DEVOCIONAL 1

Marzo

¡CUIDADO NO TE EXPLOTES!

“El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio sabe dominarla”. Prov. 29:11

Un cuento Budista dice que un monje al que le gustaba meditar en silencio, decidió un día
subirse a un bote y remar hasta el centro de un lago. Allí estaría mucho más tranquilo y
podría meditar mejor. Ya estaba en el centro del lago y cerró los ojos. ¡Qué paz se
respiraba!, pero de pronto, cuando estaba en la fase más profunda de sus reflexiones,
algo golpeó su barca y le desconcentró. Le molestó tanto que pensó: - “En cuanto abra los
ojos, se arrepentirá el que me golpeó”. Estaba tan furioso… sin embargo, al abrir los ojos,
solo vio una barca vacía, que seguramente arrastró el viento a la deriva hacia allí.
Entonces se dio cuenta de que la ira no venía del exterior, si no que residía en él. -“Cada
vez que me enoje con alguien- pensó – recordaré que ese enfado está dentro de mí”.
Cuando dejamos que la ira se apodere de nosotros, podemos hacer y decir cosas de
las cuales nos arrepentiremos después.
En el versículo de hoy, la biblia nos dice que debemos tener sabiduría para aprender a
dominar la ira, pero, ¿cómo puedo convertirme en sabio? Y la respuesta la encontramos
en Santiago 1:5 “si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará,
pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie”.
La ira es una emoción que podemos decidir controlar. Cuando te enojas, tú eliges
hacerlo, nadie te obliga. La ira es una opción y debes elegir controlarla si quieres ser una
persona feliz. Los necios dan rienda suelta a la ira sin preocuparse por las consecuencias,
y si tú eres uno de ellos, ten cuidado; porque además de traernos problemas y conflictos
innecesarios también puede afectar nuestra salud física y emocional. No esperes a que
aumente tu presión arterial, tus músculos se pongan tensos y sientas calor en tu rostro,
decide hoy ser una persona sabia y controla tu enojo, dile al señor hoy, no quiero ser
necio, dame tu sabiduría para aprender a controlar mi ira.
 DEVOCIONAL 2 Marzo

DOMANDO LA TORMENTA INTERIOR

“El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio sabe dominarla” Prov 29:11

La ira es una emoción que se da como respuesta ante una amenaza.

Puede llegar a ser leve o intensa y se manifiesta en expresiones faciales agresivas, aceleración del
ritmo cardiaco, tensión muscular, enrojecimiento del rostro entre otros. Presentar episodios de
ira no es malo, pero cuando no sabemos controlarla se puede convertir en un problema para
nuestra vida, en las relaciones con los demás y perjudica nuestra salud física y mental.

Las personas que no controlan la ira son aquellas que tienen baja tolerancia a la frustración, la
ira se aprende, por eso debemos tener mucho cuidado en controlar nuestras emociones porque
podemos influir negativamente en el comportamiento de nuestros hijos. Debemos ofrecerles un
ambiente tranquilo y de paz aun en medio de las dificultades.

Es necesario desarrollar el autocontrol de las emociones negativas, teniendo en cuenta que la

razón debe dominar las emociones.

No permitamos que la ira nos domine, debemos aprender a manejarla con algunas técnicas
especiales y buscar apoyo si es necesario. Para lograrlo debemos pedirle a Dios que nos ayude a
controlar nuestras emociones a través de la ayuda del espíritu santo que nos da el poder para
vencer.
 DEVOCIONAL 3Marzo

LA EXPLOSIÓN INTERIOR

“El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio sabe dominarla” Prov. 29:11

¿Sabías que cuando te enojas, tu cuerpo experimenta una serie de respuestas físicas y
químicas?

Estas respuestas pueden incluir un aumento en la frecuencia cardíaca, liberación de

adrenalina, aumento en la presión arterial.
También pueden producirse cambios en la respiración, tensión muscular y la liberación de
neurotransmisores que afectan el estado de ánimo, además cambia nuestra expresión
facial acompañada de movimientos corporales y posturas agresivas.
Estas son respuestas de nuestro cuerpo al prepararse para afrontar una amenaza
percibida, pero si la ira persiste, se vuelve crónica y tendrá efectos negativos en nuestra
salud física y mental.

Según el Gran Diccionario de las dolencias y enfermedades de Jaques Martel, todas las
enfermedades terminadas en “itis” suelen estar relacionadas con la ira. Además de tener
el riesgo de padecerlas y afectar órganos de nuestro cuerpo, la ira también nos puede
llevar a sentir estrés, ansiedad y hasta depresión.

Seamos conscientes de los efectos negativos que genera la ira en nuestro cuerpo para no
ver afectado nuestro bienestar físico y mental.