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Marta Schapira*
Marta Abonizio**
Cecilia Pinto***
* Antropóloga. Ms. en salud pública, investigadora del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de
rosario (UNR), Argentina; prof. adjunta cátedra Odontologia Social I – Facultad de Odontología de la UNR;
docente carrera de postgrado de especialista en epidemiologia, UNR.
** Antropóloga. dra. en psicología, prof. adjunta cátedra Trabajo de Campo Laboral – Facultad de Psicología
de la UNR. jefe de trabajos prácticos cátedra Metodología de la Investigación Sociocultural. Escuela de
Antropología de la Facultad de Humanidades y Artes, UNR.
*** Especialista en gestión pública. Facultad de Ciencia Política – UNR, coordinadora Centro Integral Comunitario,
Zona Oeste (Rosario), Secretaría de Promoción Social, municipalidad de Rosario/Ministerio de Desarrollo
Social de la Nación, secretaria de la Escuela de Antropología de la Facultad de Humanidades y Artes, UNR.
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algunos autores como Tilly (1981) atienden posicionamiento dicotómico, señalan el peso
particularmente a los procesos de constitución de las escisiones político-técnicas entre
de la estructura del Estado y de sus capaci- instrumentación y evaluación de programas
dades Otros estudios como el de Skocpol, vs. investigación y entre teoría vs. práctica.
(1995) han enfatizado el hecho de que la propia Observan, por un lado, el predominio de una
actividad del Estado crea demandas de lógica del “hacer” en ciertos aspectos de las
conocimientos acerca de los procesos sociales políticas públicas donde se involucran profe-
que busca afectar. Tal cuestión habilita interro- siones históricamente subordinadas (enfer-
gantes acerca del modo en que se conforman meros, trabajadores sociales etc.). Por otro,
la bases cognitivas que sustentan la acción advierten sobre cierta reticencia a la confron-
del Estado y la direccionalidad que adopta la tación de las teorías con la realidad, por parte
aplicación de conocimientos expresados en de los cientistas sociales que intervienen en
políticas locales, programas y acciones espe- dichas políticas.
cíficas para y/o con los conjuntos sociales. Siguiendo a Moro (2000), señalamos que
En este sentido, en Argentina, fueron las es imprescindible reconocer al campo de la
demandas del Estado modernizado y burocra- gestión pública como espacio heterogéneo,
tizado, las que desde fines del siglo XIX y has- atravesado por diversas racionalidades, don-
ta mediados del XX, contribuyeron a reconocer de interactúan actores sociales con dife-
y validar las capacidades técnicas de los ci- rentes grados de poder, autonomía y “exper-
entistas sociales. tez” para definir los problemas sociales so-
Es así que en 1946, durante el primer bre los que se actúa. Además, como los pro-
gobierno peronista, la Dirección General de blemas ingresados a la agenda de gobierno,
Migraciones del Ministerio del Interior de la aún a nivel micro, pueden ser concebidos
Nación creó la Oficina Etnográfica que tuvo como construcciones sociales orientadas por
bajo su órbita al Instituto Etnico Nacional (IEN). intereses, valores y representaciones del
De este modo se convalidó la intervención de grupo decisor, los mismos suelen llegar defi-
antropólogos en las políticas migratorias de la nidos al momento de ser abordados por los
2da posguerra, orientadas a la selección de técnicos.
inmigrantes y conscriptos, con criterios nacio- Sin embargo, si bien el contexto institu-
nalistas y discriminatorios. cional puede operar como limitante, no sig-
Bajo el mismo gobierno, en 1952, se tensan nifica un quiebre con la mirada crítica a los
las relaciones entre políticos y técnicos y el fenómenos “naturalizados”, ni la pérdida de
IEN por disidencias políticas y este organismo posibilidad de cuestionamientos a prácticas
queda aislado dentro del aparato burocrático rutinizadas. Habida cuenta que las políticas
estatal, siendo suprimido en 1955 poco después públicas no son herramientas neutras sino
de la caída de Perón (Neiburg y Plotkin, 2004). que ponen en acto decisiones que expresan
Esta secuencia, desarrollada a modo de algún sustrato epistemológico, criterios po-
ejemplo, permite advertir la reformulación cons- lítico/ ideológicos, problemas que se privi-
tante de los sentidos y fronteras entre deci- legian (o que se omiten), concepciones so-
sores políticos y técnicos en lo relativo al con- bre los “sujetos” de las políticas y determi-
tenido y a la dirección de las políticas guberna- nados criterios distributivos, constituyen un
mentales (Sckopol, 1995). campo en permanente redefinición. Con
límites flexibles, esta redefinición expresa
relaciones de poder entre agentes, intereses
Algunas aristas problemáticas y capitales atravesadas por conflictos y
contradicciones.
– Gestión pública e inclusión Aunque esto implica tomar en cuenta el
carácter asimétrico respecto de los posicio-
profesional: dilemas e namientos, recursos y capacidades, es
interpelaciones imprescindible incluir la incorporación de la
experiencia social de los ciudadanos en la
resolución de sus problemas a través de sus
Autores como Krotz (1993) y San Román organizaciones, negociaciones, consensos
(1997), bajo una perspectiva crítica a todo y disputas (Bloj, 2006).
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b) el presupuesto participativo; y
Resultados c) el funcionamiento periódico del Concejo
Deliberante en los barrios y Distritos,
recibiendo y discutiendo sugerencias
En primer lugar, a partir del análisis de los y demandas de los vecinos.
documentos elaborados por Centro de Estudios
Municipales y Provinciales (CEMUPRO), se Por otra parte, en las entrevistas imple-
entiende que el proceso de descentralización mentadas, los sujetos del estudio caracte-
territorial y administrativa de la ciudad, iniciado
rizaron algunas facetas de su práctica,
en 1996, implica una concepción de ciudadanía
señalando la presión de los tiempos políticos/
y de Estado. Este es entendido como cons-
institucionales que demandan metas y toma
trucción sociohistórica que se configura en el
de decisiones a corto plazo. Entre quienes
entramado de las relaciones que se transfieren
ocupaban lugares de direcciones intermedias,
desde el nivel central a unidades de juris-
con tareas de organización de diagnósticos
dicción funcional o territorial menores (6 dis-
socioculturales, de identificación participativa
tritos). A su vez, esta organización conlleva
de necesidades de grupos vulnerables y
un nuevo status jurídico capaz de garantizar
elaboración de acciones, esta tarea significó
una cuota de autonomía en la toma de
un aprendizaje y un replanteo del ejercicio
decisiones vinculadas a problemas de
profesional en nuevos contextos. Uno de los
infraestructura y equipamiento, administrati-
testimonios expresa:
vos, de servicios urbanos y político-culturales
en espacios sociales diferenciados y comple-
jos, con demandas y necesidades específi- Hay un tiempo social y tiempos políti-
cos, lo que propicia la inclusión de cientistas cos… en tiempos de normalidad traba-
sociales. jamos con el tiempo social, pero en
Según desarrollos contenidos en otros periodos de elecciones, conflictos,
materiales producidos desde el gobierno lo- trabajamos con el tiempo político, nece-
cal, el logro del pleno empleo, la univer- sitás una mente flexible (E2 – Directora
salización de la educación, salud, vivienda y de Promoción Social – Distrito Oeste).
participación ciudadana constituyen los ob-
jetivos de as políticas sociales por excelencia El “tiempo social” refiere al modo y la flui-
(Bifarello, 2005). Dichas políticas, orienta- dez con que desde cada Secretaría y cada
das a lograr la inclusión, se basan en criterios agencia estatal, puede establecerse la
estratégicos tendientes a apuntalar relacio- relación con la población, habida cuenta del
nes solidarias, a promover estrategias abanico de problemáticas y de la hetero-
participativas, de descentralización y a for- geneidad de las demandas sociales. Alude
talecer a las instituciones gubernamentales también a posicionamientos éticos en la
y no gubernamentales de la sociedad civil, consideración del tiempo de los ‘otros’, al
en tanto dispositivos de construcción de respeto por las modalidades con que los con-
ciudadanía. juntos sociales han resuelto históricamente
El diseño de estas políticas tendería a sus necesidades colectivas y a los ritmos
valorizar la autonomía, los saberes y des- con que los ciudadanos pueden pasar de la
trezas de la población, a apoyar la recons- demanda, al “empoderamiento” y ejercicio
trucción del tejido social con el aporte de de sus derechos.
recursos humanos especializados en las di- Algunos testimonios reconocen la posibi-
versas áreas, evitando la reiteración de viejas lidad de cierta autonomía en la planificación
prácticas clientelares. e implementación de acciones, lo que indica
Es así que para alcanzar algunas de estas la valoración del trabajo técnico específico:
metas, el gobierno municipal ha consolidado
tres dispositivos centrales: Uno trabaja dentro de los lineamientos.
Hay independencia pero dentro de los
a) la descentralización administratíva, lineamientos. Y uno recrea y puede tener
técnica, funcional y de servicios; márgenes, hay encuentros, mesas de
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decisiones, a nivel del poder ejecutivo muni- instituidas, rituales de consagración, relacio-
cipal. nes de poder y presupuestos inadvertidos,
También el funcionamiento periódico del tomando en consideración al punto de vista
Concejo Deliberante (órgano legislativo lo- de todos los sujetos que operan en el campo.
cal) en los barrios, establecido con el objeto
de alcanzar una aproximación directa a las
problemáticas vecinales, fue objeto de Reflexiones finales
observaciones críticas por parte de los en-
trevistados.
Se advierte que la participación va El carácter de las políticas públicas apli-
disminuyendo en relación directa con el in- cadas en Rosario en la última década ofrece
cremento de la lentitud del encauzamiento una visión renovada de la gestión pública, lo
político – administrativo y resolutivo de los que constituye una excepción en el país.
proyectos presentados por los ciudadanos. Desde los últimos años de la década de los
En un último punto, el material analizado ’90, el concepto de “democracia represen-
da cuenta del malestar causado por la tativa” se ha ido transformado a partir de
descalificación proveniente de instancias instrumentos que plantean nuevas formas de
académicas para con quienes se desempeñan articulación entre Estado y sociedad civil,
fuera de ella. Con un juego de ambivalencias tendientes a fortalecer una democracia
y contradicciones, en los testimonios, a la también participativa.
vez que se reconoce a la tradición académica En este contexto, el gobierno local juega
como única fuente de legitimidad que define un papel importante como agente de desarrollo
la identidad profesional y habilita para la estratégico, ampliando la agenda de las polí-
intervención – se la pone en cuestiona- ticas públicas e impulsando dispositivos que
miento. Las objeciones pasan por la per- promueven avances en la construcción de
cepción de debilidades de una profesión que ciudadanía (Bifarello, 2005). El proceso de
organiza su identidad exclusivamente en tor- descentralización territorial de carácter ad-
no al proceso de reproducción académica y ministrativo, operativo, político-técnico y de
que sin embargo, a su interior, paradójica- prestación de servicios, produjo como
mente, reproduce mecanismos de exclusión consecuencia no prevista, la necesidad de
que se impugnan en los procesos sociales incorporar a cientistas sociales en la búsqueda
más generales (Leandri, 1999; Schapira, de un modelo que efectivamente pueda inte-
2000). grar perspectivas. Estas apuntan a acercar
A pesar de los comentarios críticos, la la gestión al ciudadano, reconociendo la
“academia” es la que dispensaría atributos particularidad de las alteridades, tiempos y
simbólicos que “distinguen” a los científicos lógicas. En este reconocimiento de la alteridad
de los que no lo serían, lo que obtura las como ejercicio teórico-operativo, específi-
posibilidades de articulación y enriquecimien- camente antropológico, se incluyen no sólo
to mutuo entre los diversos ámbitos de los destinatarios de las acciones/inter-
ejercicio profesional. venciones, sino los pares y funcionarios o téc-
Saldar estos quiebres, sobreentendidos o nicos en funciones de mayor jerarquía.
malentendidos requiere de un proceso de Son estos profesionales quienes contri-
reflexividad que incluya la crítica y autocrítica buyen a desnaturalizar las limitaciones en-
capaz de incluir prejuicios del colectivo contradas en los dispositivos analizados
profesional que, al jugar como “verdades éti- (Presupuesto Participativo, Planes de Empleo,
cas”, sancionan y bloquean el aprendizaje el Concejo Deliberante en los barrios etc),
desde otros lugares y recursos e impiden el alertando sobre los riesgos de burocratización
reconocimiento y/o la construcción de nuevos y rutinización de un modelo de gestión des-
capitales (Bourdieu e Wacquant, 1995). centralizado y participativo.
Según Bourdieu (2005), el ejercicio de la Sin embargo, en el caso de los antropólo-
objetivación participante y la reflexividad, gos de Rosario, la formación universitaria –
contribuiría a una crítica de las prácticas, a al no considerar que las políticas públicas
una mayor visualización de las agendas constituyen un espacio relevante de inter-
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Resumen: A partir de los resultados de una Resumé: Suite aux résultats de nos
investigación previa desarrollada por las au- recherches, notre travail remet en cause
toras de este trabajo, se discuten algunas quelques aspects de l’insertion des anthro-
facetas de la inserción de los antropólogos pologues dans des agences étatiques
en agencias estatales ligadas a la elaboración consacrées à l’élaboration et à la mise en
e implementación de políticas públicas. En place de politiques publiques. Dans les récits
las narrativas analizadas, se advierte que examinés, nous avons constaté que ces
estas instituciones sustentan racionalidades institutions soutiennent des rationalités
propias, con saberes y acciones orientadas particulières où les savoirs et les actions sont
por actores heterogéneos que ponderan de menés par des acteurs hétérogènes qui
distinto modo la relación entre medios y pondèrent différemment le rapport technique
fines de tipo técnico-político. El lugar del et politique entre les moyens et les fins. Grâce
antropólogo supone un entrecruzamiento de à la reconnaissance du savoir spécifique
lógicas que genera tensiones y produce (Moro, 2000), la place de l’anthropologue
puntos de encuentro a partir del reconoc- implique un carrefour de logiques provoquant
imiento del conocimiento específico (Moro, tantôt des tensions tantôt des rencontres.
2000). En virtud de los obstáculos para una Vu les obstacles qui empêchent une
intervención satisfactoria en estos ámbitos intervention satisfaisante dans les milieux
ligados a la resolución de problemáticas consacrés à la résolution de problèmes
sociales y comunitarias, se hace necesaria sociaux et communautaires, nous estimons
una “objetivación participante” (Bourdieu, nécessaire une «objectivation participante»
2003) que facilite un proceso de reflexividad (Bourdieu, 2003) permettant un processus
capaz de producir nuevos conocimientos y de réflexivité capable de produire des
lenguajes en relación a espacios que incluyen connaissances nouvelles ainsi que des
la intervención política. langages concernant les espaces où s’insère
l’intervention publique.
Palabras clave: antropólogos; intervención;
políticas públicas; agencias estatales. Mots-clés: anthropologues; intervention;
politiques publiques; agences étatiques.
Notas
1 Esta investigación se realizó en el marco de la Universidad Nacional de Rosario y fue evaluada y presentada
en la VI Reunión de Antropología del MERCOSUR, (Montevideo, 2005). Bajo el título “El conocimiento antropoló-
gico: de la academia a las políticas públicas”, se indagaron las modalidades de inserción profesional de los
antropólogos en ámbitos de la administración pública municipal y provincial, sus logros y obstáculos, en un
grupo de antropólogos egresados de la Universidad Nacional de Rosario, a partir de un enfoque etnográfico
(entrevistas semi-estructuradas en profundidad) y de análisis de documentos.