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poder abordar una adecuada evaluación del efecto terapéutico. libres de fibras nerviosas para la inmediata toma de decisiones por
Ambos aspectos son cruciales si la perspectiva es la evaluación parte del cirujano.
neurofisiológica del dolor. El procedimiento seguido por nosotros cuando se monitoriza
A continuación, realizamos una breve síntesis sobre las pruebas con potenciales evocados somatosensoriales (PESS) estipula dos
neurofisiológicas consideradas bajo este aspecto evaluador, que no fases: una durante la colocación o posicionamiento del paciente y
diagnóstico. La electroencefalografía ha evidenciado su utilidad otra durante la intervención. Durante la primera fase, se colocan
evaluadora en una variedad de cuadros o síndromes dolorosos. Tanto electrodos proximales en el cuero cabelludo y sobre la columna
en la fibromialgia como en la artritis reumatoidea, las multineuro- cervical o lumbosacra, así como en puntos específicos a lo largo del
patías [23-25] o los síndromes fibróticos en general [26], la presen- territorio del nervio que vamos a intervenir. En el caso de una inter-
cia y cuantificación de la intrusión de un ritmo alfa durante el sueño vención sobre el territorio del plexo braquial, se colocarán electro-
no REM de ondas lentas o complejo alfa-delta del sueño, represen- dos de registro en punto de Erb, en columna cervical y sobre cuero
tan una herramienta evaluadora del curso del cuadro patológico y de cabelludo contralateral, así como en músculos dependientes del
su evolución o respuesta terapéutica [27]. Tanto la neurografía como nervio o nervios comprometidos y los adyacentes o dependientes.
los potenciales evocados corticales y troncoencefálicos han demos- Una vez colocados los electrodos de registro generalmente fijados
trado también su utilidad, y resulta prometedora su aplicación sis- con colodión, con independencia de que sean electrodos de placa,
tematizada en la evaluación del dolor. En concreto, los potenciales subcutáneos o de proximidad, se realiza un registro previo de con-
evocados nociceptivos mediante la utilización del láser como estí- trol por estímulo con electrodo superficial sobre el territorio más
mulo constituyen una realidad práctica para la detección de lesiones distal del nervio o nervios sobre los que se intervendrá. Las varia-
de las vías conducentes del dolor y/o la temperatura tanto a nivel bles utilizadas para esta finalidad serán las estandarizadas para los
periférico, como espinal o supraespinal [28]. Sin embargo, la acti- PESS aplicables a la clínica habitual. Obviamente, las característi-
vidad refleja espinal (reflejo RIII), en conjunción con otros méto- cas de la anestesia deberán cumplir el requisito de no bloquear la
dos –como indica García-Larrea–, se ha demostrado que es una actividad muscular o el de no interferencia con la adecuada confor-
herramienta de gran utilidad para la evaluación del dolor. La supre- mación de los PESS corticales. Durante la fase de monitorización
sión del reflejo RIII mediante la aplicación de terapia por neuroes- quirúrgica, se utilizan electrodos de estimulación ad hoc,preferi-
timulación y su significativo correlato con la mejora subjetiva, blemente de dos tipos: uno con dos extremos activos (ánodo y
catalogan esta técnica como apropiada para la evaluación neurofi- cátodo) en forma de ganzúa o anzuelo de los que colgar el nervio
siológica en la clínica del dolor [29]. aislado que vamos a estimular (en España los confecciona bajo
pedido CAESAR), y otro con dos puntas finas de estimulación
rectas, útiles para identificar las estructuras nerviosas antes de dise-
PROCEDIMIENTOS DE MONITORIZACIÓN carlas. El electrodo de ganzúa o anzuelo cumple tanto la faceta de
En una breve descripción, presentamos los métodos sobre los que electrodo de estimulación como la de electrodo de registro. Como
tenemos cierta experiencia y soslayamos otros de especial trascen- mínimo, se dispondrá de dos pares de electrodos de este último tipo
dencia (cingulotomía, actuaciones sobre córtex somatosensorial, que, como norma general, se posicionarán disecando el nervio: un
hipofisectomías, hipotalamotomías, etc.), que, o no utilizamos o par por encima del punto de intervención (electrodo proximal) y el
éticamente no los consideramos. Sin embargo, sí describiremos en otro por debajo del referido punto (electrodo distal). Esta disposi-
un apartado específico la neuroestimulación en el tratamiento del ción de los electrodos nos permite todas las combinaciones de re-
dolor desde su aplicación al nervio periférico hasta la neuromodu- gistro y estimulación. Así, en el caso de un territorio braquial, pri-
lación del córtex motor. mero se estimula en el electrodo distal y se registra al unísono en
músculo, electrodo proximal, punto de Erb, columna cervical y
Neurólisis, neurotomía y bloqueo de nervio cuero cabelludo contralateral, y viceversa, esto es, se estimula en el
En la actualidad, el cirujano, con la ayuda del neurofisiólogo, puede electrodo proximal y se registra en electrodo distal, músculo, punto
actuar sistemáticamente en el quirófano durante sus intervenciones de Erb, cervical y cuero cabelludo.
bajo criterios de minorización de riesgos controlados, para mante- Como indicábamos anteriormente, una de las aplicaciones prác-
ner la integridad selectiva tanto de las fibras motoras como sensi- ticas de la monitorización es en la neurólisis externa e interna. La
tivas del nervio periférico. Este hecho es una realidad en la práctica neurólisis externa se corresponde con la liberación del nervio de los
general [30,31], pero alcanza características especialmente impor- tejidos que le rodean, y suele aplicarse a nervios aislados, lo que
tantes en el caso de las neurotomías o neurólisis para el tratamiento permite instrumentar la estimulación y registro dentro del propio
del dolor. campo operatorio con cierta facilidad. La neurólisis interna se co-
Según las necesidades y características de cada caso en particu- rresponde con lesiones parciales que requieren la separación de los
lar y respecto a los criterios de operabilidad, podemos optar por dos fascículos del nervio del tejido neural no funcionante o del tejido
grandes aproximaciones no excluyentes entre sí: la micromonitori- infiltrativo interfascicular. Las técnicas de estimulación y registro
zación y/o la macromonitorización; en esta última, englobamos la intraoperatorio son muy utilizadas y permiten diferenciar tejido
neurografía y los potenciales evocados intraoperatorios, y utiliza- sano del lesionado. Para ello, se emplean dos electrodos del tipo
mos el término micro o macro según el tamaño de los electrodos de ganzúa o anzuelo, uno a cada lado de la zona interesada, y con un
estimulación/registro empleados, lo que, por sí mismo, determina electrodo recto se estimula en modo monopolar el fascículo o es-
no sólo un equipamiento diferente sino también un criterio distinto tructura que vamos a identificar. Esta técnica de microestimulación
al analizar los datos. Con ambas técnicas podemos identificar las nos permite, durante la monitorización continuada, desbridar los
fibras nerviosas, cualificar los fascículos identificados como predo- fascículos y en todo momento posibilita al neurocirujano o al ciru-
minantemente motores o sensitivos, y, ante una neoformación, rea- jano plástico limpiar, separar o cortar los fascículos o tejidos inde-
lizar una pormenorizada exploración de su superficie, generando un seables (Fig. 1). Estas técnicas de microestimulación también son
mapa virtual o gráfico y tratando así de identificar la zona o áreas útiles para identificar fibras motoras de sensitivas y optimizar la
directa de la monitorización sobre pulvinar llevadas a cabo por el criterio de que la función de las células de las capas más superficia-
grupo de Obrador y Rodríguez-Delgado en el Hospital Ramón y les (superficial en términos anatómicos estrictos; debe leerse como
Cajal de Madrid [51,52], en las que los puntos que mostraron me- más dorsal en la DREZ) funcionan como una verdadera red local
joría del dolor coincidían con puntos de mayor probabilidad de inhibidora que modula las aferencias sensitivas a la metámera
registrar neuronas rítmicas. medular. Este efecto inhibidor se prolonga en el tiempo (p. ej., por
100 ms) debido a la tendencia de las neuronas de la sustancia gela-
Neuroestimulación tinosa a mostrar una posdescarga mantenida. Aun cuando en prin-
Actualmente, existen dos conceptos diferenciados: la neuromodu- cipio se postulaba un efecto metamérico o reducido a las redes
lación y la estimulación eléctrica funcional. La neuromodulación se neurales del segmento medular correspondiente, otras evidencias
refiere a los cambios en la proporción de influjos de excitación o de han venido a demostrar una participación moduladora de la estruc-
inhibición que inciden en una red neuronal y los correspondientes tura troncoencefálica pontina, principalmente en el núcleo pretectal
niveles de neurotransmisores, que cambian la respuesta de la red de anterior [58], con un efecto inhibitorio eferente a través del funículo
una situación disfuncionante a una fisiológica. Por el contrario, la dorsolateral. Debido a la heterogeneidad de la entrada de la médula
estimulación eléctrica funcional se refiere a las características de dorsal y a sus dimensiones, muy frecuentemente no sólo se estimula
suplemento de función para las que puede utilizarse un campo elec- la DREZ sino su correspondiente raíz dorsal y la columna dorsal a
tromagnético; el ejemplo más sencillo es la utilización de la estimu- los niveles metaméricos en los que se implanta el tetraelectrodo.
lación eléctrica del nervio peroneal para sincronizar la contracción Los potenciales evocados por estimulación dermatosomal son un
del músculo tibial anterior en una marcha posterior a hemiplejía. El medio adecuado de monitorizar y evaluar la disposición del tetrae-
término neuromodulación, por tanto, no sólo se refiere a la estimu- lectrodo terapéutico, sobre todo cuando el neurocirujano opta por la
lación eléctrica sino también a la estimulación por productos bio- colocación percutánea de los electrodos. Estos niveles suelen ser
químicos. En el presente trabajo, sólo nos referiremos a la neuromo- T12 -L1 o L1 -L2 para los problemas crurales y T2 -T3 o T3 -T4 para los
dulación neuroeléctrica sin ahondar en los cambios funcionales y braquiales. La neuroestimulación medular se indica para los síndro-
neuroquímicos que ésta induce, ni referirnos a las microbombas mes de dolor de espalda, en la distrofia simpática refleja, el miem-
implantables para la administración de fármacos. bro fantasma, las neuralgias postherpéticas, en las lesiones medu-
La estimulación eléctrica de los nervios periféricos para el tra- lares y en las vasculopatías.
tamiento del dolor neuropático constituye un tipo específico de La estimulación cerebral profunda crónica para el tratamiento
neuromodulación. Esta aplicación se basa en la teoría de la gate del dolor persistente sigue los criterios de monitorización que se han
control propuesta por Melzack y Wall [53], según la cual, la acti- expuesto para la localización de la diana real en las talamotomías.
vación de las fibras aferentes gruesas tiene a nivel metamérico El criterio en el que se basa la neuroestimulación cerebral es la
medular un efecto inhibidor sobre las fibras aferentes de calibre modificación o modificaciones operadas por la desaferentización.
pequeño y puede, por tanto, reducir la transmisión de mensajes de Además de los referidos núcleos talámicos VC, VCpc, DM, CM,
dolor hacia estructuras supramedulares. En función de la experien- etc., [59] se ha utilizado la estimulación de la sustancia gris periven-
cia de que la estimulación del nervio periférico disminuye de ma- tricular [60] aun cuando esta disposición, de modo similar a cuando
nera más o menos subaguda el dolor, se ha procedido desde hace se está monitorizando durante la localización e implante, la estimu-
varios años a implantar estimuladores crónicos con el objetivo de lación puede producir náuseas, alteraciones visuales, oscilopsia
mejorar el dolor con origen en el territorio de un nervio lesionado persistente, alteraciones de la memoria, etc. Se estudia, previo al
[54,55]. La técnica –fundamentada en algunos criterios expuestos implante, el efecto a las estimulaciones en un intervalo entre 100 Hz
en el apartado ‘Neurólisis, neurotomía y bloqueo de nervio’ de este y 400 Hz, con un ancho de pulso entre 50 y 200 µs.
trabajo– suele realizarse en dos tiempos. Un primer tiempo previo La neuromodulación del córtex motor para el tratamiento del
al implante definitivo y considerado como test, durante el cual pre- dolor fue planteada por Tsubokawa et al, al inicio de la década de
via localización del nervio mediante el método de Buchtal y Rosen- los 90 [61,62]. Estos autores basan su aportación en la evidencia de
falck, colocamos percutáneamente y adyacentes al nervio objetivo que las neuronas nociceptivas, entre ellas las aferentes por la vía
de la actuación el electrodo de estimulación. Este electrodo tempo- neo-espinotalámica, están sujetas a influencias inhibidoras media-
ralmente fijado a la piel se conecta por medio de un cable externo das por los sistemas somatosensoriales no-nociceptivos, como ya
al neuroestimulador, por lo general colocado en la cintura. Durante habíamos indicado con anterioridad [53,54]. El criterio básico para
este período el paciente de modo ambulatorio puede autoestimular- la aplicación terapéutica de la neuroestimulación es que este siste-
se regulando la intensidad y la frecuencia. Se trata de estimulacio- ma inhibitorio no funciona adecuadamente en los cuadros de des-
nes con trenes de alrededor de 100 Hz de frecuencia que se ajusta aferentización [63]. Por otra parte, los cuadros de desaferentización
para minimizar los efectos motores y optimizar los resultados sen- secundarios a lesiones del sistema nervioso central son los más
soriales. En un segundo tiempo, y una vez probada la aceptación por difícilmente controlables, por lo que se postula una posible actua-
el paciente y conseguida la efectividad deseada, se procede al im- ción cortical. Se puso en evidencia que la estimulación de las áreas
plante subcutáneo del sistema, que a partir de entonces suele ajus- corticales correspondientes al girus precentral producía una inhibi-
tarse por radiofrecuencia. ción importante del dolor en los humanos. Lo realmente relevante
La neuroestimulación de la DREZ sigue los mismos criterios es que el umbral de estimulación necesario para producir inhibición
que la teoría de la gate control, de manera que se ha pasado del del dolor es inferior a la necesaria para ocasionar una contracción
término estimulación de la columna dorsal al más amplio pero es- motora, hecho que permite su localización. Se postula que este
pecífico de estimulación de la médula espinal. Los mecanismos efecto inhibidor se consigue por la estimulación antidrómica y or-
neurofisiológicos postulados [56,57] indican que la estimulación todrómica de las neuronas de cuarto orden, las cuales producirían
sobre la columna dorsal produce una excitación predominante de una inhibición de la hiperactividad por desaferentización de las
las células de la sustancia gelatinosa, mientras inhibe la red neuro- células nociceptivas [64].
nal más profunda de la DREZ; ello está en concordancia con el La técnica de implante de los electrodos consiste en realizar una
pequeña craneotomía o un trépano, a través del cual se introduce el trado antes del inicio de la neuroestimulación desaparece durante la
electrodo tetrapolar que se dejará implantado. Este mismo electro- estimulación y los períodos subsiguientes.
do tetrapolar se utiliza como electrodo de registro para localizar los
gyri precentral y poscentral confirmado por la inversión en la pola-
ridad del potencial N20 evocado, de manera que cuando el electrodo CONCLUSIÓN
se desplaza de la región poscentral a la precentral la onda se posi- La monitorización neurofisiológica constituye una demanda impor-
tiviza [65,66]. Debe tenerse en cuenta que, al estar tratando con tante de los Servicios de Neurofisiología Clínica por parte, tanto de
pacientes que padecen dolor por desaferentización, pueden detec- los traumatólogos, neurocirujanos o cirujanos plásticos, como de los
tarse diferencias en la conformación del potencial evocado y en urólogos, otorrinos, especialistas en maxilofacial, en enfermedades
concreto de la N20. Acto seguido, se procede a estimular con los vasculares, etc. En la actualidad, el neurofisiólogo clínico dispone de
mismos electrodos para detectar las correspondientes contraccio- instrumentación eficaz en términos de coste/efectividad, y ello en
nes musculares. Suele ser aconsejable realizar una curva de dura- función de su capacidad disciplinaria de utilizar herramientas de bajo
ción de la intensidad para determinar la reobase y cronaxia, aun o medio coste sobre las que desarrollar un amplio bagaje de metodo-
cuando por regla general se estimula con pulsos de 200 µs (acomo- logías. En concreto, dentro de la clínica multidisciplinar del dolor, su
dar el estímulo entre 50 a 500 µs), en modo monopolar o alternati- intervención y presencia se corresponde con un continuo en los pe-
vamente bipolar. ríodos pre, intra y posquirúrgico. Ahora bien, se abre una relevante
Por su incidencia, la neuroestimulación crónica en el dolor tri- puerta para el neurofisiólogo clínico con el perfeccionamiento de las
geminal conforma un área concreta de aplicación de la monitoriza- técnicas percutáneas que le posibilitan un protagonismo intervencio-
ción neurofisiológica. Como en otros casos, el procedimiento suele nista en su buen quehacer profesional. Las técnicas y metodologías,
realizarse en dos tiempos quirúrgicos, el test percutáneo y el defi- que durante el período de monitorización ofrece el neurofisiólogo en
nitivo implante de los dispositivos. El electrodo se introduce a tra- el ámbito clínico-quirúrgico del síndrome de dolor, abarcan desde la
vés del agujero oval y se utilizan los potenciales evocados trigemi- electromiografía estándar, la qEEG, los potenciales evocados, etc.,
nales para localizar el posicionamiento del electrodo con respecto hasta el registro y análisis de la hiperactividad neuronal unitaria y/o
a las diferentes ramas. Por otra parte, los potenciales evocados multiunitaria en nervios periféricos o en regiones y núcleos en la
también son una herramienta excelente para evaluar el efecto de la profundidad del sistema nervioso central; pero además, en especial
neuroestimulación [67]. Se sigue el procedimiento de estimular la medida, contribuye y aporta técnicas que permiten una evaluación
pulpa dental y se registra el potencial evocado correspondiente a las cuantitativa y objetiva, tanto durante el período de diagnosis, como
fibras Αδy C. Se puede comprobar que el potencial evocado regis- durante el terapéutico y en la posterior fase evaluativo/evolutiva.
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