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M.ªJ.

RAMÍREZ-EXPÓSITO, ET AL
REVISIÓN

aportaciones futuras. Desarrollo. Los síntomas no cognitivos, de ele- ções futuras. Desenvolvimento. Os sintomas não cognitivos, de ele-
vada frecuencia en las demencias, comportan una mayor gravedad vada frequência nas demências, provocam um agravamento clínico,
clínica, un incremento del riesgo de institucionalización y una mayor um aumento do risco de institucionalização e uma maior carga emo-
carga emocional para sus cuidadores. Se han revisado los diversos cional para as pessoas que cuidam do doente. Foram revistos os
tratamientos utilizados habitualmente (antipsicóticos, antidepresivos, diversos tratamentos utilizados habitualmente (antipsicóticos, anti-
ansiolíticos, anticomiciales, etc.), y la respuesta para algunos de estos depressivos, ansiolíticos, anticomiciais, etc.), e a resposta para al-
síntomas es relativamente escasa así como los efectos adversos fre- guns destes sintomas é relativamente escassa, sendo os efeitos adver-
cuentes e intensos. Nuevos fármacos, como los inhibidores de la coli- sos frequentes e intensos. Novos fármacos, como os inibidores da
nesterasa y los agonistas colinérgicos, que han demostrado su eficacia colinesterase e os agonistas colinérgicos, que demonstraram a sua
para los síntomas cognitivos, parecen, en estudios iniciales, también eficácia para os sintomas cognitivos, parecem, em estudos iniciais,
eficaces para los no cognitivos. Conclusiones. La relativa baja efica- também eficazes para os não cognitivos. Conclusões. A relativamen-
cia de los tratamientos clásicos y la frecuencia e intensidad de los te baixa eficácia dos tratamentos clássicos e a frequência e intensi-
efectos secundarios abre nuevas posibilidades para los inhibidores de dade dos efeitos secundários abre novas possibilidades para os ini-
la colinesterasa en el tratamiento de los síntomas no cognitivos en la bidores da colinesterase no tratamento dos sintomas não cognitivos
enfermedad de Alzheimer [REV NEUROL 1999; 29: 819-24]. da doença de Alzheimer [REV NEUROL 1999; 29: 819-24].
Palabras clave. Demencia. Demencia tipo Alzheimer. Inhibidores de Palavras chave. Demência. Demência tipo Alzheimer. Inibidores da
la colinesterasa. Síntomas neuropsiquiátricos. Síntomas no cogniti- colinesterase. Sintomas neuropsiquiátricos. Sintomas não cogniti-
vos. Tratamiento. vos. Tratamento.

Alteraciones neuronales inducidas por procesos degenerativos


en el sistema nervioso central.
Influencia del envejecimiento normal y patológico
M.ªJ. Ramírez-Expósito, J.M. Martínez-Martos

NEURONAL CHANGES INDUCED BY DEGENERATIVE PROCESSES IN THE CENTRAL NERVOUS SYSTEM.


THE INFLUENCE OF NORMAL AND PATHOLOGICAL AGEING
Summary. Introduction. In the last years, an important effort has been made to know which are the causes of the neurode-
generative proccesses in the Central Nervous System and the morphological changes occurred under pathological situations
and/or with normal ageing. Development. Usually, neurodegenerative disorders have been asociated with neuronal loss and
reactive gliosis. However, the quantitative studies showed different or although contradictory results. These results are
variable depending on the animal model, cerebral area or the technical procedure. However, there are other neuronal
changes related with neurodegeneration. One of them is the presence of dark neurons. These neurons have been characterized
by their strong staining and their estructural and ultraestuctural changes. Conclusions. In the present work we review about
these neuronal changes in the literature, and the knowledge about the quantitative changes observed in two degenerative
disorders: aging and induced cerebral lesions. In this way, we study normal and pathological neurodegenerative procecess
[REV NEUROL 1999; 29: 824-33].
Key words. Ageing. Dark neurons. Induced lesions. Neurons. Neurodegeneration. Quantitative changes.

INTRODUCCIÓN edad media que los individuos están alcanzando en las socieda-
En los últimos años se viene realizando un gran esfuerzo por des desarrolladas. Si a principios de siglo las expectativas de
conocer cuáles son las causas de los procesos neurodegenerativos vida eran cercanas a los 50 años, actualmente este parámetro ha
que tienen lugar en el SNC, tanto en situaciones patológicas como aumentado un 70%, hasta valores próximos a los 80 años de
durante el envejecimiento normal. edad. Estos datos, junto al descenso de las tasas de natalidad,
El envejecimiento humano, que puede definirse como el con- hacen predecible una sociedad de ancianos para el siglo XXI
junto de modificaciones responsables de la alteración irreversi- [2-4]. Además, los individuos mayores de 85 años son el seg-
ble de células u órganos, de modo que se incrementa permanente- mento de la población de más rápido crecimiento. Este número
mente la posibilidad de enfermedad o muerte [1], es un tema de de individuos es crítico, por tanto, en términos de salud y servi-
gran actualidad e interés, debido al progresivo aumento de la cios sociales, y representa un importante coste para la Seguridad
Social [2-5]. Se han definido cinco grandes grupos de alteracio-
Recibido: 27.04.99. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones: 13.05.99.
nes del comportamiento relacionadas con el deterioro de la ca-
pacidad intelectual, que pueden deberse o no a procesos patoló-
Área de Fisiología. Facultad de Ciencias Experimentales. Universidad de
Jaén. Jaén, España. gicos, siempre, en este último caso, asociados al envejecimiento
[6,7]: 1) disminución de la capacidad de recordar distintos tipos
Correspondencia: Dra. María Jesús Ramírez Expósito. Área de Fisiología.
Facultad de Ciencias Experimentales. Universidad de Jaén. Paraje Las de información; 2) descenso en la eficacia y efectividad de los
Lagunillas, s/n. Edificio 5. E-23071 Jaén. Fax: +34 95321 2141. E-mail: razonamientos y en los procesos de ejecución de decisiones; 3)
mramirez@ujaen.es disminución de la capacidad de realizar trabajos que requieran
 1999, REVISTA DE NEUROLOGÍA destreza espacial; 4) descenso de la capacidad de desarrollar

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ALTERACIONES NEURONALES EN EL SNC

trabajos que tengan que ver con la velocidad, y 5) disminución celular programada) como posible mecanismo de muerte neuro-
de los mecanismos sensoriales necesarios para detectar y discri- nal; mientras que en las lesiones inducidas el mecanismo res-
minar estímulos. ponsable es la necrosis [50]. Cabe destacar, sin embargo, que
Este deterioro afecta hasta un 55% de los individuos mayores ambos mecanismos de muerte neuronal parecen compartir una
de 65 años. A ello se añade, además, el elevado porcentaje de causa común, habiéndose descrito que los aumentos de Ca 2+
demencias, que afectan a un 20% o más de la población de 80-90 libre citosólico detectados en situaciones neurodegenerativas
años [2,4,5] y de enfermedades neurológicas, que muestran, de son responsables de la muerte celular, independientemente de la
forma más acusada, los daños propios del envejecimiento. Sirva causa que los origine [51-53].
como ejemplo la enfermedad de Alzheimer, que afecta a un 10% En el caso de la gliosis reactiva, se ha apuntado [54] que los
de la población mayor de 65 años y al 47% de los mayores de 85 tipos gliales implicados en ambos mecanismos son muy distintos
años [8]. y actúan en relación con el diferente tipo de degeneración neuro-
Sin embargo, las relaciones entre enfermedad y envejecimiento nal que conlleva el envejecimiento o las lesiones.
normal no son bien conocidas. Mientras que algunos autores con- En todo caso, cualquier tipo de estudio sobre los efectos del
sideran que estas enfermedades son independientes del envejeci- envejecimiento o de las lesiones inducidas en el sistema nervio-
miento [9], otros, por el contrario, defienden que van unidas al so requiere el correlato histológico paralelo que permita comple-
proceso de envejecimiento normal [10-12]. tar e interpretar adecuadamente los datos obtenidos. En este
Desde una perspectiva histórica, los primeros estudios sobre sentido, ha adquirido una gran relevancia el desarrollo de técni-
sistema nervioso y envejecimiento se refieren fundamentalmente cas inmunocitoquímicas que permiten asociar la localización de
a los aspectos morfológicos. Ya a principios de siglo, algunos casi cualquier trazador bioquímico, con su soporte morfológico
patólogos observaron que la apariencia de secciones de cerebro e identificarlo en el tejido in situ. Otro aspecto corresponde a la
variaba entre jóvenes y viejos, particularmente por la presencia de aplicación de las técnicas estereológicas y cuantitativas a los
acúmulos de pigmentos en estos últimos [13]. No obstante, no fue estudios citológicos e histológicos del sistema nervioso, ya que
hasta la década de los 50 cuando comenzaron a proliferar estudios permiten evaluar y analizar la cinética de las poblaciones neuro-
sistematizados, no sólo sobre aspectos morfológicos del enveje- nal y glial así como los cambios funcionales que ocurren en el
cimiento tanto normal como patológico, sino también sobre as- tejido.
pectos fisiológicos. Del conjunto de estos estudios se dedujo que
la pérdida neuronal era la característica más destacada de los in-
dividuos viejos [14-19] junto al desarrollo de un proceso de gliosis CAMBIOS MACROSCÓPICOS
reactiva [18,20-25]. Estos cambios afectaban principalmente a las Se han encontrado diversos cambios macroscópicos asociados a
áreas de asociación de la corteza cerebral, de más reciente adqui- los procesos de degeneración. Así, con la edad, se han descrito
sición en la evolución, y el hipocampo, las más afectadas durante cambios como descenso de peso y volumen del cerebro [3,55,56],
el envejecimiento [26-28]. ensanchamiento de ventrículos [3,57], estrechamiento de giros
En otro orden de cosas, los primeros estudios que describen y surcos [3,56,58] y aumento en el volumen del líquido cefalo-
los cambios reactivos provocados por lesiones inducidas se de- rraquídeo [58]. Concretamente, en humanos se ha estimado que
ben a neurohistólogos de principios de siglo. Ya en 1909 Held hacia los 70 años de edad el cerebro es un 6% menos voluminoso
describió reactividad de las células gliales tras pequeñas puncio- que en los jóvenes. Dicha disminución varía en función de la
nes [29]. Ramón y Cajal (1913) y Del Río Hortega (1920) de- zona, siendo de un 17% en el lóbulo frontal, de un 20% en el
mostraron el papel clave de los astrocitos en estas situaciones ganglio basal y nula en la zona parietoccipital. Incluso algunas
[30,31]. Más adelante, los cambios originados por estas puncio- zonas como el lóbulo temporal, el giro pre y poscentral y la
nes se analizaron más extensamente por medio de estudios de amígdala sufren un aumento de volumen [59]. Sin embargo, el
microscopía óptica [32-37], de autorradiografía [38-40] y ul- cerebro de la rata sufre un pequeño aumento de peso a lo largo
traestructurales [41,42]. Las lesiones inducidas por el implante de su vida [27], y se ha descrito, además, que el grosor de la
de electrodos (práctica frecuentemente empleada para conocer corteza cerebral de estos animales disminuye desde el nacimien-
distintos aspectos de la fisiología cerebral) se puede considerar to a la madurez, aunque permanece estable durante el envejeci-
que provocan, al igual que las lesiones por punción, fenómenos miento [60].
de gliosis reactiva y degeneración neuronal [43,44]. Más recien- En el caso de las lesiones, estos cambios dependen evidente-
temente, las lesiones traumáticas y sus efectos tanto morfológi- mente del tipo y gravedad de la lesión [61,62]. En este sentido, se
cos como neuroquímicos han sido ampliamente estudiados ha detectado disminución del grosor cortical tras lesiones induci-
[45-47]. Actualmente, la bibliografía sobre lesión inducida hace das tan distintas como secciones del cuerpo calloso a nivel de la
referencia a fenómenos de isquemia-reperfusión ya que repre- corteza auditiva [63] e hipoperfusiones crónicas [48]. Esta dismi-
sentan modelos para el estudio de enfermedades degenerativas nución del espesor cortical en situaciones de hipoxia va acompa-
muy frecuentes tales como la enfermedad de Alzheimer [48] o ñada de dilatación ventricular [48].
los procesos arterioescleróticos [49]. También se han descrito disminuciones en el volumen de la
Así pues, en la presente revisión proponemos dos modelos corteza occipital y frontal tras aspiraciones llevadas a cabo en
de degeneración a estudiar: el envejecimiento y las lesiones in- estas regiones cerebrales durante el estado embrionario. Estas
ducidas, ya que en ambos casos se observan modificaciones alteraciones ocurren únicamente a nivel ipsilateral, mientras que
similares a priori de las poblaciones neuronal y glial que impli- en el tálamo se han encontrado descensos de volumen tanto a nivel
can degeneración y muerte neuronal así como gliosis reactiva. ipsilateral como contralateral a la lesión [64]. De igual modo,
No obstante, estudiadas desde ambas perspectivas, las modifi- situaciones de hipoxia provocan, asimismo, descensos en el volu-
caciones neuronales parecen seguir vías diferentes, ya que en el men de la neocorteza [65].
caso del envejecimiento se ha propuesto la apoptosis (muerte Todos estos cambios macroscópicos son la consecuencia de

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M.ªJ. RAMÍREZ-EXPÓSITO, ET AL

Tabla. Diferencias entre apoptosis y necrosis.

Características Apoptosis Necrosis

Estímulo Fisiológico Patológico

Aparición Células Grupos de células


independientes

Reversibilidad No Sí

Adhesión entre células Pérdida rápida Pérdida lenta

Orgánulos citoplasmáticos Hinchamiento Hinchamiento


lento rápido

Liberación de enzimas Ausencia Presencia


lisosómicas

Núcleo Rotura Desaparición

Cromatina nuclear Compacta Agrupados


sin forma

Fragmentación ADN Internucleosomal Aleatoria

Células Cuerpos Hinchamiento


apoptóticos y desintegración

Fagocitosis Presencia Ausencia

Inflamación exudativa Ausencia Presencia

Formación de escara Ausencia Presencia

otra serie de alteraciones que se detectan a nivel submicroscópico


Figura. Microfotografías de cortes semifinos teñidos con azul de toluidina
y que afectan a todo el complejo entramado de células, fibras y en las que se muestran diferentes grados de picnosis. Obsérvense las
vasos que constituyen el tejido nervioso degenerado. modificaciones estructurales de las neuronas levemente picnóticas (LP) y
fuertemente picnóticas (FP), en relación con las neuronas normales (N).
Imagen a 100 X.
CAMBIOS NEURONALES
Bases neuromorfológicas endoplasmático. Por su lado, el núcleo es grande y esférico, de
Desde un punto de vista histórico, ningún otro tipo celular ha aspecto pálido con acúmulos densos de heterocromatina, habi-
atraído más atención o causado más controversia que la célula tualmente contiene uno o dos nucléolos de aspecto vesicular,
nerviosa, y aún hoy en día no se conocen de forma precisa todos patente y claramente diferenciados del resto de las estructuras
sus aspectos funcionales. Las neuronas pueden tener efectos nucleares [66].
excitadores, inhibitorios o moduladores, y su función puede ser
motora, sensitiva o secretora, pudiendo estar influida por una Modificaciones estructurales de las neuronas
enorme variedad de sustancias que van desde neurotransmisores Cuando una célula nerviosa degenera como consecuencia del
a hormonas, factores de crecimiento o citocinas. Por supuesto, envejecimiento, enfermedad o lesión [48,68-70], comienza a pre-
este enorme repertorio de funciones está asociado al desarrollo sentar una serie de anomalías que afectan tanto a su pericarion
morfológico diferencial de las neuronas, reflejado en las varia- como a sus prolongaciones. De hecho, las neuronas en vías de
ciones de sus árboles dendríticos y axónicos, e incluso en la gran degeneración pueden ser identificadas en las preparaciones histo-
variedad de sinapsis existentes en el sistema nervioso central lógicas por el mayor o menor grado de retracción y picnosis que
[66] así como a la influencia que sobre ellas ejercen las células presentan [68,70-73] (Figura).
gliales [67]. Para estudiar las modificaciones estructurales de las neuro-
Las neuronas son células cuyo tamaño oscila entre 6-8 y nas durante los procesos neurodegenerativos hay que considerar
60-80 µm de diámetro. Ultraestructuralmente, presentan un si dicha neurodegeneración es provocada por apoptosis o por
citoplasma rico en orgánulos, con un profuso sistema de cister- necrosis, ya que ambos procesos presentan algunos caracteres
nas membranosas constituido por el retículo endoplasmático peculiares.
rugoso (que forma parte además de las masas basófilas que Así, la necrosis, producida en situaciones en las que existe
constituyen los gránulos de Nilss), el retículo endoplasmático una pérdida de la regulación celular o funcional [74], se carac-
liso y el aparato de Golgi. Se observa también un abundante teriza por dilataciones del retículo endoplásmico [75], de las
número de lisosomas, gránulos del pigmento lipofuscina, mitocondrias y del resto de orgánulos así como de una rápida
mitocondrias, cuerpos multivesiculares, neurotúbulos, neuro- pérdida de la integridad de la membrana plasmática. Simultá-
filamentos y ribosomas; estos últimos aparecen aislados, en neamente, se produce una fragmentación aleatoria del ADN
forma de rosetas o polirribosomas o asociados al retículo celular, siendo estos fragmentos de ADN observables mediante

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ALTERACIONES NEURONALES EN EL SNC

electroforesis en gel [50]. Estas modificaciones ultraestructu- turas como vacuolas autofágicas que indican la puesta en mar-
rales son las que cabría esperar en situaciones de degeneración cha de procesos de autodestrucción celular [89]. Se encuentran
inducida por lesiones. generalmente asociadas a marañas neurofibrilares y placas seni-
Por el contrario, en la degeneración provocada por el envejeci- les. Se han descrito en diferentes localizaciones de la corteza
miento se observarán las características propias de la apoptosis, cerebral y en el hipocampo [86].
entre las que destaca la condensación de la cromatina y la retracción
y fragmentación nuclear. Sin embargo, la membrana celular, el Modificaciones neuronales cuantitativas
retículo endoplásmico y las mitocondrias permanecen prácticamen- Puesto que los procesos neurodegenerativos pueden comportar
te inalteradas [50,76,77]. Pero quizá, el rasgo más destacado de la también variaciones cuantitativas, tanto de la población neuronal
apoptosis sea la fragmentación localizada del ADN celular [78]. como glial, resultan interesantes los estudios que cuantifican di-
En la tabla se recogen las diferencias más relevantes entre apop- chas poblaciones.
tosis y necrosis. En este sentido, son muy escasos e incluso prácticamente
No obstante, en determinadas lesiones inducidas, pueden inexistentes este tipo de estudios durante los procesos neurode-
observarse caracteres propios de apoptosis junto al perfil típico de generativos provocados por lesiones inducidas. Existen muy
necrosis ya que ambos procesos pueden solaparse [79]. pocas referencias de posibles pérdidas neuronales en distintas
Otra característica frecuente en neuronas degeneradas es la regiones cerebrales. Así, tras procesos de hipoperfusión se han
secreción en exceso de una serie de proteínas filamentosas insolu- observado áreas de desigual pérdida neuronal asociadas a gliosis
bles, algunas de las cuales pueden adoptar una conformación en en corteza cerebral y en el área CA1 del hipocampo [48,49]. Esta
doble hélice. En humanos y en algunas especies animales dichas muerte neuronal selectiva producida durante los procesos isqué-
proteínas se acumulan en el citoplasma para formar las llamadas micos es dependiente de la duración de la lesión [49]. Loopuijt
marañas neurofibrilares [27,50,80]. Estas estructuras filamento- et al (1995) practicando lesiones por aspiración de corteza en
sas pueden llegar a acotar el espacio de citoplasma disponible e gatos en estado fetal demostraron pérdida de neuronas en el
interferir con el desarrollo de las funciones metabólicas propias de tálamo ipsilateral probablemente también en la neocorteza. Sin
la neurona [81,82]. Aunque, en el hombre, las marañas neurofibri- embargo, a nivel contralateral estos autores no detectaron varia-
lares se encuentran normalmente en el cerebro envejecido, au- ciones neuronales [64].
mentan fundamentalmente durante la novena decena de la vida y Por el contrario, son muy abundantes los estudios cuantitati-
están comúnmente asociadas al diagnóstico patológico de la vos de la población neuronal durante los procesos de envejeci-
enfermedad de Alzheimer. Estas lesiones son particularmente miento normal, tanto en humanos como en animales de investi-
abundantes en las neuronas de las cortezas frontal y temporal y en gación. Así, diferentes estudios han descrito en humanos la exis-
el hipocampo. tencia de pérdida neuronal seguida de fenómenos de gliosis
Todos los cambios citados van acompañados de un aumento reactiva. No obstante, parece existir una gran heterogeneidad en
de la porción lisosómica [83]; como consecuencia de los procesos el proceso, ya que mientras ciertas regiones cerebrales sufren
de digestión celular de los lisosomas, se acaban acumulando cuer- pérdidas neuronales importantes, en otras las pérdidas son me-
pos residuales, particularmente abundantes en neuronas degene- nores o incluso inexistentes [90,91]. Así, por ejemplo, ciertas
radas donde son característicos y se conocen como gránulos de zonas cerebrales presentan descensos absolutos del número de
lipofuscina [84,85]. Los gránulos de lipofuscina se han aislado de neuronas en relación con la edad, como ocurre con las células de
forma semipura en varios laboratorios [86]. Se trata de productos Purkinje de la corteza cerebelosa [27]. En hipocampo [27], sus-
insolubles, resultado de la autooxidación de lipoproteínas proce- tancia negra [92], locus coeruleus y núcleo basal de Meynert
dentes fundamentalmente de membranas intracelulares [87]. [93] también se ha encontrado descenso de neuronas asociado al
Muestran un característico color marrón oscuro, y son fluorescen- envejecimiento. En contraste a lo descrito para sustancia negra
tes cuando se les excita con luz ultravioleta. El papel de la lipofus- y locus coeruleus, no parece haber pérdida de población neuro-
cina, en cuanto a su implicación en el resto de procesos neurodege- nal en otras áreas del tronco del encéfalo. En particular, el re-
nerativos provocados por el envejecimiento, no ha sido todavía cuento de neuronas no varía con la edad en los núcleos facial,
establecido. Se ha sugerido, que al ocupar, en algunos casos, el central coclear, abducens, troclear u olivar inferior, ni tampoco
80% del volumen del pericarion, debe perjudicar la normal fun- en los núcleos del cerebelo [27].
ción celular [88]. Tal vez el dato más llamativo al respecto haya En otras especies como los roedores, la pérdida relativa
sido el hallazgo de una correlación negativa entre contenido en encontrada en zonas equivalentes del cerebro parece ser bas-
lipofuscina y contenido de material de Nills (acúmulos ribosómi- tante menor que en humanos. Tal es el caso de determinados
cos) [85]. No obstante, no se ha encontrado una correlación lineal núcleos hipotalámicos [94], bulbo olfatorio [95], área C1 del
entre acúmulos de este pigmento y enfermedades como las de- hipocampo y giro dentado [96]. En ratón, tampoco en los nú-
mencias [3]. cleos subtalámico y entopeduncular se ha encontrado descenso
La degeneración vacuolar, otra consecuencia del proceso de de células nerviosas con la edad [97]. De hecho, estudios lle-
deterioro cerebral, sí parece estar asociada, sobre todo a enfer- vados a cabo en sustancia negra detectan pérdidas en humanos
medades degenerativas del SNC (Alzheimer, Pick, encefalitis del 60% de la población neuronal, mientras que en rata estas
crónica...), pero también se ha asociado al proceso de envejeci- pérdidas no llegan a alcanzar el 20% [98]. En el hipocampo, la
miento normal [86]. Son acúmulos de gránulos argirófilos de 0,5 pérdida no excede tampoco el 20% aunque la densidad sináptica
a 1,5 µm de diámetro, rodeados de vacuolas de hasta 5 µm. Se se mantiene [27].
sitúan en el soma de la neurona y pueden desplazar el núcleo a En la corteza cerebral, los datos existentes también son
la periferia. Su presencia parece estar correlacionada con un controvertidos. De hecho, aunque diferentes investigaciones so-
descenso en la concentración de lipofuscina. Los estudios con bre el tema parecen indicar, tanto en humanos [59] como en roe-
microscopio electrónico han permitido interpretar estas estruc- dores [99], que no existen variaciones ni en la densidad neuronal

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ni en el número total de neuronas con el envejecimiento, otras, por duos, incluso del mismo grupo de edad, por lo que indican que sólo
el contrario, parecen estar a favor de la pérdida [100-102], o al en el caso de haberse encontrado pérdidas neuronales superiores
menos de la existencia de ciertas alteraciones que afectan además a un 20-30% éstas hubieran podido ser detectadas [107]. Asimis-
a la población neuroglial [27,103]. mo, estudios llevados a cabo por Tigges et al (1988) en el área
En recuentos realizados en humanos [100] en todo el grosor 4 de la corteza motora de estos mismos animales, conducen a
de la corteza de individuos neonatos, pasando por diferentes similares resultados, es decir, no llegan a detectarse pérdidas neu-
edades y hasta los 95 años, se ha descrito una progresiva y sig- ronales [108].
nificativa pérdida neuronal en función de la edad [100]. Dicha En roedores viejos, los estudios estereológicos y cuantitativos
pérdida se localiza fundamentalmente en el giro precentral, en la conducen en general a la conclusión de una cierta estabilidad en
corteza superior temporal y en la corteza visual, no detectándose el volumen de la estructura cerebral así como en la población
pérdidas en la zona del giro poscentral. Posteriormente, en un neuronal con la senectud. En este sentido, Vaughan y Cahill (1984),
estudio comparable en la zona del giro frontal superior [104], se en estudios realizados en la corteza auditiva de rata, encuentran
obtienen pérdidas neuronales de hasta un 48% entre la quinta y que no existen cambios con la edad, ni en el grosor total de la
la novena década de la vida. Henderson et al, utilizando un sis- corteza ni en el de cada una de las capas individualmente [63].
tema de análisis de imagen computarizado, realizan un trabajo Con respecto a los estudios de cuantificación, algunos autores
en el que encuentran pérdidas neuronales significativas con el encuentran estabilidad en la densidad neuronal en ciertas áreas
envejecimiento en el giro precentral, poscentral, superior e infe- [109] aunque, sin embargo, en otras decrece [20,110]. Otro ejem-
rior temporales y en el giro recto, después de examinar cerebros plo de la controversia existente sobre el tema lo aporta un estudio
de sujetos cuya edad estaba comprendida entre los 16 y los 95 llevado a cabo por Hind y McNelly en 1981. Los autores realizan
años [101]. Devaney y Johnson realizan recuentos neuronales en cuantificaciones de la misma estructura en dos razas distintas de
el área de proyección de la mácula de la corteza visual en sujetos ratones y hallan pérdidas neuronales en una de ellas, pero no en la
desde 20 hasta 87 años, encontrando pérdidas que superan el otra [111].
50% de las neuronas de la zona [102]. En resumen, todos estos Tal vez el estudio más completo sobre este tema corresponda
estudios realizados en diferentes áreas de la corteza cerebral al llevado a cabo en ratón por Curcio y Coleman (1982), en el que
humana parecen indicar una pérdida neuronal con el envejeci- se analiza el número total de neuronas existentes en estructuras
miento normal. que, como los barriles de la corteza somatosensorial, permiten
A diferencia de lo expuesto, existen otra serie de trabajos evaluar con exactitud su volumen total. Esta forma de proceder
que sugieren lo contrario; es decir, que no tienen lugar pérdidas evita los errores que podría introducir la retracción del tejido y
neuronales relacionadas con la edad en la corteza cerebral permite estimar toda la población neuronal de la estructura y no
humana [59,72,92,103]. Una posible explicación a estas dis- sólo densidades neuronales en zonas puntuales. Estos estudios
crepancias podría basarse en diversos aspectos metodológicos llegan a la conclusión de que existe estabilidad en el número de
como, por ejemplo, la retracción que sufre el tejido cuando se neuronas, pero, sin embargo, dejan muy claro que sus datos no son
utilizan cortes incluidos en parafina a la hora de comparar extrapolables a otras zonas o especies, y animan al estudio de los
densidades neuronales en corteza cerebral de sujetos de dife- mecanismos que provocan estas diferencias regionales e interespe-
rentes edades [59,72]. cíficas [99].
Anderson et al (1983) y Terry et al (1987), en investigaciones Estudios realizados en corteza frontal y parietal de rata ratifi-
llevadas a cabo en diferentes zonas de la corteza cerebral de hu- can que existe estabilidad en cuanto a la población neuronal en
manos, detectan una ligera pérdida con la edad en la población estas zonas del cerebro en todas las capas corticales, a excepción
neuronal de diámetro superior a 90 µm. No obstante, sugieren que de la capa I de la región frontal en la que se encuentran descensos
dicha pérdida no sería tal, sino la consecuencia de una disminu- del 18% [112]. Sin embargo, otros autores han encontrado en esta
ción en el tamaño de estas neuronas, ya que paralelamente encuen- misma zona descensos neuronales del 43% en las capas II-V [113].
tran un incremento de la población de células pequeñas (40-90 Por último, Monji et al (1994), empleando técnicas inmunohistoquí-
µm). Además, los datos procedentes de humanos tienen el micas no detectaron pérdida de neuronas adrenérgicas y noradre-
inconveniente del estado de preservación en que se encuentra el nérgicas en ningún área del cerebro [114].
cerebro, ya que en la mayoría de los casos transcurren largos Sin embargo, independientemente de las posibles variacio-
períodos hasta que las muestras pueden ser sometidas al proceso nes de la población neuronal, lo que sí parece claro es la apari-
de fijación [92,103]. ción de signos de degeneración en las neuronas. Así, Vincent et
Los estudios realizados en animales de experimentación no al (1989), en un estudio llevado a cabo en el área 17 de la corteza
presentan los problemas anteriormente expuestos, ya que permi- visual de mono, combinan estudios ultraestucturales y técnicas
ten una buena preservación del tejido al poder someter el cerebro de cuantificación. Dichos autores, a tenor de los resultados obteni-
a métodos de perfusión-fijación. Es el caso de estudios que exa- dos, proponen la existencia en la zona de cierta degeneración
minan la corteza sensorimotora de monos jóvenes (4-6 años) y neuronal que afecta fundamentalmente a dendritas y axones
viejos (18-20 años). En dichos estudios, no se detectan cambios en mielínicos. Sin embargo, sus análisis, que también incluyen cuan-
el grosor de la corteza, aunque sí encuentran un decrecimiento de tificación de perfiles neuronales en bandas de corteza de tamaño
la densidad neuronal que interpretan como pérdida neuronal conocido, coinciden en la no detección de grandes signos de
[86,105]. deterioro en el pericarion, excepto por la presencia de lipofusci-
Vincent et al (1989), en un estudio realizado en la corteza na. Por consiguiente, concluyen que el proceso de neurodegenera-
visual de mono, determinan que el grosor de la corteza no se ción no llega a provocar pérdidas neuronales significativas con
modifica con la edad ni tampoco el número de neuronas en la zona. la edad [107]. En cualquier caso, en este estudio queda sin expli-
Sin embargo, los mismos autores hacen alusión a la alta desvia- car la presencia, en el neuropilo circundante de individuos vie-
ción que presenta este último parámetro entre diferentes indivi- jos, de grandes vacuolas rodeadas de membrana. Esta serie de

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estructuras vacuolares, que a veces aparecen vacías y sin embar- osmiofílica densa. En su interior aparecen microtúbulos desinte-
go otras muestran un contenido más o menos heterogéneo en su grados, mitocondrias hinchadas y vacuolas aparentemente vacías
interior, podrían representar espacios anteriormente ocupados y rodeadas de una membrana irregular [69].
por neuronas que han degenerado y desaparecido. En un estudio Las primeras descripciones de estas neuronas relacionan su
similar llevado a cabo por Peters et al (1994) en el área 46 de la aparición con procesos de mala fijación [71,117,132], así como
corteza visual del mono no se detectan cambios en el espesor con manipulaciones postmortem del tejido o debido a la perfusión
cortical ni tampoco en el número de neuronas. Estos resultados con soluciones hipertónicas [133]. Sin embargo, estudios más re-
son corroborados por técnicas de microscopía electrónica. Con cientes han puesto de manifiesto la presencia de estas neuronas tras
esta metodología, no se detecta degeneración en el cuerpo celu- reperfusión después de procesos isquémicos [48,69,124,134,135],
lar de las neuronas, tan sólo es observable un incremento con la hipoglucemias [136-138], heridas [47,73,139,140], epilepsia
edad de los acúmulos de lipofuscina. Sin embargo, sí se obser- [70,121,141,142], estimulación excesiva [131], rotura transitoria
van signos de degeneración en las dendritas de las capas supe- de la barrera hematoencefálica [143,144] y envenenamientos con
riores de animales viejos, especialmente en la capa I, donde distintos agentes como ácido fólico [145], tunicamicina [146],
muchas dendritas han perdido sus orgánulos. Otro cambio im- metoxipiridoxina [147], 6-hidroxi-dopamina [148], 3-acetilpiri-
portante observado por estos autores es la degeneración que dina [149], colchicina [150], aminopiridina [151], ácido kaínico
sufren los axones mielinizados de las capas más internas e inclu- [152], ácido 3-nitropropiónico [153], puromicina [154] y oxígeno
so de la sustancia blanca [115]. hiperbárico [155].
En resumen, se debe poner énfasis en el hecho de que cada La aparición de neuronas picnóticas con características
especie y cada zona del cerebro presenta su propio comportamien- morfológicas muy similares en patologías tan diferentes hizo su-
to ante los procesos de degeneración, si bien los estudios realiza- poner a Gallyas et al (1992) un mecanismo de formación análogo
dos hasta la fecha parecen apuntar hacia la idea de que el enveje- en todos los casos e independiente de las causas que las originan.
cimiento afecta en mayor grado a las zonas de corteza asociativa Estas causas, que podían ser tanto mecánicas como metabólicas,
respecto a las zonas de corteza primaria [116], y las lesiones de inducirían un daño en un único punto de la neurona afectada, que
diferente etiología afectan principalmente a los núcleos hipotalá- posteriormente se extendería al resto de la célula nerviosa [73].
micos y a la corteza cerebral [48,49]. Esta hipótesis considera, por tanto, el daño neuronal como un
fenómeno de todo o nada, pero con algunas restricciones, ya que
Neuronas picnóticas y sistema nervioso central si el cuerpo neuronal se daña también lo hacen, aunque no com-
Los distintos procesos neurodegenerativos que tienen lugar en el pletamente, sus dendritas. Sin embargo, daños en el soma no
sistema nervioso central descritos anteriormente provocan, ade- implicarían necesariamente daño axonal e igual ocurriría en el
más de las modificaciones cuantitativas ya descritas, cambios proceso contrario [73].
celulares que como consecuencia final pueden dar lugar a muerte Ante estos hechos, quedaban por resolver dos cuestiones: 1.
y a pérdida neuronal junto a fenómenos de gliosis reactiva [48,49]. Qué maquinaria biológica era la responsable de la transmisión del
Las neuronas degeneradas pueden ser identificadas en las daño, y 2. Qué tipo de energía estaba implicada en su propaga-
preparaciones histológicas por el mayor grado de picnosis que ción. En este sentido, se conocían dos procesos neurofisiológicos
presentan. Precisamente, esta afinidad tintorial ha propiciado que capaces de transportar el daño desde un punto concreto, causando
se las denomine desde antiguo neuronas oscuras (dark neurons) alteraciones en la estructura de las células. Estos mecanismos son
[68,71-73,117-119], hipercromáticas, cromófilas, contraídas, re- el transporte intraneuronal rápido y la actividad bioeléctrica de la
traídas [117], dañadas de tipo Ia y Ib [121], neuronas con respuesta membrana. Sin embargo, se ha comprobado que dichos mecanis-
tipo III y IV [122] y, más recientemente, neuronas argirofílicas mos cesan su actividad en determinadas condiciones como la anoxia
[73,123] o colapsadas [73,124]. [156], en las que está demostrada la formación de neuronas pic-
Estas neuronas oscuras presentan una especial afinidad por nóticas. También se descarta la implicación de la energía química
colorantes como el azul de toluidina, cresil violeta o fuschina en la transmisión del daño [73].
ácida [125]. En cortes semifinos teñidos con azul de toluidina Basándose en esta información, estos autores consideraron la
(Figura) estas neuronas aparecen con el soma y el núcleo retraídos idea de Metuzals e Izzard (1969) de que los neurofilamentos [157],
y fuertemente teñidos, afectando esta hipercromasia a ambos elementos de una cadena citoesquelética continua, eran capaces
compartimentos. Incluso el núcleo se tiñe a veces tan intensamen- de almacenar energía mecánica y, además, añadieron dos premi-
te como el propio nucléolo [125-127]. También se han empleado sas complementarias:
otros métodos para su identificación, como tinciones argénticas – La energía mecánica es almacenada en forma de una estruc-
[124,125,128-131] o impregnación de Loyez [131]. tura interna metaestable en los neurofilamentos individua-
Desde el punto de vista ultraestructural, las neuronas picnó- les. Esta estructura se mantiene sin consumo de ningún tipo
ticas se caracterizan por presentar en su citoplasma microvacuo- de energía, ni externa ni interna. Sin embargo, por la acción
las [69], acúmulos de lipofuscina [70] y polirribosomas fuerte- de una fuerza externa puede transformarse en una forma
mente disgregados [69], además de un retículo endoplasmático activada inestable, que retorna espontáneamente a un estado
fragmentado y disperso, y mitocondrias con desorganización de de mínima energía ya estable. Esta transformación está acom-
sus crestas [69]. En cuanto a la membrana plasmática, si bien pañada de una liberación local de energía mecánica de tipo
parece intacta, muestra gran cantidad de irregularidades [93] cinético.
sobre las que se apoyan un elevado número de prolongaciones – La descarga de la energía producida durante la transformación
gliales [68]. de la estructura interna de un neurofilamento puede extender-
Por otro lado, las prolongaciones del cuerpo celular, axones y se al resto de neurofilamentos de la cadena del citoesqueleto
dendritas también se encuentran alterados. Así, se observan más de una forma similar a como ocurre la caída de la piezas de un
opacas a los electrones y parecen rellenas de una matriz granular dominó.

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En realidad, este mecanismo es más complicado puesto que los rencias en la composición y la distribución de los neurofilamentos
neurofilamentos poseen una estructura interna de tipo helicoidal encontrados entre axón y soma-dendritas [165] son las causas
muy compleja [158]. Por tanto, es fácil suponer que, en este descritas para explicar la expansión del daño de forma diferente
modelo, la alteración de algunos puentes de unión entre molécu- por estos dominios [73].
las de la hélice por una fuerza externa (mecánica o patometabó- Esta teoría también permite explicar la coexistencia de neuro-
lica) podría iniciar la extensión del daño a través de la estructura nas afectadas y no afectadas ya que la posibilidad de que se origine
de la hélice [73]. el daño en una neurona es menor que la transmisión [73].
La liberación, tras la iniciación local, de toda la energía me- Los estudios dirigidos a detectar desde un punto de vista
cánica almacenada en la cadena de neurofilamentos puede produ- cuantitativo qué cantidad de neuronas degeneradas y picnóticas
cir alteraciones en otros componentes citoesqueléticos así como aparecen de forma espontánea en sujetos sanos y cuántas son
en las membranas nuclear y citoplasmática sobre las que están consecuencia del envejecimiento, lesión o enfermedad del cere-
anclados los neurofilamentos [159-161]. Este hecho, unido a la bro, son muy escasos. En este sentido, se han detectado incre-
liberación de proteínas y al secuestro de iones K+ [162] podría mentos significativos de neuronas picnóticas con la edad y espe-
originar la retracción del soma [73]. cialmente en lesiones inducidas en diferentes regiones cortica-
Además de estas alteraciones supramoleculares de los les de la rata. Estos incrementos van acompañados de un descenso
componentes del citoesqueleto, existe una reordenación de gru- del número de neuronas consideradas normales, si bien estas
pos positivos y negativos de distintas macromoléculas, que pue- variaciones no afectan a la población total de neuronas ya que no
den ser la causa del incremento en la tinción con colorantes bási- se ha observado ningún cambio cuantitativo en el total de neu-
cos [163] y de la inducción de la argirofilia de tipo III [164], todo ronas ni en el envejecimiento, ni tampoco en los animales lesio-
ello sin producirse ningún gasto metabólico [73]. nados [166,167]. De cualquier forma, sería de gran interés con-
De igual modo, la conversión desde la forma metaestable a tinuar estos estudios, ya que permitirían conocer realmente no
forma estable de menor energía de los neurofilamentos individua- sólo las causas que originan estos cambios neuronales sino tam-
les de las dendritas y axones podría ser la causa de la aparición de bién la importancia funcional o incluso la disfunción que po-
deformaciones en estas prolongaciones celulares [73]. Las dife- drían ocasionar.

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ALTERACIONES NEURONALES INDUCIDAS POR PROCESOS ALTERAÇÕES NEURONAIS INDUZIDAS POR PROCESSOS
DEGENERATIVOS EN EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL. DEGENERATIVOS NO SISTEMA NERVOSO CENTRAL.
INFLUENCIA DEL ENVEJECIMIENTO NORMAL INFLUÊNCIA DO ENVELHECIMENTO NORMAL
Y PATOLÓGICO E PATOLÓGICO
Resumen. Introducción. En los últimos años, la comunidad científi- Resumo. Introdução. Nos últimos anos, a comunidade científica
ca viene realizando un gran esfuerzo por conocer cuáles son las tem realizado um grande esforço por conhecer quais as causas dos
causas de los procesos neurodegenerativos que tienen lugar en el processos neuro-degenerativos que ocorrem no sistema nervoso
sistema nervioso central, tanto en situaciones patológicas como central, tanto em situações patológicas como durante o envelheci-
durante el envejecimiento normal, y cuáles son las alteraciones mento normal, e quais são as alterações morfológicas que se detec-
morfológicas que se detectan. Desarrollo. Tradicionalmente, los tam. Desenvolvimento. Tradicionalmente os processos degenera-
procesos neurodegenerativos se han asociado casi exclusivamente a tivos associaram-se quase exclusivamente à perda neuronal e ao
pérdida neuronal y a la aparición de gliosis reactiva. Sin embargo, aparecimento de gliose reactiva. No entanto, os estudos quantita-
los estudios cuantitativos llevados a cabo resultan contradictorios, tivos efectuados são contraditórios, visto apresentarem resultados
puesto que presentan resultados variables dependiendo del modelo variáveis dependendo do modelo animal, da zona cerebral estuda-
animal, de la zona cerebral estudiada o incluso de la técnica emplea- da ou inclusivamente da técnica utilizada. Contudo, existem outras
da. No obstante, existen otras alteraciones neuronales en estas situa- alterações neuronais nestas situações neurodegenerativas. Entre
ciones neurodegenerativas; entre ellas destaca la aparición de neu- elas destaca-se o aparecimento de neurónios picnóticos que se
ronas picnóticas que se han considerado neuronas degeneradas y consideraram neurónios degenerados. Estes neurónios caracteri-
que se caracterizan por aparecer fuertemente teñidas en las prepa- zam-se por surgirem fortemente corados nas preparações histoló-
raciones histológicas, así como con numerosas alteraciones no sólo gicas assim como com numerosas alterações não só estruturais
estructurales sino también ultraestructurales. Conclusiones. En el como também ultra-estruturais. Conclusões. No presente trabalho
presente trabajo se realiza una revisión bibliográfica de todas estas é realizada uma revisão bibliográfica de todas estas alterações
alteraciones neuronales y se pone especial énfasis en los cambios neuronais e põe-se especial ênfase nas mudanças quantitativas
cuantitativos observados en dos situaciones neurodegenerativas: el observadas em duas situações neuro-degenerativas: o envelheci-
envejecimiento y las lesiones inducidas, teniendo así dos modelos de mento e as lesões induzidas, tendo assim dois modelos de neuro-
neurodegeneración, uno normal y otro patológico [REV NEUROL degenerescência, um normal e outro patológico [REV NEUROL
1999; 29: 824-33]. 1999; 29: 824-33].
Palabras clave. Cambios cuantitativos. Envejecimiento. Lesiones Palavras chave. Envelhecimento. Lesões induzidas. Mudanças quan-
inducidas. Neuronas. Neurodegeneración. Picnosis. titativas. Neuro-degenerescência. Neurónios. Picnose.

REV NEUROL 1999; 29 (9): 824-833 833

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