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DEBATE

POSTURA JEFATURA

Integrantes: Angelo Almazar


Paola Coronado
Karolyne Carrasco
Fernanda Gamboa
Sandra Muñoz
Marilyn Soto
Docente: Rodrigo Silva Villalobos
Módulo: Taller de estrategias del Capital Humano
Jefatura

Un Jefe es una persona que ocupa un puesto de autoridad o liderazgo en una


organización, empresa o equipo de trabajo. Generalmente, un jefe tiene la
responsabilidad de supervisar y dirigir a un grupo de empleados, establecer metas y
objetivos, asignar tareas, tomar decisiones, evaluar el desempeño de los subordinados y
asegurarse de que se cumplan los resultados esperados. El papel de un jefe puede variar
según el contexto y la estructura organizativa. Algunos jefes tienen un enfoque más
autocrático, tomando decisiones de manera centralizada y dirigiendo a sus subordinados
de manera directa, mientras que otros adoptan un enfoque más participativo o
democratico, fomentando la colaboración y la participación de los miembros del equipo
en la toma de decisiones.

Antecedentes de la Controversia
Diferencias entre Jefatura y Liderazgo

Lo que se conoce como “autoridad” en una empresa, o mejor dicho, los altos mandos,
ejercen muchas veces tipos de autoridad radicalmente: son jefes o líderes.
Un jefe es quien asume un rol directivo por la estructura propia de la organización. Si
bien el jefe refleja autoridad, el líder ejerce influencia. Ejercer el liderazgo es una
opción y ser jefe es una designación, es una función formal, con atributos de
autoridad dada por la descripción de cargo. En relación a sus colaboradores, el jefe
administra recursos y se centra en supervisar el desempeño, es decir, fijar objetivos o
asignar tareas, dar retroalimentación y evaluar.
Por otro lado, también está el caso del líder que sin ocupar una posición jerárquica
con respecto a sus compañeros, es capaz de llevar las riendas del equipo puesto que
tiene el carisma y las herramientas emocionales y profesionales para guiar a otros.

Diferencias entre un Jefe y Lider

1. La percepción sobre su autoridad


Para un jefe al uso, la autoridad es un privilegio concedido por su puesto de mando.
Para un buen líder, en cambio, la autoridad es un privilegio solo si es una
herramienta útil para la organización.
El jefe hace suya la máxima de “yo soy el que mando aquí”; mientras que el líder
encuentra su inspiración en la frase “yo puedo ser útil aquí”. El jefe espolea al grupo y
el buen líder se mantiene al frente, los guía y se compromete día a día.
2. Imponer v/s convencer
El jefe basa su influencia en la autoridad que dimana del cargo que ostenta. El líder se
gana la simpatía y la voluntad de quienes le rodean. El jefe hace valer su posición
dentro de la jerarquía, mientras que el líder cultiva y cuida su liderazgo
cotidianamente.
El jefe siente la necesidad de imponer su criterio, usando largos argumentos; el líder
convence y ejemplificar, sus argumentos no buscan desterrar a los demás, sino
construir conocimiento y plan de acción.

3. Miedo vs confianza
El jefe infunde temor, miedo, suele amenazar, y su equipo recela de él, le ponen
buena cara cuando está cerca, pero le critican duramente cuando no está presente. El
líder es una fuente de confianza, empodera a las personas, genera entusiasmo cuando
trabaja, estimula al grupo reconociendo las buenas labores y el esfuerzo de sus
miembros. El jefe precisa obediencia ciega, el líder persigue que la motivación
impregne a todos. Si sientes miedo de tu superior, es un jefe corriente, si en cambio lo
valoras y aprecias, tu superior es un líder.
4. La gestión de los problemas
El jefe quiere señalar a quien ha cometido el error; implanta la creencia de buscar
culpables. De este modo, abronca, castiga y grita si algo no sale bien, para advertir al
culpable y al resto de personas.
El líder sabe entender los errores y calmadamente reorienta la situación. No se
encarga de señalar los errores ajenos ni de acusar a nadie, sino que busca solucionar
el problema y ayudar a quien lo ha cometido a levantarse.
5. Organización técnica vs organización creativa
El jefe distribuye las tareas y ordena, y se queda supervisando si sus órdenes están
siendo seguidas. El líder estimula, aporta ejemplo, trabaja codo con codo con sus
colaboradores, es coherente con lo que piensa, con lo que dice y con lo que hace.
El jefe hace que las tareas sean una obligación, pero el líder sabe buscar la motivación
en cada nuevo proyecto. El líder transmite ganas de vivir y de progresar.
6. Órdenes vs pedagogía
El jefe conoce el funcionamiento de todo, el líder sabe hacer pedagogía de cada tarea,
sabe enseñar. El primero recela de su secreto que le ha llevado al éxito, el segundo
tutela decisivamente a las personas para que puedan desarrollarse y hasta superar, El
jefe organiza la producción, pero el líder les prepara para que alcancen todo su
potencial.
7. El grado de cercanía personal
El jefe se relaciona con su equipo de forma despersonalizada, como fichas de un
tablero. El líder conoce personalmente a todos sus colaboradores, se interesa
genuinamente por sus vidas, no los usa ni los cosifica. Es respetuoso con la
personalidad de cada uno, defiende a las personas independientemente de su
posición en la jerarquía.

8. Esquemas cerrados vs esquemas abiertos y en constante desarrollo


El jefe dice “haz esto”, el líder dice “hagamos esto”. El jefe persigue la estabilidad, el
líder promociona a sus colaboradores mediante el trabajo grupal y la formación de
otros líderes. El líder es capaz de integrar el compromiso sincero de los que le rodean,
diseña planes con fines claros y compartidos, contagia a los demás con su esperanza y
determinación.
9. Cumplir vs liderar
El jefe llega puntual, pero el líder siempre llega el primero. El jefe espera a los
colaboradores sentado en su sillón, el líder sale a darles la bienvenida. El líder quiere
mantener siempre su presencia como un guía del grupo e inspira compromiso,
cordialidad y lealtad. El jefe se conforma con un desempeño aceptable de sus
miembros, el líder quiere ver más allá y quiere que su grupo despunte.
10. Poder vs inspiración
El jefe defiende con uñas y dientes su posición de autoridad; el líder hace que la gente
normal se sienta extraordinaria. El jefe ansía la reverencia, pero el líder logra
comprometer a su equipo en una misión que les permite superarse y trascender. El
jefe quiere mantener sus privilegios; el líder dota de significado e inspiración a su
trabajo su vida y la de los que le rodean.

Cualidades que debe tener un jefe.


El jefe requiere de cumplir con valores muy importantes para poder tener la
habilidad de manejar a un grupo de personas y que cada una cumpla
satisfactoriamente sus funciones.

Ser jefe no solo se trata de dar órdenes, sino de tener la capacidad de gestionar
grupos de personas manteniendo, a su vez, una buena relación laboral. 

Cualidades de un buen jefe

- Saber reconocer, felicitar los logros y apreciar las cualidades de los


trabajadores, con esto ellos se sentirán más valorados.
- Tratar bien al equipo de trabajo siempre con el respeto debido a cada
uno de ellos esto generará un buen clima laboral y una actitud positiva ante el
equipo.
- Ser Honesto y Confiable valor que es altamente valorado por los
trabajadores ante la toma de decisiones importantes.
- Tener empatía hay que saber ponerse el lugar de los demás, junto con
la honestidad y la confianza es otra cualidad aparecida en la figura de un buen
jefe.
- Delegar y tener confianza en que tu equipo se sienta bien valorado
refuerza su autoestima e invita al trabajo cooperativo. Con esto podemos dar
rienda suelta a esta cualidad cuando más lo necesitemos.
- Saber comunicar ya sean nuevos proyectos, reuniones, o simplemente
entablar una conversación
- Ser humildes es importante siempre esto permitirá sentarnos frente a frente
y trabajar con confianza y total cooperación.
- Escuchar activamente ofrecer a las personas que forman parte de nuestro
equipo tiempo y espacio para explicarse. Tanto para contarnos cómo están
como para prestar atención a sus ideas y cooperación
- Ser organizado sirve para centrar los objetivos del equipo y enfocarse en el
corto y el medio plazo que se designan las labores.
- Generar autoridad sin imponer Los trabajadores aceptan la
autoridad, pero no las imposiciones, sobre todo cuando son órdenes
irracionales, que no encajan con las buenas dinámicas de equipo.
- Un buen jefe orienta a sus empleados y les da confianza, al tiempo que
permite la retroalimentación para la consecución de los objetivos marcados.
- Con visión de futuro
- Los buenos jefes son capaces de ver lo que se avecina con claridad. Trazan una
ruta y motivan al trabajador en el objetivo marcado.

Características positivas de un Jefe.


Los jefes brindan estabilidad y orientación, pero no siempre están interesados en
desarrollar una visión general.
Un jefe es una persona con autoridad impuesta para dirigir y dar órdenes a sus
subordinados. Los jefes se preocupan mucho por sus equipos y suelen ponerlos en
primer lugar, incluso más que los líderes. Los jefes o GERENTES  a menudo
comentan que gestionar un equipo implica mucho más esfuerzo. Esto se debe a que,
en lugar de centrarse simplemente en realizar un buen trabajo, los gerentes están
constantemente pensando en cómo guiar y orientar mejor a los miembros de su
equipo.

Tipos de Jefe.
Principalmente un jefe es quien marca la diferencia y no todos los líderes ejercen su
función de la misma manera , de hecho podemos clasificarlos dependiendo de
diferentes factores.

Jefe Asertivo

Como jefes: son personas con una gran capacidad de liderazgo y negociación. Son
jefes asequibles, siempre dispuestos a tener en cuenta la opinión de sus
subordinados, a 25 los que intentan tratar desde el conocimiento personal, teniendo
muy en cuenta las diferencias individuales respecto a capacidad, rendimiento y
habilidades sociales de cada uno de ellos. No les tiembla el pulso cuando tienen que
poner límites o tomar decisiones que saben no van a ser muy populares, pero, eso sí,
se molestarán en explicar a «su gente» el porqué de esa decisión, que generalmente
está basada en criterios objetivos y profesionales. Sus subordinados les respetan y les
admiran porque saben marcar objetivos realistas y tienden al trato justo, sin
menospreciar, ridiculizar ni agredir. La puerta de su despacho siempre está abierta.
Generan confianza y fomentan la competencia basada en el rendimiento y la
capacidad. No suelen establecer relaciones personales con sus subordinados porque
tienen muy claro cuál es su función y también la dificultad que conlleva ejercerla
cuando existen vínculos afectivos. Entienden la autoridad desde la negociación y el
diálogo, y la ejercen con firmeza pero siempre respetando la integridad personal y
profesional de su equipo. Rechazan la adulación y el servilismo porque no lo
necesitan para sentirse valiosos. Como consecuencia de ello no fomentan el
favoritismo ni el vasallaje, más bien al contrario, tratan de que las relaciones con su
equipo sean siempre transparentes y profesionales. Aceptan y respetan la jerarquía,
tanto por encima como por debajo, pero no abusan de ella. Basan su poder en sus
capacidades profesionales y en sus habilidades sociales. Prefieren el respeto al miedo
o la sumisión, y la valoración a la adulación.

Jefe coercitivo
Entre las principales cualidades positivas de este tipo de jefes encontramos la
disciplina, la energía y la enorme capacidad para remontar situaciones de crisis y
enderezar a trabajadores problemáticos. De hecho, se trata de los líderes más
adecuados para momentos difíciles.

Jefe cooperador
Es el que “tiene una visión de equipo en la empresa”, algo realmente positivo, ya que
tiene en cuenta que todos los colaboradores de la compañía suman. Eso sí, pueden
ser algo exigentes. Lo mejor de este tipo de jefe es que muestran mucho interés por
los empleados, incluso más que por los méritos de la empresa. Sin duda, este tipo de
jefes tienen muchas ventajas, como que son comunicativos y empáticos, dos
cualidades imprescindibles para ser un buen líder. Además, anteponen las
necesidades de sus empleados a las propias. Por eso, dan mucha importancia a la
motivación de los trabajadores y en ocasiones actúan como mentores.
Jefe capacitador
Es el que quiere ayudar a sus empleados a que potencian todavía más sus recursos a
través del aprendizaje constante”. Una de las grandes ventajas de este tipo de líder es
que posee un gran compromiso tanto con la organización como con los trabajadores.
Además, suelen saber equilibrar las necesidades de la compañía con las de los
trabajadores. Es importante tener en cuenta que este tipo de jefe piensa más en el
futuro que en el presente. Eso sí, lo mejor es que se trata de líderes que confían
plenamente en sus trabajadores y les ayudan a desplegar su potencial.

Principales Argumentos y Contraargumentos

Aspectos negativos de un líder

Liderazgo laissez-faire
Cada miembro del equipo trabaja por su cuenta, con el líder
actuando únicamente como apoyo en caso de que los integrantes
lo necesiten.

Desventajas:

La independencia de cada miembro del equipo, dificulta en ocasiones el trabajo colaborativo.

Puede haber desorganización en el trabajo si el líder no puede tenerlo todo bajo control.

Liderazgo democrático 
Los miembros del equipo participan en la toma de decisiones en
conjunto, aunque es el líder quien tiene la última palabra sobre la
decisión final.

Puede haber roces emocionales si un miembro del equipo propone una idea que no es aceptada por
los demás o, en última instancia, por el líder.

Se invierten tiempo y otros recursos en la toma de decisiones.

Desventajas del liderazgo participativo


● Imposibilidad de llevar a cabo todas las propuestas. La otra cara de la
moneda respecto a la variedad de puntos de vista en el liderazgo participativo
es que no se pueden llevar a cabo todas las propuestas hechas por los
miembros del equipo. En estos casos, existe un riesgo de menor implicación y
compromiso por parte de las personas que han propuesto o defendido una
idea que finalmente no ha sido elegida. Para evitar situaciones así, deberá
existir una figura que se encargue, en la medida de lo posible, de convencer
realmente a todos los miembros del equipo de que la solución elegida es la
mejor, lo que implica un gran manejo de la inteligencia emocional y,
particularmente, de la influencia social, llegando incluso al punto de conseguir
que las decisiones se tomen por unanimidad.

● Posibilidad de que la agresividad silencie a la creatividad. Cuando se pide


escuchar ideas, se corre el riesgo de que las personas con personalidad más
agresiva y que dicen las cosas de una forma más directa impidan que las
personas más tímidas y retraídas se expresen abiertamente. Y si en un
equipo coincidiese que la persona más tímida es la persona más creativa, se
perderían muchas posibles buenas ideas. Por eso es necesaria la figura de
un moderador empático, alguien que se vaya cediendo turnos de palabra y
que anime a todo el mundo a participar sin permitir que nadie corte ni cohíba
a nadie.

● Posibilidad de problemas personales. Derivado de la desventaja anterior, el


liderazgo participativo es el que asume un mayor riesgo de que los choques
entre distintas opiniones o puntos de vista se conviertan en algo personal, lo
que haría insostenible continuar con este estilo de liderazgo. De nuevo, una
figura moderadora y apaciguadora es necesaria para evitarlo.

bibliografia

Los tres tipos de jefe que existen (eaeprogramas.es)

¿Cuál Es La Diferencia Entre Liderazgo Y Jefatura? (elperiodicomundial.com)

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