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Guía de Teología Bíblica

¿Qué es la teología bíblica?

La teología bíblica es la perspectiva interpretativa reflejada en la forma en que los


autores bíblicos han presentado su comprensión de las Escrituras anteriores, la
historia de la redención y los eventos que están escribiendo, relatando, celebrando o
abordando en narraciones, poemas, proverbios, cartas y el apocalipsis.

Otro concepto de teología bíblica es: La teología bíblica es la disciplina de aprender


cómo leer la Biblia como una historia de un autor divino que culmina en la persona y
obra de Cristo, para que cada parte de la Escritura sea entendida con relación a
Cristo.1

Con base a estas definiciones, deberíamos preguntarnos ¿Cómo debería un


seguidor de Jesús leer la Biblia? De la misma forma en cómo Jesús lo hizo y le
enseñó a los discípulos que escribieron el Nuevo Testamento. Cristo les enseñó a
interpretar las Escrituras anteriores, la historia de la redención, y los eventos que
estaban narrando y abordando a través de Su revelación misma (Lc. 24: 25 - 27, 44
- 47)

Herramientas de la teología bíblica

Ya hemos considerado el arte de la exégesis, pero aún no estamos listos para


realizar teología bíblica. Es necesario que podamos tener entendimiento de
herramientas que nos permite conocer cómo Dios se reveló así mismo en las
Escrituras, a partir de esto, vamos a examinar lo que son los pactos, las épocas, el
canon, la profecía, la tipología y la continuidad en la Biblia.

Pactos
La relación de este Rey soberano y sus súbditos está basada en pactos. Los
pactos son relaciones bajo autoridad, con obligaciones y recompensas. Cada
vez que vemos los pactos bíblicos en la Escritura, Dios inicia el pacto,
establece los términos, proporciona los beneficios y ejecuta el juicio cuando
el pacto se rompe. Dios utiliza esta estructura de pactos para revelar su
propia relación como el gran Rey del pueblo que había hecho a su imagen y
rescatado para Su gloria. Más adelante profundizaremos sobre cada uno de
los pactos que aparecen en la Escritura, pero ahora es conveniente que

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Tomado de: Teología Bíblica – Clase 1: Definiendo el Tema | 9Marcas
hablemos de dos tipos de pactos en la Biblia: Pacto de obras y pacto de
gracia.

En el pacto de obra se ofrecen bendiciones a cambio de obras realizadas.


Fracasar en ellas conduce a las maldiciones del pacto. Este es el tipo de
pacto que Dios hizo con Adán y con Moisés: haz esto y vivirás, haz aquello y
morirás.

En el pacto de gracia sucede algo hermoso, no es el súbdito quien debe


realizar un trabajo para recibir la bendición del Rey, es el Rey quien se
compromete asegurar la bendición para el súbdito, y se arriesga a las
sanciones del pacto si Él lo rompe. Este es el carácter del pacto de Abraham
en Génesis 15, y también el del Nuevo Pacto establecido por medio de Cristo
y proclamado en el Evangelio.

Teniendo presente esto, cuando tratamos de interpretar y aplicar las


Escrituras, debemos hacernos preguntas como ¿En qué periodo del pacto se
encuentra este texto en particular? ¿Cómo funciona este texto en ese pacto?
¿Cuál es mí relación con ese pacto?

El centro: la gloria de Dios en la salvación a través del juicio: La gracia


de Dios en el evangelio a través del sacrificio de Cristo no solo es el clímax
de los pactos sino el clímax de los actos redentores de Dios en la historia.
Este es el punto y centro de gravedad de la historia de la redención, todo es
para alabanza de la gloria de la gracia de Dios. (Ef. 1: 6, 12, 14) Es en la
cruz que la gloria de Dios se ve, en el sufrimiento y el sacrificio de aquél que
es más digno para aquellos que no son dignos en absoluto.

Ya hemos considerado anteriormente lo que son los pactos (recordar lo aprendido


en el carácter de la Biblia) Los pactos son una característica bastante prominente en
toda la Biblia. Hablemos de los principales pactos que encontramos en la Biblia:

a. Pacto de la creación: Es el pacto inicial hecho con Adán en Génesis 2: 15 -


17. Romanos 5 nos dice que Adán entró en ese pacto como representante de
toda la raza humana. Sus bendiciones o maldiciones caerían sobre todos
nosotros. Las condiciones estaban explícitas: Si obedecían, vivirían
eternamente sin pecado, si desobedecen, la maldición era la muerte. En
Génesis 3 la lealtad de Adán y Eva a Dios fue puesta a prueba y fallaron, lo
que hizo que las maldiciones del pacto siguieran inmediatamente y
continuarán a través de la historia y en cada una de nuestras vidas.

b. Pacto de redención: Este es un pacto en que el Padre, el Hijo y el Espíritu


Santo se ponen de acuerdo para llevar a cabo la redención de un pueblo.
Este pacto está implícito en Génesis 3: 15 y se hace referencia a él en otros
pasajes de la Biblia (Is. 49; Sal. 2, 110, Jn. 5, Ap. 5) Este pacto se convierte
en la base del pacto de gracia en todas sus diversas administraciones y se
desarrolla en el resto de las Escrituras.

c. Pacto Noético: Se hace con Noé y con todas las criaturas vivientes en
Génesis 9: 8 - 17. Es un pacto de gracia, porque la promesa es unilateral de
Dios. Es un pacto de gracia porque aplica a todas las personas, ya sea que
confíen en Dios o no. Con este pacto se proporciona el campo por el cual la
historia de la redención seguirá su curso. La señal de este pacto es el arco
iris, el cual simboliza el arco en reposo de Dios, el guerrero.

d. Pacto Abrahámico: Este pacto está registrado en Génesis 15: 1 - 21 y


recoge el propósito del pacto con Adán: Crear un pueblo que mostrará Su
gloria como representantes de su imagen en la tierra a partir de Abraham y
su descendencia. Dios demanda la obediencia de Abraham, pero en esencia,
este es un pacto de gracia. Dios promete a Abraham un pueblo y una tierra
bajo el bondadoso gobierno de Dios y de allí, las bendiciones de este pacto
fluirán por toda la tierra. La señal de este pacto es la circuncisión (Gn. 17)

e. Pacto Mosaico: Se establece en Éxodo 20 - 25 y se restablece en


Deuteronomio. Se basa en el pacto Abrahámico al trabajar en detalle cómo
debe vivir el pueblo de Dios (Dt. 4: 5 - 8; Ex. 19: 6 -4) sin embargo, es
diferente al pacto de Abraham en que este es un pacto de obras. La
bendición de este pacto era la continua posesión de la Tierra Prometida, la
maldición es el exilio de ella. La señal de este pacto es el día de reposo (Ex.
31: 12- 18)

f. Pacto Davídico: Este pacto se establece en 2 Samuel 7, y da a la nación la


responsabilidad de reflejar la gloria de Dios, particularmente al Rey. Él ahora
representa a la totalidad, por eso se le llama hijo de Dios (Sal. 2), así como
Israel lo fue en el Éxodo, y Adán lo fue en el principio. Está llamado a cumplir
el pacto con Moisés (Deut. 17: 18 - 20) y habrá disciplina si no lo cumple (2 S.
7: 14) Aún así, es un pacto de gracia. Es un pacto unilateral de Dios que
promete la herencia davídica del trono de Israel. La señal del pacto es el
nacimiento de un hijo.

g. Nuevo Pacto: Es el pacto final de gracia que aparece en Jeremías 31: 27 -


34 como en Ezequiel 36: 24 - 28 (Cf. Deut. 30: 6 -8) No se cumple ni se
establece hasta que venga Cristo, quien recoge y cumple los pactos
anteriores. Él es la imagen perfecta de Dios (Col. 1), la simiente prometida
(Ga. 3), El Hijo verdadero (Mt. 3) y el Rey Mesíanico (Mt. 21). Este pacto no
se rompería. Jesús declara que lo está estableciendo en Mateo 26: 27 - 30 a
través del derramamiento de Su sangre en la cruz. Jesús media este pacto
ante Dios por nosotros como nuestro sustituto representante (Ro. 5),
garantiza el pacto asumiendo la maldición de Génesis 3 y del pacto Mosaico
en su muerte de cruz (Ga. 3: 13) Por lo tanto, los que están en cristo ya no
están bajo la maldición del Antiguo Pacto, sino que son libres para disfrutar
las bendiciones de la reconciliación con Dios. La señal de este pacto es el
Bautismo (Ro. 6)

Épocas

A medida que la Biblia se desarrolla, vemos que Dios cambia sus acuerdos de pacto
en puntos claves de la historia de la redención, y que se relaciona con su pueblo de
forma diferente a medida que la historia de la redención pasa de una época de
pacto a otra. Ejemplo, Desde Génesis 12 hasta Éxodo 2, toda la narración gira en
torno a la comprensión de cómo Dios es fiel a la promesa hecha a Abraham pero
desde Éxodo 2, con el nacimiento de Moisés, comienza una nueva época, ahora el
pueblo de Dios es una nación definida por los eventos del Éxodo y su relación con
Dios se pone en una nueva base (pacto Mosaico) El pacto Abrahámico no ha
desaparecido (Ga. 3), pero algo nuevo está sucediendo, y las etapas siguientes de
la historia tienen que tomar en cuenta esta nueva época en el plan de Dios. Ahora,
Dios en todas estas épocas salva a las personas por medio de la fe en sus
promesas (He. 11) y todas ellas encuentran su cumplimiento en la muerte y
resurrección de Cristo (2 Co. 1: 20), pero es pertinente señalar que la forma en
cómo Dios revela esa salvación es como una semilla que va creciendo hasta
convertirse en un árbol. Esto es importante para nosotros, pues nos ayuda a
reconocer dónde encaja el pasaje que estemos estudiando para una correcta
interpretación.

Un ejemplo de esto es Levíticos 17, dónde se prohíbe ofrecer sacrificios de


animales en cualquier lugar excepto en el Tabernáculo de Reunión. Pero, Génesis
nos dice que Abraham construyó un altar y ofreció sacrificios, ¿Estaba Abraham
cometiendo pecado entonces? de hecho ¿Dónde pueden los cristianos hoy ofrecer
sus sacrificios? Es por esto que es necesario entender el contexto de la época.
Como cristianos ahora, ya no sacrificamos animales en absoluto porque Cristo fue el
sacrificio perfecto y final, una vez y para siempre (He. 10) ¡La época importa! La
interpretación importa. Importa incluso más para la aplicación. Por esto, cuando nos
acercamos a un texto, es necesario para nosotros preguntarnos ¿Qué pacto(s)
gobierna(n) al pueblo en este momento?

Para reconocer las épocas, los pactos nos sirven como marcadores, pero tenemos
en la Escritura muchas veces ayudas adicionales. Por ejemplo, la división más clara
y evidente es la que ocurre entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
Romanos 5 nos habla de la división del tiempo antes y después de la ley de Moisés,
así como la división antes y después de la caída de Adán. Gálatas 3 describe la
época mosaica como un periodo de cuidado y preparación. Hechos 7 divide la
historia en la época de los patriarcas, época mosaica y la monarquía. 2 Pedro 3: 6
-7 marca una importante división de la historia del mundo en el diluvio, y luego pasa
a mirar por otro mundo nuevo por venir (2 P. 3: 13)

Canónico

Si vamos a entender un texto en su contexto completo, es necesario conocer el


contexto canónico desde Moisés hasta Juan el apóstol. Con esto, aprendemos a ver
cómo cada historia, promesa o pasaje encaja en la historia redentiva. Cuándo
vemos, por ejemplo, los sacrificios que levantaba Abraham a Dios, esta herramienta
nos ayuda a plantear y responder preguntas como ¿Cómo esto se relaciona con el
nuevo pacto establecido con la sangre de Cristo? Tener en cuenta esta herramienta
nos ayudará a aplicar correctamente el Antiguo y el Nuevo Testamento. Esto nos
lleva a la necesidad de conocer el Antiguo Testamento y entenderlo a la luz del
Nuevo Testamento ¡Es prácticamente imposible tener un conocimiento profundo de
Jesús y su obra si no conocemos el Antiguo Testamento! Jesús se nos presenta
como el segundo Adán (Ro. 5), el segundo Moisés (Mr. 6; Jn. 5), un segundo David
(Mt. 12), un segundo Salomón (Lc. 11). La salvación que Él trae es un segundo
Éxodo (He. 12) y un regreso del exilio (Lc.4), la iglesia se describe como un templo
viviente (1ª P. 2) y el Israel de Dios (Ga. 6) ¿Cómo lidiamos con estos textos del
Nuevo Testamento si no hemos lidiado con el contexto bíblico canónico, es decir,
toda la historia en su conjunto?

Profecía

No pasa mucho tiempo al leer la Biblia cuando nos encontramos con el hecho de
que Dios hace promesas (Gn. 2: 17; 3: 15) Hay promesas de bendiciones y juicio en
toda la Escritura, y Dios es fiel en cumplir las palabras dichas por Él, por lo tanto,
muchas promesas ya se han cumplido a lo largo de la historia y otras están en
proceso de ser cumplidas, pero hay que entender que estas promesas no son
resultado del azar caprichoso de Dios, sino que apuntan y delinean un plan divino
para la historia, un plan para rescatar un pueblo para la alabanza de su gloria, y
para efectuar ese rescate, esa salvación, a través de un juicio que Dios mismo
llevaría en nuestro nombre. En pocas palabras, la historia no es un patrón repetitivo
ni un ciclo infinito, es una línea recta que se dirige a una parte específica, ¡la
salvación plena en Cristo y todo lo que ello significa!

Ahora, encontramos en las Escrituras que las promesas de Dios (profecías en el


sentido más amplio del término) suelen tener múltiples horizontes de cumplimiento,
cada cumplimiento sucesivo no solo se produce más tarde en el tiempo, sino que
tiene mayor importancia tanto teológica como histórica. Estos diversos
cumplimientos nos ayudan a ver como el patrón de las promesas de Dios se
desarrolla y como el plan de Dios progresa en revelación y cumplimiento. Un
ejemplo es la promesa dada a Abraham en Génesis 12: 1 -3. Dios promete a
Abraham que (estando él sin hijos) será el padre de una nación que bendecirá la
tierra y en Génesis 12: 7 Dios le promete la Tierra de Canaán. Ahora, observemos
cómo se cumple esta promesa:

● Se cumple con el nacimiento milagroso de Isaac y toma fuerza con Jacob y


sus doce hijos.

● En la era de Moisés, Israel, los descendientes de Abraham, es constituida por


Dios como una nación santa para Él y el libro de Josué nos relata el primer
cumplimiento de la promesa de Dios sobre la tierra, mientras la nación entra y
la conquista, aunque aún no está terminada.

● Con el rey Salomón, vemos las naciones siendo bendecidas por su sabiduría
y por primera vez vemos toda la Tierra Prometida bajo el control de Israel,
pero aún Dios no ha terminado.

● Pablo deja claro en Gálatas y Romanos que la verdadera descendencia


prometida no era Isaac, Jacob o Salomón, sino Jesús. A través de la fe en Él,
todo el género humano es bendecido al convertirse en hijos de Abraham.
Esta familia espiritual es una nación espiritual (1. P. 2:9) que se extiende
hasta los confines de la tierra. Como Abraham, esta nación está sin hogar en
este mundo, viviendo como extranjeros y peregrinos (He. 11).Pero, aún Dios
no ha terminado.

● ¡Hay más! Según Hebreos 4 y Apocalipsis 21 - 22, la promesa de una tierra y


una gran nación bendecida por Dios tiene cumplimiento en un nuevo cielo y
en una nueva tierra por venir.

Así pues, ¿cuántas veces vemos que se cumple la promesa de Dios a Abram en
Génesis 12?. Cada una es un cumplimiento real, y cada una es mayor que la
anterior.

Tipología

Al leer las Escrituras encontramos que Dios providencialmente ordena los eventos y
las vidas de individuos para prefigurar lo que está por venir. Estas personas y
eventos sirven de analogías históricas que corresponden a un cumplimiento futuro.
En un lenguaje bíblico esto se conoce como tipo, lo cuál significa patrón o ejemplo.
Los teólogos definen la tipología como un simbolismo con una referencia
prospectiva a la realización en una época posterior de la historia bíblica. Esta
relación es en esencia orgánica entre los eventos, las personas y las instituciones
(tipo) en una época y sus contrapartes (antitipo) en épocas posteriores. Un ejemplo
de esto es Romanos 5, dónde Pablo, para explicar las bendiciones de la obediencia
de Cristo utiliza a Adán como un patrón o tipo de Cristo (Ro. 5:14).
Lo que hace Pablo aquí no es una conexión aleatoria o una exageración alegórica,
sino que Pablo encuentra que Dios había ordenado todo desde el principio para
presentar esta realidad de forma plena en Cristo (Leer Romanos 5: 15 - 17) Así
como Adán representó a toda la humanidad, desobedeció y la llevó a condenación,
así Cristo, el segundo Adán, representó a toda la humanidad, ¡pero Él obedeció! y
por su obra de expiación, ahora trae vida y perdón para todos aquellos que crean en
Él. Así pues, Pablo argumenta que la correspondencia histórica de Adán señala y
encuentra su cumplimiento en Cristo, quien es el Redentor y el Antitipo.

El primero nos ayuda a entender y definir el significado del segundo, ¡Cristo no es


una repetición de Adán! el antitipo implica una diferencia de grado, el tipo apunta
hacia algo más grande que él mismo. Otro ejemplo claro es todo el libro de Hebreos,
en este libro encontramos una gran cantidad de tipos que apuntan a la persona y
obra de Cristo en toda la Escritura.

Al igual que las promesas proféticas de Dios, el tipo en la Escritura a menudo


encuentra su cumplimiento en múltiples antitipos, cada uno de los cuáles apuntan a
una realidad superior por venir. Sin embargo, eso es cierto hasta que llegamos a
Jesús, quien declaró que Él era el cumplimiento y el objetivo de la Ley y los profetas
(Mt. 5: 17; Lc. 24: 27) pero, ahora la pregunta es: ¿Cómo identificamos los tipos?
Los autores de la Escritura nos dejaron muchos en sus escritos (Ro. 5; 1ª Co. 10,
etc.), pero también tenemos algunas bases que nos pueden ayudar a reconocer
tipos qque no están identificados explícitamente en las Escrituras. Estas son
algunas pautas que nos ofrece el pastor y erudito Gordon Hugenberger para ello:

a. Debe haber un parecido o analogía real, histórica y esencial entre el tipo y el


antitipo.

Ej: El rey David era el rey ungido de Dios sobre Su pueblo en el A.T. y el Rey
Jesús es el Rey de reyes ungido por Dios sobre su pueblo universal.

b. El tipo debe ser diseñado providencialmente para prefigurar la última


actividad redentora de Dios en Cristo, es decir, no puede ser una simple
similitud accidental o temática para hacer una conexión Tipo/Antitipo.

Ej: La burra de Balaam reprende a un falso maestro. Jesús reprende a los


falsos maestros, pero ¡Esto no hace que la burra de Balaam sea un tipo de
Cristo! El punto de Números 22 es resaltar la torpeza de Balaam, no señalar
a Cristo como tal.

c. A diferencia de un mero símbolo, que representa una idea o una verdad


general, un tipo, por naturaleza, debe esperar su específico y mayor
cumplimiento en el antitipo.
Ej: En el A. T. La sangre es un símbolo de vida en general. Cristo da vida,
pero la sangre no es un tipo de Cristo. Sin embargo, el cordero sacrificado,
cuya sangre se derrama como sustituto por un pecador si es un tipo. Esto se
debe a que (como dice Hebreos) el tipo apuntaba a un sacrificio mayor, uno
que sería realmente efectivo y finalmente suficiente.

Es importante que conozcamos a profundidad los tipos de Cristo que hay en la


Escritura en la medida que avanzamos con nuestro estudio, esto nos protegerá de
caer en moralismo y alegorías como se suele hacer con la historia de David y Goliat
(Recordar lo aprendido en Géneros Literarios: Narrativa).

Continuidad y Discontinuidad

Las Escrituras también nos presentan movimientos entre la sombra y la realidad


(Col 2: 17), entre una mera copia y el artículo genuino (He. 8: 4 - 5) lo que significa
que además de continuidad, hay una discontinuidad significativa a medida que nos
movemos a través de las épocas de un horizonte de cumplimiento a otro. Por
ejemplo, tenemos la promesa de Dios del pacto davídico dónde afirma que un
descendiente suyo se sentará sobre su trono para siempre. Vemos que el Nuevo
Testamento afirma que el cumplimiento se ha dado plenamente en la persona de
Jesucristo, quien es el Rey inmolado, resucitado y ascendido a la majestad de Dios.
La promesa de una dinastía sin fin a David se cumple finalmente a través del
reinado eterno del Mesías.

Así sucede también con la discontinuidad entre el nuevo pacto y el pacto mosaico,
lo cuál es enorme: un pacto de gracia y no de obras; un pacto que regenera en lugar
de matar; un pacto que se establece a través del nacimiento espiritual en lugar del
natural. Cuando el profeta Jeremías habla acerca de él, tiene claro que el nuevo
pacto es el último cumplimiento de las promesas de Dios a Israel, hechas a su
antepasado Abraham (Jer. 31: 31 - 37).

Relación entre la teología bíblica y la teología sistemática

A pesar de lo mucho que hemos estudiado hasta ahora, y de lo muy confiado que
nos sintamos para ya construir teología, todavía nos es necesario encontrarnos con
la definición de la teología sistemática y cómo esta se relaciona con la teología
bíblica.

Por definición, la teología sistemática es el intento de resumir de manera ordenada y


comprensiva todo lo que la Biblia tiene que decir sobre cualquier tema. La teología
sistemática en sí misma no se ocupa de cómo se desarrolla un tema a lo largo del
tiempo de de la historia bíblica, más bien, se preocupa por tomar todo lo que se dice
sobre un tema, recopilarlo, cotejarlo, relacionarlo y luego resumirlo de forma
exhaustiva, es por esto que la teología sistemática no se preocupa tanto por la
historia como por el resultado final.

Tradicionalmente, la teología sistemática ha procurado organizar los temas en sí


mismos, asegurándose que todos los temas principales y la mayoría de los temas
menores de la Escritura sean cubiertos, y luego relacionarlos de manera lógica, de
modo que se establezca un sistema de pensamiento. En pocas palabras, la teología
sistemática busca darnos la visión del mundo de la Biblia. Ella busca responder
quién es Dios, quiénes somos nosotros, de dónde venimos, hacia dónde vamos, etc.
Ella también busca formular los temas que resume y organiza en formas de
doctrinas precisas y exactas que definen la frontera entre la verdad y el error, entre
la sana enseñanza y la herejía.

Wayne Gruden expone un ejemplo de la siguiente manera: La Biblia dice que el que
crea en Jesucristo será salvo, este es un resumen perfectamente verdadero, pero si
la enseñanza de la salvación en la Biblia es solo esto, diríamos que todos los
católicos romanos, mormones y testigos de Jehová pueden ser salvos en esa sola
declaración ¿Por qué? porque no hemos dicho qué es la fe, quién es Jesucristo, qué
es la salvación y de qué estamos siendo salvados. Con esto dejamos claro que la
teología sistemática va más allá de los resúmenes generales a formulaciones
doctrinales precisas y detalladas.

Ahora, la teología sistemática no solo busca que tengamos un conocimiento fiel de


lo que dice la Biblia respecto a algún tema, también busca que hagamos una
aplicación fiel de ella en nuestras vidas hoy en día. Es por ello que su objetivo está
en no solo enseñarnos la verdad eterna, sino expresar su relevancia
contemporánea, lo que significa creer y obedecer esa verdad eterna hoy en día.

Ahora, la pregunta es ¿Cómo se relaciona la teología bíblica y la teleología


sistemática?

a. Están relacionadas a través de una trayectoria común de autoridad: Esta


trayectoria comienza con la Escritura, la cuál es la fuente autoritativa y
normativa de toda nuestra teología. Luego, se mueve desde la Escritura a
través de nuestra exégesis de un pasaje particular. A medida que juntamos
todos los pasajes de la Biblia, toma forma en nuestra teología bíblica.
Finalmente, la trayectoria termina en la teología sistemática mientras
intentamos resumir y aplicar la verdad de la Escritura a nuestras vidas de
hoy. En pocas palabras, la teología bíblica tiende a ser más fundamental,
mientras que la teología sistemática se basa en los resultados de la teología
bíblica y se deja guiar por la interpretación establecida de la teología bíblica.

b. Están relacionados a través de una trayectoria de uso (o final): La


teología bíblica nos sumerge en la historia de la Biblia para describir la
enseñanza de la Biblia en sus propios términos. El fin de la teología bíblica es
una comprensión interna de la Biblia. La teología sistemática sintetiza la
visión del mundo de la Biblia. La teología bíblica es una disciplina
hermenéutica, una forma de leer y estudiar la Biblia, la teología sistemática
es una disciplina de aplicación, una forma de resumir y representar la
enseñanza de la Biblia en un compromiso consciente con nuestra cultura de
hoy.

Al final, no podemos tener una sin la otra. La teología bíblica es la manera en cómo
leemos la Biblia, la teología sistemática es la manera en cómo la historia de la Biblia
se muestra como normativa en nuestras vidas, una es la historia de la Biblia, y la
otra es la visión del mundo bíblico ¡No podemos separar la una de la otra! Uno de
los momentos más importante dónde se relaciona la teología bíblica y la teología
sistemática es cuándo tratamos de definir ¿Qué es el evangelio? ¿Cuáles son las
Buenas Noticias que la Biblia nos revela?

Herramientas de la teología sistemática

Cómo hemos podido notar durante todo este estudio, la teología bíblica (manera de
leer y estudiar la Biblia) y la teología sistemática (Manera de aplicar la enseñanza
bíblica el día de hoy) no es algo ajeno a las personas hoy día, todo creyente, se
podría decir, aplica algún tipo de teología bíblica y sistemática en su vida diaria aún
sin entender bien estos conceptos. Nuestro objetivo con este estudio no era
convencerte de hacer nuevas cosas que no has hecho, es realmente que seas fiel a
las Escrituras cuándo haces teología bíblica y teología sistemática. Para esta tarea,
vamos a profundizar en qué es la doctrina y las herramientas que nos servirán para
hacer teología sistemática de forma legítima y acorde a las Escrituras.

Un concepto básico para definir qué es la doctrina sería: es un resumen preciso y


exacto de lo que la Biblia dice sobre un tema y se utiliza para definir entre la verdad
y el error, la ortodoxia y la herejía. La doctrina tiene al menos tres aspectos
importantes si queremos entender lo que significa pensar teológicamente:

● Conocimiento bíblico: Principalmente, el conocimiento teológico es el


conocimiento de Dios. Para conocer a Dios debemos entender que él no es
un insecto o planta cualquiera que podemos examinar con una lupa como
nuestro objeto de estudio. Él es una persona, pero no es cualquier persona,
Él es santo, Él es espíritu, es nuestro Creador y Señor. Así que conocerle
exigirá de nosotros reverencia, obediencia y adoración. Porque Él es
diferente a nosotros, trascendente a todo lo existente, la única forma en que
lo conozcamos es que Él mismo se revele a nosotros y el lugar dónde se ha
revelado es a través de la revelación inspirada de las Escrituras. Todo esto es
para que entendamos que el primer aspecto de la doctrina comienza con el
conocimiento bíblico.
La Biblia es la autorrevelación inspirada de Dios, por tanto, es autoritativa, no
solo sobre Dios, sino sobre cualquier pregunta que la teología haga y busque
responder. Ella nos da la correcta y normativa perspectiva sobre Dios,
nosotros mismos y nuestro mundo. Es decir, que cuándo nos enfrentamos a
la idea del aborto como una alternativa que podemos considerar, la Biblia es
suficiente y normativo, ella nos da la perspectiva objetiva y correcta del
aborto a la luz de la revelación divina. Para empezar la Biblia nos dice que
Dios es el Creador y dador de vida (Sal. 139: 13 - 16), que la vida humana
fue formada a imagen de Dios (Gn. 1) y por lo tanto, no tenemos autoridad
para usurpar la prerrogativa de Dios sobre la vida humana (Ex. 20: 13)

● Conocimiento personal: La verdadera teología digna nos lleva a conocer a


Dios, y ese conocimiento de Dios nos lleva a estar sujeto a Su autoridad, lo
cuál nos lleva a la siguiente pregunta ¿Si Él es Dios, quién soy yo? Así que el
conocimiento de Dios nos lleva directamente a tener un conocimiento de
quién es el hombre, cómo decía Juan Calvino, el hombre nunca alcanza un
conocimiento claro de sí mismo si no ha mirado primero el rostro de Dios y
luego desciende de contemplarlo para escudriñar así mismo.2 El
conocimiento del Dios supremo de las Escrituras nos relaciona a nosotros,
los seres humanos como sujetos a Dios, como adoradores y como sus
criaturas.

Siguiendo entonces con el ejemplo del aborto, este aspecto de la teología


nos lleva a considerar a los seres humanos en la perspectiva digna de ser
creaciones hechas a imagen de Dios, valiosos en sí mismos no por su aporte
político, económico o social, sino por ser intrínsecamente la obra de Dios en
la cuál Él decidió poner su imagen y semejanza, pero no solo esto, este
aspecto de la teología nos permite entender por qué seres creados para ser
representantes del Dios santo y justo son capaces de anteponer sus deseos
egoístas por encima de dar honra a Dios con la obediencia a Su Palabra,
pues este aspecto de la teología también nos permite entender nuestra
condición caída que tiende a la busqueda de nuestro propio placer y
bienestar por encima de agradar a Dios.

Ahora, cuándo llegamos a un conocimiento de Dios y de nosotros mismos, no


lo hacemos en un vacío. Más bien, conocemos a Dios en medio de este
mundo que hizo, en un punto particular de la historia y en un contexto cultural
y particular. Este es el tercer aspecto que debemos considerar:

● Conocimiento situacional: Abraham Kuyper, un teólogo y estadista


holandes del siglo XX una vez dijo: No hay ni una pulgada cuadrada en todo

2
Juan Calnvino, Institución de la Religión Cristiana.
el dominio de nuestra existencia humana sobre la cual Cristo, que es
soberano sobre todo, no clame: ¡Mío! Esta verdad tiene importantes
implicaciones para el conocimiento teológico. Saber algo sobre el mundo, y
saber algo sobre la cultura humana es saber algo sobre el Creador y Rey
Soberano quien creó a ambos y gobierna sobre todo, pero además, conocer
nuestra situación es conocer un mundo que fue hecho bueno, pero que ahora
yace bajo la maldición de Dios.

Este mundo está plagado por la crueldad, es retorcido, duro y está marcado
por la tragedia y el horror. Sin embargo no es solamente un mundo maldito,
también la gracia común como la gracia salvadora están trabajando en él. De
manera que la maldición no ha borrado por completo la belleza, la vida, el
amor. Estas realidades coexisten en medio de este dramático escenario. Por
ejemplo: El trabajo es duro, pero no es algo completamente improductivo ni
insatisfactorio. Aún cuándo la cultura y la civilización han desfigurado la
racionalidad y pareciera que Dios está ausente, sin embargo, la racionalidad
no ha desaparecido del todo, hay productos de la cultura humana que todavía
reflejan las marcas de lo bueno, lo verdadero y lo bello.

El mundo está corrompido, pero no tan corrompido como podría estarlo. El


perdón y la reconciliación han irrumpido en este mundo a través de Cristo. La
realidad de la era venidera, caracterizada por la novedad de vida, la paz con
Dios y la belleza de la santidad, ha amanecido en medio de la densa
oscuridad de este mundo caído. ¿Pero, qué significa este conocimiento de la
situación para nuestra discusión sobre el aborto? ¡Muchísimo!

Entender esto nos da una comprensión de las causas definitivas de este


genocidio irracional (La caida) y la cura definitiva (la recreación de este
mundo). Es la cultura humana caída lo que hace que la creencia irracional y
la incredulidad a la Palabra de Dios parezca racional y normal.

Teniendo en cuenta estas herramientas o aspectos elementales de la teología


sistemática, podríamos entonces considerar temas tan polémicos y dañinos como
estos que están en medio de nuestro día a día, a través de los lentes de una
correcta teología, y por ende, nos conducirá a una correcta práctica como
representantes de Dios en medio de este mundo caído (Fil 2: 15)
Bibliografía

Hamilton Jr., J. M. (2020). ¿Qué es la teología bíblica? Una guia para la historia,

simbolismo y los patrones de la Biblia. (Primera impresión ed.). Monte Alto

Editorial.

Teología bíblica en la vida de la Iglesia: Una guía para el ministerio (Primera

impresión ed.). (2021). Monte Alto Editorial.

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