-
aprendizaje de lenguas, en Brasil, actualmente, está envuelto en
tres corrientes lingüísticas que interactúan entre sí: el
comunicativismo, el socio-constructivismo y la educación
multicultural. Las definiciones de esas tres corrientes son
presentadas por Paraquett (2006) a partir de algunos pensadores
importantes de esas líneas teóricas.
Según Almeida Filho (1992, apud PARAQUETT, 2006,
p. 9), “La enseñanza comunicativa es aquella que organiza la
experiencia de aprender en términos de actividades
relevantes/tareas de real interés y/o necesidad del alumno para
que le capacite a usar la lengua meta para realizar acciones de
verdad en la interacción con otros hablantes-usuarios de esa
lengua”.
Un abordaje socioconstrutivista, según Moita Lopes
(2003, apud PARAQUETT, 2006, p. 9-10), “debe ocuparse de las
identidades que surgen en medio de una concepción de lenguaje
como discurso, es decir, una concepción que considera como el
centro el hecho de que todo uso del lenguaje envuelve acción
humana en relación a alguien en un contexto interactivo
específico”.
Ya la educación multicultural, según Mota (2004, apud
PARAQUETT, 2006, p. 10), “desea recontextualizar el papel
político de la escuela, discutiendo la adopción de nuevos
currículos multi-referenciales que incorporen discursos
históricamente silenciados y a despreciar aquellos potencialmente
silenciadores […]. En esta propuesta multicultural, el profesor de
lengua extranjera (LE) redimensiona su papel profesional,
distanciándose de una postura de alienación y comprometiendo
con la transformación social. Se vuelve así en un educador
intelectual, un agente de cambio, en la desconstrucción de
estereotipos y en la promoción de la tolerancia a las diferencias”.
Todas las tres perspectivas promueven un proceso de
enseñanza-aprendizaje en que ambos, profesor y alumno, son
responsables por el proceso. La enseñanza de lenguas en
100
perspectiva multicultural, sin embargo, presenta una serie de
ventajas tanto lingüísticas como extralingüísticas.
Llevar a la discusión en clase temas como la diversidad
sexual, la salud, el papel de la mujer en la sociedad, cuestiones
étnicas, la preservación del medio ambiente, como se propone en
los “Temas Transversales” de los PCNs, además de deshacer el
abismo que existe, a menudo, entre la escuela4 y la sociedad, pone
al aprendiz en contacto con temas reales y de interés general, con
los cuales, seguramente, manejará en su vida diaria de usuario de
la lengua.
Para alcanzar tales objetivos, el profesor necesita llevar a
clase textos que busquen dar espacio a los discursos silenciados y
textos que busquen callar los discursos silenciadores. El tema de
la diversidad lingüística de las lenguas, en este caso específico, la
diversidad del español, está estrechamente relacionado con una
visión multicultural, teniendo en cuenta todo el proceso de
colonización y hegemonía lingüística por el que las naciones
hablantes de español estuvieron sometidas durante siglos. Llevar
a clase la variación del español es también una manera de traer al
centro las variedades de la lengua que fueron silenciadas por la
variedad patrón y poner al borde la norma patrón silenciadora.
Sobre la gramática tradicional, Mattos e Silva (1989, p. 13) dice:
4
Aunque aquí se habla en “escuela”, la propuesta multicultural es interesante en
todos los niveles de enseñanza (universidad, cursos de lenguas etc.).
101
visión crítica del lenguaje y comprendan el verdadero papel de la
tradición gramatical en las sociedades en que se insieren5.
5
Sobre la tradición gramatical en la Grecia Antigua, Fournier y Leeman (1979,
p. 82-83, apud Mattos e Silva, 1989, p. 13) dicen:
102
internamente había mucha variación lingüística (no hablaban la
misma lengua) y cultural.
Los romanos llegaron al sur de la Península Ibérica, en
218 a.C. y llevaron doscientos años hasta que la anexaron
completamente. Según Ilari (1992), los romanos adoptaron una
política muy abierta para la época: imponían el derecho romano y
explotaban a los dominados; pero, respetaban sus culturas,
costumbres y aceptaban que los nativos mantuviesen sus lenguas
autóctonas cuando se comunicaban entre sí. Poco a poco, el latín
se fue extendiendo y fue usado como lengua de cultura, pero la
situación de bilingüismo y/o diglosia se mantuvo por siglos.
A las dos primeras provincias (Citerior y Ulterior),
llegaron diferentes tipos de romanos que traían consigo diferentes
variantes lingüísticas (regionales, sociales y cronológicas). Cano
Aguilar (1997) describe con precisión la difusión del latín en
Hispania: A la Bética, llegó la corriente más conservadora debido
a que sus hablantes tenían mayor nivel cultural y eran “locutores
de uma variante lingüístico social mais tensa (VSMT) usada ao
lado da variante standard latina (VS)” (VASCO DA GAMA,
1979, p. 129. Os destaques são do autor). Esa corriente se
difundió por el oeste hasta la región galaica. A la Tarraconense,
llegó la corriente menos conservadora. Además de ser llevada por
romanos con nivel cultural más bajo (soldados, agricultores, etc)
era una zona de contacto con Galia e Italia. Esa corriente
lingüística subía por el centro hasta encontrarse al norte con la
otra corriente lingüística más conservadora.
En el comienzo del siglo V, diversas tribus germánicas
penetraron la península haciendo que se rompiera el contacto con
el resto del Imperio Romano. Así entraron a la Península Ibérica
los alanos, suevos y vándalos, quienes se la repartieron entre sí:
los suevos se arrinconaron en la Galecia, los vándalos bajaron
hasta la región de la actual Andalucía y los alanos se quedaron en
el resto del territorio a excepción de la Tarraconense. Los
romanos llamaron a los visigodos para que los ayudaran a
expulsar a los otros pueblos; los visigodos expulsaron a los
vándalos para el norte de África, sometieron a los alanos y poco
tiempo después dominaron a los suevos y anexionaron la Galecia.
Como el imperio ya se estaba hundiendo, rompieron finalmente la
103
comunicación con las demás regiones y establecieron el imperio
hispano-godo.
En el 711, llegaron los árabes y los hispano-godos que no
quisieron someterse al dominio de Al-Andaluz se refugiaron en el
norte, en las montañas. Los árabes (de población y lengua
también muy diversas) dominaron en siete años casi todo el
territorio. El período de dominación árabe fue muy conflictivo y
de inestabilidad. Pero se puede decir que los cristianos que se
sometieron a los árabes siguieron hablando las variedades de latín
hispánico en sus comunicaciones domésticas7.
Así, en una región de encuentro de dos corrientes
lingüísticas latinas y enseguida de refugio de los hispano-godos
en el momento de la invasión árabe y siempre en contacto con la
lengua vasca, nació la lengua española. La situación geográfica y
lingüística de Castilla jugó un papel fundamental en la
caracterización del idioma que en el futuro se difundiría
gradualmente desde el siglo XI hasta su completa difusión dentro
de España (como la conocemos hoy) en el siglo XV. En ese
momento, se definieron las dialectalizaciones que se desarrollaron
en su lugar de origen y las que son frutos de la reconquista: el
castellano, al expandirse, fue absorbiendo las lenguas mozárabes
habladas en el sur, además de provocar un proceso de
koinización8.
Respecto del español americano, Fontanella de Weinberg
(1993) expone algunas de las hipótesis que se presentaron para
justificar su caracterización, siendo que todas tuvieron defensores
y detractores9. Resumidamente son: a) influencia indígena: las
lenguas indígenas autóctonas fueron las responsables por
determinar la caracterización actual del español en América; b)
hipótesis andalucista: la influencia de la población andaluza fue lo
que determinó la configuración actual del español americano,
vide, por ejemplo, las grandes similitudes – seseo, yeísmo etc –
entre las regiones americanas y Andalucía. Esa hipótesis tuvo dos
partes: la primera, no muy sólida en términos cuantitativos, fue
7
Para una mejor comprensión del período, ver a Piñero Valverde (1997).
8
Sobre el concepto de koinización, ver a Fontanella de Weinberg (1993).
9
Garrido Domínguez (1992) expone detalladamente la visión que cada lingüista
presentaba respecto de las teorías que defendía.
104
rechazada por la hipótesis poligenética; la segunda, en respuesta a
la hipótesis poligenética, con datos empíricos sólidos pudo
mantenerse vigente y comprobó la importancia e influencia de los
andaluces en la configuración del español americano; c) origen
poligenético (la deriva): el español de América es así por
cuestiones de evolución natural, nada habrá influido en eso; las
semejanzas con Andalucía no pasan de desarrollo paralelo.
Fontanella de Weinberg (1993) añade dos procesos más,
que se estudiaron posteriormente, que también influyeron en la
caracterización del español americano: la koinización y la
estandarización. La koinización es el resultado estabilizado de
una mezcla de (sub)sistemas lingüísticos diferentes, cuyas
características son la confluencia de diversas variedades de una
misma lengua (aunque predomine una de ellas), reducción y
simplificación, uso como lengua franca, surgimiento de hablantes
nativos y estandardización. El español de América fue
potencialmente favorable a la formación de koinés. Sin embargo,
Fontanella de Weinberg (1993) señala que no se puede considerar
un único proceso de koinización para todo el continente, pero
deben ser considerados varios procesos paralelos debido a la
diferente procedencia de los colonizadores, contacto con la
metrópoli, tiempo de colonización etc. Por estandardización,
entiende un proceso de pasaje de un habla popular a la variedad
estándar. Según la autora, es incontestable que la mayor parte de
las variedades del español americano, por lo menos las variedades
urbanas, pasó por el proceso de estandardización. Fontanella de
Weinberg (1993) también establece diferentes niveles de
estandardización para el español americano: en el extremo más
estandardizado, está el español mexicano (y muy cerca, el español
peruano debido a las características sociohistóricas semejantes);
en el extremo menos estandardizado, el español paraguayo; las
demás variedades se ubican entre los dos extremos, formando un
continuum.
Fontanella de Weimberg (1993, p. 15) define el español
americano de la siguiente manera:
105
que se trate de una entidad dialectal que se oponga en
bloque al español europeo. La conclusión es que
entendemos por español americano una entidad que se
puede definir geográfica e históricamente. Es decir, es
el conjunto de variedades dialectales del español
habladas en América, que comparten una historia
común por tratarse de una lengua trasplantada a partir
del proceso de conquista y colonización del territorio
americano. Esto no implica desconocer el carácter
complejo y variado de este proceso y sus
repercusiones lingüísticas, dado que debemos
diferenciar las regiones de poblamiento temprano (las
Antillas, Panamá y México, por ejemplo) de otras de
poblamiento más tardío (Río de la Plata en general y
Uruguay en particular); las regiones de poblamiento
directo a partir de España, de las de expansión
americana; los distintos tipos de relación con la
metrópoli, etc.
10
Alonso (1942, p. 121-162) discute los problemas de un idioma hablado por
tantas personas, en lugares diferentes, y el problema que se enfrentan lenguas
que fueron trasplantadas. El autor afirma que tanto derecho tiene un
hispanoamericano como un español sobre la lengua, porque ése fue el primer
hablante y aquél fue su heredero y tiene la lengua española como su lengua
materna, como su primera lengua. No se puede olvidar, sin embargo, la
complejidad que supone esa herencia y todo el proceso de “aculturación” por el
que pasaron los pueblos americanos para que heredaran la lengua española.
Tales procesos, muy a menudo, son borrados.
106
papel de dominación y conquista y que no hay otra lengua que no
la lengua del poder.
Las gramáticas normativas, basadas en los conceptos de
corrección e incorrección, de “buen uso de la lengua”, en las
“referencias de las autoridades”, borran completamente la
variación lingüística y difunden un discurso unificador de la
lengua como si la variedad lingüística que la normativa representa
fuera equivalente a la totalidad de la lengua. Este parece haber
sido el caso del español en su historia después de la Reconquista
de España y principalmente después de la fundación de la RAE.
Hoy en día, el discurso ha cambiado un poco. Pero si
pensamos en la construcción del concepto de “pan-hispanismo”,
lo que vemos son borrados históricos en favor de una ideología de
lengua común, según señala Vázquez Villanueva (2009),
favoreciendo, una vez más, la hegemonía lingüística en vez de la
pluralidad lingüística del español.
107
Las zonas lingüísticas son regiones que presentan
características comunes, aunque dentro de ellas mismas existe
variación interna y algunos aspectos de una zona pueden coincidir
con aspectos de otras zonas.
Se puede cuestionar si la división del español en tan solo
8 zonas lingüísticas, aunque sean macrozonas, es pertinente. Tal
división dialectal, como hemos comentado antes, supone una
serie de borrados históricos, lingüísticos y culturales. Por
ejemplo, al incluir México en la región Centroamericana, se está
olvidando que, históricamente, el sur del México actual se
relacionó más con la Capitanía General de Guatemala que con el
Virreinato de México. Ello significa suponer, además, que
Panamá, México y El Salvador, por ejemplo, tienen
características generales comunes, lo que no es verdad.
Otro ejemplo es el caso del español del Río de la Plata,
específicamente el de la Argentina. Siempre que se habla en el
español argentino, se hace alusión al voseo monoptongado y al
rehilamiento, sobretodo ensordecido, de los fonemas laterales.
Sin embargo, como señalan Venancio da Silva, Severiano Silva y
Castedo (2009), esas no son características del español de
Argentina, sino de que algunas de sus regiones. Lo mismo pasa
con Brasil: ni todos los brasileños comemos “feijoada” ni
bailamos samba. Y lingüísticamente, aunque tengamos algunas
características en común, no hablamos igual. Hay mucha más
cultura y diversidad lingüística por detrás de los símbolos que nos
presentan como representativos de un pueblo11.
En lo tocante a los aspectos lingüísticos, sintetizaremos
algunos aspectos más generales de la variación del español.
Volvemos a enfatizar que no hablamos de comunicación o
entendimiento entre los hablantes. El hecho de que se entiendan
no niega la diversidad lingüística:
I) Morfosintaxis
a) Pronombres;
b) Variación en los tiempos pretéritos;
c) El orden de palabras en las interrogativas;
11
Lagares (2008) señala que el mito de Brasil como una nación monolingüe y
uniforme sigue bien vivo. Sabemos que la realidad es muy diferente.
108
d) Construcciones de escisión;
e) Realización del sujeto;
f) Posibilidad de objeto nulo.12
III) Léxico
La variación léxica no ocurre exclusivamente cuando un significado se
manifiesta en distintos significantes dependiendo de la zona. Ella
también ocurre en el caso en que un significante posee diversos
significados. Por ejemplo, guagua puede significar ‘autobús’, ‘cosa
vieja, sin valor’ o (de guagua) ‘gratuitamente, barato’.14
12
Observar que, como apuntado por Fernández-Ordóñez (2008) y Pinto (2009),
sólo se consideraron los criterios fónicos y léxicos a la hora de la división
dialectal del español. Tal vez, la explicación para la ausencia de la sintaxis,
como apunta Fernández-Ordóñez (2008), en los criterios de división dialectal del
español se deba a los movimientos teóricos de la época en que esa discusión
estuvo de moda: primeramente, los neogra-máticos se preocupaban por la
fonética; enseguida, los estructuralistas, se preocupaban por la fonología. La
sintaxis sólo surgió con fuerza en las teorías lingüísticas a partir del
generativismo, en fines de los años 1950. Para una discusión sobre el papel de la
sintaxis en la división dialectal del español, ver el trabajo de Pinto en esta misma
obra.
13
Vale destacar, grosso modo, que el español presenta variación fonética, no
fonológica, si se considera que la fonética es la realización física del sonido
mientras que la fonología es la representación más abstracta del sistema de
sonidos de la lengua. De esta forma, una palabra como /si´gaRa/ (“cigarra”),
tendrá una única representación fonológica para el fonema /R/ mientras que
dicho fonema puede realizarse de distintas formas (vibrante o rehilado etc.)
dependiendo de la región (cf. FONTANELLA DE WEINBERG, 1993).
14
Es posible añadir la variación pragmática y discursiva. Por ejemplo, la forma
como cada comunidad emplea las fórmulas de tratamiento es un ejemplo de
variación pragmática: Carricaburo (1997) señala que en México se pasa del
usted al tú con mucha facilidad mientras que en Chile este cambio de
tratamiento tarda un poco más.
109
Insistimos na remissão do leitor às obras referidas,
onde encontrará inúmeros exemplos de que
praticamente nenhum traço dos que costumamos ver
como “característico” de algum país ou região é
realmente exclusivo de tal “lugar”. A realidade de
qualquer traço léxico ou sintático na língua espanhola,
se projetada um mapa, seria a de uma aparição
irregular, intermitente e descontínua, com maior
concentração em alguns territórios do que em outros,
rara vez totalmente ausente, e com distribuições
desiguais, dentro de uma mesma região, segundo
estratos sociais, faixas etárias, etc.
(FANJUL, 2004, p. 173)
110
variables gramaticales en la norma culta de las
diferentes áreas hispano-hablantes, en contraste con
las variables fónicas o léxicas; por otro, con que la
renovación teórica que ha afectado al estudio de la
sintaxis en los últimos cincuenta años ha alcanzado
tardíamente a las disciplinas dedicadas a la variación
lingüística, la dialectología y la sociolingüística.
15
Ha de quedar claro que cuando se habla en “español de España”, se está
aludiendo al español de Madrid y cercanías. Nadie alude a Andalucía, Canarias
etc cuando se refiere al español de España.
111
Es evidente que en cada país hispanohablante existe
una norma lingüística ejemplar, paradigmática, a la
que los habitantes de cada nación tratan de
aproximarse cuando de hablar bien se trata. Suele ella
ser la norma culta de la ciudad capital: la madrileña
para España, la bogotana para Colombia, la limeña
para el Perú, etc. Éstas serían las normas ideales, o
ejemplares, nacionales: española, colombiana, etc.
Pero ¿existirá también una norma ideal internacional
—española y americana—, una norma hispánica?
Creo que sí: será ella la norma ideal de la lengua
española, no ya la norma ideal del dialecto castellano,
o del dialecto colombiano o del dialecto argentino,
etc. Será ella la norma que reúna y compendie los
hechos lingüísticos propios y comunes de todas las
normas cultas nacionales. Norma ideal, por cuanto que
no será la norma real de ninguna de las hablas
hispánicas.
112
español es una lengua que presenta variación. Para ello se
publican los manuales de dialectología. Basta con consultarlos16.
En una línea de pensamiento semejante a la de Drago
(2006), Fanjul (2004, p. 179) dice:
16
Una de las ventajas de esa opción es que el profesor tendría formación y
evitaría no corregir lo correcto. Hace algún tiempo asistimos a una presentación
en la que la ponente decía que iba a hablar de “errores de brasileños” en el uso
de las preposiciones en español. Al terminar la presentación, un hablante nativo
le dijo que todo lo que ella decía que estaba mal y que eran errores de brasileños
era perfectamente posible en su variedad lingüística (argentina).
113
6. LA DIVERSIDAD DEL ESPAÑOL EN LA ENSEÑANZA
EN BRASIL
Como se sabe, Brasil está rodeado por diversos países que
tienen la lengua española como lengua (co-)oficial y vernácula.
Ello genera puntos de tránsito y contacto lingüístico por toda la
línea fronteriza. Aunque los estudios y énfasis estén condensados
en la región rioplatense, siguiendo a Pinto (2006), la propuesta se
aplica a cualquier zona de contacto.
El profesor juega un papel fundamental en el proceso de
enseñanza-aprendizaje, porque es quien debe orientar al alumno,
haciéndolo de acuerdo con sus necesidades específicas; “el
trabajo en la enseñanza/aprendizaje de una LE no puede estar
previamente establecido sino que debe ser fruto del consenso, de
las necesidades de comunicación de los aprendientes” (RUIZ,
2004, p. 2).
Irala (2004), al investigar la variedad de español que se
adoptaba en una ciudad fronteriza, en el estado de Rio Grande do
Sul, constató que muchos de los profesores son deficientes en su
formación lingüística y se basan en el sentido común a la hora de
actuar en las clases. Algunas de las respuestas obtenidas al
averiguar cuál era la variedad lingüística preferida por los
profesores son las siguientes (los destaques son de la autora):
114
8) Para trabalhar com as crianças, o da América,
porque faz parte da realidade deles.
9) Da Espanha, porque é o mais divulgado nos meios
de comunicação em geral.
10) América, pois são essas as pessoas que circulam
pela nossa cidade e com elas é que podemos por em
prática os conhecimentos de sala de aula.
(IRALA, 2004, p. 109-110)
115
variedad lingüística. El estudio de Venancio da Silva y Silva
Alves (2007) analiza 21 libros didácticos de español y muestran
que hay un tratamiento equivocado respecto de las fórmulas de
tratamiento. 11 libros ni siquiera mencionan la existencia del
pronombre vos. De los otros 10 libros, la mayoría sólo dice que
existe el voseo y que es un regionalismo de algunos países. La
realidad, por otro lado, es completamente diferente si se
consideran, por ejemplo, los estudios de Carricaburo (1997; 2003)
y muchos otros autores17.
Algunos manuales abordan la variedad del español como
algo exótico18. Y ello se observa tanto en los materiales brasileños
como en los materiales españoles. Los materiales brasileños
eligen un tipo de español supuestamente neutro (en verdad, la
variedad de Castilla) y los materiales españoles se hacen de
acuerdo con su variedad19. Reconocemos que España tiene una
gran producción de materiales didácticos para la enseñanza del
español como segunda lengua y lengua extranjera. Pero su
producción predominantemente se hace para la enseñanza del
español para extranjeros en la propia España. La producción
española de E/LE es importada sin ninguna preocupación por
adaptar los manuales a la enseñanza de E/LE en un país
extranjero con una realidad lingüística y cultural muy específica.
Si la preocupación de las editoriales está en la difusión de
la lengua española en su diversidad (por lo menos, el discurso que
se tiene es que el español es la segunda lengua más hablada en el
mundo —y eso no se debe a los aproximadamente 40 millones de
17
Para una síntesis del tema, ver a Pinto (2007). Para una propuesta didáctica de
para la enseñanza de las fórmulas de tratamiento, ver a Pinto y Lemos (2006).
18
En este punto, seguimos las Orientações Curriculares Nacionais, que no están
de acuerdo con esta práctica.
19
Aludimos aquí al lenguaje general y vocabulario utilizados en los libros, es
evidente que se ponen tablas oponiendo el vocabulario del español de España al
de América, como “así se dice en España” (¿en qué parte de España?) y “así se
dice en América” (¿en qué parte de América?). Como mencionado por
Fontanella de Weinberg (1993, p. 13-17), esta práctica no es adecuada porque el
español de América y el de España no son dos entidades homogéneas y opuestas
entre sí. Así, el español de América y su cultura se colocan como observaciones
“extras”. Hay, inclusive, un material didáctico elaborado en España pero
etiquetado con “versión para brasileños” la siguiente actividad: “Despídete
como un español”.
116
habitantes de España), queda patente que falta mucho en los
materiales actuales para que cumplan los objetivos propuestos.
En lo tocante a los estudiantes, Bugel y Santos (2007)
analizan las actitudes de los aprendices brasileños ante las
variedades de España y Argentina. Y concluyen:
117
7. EL PROFESOR ANTE LA VARIACIÓN LINGÜÍSTICA20
Otro punto que mucho se discute es la homogeneidad de
la variedad lingüística adoptada por el profesor y el alumno (o el
hablante extranjero en general). Se dice que uno no puede
mezclar variedades lingüísticas y que, a lo mejor, tiene que
mantener una coherencia lingüística. Por ejemplo, se condena que
una persona tenga una fonética mexicana, una sintaxis española y
utilice un léxico argentino. O que, de repente, mezcle palabras de
zonas diferentes, que en determinado momento, diga “guagua” y
en otro momento, diga “camión” o “autobús”.
Sin embargo, los estudios en sociolingüística muestran
que el hablante presenta variación lingüística y que un mismo
hablante se expresa de diversas formas dependiendo del contexto
sociopragmático en que se encuentra21. Los estudios en
sociolingüística de comunidades aisladas, por ejemplo, tampoco
aceptan como informantes a personas que salieron ya de la
comunidad y después de muchos años regresaron, porque estas
personas recibieron influencias de otras comunidades
lingüísticas22. En síntesis, hablantes nativos que salen de su
comunidad nativa y se van a otras comunidades pasan a presentar
variación lingüística en su propia lengua materna, ya sea en la
sintaxis, en la fonética y sobretodo en el léxico23.
Entonces, no hay motivos para exigir un elevado grado de
“pureza lingüística”24 de profesores/estudiantes/hablantes
extranjeros que constantemente están en contacto con personas de
diferentes procedencias. Principalmente si se tiene en cuenta que
a lo largo de los años de estudio, esas personas habrán tenido
contacto con profesores de diversas nacionalidades, inclusive con
20
Para otra visión de la cuestión, incluyendo cuestiones históricas y políticas de
la gramatización y unificación de los idiomas, ver a Lagares (2008).
21
Ver a Weinreich, Labov y Herzog (1968) por ejemplo.
22
Para una introducción a la investigación sociolingüística, ver a Tarallo (2007).
23
Obsérvese que una persona que nació en Buenos Aires y con 20 años se fue a
Madrid y estuvo allá por 10 años no deja su variedad lingüística y abruptamente
pasa a hablar como un madrileño. Esta persona va a variar lingüísticamente
largo rato o, quizás, toda la vida.
24
Estamos empleando el término el sentido de una variedad lingüística
homogénea, sin interferencia de otras variedades.
118
brasileños que han aprendido el español de otras personas de
diferentes nacionalidades, como señala Fanjul (2004)25.
Lo que no se puede aceptar como natural es que los
aprendices mezclen aspectos de la lengua extranjera que los
hablantes nativos de ninguna región realizarían. Por ejemplo,
parece aceptable que un extranjero que tiene contacto con
personas de diversas nacionalidades ora diga “tú quieres” ora diga
“vos querés”. Pero es inaceptable que ese extranjero diga “¿cómo
tú se llamas?”26 pues ya no se trata de mezclar variedades ya que
esta construcción no es gramatical para ningún hablante nativo27.
Como consecuencia de ese hecho, se debe presentar y
utilizar la variedad lingüística de forma natural en las clases de
lengua española. El profesor no tiene que hacer listas y tablas ni
tampoco decir, por ejemplo, que “camión” se dice en México,
“colectivo” en Argentina o “guagua” en Cuba todo el tiempo28. El
profesor tiene que mostrar que los tres significantes remiten al
mismo significado29. Lo mismo se puede hacer respecto de los
25
En este sentido, estamos plenamente de acuerdo con la conclusión del autor.
26
El caso de “vos quieres” o “tú querés” debe ser aceptado (y principalmente
matizado por el profesor si el alumno lo dice en clase) teniendo en cuenta que
hay diversas regiones que utilizan esas formas. Ver a Carricaburo (1997).
27
Aunque parezca sencillo, vale la pena discutir la cuestión del término
“hablante nativo”. Aunque mucha gente critique dicho término teniendo en
cuenta que todos somos hablantes nativos de una lengua, entendemos el término
“hablante nativo”, cuando se trata de enseñanza-aprendizaje de lenguas como el
hablante nativo de la lengua meta, en el caso de este texto, como hablante nativo
del español.
28
Nada impide que el alumno sepa en donde ocurre cada variante lingüística
(sean las variantes fónicas, léxicas o sintácticas). Sin embargo, el hecho de que
el profesor diga todo el tiempo donde aparece cada variante puede producir lo
que dice Fanjul (2004): la diversidad del español se convierte en algo doloroso y
desagradable en vez de ser algo natural y placentero para el alumno. El profesor
debe tratar del tema con mucha cautela.
29
Dentro de una visión sociolingüísta laboviana, Tarallo (2007, p. 8) dice: “Em
toda comunidade de fala são freqüentes as formas lingüísticas em variação.
Como referimos anteriormente, essas formas em variação dá-se o nome de
“variantes”. “Variantes lingüísticas” são, portanto, diversas maneiras de se dizer
a mesma coisa em um mesmo contexto e com o mesmo valor de verdade”.
119
aspectos sintácticos y fónicos30. Una manera de hacerlo es llevar a
la clase textos orales y escritos representativos de las diversas
variedades: un día, una canción cantada por un cantante español,
el otro día, una canción cantada por un cantante boliviano. Igual
se puede hacer con textos escritos de forma que se presente la
variación en el léxico y en la gramática de forma natural y que,
desde muy temprano, los aprendices sepan manejarla.
Estamos concientes de que existen las idiosincrasias31.
Tal vez, “guagua” y “camión” no signifiquen lo mismo para
cubanos y mexicanos, pero ¿cómo debe portarse o qué palabra
debe elegir un brasileño si quiere hablar de “ônibus”?. En otras
palabras, si un brasileño quiere decir en español que “estava no
ponto esperando o ônibus para ir ao trabalho”, qué palabra debe
elegir, “guagua” o “camión” (o “colectivo” etc)? Nos parece que
cualquiera de las opciones son perfectamente aceptables, aunque
para mexicanos y cubanos esas palabras no tengan el mismo
significado exacto32. El “camión” mexicano puede tener una
forma y un funcionamiento diferente a la “guagua” o al
“colectivo” e inclusive al propio “ônibus” brasileño; sin embargo,
todos tienen en comun que son medios de transporte colectivos en
las sociedades en cuestión. Lo mismo pasa con formas como “tú”
o “vos”, con la pronunciación de [cadZe], [caSe] y [ca¥e].
Por otro lado, este punto puede ser un elemento ventajoso
en la enseñanza de la lengua española a partir de una perspectiva
multicultural principalmente en lo que toca a los aspectos léxicos
y pragmáticos. El profesor puede utilizar esas divergencias
léxicas y socio-pragmáticas para discutir las semejanzas y
30
Por ejemplo, los caribeños dicen “¿qué tú quiere(s)?” y los españoles dicen
“¿qué quieres (tú)?”. Los argentinos dicen “la vi a Maria” y los mexicanos dicen
“Vi a María”. Lo mismo pasará con aspectos fónicos.
31
Por ejemplo, la tortilla mexicana no es la tortilla española. Tampoco ‘torta”
tiene el mismo significado en México y en otros países. Lo mismo vale para
construcciones sintácticas. “Fue Juan quien llegó” responde a una pregunta
como “¿quién llegó?” en el Caribe, pero no la responde en España y México.
32
Nuestro objetivo es discutir la enseñanza de las variantes lingüísticas. Según
la definición de Tarallo (2007), creemos que no interviene en el concepto de
“variantes lingüísticas” si la variación es diatópica, diafásica o diastrático. Por lo
tanto, si las palabras tienen sentido/significados diferentes o se emplean en
contextos diferentes, dejan de ser variantes lingüísticas.
120
diferencias entre las diversas culturas, ya sea entre la cultura del
alumno y la de la lengua extranjera, ya sea entre las diversas
culturas de lengua extranjera.
8. CONSIDERACIONES FINALES
Irala (2004, p. 107) dice que:
121
Paraquett (2006) señala que de acuerdo con la visión
de la Educación Multicultural, sólo será posible deshacer las
creencias de los modelos de aprendizaje tradicionales si se tiene
un proyecto institucional basado en reformas políticas que
incluyan revisiones curriculares y un buen proyecto pedagógico.
El abordaje multicultural es ventajoso no sólo para la
Educación Básica, sino que es útil y ventajoso en cualquier nivel
de enseñanza. A partir de ese abordaje, los estudiantes podrán
desarrollar habilidades lingüísticas (la estructura de la lengua)
porque tendrán que debatir los temas propuestos y además van a
realizar acciones de transformación social, menos prejuiciosas,
con más tolerancia y respeto al otro. Entendemos que el abordaje
multicultural es un excelente instrumento en el proceso de
enseñanza-aprendizaje del español en Brasil porque permite que
las variedades lingüísticas y culturales de América tengan un
lugar especial en la clase. Y así, podremos desarrollar diversos
tipos de política de inclusión con los países de América Latina.
REFERENCIAS
122
CANO AGUILAR, Rafael (1997). El español a través de los tiempos.
Madrid: Arco/Libros.
123
LAGARES, Xoan (2008). El profesor de lengua ante la diversidad
lingüística. En: ACTAS DEL V SIMPOSIO INTERNACIONAL DE
DIDÁCTICA DEL ESPAÑOL PARA EXTRANJEROS “JOSÉ
CARLOS LISBOA”. Rio de Janeiro: Instituto Cervantes, p. 26-46.
124
DIDÁCTICA DEL ESPAÑOL PARA EXTRANJEROS “JOSÉ
CARLOS LISBOA”. Rio de Janeiro: Instituto Cervantes, p. 135-147.
125
VENÂNCIO DA SILVA, Bruno Rafael; SILVA ALVES, Rosemary
(2007). “El voseo en libros didácticos de E/LE en Brasil”, Boletín oficial
de la Asociación Argentina de Docentes de Español, n. 25, p. 4-12.
126
La oposición subjuntivo/indicativo en
construcciones con aunque, quizá y tal vez
Iandra Maria da SILVA
1. INTRODUCCIÓN
Las condiciones que gobiernan la ocurrencia del
indicativo y en especial del subjuntivo dan la idea de
funcionamiento de un mecanismo complejo de la lengua española
en que la selección modal de algunas construcciones es
generalmente considerado, por aprendices del español, como uno
de los puntos más difíciles de la gramática.
En los casos de la oposición subjuntivo/indicativo, en que
dicha oposición puede desempeñar por sí sola alguna importante
función semántica, pues la alternancia se muestra operativa, la
opción por uno u otro modo requiere del aprendiz un esfuerzo
consciente en aplicar reglas, por esa razón destacamos la
necesidad de inducir al alumno a la generalización y comprensión
de algunos contextos semántico-pragmáticos.
Este trabajo se propone, por lo tanto, contribuir a los
estudios de los modos verbales haciendo un análisis del empleo
del subjuntivo en constraste con el indicativo, observando el uso
de tres expresiones: la conjunción aunque y los adverbios de
duda quizá y tal vez, buscando la identificación de variables
significativas en las elecciones modales.
El motivo de la elección de estos dos elementos ocurre
porque la lengua española permite, desde una perspectiva
pragmática, la alternancia de los modos subjuntivo y indicativo.
En otras palabras, el español permite la permeabilidad de la
codificación de informaciones dependientes de factores
pragmáticos en una misma estructura sintáctica. Por tal motivo,
seleccionamos contextos en que apenas la distinción de carácter
pragmático puede justificar la selección de modo, como en el caso
de los nexos seleccionados para este estudio.
En este análisis focalizamos los conceptos de modo y
modalidad, basados en la perspectiva teórica del Funcionalismo
127
Lingüístico, principalmente con base en Givón (1993, 1995) y
Hernández Alonso (1984), para quienes se toma la modalidad
como factor distintivo de los modos.
La constitución de la muestra del corpus utilizado
comprende datos obtenidos de 241 periódicos electrónicos en
lengua española, colectados entre los años de 1998 y 1999 y
consultados con el programa Microconcord (MIKE SCOTT &
TIM JOHNS, 1986).
2. FUNDAMENTO TEÓRICO
2.1. Modalidad
Con el intuito de investigar la modalidad a partir de la
pragmática, tomamos como base teórica el funcionalismo de línea
givoniana, en que la modalidad es considerada como el juicio del
hablante instaurado en la actividad comunicativa y constituye una
propiedad de la interacción verbal (GIVÓN, 1993; 1995).
Proponemos identificar, en este estudio, el modo
subjuntivo en esa línea funcionalista reconociendo el irrealis
como un contexto favorecedor para la realización del modo
subjuntivo, modalidad encadenada a las nociones de futuridad, de
hipótesis, de condición, vinculados a los eventos potenciales. Por
otro lado, la mención de hechos ya concluidos, o en secuencia
(pasados, presentes o habituales) justificarían el indicativo, pues
permiten evidencias sobre lo que es dicho, aproximándose de la
modalidad realis (GIVÓN, 1995).
Compite a la modalidad señalar la actitud del hablante en
relación con el contenido de la proposición. La experiencia del
hablante determina si una oración es factual o hipotética y, por lo
tanto, de eso depende la elección del modo en la codificación de
las informaciones.
De acuerdo con Bybee & Fleischman (1995), la
modalidad es generalmente definida como la actitud del hablante
en lo que se refiere al contenido proposicional del enunciado y es
expresado, frecuentemente, a través de los modos.
Segundo Lázaro Carreter (1962; apud Hernández Alonso,
280) “la modalidad está constituida por la operación activa del
sujeto hablante”. Entendemos “operación activa del hablante”
como la intención de expresar una idea como posible o deseada.
128
Algunas veces, el interlocutor ordena la realización de algo o
entonces, desaconseja su cumplimiento. Estas intenciones
expresan diferentes posiciones con respecto a la modalidad.
Flamenco García (1999, p. 3826) afirma que la elección
del modo verbal depende de la actitud del hablante con relación al
grado de expectativa del cumplimiento de los hechos.
Para Palmer (1986, p. 7), el modo es una categoría
gramatical en la que hacen parte el indicativo y el subjuntivo, al
paso que la modalidad es nocional o semántica. Para el autor, el
modo es sólo una de las varias maneras por la cual el lenguaje
expresa la modalidad. Por otro lado, la modalidad es la noción
semántica, manifestada en todas las partes del habla.
Palmer (1986, p. 53) describe las modalidades que
aparecen con más frecuencia en las oraciones principales y
independientes de sentencias que tienen un sintagma nominal.
Son ellas: creencia, evidencia, inferencia, conocimiento o citación
de relatos de otros.
En las oraciones principales, estas modalidades pueden
ser codificadas con desinencias de modo indicativo. Las
desinencias de modo subjuntivo siguen las cinco modalidades en
que aparecen en la oración principal, modalidades como: duda,
evaluación, reacción, citación de órdenes o de carácter volitivo.
El autor establece también dos tipos de modalidades de
discurso: la epistémica y la deóntica. La primera se aplica no
apenas al sistema modal que engloba las nociones de posibilidad
y necesidad sino a un sistema modal que indica el grado de
complicidad del hablante con lo que habla. En particular, guarda
relación con la evidencia a través de los sentidos, con aquello que
se oyó decir (relato, boato) y con la posibilidad o necesidad de
ocurrencia de un hecho. Los matices de creencia, verdad,
conocimiento del hablante respecto de lo que enuncia se delimitan
también en la modalidad epistémica (cf. PALMER,1986, p. 51).
De acuerdo con Palmer (1986, p. 96), la modalidad
deóntica está relacionada a la volición o al afectivo. Los
significados asociados a esta modalidad son diferentes de
aquellos de la modalidad epistémica y dicen respecto a las
cuestiones subjetivas que entran en el campo de los deseos del
hablante.
129
2.2. Modo verbal
El modo verbal – indicativo y subjuntivo – también es
tratado en este estudio a partir de criterios semánticos y
pragmáticos con el objetivo de establecer un paradigma modal del
español, o sea, los distintos modos y sus valores correspondientes.
Fijar un concepto de modo que tenga validad general es muy
difícil, según Hernández Alonso (1984, p. 282), pues no existe
unanimidad entre los lingüistas sobre ese punto.
El estudio de los modos verbales en español es un tema
que atrae a muchos estudiosos sea relacionado a los contrastes de
uso entre indicativo y subjuntivo, sea destinado a las dificultades
presentadas por los aprendices de español como lengua
extranjera. Presentamos algunas investigaciones que destacan la
oposición indicativo/subjuntivo.
Algunos autores reconocen la pérdida de la distinción de
los modos verbales, cuyos análisis se insertan en el campo de la
pragmática, entre los cuales podemos mencionar los estudios de
Lunn (1989) y Murillo Medrano (1999).
Murillo Medrano (1999, p.148) afirma que “las oraciones
concesivas expresan, semánticamente un obstáculo o
impedimento para que la acción del verbo de la matriz no se
realice”.
Según Lunn (1989) cuando aunque introduce una oración
codificada por el indicativo, la información es clasificada como
verdadera y relevante.
La utilización del subjuntivo en contextos de información
compartida también está aceptada por autores como Correa
(2003), desarrollada en uno de sus estudios contrastivos entre
portugués y español, y Studerus (1995) sobre la relación del modo
verbal con factores como el conocimiento compartido, verdades
generales, nociones de habitualidad, entre otros aspectos,
presentados en su trabajo intitulado Some unresolved issues in
spanish mood use, de 1995.
Al centrar nuestra atención a los estudios propuestos y en
las bases teóricas sentadas en este trabajo, defendemos la
hipótesis de análisis pragmático.
130
En esa perspectiva, asumimos valores pragmáticos para la
morfología flexional de modo para la utilización de la conjunción
aunque considerando dos factores: i) si el hablante considera el
hecho expresado por la concesiva como real o no y si presupone
que el oyente también lo conoce. De esa manera, el uso de
desinencias del indicativo codifica las informaciones factuales
introduciendo al interlocutor una nueva información. Por otro
lado, con desinencias modo temporales subjuntivas, el hablante
pasa a codificar las construcciones hipotéticas, permitiendo la
interpretación de que la información ya es de conocimiento del
interlocutor, o sea, de conocimiento compartido.
Paralelamente también controlamos la frecuencia de uso
de los modos verbales con los adverbios de duda quizá y tal vez.
En este caso, la elección entre las desinencias también no va a
depender de reglas sino del conocimiento del hablante sobre el
hecho.
Para el análisis de estas construcciones, salientamos la
interferencia de dos grandes tipos de modalidad del discurso
establecidos por Givón (1995) y Palmer (1986): la epistémica y la
deóntica.
En ese sentido, consideramos la modalidad deóntica
como un contexto favorecedor a la utilización del modo
indicativo, permitiendo la codificación de las informaciones
dentro de una misma estructura sintáctica, si se trata de un evento
factual o hipotético, a través del cambio de desinencias modo
temporales.
El carácter distintivo de los modos tomados para el
análisis en este estudio evidencia la posible oposición de análisis
entre los significados factivos y hipotéticos arrolados en las
consideraciones de valores pragmáticos. Bajo esta perspectiva,
consideramos que los contextos obligatorios tienden a retener el
modo subjuntivo, al paso que los contextos en que es posible la
elección entre los modos verbales posibilitan la expansión del
modo indicativo, en un terreno interactivo en que el uso de los
modos verbales está motivado por el contexto sintáctico,
semántico y por el contexto pragmático de la intención
comunicativa.
131
3. METODOLOGÍA
3.1 Selección y análisis de corpora
En este estudio intervienen la computadora y los textos
naturales como fuente de datos para analizar los usos de los
modos indicativo y subjuntivo con los nexos aunque, quizá y tal
vez.
Los datos utilizados en este trabajo vienen de textos
periodísticos colectados entre los años de 1998 y 1999 colectados
y organizados por el profesor Philippe Humblé1, y consultados
con la ayuda del programa Microconcord (Mike Scott & Tim
Johns).
La colecta de datos tuvo como objetivo principal
organizar corpora en español para resolver problemas de
diccionarios bilingües utilizados por los estudiantes de español
como lengua extranjera. Estos datos fueron obtenidos a través de
la unión de varios periódicos. Las muestras son constituidas y
almacenadas con datos de 240 periódicos de veinte países
diferentes.
Forman parte del material los siguientes países
hispánicos: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica,
Cuba, El Salvador, Ecuador, España, Guatemala, Honduras,
México, Nicaragua, Paraguay, Panamá, Puerto Rico, Perú,
Uruguay, Venezuela y República Dominicana.
Estos países están representados por periódicos conocidos
como: Clarín, El Día, La Nación, de Argentina; Última Hora, El
Día, de Paraguay; El País, La Noticia, de Uruguay; ABC, El País,
El Mundo, de España, entre otros.
Con la ayuda del programa Microconcorder, disponemos
de herramienta para examinar las elecciones modales. A través de
la utilización de instrumentos como la concordancia y
descripción de la lengua basada en informaciones de frecuencia,
es posible rastrear y examinar con facilidad las situaciones de uso
del conector aunque y de los adverbios de duda quizá y tal vez a
la luz de su contexto natural. La investigación y explicación de
fenómenos lingüísticos observados a partir de corpora es visto
como una de las posibles metodologías de análisis en lingüística,
1
Profesor Doctor en la Universidad Federal de Santa Catarina.
132
puesto que hoy día la LC ofrece herramientas más apropiadas
para el estudio de gran cantidad de datos colectados y analizados
por lectura en ordenador.
Modos Datos
Uso do Indicativo 1050
Uso do Subjuntivo 406
Total 1456
Cuadro 1. Uso de los modos verbales: “aunque”
1. “Bolívar fue un luchador que nunca se rindió aunque perdió más batallas
que las que ganó; suya es esta penetrante frase: ‘El arte de vencer se
aprende en las derrotas’. ( El Mercurio: Chile, 17/05/05)
133
edad de 63 años. Recibió sepultura en la ciudad de Bahía”. (El Nacional:
Venezuela, 08/03/05)
6. “Tomás Ruiz, otro pasajero que salvó la vida, manifestó que los pocos
sobrevivientes que ha visto están inmovilizados, con quemaduras y
fracturas. También se sabe, aunque aún no está confirmado por fuentes
oficiales, que viajaban extranjeros en el vuelo de Tans”. (Diario de Hoy:
Ecuador, 24/04/05)
135
9. “Escoge bien a tus amigos. ‘Dime con quién andas y te diré quién eres'’,
es el discurso. Les decimos que aunque no quieran las malas amistades
terminarán influyéndolos”. (Univisión: Puerto Rico, 03/04/05)
136
En el ejemplo siguiente, podríamos decir que el hablante
piensa que el hecho de que “las malas amistades terminan
influyendo” ya es conocido por su interlocutor. Podríamos decir
también que hay un interés del hablante en calificar una acción
del contenido proferido como hipotético o como una suposición,
un enunciado que no posee carácter temporal y pensando como
una situación posible.
En el ejemplo (10), la desinencia de subjuntivo también
codifica un evento hipotético proyectado en el tiempo futuro,
expreso por “llegar a serlo” y “nunca va a ser”. La información
proferida es una comparación entre la persona que “va la
universidad con deseos y ganas de graduarse, pero no lo consigue
porque no es buen estudiante” y la persona que “no le gusta lo
que va a hacer como por ejemplo: médico o abogado, y no llega a
graduarse por mucho que estudie”. Creemos que esa comparación
es un hecho conocido y aceptado por la gran mayoría de las
personas.
En (11), el hablante expresa su opinión de que “los jefes
de Estado no quedan inmunes de acusaciones de crímenes contra
la humanidad”. Esta información codificada con el modo
subjuntivo no refuta el conocimiento del interlocutor, y se cree,
por lo tanto, ser aceptada por el oyente como información ya
conocida.
En (14) tenemos la transcripción de una conversación
entre dos informantes. Ambas reconocen la situación de los labios
de la informante (H2) y, por ese motivo, creemos que la misma
utiliza el modo subjuntivo para codificar la información proferida,
que no es nueva, de que “los labios están feos porque están
secos”.
De manera general verificamos la confirmación de la
compatibilidad del modo subjuntivo con el rasgo hipotético e
información conocida. Al contrario, con el indicativo, los datos se
refieren a hechos reales, vivenciados o concretizados en el tiempo
pasado o presente. En estos casos, encontramos la presencia del
rasgo factual y de información nueva en que los hablantes se
comprometen con el valor de verdad de las oraciones.
137
4.2. Quizá
Antes de iniciar este análisis, cabe decir que los datos
presentados para el adverbio quizá son las construcciones que
aparecen pospuestas al verbo. De acuerdo con autores como
Borrego et al. (1986) y Porto Dapena (1991), los adverbios de
duda o posibilidad como quizá, si van puestos detrás del verbo,
exigen obligatoriamente el modo indicativo.
Sin embargo, este estudio hace hincapié apenas en los
adverbios que van puestos antes del verbo. Seleccionamos para
este análisis un total de 448 datos a través del programa
Microconcord. Las frecuencias son presentadas en la tabla que
sigue:
138
Cabe decir que, además de la interferencia de las
modalidades epistémica y deóntica en la codificación de los
modos, la intención y evaluación del hablante con respecto a la
probabilidad de que se cumpla la acción también interfiere en la
elección del modo. La observación de algunas construcciones que
envuelven grados variados de conocimiento compartido de
mundo del hablante sobre el asunto codificado en la oración
revela las inferencias derivadas prágmaticamente.
Consideramos los ejemplos con indicativo:
17. “Cada cual tiene sus boleros como se tiene a sí mismo, y nadie es
intercambiable. La música amada no es solo una ondulación que se
desdobla en el aire: es también un tiempo pasado; es una escena, un
encuentro que viene otra vez. Es toda una época que insiste en
buscarnos; quizá es el tiempo viejo de la juventud, cuando uno creía que
la gente merecía el mundo”. (Estepona al día: Perú, 11/1998)
18. “Quizá algunos pueden pensar que un nuevo gobierno va a traer nuevos
recursos a la Universidad y yo creo que por el contrario, el nuevo
gobierno le va a pedir mucho a la Universidad, que no está acostumbrada
a que le pidan y que no ha trabajado.” (El País: Uruguay, 17/10/1998)
139
hablante a elegir una u otra forma en la codificación de sus
informaciones con el adverbio quizá.
Así, en el trecho (15) tanto el emisor como el receptor
están ciertos de que “dictadores como Kadaky y Castro mueren
antes de entregar el poder” y quizá indica un posible ejemplo de
que sobran pocos dictadores como Pinochet. El uso del indicativo
parece confirmar la expectativa del hablante de que su
interlocutor tenga algún conocimiento sobre el poder que ejercen
esos dictadores y esté de acuerdo con las ideas del emisor.
Utilizando una nomenclatura de Palmer (1986),
consideramos que la modalidad epistémica favorece el uso del
modo indicativo, ya que las evidencias captadas por los sentidos
permiten al informante elementos externos que le pueda
garantizar elementos reales de los hechos.
De la misma manera, observamos los ejemplos (16) y
(17), en que el hablante expresa su información a través de
evidencias. Las informaciones “el nombre Miguel Aceves Mejía
no significa nada a los lectores” y “la música amada es un tiempo
viejo de la juventud, cuando las personas creían que merecían el
mundo” expresan el manifiesto particular a respecto de como
capta la realidad. De todas las evidencias compartidas por el
hablante y oyente, el emisor decide enunciar una de las que juzga
proeminente – así analizamos los textos presentados.
Correa (2003), en un estudio contrastivo entre portugués
y español, trata la interfaz de la pragmática con otros módulos
gramaticales, poniendo de relieve la interferencia de las
modalidades propuestas por Palmer (1986) en que el modo
indicativo codifica las oraciones epistémicas y el modo
subjuntivo las deónticas.
El hecho de que el adverbio quizá seguido por el modo
indicativo parece revelarse como un indicador de evidencia de un
estado/evento puede ser señalado como algo concretizado o que
se concretizará. Entre los eventos analizados, el emisor elige uno,
juzgado por él como evidente.
Podríamos pensar tal vez en dos dimensiones de
pensamiento y de la experiencia del hablante, puesto que posee
dos recursos considerables para la incertidumbre: la duda, con el
140
subjuntivo y la presuposición de conocimiento compartido y de la
realización de determinado hecho.
La incertidumbre determina la no existencia del evento,
una vez que la duda motiva el uso del subjuntivo. Sin embargo, la
incertidumbre motivada por el indicativo permite que veamos el
evento como algo concretizado o que se concretizará desde
nuestro punto de vista, cuya presuposición del hablante
reproducida por el contexto desempeña papel fundamental en la
elección modal.
En esta perspectiva, ocurre el compromiso y la toma de
posición sobre la expectativa de que “algunas personas pueden
pensar que un nuevo gobierno va a traer nuevos recursos a la
Universidad” (en 18), o de que “la técnica de la acuarela es la que
más óleo utiliza”, en (19) donde el hablante toma la información
como hecho concebido, según su opinión particular y sus
evidencias.
Dando continuidad a nuestro análisis vamos a ver algunos
ejemplos que manifiestan trazos de incertidumbre implícitos a las
estrategias lingüísticas en destaque:
20. “Las últimas hipótesis, decía antes, de la policía, son, que quizá esté
fuera de España”. (Notitarde: Venezuela, 13/05/1999)
141
24. “Una experiencia curiosa ya mencionada fue la cruza de dos cereales
distintos. El triticale es un cereal resultado de la cruza de trigo y centeno,
rico en proteínas. Quizá señale tendencias repetibles en el futuro”. (La
Hora: Guatemala, 1998)
142
Modos verbales Datos
Uso del Indicativo 340
Uso del Subjuntivo 105
Total 445
Cuadro 3. Uso de los modos verbales: “tal vez”
Se nota además, que los usos del indicativo con el uso del
adverbio tal vez presenta un porcentaje más alto que el adverbio
quizá.
De la misma manera el adverbio tal vez también admite la
alternancia de los modos a fin de que el locutor pueda expresar su
conocimiento de mundo, su juzgamiento a respecto de los
acontecimientos y codificar las sentencias a través de estas
elecciones modales. Tal hecho produce oraciones de estructuras
sintácticas diferentes, segundo el estatuto factivo o hipotético de
lo que dice el hablante.
Consideramos los ejemplos que siguen con la elección
modal indicativa:
26. “Tal vez el rock es la más elástica de las corrientes musicales, pues no
sólo es capaz de amalgamar expresiones muy distintas, sino que cada
nueva tecnología le proporciona una dimensión diferente en el manejo
del espacio y el tiempo”. (El Univsersal: México, 1998)
27. “Tengo la cara agria, por eso tal vez dicen que soy un dictador”.
(Clarín: Argentina, 24/12/1998)
143
control artificial e irreal de la tasa de cambio. (El Telégrafo: Ecuador,
1998)
29. “Concluyen que tal vez la Naturaleza ignoró a la isla y pasó de largo,
pues no tienen una obra lo suficientemente importante para denotar su
existencia”.(El Diario de Tampico: México, 1998)
144
En (28), el hablante expresa que “el fracaso de la
economía de algunos países se debe al control artificial de la tasa
de cambio” con que se trata la situación financiera de algunos
países latinoamericanos. Ya en (29) el hecho de “la naturaleza de
haber ignorado la isla” se debe a la constatación de que no hubo
ninguna obra de la naturaleza en la dicha isla.
Con el modo indicativo se codifica una información sobre
las cuales hay evidencias reales, ya que estos hechos pudieron ser
acompañados por las personas. Enunciados como pasado, hay
argumentos concretos a respecto del tema que puede confirmar su
veracidad.
En estas construcciones en que el indicativo codifica las
informaciones, el conocimiento de los informantes se codifica a
través de la modalidad epistémica, modalidad del plausible. Por
otro lado, si las oraciones expresas con desinencias del
subjuntivo, el hablante codifica sus informaciones por medio de
la modalidad deóntica, o sea del facultativo, una suposición que
no se cumple por la incertidumbre de que lo que está sendo dicho
es verdadero o no.
Consideramos ahora, entonces, algunas oraciones con
subjuntivo:
30. “Quizás hayas oído que he estado muy enfermo. Mi pobre corazón.
Talvez, en breve pueda ir a Buenos Aires, luego de un año de ausencia”.
(Clarín: Argentina, 24/10/1998)
31. “Luego, tal vez haga una serie de TV sobre la Segunda Guerra Mundial
con Tom Hanks”. (La República: Perú, 08/1998)
32. “Buenos Aires tal vez asista, hoy por la tarde, al puntapié inicial de un
debate histórico”. (La Nación: Argentina, 09/05/1998)
33. “Tal vez el año próximo suceda todo lo contrario, porque así son las
cosas en esta América del Sur”.(Brecha: Uruguay, 1999)
34. "Y... Tal vez me equivoque y vaya al banco local”. (Clarín: Argentina,
16/10/1998)
145
modalidad deóntica, o sea, al acto de desear visitar Buenos Aires,
que podrá realizarse en futuro breve.
En la frase (31) el evento “hacer una serie de TV” es
incierto para el hablante, pero él expresa su voluntad de que hacer
una serie de TV sobre la Segunda Guerra Mundial con el actor
Tom Hanks, pero no se puede afirmar con exactitud sobre la
realización del evento.
Así como en las otras oraciones, “asistir hoy por la tarde
al puntapié inicial de un debate histórico”, en (32), “suceder todo
lo contrario el próximo año”, en (33) y “equivocarse y ir al
banco”, en (34), revelan proyecciones futuras de los hechos
mencionados y por eso se usa el subjuntivo.
Cabe resaltar que bajo el rasgo de futuridad se encuentran
los índices más elevados de aplicación de modo subjuntivo con el
adverbio tal vez. La localización de la futuridad está más presente
con el ítem lexical dispuesto en la estructura lingüística que el
adverbio quizá.
Antes de concluir este análisis, veamos el ejemplo que
sigue contrastando ambas modalidades en un mismo contexto:
146
Cabe resaltar que las inferencias realizadas con respecto a
las cláusulas analizadas en este estudio son tomadas mediante
nuestro análisis con relación a las suposiciones propuestas, y por
este hecho, las mismas pueden ser interpretadas prágmaticamente
de manera distinta por otras personas, ya que los procesos de
cognición del hablante no están disponibles al investigador.
5. CONSIDERACIONES FINALES
Este estudio trata de presentar un análisis modal de la
concesiva aunque y de los adverbios de duda quizá y tal vez con
el objetivo de ofrecer una propuesta de análisis del contexto
pragmático de la intención comunicativa de los usos del
indicativo y subjuntivo con oraciones reales.
Las oraciones verificadas con la ayuda del corpus
expresan que la actitud y la evaluación del hablante delante del
contenido proposicional son factores de elección de los modos.
Estamos de acuerdo con Lunn (1995) de que el sistema de
modo es un dispositivo a través del cual el hablante puede evaluar
el valor de la información de las oraciones y tomar una posición
evaluativa con respecto a las mismas.
Constatamos con el análisis que el rasgo de la futuridad es
contexto favorable a la modalidad irrealis y al uso del subjuntivo,
así como la modalidad deóntica induce la modalidad irrealis.
Los resultados verificados intentan presentar algunas
características relacionadas a las suposiciones establecidas para la
realización de este estudio.
Para el ítem analizado aunque, verificamos que el mismo
puede codificar diferentes estados/eventos sean factuales o
hipotéticos por medio de las desinencias modales.
De acuerdo con los resultados, constatamos que el
conocimiento de la información por el interlocutor, y la
factualidad del evento garantizan el favorecimiento del modo
indicativo. Por otro lado, el carácter hipotético de la modalidad
irrealis y la característica de la información nueva garantizan la
presencia del modo subjuntivo. La experiencia del hablante es el
determinante de los trazos factual y hipotético y, por lo tanto,
depende de él la elección del modo en la codificación de sus
informaciones.
147
De las cláusulas independientes en que analizamos los
ítems quizá y tal vez, la utilización del modo indicativo remite al
hecho de que los hablantes tratan de eventos factuales. La
presencia del rasgo futuridad es un factor favorable a la retención
del modo subjuntivo con estos adverbios.
Verificamos con los resultados como el componente
pragmático interviene en las cláusulas en decorrencia de la
alternancia de los modos indicativo y subjuntivo en que la actitud
del hablante y su compromiso con la veracidad de los hechos es
tomada como factor principal en la elección del modo.
La serie de relaciones que el hablante establece entre el
contenido proposicional y lo que lo rodea, como el propio
hablante, con el oyente, con la realidad representada y con el
código lingüístico utilizado, expresa el factor pragmático presente
en los contextos de uso de las construcciones analizadas. En ese
contexto, preferimos entender el modo, por lo tanto, como parte
de un proceso de significación, proceso totalmente flexible, en
otras palabras, “lo que el hablante quiere decir” (BELL, 1990,
p. 104).
REFERENCIAS
148
FLAMENCO GARCÍA, Luis (1999). Las construcciones concesivas y
adversativas. En: BOSQUE, Ignacio; DEMONTE, Violeta (eds.).
Gramática Descriptiva de la Lengua Española. Madrid: Real Academia
Española/Espasa Calpe, p. 3805-3878.
149
Lazarillos del “Lazarillo de Tormes”
Maria Auxiliadora de Jesus FERREIRA
1
O signo lingüístico será abordado no próximo item.
151
A palavra é considerada um signo composto de duas
partes, e são muitos os conceitos atribuídos a essas partes. Os
gramáticos medievais as chamavam de forma e conceito;
Saussure as chamou de várias maneiras: imagem acústica e
conceito, significante e significado, e signo e idéia; Hjelmslev
por sua vez as chamou de expressão e conteúdo; John Lyon,
forma e significado; Ogden y Richards, símbolo e referência;
Ullman, nome e sentido, entre outros termos. Se de um lado
existe um sem número variado de termos para designar essas
duas partes do signo, assim também é na representação de suas
relações mútuas: fala-se de associação entre imagem acústica e
conceito; do significante como expressão do significado; do
pensamento que se fixa a uma idéia; do nome que simboliza o
sentido; do símbolo que se refere al referente por meio do
conceito.
Segundo alguns estudiosos os principais problemas
concernentes à semiótica vem antes mesmo de Platão e Santo
Agostinho. Somente no século XX com os trabalhos de
Ferdinand de Saussure e de C. S. Peirce é que a semiótica adquire
o status de ciência e autonomia.
Para muitos autores a semiótica nunca foi considerada
parte da lingüística. Para eles, isto se justifica partindo do
pensamento de que a semiótica teria se desenvolvido
exclusivamente graças ao trabalho de não-lingüistas,
particularmente na França, onde é considerada uma disciplina
importante, enquanto que no mundo de língua inglesa, não
desfruta de praticamente nenhum reconhecimento institucional.
Embora a língua seja considerada o caso paradigmático
de sistema de signos, grande parte da pesquisa semiótica se
concentrou na análise de domínios tão variados como a
propaganda, o cinema e os mitos. Sob influência do conceito
lingüístico central de estruturalismo (mais uma contribuição
saussuriana), muitos semioticistas tentaram interpretações
estruturalistas de um amplo leque de fenômenos. Filmes e ciclos
de mitos passam a ser encarados como textos que comunicam
significados tomados como derivações da interação ordenada de
elementos portadores de sentido, os signos, que estão eles
mesmos encaixados em um sistema estruturado, de maneira
152
parcialmente análoga aos elementos portadores de significado em
uma língua. Nos últimos anos os semioticistas se voltaram mais
para o estudo da cultura popular, por exemplo, tratamento
semiótico das novelas de televisão e da música popular.
Conceito
Imagem
acústica
2
Saussure comenta que nesse momento não cabe falar dos fonemas de que se
compõem as palavras.
153
as vinculações consagradas pela língua parecem conforme à
realidade. Essa definição suscita uma importante questão de
terminologia. Chama-se de signo a combinação do conceito e da
imagem acústica. No entanto, no uso corrente, o termo signo
designa tão somente a imagem acústica. Esquece-se, segundo ele,
que ao chamar a arbor signo, é somente porque ela exprime o
conceito “árvore”, de tal maneira que a idéia da parte sensorial
implica a do total. Essa ambigüidade desapareceria ao designar
as três noções por nomes que se relacionem entre si, ao mesmo
tempo em que se opõem. Saussure propõe usar o termo signo
para designar o total, e a substituir conceito e imagem acústica
respectivamente por significado e significante. 3
3
Não cabe neste trabalho tratar dos temas: arbitrariedade do signo lingüístico,
seu caráter linear, sua mutabilidade e imutabilidade. Aqui apenas se quis aclarar
a idéia do que é um signo lingüístico.
154
sistema dos significantes) equivale a entender a linguagem como
fenômeno social.
Em um outro momento, o lingüista chama a atenção para
a questão do interpretante. Ele irá remontar a Peirce que, de uma
forma que lembra o triângulo de Ogden y Richards, considerava
o signo como uma estrutura triádica que tinha na base o símbolo,
colocado em relação com um objeto a que representava. No
vértice do triângulo tem-se o interpretante, identificado por
muitos como o significado ou a referência.
155
se diria /este cachorro/ ou o símbolo seria acompanhado com um
índice gestual). O referente seria então, todos os cachorros que
existem (que existiram e que ainda existirão). O referente é, pois,
uma entidade abstrata, uma convenção cultural.
O interpretante pode assumir as seguintes formas:
157
conhecimento não-lingüístico do roquefort4 ou do camembert5
sem a assistência do código verbal.
Apontar simplesmente o objeto não fará com que as
pessoas entendam se queijo é o nome do espécime dado, de
qualquer caixa de camembert, de qualquer queijo, de qualquer
produto lácteo, e até mesmo de qualquer embalagem
independente do seu conteúdo. 6
Por fim, lembra o lingüista, (rememorando uma outra
afirmação de Peirce) “para o lingüista como para o usuário
comum das palavras, o significado de um signo lingüístico não é
mais que sua tradução por outro signo que lhe pode ser
substituído, especialmente um signo ‘no qual ele ache
desenvolvido de modo mais completo’”. O termo “solteiro” pode
ser traduzido por “homem não casado”, quando uma maior
clareza seja necessária para o melhor entendimento desta palavra.
E assim poderá ser feito com outros milhares de palavras de uma
língua.
Em tradução, um signo verbal pode ser interpretado de
três maneiras: ele pode ser traduzido em outros signos da mesma
língua, o que chamamos de Tradução intralingual (por exemplo,
traduzir do português do Brasil para o português de Portugal);
pode ser traduzido em outros signos em outra língua, a conhecida
Tradução interlingual (do português para o chinês, por exemplo);
em outro sistema de símbolos não-verbais, Tradução
Intersemiótica. (por exemplo, um romance ser adaptado para a
televisão). 7
4
Queijo de textura macia, produzido com leite de ovelha não-pasteurizado ao
qual é adicionado o mofo penicillium roqueforti.
5
Tipo de queijo originário da região da Normandia, produzido com leite cru de
vaca.
6
O exposto por Jakobson foi o que aconteceu durante a realização deste
trabalho. Sem o conhecimento não lingüístico dos dois tipos de queijo
mencionado nesta parte do trabalho, ficou difícil entender o raciocínio por ele
proposto. Foi necessário recorrer a outros signos para melhor entender as duas
palavras em questão. É possível que também ao leitor lhe ocorra o mesmo caso
ele também não tenha um conhecimento lingüístico de camembert e de
roquefort.
7
Não é objetivo deste trabalho falar detalhadamente do tema tradução e de todas
as suas implicações: tipos de tradução, problemas da tradução, equivalência,
fidelidade na tradução, etc. Aqui se quis somente abordar um tema importante
158
3. A TRADUÇÃO
159
perda sim, mas que também pode haver compensação e até lucro.
E em meio a tudo isso está o desvalorizado, o desprestigiado
tradutor.
Filósofos, lingüistas, teóricos à parte, o fato é que a
tradução é uma realidade, e mais, uma necessidade já que é
praticamente impossível que o ser humano domine todas as
línguas existentes no mundo.
160
eles, para o francês (La vie de Lazarillo de Tormès), inglês (The
life of Lazarillo de Tormes, ou ainda, The life of Lazarillo de
Tormes and his fortunes and adversities), holandês (Het leven van
Lazarillo de Tormes en zijn voorspoed en tegenslagen), alemão
(Das Leben des Lazarillo von Tormes, seine Freuden und Leiden)
e para o italiano (La vita di Lazarillo de Tormes).
Para a língua portuguesa constam, até o presente ano, de
oito traduções, conforme nos informa Mário M. González,
organizador de uma delas (2005). A primeira realizada por A. de
Faria Barreiros, publicada em Lisboa, em 1786, partindo de uma
versão incompleta da obra. Mais duas portuguesas: a de Lisboa,
1971, por Ricardo Alberty, e a de Barcelos, 1977, realizada por
Arsênio Mota, incluindo a continuação de Juan de Luna. Depois
destas ainda vieram as seguintes traduções: Paris, 1786, por José
da Fonseca, mas de difícil localização; Paris, 1838, por G. F.
Grandmaison y Brunoas Fonseca, realizada a partir da obra em
francês, na qual resumia num mesmo texto o Lazarillo de Tormes
de 1554 e a Segunda parte, escrita por Juan de Luna (1620); ainda
uma recriação livre da obra feita no Brasil por Antônio Lages, em
1939. As traduções mais recentes são as de Stella Leonardos (Rio
de Janeiro, 1984), a de Pedro Câncio da Silva (São Paulo, 1992).
Por fim, estas duas a serem analisadas mais detidamente na
dissertação de mestrado mencionada na introdução deste artigo:
Alex Cojorian, Brasília, 2002 e a realizada em conjunto por
Heloísa Costa Milton e Antonio R. Esteves.
Proibido pelo estado espanhol e catalogado pela
inquisição dentro do índice do Purgatório por nele estar presente
um alto teor de crítica social dos costumes e malandragens do
baixo clero, de uma sátira agudíssima dos privilégios e hipocrisias
da época, só por volta do ano de 1573 teria a sua publicação sido
autorizada, mas com a omissão dos capítulos quatro e cinco, bem
como de alguns parágrafos censurados pela Santa Inquisição. Do
que se faz constar nos livros de historia da literatura espanhola,
foi somente no século XIX que os espanhóis passaram a conhecer
a obra completa.
Até hoje não se sabe a data exata em que este livro foi
escrito e seu verdadeiro autor. Muitos nomes já foram cogitados,
entre eles, o do monge Juan de Ortega, o do escritor dramático
161
Sebastián de Orozco e o nome do humanista Diego Hurtado de
Mendoza. Narrado em primeira pessoa, o que atribui à obra um
caráter autobiográfico, e faz com que algumas pessoas
erradamente atribuam ao próprio Lázaro a autoria do texto, não
fazendo a devida distinção entre a verdadeira pessoa que escreveu
o romance com o personagem de ficção que a conta.
O romance narra de maneira divertida e por vezes
comovente as aventuras e desventuras do garoto Lázaro
(Lazarillo é seu diminutivo) de Tormes (por ter nascido às
margens do rio que leva este mesmo nome, em Salamanca) e sua
difícil luta pela sobrevivência. O mesmo está composto de um
prólogo e de mais sete tratados, onde cada tratado retrata a vida
pobre de Lázaro e da sua convivência (nem sempre amigável)
com seus muitos amos.
O tema picaresco (notadamente nas personagens do cego
e de Lázaro), a mesquinhez e a avareza (visíveis nos atos e
atitudes do clero), a falsa religiosidade e a corrupção do clero
(pode ser visto claramente nas personagens do buleiro e do
aguazil que o acompanhava), a falsa aparência, a orfandade (outro
tema que recai em Lázaro, pois ele vive sua infância sem pai e
logo é entregue por sua mãe a um amo para que cuidasse dele), o
tema do vagabundo (recaindo outra vez sobre Lázaro e o cego,
que ensina àquele que mendigar e vagabundear são formas
magníficas de ganhar a vida) e, sobretudo, a fome (tudo gira em
torno da fome, todo o problema da novela ocorre por causa da
fome de Lázaro), por ser este um dos temas mais importante do
romance e o motivo que faz com que o protagonista tenha muitos
amos, são alguns dos temas representados pelos personagens do
romance, entre eles, um cego miserável, alguns sacerdotes nada
exemplares, um falso buleiro8 e um escudeiro pobre.
8
Em português significa antigo empregado eclesiástico que distribuía a
bula da cruzada.
162
desse país. Nesse período, a novela alcançaria o seu mais alto
nível de universalidade com Don Quixote de Miguel de
Cervantes e com outros gêneros, entre eles, La vida de Lazarillo
de Tormes y de sus fortunas y adversidade. A esta é atribuída a
origem de um novo gênero literário: o picaresco. As principais
características deste gênero são:
163
Lázaro), e a descrição dessa tarefa é uma das partes mais
marcantes do livro. Assim como outros personagens literários que
saíram dos livros e perderam a letra maiúscula para entrar nos
dicionários de nomes comuns, Lazarillo, narrador de La vida de
Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, deixou seu
nome de batismo para fazer parte dos dicionários lingüísticos e
designar ao guia de cego e por extensão a toda pessoa ou animal
que guia ou acompanha a outra que necessita de ajuda.
O dicionário da Real Academia Espanhola traz para este
vocábulo as seguintes acepções: do diminutivo de Lázaro,
protagonista do romance Lazarillo de Tormes, que quando
adolescente servia de guia a um cego; 1. garoto que guia e
conduz um cego; 2. pessoa ou animal que acompanha outra que
necessita de ajuda. Outro dicionário, também de língua
espanhola, o Señas, apresenta para o mesmo termo a seguinte
definição: pessoa que acompanha a outra para oferecer-lhe
ajuda.
164
tempo em que valorizará também a difícil tarefa por ele realizada,
a de traduzir. Afinal, como ter acesso ao que é escrito em outros
países, em outras culturas se não for através da tradução? Aí se
justifica a importância e o valor do(s) tradutor(es), do lazarillo, do
guia de “cegos” que somos nós, leitores, que não conseguimos ler
um texto escrito em um língua que não dominamos ou não
conhecemos. É necessário esclarecer que não se pretende com a
utilização desta expressão restringir o papel do tradutor (ele não é
apenas e tão somente um guia de cegos, mas em determinado
momento ele se assume tal papel), mesmo porque as outras
expressões citadas neste parágrafo já o fazem, e mais ainda,
colocam o tradutor e sua atividade como uma das mais
desvalorizadas e desprestigiadas.
É importante mencionar que o termo lazarillo, assim
usado no diminutivo, aparece apenas uma vez na obra em estudo
(o que faz disso algo muito curioso, visto que esta palavra se
tornou um vocábulo muito conhecido, tendo sido inclusive
dicionarizado, como já foi dito), conforme trecho citado abaixo.
O chama assim o cego, quando morde o nabo, acreditando que era
na verdade uma lingüiça. Nesse momento (de raiva, de ira) a
palavra parece assumir um valor depreciativo. Diz Lázaro:
165
4.4. El traductor lazarillo X El lazarillo traductor
Vimos anteriormente o que seria um traductor lazarillo,
àquele que, a partir da sua tradução do texto, guia o leitor em seu
processo de compreensão do mesmo, (tornando-o mais claro aos
seus olhos) antes escrito em uma língua desconhecida por ele (o
leitor), ou da qual ele dispõe de poucos conhecimentos. Vimos
também que essa idéia do traductor lazarillo surgiu a partir do
valor semântica do termo lazarillo, sendo então tal termo
associado à figura do tradutor. Foi visto também nos parágrafos
anteriores que o personagem Lázaro era um autêntico pícaro, o
que significa dizer, um sujeito astuto, engenhoso, impudico por
assim dizer, e por vezes desonroso e de pouca vergonha, por
razões das mais diversas. Este seria então o perfil de um lazarillo
traductor, muito diferente daquele que serve como guia de cegos,
el traductor lazarillo.
Do primeiro deles (el lazarillo traductor) poder-se-ia dizer
que teria um pouco o perfil do tradutor cleptomaníaco do
surpreendente conto de Deszö Kosztolányi (sem querer aqui fazer
uma análise mais profunda do personagem), um sujeito que
surrupiava tudo que estava ao alcance de seus olhos, ou melhor,
de suas mãos. Assim foi demonstrado quando ele fez a tradução
para o húngaro do romance inglês “O misterioso castelo do conde
Vitsislav”, como se vê a seguir num trecho da obra:
166
e para a decepção da pessoa que lhe encomendara a
tradução do texto. (SZABO, 1996, p. 9)
167
explicações dadas por estes dois tradutores, bem como do
organizador, editor do texto em espanhol, das notas e dos estudos
críticos feitos por Mário M. González sobre as várias opções e
critérios adotados quando da tradução da obra. Em resumo, uma
tradução mais próxima ao do século XVI e outra atualizadora,
mais próxima ao leitor atual.
Diante do exposto no parágrafo anterior, fica a
curiosidade de ver na prática se todos esses critérios foram
realmente adotados e se estão presentes nas respectivas traduções,
e de que maneira as obras traduzidas se apresentam, já que suas
propostas são de certa forma um pouco diferente entre si. Será
que na prática isso realmente ocorre? Infelizmente, neste artigo,
não será possível apresentar dados dessa análise, tendo sido antes
preferível trazer conhecimentos fundamentais para o
entendimento de todo um processo lingüístico, que inclui aí a
tradução de textos, quer seja ele cientifico ou literário.
5. CONSIDERAÇÕES FINAIS
Buscou-se, com a realização deste artigo, mostrar a
importância da lingüística e de outras ciências a ela interligadas
aos estudos de tradução. Ao longo desta pesquisa tentou-se
também, através de uma seqüência que objetivava facilitar o
melhor entendimento dos temas aqui propostos (lingüística →
signo lingüístico → tradução) mostrar ao leitor deste estudo
alguns dos resultados positivos obtidos através de pesquisas
realizadas no campo da lingüística, e que serviram para esclarecer
muitos questionamentos inclusive na áreas dos estudos
tradutológicos.
Buscou-se ainda, nos capítulos destinados ao estudo da
semiótica, mostrar o peso e o valor cultural que têm as palavras, a
força do signo lingüístico e de onde tudo isso advém. No caso
específico do tradutor de textos, a dificuldade em se traduzir para
uma outra língua, para uma outra cultura, uma palavra, um signo
lingüístico carregado de significação, e fazer com que a palavra
traduzida tenha, de certo modo, o mesmo valor significativo na
língua de chegada, ainda que seja através da busca de
equivalentes.
168
Assim como os demais trabalhos já realizados neste
campo (no campo da lingüística, dos estudos em tradução), o
presente também não se esgota e nem teria tal pretensão. Quanto
mais pesquisamos, quanto mais estudamos, mais temos a fazê-lo.
REFERÊNCIAS
169
PAES, José Paulo (1990). Tradução: a ponte necessária. Aspectos e
problemas da arte de traduzir. São Paulo: Ática.
Fontes
A vida de Lazarilho de Tormes e de suas fortunas e adversidades.
Anônimo. Edição bilíngüe. Tradução Alex Cojorian. Brasília: Circulo de
Estudos Clássicos, 2003.
170
Aspectos fonéticos en el contexto formal de
aprendizaje: un estudio de caso
1. INTRODUCCIÓN
Aun siendo el español y el portugués lenguas muy
semejantes, incluso con alta cantidad de léxico compartido, no es
cierto que los brasileños, al empezar el estudio de esa lengua, ya
estén “casi hablando”, para utilizar la expresión de Almeida Filho
(2001). La semejanza en el nivel léxico podrá ser una ventaja, sin
embargo, en otros elementos del sistema de la lengua meta (o de
arribo), como el sintáctico y el fonológico, aparecen problemas
que muchas veces siguen ocurriendo hasta por quienes la
estudian ya en los niveles intermedio/intermedio alto, como es el
caso de la alumna que formó parte de esa investigación. A
seguir, haré una breve exposición teórica respecto al sistema
fonológico y fonético2 de las dos lenguas y, a continuación, el
análisis de las producciones orales de la alumna.
2. MARCO TEÓRICO
Cuando se está investigando un contexto de aprendizaje
de lengua extranjera, como es el caso, hay que tener en cuenta el
tiempo de exposición del alumno a dicha lengua en salón de
clase, su representación sobre la lengua, por qué está
estudiándola, si tiene contacto con hablantes nativos en situación
natural o recibe input auditivo de otra naturaleza, como
materiales auditivos, películas y acceso a radios y músicas, por
ejemplo. En lo que se refiere a estudiantes brasileños
pertenecientes a la región investigada (sur de Brasil), es posible
el fácil acceso a todos estos recursos, principalmente gracias a
la posibilidad de contacto con la variedad del español rioplatense,
1
Professora de Espanhol da Universidade Federal do Pampa-UNIPAMPA
(campus Bagé) e doutora em Lingüística Aplicada pela UCPel (Pelotas-RS).
2
Las transcripciones fonéticas están basadas en el Alfabeto Fonético
Internacioanal (IPA – Internacional Phonetics Alphabetic).
171
por lo tanto, aquí la representaremos en el cuadro comparativo de
las dos lenguas en sus contextos de uso, o sea, el español
rioplatense y el portugués de la región sur de Brasil:
3
El concepto de alofonía puede ser entendido de la siguiente forma: “dos
sonidos son derivados de la misma unidad en el sistema fonológico, o sea, del
mismo fonema” (HERNANDORENA, 2001, p. 16), sin embargo, la variación
de esos sonidos no les posibilita la distinción de significado.
172
Cuadro del portugués de la región sur de Brasil
OBS: En portugués hay también las vocales nasalizadas, como por ejemplo en
“cama” [kãma], lo que no ocurre en la mayoría de los dialectos del español.
Además, puede haber la semivocalización de la lateral /l/, como en el ejemplo:
a[w]ma (y otras etapas intermedias entre los dos sonidos), tampoco admitido en
173
español. Otro ejemplo sería la elevación de las vocales medias, como en los
ejemplos: vot[u] y tard[i], no aceptados en la lengua de arribo. Sin embargo,
Coll & Masello (2002) mencionan la existencia del fenónemo vocálico de
elevación de las vocales medias [e] y [o] en [i] y [u] respectivamente, en el
español del Rio de la Plata, como también ocurre en Portugués, sin embargo,
informan la estigmatización social de dichos fenómenos.
3. MARCO METODOLÓGICO
Esta investigación se dio en una universidad del
interior de Rio Grande do Sul, estado de la federación brasileña
ubicado al norte de Uruguay y al oeste de Argentina. Se optó
por el estudio de caso de una alumna universitaria de la carrera
de Letras, estudiante del sexto semestre (al total son ocho), que
tiene cuatro horas de clase de Español semanales, en el periodo
nocturno. Esta alumna tiene 38 años y trabaja en el área
financiera por el periodo diurno, además, está casada y tiene
una hija de 1 año y 8 meses, lo que resulta en poco tiempo para
recibimiento de input en español fuera del salón de clase.
Se hizo una grabación en audio el día 30 de junio de
2004, por lo tanto, es relevante la situación de monitoreo en que
la alumna se encontraba por la presencia de un elemento externo
(el grabador) y porque tenía la información que sería evaluada
en aquella situación, como parte de una suma de criterios
evaluativos exigidos por la asignatura de Lengua Española VI.
Primero le fue dado un texto con 166 palabras para
lectura en voz alta e inmediatamente se hicieron diez
preguntas relacionadas a temas educativos generales.
174
4. ANÁLISIS DE DATOS
4.1. Producción oral a partir de lectura
175
vocal como se hace en portugués en la lengua hablada con la
misma palabra, resultando en algo como cidad[i]. Así podemos
decir que hay una indecisión por parte de la alumna entre lo que
sería efectivamente extranjero y lo que no lo sería.
176
vocal alta anterior [i] (convertida en su alófono glide [j] por su
posición pre-nuclear) en casos en que no se la utiliza,
proporcionando la aparición de un diptongo, que, a los ojos del
alumno extranjero, le “suena” más próximo a lo producido en la
lengua meta, aunque la palabra sea, en la práctica, idéntica a la
lengua materna (convênio)4. En las situaciones siguientes lo que
pasa es que la nasal es pronunciada como bilabial y no
como dental, produciendo un sonido más semejante con el de
su propia lengua, además de la elevación de la vocal media, ya
tratada anteriormente.
Para terminar el análisis de la lectura es importante
mencionar que algunos de los fenómenos encontrados se
mantienen en situaciones semejantes y otros no, lo que configura
la descontinuidad de la producción, demostrando que la alumna
no desconoce los matices de la lengua de arribo, sino que su
lengua materna se manifiesta en algunas situaciones de forma
muy presente, como por ejemplo al leer “capital”, produjo
capita[…] y al leer “otro”, dijo otr[u], o sea, en vocablos muy
semejantes a su lengua, el monitoreo respecto a la distinción de
lo que le parecería ajeno, ya no lo es, proporcionando la
aparición de fenómenos propios de la LM.
Z]o me [¥
OUTPUT FONÉTICO: [dZ ¥]amo Luisa5
4
Cabe agregar que este fenómeno es recurrente a lo largo de la lectura,
como en los ejemplos: dese[j]o, c[j]entro, d[j]ebe.
5
El nombre de la alumna fue obviamente cambiado para preservar su identidad.
177
oportunidad de habla espontánea, aparecieron otros sonidos
que en algún momento del aprendizaje formal o contacto
indirecto con la lengua (canciones o telenovelas principalmente)
predominaban esas realizaciones, o sea, al dejar de lado el
monitoreo de lo aprendido, surgieron otras opciones,
caracterizando el hecho de que no hay una homogeneidad o
estabilización cuanto a la realización de los dos grafemas en su
producción (“y” y “ll”, lo que genera inseguridad en el habla de la
alumna).
178
Z]oría de los adolescentes
OUTPUT FONÉTICO: ...la ma[Z
tienen tudo...
Z]amás...
OUTPUT FONÉTICO: la teoría que es dada [Z
[x]amás...será colocada en práctica...
5. CONSIDERACIONES FINALES
En este artículo se buscó comprender las realizaciones
“atípicas” o “curiosas” de la producción oral en lengua
extranjera en situación de lectura y de habla espontánea de una
alumna en la carrera de formación docente en Lengua
Extranjera-Español y Lengua Materna-Portugués. Se nota que
en contextos semejantes no se produjeron las mismas
equivocaciones, o sea, la instabilidad es una fuerte característica
en el caso investigado. Esa instabilidad puede ser entendida
179
de forma positiva, pues no es que la alumna no conozca las
particularidades de la lengua meta, sino que hay situaciones en
que o el miedo que el vocablo pronunciado sea muy
semejante a su propia lengua o la atención más al contenido
que a la forma sean capaces de desordenar lo que está más o
menos estabilizado en la lengua extranjera, proceso
absolutamente natural si entendimos el aprendizaje como
construcción.
Como sugerencia a las carreras de formación docente,
se puede decir que hay necesidad de conocimiento más
detallado de las variaciones dialectales en el ámbito fonético
(así como otros tipos de variaciones) por parte de los alumnos,
para que al realizarlas puedan elegir lo que es más adecuado al
contexto y lo que no lo es, manteniendo las mismas opciones
fonéticas para contextos semejantes, garantizando mayor
estabilidad en su habla.
REFERÊNCIAS
180
“Sora, a senhora é brasileira?”:
o “nativo” na Lingüística Aplicada
Valesca Brasil IRALA1
1
Professora de Espanhol da Universidade Federal do Pampa-UNIPAMPA
(campus Bagé) e doutora em Lingüística Aplicada pela UCPel (Pelotas-RS).
181
Atualmente o Ministério da Educação registra mais de
300 cursos superiores de licenciatura com oferta da língua
espanhola como habilitação no curso de Letras, principalmente
nas regiões sul e sudeste. Entretanto, frente à criação da “nova”
demanda de professores, volta-se a falar em “formação acelerada
de professores de espanhol” e “oportuna” flexibilização nos
“trâmites legais para que pudessem chegar professores de
espanhol bem formados e devidamente qualificados” oriundos dos
programas de formação de professores de espanhol realizados na
Espanha (MORENO FERNÁNDEZ, 2005, p. 33 [grifos meus]).
As propostas contidas no parágrafo anterior foram
apresentadas por Moreno Fernández no artigo “El español en
Brasil”, em um livro lançado em setembro de 2005, organizado
por João Sedycias, denominado “O ensino do espanhol no Brasil:
passado, presente, futuro”, contendo, além desse artigo,
contribuições de inúmeros pesquisadores da área de Lingüística
Aplicada vinculados ao ensino de espanhol das diversas
universidades brasileiras, os quais buscam mostrar como principal
agenda, apesar das pesquisas de diferentes naturezas, que o
espanhol “tem” status de língua estrangeira e, portanto, merece
ser estudado.
Parece curioso que depois de aproximadamente 10 anos
do primeiro boom no ensino de espanhol, ainda seja necessário
retomar tal questão, principalmente quando são recorrentes na
mídia internacional e na internet, proposições que sustentam o
espanhol como língua de “bonança, auge e prestígio” no Brasil
(MORENO FERNÁNDEZ, 2005, p.18).
Tais questões passam a ganhar espaço no campo
acadêmico, com especial atenção às pesquisas realizadas no
âmbito da produção escrita, principalmente retiradas de materiais
veiculados na mídia (seja impressa, seja virtual), como os
trabalhos de Arias (2003), Bugel (2002), Del Valle (2004, 2005a,
2005b), Irala (2004). Entretanto, como professora de espanhol no
ensino fundamental e no ensino superior, tenho me deparado em
conversas informais com alunos e colegas que há, em torno do
ensino de espanhol, alguns pontos de fricção relevantes a
respeito da temática de amplo alcance que é a política de ensino
de línguas no Brasil.
182
Um desses pontos diz respeito à “origem” do professor.
Quando ouço seguidamente dos alunos, principalmente os de
ensino fundamental de escola pública, a proposição “Sora, a
senhora é brasileira?” me licencio a relacionar tal questão ao
fato de haver, perante o senso comum, a idéia de que para
ensinar bem uma língua é preciso tê-la “herdado” desde o
nascimento, ou seja, considerá-la como “língua materna”. Falar
em língua materna é abrir caminho para tratar de uma temática
bastante recorrente nos últimos tempos no meio acadêmico:
identidade.
183
ensino de línguas no Brasil e mais ainda, como um movimento
desencadeante de inúmeras práticas ocorridas em sala de aula que
normalmente são desconsideradas em pesquisas tradicionais sobre
aquisição de língua estrangeira/segunda língua.
Outro exemplo, retirado de uma conversa informal com
uma ex-colega de mestrado, também me permite estabelecer a
relação com a temática mais ampla a respeito da política de
ensino de espanhol, conforme relatei anteriormente. Nessa
conversa, minha colega, professora de espanhol em um centro
universitário do interior do Rio Grande do Sul, comentou que
tinha muitas colegas “cucarachas”, designação usada em tom
depreciativo. Segundo ela, tal designação é utilizada para referir-
se às professoras de espanhol oriundas de algum país de fala
espanhola (na região em questão, normalmente uruguaias,
argentinas ou chilenas) que, com formação em áreas afins à
educação ou áreas totalmente distintas, vieram para o Brasil para
dar aula de espanhol apoiando-se no rótulo de “nativas”.
Novamente vem à baila uma questão identitária: o que é
ser “falante nativo” de uma língua e ao mesmo tempo lidar com a
“estrangeiridade” de ser um imigrante, como é o caso dessas
professoras? Estar sujeito a designações como “cucaracha”,
“castelhana”, etc.? Movimentar-se como referência naturalizada
do objeto complexo que é a própria língua e exercitá-la
deslocadamente de seu espaço físico e temporal, em um país onde
sua inclusão como língua estrangeira tem-se orientado em várias
direções e sob a luz de diferentes planos de ação política?
Diante da explanação que fiz até o momento, permito-me
afirmar que no plano das relações sociais cotidianas, vivenciadas
tanto fora como dentro do ambiente institucional de ensino de
espanhol, seja na educação básica como no ensino universitário, é
possível que se encontrem pontos de impasse a respeito das
questões acima mencionadas, como por exemplo, a legitimidade
de “ser real conhecedor” de uma língua que, de certa forma, de
maneira contraditória, tem ocupado historicamente uma posição
de ser familiar ao brasileiro, portanto, permitindo a “ilusão de
competência espontânea” (sobre esse assunto, cf. CELADA,
2002).
184
Saber, conhecer, falar, dominar... fazem parte dos
diferentes repertórios que se constituem quando se trata de
uma língua estrangeira e, no caso do espanhol, a contradição
explode quando, mesmo que se considere uma “língua fácil”,
ao ser propalado o seu ensino, surge no ideário popular,
alimentado pelas propagandas de cursos privados e/ou
professores particulares2, o rótulo “nativo” para qualificar
aquele que “merece” ensinar uma língua.
O “nativo” como entidade conceitual se veicula no meio
acadêmico ao escopo da Lingüística Aplicada, embora, como já
afirmei anteriormente, essa questão, pelo menos no Brasil, ocupa
um espaço velado e bastante reduzido em termos teóricos,
contrastando com a enorme inserção que apresenta em termos de
cursos de idiomas e imaginários de alunos e professores de
línguas.
2
Surpreendeu-me, recentemente, em uma livraria de Porto Alegre
especializada em livros para o ensino de línguas estrangeiras, dezenas de
cartões de visita afixados no mural do estabelecimento, os quais, abaixo dos
nomes dos professores de espanhol, indicavam “professor/a nativo/a”.
185
“maternas” ou “estrangeiras” e as possibilidades de eliminar
“erros”, “equívocos”, “ruídos”...
Os rótulos de língua materna e língua estrangeira em
diferentes instâncias, inclinam-se a dar espaço ao que SCHERER
(2005) pontua como um “processo de valorização/desvalorização”
ao qual estamos nos condenando. Ou seja, o ingresso no
território lingüístico alheio, em síntese, está destinado a ser
incompleto. Esse movimento de incompletude produzido em
evidência quando emerge a questão da língua estrangeira, está
presente (porém ofuscado) no processo de subjetivação da língua
materna3. Assim, a língua que se cristalizou chamar de materna,
ganha ares de completude, enquanto na ação linguajeira dos
sujeitos que a adotam, apresente-se tão incompleta quanto a
estrangeira quando a parametralizamos pelo viés político-
ideológico como é concebida normalmente.
Esse viés político encontra respaldo para que se
classifique quem é “autorizado” a falar sobre a língua (e claro,
produzir instrumentos lingüísticos sobre ela). Tal legitimação,
quando se trata de língua estrangeira, aparece categorizada em
dois níveis: “conhecimento local” e “conhecimento estrangeiro”
(RAJAGOPALAN, 2005; GIMENEZ & MATEUS, 2005). O
“conhecimento estrangeiro”, quando se trata de ensino de línguas
no Brasil, trata de reforçar pela língua a condição subalterna do
“conhecimento local” (leia-se: produzido pelas universidades
brasileiras). Embora aqui me centre no ensino de espanhol
(principalmente pela ação do Instituto Cervantes), vale a pena
mencionar o exemplo de Gimenez em relação ao ensino de inglês
no estado do Paraná.
Ao discorrer sobre o Programa Paraná ELT, desenvolvido
entre os anos de 2000 e 2002, Gimenez & Mateus (op.cit.)
apontam a existência de uma política de gestão ditada por órgãos
de financiamento internacionais, que impulsionaram o ensino da
língua inglesa nas organizações educacionais do estado do
3
Ao contrapor-se “estrangeira x materna” e elencar a língua materna como
situada no plano da totalidade, está se anulando o fato de que essa totalidade é
ilusória, através da estratégia do apagamento. Esse apagamento, conforme
situam Orlandi & Souza (1988, p. 31), “é parte da experiência da identidade,
parte constitutiva do processo de ‘subjetivação’ (identificação)”.
186
Paraná. Nesse programa, a chamada competência do “falante
nativo” foi traçada como meta a ser alcançada pelos professores
das escolas da rede pública. Ao ser traçada essa meta com foco
na “melhoria” da proficiência lingüística do professor, entra em
cena a ação do Conselho Britânico e das universidades
estrangeiras envolvidas, como forma de garantia de formação
“técnica de qualidade”, atuando em “parceria” com as instituições
superiores locais.
Rajagopalan (2005) fala em “trauma de ser professor
não-nativo”, alimentado, como se vê no exemplo anterior, pelo
“mercado” multimilionário que se transformou o ensino de
línguas estrangeiras, “meticulosamente monitorado” e
“manipulado zelosamente” pelo discurso que “empodera”
determinadas práticas no ensino de uma língua ou mesmo se essa
língua “deva” ou não ser ensinada.
Direcionamentos políticos atrelados à língua mostram-se,
ao longo da história, como ações conflitivas que se manifestam no
plano identitário. Por exemplo, hoje não são raras as pesquisas
nessa área da linguagem com relação aos indígenas do altiplano
andino ou às regiões bascas ou catalãs na Espanha.
Hoje há uma grande abertura para a intersecção entre
língua e identidade e esse fato joga um papel crucial para o ensino
da língua estrangeira. Abre-se espaço para que reconheçamos a
subjetividade que está implicada no processo de aprendizagem e,
a partir daí, ressignificarmos nossos conceitos de “bom” aprendiz
e, por conseqüência, revermos quais valores estão imbricados
entre o que é ou não pertinente quando se está enunciando em
uma determinada língua e o que significa esse ideário em busca
da “perfeição” imaginada do “nativo”.
Ao pisar neste terreno fértil da relação entre língua e
identidade podemos nos deparar com uma série de questões que
já há muitas décadas preocupam lingüistas aplicados e
professores de língua estrangeira, os quais acabam se situando
como defensores desses ou daqueles procedimentos, normalmente
amparados na crença da “intencionalidade” de cada ação e sua
conseqüente “reação” (na ilusão ou persuasão de que essa seja
positiva), especialmente em decorrência daquilo que conhecemos
como “intencionalidade pedagógica” a qual queremos nos
187
submeter e influenciar a que outros se submetam, como é o
caso do programa acima exemplificado, quando emergem
discursos que apontam como causa da falta de um ensino de
qualidade, a não-proficiência do professor, vinculando-a ao fato
de ele não ser “nativo”.
Se hoje no campo teórico há espaço para repensarmos
questões sobre as múltiplas concepções de ensino de línguas
estrangeiras, surgidas no amparo da “legitimidade” da Lingüística
Aplicada; é notável também que no próprio seio das salas de
aula já não se sustente a alienação em busca da apropriação
lingüística a caminho da perfeição, como outrora se reverenciou.
Não há, entretanto, como negar que os efeitos da possível
“apropriação” lingüística perfeita se tornam latentes quando
encontramos ainda hoje discursos que canalizam o ensino da
língua estrangeira em direção ao ideário do falante nativo.
MING (2003, p. 103) resume que aprender uma língua
estrangeira é “curvar-se ao outro” (grifos do autor). Podemos
diante dessa definição ponderar alguns aspectos, tais como:
como esse “deslocamento-em direção à diferença” (LECLERQ,
MORALES & SCHERER, 2003, p. 27) é entendido
intersubjetivamente pelo “aprendiz”, muitas vezes colocado ou
“auto-colocado” como aquele que “nada tem”? Como esse
“estranhamento de si” (REVUZ, 1998, p. 222) movimenta um
maior ou menor afastamento da língua materna? Como se
dimensiona o “próprio” e o “impróprio” na enunciação em língua
estrangeira, se aquilo que nos é “próprio” de repente toma o lugar
na “vilania” da impropriedade?
Nesse espaço subjetivo do aprender outras línguas, não há
como negar uma grande mobilização do senso comum (e de
algumas áreas legitimadas) para avaliar se estamos “aptos” ou
não, se nos “defendemos” como bilíngües, trilíngües,
multilíngües ou “pobres” monolíngües, se enganamos o “sotaque”
e escondemos a origem “imprópria” de onde o destino nos
colocou, etc. Todos esses elementos “avaliativos” vão
constituindo uma relação de herança valorativa sobre o “certo” e
o “errado”, não sem um conflito entre a “intenção” e a “não-
intenção” entre eles. Há, constantemente, um jogo de
aproximação/distanciamento entre o “possível” e o “feito”.
188
A relação entre o “possível” e o “feito” quando se fala
uma língua estrangeira põe em jogo a possibilidade de cada um
em “pegar a imagem emprestada do outro que o eu parece
deslocar-se” (FONSECA, 2002, p. 112) e nesse “estranhamento”
de si próprio (às vezes como uma ameaça à identidade), tornar-
se “eficiente” na língua estrangeira.
Aqui, a identidade não é entendida no sentido de oposição
entre um “eu” uno frente a um “outro” complexo e diferente de
mim. Identidade é sim vista com base na dispersão e mutação dos
sentidos, compreendida “sempre em movimento” (CORACINI,
2003, p. 15), imersa no dinamismo das transformações sociais,
temporais, históricas e culturais.
Assim, podemos deixar-nos penetrar pela língua
estrangeira e tornar o “feito” como próximo ao “possível” e em
outros momentos afastar-nos do “possível” e guiarmos o “feito”
em direção à língua materna. Essa instabilidade, essa “fissura”
sempre emergente, traz à tona a visibilidade do “estranhamento”,
do “desconforto”, em outras palavras, faz emergir o “erro”.
Esse “erro” ou “inadequação” é visto pelos observadores
externos muitas vezes como um indicativo de lacuna naquilo que
é produzido (“feito”) pelo falante e entendido pelo aprendiz em
ação como um indício de distanciamento entre o “feito” e o
“possível”, gerando muitas vezes uma grande frustração em
aprender línguas estrangeiras. Dessa forma, definir o que seria
ser “bem-sucedido” nesse jogo de aproximações e afastamentos
ganha uma outra dimensão: o “possível” desdobra-se em “os
possíveis” e a flexibilidade dessas possibilidades ultrapassa a
adequabilidade gramatical ou a possibilidade de “fazer
julgamentos parecidos ao do falante nativo” (GARCEZ,
SCHLATTER, SCARAMUCCI, 2004, p. 365).
Assim, a subjetividade imbricada no domínio de uma
língua merece ser entendida não como convergência na busca de
uma idealização lingüística inatingível, mas bem mais como
um “pôr” em cena deslocamentos bilaterais de ir e vir e
rascunhar-se identitariamente em múltiplas direções.
Dito isso, nota-se que no plano teórico há um
considerável deslocamento de sentido a respeito da complexidade
de ensino de línguas estrangeiras, quando se articulam
189
possibilidades de identificações “híbridas”, “não-categorizáveis”,
insubordinadas, entretanto, a matéria discursiva; penetrável
coletivamente parece ser a que exclui, a que classifica como
elementares, desajeitados, insuficientes, os dizeres enunciados
pelos “não legitimados” para tal, em busca de constante aceitação
ou o contrário, auto-exclusão de acesso aos “possíveis” na língua
que não nos é atribuída como materna.
Essa fricção que hora se manifesta, merece, no horizonte
teórico que também a produziu, situar o “emaranhado de fios de
onde são tecidos os vários sentidos” (DORNELES, 2003, p. 41)
advindos daquilo que nomeamos como sendo “falante nativo”.
190
e irresistível, produzida e sustentada no plano coletivo e
amparada na legitimidade institucional e política4.
Dessa dicotomização, ressoam outras atreladas a ela,
como “falante nativo” X “não-nativo”, professor “nativo” X
“não-nativo”, “nativo” X “estrangeiro”... Há, em torno disso,
espaços de tensão, há movimentos semânticos não-coincidentes e
ideologicamente despidos de similaridade, há pelo inconsciente
espaço para o deslocamento.
Ao fazer tais separações, o dinamismo e a conflitividade
dos processos identificatórios são postos em cena, não só
extrapolando implicações meramente situacionais, mas
principalmente se constituindo a partir daquilo que Pêcheux
(1997) chamou de “espaço de memória”.
Essa memória, determinada pelo interdiscurso, atua tanto
como “memória plena”, através de “elementos retomados do
passado e reatualizados”, partindo da estratégia da “repetição”;
quanto de uma “memória lacunar”, quando “vazios” e
“esquecimentos” são provocados, através da estratégia do
“apagamento” (cf. BRANDÃO, 2004, p. 101-102).
A instauração mais ou menos estável em um determinado
momento histórico do que está na ordem do repetível e do que
pertence ao lacunar, quando estamos tratando especificamente das
dicotomizações provocadas no plano lingüístico, submetem-se a
ações políticas que se valem de instrumentos que se legitimam
por intermédio dessas mesmas ações.
A ação política mais específica e situada a que me refiro
na atualidade é a Lei 11.161 de 5 de agosto de 2005, sancionada
pelo Presidente da República, dispondo sobre o ensino da língua
espanhola. Tal acontecimento abre espaço para a reatualização do
tópico “falta de professores suficientes” e, enfim, recriação de
umacerta cadeia parafrástica que se organiza da seguinte forma:
4
Institucional, por exemplo, quando nas próprias universidades se
compartimentam departamentos de língua estrangeira e política, quando
legalmente, pela Lei de Diretrizes e Bases da Educação Brasileira (Lei
9394/96), supõe-se que a língua materna “dos brasileiros” é a língua portuguesa
e é através dela que os conteúdos devem ser ministrados, com exceção das
comunidades indígenas, que poderão utilizar “suas línguas maternas” durante
o processo de aprendizagem.
191
“auxílio externo (principalmente espanhol) – formação de
professores – professor nativo – ‘real’ conhecedor da língua”.
A instauração do estatuto de “professor nativo”, presente
não só nas práticas discursivas oriundas do senso comum5, mas de
muitas pesquisas na área da aquisição de línguas estrangeiras
movimenta a existência ilusória de uma língua perfeita, sem
brecha para falhas, num exercício de verdadeira apologia em
favor de uma identidade imutável e fixa como a única sustentável
para o ensino “eficaz” de uma determinada língua, por meio da
tentativa de apagamento de outros sentidos, ignorando que o
próprio espaço de aprendizagem, a sala de aula, é instável e os
sujeitos ali situados se constituem identitariamente pela
linguagem, não de forma una e coerente, mas sim variando seus
posicionamentos discursivos e se constituindo como docentes
também pela apropriação de movimentos não-coincidentes no
tempo e no espaço físico.
Esses movimentos, ainda que dispersos, mergulham na
coletividade sobre o efeito de uma fundação. Orlandi (1993a) nos
dá a esse respeito o conceito de discurso fundador. Esse termo
está diretamente vinculado a questões históricas e podemos
deslocá-lo para a constituição das línguas se o entendemos como
uma série de movimentos que proporcionam a consolidação
(ainda que instantânea) de certas atitudes gerais que estabilizam
ou categorizam uma língua como “importante” ou não, “digna” de
estudo ou não, inclusive, que chegue a ser considerada como
"língua” ou não. Nesses movimentos, podemos dizer que não há
neutralidade, porque são constituídos de forças sociais e
ideológicas e de disposições individuais ou grupais contundentes
por essa consolidação.
5
Como o seguinte anúncio de emprego, retirado de um site da Internet, que
continha: “Empresa conceituada no ramo da educação e ensino de idiomas
contrata Professor de espanhol NATIVO, ou que tenha convivência no
exterior”. A palavra “nativo” se encontra em caixas altas no próprio anúncio,
construindo já aí um leque de interpretações possíveis do estatuto da palavra,
explicitada para produzir um efeito específico (o de que não se candidatem
outras pessoas além dos “nativos” ou “pseudo-nativos”), porém não sem a
possibilidade de ajustamentos, sem que seu sentido seja deslocado para
outras finalidades e outros desdobramentos (de ordem legal, política,
identitária, etc...).
192
Os discursos produzidos sobre a língua através de
diferentes gêneros e em diferentes instâncias, são reinauguradores
de concepções a respeito da língua e do que ela “é” ou deveria
“ser”, de quem “são” os seus falantes ou quem deveriam sê-los.
São discursos, que, nas palavras de Foucault (2003), estão
apoiados de “suporte institucional”, introduzindo (na maioria das
vezes reintroduzindo) pontos de vista sobre uma ação, ou
conjunto de ações ou sistemas inteiros. Nesse caso específico o
que está em jogo é um sistema, ou seja, a “língua”. Porém, não
basta a circulação desses discursos, é necessário repeti-los,
mostrá-los de um outro lugar social, por uma outra roupagem,
ideologicamente operando-os como se fossem sempre urgentes e
“novidosos”.
Através desses discursos “legitimadores” (produzidos
como legítimos), operam-se concepções deflagradas em um
determinado momento histórico, (re) produzidas em diversas
instâncias enunciativas, como por exemplo, em congressos de
ensino de línguas estrangeiras. Nesse artigo, é sobre essa
instância que vou me deparar analiticamente.
5. ATANDO OS NÓS
O Fórum Internacional de Ensino de Línguas
Estrangeiras (doravante, FILE) acontece na cidade de
Pelotas(RS) desde o ano de 2000. É promovido pelas
Universidades Católica e Federal dessa cidade. Foram realizadas
até agora quatro edições do evento (2000, 2002, 2004 e 2006) e
em cada edição se elege uma temática central, que acaba
permeando os trabalhos desenvolvidos nas conferências, mini-
cursos, comunicações e mesas-redondas apresentados durante os
três dias de duração do fórum.
De posse dos cadernos de resumo das quatro edições e de
gravações digitalizadas da última edição, tecerei a minha análise.
Desde o primeiro evento, que apresentava como tema o
título: “Transformando a sala de aula, transformando o mundo:
ensino e pesquisa na prática pedagógica de línguas estrangeiras”,
a apresentação realizada pelas organizadoras do evento
mencionava a tentativa de “introduzir o multilingüismo na escola
fundamental e média” (p. 5). Na prática, o que se vê tratado, são
193
as dicotomias típicas de língua materna e língua alvo e as
“interferências” da primeira sobre a segunda, que acabam
colocando o aluno como aquele com conhecimento empírico
infinitamente distante do ideal, subentendido como o do “falante
nativo”, embora, em pouquíssimos trabalhos apareça
efetivamente essa expressão. Vejamos alguns exemplos onde
“falante nativo” aparece implícita ou explicitamente (para fins de
análise, sublinhei e destaquei algumas expressões):
EX 03 = (p. 46): “Ao levar em conta que Selinker (1972:116) adverte que
somente 5% dos que aprendem ou adquirem uma LE equiparam-se a
um falante nativo e os restantes se encontram em uma produção que
ele chama de interlíngua (IL) (...). Krashen (1985) pensa que, se o
insumo é imperfeito, assim também será o resultado e que, se o
aprendiz se expõe a formas erradas nas primeiras fases da aquisição,
poderá levar a aquisição das formas incorretas a difíceis ou
impossíveis correções.
194
fonologia e no léxico), sem nenhuma menção ao aprendiz como
sujeito sócio-histórico. Essa historicidade do aprendiz se põe
apenas para colocá-lo em posição desfavorável, pois, ao estar
inscrito já em uma língua, essa “condicionará” seu fracasso na
língua alvo.
Nos segundo e terceiro exemplos, a Lingüística Aplicada
e alguns de seus representantes (Krashen, Selinker) aparecem
para atestar a ineficiência da aprendizagem de línguas
estrangeiras. Quando se menciona o “insumo inperfeito”, produz-
se o efeito que o vincula a uma instrução dada não por um
professor “falante nativo”, portanto, carregada de “imperfeição”.
O quarto exemplo, retirado de um resumo que
mencionava as vantagens da Internet no ensino de línguas, parece
ter como objetivo “minimizar” a ineficácia do ensino, ao
introduzir, por meio do ambiente virtual, a possibilidade de
comunicação com “falantes nativos”, os quais, ao dotar os
aprendizes de insumos “reais”, poderiam ajudá-los a aproximar-se
de um ideal de perfeição próximo ao da língua alvo.
No segundo evento, a temática geral se situou em torno
do título: “O desenvolvimento da autonomia no ambiente de
aprendizagem de línguas estrangeiras”. Menos que no primeiro
evento, o “falante nativo” não ocupou novamente centralidade nas
temáticas desenvolvidas nos resumos das comunicações
apresentadas. De alguma maneira, a questão se coloca quando são
trazidas à baila questões culturais, “interferências lingüísticas” e
tomadas de posição frente à língua alvo.
EX 06 = (p. 55): “(...) o trabalho também lhe exige uma disposição para o
reconhecimento da cultura e da identidade do outro, o que leva a um
reconhecimento da alteridade e da sua própria identidade, ambos
necessários a um intercâmbio cultural mais efetivo e livre de
preconceitos”.
195
EX 08 = (p. 96): “(...)puede concebirse como um continuo a lo largo del que los
aprendices evolucionan, partiendo de un estadio inicial,
gramaticalmente próximo a su lengua nativa, hasta alcanzar un estadio
final que, se supone, equivalga o se aproxime en mucho a la
competencia de un nativo de la lengua cuyo conocimiento se quiere
construir”.
196
centrado no “Plurilinguismo”, ao evidenciar o “domínio” de
várias línguas e a afirmação da “língua materna” se está,
inevitavelmente, distribuindo-as como blocos homogêneos, nos
quais os falantes poderiam dispor, livremente, de uma ou outra
língua de forma consciente e perfeita, ou seja, dominando-as.
Como nos diz Chardenet: “os idiomas parecem se distribuir de
maneira bem mais complexa do que nos levam a pensar as
representações construídas sobre os estereótipos da globalização”
(2004, p. 85).
O tema do “falante nativo” é, pela primeira vez,
mencionado em uma conferência do FILE quando, nesse terceiro
evento, Kanavillil Rajagopalan, trata tangencialmente da questão
ao apresentar-se sob título “Lingüística Crítica e o Ensino de
Línguas Estrangeiras”. Também nesse evento, pela primeira vez
aparecem comunicações que questionam a “idealização do falante
nativo”:
197
abaixo, pois os resultados obtidos entre a variedade de sujeitos
investigados denuncia a falácia da idealização:
EX 12 = (p. 110): Junto con esta presentación se ilustrará la posición del nativo
ante una producción errónea.
198
com aproximadamente uma hora e vinte de duração, citaram-se
investigações comparando a atuação em sala de aula entre
professores nativos e não-nativos, percorreu-se uma agenda
argumentativa que buscava equalizar ambas atuações. Entretanto,
ao longo de sua fala, ressoaram manifestações que por um lado,
evidenciam a supremacia do “falante nativo” e outras que,
contrariamente, buscam situá-lo como não-proficiente nem
mesmo em sua língua materna:
EX 14 = O professor não vai ensinar oralidade porque ele não consegue, não
sabe falar? Bom, aí isso é um problema.
199
simples e os alunos não têm que se esforçar tanto (...) Ela usa a língua
inglesa a maior parte do tempo. A situação não está tão ruim assim.
(...) Ela (a professora) diz: “falta muita coisa” e completa com chave
de ouro “nunca vou chegar a um native speaker”. O idealismo
continua presente no cenário de ensino e aprendizagem de línguas. A
professora diz: “um nativo é mais tranqüilo, pois já tem aquilo como
primeira língua. Um não nativo tem que se esforçar mais”. Em muitos
casos, sim. Ele está na arena dos leões. Esse professor tem que se
armar! Que raio de palavrinha é essa? Nós, mais experientes,
sabemos que isso não é um bicho de sete cabeças. Nós sabemos que
ninguém é obrigado a saber 100% do léxico de uma língua.
EX 19 = Os nativos são tão competentes, tão exigentes, que vão oscilar mais na
hora de optar em usar essa ou aquela expressão, buscando sempre a
mais pontual. A definição do que é o mais fluente e mais proficiente
ainda não está claro, é uma área pantanosa.
EX 20 = Quem é realmente o falante nativo? Quem adquire como L1, não que
isso seja melhor do que quem aprende como LE ou então como L2.
Quem muda de país modificará o seu perfil e quem tem experiências
diversas de uso dessa língua, como quem tenha viajado, adquirirá
níveis bastante satisfatórios. Quem fala essa língua nas salas de aula,
nos corredores, na sala dos professores (...) Esse me parece um quadro
mais realista do que seja um falante nativo. Não é somente aquele que
fale bem a língua.
200
Há uma forte associação, nas diferentes circunstâncias de
enunciação dessa palestra, em atribuir a eficiência na língua ao
peso de “conseguir falar nela” (o que se verifica pelas
formulações de quase todos os exemplos retirados da palestra).
Porém, esse “falar” não será (ex. 16), nem ao menos na língua
materna, dotado da completude veiculada como “ideal” para um
professor de língua estrangeira. Para tanto, Consolo questiona “as
coisas” da cadeia da fala criando um efeito de sentido que
parafrasticamente situa “proficiência” no mesmo espaço
simbólico do que seria o gramaticalmente correto. Esse
argumento é usado, então, para em alguns momentos da palestra,
reduzir a assimetria entre professores nativos e não-nativos,
colocando os primeiros também como “imperfeitos”, ao assumir
que nem esses são “proficientes”.
Esse objeto de saber, a “língua” só se constituirá como
própria na fala do professor não-nativo, se ele a assumir (ex.20)
em todos os espaços de enunciação disponibilizados. Quando
ele diz que se o professor a utilizar nos corredores, nas salas de
aula e nas salas de professores, ou seja, alargar os domínios
instauradores dessa língua em instâncias ocupadas pela língua
materna, aquela poderia ressignificar-se em seu espaço
constitutivo e a impropriedade de seus dizeres aos poucos se
estruturaria em propriedade. É assim que ao dizer que alguém
que muda de país passaria a ser “falante nativo” dessa língua, ele
está retirando da constitutividade identitária uma memória de
dizer que revisita o sujeito em muitos momentos enquanto
enuncia.
Além dessa palestra, também foi apresentada nesse quarto
evento uma comunicação em que se revisou os conceitos de
falante nativo e não-nativo na literatura de aquisição de segunda
língua, contrapondo os debates entre os Analistas da Conversa e
os Interacionistas sobre o assunto. Ao citar essas posições
teóricas, advindas de espaços acadêmicos especialmente
fortificados no universo anglo-saxão, começa-se, pela primeira
vez entre as quatro edições do evento, atualizar a questão, o que
de certa forma acaba mostrando um percurso interessante na
agenda do evento, já que, em sua primeira edição, parece não
haver nenhuma manifestação que duvide da “supremacia do
201
nativo”. E nas que a seguiram, o conceito parece oscilar entre
uma questão secundária e uma operação pontual,
desproblematizada.
6. E AGORA JOSÉ?
Esse artigo, originado de uma inquietação advinda de
minha prática como professora de espanhol no sul do Brasil se
propôs a entender como o “falante nativo”,visto empiricamente
pelo senso comum como manifestação de uma entidade idealizada
se coloca também na conjuntura teórica da lingüística aplicada e
nas pesquisas por ela desenvolvidas. Optei por analisar os
cadernos de resumos de um evento ocorrido já em quatro edições,
na cidade de Pelotas (RS), intitulado Fórum Internacional de
Ensino de Línguas Estrangeiras (FILE) e uma palestra gravada
proferida na última edição do evento, tratando sobre o tema.
A evidência de sentido que se põe nessas análises é a de
um movimento surgido na lingüística aplicada na tentativa de
“minimizar” ou “eliminar” a interpelação semeada no senso
comum que recobre o falante nativo como meta na aprendizagem
de línguas estrangeiras. Esse movimento, ainda silenciado na
primeira edição do evento, no ano de 2000, segue ocupando um
espaço ainda incerto na segunda edição, quando questões como
identidade e alteridade são veiculadas pela primeira vez. A partir
da terceira edição, ocorrida em 2004, parecem surgir
pontualmente questionamentos em torno da validade do conceito
“nativo”, embora esse ainda conviva com opções metodológicas
que o tomam como parâmetro. É na quarta edição, ocorrida em
2006, que categoricamente irá se afirmar a desconstrução do
“nativo” como referência, embora como foi evidenciado pela
palestra gravada, não há, operacionalmente, um termo
substitutivo que qualifique quais práticas de linguagem seriam
evidenciadas em contrapartida à “eficiência” atribuída ao sentido
emanado do conceito de “falante nativo”.
202
REFERÊNCIAS
203
DEL VALLE, José; GABRIEL-STHEEMAN, Luis (2005). La Batalla
del Idioma: La Intelectualidad Hispánica ante la Lengua.
Madrid/Frankfurt, Iberoamericana/Vervuert.
204
MORENO FERNÁNDEZ, Francisco (2005). El español en Brasil.
In: SEDYCIAS, João (org.). O ensino do espanhol no Brasil: passado,
presente, futuro. São Paulo: Parábola, p. 14-34.
205
OS AUTORES
206
CARLOS FELIPE DA C. PINTO (cfcpinto@gmail.com)
É Graduado e Mestre em Letras pela Universidade Federal da
Bahia (UFBA). Atualmente é aluno do curso de Doutorado em
Lingüística da Universidade Estadual de Campinas (UNICAMP). No
Mestrado, trabalhou com a variação das construções de clivagem no
espanhol, cujo projeto de pesquisa foi financiado pelo CNPq. Seu
projeto de Tese trata do movimento do verbo na história do espanhol e é
financiado pela FAPESP. Tem atuado na área de sintaxe gerativa e
história e diversidade lingüística do espanhol. Seus principais interesses
de investigação estão relacionados com a variação e a mudança
lingüística dentro de uma visão paramétrica.
207
VALESCA BRASIL IRALA (valesca.irala@unipampa.edu.br)
É Doutora e Mestre em Letras-Lingüística Aplicada pela
Universidade Católica de Pelotas, especialista em Língua Espanhola
pela mesma universidade e licenciada em Letras-Português/Espanhol
pela Universidade da Região da Campanha. Ocupa o cargo de Professor
Adjunto de Língua Espanhola e Lingüística Aplicada na Universidade
Federal do Pampa (UNIPAMPA), no campus Bagé-RS. Seus interesses
de pesquisa atuais são: questões lingüístico-identitárias na região de
fronteira Brasil-Uruguai, os diferentes contextos de estrangeiridade, a
formação inicial do professor de línguas e o uso de tecnologias digitais
no ensino de línguas na educação básica.
208