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¿Cuáles son las enfermedades musculares

más comunes?
Antes de entrar de lleno en las patologías má s extendidas del sistema muscular, vemos

de interé s contextualizar a estas enfermedades desde un punto de vista

epidemioló gico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos brinda los siguientes

datos de interé s con respecto a los trastornos musculoesquelé ticos:


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 En el mundo, unos 1710 millones de personas tienen al menos un trastorno de los


músculos, huesos, articulaciones o todos estos elementos a la vez.
 El dolor lumbar es el trastorno musculoesquelético más frecuente, con 568 millones
de personas afectadas en todo el planeta. Por sí solo, este cuadro clínico es la
principal causa de discapacidad en 160 países.
 Existen más de 150 trastornos que afectan a músculos, huesos y articulaciones. Estos
pueden llegar a limitar de forma considerable la movilidad y la destreza del paciente,
lo cual se traduce en retiro laboral y social tempranos.
 La discapacidad por estos trastornos ha aumentado en las últimas décadas y se prevé
que siga a la alza. El hecho de que la población mundial viva más y sea más
envejecida puede tener algo que ver.

Má s allá de datos y estadísticas, tambié n cabe destacar que las enfermedades

musculares se dividen en varias clases o categorías segú n su etiología:

1. Trastornos musculares primarios: engloban a las patologías provocadas por un


trastorno intrínseco del músculo. Suelen acarrear pérdida de fibras musculares,
atrofia, fibrosis, debilidad y cuadros crónicos. La polimiositis o el grupo de distrofias
musculares (MD) son ejemplos claros de esta categoría.
2. Trastornos musculares secundarios: se tratan de desajustes extrínsecos al músculo,
pero que lo dañan por un desbalance sistémico. Infecciones, metabolismo trastocado
o enfermedades autoinmunitarias pueden desencadenarlos.
3. Enfermedades musculares geriátricas: como su propio nombre indica, estas
condiciones derivan del paso del tiempo y del uso de la musculatura a lo largo de la
vida.
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Como puedes ver, las enfermedades musculares no solo son comunes, sino que tambié n

destacan por su diversidad. A continuació n, te mostramos 10 de estos trastornos


extendidos en la sociedad. No te lo pierdas.

1. Lumbalgia mecánica o inflamatoria


El lumbago es extremadamente común en cualquier etapa de la vida. A pesar de ello, son pocos
los casos que se vinculan a una causa específica.

Sin ninguna duda, el dolor lumbar es el rey de las enfermedades musculoesquelé ticas a

nivel mundial. Segú n estudios, este trastorno afecta hasta al 80 % de la població n al

menos una vez durante toda su vida, pero curiosamente, menos del 15 % de los casos

clínicos tienen un origen claro. La mayoría de lumbagos son idiopáticos  y los pacientes

no son diagnosticados con una causa subyacente.

El dolor lumbar se define como un síndrome musculoesquelé tico o conjunto de

síntomas cuyo principal signo es la presencia de dolor focalizado en el segmento final

de la columna vertebral (á rea lumbar), en el á rea comprendida entre el borde inferior

de las ú ltimas costillas y la regió n sacra. Puede ser agudo o cró nico segú n su duració n,

y suele ser inespecífico.


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Aunque se trate má s de un dolor “de huesos”, el lumbago  entra en la categoría de las

enfermedades musculares má s comunes por su origen en este sistema. Se cree que la

mayoría de los casos de dolor lumbar se deben a la tensió n muscular, y por ello, suelen

ir precedidos por un esfuerzo del tronco muy demandante o una mala postura.

Ante un episodio de lumbago, no se recomienda permanecer en cama por más de 1 día.

Cuanto más se postre el paciente, más se debilitarán sus músculos y se complicará su


recuperación.

2. Contracturas musculares
Segú n la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las contracturas y los

calambres se engloban dentro del grupo de las enfermedades musculares. Aunque no

sean eventos fisioló gicos graves, su prevalencia es altísima: por ejemplo, en los

futbolistas las contracturas suponen el 30 % de todas las lesiones, lo cual equivale a

300 días perdidos por equipo en una temporada.


Estas lesiones musculares tienen lugar cuando el mú sculo se estira o se dañ a má s allá

de lo normal por un tiempo limitado. Suelen ser resultado de la fatiga, del uso indebido

del aparato locomotor a nivel postural, de un sobreesfuerzo o de la unió n de todo lo

anterior y otros factores. Algunos de los síntomas má s comunes de las contracturas son

los siguientes:
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 Dolor repentino y limitación del rango de movimiento de la zona afectada.


 Enrojecimiento e hinchazón del grupo muscular o músculo dañado.
 Espasmos musculares y rigidez.
 Debilidad.

La mayoría de contracturas se tratan con reposo, analgé sicos sin receta (como el

paracetamol) y, si es necesario, relajantes musculares. La administració n repetitiva de

calor hú medo suele ayudar a que el cuadro mejore de forma má s rá pida.

3. Distrofias musculares (DMs)

Las distrofias musculares son trastornos primarios hereditarios y progresivos que

provocan la debilitació n de la musculatura estriada a lo largo del tiempo. Se tratan de

patologías intrínsecas al mú sculo, ya que se ven desencadenadas por fallos en los genes

que codifican para las proteínas necesarias para formar este tejido. Se distinguen del

resto de trastornos musculares por los siguientes criterios:


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1. Son miopatías que afectan al músculo de forma primaria. A diferencia de los


cuadros citados con anterioridad, aquí el error se encuentra en la propia estructura de
la unidad muscular.
2. Tienen un origen genético. Además, las formas más famosas presentan una
incidencia más alta en el género masculino.
3. El curso es progresivo e inevitable. Los pacientes con distrofias musculares no
suelen superar los 30 años de edad.
4. Las fibras musculares mueren en algún momento de la enfermedad. Por ello, la
capacidad de movimiento del enfermo acaba reduciéndose de forma irreversible.

A continuació n, mostramos de forma somera algunas de las DMs má s famosas. Aunque

no representen a las enfermedades musculares má s comunes del mundo como tal, sí

que son de las má s conocidas.

3.1 Distrofia muscular de Duchenne


Es el tipo de distrofia muscular má s usual, con una incidencia de 1 caso por cada 5000

varones nacidos vivos. Se debe a una mutació n localizada en el locus Xp21, que se

encuentra en el cromosoma X. Al ser un trastorno de cará cter recesivo y debido a la

naturaleza gené tica del ser humano, se trata de una patología casi exclusiva del gé nero

masculino.
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El gen mutado es el que codifica la distrofina,  una proteína esencial para el

mantenimiento de la membrana de la fibra muscular. Al no poder repararse, el m ú sculo

va perdiendo funcionalidad poco a poco y la movilidad del paciente empeora con los

añ os. La habilidad para caminar se pierde a los 13 añ os y se alcanza una pará lisis casi

total a los 21. No tiene cura y es letal en todos los casos.

Como las mujeres tienen 2 copias del cromosoma X (son XX), uno de ellos puede solventar

el fallo genético. En cambio, en hombres (XY) no hay posibilidad de “enmascarar” la

mutación.

3.2 Distrofia muscular de Becker


De nuevo, este tipo de DM se corresponde a una mutació n en un gen localizado en el

cromosoma X, afectando tambié n a la síntesis de la proteína distrofina. De todas


formas, su incidencia es de 1,5 a 6 casos por cada 100 000 varones nacidos vivos, lo cual

hace a la distrofia muscular de Becker  una mucho menos comú n que la de Duchenne.

Tal y como indica el portal Kidshealth ,  los signos de este trastorno se evidencian desde

la infancia temprana. Aun así, el cuadro no empieza a agravarse hasta que el niñ o

presenta una debilidad marcada en la cadera y en la pelvis, lo cual suele ocurrir entre

los 10 y 13 añ os de edad. La aparició n de complicaciones es cuestió n de tiempo, pero

los pacientes viven de media unos 40 añ os.


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Esta es una forma de distrofia muscular un poco menos agresiva que la de Duchenne.

3.3 Distrofia muscular de Emery-Dreifuss


Segú n la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la prevalencia de esta

distrofia muscular es desconocida. Se cree que una de sus variantes podr ía afectar a 1

de cada 100 000 varones, si bien las cifras no está n nada claras. Sin duda, se trata de

una enfermedad de los mú sculos mucho menos común y menos prevalente que la DM

de Becker o de Duchenne.

Su patró n de herencia es bastante complejo, ya que existen distintas variantes que se

ven propiciadas por mutaciones en los genes EMD, FHL1 y LMNA. Los 2 primeros

segmentos de ADN se encuentran en el cromosoma X, pero el LMNA está en un

cromosoma autosó mico no sexual. Esto hace que no todas las distrofias de Emery-

Deifuss sean má s comunes en hombres que en mujeres.

La mayoría de cuadros desembocan en problemas en la musculatura del corazón. Sin

tratamiento, las arritmias y los desajustes cardíacos pueden acabar con la vida del

paciente. 

4. Miositis
Los diferentes tipos de miositis pueden causar síntomas muy variados, más allá del dolor
muscular. La fatiga constante es uno de ellos.

El té rmino “miositis” hace referencia a la inflamación de los músculos que se utilizan

para mover el cuerpo (es decir, los estriados o voluntarios). Este signo clínico puede

ser causado por algo simple y anecdó tico como una lesió n, pero tambié n existen ciertas

enfermedades autoinmunitarias e infecciones que cursan con é l.


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Má s allá de la inflamació n del mú sculo, algunos síntomas de que una miositis está

teniendo lugar son los siguientes:

1. Cansancio tras caminar poco o después de permanecer parado en una posición


concreta.
2. Debilidad muscular. Esta puede describirse de forma subjetiva o requerir una
prueba específica que cuantifique el esfuerzo muscular (como el electromiograma).
3. Tropiezos o caídas más habituales de lo normal.
4. Problemas para tragar o respirar en los cuadros más graves.

Tal y como ocurría con las distrofias musculares, las miositis se pueden dividir en

categorías según su etiología. Te presentamos las 2 enfermedades musculares má s

comunes dentro de este grupo en las siguientes líneas.


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4.1 Dermatomiositis

La dermatomiositis se manifiesta con una inflamació n muscular marcada y con la

aparició n de erupciones cutá neas. La causa de esta condició n es a día de hoy

desconocida, pero se postula que podría verse propiciada por una infecció n viral en el

entorno muscular o por un problema en el sistema autoinmunitario, pues se observan

linfocitos B y T en los infiltrados perivasculares.

Segú n la National Organization of Rare Disorders (NORD), se detecta 1 nuevo caso de

dermatomiositis por cada 100 000 habitantes de forma anual. La condició n aparece

sobre todo en las personas entre 40 y 50 añ os de edad y es má s comú n en mujeres que

en hombres, pero toda persona es susceptible a desarrollarla.

Además de la debilidad muscular y las erupciones cutáneas, un 30 % de los pacientes

desarrollan dolor articular. Por suerte, este casi siempre es leve.

4.2 Polimiositis
La polimiositis tambié n se caracteriza por inflamació n y debilidad muscular, pero no se

presenta con erupciones de la piel (como sí lo hace la dermatomiositis). En este caso, el

cuadro se produce sobre todo en los mú sculos cercanos al tronco, es bilateral y

empeora con el tiempo. No se conocen sus causas, pero se cree que un

ataque autoinmunitario  a los tejidos afectados podría estar involucrado.


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En cuanto a su incidencia, esta se sitú a en 1 caso nuevo por cada 125 000-130 000

habitantes al añ o, lo cual se traduce en una prevalencia general de 1/14 000. Se trata

de una miopatía rara que se puede confundir con muchos de los cuadros citados debido

a su manifestació n sintomá tica inespecífica.

5. Miastenia gravis (MG)


Hasta ahora, te hemos presentado 7 enfermedades musculares comunes, incluyendo en

la lista 3 tipos de distrofias musculares y 2 de miositis. Cerramos este espacio con

la miastenia gravis (MG), un trastorno neuromuscular que provoca debilidad muscular

debido a una mala conexió n entre los grupos celulares efectores y las neuronas.

Segú n el portal MedScape, la prevalencia global de la MG es de 20 casos por cada 100

000 habitantes, lo cual se traduce en 200 pacientes por cada milló n de personas. Es
mucho má s comú n en mujeres que en hombres y se presenta con los siguientes signos

clínicos:
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 Musculatura extraocular: caída de uno o ambos párpados y visión doble.


 Musculatura facial: en aproximadamente el 15 % de los pacientes los síntomas
faciales están presentes. Estos incluyen deterioro del habla, dificultad para tragar,
problemas en la masticación y cambios drásticos en las expresiones de la cara.
 Musculatura corporal: debilidad generalizada en cuello, brazos y piernas. Esto
puede provocar dificultad para andar.
La causa principal de la miastenia gravis es de naturaleza autoinmunitaria, pues el

cuerpo del paciente produce anticuerpos que bloquean o destruyen los receptores

musculares para la acetilcolina. Los medicamentos, la terapia intravenosa y la cirugía

son algunos de los abordajes má s utilizados para paliar los efectos de este cuadro

clínico, dependiendo de la causa.

Las enfermedades musculares más


comunes y su variedad
Enumerar las enfermedades musculares más comunes no es tarea sencilla.  La mayoría

de ellas son de naturaleza anecdó tica (contracturas, lesiones y roturas) y no se

consideran como cuadros cró nicos, mientras que las que sí lo son (como las distrofias o

las miositis) presentan una prevalencia excepcionalmente baja en la població n general.


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Por ello, si queremos que te quedes con una idea general es la siguiente: existen

muchos desordenes musculares que pueden tener lugar por el paso del tiempo o por

movimientos malos, pero las condiciones primarias que destruyen el tejido muscular

son muy pocas y se consideran enfermedades raras en muchos casos.

Te

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