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conocimiento social y
saberes expertos en la
convivencia urbana* nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 134-143
Este artigo examina as implicações (estigmatização, criminalização, exclusão, concentração do investimento social
em ações punitivas ou persuasivas) que para certos setores da população são originadas em trabalhos de pesquisa e
intervenção sobre violência e convivência urbana, os quais já se encontram bem adiantados em Cali (Colômbia)
durante a última década, sendo realizados “para benefício próprio” com a finalidade de brindar-lhes “segurança e bem-
estar”. Descreve a omissão do caráter de criação coletivo que tem a convivência em condições de precariedade,
desigualdade e exclusão, e que a faz altamente conflituosa (a invisibilização do trabalho solidário, afetivo e imaginativo
que é gerado na cotidianidade localizada).
Palavras-chaves: cidadania, conhecimento social, convivência urbana, estigmatização.
This Article examines the implications (stigmatization, criminalization, exclusion, concentrations of social investment
in punitive or persuasive actions) that are generated for certain population sectors in investigation and intervention
studies that have been developed in Cali (Colombia) about urban violence and living in the past decade, “for their Owen
benefit”, to give them “security and well being”. Recreates the omission of the collective creation character that living
together in precarious, inequality and exclusion conditions has, and makes it highly conflictive (the invisibility of social
work, affective and imaginative that are developed in local commonness).
Key words: citizenship, social knowledge, urban living, stigmatization.
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experto para administrarla, en tan- superado en esta armonización, no le puedo pedir a un mu-
to preocupación por el manejo de aunque reconozcan el carácter chacho que no tenga el re-
la vida de la población o “biopo- “multicausal” de la violencia que vólver y siga robando si no
lítica” (Foucault, 1999: 209), forjan- buscan intervenir. También se le puedo garantizar unas con-
do la idealidad del buen ciudadano opera una reducción sistemática diciones para estudiar y tra-
en la trama de principios (Mockus, de las diferencias (y desigualda- bajar. No puedo llegar a
2003: 67) que aseguran su “convi- des) entre los convivientes, desde decirle a la gente que tiene
vencia armónica”. generalizaciones útiles al principio hambre que se pacifique, que
interpretativo que sobre la con- no pelee contra el Estado
Mediante el ejercicio de un des- vivencia han trazado (la armonía porque van a ir a la cárcel,
plazamiento de las lógicas densas del social), instalando entonces la si en la cárcel hay comida,
lugar (Escobar, 1999: 11) desde el artificialidad de una convivencia en la calle no, de modo que
establecimiento de los principios abs- sin el espesor socioantropológico para pararlo hay que darle
tractos de una civilidad idealizada, que le da sentido y lugar. alternativas no paternalistas,
se instaura la preemi- no darle la comida,
nencia del experto en la sino alternativas para
comprensión, el diag- que pueda adquirir lo
nóstico y la interven- que necesita.
ción de la situación de
“violencia”, determi- Mientras tanto, pe-
nando entonces cómo se al sentimiento de
se debe vivir juntos. La miedo e inseguridad,
debilidad explicativa sumado a las conse-
de una concepción de cuencias negativas de
7
convivencia como la algunas formas de in-
que expresa o tácita- tervención sobre esta
mente se ha efectuado violencia urbana (estig-
en las intervenciones matización, exclusión,
expertas sobre la violen- desconocimiento de la
cia, reside en su ceguera realidad cotidiana y de
ante la complejidad y Plaza de Ruiz, Sonsón, Antioquia, Benigno A. Gutiérrez, s.f. BPPM. sus formas organizati-
conflictividad inheren- vas), los habitantes de
tes a la vida con otros en condicio- Otras concepciones de convi- las comunas y barrios señalados ne-
nes extremas. La armonía que se vencia emergen en la situación pro- gativamente por los indicadores, los
supone brinda la convivencia como pia de quienes participan en las grupos sociales (jóvenes negros) prin-
remedio para la violencia, descono- intervenciones, como lo plantea, a cipalmente marcados como víctimas
ce las articulaciones diferenciales de modo de ejemplo, David Gómez, y victimarios de esta violencia, han
dinámicas conflictivas en las que se un taxista que colaboró en el pro- aportado generosamente a la vida de
realiza la convivencia urbana, inclu- yecto “Cali de Vida” de la admi- una ciudad en la cual cohabitan en
so, el cruce entre distintas violen- nistración municipal (recursos situación precaria, despertado entre
cias que puede fungir como un BID): algunos ciudadanos la necesidad de
recurso para sobrevivirla. Las diver- fortalecer vínculos, formas de solida-
sas versiones armónicas tienden a La convivencia es funda- ridad y protección comunitaria, así
establecer una sola dimensión (v.gr. mental para poder sobrevi- como mecanismos de control sobre
la interacción entre desconocidos), vir pero con una condición: las intervenciones, que les devuelvan
un solo patrón cultural (la cultura que existan unas condicio- su carácter protagónico y vinculen
patriarcal, por ejemplo) o un sólo nes dignas de vida para po- la convivencia con el desarrollo de
conflicto (el generacional o alguno der asumir un buen ambiente condiciones de vida digna para to-
semejante) como el que debe ser de convivencia, porque yo dos los habitantes.
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diagnóstico anterior de En la sistematiza-
crisis, privación o pér- ción15 de las experien-
dida de eso que apor- cias de intervención
tan los intervenidos y en violencia y convi-
que la intervención vencia en Cali no
permite recuperar. Esta sólo se ha revelado la
versión de la cultura fuerza performativa
como recurso se sopor- de los discursos que
ta en una acepción las encuadran y defi-
profundamente admi- nen, “la identidad de
nistrativa11 del concep- la población objeti-
to de “capital social”, vo, marcan el territo-
entendido como “Capi- rio y las fronteras de
tal Cívico Institucio- las pobrezas, estable-
12
nal” , según el cual la Plazuela (desaparecida), iglesia y claustro (demolido) de San Agustín, Bogotá, cen las relaciones en-
solidaridad, confianza, A. Quijano, 1920. BPPM. tre los actores, forman
mutualidad y organiza- imágenes de líderes,
ción pueden ser medidas, destrui- sumadas, las razas del BR, donde conver- promotoras/es, madres cuidadoras,
das o acrecentadas 13 de acuerdo gen fascistas y comunistas, ricos y pobres, dentro de un campo de experien-
con las necesidades del “desarrollo hombres y mujeres, un conjunto de cias rodeado de un horizonte de ex-
social”. Lo más interesante de este tendencias movilizadas por el sentimiento pectativas, temores y esperanzas”
discurso sobre el capital social, que que despierta y convoca el fútbol y ante (Cardarelli y Rosenfeld, 2000: 43),
campea en las intervenciones y es- todo por aquellos que siempre se han sino también ha aparecido lo repri-
tudios analizados, es que, como en identificado con el equipo del pueblo, mido o no representado, como re-
el caso del capital económico, bo- LA PASIÓN. greso de lo insano (Duchesne,
rra el trabajo que lo origina: apa- Barrista Barón Rojo, Vieja Guardia14 2001), lo inadecuado que desbor-
rece como un dato, no como un da las idealidades constitutivas de
producto social que se le debe a Los procesos de producción y esos discursos:
sus generadores y del cual se hace circulación de conocimiento social-
una apropiación o explotación en mente pertinente sobre convivencia, El regreso puede estar en una
lo que eufemísticamente es llama- que los proyectos de intervención palabra o frase –por ejemplo, la
do “intervención”. suelen aprovechar, movilizar y violencia– que acude una y otra
normalizar, emergen –a pesar del vez para designar fenómenos
empeño por negar su origen y ca- diferenciados –guerra civil, hos-
El retorno de lo rácter de creación colectiva– con tigamientos políticos, delin-
negado frecuencia como esas incómodas cuencia, agresión familiar–, se
diferencias entre lo pretendido, encarna en la figura marginal
Ahora pienso que el BR se convirtió en lo ejecutado y lo logrado que, en que escapa a la explicación glo-
una epidemia o un cáncer, como nos lo el discurso institucional de la in- bal –el desplazado, el desapare-
dijo un Coronel de la Policía, pues la barra tervención o en el informe de in- cido–, se congrega en torno a
sobrepasó la ciudad y donde uno va vestigación, revelan el choque semejanzas formales que subsis-
encuentra gente del BR, disidencias y entre la lógica de los expertos y ten a pesar de diferencias ideo-
simpatizantes regados por todo el país. Es las lógicas de los intervenidos, el lógicas –entre, por ejemplo, el
una epidemia que se riega, un movimiento encuentro problematizador con ethos heroico masculino del sub-
abierto a todos. Igualmente pienso que se la densidad sociocultural de los versivo y el del militar o patrió-
ha dado lo que se proyectaba en los inicios, participantes, con habitantes lo- tico–, se asienta en el enemigo
se ha creado una nueva raza o varias a la calizados que rompen con la vi- que se ubica más allá de la com-
vez, porque esta barra es algo distinto y sión abstracta y “tramitológica” prensión –las fuerzas oscuras, los
digo no una raza, sino varias razas de ciudadano. terroristas– o simplemente apa-
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fracen frente los otros, se atemo- vida” se convirtió, bajo la presión y regulación que median en las de-
ricen, les dé vergüenza admitir deliberante de los ciudadanos, en cisiones para la acción y en su va-
que nacieron y que viven acá y la experiencia imperfecta de institu- loración, y que se concretaron en
no sean capaces de revelar la cionalización de procesos y meca- el Plan Estratégico en Convivencia
verdadera identidad de su comu- nismos concertados de convivencia; y Seguridad para Cali (2003)20 .
na, su barrio; ... (...) ella sabe lo concertados, en la medida en que
bueno y lo rico que es vivir en asumían los distintos y legítimos Las objeciones a estos resulta-
su barrio, ella es testigo fiel de intereses que habitaban la ciudad, dos no esperados y poco controla-
las grandes oportunidades que entendiendo por institucionaliza- dos, van desde la molestia por la
hay en él, en las tantas personas ción, no la “oficialización”, esto es, “poca visibilidad” de la administra-
que luchan cada día para que su garantizar el control y la formali- ción municipal, pasando por la in-
comuna mejore, y se lleva así en zación de los procesos desde la dignación por “gastar dineros públicos
su mente la esperanza de que lógica gubernamental, sino la legi- en organizar gente que quiere criticar
pronto muchos otros lo sabrán. timación social del esfuerzo común con infamia al gobierno”, o “eso no
(Marisol Arias. Ciu- funciona, porque esas
dadela Decenaz - co- pandillas finalmente
muna 21). muestran el cobre”,
hasta el discurso socio-
Hasta la parte más es- lógico que cuestiona
trecha, el espacio las implicaciones que
más pequeñito que para la vida democrá-
tengamos nosotros tica de la ciudad tie-
debemos de identifi- ne el “legitimar en este
carnos mucho con lo tipo de proyectos las
que es la “conviven- perspectivas singulares,
cia” y que si nosotros demandas específicas,
rescatamos y vivimos formas organizativas no
este espacio de lo que convencionales y com-
es la ‘convivencia’ portamientos verdade-
podemos llegar a con- ramente delincuenciales
trolar y a identifi- que debilitan la coheren-
car muchos de los cia y el compromiso ciu-
valores que tene- Plaza Mayor de Medellín, Paulo E. Restrepo, 1890. BPPM. dadano con los valores,
mos nosotros a nues- las normas y regulacio-
tro alrededor de nuestra familia por constituir condiciones produc- nes que garantizan la convivencia para
en nosotros y que siempre en me- tivas para el encuentro en la dife- todos”. Podemos afirmar que este tipo
dio de problemas de la necesi- rencia, que pasó por asumir las de objeciones proviene de un piso
dad del conflicto no debemos desigualdades sociales como un común, la primacía dada a la con-
de perder la esperanza de que problema. Poner de manifiesto las cepción expuesta por Cornelius
nosotros tenemos muchos espa- diferencias de intereses, de ideas de Castoriadis de la democracia como
cios para nosotros volver a ciudad, de condiciones para su rea- procedimiento, en donde
encarretarnos recuperar nuestra lización y, mediante mecanismos
cometa y poder nosotros sentir democráticos de deliberación y de- (...) los conceptos de orden y de
esas vibraciones. (Cleotilde cisión, concretar planes de acción norma son afilados puñales que
Varela - promotora de la Red de y políticas públicas que permitie- amenazan a la sociedad tal cual
la tercera edad). sen una “empresa de transfor- es; indican, ante todo, la inten-
mación cultural incluyente”, la ción de separar, amputar, cortar,
Con resistencia explícita de la posibilidad de trabajar los procesos expurgar y excluir. Promueven
administración municipal, “Cali de sociales de inclusión, apropiación lo correcto al centrar su atención
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8 “El trabajo que crea bienes inmateriales, crea Ksocial moderno. Lo que se tiene es un señor coronel de la policía que traba-
como el conocimiento, la información, una carrera entre el desarrollo económi- jó en Cali – el Coronel Naranjo–, logró
la comunicación, una relación o una res- co y la educación para reemplazar el entender el proyecto y trabajó con noso-
puesta emocional” (Hardt y Negri, 2004: Ksocial tradicional por el moderno. Eso tros”, y entendió muchísimo mejor que
136). es lo fundamental” (Ibíd.: 229). otros personajes de la administración, de
qué se trataba esto de trabajar con auto-
9 Recordemos, con Castoriadis (1997: 4) 14 Testimonio recogido en la Tesis de Maes-
nomía y qué concepto de seguridad te-
que: “Si definimos como poder la capa- tría “Tradiciones y pasiones en la
nían en la cabeza los muchachos, y los
cidad de una instancia cualquiera (per- socialidad, sistematización de la forma-
resultados eran otros.
sonal o impersonal) de llevar a alguno ción y conformación de la barra popular
(o algunos-unos) a hacer (o no hacer) Barón Rojo Sur (brs) seguidora del equi- 18 “Cali de Vida” fue un proyecto de la Ad-
lo que, a sí mismo, no habría hecho ne- po de fútbol América de la ciudad de ministración Municipal de Santiago de
cesariamente (o habría hecho quizá) es Cali”. Bolaños (2006). Cali que hacía parte del componente
evidente que el mayor poder concebible transversal, educación y comunicación,
15 Para poder comprender las experiencias
es el de preformar a alguien de suerte del Programa de Apoyo a la Conviven-
en su complejidad, pretensión del enfo-
que por sí mismo haga lo que se quería cia y Seguridad Ciudadana, adelantado
que de sistematización que el Grupo de
que hiciese sin necesidad de domina- con recursos de un préstamo del BID. La
Educación Popular ha desarrollado, es ne-
ción (Herrschaft) o de poder explícito cesario adelantar simultáneamente tres Universidad del Valle, a través de la Es-
para llevarlo a... Resulta evidente que cuela de Comunicación Social, partici-
planos de interpretación íntimamente
esto crea para el sujeto sometido a esa relacionados, que podrían establecerse pó en una licitación pública en 2001 y
formación, a la vez la apariencia de la como dimensiones del sentido de las ex- logra que le sea adjudicado el proyecto,
‘espontaneidad’ más completa y en la periencias, cuya elucidación progresiva que se prorroga por dos años más. La
realidad estamos ante la heteronomía responde al concepto de “potenciación” Universidad asumió los términos de re-
más total posible”. que constituye uno de los ejes que atra- ferencia del proyecto desde una posición
viesa la sistematización: comprender la ética particular: llevar al límite los postu-
10 Me refiero a la investigación “Violencia
experiencia como acontecimiento de sen- lados de democratización de la ciudad ahí
y convivencia en Cali, los nuevos esce-
tido desde la perspectiva de sus actores, contenidos, buscando consolidar la au-
narios de la educación popular”, Univer-
estableciendo las lógicas que entraron en tonomía y capacidad deliberante y
sidad del Valle, 2005. En este trabajo se
juego, las luchas de interpretación, las creativa de los ciudadanos convocados.
examinaron un grupo significativo de
experiencias de intervención sobre la transacciones y apuestas que la caracteri- 19 El concepto es retomado de Nancy Fraser
violencia o que buscaban generar convi- zaron, estableciendo su fuerza implicativa (1997: 130) que lo entiende como la
vencia en Cali, desde su dimensión edu- (potencial transformador capaz de inci- consolidación de “públicos cuyo discur-
cativa, entendida como las relaciones de dir sobre los participantes y sobre las fuer- so incluye tanto la formación de opinión
poder, control y conocimiento entre zas contextuales); exponer y compren- como la toma de decisiones”.
saberes diferentes y desigualmente cons- der el funcionamiento situacional (la tra-
tituidos que entran en juego en cada ex- ma) de las relaciones sociales (vínculos, 20 El Plan Estratégico en Convivencia y Se-
periencia. redes), los mitos y rituales (análisis de las guridad para Cali (2003) fue el documento
mediaciones) en la experiencia; y esta- que sintetizó el sentido del cambio pro-
11 “Según análisis del Banco Mundial, hay blecer el escenario o campo de fuerzas puesto por los ciudadanos, tanto por la
cuatro formas básicas de capital: el capi- (performatividad) que hizo posible y le metodología utilizada en su construcción
tal natural, constituido por la dotación dio su especificidad (encuadre) a la ex- como por las temáticas incluidas y su for-
de recursos naturales con que cuenta un periencia. ma de tratamiento. El cambio propuesto
país; el capital construido, generado por en este documento está orientado por
el ser humano, que incluye diversas for- 16 Se trata del informe “Violencia y convi- las siguientes concepciones: la reivindi-
mas de capital (infraestructura, bienes de vencia en Cali, los nuevos escenarios de cación de la democracia y la reconstruc-
capital, financiero, comercial, etc.); el la educación popular” (en prensa) que ción de una ciudadanía deliberante, la
capital humano, determinado por los gra- asume la “metasistematización” de las ex- pluralidad, la transparencia institucional,
dos de nutrición, salud y educación de su periencias seleccionadas, entre ellas la de
la solidaridad y sensibilidad social, la crea-
población, y el capital social, descubri- la “Barra Barón Rojo Sur”, sistematizada
tividad de sus ciudadanos y la salud am-
miento reciente de las ciencias del desa- por Diego Bolaños (2006).
biental de su entorno.
rrollo. Algunos estudios adjudican a las 17 Capaces de levantarse ante el Secretario
dos últimas formas de capital un porcen- 21 El resaltado es mío.
de Gobierno de Cali y decirle, “no señor,
taje mayoritario del desarrollo económi- lo que usted está proponiendo no es lo
co de las naciones a fines del siglo XX. que somos las barras, nosotros no nos
Indican que allí hay claves decisivas del interesa ser sapos, nosotros estamos tra-
progreso tecnológico, la competitividad, bajando la violencia en los estadios a
el crecimiento sostenido, el buen gobier-
no y la estabilidad democrática”. Bernar-
partir de nuestra concepción de lo que es
ser pasional por un equipo de fútbol, pero
Bibliografía
do Kliksberg (2000: 5). nosotros no vamos a hacer lo que usted
12 John Sudarsky (2003: 201). entiende por seguridad en los estadios, ACEVEDO, Mario y Otros, 2005, “Violen-
nuestra seguridad es otra, es la seguridad cia y convivencia en Cali, los nuevos
13 “Para simplificar, se encontró que el de- que se trabaja con conocimiento de quié- escenarios de la educación popular”, In-
sarrollo económico destruye un Ksocial nes somos, para dónde vamos, con soli- forme final de investigación, Cali, Uni-
relativamente tradicional y la educación daridad entre nosotros, y curiosamente, versidad del Valle.
HLEAP B., J.: EL BUEN CIUDADANO: CONOCIMIENTO SOCIAL Y SABERES EXPERTOS EN LA CONVIVENCIA URBANA NÓMADAS 143