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El deporte de alto rendimiento conlleva un máximo esfuerzo a nivel físico y por lo

tanto a nivel mental muy exigente, ya que están sometidos a una disciplina diaria,
que les obliga a una adaptación constante a nuevos escenarios.
La deportista elite de alto rendimiento se destaca por tener o desarrollar un
talento. En estas etapas de formación del deportista resulta fundamental el
desarrollo de todas las cualidades necesarias (física, técnico-táctica y psicológica)
para la futura alta competición (Morilla et al., 2003), esto debe de ir de la mano con
una correcta planificación, junto con factores psicológicos. Teniendo como meta la
obtención de resultados exitosos y poder alcanzar el máximo rendimiento
deportivo. Las competiciones son la parte en donde el atleta elite tiene que
demostrar su trabajo arduo durante este proceso, siendo este un modo de vida.
La parte precompetitiva en el deporte elite conlleva varios factores como el físico y
psicológico, que generalmente s están relacionados con el éxito deportivo, por otro
parte lo dice (Buceta 1998) “parte constitutiva de la preparación global del
deportista, como un elemento mas que tiene que interactuar apropiadamente con
el aspecto físico, técnico y táctico”.
Los entrenamientos que debe tener este tipo de atletas son generalmente muy
exigentes, llevando una metodología muy prolongada, puesto que un ciclo
deportivo conlleva tiempo. Es por ello que, para que este pueda desarrollarse
debe de contar con cierto talento especial o con unas condiciones físicas
sobresalientes, la cual debe llevar una planificación deportiva adecuada, llevada
por un metodólogo experto de la disciplina. Este proceso es fundamental para el
desarrollo del atleta y es que la práctica correcta de la técnica es crucial para el
desarrollo del mismo.
Generalmente para cada tipo de atleta se crean diferentes planes de
entrenamiento, tiempos de alimentación y recuperación. Llevando un control de
este ritmo de vida, y aunque todo esto se lleve a cabo no garantiza el éxito
deportivo, y que hay otros factores de igual importancia que el físico, como el
económico, social y emocional.
Así mismo por su alto compromiso y demandas físicas y mentales, el deporte de
alto rendimiento implica elevados niveles de estrés, ansiedad o depresión
(González, L.G., Viusá y Ordoqui, 2020; González, M., Guarnizo y Pinillos, 2022),
presentando riesgos para la salud mental, ya que el impacto que tienen estas
emociones negativas en el atleta son cruciales durante su desarrollo y efectividad
del entrenamiento deportivo, dado que influye en gran parte de los fracasos
deportivos durante la competición, esto a consecuencia que el atleta no tiene
control, sobre el estrés y la ansiedad.
En este sentido la formación básica del éxito personal y deportivo, es el desarrollo
de habilidades psicológicas y la preparación mental, para enfrentarse a la
competición. Así mismo existen diversos factores donde se ve afectada la
efectividad del mismo, como la estabilidad emocional, física y económica, entre
otras, que en un futuro las consecuencias se ven reflejadas en múltiples factores,
tanto en la salud física como en la mental, en las personas que son sometidas a
estos niveles tan estrictos de vida.
La atención psicológica es de gran importancia en el deporte de alto rendimiento,
ya que permite el fortalecimiento de su desarrollo y bienestar, por lo que existen
algunas presiones innatas que son difíciles de cambiar como la edad, estatura,
habilidad, entre otras.
Algunos deportes al llevarse de manera grupal o colectiva se crea una red de
apoyo para conseguir el bien común del equipo y que el resultado sea favorable,
mientras que en el deporte individual no requiere del equipo, a excepciones, y se
entiende que la exigencia y motivación debe ser mayor.
A partir de diferentes deportes de alto rendimiento competitivo, pueden traer
causas que afectan la salud mental, ya sea por una lesión grave, la relación
motivacional entre entrenador-atleta, la relación con el equipo e insatisfacción por
el rendimiento del mismo. Cabe destacar que todo esto dependerá del rendimiento
físico o de las situaciones que competan al atleta, debido a que se debe entender
que en general es una situación emocional.
Según el modelo teórico de silva (2021) (Pines y Kafry 1978) define que el
agotamiento físico y emocional lleva a la perdida de motivación, causada por el
agotamiento emocional y baja realización personal, progresando hacia
sentimientos de fracaso, es por ello que se dice que estas afecciones
corresponden a la inestabilidad emocional dentro y fuera del campo deportivo.
El mundo emocional del deportista esta estrechamente relacionado a su
rendimiento.
Por ello es que se considera que la salud mental del deportista, es fundamental
para su optimo desarrollo, siendo esta una base crucial para poder enfrentar
diversas situaciones, impidiendo así que afecte otro tipo de aspectos en la vida
diaria, teniendo como finalidad obtener herramientas para el manejo de estas
emociones activadas por el sistema autónomo simpático.
Produciendo una reflexión y concientización a los pilares de la preparación de los
atletas, dado que son los elementos principales para alcanzar el éxito y el
desarrollo del atleta. Esta investigación será de gran relevancia tanto para atletas,
entrenadores, profesionales de la salud mental en el campo deportivo, familiares,
incluso amigos, debido a que se podrán desarrollar programas que ayuden al
autocontrol de la ansiedad y estrés deportivo de manera efectiva, para mejorar el
rendimiento deportivo en el máximo nivel de competencia.

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