Saúde
pé em
CIENTÍFICO
POSTURA, EQUILIBRIO E CONTROLO
POSTURAL
POSTURA, EQUILIBRIO Y CONTROL
POSTURAL
POSTURE, BALANCE AND POSTURAL
CONTROL
Viseux, F.J.F1.
Podólogo. Osteópata. MSc. Centro de evaluación y tratamiento del dolor. Centre Hospitalier de Valenciennes;
viseux-f@ch-valenciennes.fr
RESUMO: A postura ortostática ou
em pé define uma posição particular
e estável do corpo no espaço em um
determinado momento. O estudo do
homem em pé e seus mecanismos
de controlo que permitem a manuten-
ção desse estado em pé requer dois
pontos de vista complementares: neu-
rofisiologia e biomecânica. O corpo
humano, considerado como um con-
junto de segmentos poliarticulados,
constitui um sistema mecânico regula-
do por malhas de controlo implemen-
tadas pelo sistema nervoso central. A
conexão desses dois sistemas bio-
mecânicos e neurofisiológicos é feita
através de uma interface que envolve
captores sensoriais e efetores muscu-
lares. O controlo postural implica uma
coordenação motora eficaz para per-
mitir a orientação dos segmentos cor-
porais, de modo a combater a ação da
gravidade, minimizando as oscilações
posturais.
PALAVRAS-CHAVE: EQUILÍBRIO;
CONTROLO POSTURAL; BIOMECÂ-
NICA
12
RESUMEN: La bipedestación o pos-
tura ortostática define una posición
particular y estable del cuerpo en
el espacio en un momento dado. El
estudio del hombre de pie y de sus
mecanismos de control que permiten el
mantenimiento de esta bipedestación,
requiere dos puntos de vista comple-
mentarios que son la neurofisiología
y la biomecánica. El cuerpo humano,
considerado como un conjunto de
segmentos poliarticulados, constituye
un sistema mecánico regulado por bu-
cles de control implementados por el
sistema nervioso central. La conexión
de estos dos sistemas biomecánico y
neurofisiológico se hace a través de
una interfaz que comporta captores
sensoriales y los efectores musculares.
El control postural implica una coor-
dinación motriz eficaz para permitir
orientar los segmentos corporales, de
manera que lucha contra la acción de
la gravedad minimizando las oscilacio-
nes posturales.
PALABRAS-CLAVE: Equilibrio; Con-
trol postural; Biomecánica
ABSTRACT: Standing or orthosta-
tic posture defines a particular and
stable position of the body in space at
a given time. The study of the standing
man and his control mechanisms that
allow the maintenance of this standing
requires two complementary points
of view that are neurophysiology and
biomechanics. The human body, con-
sidered as a set of polyarticulated
segments, constitutes a mechanical
system regulated by control loops
implemented by the central nervous
system. The connection of these two
biomechanical and neurophysiological
systems is made through an interfa-
ce that involves sensory captors and
muscular effectors. Postural control
implies effective motor coordination
to allow the orientation of the body
segments, so that it fights against the
action of gravity minimizing postural
oscillations.
KEYWORDS: BALANCE; POSTURAL
CONTROL; BIOMECHANICS
1. Introducción
La bipedestación o postura ostoestática define una posición
particular y estable del cuerpo en el espacio en un momento
dado1. Desde un punto de vista biomecánico, la postura or-
toestática está clásicamente representada por un modelo de
péndulo invertido simple (Figura 1), con origen a nivel de las
articulaciones tibiotarsianas y que oscila en el plano sagital2-10.
Sin embargo, numerosos estudios han puesto de manifiesto
también la implicación de las rodillas11,12 y de las caderas12-16 en
el mantenimiento de esta postura. Leteneur et al.18 y Horlings
et al.19 destacaron además la influencia de los movimientos del
tronco alrededor de las caderas en el control del equilibrio or-
tostático. Finalmente, el tronco y los diferentes segmentos del
miembro inferior actúan de forma coordinada para estabilizar
la posición del centro de masa (CM) en los límites de la base
de soporte20.
Desde un punto de vista neurofisiológico, la coordinación
motriz como origen de esta estabilización corresponde a la
organización temporal de los movimientos de los diferentes
segmentos corporales21. Creath et al.14 destacaron que esta
coordinación depende de la disponibilidad de las informacio-
nes sensoriales, de la tarea a realizar y de las perturbaciones
a las que el cuerpo esté sometido. Así, si el mantenimiento de
la postura ortoestática está asegurado por el tono postural,
cuando el equilibrio está alterado, se activarán ciertas accio-
nes musculares coordinadas para reestablecer este equilibrio.
Estas reacciones están controladas por el sistema nervioso
central (SNC), que integra diferentes informaciones sensoria-
les aferentes provenientes de los sistemas visual, vestibular y
somatosensorial.
El cuerpo humano puede, de este modo, ser considerado
como un sistema mecánico poliarticulado regulado por el
SNC. La Posturología permite su evaluación y constituye un
Figura 1: ilustración del modelo del péndulo invertido (Winter, 1995) 2.
El sujeto oscila de delante atrás alrededor de sus tobillos, los despla-
zamientos del CP controlan los del CM. W: peso del sujeto, R: compo-
nente vertical de las fuerzas de reacción al suelo, g: localización del CM,
p: localización del CP, a: aceleración angular del péndulo invertido, ω:
velocidad angular
medio de estudio de las diferentes disfunciones, tanto a nivel
biomecánico como a nivel neurofisiológico22.
2. Postura y equilibrio
a) Postura
La postura se define como una posición particular y estable del
cuerpo en el espacio en un momento dado1. Ésta representa
dos funciones principales que juegan un papel prioritario en la
organización y la realización de movimientos:
l Una función antigravitoria que permite luchar contra las
fuerzas grávito-inerciales,
l Una función de interfaz con el mundo exterior que permi-
te orientar los segmentos corporales en relación al entorno.
Elemento fundamental de la actividad motriz, la postura puede
por lo tanto ser considerada como una actividad de posicio-
namiento, de reorientación del cuerpo1 y de sus órganos, que
prepara para la acción, le mantiene durante su realización
asegurando la eficacia de su ejecución23. Se trata de una
actividad dinámica sobre una base de sustentación fija24. La
postura representa, desde un punto de vista clínico, la forma
bajo la cual el organismo afronta los estímulos del mundo
exterior y se prepara para reaccionar a ellos25.
b) Equilibrio
Desde un punto de vista biomecánico, el equilibrio de un
cuerpo está caracterizado por el hecho que la suma de las
fuerzas y de los momentos que se ejercen sobre él es nula.
Un estado de equilibrio es llamado estable para todo sistema,
inicialmente en equilibrio, cuando puede volver a ese estado
inicial, después de haberse desplazado debido a perturba-
ciones. La estabilidad del estado del sistema depende de las
características de la perturbación aplicada e implica por parte
del sistema la existencia de capacidades para responder a esa
perturbación23.
Desde un punto de vista postural, el equilibrio de un individuo
representa su capacidad para mantener la proyección de su
CM corporal en los límites de su polígono de sustentación.
Los mecanismos fisiológicos hacen que el hombre bípedo no
esté nunca en equilibrio, él se estabiliza mediante mecanis-
mos de regulación multimodales. Las oscilaciones alrededor
de la dirección grávito-inercial ilustran la corrección de toda
desviación en relación a la vertical y están estrechamente
relacionadas con los desplazamientos del centro de presión
(CP) y del CM2.
3. Control y regulación postural
a) El sistema postural
A través de las vías aferentes se transmiten al SNC las infor-
maciones sensoriales. La integración de estas informaciones
conduce a la elaboración de órdenes motrices que permiten
13
 Saúde
pé
regular las oscilaciones posturales. El conjunto de las vías
aferentes y eferentes constituye el sistema postural fino26. Este
sistema está constituido por cinco entradas distintas, de las
cuales tres van a informar sobre el medio externo (las exoen-
tradas) y dos sobre el individuo mismo (las endoentradas)22,26.
b) Las diferentes entradas del sistema postural
Las exoentradas comúnmente admitidas son tres: el sistema
visual, el sistema vestibular, y el sistema somestésico.
i. El sistema visual
El sistema visual aporta al SNC un conjunto de informaciones
relativas a la posición y al movimiento del cuerpo en su
entorno, por el intermedio de la retina y de los músculos oculo-
motores. Durante el mantenimiento de la postura ortoestática
no perturbada, el sistema de control postural utiliza las infor-
maciones visuales para minimizar las oscilaciones del cuerpo.
El sistema visual presenta, por lo tanto, una dualidad funcional.
l De una parte, la visión central o visión cognitiva que
permite una función exteroceptiva procurando al SNC in-
formaciones precisas sobre el medio exterior como la
dirección de la mirada en relación a la posición de la cabeza
y del cuerpo.
l Por otra parte, la visión periférica o visión motriz permite
una función propioceptiva, procurando al SNC informacio-
nes sobre los desplazamientos del cuerpo en el entorno
(sensación egocéntrica) o sobre los desplazamientos del
entorno alrededor del cuerpo (sensación exocéntrica)27,28.
La propiocepción oculomotora informa sobre la posición exacta
del ojo en la órbita. Esta permite la orientación en el espacio
dando al SNC referencias visuales de verticalidad y de percep-
ción 3D del movimiento. Actúa como una referencia exocen-
trada o alocentrada que permite informar permanentemente a
los sistemas de control postural de la posición exacta del cuer-
po en el espacio29,30. Por otra parte, la propiocepción oculo-
motora aparece como un componente dinámico fundamental
de la visión que permite la orientación y la estabilización de la
mirada. Esta responde así a dos propiedades fundamentales
del sistema visual que son: solo puede ver nítido si la imagen
está estable sobre la retina y que ésta pase por la fóvea, es de-
cir, por el centro de la retina31. Roll et al32 demostraron además
que la vibración ejercida a nivel de los músculos oculomotores
provocaba reacciones posturales de inclinación del cuerpo.
En conclusión, la retina y los músculos oculomotores hacen
del ojo un órgano postural que permite el control de las reac-
ciones de orientación, evitar choques, así como la predicción
visual de la trayectoria de desplazamiento. Numerosos autores
mostraron la importancia de las informaciones visuales en los
mecanismos de restauración de la postura ortoestática tras
aplicación de perturbaciones exteriores33,34. Otros estudios
insisten sobre el papel de la visión en la aplicación de ajus-
14
em
tes posturales anticipatorios35-37. Finalmente, la aplicación de
perturbaciones en el campo visual38, la oclusión de los ojos o
la vibración de los músculos oculomotores32 son algunas per-
turbaciones que han mostrado la importancia de esta entrada
en la regulación postural.
ii. El sistema vestibular
El sistema vestibular, situado dentro del oído interno, está
constituido por el utrículo y el sáculo por una parte y por los
canales semicirculares por otra. Participa de forma activa en
la orientación y en el mantenimiento del equilibrio estático y
dinámico39 representando un sistema especializado en la de-
tección de las aceleraciones lineales y angulares de la cabeza
en los tres planos del espacio. El utrículo y el sáculo codifican
permanentemente la aceleración de la gravedad, así como
las aceleraciones lineales sufridas o provocadas por los mo-
vimientos del individuo. Los canales semicirculares perciben
las aceleraciones angulares, aunque no pueden proporcionar
información durante los movimientos de rotación a velocidad
constante. Son incapaces de discriminar entre una aceleración
en un sentido de rotación o una deceleración en el sentido de
rotación contrario. Los umbrales de sensibilidad de los cana-
les semicirculares son superiores a las aceleraciones de las
oscilaciones posturales clásicamente observadas durante el
mantenimiento de la postura ortoestática. En consecuencia,
las informaciones aportadas por el sistema vestibular solo son
utilizadas por el SNC durante inestabilidades importantes o
durante la alteración de otros sistemas informacionales28.
La perturbación vestibular mediante estimulación galvánica40-43,
calórica44 o por microgravedad45,46 mostró una modificación de
la posición corporal, así como una alteración de la estabilidad
postural en los sujetos sanos. No obstante, Courtine et al.47
mostraron que, incluso en ausencia de movimiento, el sistema
vestibular informa sobre la aceleración vertical de la gravedad.
Este jugaría un papel importante en el control postural ya que
el SNC tiene en cuenta la gravedad en sus respuestas
motrices, especialmente a nivel de los miembros inferiores.
Horak et al.48 indicaron que la intervención de las modalida-
des sensoriales vestibulares actúa preferentemente sobre la
orientación del tronco en el espacio, más que sobre el control
global de la postura.
iii. El sistema somatosensorial
El sistema somatosensorial permite la representación de un
conjunto de percepciones iniciadas por el estímulo de los
tejidos cutáneos, musculares, tendinosos y articulares, por las
sensaciones térmicas y nociceptivas, agrupadas bajo el tér-
mino de somestesia. La somestesia incluye dos modalidades
particularmente implicadas en el control postural: la propio-
cepción y la sensibilidad táctil. La propiocepción caracteriza
el conjunto de las informaciones sensoriales de diferentes
captores periféricos, tales como los husos neuromusculares,
los órganos tendinosos de Golgi y los receptores articulares49.
Estos diferentes receptores o propioceptores50 dan informa-
ción del estado y de los cambios de estado relacionados con
la longitud de los músculos. Estos informan igualmente a los
centros nerviosos superiores de la posición del cuerpo y de
los miembros en el espacio, así como de la posición y de los
movimientos relativos de los diferentes segmentos corporales
unos en relación a otros51. La sensibilidad táctil representa el
segundo aspecto del sistema somatosensorial. Caracteriza
un conjunto de sensaciones percibidas tras estímulos espe-
cíficos tales como la presión o la vibración ejercidas sobre la
piel. Esta reposa sobre un conjunto de receptores sensoriales
de bajo umbral, los mecanorreceptores52, que se reparten de
la superficie hacia la profundidad a través de la epidermis, la
dermis, y del tejido subcutáneo53-55. El tipo y la densidad de
estos mecanorreceptores varía en función de la localización56.
Estos mecanorreceptores de bajo umbral son activados por
estímulos mecánicos moderados y permiten la codificación
de las deformaciones reversibles de la piel. Estos están
representados histológicamente por terminaciones neurosen-
soriales libres y organizadas que proporcionan informaciones
útiles para el control postural56.
En conclusión, la perturbación de las entradas propioceptivas,
visuales y vestibulares permite clarificar sus contribuciones
respectivas en el control postural57. Estas perturbaciones son
de tipo:
l Propioceptivo58 y mecánico59-63, en particular con espu-
ma64-67.
l Visual 68,69.
l Vestibular 40,70,71.
En lo que concierne particularmente a la entrada cutánea
plantar, el enfriamiento de la planta del pie72-74, la isquemia de
la pierna a diferentes niveles75,76 o la estimulación eléctrica o
mecánica77-81 son algunas perturbaciones que han mostrado
la importancia de esta entrada en la regulación del equilibrio
ortostático.
4. La regulación postural:
¿control mecánico o neuromuscular?
Durante el mantenimiento de la bipedestación, los esfuerzos
de la estabilización se manifiestan mediante los desplaza-
mientos continuos del CP a ambos lados de la proyección del
CM. El control de estas oscilaciones caracteriza la regulación
postural que ha sido objeto de numerosas investigaciones.
Ciertos autores formularon la hipótesis de una regulación me-
cánica atribuyendo un papel importante a la elasticidad de las
estructuras que intervienen en la articulación del tobillo3,4,82,83.
En oposición a esta hipótesis de regulación mecánica, otros
autores demostraron la predominancia de mecanismos
activos y propusieron una hipótesis neuro-muscular8,9,84-88.
Finalmente, una hipótesis que combina los enfoques mecánicos
y neuromusculares, propuesta por Loram et al.82 y después por
Casadio et al.89, parece ser actualmente el consenso.
a) Argumentos a favor de un enfoque mecánico
El cuerpo del sujeto puede ser representado por un segmento
único articulado a nivel de la articulación tibiotarsiana. Estando
los pies supuestamente fijos al suelo, este modelo de
péndulo invertido2 permite movimientos anteroposteriores
(Figura 1). Este mecanismo de mantenimiento del equilibrio
del cuerpo alrededor de las articulaciones tibiotarsianas está
entonces asegurado por los movimientos del CP que oscila
en fase con los del CM (Figura 2). Para Winter et al.3,4, las os-
cilaciones posturales están mecánicamente controladas por la
rigidez intrínseca de la articulación debida a los componentes
elásticos seriados de los músculos del tobillo y la rigidez de los
ligamentos y los tendones. Completando esta rigidez articular
pasiva que permite el mantenimiento del equilibrio bípedo, dos
otros argumentos están a favor de un control mecánico y no
neuromuscular:
l Por una parte, las oscilaciones del CP y del CM están en
fase con un decalaje del orden de 4ms. Estas son, por lo
tanto, incompatibles con un control neurológico activo en el
que los tiempos de latencia son del orden de 50 a 70ms90.
l Por otra parte, estas oscilaciones posturales durante el
mantenimiento de la posición ortostática bipodal no per-
turbada se mantienen por debajo del umbral de activación
de los receptores visuales, vestibulares y articulares28,93,94.
Estos no pueden, por lo tanto, informar a los centros ner-
viosos superiores de los fenómenos oscilatorios.
b) Argumentos a favor de un enfoque neuromuscular
Clásicamente se admite que la regulación postural pueda ser
asimilada a un modelo de simple péndulo invertido2-10 con
0.8
0.4
Displacement (cm)
0
-0.4
-0.8
-1.2
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Time (s)
Figura 2: registro de 40 segundos de los desplazamientos del CP (COPx,
en trazo fino) en fase con los del CM (COMx, en trazo grueso) de un
sujeto en bipedestación. (Winter et al, 1998) 3
15
 Saúde
pé
oscilaciones del cuerpo alrededor del tobillo en el plano sagi-
tal. Estudios mostraron que el valor de la rigidez intrínseca del
tobillo, fundamento de la hipótesis mecánica de Winter et al.3,4,
es insuficiente para estabilizar el péndulo invertido6,8,89. El estu-
dio estadístico de las trayectorias del CP sobre el estabilogra-
ma muestra que el mantenimiento de la postura ortoestática
se comporta en parte como un proceso estocástico y en par-
te como un proceso determinista84-86 implicando mecanismos
neuromusculares en la regulación de las oscilaciones postu-
rales. El estudio de las curvas de difusión del estabilograma
(Figura 3), muestra una relación no lineal de los desplazamien-
tos del CP en función de los intervalos de tiempo. Esta relación
no lineal presenta dos pendientes distintas representativas de
un control en bucle abierto y en bucle cerrado. El paso de un
modo de control al otro se realiza en un punto crítico iden-
tificado por la rotura de la pendiente. Aunque el SNC recibe
de forma continua informaciones sensoriales aferentes, solo
cuando las oscilaciones corporales sobrepasan de un cierto
valor umbral, los mecanismos de control en bucle cerrado se
activarán. Los mecanismos de control en bucle abierto corres-
ponden a la activación momentánea de diferentes músculos
posturales permitiendo la regulación de movimientos de baja
frecuencia y de naturaleza más estocástica para restablecer el
CM al aplomo del CP. Desde un punto de vista neuromuscular,
el control del equilibrio comprende un componente tónico que
determina el valor de referencia del ángulo de balanceo, así
como un componente fásico que mantiene las oscilaciones
alrededor del ángulo de referencia93. La implicación del SNC
en la regulación postural está reforzada por la existencia de la
suma de las informaciones propioceptivas del tobillo y de las
informaciones sensitivas de la planta del pie94. Sin embargo,
para Alexandrov et al11, persiste una controversia alrededor
de la manera según la cual los centros nerviosos superiores
100
Short-Term Long-Term Region
80
Region
< ∆r2> 60 Critical Point = ( ∆rrc < ∆r2>c )
(mm2)
40
slope = 2Drl
20
slope = 2Drs
0
Time Interval (s)
Figura 3: representación esquemática de la ‘curva de difusión del estabi-
lograma (Collins y De Luca, 1995)86. Este gráfico pone en evidencia dos
zonas distintas representadas por dos pendientes características. Una
corresponde a un control en bucle abierto y la otra, a un control en bucle
cerrado. La transición entre estos dos coeficientes de difusión se realiza
alrededor de un punto crítico, que corresponde al paso del control en
bucle abierto hacia un control en bucle cerrado.
16
em
intervienen en esta regulación postural: ya sea de manera
retroactiva generando correcciones automáticas a los dese-
quilibrios9, como de manera anticipatoria71.
c) Argumentos a favor de un enfoque combinado o
mixto
El valor de la rigidez intrínseca del tobillo obtenida de los com-
ponentes elásticos seriados de los músculos y de la rigidez de
los ligamentos y de los tendones es insuficiente para estabili-
zar el modelo de péndulo invertido82,89. Un control neurológico
activo anticipatorio, caracterizado por una activación sacádica
y discontinua de los grupos musculares del tobillo es indispen-
sable para reforzar la rigidez intrínseca del tobillo y estabilizar
el péndulo invertido93. Si la eficacia de los mecanismos del
control anticipatorio del tobillo tiende a alterarse, la rigidez
intrínseca del tobillo podría ser aumentada por una co-activa-
ción muscular89. Una acción sinérgica del control anticipatorio
del equilibrio con la rigidez intrínseca del tobillo es indispen-
sable para permitir las oscilaciones en fase del CP y del CM8.
5. Los mecanismos del control postural:
¿feedback o feedforward?
El tono postural representa la actividad antigravitatoria de los
músculos extensores. Asegura el mantenimiento del equilibrio
mediante el control de la posición del CM en los límites de
la base de soporte22. Varios autores evocan los mecanismos
complejos de regulación sensoriomotriz de este tono postural:
l Mecanismo de control en bucle cerrado por feedback
visual, vestibular y propioceptivo3,4,9,87,88,95,96.
l Mecanismo de control en bucle abierto por feedforward
.
61,71,97-99
a) El sistema en bucle cerrado
El sistema de control en bucle cerrado corresponde a un me-
canismo de restauración de la posición del CM tras pertur-
bación exterior98,99 no predictible11,95. Estos ajustes posturales
compensatorios (APC) son iniciados por el retorno o feedback
sensorial y dependiente de la dirección y de la importancia de
la perturbación60,100, de la dimensión de la base de soporte60,
de las características predictibles de la perturbación101, de las
instrucciones eventuales102 y de la realización de una tarea
secundaria103. En relación con el retorno sensorial, para Horak
et al.104, el feedback vestibular no es necesario para el
mantenimiento de la postura ortoestática si las referencias
somestésicas y visuales están disponibles. Otros estudios
subrayan la importancia del sistema propioceptivo104 y espe-
cialmente la importancia de las informaciones propioceptivas
obtenidas de los miembros inferiores105-107. Finalmente, Kavou-
noudias et al.94 sugieren que, durante el mantenimiento de la
postura ortoestática, la regulación de los movimientos de baja
amplitud está controlada principalmente por la retroacción de
las aferencias cutáneas de la planta del pie, cuyos receptores
presentan una respuesta más precoz que la de los receptores
propioceptivos108. Las aferencias cutáneas plantares propor-
cionan informaciones útiles para el control postural109. Éstas
pueden modular la excitabilidad de grupos específicos de
motoneuronas110 y, especialmente, de motoneuronas relacio-
nadas con los músculos de la pierna57,111. Así, cuando el CP
se aleja de los límites de la base de soporte, los receptores
cutáneos plantares intervienen iniciando reflejos posturales para
permitir el retorno a una posición de equilibrio más estable94,112.
Estos reflejos inducen una modulación de las respuestas EMG
a nivel de los músculos gastrocnemios y tibiales anteriores57 y
están correlacionados con una presión plantar aplicada en la
región opuesta a los músculos113. Estos resultados corroboran
los efectos similares encontrados por aplicación de estimula-
ción vibratoria77,78,105,114 o mecánica80,81, que objetivan reacciones
de adaptación postural que se manifiestan mediante desplaza-
mientos del CP o mediante modificaciones de las latencias de
los reflejos miotáticos para el sóleo o el tibial anterior 115.
b) El sistema en bucle abierto
El sistema de control en bucle abierto corresponde a ajustes
posturales anticipatorios (APA), ilustrados por la activación o
la inhibición de los músculos del tronco y de los miembros infe-
riores en predicción de una perturbación postural exterior con
el fin de minimizar las consecuencias negativas1,98,99,116. Estos
APA dependen de la dirección117,118 y de la importancia de la
perturbación117,119, de la estabilidad del cuerpo120-122. Pueden
estar influenciados por el acto motor que induce la perturba-
ción117,123,124, por la configuración del cuerpo123,125, o también
por el miedo a caer126.
Para mantener la postura ortoestática, el SNC utiliza APA para
minimizar los efectos de la pérdida de equilibrio provocada por
una perturbación exterior. Estos APA corresponden a una ac-
tivación muscular específica ante la aparición de una perturba-
ción y permiten un desplazamiento mínimo del CP y del CM1,117.
El SNC induce igualmente APC iniciados por el feedback de
las informaciones sensoriales11,95 permitiendo la restauración
de la posición del CM tras un desequilibrio inducido por una
perturbación exterior98,99. Existe, pues, una actividad muscu-
lar continua, entre los APA y los APC, durante perturbaciones
predictibles (autoinducidas) o no predictibles (inducidas por
fuerzas exteriores). El SNC utiliza preferentemente secuencias
de activación muscular próximo-distal para restaurar la posición
de la parte superior del cuerpo y mantener la orientación verti-
cal del sujeto durante perturbaciones no predictibles. Cuando
la perturbación es predictible, la secuencia de activación mus-
cular es disto-proximal. Esto contribuye a favorecer el apoyo
en el suelo mediante un aumento de la rigidez articular del
tobillo, para ayudar en la restauración secundaria de la posi-
ción de la parte alta del cuerpo98,127.
Numerosas articulaciones están implicadas en estos pro-
cesos11,17,128 y contribuyen al mantenimiento del equilibrio
estando controladas de forma sinérgica14,20,129. La organización
y la importancia de los desplazamientos articulares difieren en
función del carácter predictible o no predictible de la perturba-
ción ejercida. En perturbaciones no predictibles, se observaron
importantes desplazamientos del CM seguidos de desplaza-
miento del CP. Estos desplazamientos ilustran la débil contri-
bución de los APA compensada por importantes adaptaciones
articulares a nivel de los tobillos, de las rodillas y de las caderas
para restaurar el equilibrio59,60. Cuando la perturbación es pre-
dictible, los APA inician el desplazamiento del CP e inducen
una organización mejor adaptada de los diferentes segmen-
tos corporales antes del desequilibrio. Se producen mínimos
desplazamientos compensatorios del CM, así como pequeñas
variaciones angulares a nivel de los miembros inferiores99.
6. La coordinación motriz
La coordinación motriz representa la organización temporal en
el SNC de los movimientos de numerosos segmentos corpo-
rales utilizados por el sistema postural para desempeñar su
función de equilibración. La producción y la realización de mo-
vimientos coordinados de numerosos segmentos plantea el
problema de la redundancia de los grados de libertad (GDL)
que debe controlar el SNC. Para Bernstein130, el SNC debe
reducir el número inicial de GDL para proponer el ensamblaje
funcional de numerosos componentes para producir un movi-
miento coordinado. Las estructuras de coordinación o sinergias
musculares130 permiten su control131. Diferentes grupos muscu-
lares unidos y utilizados como simples unidades funcionales,
generan sinergias musculares que emergen de la interacción
entre los diferentes elementos del sistema musculo-esque-
lético en movimiento132. La coordinación depende, pues, de
la disponibilidad de las informaciones sensoriales, de la tarea
a realizar y de las perturbaciones a las que el cuerpo esté
sometido14. Debido al carácter emergente de las sinergias
musculares, todas las perturbaciones sensoriales o modifica-
ciones mecánicas implican la creación y la utilización de nuevos
ensamblajes organizados, coordinados y adaptados a las exi-
gencias de la tarea133. La coordinación motriz es el resultado
de la gestión eficaz de la actividad sinérgica de los músculos
agonistas y antagonistas del cuerpo en movimiento y, espe-
cialmente, de la equilibración de la intensidad de activación
muscular134.
7. Conclusión
El control postural representa un conjunto funcional que per-
mite la estabilización del individuo cuyo equilibrio ortostático
depende, desde un punto de vista biomecánico, del par de
fuerzas producido por la fuerza de gravedad y de reacción del
17
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pé
suelo. Diferentes informaciones sensoriales aferentes, proce-
dentes de los sistemas visual, vestibular y somatosensorial,
son transmitidas al sistema nervioso central (SNC), a través de
las vías aferentes. La integración de estas informaciones con-
duce a la elaboración de órdenes motrices que permiten la re-
gulación de las oscilaciones posturales mediante el sistema de
control. La finalidad de este sistema es mantener un estado de
estabilidad en el seno de un entorno cambiante y vinculante. A
través del estudio de la bipedestación, la Posturología busca
comprender los mecanismos que permiten al hombre regular
su postura, así como identificar y explicar los síndromes de
deficiencia del control postural. La neurofisiología y la biome-
cánica constituyen dos enfoques complementarios, necesa-
rios para la comprensión global de esta regulación postural del
hombre bípedo.
Referências
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gress in Neurobiology. 1992, 38, 35-56
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Agradecimientos
El autor agradece a Mònica Martínez Carrasco, fisioterapeuta,
osteópata, por su participación en la realización de este artículo.
Frédéric Viseux
Centre Hospitalier de Valenciennes
Centro de evaluación y de tratamiento del dolor
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59322 Valenciennes, Francia
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